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FILIAL DE CIENCIAS MÉDICAS DE CONTRAMAESTRE‐UNIVERSIDAD DE 

CIENCIAS MEDICAS DE SANTIAGO DE CUBA 
  UNILURIO MOZAMBIQUE 

LA DIVERSIDAD EN EL PROCESO DE
 

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA PARA


ABORDAR EL MÉTODO CLÍNICO.
SUSTENTO SOCIO-HUMANISTA  

Ph.D. RENÁN GARCÍA TAMAYO 
 

2017
   

         
FILIAL DE CIENCIAS MEDICAS DE CONTRAMAESTRE
UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MEDICAS DE SANTIAGO DE CUBA
UNILURIO MOZAMBIQUE

LA DIVERSIDAD EN EL
PROCESODE
INVESTIGACIÓN
CIENTÍFICA PARA
ABORDAR EL MÉTODO
CLÍNICO. SUSTENTO
SOCIO-HUMANISTA
RETO ACTUAL EN LA FORMACIÓN MÉDICA

Ph.D. RENAN GARCÍA TAMAYO:

2017
TABLA DE CONTENIDO
 

CONTENIDO Pág.

INTRODUCCIÓN 1

CAPITULO-I :LA CIENCIA Y SU RELACIÓN CON LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN 10

RELACIONA A LA PROFESIÓN MEDICA Y POR TANTO AL MÉTODO CLÍNICO

1.1.-Las ciencias médicas como expresión de la cultura de los médicos 10

1.2.-La objetividad del conocimiento científico en relación al método clínico 15

• Contradicciones de carácter filosófico del proceso de investigación médico clínico (método 18

clínico)

1.3.-La investigación en los procesos socio-humanista-asistenciales del medico 27

1.4.-El proceso de investigación médico-clínica (método clínico) y los métodos del conocimiento 34

• Relación entre lo teórico y lo metodológico 39

1.5.-La diversidad en la investigación científica como sustento para la aplicación del método clínico 42

CAPITULO-II LO SISTÉMICO Y LO HOLÍSTICO –CONFIGURACIONAL, DOS POSICIONES DESDE 58

UN PARADIGMA COMO SUSTENTO PARA ABORDAR EL MÉTODO CLÍNICO

2.1.-Fundamentos epistemológicos de la Teoría General de Sistema que permita abordar el método 59

clínico

2.2.-Concepciones básicas y categorías de la Teoría General de Sistemas que permiten abordar el 64

método clínico.

 Categorías que caracterizan los sistemas 65

 Tipos de sistemas 71

 
TABLA DE CONTENIDO
 

2.3.-El método sistémico estructural funcional como lógica de la investigación científica y por tanto del 74

método clínico

1.-Eslabón de la caracterización facto perceptible del proceso (objeto). Determinar la situación 75

(problema) el objeto, objetivo, campo de acción e hipótesis a partir de los datos.

2.-Eslabón de la modelación del objeto y el instrumento (objeto transformado) 76

3.-Eslabón de la aplicación del instrumento. 80

• Consideraciones epistemológica del paradigma sistémico útiles para la aplicación del método 82

clínico

• Proceso de investigación sistémico estructural funcional como lógica de la creación del 85

conocimiento científico en los médicos mediado por el uso del método clínico.

2.4.-Fundamentos de la Teoría Holístico Configuracional para la aplicación del método clínico 86

• Principios de la Teoría Holístico Configuracional 93

2.5.-Sistema de categorías de la Teoría Holístico Configuracional 95

2.6.-La Metodología Dialéctico Holística. 101

CAPITULO-III EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y POR TANTO DEL MÉTODO 106

CLÍNICO DESDE LA TEORÍA HOLÍSTICO CONFIGURACIONAL

3.1.-Fundamentos del Proceso de Investigación Científica desde lo Holístico Configuracional 106

3.2.-Sistema de categorías de la Metodología Holística Dialéctico 113

3.3.-Eslabones del proceso de investigación científica o lógica general del proceso de investigación 128

científica

CAPITULO-IV: LA HERMENÉUTICA COMO ESENCIA DEL PROCESO INVESTIGATIVO 207

 
TABLA DE CONTENIDO
 

4.1.-Fundamentos de la hermenéutica. 207

4.2.-Consideraciones hermenéuticas en el proceso investigativo. 215

• El Método Hermenéutico Dialéctico en el proceso investigativo 221

• La Concepción Científica Holística Configuracional. Como sustento para el uso del método 226

clínico en relación a la hermenéutica.

• Categorías esenciales y relacionales de la CCHC en relación al método clínico 229

• Teoría Holística Configuracional como sustento teórico para abordar el método clínico. 241

• Ley de la Teoría Holística Configuracional que es asumida para abordar el método clínico 254

• Método Holístico Dialéctico como sustento para la aplicación del método clínico, una esencial 256

re-consideración.

• Procedimientos del Método Holístico Dialéctico que permiten sustentar el método clínico. 260

• La Concepción Científica Holística Configuracional como alternativa para la aplicación del 263

método clínico.

CAPITULO-V: CONSTRUCCIÓN DE, UN TEXTO ARGUMENTATIVO, SUS CONTRADICCIONES 266

5.1.-Aproximación metodológica a la construcción de un texto científico mediado por el método clínico 277

5. 2. -Contradicciones en el texto científico argumentativo como expresión de la lógica científica de los 298

investigadores clínicos

5. 3 Lógica hermenéutica en la confección de un texto científico argumentativo mediado por el método 316

clínico.

CAPITULO-VI: LA DIDÁCTICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y POR TANTO DEL MÉTODO 327

CLÍNICO

 
TABLA DE CONTENIDO
 

6.1.-Papel de la investigación científica mediado por el método clínico en el desarrollo del talento 327

humano del medico

• El método clínico. sustento en la formación del médico, mediado por la diversidad en la 329

investigación científica de avanzada

6.2.-La formación científica del médico y su concepción didáctica. 342

• Principios y leyes de la pedagogía y didáctica de la educación superior que sustenta el 344

método clínico como configuración didáctica

• Ley de la formación intencional de la capacidad transformadora humana profesionalizante 349

• Ley de la generalización formativa en el proceso pedagógico investigativo de avanzada 353

• Principios y leyes de la Didáctica de la Educación Superior a tener en cuenta en la formación 356

médica.

• Principio de la sistematización epistemológica y metodológica de los contenidos 362

socioculturales específicos.

• Principio de la orientación sistematizadora a la generalización formativa 364

• Leyes de la Didáctica de la Educación Superior que permite abordar la formación del médico 367

mediada por el método clínico.

• Ley de la sistematización de la actividad didáctico-investigativa de avanzada. 369

• Ley de determinación de la unidad entre lo didáctico y lo cualitativo de la enseñabilidad y la 371

aprendibilidad.

• Categorías y relaciones de la pedagogía y didáctica de la educación superior y su relación 375

con el método clínico

 
TABLA DE CONTENIDO
 

• Categorías básicas que caracterizan el desarrollo de proceso de enseñanza-aprendizaje en la 392

formación del médico mediada por el método clínico.

• Fundamentos epistemológicos y categorías de la pedagogía y la didáctica de la educación 399

superior que sustenta la formación del médico, mediado por el método clínico.

6.3.-Los programas de formación de investigadores 425

6. 4. - Las competencias investigativas para desarrollar el método clínico. 431

• Diseño curricular en la formación del médico que permite abordar el uso del método clínico 431

• Macrodiseño curricular en la formación de los médicos que sustente el uso del método clínico 434

• Microdiseño curricular para la formación de médicos como sustento del desarrollo del método 439

clínico

• Consideraciones metodológicas para el diseño curricular por competencias profesionales 443

médicas como alternativa praxiológica en la formación de dichos profesionales.

6.5.-El proceso didáctico y las tareas de investigación. 472

BIBLIOGRFIA

 
INTRODUCCIÓN: 

Aunque no se aprecie en el ambiente más adyacente, las ciencias médicas contemporáneas está

distinguida por los certámenes y desafíos que plantea la Revolución del Conocimiento, como un proceso

en el que se produce la transformación del paradigma de la Revolución Científico Tecnológica a otro con

mayor dinamismo, donde el desarrollo económico y social está ajustado por factores ineludibles, como los

avances de la investigación y el progreso de la ciencia y la tecnología aplicada a la medicina.

En lo que va del siglo XXI, la fecundación del conocimiento médico y la rapidez con que se produce, obliga

no sólo a apropiarse de él y acumularlo, sino a reflexionar sobre la ordenación misma de éste, como

manera más esencial de su reconstrucción y desarrollo, lo que se sustenta en la investigación científica y

por tanto en el uso del método clínico, cuando es considerado para muchos como el método científico

aplicado por el médico clínico en toda su labor profesional, devenido entonces como totalidad de la

profesión, otros sobre estas condiciones lo nombran como el “Método jerarca”.

Es necesario, por tanto, la reflexión sobre el proceso de la investigación mediado por dicho método y la

formación de los profesionales médicos, como investigadores desde su formación inicial, interpretándolo

desde su esencia epistemológica y metodológica, asumiendo la transformación a través de una recóndita y

consciente construcción científica, lo que constituye el propósito fundamental de este autor en la

elaboración de este texto y que por supuesto está relacionado además a la pedagogía y didáctica para la

formación de investigadores.


 
La formación de médicos, mediada por la investigación científica de avanzada y por tanto por el método

clínico, al considerarse como el método científico aplicado por los médicos en la resolución de los

problemas de salud-enfermedad, implica una reconceptualización y especificidad que va desde lo

epistemológico hasta su gestión en la praxis profesional, es por ello que en este texto se reconoce a los

procesos de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad relacionados con los problemas de salud-

enfermedad como la realidad objetiva (objeto), que se modela desde una concepción dialéctica e

integradora por el sujeto (medico), en la que se revela la necesidad de la diversidad de los enfoques

científicos como alternativas de la investigación médico-clínica, pero sustentada en una sólida

fundamentación epistemológica, teórica y praxiológica.

Todo esto implica, en los niveles de la Educación Médica Superior, la necesidad de un humanismo

científico que no solo capacite al profesional médico en un campo específico de la cultura investigativa,

sino que le desarrolle también una capacidad de reflexión crítica y un espíritu indagativo, argumentativo,

innovador y creativo que permitan una proyección social a la actividad científica, tecnológica y primorosa,

de acuerdo con las realidades actuales de su entorno de actuación.

En consecuencia, para lograr este cometido, considera el autor que no basta con este texto, se tienen que

desarrollar programas de formación investigativa para los médicos en todos los niveles formativos, en los

cuales, al igual que en el texto no se reduzcan a la repetición mecánica de determinados conocimientos

específicos en el terreno de la metodología de la investigación. Deben ir más allá y desarrollar, a través de

una constante interrelación entre los niveles teóricos y empíricos del conocimiento, las competencias

investigativas de este profesional, dando con ello, una respuesta trascendente y consecuente con la

Revolución del Conocimiento en el Siglo XXI.

La formación y el desarrollo investigativo de los médicos, a todos los niveles, para poder insertarse en los

diversos campos y disciplinas de la cultura médica y salubrista, tiene sus raíces en la imperativa necesidad

 
de encontrar soluciones a múltiples problemas de salud y de enfermedad que desbordan las posibilidades

del ejercicio y la aplicación práctica de los métodos profesionales y tradicionales conocidos para la

aplicación del método clínico.

En este texto, el autor tienen la intención de sustentar y potenciar que la investigación médica y clínica ha

dejado de ser un patrimonio exclusivo de un pequeño grupo de médicos altamente especializados, para

convertirse en una herramienta de trabajo imprescindible de cualquier médico y a cualquier nivel, en su

labor asistencial, docente, científico investigativa y gerencial, desde su formación inicial hasta su formación

de posgrado, continua y permanente que permite la construcción y desarrollo constante del conocimiento

médico clínico en medio de una realidad dinámica y en permanente cambio relacionado con la salud y la

enfermedad. Sin embargo, a pesar de ser clara la mencionada necesidad de fundamentación formativa,

investigativa y de actuación de los médicos, no es posible encontrar un camino único de la ciencia que

haga factible una interpretación coherente con todo el pensamiento científico investigativo construido hasta

el presente, ni pretender encontrar modelos y métodos indefectibles, absolutamente válidos, que permitan

encontrar respuesta a todos los problemas investigativos en las profesiones médicas y con ello a la

formación como investigadores.

Por las razones expuestas, la formación de médicos, ajustada y adecuada a los propósitos y contextos de

su profesión, debe ofrecer un acercamiento a la problemática de la investigación médico-clínica y por tanto

del método clínico desde la diversidad de enfoque que, sin declinar la importancia de los métodos y

técnicas de investigación establecidos y develados por otros autores, revele la intención de desarrollar una

interpretación epistemológica para la formación de una totalidad cultural e investigativa en estos

profesionales, que le permita asumir sus propios presupuestos teóricos y metodológicos con soluciones

propias.


 
Llevar a la realidad formativa del profesional médico el propósito mencionado, supone una apropiación de

los diferentes discursos y prácticas investigativas hasta la contemporaneidad, sobre los que el autor de

este texto esta consiente, de no solo sus propias limitante, al no considerarse un erudito de la investigación

científica, sino también de que se es imposible abarcar todo en este texto.

Es por lo anterior, que se hace necesario, intentar definir cuál es la base epistemológica que lo sustenta,

que con lenguaje claro de ciencia, permita navegar en un mundo diverso, pero con una identidad que no

permita el exceso de una mirada ecléctica para la formación de investigadores en la ciencias médicas.

El intentar buscar un criterio de ordenamiento y síntesis de los discursos y prácticas investigativas para la

profesión médica, mediada por el método clínico, sobre una base epistemológica precisa y en desarrollo,

permite a consideraciones del autor, enriquecer una identidad investigativa propia de la profesión médica,

sin pérdida de la diversidad existente y necesaria.

Es sabido que la Investigación Científica surge de la necesidad que tienen los hombres de darle solución a

los problemas que se manifiesta en su vida cotidiana y profesional, en su relación con los demás hombres

en la sociedad y con la naturaleza, de conocer ésta, para transformarla y con ello, satisfacer sus

necesidades e intereses. Es entonces que la investigación médico-clínica mediada por el método clínico,

brota de la necesidad que tienen los médicos de entender y solucionar los problemas de salud-enfermedad

que se le presentan en un individuo, en las familias y en las comunidades.

Se reconoce a lo largo del texto que la Investigación Científica del médico mediada por el método clínico es

un proceso social, por lo que al tener dicho carácter es imposible encuadrarla tácitamente dentro de las

llamadas ciencia sociales o naturales, porque su carácter teleológico esta esencialmente en abordar la

salud humana y solucionar sus problemas que dependen de la naturaleza, esencia y existencia del humano

que no solo es biopsicosocial sino también ecológica y espiritual, ello implica considerarla como una


 
síntesis de expresiones dinámicas de la totalidad, que se integran en torno a los sentidos que va

adquiriendo para los sujetos (médicos) que construyen el conocimiento médico-clínico, por lo que puede

ser considerada como una construcción individual y social, lo cual es expresión de un pensamiento

dialéctico-hermenéutico.

Asumiendo el proceso de investigación médica y por tanto del método clínico como una configuración, éste

expresa el tránsito desde la compresión externa del objeto de investigación (problema de salud-

enfermedad), a su explicación y a su modelación como interpretación de la realidad (abstracción) , en la

conformación de la teoría sobre ese objeto estudiado, es una mejor aproximación a la esencia del proceso,

en tanto se le atribuye al hombre (medico), desde la propia concepción del proceso, el papel de sujeto de

cambio, de transformación; con lo que se expresa la dinámica del mismo, patentizada por su naturaleza

consciente, holística, compleja y dialéctica. Esto hace considerar al método clínico como expresión de la

relación que se da entre la dialéctica-objetiva y la dialéctica-subjetiva en la construcción del conocimiento

científico médico-clínico.

Desde lo anterior se parte, que para desarrollar el proceso de Investigación Científica Medico Clínica

(ICMC) y por tanto del Método Clínico (MC) se puede recurrir a diversos métodos y técnicas. Su empleo

está en función de la naturaleza del objeto de investigación (no es lo mismo abordar un brote hemorroidal

que una faríngeo-amigdalitis) y de la formación epistemológica y teórica del investigador médico o del

colectivo de investigadores (no se aborda la investigación por un proctólogo, igual que por un otorrino), así

como del contexto y de las condiciones en que se desarrolla el proceso (no se investiga igual un caso de

proctología en Contramaestre que en Santiago de Cuba, en España que en Estados Unidos). En ese

sentido, ejemplos pueden ser muchos, así un mismo brote hemorroidal en un mismo paciente no es

abordado igual por el proctólogo, quien intenta investigar causa orgánicas y fisiológicas para darle solución


 
al problema, que por un Psicólogo quien intentaría buscar y resolver consecuencias del comportamiento

sentimental concomitante o causante de este estado de salud y enfermedad, también para solucionarlos.

La Metodología de la Investigación Científica, como la disciplina de la ciencia, aporta al investigador

médico clínico el sistema de categorías, leyes y métodos que le permiten encauzar el proceso de

investigación para alcanzar los resultados en correspondencia con los objetivos, aporta además, las

estrategias que se seguirán en el desarrollo del proceso.

El propósito de este texto entonces, es servir de apoyo bibliográfico al proceso de formación de los

médicos en las instituciones universitarias médicas y científicas, así, como para todo interesado en el tema

de la investigación ya que puede trascender a otras profesiones de la salud.

Se considera que sus aportes fundamentales se encuentran en: la sistematización teórica y metodológica

de los paradigmas investigativos de mayor relevancia, que emergen desde los inicios del siglo XX; como

son el empírico-analítico, el dialectico-critico, el sistémico, el fenomenológico, entre otros. Esta

consideraciones sobre los paradigma parten de los fundamentos desde T.K. y no desde lo que en las

investigaciones médicas muchos asumen como paradigmas investigativos (cuantitativo, cualitativo, mixtos

o bilogicista, psicobilógicas entre otros), aunque se integren en las consideraciones de este autor.

Es desde lo anterior que la estructuración metodológica del texto se sustenta fundamentalmente en los

enfoques sistémico estructural, dialéctico-holístico y hermenéutico; la reconstrucción de la concepción

dialéctico-hermenéutica para la investigación científica médico clínica y la sistematización de la

argumentación en el proceso de construcción del discurso científico del médico, revelando sus

contradicciones como expresión de la naturaleza dialéctica de la lógica investigativa.

No se desprecia por lo anterior, el empírico-analítico, el fenomenológico ni ningún otro acercamiento a la

investigación científica, se trata entonces de establecer algunos fundamentos epistémicos y metodológico


 
en el que se integren la diversidad de la investigación sin eclecticismo, pero consciente de que el método

clínico tiene de común y de diverso con los demás métodos de investigación científica y solo cuando se

aborde de esta forma, podrá ser realmente auténtico y tener una verdadera identidad en la profesión

médica que también es común y diversa, individual y social, que enfrenta a enfermedades y a enfermo

como expresión de esa propia contradicción.

En el texto se le da tratamiento también a la concepción de competencias investigativas que han de ser

apropiada en la formación del médico para la aplicación del método clínico desde la didáctica de su

formación, y desde la consideración de que las competencias investigativa son expresión de cualidades del

médico que le permiten desempeñarse en su ámbito cultural y profesional.

En la selección del contenido de este texto se ha tenido en consideración el propósito de que los lectores

sean capaces de acceder al conocimiento del proceso de investigación médico clínica, con un enfoque

dialéctico–hermenéutico, sin desconocer ni despreciar la diversidad de los métodos de la investigación

científica y en aras de alcanzar el objetivo propuesto, se ha estructurado con una intención hacia las

ciencias médicas, pero es válido en su concepción para la investigación en cualquier campo de la cultura,

en tanto que el proceso de investigación científica es siempre un proceso social.

Los capítulos se organizan del modo siguiente:

Capítulo I. Se refiere a la Ciencia Medicas y su relación con la investigación científica médico clínica,

penetrando en una significación de las ciencias médicas y clínicas, el problema del conocimiento médico

clínico y las contradicciones en su construcción. Se destaca también la diversidad en el proceso de

investigación científica médico clínico y por tanto en el uso del método clínico como reto y necesidad de la

sociedad médica en la construcción del conocimiento científico.


 
Capítulo II. Revela el proceso de investigación científica médico clínica y por tanto del método clínico,

como proceso social, visto desde lo Sistémico Estructural y lo Holístico Configuracional, como dos enfoque

de un paradigma. Que han podido en la actualidad establecer sus diferencias, llagando la teoría holística a

ser parte de una concepción científica holístico configuracional (CCHC) con su método holístico dialectico.

Capítulo III. En este capítulo se desarrolla la metodología del proceso de investigación científica mediado

por el método clínico desde la CCHC y por tanto Teoría Holístico Configuracional, revelando sus

configuraciones, dimensiones, eslabones, estructura de relaciones y eje integrador. Se ofrece al lector el

Método Holístico Dialectico como una alternativa novedosa contribuida por diversos autores aplicable a las

ciencias médico clínica.

Capítulo IV. Se significa la Hermenéutica Dialéctica como esencia del proceso investigativo del médico

para el uso del método clínico, sus categorías esenciales y la metodología consecuente con el movimiento

del pensamiento hermenéutico. Se sustenta el proceso de investigación hermenéutico-dialéctico como un

proceso de desarrollo en espiral que parte de reconocer la unidad dialéctica entre la objetividad y la

subjetividad del conocimiento científico.

Capítulo V. Se realiza una aproximación metodológica a la construcción de un texto científico, revelando

sus contradicciones como expresión de la lógica científica de los investigadores médicos, síntesis y

dinamizador del propio proceso de investigación.

Capítulo VI. En este capítulo se recogen las experiencias didácticas del proceso de formación científica

del médico y su concreción en los programas de formación, donde se proponen las competencias

investigativas desde lo indagativo, argumentativo, innovativo y creativo, como base de esta formación.

Mediado todo por el método clínico.


 
Por último el texto que se sustenta fundamentalmente en el resultado de la experiencia investigativa de

profesores formados como doctore en ciencia en el Centro de Estudios de Educación Superior (CeeS)

“Manuel F. Gran” de la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, que por varios años se han dedicado

al trabajo científico y de formación de investigadores, entre los que se encuentra profesionales de las

ciencias médicas como de diferentes especialidades clínicas, entre los que se pueden mencionar:

Verdecia, Vidal, Olguita, Renan, María Eugenia, Clemente, Escobar, Carlos, La Era, y muchos más; sobre

cuyas obras se hará referencia en el transcurso del texto.

No se puede dejar de mencionar al guía o pivote de estos resultados: al Dr. Cs. Homero Calixto Fuentes

González sobre el cual no se tienen palabras por este autor de cómo calificarlo, por sus grandes aportes a

la ciencias, por su humanismo, por su grado de compromiso, por su trascendencia su autoestima y su

altruismo, en fin por su esencia, naturaleza y condición humana.

Es importante dejar claro que el fundamento esencial de este autor es la C-CHC, por lo cual la misma es el

enfoque epistemológico, metodológico, ontológico, praxiológico y axiológico que transita por toda el texto,

con el cual se reconoce la diversidad de la investigación científica y por tanto del método clínico


 
CAPÍTULO I.

LA CIENCIA Y SU RELACIÓN CON LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN RELACIONA A LA

PROFESIÓN MEDICA Y POR TANTO AL MÉTODO CLÍNICO

1.1.-Las ciencias médicas como expresión de la cultura de los médicos

La Ciencia en general y por tanto la relacionada a la medicina en particular es el resultado de la

elaboración intelectual de los hombres, en este caso de los médicos, que resume el conocimiento de estos

sobre el mundo que les rodea en relación a los problemas de salud-enfermedad y surge en el quehacer

conjunto de ellos, en el seno de la sociedad.

La Ciencia médica, como sistema de conocimiento médico-clínicos, métodos y lógicas acerca de la

naturaleza, la sociedad y el pensamiento en relación a los problemas de salud y de enfermedad, contribuye

a la solución de dichos problemas, los cuales enfrenta el médico en su relación con su medio, a partir de

sus principios, categorías, leyes y teorías que son el objeto fundamental de toda ciencia y que permiten

comprender, explicar e interpretar desde la observación científica de forma lógica y estructurada un

fenómeno o proceso específico de salud-enfermedad, que es expresado en el objeto de investigación

científica mediado en este caso por el método clínico.

La ciencia en la medicina, a su vez, es un factor destacado de influencia sociocultural, como en el caso de

los cambios tecnológicos en la actualidad, y se encuentra condicionada por las demandas del desarrollo

10 
 
histórico, económico y cultural de la sociedad en que se desarrolla, basada en la práctica histórico-social

de la humanidad.

La palabra "ciencia" en sentido general y asumida en la medicina en lo particular, se ha interpretado a

través de los tiempos como: "conocimiento lógico y coherente"; que si bien es válido ha estado influido por

las corrientes y escuelas metodológicas, positivista y neopositivista, que incluso antes de considerar el

objeto de investigación, pretenden conocer el método más adecuado para estudiarlo, adoptando el

dogmatismo recto que tienen en nuestros días las llamadas investigaciones objetivas y positivistas. Lo cual

ha invadido a la profesión médica, donde en muchas oportunidades solo tiene valides de ciencia, aquello

que pueda ser demostrado por métodos lógicos-matemáticos y estadísticos, dejando en la mayoría de los

caso a un lado el carácter interpretativo de los investigadores clínicos, en el cual -considera esta autor-

está la verdadera esencia, significado y sentido de esta ciencia. En este “pecado” se está desarrollando en

múltiples contexto la llamada medicina basada en evidencia.

La Investigación Científica en sus aspecto más general surge de la necesidad que tiene el hombre de darle

solución a los problemas que se manifiestan en su vida cotidiana y profesional, en su relación con los

demás hombres en la sociedad y con la naturaleza, de explicar e interpretar ésta para transformarla y

ponerla en función de satisfacer sus necesidades e intereses. Es en ese sentido que la investigación

científica médico clínica y por tanto el método clínico, surge por la necesidad que tiene los médicos de

darle solución a los problemas de salud-enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la

comunidad.

La Investigación Científica médico-clínica como cualquier otra, es un proceso social. Esto implica

considerar el proceso mediado por el método clínico, como una síntesis de expresiones dinámicas de su

totalidad, que se integran en torno a los sentidos que el mismo van adquiriendo para los sujetos (médicos)

11 
 
que construyen el proceso, razón por la cual puede ser considerado como una construcción individual y

social.

No reconocer el proceso de investigación científica médico-clínica y por tanto el método clínico como

realidad social, determina considerarlo desde una especialización, este tipo de "investigación científica",

atomiza y desvincula el proceso de la naturaleza humana del médico, que le da sentido, donde se

manifiesta la unidad dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo o mejor dicho entre la dialéctica-objetiva y la

dialéctica-subjetiva, así como la relación entre lo cuantitativo y lo cualitativo como entre lo empírico y lo

teórico.

La no consideración de la esencia, existencia y condición humana del médico que investiga como sujeto y

de los pacientes que se investigan como objeto en el proceso de investigación científica médico clínica y

por tanto con el uso del método clínico, es la causa de cierta peligrosa especialización que produce, como

señala M. Martínez (1977), citando a Ortega y Gasset “genios tontos que saben absolutamente todo a

cerca de la química de las enzimas, pero que, debido a esa formación, hace mucho tiempo han dejado de

funcionar adecuadamente como personas” y por tanto en este caso como médico.

Se trata de los investigadores clínicos y por tanto de médicos: neutros y fríos, calculadores, que todo lo

centran en la objetividad, sin reconocer el complejo mundo de influencias sociales y humanísticas,

pretendiendo patrones absolutos que se alejan de la realidad.

Las ciencias médica-clínicas y el método clínico, necesitan una postura epistemológica y metodológica,

que permita incorporar el saber de la humanidad, sin que ello se convierta en un compuesto rígido y mucho

menos ecléctico, sin orientación ni sentido. El método científico rígido, predeterminado, con una aureola de

objetividad por encima del propio objeto, impide la autocrítica y elimina toda posibilidad de refutación,

convirtiéndose así en meras técnicas que se aplican sin una conciencia de lo que se está realizando.

12 
 
Ello ocurre cuando el proceso de investigación científica mediado por el método clínico como objeto de las

ciencias médicas se sustituye por los procedimientos metodológicos pre-establecidos o aún peor, por la

matematización o estadistidificación del proceso, sin que se niegue el papel de la matemática como

instrumento alternativo del proceso de investigación científica y no como objeto en sí, lo que limita toda

reflexión epistemológica, toda crítica de los supuestos aceptados y toda sugerencia de alternativas

metodológicas.

Los investigadores clínicos no pueden acogerse acríticamente a los métodos estandarizados y

absolutamente objetivos, que no existen, tienen que descubrir por sí mismo la relación que hay entre los

métodos adecuados y el problema mismo. La elección de los métodos es resultado del propio proceso de

investigación, de la cultura y de las posiciones epistemológicas del investigador clínico. En ese sentido un

otorrino no usa los mismos métodos y técnicas particulares para su investigación que un proctólogo.

La ciencia médica, como sistema de conocimiento acerca de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,

en relación con los problemas de salud-enfermedad, contribuye a la solución de los mismos, los cuales son

enfrentado por el médico en relación con su medio, a partir de los principios, categorías, leyes y teorías

médico-clínicas, que son el contenido fundamental de dicha ciencia y que le permiten comprender, explicar

e interpretar desde la observación científica y de forma lógica y estructurada un fenómeno o proceso

específico que es expresado en el objeto de investigación (individuo, familia y comunidad).

La investigación médico clínica y por tanto el método clínico es un proceso social, de carácter indagativo,

creativo, innovador y argumentativo, que se desarrolla con el propósito de dar soluciones de carácter

esencial y trascendente a problemas de salud–enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la

comunidad, pero también en el pensamiento del médico, a través de la construcción teórica y práctica, con

la cual incorporan nuevos conocimientos médicos-clínicos que enriquecen la cultura de esa profesión.

13 
 
Para desarrollar el proceso de investigación científica mediado por el método clínico, se pueden seguir

diversas alternativas metodológicas, cuya selección estará también en dependencia del objeto que se

investiga, así como de las experiencias y concepciones culturales de los investigadores. Es en ese sentido

que un accidente vascular encefálico no se investiga igual que una Valvulopatía cardiaca, al ser objetos de

diferentes naturaleza; de igual forma un cardiólogo no investiga igual que un neurólogo, ni una misma

patología se investiga igual en la atención primaria de salud que en la atención secundaria.

Este autor, por otro lado parte además de asumir que la Metodología de la Investigación es la disciplina

científica que tiene por objeto el proceso de investigación científica y permite su gestión de manera

coherente y pertinente en el camino de alcanzar óptimos resultados y de impacto social. Esta disciplina

científica aporta al investigador los conceptos, categorías, principios, leyes y procedimientos que le

permiten encauzar el proceso de investigación científica, como un proceso de construcción del

conocimiento.

En este proceso de construcción de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad, y el pensamiento, se

distinguen diferentes modos de acercamiento, comprensión, explicación, interpretación y observación de la

realidad objetiva, con los cuales es posible diferenciar los procesos de investigación propios de las

diferentes ciencias, que siempre son sociales. Esto es aplicable desde lo general de la ciencia a lo

particular de las ciencias médicas y a lo singular.

Para establecer la relación y diferencias entren las investigaciones de las diferentes ciencias, partiremos

por reflexionar qué se entiende por objetividad del conocimiento científico, cuál es la relación entre lo

teórico y lo metodológico y cómo es la relación entre el sujeto y la sociedad en el contexto de la

investigación, todo ello presenta grandes diferencias, con puntos de vista no homogéneos, en las distintas

formas particulares de enfrentar la construcción del conocimiento científico.

14 
 
 

1.2.-La objetividad del conocimiento científico en relación al método clínico

Desde el surgimiento de la denominada Ciencia Moderna, se ha considerado un único modelo de

conocimiento científico que, desarrolló una sola noción de objetividad en el marco de la ciencia, la cual era

equivalente al concepto de realidad, en tanto la objetividad se definía por la capacidad del método científico

para descubrir la realidad de forma pura. Esto influyo tanto en aquellos tiempos, que después alguien como

Claude Bernald introduce la experimentación a la medicina, siendo considerado por mucho y erróneamente

como el padre del método clínico, con este aspecto se es considerado por muchos en la actualidad, la

experimentación y sus resultados como único método científico en las ciencias médicas. Comprensión que

se derivaba de las concepciones positivistas del siglo XIX y que tuvieron su sustento con el surgimiento de

la Mecánica Clásica y la Matemática con I. Newton y G. W. Leibniz en el siglo XVII.

El desarrollo actual de la ciencia por alternativas diferentes lleva a la re-conceptualización de los criterios

de objetividad en el conocimiento científico, entendido en la unidad dialéctica entre lo objetivo y lo

subjetivo, donde si bien es innegable que en las ciencias que estudian los fenómenos naturales y

tecnológico se ha alcanzado un gran desarrollo con la modelación matemática de su objeto, lo que ha

permitido formas relativamente estandarizadas de construcción de conocimientos, con una determinada

independencia de los investigadores como sujetos del proceso del conocimiento, no es así, en las ciencias

médicas, al ser una que estudia los procesos sociales y humanísticos, de la naturaleza y el pensamiento en

su consideración y relación con la salud-enfermedad, y estos problemas referente a la salud y a la

enfermedad no se pueden desvincular de lo biológico, lo ecológico, lo social y lo espiritual.

La relación entre el sujeto médico, como constructor del conocimiento médico-clínico, teórico y práctico, y

la expresión matematizada de esta, es relativamente independiente, en los momentos de interpretación y

elaboración teórica, pues en la ciencia elaborada hay un conocimiento establecido y el modelo matemático,

15 
 
como una expresión de la interpretación de ese conocimiento, opera con independencia, al ser expresión

de la técnica o un simple algoritmo. Hoy, con los sistemas computarizados y los programas estadísticos se

impersonaliza mucho más, pero la interpretación, y con ello el nuevo conocimiento médico clínico, sólo es

posible por la subjetividad del investigador clínico.

En las ciencias que estudian los procesos naturales y la tecnología “pura”, las matemáticas representan un

instrumento esencial que mediatiza el vínculo del sujeto con las propiedades y regularidades del objeto,

llegándose a reducir éste a un conjunto de fórmulas matemáticas, que expresan la esencia de este

conocimiento científico, en un momento dado del desarrollo de la ciencia.

En las ciencias socio-humanística-asistenciales, y por tanto de naturaleza biológica, ecológica, social y

espiritual como es la medicina, realmente no existe un modelo matemático que permita la construcción de

las regularidades del objeto, lo cual no invalida la objetividad y cientificidad de estas ciencias, lo que por

supuesto, no se puede obtener a través de los mismos métodos y vías de otras ciencias.

En las ciencias médicas hay que adoptar el principio de pluricausalidad, ya que se está en presencia de

fenómenos complejos que generalmente no son el resultado de un solo factor, variable o condición; donde

un análisis dialéctico del objeto permite un estudio más integral y sistémico del mismo.

La relación entre el sujeto y el objeto en la construcción del conocimiento en ciencias médicas es muy

cercana, no existiendo independencia relativa entre los conocimientos anteriores y los actuales, pues unos

y otros se integran en el proceso de construcción teórica y práctica, cuyos resultados elevarán esta

construcción a estadios superiores de su comprensión y explicación.

Las leyes y regularidades de las ciencias médicas, operan a través de un sujeto activo, cuya acción

modifica de forma intencional hasta las propias leyes. Aun cuando el objeto de las tecnológicas también es

histórico y está inserto en múltiples sistemas de relaciones dinámicas en la realidad objetiva, la

16 
 
intencionalidad no está determinada por el comportamiento histórico del objeto, lo cual es una

característica distintiva de este proceso investigativo.

Por tanto, la interpretación es el sustento de la construcción del conocimiento de las ciencias médicas, en

una dialéctica entre la abstracción y la generalización como procedimientos lógicos en que se sustenta la

construcción del conocimiento científico médico clínico y donde subyace la relación entre lo subjetivo y lo

objetivo, como condición para la objetividad de dicho conocimiento. En las ciencias tecnocráticas el modelo

matemático permite, bajo ciertas condiciones, abstracciones que limitan más lo subjetivo en la comprensión

y explicación del objeto. En las ciencias médico-clínicas esta objetividad es condición para la propia

construcción del conocimiento en la dinámica de su desarrollo.

La construcción teórica y práctica en las ciencias tecnocráticas está apoyada por complejos sistemas

matematizados, que en calidad de soportes, permiten esta elaboración, sin embargo, esa elaboración en

las ciencias médico-clínicas y humanísticas es concomitante a todo el proceso interpretativo, el cual va

adquiriendo niveles superiores de esencialidad teórica y práctica.

En síntesis, la construcción del conocimiento científico médico-clínico, es una configuración objetiva, y

representa a su vez una construcción humana subjetiva, por tanto, el objeto se configura, se comprende,

se explica e interpreta a través de formas subjetivas, susceptibles de penetrar en su lógica, estructura y

esencia.

La función fundamental del proceso de investigación científica médico-clínica es el descubrimiento de la

esencia de procesos de salud-enfermedad, expresados en regularidades, relaciones y leyes que

enriquecen el sistema de conocimientos de la medicina y sobre cuya base es posible transformar

cualitativamente la propia realidad.

17 
 
Las valoraciones anteriores permiten abordar a continuación algunas contradicciones filosóficas y

esenciales que se dan en el método clínico y explicitar con mayor profundidad y esencialidad lo relacionado

con la objetividad del conocimiento científico médico clínico.

 Contradicciones de carácter filosófico del proceso de investigación médico clínico (método

clínico)

En el proceso de investigación científica médico clínica y por tanto del método clínico tienen lugar múltiples

contradicciones, como son: entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo teórico y lo empírico, entre lo cualitativo

y lo cuantitativo, entre otras. Pero todas ellas, tienen como esencia, la contradicción entre los procesos de

preservación, desarrollo, difusión, creación, transformación y revolución de la cultura médico-clínica,

contradicción esencial que dinamiza dicho proceso.

Preservar la cultura médico-clínica es mantener el orden de las cosas, lo viejo, y ésta se contrapone al

desarrollo, al cambio, a la trasformación; el cambio rompe, en cierta medida, con el orden de cosas

establecido. Ambos contrarios dialécticos se dan en unidad, en tanto, no hay desarrollo de las ciencias

médica-clínicas sin preservación de ellas ni preservación sin desarrollo de la misma. Pero tanto la

preservación como el desarrollo de dicha cultura, son sólo posibles a través de la difusión de esa cultura y

la creación contante de la misma, esto lleva a la afirmación, de que estas dos, constituye las

configuraciones más dinámica y en el que se sintetiza la relación dialéctica entre el desarrollo y la

preservación, lo cual conlleva a la transformación y a la revolución que siempre serán necesaria para evitar

el estancamiento. Conforme a la naturaleza dialéctica del proceso de investigación médico-clínica, ninguno

de estos procesos puede ser comprendido aisladamente, en cada uno de estos existen rasgos de los

restantes.

18 
 
Esa relación indiscutible, es válida no solo en las ciencias médicas y en el método clínico, sino en todos y

cada uno de los procesos sociales, económico, políticos, culturales, científicos, del pensamiento, de la

salud, en fin en la totalidad del desarrollo del ser humano. (Fig)

  CREACIÓN DE LA 
CULTURA MC  REVOLUCIÓN 
  DE LA CMC 
PRESERVACIÓN DE  DESARROLLO DE LA 
Fig‐1  LA CULTURA MC  CULTURA MC 
DIFUSIÓN   TRANSFORMACIÓN 
 
DE LA CULTURA MC  DE LA CMC  
 

 Contradicción entre lo objetivo y lo subjetivo. La

investigación médico clínica y por tanto el método clínico es un proceso objetivo-subjetivo ya que,

por un lado, se apoya en teorías, procedimientos e instrumentos desarrollados por la práctica

científica (aspectos objetivos), y por el otro lado, en la investigación se manifiesta el aspecto

interpretativo, esencialmente subjetivo, como un proceso humano, e intrínsecamente condicionado

por sus intereses sociales, su formación cultural, sus representaciones acerca del mundo y la

sociedad, prejuicios, valores, y expectativas que se configuran tanto en el propio proceso de

investigación, como que constituyen premisas de éste.

19 
 
Además en el proceso de investigación mediado por el método clínico, al constituir la configuración

que expresa la vía o caminos de la construcción y desarrollo del conocimiento científico médico-

clínico sobre los problemas de salud-enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la

comunidad (como objeto de estudio) con el fin de resolverse por el investigador clínico que es el

médico (como sujeto) se estables la relación objeto-sujeto, en una dialéctica que expresa la

relación entre la dialéctica-subjetiva que se da en el investigador y la dialéctica-objetiva que se da

en la realidad que se estudia.

Desde otro punto de vista es archí conocido la división positivista que hacen los médicos clínicos

de síntomas objetivos (a los que llamas signos) y síntomas subjetivos (a los que llama síntomas

propiamente dicho) esto a pesar de ser estereotipado por su uso, no tiene ningún fundamento

filosófico ni epistemológico ya que cualquier manifestación de una enfermedad es tanto objetiva

como subjetiva dese cualquier mirada, así una hepatomegalia es objetiva en tanto es objeto de

investigación y una realidad natural y anatomo-fisiologico, pero es subjetiva en el sujeto (médico

que la investiga), en el propio paciente es objetiva porque existe como un fenómeno natural en su

propio problema de salud, pero puede convertirse o no en subjetiva en tanto existe o no en la

conciencia del enfermo; por otro lado un dolor es objetivo en tanto se convierta en objeto de

investigación del médico, y es subjetivo en la conciencia del médico aunque produzca sensaciones

subjetivas en el enfermo,

Es entonces que la relación entre la objetividad y la subjetividad es inseparable desde el punto de

vista filosófico y por tanto epistemológico; si no existiera seres humanos, o cualquier otro ser

consciente y racional este problema relacional tampoco existiera.

Esta relación siempre está presente en la construcción de cualquier conocimiento y por tanto en cualquier

tipo de investigación, lo que se asume como elemento esencial de este autor, donde desde el punto de

20 
 
vista filosófico le permite plantear que es imposible la división que hacen algunos investigadores de las

ciencias médicas al cualificar una investigación determinada como objetiva o subjetiva.

 Contradicción entre cantidad y calidad. Un objeto, proceso o fenómeno de la naturaleza, la

sociedad o el pensamiento en relación a los problemas de salud-enfermedad se identifica, se

precisa, se diferencia de otro por sus cualidades, esto es, por el conjunto de propiedades,

atributos, rasgos que lo particularizan. Esos objetos y fenómenos poseen también una

determinación cuantitativa, que puede ser su magnitud, su extensión, el ritmo en que transcurren

los procesos, grado de desarrollo, intensidad de las propiedades.

Así por ejemplo una hepatomegalia se expresa por tantos centímetro por debajo del reborde

costal, pero esto por sí solo no dice nada si no se le distinguen sus cualidades que pueden ser:

dolorosa o no, de bordes romos o bode fino, nodular o liza, pero esa misma expresión de su

tamaño no tiene el mismo significado en un individuo asténico o longilinio o en uno hiperestésico o

brevilinio.

Entre lo cualitativo y lo cuantitativo se desarrolla una unidad dialéctica que permite una visión

totalizadora de ese objeto, lo cuantitativo no tiene significado si no es en la cualidad, pero a su vez

la cualidad se expresa y transforma en lo cuantitativo.

Lo anterior es válido incluso para cualquier variable de estudio que muchas veces se determinan en la

investigaciones médicas, biomédica y de salud, es imposible desde esta asunción filosófica, calificar una

investigación puramente cuantitativa o cualitativa, pues en cualquiera y en todas, está siempre los aspectos

interpretativos del investigador, considera este autor además que no existe una variables puramente

cuantitativa ni cualitativa, en ese sentido invito a los lectores que intente establecer ese absolutismo y les

aseguro que su investigación perderá esencialidad, como ha ocurrido en múltiples contextos y con muchas

investigaciones médicas.

21 
 
En el proceso de investigación científica médico clínica, si bien lo cualitativo y lo cuantitativo se manifiesta

en su unidad, la investigación vistas como cualitativa o cuantitativa puede tener cierta y aparente

prevalencia según el objeto y el proceso a través del cual se desarrolla la investigación, así una

investigación se puede desarrollar por medio de procesos cualitativos o cuantitativos predominantes,

dependiendo de los presupuestos epistemológicos y la cultura del investigador, pero cualquiera en última

instancia, ha de ser interpretada para devalar las cualidades de los resultados obtenidos.

El carácter de cualitativo o de cuantitativo, objetivo o subjetivo de un proceso de investigación, tampoco

queda determinado por su carácter empírico o teórico, sino por el nivel de interpretación y de aplicación de

los métodos de investigación, así una investigación es cualitativa aunque parta de datos concretos

cuantificados, pero de los cuales se deriva una interpretación cualitativa, por el contrario a partir de datos

cualitativos como opiniones y criterios se puede quedar la investigación en su procesamiento cuantitativo.

Quedarse solamente en un estudio cuantitativo limita el carácter científico de la investigación, esto tiende a

ocurrir con mucha frecuencia cuando se limita la investigación a los aspectos descriptivos.

En las ciencias médico-clínicas la mayor relevancia la adquiere la investigación vista como una unidad

cualitativa y cuantitativa, donde la construcción del conocimiento médico se desarrolla en una unidad

indisoluble entre lo empírico y lo teórico.

