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LA CONFIGURACIÓN DE LOS NUEVOS

MOVIMIENTOS SOCIALES FRENTE A LA


CRISIS DE LO SOCIAL

Carlos Mejías Sandia


Universidad de Talca, Maule Region, Chile. E-mail: camejias@utalca.cl

Pablo Suárez Manríquez


Universidad Tecnológica Metropolitana, Maule Region, Chile. E-mail: psuarez@utem.cl

DOI: http//dx.doi.org/10.17666/3089159-170/2015

Introducción tuación, pero que sin embargo, al parecer no son


suficientes para reorientar la dirección y énfasis del
Estamos frente a una de las crisis del sistema modelo neoliberal, ya que el crecimiento económi-
neoliberal expresado en descontento, indignación, co no es sinónimo de desarrollo, sino varios sopor-
frustración frente a innumerables situaciones de tes teóricos indican que lo económico es sólo una
injusticia como la distribución del ingreso, falta dimensión del verdadero desarrollo humano.
de oportunidades y condiciones laborales, míni- En este contexto empieza, al igual que en otros
mo acceso y calidad a servicios de salud, fuerte periodos históricos, a generarse una sensación de
fragmentación en relación con el acceso y calidad descontento social, sobre todo en clases sociales no
de la educación, coerción a las libertades indivi- tan desfavorecidas en lo económico, sino empobre-
duales, discriminación étnica, racial, de género, cidas en sus derechos sociales por este crecimien-
en definitiva, una antigua/nueva cuestión social to económico, transformando ese descontento en
manifestada en brechas que interpelan un cambio indignación, generando articulaciones, comunica-
de orden social. ciones, interacciones, es decir, procesos de organi-
Lo anterior ha sido expresado en indicadores zación que hacen de esta mancomunión institu-
estadísticos de organismos internacionales e inves- cional para la segregación, explotación y exclusión,
tigaciones que dan cuenta de la magnitud de la si- sentida a nivel individual, se vuelva a un sentido
colectivo, pues comprenden de manera primigenia
Artigo recebido em 15/01/2014 que sólo la articulación desde la colectividad puede
Aprovado em 28/11/2014 colocar y exigir mayor justicia e igualdad de dere-
RBCS Vol. 30 n° 89 outubro/2015
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chos. Se produce un proceso de concientización de busca de reivindicaciones sociales que ha implica-


