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D. Antonio Sendra Cebolla nació en Llaurí (Valencia).

Sería su padre quien le iniciara en el arte


de la música. Cubre sus estudios de piano y trompeta en los Conservatorios de Música de
Valencia, Málaga y Madrid en que cursa sus estudios superiores. Resalta la figura de D. Antonio
en los campos de composición e instrumentación, así como en su faceta como musicólogo y
director de orquesta. Sus inicios como profesor de trompeta, a la temprana edad de 17 años,
los desarrolla por localidades del levante español, tales como Castellón de la Plana y su
Valencia natal. En 1972 es nombrado Director del “Ateneo instructivo musical Giner” para
acabar ingresando en el Cuerpo de Música Militar del Ejército de Tierra en 1974. Será en el año
1982 cuando ingrese en la Escuela Superiror de Directores de las Fuerzas Armadas, siendo el
nº1 de su promoción.

D.Antonio Sendra Cebolla es autor de más de un centenar de obras pertenecientes a todos los
géneros, (Sinfónica, Coral o de Cámara), algunas de las cuales han alcanzado importantes
premios durante los años 90 y la primera década del siglo XXI. Como musicólogo, ha
desarrollado una importante actividad en el campo de la investigación y transcripciones, como
en revisiones de música polifónica de los siglos XVI al XVIII. Asimismo transcribe y adapta obras
de diverso género. Reconocido músico y compositor en numerosas ocasiones condecorado y
galardonado, ha ostentado el cargo de Director al frente de las más prestigiosas agrupaciones
musicales militares: Unidad de Música de la Legión, Unidad de Música de la División de
Montaña Navarra Nº5, Unidad de Música de la Academia de Infantería y Unidad de Música del
Mando General del Ejército del Aire. Desde 2001 es Profesor de número del Departamento de
Música de las Escuelas del Ministerio de Defensa.

En la actualidad desempeña el cargo de Coronel Director de la Unidad de Música de la Guardia


Real de la Casa de S.M. El Rey.

Banceros de la pasión es una marcha que surge como homenaje a los desfiles que entre el año
1986 y hasta 2001 realizó junto a la banda de la Academia de la Infantería. Llegó un momento
en el que quiso componer para la ciudad una marcha y así en el 1996 compuso Banceros de la
Pasión. Como curiosidad, no supo qué titulo poner a la marcha en un principio y fue a través
de un joven conquense: Francisco Moraleja que se encontraba prestando servicio militar en su
cuartel aquel año; puesto que Antonio Sendra le pidió que fuese él quien pusiera nombre a la
obra.

“Decidí llamarla Banceros de la Pasión, un título que jamás se me hubiera ocurrido dado que
desconocía la expresión “bancero” para referirse a la persona que porta la imagen. Si conocía
el término “costalero” pues lo había escuchado de forma más habitual. De este modo tan
curioso, la marcha tuvo finalmente su título. En cuanto al aspecto técnico, Banceros de la
Pasión es una marcha de procesión en la que intenta reflejar la zona de Cuenca y su pasado
árabe. De tal manera que en la entrada de la marcha se presentan rasgos de corte morisco,
africanos, pasando después a ser una marcha tradicional con melodías que ayudan al paso del
bancero a llegar a esos “fuertes” que se presentan habitualmente en la mayoría de marchas
procesionales”.

La Marcha tiene la dedicatoria a los “banceros” de Cuenca. La denominación de bancero en


Cuenca es la del nazareno que porta el paso poniendo su hombro bajo el banzo. En casi todas
las hermandades de Cuenca a estos puestos se accede por subasta. Lo más significativo de las
procesiones es la manera de llevar las imágenes y los nombres que reciben. Los portaimagenes
son llamados banceros, reciben este nombre por la palabra banzo, como se le llama a los palos
situados debajo de las andas (normalmente dos, pero hay imágenes con tres o incluso cuatro),
estos banzos se introducen en el llamado abarcón, una pieza hueca metálica adosado a las
andas. Los banceros portan horquillas, que usan para marcar el paso y para sostener la imagen
en los descansos. Lo característico de esta manera de desfilar es el dinamismo y el ritmo que
marcan al compás de las marchas procesionales. Impresionante composición, solemne y
rítmica, muy apropiada para la forma de “carga” conquense.

Procesión del Silencio---> suena Banceros de la Pasión para la Negación en Carretería (vena,
arteria, nervio y corazón comercial y vía principal de Cuenca). Qué bien suena Mota del Cuervo
con cualquier marcha.

Procesión de Paz y Caridad (Jueves Santo)---> llega el Amarrado con Banceros de la Pasión por
el barrio de la Trinidad. JdC 2015--suena en la banda de Iniesta Banceros de la Pasión para los
del Amarrado a la Columna en su 75 aniversario. Suena Banceros de la Pasión en la de
Pozorrubio para que mezan, banceros, a la Verónica en Las Torres pasado el jardinillo

Procesión del Calvario ---> con Banceros de la Pasión en la de Yátova avanza por Aguirre el
Descendimiento. Cruz de Guía hacia Pta. Valencia. 2016- va a sonar en la de Yátova Banceros
de la Pasión cuando reanude la marcha el Cristo de la Luz. suena Banceros de la Pasión en la de
Yátova tras el Cristo de los espejos. Magnífica interpretación. 2015-- Banceros de la Pasión,
interpreta la de Yátova para la Agonía en su llegada a la Trinidad. Maravilla. 2014- La cruz de
espejos de su titular eclipsa al abrasador Sol. Los rayos sólo apuntan a Jesús sin vida mientras
suena Banceros de la Pasión (Cristo de la Luz= Cruz de los Espejos)

La Semana Santa es la fiesta de Cuenca por excelencia. Declarada de Interés Turístico


Internacional, impresiona por su gran belleza. La celebración de la Semana Santa conquense
adquiere especial relieve por el trazado urbanístico medieval del Casco Antiguo, que se
convierte en un espectacular escenario que nos transporta a tiempos pasados. Los desfiles
procesionales adquieren una gran belleza al anochecer. Procesiones que se suceden desde el
Domingo de Ramos con La Borriquilla, acompañada de palmas y ramas de olivo y del paso de
Nuestra Señora de la Esperanza; la Procesión de la Vera Cruz el lunes, la del Perdón del Martes
Santo y la del Silencio el miércoles. Los días culminantes son el Jueves Santo, con la procesión
de La Paz y la Caridad; y el Viernes Santo, con tres procesiones: al amanecer la del Camino del
Calvario, al mediodía, en el Calvario, y al atardecer, el Santo Entierro. La última procesión de la
Semana Santa conquense es la de El Resucitado, el Domingo de Resurrección.

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