 Contradicción entre lo empírico y lo teórico. Lo teórico y lo empírico representan dos estadios

del conocimiento humano indisolublemente ligados entre sí por la teoría general en que ambos se

inscriben. Sin embargo, a pesar de su estrecho nexo, estos dos aspectos del conocimiento no

guardan una relación directa, inmediata, ni lineal entre sí.

Hay momentos en que una teoría crece bruscamente a través de su momento teórico, y otros en

que el momento empírico es un dinamizador esencial de esta construcción, imponiendo acelerados

22 
 
y bruscos cambios a la construcción teórica. No obstante, ambos momentos están

permanentemente interrelacionados en el desarrollo de una teoría y no representan entidades

cerradas en sí mismas que interactúan como procesos diferentes.

Lo empírico siempre tiene un sentido teórico, mientras que lo teórico siempre contiene lo empírico

de una u otra forma, aunque no como criterio último de la verdad. Ambos, lo empírico y lo teórico

son estadios indisolubles del conocimiento científico cuya independencia es sólo relativa.

En cada etapa histórica del desarrollo de la ciencia incluyendo las médica, ha existido una

correlación y predominio de uno u otro estadio del conocimiento, lo que ha permito referirse por

algunos a las “etapas” empíricas y teóricas del desarrollo del conocimiento.

La relevancia de la ciencia y su misión social se logra gracias a la posibilidad que el conocimiento

teórico tiene de penetrar cada vez con mayor profundidad en el conocimiento de la realidad, lo que

se manifiesta a través del proceso de investigación científica que en este caso es el método

clínico, cuando se revelan los nexos esenciales y necesarios en la transformación y desarrollo de

los objetos y procesos de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad, relacionado con la salud y la

enfermedad, conceptualizando, categorizando, encontrando relaciones, principios, leyes, teorías,

que se configuran en sistemas teóricos que permiten comprender, explicar e interpretar la realidad

objetiva de un modo más esencial y profundo.

El desarrollo del conocimiento científico médico clínico a través de la investigación teórica, consiste

en construir el aparato categorial, el sentido y el contenido de las abstracciones científicas,

revelando las leyes y regularidades a través de las cuales se modela y con ello se construye un

nuevo conocimiento cada vez más esencial. En ese proceso de modelación y abstracción se van

aplicando los métodos clínico desde lo general y lo particular, de acuerdo con la lógica propia de

los métodos científicos generales y en correspondencia con los sustentos de los métodos

filosóficos asumidos.

23 
 
La ciencia médica se desarrolla también en el nivel empírico, en el que se obtiene información de

la realidad objetiva mediante la realización de observaciones y experimentos. No significa que lo

empírico se vincula al desarrollo teórico de manera determinista, se trata que en el desarrollo y

construcción de la teoría se tome en cuenta la información acumulada empíricamente y por tanto

por la experiencia, pero al mismo tiempo desarrolla sobre ella las relaciones de carácter esencial

que no emergen directamente de los datos empíricos. A través de lo empírico se puede valorar y

validar de forma concreta los modelos teóricos.

Lo anterior significa que lo empírico y lo teórico tienen que darse en unidad dialéctica en el

desarrollo del proceso de investigación médico clínica, constituyendo lo empírico y lo teórico

estadios de un proceso único. El conocimiento médico clínico desde lo empírico expresa los

aspectos externos del objeto, lo fenoménico, donde la categoría de mayor relevancia en este

estadio del conocimiento es el hecho científico, por otra parte, en la configuración abstracta que se

alcanza en el nivel teórico, se expresa un nivel cualitativamente superior del conocimiento del

objeto de investigación, cuyas categorías, leyes y principios revelan de un modo más esencial la

naturaleza de ese objeto y expresan que entre lo empírico y lo teórico, hay una relación dialéctica

de esencia y fenómeno. El tránsito del fenómeno a la esencia como ley de construcción del

conocimiento médico encuentra su explicación en la relación dialéctica entre lo empírico y lo

teórico en el conocimiento científico médico-clínico.

En relación con lo anterior debe interpretarse también la ley del ascenso del conocimiento de lo abstracto a

lo concreto. Lo abstracto y lo concreto representan características del objeto de salud enfermedad de la

realidad como estadios de su conocimiento, porque el reconocimiento del carácter concreto de los objetos

significa que ellos existen como unidad de diferentes propiedades, aspectos y relaciones. A su vez cada

una de estas propiedades, aspectos y relaciones, representa un lado relativamente independiente con

respecto a las restantes partes, propiedades y aspectos del objeto, o sea, cada de una de estos estadios,

24 
 
propiedades, aspectos, representa una expresión abstracta del objeto de investigación que en este caso es

el proceso de salud-enfermedad, entendido este como una totalidad concreta pensada.

El propósito de la ciencia médica es comprender el objeto de salud-enfermedad en toda su diversidad, para

estos propósitos es necesario desarrollar un proceso muy complejo del pensamiento médico clínico, donde

inicialmente se investiguen rasgos y aspectos de este objeto, se revelen los nexos entre estos rasgos y

aspectos de modo que se llegue a una representación teórica que exprese ese objeto como totalidad. El

movimiento del pensamiento médico debe seguir los siguientes estadios:

I. Estudio del objeto salud-enfermedad como objeto concreto de la realidad que se presenta en el

individuo, la familia y la comunidad, donde se aprecia la diversidad del objeto sin poder revelar los

vínculos esenciales y no esenciales, de modo que no se capta una estructura que expresa la

esencia del objeto de la realidad. Esto es el nivel concreto sensible.

Un ejemplo determinado puede expresarse cuando un médico enfrenta un problema de salud en

un paciente dado puede determinar que este individuo tiene una hepatomegalia, una

esplenomegalia, ictero, hemorroide, que sus heces fecales son acolias (blanquecina), ascitis; todo

lo anterior fue determinado por múltiples métodos, dado en el interrogatorio (entrevista) y examen

físico (observación) pero con esa simple detección no ha establecido vinculo esencial

II. Mediante un procedimiento de abstracción el investigador clínico fija su atención en determinadas

relaciones entre rasgos y aspectos del objeto salud-enfermedad, delimitando los que son

esenciales y necesarios de los que no lo son, este es el nivel de lo abstracto, que no significa

alejarse del objeto sino que se trata de un estadio más profundo en el tránsito hacia su expresión

teórica, dada en lo concreto pensado.

Ejemplificando con el mismo caso anterior, cuando el médico a través de su pensamiento logra

establecer vínculos esenciales desde su cultura médico-clínica, arriba a un síndrome de

25 
 
hipertensión portal, lo cual al ser interpretado por el médico como un conjunto de manifestaciones

clínicas que se asocia con cierta regularidad como nivel de atracción, transita a un nivel de

expresión teórica dado en lo concreto pensado

III. Sobre la base de revelar los nexos y propiedades fundamentales del objeto salud-enfermedad, el

investigador clínico elabora modelos teóricos (abstracciones), en los cuales no sólo se reproduce

el objeto en toda su diversidad, sino que también esa diversidad es interpretada revelando la

jerarquía de estas relaciones. Esto constituye el nivel concreto pensado, donde el conocimiento

médico-clínico retorna a lo concreto, pero de una manera más profunda y esencial.

Es en este caso ejemplificado, cuando es capaz de razonar para actuar sobre el paciente en la

búsqueda de las causa de esa hipertensión portal para concluir que es una cirrosis hepática

alcohólica.

Esa relación entre lo concreto sensible, lo abstracto y lo concreto pensado no es lineal, sino que es un

círculo que no vuelve al nivel de partida, sino a un nivel superior y más esencial en forma de espiral donde

se va construyendo nuevos conocimientos.

El estadio empírico del conocimiento médico-clínico está vinculado con la formulación de abstracciones,

con el ascenso de lo concreto a lo abstracto y el estadio teórico se mueve de lo abstracto a lo concreto

pensado. Este es el camino del pensamiento teórico del médico: el ascenso de lo concreto sensible a lo

abstracto y de este a lo concreto pensado, que representa a su vez un movimiento de las manifestaciones

fenoménicas a las determinaciones esenciales.

En esta relación de lo teórico y lo empírico, lo empírico no puede verse como momento final de verificación,

ni como fuente absoluta de la construcción del conocimiento teórico, pues lo empírico está

inseparablemente unido a la teoría. Más que de verificación, se puede decir que lo empírico corrobora la

capacidad de la teoría por mantener su desarrollo y la estimula, en lo cual se va construyendo el nuevo

26 
 
conocimiento médico sobre la realidad de salud-enfermedad y se van abriendo nuevos espacios a la

ciencia y a la investigación.

Las comprobaciones que se logran al nivel empírico, no siempre representan un criterio de validez

histórica, sobre la base de su utilidad para el avance del conocimiento en un campo concreto de la cultura

médica. Las comprobaciones que se realizan al nivel empírico constituyen soportes generales para el

desarrollo integral de la teoría.

En resumen, el proceso de investigación mediado por el método clínico se desarrolla a través de diversas

contradicciones dialécticas, como cantidad y calidad, objetividad y subjetividad, teoría y práctica, las

que constituyen pares de categorías filosóficas que reflejan importantes aspectos de la realidad de salud-

enfermedad, que es objetiva-subjetiva y que se dan en unidad, para satisfacer la contradicción entre el

desarrollo, preservación, difusión, creación, transformación y revolución de la cultura médico-clínica. Desde

una posición científica entonces, han de ser vistas estas contradicciones en su unidad dialéctica y en su

desarrollo.

1.3.-La investigación en los procesos socio-humanista-asistenciales del medico

La labor socio-humanista-asistencial del médico está significada en lo asistencial, en lo docente, en los

científico-investigativo y en lo gerencial para garantizar la prevención, promoción, curación y rehabilitación,

centrado en el diagnóstico y tratamiento, ante los problemas de salud-enfermedad que se presentan en el

individuo, la familia y la comunidad, con el fin último de darle solución. Todos esto aspecto solo son posible

con el uso del método clínico, no solo como método de investigación, sino como modo de acción y

actuación, como contenido (conocimientos, habilidades, valores y valoraciones), como competencia y

desempeño y método de formación. En ese sentido ha de verse como una totalidad.

27 
 
Los procesos anteriormente develados y que se tipifican como socio-humanista-asistenciales del médico y

los procesos de salud-enfermedad son entendidos como totalidades de la realidad objetiva, que se

desarrollan en el tiempo y el espacio a través de una sucesión de eventos, donde los sujetos implicados,

en un contexto histórico, social y cultural concreto, construyen, por medio de la práctica humana dada en

la actividad comunicativa, cognoscitiva, interpretativa y transformativa que realizan, dándole significados y

sentidos; a la vez que transforman en el tiempo la estructura de relaciones del objeto en aras de alcanzar

un objetivo.

La investigación relacionada con todos estos procesos y por tanto el método clínico, ha confrontado

reflexiones y debates por más de un siglo, acerca de la elección del método más adecuado para

estudiarlos, sin haber logrado una solución aceptada, al tratar de buscar el método único, no

comprendiendo la diversidad de alternativas y métodos que permiten dar respuesta a la complejidad de

estos procesos. En el reconocimiento de esta diversidad está precisamente la solución a los métodos de

investigación médico clínico

Las ciencias médicas son portadoras de la dinámica de los cambios y transformaciones de las realidades

sociales y humanas, lo cual permite que las conclusiones de dichas ciencias, estén siempre sujetas a

revisión y desarrollo. La ciencia en sentido general y la médica en lo particular, nunca están hecha, sino

siempre se están haciendo. Según Max Weber, la idea de una ciencia acabada, perfecta e ideal no es más

que una visión del espíritu, una utopía. En efecto, todas las regularidades, generalizaciones, leyes y

principios científicos develados de una determinada ciencia y dentro de ella la medicina, son sólo

aproximaciones e interpretaciones de la realidad objetiva, ya que se hacen a partir de supuestos subjetivos,

mediante la adopción de un enfoque epistemológico de los investigadores y sustentado en su cultura.

El conocimiento médico y su “experiencia" acumulada constituyen un sustento determinante en las

Investigaciones médico-clínicas, cuando permiten y estimulan la construcción del conocimiento médico-


28 
 
clínico, pero también pueden constituir un elemento que obstaculice todas las nuevas ideas y un freno a la

indagación, a la innovación, a la argumentación, y la creación, por tanto frena además la transformación y

revolución cuando se recurre a la experiencia no para valorarla y fundamentar críticamente a partir de ella

los objetos o procesos relacionado con los problemas de salud y enfermedad, emergiendo nuevas ideas y

métodos, sino para imponer conceptos y métodos, como hábitos que tienden a la automatización y reducen

el pensamiento creador.

El recurrir a la experiencia del médico puede ser, paradójicamente, una negación a la posibilidad de tener

nuevas experiencias. Esta práctica restringida, produce un ser médico no transformador, que teme cambiar

lo establecido y producir un nuevo desajuste en lo paradigmáticamente aceptado, que evita todo riesgo y ni

siquiera intenta reflexionar sobre nuevas posibilidades hacia una práctica creativa y crítica.

El objeto de estudio, según W. Heisenberg (1958), determina al método. Pero ¿cuál es el objeto de las

ciencias medica-clínicas? Este estudio deberá centrarse en los procesos de salud-enfermedad que se

presentan en el individuo, la familia y la comunidad, lo cual constituye también el objeto de estudio del

método clínico que de modo consciente se representa en la mente del médico de forma auténtica, real,

empírica y concreta, es decir, en su vida tal como es sentida y experimentada en un mundo de significados

y sentidos. Toda la elaboración teórica y práctica del médico partirá de lo vivido que no es precisamente lo

experimentado.

La eliminación de las vivencias del médico, aunque sea con una pretensión de objetividad científica, no

puede ser otra cosa que una deshumanización del proceso del método clínico, con lo que se excluye la

esencia misma de este proceso.

29 
 
Las ciencias médicas que estudian los fenómenos y relaciones dada en los procesos de salud-enfermedad

entre los hombres con su subjetividad y la objetividad, que de esta misma subjetividad emana, se configura

en las propias relaciones humanas del médico.

Los métodos de investigación, así como el método clínico, están necesariamente vinculados a los procesos

que se investigan y no pueden ser ajenos a la naturaleza de dicho objeto, pero tampoco a la cultura y a los

presupuestos epistemológicos del investigador, en este caso el médico, lo que es negado por los enfoques

positivistas, que prevalecen desde la primera mitad del siglo XX, cuando se asume el método como criterio

único de verdad. Este método es el de las ciencias tecnocráticas, centrado en la observación empírica y

sensible, en la medición lógica matemática y en su "verificación objetiva" de lo hipotéticamente planteado.

Lo cual tiene en los momentos actuales una tendencia creciente en las investigaciones médico-clínica

despreciando el carácter interpretativo y subjetivo del médico que investiga. Evidentemente, la elección que

se realice de un método dependerá del enfoque epistemológico y metodológico del investigador médico y

determinará también cómo se plantea el problema de la investigación, las técnicas que se emplearán en la

investigación y su aplicación en las teorías que se asumen y construyen, así como de la naturaleza misma

del proceso investigativo y del alcance de los aportes científicos de la investigación.

En el estudio de los procesos de salud-enfermedad se pueden asumir diferentes alternativas, desde los

paradigmas investigativos, como pueden ser: el Empírico Analítico, el Dialéctico Crítico, el Sistémico

Estructural y Fenomenológico, la selección de uno u otro dependerá del proceso estudiado, así como de

los presupuestos epistemológicos y la cultura del investigador. No obstante, han prevalecido las

concepciones positivistas que reconocen, como único criterio de la verdad científica, el de los métodos

empíricos-analíticos propios de las ciencias que estudian la tecnología y la naturaleza, como si fueran

filtros de la verdad objetiva, única y aislada de las múltiples influencias sociales.

30 
 
En este sentido, la objetividad no se alcanza ocultando la subjetividad, o simplemente no considerándola,

sino por el contrario, elevándola a un primer plano para conocer su influencia, que no es siempre negativa

como afirman los positivistas, es por el contrario, positiva si somos capaces de encontrar esa dialéctica

necesaria de relación entre lo objetivo y lo subjetivo que está presente siempre en el conocimiento

humano.

El auge del positivismo en el siglo XX, guiado en muchas oportunidades por la experimentación que

introdujo Claude Bernald en la medicina en el siglo anterior y sus planteamientos como los del “positivismo

lógico” y “neo-positivismo,” si bien ha declinado desde la década del sesenta, al ser evidente su fracaso en

los diversos campos de la ciencia, trajo como consecuencia otras aperturas a la investigación científica

médico-clínica desde diversas corrientes pos-positivistas, a pesar de que el pensamiento dialéctico crítico

existía desde el Siglo XIX.

El efecto negativo de las tendencias positivistas aún prevalece en investigaciones médico clínicas, en las

que se olvida que la metodología y las técnicas estadísticas son sólo instrumentos para el proceso

interpretativo del pensamiento, al considerarlas como sustitutas del proceso hermenéutico propio de la

naturaleza humana del médico.

En las Ciencias médicas la comprobación práctica es factible, fundamentalmente, en un plano histórico–

social. La comprobación empírica en las ciencias médicas se va desarrollando en una dialéctica

permanente entre los estadios empíricos y teóricos en que ambos, en su dinámica, se van presuponiendo y

enriqueciendo; la práctica no cierra un ciclo, sino que se convierte en un momento de la teoría y viceversa.

La subjetividad de los investigadores médicos-clínicos interviene en la práctica clínica y a la vez se nutre de

ella. Esto no es negar el carácter objetivo de las leyes, sino significar su dialéctica objetivo–subjetiva en

que lo segundo está siempre presente.

31 
 
Para desarrollar el proceso de investigación médico clínica y por tanto el método clínico en las ciencias

médicas se ha de recurrir a diversos métodos y técnicas. Su empleo está en función del objeto de

investigación, las preferencias y formación del investigador y del colectivo de investigadores, así como del

contexto y las condiciones en que se desarrolla el proceso investigativo.

Lo procesos de salud-enfermedad tiene un condicionamiento histórico en el sujeto, que se expresa en su

personalidad, lo que tiene una significación permanente, que se perpetúa día a día en la relación sujeto-

sociedad. El sentido de esta relación modificará la personalidad de los sujetos, desde esta perspectiva la

relación entre los sujetos será uno de los determinantes esenciales en cada situación histórica concreta en

que se realiza la investigación médico-clínica.

En la historia de las ciencias médicas, se ha pretendido el estudio problemas de salud-enfermedad del

individuo, la familia y la comunidad, fuera de la subjetividad del investigador clínico, buscando leyes

“objetivas” que permitieran explicar la subjetividad, por otro lado, han existido concepciones que han

pretendido definir lo subjetivo fuera de su integración necesaria con lo histórico social, lo que ha llevado a

una representación estática de muchas de las configuraciones de la subjetividad, estimulando una

comprensión metafísica de la relación individuo-sociedad, centrada en el individuo, o en la sociedad.

Esta manara de interpretar ha sido una limitante en la integración de las ciencias médicas, estimulando una

fragmentación que deviene en un estudio parcializado de la realidad. Como ejemplo, un problema en cuyo

estudio intervienen diferentes ciencias, como es los aspectos de la sexualidad, desde el punto de vista de

la Ética, se estudia esto en su configuración histórica y social; en la Psicología se analiza por su

configuración subjetiva; en la Etnografía, por su forma de expresión en los grupos étnicos concretos y así

se pueden ilustrar otras formas de su estudio, en la endocrinología sus aspectos hormonales, sexología

desde un enfoque de género.

32 
 
Pretender estudiar la sexualidad por las normas y valores estables del individuo es un profundo error, que

reproduce un enfoque estático en su análisis. Aun cuando existen múltiples configuraciones subjetivas de

la sexualidad en las que se organiza al nivel subjetivo la expresión moral, ésta no puede abstraerse de la

calidad de los contextos reales en que vive el sujeto, ni del marco de sus costumbres y tradiciones.

La categoría sujeto pasa a ocupar un lugar central como momento de integración en las ciencias médicas,

puesto que es en el sujeto (social e individual) donde se da la integración de los distintos procesos de

salud-enfermedad, que permite la explotación de un espacio metodológico común en la construcción del

conocimiento científico del médico, que es el método clínico, pero susceptible de integración

interdisciplinaria y transdisciplinarias.

La propia resistencia que se ha manifestado al estudiar al individuo, a la familia y a la comunidad en

calidad de sujeto con problema de salud y enfermedad y su condicionamiento histórico social ha llevado a

la consideración de que el hombre actuaba más como objeto, que en condición de sujeto, y en la tendencia

a la cuantificación y a la estandarización, derivadas del modelo positivista, se pierde así la riqueza

interpretativa del investigador clínico, reduciéndola a una descripción de los resultados empíricamente

obtenidos. A partir del modelo positivista se pierde el sujeto, y las interrelaciones significativas del proceso

en la complejidad del contexto en que se desarrolla. Esta falta de integraciones hace proliferar las

descripciones de valor parcial y significación estadística, que se aprecia en los resultados investigativos en

las ciencias médicas; dados en artículos científicos, en tesis de Terminación de residencia, de maestrías,

de doctorado, entre otros.

En este mismo sentido, la no consideración por parte de los positivistas de la relación sujeto-sociedad,

hace perder la integración del médico como hombre en diferentes contextos de relaciones e instituciones,

proliferando estudios que en la profesión solo se quedan en lo descriptivos, de las instituciones y de la

33 
 
sociedad por separado, sin interpretaciones cualitativas que armonicen coherentemente lo social, lo

individual y lo institucional.

Asumir una posición teórica que reconozca una concepción holística y hermenéutica de las investigaciones

en ciencias médicas-clínicas y por tanto del método clínico es defender un conocimiento interdisciplinario y

transdiciplinario, cada vez más esencial, complejo y dialéctico de los médicos, las sociedades médicas y

sus diferentes instituciones, obliga a pensar en un espacio metodológico diverso e integrado para penetrar

en la investigación de los procesos de salud-enfermedad. Esto permite que se construya un pensamiento

flexible, abierto, decidido al cambio, que cese por tanto el dogmatismo investigativo que aún perdura en los

“sabiondos” que han preñado las instituciones universitarias médicas, los cuales están provocando un

estancamiento de las ciencias médicas y por tanto de la formación de sus profesionales.

1.4.-El proceso de investigación médico-clínica (método clínico) y los métodos del conocimiento

Como se ha venido expresando a lo largo del capítulo, el proceso de investigación científica médico-clínica

se desarrolla acorde con los métodos investigativos que el investigador clínico desarrolla, los que están

constituidos por sistemas de procedimientos e indicaciones que permiten guiar el proceso de construcción

del conocimiento científico médico-clínico y que son aplicables conscientemente por los (médicos)sujetos

de acuerdo con la diversidad de las tareas de investigación en que se concretan.

No hay un método de métodos ni un único método de investigación científica, ni tampoco un método para

producir métodos y que, por el contrario, lo más anticientífico que existe es aplicar un método, por muy

“objetivo” que se pretenda que sea, si no se corresponde con la naturaleza misma del proceso investigado,

con la cultura y posición epistemológica del investigador; H. Fuentes (2008).

34 
 
Lo anterior es válido para el método clínico como método de investigación científica del médico, el cual hay

que asumirlo en la relación que existe entre la categoría de lo común como aspecto de lo general, en

relación con la categoría de lo diverso como aspecto de lo particular y lo singular, como mismo el hombre y

por tanto el médico y la profesión médica, también hay que asumirla en correspondencia a esas categoría,

esto es válido en la relación que se establece entre enfermedad (lo general) y enfermo (lo particular).

Es entonces que ante el uso del el método clínico como método científico aplicado por los médicos clínicos

en la solución de los problemas de salud-enfermedad, que se presentan en el individuo, la familia y la

comunidad, hay que asumir sus aspectos generales que pueden ser común para su aplicación por cada

investigador clínico, pero no se puede despreciar lo diverso del médico como ser humano en el propio

proceso investigativo, que está en dependencia de su cultura y el objeto mimos de la investigación, los

cuales también al ser expresión de lo humano es común y diverso.

El no tener lo anterior en consideración, produjo contradicciones en el propio Bernald en la no obtención de

los mismos resultados cuando aplicaba iguales técnicas experimentales ante diferentes seres vivos y

aunque el mismo intento explicárselo, le condiciono contradicciones en sus propia consideraciones

epistémicas.

Por otro lado el fundamento objetivo del método clínico radica en que es una regularidad interna del

movimiento del pensamiento del médico, que se produce en los procesos cognitivos de los mismos como

sujetos. Esto permite que se reconozca, que el método clínico como método científico haya de ser

dialéctico y muy lejano de las concepciones lineales propias de los métodos positivistas. Todo método es

una expresión subjetiva de la realidad objetiva; es por ello, que constituye una configuración, cuyos

fundamentos, en última instancia, son las propias regularidades objetivas de esa realidad estudiada. Estas

regularidades, al ser reflejadas en el sujeto y empleadas conscientemente por él, se convierten en un

35 
 
instrumento para la comprensión, explicación, interpretación desde la observación y transformación de la

realidad objetiva.

El método clínico, como expresión del movimiento del pensamiento médico en lo común y lo diverso, es

resultado de la actividad cognoscitiva de ese sujeto como hombre y tiene significatividad en

correspondencia con la expresión adecuada de las características del objeto como realidad objetiva.

Los métodos desde el punto de vista científico se clasifican por otro lado en tres niveles atendiendo a su

generalidad, en: métodos filosóficos, científicos generales y científicos particulares. Así los métodos

filosóficos están en el plano más general y esencial del proceso del conocimiento, como es el caso del

método dialéctico, alcanzando una universalidad que permite comprender, explicar e interpretar los

múltiples procesos de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad. Los métodos científicos generales son el

resultado de tendencias que integran el conocimiento científico contemporáneo. Se trata de métodos que

pueden ser aplicados a unas múltiples disciplinas científicas, pero que no alcanzan la universalidad de los

métodos filosóficos.

Por último, los métodos científicos particulares que son los que se aplican en una o varias ciencias, como

pueden ser los métodos etnográficos, los métodos de investigación acción, los métodos ópticos de análisis,

los métodos calorimétricos, entre otros.

Desde lo anterior y desde los presupuestos epistemológicos de este autor, el método clínico puede verse

incluido en cualesquiera de estas clasificaciones en dependencia de la dimensión con que se analice,

siendo así puede tener carácter universal y por tanto filosófico si se tiene en cuenta lo universal de las

ciencias médicas y se sustenta en las categorías, principios, relaciones, regularidades y las leyes de la

dialéctica; pero también tiene un carácter general para la profesión en tanto es el sustento de la actividad

36 
 
clínica en cualquiera de sus disciplinas y especialidades, sin dejar de valorar la particularidades, pues no

es lo mismo una otoscopia que una rectoscopia, ni un electrocardiograma que un electroencefalograma.

En el desarrollo de los procesos de investigación científica del médico y por tanto del método clínico se

requiere la aplicación consciente, sistemática e integradora de los métodos filosóficos, científicos generales

y particulares, no existiendo, por ejemplo, fronteras rígidas entre la aplicación del método dialéctico y los

métodos con que se operan en las ciencias médicas contemporáneas, pues todo el proceso de

investigación médico clínica, como proceso de construcción del conocimiento lleva en sí un nivel filosófico,

con el que se atraviesa todo el desarrollo de la ciencia y la comprensión, explicación e interpretación de la

naturaleza, el pensamiento y la sociedad en relación con los problemas de salud-enfermedad, el cual se

identifica con el método dialéctico, en correspondencia con esa comprensión dialéctica.

El no tener esto en cuenta, por desconocimiento e ignorancia hace que la profesión del médico se

obstaculice, pues como necesariamente durante el proceso de uso del método clínico hay que tener en

cuenta esta relación filosófica y al no saberlas hacer, la profesión se hace mal.

El proceso del conocimiento médico clínico es siempre dialéctico, por lo que en el nivel filosófico esa

dialéctica se manifiesta en su forma más desarrollada y generalizada, lo que permite la comprensión,

explicación y la construcción del conocimiento en las ciencias médicas.

Por otra parte, el proceso natural del conocer humano y por tanto del médico, mediado por el método

clínico es hermenéutico, es decir, se realiza a través de la búsqueda del significado y sentido de los

procesos, mediante una interacción dialéctica o movimiento del pensamiento que va del todo a las partes y

de éstas al todo, en un contexto social y natural, lo que es opuesto a la suposición de que los datos y

resultados experimentales son infalibles.

37 
 
La objetividad absoluta de los resultados experimentales llevados a cabo a través del método clínico es

cuestionable en la medida en que todo experimento crea inevitablemente una idealización. En otro sentido,

un conocer hermenéutico descontextualizado de la realidad social y natural es también una idealización.

La Metodología de Investigación Científica, como disciplina, estudia los métodos de investigación, donde

uno es el método clínico, que en esencia constituyen métodos del conocimiento, aunque sería erróneo una

completa identificación con ellos, pues los métodos de investigación y por tanto el método clínico, están

indisolublemente vinculados al aparato conceptual de la ciencia, en este casos de las ciencias médico-

clínicas y a todas las formas y vías específicas a través de las cuales se desarrolla el conocimiento

científico del médico como investigador clínico. Por esto, la metodología se ocupa también de todo el

estudio y concepción de conceptos y categoría de la investigación como son: el problema de investigación,

el problema científico, el objeto de investigación, el campo de investigación, los objetivos de la

investigación, las hipótesis, los modelos, los instrumentos y la aplicación.

Las investigaciones metodológicas se sustentan en determinados presupuestos filosóficos que indagan

sobre qué es la ciencia, la investigación científica y los métodos de investigación, así como cuáles son las

regularidades y leyes del desarrollo del conocimiento científico, que están presentes en cualquier

investigación científica, independiente de las concepciones teóricas y los paradigmas asumidos por los

investigadores. Pero desgraciadamente estas son poco tenidas en cuenta en las investigaciones clínicas

contemporánea en nuestros contextos, lo que ha provocado que los profesionales médicos en múltiples

niveles tengan dificultades en la determinación del problema a investigar y su relación con el problema

científico y con su diagnóstico, esas dificultades se extienden a la conceptualización y determinación de las

demás categorías de la investigación como son el objeto, el objetivo, el campo, el aporte teórico o

modelación, construcción teórica, practica y los resultados.

38 
 
El desconocimiento de la metodología de la investigación como disciplina científica, obstaculiza las

investigaciones médico-clínicas y por tanto al método clínico en la mayoría de los casos, potenciado en el

caso de que se conozca dicha disciplina por la no asunción de la diversidad científica, y sustentarse solo

en lo empírico-analítico al estilo positivista o neopositivista.

 Relación entre lo teórico y lo metodológico

Para la aplicación del método clínico como método de investigación del médico hay que tener en cuenta

que aun cuando lo metodológico es teórico en sí mismo, existe una diferencia esencial entre ellos y lo

metodológico en el conocimiento científico.

Lo metodológico está integrado por todas las concepciones, métodos y técnicas que definen la

especificidad del "cómo" indagar en este caso el investigador clínico, sobre el objeto de investigación, o

sea, sobre los procesos de salud-enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la sociedad,

donde está presente tanto un aparato conceptual (Teórico) como uno procedimental (Metodológico).

Lo metodológico (procedimental) es esencial para que la teoría (lo conceptual) no se hipertrofie con las

elucubraciones y especulaciones del investigador clínico, cuyo pensamiento pasa por una compleja

relación con el objeto, expresada en categorías, rasgos, dimensiones, relaciones e indicadores revelados

en los múltiples métodos y técnicas específicas en cada investigación individual del clínico.

Resulta imposible simplificar el objeto de investigación y por tanto los problemas de salud-enfermedad a

fórmulas generalizadas que agoten las características específicas de cada investigación clínica individual,

las que en muchos casos contienen nuevos aspectos de carácter teórico no revelados aún por la

investigación científica realizadas.

La metodología de las mal llamadas ciencias exactas y naturales en muchas ocasiones se expresa a partir

de principios generales y universales y de leyes de carácter “objetivo” que son resultantes de una

39 
 
modelación matemática, estadísticas y un instrumental que, a pesar de que también puede influir sobre el

objeto que estudia el clínico es, sin dudas, mucho menos personalizado que el proceso del conocimiento

en las ciencias socio-humanista asistenciales.

En las ciencias socio-humanistas-asistenciales, la personalización está implícita en la propia concepción de

la metodología que responde a las exigencias de su objeto de investigación, es una característica esencial

de la investigación en los procesos médicos clínicos y no una limitante conceptual de la ciencia, como

muchas veces se afirma de forma sesgada, limitando la construcción del conocimiento científico médico-

clínico , y lo que es peor, limitando la solución de los problemas de salud-enfermedad del individuo, la

familia y comunidad.

La teoría médica, con relación a los instrumentos concretos de diagnóstico e investigación médico-clínica,

sirve de base para definir el tipo de información que se pretende obtener, así como para definir los

indicadores relevantes, portadores de esa información, necesaria para la elaboración teórica. Sin embargo,

el instrumento no es un desprendimiento inmediato de la teoría, es el resultado de una experiencia y una

elaboración del investigador a partir del nivel empírico del conocimiento.

El sentido teórico de una investigación clínico individual, se construye por el investigador médico a través

de la información que dispone y logra obtener, gracias a los diferentes instrumentos de diagnóstico

empleados; que puedes ser muchos (los empleados en la confección de la historia clínica individual y

colectiva, diagnóstico de la situación de salud, dóndes se incluyes muchas técnicas) La interpretación de

esa información se desarrolla a partir de los datos obtenidos, en relación dialéctica con la cultura del

investigador clínico y la lógica científica asumida, donde existe una diferenciación cualitativa, de carácter

teórico, entre el conocimiento ya existente y el nuevo conocimiento que se construye.

40 
 
La teoría médica y clínica aporta las categorías que permiten la abstracción del objeto real (problema de

salud-enfermedad) como objeto de investigación, lo que brinda el espacio conceptual para el

establecimiento de nuevas alternativas, como construcción del conocimiento, que son expresión de un alto

nivel de generalización y concreción teórica en la que se revela la esencia del objeto investigado y tienen

potencialmente una gran posibilidad de aplicación en la praxis del médico.

El papel del investigador clínico es fundamental en la relación entre la teoría y la metodología, así como en

la capacidad de aplicar una teoría para seguir la lógica inteligible de su objeto. M Martínez (1997:99)

expresa: "Un investigador es, antes que nada, un gran 'pensador' en un área específica del saber, una

persona que no cree en varitas mágicas o trucos para resolver problemas, que utiliza métodos y técnicas,

pero que asimismo desconfía de ellos, que se deja llevar por una teoría de la racionalidad, pero piensa que

puede también haber otra u otras”.

Una metodología en el uso del método clínico es de hecho una lógica profunda y diferenciada dentro de la

teoría médico clínica, define el marco en que el investigador clínico desarrolla el proceso investigativo, por

otra parte, la metodología permite ser trabajada simultáneamente por distintos investigadores, lo que hace

al sujeto cognoscente (medico) singular y diverso.

Sin embargo, la esencia del conocimiento médico-clínico está en la potencialidad del médico pensante para

apropiarse de los aspectos relevantes y reconstruirlos teóricamente, donde la metodología, y no el método,

es una concreción de la postura epistemológica y el enfoque metodológico del investigador clínico,

permitiéndole una interpretación significativa de la información relevante de que dispone para su

construcción teórica, sin embargo, no es la metodología un fin en sí mismo que le confiere el valor científico

a una investigación.

41 
 
El concebir la metodología desde estos presupuestos, permite reconocer en el instrumento un inductor

adecuado para la construcción del conocimiento médico clínico en el proceso, pero no un medio para

estandarizar sus manifestaciones, tratando de que resulten directamente comparables como resultados de

una prueba de las ciencias. Los resultados de las técnicas no son linealmente comparables entre sí, la

comparación, o los criterios grupales derivados de los mismos, son posibles sólo a través de la

interpretación realizada por el investigador clínico a partir de los datos ofrecidos por él.

El resultado de la técnica con la que se investiga a través del método clínico no es una evidencia directa, ni

una dimensión cuantitativa, sino un conjunto de datos relevantes que adquieren su valor interpretativo al

seguir una lógica científica por el investigador clínico.

En consecuencia, la objetividad desprovista de subjetividad y descontextualizada del complejo mundo de

influencias sociales, al estilo positivista, es un mito que en los tiempos actuales se hace necesario superar

con el uso el método clínico.

1.5.-La diversidad en la investigación científica como sustento para la aplicación del método clínico

A lo largo del capítulo se ha mencionado la diversidad de alternativas en la investigación científica que han

de tenerse en cuenta para los usos del método clínico, hoy se reconoce un pluralismo metodológico y la

existencia de diversos paradigmas investigativos, desde las posiciones de Thomas Kuhn. (1922-1996).

Para abordar que se asume en este texto como paradigma, se introduce un tanto aspecto relacionado con

este eminente científico norteamericano y se relacionará con el método clínico:

Thomas Samuel Kuhn (nace en Cincinnati, 18 de julio de 1922 –muere Cambridge, 17 de junio de 1996)

fue un historiador y filósofo de la ciencia estadounidense, popular por su contribución al cambio de la

ubicación de la filosofía y la sociología científica en la década de 1960.


42 
 
Kuhn se doctoró en física en la Universidad Harvard en 1949 y tuvo a su cargo un curso académico sobre

la Historia de la Ciencia en dicha universidad de 1948 a 1956. Luego de dejar el puesto, dio clases en la

Universidad de California, Berkeley hasta 1964, en la Universidad de Princeton hasta 1979 y en el Instituto

Tecnológico de Massachusetts hasta 1991.

Influido por el pensamiento de otros historiadores consideró que la memoria histórica es necesaria para

entender cómo se han desarrollado las teorías científicas y para conocer por qué en ciertos momentos

unas teorías han sido aceptadas antes que otras, lo cual es validos en la ciencias médicas.

En 1962, Kuhn propagó The Structure of Scientific Revolutions (La estructura de las revoluciones

científicas), obra en la que expuso la evolución de las ciencias naturales básicas de un modo que se

diferenciaba de forma sustancial de la visión más generalizada entonces.

Según Kuhn, las ciencias no prosperan siguiendo un proceso uniforme por la aplicación de un hipotético

método científico. Se verifican, en cambio, dos fases diferentes de desarrollo científico. En un primer

momento, hay un amplio consenso en la comunidad científica sobre cómo explotar los avances

conseguidos en el pasado ante los problemas existentes, creándose así soluciones universales que llamo

“paradigma”.

El término «paradigma» designa todos los compromisos compartidos por una comunidad científica. Por un

lado, los teóricos, ontológicos, y de creencias y, por otro, los que hacen referencia a la aplicación de la

teoría y a los modelos de soluciones de problemas. Los paradigmas son, por tanto, algo más que un

conjunto de axiomas.

A pesar de no tener estudios en filosofía, Thomas Kuhn es uno de los filósofos de la ciencia más

importantes del siglo XX; introdujo el concepto de la influencia de los factores sociológicos y psicológicos al

43 
 
desarrollo de ciencia y del paradigma, siendo su obra “La estructura de las revoluciones científicas”, una

perspectiva del conocimiento totalmente diferente a la de su época.

Lo que Kuhn fundaba en su obra era que el desarrollo de la ciencia estaba influenciada por un

conocimiento anterior establecido en teorías y leyes creadas por un grupo de científicos o especialistas, es

decir por una comunidad científica.

Esto implica que para entender a la ciencia médica actual se necesita un conocimiento medico previo.

Cuando los especialistas están dentro de una investigación médico clínica, formulan una hipótesis que está

influenciada en un conocimiento a priori. Cuando este puede explicar los fenómenos de la investigación

existe confianza en aquella, pero si existe una anomalía que la ciencia médica actual no pueda explicar se

genera un cambio radical en la ciencia normal (actual) que desemboca en lo que Kuhn llama crisis; lo que

posteriormente se convierte en una revolución científica.

Thomas Kuhn publicó su obra en 1962, para lo cual uno de los eventos importantes que marcaron el

pensamiento de Kuhn fue en 1947 interrumpe ciertos proyectos, para preparar una serie de conferencias

sobre los orígenes de la mecánica del siglo XVII. Tuvo que revisar los textos científicos anteriores a su

época a los cuales les daba vueltas y vueltas sin comprender su verdadero significado y más bien por el

contrario preguntándose cómo pudo ser posible que hombres tan inteligentes como Aristóteles o Galileo

hubiesen pensado cosas aparentemente descabelladas, hasta que descubrió otra manera de leer los

textos: identificando el sentido de cada texto en cada época histórica, es decir aplicando la hermenéutica.

Fue la hermenéutica lo que le permitió seguir considerando como científicos los trabajos de épocas

anteriores aunque hayan sido descartados en el presente.

Las ideas de Kuhn se pueden resumir por medio de un número simple de puntos:

44 
 
 Si se considera a la historia como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede

producir una transformación decisiva de la imagen que tenemos actualmente de la ciencia.

 La historia es más que un anecdotario; verlo de esa forma es un error de juicio.

 De acuerdo a la historia normal la historia es una acumulación de hechos.

 Las teorías descartadas no dejan de ser científicas por más disparatadas que parezcan en la

actualidad; en su tiempo y con el conocimiento y opiniones de su tiempo son sumamente lógicas.

 La ciencia; o mejor dicho su historia no son una acumulación de conocimientos a través del tiempo

sino cambios de paradigma en el mismo.

 Existe una revolución historiográfica; del conocimiento acumulado al cambio continuo de

paradigmas.

 El método científico puede dar hipótesis e investigación diferentes dependiendo de la educación y

punto de vista del observador. Razón por la cual distintos paradigmas surgen de un nuevo

fenómeno.

 La ciencia normal en un afán de defender su teoría trata de ajustar la realidad a su modelo

(¿simplificaciones?)

 La ciencia normal tiene anomalías que la nueva ciencia trata de explicar. El cambiar la teoría

existente por una teoría nueva no solo significa una nueva explicación del universo si no en

muchos casos una reinvención del espectro de teorías y normas que la rigen, una reinvención de

los hechos y fenómenos vistos por la teoría. Esto es costoso y toma mucho tiempo cosa que la

teoría normal no puede hacer usualmente. Y maravilla que no se puede atribuir a una sola persona

sino a un grupo de personas.

 Para poder analizar un paradigma y su historia se necesita poner de manifiesto la integridad

histórica de esa misma teoría en la época en que se desarrolló.

45 
 
Las respuestas que Kuhn da a las cuestiones iníciales, que se plasman en la obra La estructura de las

revoluciones científicas, de 1962, supusieron un gran cambio en el debate filosófico del momento, pues el

modelo formalista que imperaba fue desafiado por el enfoque historicista de Kuhn, según el cual, la ciencia

se desarrolla siguiendo determinadas fases:

 Establecimiento de un paradigma

 Ciencia normal

 Crisis

 Revolución científica

 Establecimiento de un nuevo paradigma

No se comparan las opiniones de Galileo con las actuales si no con las de sus contemporáneos, tampoco

las de Hipócrates con las contemporáneas

La ciencia médicas es una constelación de hechos, teoría y métodos, que teniendo o no buenos

resultados, se ha esforzado en contribuir con uno u otro elemento a esa constelación particular. La historia

normal de la ciencia médica se convierte en una disciplina que relata y registra esos incrementos sucesivos

y los obstáculos que ha inhibido su acumulación. Entonces el investigador tiene dos tareas fundamentales,

la primera establecer en qué momento fue inventado y descubierto cada hecho, ley o teoría científica

contemporánea, y por otra parte debe describir el conjunto de errores, mitos y supersticiones que

impidieron la acumulación más rápida de información.

Para Kuhn una revolución científica es un episodio de desarrollo no acumulativo en el que un paradigma

antiguo se ve sustituido en todo o en parte por otro nuevo incompatible con él. De la misma manera en que

una revolución política comienza por la insatisfacción de un segmento de comunidad de que las

46 
 
instituciones han dejado de laborar adecuadamente, las revoluciones científicas se inician por la sensación

creciente de un segmento de comunidad científica de que el paradigma existente ha dejado de funcionar.

Pero la naturaleza de la revolución no radica exactamente en un aumento de la madurez y refinamiento de

la concepción humana de la naturaleza de la ciencia, sino en un cambio de la concepción de la comunidad

científica, de sus problemas y normas. Por ejemplo Einstein para explicar las atracciones gravitatorias hizo

retornar a la ciencia a la época anterior a Newton, entonces el concepto de un avance continuo no es del

todo sustentado.

Las primeras etapas del desarrollo de las ciencias médicas se han caracterizado por una competencia

continua entre una serie de concepciones distintas de la naturaleza, cada una de las cuales se derivaba

parcialmente de la observación y del método científico en este caso el método clínico, siendo hasta ciertos

puntos compatibles entre ellas.

No existía en los inicios un error metodológico sino que la experiencia y la observación medico clínica

deben limitar drásticamente las creencias científicas, o de lo contrario no habría ciencia, pero por si solas

no pueden determinar un cuerpo particular de tales creencias, sino que derivan también de elementos

arbitrarios tales como incidentes históricos y personales, pero no quiere decir que un grupo de médicos no

podría practicar su profesión sin un conjunto dado de creencias recibidas, ni hace menos importante la

constelación particular que profese efectivamente el grupo en un momento dado. La investigación médicos

clínicas efectiva apenas comienza antes de que la comunidad científica crea haber encontrado respuestas

firmes a preguntas que se encuentran enclavadas firmemente, entre ellos.