asumir la realidad, por muy injusta y violenta que do una organización desde la base ciudadana, con
sea, como natural o como diría Zabaleta: “En otras una intención clara de visibilizar sus problemáticas,
palabras, en tanto aceptes como una petición de demandas o situaciones que aquejan y atentan fuer-
principio la consecuencia ideológica del núcleo cor- temente a su calidad de vida, su dignidad, y que
póreo que es la supeditación total” (2009, p. 35). por lo tanto, interpelan al orden social. En otras
Precisamente, son los movimientos sociales los palabras
que están emergiendo con fuerza ante un periodo
oscurantista y de primacía absoluta del pensamien- Se vuelve más claro para los movimientos so-
to único. Estos movimientos sociales que son “una ciales la reivindicación de participar de la re-
colectividad que actúa con cierta continuidad para definición de los derechos y de la gestión de la
promover o resistir un cambio en la sociedad (o sociedad. No reivindican sólo obtener o garan-
grupo) de la que forman parte” (Turner y Killian, tizar derechos ya definidos, sino ampliarlos y
2001). Y estos movimientos tienen elementos que participar en la definición del tipo de sociedad
los constituyen, a saber son seis; su carácter colecti- en la cual quieren incluirlos, de participar de
vo, su continuidad, su lucha contra la injusticia, su la invención de una nueva sociedad (Carvalho,
transversalidad, los elementos de cambio que com- 1998, p. 12.)
porta y la recuperación de la dignidad a través del
reconocimiento del otro. Dentro de este contexto es que los movi-
El movimiento o los movimientos sociales sur- mientos sociales de las dos últimas décadas han
gen, en su mayoría, en respuesta a la injusticia que introducido nuevos factores en la relación regula-
convertida en problema social y cuya salida ya no ción-emancipación-liberación y la relación reali-
es individual, cuando su extensión afecta a una par- dad-subjetividad-ciudadanía-dignidad, y son estos
te importante de la comunidad1 y que se asume la factores los que aun si están presentes en todos los
consciencia de cambio de dicha situación. Cuando nuevos movimientos sociales no lo están del mis-
la situación se vuelve contradictoria en relación a mo modo. Por tanto, el objetivo de este artículo es
los intereses comunitarios se trasforma en proble- visibilizar los factores que los reconfiguran, cómo
ma. Por supuesto que no toda contradicción es le- se articulan en esta relación y cómo influye en los
gitimada y reconocida como tal por el resto de la nuevos escenarios sociales.
sociedad. Hay incluso, en algunos momentos una
contradicción. No se constituye como problema
social aunque sea reconocida como tal por la so- Tensiones del modelo neoliberal
ciedad, pues ni siempre la contradicción alcanza
niveles de consciencia más profundos, sobre todo La palabra liberalismo es, sin duda, una de
cuando la solución atenta contra el orden estable- las más ambiguas, tanto en el vocabulario políti-
cido. Así, muchas injusticias como las diferencias co como económico; designa una filosofía política,
sexuales o étnicas pueden tardar mucho tiempo en fundada en el valor de la libertad individual, des-
ser conceptualizadas como problemática social y ser cribe así mismo un conjunto de principios ideoló-
asumidas conscientemente como una contradicción gicos e identifica una perspectiva de análisis ante
esencial. Como existe gran conciencia colectiva del los mecanismos rectores del funcionamiento de la
problema social, el movimiento no sólo requiere la economía.
expresión de sus demandas, sino también un cam- Como sostenía Stuart Mill:
bio sostenible, que logre satisfacer la insatisfacción
consciente. Las máximas son: primera, que el individuo
En virtud de lo anterior y analizando situa- no debe cuentas a la sociedad por sus actos,
ciones en los últimos años podemos observar que en cuanto éstos no se refieren a los intereses de
claramente estamos ante movimientos sociales en ninguna otra persona, sino a él mismo. El con-
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sejo, la instrucción, la persuasión, el aislamien- rales orientadas hacia el mercado y para supuesta-
to, si los demás lo consideran necesario para mente mejorar la eficiencia de la economía, acelerar
su propio bien, son las únicas medidas por las el crecimiento, etc. Estas reformas se han orientado
cuales puede la sociedad, justificadamente, principalmente a alienar y enajenar la consciencia
expresar el disgusto o la desaprobación de su crítica de las personas, a invisibilizar al otro en su
conducta. Segunda, que de los actos perjudi- desarrollo y someterlo a “leyes de mercado” que se
ciales para los intereses de los demás es respon- transforman en leyes del “buen comportamiento”,
sable el individuo, el cual puede ser sometido del “buen ciudadano”. Como sostiene de Sousa:
a un castigo legal o social, si la sociedad es de
la opinión que uno u otro es necesario para su La tensión entre capitalismo y democracia desa-
protección (2004, pp. 179-180). pareció, porque la democracia [y el Estado] em-
pezó a ser un régimen que en vez de producir
La crisis económica de los años setenta altera redistribución social la destruye (…) Una de-
de manera fundamental la perspectiva de la inter- mocracia sin redistribución social no tiene pro-
vención del Estado y afecta, además, la naturaleza blema con el capitalismo; al contrario, es el otro
de la teoría. De hecho, el Estado no es la solución lado del capitalismo, es la forma más legítima
sino el problema, y esto se le atribuye supuesta- de un Estado débil (De Sousa, 2006, p. 75 ).
mente por el exceso de intervención, precisamen-
te, esta intervención, de acuerdo a los neoliberales, El mundo económico, ha quedado demostra-
produce desempleo masivo, inflación, debilidad do, no es realmente como pretende la teoría domi-
del crecimiento o desincentivo a la inversión. Ello nante, un orden puro y perfecto, que desarrolla de
cimentó el campo para la crítica a la intervención manera implacable la lógica de sus consecuencias
estatal en los asuntos económicos. Desde enton- previsibles. Por el contrario, lo que ha primado es
ces, se empezó a centrar más el análisis de las po- todo lo contrario, lo que ha llevado al modelo do-
líticas públicas y no en los fallos del mercado que minante a estar dispuesto a reprimir todas las trans-
pudieran corregirse con las intervenciones del Es- gresiones con las sanciones que inflige, bien de for-
tado, sino en los fallos del Estado, en el exceso de ma automática o bien - más excepcionalmente- por
intervención, en la burocratización etc. mediación de sus brazos armados, el BM, el FMI
Por tanto, el objetivo fundamental de la po- o la OCDE, y de las políticas que estos imponen:
lítica económica, según las orientaciones neolibe- reducción del costo de la mano de obra, restricción
rales, es propiciar el funcionamiento flexible del del gasto público y flexibilización del mercado de
mercado, eliminando todos los obstáculos que se trabajo, concentración de la riqueza, aumento de la
levantan a la libre competencia. Precisamente, el pobreza, mayor desigualdad y más exclusión, es de-
neoliberalismo ha hecho suya la teoría del libre cir, pérdida de nuestra dignidad social y personal.
cambio en todas sus versiones y se ha apoyado Por lo mismo, el discurso neoliberal no es un