Pero la naturaleza misma de la investigación médico clínica asegura que la innovación no va a ser

suprimida durante mucho tiempo, esto se da cuando la profesión no puede pasar por alto las anomalías

47 
 
que surgen de las prácticas científicas, entonces se empiezan a ver nuevos tipos de prácticas, en esos

episodios en los cuales tiene lugar ese cambio de compromisos profesionales.

Ciencia normal, significa investigación basada firmemente en una o más realidades científicas pasadas,

realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento

para su práctica posterior.

Consideró a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto

tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. El filósofo y científico

Thomas Kuhn dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto

de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico.

“A falta de un paradigma o de algún candidato a paradigma - expreso-, todos los hechos que pudieran ser

pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tienen probabilidades de parecer igualmente

importantes”. Antes del primer paradigma universalmente aceptado pueden existir múltiples paradigmas

coexistiendo aunque sean mutuamente excluyentes. -Continua diciendo-«El nuevo paradigma implica una

definición nueva y más rígida del campo. Quienes no deseen o no sean capaces de ajustar su trabajo al

campo a ella deberán de continuar en el aislamiento o unirse a algún otro grupo».

-Agrego-«Los paradigmas obtiene su estatus como tales, debido a que tienen más éxito que sus

competidores para resolver unos cuantos problemas que el grupo de profesionales ha llegado a reconocer

como agudos. Sin embargo, el tener más éxito no quiere decir que tenga un éxito completo en la resolución

de un problema determinado o que dé resultados suficientemente satisfactorios con un número

considerable de problemas».

 Modelo Kuhniano de desarrollo histórico de la ciencia:

48 
 
Para este científico la ciencia evoluciona por las siguientes etapas:

1. Ciencia inmadura

Antecede a la ciencia normal, se caracteriza por una serie de escuelas y sub-escuelas de pensamiento que

aún no son ciencia porque no tienen un paradigma común.

Por ejemplo durante el siglo XVII había una serie de teorías que trataban de explicar el fenómeno eléctrico

entre ellas se encontraban la teorías de Benjamín Franklin, Stephen Gray y Thomas A. Watson. Esta

ciencia se caracteriza por que trata aún de dar explicación a un aspecto fundamental de su teoría.

2. Ciencia normal

Significa investigación basada firmemente en una o más realidades científicas pasadas, realizaciones que

alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica

posterior.

3. Crisis científica

Dado que la ciencia normal no está exenta de que existan errores o contradicciones en su modelo

científico, pueden existir anomalías que no puede explicar, u otro fenómeno que no se pueda resolver, es

entonces cuando se genera una crisis científica.

4. Revolución científica

Se genera por la aparición de un nuevo paradigma, que suplanta a otro de manera que los científicos se

vuelven hacia otras teorías que la puedan explicar mientras que otros buscan tratar de resolverlo con

nuevas teorías.

5. Ciencia extraordinaria

49 
 
Se inicia con el conjunto de anomalías, rompecabezas sin solución a la luz del paradigma actual. Estas

producen crisis que ocasiona la proliferación de otros paradigmas, y que posteriormente mediante un

consenso científico se reducirán a uno solo que dará inicio a la ciencia normal hasta que se repita el ciclo.

El enorme impacto de la obra de Kuhn se puede medir en los cambios que provocó en el vocabulario de la

filosofía de la ciencia: además de «cambio de paradigma», Kuhn planteó la palabra «paradigma» en sí de

un término que se usa en ciertas formas de la lingüística a su actual más amplio sentido, acuñó el término

«ciencia normal» para referirse a la relativamente de rutina, del día a día de trabajo de los científicos que

trabajan dentro de un paradigma, y fue en gran parte responsable de la utilización del término

«revoluciones científicas», en plural, que tendrá lugar en diferentes períodos de mucho tiempo y en

diferentes disciplinas, en lugar de una única «revolución científica» en los últimos años del Renacimiento.

El uso frecuente de la frase «cambio de paradigma» ha hecho que los científicos conozcan mejor y, en

muchos casos sean más receptivos a los cambios de paradigma, de modo que los análisis de Kuhn sobre

la evolución de puntos de vista científico por sí mismo han influido en esa evolución.

Las ciencias se caracterizan no solo por utilizar, según la naturaleza de su objeto, uno o varios métodos,

también por no reconocer la exclusividad de ninguno de ellos. No tiene sentido hablar del método científico

y por tanto de método clínico único, acrítico y descontextualizado, ajeno a los sujetos (médicos) que lo

desarrollan y lo crean, sino de metodologías y enfoques metodológicos que conlleven a utilizar en la

investigación científica varios métodos o a establecer métodos y procedimientos particulares, según el

objeto de investigación y los paradigmas investigativos, que se traducen en métodos. Los paradigmas

investigativos fundamentales se clasifican en:

 Paradigma Empírico-Analítico .Es, sin duda alguna, el paradigma que ha permanecido como

dominante durante más tiempo en las ciencias y al que se le atribuye el carácter de criterio

50 
 
científico único, aun en las ciencias socio-humanistas-asistenciales como es la medicina. Cuando

solo se sustenta en las concepciones positivistas, donde se asume como criterio analítico una

reducción del todo a sus partes, como elementos separados, independientes y autónomos, es

extremadamente perjudicial en el investigador clínico. El proceso del conocimiento consistiría en

dividir y separar los elementos del todo, para explicarlos cada uno por separado.

En este paradigma se da la realización de aquellas reglas del método que Descartes postuló en su

obra “Discurso del Método”: Desde esta concepción, se trata de dividir el todo en sus elementos

más simples y proceder de lo simple a lo complejo. La realidad estaría formada por hechos, con

relaciones funcionales y causales, entre ellos. Al explicar estos hechos atomizados, se descubren

sus relaciones, leyes y conexiones, explicándose, por generalización, la totalidad, que sería la

suma de las partes.

Es una racionalidad empírico-analítica al estilo positivista teniendo como finalidad explicar, predecir

y controlar la realidad objetiva. Para ello, utiliza los procesos inductivo-deductivos que pueden ser

válidos, pero si su ideal es llegar en su expresión positivista a la cuantificación y formalización del

conocimiento mediante el uso de procedimientos lógico-matemáticos, obstaculiza la esencia

interpretativa en la hermenéutica del médico. Renuncia así a preguntarse por el sujeto

cognoscente (medico), para considerar la ciencia y la investigación científica médico clínica solo

como un sistema de proporciones y procesos, de leyes y teorías que se construyen mediante un

conjunto de reglas y que pueden comprobarse, verificarse, contrastarse o falsearse en la realidad

objetiva.

El avance de la ciencia se daría entonces por el avance e incremento de las teorías o por la

sustitución de aquellas que resultasen falseadas o no verificadas al descubrirse nuevos hechos

que no se ajusten a la teoría.

51 
 
 Paradigma Dialéctico-crítico. Este paradigma se sustenta en la “Dialéctica”, término que

etimológicamente procede del griego y significa “diálogo”. Día: a través de; Logos: palabra, (del

verbo legein: decir), o sea “A través de la palabra, del decir”. No obstante lo anterior no se tiene un

consenso sobre la propia etimología de la palabra, por lo que se hará a modo de recuento la

referencia histórica a las principales acepciones que se han dado al concepto de dialéctica.

En Platón la dialéctica es un método que presupone la utilización del diálogo, para llegar a una

conclusión, lo que desde el punto de vista metodológico se corresponde con lo que ha dado en

denominarse método socrático. También puede considerarse a la dialéctica platónica como

método de la división (N. Abbagnano 1975:315).

Por otra parte, en Platón, con la denominada “dialéctica platónica”, se constituye un método

inductivo sintético, según N. Abbagnano (1975:317), así como una dialéctica como lógica de los

probables que fue desarrollada por Aristóteles. Este consideró que el silogismo dialéctico no parte

de premisas verdaderas sino de premisas probables, considerando que es un proceso racional o

demostrativo. Aristóteles reconocía como su precursor en estas ideas a Zenón de Elea.

La dialéctica, como lógica, fue desarrollada por los estoicos, quienes la consideraron equivalente a

la lógica general, diferenciándola de la retórica. Mientras que la retórica es, para ellos, la ciencia de

hablar correctamente en los discursos, la dialéctica era la ciencia de discutir directamente los

discursos que constaban de preguntas y respuestas.

La dialéctica, como síntesis de contrarios, se expresa por G. W. Hegel, quien considera que es la

ley del desarrollo del pensamiento y la esencia de la realidad misma. Las bases de la dialéctica de

Hegel se reducen a tres; tesis, antítesis y síntesis. G. W. Hegel buscaba sus precedentes en

Heráclito y en Proclo.

Hegel entendió la dialéctica como el autodesarrollo del concepto, como el movimiento del espíritu

que se va haciendo autoconsciente a través de negaciones. Las contradicciones, la negación y la


52 
 
superación serían los procesos principales de su Dialéctica, cuya tesis principal sería la

comprensión de lo real como una Totalidad de múltiples interrelaciones y determinaciones. Esta

tesis llevaría a comprender el análisis como parte del proceso, un momento de la contradicción, ya

que el objetivo sería la comprensión de la Totalidad, por medio de síntesis sucesivas. Además del

reconocimiento del sujeto, la dialéctica permite dar cuenta simultáneamente de las

transformaciones que se producen al conocer el objeto y las que se producen en él por la

construcción del conocimiento.

La dialéctica materialista fue desarrollada por C. Marx y F. Engels. Tiene su precedente inmediato

en la desarrollada por Hegel, estos autores, luego de cuestionar el carácter especulativo, idealista

y posiblemente mistificado de la dialéctica hegeliana, realizaron una inversión, para constituirla

como una dialéctica materialista e histórica, reconocieron la validez del “Método Dialéctico

Hegeliano”, el cual aplicaron para revelar las contradicciones sociales y materiales que constituyen

el devenir histórico del hombre. Esto les permitió interpretar la ciencia y la investigación científica

como un proceso social, determinadas social y económicamente, así como orientada a la

construcción del conocimiento y a la transformación de la realidad objetiva, en interacción con la

praxis social.

Para los creadores del marxismo, al considerar la realidad con un carácter primario, la dialéctica

deviene en la ciencia de las leyes más generales de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad, y

es por lo que la denominan dialéctica objetiva, pero nunca despreciaron la dialéctica subjetiva que

se da en el pensamiento.

En consecuencia, el “Método Dialéctico” como el método filosófico, sustentan la comprensión,

explicación e interpretación de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad

y el pensamiento y en él tiene cabida el desarrollo de todas las variantes de la dialéctica subjetiva

que lo precedieron.

53 
 
Ahora bien, la dialéctica es una concepción filosófica de la realidad objetiva como una totalidad

concreta, frente a la cual, lo particular de los hechos, no son sino abstracciones, y determinan una

lógica y un método dialéctico que permiten la construcción de una expresión de esa realidad

objetiva, sustentada en sus contradicciones, a partir de las transformaciones e interacciones

contradictorias de las partes de la totalidad con el todo y viceversa, que se reconstruyen en un

proceso continuo.

Además, la dialéctica se ha incorporado a las otras formas de racionalidad: estructural,

fenomenológica, hermenéutica e incluso, paradójicamente con la racionalidad empírico-analítica,

que es de base anti-dialéctica cuando se centra en el positivismo, dándose así diversas

perspectivas y corrientes.

La Hermenéutica. Dentro del paradigma dialéctico merece especial atención la hermenéutica, la

cual, aunque tendrá un tratamiento posterior en este texto, requiere de una valoración preliminar.

La palabra hermenéutica para muchos viene del vocablo griego “hermeneuin” (de “hermeneus” y

de “Hermes”: el mensajero de los dioses) que significa interpretar. El principio básico es que toda

realidad objetiva comporta un mensaje, que es preciso interpretar, con lo que se llegaría así a una

interpretación antropológica de esa realidad objetiva, cuyo eje fundamental es la relación sujeto–

contexto.

Gadamer, uno de los representantes fundamentales de la hermenéutica moderna, reconoce que la

hermenéutica no es un método particular más (H. Gadamer 1994), sino que ofrece, a todas las

ciencias, criterios interpretativos para una “autoconciencia metodológica”, que sería su objetivo

fundamental, no obstante puede concretarse en un método general de la ciencia, a partir de la

identificación de un sistema de procedimientos concretos.

54 
 
Esto significa que la hermenéutica penetra en la experiencia del indagador su legitimación, en

todas las investigaciones teóricas, sociales, éticas y políticas del hombre. La hermenéutica, como

teoría y praxis, puede ser a la vez enfoque y método de la interpretación.

La hermenéutica se centra esencialmente en el lenguaje, en un sentido amplio, no solo verbal,

como mediación en la articulación sujeto–contexto. Se trata de comprender, explicar e interpretar

el sentido de la totalidad de lo real y de la praxis humana, tal como éste se revela en lo simbólico,

metafórico, se trata de traer a la palabra humana el sentido de la realidad objetiva.

Todo lo anterior es válido en el método clínico.

 Paradigma Fenomenológico. Es el menos extendido, sobre todo, si se toma en el sentido estricto

planteado por E. Husserl su fundador, en su obra “Investigaciones lógicas”, en la que abogaba por

no otorgar prioridad a la psicología en el campo de la lógica y donde reorientó de forma radical el

pensamiento puro, que le permitiera al sujeto acceder a la conciencia trascendental y a la

subjetividad pura: “La conciencia de ser conciencia en algo”.

Para E. Husserl, el filósofo ha de superar las posiciones naturalistas y psicologistas mediante la

contemplación de las “esencias” de los objetos o procesos, que pueden ser identificadas de

acuerdo a las leyes que expresan la dinámica y transformación de los objetos, en la imaginación.

Admitió que la conciencia está permanentemente dirigida hacia las realidades concretas, lo que

llamó “intencionalidad”.

La conciencia, además, posee estructuras ideales invariables, que llamó “significados”, que

determinan hacia qué objeto se dirige la conciencia de los sujetos en cada instante dado. Según E.

Husserl, la labor del fenomenólogo, consiste en el examen sistemático de los tipos y de las formas

de experiencia intencional y la reducción de las estructuras a las intenciones elementales, lo que

debe revelar la naturaleza de lo psíquico y hacer comprender el ser del alma.

55 
 
En efecto, para E. Husserl la fenomenología consistía en partir de la intuición, de lo originario, de lo

dado, de una reducción, que consistía en llegar a la intuición de las esencias, a las cosas mismas,

que se captarían como ‘fenómenos’, es decir: como lo que se muestra a sí mismo. Esta tesis

Husserliana, apoyada fundamentalmente en la intuición, además de orientar y replantear los

métodos de algunas de las ciencias sociales y humanísticas, como la psicología, la sociología y la

antropología entre otras, debe ser fundamentalmente un método del saber filosófico, que hoy se

vincula estrechamente con la racionalidad hermenéutica. Se plantea la interpretación y

transformación de la subjetividad, esto es, los procesos de la subjetividad de los hombres en sus

diferentes y complejas manifestaciones.

Al investigar lo relacionado con la construcción de los sentidos cognitivos, valorativos o

praxiológicos orientados a la realidad objetiva y que tienen su origen en ésta, en cierto modo

permite hablar de un método fenomenológico, que algunos reducen a la simple descripción de

fenómenos o a ser un primer momento en la construcción del conocimiento.

 Paradigma Sistémico. De gran desarrollo en las ciencias sociales y humanísticas, es lo

denominado sistémico estructural y método sistémico estructural funcional, que se han

desarrollado al interior del estructuralismo.

El pensamiento estructural parte de la noción de estructura, entendida a veces como una

expresión o modelo del objeto o como la realidad objetiva misma. A pesar de las diversas

acepciones y usos que han tenido los términos sistema y estructura, hay casi un acuerdo en

entenderla, por lo menos, como una totalidad o sistema de partes, con una cohesión interna que

hace que la posición y las relaciones específicas entre ellas definan el carácter de esa estructura

(la totalidad es más que la suma de las partes). Dicha estructura posee además leyes y reglas

propias de constitución y de transformación.

56 
 
Algunos estructuralistas han insistido más en el aspecto sincrónico y estático de la estructura y

otros en lo diacrónico y dinámico, pero casi todos coinciden en entender la estructura como un

sistema autorregulado. La investigación a través del método sistémico estructural consiste en

construir modelos con las características básicas de la noción de estructura, para interpretar la

totalidad, procesos e interacciones de la realidad objetiva como estructura y revelar en ella las

partes, sus interacciones y, sobre todo, las reglas, regularidades y leyes de constitución y

transformación.

Dentro de esta diversidad de paradigmas se encierran múltiples teorías que despliegan

epistemológicamente todo el quehacer investigativo. Si bien, no se pretende agotar toda esta diversidad, lo

cual es útil en la utilización del método clínico, en los capítulos siguientes se tratarán fundamentalmente las

teorías comprendidas en los Paradigmas Dialéctico y Sistémico, como dos intentos metodológicos para la

formación de investigadores en ciencias médicas, ya que en ellas se encierra el reconocimiento de la

diversidad investigativa.

57 
 
CAPÍTULO II.

LO SISTÉMICO Y LO HOLÍSTICO –CONFIGURACIONAL, DOS POSICIONES DESDE UN PARADIGMA

COMO SUSTENTO PARA ABORDAR EL MÉTODO CLÍNICO

Antes de adentrarnos en especificidades, es conveniente aclara que la Teoría General de Sistema (TGS),

así como su Método Sistémico Estructural Funcional (MSEF) sirvió en un momento determinado como

sustento de la Concepción Científica Holístico Configuracional (C-CHC), así como a la Teoría Holística

Configuracional (THC), y sus Método Holístico Dialéctico (M-HD). Sobre cuyos enfoques investigativos se

abordara en los acápites de este capítulo, intentando ser lo más explícito posible para la comprensión del

método clínico.

Es por eso, que a partir de aquí una lectura a simple vista, parecerá un texto repetitivo, iterativo, machacón

redundante, ampuloso, pesado entre otras cosas más, pero la lectura crítica y profunda, permitirá darse

cuenta de que en lo que parece repetición, hay a juicio de este autor un mayor nivel de esencialidad y

profundidad que se va devalando en el decursar del mismo, donde lo que se intenta es hacer expresión de

la sistematización del contenido del mismo con camino a la generalización; es por eso que se requiere de

una lectura crítica y a profundidad, con la que se mostrará como el autor intenta ser coherente con los

propios presupuestos del texto, e ir llevando al lector en esa dialéctica propia y circulo en espiral en el que

se presenta, la hermenéutica del autor.

58 
 
Es desde lo anterior que se es consciente, que como en cualquier otro libro de ciencia, no bastaría con una

primer y única lectura, se requieren múltiples lecturas y contextualizaciones que permita ir captando su

esencia.

Por otra parte, no obstante, a pesar de la titulación del capítulo, entre estos enfoques existen algunas

diferencias y similitudes que se intentaran exponer durante la explicación de los mismos. Para ir

entendiendo esto, se asume por este autor que lo holístico contiene lo sistémico, y viceversa, los sistémico

contiene lo holístico, se parte del presupuesto de la relación del todo y las partes en estrecha vinculación

dialéctica, pero en el momento del desarrollo de las categorías que guían la lógica de su aplicación y por

tanto su abordaje metodológico, estas se diferencian en su denominación. En ese sentido entre las

categoría de la TGS están los componente, estructura, sistemas, fronteras, objetivos, funciones, entropía,

recursividad, negaentropía, autopoyesis, homeostasia, entre otras; mientras que de la THC están:

configuraciones, dimensiones, eslabones, estructura de relaciones, eje integrador; estas teorías por demás

tiene sus regularidades, sus principios y leyes propias y su método propio, que revelan una lógica

coherente con sus categorías.

En ese sentido, en el capítulo se abordan dos enfoques comprendidos dentro del Paradigma Sistémico

para abordar el método clínico, que si bien se diferencian en sus presupuestos epistemológicos, sistemas

de categorías y procedimientos metodológicos, no significa en modo alguno que estas dos teorías se

excluyan o se sustituyan, ni tampoco que una contenga a la otra como caso particular, se trata de dos

aproximaciones epistemológicas, teóricas y praxiológicas a los sistemas y que se complementan en la

comprensión, explicación e interpretación de los procesos de la realidad objetiva y en general, de la

investigación de los procesos sociales y humanísticos, como son los referentes a las ciencias médicas

2.1.-Fundamentos epistemológicos de la Teoría General de Sistema que permita abordar el método

clínico
59 
 
Los fundamentos epistemológicos desde los que se asume la (TGS) y el método de investigación

Sistémico Estructural Funcional (MSEF), parten del reconocimiento de que la totalidad constituye una

unidad dialéctica de los elementos que la componen, donde las propiedades del sistema son

cualitativamente distintas a las propiedades de estos elementos constituyentes, son síntesis de las

relaciones entre los elementos y sintetizan estos, caracterizando el sistema y su desarrollo.

Las concepciones sistémicas, para alguno, no alcanzan el nivel de método filosófico, aunque tiene implícito

consideraciones filosóficas, al discurrir con el sistema, no como la realidad en sí misma, sino una

representación subjetiva de la realidad objetiva, poniéndose de manifestación la relación objeto-sujeto, así

como la relación dialéctica que se establece entre los componentes que lo constituyen. Pero si constituyen

un método general de las ciencias, que permite revelar las características esenciales de un objeto o

fenómeno desde determinado campo de la cultura, llegando a establecer la relación entre ese sistema,

como modelo, y la realidad objetiva que el sistema refleja.

Desde esta posición epistemológica, se reconoce el sistema como una expresión de la realidad objetiva y

no la realidad objetiva misma, que es modelada como un sistema, pero además se reconoce como un

principio la sistematicidad de los objetos de la realidad y del pensamiento teórico en su estudio e

investigación.

Las ideas sistémicas contemporáneas tienen su origen y consolidación en el Siglo XX, con el desarrollo de

la Biología en la primera mitad del siglo, al aparecer en sus dos primeras décadas las denominadas

“teorías organismicas” que agrupaban a un conjunto de interpretaciones y concepciones de la totalidad

orgánica y el proceso de surgimiento de nuevas propiedades en el desarrollo de los organismos vivos.

En los propios años veinte, G. Braun y P. Selars introducen el concepto de niveles estructurales, que

reconocían que la naturaleza se caracterizaba por la existencia de una jerarquía de niveles de diferente

60 
 
complejidad, los cuales se manifiestan y expresan por cualidades y leyes específicas, donde cada nivel

inferior está incluido en el nivel superior y debe considerarse como un elemento componente de éste. A

esta consideración no se le dio la importancia requerida en la época, para superar las limitantes de las

teorías organismicas, hoy es reconocida como la recursividad del sistema.

Ludwig von Bertalanffy en el campo de la biología, supera el pensamiento analítico-sumativo que era

considerado el método fundamental de esta ciencia, en el cual el organismo como conglomerado actúa o

reacciona sólo ante la acción de factores externos en forma reflectiva, revelando los vínculos existentes

entre los principios de la biología teórica y la teoría de sistemas, al emplear el método sistémico, que

reconoce que el sistema tiene una estructura dinámica que implica que sea internamente activo.

(Bertalanffy, L. 1950 -1968). En 1932 L. V.

Bertalanffy introduce el concepto de sistema abierto en la Biología, al considerar la relación de intercambio

entre el organismo vivo y el medio externo en tres aspectos; energía, sustancia e información, con lo que

aporta el eslabón que permitía unir las teorías de sistemas y las biológicas, aunque inicialmente esto sólo

fue considerado en los sistemas biológicos, también fue llevado a la física, y en particular al estudio de

sistemas termodinámicos y a la cinética física.

Otra consideración en los sistemas biológicos, de gran repercusión en la teoría de sistema, fue la de que

los sistemas biológicos se caracterizan por su equilibrio y por su autorregulación, o sea, por la

homeostasis, como tendencia al equilibrio, y la autopoyesis, como tendencia al autodesarrollo del sistema.

Por medio de la autorregulación se mantiene la propia existencia de los sistemas, su composición,

estructura y desarrollo, con sus relaciones internas propias y las transformaciones sujetas a leyes que se

revelan para todo el sistema en el espacio y el tiempo. (I.I. Shmalgansen 1968)

61 
 
Como síntesis de las consideraciones sistémicas de L. Bertalanffy, se puede afirmar que un objeto viviente

es su organización, en que el estudio de las partes y procesos aislados no puede dar una explicación

completa de los fenómenos vitales y no informa acerca de la coordinación de partes y procesos.

(Bertalanffy, L. 1987).

La Teoría General de Sistemas se constituye una teoría abierta que desde sus orígenes comprende una

diversidad de criterios y escuelas diferentes que le dan el peso fundamental a las consideraciones de las

cuales parten. Así por ejemplo, los estructuralistas hacen énfasis en el significado de las estructuras, es

decir, en los elementos componentes del sistema; los funcionalistas hacen el énfasis en la función, el uso y

la utilidad de las relaciones entre los elementos componentes. Representantes como T. Parson tratan de

unir ambos criterios para crear una escuela estructural -funcionalista.

La Teoría General de Sistemas ha hecho más énfasis en el análisis estructural de carácter sincrónico que

en el diacrónico, lo que no contribuye a la interpretación histórico social, por lo cual, si bien se acerca a una

interpretación dialéctica al modelar la realidad objetiva, como formada por sistemas de elementos

componentes relacionados unos con otros y con una estructura compleja; se aleja de ella, al no adentrarse

en el proceso del desarrollo y evolución histórica de esos sistemas.

La necesidad de concebir al objeto como un todo integrado, surge desde los comienzos del conocimiento

humano y su interés por adentrarse en la comprensión, explicación e interpretación de los procesos de la

realidad objetiva. Sin embargo, a pesar del carácter histórico del concepto de sistema y las valoraciones

que del mismo surgen en el desarrollo del pensamiento dialéctico, hay autores que prácticamente lo

niegan, o no quieren reconocer la relevancia de la dialéctica como método filosófico, con lo que pretenden

presentar la Teoría General de Sistema más que como un paradigma teórico e investigativo, como un

método filosófico que viene a solucionar los crecientes problemas de las ciencias, inmersas en el

62 
 
paradigma analítico, mecanicista, unilateral y causal de las ciencias mecánico clásicas y olvidan el

pensamiento dialéctico –crítico y la dialéctica como método filosófico.

De ahí que podamos distinguir dos tendencias en el desarrollo del pensamiento sistémico contemporáneo:

la primera tendencia que reconoce el planteamiento sistémico como paradigma de las ciencias y que la

Teoría General de Sistemas, por su generalidad pasa a tener rango filosófico, y la segunda tendencia que

reconoce la Teoría General de Sistemas como modelo aplicable a las ciencias, pero no pretende darle un

alcance filosófico.

Otro aspecto que está presente es que a pesar de que el paradigma sistémico surge en contraposición a

los fundamentos del paradigma empírico–analítico, aún subsiste la visión mecanicista y la interpretación

metafísica del desarrollo en la determinación del sistema y su estructura, propio de la concepción

positivista, en que la investigación se reduce con frecuencia a uno de los elementos del sistema, su

estructura, y a partir de ahí se pretende hacer una generalización al todo.

También la consideración de la estructura como un sistema determinado de elementos componentes

relacionados, tiende a una formalización que reduce la complejidad de la realidad objetiva a los límites

establecidos por la estructura. Por otra parte uno de los vicios que aún subsiste, es que se busca la

totalidad de la estructura a partir de los elementos que la componen, centrando la atención en estos y no

en la interrelación entre ellos.

Identificar los componentes de la estructura, aunque incompletos, puede permitir un acercamiento

metodológico, de carácter exploratorio como un primer acercamiento a la investigación del objeto de la

realidad que debe ser sucedido por la interpretación de las relaciones complejas y esenciales que

sustentan la estructura.

63 
 
En correspondencia con lo anterior, se pueden derivar como limitantes fundamentales en el uso de la

concepción sistémico estructural para el empleo de la interpretación del proceso de salud-enfermedad.

. Cuando se hace una reducción al enfoque sincrónico, que no permite revelar la historicidad del proceso.

. Cuando se hace una aplicación de un enfoque mecanicista y por tanto unilateral, que hace reducir el

estudio de los elementos componentes del sistema a la suma de las partes que lo integran.

. Cuando se hace una concepción limitada del modelo de la totalidad desde el punto de vista metodológico

en el proceso de comprensión de la realidad, que implicaría una visión también insuficiente del objeto que

no permitirá interpretar el proceso con la requerida profundidad.

Pero no obstante en todos los casos se debe entender el modelo como totalidad concreto pensado, lo que

expresa un nivel de abstracción, que no implica un empobrecimiento de la interpretación, al revelar las

relaciones esenciales, así como las contradicciones que determinan las transformaciones de la realidad

objetiva.

2.2.-Concepciones básicas y categorías de la Teoría General de Sistemas que permiten abordar el

método clínico.

La Teoría General de Sistemas se fundamenta en tres premisas básicas, que permiten abordar el método

clínico las que son:

I. Los sistemas existen dentro de sistemas. En ese sentido el sistema respiratorio existe dentro

del organismo como un todo, este organismo que se tipifica en un hombre, es un sistema dentro de

otro sistema que puede ser la especie humana y así sucesivamente.

II. Los sistemas son abiertos. El sistema respiratorio está en relación con los demás sistemas.

Cardiovascular, hemolinfo, digestivo;

64 
 
III. Las funciones de un sistema se relacionan con su estructura. Las funciones del sistema

respiratorio se relaciona en su totalidad con los pulmones, bronquios, tráquea, etc.

Por otra parte, la Teoría General de Sistemas está condicionada por ideas básicas que se han generado a

partir de su aplicación y que se resumen en las siguientes:

1.-Existe una nítida tendencia en su aplicación hacia la integración de diversas ciencias, lo que se aprecia

en los diferentes campos de la cultura en que se han empleado, constituyendo la Teoría General de

Sistemas y el Método Sistémico Estructural una vía que permite generar una integración de las ciencias.

2.-La integración de los diferentes campos de la cultura se produce sobre la base del objeto o proceso

estudiado como un sistema.

3.-La Teoría General de Sistemas y el Método Sistémico Estructural, constituye una alternativa para la

construcción del conocimiento científico.

4.-La Teoría General de Sistemas afirma que las propiedades de los sistemas no pueden ser

comprendidas, explicadas e interpretadas en términos de sus elementos componentes por separado, ni por

la suma de sus elementos. La interpretación de los sistemas se alcanza cuando se estudian los sistemas

como totalidades, involucrando todos los subprocesos o elementos componentes y sus relaciones.

El concepto de sistema se extendió a las diversas ciencias, y principalmente, a la gestión, así por ejemplo

si se habla de astronomía, se piensa en el sistema solar; si el tema es fisiología, se piensa en el sistema

nervioso, en el sistema circulatorio, en el sistema digestivo. En la sociología se habla de sistema social y

en la física de sistemas mecánicos, ópticos, atómicos, y así sucesivamente.

 Categorías que caracterizan los sistemas.

65 
 
Cuando se hace una representación sistémica de la realidad objetiva, sea un objeto, proceso o fenómeno

de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento hay que tener en cuenta las siguientes categorías, que

configuran las categorías esenciales de la TGS.

 Sistema. Un sistema es un conjunto de objetos (procesos) relacionados entre sí por alguna forma

de interacción, que los identifica con determinada independencia y coherencia, donde los objetos o

procesos adquieren el significado de elementos componentes y sus relaciones determinan el

significado alrededor del cual se integran estos, a la vez que los elementos componentes le

aportan sentido al sistema. En la determinación del sistema se revelan las relaciones entre los

elementos componentes y el comportamiento del todo.

Ejemplos: sistema digestivo, sistema cardiovascular, el ser humano,

 Estructura Constituye el conjunto de elementos componentes que pueden ser identificados por

medio de las relaciones de significación dentro de los límites establecidos por el sistema, estas

relaciones de significación determinan una organización y le aportan coherencia a los elementos

componentes.

Ejemplo: el corazón, la aorta, la cava superior, la cava inferior y otros que en su relación

estructural conforman el sistema cardiovascular.

El sistema nacional de salud: en su relación estructural dado por la APS, ASS, ATS; Hospitales,

Policlínicos, institutos de investigación, entre otros.

Asociado al concepto de estructura, se introduce el de niveles estructurales, que reconoce la

existencia de una jerarquía de niveles de diferente complejidad, los cuales se manifiestan y

expresan por cualidades, regularidades y leyes específicas, donde cada nivel inferior está incluido

en el nivel superior y debe considerarse como un elemento componente de éste, lo que está

relacionado con el concepto de recursividad.

66 
 
Ejemplo: los policlínicos y hospitales como sistema están incluidos a la dirección municipal de

salud, esta está dentro de la dirección provincial y esta última a su vez dentro del Ministerio

Nacional de Salud; otro ejemplo puede ser visto que el sistema digestivo está dentro de un

organismo humano como sistema, este dentro de una familia, esta está dentro de una comunidad y

así sucesivamente.

 Frontera, contexto y medio ambiente. El concepto de frontera, se identifica con los límites entre

el sistema y su contexto o medio ambiente. El sistema, contexto o medio ambiente tiene un

carácter relativo, lo que es establecido según los criterios con que se delimite el propio sistema.

Así el universo está formado de múltiples sistema que se interrelacionan, siendo posible pasar de

un sistema a otro más abarcador atreves de sus fronteras,

De la definición de L. Bertalanffy, según la cual el sistema es un conjunto de unidades

recíprocamente relacionadas, se deducen dos conceptos: el propósito (u objetivo) y el de

totalidad. Esos dos conceptos expresan las dos características básicas de un sistema y de las que

se derivan las demás características.

El término sistema es generalmente empleado en el sentido de sistema total. Los elementos componentes

necesarios para la operación de un sistema total son llamados subsistemas, los que a su vez, están

formados por subsistemas de orden inferior, más detallados. Así, tanto la jerarquía de los sistemas como el

número de los subsistemas dependen de la complejidad intrínseca del sistema total.

Los sistemas se desarrollan en un medio específico (ambiente) en que existen y son condicionados por él,

no existiendo sistemas que estén fuera del medio, donde el medio (ambiente) es el conjunto de todos los

objetos que, dentro de un límite específico pueden tener alguna influencia sobre la operación del sistema, y

los límites (fronteras) son las condiciones ambientales dentro de la cual el sistema debe operar.

67 
 
 Propósito u objetivo. Todo sistema tiene propósitos u objetivos, que expresa el resultado de la

integración de los elementos componentes, y las relaciones que entre estos se establecen,

determinan una estructura a través de la cual se alcanza el objetivo como aspiración.

La determinación del sistema tiene un carácter relativo y depende de quienes lo delimiten, donde lo que

para algunos puede ser considerado como un sistema para otros solo se trata de un subsistema o al

contrario, ello depende del alcance y la precisión de los objetivos y de la extensión del problema planteado.

 Totalidad. Todo sistema tiene una naturaleza orgánica, por la cual una acción que produzca

cambio en uno de sus elementos componentes, con mucha probabilidad producirá cambios en

todos los otros elementos componentes de éste. En otros términos, cualquier acción en un

elemento componente del sistema afectará todos los demás elementos, debido a la relación

existente entre ellos. El efecto total de esos cambios o alteraciones se presentará como un

movimiento de todo el sistema, el que siempre reaccionará como totalidad a cualquier estímulo

producido en cualquiera de sus elementos componentes.

El sistema total es el representado por todos los elementos componentes y sus relaciones

necesarios para alcanzar un objetivo, con un número de restricciones. El objetivo del sistema total

precisa la finalidad para la cual fueron ordenados todos los componentes y relaciones, mientras

que las restricciones del sistema son las limitaciones introducidas en su operación que definen sus

límites (fronteras) y posibilitan explicar las condiciones bajo las cuales debe operar.

En correspondencia con lo anterior, se puede afirmar que en el sistema se están produciendo

cambios constantemente y con ello se producen reajustes como un todo. Los cambios y reajustes

están determinados por dos procesos contradictorios caracterizados por las categorías: entropía,

negaentropía y homeostasis.

68 
 
 Entropía. Es la tendencia al desorden que tienen los sistemas, a la desintegración y a un aumento

de la aleatoriedad. A medida que la entropía aumenta, los sistemas se transforman a estados más

simples, por el contrario cuando disminuye la entropía es consecuencia de una tendencia en el

proceso al orden, esto es negaentropía.

Los cambios en la entropía están relacionados con la información en el sistema, pues a medida

que aumenta la información, disminuye la entropía, dado que la información es la base de la

estructuración y del orden. Si se pierde comunicación o hay un desconocimiento de los niveles de

autoridad, funciones, jerarquía, entre los elementos componentes de un sistema, como puede ser

una organización de salud, la entropía aumenta y la organización se va reduciendo a formas

gradualmente más simples de individuos y de grupos. De ahí el concepto de entropía negativa

(negaentropía), o sea, la información como medio de ordenamiento del sistema.

 Homeostasis. Es el equilibrio dinámico entre los elementos componentes del sistema, como

proceso o tendencia de los sistemas a adaptarse con el fin de alcanzar un equilibrio interno frente

a los cambios externos.

 La sinergia. La sinergia del sistema expresa la propiedad de éste de alcanzar cualidades, que son

resultado de la integración de los elementos componentes y que no se manifiestan en los

elementos por separado, se refiere a que la totalidad del proceso no es igual a la suma de sus

elementos componentes, sino que implica una nueva cualidad, diferente y superior, por lo que, si

se investiga un proceso, se tendrá que mirar no a sus elementos componentes uno por uno, sino a

la integración del sistema como la totalidad en su complejidad, su organización y las relaciones

que de ella surgen.

 Recursividad y subsistemas. Cuando se habla de sistemas como totalidades, se puede referir a

todo el universo, porque es en última instancia la mayor totalidad conocida. Sin embargo, cuando

69 
 
se está analizando algún fenómeno social o humano se necesita poner límites en el sistema

considerado.

A través de la Teoría General de Sistemas, se pueden determinar los elementos componentes que

constituyen un sistema reconocible, porque se identifican sus límites, lo que permite comprenderlo,

explicarlo e interpretarlo y con ello establecer causas y consecuencias dentro del sistema o entre el

sistema y su medio ambiente o entorno, lo esencial es tener presente que el sistema es cualquier

entidad que se muestra como independiente y coherente, aunque se encuentre situada al interior

de otro sistema, o bien, aunque envuelva y contenga a otros subsistemas de menor alcance, eso

es lo que se llama la recursividad de los sistemas. En otro sentido, la coherencia del sistema se

puede determinar a través de comprobar la recursividad del sistema.

 La Autopoyesis. Se introduce como categoría que expresa el proceso que se produce en los

sistemas, en que a pesar de ser un constructo teórico elaborado por los sujetos conscientemente,

tienden a cobrar ciertos niveles de autonomía propia, independiente de quienes lo crearon y de las

personas que los hacen realidad.

Lo anterior significa que determinados sistemas fundamentalmente sociales y humanos, que son

expresión de procesos de esa realidad, se generan continuamente a sí mismos en determinadas

condiciones o se trata de agencias o instituciones, que según plantea el sociólogo británico A.

Giddens, (citado H. Maturana, 1994:28 ) "producen y reproducen las condiciones de su propia

existencia", o bien, que "se levanta por sus propios cordones, y se constituye como distinto del

medio circundante por medio de su propia dinámica, de tal manera que ambas cosas son

inseparables".

Como una manifestación elemental de la autopoyesis está la retroalimentación, que implica que

los sistemas abiertos, como los sistemas sociales, por ejemplo, generalmente contienen algunas

70 
 
formas de operar dentro de sí que le permiten tener información sobre si mantienen su

intencionalidad o propósitos correctos o no.

Cuando esta información pone en marcha algún mecanismo o sistema menor de corrección del

proceso, en correspondencia con los propósitos del sistema como totalidad, se manifiesta el

carácter cibernético, ya que los sistemas cibernéticos son todos aquellos que pueden corregir su

propia marcha para alcanzar su objetivo o propósito.

En un sistema social esto podría significar que distintas instituciones internas pueden presionar o

intentar corregir la dirección que sigue la sociedad o comunidad implicada en tal sistema. Ello es

consecuencia del carácter cibernético del sistema que tiene su propio sistema de control y

corrección de su orientación, como sistemas autónomos. También aparece como consecuencia la

necesidad de que al interior del sistema se dé una comunicación expedita y clara entre sus

diferentes elementos componentes, para que el sistema de retroalimentación pueda operar sobre

la dirección correcta en aras de alcanzar su objetivo o propósito.

Las categorías antes definidas se pueden relacionar mediante la representación en la que se identifica el

sistema mediante su estructura, objetivo y sinergia, pero las transformaciones y dinámica del sistema están

determinadas por la entropía, homeostasis, recursividad y autopoyesis.

 Tipos de sistemas

Existe una gran variedad de sistemas y una amplia gama de tipologías para clasificarlos, de acuerdo con

ciertas características básicas, y atendiendo a su constitución, los sistemas pueden ser concretos o

abstractos, esta clasificación no niega en ningún momento que el sistema es una representación mental y

por tanto subjetiva de la realidad objetiva, o sea una abstracción en la mente del individuo que lo investiga,

es una modelación de la realidad, pero esta clasificación está basada en esa realidad representada.

71 
 
 Sistemas concretos, cuando lo que se representa en la mente del investigador están compuestos

por equipos, por maquinaria y por diferentes dispositivos tecnológicos y pueden ser descritos en

términos cuantitativos de desempeño.

 Sistemas abstractos, cuando los que se representa el investigador están compuestos por

conceptos, categorías, planes, hipótesis e ideas. Aquí, los símbolos representan cualidades y

proceso (objetos), que sólo existen en la consciencia de los sujetos, como expresión de la realidad

objetiva. Como un ejemplo; del sistema físico, el hardware, que opera en consonancia con el

sistema abstracto, software.

Esta clasificación anterior no niega que hasta lo concreto de un aparato, también es en última instancia una

representación mental de la realidad y por tanto una configuración, ya que en el estudio de procesos,

objetos o fenómenos de la realidad, solo puede efectuarse mediante una representación mental que no es

más que una abstracción en la construcción del conocimiento.

En cuanto a su naturaleza, los sistemas, como modelos y por tanto como abstracciones de la realidad

pueden ser clasificados en cerrados o abiertos:

 Sistemas cerrados. Son los sistemas que no presentan intercambio con el medio ambiente (esto

no lo acepta este autor) o contexto que los rodea, pues son herméticos (lo cual no existe) a

cualquier influencia. Se han denominado sistemas cerrados a aquellos cuyo comportamiento es

totalmente determinístico y programado y que operan con muy “poco” intercambio con el medio

ambiente o contexto. El término también es utilizado para los sistemas completamente

estructurados, donde los elementos componentes y relaciones se combinan de una manera

peculiar y “rígida” produciendo un resultado “invariable”. Son los llamados sistemas mecánicos,

como las máquinas y estructuras.

72 
 
 Sistemas abiertos. Son los sistemas que consideran las relaciones de intercambio del objeto con

el medio ambiente o contexto (que en realidad son todos los que existen), a través de entradas y

salidas de influencias.

Son eminentemente adaptativos, esto es, deben reajustarse constantemente a las condiciones del

medio ambiente o contexto, y su estructura es óptima cuando los elementos componentes se

organizan, aproximándose a una operación adaptativa. La adaptabilidad es un proceso continuo de

aprendizaje y de auto-organización.

Los sistemas abiertos tienen sentido cuando modelan objetos o procesos que se encuentran en

relación continua con el medio ambiente o contexto.

El concepto de sistema abierto puede ser aplicado en la modelación a diversos niveles de

complejidad de los objetos o procesos, como por ejemplo: a una célula, un órgano, un sujeto, a un

grupo de sujetos, a una organización y a la sociedad en su conjunto, lo que comprende desde un

microsistema hasta un macrosistema como el universo.

Esta clasificación de los sistemas, está en controversia en los momentos actuales, desde la propia

teoría de sistema, pues para muchos todos los sistemas son abierto, tanto en la realidad objetiva

como en el pensamiento, en todos está la relación indisoluble de lo abstracto y lo concreto, estos

es válido mucho más en el propio proceso de investigación científica, en tanto los sistemas son

una representación subjetiva de la realidad objetiva. Y en ese sentido es una configuración.

En relación a lo expuesto en este epígrafe, dejamos a los lectores que establezcan sus propios

razonamientos en relación al método clínico y las investigaciones que sean capaces de desarrollarse como

médico ante los problemas de salud-enfermedad del individuo, la familia y la comunidad que se le

presenten, o establezcan como objetos de estudio o situaciones problémicas imaginarias.

73 
 
2.3.-El método sistémico estructural funcional como lógica de la investigación científica y por tanto

del método clínico.

Este autor asume que toda teoría además de sus categorías tiene un método propio para la investigación,

por lo tanto esto es aplicable a la TGS. El Método Sistémico Estructural Funcional expresa la lógica o

sucesión de procedimientos que pueden ser seguidos por el investigador clínico en la construcción del

conocimiento médico-clínico, en consecuencia con la Teoría General de Sistemas. El mismo se conforma

en un sistema de procedimientos e indicaciones que guían este proceso y que si son aplicados

conscientemente por los médicos como sujetos de acuerdo a la naturaleza del objeto (problema de salud-

enfermedad), a los presupuestos epistemológicos, a la hipótesis que elabora y a la diversidad de las tareas

que se realizan, permiten la construcción del conocimiento de manera coherente y rigurosa.

En la aplicación del método sistémico estructural se es consecuente con el enfoque de sistema, entendido

como una manera de enfrentar un problema de salud-enfermedad en la que se toma una posición que trata

de abarcar todos los elementos componentes, que se encuentran en interacción, considerar sus relaciones

y los aspectos que se involucran, considerando el problema, la hipótesis, el modelo y el instrumento para la

aplicación del modelo como expresiones del todo y los datos, los elementos, las diversas relaciones y los

procedimientos del instrumento como expresiones de las partes de esa totalidad.

Se requiere de enfoque totalizador para ser consecuentes con una lógica científica, porque al utilizar

simultáneamente los puntos de vista de diversas disciplinas, se tiende hacia el análisis de la totalidad de

los componentes o aspectos estudiados, así como de sus interrelaciones.

La lógica o metodología sistémica estructural funcional se desarrolla a través de los eslabones del proceso

de investigación, mediante los procedimientos del método, los que se resumen a continuación.

74 
 
Loa eslabones que se exponen a continuación no son una sucesión de acciones lineales una después de

otra, sino que se asumen como un enlace dialectico y en espiral entre sucesos del proceso de

investigación, o sea la manera de expresar y entrelazar los posesos secuenciales en la investigación

científica.

1.-Eslabón de la caracterización facto perceptible del proceso (objeto). Determinar la situación

(problema) el objeto, objetivo, campo de acción e hipótesis a partir de los datos.

Este procedimiento está caracterizado por el proceso de abstracción, que realiza el investigador clínico del

objeto de la realidad (problema de salud-enfermedad), en el que determina la situación que se presenta en

el objeto, revelando las discrepancias entre lo que es y lo que debe ser, se cuestiona sobre las causas de

la discrepancia, y trata de encontrar respuesta en el diagnóstico causal, en lo tendencial y en los datos

teóricos de la caracterización de la situación (el problema y el objeto de investigación), sobre la base del

conocimiento médico-clínico establecido y del contexto social y natural, lo que está íntimamente

relacionado con un hecho o manifestación externa de la realidad objetiva.

En el proceso de abstracción, la intencionalidad del investigador clínico se va concretando en la

determinación del objetivo y el campo de acción, a la vez que van emergiendo respuestas a interrogantes,

suposiciones que poseen determinado grado de fundamentación y con ayuda de las cuales el investigador

trata de explicar los hechos identificando componentes, estructuras y relaciones, recurriendo al

planteamiento de suposiciones como condición para la construcción y desarrollo del conocimiento, puesto

que las conjeturas, suposiciones y argumentos tienen que estar en el núcleo mismo de la hipótesis.

La caracterización del problema y del objeto se conceptualiza a partir de la cultura del investigador, se

discriminan conceptos, se identifican componentes, se establecen relaciones entre conceptos y se precisan

75 
 
categorías que permiten comprender las características del objeto estudiado, para sobre esta base

configurar la hipótesis de la investigación.

2.-Eslabón de la modelación del objeto y el instrumento (objeto transformado)

Modelación del objeto

La modelación es un proceso de abstracción, o sea un proceso del pensamiento del médico clínico durante

la investigación de un problema de salud-enfermedad que intenta resolver, donde hace la identificación de

los componentes del sistema. Se determinan los posibles elementos componentes, identificando las

relaciones como un primer acercamiento a la modelación de su estructura. Se identifican los límites entre el

sistema y su contexto o medio ambiente, teniendo en consideración que el contexto o medio ambiente

tiene un carácter relativo, lo que es establecido según los criterios con que se delimite por el propio

investigador.

· Determinación de la recursividad y la jerarquía del sistema, caracterizando la estructura y la

naturaleza de los componentes y el sistema mismo.

Se determina si el conjunto de elementos considerados pueden ser identificados por medio de las

relaciones de significación dentro de los límites establecidos por el sistema, estas relaciones de

significación determinan una organización y le aportan coherencia a los elementos para que puedan ser

considerados como componentes del sistema.

Se determinan los niveles estructurales, que reconoce la existencia de una jerarquía de niveles de diferente

complejidad, revelando si se manifiestan cualidades, regularidades y leyes específicas, en la relación de

que cada nivel inferior esté incluido en el nivel superior y debe considerarse como un elemento

componente de éste, lo que se identifica con la recursividad y la jerarquización del sistema.

76 
 
· Determinación de las relaciones entre los elementos componentes de la estructura e identificación

del objetivo del sistema.

Se revelan las relaciones entre los elementos componentes y el comportamiento del todo, caracterizando

las relaciones, que con carácter esencial se desarrollan en la estructura y permiten explicar el

comportamiento del sistema. Se determinan los propósitos u objetivos, que expresan el resultado de la

integración de los elementos componentes y las relaciones que entre estos se establecen y determinan la

estructura a través de la cual se alcanza el objetivo.

· Determinación de las funciones del sistema en su relación con la estructura, como primera

aproximación.

A partir de la estructura del sistema se identifican las funciones como manifestación de esta estructura y

del objetivo del sistema. Se determinan las funciones, en una primera aproximación, como la expresión

externa del significado del sistema, que adquieren los elementos componentes y en sus relaciones

determinan el significado alrededor del cual se integran estos, a su vez los elementos componentes le

aportan sentido a la estructura como totalidad del sistema, todo lo cual se expresa de forma sintética en las

funciones.

A partir de esta primera aproximación a la determinación de la relación, estructura y función se elabora un

modelo previo que tiene que ser sometido a los criterios determinados por las categorías de la Teoría

General de Sistemas, como son: sinergia, entropía, homeostasis y autopoyesis.

· Determinación de la sinergia del sistema.

Se identifican las relaciones entre los elementos componentes y con la totalidad, y de ellas emerge la

sinergia como cualidad de la totalidad, lo que permitirá valorar la función del sistema como expresión

77 
 
externa de las cualidades de éste. Lo anterior implica corroborar la correspondencia necesaria entre la

estructura y las funciones del sistema.

Determinar la sinergia del sistema, revelando las relaciones entre los elementos componentes que la

sustentan, significa una regularidad esencial que da cuenta de la propiedad fundamental del sistema y por

tanto constituye parte del modelo.

· Determinación de la entropía y la homeostasis del sistema.

Se determina la tendencia al orden o al desorden en los elementos componentes del sistema como

transformación en el tiempo, a partir de los intercambios que se producen en el proceso y que son

expresados en el modelo. Tanto por las influencias externas como por las relaciones internas en el

sistema, se producen transformaciones hacia el desorden o hacia el orden que se identifican en las

relaciones entre los elementos componentes causantes del aumento o disminución de la entropía. En el

caso de los procesos sociales la forma fundamental de intercambio es a través de la información.

Se identifica el equilibrio dinámico en el sistema, a través de los elementos componentes que propician

este equilibrio y permiten una manifestación estable de ese sistema.

Significa que cuando se produce la homeostasis del sistema se mantiene un nivel equivalente entre la

entrada y la salida de influencias sobre el proceso. Hay que determinar la relación dialéctica entre la

entropía y la homeostasis como tendencias contradictorias que determinan la autorregulación del sistema.

Determinar la entropía y la homeostasis del sistema, revelando las relaciones entre los elementos

componentes que las sustentan y las relaciones entre ellas, significa revelar regularidades esenciales que

se expresan en la totalidad del sistema y por tanto, constituyen parte del modelo.

· Identificación de la autopoyesis del sistema.

78 
 
Se identifican los elementos componentes que en su relación contradictoria tienden al autodesarrollo del

sistema, lo que implica que el mismo revele ciertos niveles de autonomía propia, independiente de quienes

lo crearon y de los sujetos que hacen realidad el proceso. Determinar la autopoyesis del sistema, revelando

las relaciones entre los elementos componentes que lo sustentan, significa una regularidad esencial que se

expresa en la totalidad del sistema y por tanto constituye parte del modelo.

· Determinación del modelo definitivo.

Una vez establecidas las regularidades del sistemas, se modela definitivamente el sistema, teniendo en

cuentas las relaciones integradoras entre los elementos componentes, contentivas de las categorías

sinergia, entropía, homeostasis y autopoyesis.

El modelo sistémico del objeto (proceso) queda constituido por el sistema de regularidades, la estructura y

las funciones, donde las regularidades dan cuenta de la coherencia entre la estructura y las funciones del

sistema.

Modelación del instrumento

La atracción del instrumento también es un momento del pensamiento con una significación práctica donde

se considera:

· Determinación del tipo de instrumento a partir del objeto transformado.

A partir del modelo del objeto transformado, se determina el tipo de instrumento más adecuado para su

aplicación en la realidad objetiva, que debe ser coherente con las categorías del método sistémico

estructural.

· Determinación de los métodos y procedimientos.

79 
 
Se determinan los diversos procedimientos según las regularidades del modelo elaborado y en

correspondencias con las categorías sistémicas. Los procedimientos tienen que secuenciarse para que

sean reveladores de una lógica dinámica de actuación de los sujetos encargados de su aplicación, en la

que se tenga en cuenta las relaciones con el contexto y el condicionamiento histórico, además de la

naturaleza del objeto y de los sujetos que lo aplican.

· Determinación de la integralidad del instrumento.

Se valora la coherencia de los procedimientos en la búsqueda de una integralidad como sistema, así como

la armonía interna de la lógica de los procedimientos.

3.-Eslabón de la aplicación del instrumento.

En este eslabón se desarrollan tres alternativas, cuya selección dependerá de la intencionalidad científica

del investigador: la corroboración, la ejemplificación y la aplicación total del instrumento.

En todos los casos se tendrá en consideración, además de los procedimientos del instrumento, las

categorías sistémicas o de la Teoría General de Sistemas. La mayor expresión de la concreción de la

transformación cualitativa del objeto de investigación se alcanza cuando es valorada la autopoyesis del

sistema.

En el apartado siguiente luego de las cuestiones generales que se han explicitado en los anteriores en

relación al paradigma sistémico se exponen algunas particularidades concreta aplicables al método clínico

 Paradigma sistémico concretado al método clínico

El paradigma sistémico como se expresó anteriormente surge y se desarrolla debido a las limitaciones de

los procedimientos empíricos analíticos. La razón estructural parte de la noción de estructura, entendida

como modelo o constructo que expresa el objeto de la realidad. Las ideas sistémicas tienen su origen y

80 
 
desarrollo en el Siglo XX, con la Biología, al aparecer en las dos primeras décadas las denominadas

“teorías orgásmicas” que agrupaban un conjunto de interpretaciones y concepciones de la totalidad

orgánica y el proceso de surgimiento de nuevas propiedades en el proceso de desarrollo de los organismos

vivos.

G. Braun y P. Selars -se recuerda- introducen el concepto de niveles estructurales, que reconocían que la

naturaleza se caracterizaba por la existencia de una jerarquía de niveles de diferente complejidad, los

cuales se manifiestan y expresan por cualidades y leyes específicas donde cada nivel inferior está incluido

en el nivel superior y debe considerarse como un elemento componente de este. A esta consideración no

se le dio la importancia requerida en la época para superar las limitantes de las teorías organismicas.

Ludwig von Bertalanffy supera el pensamiento analítico-sumativo que era considerado el método

fundamental de esta ciencia, en el cual el organismo como conglomerado actúa o reacciona sólo ante la

acción de factores externos en forma reflectiva, revela los vínculos existentes entre los principios de la

biología teórica y la teoría de sistemas, al emplear el método sistémico, donde reconoce que el sistema

tiene una estructura dinámica, que implica que él sea internamente activo.

En 1932 L. V. Bertalanffy introduce -se recalca- el concepto de sistema abierto, en la relación de

intercambio entre el organismo vivo y el medio externo en tres aspectos; energía, sustancia e información,

con lo que aporta el eslabón que permitía unir las teorías de sistemas y las biológicas, aunque inicialmente

sólo fue considerada en los sistemas biológicos, también fue llevado a la física en particular al estudio de

sistemas termodinámicos y a la cinética física.

Las concepciones sistémicas no alcanzan el nivel de método filosófico, pero si constituyen un método

general de las ciencias, que permite revelar las características esenciales de un objeto o fenómeno desde

81 
 
determinado campo de la cultura, donde se incluyen las ciencias médico-clínicas, llegando a establecer la

relación entre ese sistema y la realidad objetiva que el sistema refleja.

La posición epistemológica reconoce al sistema como una expresión subjetiva de la realidad objetiva y no

la realidad misma, que es modelada como un sistema, pero además se reconoce como un principio la

sistematicidad de los objetos de la realidad estudiada y del pensamiento teórico en su estudio.

La TGS fue potenciada además por Kurt Goldstein (1878-1965) quien fue un psiquiatra y neuropsicólogo

de origen alemán. Dirigió el departamento de neurobiología del hospital de Frankfurt. En 1935, se trasladó

a Estados Unidos. Fue influido por la Escuela de la Gestalt, defendiendo la teoría de que el organismo

funciona como un todo y la totalidad. Cada lesión cerebral provoca un trastorno determinado y es la

reacción general del organismo la que permite comprender el síntoma. Se destacó por sus investigaciones

sobre las afasias y como autor de su obra principal Der Aufbau des Organismes o La estructura del

organismo (1934).

Lo anterior entra en contradicción con algunas opiniones médicas al diferenciar la existencia por un lado de

aparatos y por otro lado de sistemas, haciendo una distinción entre los mismos, con la cual no se

coinciden, y que se deja su análisis para otro espacio, para que este, no se aleje de sus objetivos

fundamentales propuestos en este texto.

 Consideraciones epistemológica del paradigma sistémico útiles para la aplicación del

método clínico

La realidad como totalidad en la aplicación del método clínico se puede expresar a través de la unidad de

los elementos que componen esa realidad, donde las propiedades del sistema son cualitativamente

distintas a la suma de las propiedades de los elementos constituyentes y síntesis de las relaciones entre

los componentes, lo cual caracteriza el sistema y la dirección de su desarrollo. En ese sentido el cuerpo

82 
 
humano al considerarlo como un sistema en su totalidad tiene cualidades propias que son diferentes de las

de cada uno de los subsistemas que lo conforman, así el sistema cardiovascular tiene sus propias

características que en unión no sumatoria con cada uno de los demás sistemas de organismo humano, le

confieren las cualidades al todo.

La estructura, entendida como modelo o constructo de relaciones entre componentes que expresa el objeto

de la realidad en su movimiento. Los componentes como abstracción que expresa partes identificables del

objeto de la realidad en su movimiento.

Lo anterior constituye delimitaciones realizadas desde las consideraciones epistemológicas de que entre

sus partes o aspectos integrantes, las relaciones son de orden superior que con el medio. La estructura

determina las cualidades y el resultado de la interacción de los componentes que expresa el objeto de la

realidad.

Es en ese sentido que un objeto, proceso o fenómeno de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento

relacionado con la salud humana y por tanto sobre lo cual se actúa mediante el método clínico ha de verse

como una totalidad con sentido y significado determinado y adquirido por su estructura, determinada por la

unidad de sus componente, los cuales tienen su significado y sentido independiente.

Un ejemplo en la aplicación del método clínico ante estos tema lo tenemos también en la confección de la

historia clínica vista como sistema, donde está integrada por un conjunto de componente como son, datos

generales, interrogatorio compuesto por una anamnesis próxima y una anamnesis remota; el examen físico

compuesto por el general, el regional, por sistema y aparatos, cuyos componentes le confieren una

estructura como totalidad, dándole significado y sentido a la historia clínica como totalidad.

También en otro ejemplo más específico cuando se aborda el examen físico como totalidad, este está

configurado en los componentes de: inspección, palpación, percusión y auscultación, los cuales a su vez si

83 
 
son visto como sistemas separados y tiene sus propios componentes específicos según el sistema o

aparato explorado, donde se representa la recursividad.

En ese sentido unas de las categorías inherente al paradigma sistémico y por tanto a la teoría general de

sistema y de aplicación con el método clínico que considera el auto que no se pueden obviar son:

• SINERGIA: constituye la categoría que expresa que los componentes del sistema en su

interacción desarrollan propiedades y cualidades como un todo diferentes a las de las partes. Se sustenta

en la dialéctica como fuente del desarrollo. Un ejemplo concreto para el uso del método clínico se puede

referir en que la relación de los componentes que establecen la estructura de la historia clínica en estrecha

relación dialéctica condiciona el desarrollo del diagnóstico de una determinada enfermedad como totalidad.

• RECURSIVIDAD. Los sistemas se estructuran en subsistemas y a su vez son parte de otros

sistemas. Significa que cualquier entidad se muestra como independiente y coherente, aunque esté

integrada dentro un sistema o que contenga otros subsistemas, considerar como sistema a cualquier

entidad que se muestra como independiente y coherente, aunque se encuentre situada al interior de otro

sistema, o bien, aunque envuelva y contenga a otros subsistemas menores, eso es lo que llamamos la

recursividad de los sistemas y es consecuencia de que todos los componentes tienen igual naturaleza.

Así por ejemplo el organismo humano como totalidad de sistema tiene en su integración otros sistemas

como son el cardiovascular, el respiratorio, el endocrino entre otros, los cuales a su vez tiene otros

subsistemas, como son el cardiovascular central y el cardiovascular periférico y así sucesivamente.

Por otro lado la historia clínica como totalidad de sistema, se estructura por otros componente que son

subsistema de la misma y así tenemos el interrogatorio como sistema y el examen físico, los cuales se

constituyen por su determinada estructura, como por ejemplo el interrogatorio tiene una anamnesis remota

y una anamnesis próxima y el examen físico uno general y otro por aparatos y sistema.

84 
 
Existen además de estructura, componente, sinergia y recursividad, otras categorías propias de dicha

teoría como son: frontera, objetivos, funciones, autopoyesis, homeostasia, entropía, negaentropía entre

otras que hay que tener en cuenta cuando se aplica el método clínico como método de investigación

científica en el accionar del médico si se es consecuente con este paradigma de la investigación, que no se

agotan en este texto por no constituir en sí mismo un texto de metodología de investigación estrictamente

diferenciado y si tener simplemente como objetivo mostrar la diversidad investigativa para la aplicación del

método clínico.

Es por lo anterior que se remite al lector al estudio de los textos y manuales de metodología de

investigación científica, más específicos, considerando siempre la diversidad existente de la misma, que

está en dependencia del objeto a investigar y de la cultura del investigador y por tanto de los interese

individuales y sociales

• Proceso de investigación sistémico estructural funcional como lógica de la creación del

conocimiento científico en los médicos mediado por el uso del método clínico.

La Teoría General de Sistema como elemento teórico esencial, en la aplicación del método clínico, tiene un

método identificado con el Método Sistémico Estructural Funcional que expresa la lógica del proceso para

ser aplicable a la investigación, la cual puede ser expresada de la siguiente manera:

1. Determinar la situación (problema) y el objeto, a partir de los datos.

2. Modelar el objeto, identificando la estructura de componentes del sistema.

3. Determinar la recursividad del sistema, caracterizando la estructura y la naturaleza de los

componentes y el sistema mismo.

4. Revelar las relaciones entre los componentes de la estructura

5. Determinar la jerarquía de los componentes del sistema.

6. Determinar el objetivo del sistema.


85 
 
7. Determinar las funciones en su relación con la estructura, primera aproximación.

8. Revelar la sinergia del sistema, identificando las relaciones entre componentes que lo determinan.

9. Revelar la entropía y la homeostasis del sistema, identificando las relaciones entre los

componentes del sistema

10. Revelar la autopoyesis del sistema, identificando las relaciones entre componentes que lo

determinan.

11. Determinar las funciones en su relación con la estructura. La estructura de relaciones. Modelo

definitivo.

Con lo hasta aquí expuesto en el epígrafe, invitamos al lector a hacer sus propia reflexiones y todo su

accionar investigativo y de su propia actuación, este autor es consciente que quizás muchas cuestiones no

son lo suficientemente inteligible, lo cual si lo será si se intenta llevar esto a la práctica y se profundiza en

otra bibliografías en relación a la teoría de sistema, la cual incluso es considerada por la comunidad

científica de la contemporaneidad como teoría abierta que admite aportes sugerencia y críticas.

2.4.-Fundamentos de la Teoría Holístico Configuracional para la aplicación del método clínico

Este acápite se inicia con consideraciones genérales, que en su continuidad serán concretados al método

clínico. La necesidad de sistematizar teóricamente múltiples procesos de salud, ha conducido a asumir una

perspectiva epistemológica, teórica y praxiológica basada en un enfoque holístico. Este enfoque se erige

sobre la aplicación de determinados presupuestos epistemológicos y criterios acerca de los objetos de

estudio de las Ciencias.

En correspondencia con lo anterior, la teoría que se asume incorpora una concepción de proceso que

revela el carácter constructivo y de desarrollo humano de los procesos; el papel activo, consciente y

participativo de los sujetos implicados, en un contexto interactivo, donde la comunicación, la motivación, la

relación entre lo individual y lo social, lo reflexivo y constructivo, constituyen sustentos fundamentales en la


86 
 
apertura de espacios al respeto, la confiabilidad, la responsabilidad y el papel que desempeñan los sujetos

implicados.

La Teoría Holístico Configuracional constituye una aproximación epistemológica, teórica y metodológica a

los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, interpretados como procesos de desarrollo

humano, que se constituyen en espacios de construcción de significados y sentidos entre los sujetos

implicados.

Los procesos se desarrollan en el tiempo y el espacio a través de una sucesión de eventos, los que al igual

que el proceso mismo, constituyen realidad objetiva. Se entiende por evento la existencia del proceso en

un espacio y un tiempo, en el que se alcanza un objetivo y donde se desarrolla una actividad identificada.

Los procesos en medicina se modelan como sistemas de procesos conscientes, lo que implica

reconocerles su naturaleza compleja, holística y dialéctica, ello identifica el sustento epistemológico de

este. A ello se adiciona el hecho de que al ser estos entendidos como sistemas de procesos objetivos–

subjetivos, se estructuran de diversas formas en el curso de su desarrollo, se manifiestan en la actividad

comunicativa, transformadora, valorativa y cognoscitiva entre los médicos, los paciente, la familia y la

comunidad como sujetos implicados, así como que se configuran a través de las relaciones de significación

que en los mismos se producen. Lo anterior determina que la interpretación de las regularidades que los

caracterizan, requiera de métodos y enfoques que respeten las estructuras de relaciones que emergen en

los mismos.

Las Ciencias médicas se configuran sobre la base de las relaciones de significación y su objeto lo

constituyen los procesos que de modo consciente se desarrollan en la sociedad a través de las relaciones

de carácter social entre los sujetos implicados, y en los cuales se preserva, se desarrolla, difunde, se crea,

87 
 
se transforma y se revoluciona la cultura médico clínica acumulada por la humanidad y se da solución a las

necesidades de salud-enfermedad de la propia sociedad.

La Teoría Holístico Configuracional sitúa su marco de referencia general en la Teoría Dialéctica Materialista

y en la Concepción Epistemológica de los Procesos Sociales, que reconoce estos como procesos de

carácter conscientes, mediados por la practica humana entre los sujetos implicados en la construcción de

significados y sentidos, desde donde la consideración de procesos conscientes lleva a interpretarlos como

proceso de naturaleza compleja, dialéctica y holística.

El proceso es consciente no sólo por la presencia del sujeto como esencia del mismo, sino porque éste

actúa en un sistema de relaciones sobre la base de representaciones conscientes que determinan su papel

en dicho sistema, expresado en la intencionalidad, consciencia y actitud que estos asumen consigo mismo

y con los sujetos con que interactúan, con su autorregulación, su formación y desarrollo o su participación

en el proyecto social. También son conscientes porque a través de sus métodos y estrategias, se propicia

el compromiso y la responsabilidad de los sujetos con el desarrollo y transformación individual y social,

propiciando además que se tracen nuevas metas.

Son procesos de esta naturaleza aquellos que desarrollan los sujetos de forma auténtica, como realidad

objetiva concreta y sobre su experiencia personal, es decir, en su vida tal como es sentida y experimentada

en un mundo de significados y sentidos, algunos de estos son: los de intencionalidad, elección y

autodeterminación, los procesos creadores, los de autorrealización, los procesos de gestión y

constructivos, así como toda la gama de actividades y sentimientos humanos.

Esta consideración orienta a las Ciencias médicas hacia la búsqueda de métodos y estrategias que

promuevan la concienciación de los médicos en su progreso y desarrollo social, favoreciendo una

apropiación y transformación activa, constructiva y creadora de la cultura médico clínica, propiciando el

88 
 
desarrollo de su autoperfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación en íntima

interrelación con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social.

Se trata de un proceso que promueva el desarrollo integral del médico, que posibilite su participación

responsable y creadora en la vida social, y su crecimiento permanente como persona comprometida con su

propio bienestar y el de los demás. Este reconocimiento lleva, como se aprecia, a considerar el carácter

holístico, complejo, dialéctico y configuracional del mismo.

Es un proceso holístico, es decir, totalizador, multidimensional, donde se interrelacionan procesos de

diversas direcciones; como es comunicarse, con la intervención de factores propios de la condición bio-

psico-social, ecológico y espiritual de los sujetos implicados, que lo hacen particulares y diversos. Además,

dichos procesos se amplían a las relaciones con otros sujetos, a los restantes procesos sociales, a nivel de

la familia, de la comunidad, de la sociedad y a las condiciones históricas, contextuales y materiales en que

este se desarrolla, en el ámbito de la cultura. Cada uno de sus eventos expresan a los que le han

antecedido y se manifestarán en los que le sucederán, siendo por tanto, cada uno de éstos expresión de

las cualidades del todo.

Todos estos aspectos y rasgos del proceso se integran en una compleja totalidad inseparable en su

esencia que conduce a la consideración del carácter configuracional del mismo.

El carácter complejo se evidencia por los múltiples movimientos y transformaciones que se suscitan en su

desarrollo y dan cuenta de las cualidades del proceso como un todo, y que en su integración determinan el

comportamiento del mismo.

El carácter dialéctico del proceso implica reconocer lo contradictorio de las relaciones que en éste se

producen y que constituyen su fuente de desarrollo y transformación y hacen de éstas la base del estudio

de la realidad objetiva.

89 
 
Lo configuracional porque desde el punto de vista cognoscitivo, es identificar el proceso, sus partes o

aspectos con una configuración determinada, como resultado de su interpretación en diferentes niveles de

esencialidad, cualitativamente superiores y en desarrollo, a través de revelar rasgos, cualidades, relaciones

que permiten expresar la naturaleza contradictoria, compleja, irregular y diferenciada del proceso

estudiado.

En todos los procesos médicos, tienen lugar diversas contradicciones que deben ser asumidas por los

sujetos implicados. De hecho su carácter objetivo se desarrolla simultáneamente con un profundo sentido

personal y subjetivo para los sujetos implicados, lo cual no se puede separar de su valor social. Es un

proceso donde dialécticamente se relacionan, entre otros: lo individual y lo social; la gestión y el desarrollo,

lo objetivo y lo subjetivo, lo cognitivo, lo axiológico y lo afectivo; lo externo y lo interno, lo intersubjetivo y lo

intrasubjetivo; la regulación externa y la autorregulación.

Todas expresadas en innumerables formas que no son ajenas a la voluntad y actitud de los sujetos y

grupos humanos, condicionando los avances y retrocesos del proceso.

La concepción dialéctica del proceso como una totalidad, frente a la cual se reconoce lo particular, lo

singular de los hechos, como abstracciones en un tiempo y un espacio, determina una lógica y un método

dialéctico y holístico para construir una representación de este, basada en sus contradicciones, en la cual,

lo más importante es partir de los cambios cuantitativos que conducen a cualitativos, de las relaciones

contradictorias, de las tendencias de los procesos, de las interacciones de todos los aspectos de la

totalidad que se construye y reconstruye en un proceso en constante desarrollo.

Los procesos sociales como es el propio método clínico y su objeto de estudio se configuran en su

desarrollo, Los procesos sociales no son hechos estáticos, predeterminados de por sí, sino que se

desarrollan en el espacio y el tiempo; se van construyendo paulatinamente por los sujetos implicados,

90 
 
entonces siendo así, el proceso estudiado puede ser entendido como un proceso que se configura en su

propio desarrollo, es decir, va revelando nuevos rasgos y cualidades que son síntesis de relaciones

dinámicas que pueden subjetivizarse en virtud y a través de los sentidos que las mismas adquieren. De

esta manera, el desarrollo de las potencialidades de esta realidad social dependerá esencialmente de la

acción de sus protagonistas, quienes constituyen lo determinante en la configuración del proceso.

En el desarrollo del proceso, las relaciones dialécticas que se establecen son capaces de integrarse

formando relaciones de significación que al sintetizarse se constituyen no en partes o agregados de la

totalidad, sino en expresiones de ésta. Estas relaciones dialécticas que se dan en el proceso configuran

rasgos, cualidades y estructuras de relaciones, que explican formas particulares de sucesión en los

movimientos del proceso, como lógica interna del mismo, donde se van integrando las diferentes síntesis

que, en su organización necesaria, definen la relevancia de cada relación para el proceso estudiado.

Considerar el carácter configuracional de un proceso significa comprenderlo como totalidad compleja y en

desarrollo, a partir del estudio de sus expresiones (como diferentes niveles de síntesis de las relaciones

que se dan en su interior), y consecuentemente modelarla, intentando desentrañar:

· Los rasgos que caracterizan el proceso y lo identifican como tal.

· Las cualidades del proceso como resultado de movimientos y transformaciones.

· Las relaciones dialécticas entre los rasgos o entre las cualidades, que revelan nuevos significados y que

caracterizan el movimiento del proceso.

· La relaciones dialécticas entre estos nuevos significados y que determinan la sucesión de movimientos en

el proceso.

91 
 
· La estructura de relaciones, como sistema de regularidades, que expresan el movimiento interior del

proceso, su dinámica y transformación. Esto se hará sobre la base de una contextualización que no pierda

de vista los procesos concomitantes.

· La forma particular del movimiento del proceso que entraña una sucesión de movimientos por los que

transita el mismo y se manifiesta en su lógica.

De lo anterior se puede inferir que toda síntesis de relaciones dialécticas, esto es, toda expresión de la

totalidad que se revela como propiedad, cualidad o atributo del proceso, constituye una configuración de

orden superior. Es el concepto de configuración, por tanto, el que deviene en la categoría base de la Teoría

Holístico Configuracional y su metodología dialéctico holística de esencia hermenéutica.

Ahora bien, aunque el proceso es entendido como totalidad inseparable en su esencia, por la complejidad,

diversidad y dialéctica de los ámbitos comprometidos, es imposible aprenderla como tal. Esto determina

que para su estudio siempre se recurre a la abstracción de sus movimientos y transformaciones como

dimensiones, pero siguiendo el enfoque hermenéutico-dialéctico del conocimiento, lo que representa un

movimiento ascendente que va del todo a los aspectos considerados y de estos nuevamente al todo, pero

a un nivel superior, donde el regreso al todo se expresa en la nueva configuración, como síntesis.

Es un proceso donde se impone la consideración de no reducir su estudio al desmembramiento de sus

partes, sino ampliarlo al establecimiento de nexos entre expresiones de su totalidad y a la adopción de una

postura holística y dialéctica frente a las transformaciones y movimientos. Es decir, emprender el estudio

de un proceso desde una perspectiva desarrolladora requiere de un enfoque holístico, histórico y

contextualizado que, partiendo de los eventos a través de los cuales este proceso se construye y

desarrolla, trascienda a la investigación de sus vínculos e interdependencias con otros sistemas

implicados.

92 
 
• Principios de la Teoría Holístico Configuracional

Asumir en calidad de presupuestos el carácter consciente, holístico, complejo y dialéctico, conlleva a

interpretar la realidad objetiva de manera diferente y ello requiere de principios que sistematicen dichas

consideraciones e ideas, por lo que en consecuencia se asumen como Principios de partida de la Teoría

Holístico Configuracional para abordar el método clínico los siguientes:

Primero: reconocer el carácter consciente, lleva a considerar que el desarrollo de las potencialidades de la

realidad social dependerá esencialmente de la acción de los sujetos implicados en el proceso, lo que se

expresa como el Principio del Carácter Consciente, el que se enuncia:

Principio del Carácter Consciente del método clínico

Es reconocer el papel protagónico, comprometido y decisivo de los sujetos (médicos) en el proceso, como

realidad social, para su transformación y la del proceso.

Segundo: la consideración del carácter totalizador del proceso impone la asunción de un enfoque holístico

en la comprensión, explicación e interpretación de dichos procesos que se enuncia como el Principio de la

Totalidad.

Principio de la Totalidad del método clínico

Es comprender e interactuar con el proceso como una totalidad, sin reducirlo a sus partes integrantes, sino

por medio de sucesivas síntesis que expresen sus rasgos, cualidades y relaciones emergentes, las cuales

toman su significación de esa totalidad.

Tercero: considerar el carácter complejo de los procesos, impone la necesidad de dialogar con la riqueza y

multidimensionalidad de los procesos, que se enuncia como el Principio de la Complejidad.

Principio de la Complejidad del método clínico

93 
 
Se comprende como la multidimensionalidad de los procesos, a través de un pensamiento transdisciplinar

que acepte la existencia de significados profundos, sometidos a diversas influencias y compartidos desde

diversas disciplinas, que pueden transitar de unas a otras estimulando la aparición de ideas nuevas y

propiciando su desarrollo.

Cuarto: reconocer el carácter dialéctico de los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento lo

que lleva a la adopción de un enfoque dialéctico, que es consecuente con el Principio de las

Contradicciones Dialécticas.

Principio de las Contradicciones Dialécticas en el método clínico

Implica reconocer la relevancia de las contradicciones dialécticas; entendidas como una relación entre los

procesos y fenómenos, expresada en las relaciones contradictorias entre el todo y las partes, entre ellas y

entre las expresiones del todo y las partes, dinamizando su desarrollo, así como la continuidad y ruptura de

todos los proceso de forma cíclica.

Quinto: interpretar la realidad con un carácter configuracional implica adoptar una postura constructiva y

hermenéutica en el estudio e investigación de los objetos (procesos), lo que desde el punto de vista

cognoscitivo significa expresar éste a través de diferentes niveles de esencialidad de su interpretación.

Por lo anterior, configurar un proceso es a su vez un proceso constructivo, interpretativo, y no determinista,

que debe expresar la naturaleza contradictoria, holística, compleja, dinámica, irregular y diferenciada del

proceso estudiado, lo que se deriva del Principio del Carácter Configuracional.

Principio del Carácter Configuracional del método clínico.

94 
 
Es reconocer en el proceso niveles de esencialidad, cualitativamente superiores y en desarrollo, a través

de revelar rasgos, cualidades, relaciones y regularidades que permitan expresar la naturaleza

contradictoria, compleja, irregular y diferenciada del proceso estudiado.

Sexto: reconocer la infinitud de conocimiento humano, expresando este en categorías, regularidades,

leyes y teorías que admitan su continuo desarrollo y profundización en un camino infinito en la construcción

del conocimiento, es enunciar el Principio de la Infinitud del Conocimiento.

Principio de la Infinitud del Conocimiento con el uso del método clínico

Es asumir la infinitud del conocimiento y el papel de nuestras representaciones y significados como

aproximaciones sucesivas a la realidad, en el camino de construcción teórica, como configuraciones

relativamente verdaderas condicionadas por determinado nivel de desarrollo del conocimiento y de la

práctica humana, en un contexto histórico social.

Hasta aquí se han abordado alguna consideraciones epistemológicas esenciales en relación al visión

holística configuracional que posteriormente serán concretada más específicas con el método clínico, a

continuación se abordan el sistema categoría que también de forma general nos permitirá abordar la

actuación investigativa mediada por el médico clínico.

2.5.-Sistema de categorías de la Teoría Holístico Configuracional

Para poder expresar las consideraciones hechas anteriormente sobre los procesos de la naturaleza, la

sociedad y el pensamiento relacionado con los problemas de salud-enfermedad desde la visión holística se

requiere apoderarse de un sistema de categorías que permita configurar al nivel de lo concreto pensado la

estructura de relaciones que dé cuenta de la esencia dinámica de estos procesos, constituyéndose en una

propuesta teórica para sustentar científicamente la comprensión de los procesos de salud-enfermedad y

95 
 
por ende, la solución de los problemas que en estos se manifiestan a través del método clínico . Estas

categorías son las siguientes:

- Configuraciones del proceso.

- Dimensiones del proceso.

- Eslabones del proceso.

- Estructura de relaciones.

- Eje de integración

 Las configuraciones del proceso

Por configuración de los procesos se entiende aquellos rasgos (conceptuales) y cualidades, que en tanto

expresiones dinámicas de los mismos, al relacionarse dialécticamente con otras de la misma naturaleza, se

integran en un todo que va adquiriendo niveles cualitativamente superiores de interpretación, más

esenciales y que constituyen a su vez configuraciones de orden superior.

Las configuraciones constituyen una expresión subjetiva de la realidad objetiva, cuyo fundamento en última

instancia está en las propias regularidades objetivas de esa realidad estudiada, que al ser construidas en el

sujeto y ser empleadas conscientemente por éste, permite la interpretación y transformación de esa

realidad.

La categoría configuración, abarca dos conceptos que requieren ser diferenciados: el rasgo y la cualidad.

El rasgo identifica al proceso y da cuenta de las características, tanto externas y primarias, como las más

esenciales del mismo. Por otra parte, la cualidad es entendida como expresión del resultado de un

movimiento o transformación que se ha suscitado en el proceso, que también permite caracterizar éste,

pero que se constituye en una expresión más esencial del mismo.

96 
 
Lo que en un momento del proceso del conocimiento se considera como un rasgo externo del objeto

(proceso salud-enfermedad) también es resultado de una transformación o movimiento anterior que se ha

producido en el proceso, pero se presenta como propiedad conceptualizada, como un conocimiento

explícito o tácito. Inherente al carácter configuracional del proceso está lo dinámico, lo constructivo, lo

procesal, de manera que las configuraciones no existen como un hecho estático, no son un componente,

se construyen en su dinámica a través de las relaciones que en éste se establecen.

De acuerdo a esta concepción, las configuraciones que permiten identificar (caracterizar externamente) un

proceso constituyen rasgos que especifican el proceso considerado y lo distinguen de otros procesos. Un

ejemplo de ello pueden ser configuraciones como un problema, el objeto, el objetivo, el campo de acción,

una hipótesis, entre otras y con las cuales se determina la especificidad de un proceso de investigación

concreto, identificándolos de otros procesos.

Las cualidades como configuraciones son resultados de movimientos internos en el proceso y pueden ser

pertinentes, óptimas, relevantes, contextualizado, como algunos ejemplos. Siempre constituyen una

cualificación de dicho proceso y son consideradas de orden superior, al expresar el resultado de

movimientos y transformaciones en el proceso.

 Dimensiones del proceso

Son las categorías que expresan el movimiento y transformación del proceso y como resultado de estos,

en el mismo se desarrollan cualidades. Las transformaciones se expresan mediante las dimensiones y el

resultado de las transformaciones por las cualidades constituye un nivel más esencial de interpretación.

Las dimensiones, se expresan mediante la relación entre configuraciones, como rasgos que en su relación

dialéctica dan significación y sentido al proceso, pero igualmente, diferentes dimensiones que expresan

movimientos coexistentes, se relacionan dialécticamente y con ello se revela la existencia de nuevas

97 
 
transformaciones, con lo que se va construyendo un conocimiento cada vez más esencial del proceso. Esta

consideración permite comprender cómo lo Holístico Configuracional es consecuente con el carácter

infinito de la construcción del conocimiento sobre la realidad objetiva y el autodesarrollo de la conciencia de

los sujetos en ese mismo proceso.

Las dimensiones pueden dar cuenta de cualidades del proceso como totalidad, como son, en el caso del

proceso de investigación científica, las dimensiones constructiva de la investigación en la que se produce la

construcción del nuevo conocimiento como transformación y la dimensión de la gestión de la investigación,

o de cualidades referidas a algunos de los estadios por los que atraviesa el proceso, como son las

dimensiones inherentes a la caracterización del problema y el objeto, abstracción del objeto, el campo y la

hipótesis, entre otras.

Por el carácter complejo y multidimensional del proceso, su estudio lleva a la identificación de múltiples

dimensiones, lo que a su vez implica precisar el tipo de relaciones que se establecen entre éstas. En tal

sentido se significa que las relaciones entre las dimensiones pueden ser de coexistencia o sucesión.

Cuando son relaciones de coexistencia, como se señaló anteriormente, pueden revelar nuevas cualidades

más esenciales, que se constituyen en configuraciones de orden superior, propiciando nuevos significados

y sentidos para los sujetos implicados. Las relaciones de sucesión entre dimensiones expresan como el

proceso se transforma en el tiempo y con ello su lógica interna, comprendida como esencia de la sucesión

del movimiento y transformación de la construcción del conocimiento, ello se expresa en lo Holístico

Configuracional por medio de los eslabones de dicho proceso.

 Eslabones del proceso

Los eslabones, son las categorías que expresan los complejos estadios por los que transita el proceso, que

expresan su lógica interna, esto es, la sucesión de movimientos y transformaciones que en el mismo se

98 
 
suceden. Se diferencian entre sí por las características del quehacer de los sujetos en los diferentes

momentos, pero a la vez, por la naturaleza holística y dialéctica del proceso del cual forman parte, se

integran y condicionan dinámicamente.

Los eslabones constituyen una modelación de la secuencia de estadios por los que atraviesa el proceso en

su desarrollo, en los que se revelan las dimensiones del proceso.

Al interior de los eslabones pueden distinguirse subeslabones que representan el movimiento interno de

cada eslabón y por lo tanto la lógica interna de estos. Por lo dicho, los eslabones expresan una relación

temporal, es decir, un determinado orden o secuencia en el accionar y las implicaciones de los sujetos del

proceso.

En el caso del proceso de investigación científica, logran distinguirse los eslabones de caracterización facto

-perceptible del proceso, (objeto de investigación), construcción teórica del proceso (objeto transformado) y

corroboración de la construcción teórica y la aplicación para la transformación del objeto, dentro de los

cuales existen subeslabones.

Al interior de cada uno de los eslabones, y más aún en los subeslabones que los integran, se dan las

dimensiones y en estas, las relaciones entre configuraciones, revelándose en el proceso del conocimiento

nuevas relaciones entre configuraciones y entre dimensiones.

 Estructura de relaciones

En la lo Holístico Configuracional la estructura de relaciones es una categoría esencial, porque a través de

ella se expresan las regularidades que permiten comprender los movimientos y transformaciones del

proceso y con ello interpretar y predecir su comportamiento. Constituye lo concreto pensado, sintetizando

la abstracción que expresa el comportamiento de la totalidad. Revelar las relaciones esenciales y estables

99 
 
que se dan al interior del proceso y que explicitan su comportamiento, es, desde el punto de vista teórico,

el mayor nivel en el proceso del conocimiento.

A través de la formulación de regularidades se explicitan los nexos esenciales y estables capaces de

explicar el comportamiento del proceso o de alguno de sus aspectos o manifestaciones, desde la óptica del

investigador. Por tanto, son resultado de las interpretaciones que hace el investigador de las relaciones

entre las configuraciones, dimensiones y eslabones, o entre todos ellos. Identificando su manera de

comprender, explicar e interpretar los comportamientos del proceso estudiado.

Así las relaciones entre configuraciones, dimensiones o eslabones siempre debe conducir al

establecimiento de regularidades que expliquen el comportamiento del proceso desde la dimensión o el

eslabón considerado, y que son, de hecho, una estructura de relaciones que constituye el modelo del

proceso, pero entendidas no como un listado de relaciones, sino como un tramado de relaciones.

Las potencialidades metodológicas de la lo Holístico Configuracional se explicitan a través del carácter

sistémico de sus categorías, las que conforman la estructura del conocimiento del objeto.

 Eje de integración:

Es la categoría que expresa la integración de todo el proceso, y que permite una visión más totalizadora al

transitar por toda su interpretación, con ella se eleva la interpretación mediante la relación entre

configuraciones, dimensiones, eslabones y estructura de relaciones, representa el carácter más esencial y

dinámico de todo el proceso, en la investigación es lo consiente, la integración del problema, objeto,

objetivo, campo e hipótesis, y facilita a partir de esta ultima la construcción teórica y práctica, así como la

aplicación y valoración de la misma. En las investigaciones médicas clínicas este eje puede identificarse

con el método clínico.

100 
 
Cada categoría es un nivel de síntesis, de modo que en el desarrollo del proceso, las relaciones dialécticas

que se establecen son capaces de integrarse formando relaciones de significación de un orden superior,

que al sintetizarse se constituyen, no en partes o agregados de la totalidad, sino en expresiones de ésta.

Estas relaciones dialécticas que se dan en el proceso van configurando rasgos, cualidades, síntesis de

cualidades, expresiones de los movimientos y de las sucesiones de movimientos, que va revelando, en un

proceso gradual de aproximación, la esencia del objeto expresado en el tramado de la estructura de

relaciones.

Hasta aquí hemos comentado las categorías que desde lo holístico no permitirá posteriormente abordar el

método clínico, a continuación se abordara desde el punto de vista general los procedimiento metodológico

que permitan abordar con posterioridad las investigaciones médico-clínicas desde la posición holístico

configuracional, lo cual se erige en el método holístico-dialéctico.

No obstante y como en los acápites anteriores, se invita al lector, que haga sus propia reflexiones ante

diferentes procesos de salud-enfermedad reales o modelados, ante cualquier aspecto, proceso o fenómeno

de su cotidianeidad personal o profesional, y analice tales cuestiones tal y como es sentida a partir de las

categorías asumida.

Con lo anterior se les asegura que su capacidad de abstracción, modelación y por tanto de interpretación,

desarrollará su lógica de pensamiento y un mejor entendimiento de los objetos, procesos y fenómenos de

la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. En ese sentido no cuesta nada intentarlo...