en unas u otras para justificar su concepción del discurso como cualquier otro. Es un “discurso fuer-
mundo como un gran mercado donde todos com- te y de fuerza”, y si es tan fuerte y tan difícil de
piten en condiciones de igualdad entre cada país combatir es porque dispone de todas los medios de
según sus posibilidades, teoría que se ha converti- un mundo de relaciones de fuerza que él contri-
do en verdad revelada. Ello supone no solamente buye a armar, sobre todo orientando las opciones
la exposición de la economía a la competencia in- económicas de los que dominan las relaciones eco-
ternacional, sino la adopción de tipos de cambio nómicas y sumando a esta fuerza real/emotiva/sim-
flexible y el desmonte de todo tipo de proteccio- bólica, a esas relaciones económicas de fuerza. En
nes, estímulos y ayudas reales a la ciudadanía. nombre de esa filosofía política, convertida en pro-
Alineados con el Banco Mundial, FMI y BID, grama político de acción, se lleva a cabo un inmen-
en la última década todos los países de América so trabajo ideológico-político que trata de crear las
Latina y el Caribe han realizado reformas estructu- condiciones de realización y de funcionamiento de
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la “teoría”; de destrucción metódica de los colecti- La respuesta está precisamente en ambos ac-
vos y de la moderación de la crítica. tores, los defensores del modelo y la ciudadanía,
El neoliberalismo, que extrae su fuerza social y principalmente será la ciudadanía quien ha co-
de la fuerza políticoeconómica de aquellos cuyos menzado a dar síntomas de su rol histórico y de
intereses expresa y defiende, tiende a favorecer glo- su papel transformador, emancipador y liberador,
balmente el desfase entre las economías y las reali- de ahí la importancia de entender y caracterizar a
dades sociales, y a construir de este modo, en rea- los movimientos sociales actuales en función del
lidad, un sistema económico que se presenta como empoderamiento que ellos son capaces de articular
una cadena de restricciones que obliga a los agentes para dicha transformación
económicos a cumplir irrestrictamente.
Como bien describen Bruckmann y Dos Santos:
Nuevos movimientos sociales en el
25 años de experiencia neoliberal, comanda- contexto del neoliberalismo:
das a nivel internacional por el FMI y por el tensiones del modelo político.
Banco Mundial, sumergieron a nuestros países
en graves problemas económicos que llevaron Cuando queremos avanzar en comprender los
los movimientos sociales de la región a la de- movimientos sociales tenemos que considerar que
fensiva. El desempleo, la inflación, la caída éstos “nacen y actúan en el contexto de una cultu-
de los niveles salariales, la falta de inversiones ra política específica, que contribuye a darles forma,
productivas, de infraestructura, o sociales y la pero que también es recompuesta por ellos” (Aquín,
ausencia de nuevos empleos como consecuen- 2005, p. 101). Esto puede ser analizado desde una
cia de esta situación forman un conjunto de cultura política dominada por un paradigma hege-
fenómenos que va destruyendo el tejido social, mónico que por su naturaleza, entonces, no otorga
desestructurando las lealtades institucionales, espacios reales en la toma de decisiones, cuestionán-
rompiendo los lazos sociales, abriendo camino dose así la expresión de una real democracia. De esta
a la violencia, las drogas y la criminalidad en forma, esta cultura política genera el espacio para el
sus diversas formas de expresión (2005, p. 17). surgimiento de movimientos sociales que una vez
que se configuran también son influenciados por la
La mundialización de los mercados financieros, estructura política pero no supeditados. Por lo tanto,
junto al progreso de las técnicas de la información, el Estado al sucumbir ante las presiones de los intere-
garantizan una movilidad sin precedentes de capi- ses privados, relega a un segundo plano la capacidad
tales y proporciona a los inversores, preocupados de regulación ejercida por un sistema público efi-
por la rentabilidad a corto plazo de sus inversiones, ciente y, en consecuencia, puede utilizar una lógica
la posibilidad de comparar de manera permanente de poder despótico (Iazzetta, 2007, p. 27) para so-
la rentabilidad de las más grandes empresas y de meter – tanto en el sentido físico como simbólico – a
sancionar en consecuencia los fracasos relativos. la sociedad civil en nombre de un supuesto (utopía)
De este manera, se instaura el reino absoluto de bienestar nacional inclusivo.
la flexibilidad, de la competencia, de la individua- La novedad más grande de los Nuevos Movi-
lización, técnicas todas ellas de dominación racional mientos Sociales es que constituyen una crítica de
que, mediante la imposición de la súperinversión la regulación/desregulación/asistencialismo social
en el trabajo a destajo, se concitan para debilitar o capitalista, así como colocan al centro de sus reivin-
abolir las referencias y las solidaridades colectivas. dicaciones la justicia y la dignidad. Ello, al identificar
¿Cabe esperar que el volumen extraordinario nuevas formas de opresión que sobrepasan las rela-
de ineqüidad, pobreza y exclusión que produce se- ciones de producción, que ni siquiera son específi-
mejante régimen político económico llegue un día cas de ellas aunque sean responsables, como son la
a ser el origen de un movimiento social capaz de contaminación, la discriminación (género, etnia) o
parar esta carrera hacia el vacío? la explotación productiva; y al abogar por un nue-
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vo paradigma social, menos basado en la riqueza y sociales, con excepción parcial del movimiento eco-
en el bienestar material y más centrado en la calidad lógico, no se movilicen por responsabilidades inter-
de vida, igualdad y justicia. Es decir, “Una sociedad generacionales. Según Susana Eckstein, a partir de
civil esperando cambios radicales: empleo, mejores la arremetida de los movimientos sociales:
ingresos, ayuda para los pobres, nacionalización de
recursos naturales, una nueva constitución y, más América Latina se convirtió más aún en un
que nada, un gobierno eficaz, limpio, social y escu- museo vivo de actividad de movilización en
chando a la gente” (Salman, 2013, p. 151). el decenio de 1990 que en los decenios ante-
Lo que denuncian los nuevos movimientos riores. Algunos de los movimientos más viejos
sociales, con una radicalidad sin precedentes, son continuaron, aunque a menudo en una forma
los excesos de regulación, de inequidad, la pérdi- modificada, mientras que surgieron movimien-
da, cada vez mayor de derechos sociales y derechos tos nuevos, nacidos de nuevas preocupaciones
vitales (agua, aire, medio ambiente), una real parti- (2001, p. 367).
cipación en las decisiones locales y nacionales y ser
respetados como un “Otro” sólo por ser Otro. Los diferentes movimientos, sean de los indig-
Tales excesos alcanzan no sólo el modo como nados, por la diversidad sexual, los sin tierra, los
se trabaja y produce, sino también el modo como se zapatistas, o antiglobalización, muestran por sí mis-
vive; la pobreza y las asimetrías de las relaciones so- mos la nueva relación entre regulación y emancipa-
ciales son la otra fase de la alienación y del desequi- ción pues presentan la manifestación de una cons-
librio interior de los individuos y esas formas de telación políticocultural dominante, diversamente