2.6.-La Metodología Dialéctico Holística

La Metodología o Lógica Dialéctico Holístico, que con más detalles será estudiada en el Capítulo III,

expresa la lógica o sucesión de movimientos seguidos por los sujetos en la construcción del conocimiento.

101 
 
La misma se conforma en un sistema de procedimientos e indicaciones que guían este proceso y que son

aplicados conscientemente por los sujetos de acuerdo a la naturaleza del objeto, los presupuestos

epistemológicos, la hipótesis que elabora y a la diversidad de las tareas que realiza.

En las interpretaciones y resultados derivados de su aplicación, se tiene en consideración la influencia del

contexto personal y social del sujeto que lo realiza, así como el contexto natural, ecológico, en que se dan

los procesos.

Por lo anterior, en lo Holístico Configuracional y como expresión de la lógica de construcción del

conocimiento, se introduce el Método Holístico Dialéctico, donde lo dialéctico está en el reconocimiento de

la esencia dialéctica, así como el carácter holístico de los procesos sociales y humanos, en la

interpretación de estos como totalidades, a lo que se incorpora las concepciones hermenéutico-dialécticas

para su estudio e interpretación.

Lo Holístico Configuracional, en correspondencia con la Teoría del Conocimiento, identifica los eslabones

que en su secuencia hacen explícito el Método Holístico Dialéctico y que son los siguientes:

- Caracterización facto perceptible del proceso (objeto de investigación donde media lo concreto

sensible en vía de lo abstracto).

- Construcción teórica del proceso (objeto transformado donde media lo abstracto en vía a lo

concreto pensado).

- Corroboración de la construcción teórica y la aplicación para la transformación del objeto (donde

media lo concreto pensado en vía a la concreción).

 Caracterización facto perceptible del proceso (objeto)

102 
 
Este eslabón está caracterizado por el proceso de abstracción, que realiza el sujeto del objeto de la

realidad, en el que el sujeto observa e identifica el objeto, revelando las discrepancias entre lo que es y lo

que debe ser, se cuestiona sobre las causas de la discrepancia, y trata de encontrar respuesta en el

diagnóstico y la caracterización de la situación (el problema y el objeto de estudio) sobre la base del

conocimiento establecido y el contexto social y natural, lo que está íntimamente relacionado con un hecho

o manifestación externa de la realidad objetiva.

En la solución de cualquier problema y a lo largo del estudio, van emergiendo determinadas respuestas a

interrogantes, suposiciones que poseen determinado grado de fundamentación y con ayuda de las cuales

el investigador, trata de interpretar los hechos de manera esencial, recurriendo al planteamiento de

suposiciones, argumentaciones; ello es condición para la construcción y desarrollo del conocimiento,

puesto que las conjeturas, suposiciones y argumentos tienen que estar en el núcleo mismo de la hipótesis.

En este proceso se conceptualiza la caracterización del problema y el objeto a partir de la cultura del

sujeto, se discriminan conceptos, se establecen relaciones entre conceptos y se determinan categorías que

permiten comprender las características de dicho objeto, y sobre esta base, posteriormente configurar la

hipótesis de la investigación.

 Construcción teórica del proceso (objeto transformado)

En este eslabón se materializan las dimensiones de modelación teórica y la de elaboración de los

instrumentos, como dos niveles de construcción teórica y expresión de lo concreto pensado. El modelo

teórico es resultado del proceso de la construcción teórica y constituye la forma más madura, profunda y

esencial en que se refleja objetiva y concretamente la realidad.

En el camino de la construcción teórica, tanto la hipótesis como el modelo teórico que se construya, deben

ser expresión de los aspectos novedosos, muchas veces no descritos por la literatura científica, lo que

103 
 
condiciona entonces, que se establezcan nuevas relaciones en el proceso estudiado capaces de revelar

regularidades que permitan explicar el comportamiento esencial y estable de dicho proceso.

Lo anteriormente expresado no significa que la teoría sea la culminación del desarrollo del conocimiento,

pues si bien constituye un conocimiento verdadero y esencial, que posee determinada corroboración o

comprobación y fundamentación, toda teoría está sujeta a errores, por cuanto es una configuración

relativamente verdadera que significa un paso esencial en el desarrollo del conocimiento ,pero a la vez

,toda teoría está condicionada por determinado nivel de desarrollo del conocimiento y de la práctica

humana y será expresión de los logros y límites de la época en que se construyó.

Al estudiar el movimiento del conocimiento científico es preciso insistir en su carácter de proceso, sujeto a

leyes de carácter dialéctico, lo que no significa la subestimación del papel de la imaginación en el proceso

de investigación científica, por el contrario hay que destacarlo.

Una respuesta científica nueva no es un hecho accidental, no tiene nada de místico, y sus

espontaneidades muy relativas. Lo nuevo parte de un conocimiento empírico y teórico acumulado, pero

tiene que tener determinados estímulos, necesidades sociales y científicas, además de suposiciones

intuitivas y novedosas, que paulatinamente darán lugar a las hipótesis maduras y profundas, las que, en el

curso de la investigación mediante su argumentación y corroboración, se transforman en teorías.

El eslabón de la construcción teórica supone la aplicación de los métodos teóricos, fundamentados en el

ámbito filosófico, lo que significa la subsistencia de lo empírico y lo teórico. La construcción del instrumento

o recurso de intervención constituye la expresión más práctica de lo concreto pensado y se convierte en

una segunda dimensión de la construcción teórica, portadora de las regularidades o vínculos esenciales

establecidos en este eslabón.

 Corroboración de la construcción teórica y aplicación para la transformación del objeto

104 
 
En este eslabón se da la dimensión de concreción. Como su nombre lo indica, se caracteriza por la

corroboración y aplicación en la práctica del modelo teórico elaborado a través del instrumento. Esta puede

desarrollarse en dos niveles, a saber; como corroboración argumentada del modelo y el instrumento, en lo

que la consulta a expertos, los talleres de socialización, las discusiones de caso, entre otras, pueden ser

alternativas importantes. En otro nivel está la aplicación total o parcial en la práctica mediante

experimentos de diferentes tipos, con los que se comprueba o no la viabilidad de la propuesta y ellos

estarán en dependencia de las condiciones concretas del diseño del proceso específico de la realidad.

En el Capítulo III se estudiará detalladamente la Metodología Holística Dialéctico, enfatizando en las

configuraciones, dimensiones, eslabones y estructura de relaciones.

En resumen, lo Holístico Configuracional en los Procesos médicos al reconocer al proceso mediado por el

método clínico como un espacio de construcción de significados y sentidos entre sujetos implicados, ofrece

una perspectiva epistemológica, teórica y praxiológica que permite interpretar los procesos de investigación

mediado por y a través de dicho método, desde las relaciones dialécticas entre configuraciones,

dimensiones y eslabones de este proceso, que constituyen la estructura de relaciones, por lo que sirven de

soporte teórico al diseño de los instrumentos que con carácter metodológico conducen al

perfeccionamiento del proceso en las referidas direcciones.

A pesar de su carácter teórico, toma la praxis como foco de reflexión, constituyendo un intento por integrar

la praxis con la teoría. A través de sus propuestas se trata de sugerir posibles vías de solución con la

pretensión no sólo de modelar el quehacer de los procesos considerados, sino de orientar los espacios de

construcción y desarrollo de las transformaciones que deben realizarse.

105 
 
 

CAPÍTULO III

EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y POR TANTO DEL MÉTODO CLÍNICO DESDE LA

TEORÍA HOLÍSTICO CONFIGURACIONAL

En este capítulo se abordara primero con una visión general lo concerniente a lo holístico configuracional,

para cualquier investigación científica, que luego nos permita la aplicación al método clínico como método

de investigación concreto en el accionar clínico del médico, en ese sentido podrá parecer excesivo en las

cuestiones explicativa y alguna veces repetitivo, pero es que se quiere ir de lo general a lo particular y lo

singular y develar la construcción teórica desde una deducción genética como lógica del conocimiento que

asume este autor, además de ir sistematizando coherentemente los contenidos que se están exponiendo.

Es por eso que en alguna ocasiones, como se planteó anteriormente, el texto pacerá redundante, pero su

lectura a fondo permitirá dar cuenta, de un proceso de sistematización y generalización, con mayores

niveles de profundidad y esencialidad.

Es en ese sentido que le permitirá al lector, a juicios e intenciones del autor y desde un carácter didáctico

irse acercando a la esencia del método clínico como una totalidad en la profesión médica.

3.1.-Fundamentos del Proceso de Investigación Científica desde lo Holístico Configuracional

106 
 
En las ciencias médicas se hace urgente y necesario la reflexión epistemológica sobre la investigación

científica, debido a la necesidad constante de profundizar en los diferentes objetos de estudio y descartar

las corrientes reduccionistas que pretenden tratar a los procesos de la naturaleza, la sociedad y el

pensamiento relacionado con la salud y la enfermedad como fenómenos mecánicos, y que en la búsqueda

de la “objetividad” asilan del propio proceso a su actor principal, el sujeto médico.

En este capítulo, se abordará el proceso de investigación científica desde la visión que exhibe lo Holístico

Configuracional de los Procesos (H. Fuentes 2000-2013), la que a su vez, tiene su base epistemológica en

los Paradigmas Sistémico y Dialéctico. Desde esta perspectiva, se podrá disponer de una concepción

epistemológica y de una lógica general que permitan desarrollar los procesos de investigación científica en

ciencias médicas y que se sustentan en un enfoque holístico y hermenéutico.

Conforme a los presupuestos de lo Holística Configuracional, abordado y asumido en el Capítulo II, el

proceso de investigación científica médico-clínico es un proceso social, consciente, holístico, dialéctico y

complejo, en el que se desarrolla la construcción del conocimiento científico del médico, que se personaliza

y dinamiza de acuerdo a una lógica dialéctico hermenéutica que permite ir revelando rasgos, cualidades,

movimientos y transformaciones, que se expresan en relaciones y regularidades de los objetos estudiados,

cuya comprensión, explicación e interpretación desde la observación es posible desde un agregado de

relaciones que se subjetivizan.

Se asume que la ciencia, constituye un conjunto de conocimientos acerca de la naturaleza, la sociedad y el

pensamiento, que se construye como consecuencia del proceso de investigación científica, que se

encuentra históricamente condicionado en su desarrollo y que tiene como base la práctica social de la

humanidad.

107 
 
El proceso de investigación científica se configura en la relación de los sujetos con los objetos de

investigación, con el objetivo de encontrar respuestas creativas e innovadoras a problemas trascendentales

de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, con lo que se logra la construcción de conocimientos

significativos para los sujetos implicados y la sociedad en su conjunto.

En la construcción del conocimiento, por medio de la investigación científica, se expresa una realidad

objetiva por intermedio de categorías y relaciones que se desarrolla dinámicamente a través de

contradicciones dialécticas, por lo cual este proceso no puede ser interpretado de manera lineal y

mecánica, según esquemas o procedimientos de investigación únicos y definitivos, sino con enfoques

flexibles y dinámicos que brinden alternativas que guíen y orientan el desarrollo de la construcción del

conocimiento, en correspondencia con los requerimientos que exige la práctica científica en cada situación

concreta, en la que se tome en consideración los sujetos y las condiciones histórico-concretas.

La esencia del proceso de investigación científica está en los sujetos, investigadores. Pues precisamente, a

través de su participación consciente es que se desarrolla tanto el conocimiento empírico como teórico.

El objeto de investigación, es la expresión cultural de aquella parte de la realidad objetiva, referida a

aspectos, propiedades, categorías y relaciones, incluidos los que la propia investigación como proceso

requiere y las que generan la necesidad investigativa. El proceso de investigación conduce a revelar

relaciones esenciales en los objetos (procesos) investigados en forma de tendencias, regularidades y de

leyes.

La relación sujeto-objeto se produce en el proceso de investigación científico mediante los métodos de

investigación que son seleccionados y aplicados en función de la naturaleza del objeto investigado y de las

necesidades, cosmovisiones y preferencias de los sujetos que investigan y sus enfoques.

108 
 
El producto de este proceso, consecuencia de la interacción del sujeto con el objeto a través de los

métodos de investigación, es identificado como el resultado científico. En estos resultados se incluyen los

modelos (abstracciones), instrumentos y soluciones, además de los aspectos derivados del objeto

transformado en el proceso de construcción del conocimiento, todo lo cual permite penetrar en la esencia

del objeto de investigación, en su conocimiento y su transformación.

Por lo dicho, caracterizar este complejo proceso lleva a la precisión de algunas categorías esenciales de la

investigación. Que son:

- Funciones del proceso de investigación.

- Contradicciones del proceso de investigación.

- Sistema de categorías (configuraciones, dimensiones, eslabones, estructura de relaciones y eje

integrador).

- Lógica del proceso de investigación científica.

 Funciones del proceso de investigación

La función fundamental del proceso de investigación científica en general y en particular en las ciencias, es

el descubrimiento de la esencia de los procesos que se estudien, expresada en regularidades, relaciones y

leyes que enriquecen el sistema de conocimientos de la humanidad y sobre cuya base es posible

transformar la realidad.

 Contradicciones del proceso de investigación.

En el proceso de investigación científica tienen lugar múltiples contradicciones, que aunque fueron

expuestas anteriormente, son abordada de nuevo, no por ser repetitivo, sino para ir buscando las

esencialidades del proceso, y que de manera didáctica se consideren núcleos de contenido de este texto,

al considerarlo como un texto que ayude a la formación de investigadores en todos los niveles, en tanto se

109 
 
convierta en un instrumento didáctico, cuyo estudio permita no necesariamente la lectura completa, sino

que ciertos capítulos a leer y revisar por separado, le permita al lector una comprensión integral y no

necesariamente leerlo en su totalidad, toda una vez que haya hecho una revisión totalizadora del propio

texto, o sea que una vez que haya logrado comprender la esencia del mismo, con una simple revisión de

una parte o capitulo, le permita recordar y sistematizar sus conocimientos. Entre esas contradicciones

están: entre lo objetivo y lo subjetivo , entre lo teórico y lo empírico, entre lo cualitativo y lo cuantitativo,

entre otras, pero todas ellas, tienen como esencia, la contradicción entre los procesos de preservación,

desarrollo y difusión, creación, transformación y revolución de la cultura; contradicción que dinamiza el

proceso de investigación científica.

Preservar la cultura es mantener el orden de las cosas, lo viejo y esto se contrapone al desarrollo, al

cambio, a la transformación; el cambio rompe, en cierta medida, con el orden de cosas establecido. Ambos

contrarios dialécticos se dan en unidad, en tanto, no hay desarrollo sin preservación, ni preservación sin

desarrollo. Tanto la preservación como el desarrollo, son sólo posibles a través de la difusión y la creación

de la cultura, esto lleva a la afirmación, de que es la difusión y la creación de la cultura, son las

configuraciones más dinámicas y en las que se sintetiza la relación dialécticas entre el desarrollo y la

preservación y condiciona la transformación y la revolución de dicha cultura.

Conforme a la naturaleza holística y dialéctica del proceso de investigación, ninguno de estos procesos

puede ser comprendido aisladamente, en cada uno de estos, existen rasgos de los demás.

 Contradicción entre lo objetivo y lo subjetivo

La investigación es un proceso objetivo-subjetivo, ya que, por un lado se apoya en teorías, procedimientos

e instrumentos desarrollados por la práctica científica (aspectos objetivos), y por el otro lado, en la

investigación se manifiesta el aspecto subjetivo en tanto que es un proceso humano realizado por sujetos,

110 
 
e intrínsecamente condicionado por sus intereses sociales, su formación académica, sus representaciones

acerca del mundo y la sociedad, prejuicios, valores, expectativas, frustraciones y angustias que se

materializan en el proceso de investigación, desde la selección de los temas hasta las soluciones que se

plantean para resolver los problemas.

Esta contradicción también se da en la relación entre la dialéctica-objetiva de la realidad como objeto de

estudio con la dialéctica-subjetiva del investigador como sujeto que estudia la realidad objetiva

 Contradicción entre cantidad y calidad

Un objeto, proceso o fenómeno de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento se identifica, se precisa, se

diferencia de otro, por su cualidad, esto es, por el conjunto de propiedades, atributos, rasgos que lo

particularizan.

Los objetos y fenómenos poseen también una determinación cuantitativa: magnitud, extensión, número,

ritmo en que transcurren los procesos, grado de desarrollo, intensidad de las propiedades. La medida es la

unidad dialéctica de la calidad y la cantidad. El quebrantamiento de la medida debido a cambios

cuantitativos provoca que el objeto o fenómeno se transforme en otro, modifique su calidad, origine

cambios cualitativos.

Un ejemplo concreto puede ser la edad de un individuo la cual puede ser expresada en términos

cuantitativo y cronológico (20 años de edad), pero también puede expresarse en términos cualitativo (edad

psicológica o edad biológica). Hay individuo que biológicamente parecen tener 20 años y cronológicamente

tiene 40 años y psicológicamente pueden comportarse como uno de 12 años ante ciertas situaciones

 Contradicción entre lo teórico y lo empírico

Desde la concepción que se defiende en este texto, lo teórico y lo empírico representan dos momentos del

conocimiento humano indisolublemente ligados entre sí por la teoría general en que ambos se inscriben.

111 
 
Sin embargo, a pesar de su estrecho nexo, estos dos momentos del conocimiento no guardan una relación

directa, inmediata, ni lineal entre sí. Hay momentos en que una teoría crece bruscamente a través de su

momento teórico, y otros en que el momento empírico es un dinamizador de este desarrollo, imponiendo

acelerados y bruscos cambios a la organización teórica. No obstante, ambos momentos están

permanentemente interrelacionados en el desarrollo de una teoría y jamás representan entidades cerradas

en sí mismas que interactúan como cosas diferentes.

Lo empírico siempre tiene un sentido implícito teórico, mientras que lo teórico siempre contiene lo empírico

de una u otra forma, aunque no como criterio último de la verdad. Ambos, lo empírico y lo teórico, son

aspectos indisolubles en la construcción del conocimiento científico, cuya independencia es sólo relativa.

Analizado el tema desde un punto de vista dialéctico desde las categorías, cantidad y calidad, objetividad y

subjetividad, teoría y práctica, y reconocer que constituyen pares de categorías filosóficas que reflejan

importantes aspectos de la realidad objetiva que se dan en unidad, para satisfacer la contradicción entre el

desarrollo, la preservación, la difusión y creación así como entre la transformación y la revolución de la

cultura. Desde una posición verdaderamente científica han de ser vistas entonces en su unidad dialéctica,

en su evolución.

En la síntesis de estas tres contradicciones dialécticas se desarrolla el proceso de investigación científica,

que a su vez tiene como contradicción esencial la que se manifiesta entre la preservación, el desarrollo, la

difusión y la creación de la cultura así como entre la transformación y la revolución.

Se puede llegar a la conclusión anterior si se tiene en consideración que la preservación está en

contraposición con el desarrollo, dado que este último, en cierto sentido impone un nuevo orden que

trasciende a lo ya establecido, negándolo. No obstante, ambos se dan en unidad, en tanto la cultura se

preserva sólo en su desarrollo.

112 
 
Por otra parte, para la preservación de la cultura hay que tener en cuenta que es imprescindible su

desarrollo, pues si ésta se mantiene estática e inmutable en el tiempo, tiende a desaparecer y, además, es

imposible desarrollarla y enriquecerla si no es a partir de la preservación de la existente como base de la

futura cultura.

En la relación preservación, desarrollo, difusión y creación de la cultura, tanto la preservación como el

desarrollo, son sólo posibles a través de su difusión y la creación, lo que permite afirmar que es

precisamente, estas dos, el proceso más dinámico y la síntesis de los dos primeros, lo cual condiciona la

transformación y la revolución

Por ello, no se puede comprender como procesos aislados: en cada uno están presentes los restantes

como un todo, consecuentemente con la naturaleza holística de los procesos propios de las ciencias.

3.2.-Sistema de categorías de la Metodología Holística Dialéctico

Las categorías en que se sustenta el proceso de construcción del conocimiento científico, como proceso

interpretativo y transformador, en la Metodología Holística Dialéctico (y que es asumida en este texto

además de ser su eje integrador) como se expresó anteriormente son: configuraciones, dimensiones, los

eslabones, estructura de relaciones y eje integrador

 Configuraciones

Con la categoría configuración se identifican aquellas expresiones dinámicas del objeto, de naturaleza

objetivo–subjetiva, que al relacionarse e interactuar dialécticamente, se integran en torno a los sentidos

que el proceso va adquiriendo para el sujeto, conforme a lo cual se va configurando un proceso de

investigación que asciende a niveles cualitativamente superiores de organización y desarrollo.

113 
 
Las configuraciones que caracterizan el diseño de un proceso de investigación y que constituyen la

denominación de esa investigación son:

- El problema.

- El objeto de investigación.

- El objetivo de la investigación.

- El campo de acción.

- La hipótesis.

- El modelo o construcción teórica.

- El instrumento o construcción práctica.

- El resultado de la investigación.

Las relaciones dialécticas entre las configuraciones muestran el movimiento del proceso y permiten prever

el comportamiento del objeto de investigación y su transformación como expresión del objeto de la realidad

objetiva. A partir del problema como tesis inicial de la investigación, el investigador delimita el objeto de la

cultura en que se expresa la situación de la realidad objetiva que es configurada como objeto de

investigación por el sujeto investigador.

 El problema.

El problema es la situación que se manifiesta en el proceso u objeto de la realidad, en su expresión más

fenoménica, por tanto, externa, en su manifestación tiene un carácter objetivo porque se caracteriza el

proceso real, en un contexto histórico social y cultural, que es interpretado por un sujeto y en ello radica lo

subjetivo, que además está en que genera en el sujeto que investiga la necesidad de la transformación

para solucionar el problema.

 El objeto de investigación.

114 
 
Es la configuración que expresa el proceso u objeto de la realidad donde se manifiesta el problema, pero

expresado a través de la cultura. El objeto de investigación es cultura en tanto constituye conocimientos,

lógica y métodos, siendo una categoría objetivo–subjetiva, donde lo objetivo está en que es expresión de

un objeto de la realidad y lo subjetivo porque es una interpretación expresada a través de la cultura, y en la

que en aras de solucionar el problema, el sujeto incorpora o construye nueva cultura, con lo que se

desarrolla la contradicción entre el problema y el objeto de investigación y con ello se genera un nuevo

problema, que a su vez implica una nueva cultura que va transformando el objeto de la investigación.

El objeto de investigación se configura como consecuencia de delimitar el problema, expresado en la

cultura interpretada por el sujeto, que se precisará más aún en el objetivo de la investigación y que se

concreta en un campo de acción.

El objetivo de la investigación.

El objetivo de la investigación es la configuración del proceso que refleja la aspiración, el propósito de la

investigación y que, por tanto, presupone el objeto transformado, la situación del problema superada. De

ello se deriva que ante todo se investiga para resolver el problema, para transformar el objeto de

investigación. Es una construcción del investigador, resultado de la caracterización del objeto y el problema

de investigación. Constituye, al igual que las restantes configuraciones, un aspecto dinámico que se

perfecciona y ajusta constantemente conforme a la propia dinámica del proceso de investigación, que

responde a un desarrollo dialéctico en espiral.

Es la proyección del investigador en la transformación que se da en el objeto que se investiga, tiene un

carácter intencional y el investigador no lo hace ajeno a la necesidad social, por lo tanto está presente la

naturaleza objetiva–subjetiva. El objetivo de la investigación es una especulación científica de lo que se

espera en el proceso con la transformación del objeto de investigación y sobre qué es esencial en el

mismo, lo que se delimita en el campo de acción.


115 
 
 El campo de acción.

Es aquel aspecto o subproceso del objeto de investigación con que trabaja específicamente el investigador

y desde donde transforma el objeto de investigación. Se precisa en el objetivo de la investigación, aunque

ello no significa su identificación de manera unívoca.

En tal sentido, el marco contextual del objeto de investigación requiere ser estudiado para establecer las

relaciones entre éste y las expresiones del medio social y cultural.

 La Hipótesis.

La hipótesis, en el sentido más amplio, constituye cualquier proposición, supuesto o predicción que se basa

en conocimientos ya existentes, o bien en hechos nuevos y reales, y también en unos u otros. El papel de

la hipótesis es de tal alcance que se puede afirmar que el desarrollo del conocimiento en las ciencias

transcurre a través de la construcción, argumentación y corroboración de la hipótesis.

Si bien la hipótesis representa un momento necesario en el conocimiento, que expresa una vía de

desarrollarlo, constituye una forma de desarrollo de la ciencia porque representa el vínculo mediante el cual

se sistematizan determinados aspectos del conocimiento establecido de antemano y de ciertas ideas

nuevas, en el camino hacia la construcción de un nuevo conocimiento teórico.

Debe hacerse énfasis en que pueden existir hipótesis basadas en argumentos lógicos, en comprobaciones

empíricas, en consideraciones teóricas, pero en todas, junto al conocimiento establecido, ha de estar lo

intuitivo y la imaginación predictiva, lo diferente, como expresión del nuevo conocimiento, pues lo más

relevante son las suposiciones que en ella se explicitan y las argumentaciones en que ella se fundamenta.

Toda hipótesis surge sobre la base de representaciones teóricas de fenómenos, hechos y procesos

investigados. Puede implicar comprobaciones empíricas o validaciones, pero ello no significa un rígido

sometimiento a variables propias de la investigación empírico analítica de corte positivista.

116 
 
En síntesis, el camino de la construcción teórica parte de revelar el problema y el objeto, de la relación

entre el problema y el objeto se precisa el objetivo, como expresión de los resultados teóricos y prácticos

que se aspiran alcanzar. A partir de éste, se determina desde qué parte o aspecto del objeto (campo de

acción) se conducirá a la construcción teórica del conocimiento necesario para la solución del problema, la

que se precisa en la hipótesis. Ésta revela, además, las relaciones y contradicciones que dinamizan el

proceso mismo de construcción del conocimiento y que por tanto permiten establecer la estructura de

relaciones que expresan el comportamiento esencial del proceso estudiado (objeto).

Por lo anterior la elaboración de la hipótesis supone:

 El diagnóstico y estudio del objeto, así como del contexto en que se manifiesta el problema.

 El estudio de los principales factores, causas y características que sobre éste influyen, además de

los antecedentes históricos.

 El examen minucioso de toda la información existente sobre el problema y objeto que se estudia.

 La asunción crítica de una posición, desde la cual dicho objeto será comprendido y transformado.

Con la elaboración de la hipótesis se orienta el camino en la caracterización esencial del proceso, como

parte de la construcción teórica.

La hipótesis es el planteamiento del investigador de cómo pretende llegar a la solución del problema, pero

para ello es necesario la formulación de determinadas suposiciones o predicción, que tienen, como punto

de partida, los conocimientos teóricos y empíricos existentes sobre los procesos, hechos y fenómenos que

dan origen al problema planteado (marco teórico), pero que requiere, por parte del investigador, una cuota

de originalidad y creatividad que no se alcanza por una deducción de los aspectos considerados y en

donde están presentes los intereses e intenciones del investigador.

117 
 
En la hipótesis, en tanto predicción, suposición, proposición, se dejan sentadas las posibles relaciones

contradictorias, por cuyo desconocimiento, supone el investigador, no han permitido dar solución al

problema; donde se establecen las propiedades y aspectos contradictorios, así como las relaciones entre

ellos existentes y donde se plantean las posibles vías por la que se transitará en la investigación.

Con la hipótesis se produce un vuelco en el proceso de la investigación en que hasta este momento se

seguía una dirección hacia la abstracción y a partir de ella un camino hacia la concreción, primero en el

modelo, después en el instrumento y por último, en el resultado.

La conformación de la hipótesis no sigue los procesos lógicos ya establecidos, requiere de la intuición y la

creatividad del investigador, donde está presente la fantasía, la intuición, su sentido de la belleza, la

elegancia, la búsqueda de simetría y armonía.

 El modelo o construcción teórica.

Es la abstracción que le permite al investigador establecer las bases teóricas que explican la

transformación del objeto de investigación, que aunque estén expresadas en teoría precedente siempre

tiene lo novedoso en la propia investigación, es donde a través de la sistematización y la generalización, se

reconstruyen conceptos, se llega a categorías y se relacionan, que aunque no tenga un aporte esencial a la

ciencia en general, siempre aporta al conocimiento científico del propio investigador.

Si expresa las categorías y relaciones novedosas que el investigador crea y que no han sido elaboradas

por otros autores y que en muchas oportunidades no aparece en la literatura que precedió a la

investigación, entonces se hacen aportes de ciencias.

Con el modelo o construcción teórico se debe poder interpretar y transformar el objeto de investigación,

constituye el objeto transformado que, una vez que se aplique el instrumento, debe contribuir a dar solución

al problema de la investigación.

118 
 
Cualquier modelo teórico tiene la finalidad no sólo de explicar procesos o hechos conocidos que se

plantearon en el problema, sino pronosticar los desconocidos. Su capacidad predictiva depende en buena

medida de su coherencia lógica; mientras más conclusiones puedan derivarse del modelo, mayor es su

capacidad de predicción.

 El Instrumento o elaboración práctica.

Se identifica como la configuración que expresa la concreción del modelo teórico en aspectos, propuestas

e inferencias precisas y que pueden conformar una estrategia, un método o un sistema de procedimientos

que permiten aplicar el modelo o construcción teórica de la investigación. Es la expresión del proceso que

se configura como la vía o camino que se adopta en la ejecución del proceso por los sujetos que lo llevan a

cabo, para que, haciendo uso del contenido, puedan alcanzar e l objetivo. No deja de ser una abstracción

del investigador pero en este caso con una significación práctica.

En las llamadas investigaciones de transformación y desarrollo a la modelación le llamas aporte teórico y a

la creación del instrumento le suelen llamas aporte práctico, pero es que ambas son abstracciones y están

en la propia esencia de la construcción teórica, lo que la segunda guía el camino a resolver el problema y

adquiere significación práctica.

 El resultado.

Es la configuración que para muchos caracteriza el estado final real del proceso de investigación científica,

que debe ser obtenido en aras de alcanzar el objetivo y resolver el problema. Se configura como síntesis

dinámica de las anteriores, en torno a los sentidos que el mismo proceso adquiere para los sujetos; es la

expresión concreta final del proceso e incluye la transformación de los propios hombres involucrados en el

proceso.

119 
 
No es un momento del proceso, sino que se va configurando a lo largo del mismo, tanto en el espacio

como en el tiempo. En ese sentido durante todo el proceso se van obteniendo los logros que al final se

sistematizan como una totalidad. Cuyos logros siempre son resultados del propio proceso investigativo,

pero que tienen diferentes significados.

En ese sentido cuando se caracteriza el objeto y el campo que expresan las manifestaciones externas y

causales en relación a los problemas que fue detectado se obtiene resultados, con diferentes niveles de

significación.

 Dimensiones

Consecuentemente con lo Holístico Configuracional, las dimensiones constituyen expresiones de los

movimientos y transformaciones que se producen en el proceso de investigación científica, caracterizadas

por las relaciones dialécticas entre las configuraciones anteriormente abordadas. La posibilidad de revelar

y argumentar las dimensiones en un proceso de investigación permite la transformación del objeto de

investigación.

A partir del establecimiento de las relaciones entre configuraciones desde los presupuestos que se asumen

desde la C-CHC es posible identificar las siguientes dimensiones del proceso de investigación en las

ciencias:

- Caracterización del problema y objeto de investigación.

- Abstracción del objeto de investigación.

- Modelación del objeto transformado.

- Instrumentación del modelo.

- Concreción en el objeto de la realidad.

 Dimensión de caracterización del problema y objeto de investigación.

120 
 
Esta dimensión está determinada por la relación entre las configuraciones problema, objeto de

investigación y objetivo de la investigación. La misma da cuenta del movimiento interno del proceso de

investigación desde la identificación, valoración y formulación del problema, pasando por la caracterización

del objeto de investigación, hasta llegar a la definición del objetivo de la investigación.

Esto no es un proceso lineal como lo intentan tipificar en las investigaciones empírico-analíticas de corte

positivista, sino que es un proceso que se va generando en un círculo espiral, donde en cada vuelta hay un

mayor nivel de esencialidad que puede ir tipificando con mayor esencialidad cada configuración.

El proceso de investigación tiene su inicio real en un problema y no en una idea como plantean muchos. El

problema es la configuración que refleja la situación propia del objeto de la realidad, esto es de la

naturaleza, la sociedad o el pensamiento, que promueve la necesidad en el sujeto de su investigación y

transformación, representa el motivo por el cual se investiga pero también se sustenta en los interese del

propio investigador. En su determinación entonces hay una intencionalidad del investigador, pero aparece

como resultado de un diagnóstico crítico del objeto de la realidad en su diversidad y complejidad.

Es la expresión en mucha ocasiones de los límites del conocimiento científico actual de la ciencia en

general o del propio investigador, que genera la insatisfacción de la necesidad del sujeto. La

caracterización toma en cuenta la descripción de los rasgos o aspectos que lo identifican: antecedentes

que lo explican, cómo están relacionados, cuál es su contexto, el análisis de los principales factores que

sobre este influyen, apoyándose para ello en la revisión del estado de la cultura o marco teórico sobre el

problema en cuestión.

Esta caracterización permite al investigador acotar aquella parte de la cultura necesaria para su

transformación y que posterior a un proceso de comprensión, explicación e Interpretación desde la

observación, la intencionalidad se configura en el objeto de investigación, el cual no es más que el

121 
 
resultado de su abstracción y que depende, además de la naturaleza del problema, de los intereses y

experiencias del investigador, de su cosmovisión, manera de interpretar el problema, además de su

postura epistemológica, la que se constituye en referente fundamental de la investigación, todo lo cual está

latente en la intencionalidad del investigador, de ahí la irrelevancia de la sacrosanta objetividad no

contaminada, pura y separada de la subjetividad a la que se aferran los positivistas.

El objeto de investigación es la expresión subjetiva de un objeto de la realidad que el investigador abstrae

como consecuencia de agrupar, en forma sistemática, un conjunto de fenómenos, hechos y procesos

afines que se presuponen y que se expresa en términos de la cultura, sobre la cual se construye el nuevo

conocimiento con vistas a la solución del problema en ciertas condiciones y situaciones.

El objeto de investigación no constituye la realidad en forma concreta, es en sí un sistema de conceptos y

determinaciones lógicas, expresión racional de la dialéctica objetiva -subjetiva de la realidad, que se

expresa en el pensamiento del sujeto.

La relación dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo conduce a que el objeto de investigación se transforme

mediante procesos del pensamiento, que van de lo concreto a lo abstracto y de este de nuevo a lo

concreto, de lo sensorial a lo racional, de lo empírico a lo teórico. Debe reflexionarse acerca de que el

propio proceso del conocimiento puede ser objeto de investigación. El objeto de la realidad puede estar o

no estar dado al sujeto mediante sus sentidos, lo que lleva reconocerlo a través de sus manifestaciones,

pero su estudio siempre se realiza a través de sus expresiones.

La caracterización del objeto de investigación, obtenida de la relación entre el problema y el propio objeto

de investigación, es el resultado de la comprensión, sistematización e interpretación minuciosa de la

información existente y disponible al investigador sobre el objeto de la realidad que se investiga y la

122 
 
asunción de una posición crítica, desde la cual dicho objeto será comprendido e interpretado como objeto

de investigación.

Mediante el conocimiento de los aspectos teóricos referentes al problema y objeto de la investigación, el

investigador obtendrá pautas y sugerencias referente al enfoque y al método o métodos a emplear;

además le facilitará discriminar conceptos, establecer relaciones entre conceptos, desentrañar

regularidades que expliquen el comportamiento conocido del objeto de investigación, además de precisar

categorías que son esenciales, desde su intencionalidad para la determinación del campo de investigación

y la posterior formulación de la hipótesis, así como las restantes categorías. Justamente esta unidad,

representada por la relación dialéctica entre problema y objeto de investigación, se sintetiza en el objetivo

de la investigación, o sea condiciona el objetivo.

A manera de síntesis, en la investigación científica sobre la base de la relación dialéctica entre el problema,

el objeto de investigación y objetivo de la investigación, se configura la dimensión caracterización del

problema y objeto de la investigación, la cual constituye una expresión cognoscitiva que aprecia la

diversidad del objeto de investigación, pero sin poder deslindar los vínculos esenciales de los no

esenciales, las causas de los efectos, lo necesario de lo causal, de modo que no se capta aún la estructura

de relaciones que es inherente a la interpretación del objeto de la realidad. Es un nivel inicial de

comprensión e interpretación, que se corresponde con el nivel concreto sensible.

 Dimensión de abstracción del objeto de investigación.

Esta dimensión está caracterizada por la relación dialéctica entre objetivo de la investigación, campo de

acción y la hipótesis. Ella da cuenta del movimiento del proceso del nivel concreto sensible al de

abstracción.

123 
 
El ascenso de lo concreto sensible a la abstracción tiene su inicio justamente en la precisión del objetivo de

investigación. Dicho objetivo precisa aquel aspecto del objeto de investigación, que en calidad de

abstracción, el investigador pretende transformar.

Teniendo en cuenta, como se expresó anteriormente, que la determinación de un objeto de investigación

es muy amplia, supone el riesgo de considerar aspectos y relaciones no vinculadas al problema, en tanto

una determinación muy restringida de este puede llevar a la no consideración de aspectos relevantes

vinculados con el problema.

Por lo anterior, se introduce el campo de acción como una abstracción esencial del objeto de investigación

y constituye un aspecto particular de éste.

La relación dialéctica entre el objetivo de la investigación (singular) y el campo de acción (general) permite

delimitar la hipótesis (particular), la que en calidad de nueva síntesis, configura una especulación o

conjetura científica de mayor abstracción que el objetivo y el campo de acción. Expresa qué se espera en

el proceso con la transformación del objeto de investigación, estableciendo en términos de categorías

esenciales, conforme el objetivo, el camino para desarrollarlo.

Por tanto, la hipótesis es la configuración que sintetiza las relaciones dialécticas y nexos esenciales

existentes entre los aspectos (configuraciones) que conforman el campo de acción, delimitados desde el

objetivo de la investigación, y mediante la cual se prevé solucionar el problema científico.

La hipótesis, al igual que las restantes configuraciones del proceso de investigación científica, va

concretando la intencionalidad de investigador, por lo que no queda suficientemente precisada desde un

primer momento, ya que en el propio proceso de la investigación se va construyendo, hasta el punto que la

suposición inicial puede transformarse y hasta cambiar definitivamente, de acuerdo con el nivel de

124 
 
profundidad alcanzado en la transformación del objeto de investigación, posibilitando delimitar la vía de

construcción del modelo y lo práctico o instrumento en el curso de la investigación.

Lo expuesto apunta a que el proceso de configuración de la hipótesis es un proceso de abstracción del

objeto. A través de este, el investigador revela la relación entre determinados aspectos del objeto de

investigación, en los que fija su atención, tratando de deslindar aquellos que constituyen los esenciales y

necesarios de los no esenciales y casuales para proyectar las transformaciones esperadas en el objeto de

investigación.

Aunque en este proceso parece que el investigador se aleja del objeto de la realidad, en realidad

representa un momento más profundo en el tránsito hacia su expresión teórica (el modelo).

 Dimensión de modelación del objeto transformado.

Esta dimensión está determinada por la relación entre la hipótesis, el objetivo de la investigación y el

modelo, donde el modelo es la síntesis dinámica de la relación entre las dos primeras.

Es la dimensión que expresa el tránsito de lo abstracto a lo concreto pensado, y que no termina con la

construcción del modelo, sino que asciende a un plano superior, cuando dicho modelo se concreta a s u

vez en el instrumento de transformación del objeto de la realidad, lo que será explicado posteriormente.

La modelación es la dimensión del proceso de investigación que expresa la representación sistematizad

del objeto transformado mediante la determinación de categorías (configuraciones, dimensiones, eslabones

y estructura de relaciones), revelando relaciones esenciales que expresan regularidades, leyes y teorías.

En su pretensión de interpretar la realidad, el modelo, expresión en lo concreto pensado, enriquece con

argumentos e interpretaciones la hipótesis y el objetivo de la investigación, con lo que adquiere una

estructura más esencial de expresar el objeto transformado, como un nuevo conocimiento científico

125 
 
aportado por el investigador, que es síntesis de la caracterización esencial del objeto y por tanto en ella

subyacen los referentes y posiciones asumidas, desde las cuales el investigador construye su manera de

interpretar el objeto de investigación y su transformación, sobre la base de la determinación de las

configuraciones y relaciones esenciales del objeto transformado, a la vez que se relaciona con

determinados principios epistemológicos y metodológicos acerca de cómo enfocar el examen de la

realidad.

A través del modelo teórico no sólo se expresa el objeto transformado en toda su diversidad, sino también

que la estructura de relaciones, que constituye el modelo, puede ser generalizado en la interpretación de

múltiples situaciones nuevas. Esto obviamente es posible sobre la base de que han sido reveladas las

relaciones esenciales en dicho objeto transformado. Este es el nivel de lo concreto pensado. En el proceso

de construcción del conocimiento se retorna a lo concreto, pero sobre una base más profunda, esencial y

superior.

Cualquier modelo tiene la finalidad no sólo de explicar procesos o hechos conocidos que se plantearon en

el problema, sino pronosticar los desconocidos. Su capacidad predictiva depende en buena medida de su

coherencia lógica y del nivel de abstracción y generalización, dado que, en tanto sea más abstracto, será

más generalizable y mayor será la capacidad de predicción del modelo.

El rasgo principal que caracteriza esta dimensión, es que la argumentación que se circunscribe al modelo

es expresión del objeto trasformado por la labor interpretativa del investigador.

En correspondencia con lo explicado hasta ahora, el proceso de construcción del conocimiento científico

sigue un camino dialéctico, que va de los datos, al desarrollo de la teoría científica o modelo, transitando

por la hipótesis. Este movimiento tiene su fundamento en la propia realidad objetiva que se investiga y en

el movimiento del pensamiento humano.

126 
 
Consecuentemente con lo anterior, la construcción del conocimiento científico transita del conocimiento de

los hechos y datos, que resultan del análisis de objetos singulares, que se someten a observaciones y

experimentos, hacia el conocimiento de las leyes y regularidades, lo que supone la formulación de

determinadas generalizaciones que se evidencian superficialmente en los hechos. El tránsito del análisis

de los hechos científicos a su síntesis teórica, la teoría o el modelo teórico, se realiza con ayuda de

métodos de modelación y de inducción–deducción.

 Dimensión de Instrumentación del modelo.

Esta dimensión está caracterizada por la relación dialéctica entre el modelo, el objetivo de la investigación

y el instrumento elaborado. Constituye un nivel superior de lo concreto pensado. En la misma, el modelo,

como síntesis teórica para dar cumplimiento al objetivo de la investigación de solucionar el problema,

deberá concretarse en un instrumento cuya aplicación posterior a la práctica transforme el objeto de la

realidad y con ello se corrobore la hipótesis planteada.

El instrumento o elaboración práctica es la configuración que expresa la concreción del modelo teórico en

aspectos, propuestas e inferencias precisas que conforman una estrategia, un programa, un método o un

sistema de procedimientos, entre otros, que permiten aplicar en la práctica el modelo, y conforme al

objetivo de la investigación, dar solución al problema. Significa la modificación del objeto de la realidad y la

solución del problema, de acuerdo con lo formulado en la hipótesis.

 Dimensión de concreción en el objeto de la realidad.

Está determinada por la relación instrumento, objetivo de la investigación y resultado, donde el resultado

deviene en síntesis de la relación entre las primeras. Conforme al objetivo de la investigación, es posible a

través de corroborar, evaluar o validar las interpretaciones contenidas en los modelos teóricos e

instrumentos, con el objetivo de establecer respaldos de corroboración y confiabilidad, que garanticen la

127 
 
aplicación, obteniéndose como resultado de la misma, que los conocimientos teóricos e instrumentos de

intervención sobre el objeto de la realidad permitan alcanzar la transformación del mismo. Desde esta

perspectiva, la aplicación a la práctica del instrumento representa el tránsito de lo concreto pensado a la

concreción, proceso en el que se generan nuevos problemas en un proceso de desarrollo en la

construcción del conocimiento.

El resultado constituye la expresión del objeto transformado, en términos de la cultura que lo expresa,

como estado final del proceso investigativo, por lo que se reafirma su carácter de configuración del proceso

de investigación.

Hasta aquí, como se ha recomendado en capítulos y acápites anteriores también se le sugiere al lector que

contextualice estos aspectos teóricos a su contexto de actuación, que los aplique, que saque sus

conclusiones particulares, lo cual considera el autor una forma de sistematización y generalización de los

contenidos expresados, con los cuales el lector desarrollara conocimiento, habilidades, valores y

valoraciones, permitiendo por tanto la profundización interpretativa de estas intenciones del autor.

3.3.-Eslabones del proceso de investigación científica o lógica general del proceso de investigación

científica

Es preciso seguir aclarando que en estos inicio se abordaran los aspectos generales de lo holístico

configuracional y dialectico asumido por este autor para la investigación científica (desde lo general) que

permita con posterioridad adentrarnos en su relación con el método clínico (lo particular). Es por eso que

se abordan en este espacio lo eslabones del proceso de investigación científica visto desde lo holístico

configuracional de F. Homero (2000-2013), como elementos epistemológico que asume este autor. Que

por demás han sido desarrollados por otros autores en tesis doctorales como G. Renan (2013), G. María

Eugenia (2014) entre otros.