opresión no alcanzan específicamente a una clase presente o ausente en los diferentes movimientos
social, sino a grupos sociales transclasistas o incluso concretos. Lo que los caracteriza verdaderamente
a la sociedad en su conjunto. es un fenómeno aparentemente contradictorio de
En estos términos, la denuncia de nuevas for- ubicación-globalización-ubicación , tanto a nivel
mas de opresión implica la denuncia de los movi- de la regulación como a nivel de la emancipación.
mientos emancipadores que las omitieron, que las La globalización a nivel de la regulación se hace po-
descuidaron cuando no fue que pactaron con ellas. sible por la creciente promiscuidad entre produc-
Lo que fue visto por estos como factor de emanci- ción y reproducción social. Si el tiempo vital y el
pación (el bienestar material, el desarrollo tecno- tiempo de trabajo productivo se confunden cada
lógico de las fuerzas productivas) se transforma, vez más, las relaciones sociales de la producción se
en los nuevos movimientos sociales, en factor de desdibujan como campo privilegiado de domina-
regulación, de violencia. Por otro lado, porque las ción y jerarquización social; y el relativo vacío sim-
nuevas formas de opresión se revelan discursiva y bólico así creado lo llenan las relaciones sociales de
materialmente en los procesos sociales donde se reproducción social (en la familia y en los espacios
forja la identidad de las víctimas, no hay una previa públicos) y por las relaciones sociales en la produc-
constitución estructural de los grupos y movimien- ción (relaciones en el proceso de trabajo productivo
tos de emancipación, por lo que el movimiento asalariado entre trabajadores).
de trabajadores, como había sido históricamente, Cualesquiera de estos dos últimos tipos de re-
no tiene una posición privilegiada en los procesos laciones sociales ha venido adquiriendo creciente
sociales de emancipación. Por último, aunque las visibilidad social en los últimos veinte años. Pero,
nuevas contradicciones no deban hacer perder de en contradicción, este proceso de visibilidad social
vista las viejas, la lucha contra aquellas no se puede sólo es posible anclado en la lógica histórica de la
hacer en nombre de un futuro mejor en una socie- dominación propia de las relaciones de producción.
dad por construir. Al contrario, la justicia por la Es decir, la vivencia social de la producción, al
que se lucha, tiene como objetivo transformar lo mismo tiempo que vuelve difusas las relaciones de
cotidiano de la opresión aquí y ahora, y no en un producción, también hace difusas las formas de do-
futuro lejano. De ahí que los nuevos movimientos minación. Mientras más fuerte fue en el pasado la
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vivencia social de la dominación en las relaciones les causas, deslocalizando los espacios de opresión e
de producción, más intenso será ahora su carácter invisibilizando el carácter social y comunitario de
socialmente difuso. La explotación ya no sólo es la- los mismos.
boral sino que también puede ser sexual, étnica, re- Ello hace que la tarea de descubrir las contra-
ligiosa, generacional, política, cultural; puede tener dicciones u opresiones y de la lucha contra ellas, sea
lugar en las relaciones desiguales entre grupos de potencialmente una tarea sin fin, sin un sujeto so-
presión, partidos o movimientos políticos que deci- cial específicamente titular, pues puede ser el Esta-
den el armamento y el desarme, la guerra y la paz; do, el empresariado, el parlamento u otro organis-
puede incluso tener lugar en las relaciones sociales mo donde no necesariamente se reconoce la lógica
de destrucción entre la sociedad y la naturaleza, o de dominación que permita distinguir sus estrate-
mejor entre los mal llamados recursos “humanos” gias y mucho menos las tácticas utilizadas para con-
y los llamados recursos “naturales” de la sociedad. fundir y expandir las responsabilidades. Por eso en
Por lo mismo, para Gandásegui, todo movimiento algunos movimientos sociales es discernible un in-
social contiene: terés específico de un grupo social (las mujeres, las
minorías étnicas, los habitantes de las poblaciones
Un conjunto de sectores sociales, hegemoniza- populares, los jóvenes), en otros, el interés es co-
do y/o dominado por una clase social y repro- lectivo y el sujeto social que los titula es potencial-
duce las contradicciones propias del momento mente la humanidad en su totalidad (movimiento
histórico, es decir, el movimiento social se en- medio ambientalista, movimiento pacifista).
cuentra inmerso y es parte de las pugnas so- Por último, la lucha emancipadora de los mo-
ciales que se expresan en la formación social. vimientos sociales implica una temporalidad absor-
[En consecuencia], el movimiento social no bente que compromete en cada momento todos los
es la expresión exclusiva de una clase social, fines y todos los medios, siendo difícil la planeación
más bien, es la expresión de varios proyectos y la acumulación, y por lo tanto, más probable, la
de clase que pugnan por la hegemonía y/o do- discontinuidad. Porque los momentos son “locales”
minación del potencial social contenido en el de tiempo y de espacio, la fijación momentánea de
movimiento (2005, p. 126). la globalidad de la lucha también es una fijación
situada, y es por eso que lo cotidiano, cuando se
También es por eso que, en el campo de los percibe como proyección y globalidad, deja de ser
nuevos movimientos sociales, América Latina, y una fase menor o un hábito descartable para pasar a
concretamente Chile, sobresale en forma destacada. ser el campo privilegiado de la lucha por un mundo
El proceso de globalización en el campo de la regu- y una vida mejores. En palabras de Salman “Así, un
lación emancipación también es un proceso doble afán de protesta e indignación en contra de ‘todo
de ubicación . Las contradicciones generadas por el el viejo sistema’ articulado económicopolítico y ét-
neoliberalismo, son o tienden a ser locales pero res- nicoemocional, fueron efectivamente consideracio-
ponden a una lógica global y cuyas articulaciones nes importantes para las grandes mayorías” (2013,
locales se enfrentan con las formas de articulación p.150)
en cada país o grupo, es decir, ante una problemá- Frente a la transformación de lo cotidiano en
tica social la respuesta es global, respondiendo a las una red de síntesis momentáneas y situadas , pasan
regulaciones del mercado mundial y su materiali- a ser oportunidades únicas de inversión y prota-
zación se transforma en una nueva problemática gonismo personal y de grupo los procesos de con-
social. Lo interesante es que el modelo de domi- cientización colaborativos que generen procesos de
nación ha logrado convertir este espacio de domi- consciencia sobre las contradicciones esenciales y
nación en cotidiano, de ahí que lo cotidiano sea la no sólo se queden en la forma de esa esencia. De
dimensión espaciotemporal de la vivencia de los ahí que la nueva relación entre realidad, subjetivi-
excesos de regulación y de las opresiones concretas dad y ciudadanía sea un eje central para compren-
en que ellos se desdoblan, desnaturalizando las rea- der y activar a los nuevos movimientos sociales.
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La nueva ciudadanía en los nuevos tienen lugar en el marco de la sociedad civil y no


movimientos sociales en el marco del Estado y, en relación con el Estado
mantienen una distancia calculada, simétrica a la
Muchos teóricos de los nuevos movimientos que mantienen con los partidos y con los sindicatos
sociales sostienen que éstos representan la afirma- tradicionales.
ción de la realidad subjetividad ante la ciudadanía. En esta misma dirección, Goicovic considera que
La injusticia y emancipación concretas por las que
luchan, supuestamente, no son políticas sino ante Los sectores populares se han construido histó-
todo personales, sociales y culturales. Las luchas en ricamente en los bordes del sistema. Ello ha de-
que se traducen se pautean por formas organizativas terminado que, en general, sus relaciones con el
(democracia participativa) diferentes de las que pre- Estado se encuentren permanentemente con-
cedieron a las luchas por la ciudadanía (democracia flictuadas. Su defensa de la autonomía y de los
representativa). Al contrario de lo que se dio con el aspectos esenciales de su identidad social,
dúo ciudadanía clase social en el período del capita- los han contrapuesto permanentemente con las
lismo organizado, los protagonistas de estas luchas iniciativas y mecanismos disciplinadores y ho-
son grupos sociales (que no se reconocen pertene- mogeneizadores desplegados por las clases do-
cientes a una clase social aun cuando lo son), a veces minantes y el Estado (2000, pp. 120-121).
mayores, a veces menores que las clases, con contor-
nos más o menos definidos en función de intereses Precisamente, los nuevos movimientos sociales
colectivos, a veces muy situados pero potencialmente son, de hecho, parte de la tradición histórica de lucha
universalizables. Como describe Svampa: (los movimientos ecológicos, feministas, pacifistas del
siglo XIX y el movimiento antirracista de esa época
Las acciones de dichos movimientos, orienta- y de los años cincuenta y sesenta); y son portadores
dos tanto contra el estado como contra sectores de reivindicaciones que fueron parte integrante de
privados (grandes empresas trasnacionales) ge- los movimientos sociales históricos (el movimiento
neralmente se inician con reclamos puntuales, obrero y el movimiento agrario o campesino); y por
aunque en la misma dinámica de lucha tienden último, corresponden a ciclos de la vida social y eco-
a ampliar y radicalizar su plataforma represen- nómica porque aunque recurrentes, esta recurrencia es
tativa y discursiva incorporando otros temas, sólo aparente y comportan una relación diferente en
tales como el cuestionamiento a un modelo de cuanto al rol del Estado. Los modos de movilización
desarrollo monocultural y destructivo y la exi- de recursos organizativos como central, y la ideología
gencia de desmercantilización de los llamados como elemento implícito son los sustentos de los nue-
“bienes comunes” (2010, p. 17) vos movimientos sociales, además de su pluralidad y
transversalidad. Pues el impacto buscado por ellos es,
Las formas de opresión y de exclusión contra en última instancia, ideológico político y la lógica que
las cuales luchan no pueden, en general, ser abo- los orienta es una extensión y utilización de la de los
lidas con la mera concesión de derechos, como lo movimientos sociales del pasado. Por lo mismo, la dis-
sostenía la teoría de la ciudadanía; exigen una re- tancia con el Estado es más aparente que real, pues las
conversión global de los procesos de socialización reivindicaciones globales locales siempre acaban por
y de inculcación cultural y de los modelos de desa- traducirse en una exigencia hecha al Estado y en los
rrollo, o exigen transformaciones concretas, inme- términos en que el Estado se sienta ante la contingen-
diatas y locales (por ejemplo, cierre de una central cia política de tener que darle respuesta. Además, la
eléctrica a carbón, impuesto al petróleo o contami- prueba de ello es que no es raro que los nuevos mo-
nación por desechos de una empresa de porcinos), vimientos sociales jueguen el juego de la democracia
exigencias que, en ambos casos, van más allá de la representativa, aunque sea por cumplir con las for-
mera concesión de derechos abstractos y universa- malidades y por la vía extraparlamentaria; y entran en
les. Por último, los nuevos movimientos sociales alianzas más o menos oficiales con sindicatos, otros
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movimientos y partidos, cuando ellos mismos no se buscan la transformación y el cambio, pero más
transforman en partidos. situado pues no está en su imaginario la sustitu-
La pluralidad presente en los nuevos movimien- ción o mutación del Estado; de ahí que no sean
tos sociales la podemos observar en las diferencias liberadores sino emancipadores, que resaltan el
ideológicas y sociales que significativamente están papel que el Estado debe juzgar en defensa de los
presentes en América Latina, y en particular en Chi- intereses de la mayoría y ese es el espacio de dis-
le; entre ellas podemos encontrar los valores neoma- puta. Ello conlleva, como dirá Aramburo a “la no
terialistas y las necesidades básicas; entre las críticas correspondencia entre autoridad exclusiva del Es-
al consumo y las críticas a la falta de consumo, entre tado y territorio, es decir, que la política, la econo-
el hiperdesarrollo y el subdesarrollo, entre la aliena- mía y la cultura de una nación no necesariamente
ción y el hambre, entre la nueva clase media y las se circunscriben a los límites jurídicos del estado,
clases populares, entre otras. Por eso compartimos lo lo que hace que muchas comunidades busquen
expresado por Fernando Calderón y Elizabeth Jelin por fuera de su territorio la forma de colmar sus
cuando afirman que, expectativas (Barreira, 2012, p. 200)
La novedad de los nuevos movimientos socia-
Una de las características propias de América les, entonces, no reside en el rechazo de la política,
Latina es que no hay movimientos sociales pu- sino en la convicción de un sistema político incapaz
ros o claramente definidos, dadas la multidi- de responder con cambios profundos a sus reivindi-
mensionalidad, no solamente de las relaciones caciones y, además, de la ampliación de la política
sociales sino también de los propios sentidos hasta más allá del marco capitalista de la distinción
de la acción colectiva. Por ejemplo, es probable entre Estado y sociedad civil. Los nuevos movi-
que un movimiento de orientación clasista esté mientos sociales parten del presupuesto de que las
acompañado de juicios étnicos y sexuales, que contradicciones y las oscilaciones periódicas entre
lo diferencian y lo asimilan a otros movimien- el Estado y el mercado son más aparentes que rea-
tos de orientación culturalista con contenidos les, pues saben que invocar al Estado contra el mer-
clasistas (Calderón y Jelin, 1987, p. 78) cado, es caer en la trampa de la radicalidad fácil.
Dentro de este marco, los nuevos movimien-
Así, los movimientos sociales se nutren con in- tos sociales buscan fundar nuevas energías eman-
numerables energías que incluyen, en su constitu- cipadoras que permitan la horizontalidad política
ción, desde formas orgánicas de acción social por entre ciudadanos y la idea de la participación y
el control del sistema político y cultural hasta mo- de la solidaridad concreta en la formulación de
dos de transformación y participación cotidiana de la voluntad general, y no como plantea Tilly que
auto reproducción societaria. En esta opacidad, en “Los movimientos sociales no fomentan ni defien-
esta fragmentación, en esta realidad concreta y sub- den necesariamente la democracia. Es mucho más
jetivada reside la verdadera novedad de los nuevos habitual que los movimientos nazcan alrededor
movimientos sociales en Chile y América Latina, y de un interés o de un agravio concreto que de las
que es una de las condiciones de la revitalización reivindicaciones democráticas como tales” (2010,
de la energía emancipadora de estos movimientos p. 189). Ellas son las únicas susceptibles de fundar
en general. una nueva cultura política y una nueva calidad de
Los nuevos movimientos sociales represen- vida personal y colectiva basadas en la autonomía
tarían, en palabras de Noé: “Una alternativa de y en el autogobierno, en la descentralización y en
búsqueda de soluciones para los problemas que se la democracia participativa, en el cooperativismo y
encuentran en la base del desarrollo social de la so- en la producción socialmente útil. La politización
ciedad capitalista” (2005, p. 387). de lo social, de lo cultural, e incluso de lo personal,
Este enfrentamiento transformador establece abre un inmenso campo para el ejercicio de la ciu-
un espacio en disputa que posee una regulación dadanía y hace posible pensar y organizar nuevos
emancipadora dado que los movimientos sociales ejercicios de ciudadanía –porque las conquistas de
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la ciudadanía civil, política y social no son irrever- ocurrido y están ocurriendo.2