128 
 
Los eslabones constituyen la expresión de los complejos estadios o momentos por los que transita el

proceso de investigación y que determinan su lógica interna. Todo eslabón implica una sucesión de

movimientos, que se diferencian entre sí por las características en el desarrollo del proceso por los sujetos

implicados, en calidad de investigadores en los diferentes estadios por los que transcurre este proceso,

pero a la vez, por la naturaleza holística, compleja y dialéctica del proceso en el cual se integran lo cual se

relacionan y se condicionan dinámicamente.

La lógica interna de este proceso (la investigación científica) es una consecuencia de la relación dialéctica

entre la postura epistemológica del investigador y el objeto de la cultura expresado en el marco teórico

asumido por éste, lo que constituye una contradicción dialéctica que se resuelve al constituirse dicha lógica

en mediadora y síntesis de esta relación contradictoria.

En consecuencia con la lógica seguida en el Método Holístico Dialéctico, en la secuencia de sus

dimensiones, se hace evidente que dicha lógica responde a la Teoría general del conocimiento, conforme

lo cual se identifican los siguientes eslabones:

1. Eslabón factoperceptible (de lo concreto sensible en vía de lo abstracto)

2. Eslabón de la construcción teórica (de lo concreto sensible a lo abstracto en vía a lo concreto

pensado)

3. Eslabón de la aplicación (se cierra el espiral, de lo concreto pensado para arribar a otra concreción

sensible que de vía para otras investigaciones)

 Eslabón factoperceptible:

Es el estadio caracterizado por una interacción entre sujeto y objeto, en la que el sujeto observa el objeto,

lo explora, identificando las discrepancias entre lo que es y lo que debe ser, se cuestiona sobre las causas

de la discrepancia, y trata de dar, por lo menos, dos respuestas posibles a esta contradicción.

129 
 
El investigador caracteriza el problema y el objeto de investigación sobre la base de la construcción del

marco teórico y contextual de la investigación. En este proceso de caracterización del problema y el objeto

de investigación se discriminan conceptos, se establecen relaciones entre conceptos, se determinan

categorías que le permiten comprender las regularidades del objeto analizado y sobre la base de las

categorías y relaciones esenciales, configura el objetivo de la investigación, el campo de acción y la

hipótesis de la investigación.

Es el primer acercamiento del investigador al objeto de la realidad, por tanto es una etapa donde prevalece

el empleo de métodos de carácter empírico, aunque también se utilizan métodos teóricos que posibilitan el

procesamiento e interpretación de la información. Con el uso de métodos de análisis y síntesis e histórico

lógico, se valoran los antecedentes que se relacionan con el problema y el objeto de la investigación, es

decir, es el estadio donde se determina el marco teórico y el marco contextual de la investigación.

El marco teórico de la investigación es la sistematización de la cultura teórica y práctica precedente, en la

que la valoración crítica permite al investigador caracterizar los antecedentes que se relacionan con el

problema y el objeto de la investigación, permitiendo la fundamentación de la investigación, que será el

soporte para las argumentación en el abordaje de lo teórico y de lo práctico (modelo y el instrumento).

En síntesis, la fundamentación contenida en el marco teórico, permite precisar el problema y el objeto de la

investigación, lo que evita tomar un camino errado en el proceso de investigación científica; induce al

estudio de nuevos problemas y sustenta el establecimiento de la hipótesis, el abordaje teórico y el práctico.

El investigador requiere, entonces, utilizar como punto de partida los conocimientos y aportes derivados de

experiencias investigativas anteriores y además cotejar sus resultados con los antecedentes. En ello no

debe perder de vista lo relativo al marco contextual en que se desarrolla la investigación.

130 
 
Marco contextuales, es la cultura que expresa el complejo e históricamente determinado ámbito en que el

sujeto desarrolla el proceso de investigación científica y que incluye no sólo lo natural sino ante todo lo

socio-cultural.

En la elaboración del marco teórico y contextual las principales tareas, que entre otras se deben realizar,

son las siguientes:

- Revisión de la literatura mediante la cual se consulta, extraer y recopilar la información relevante

sobre el problema y el objeto investigado. Ello se realiza hoy con muy diversas formas, entre las

cuales ocupa un lugar cada vez más importante los modernos sistemas computarizados y las

denominadas autopistas de información.

- Sistematización de las teorías existentes, lo que permite determinar el grado en que ellos explican

el problema a investigar.

De este estudio pueden derivarse los siguientes resultados:

Primero, que existe una teoría científica capaz de descubrir o explicar el problema de investigación.

Segundo, que existen varias teorías o generalizaciones empíricas que han sido demostradas y que

posibilitan aplicarlas al problema de investigación.

Tercero, que las teorías existentes no explican a plenitud el problema.

Cuarto, que no existe teoría o antecedente alguno vinculado al problema.

En los dos primeros casos el investigador aplica las teorías existentes a situaciones nuevas, donde no se

requiere elaborar un nuevo modelo teórico para la ciencia en general, pero si es nuevo para el investigador

en lo particular y lo singular. Para ello naturalmente debe velar por la contextualización de las aplicaciones.

131 
 
A este proceso se le acostumbra denominar investigación de desarrollo. Cuando la teoría existente tiene

una aplicación. Es desde estos presupuesto que se enmarcan lo llamados Proyectos I+D

En los últimos dos casos, la investigación científica debe ser dirigida a encontrar soluciones nuevas y

autóctonas que enriquezcan el sistema de conocimientos. Y se le suele llamar Investigación Básica.

Esa relación entre las llamadas investigaciones aplicada o de I+D y las básica (creación de nuevos

conocimientos es relativa, ya que en el propio investigador cualquier investigación va a formar y desarrollar

-lo nieguen mucho o no- nuevos conocimientos.

Una vez diagnosticado el problema, caracterizado el objeto de investigación y el campo de acción de la

investigación, donde se precisen los referentes teóricos y la postura epistemológica del investigador, se

está en condiciones de desarrollar el eslabón de construcción teórica, aunque debe quedar claramente

precisado que no se trata de etapas separadas y que el concepto de eslabón, desde lo Holístico

Configuracional, constituye expresiones de estadios que se superponen y se dan en unidad, aunque se

evidencia una lógica secuencial en los mismos, pero sin límites rígidos.

 Eslabón de construcción teórica.

Es el eslabón donde se argumentan y revelan las relaciones que modelan el objeto transformado y el

instrumento que lo hace viable, se desarrollan las dimensiones de modelación e instrumentación como

manifestaciones de lo concreto pensado.

El eslabón de la construcción teórica, supone la representación sistemática del objeto investigado,

mediante la elaboración de conceptos, categorías, el establecimiento de nuevas relaciones, regularidades

que permitan explicar las transformaciones del objeto de investigación.

132 
 
Este eslabón tiene implícito la realización de tareas relacionadas con: la elaboración del modelo teórico y

elaboración del instrumento. Es un estadio donde prevalecen los métodos de investigación teóricos,

aunque hay que significar que, aunque en distintos eslabones prevalecen lo empírico o lo teórico, ambos

subsisten simultáneamente a lo largo de la investigación, adquieren un carácter cíclico o iterativo hasta la

confirmación definitiva de las construcciones teóricas y prácticas.

 Eslabón de aplicación.

En este eslabón se desarrolla la dimensión de concreción. Como su nombre lo indica, se caracteriza por la

concreción en la práctica del modelo teórico o sea de la abstracción elaborada a través del instrumento, no

sin antes corroborar, evaluar o validar el modelo teórico construido y el instrumento. Ello permitirá

establecer respaldos de confiabilidad, que garanticen la aplicación. Desde esta perspectiva, la aplicación a

la práctica del instrumento, representa el tránsito de lo concreto pensado a la concreción, donde se vuelven

a generar nuevos problemas.

En este eslabón se aplica en la práctica el instrumento elaborado a partir del modelo (teoría). La aplicación

a la práctica del instrumento elaborado confirmará la validez del modelo y por tanto, la corroboración de la

hipótesis y la solución del problema, lo que supone la aplicación del instrumento en la práctica, la

corroboración, valoración y validación del instrumento y de los resultados de su aplicación.

La dinámica de la Lógica Holística Dialéctico del proceso de investigación, se sintetiza en su dinámica en la

que muestra el desarrollo en espiral del proceso de investigación científica, que es interpretado como un

proceso social, lo que implica reconocer su carácter consiente, por tanto, su naturaleza compleja, dialéctica

y holística, lo que requiere de su interpretación como un proceso que está dinamizado por las

contradicciones entre lo objetivo y lo subjetivo, lo empírico y lo teórico, y esencialmente, por la

133 
 
interpretación de que la contradicción entre la preservación , el desarrollo, la difusión, la creación , la

transformación y la revolución.

Ello permite aplicar lo Holístico Configuracional al proceso de investigación científica médico-clínica y por

tanto al método clínico, identificando las configuraciones, dimensiones, eslabones y estructura de

relaciones y el eje de integración, que se explicitan en la lógica interna de dicho proceso.

Se insiste con lo hasta aquí expuesto, que el lector contextualice esto a su experiencia investigativa como

médico clínico y en cualquiera de sus labores socio-humanistas-asistenciales.

A continuación el texto se adentra en las cuestiones particulares del método clínico, partiendo inicialmente

de develar la necesidad, es en ese sentido que se abordara:

 El método clínico en la contemporaneidad. su necesidad de cambio.

Partiendo de lo anterior, en los espacios que sigue, se comienza a abordar el método clínico partiendo de

su necesidad de cambio en la contemporaneidad, como primer acercamiento para luego especificar lo

holístico configuracional como sustento para su aplicación.

El método clínico en el siglo XXI ha alcanzado una relevancia por la necesidad de su desarrollo, el cual

está signado por el papel que desempeña para resolver los problemas de salud-enfermedad del individuo,

la familia y la comunidad, donde la sociedad a nivel mundial se ha convertido en una humanidad

condicionada por la generación del conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de

símbolos, que determinan ritmos de formación y actuación del médico, que no pueden ser abordado por

métodos tradicionales como se ha venido haciendo, o asumir métodos de otros niveles y contextos de

actuación, muchas veces arcaicos y descontextualizados, inherentes a otros momentos de las historia de la

profesión médica.

134 
 
En ese sentido, sin negar los aportes más antiguos de la escuela hipocrática y menos antiguos como los de

Claude Bernald, seria anticientífico actuar como ellos, ya que se negarían los progresos científico técnicos,

tampoco sin negar los mayores adelantos contemporáneos; sería inadmisible asumirlos -unos y otros- de

forma acrítica y descontextualizado y mucho peor de forma ecléctica.

Ello implica la necesidad de introducir cambios profundos en el uso del método clínico que adquiera

carácter transformador y profesionalizante, sustentada en la investigación científica de avanzada, donde

dicho método es también un método formativo y no solo sea considerado forma de actuación, que además

por su complejidad, diversidad y a la vez, especificidad, requieren de un discurso científico e investigativo

propio, para el perfeccionamiento de los procesos en la resolución de los problemas de salud.

Por consiguiente, las universidades médicas y los centros docentes asistenciales de salud, requieren

ofrecer respuestas a la formación de los profesionales médicos mediada por el método clínico para el

mundo complejo, globalizado, planetizado y lleno de incertidumbre que se desarrolla vertiginosamente, por

demás, con asimetrías económicas, políticas, tecnológicas, sociales y culturales, que implica la necesidad

no sólo de la formación, sino de las investigaciones y la vinculación social y comunitaria en contexto, para

que llegue a ser un espacio permanente de desarrollo cultural que incorpore a todos y durante toda la vida.

Siendo con ello consecuente con el Dr. Cs. Homero Fuentes-2009- cuando cita al informe de la Comisión

Mundial de Cultura y Desarrollo, donde se afirma: “El desarrollo en el Siglo XXI será cultural o no será”

Las crecientes necesidades sociales de salud-enfermedad planteadas a la profesión médica, no sólo

significa tener más y disimiles formas de formación y actuación que se aparten de los marcos tradicionales,

sino que éstas sean diversas y han de propiciar una calidad de vida para todos, lo que significa con

equidad, para generar nuevas especificidades investigativas y de actuación en los centros docentes,

docente- asistenciales de salud y en la comunidad. Ello está reclamando llevar la formación mediada por el

método clínico a su propia labor donde presta asistencia al individuo, a la familia y a las amplias capas de
135 
 
la sociedad y ello es una responsabilidad entonces de la Educación Médica Superior, pues si bien en los

diferentes niveles de educación se tiene una responsabilidad y un compromiso con la formación en y de la

sociedad, es la Educación Médica Superior la que tiene las potencialidades y es una de las que está en la

cima de la estructura educacional del país, lo que sustenta la especificidad de su estudio y su rol en la

sociedad para la formación de profesionales médicos mediante el uso del método clínico.

Tal consideración plantea por tanto, la necesidad de construir clínico con la necesaria especificad, que si

bien no se contraponga a la necesaria diversidad epistemológica y reconozca sus fronteras, determine los

sustentos teóricos y metodológicos para una transformación esencial del ámbito de ese tipo de actuación y

las razones están claras: se requiere de una actuación del profesional médico formativa y profesionalizante

de avanzada y continua, sustentada en la construcción del conocimiento científico médico-clínico y con

profundas raíces en su contexto histórico, social y cultural, lo cual no excluye el carácter universal de dicho

método, por el contrario lo reafirma, en consecuencia con el rol de cada médico en los diferentes

contextos.

Por lo anterior, no es suficiente ni pertinente, trasladar modelos de formación y actuación establecidos en

contextos considerados de alto desarrollo científico-técnico, académico, económico, cultural y social, que

se instalan en muchos casos de forma descontextualizada y sin ir a la esencia epistemológica de la cultura

que soporta y se gesta en los propios contextos de actuación de cada médico; esto es planteable cuando

intentamos copiar para Cuba modelos de los países europeos o cuando para un municipio cubano en

específico, se intenta actuar como en Santiago de Cuba; o cuando en Santiago de Cuba, Camagüey, y

otros se intenta actuar como en la Habana y mucho peor como en España, por el contrario, se requiere la

construcción de un discurso auténtico, que solo es posible si se desarrolla una identidad cultural

profundamente soportada en su contexto histórico, social y cultural.

136 
 
Por tanto, lo que se requiere es una transformación esencial del ámbito donde se aplica el método clínico

con consideraciones sobre la esencia y condición humana, tanto del objeto que se estudia (proceso o

problema de salud enfermedad a resolver) como el sujeto que estudia (medico), que se presencia en todo

contexto con especificidades, y que tiene profundas implicaciones para la relación del método clínico con

los problemas a resolver en que se gestan e insertan.

Tales consideraciones, están signadas no solo por las transformaciones científico-técnicas, sino de orden

económico y social que se generan a nivel mundial, nacional y local de procesos que se identifican con la

globalización y se extienden a los diversos campos de la cultura y la vida humana. Los cuales inciden

necesariamente en las comunidades particulares y por tanto en su estado de salud.

La globalización no se desarrolla a igual ritmo, ni todos los países y regiones muestran el mismo nivel de

desarrollo, así como tienen especificidades en cada campo de la cultura y la sociedad, pero que

incuestionablemente han determinado retos para toda la comunidad médica, en la búsqueda de soluciones

trascendentes y esenciales que han de sustentarse en lo humano como esencia de la cultura.

Consecuentemente se requiere una reconsideración del ser humano y su universo, su conciencia de sí

mismo, en la búsqueda y explicación a interrogantes tales como: qué es, de dónde viene y cuál es su

futuro. Las respuestas han traducirse en transformaciones de actuación del médico mediado en el método

clínico, donde este ha de erigirse en gestor fundamental de las transformaciones y con ello jugar el rol de

conciencia cultural y científica de la sociedad médica, no sólo en su concepción general, sino en sus

enfoques investigativos y en los contenidos, que no quedan sólo en lo profesional, sino en su carácter

socio-humanista-asistencial y de gestión socio-cultural.

El quehacer médico mediado por el método clínico, precisa de consideraciones que no pueden quedar en

lo factual y espontáneo, urge dar paso a lo epistemológico, lo axiológico y actitudinal, con un énfasis en lo

137 
 
valorativo y sustentado en una profundización ontológica, epistemológica y lógica del mismo, lo cual

sustentaría las metodologías para, que una vez aplicadas propicien las necesarias transformaciones y

trascendencia del mismo en su entorno.

Tales consideraciones, no implican una relegación de lo cognitivo-individual, sino la comprensión holística

del método clínico, acorde a la multiplicidad de aspectos y factores que condicionan el desempeño del

médico, que configuran significada y sentida a través de las relaciones sociales intencional, pero ello

requiere de una profunda construcción teórica y práctica para propiciar la trascendencia que la

contemporaneidad reclama.

En consecuencia los paradigmas que sustentan el método clínico, están cambiando por necesidad del

desarrollo social y las nuevas necesidades de salud, y sólo posteriores evaluaciones podrán determinar lo

adecuado de estas transformaciones, a las que incuestionablemente dicho método, como proceso

dinámico, está obligada en correspondencia con el ritmo de los cambios y necesidades sociales.

Al método clínico le es inherente el desarrollo de la cultura médica y salubrista como su sustento, pero a su

vez es mediante la construcción del conocimiento científico médico -siendo su carácter teleológico- que se

transforma y desarrolla la cultura medica-clínica, por lo cual ambos procesos se condicionan y excluyen

mutuamente en una relación dialéctica.

Tal consideración significa el rol determinante del método clínico en el desarrollo de la cultura médica,

donde constituye un proceso de sistematización, la apropiación y profundización cultural médico-clínica y

desarrollo de las capacidades transformadoras humanas del médico, las cuales han de tener una

intencionalidad determinada en la solución de los problemas de salud-enfermedad, de ahí que dicho

método, se ha de condicionar en su unidad con el desarrollo de la salud humana.

138 
 
Las transformaciones en los paradigmas, implican cambios en el significado de los conceptos y categorías,

así como de la forma de relacionarlos; lo que se expresa en transformaciones epistemológicas,

metodológicas y axiológicas que condicionen el comportamiento frente a los procesos, fenómenos o

situaciones de salud-enfermedad que se interpretan e investigan desde los nuevos paradigmas y que

modifican la forma de desarrollar o interpretar los procesos de salud-enfermedad y por tanto al propio

método clínico.

Uno de los retos más significativos de hoy día es la aplicación del método clínico para enfrentar la

construcción y desarrollo de la cultura médico-clínica, al ser asumido como el método científico aplicado

por el médico a solventar los problemas de salud-enfermedad, con la velocidad, diversidad y complejidad

que los múltiples procesos naturales, sociales y del pensamiento relacionado con la salud y la enfermedad

requieren, en un mundo que se transforma a ritmos nunca antes alcanzados. Tal situación demanda de

cambios profundos en las concepciones de actuación del clínico, las cuales han de corresponderse con el

alcance de las transformaciones y necesidades de salud, sociales y profesionales.

Incuestionablemente la humanidad por otro lado, está condicionada por la generación del conocimiento,

junto con el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos, signos, códigos, entre otros

que determinan ritmos formativos que no pueden ser enfrentados de forma tradicional. Planteamientos en

este sentido han estado en autores como Didriksson, A. (1993-2000); García Guadilla, C. (1996);

Tünnerman, C. (2002, 2003); Pérez C. (2000); Núñez Jover J. (1999); Arocena R. y Sutz J. (2001),

Paniagua (2014), Leticia Artiles (2005), Moreno (2012), Fernández Sacaza (2000) entre otros, quienes

coinciden desde ángulos diferentes en la búsqueda de alternativas al proceso de actuación del profesional

y con ello en el conocimiento en la sociedad médica contemporánea.

Sin embargo, por la rapidez de este proceso, obliga no sólo a apropiarse de la cultura médico-clínica

acumulada, sino también a reflexionar sobre sus procesos de creación y proyección, además de la
139 
 
estructura de la misma, como vías esenciales de su construcción y desarrollo, aspecto en la cuales los

autores referidos no han reparado a profundidad, y que con el uso del método clínico, la investigación

científica médico-clínica y la gestión médica, requieren de una permanente reflexión e interpretación

teórica, epistemológica y metodológica, en la cual se reevalúen los paradigmas tradicionales existentes que

abordan el método clínico y por tanto la construcción del conocimiento científico médico-clínico y postulan

las concepciones epistemológicas conocidas, las cuales aún son insuficientes en las consideraciones a lo

que la ciencia medicas ha de constituir en torno a los sujetos y su implicación social e individual.

En el mundo de hoy el uso del método clínico a de partir en reconocer que la construcción y realización de

la cultura médico-clínica, ha alcanzado significativa relevancia por la necesidad de su desarrollo, que están

signadas por el papel que desempeñan en la sociedad; autores como; Tünnerman, C. (2003); Barnett R.

(2000) Morín E. (1999) y otros; así como Sacasas (2000), Artiles (2005) Paniagua (2014) hacen alusión a

la necesidad de estos procesos, sin embargo ello implica la necesidad de introducir cambios profundos, a

la vez complejos y específicos, y ello requiere no sólo de un discurso científico; sino también de una

actividad investigativa trascendente propia, que dimensione cualitativamente la interpretación y

transformación del proceso salud-enfermedad, acorde a las exigencias del desarrollo social en la

contemporaneidad y a las nuevas exigencia de salud.

En muchos casos, las actuales concepciones teóricas, Clark, B. (2000); Gimeno Sacristán (1989);

Martínez, M. (1997-2000); Austin, T. (1984); Dieterich, H. (2000) y otros como los anteriores, por sus

fundamentos epistemológicos, aún presentan insuficiencias en la interpretación de los complejos procesos

mediados por el método clínico, al reducir o absolutizar propuestas esencialmente lineales o sesgadas, que

parten de fundamentos analíticos elementales y fenoménicos, en los cuales se considera sólo

determinados aspectos y fenómenos de los objetos y factores no vistos en su totalidad, lo cual lleva a

reducir la complejidad y a la vez la totalidad de los seres médicos como sujetos y de los pacientes como

140 
 
objetos humanos, incluso, en determinados casos a la reducción de categorías, variables, su

operacionalización y su medición, así como la empírea y la experimentación como único criterio de verdad

y valor científico o cientificidad.

Aún subsisten argumentos propios de las concepciones derivadas del desarrollo de las ciencias naturales y

exactas en los Siglos XIX y XX, muy superadas hasta en las ciencias que estudian la naturaleza, y son

trasladados como únicos e inmutables en la investigación de la transformación médicas y de salud,

inmersas en complejas realidades e interrelaciones sociales y profesionales con características diversas.

Las consideraciones precedentes revelan inconsistencias en la estructura de las ciencias y en particular en

las ciencias médicas, y llevan a la necesidad de delimitar los presupuestos teóricos y metodológicos de

estas ciencias, a partir de la insuficiente delimitación de las fronteras epistemológicas que actualmente

hacen difuso el campo investigativo y de actuación de los profesionales médicos.

Por lo anterior se requiere delimitar la especificidad del método clínico, sin negar su coexistencia con la

diversidad epistemológica presente y generalizadora de las metodologías de las investigaciones. Es

necesario, a partir de la complejidad y diversidad, singularizada en cada una de ellas, sustentar el carácter

único e irrepetible de los procesos en los que se aplica el método clínico.

Unas de las posturas teóricas, acerca del método clínico es su interpretación desde los enfoques, empírico

analítico y el sistémico estructural funcional, en boga en el siglo XX y de considerable vigencia en la

actualidad. los mismos, en su abstracciones revelan un sistemas de relaciones entre componentes, con

determinados criterios jerárquicos, que permite interpretar los procesos humanos y sociales, así como los

proceso de salud-enfermedad, no obstante al modelarlos desde la identificación de un número finito de

componentes, tal es el caso de diversos documentos y declaraciones de la UNESCO perneados por las

posiciones teóricas de: Morín, E (1999); Mayor, F. (2000); Bricall, J. (2000) Delors, J. (1996), Sampier

141 
 
(2000), Paniagua (2014) entre otros en las cuales no es explícita la interpretación del carácter de esencia

del médico como ser humano en el desarrollo del proceso, por lo que conlleva a esa pérdida interpretativa,

al referir componentes o etapas lineales, que no siempre revela toda la riqueza y diversidad de la realidad

del proceso de actuación de dicho profesional.

En múltiples investigaciones en el campo de la salud y la medicina, aún es insuficiente la adecuada

interpretación dialéctica del desarrollo del método clínico, al reducir los objetos a determinados rasgos o

características de estos, lo cual limita la consideración de su complejidad y diversidad y la de los ámbitos

en que se desarrollan y desempeñan los médicos como seres humanos, consideraciones en las cuales

predominan los enfoques psicológicos; Martínez, M; Gimeno Sacristán y Coll, C. entre otros en detrimento

de la especificidad de dicho método desde las ciencias, que han permeado el proceso y le han otorgado

determinados rasgos o características propias de otras ciencias, con el carácter de fundamentos únicos,

que no permiten precisar la riqueza y diversidad de la esencia humana del médico en los procesos de

aplicación del método clínico.

De lo anteriormente planteado, se revela la necesidad de desarrollar nuevas alternativas científica del

método clínico que trascienda lo general desde lo singular y viceversa, reconozca la esencia humana,

como aspecto esencial en el desarrollo de las ciencias medica-clínicas.

En consecuencia se ha de discurrir en la construcción de un método clínico como sustento para la

actuación del médico, que propicie la interpretación de los procesos investigativos de manera particular y

por tanto, la especificidad de éste.

En uso del método clínico debe manifestarse una interpretación del proceso de actuación vinculado y

sustentado en un desarrollo cultural y social específico, ante los retos salubrista universales de la

contemporaneidad, compleja y diversa, que se concrete a la vez, en la formación de cada uno de los

142 
 
profesionales médicos, acorde con lo que está en el espíritu de José Martí (1884), al decir “… Universo es

palabra admirable, suma de toda filosofía: lo uno en lo diverso, lo diverso en lo uno”. (J. Martí 1975

T7:250).

Este gran pensador cubano y el más universal en carta a María Mantilla (Cabo Haitiano- el 9 de abril de

1895) expreso- “…donde yo encuentro poesía mayores es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en

el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y música del árbol, en lo alto del cielo con su familia

de estrella y en la unidad del universo, que encierra tantas cosas diferentes, y es todo uno, y reposa en las

luz de la noche del trabajo productivo del día…”

Las consideraciones sobre las inconsistencias epistemológicas y metodológicas con que se interpreta el

método clínico, son consecuencia de la no coherencia teórica actual, entre las teorías empleadas en estos

procesos y la esencia humana; así como la rigidez en las interpretaciones de la ciencias y su incidencia en

la formación y la gestión cultural universitaria y social, por lo que se requiere de la investigación teórica del

proceso de construcción y desarrollo de la cultura y con ello, la construcción del conocimiento científico

como esencia, lo cual propiciará la re-conceptualización del método clínico como gestor cultural de los

profesionales médicos.

Lo anterior lleva a asumir que el método clínico es un proceso de construcción y desarrollo del

conocimiento científico médico-clínico en la diversidad de las ciencias médicas, sustentado en la condición

humana y sus potencialidades en el autodesarrollo de las capacidades transformadoras humanas de

carácter profesionalizante del médico, en la investigación científica y la gestión socio-cultural, todo lo cual

es un sustento esencial para la actuación de dicho profesional.

En consecuencia se requiere incorporar en la construcción epistemológica y metodológica, el carácter de

proceso consciente y transformador de los médicos como sujetos, que no fragmenten el uso del método

143 
 
clínico y desarrollo del médico como ser humano, ni lo descontextualicen de su realidad, donde se

reconozca la dialéctica entre lo complejo y lo holístico, desde presupuestos ontológicos, epistemológicos y

lógicos, que se sinteticen en criterios científico-metodológicos.

Es por ello que se toma como referente la Concepción Científica Holística Configuracional, que integrada

por la Teoría Holística Configuracional y Método Holístico Dialéctico, en lo epistemológico y metodológico,

sustente el carácter consciente y transformador del médico como sujeto en la construcción del

conocimiento científico médico clínico y la interpretación de la condición humana como sustento del

desarrollo de los procesos de actuación, en particular del médico, dado el carácter consciente y

transformador de la construcción del conocimiento científico médico-clínico y el desarrollo de la salud.

En la consideración que se quiere desarrollar está explícita una concepción dialéctica sustentada en el

reconocimiento de la esencia hermenéutico dialéctica del proceso de construcción e interpretación

científica de la cultura, la educación, la formación y el desarrollo de médico como humano.

A los sustentos fundamentales mencionados, se incorpora la consideración del pensamiento complejo en

su unidad con el holístico, integradas desde la concepción dialéctica; ello requiere la definición de algunos

conceptos y categorías, aunque ampliamente tratados por diversos autores, desde diferentes contextos

teóricos, no han quedado totalmente agotados, toda vez que constituyen aspectos muy polémicos y por lo

tanto objeto de interpretación y reflexión profunda.

Vale significar los conceptos fundamentales vinculados con el ser humano como son: su naturaleza, su

actividad, sus cualidades y la potencialidad humana, pues si bien se generalizan a un ámbito más

abarcador, propician la asistencia, la investigación científica, la docencia y la gestión del médico.

Por otra parte se consideran concepciones como: la Teoría de la Complejidad y la Teoría General de

Sistema, interpretadas todas desde la concepción dialéctico asumida como sustento filosófico y

144 
 
metodológico a este nivel, lo cual permite interpretar los procesos del pensamiento científico médico-

clínico, como procesos dialécticos que discurren entre la lógica dialéctica subjetiva construida por el

médico como sujeto y la lógica dialéctica objetiva de los procesos de la realidad, incluidos los procesos de

salud-enfermedad como objeto.

Las consideraciones que se asumen sobre la Concepción Científica Holística Configuracional emerge

como necesidad epistemológica y metodológica para sustentar la modelación del método clínico desde el

reconocimiento de la unidad dialéctica entre lo complejo y lo holístico, las relaciones dialécticas del

autodesarrollo en la condición humana, la construcción del conocimiento científico médico-clínico, desde

los contextos socio-culturales e históricos, en el reconocimiento de la interculturalidad inherente a los seres

humanos, lo que puede ser generalizable a otros campos de la sociedad y la cultura.

Por otra parte las insuficiencias en la interpretación de los procesos de actuación mediada por el método

clínico , asumidas como contenido del planteamiento de la necesidad epistemológica y metodológica,

revelan su carácter científico, así como la precisión del proceso de construcción y desarrollo del

conocimiento científico médico-clínico en las ciencias médica, y condicionan asumir la Concepción

Científica Holística Configuracional como una necesidad y realidad científica para sustentar la actuación del

médico.

Lo anterior plantea la consideración del proceso de construcción del conocimiento científico médico clínico

y en general el desarrollo de la cultura medica como realidad objetivo-subjetiva de carácter social, que se

puede modelar mediante configuraciones de naturaleza holística, compleja y dialéctica, las cuales son

expresión de los rasgos, cualidades, movimientos y transformaciones de la realidad; unido al

reconocimiento del carácter consciente y transformador de los médicos como sujetos, lo cual constituye el

fundamento científico de este texto, capaz de interpretar de manera más coherente la esencia humana del

médico como sujeto y del paciente como objeto y servir de punto de partida, para la elaboración y puesta
145 
 
en práctica de estrategias que propicien el desarrollo del médico y del pensamiento científico de avanzada

en la contemporaneidad, aplicada al actuación de dicho profesional y con ello la construcción

epistemológica y metodológica del método clínico.

En síntesis se necesitan futuras reflexiones que discurran en la consideración necesaria de la cultura

médica, su carácter contextual y universal, inherente a la propia condición humana del médico y la

diversidad de la ciencia en la construcción del conocimiento científico médico-clínico, todo lo cual se

sintetiza en la condición humana, como sustento del carácter humano cultural de dicho método.

Las futuras reflexiones han de estar encaminadas, en sentido general a ir buscando un método clínico

propio u auténtico en la actuación de cada médico, para dar las bases fundamentales de que, desde el

método clínico general se vallan desarrollando un pensamiento que encamine una actuación genuina, que

no copie acríticamente de otros, que tenga su propia identidad, y condicione una formación socio-

humanista-asistencial del médico en el seno comunitario de actuación.

A continuación se aborda con una visión crítica los diferentes modelos que en la contemporaneidad

sustenta el método clínico.

 Análisis crítico de los modelos más usados en la contemporaneidad en relación al método

clínico.

Ya hace algún tiempo en la formación de los médicos, en todo el orbe y también en Cuba son considerados

y aceptados ciertos modelos como expresión del desarrollo formativo y de actuación mediado por el

método clínico, ya que este se desarrolla para la actuación y constituye a su vez un método formativo,

cuyos modelos han constituido puntos de partidas para el desarrollo de las ciencias médicas, sin embargo

ninguno de ellos pueden considerarse una panacea en tanto también tiene sus dificultades, tampoco

146 
 
pueden ser abordado de manera acrítica, descontextualizada y ecléctica ya que en vez de ser útil en el

desarrollo del accionar médico se convertirían en obstáculo, estos se nombran y sintetizan a continuación:

•La formación en el modelo Osleriano.

•La formación y la profesión basada en la evidencia.

•La formación basada en la tecnología.

•La formación y las creencias.

•La formación en la sociedad del bienestar.

•La formación basada en roles complementarios del profesional como gestor de casos y cuidador.

•La formación en la modificación de los límites salud/enfermedad.

•La formación ante nuevas exigencias.

•La formación ante el cambio de las condiciones laborales.

•La formación basada en el cuestionamiento.

 La formación basada en el modelo Osleriano

A partir de que fuera enunciado por el gran conductor de la resplandeciente Medicina norteamericana,

William Osler (1849-1919), médico canadiense, que ejerció su profesión en Canadá, Estados Unidos e

Inglaterra, y desarrolló los métodos todavía empleados en la educación médica moderna, que incluye

además la formación clínica en los hospitales, y en correspondencia con las normas del informe Flexner

para el mundo académico, el modelo Osleriano ha iluminado la habilidad clínica de los médicos del todo el

mundo occidental desarrollado, y también de Cuba. Lo cual es sustento fundamental del método clínico

contemporáneo que tanto se necesita de su aplicación en una práctica que hoy va camino a una

deshumanización desenfrenada.

Desde el modelo referido, hoy el médico concentra su formación y actuación en la aplicación de las

capacidad de diagnosticar entidades nosológicas determinadas científicamente y comportarse como

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agente decisor terapéutico para los padecimientos que presentan los pacientes que asisten a las

consultas, se valoran en las salas de ingreso y se visitan en la comunidad.

Pero es que en la relación médico-paciente las decisiones son de dos, y el médico no puede ser el único

decisor.

A partir de este modelo también se ha formado y afianzado en muchas oportunidades la “autoridad” del

médico, depositario del conocimiento científico-médico más moderno, capacitado de tratar los

padecimientos de sus pacientes de acuerdo con los adelantos técnicos y farmacológicos del momento. Sin

embargo esta autoridad no puede comportarse como un totalitarismo, porque se convertiría la relación

médico-paciente en una expresión dictatorial donde el único que piensa y decide sobre la salud del ser

humano seria el médico.

Con esta tendencia hoy mal aplicada, se tiende por otro lado a alejarse de la esencia y la condición

humana dada en la relación que se establece entre lo biológico, lo ecológico, lo social y lo espiritual, la

atención se queda fundamentada en las cuestiones más bilogicista, y aunque se ha intentado profundizar

en los aspectos psicológicos aun no es suficiente como elemento totalizador en la interpretación del

proceso salud-enfermedad. No obstante al tener en muchas oportunidades pensamientos y acciones

integradoras que tienen en cuenta los aspectos: biológico, psicológicos y sociales, se deja un tanto de lado

los aspectos ecológicos y espirituales y no nos apoyamos en las potencialidades (ser, saber, hacer y

convivir) del enfermo, pensando que somos en ese momento lo únicos que razonamos; la comunicación

tiende hacerse unidireccional, se piensa en oportunidades que somos los únicos que tenemos que conocer

y que conocemos de los procesos morbosos, que somos los únicos con capacidad de interpretación de los

mismo y sobre todo en los único que recae la capacidad de transformarlo.

Esto no ha sido ni mucho menos los que Osler quería, sino que esperaba una buena relación humanista

entre esas potencialidades que brinda ese tipo de formación y actuación, para interpretar en todos los

sentidos el sufrimiento humano, donde se le mire directamente a los ojos de los se quejan, integrándose a

148 
 
un interrogatorio perpetuo y a un examen físico constante en búsqueda siempre de comprender la esencia

de la queja, mirar en sus entrañas de sentimientos, considerando siempre que la relación adecuada entre

los profesionales de la salud (sujeto que investiga) y el paciente (objeto que se investiga) muchas veces es

suficiente para un adecuado diagnóstico y tratamiento.

Desde otra perspectiva cuando se relaciona al método clínico, al modelo desde y en el accionar del médico

a la cabecera del enfermo, se generaliza a la formación teniendo como objeto de estudio el objeto mismo

de trabajo, pero se focaliza a la individualización. Lo cual queda reflejado en el planteamiento teórico de

Paniagua-2014- y de Moreno-2012-. Quienes absolutizan lo individual en la aplicación del método clínico.

Estos autores por otro lado, abordan el método clínico como generador del conocimiento científico y por

tanto como método científico en relación al modelo Osleriano, lo cual es válido, sin embargo lo focalizan

desde el paradigma empírico-analítico, como un único método de investigación científica, dándole a la

experimentación la esencia de los resultados y por tanto a la contrastación y verificación de la hipótesis una

cientificidad absoluta. Pero no se puede negar su importancia y aplicación en las ciencias clínicas como

tampoco sus limitantes.

Es cierto que con el modelo Osleriano, se han forjado y desarrollado conocimiento científico en profesores

y estudiante, y ha conducido inevitablemente a la autoformación y autodesarrollo de los profesionales

médicos, al, impulsar todos estos aspecto en y con la relación directa e insustituible con el paciente y no

pretender dar diagnostico e instaurar tratamiento a un individuo particular (enfermo) sustentado en la

observación de otro, pues nadie entrevista, y examina un enfermo de la misma forma.

 La formación profesional basada en la evidencia.

Medicina basada en la evidencia es un término que se ha extendido, en castellano como equivalente a la

expresión inglesa Evidence Based Medicine (EBM). Como en inglés evidence significa datos, pruebas o

indicios a favor de algo (mientras que en castellano "evidencia" significa lo que no hace falta demostrar,

porque "salta a la vista"), evidence based medicine significa la medicina en la que los arbitrajes
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corresponden a un uso racional, manifiesto, consecuente y renovado de los mejores datos objetivos

aplicados al diagnóstico y tratamiento de cada paciente, pero tiene el peligro de absolutizar el objetivismos

al estilo neopositivista.

Para algunos, lo lógico sería no usar en castellano la expresión "medicina basada en la evidencia" (MBE).

Se han propuesto expresiones como "medicina factual" o "medicina basada en datos científicos" o

"medicina basada en pruebas", pero actualmente el término "medicina basada en la evidencia" es lo que

más se usa. Cuales quiera que sea el termino, en esencia es la misma y los peligros del culto al positivismo

se mantienen.

La práctica de MBE requiere la integración de la experiencia clínica individual con los mejores datos

objetivos obtenidos de las investigaciones científicas cuando se toma una decisión diagnóstica y

terapéutica, lo cual se sustenta hasta aquí en el paradigma empírico-analítico pero con cierto enfoque

positivista. El objetivo primordial de la MBE es el de que la actividad médica cotidiana se fundamente en

datos científicos y no en suposiciones o creencias. Herramientas básicas sobre las que se asienta la

metodología de la MBE son la lectura crítica de la literatura biomédica y los métodos racionales de toma de

decisiones clínicas o terapéuticas, lo cual es útil pero no es absoluto.

La MBE es una de las expresiones de un antiguo movimiento de mejora de la calidad clínica, que se vio

potenciado por la demostración de la falta de fundamento de muchas decisiones clínicas y de la enorme

variabilidad de la práctica médica, y por la crítica a la medicina. Su desarrollo se inició en los años sesenta

del pasado siglo, cuando se empezó a aplicar el diseño de los ensayos clínicos al campo médico, y se

desarrollaron trabajos iníciales al respecto. Sobre la falta de fundamento de las decisiones clínicas, los

trabajos pioneros son de Cochrane, en 1972; de John Wennberg en 1973, los trabajos sobre la variabilidad

de la práctica clínica; y de Iván Illich y Thomás McKeown en 1976, sobre crítica a la medicina.

El concepto de «basado en pruebas» lo expresó, como tal, por primera vez David Eddy en 1982. Después

vendría el desarrollo explosivo de la medicina basada en pruebas, primero en un círculo restringido, en

150 
 
1991, y después en todo el mundo, desde 1992, por influencia canadiense Evidence-Based Medicine

Working Group.

En noviembre de 1992 el “Evidence-Based Medicine Working Group” (EBMWG), Grupo de Trabajo en

Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad McMaster en Ontario (Canadá), publicaba en la revista

JAMA, el artículo titulado: Evidence-based medicine. A new approach to teaching the practice of medicine.

Se iniciaba la difusión de un nuevo enfoque para la práctica de la medicina pero sustentado en el

positivismo. Este trabajo proponía un cambio en el modelo o paradigma del aprendizaje y el ejercicio de la

medicina, y formulaba el ideario del movimiento.

La MBE ha cambiado la formación médica en muchas escuelas de medicina y de disciplinas afines en el

campo de la salud, lo cual ha conducido por un lado a un desarrollo de la profesión pero su absolutización

ha conducido a un freno en ese propio desarrollo al pecar de un positivismo extremo.

Las metodologías empleadas para determinar la mejor evidencia fueron establecidas por el equipo de

McMaster conducido por los médicos David Sackett y Gordon Guyatt.

La MBE como método para ejercer la clínica se basa según sus defensores en:

 Búsqueda y hallazgo de la literatura biomédica original y relevante -lo cual es válido-

 Lectura crítica de la misma y establecimiento de su nivel de evidencia para interpretarla

correctamente -que también es aceptado-.

 El razonamiento fisiopatológico tradicional se considera insuficiente para tomar decisiones clínicas

-esto no es así siempre-.

 La experiencia clínica y el conocimiento sistemático del contexto de esa práctica. -también es muy

útil-

 Las preferencias del paciente-pero con el uso adecuado de un consentimiento informado-.

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Estos sustento para el uso de la MBE son de gran utilidad, pero el peligro está en el positivismo que

defiende a ultranza como único criterio de la verdad, al estilo de afamado circulo de Viena de los años 20

del siglo XX.

El proceso de la MBE sigue y se le proponen las siguientes etapas:

1. Formulación de una pregunta clínica clara y precisa a partir de un problema clínico dado.

2. Búsqueda de la literatura de artículos originales relevantes y apropiados para el problema.

3. Evaluación crítica de la validez y utilidad de los artículos encontrados (Nivel de evidencia).

4. Aplicación de los resultados a la práctica clínica al paciente.

Todo lo cual es coincidente con las etapas del método científico asumido desde Bernald, hasta nuestra

época, afianzado además, por otros como Leticia Artiles Visval-2000-, Hernández Sampier-2010-, Moreno-

2012- Paniagua-2014-. Que absolutiza lo empírico-analítico, aunque traten de clasificar las investigaciones

en Cuantitativa, Cualitativas, o Mixtas, o: bilogicista o socio-biológica, pero a juicio de este investigador

siempre caen en lo empírico-analítico al estilo positivista o neopositivista.

El trabajo del médico actualmente en muchas de la ocasiones, se inspira en este método empírico-analítico

al estilo positivista o neopositivista, de manera que procura acumular todas las reseñas (signos y síntomas)

y hallar las relaciones, regularidades y las leyes que los signan para dar una contestación -el diagnóstico-

Por ello, los padecimientos son vistos como entidades de base biológica o fisiológicas susceptibles de

clasificación definida y de tratamiento etiológico específico.

Como plenitud a esta tendencia, la obligación del médico se ha transformado en la mera aplicación

compartimentalizada de los avances científico-técnicos a la práctica clínica para mejor fundar el diagnóstico

y el tratamiento de las enfermedades, centralizada en tomar en consideración la información tasita y

fáctica, dejando de lado la información que esgrime de la espiritualidad y la sensibilidad humana, que rocía

los relatos de los pacientes; de lo que se deriva que muchos evitan afiliarse en la influencia de aquello que

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tiene significado y sentido para la esencia y existencia del paciente y en derivación desaprovecha buena

parte del potencial curativo que subyace en esta actitud relacional conocida como la espiritualidad,

relacionadas con las ideas, costumbres, realizaciones, la propia subjetividad y la sensibilidad del ser

humano.

El ideario científico desde este modelo formativo y de actuación estimula el sentido crítico e inquisitivo

permanente, lo que es válido; sin embargo, cuando se deja de lado la espiritualidad en la esencia,

existencia y condición humana y se adentra en la infalibilidad dogmática del positivismo, se cae en el

cientificismo, que influye negativamente en las conductas y el ideario de quién lo defiende.

Como constancia de lo anterior, es frecuente que médico pretenda trabajar en un marco de racionalidad

científica al estilo positivista, olvidando el componente relacional y espiritual, potencial, actitudinal y

valorativo de su encuentro con el paciente.

Al no sentirse placentero frente a la toma de decisiones en ambientes de inseguridad, como los que

caracterizan la relación con pacientes angustiados y atemorizados, el médico suele generar aún más

inseguridad y desconfianza, si no proporciona confianza, familiaridad, amistad, intimidad, cordialidad, entre

otros aspectos al paciente, lo que se convierte no solo en una mayor utilización de los servicios de salud,

sino que nos conduce por un camino que nos aleja de la esencia y la condición humana. En ese sentido,

bueno será recordar que no menos de un tercio de los cuadros que los pacientes refieren, no se

conciernen exactamente con ninguna de las entidades nosológicas definidas.