sibles aunque están lejos de ser plenas y dan paso a
nuevas formas colectivas de ciudadanía y no mera- Aunque los movimientos han avanzado mu-
mente individuales como se nos hace creer. cho en la denuncia y en la protesta pero me-
No es sorprendente que, al regresar política- nos en la formulación de propuestas globales,
mente, el principio de la comunidad se traduzca alternativas y concretas (como por ejemplo lo
en estructuras organizacionales y estilos de acción acertado de la Tasa Tobin). Es algo inherente a
política diferentes de aquellos que fueron responsa- la propia diversidad del “movimiento de movi-
bles de su eclipse o de su desnaturalización. De ahí mientos”: su gran pluralidad es a la vez su for-
la preferencia por estructuras descentralizadas, no taleza y su debilidad (Alberich, 2007, p. 193)
jerárquicas, asambleístas y fluidas. De ahí también
la preferencia por la acción política no institucio- Sintetizando, la dificultad de los nuevos movi-
nal, fuera del compromiso partidista, direccionada mientos no sólo radica en su heterogeneidad, pro-
a la opinión pública, con una potente utilización de fundidad de la tensión con el modelo de dominación,
los medios de comunicación social (especialmente alcance de sus demandas, la fragmentación de su
los virtuales, aunque ellos no aseguren su éxito o composición, la inmediatez de sus resultados y la
convocatoria), involucrando casi siempre activida- extra territorialidad local, sino que también en la
des de protesta y confiando en la movilización de institucionalidad política y gubernamental que, en
los recursos que ellas proporcionan para ejercer el muchos casos acoge sus demandas pero las desvir-
cambio esperado. Esta nueva forma de las estruc- túa o relativiza dejando vacío de contenido el senti-
turas organizativas y el estilo de acción política son do de dichas plataformas reivindicativas.
la esencia que une los nuevos movimientos sociales
con los viejos movimientos sociales. A través de esta
novedad continúan y ahondan la lucha por la justi- A modo de epílogo
cia ciudadana, aunque en momentos parezcan que
prima un pretendido desinterés por las cuestiones La complejidad de las nuevas configuraciones
de la ciudadanía. que ha desarrollado el neoliberalismo ha implicado
Estos nuevos movimientos sociales poseen la la profundización de las contradicciones y tensio-
capacidad de reinventarse ante los nuevos contex- nes entre Modelo neoliberal-movimientos sociales
tos, esta reinvención puede ser intermitente, es de- y sistema político. Este nuevo contexto ha provo-
cir, fragmentada o asistemática, lo que termina con cado el resurgimiento de nuevos movimientos so-
la disolución del movimiento o puede ser perma- ciales que, aunque recogen parte de las dinámicas,
nente, como da muestras el movimiento zapatista de las temáticas y de las formas de lucha de los an-
(México), los sin tierra de Brasil o la India (Ekta tiguos movimientos sociales, contienen algunas di-
Parishad), los ocupa (España, EEUU), los antimi- ferencias importantes.
neristas (Ecuador, Chile) o los antiglobalización, La dinámica de los nuevos movimientos socia-
por nombrar algunos que han sabido comprender les parece ser más fluctuante y, a veces, transitoria;
el entorno, los cambios que se están generando y las el comportamiento colectivo es más espontáneo
posibilidades de triunfos dentro de esas realidades. aunque alcanza importante grados de organización,
Más allá de lo anterior, no podemos desco- ajeno al orden institucional, preso de la dualidad
nocer las limitaciones de los nuevos movimientos transitorio/duradero, relativamente no organizado,
sociales y las complejidades a las que se enfrentan, con conductas más intencionales, más instrumen-
ello implica, precisamente, que sean inestables, tales y más propositivas y expresivas y opuestos al
discontinuos e incapaces, en muchos momentos, orden institucional. Diferente a la visión sostenida
de universalización, lo que al final termina produ- por Tilly, que comprende a los movimientos socia-
ciendo un impacto relativamente restringido en la les con una lógica tradicional institucional: “Com-
transformación política de los países donde han parados con otras formas de política popular más
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afianzada a escala local, las dimensiones, la vigencia sus objetivos serán parte permanente de la realidad
y la eficacia de los movimientos sociales dependen política de los próximos decenios, independiente-
en gran medida del trabajo de emprendedores polí- mente del éxito, necesariamente diverso de los dife-
ticos” (2010, p. 83). rentes movimientos concretos.
Sumándose el uso de las tecnologías y redes so- Somos conscientes de lo complejo de las difi-
ciales como medio de comunicación y organización cultades que los nuevos movimientos sociales en-
fundamental (aunque, a veces, también es parte de frentan y que existe un aparato de poder que in-
su debilidad). Gohn destaca que la debilidad de los tenta invisibilizarlos, invisibilizar sus demandas,
nuevos movimientos sociales se debe a la pérdida entorpecer sus alianzas; ello no implica, necesaria-
de fuerza política como agentes autónomos porque mente, que sus expresiones sigan jugándose en la
“transfomaram em meios de institucionalização calle. Como Galvão indica:
de práticas sociais organizadas de cima para baixo,
práticas que são forma de controle e regulaçãoo da Si, por una parte, la ideología neoliberal afecta
população (2009, p. 60) negativamente a los movimientos sociales en
Por la gran diversidad de los nuevos movi- general y al movimiento sindical en particular,
mientos sociales, es imposible hablar de un pa- y aleja a los trabajadores de sus sindicatos, favo-
trón único de relaciones entre la lucha por una reciendo las asociaciones entre capital y traba-
democracia representativa o contra las injusticias jo, distanciando los sindicatos de una perspec-
de esta democracia, no representativa de las ma- tiva de clase, por otra parte, los resultados de
yorías, cuando ésta existe, debido a que en Amé- continuos años de políticas neoliberales abren
rica Latina, y la historia lo demuestra, la lucha un espacio para la recuperación de los movi-
de los nuevos movimientos sociales se ha dado mientos sociales, que no se mantienen pasivos
muchas veces por lograr dicha democracia, vista ante el aumento del desempleo, del menoscabo
como mejor que una dictadura (pero que en la de los servicios públicos y de la violación de
actualidad no ha cumplido con las aspiraciones derechos sociales y laborales (2004, p. 207).
puestas en ella). Estas relaciones, cualesquiera
que sean, siempre se han caracterizado por la Si las dos últimas décadas fueron experimen-
tensión y por la difícil convivencia entre las dos tales, es natural que en los inicios del siglo XXI
formas de democracia; la verdaderamente repre- ellos traigan una profundización de algunas de
sentativa y la democracia capitalista, toda vez sus experiencias, a menos que la sociedad del fu-
que es de esa tensión que se han liberado muchas turo no necesite de un modo específico y domi-
veces las energías emancipadoras necesarias para nante de auto reproducirse y haga de la inestabi-
la ampliación y la redefinición del campo políti- lidad de las nuevas experiencias, la única forma
co y eleve los niveles de justicia. viable de estabilidad.
Hay que agregar que, incluso cuando las for- Los nuevos movimientos sociales han adqui-
mas de institucionalización son más tenues, la dis- rido experiencias, reformulando sus estrategias y
continuidad de los nuevos movimientos sociales focalizando sus demandas. Aún queda camino por
puede ser más aparente que real, pues es necesario recorrer, pues una importante particularidad de
tener en cuenta las contribuciones positivas de los los nuevos movimientos sociales es la capacidad de
movimientos tanto para la memoria colectiva de la auto reflexión y auto transformación. El esfuerzo
sociedad, como para la reforma de las instituciones, que están realizando los nuevos movimientos so-
pues es esa memoria la que hace que los movimien- ciales incluye una nueva manera de ejercer la de-
tos sociales reaparezcan una y otra vez hasta que mocracia, una democracia que permita reconstruir
las contradicciones se reduzcan a lo mínimo. Los el concepto de ciudadanía, de participación popu-
nuevos movimientos sociales son señal de trans- lar, una nueva realidad que permita reconstruir el
formaciones globales en el contexto político, social concepto de sujeto y nuevas formas de construir
y cultural de nuestra contemporaneidad y por eso y plantearse la emancipación, es decir, que sea la
LA CONFIGURACIÓN DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES …  169

transformación de la práctica social llevada a cabo CALDERÓN, Fernando & Jelin, Elizabeth.
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1 Dado el problema tienden a ser transclasistas, como popular: movimientos sociales latinoamericanos,
puede ser el medio ambiente, la educación, salud, México, Siglo Veintiuno.
pensiones, por nombrar algunas. FERNÁNDEZ SOTO, Silvia (comp.). (2005), “El
2 Por ejemplo, los riesgos de asambleísmo, plebiscita- trabajo social y la cuestión social, crisis, movi-
rismo o mesianismo muchas veces no permiten que mientos sociales y ciudadanía”. Trabajo presen-
exista ningún tipo de institucionalización, de que no tado en I Congreso Nacional de Trabajo Social
existan los mecanismos necesarios para la construc-
del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
ción de la voluntad colectiva. Pero, por otro lado, con
un éxito muy diferenciado, algunos movimientos se
GALLARDO, Helio. (2006), Siglo XXI: Producir
han “institucionalizado”, convirtiéndose en partidos un Mundo. San José de Costa Rica, Arlekín.
y disputando la política partidaria con lo que, en este GALVÃO, Andréia. (2004), “La CUT en la en-
caso, corren el riesgo al adoptar la estructura organi- crucijada: impactos del neoliberalismo sobre el
zativa del partido de movimiento, de subvertir la ideo- movimiento sindical combativo”. Revista Vene-
logía y los objetivos del movimiento que condujo al zolana de Economía y Ciencias Sociales, 10 (1):
partido. Este es un riesgo bien expresado en la forma 219-239.
del fraccionalismo entre pragmatismo y fundamenta- GANDÁSEGUI, Marco. (1989), “Panamá: unidad
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LA CONFIGURACIÓN DE THE CONFIGURATION OF THE LA CONFIGURATION DES