Es entonces que la formación profesional basada en la evidencia consigue fecundar entre otras, cuatro

consecuencias negativas:

1- La fe ciega y acrítica en guías y protocolos.

2- La visión del paciente como sujeto con patrones de enfermedad normalizados que se deben tratar

de forma normalizada y no tienen en cuenta la relación dialéctica entre enfermedades y enfermos,

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por una parte actúa solo ante las enfermedades y no sobre los enfermos, que a pesar de estar

relacionado, tienen su diferencia esenciales.

3- Tendencia a no profundizar en la esencia y la condición humana.

4- Actuaciones profesionales acrítica en las que se desprecia las potencialices de la experiencia del

profesional y su interpretación como humano y por tanto su posición epistémica y su cultura.

Este Modelo Basado en la Evidencia ha pretendido implantar elementos de fórmulas de racionalidad

científica en las decisiones clínicas-formativa y de actuación, que cimentada en el estudio crítico de las

evidencias aprovechables en la literatura internacional, sin lugar a duda ha contribuido en gran medida a

elevar el nivel medio de la calidad asistencial. Sin embargo, es preciso señalar las consecuencias

negativas que ha acarreado en la mentalidad del médico.

Por un lado ha provocado la convicción ciega en los formulismos de los protocolos y guías de actuación

generales, que el profesional aplica, a menudo acríticamente en casos particulares. Ello conduce

inevitablemente a errores y a prácticas inadecuadas -cuando no francamente incorrectas- dado que los

protocolos y guías no pueden contemplar, por razones obvias, las características individuales del paciente,

que como cualquier otro proceso, donde el humano se ve implicado tiene condicionamientos sociales e

individuales en estrecha relación dialéctica.

A menudo se olvida que el buen médico es aquel que sabe cuándo no aplicar ante un caso concreto

protocolo determinado, siendo aquel que sabe diferencial lo común y lo diverso en su accionar profesional,

teniendo en cuenta la existencia, esencia y condición humana. En ese sentido se focaliza en la atención y

tratamiento de las enfermedades y no del enfermo.

Por otro lado, ha favorecido decisivamente a glorificar las virtudes del razonamiento científico determinista

y positivista en menoscabo del componente relacional y socio humanista de la actuación del médico y de la

creación de su propio conocimiento, y a ver a los pacientes como sujetos con patrones de enfermedad

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normalizados, susceptibles de recibir atención igualmente normalizada, diseñados a partir de exigencias

que, a menudo, nada tienen que ver con la que se entiende como buena práctica clínica.

En este contexto, es frecuente encontrarse con médicos que saben razonar y calcular mucho, pero que

saben escuchar muy poco. Se olvida en ese sentido que el mejor instrumento para el diagnóstico al decir

de Gregorio Marañón (1887-1960) es la silla y que el mejor método de diagnóstico es la “escuchación”,

previo e indisolublemente interrelacionado con: la inspección, percusión, palpación y auscultación, todo lo

cual signa el verdadero método clínico como practica en el continuo desarrollo y creación del conocimiento

científico clínico y por tanto del desarrollo de las competencias profesionales y humana que deviene forma

de actuación de dichos profesionales como una totalidad.

 La formación del profesión basada en la tecnología

Con el progreso tecnológico de las modernas décadas, se está consciente de colocar al profesional de la

salud en general y al médico en particular de cara a un contexto nuevo y sobre todo le ha habituado tomar

conciencia de que el conjunto de técnicas abrirá en las contiguas décadas no solo nuevas formas de

diagnóstico y nuevas terapéuticas así como asistenciales, docente, científico-investigativa y gerenciales,

sino nuevas relaciones tanto entre el paciente, los familiares, la comunidad y el médico, como entre la

enfermedad y la medicina, así como entre la salud y la enfermedad, todo lo cual va a necesitar una nueva

reconceptualización del método clínico, como continuidad de su propio proceso histórico, donde la

dialéctica de la necesaria evolución y desarrollo se da en continuidad y ruptura, lo cual es inevitable tanto

en la naturaleza (dialéctica objetiva) como en el pensamiento(dialéctica subjetiva), en ese sentido el

método clínico es, sigue y seguirá siendo él, pero con cambios en su significado y sentido, no solo

dependiente de la evolución histórica, sino también de los diferentes contextos en los que se desarrolla y

que esta mediado por el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

La tecnología, por lo novedoso y por espectacular que ella engendra impresiona a propios y a extraños; es

lo que Enrique Bernal y Salvador Peiró han denominado “fascinación tecnológica”. Por ello, todo
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profesional convendría cuidarse de las quimeras que la tecnología forja y tener claro que la tecnología sólo

es un medio y no un fin. Lo cual no es sinónimo de despreciarla, sino adaptarse a ella, sin olvidar que el

objeto de estudio en esta profesión es el paciente, su familia y la comunidad con sus problemas de salud-

enfermedad, todo lo cual depende de la esencia y la condición humana.

Ello es una de las base para la conservación de la esencia del método-clínico, en donde no hay que

despreciar su desarrollo para una adecuada difusión, y creación del conocimiento y por tanto favorecer las

trasformaciones y revoluciones necesarias en su propio desarrollo y evoluciones inevitables.

Para no convocar a artificio y engaños, ser conscientes además de la extensión de los cambios

tecnológicos corresponde repasar, aunque muy sucintamente, algunos ejemplos de evoluciones ligadas

claramente al progreso tecnológico. Las cuales han tenido un desarrollo vertiginoso desde la segunda

guerra mundial, que en nuestros días, casi su continuo desenvolvimiento y logos, son impredecible.

Nadie consigue poner en tela de juicio que la relación médico-paciente haya sufrido un imponente cambio,

y por tanto el método-clínico, dado que el enfermo posee muchas informaciones conseguidas gracias a las

nuevas rutas de difusión de las informaciones médicas y a su fácil acceso. En este sentido los pacientes

están más informados en relación a su propio proceso de salud-enfermedad, y se atiendan casos más

alfabetizados sobre los problemas de salud, donde la atención se complejiza y el médico necesita estar

más preparado ya que en la toma de decisión ante cualquier situación, el paciente tiene un papel más

activo y responsable. La tecnología ha transformado totalmente las comunicaciones.

En algunos campos el aprovechamiento de la tecnología para la medicina es espectacular como en las

modernas técnicas de imagen. La implantación de chips hipodérmicos con información personal o con un

informe e historial médico puede ser un hito próximo. Ya constan monitores remotos de cuantificaciones

vitales (glucosa o actividad cardiaca) que trasfieren sus señales a un teléfono celular. Es significativo

apreciar el comienzo de nuevas ciencias como la bioinformática y la telemedicina –Nancy -2015-, todo lo

cual resignificar necesariamente al método clínico tradicional. Hoy está muy en boga los eventos

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denominado clínica virtual, a través de las telecomunicaciones, teleconferencia, entre otros aspecto que

tipifican la telemedicina.

Las derivaciones del triunfo de esta ciencia serán la Medicina Genómica, que algunos han llamado

Medicina Predictiva, y la Farmacogenómica, que permitirá la terapéutica individual por medicamentos de

diseño desarrollados ad hoc. La llamada Medicina Predictiva condescenderá identificar entre los individuos

sanos a aquellos con una predisposición a enfermar.

En cirugía se espera en un futuro no lejano, la intervención por medio de robots, especialmente en aquellas

operaciones que requieren un alto grado de precisión. La nanotecnología consentirá el manejo de

“nanoaparatos” y “nano-mecanismos” que se situarán en células blanco, uniéndose a ellas y liberando

genes o drogas, lo que generará nuevas forma de actuación del médico y por tanto nuevos métodos

clínicos.

Muchas de las enfermedades que nos invaden tienen su origen en disfunciones del cerebro. El

discernimiento de su función será fructuoso para nuestra salud no sólo mental, sino física. Los primordiales

progresos en neurociencia han obedecido al perfeccionamiento en otras disciplinas y tecnologías como la

Resonancia Magnética Nuclear, la Tomografía por Emisión de Positrones, la Magnetoencefalografía y la

estimulación cerebral magnética transcraneal, que con su adelanto admitirán un diagnóstico más exacto y

temprano, algo parecido ocurrió cuando el descubrimiento de los Rayos X en su época, lo cual revoluciono

el pensamiento clínico.

La neurociencia se ha aprovechado asimismo de la elaboración de animales transgénicos al igual que de

los conocimientos del genoma humano, del desarrollo en informática y del aumento de la capacidad de

almacenamiento y análisis de colosales cantidades de datos.

El progreso de la informática está alcanzando que las máquinas se aproximen cada vez más a

determinadas funciones cerebrales. La inteligencia artificial y el desarrollo en la construcción de robots

serán temas distinguidos en un futuro no muy distante. Conseguir interfases entre el hombre y la máquina,

157 
 
con chips implantados, reemplazo y tecnologías análogas, esgrimirá para sobresalir algunas lesiones

neuronales. La miniaturización ha abierto expectativas de implantes de prótesis internas y externas que

sustituyan funciones dañadas o desaparecidas.

La tecnología actual ha permitido a la neurociencia irrumpir problemas que tradicionalmente pertenecían a

otras disciplinas, como la filosofía, la teología o la psicología. Hoy día algunos atrevidos han conducido

investigaciones con métodos científico-naturales problemas como el de la consciencia, el yo, la

espiritualidad, la realidad exterior, etc. Y se está planteando la superación de otros dualismos tradicionales

como razón-afecto, herencia-medio ambiente, neurología-psicología.

Se han atrevido en este sentido incursionar en la personalidad a pesar de que muchos la han definido

como irrepetible en tiempo espacio y persona, han olvidado con esto en variadas ocasiones la esencia y la

condición humana, y tratado de establecer algoritmos tecnocráticos para considerar el valor, el

compromiso, la flexibilidad el amor, así como la sensibilidad y hasta la dignidad y el decoro.

Todo lo anterior queramos o no, conducirá a una necesaria reconceptualización en la formación del

profesional de la salud y especialmente del médico, de su modo y método de acción y actuación, de la

forma y métodos de investigar, de los contenidos y de las competencias y desempeños, por tanto del

método clínico, pero donde no se puede dejar a un lado al hombre con su naturaleza biológica, social,

ecológica y sobre todo espiritual.

Es entonces que el método clínico no es hoy ni mucho menos será como en la época hipocrática, y es que

todo lo que depende de los procesos sociales va adquiriendo significado y sentido tanto en el tiempo como

en el espacio así como en los diferentes contextos.

 La formación basada en las creencias

Actualmente, como en el pasado, continúan concurriendo propuestas utópicas acerca de la obtención de

un estado de salud perfecto o ideal para todos, que se compara a la placidez y la eterna felicidad, que

desde mediado del pasado siglo el biólogo R. J. Dubos (1901-1982)-bacteriólogo estadounidense de origen
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francés lo criticaba, cuestiones que han quedado justificada en sus libros Salud y enfermedad así como

Adaptación humana (publicados ambos en 1965), Hombre, medicina y medioambiente, (1968), y Animales

tan humanos, (1969).

Esos diseños utópicos e ilusorios hoy se significan, fundamentalmente, en las propuestas preventivas, de

las llamadas: promoción de la salud, de educación sanitaria y de cribajes poblacionales, los cuales se

estandarizan en la llamada medicina preventiva como forma de accionar del médico y por tanto del

método clínico. Ya J. Martí-en el siglo XIX decía- a pesar de no ser médico que- algo como…“la verdadera

medicina no es la que cura sino la prevé” -cuestión muy acertada pero no absoluta.

Razonable es expresar que buena parte de esas propuestas son perfectamente sensatas y están

encaminadas a soluciones evidentes y loables; pero coexiste una porción de ellas que despeñan

claramente en arbitrariedades dificultosamente defendibles, que soportan una creencia irracional en la

evitabilidad de la enfermedad y de la muerte, a las que se ve como un fracaso de las actuaciones

preventivas, promotora, rehabilitadora y curativa y médico-sanitarias y no como hechos naturales, insertos

en la propia esencia de la existencia humana.

En ese sentido alguien dijo…”La misión del médico no es luchar contra la muerte, sino pactar con

ella, el médico no puede vencerla, eliminarla ni destruirla, sino concluir una paz con ella y tratar de

dominarla por la astucia durante cierto tiempo…”

Quienes se encuadran en muchas de esas propuestas utópicas, fomentan decididamente el culto a la

salud, lo cual tiene algo de valides, pero una tendencia característica de nuestro tiempo de consecuencias

preocupantes, con frecuencia acaban en la defensa del que algunos han denominado “salubrísimo

fanático”, que pretende conseguir un estado de salud perfecto obligatorio para toda la población,

utilizando métodos de base conductista para la modificación de las conductas individuales. Hay que

reconocer que estas propuestas se acercan a posiciones totalitarias, difícilmente aceptables en la

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actualidad y más difícilmente compatibles, aún, con los postulados de la ética médica. Todo lo cual, llevado

de esa forma hace peligrar ciertas consideraciones esenciales del método-clínico.

 La formación basada en la sociedad del bienestar

En los últimos años, en la generalidad de países desarrollados y en Cuba se ha intentado implantar el

nombrado “estado del bienestar”, representado por una salvaguardia extensa del ciudadano en los campos

de la salud, la educación y los servicios sociales, que se convierten en una responsabilidad del estado,

cuya financiación se asegura a partir de los impuestos sociales, políticos, financieros en múltiples forma,

los aportes ciudadanos potestativos, los subsidios, entre otros.

En el recinto preciso de la salud, ésta se ve como un derecho principal de los ciudadano que el estado

debe cumplir con el deber de satisfacer apropiadamente a través de los servicios de salud públicos,

complementados por los privados en la mayoría de los países, lo cual es válido y necesario, sin embargo

en cada uno de los cuales el médico y demás profesionales de la salud desempeña un papel de técnico

superior al auxilio de las instituciones sanitarias para satisfacer las demandas aumentadas de una “urbe

hiperprotegida”. De ahí la progresión de demandas exigiendo cada vez más asistencias, la condicionada

tolerancia a las demoras y la exigencia de calidad probada que impida cualquier tipo de errores y

derivaciones indeseables, sin dejar de dar pie al error médico como cuestión muchas veces inevitable en la

propia ejecución del método clínico, lo cual no es sinónimo de irresponsabilidad, impericia ni mediocridad.

En este propio sentido, hay que marcar que, muy a menudo, las solicitudes de la población se centralizan

en la que algunos han denominado “medicina de complacencia”, que tolera autos de insuficiente valía

sanitaria y coste elevado. En EE. UU. De Norteamérica por ejemplo, con un sistema de salud crecidamente

mercantilizado, se ha podido apreciar que hasta un tercio de las acciones médicas favorecen muy poco o

nada a mejorar el estado de salud de los pacientes-clientes. Pero en países como el nuestro en muchas

ocasiones con la exigencia de hacer más con menos, hay tendencia a la ruina salubrista, cuando las

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potencialidades y los recursos no aumenta ni avanzan, mientras que las necesidades de salud son

potencialmente y exponencialmente crecientes.

Por otro lado esa tendencia a la híper-protección estatal conlleva a la aparición de la nombrada “medicina

defensiva”, con una gran cuantía de pruebas y autos innecesarios, a veces iatrogénicos para el paciente, y

una actitud dúctil por parte del médico, que procura evadir pugnas procedentes de la frustración del

paciente por no lograr aquello a lo que pretende tener derecho. Lo cual entra en contradicción los

suministro y distribución inadecuado de los recursos a instituciones semejante en su actuación, mientras se

le exige de manera desproporcionada.

Un ejemplo concreto de lo anterior, en Cuba está relacionado con el programa Materno infantil en el cual se

exige por las autoridades sanitarias y el gobierno una atención integral y totalizadora de las gestantes, lo

cual es válido, sin embargo se orienta que la misma ha de ser vista por un conjunto de especialista muchas

veces innecesario, entre los que se encuentran:

 Especialista de medicina general integral.

 Obstetra.

 Clínico.

 Los integrantes al grupo de salud mental (psicólogos, psiquíatras, sociólogos, entre otros)

 Múltiples más,

Así en dependencia del mínimo síntoma de cualquier sistema, como es el caso de: que si tiene un tiroides

visible y palpable propio del proceso de gestación ha de ser vista por el endocrinólogo, quien por defensa

por él y complacencia a las autoridades, le indica una batería de complementarios especiales par

determinaciones hormonales.

Otro ejemplo clásico es: que si aparece un soplo funcional en el área cardiaca también propio del proceso

de gestación (sea por dilatación de la mamaria interna o por hiperfunción cardiovascular fisiológica), es

remitida al cardiólogo quien actúa en consecuencia también en estado de complacencia y defensa.

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 Nutriólogo.

 Dietista.

Estos dos muchas veces intentan decidir que tiene o no que comer una gestante, haciéndole indicaciones

en muchas ocasiones fuera del alcance de la gestante y sus familiares; otra veces diciéndole a una mujer

de constitución asténica que tiene obligatoriamente que convertirse en normostenica

 En fin muchos mas

Esta híper-atención deliberada quita efectividad y desarrollo del médico en su propio accionar mediante el

método clínico.

Por otro lado en los países como Cuba, la referida actuación con sustentos no mercantilista, la

superprotección estatal confiere espacio también a la “medicina defensiva” para intentar minimizar las

agresiones que puedan emanar de las pugnas con el paciente y el estado hiperprotector.

Esta mezcolanza de reclamación aumentada e imposiciones de la población y el estado, con la actitud

tolerante del médico, manifiesta gran parte de las disfunciones propias del sistema de salud en mucha

partes del mundo, en Cuba también están dada, y aunque cuya génesis no es el mercantilismo al no existir

la medicina privada, son otras las causas, como además los son también: el abuso de la utilización de los

servicios de urgencias hospitalarios o la hiperfrecuentación en el nivel de Atención Primaria.

La gestante por ejemplo deja de ser dueña de sus actos, el estado pretende hacerse dueño absoluto, limita

la libertad y la autodeterminación, y para esto establece norma de actuación de los médicos que dista

mucho del método-clínico.

 La formación basada en roles complementarios del profesional de la salud como gestor de

casos y cuidador.

Es evidente afirmar que hace unos años, la medicina contemporánea ha transformado la mortalidad precoz

por una morbilidad crónica. Infaliblemente, en la actualidad las magnánimas causas de muerte en edades

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tempranas han sido suprimidas gracias a los perfeccionamientos preventivos y beneficiosos, con lo cual la

expectativa de vida de la población se ha prolongado extensamente y han brotado, como problema de

salud de primer orden, las enfermedades crónicas, la generalidad de carácter multifactorial no curables y

cohabitando varios de ellos en un mismo paciente, sin menospreciar las enfermedades reemergente y

emergentes que amenazan con endemias, epidemias y pandemias.

Ello traza nuevos desafíos al profesional de la salud del presente y por tanto una reconsideración del

método clínico, especialmente competente hoy para hacer frente a las condiciones agudas y semiagudas

curables, pero no tanto para actuar competentemente en las condiciones crónicas incurables, que

frecuentan al paciente durante muchos años en el último trayecto de su vida.

Como resultado de lo expuesto, estos profesionales suele prestar una asistencia fraccionada e

interrumpida, justo lo contradictorio de lo que se requiere para el adecuado manejo de las condiciones

crónicas. Un ejemplo esencial y que potencia la discontinua atención en nuestro contexto, está dado en la

constante inestabilidad de los médicos en la atención primaria de salud. Muchos clínicos por otro lado

derivan cualquier proceso de salud y enfermedad para su seguimiento a especialista verticalizados, así por

ejemplo al que tiene una defunción valvular cardiaca, lo derivan al cardiólogo, del cual es válida una

interconsulta, pero no por la existencia ya de su intención un desentendimiento por parte del clínico y

viceversa, si un paciente cardiópata hace una isquemia cerebral transitoria, muchas veces secundaria a

una arritmia con bajo gasto, el cardiólogo lo envía al neurólogo y se desentiende del paciente.

De esa manera se podrá develar mutiles forma de la discontinua atención ante las enfermedades y

enfermos crónicos, no solo inherente al accionar clínico de un determinado médico, sino a los propio

mecanismo y formalidades de actuación.

 La formación basada en la modificación de los límites salud-enfermedad

Bajo el influjo de disímiles agentes, con intereses en momentos adulterados, se están redelineando los

términos salud-enfermedad, en el sentido de equiparar cada vez más situaciones estimadas


163 
 
tradicionalmente como fisiológicas a condiciones que se encuadran dentro del nuevo patrón de enfermedad

como son: menopausia, disminución de del vigor y el avidez sexual con la edad, duelo, cansancio, estrés,

baja estatura, embarazo con sus variaciones fisiológicas, entre otros. Si esto se mantiene ineludiblemente,

el método clínico, inevitablemente ha de variar su concepción.

Asimismo, como resultado de la agregación de los designados factores de riesgo de sufrir alguna

enfermedad en el futuro al acervo del médico clínico, con repetición se hace un abuso de la teoría del

riesgo que subyace en el manejo de los mismos, de mantenerse esto, el método clínico también necesita

re-conceptualizaciones.

Por un lado, suele dejarse apartado que la noción de riesgo es de base probabilística, desprovisto de

trascendencia lógica y determinista a nivel individual y social, que puede tener cierto grado de valides, pero

sin absolutismo, por otro lado, suele hacerse un abuso manifiesto de la naturaleza de dichos factores, al

establecer como indiscutibles verdades causales de las enfermedades que, naturalmente, no son.

Lo anterior proporciona el entendimiento que es al médico a quién la sociedad le concede la capacidad

legal para precisar aquello que es enfermedad, su contribución, en ocasiones interesada y a menudo poco

consciente, con aquellos agentes a la hora de ensanchar el espectro de las enfermedades, le ubica en una

situación comprometida, de la que no siempre sabe salir airoso, lo que sufre un cambio de imagen, con

frecuencia negativo, ante la sociedad.

Un ejemplo claro es la indudable relación entre el hábito de fumar y el cáncer de pulmón, pero también es

cierto que hay persona que fuman desde los 13 años de edad y llega a los 100, y otros que nunca han

fumado y mueren en edades temprana de esta patología.

Ejemplo como este pueden ser mucho. Conocí varios caso entre cuarenta años y cincuenta de edad,

esencialmente vegetariano, no sedentarios, poco estrés aparente, supuestamente sano, sin factores de

riesgos evidente, morir por infarto agudo de miocardio.

164 
 
Las causas de los casos anteriores puede ser múltiple pero no se puede absolutizar los factores de riesgo

e imponer modos de vidas que perturban las salud, que también depende de la cultura y las costumbres en

cada contexto histórico-social, lo cual también es método clínico.

 La formación basada ante nuevas exigencias.

Bajo la atribución de las corrientes economicistas de las actuales épocas, la salud en todo sus sentidos se

está mercadeando y convirtiendo en un interés de consumo más al suministro de la población que se

convierte así en usuario y cliente sanitario que admite automáticamente lo que hace tiempo J. Attali definió

como “bricolaje de la vida”. A través de este proceso de industrialización de la salud, se acaba

transformando lo humano en ingrediente viviente y el sujeto en mercancía como ocurría en la época

esclavista.

En la generalidad de los casos, este deslizamiento de la noción de la salud se origina con la contribución,

más o menos consciente o interesada del médico, que pasa a convertirse en un empleado, cómplice

ineludible de los grandes vestíbulos comerciales e industriales sanitarios, lo que plantea muy a menudo

conflictos de intereses.

En Cuba influido por el estado, las universidades médicas en muchas oportunidades se ven obligadas a la

búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento y engordar el presupuesto estatal. Esa búsqueda ha

estado asociada a algunas tendencias: transformar la universidad en una empresa basada en vínculos

económicos con el sector productivo, con cierto deterioro de sus preceptos fundamentales, convirtiéndose

en una institución cuya misión corre el riesgo de pasar a ser productora de ingresos financieros en lugar de

formar profesionales dotados de conocimientos, habilidades, valores y valoraciones que permitan resolver

directamente los problemas de salud que atañen a la sociedad.

Las universidades médicas se están convirtiendo en empresas fabricadoras de médico en vez de ser

instituciones formadoras de médicos, tampoco se requiere formación de capital humano como le intentan

llamar a los médicos cuando se ven como rublos exportables o como fuente de ingresos monetario, se
165 
 
requiere formación de potencialidades humanas profesionalizante que resuelvan los problemas de salud-

enfermedad que se presentan en los individuos, las familias y las comunidades.

Se está teniendo la intención desmedida de formar profesionales de la salud con el objetivo de exportar

asistencia de salud como fuente además de ingresos económicos, o pagando con su asistencia deudas

económicas contraídas, mermando la calidad formativa, enfatizándose fundamentalmente en el número de

graduados.

Lo anterior se ha expresado a voces entusiasmadas cuando se ha planteado que uno de los sectores que

más ingreso monetario aportaba al país en Cuba, es salud pública con los programas de colaboración

internacional, lo cual fue en momentos determinado pauta para elevar el salario a los trabajadores de la

salud, que aún sigue siendo insuficiente.

No es secreto para nadie que en momento determinado, la vocación y formación vocacional del médico ha

estado en momentos confusos, ingresando a las universidades medicas individuos interesado en la futura

solvencia económica para ello y su familia, por múltiples razones pero que en un final atenta contra los

motivos, necesidades e intereses para desarrollar un adecuado método clínico. En todos esos sentidos lo

anterior ha deteriorado también al método-clínico.

 La formación basada en el cambio de las condiciones laborales.

De ser unos profesionales particularmente desprendidos, los médicos han pasado a convertirse

mayoritariamente en asalariados de las grandes agrupaciones sanitarias, estatales en países como Cuba y

las privadas que coexisten en otros países. Este proceso de asalariamiento-proletarización de los médicos

y demás profesionales de la salud, conduce a consecuencias trascendentales para la profesión en

conjunto, que paulatinamente va perdiendo señas de identidad y se convierte en un grupo ocupacional

más, con vocación de conseguir un estatus funcionarial que asegure la estabilidad laboral, que se va

adentrando progresivamente en la cultura de la queja proletaria como seña de identidad de su situación

profesional y que exhibe cotidianamente el síndrome del burnout como manifestación de su desmotivación.
166 
 
En Cuba específicamente en muchas oportunidades se les concede mayor importancia a los profesionales

de la salud según sus vínculos sindicales, organizativo de masa, entre otros aspecto que destipifica la

esencia de la profesión, todo estos aparejado a la imposición de líderes administrativo y por tantos

gestores seleccionados por sus atribuciones políticas y no por sus competencias profesionales y humanas

y por tanto socio-humanista-asistenciales, lo que conlleva en múltiples oportunidades a la toma de

decisiones centralizadas por iniciativas con una gran aureola de ignorancia, tosquedad, impericia,

incompetencia, nulidad, inepta, ineficaces, entre otros aspectos.

Con respecto a las cuestiones investigativa, muchas veces los que dirigen los procesos investigativos en

las diferentes instituciones docentes, científico investigativas, docentes-asistenciales entre otras, no tiene el

nivel científico ni profesional suficiente, y son impuesto por sus condiciones políticas de responder a

interese que se alejan de la propia profesión, esto no quiere decir que todo doctor en ciencia sea dirigente

de tales instituciones, pero si todas estas instituciones ha de ser dirigida por el de mayor nivel profesional

en todos sus aspectos, en dependencia del contexto que se trate.

Por otro lado, en el seno de las alineaciones empresariales, el médico y demás profesionales de la salud

tropieza con dificultades cada vez mayores para conservar la capacidad de organizar su propio trabajo y

definir los límites de su actuación. En Cuba por ejemplo, se ha intentado aplicar el llamado

perfeccionamiento empresarial a los servicios de salud en los diferentes niveles de atención y también a las

universidades médicas, lo cual trasciende a las investigaciones médico-clínicas y va deteriorando el

método clínico.

En muchas oportunidades el profesional de la salud, entra en las rutinas e irresponsabilidades propias del

trabajo en equipo y encuentra dificultades crecientes para defender el elevado componente de

conocimiento tácito que caracteriza su saber y experiencias individuales, frente al predominio claro de los

patrones de normas explícitas, en unos ambientes en los que se han introducido plenamente el

167 
 
procedimiento estandarizado y la programación centralizada, en los que importa poco el trabajo bien hecho

y se ve con suspicacia la discrecionalidad.

En tales ambientes laborales es frecuente que se produzcan lo que el médico entiende como interferencias

de otros en su labor y que deba llevar a cabo su trabajo en condiciones que comportan riesgos excesivos

para el paciente. No es infrecuente que reclame y exija participar en la toma de decisiones aun cuando, en

la práctica, suele hacer gala de unos niveles de compromiso limitados, lo que contribuye poderosamente a

acrecentar el poder de los gestores.

 Formación basada en el profesionalismo cuestionado.

Como resultado de las atribuciones de factores internos y externos a la propia profesión, numerosos

médicos viven en este momento un ideal profesional francamente desvalorizado, que acerca su perfil al de

un miembro de un grupo ocupacional cualquiera y lo aleja del profesional comprometido, flexible y

trascendente, poseedor de un elevado sentido ético y una decidida vocación de servicio, lleno de altruismo,

autoestima, y empatía.

No es extraño hallarse con médicos que viven su profesión a tiempo parcial, alegando su derecho al ocio y

a conciliar la vida laboral y familiar, lo cual es necesario, pero conlleva en múltiples oportunidades que se

sienten incómodos con el compromiso de autorregularse, y entregarse por entero a la profesión,

descomprometiéndose, perdiendo la abnegación, de mantener permanentemente actualizada sus

competencias, habilidades valores y valoraciones y de rendir cuentas a la sociedad. Lo anterior, tiene una

tendencia a mermar el compromiso y a enfatizar una hiperflexibilidad, lo que limita la trascendencia y en

ese sentido se potencia la autoestima en detrimento del altruismo, conduciendo a un desequilibrio en el

amor por la profesión.

Asimismo, es habitual que, una vez finalizado el período de formación básica y de especialidad, el médico

entre en un proceso de formación discontinua, que entiende prioritariamente como una obligación del

empleador, olvidando su componente esencial de exigencia ético-profesional, de continua autoformación y


168 
 
autodesarrollo mediada por la investigación científica e avanzada. Por otro lado si con intereses

individuales del profesional, este está motivado por su superación y preparación en algunos contenidos

específicos que siempre emanan de situaciones que se le dan en su cotidianidad profesional, los gerentes

de salud, representante del estado se lo obstaculizan, alegando que no es de interés de la institución

estatal, todo lo anterior desencadena contradicciones que tiende a obstaculizar el desarrollo del método

clínico.

Desde otra arista, en un contexto de igualitarismo a ultranza, a muchos médicos, les cuesta concebir el

componente elitista de la profesión, entendido no como prebendas y privilegios, sino como un mayor nivel

de compromiso profesional y humano, en general, coexisten diversos médicos que manifiestan insuficiente

apreciación de su capacidad decisoria, independencia, responsabilidad y autoestima, lo que los hace

propensos a enmarcarse entre aquellos que se conciben más placenteros, colocados en la “cultura de la

queja”, atribuyendo a otros la culpa de las insuficiencias y restricciones propias.

El elitismo cambia de manifestación, en muchas oportunidades la elite médica es considerada aquella que

responde a los interese de un estado totalitario, opresor y esclavista, pues si no se comporta abiertamente

como se decía durante la dictadura trujillista en República Dominicana “Viva Rafael Leónidas Trujillo”, “Viva

El Generalísimo”, “Viva El Benefactor de la Patria Nueva” y no pertenecía al Partido Trujillista, era reprimido

y considerado un mal médico.

En este equivalente sentido, haciendo gala de un punto de vista desenfocado, es habitual encontrarse con

médicos que manifiestan un desamor manifiesto hacia sus agrupaciones profesionales, las cuales, por su

parte, a menudo tampoco son competentes de localizar su terreno y ejercer el liderazgo necesario en

tiempos de crisis como los actuales.

Ni los unos ni las otras suelen entender claramente la necesidad de redefinir el contrato social, sobre el que

se sustenta su posición ante la sociedad y el gobierno, y de ahí la situación de ambigüedad en la que

169 
 
actualmente se encuentran, con graves amenazas para su permanencia como profesión legitimada y

diferenciada.

Desde todo lo anterior, referente a las limitantes develadas, Hernández A. E. -2015- en una de sus

conferencias sobre el método clínico reflexionaba sobre el siguiente Exergo:

 Solía ser médico ahora soy prestador de servicio…

 Solía practicar la medicina, ahora trabajo en un sistema nacional de salud...

 Solía tener pacientes, ahora tengo casos…

 Solía diagnosticar, ahora debo discutir las pruebas diagnósticas a indicar a mis pacientes...

 Solía poner tratamientos, ahora pido autorizaciones para tratar a mis enfermos…

 Solía usar mi tiempo en escuchar a los pacientes, ahora debo estar en reuniones y hacer muchos

papeles...

 Solía ser médico, ahora ¿qué soy?...

Hasta aquí se ha visto que todos los modelos descrito en los párrafos anteriores además de haber

sido de gran utilidad y haber conducido en oportunidades al desarrollo vertiginoso de los procesos

formativos y por tanto investigativo para médicos, en oportunidades se aplican de manera ecléctica y

descontextualizada, lo que ha acarreado a discusiones científicas, sociológicas, y metodológica, es por eso

que sustentado en los resultados de investigaciones doctorales desde la pedagogía de la educación

superior como sustento teórico se propone el uso del Modelo de Gestión Formativa Socio-humanista-

asistencial en el Ámbito Comunitario, desarrollado en tesis doctorales como sustento epistémico para

desarrollar la formación del método clínico mediado en la investigación científica, y que ha tenido

aceptación en la comunidad científica de varios contextos formativo, obteniéndose halagadores resultados,

y ha conducido a investigaciones siguiente en la tutoría de tesis de maestría, trabajo de terminación de

residencia y otros doctorados.

170 
 
Se asume entonces el modelo referido para el desarrollo en el proceso formativo del método clínico

mediado por la investigación científico de avanzada y en estrecha relación, donde en la formación médica,

el método clínico condicione la investigación científica del médico y a la vez la investigación científica

condicione el desarrollo del método clínico, como pares dialectico mutuamente condicionado.

Es en ese sentido que del modelo que se asuma se haga la develación de sus relaciones y regularidades,

con lo que se sustente epistemológicamente el desarrollo formativo del método clínico, que ha de ser

continuo y permanente en el ejercicio de la profesión en la labor y práctica clínica, que luego pueda ser

concretado en cualquier proceso formativo de los médicos. Se reconsidere la labor asistencial, en las

condiciones del trabajo en comunidades y los requerimientos de un humanismo que caracterice lo

asistencial, como cuestiones insustituible para la ejecución del método clínico, en sus aspectos formativo y

por tanto científico-investigativo, consciente de que la formación del profesional de la salud además de ser

continua y permanente ha de ser mediada por la investigación científica de avanzada en su propia labor

profesional.

Con ese modelo no se pretende despreciar ninguno de los expuestos en sus aspectos positivos, sino

disminuir las posibles dicotomías entre uno y los otros, al ser uno que se significa por su flexibilidad y su

contextualización, y se tome lo más oportuno y útil de cada uno, pero sin eclecticismo.

Antes de proponer ese modelo, en este texto continuaremos abordando algunas especificidades concreta

del método clínico en relación con su esencia investigativa, siendo coherente además con la titulación del

texto y las intenciones esenciales del autor, en ese sentido se aborda a continuación:

 El método clínico y la diversidad de la investigación científica

En espacios anteriores del texto se ha abordado la diversidad de la investigación científica y se ha

relacionado con el método clínico, en este se hará un acercamiento más esencial de esta relación y anqué

el texto se vuelca fundamentalmente en las consideraciones holísticas, configuracional, dialéctica y

compleja para abordar la investigación científica y con ella el método clínico, se hará un pasaje superficial
171 
 
de los paradigma: empírico -analítico, fenomenológico y dialectico crítico y otros, como útil y a la vez con

deficiencia en el abordaje del método clínico, reconociendo la diversidad en la investigación científica pero

sus limitantes

Se ha planteado en otros apartados, que se asumen el método clínico como una totalidad en el accionar

del médico, así es considerado como un método de investigación en tanto muchos lo consideran (y es

válido) como la aplicación del método científico en la labor de dicho profesional, pero además es el método,

forma, medio y modo de enfrentar y resolver los problemas de salud-enfermedad del individuo, la familia y

la comunidad, mediado por la investigación científica de avanzada, que siempre conduce a la formación y

desarrollo del conocimiento científico médico-clínico.

Por otro lado se parte de la consideración que todos los procesos sociales se desarrollan en la relación que

se establece entre las individualidades y las sociedades, de donde emana lo común y lo diverso, y el

accionar del médico en su totalidad no deja de ser un proceso social, ni tampoco lo dejan de ser las

enfermedades y el enfermo, en ese sentido todo eso es considerado como diverso, lo cual queda reflejado

inevitablemente en las investigaciones que realiza en su propia labor socio-humanista-asistencial.

Es entonces que a continuación se aborda la diversidad en la investigación científica y su aplicación en el

método clínico, para lo cual es necesario tener en cuenta y reconsiderar categorías esenciales como son:

cultura médico-clínica, ciencia médica-clínica, investigación científica (medica-clínica) y conocimiento

científico (médico-clínico).

Para asumir lo anterior es necesario reflexionar en que es cada una de ellas, y en ese sentido haciendo

una deducción genética como método lógico de desarrollo del conocimiento científico se considera lo

siguiente:

 Cultura médico-clínica:

172 
 
Partiendo del concepto general de cultura abordado por uno de los más grandes intelectuales cubano del

siglo XX – Carlos Rafael Rodríguez (1965)- y apoyándonos en la deducción genética como lógica del

pensamiento en la construcción del conocimiento científico y recreado por Fuentes Homero-2010- se

considera la cultura médico-clínica como el resultado acumulado por la práctica -en este caso la médica-

en el devenir histórico de la profesión, es creación constante de conocimientos afines, son proyectos y

fines en las diferentes labores médicas, es ideas y realizaciones en lo asistencial, docente, científico-

investigativo y gerencial de la labor clínica del médico, que potencia el uso del método clínico como una

totalidad ante el individuo, la familia y la comunidad, con el objetivo de resolver los problemas de salud que

se demandan.

 Ciencia médica-clínica:

Con sustento epistemológicos desde Fuentes y colaboradores-2013- y con el uso de la misma lógica del

pensamiento asumida en el concepto anterior, se considera que la ciencia médico-clínica es un resultado

de la actividad práctico-material y espiritual de los médicos, resume el conocimiento científico de estos

sobre el mundo que les rodea y pertinente a su profesión, surge en su actividad humana, en el seno de la

sociedad mediado en este caso por el método clínico. Es un proceso cultural, que se sustenta en

relaciones sociales entre los sujetos (médico-médico, médico-familia, médico-comunidad, médico-paciente)

e instituciones con el propósito de la construcción del conocimiento científico médico en la actividad y

práctica profesional y por tanto humana, dinamizada en la relación dialéctica entre la apropiación de la

cultura medica sistematizada, en el devenir histórico-social y la creación y transformación cultural del

médico en los contextos, mediada por los aportes teóricos y prácticos y las transformaciones sociales de

salud-enfermedad.

 La investigación científica medica-clínica:

173 
 
Como mediadora entonces para lograr la construcción del conocimiento científico-médico y por tanto la

creación de la ciencia médico-clínica, constituye un proceso cultural de desarrollo profesional y humano del

médico. Que transcurre en espacios y tiempos de construcción de significados y sentidos, entre sujetos

implicados, a través de la indagación, la argumentación, mediados en la innovación y la creación, que han

de ser las competencias investigativas más generales que el médico ha de desarrollar para la aplicación

del método clínico como método científico y que se sustenta en el desarrollo del conocimiento científico de

este profesional.

Esa investigación científica al igual que el método clínico hay que asumirla como un proceso: objetivo-

subjetivo, cuantitativo-cualitativo, empírico-teórico; como pares dialecticos indisolublemente condicionado y

en ese sentido conducente a la creación del conocimiento científico, que va de la contemplación viva al

pensamiento abstracto y de este a la práctica socializada, o lo que es lo mismo de lo concreto sensible, a lo

abstracto y de este a lo concreto pensado, para seguir un espiral hermenéutico dialectico que desde la

observación condiciona una comprensión, una explicación para llegar a una interpretación, que en el caso

que nos ocupa es del proceso salud-enfermedad.

Es desde lo anterior que el médico en su labor profesional, a la hora de resolver un problema de salud

observa y contempla los aspectos que tipifica el problema (contemplación viva o se sensibiliza con lo

concreto) para poder tipificarlo, sobre el cual hace una abstracción del mismo que lo conlleva a concretar

accione pensadas para resolver el problema (lo concreto pensado en la práctica humana como

profesional), y todo esto es teoría de creación del conocimiento.

Por otro lado y emparejado a lo anterior, el médico ante la necesidad de solucionar un problema

determinado de salud en el individuo, la familia y la sociedad lo observa con detenimiento, en cuya

observación están implícito todo su accionar y potencial observacional, no dado solo en la visión ocular,

sino también mediado por el interrogatorio y el examen físico, de donde emana una comprensión como
174 
 
primer acercamiento al fenómeno, del cual emana una explicación como profundización esencial de la

propia comprensión, y de ambas se sintetiza una interpretación del fenómeno o proceso salud-enfermedad

como problema que demanda solución; todo esto es lógica hermenéutica, que también tipifica la creación

del conocimiento científico médico-clínico.

 Conocimiento científico médico-clínico

Son las imágenes configuradas en el medico como sujeto, siendo expresión subjetivo-objetiva de la

realidad objetiva, que implica una representación racional de la realidad médico-clínica. Es consecuencia

del proceso del pensamiento del médico como ser humano, en perpetuo movimiento, dado en el

surgimiento de contradicciones, su solución y con generación de nuevas contradicciones, y ha de ser

consecuente con la aplicación del método clínico y por tanto con la investigación científica médico-clínica.

Ahora bien, hay que reconocer que el desarrollo de la ciencia donde se incluye la ciencias médico-clínica

ha evolucionado en el decursar de la historia como formas de crear el conocimiento científico, lo cual es

válido para el desarrollo de la medicina y también para la creación de los conocimientos médicos-clínicos,

que ha pasado al decir te Tomas K. por etapas que evolucionan de la existencia de un periodo normal de la

ciencia donde se asume una matriz disciplinar también reconocida como paradigma, a un desequilibrio que

le corresponde una revolución científica para instaurarse en otra matriz.

Es desde la afirmación anterior que a continuación se abordan someramente la ciencia y la investigación

científica desde los paradigmas más acertados en la actualidad (expuesto y reconsiderados por Fuentes H-

y colaboradores-2000-2014- en múltiples textos referente a la investigación científica) y su aplicación en

este caso en la construcción del conocimiento científico médico-clínico.

Es entonces que se asume los conocimientos científicos médicos y clínicos como un proceso dialéctico,

que es expresión lógica de las formas del pensamiento clínico del médico, a partir de la representación y la

175 
 
aprehensión del objeto de interés, que en este caso son los problemas de salud-enfermedad, sobre la base

de una reflexión epistemológica y metodológica en la racionalidad humana del médico en la atención al

individuo, la familia y la comunidad. Todo lo cual se realiza desde una interpretación coherente acerca de

una parte de la realidad clínica, condicionada por el contexto histórico social y cultural en que se desarrolle,

a partir no sólo de un problema, sino desde una posición epistemológica clara, donde se elaboran

propuestas y conclusiones, capaces de erigirse en determinados sistemas cognoscitivos como alternativa

científica; lo cual se constituye en los llamados métodos científico, donde en el accionar de médico devine

método clínico.

Los métodos científico entre los que se encuentra el método clínico como el general del accionar de toda

práctica médica, ha de considerarse como una totalidad en los procesos de investigación científica de la

medicina, que depende por un lado de la posición epistemológica del investigador y por otro de la cultura

científico epistemológica, y esto está claro al constatar que un otorrino en su práctica profesional medica no

tiene la misma posición de ciencia ni la misma cultura epistémica que un proctólogo.

La relación que se establece entre la posición epistemológica (teoría de la profesión) y la cultura científico

epistemológica condiciona una lógica investigativa propia, no siendo igual en el otorrino que en el

proctólogo, la relación que se establece entonces entre esas tres categorías condiciona la existencia de

diversos métodos científico dentro del propio método clínico.

Por otro lado la relación que se establece entre la cultura científico epistemológica y la diversidad de

métodos clínicos como métodos científicos, devela métodos particulares propio de cada investigador

médico-clínico y no de otro. Esto explica de antemano que el otorrino no investiga a sus pacientes al igual

que el proctólogo y por tanto no tienen iguales métodos clínicos, el otorrino utiliza la rinoscopia y la

otoscopia, el proctólogo la rectosigmoidoscopia y la colonoscopia.

176 
 
Lo anterior hace expresar que el método clínico, como cualquier método científico puede considerarse

irrepetible en el tiempo, en espacio y hasta en el propio investigador médico al enfrentar el análisis de

problemas semejante en diferentes casos, siendo coherente no con la vieja dadiva que no existen

enfermedades y si enfermos, sino que en la existencia necesaria de enfermedad y de enfermo, hay que

tener en cuenta las individualidades del enfermo, en ese sentido una enfermedad también es irrepetible en

tiempo espacio y persona, condicionado la diversidad en los métodos para su investigación.