LOS NUEVOS MOVIMIENTOS NEW SOCIAL MOVEMENTS IN NOUVEAUX MOUVEMENTS
SOCIALES FRENTE A LA CRISIS FACE OF THE SOCIAL CRISIS SOCIAUX FACE À LA CRISE DU
DE LO SOCIAL SOCIAL

Carlos Mejías Sandia e Pablo Suárez Carlos Mejías Sandia and Pablo Suárez Carlos Mejías Sandia et Pablo Suárez
Manriquez Manriquez Manriquez

Palabras clave: Procesos sociales, nuevos Keywords: Social processes; New social Mots-clés: Processus sociaux; Nouveaux
movimientos sociales, democracia, ciu- movements; Democracy; Citizenship; mouvements sociaux; démocratie; Ci-
dadanía. Construction. toyenneté; Construction conjointe.

Las nuevas condiciones socioeconómi- The new socioeconomic conditions ex- Les nouvelles conditions socioéco-
cas han agudizado las desigualdades y acerbated inequalities and delegitimized nomiques accentuent les inégalités et
han establecido la deslegitimación de las traditional management structures of portent atteinte à la légitimation des
estructuras tradicionales de administra- power. In such a context, the citizenship structures traditionnelles de la gestion
ción del poder, dentro de este contexto, started to call for its rights, what has led du pouvoir; en conséquence, la citoyen-
la ciudadanía ha comenzado a exigir sus masses of people to the streets, raising neté commence à exiger ses droits. D’où
derechos, lo que ha implicado que ésta se new forms of organization and new ways le retour dans les rues et la proposition
vuelva a las calles y plantee nuevas formas of living democracy. The article seeks to de nouvelles formes d’organisation et
organizativas y nuevas formas de vivir la highlight some distinctive features of the de vie en démocratie. Partant de là, cet
democracia. Este artículo procura esta- new social movements in comparison article propose d’établir certaines carac-
blecer algunas características distintivas with the characteristics of the previous téristiques qui distinguent les nouveaux
de los nuevos movimientos sociales, en and more traditional ones. mouvements sociaux des antérieurs.
relación con los anteriores movimientos
sociales.

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