Esa diversidad de métodos, también ha quedado reflejada en los paradigmas por los que ha transitado en

la historia la investigación científica y por tanto también el método clínico. Entre los paradigmas que más

afloran en la contemporaneidad y más reconocidos y estudiados en el contexto, se encuentran:

 Paradigma empírico analítico-siglos XVII-XIX

 Paradigma dialéctico-siglos XIX-XX

 Paradigma fenomenológico-siglo XX

 Paradigma sistémico-siglo XX

 Paradigma emergente-siglo XX-XXI

 Paradigma configuracionismo latinoamericano-siglo XXI

 Paradigma holístico configuracional.

En las siguientes reflexiones, no hay tiempo ni espacio para hacer un análisis exhaustivo de los diferentes

paradigmas mencionados, por lo que solo aquí se abordaran los aspectos más esenciales, tratando de

develar la utilidad y sus posibles debilidades en el uso del método clínico ante ciertas particularidades,

mostrando de antemano que no existe un único método clínico, ni un método clínico para crear método

clínico, y que su uso, aplicación y desarrollo están en dependencia del objeto de estudio y de la cultura del

investigador médico y por tanto des su posición epistemológica.

177 
 
 Paradigma empírico-analítico y su relación con el método clínico

Este es el más usado en la actualidad, aunque su aceptación e implantación contemporánea data del

positivismo dogmático impuesto por los hombres de ciencia en la primera mitad del siglo XX con el llamado

Circulo de Viena, que luego se desarrolló al neopositivismo y la búsqueda de la flexibilidad investigativa,

su uso en las investigaciones médicas, biomédicas y de salud, es en muchas oportunidades considerado

como los verdaderos métodos científico en búsqueda de la verdad y como único criterio real de la misma;

a este no se le puede negar que ha sido de gran utilidad en el progreso de la clínica y sus avances, pero

tiene sus limitantes, la primera es que por desgracia es considerado por muchos de nuestros colegas

(Paniagua-2014, Moreno-2012-, Artiles-2005-, entre otros) como el único con criterio de veracidad, no

queriendo reconocer la utilidad de otros métodos investigativo, y ya está propia rigidez constituye en sí

misma una dificultad, el cual tiene además entre otras las siguientes:

1. Parte de una reducción del todo a sus partes como elementos separados, independientes y

autónomos. Que al aplicarse al accionar del médico en su propia labor asistencial, docente, científico e

investigativa se identifica con en el método clínico, al estilo de C. Bernald, Paniagua, Moreno, H Sampier,

L. Artiles entre otros, lo cual puede quedar ejemplificado cuando en la propia historia clínica, se separa el

interrogatorio del examen físico y este a su vez en: examen físico general, regional, por sistemas y

aparatos; pero en cualquiera de los aparatos o sistema el propio método se divide en: inspección,

palpación, percusión y auscultación; pero más aún, un ejemplo está claro cuando en el mismo sistema

cardiovascular se divide en aparato cardiovascular central y aparto cardiovascular periférico.

2. El proceso del conocimiento consistiría a través de este paradigma para el uso del método clínico,

en dividir y separar los elementos del todo, para explicarlos cada uno por separado, lo que intentan

relacionarlo con el análisis.

178 
 
3. Al explicar estos hechos o datos aislados, descubriendo sus relaciones, leyes y conexiones,

explicaríamos por generalización la totalidad, que sería la suma de las partes, mal llamado síntesis, de esta

forma podemos o se intenta explicar -por ejemplo- una insuficiencia cardiaca descompensada cuando se

unen los datos encontrados en el interrogatorio, al referir el paciente una disnea de decúbito que junto al

examen físico de los diferentes aparatos y sistemas determina: en el tejido celular subcutáneo edema que

aparece o aumenta con el decursar del día, isotérmico, de difícil godet, cianótico, asociado además a

crepitantes en el aparato respiratorio, y en el aparato cardiovascular un ritmo de galope con signos

semiográfico de crecimiento cardiaco.

4. Emplea métodos inductivo-deductivos pero en muchas oportunidades pretende la cuantificación y

formalización del conocimiento mediante el uso de procedimientos lógico-matemáticos, esto se puede

ejemplificar cuando se arriba a un diagnostico dependiendo de representaciones estadística. Un ejemplo es

el que se utiliza en la medicina basada en evidencia.

Otro ejemplo es cuando se estandariza la Hipertensión Arterial en determinadas cifras sistólica o diastólica

diagnosticándola solo por este parámetro, y no se tiene en cuenta otros aspectos, entre los cuales se

podrían mencionar mucho, pero en este mismo proceso patológico muchos con el tratamiento tienen como

objetivo primordial la disminución de la cifras tensiónales y no la sintomatología del paciente que en

muchas ocasiones solo es reflejada por un estado de ansiedad imposible de cuantificar.

5. El avance de la ciencia y del conocimiento médico-clínico se daría por el avance e

incremento de las teorías o por la sustitución de aquellas que resultasen falseadas o no verificadas, al

descubrirse nuevos hechos que no se ajusten a la teoría.

6. La racionalidad empírico-analítica aplicada al método clínico tiene entonces como finalidad

explicar, predecir y controlar la realidad objetiva del problema de salud-enfermedad que se investiga. No

179 
 
teniendo en cuenta la ley de la incertidumbre y que en muchas ocasiones el futuro tiene la mala costumbre

de no anunciarse.

7. No tiene en cuenta el sujeto cognoscente (medico), para considerar la ciencia y la investigación

como un sistema de proporciones y procesos, de leyes y teorías que se construyen mediante un

conjunto de reglas, que pueden comprobarse, verificarse, contrastarse o falsearse en la realidad

objetiva.

En esos sentidos el método clínico sustentado en el paradigma empírico-analítico, puede partir de un

momento teórico A, dado en las información previa y conocimientos anticipados que se tienen ante la

atención de un determinado problema de salud-enfermedad, por medio del cual se permite como primer

paso determinar el problemas y sus fuente, determinado por la experiencia cotidiana del médico que es

teórica y es empírica, devenido de los procesos de la propia profesión y de los contenidos apropiados de la

bibliografía, seguido por la formulación de un problema o posibles problemas de salud, del cual se

selecciona el problema más importante a investigar. Lo anterior permite seguir con una construcción

abstracta y por tanto teórica constituyendo un marco conceptual del problema de salud que se está

investigando.

Luego viene un segundo momento metodológico donde se determina variables y la formulación de una

hipótesis, sobre la que se actúa para verificarse a través de una estructura metodológica preestablecida

que puede constituirse en experimento terapéuticos e indicaciones de exámenes complementario, donde a

través del método clínico, el médico diseña un instrumento que puede ser diagnostico-terapéutico, para

aplicarlos y luego recoger los datos de la solución obtenida para tabularlos e interpretarlo, confrontándose

de esta manera la hipótesis que conduce a un nuevo conocimiento científico para buscar la presentación

de nuevos problemas médico-clínicos.

180 
 
Este paradigma además de los grandes aportes que le ha conferido al desarrollo de las ciencias médico-

clínica, a constituido por otro lado un freno en el propio desarrollo, al ser considerado en ciertos momento

como único modo de investigación científica, por otro lado desprecia un tanto al usar el desmembramiento

de los procesos y fenómenos relacionado con la salud-enfermedad, el enfoque totalizador de los mismo.

Viendo como una sumatoria de cuestiones.

 Paradigma dialéctico-materialista

Marx y Engels, luego de cuestionar el carácter especulativo, idealista y mistificador de la dialéctica

hegeliana, realizaron una inversión de aquella (dialéctica) para constituirla como una dialéctica-

materialista-histórica, la cual también puede y es necesaria ser asumida en la utilización del método-clínico,

al tener en cuenta la utilidad en la aplicación de sus enunciadas leyes más generales que explicitan los

objetos, procesos o fenómenos de la naturaleza la sociedad y el pensamiento y por tanto en el proceso

salud-enfermedad, las cuales solo son recordadas al no ser objeto esencial de este texto.

- Ley de la negación de la negación.

- Ley de la unidad y lucha de contrarios.

- Ley de los cambios cualitativos en cuantitativo y viceversa.

En ese sentido estos filosofo reconocieron la validez del ‘método dialéctico’ Hegeliano, y lo aplicaron para

investigar los procesos de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad que constituyen el devenir histórico

del hombre, revelando sus contradicciones, llegándose a una dialéctica critica que plantea una visión de

síntesis crítica de la realidad, como totalidad, que se considera intrínsecamente contradictoria y por

tanto, de índole dialéctica.

181 
 
La dialéctica, hoy en día ha tenido como posición epistemológica y método filosófico un desarrollo en el

pensamiento científico, que en este resumido y breve espacio no cabrían mencionar los aportes y sus

seguidores.

Pero si se incita que desde ella se asuma las contradicciones dialécticas como fuente de creación del

conocimiento científico con el uso del método clínico, la unidad contradictoria de lo objetivo con los

subjetivos, cantidad con la calidad, así como de lo teórico con lo empírico; además de continuidad y ruptura

de los procesos de salud-enfermedad.

 Paradigma fenomenológico

Se aplica cuando no hay razones para dudar de la información y el investigador clínico no ha vivido o no

puede formarse ideas y conceptos adecuados sobre el fenómeno que estudia por estar muy alejados de su

propia vida, como por ejemplo, el mundo axiológico de los drogadictos, las vivencias de las que estuvieron

a punto de morir, la ruptura de una relación amorosa cuando no se ha vivido, una experiencia cumbre, la

disnea que se refiere desde varios años de comienzo, los sentimientos de angustia ante una enfermedad

determinada, las diarreas intermitente en un intestino irritable que el investigador clínico no constata

tácitamente.

En el uso del método clínico, este puede serle útil al médico para determinar y valorar sentimiento por el

estrés que conduzca al desarrollo o el desencadenamiento de enfermedades psicosomáticas como

factores de riesgo, como en el caso de la Hipertensión Arterial, la úlcera gastroduodenal, la Psoriasis, la

migraña entre muchas más.

Un ejemplo claro es cuando se usa por el médico la historia psico-social que tanto se ha referido en el

discurso de la enseñanza del profesional de la salud en general y del médico particular, pero cuan poco se

lleva a la práctica como acápite de la historia clínica general. Pero por otro lado es el método fundamental

182 
 
usado en la especialidad de Psiquiatría y Psicología Médica. Es lo que tipifica los diagnostico de los

síndrome ancioso-deprecivo, reacciones situacional, entre otros muchos más.

• Paradigma sistémico

Este fue abordado con anterioridad en relación al método clínico a donde remitimos a los lectores del texto,

para no caer en repeticiones innecesarias

Hasta aquí hemos abordado los paradigmas más esenciales de la investigación científica en relación al uso

del método clínico por los médicos, usados en la contemporaneidad, para resolver problemas de salud-

enfermedad mediado en el desarrollo del conocimiento científico, donde de cada uno se devela su

importancia y utilidad así como sus posible deficiencia en alguna aplicación específica, en ese sentido a

todos se le confiere gran utilidad, pero con limitantes.

Otro paradigma importante considerado en la actualidad es el paradigma emergente del que tanto habla

Manuel Martínez Migueles y Gloria Pérez-2005- al referirse que el método científico emerge en el propio

proceso investigativo, en dependencia del objeto estudiado, la cultura del investigador y su posición

epistémica, lo cual también es válido en la aplicación del método clínico como método general de actuación

aplicación del médico, del que parten métodos particulares en dependencia del objeto investigado devenido

problema de salud, así por ejemplo para inspeccionar el aparato cardiovascular nos es casi siempre

suficiente nuestra visión directa, mientras que la inspección del oído requiere de un otoscopio, la de la

vejiga de un cistoscopio y el de la ulcera gástrica de un gastroscopio.

Es entonces que desde todo lo anterior y desde lo metodológico: se reconoce que en la aplicación del

método clínico como general en el uso del accionar médico se derivan múltiples métodos particulares, todo

los cuales expresan la lógica o sucesión de movimientos seguidos por el médico en la construcción del

conocimiento. El mismo se conforma en un sistema de procedimientos e indicaciones que guían este

183 
 
proceso y que son aplicados conscientemente por estos profesionales de acuerdo a la naturaleza del

objeto, los presupuestos epistemológicos, la hipótesis que elabora y a la diversidad de las tareas que

realiza.

Los métodos científicos derivado del método clínico, constituyen sistemas de procedimientos e

indicaciones que permiten guiar el proceso de construcción del conocimiento científico en la actividad y

labor de los médicos y que son aplicables conscientemente por ellos de acuerdo a la diversidad de las

tareas de investigación.

Es entonces que se puede asumir que no hay un método de métodos ni un único método de investigación

científica en el accionar del médico clínico, ni tampoco un método para producir métodos y que, por el

contrario, lo más anticientífico que existe es aplicar un método, por muy “objetivo” que pretenda que es, si

no se corresponde con la naturaleza misma del proceso investigado y con la cultura del investigador

clínico.

Todo método es una expresión subjetiva de la realidad objetiva; es por ello que constituye una

configuración, cuyo fundamento, en última instancia, son las propias regularidades objetivas de esa

realidad estudiada. Estas regularidades, al ser reflejadas en el medico como sujeto de la investigación y

empleadas conscientemente por él, se convierten en un instrumento para la comprensión y transformación

de la realidad constituido en un problema de salud.

En la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba, específicamente en el Centro de Estudio de la

Educación Superior (CeeS) “Manuel F Gran” se ha desarrollado un método de investigación holístico

dialectico como lógica de la Teoría Holístico Configuracional, siendo expresión de la Concepción Científica

Holística Configuracional y Dialéctica, que ha formado escuela y ha contribuido a múltiples investigaciones

científica en variados campos del saber, incluyendo la salud pública, condicionando la formación de más de

184 
 
200 doctores en ciencias, y múltiples másteres en el ámbito nacional e internacional, todo lo cual lo

consideramos de utilidad en la aplicación del método clínico como método de investigación científica y por

tanto desarrollador del conocimiento científico médico-clínico.

Esta concepción devenida casi paradigma para numerosos investigadores, no desprecia ninguno de los

paradigmas anteriores, sino que trata de minimizar la dicotomía que se intenta establecer entre los mismos.

Y sin asumir posiciones eclécticas devala una lógica investigativa que puede ser tenida en cuenta en la

aplicación del método clínico.

 Concepción de lo holístico configuracional como paradigma y su aplicación en el método

clínico.

A pesar de haber abordado en espacios anteriores lo referente a los holístico configuracional de manera

general, en el que sigue, se hace hincapié en su relación al método clínico, tratando de buscar mayor

esencialidad en esa relación, en ese sentido anuqué a los lectores le parezca repetitivo, lo que se quiere

mostrar es ese mayor nivel de esencialidad, a la vez que ha constituido especie de paradina en las

investigaciones que han emanado del centro de estudio referido, y ha sido asumido en otros contextos

nacionales e internacionales.

La Concepción Científica de lo Holístico Configuracional por una parte, se integra al Configuracionismo

Latinoamericano, desde una concepción concebida y desarrollada en Cuba por el Centro de Estudio de la

Educación Superior de la Universidad de Oriente, la cual tiene una teoría que es la Teoría Holística

Configuracional que se desarrolla a través del Método Holístico Dialectico, todo lo cual ha sido sustento de

múltiples investigaciones doctorales en diferentes esferas de la ciencia y la tecnología, al igual que de

maestría y doctorado tanto en el territorio como en la nación e internacionalmente, sustentando aportes

185 
 
teóricos-practico hasta en la salud pública y la formación del médico. Todo lo anterior ha sido abordado en

otros espacios a los cuales remitimos a los lectores.

Desde esta concepción se han formado como doctores en ciencias numerosos médicos de diferentes

territorios, así como máster y diplomantes, es en ese sentido que puede ser una alternativa para la

aplicación del método clínico por los profesionales médicos en su quehacer cotidiano y en el desarrollo de

sus conocimientos científico, teniendo en última instancia el objetivo de resolver diferentes problemas de

salud al individuo, la familia y la sociedad mediado en su labor asistencial, docente científico investigativa y

gerencial.

Todo lo anterior parte además de considerar en su aplicación y reconocer en su desarrollo: la diversidad

científica, que todos los objetos, proceso y fenómeno de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento son

holístico, se configuran en su propio desarrollo, mediado por relaciones contradictoria que se establecen

entre sus configuraciones, en ese sentido tiene fuertes presupuestos ontológicos, epistemológicos,

praxiológico, lógicos y axiológicos. Y así se asumen los problemas de salud y el propio accionar del médico

en la solución de los mismos influido por el método clínico.

Es desde estos presupuestos, que se abordara a continuación la lógica de la investigación científica y su

aplicación al método clínico, pero primero se parte de reconocer que para la formación del médico en siglo

XXI se requiere no sólo sistematizar la cultura médico-clínica acumulada, sino también reflexionar sobre

sus procesos de creación e innovación, además de su estructura, como vías esenciales para su

construcción científica. Lo cual Implica la formación profesional y humana del médico de forma continua y

durante toda la vida, sustentada en el desarrollo de la investigación científica de avanzada para el

desarrollo del pensamiento científico mediado en el método clínico.

186 
 
Desde estos presupuestos se asumen como categorías del proceso de investigación científica y por tanto

del método clínico, las que se han venido develando y asumiendo en espacios anteriores y son bien

aplicadas a esta forma de investigación desde los presupuestos empíricos y teóricos de este autor y que

son las siguientes:

- Problema de investigación

- Objeto

- Campo de acción

- Objetivo

- Hipótesis

- Métodos

- Construcción teórica

- Construcción práctica

Que en su relación dialéctica expresan la lógica de una investigación científica del cualquier objeto de

estudio donde se incluyen los problemas de salud-enfermedad y por tanto de la aplicación del método

clínico.

 El problema de investigación

Sería en el caso que ocupa este espacio, la situación de salud que se manifiesta en el proceso salud-

enfermedad como un objeto de la realidad en su expresión más fenoménica, por ejemplo el paciente que

viene refiriendo falta de aire (disnea), por tanto externa, en su manifestación tiene un carácter objetivo

porque se caracteriza el proceso real, en un contexto histórico social y cultural, que es interpretado por el

médico y en ello radica lo subjetivo, que además está en que genera en el médico que investiga la

necesidad de la transformación para solucionar el problema.

187 
 
Esto también puede ser ejemplificado a un problema que se presenta a nivel familiar como puede ser una

intoxicación alimentaria, por la ingestión o consumo de un alimento contaminado por alguna toxina y que

genera en todos los miembro de una familia que conviven junto, una diarrea abundante en cantidad, fétida,

asociada a fiebre de 40 grado centígrados.

Puede ser también un problema de salud en una comunidad determinada, como por ejemplo algo

relacionado con el dengue hemorrágico, donde en varias familias de un determinado barrio, comienza a

tener fiebre, mialgia, malestar generarla, cefalea con proyección retro-ocular.

En cada uno de los casos anteriores, como manifestaciones de la realidad, son captados por el médico o el

equipo de salud, como una situación problémica que tipifica un problema de salud-enfermedad y que ha de

ser solucionado, para lo cual se requiere una investigación, devenido entonces problema de investigación,

representado en la conciencia de los profesionales médicos que son los sujetos investigadores.

 El objeto de investigación.

Es la configuración que expresa el proceso u objeto de la realidad (el individuo, la familia, la comunidad, el

medio ambiente, entre otros) donde se manifiesta el problema (proceso salud-enfermedad), pero

expresado a través de la cultura médico-clínica.

El objeto de investigación es cultura en tanto constituye conocimientos, lógica y métodos, siendo una

categoría objetivo–subjetiva, donde lo objetivo está en que es expresión de la salud como objeto de la

realidad y lo subjetivo porque es una interpretación expresada a través de la cultura médica, y en la que en

aras de solucionar el problema (la disnea, la intoxicación, o el síndrome febril), el médico incorpora o

construye nueva cultura médico-clínica, con lo que se desarrolla la contradicción entre el problema disnea y

el objeto de investigación (proceso salud-enfermedad relacionado al individuo, la familia o la comunidad) y

188 
 
con ello se genera un nuevo problema, que a su vez implica una nueva cultura que va transformando el

objeto de la investigación.

En los casos anteriores el objeto podría enunciarse:

- En el primer caso síndrome disneico si solo se valora la disnea o síndrome cardiovascular si se

determina otros síntomas acompañantes, o síndrome de insuficiencia cardiaca (derecha, izquierda

o global en dependencia de los presupuestos y la cultura acumulada del investigador y los

síntomas que se vallan detectando por diferentes técnicas de recolección de datos).

- En el segundo, puede también enunciarse desde la posición epistemológica, cultural y la

experiencia en: síndrome diarreico alto, o síndrome de intoxicación alimentaria u otro en

dependencia de los presupuestos empíricos y teóricos del investigador médico.

- En el tercero como manifestación de problema de salud-enfermedad dado en la comunidad puede

quedar expresado en: síndrome febril comunitario, foco febril en la comunidad u otro que también

está en dependencia de los presupuestos del investigador y los datos determinados.

Lo anterior no solo depende de los presupuestos personales de los investigadores clínicos, sino también

del contexto en que se manifiesta el problema y de relaciones con otras manifestaciones. Por ejemplo si la

disnea se presenta en un individuo, fumador crónico a que se le determina además estertores roncos y

sibilantes, que se han presentado con cierta frecuencia en el último año, puede pensarse en un síndrome

de obstrucción bronquial, de bronquios finos y grueso crónico, recurrente agudizado. Si los síntomas que

sugieren la intoxicación se presentaron tiempo después de ingerir un producto cárnico enlatado de un

envase que no conservaba su estructura externa y se asocia a síntomas neurológico, nos puede hacer

pensar en un síndrome por botulismo. En el caso del tercero si esto se presenta, a partir de un miembro de

la comunidad que visitó en días anteriores un lugar donde existía una epidemia de dengue, se piensa en

189 
 
este problema de salud-enfermedad, pero si en el territorio visitado lo que existía era un brote de influenza

el objeto es de diferente interpretación.

 El objetivo de la investigación.

El objetivo de la investigación es la configuración del proceso que refleja la aspiración, el propósito de la

investigación y que, por tanto, presupone el objeto transformado, la situación del problema superada. De

ello se deriva, que ante todo, se investiga para resolver el problema, para transformar el objeto de

investigación. Es una construcción del investigador médico, resultado de la caracterización del objeto y el

problema de investigación. Constituye, al igual que las restantes configuraciones, un aspecto dinámico que

se perfecciona y ajusta constantemente conforme a la propia dinámica del proceso de investigación, que

responde a un desarrollo dialéctico en espiral.

Es la proyección del investigador médico en la transformación que se da en el objeto que se investiga,

tiene un carácter intencional y el médico no lo hace ajeno a la necesidad social, por lo tanto está presente

la naturaleza objetiva–subjetiva.

El objetivo de la investigación es una especulación científica de lo que se espera en el proceso con la

transformación del objeto de investigación y sobre lo que es esencial en el mismo, lo que se delimita en el

campo de acción.

El objetivo en los casos ejemplificado, lo deja este autor a ser razonados y develados por los lectores

porque esto también depende de la posición epistemológica del investigador médico, del contexto, de las

potencialidades y de las necesidades así como del propio objeto de investigación.

Pero no obstante, se puede plantear que ante el problema develado por la disnea delimitar como objetivo

para transformar el objeto develado establecer una conducta terapéutica sustentada en el diagnostico

nosológico que se establezca, según los resultados consecuentes y pertinentes, que solucione el problema

190 
 
que puede ser una insuficiencia cardiaca, delimitándose que la causa es daño en el aparato cardiovascular

en cual devine entonces campo de actuación.

 El campo de acción.

Es aquel aspecto o subproceso del objeto de investigación con que trabaja específicamente el médico

investigador y desde donde transforma el objeto de investigación. Se precisa en el objetivo de la

investigación, aunque ello no significa su identificación de manera unívoca. En tal sentido, el marco

contextual del objeto de investigación requiere ser estudiado para establecer las relaciones entre éste y las

expresiones del medio social y cultural.

Así el médico en su accionar clínico y mediado por el método clínico trabajara - en la ejemplificación que se

está exponiendo - en el aparato cardiovascular sobre el cual conducirá el resto de la investigación

considerando que es el que debe ser estudiado a profundidad, concentrando el interrogatorio y el examen

físico, lo que le permitirá llegar a ciertas conclusiones.

 La Hipótesis.

La hipótesis, en el sentido más amplio, constituye cualquier proposición, supuesto o predicción que se basa

en conocimientos ya existentes, o bien en hechos nuevos y reales, y también en unos u otros. El papel de

la hipótesis es de tal alcance que se puede afirmar que el desarrollo del conocimiento en las ciencias

transcurre a través de la construcción, argumentación y corroboración de la hipótesis.

Si bien la hipótesis representa un momento necesario en el conocimiento, que expresa una vía de

desarrollarlo, constituye una forma de desarrollo de la ciencia porque representa el vínculo mediante el cual

se sistematizan determinados aspectos del conocimiento establecido de antemano y de ciertas ideas

nuevas, en el camino hacia la construcción de un nuevo conocimiento. Debe hacerse énfasis en que

pueden existir hipótesis basadas en argumentos lógicos, en comprobaciones empíricas, en

191 
 
consideraciones teóricas, pero en todas, junto al conocimiento establecido, ha de estar lo intuitivo y la

imaginación predictiva, lo diferente, como expresión del nuevo conocimiento, pues lo más relevante son las

suposiciones que en ella se explicitan y las argumentaciones en que ella se fundamenta.

Toda hipótesis surge sobre la base de representaciones teóricas de fenómenos, hechos y procesos

investigados. Puede implicar comprobaciones empíricas o validaciones, pero ello no significa un rígido

sometimiento a variables propias de la investigación empírico-analítica de corte positivista como único

criterio de verdad.

En síntesis, el camino de la construcción teórica, parte de revelar el problema y el objeto, de la relación

entre el problema y el objeto se precisa el objetivo, como expresión de los resultados teóricos y prácticos

que se aspiran alcanzar. A partir de éste, se determina desde qué parte o aspecto del objeto (campo de

acción) se conducirá a la construcción teórica del conocimiento necesario para la solución del problema, la

que se precisa en la hipótesis. Ésta revela, además, las relaciones y contradicciones que dinamizan el

proceso mismo de construcción del conocimiento y que por tanto permiten establecer la estructura de

relaciones que expresan el comportamiento esencial del proceso estudiado (objeto).Con la elaboración de

la hipótesis se orienta el camino en la caracterización esencial del proceso, como parte de la construcción

teórica.

La hipótesis es el planteamiento del investigador médico donde incluye el cómo pretende llegar a la

solución del problema, pero para ello es necesario la formulación de determinadas suposiciones o

predicción, que tienen, como punto de partida, los conocimientos teóricos y empíricos existentes sobre los

procesos salud enfermedad que se investiga, hechos y fenómenos que dan origen al problema planteado

(marco teórico), pero que requiere, por parte del médico, una cuota de originalidad y creatividad que no se

alcanza por una deducción de los aspectos considerados y en donde están presentes los intereses e

intenciones.
192 
 
 El modelo o construcción teórica.

Expresa las categorías y relaciones novedosas que el investigador crea. Mediado por un nivel superior y

más esencial de abstracción. Con el modelo se debe poder interpretar y transformar el objeto de

investigación, constituye el objeto transformado que, una vez que se aplique el instrumento, debe contribuir

a dar solución al problema de la investigación.

Cualquier modelo tiene la finalidad no sólo de explicar procesos o hechos conocidos que se plantearon en

el problema, sino pronosticar los desconocidos. Su capacidad predictiva depende en buena medida de su

coherencia lógica; mientras más conclusiones puedan derivarse del modelo, mayor es su capacidad de

predicción.

 El Instrumento o construcción práctica.

Se identifica como la configuración que expresa la concreción del modelo teórico en aspectos, propuestas

e inferencias precisas y que pueden conformar una estrategia diagnostica o terapéutica, un método o un

sistema de procedimientos que permiten aplicar el modelo o aporte teórico de la investigación. Es la

expresión del proceso que se configura como la vía o camino que se adopta en la ejecución del proceso

por los sujetos que lo llevan a cabo, para que, haciendo uso del contenido, puedan alcanzar el objetivo.

 El resultado.

Es la configuración que caracteriza el estado de logro real del proceso de investigación científica, que debe

ser obtenido en aras de alcanzar el objetivo y resolver el problema. Se configura como síntesis dinámica de

las anteriores, en torno a los sentidos que el mismo proceso adquiere para los sujetos; es la expresión

concreta final del proceso e incluye la transformación de los propios hombres involucrados en el proceso.

No es un momento del proceso, sino que se va configurando a lo largo del mismo, tanto en el espacio

como en el tiempo.

193 
 
Con respecto a esta configuraciones del proceso de investigación y que pueden ser aplicada al método

clínico desde la C-CHC, hay que aclarar que no es un proceso lineal ni por etapa tácitamente determinadas

sino que es un proceso que se va configurando en el propio accionar investigativo de manera totalizadora y

dialéctica mediado además por la hermenéutica, constituyendo un proceso cíclico y en espiral, donde el

problema, el objeto, el objetivo, la construcción teórica y práctica así como los resultado no son momentos

estáticos, sino que el investigador clínico puede transitar del problema al objeto, de este al objetivo y volver

al problema, en la búsqueda de una mayor esencialidad que transformaría al objeto, y así sucesivamente.

Lo anterior resuelve las insuficiencias que desde Claude Bernald en algunos investigadores persisten al

darle a la investigación clínica un carácter secuencial rígido, preñado del positivismo dogmático, que hasta

en el propio Bernald generó contradicciones, supera por demás la metodología rígida que propone Leticia

Artiles para las investigaciones biomédica y de salud, al igual que explicita algunas inconsistencia que se

presentan en los textos de Moreno y Paniagua como de Fidel I. donde a pesar de reconocer el carácter

dialectico del método clínico, establece posturas positivista en su lógica y metodología, contradiciéndose

en su propio discurso.

 Dimensiones consecuentes con la teoría holístico configuracional y su aplicación al método

clínico.

Aunque ya hemos abordado con anterioridad este aspecto en el texto, en este espacio se concreta al

método clínico, en ese sentido se recuerda que las dimensiones constituyen expresiones de los

movimientos y transformaciones que se producen en el proceso de investigación científica y por tanto del

método clínico, caracterizadas por las relaciones dialécticas entre las configuraciones.

La posibilidad de revelar y argumentar las dimensiones en un proceso de investigación como lo es el

método clínico, permite la transformación del objeto de investigación (problema de salud-enfermedad). A

194 
 
partir del establecimiento de las relaciones entre configuraciones es posible asumir las siguientes

dimensiones del proceso de investigación mediado en el método clínico:

- Caracterización del problema y objeto de investigación (problema de salud –enfermedad).

- Abstracción del objeto de investigación.

- Modelación del objeto transformado.

- Instrumentación del modelo.

- Concreción en el objeto de la realidad.

 Dimensión de caracterización del problema y objeto de investigación en relación con el

método clínico.

Esta dimensión como vimos anteriormente está determinada por la relación entre las configuraciones

problema, objeto de investigación y objetivo de la investigación. La misma da cuenta del movimiento

interno del proceso de investigación (método clínico) desde la identificación, valoración y formulación del

problema, pasando por la caracterización del objeto de investigación, hasta llegar a la definición del

objetivo de la investigación, pero no de manera lineal, sino en su propia relación dialéctica y

configuracional, visto en su totalidad, donde una configuración condiciona la otra y a la vez esta otra, es

condicionadora de la primera, que se da por demás en un proceso de continuidad y ruptura de la propia

dialéctica del pensamiento del investigador clínico, que es determinada por la realidad que también es

directica.

El proceso de investigación y por tanto de la aplicación del método clínico, tiene su inicio en un problema

de salud-enfermedad. El problema es la configuración que refleja la situación propia del objeto de la

realidad, esto es de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento, que promueve la necesidad en el sujeto

de su investigación y transformación. En su determinación hay una intencionalidad del investigador, pero

aparece como resultado de un diagnóstico crítico del objeto de la realidad en su diversidad y complejidad.

195 
 
Esta caracterización permite al investigador clínico acotar aquella parte de la cultura necesaria para su

transformación y que posterior a un proceso de comprensión explicación e interpretación, la intencionalidad

se configura en el objeto de investigación, el cual no es más que el resultado de su abstracción y que

depende, además de la naturaleza del problema de salud-enfermedad, de los intereses y experiencias del

investigador clínico, de su cosmovisión, manera de interpretar el problema, además de su postura

epistemológica, la que se constituye en referente fundamental de la investigación clínica, todo lo cual está

latente en la intencionalidad del médico como investigador, de ahí la irrelevancia de la sacrosanta

objetividad no contaminada, pura y separada de la subjetividad a la que se aferran los positivistas.

El objeto de investigación es la expresión subjetiva de un objeto, proceso o fenómeno de la realidad que el

investigador clínico abstrae como consecuencia de agrupar, en forma sistemática, un conjunto de

fenómenos, hechos y procesos afines que se presuponen y que se expresa en términos de su cultura

médico-clínica, sobre la cual se construye el nuevo conocimiento con vistas a la solución del problema en

ciertas condiciones y situaciones contextuales.

El objeto de investigación no constituye la realidad en forma concreta, es en sí un sistema de conceptos y

determinaciones lógicas, expresión racional de la dialéctica objetiva-subjetiva de la realidad, que se

expresa en el pensamiento del médico, en este caso como investigador de un problema de salud-

enfermedad.

La relación dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo conduce a que el objeto de investigación se transforme

mediante procesos del pensamiento, que van de lo concreto a lo abstracto y de este de nuevo a lo

concreto, de lo sensorial a lo racional, de lo empírico a lo teórico.

La caracterización del problema de salud-enfermedad como objeto de investigación clínica, obtenida de la

relación entre el problema y el propio objeto de investigación, es el resultado de la comprensión,

196 
 
sistematización e interpretación minuciosa de la información existente y disponible al investigador médico

sobre el objeto de la realidad que se investiga y la asunción de una posición crítica, desde la cual dicho

objeto será comprendido e interpretado como objeto de investigación.

Mediante el conocimiento de los aspectos teóricos referentes al problema y objeto de la investigación, el

investigador médico obtendrá pautas y sugerencias referente al enfoque y al método o métodos a emplear;

además le facilitará discriminar conceptos, establecer relaciones entre conceptos, desentrañar

regularidades que expliquen el comportamiento conocido del objeto de investigación, además de precisar

categorías que son esenciales, desde su intencionalidad para la determinación del campo de investigación

y la posterior formulación de la hipótesis, así como las restantes categorías. Justamente esta unidad,

representada por la relación dialéctica entre problema y objeto de investigación,

A manera de síntesis, en la investigación científica y por tanto en el uso del método clínico sobre la base

de la relación dialéctica entre el problema, el objeto de investigación y objetivo de la investigación clínica,

se configura la dimensión caracterización del problema y objeto de la investigación, la cual constituye una

expresión cognoscitiva que aprecia la diversidad del objeto de investigación, pero sin poder deslindar los

vínculos esenciales de los no esenciales, las causas de los efectos, lo necesario de lo causal, de modo

que no se capta aún la estructura de relaciones que es inherente a la interpretación del objeto de la

realidad. Es un nivel inicial de comprensión e interpretación, que se corresponde con el nivel concreto

sensible.

 Dimensión de abstracción del objeto de investigación y su aplicación al método clínico.

Esta dimensión, recordamos está caracterizada por la relación dialéctica entre objetivo de la investigación,

campo de acción y la hipótesis. Ella da cuenta del movimiento del proceso del nivel concreto sensible al de

abstracción.

197 
 
El ascenso de lo concreto sensible a la abstracción tiene su inicio justamente en la precisión del objetivo de

investigación. Dicho objetivo precisa aquel aspecto del objeto de investigación, que en calidad de

abstracción, el investigador clínico pretende transformar.

Teniendo en cuenta, como se expresó anteriormente, que la determinación de un objeto de investigación

es muy amplia, supone el riesgo de considerar aspectos y relaciones no vinculadas al problema, en tanto

una determinación muy restringida de este puede llevar a la no consideración de aspectos relevantes

vinculados con el problema. Por lo anterior, se introduce el campo de acción como una abstracción

esencial del objeto de investigación y constituye un aspecto particular de éste.

La relación dialéctica entre el objetivo de la investigación (singular) y el campo de acción (general) permite

delimitar la hipótesis (particular), la que en calidad de nueva síntesis, configura una especulación o

conjetura científica de mayor abstracción que el objetivo y el campo de acción. Expresa qué se espera en

el proceso con la transformación del objeto de investigación, estableciendo, conforme el objetivo, el camino

para desarrollarlo. Por tanto, la hipótesis es la configuración que sintetiza las relaciones dialécticas y nexos

esenciales existentes entre los aspectos (configuraciones) que conforman el campo de acción, delimitados

desde el objetivo de la investigación, y mediante la cual se prevé solucionar el problema científico.

 Dimensión de modelación del objeto transformado y su aplicación al método clínico

Esta dimensión reiteramos, está determinada por la relación entre la hipótesis, el objetivo de la

investigación y el modelo, donde el modelo es la síntesis dinámica de la relación entre las dos primeras. Es

la dimensión que expresa el tránsito de lo abstracto a lo concreto pensado, y que no termina con la

construcción del modelo, sino que asciende a un plano superior, cuando dicho modelo se concreta a su

vez en el instrumento de transformación del objeto de la realidad, lo que será explicado posteriormente.

198 
 
La modelación es la dimensión del proceso de investigación que expresa la representación sistemática del

objeto transformado, revelando relaciones esenciales que expresan regularidades, leyes y teorías.

En su pretensión de interpretar la realidad, el modelo, expresión de lo concreto pensado, enriquece con

argumentos e interpretaciones la hipótesis y el objetivo de la investigación, con lo que adquiere una

estructura más esencial de expresar el objeto transformado, que puede ser un nuevo conocimiento

científico aportado por el investigador, que es síntesis de la caracterización esencial del objeto y por tanto

en ella subyacen los referentes y posiciones asumidas, desde las cuales el investigador clínico construye

su manera de interpretar el objeto de investigación y su transformación, sobre la base de la determinación

de las configuraciones y relaciones esenciales del objeto transformado, a la vez que se relaciona con

determinados principios epistemológicos y metodológicos acerca de cómo enfocar el examen de la

realidad.

En correspondencia con lo explicado hasta ahora, el proceso de construcción del conocimiento científico en

relación al método clínico, sigue un camino dialéctico, que va de los datos, al desarrollo de la teoría

científica o modelo, transitando por la hipótesis. Este movimiento tiene su fundamento en la propia realidad

objetiva que el médico investiga y en el movimiento de su pensamiento.

Consecuentemente con lo anterior, la construcción del conocimiento científico médico clínico, mediado por

el método clínico transita del conocimiento de los hechos y datos, que resultan del análisis de objetos

singulares, que se someten a observaciones y experimentos, hacia el conocimiento de las leyes y

regularidades, lo que supone la formulación de determinadas generalizaciones que se evidencian

superficialmente en los hechos. El tránsito del análisis de los hechos científicos a su síntesis teórica, la

teoría o el modelo teórico, se realiza con ayuda de métodos de modelación y de inducción–deducción.

 Dimensión de Instrumentación del modelo y su relación con el método clínico.

199 
 
Esta dimensión, se recalca, está caracterizada por la relación dialéctica entre el modelo, el objetivo de la

investigación y el instrumento elaborado. Constituye un nivel superior de lo concreto pensado. En la misma,

el modelo, como síntesis teórica para dar cumplimiento al objetivo de la investigación de solucionar el

problema, deberá concretarse en un instrumento cuya aplicación a la práctica transforme el objeto de la

realidad y con ello se corrobore la hipótesis planteada.

El instrumento o supuesto práctico es la configuración que expresa la concreción del modelo teórico en

aspectos, propuestas e inferencias precisas que conforman una estrategia, un programa, un método o un

sistema de procedimientos, entre otros, que permiten aplicar en la práctica médica el modelo, y conforme al

objetivo de la investigación médico-clínica, dar solución al problema de salud-enfermedad develado.

Permite la modificación del objeto de la realidad y la solución del problema de salud-enfermedad, de

acuerdo con lo formulado en la hipótesis.

 Dimensión de concreción en el objeto de la realidad y su relación con el método clínico.

Está determinada por la relación instrumento, objetivo de la investigación y resultado, donde el resultado

deviene en síntesis de la relación entre las primeras.

Conforme al objetivo de la investigación médico-clínica, es posible a través de corroborar, evaluar o validar

las interpretaciones contenidas en los modelos teóricos e instrumentos, con el objetivo de establecer

respaldos de corroboración y confiabilidad, que garanticen la aplicación, obteniéndose como resultado de

la misma que los conocimientos teóricos e instrumentos de intervención sobre el objeto de la realidad

(problema de salud-enfermedad) permitan alcanzar la transformación del mismo.

Desde esta perspectiva, la aplicación a la práctica del instrumento representa el tránsito de lo concreto

pensado a la concreción, proceso en el que se generan nuevos problemas en un proceso de desarrollo en

la construcción del conocimiento médico-clínico.

200 
 
El resultado constituye la expresión del objeto salud-enfermedad transformado, como estado final del

proceso investigativo, por lo que se reafirma su carácter de configuración del proceso de investigación

médico-clínica.

 Eslabones del proceso de investigación científica o lógica general del proceso de

investigación científica y por tanto del método clínico

Los eslabones como se ha expresado anteriormente en este texto, constituyen la expresión de los

complejos estadios o momentos por los que transita el proceso de investigación científica y por tanto del

método clínico y que determinan su lógica interna.

Todo eslabón implica una sucesión de movimientos, que se diferencian entre sí por las características del

desarrollo del proceso por los sujetos implicados, en este caso de los médicos en calidad de investigadores

en los diferentes estadios por los que transcurre este proceso, pero a la vez, por la naturaleza holística,

compleja y dialéctica del proceso salud-enfermedad en el cual se integran, se relacionan y se condicionan

dinámicamente.

La lógica interna de este proceso es una consecuencia de la relación dialéctica entre la postura

epistemológica del médico investigador y el objeto de la cultura médico-clínica expresado en el marco

teórico asumido por éste, lo que constituye una contradicción dialéctica que se resuelve al constituirse

dicha lógica en mediadora y síntesis de esta relación contradictoria.

En consecuencia con la lógica seguida en el Método Dialéctico Holístico, en la secuencia de sus

dimensiones, se hace evidente que dicha lógica responde a la Teoría general del conocimiento, como

también se expresó en acápites anteriores, conforme lo cual se identifican los siguientes eslabones en la

aplicación del método clínico:

- Eslabón factoperceptible

201 
 
- Eslabón de la construcción teórica

- Eslabón de la aplicación

En relación con la teoría del conocimiento remitimos al rector retornar a los acápites en que se conciernen

 Eslabón factoperceptible y su aplicación al método clínico.

Es la etapa caracterizada por una interacción entre sujeto (medico) y objeto (problema de salud), en la que

el sujeto observa el objeto, lo explora, identificando las discrepancias entre lo que es y lo que debe ser, se

cuestiona sobre las causas de la discrepancia, y trata de dar, por lo menos, dos respuestas posibles a esta

contradicción.

El investigador clínico caracteriza el problema de salud-enfermedad que se presenta en el individuo, la

familia y la comunidad y el objeto de investigación sobre la base de la construcción del marco teórico y

contextual de la investigación médico-clínica. En este proceso de caracterización del problema y el objeto

de investigación se discriminan conceptos, se establecen relaciones entre conceptos, se determinan

categorías que le permiten comprender las regularidades del objeto de salud-enfermedad analizado y

sobre la base de las categorías y relaciones esenciales, configura el objetivo de la investigación, el campo

de acción y la hipótesis de la investigación.

Es el primer acercamiento del investigador médico al objeto de la realidad, por tanto es una etapa donde

prevalece el empleo de métodos de carácter empírico (observación, entrevista, examen físico, que se

tipifican en las técnicas de confección de la historia clínica, o de técnica del diagnóstico de la situación de

salud), aunque también se utilizan métodos teóricos que posibilitan el procesamiento e interpretación de la

información recogida por esas técnicas empíricas. Con el uso de métodos de análisis y síntesis e histórico

lógico, se valoran los antecedentes que se relacionan con el problema de salud-enfermedad y el objeto de

202 
 
la investigación, es decir, es el estadio donde se construye el marco teórico y el marco contextual de la

investigación clínica.

El marco teórico de la investigación es la sistematización de la cultura teórica y práctica precedente del

médico, en la que la valoración crítica permite al investigador clínico caracterizar los antecedentes que se

relacionan con el problema y el objeto de la investigación, permitiendo la fundamentación de la

investigación, que será el soporte para las argumentación del contemplación teórica y práctica (modelo y el

instrumento).

En síntesis, la fundamentación contenida en el marco teórico permite precisar el problema de salud-

enfermedad y el objeto de la investigación, lo que evita tomar un camino errado en el proceso de

investigación científica médico-clínica; induce al estudio de nuevos problemas y sustenta el establecimiento

de la hipótesis, el abordaje teórico y el práctico.

El investigador clínico requiere, entonces, utilizar como punto de partida los conocimientos y aportes

derivados de experiencias investigativas anteriores y además cotejar sus resultados con los antecedentes.

En ello no debe perder de vista lo relativo al marco contextual en que se desarrolla la investigación.

Marco contextuales es la cultura que expresa el complejo e históricamente determinado ámbito en que el

médico desarrolla el proceso de investigación científica médico-clínica y que incluye no sólo lo natural sino

ante todo lo socio-cultural.

En la elaboración del marco teórico y contextual las principales tareas, que entre otras se deben realizar

como se ha venido expresando en otros acápites, son las siguientes:

- Revisión de la literatura mediante la cual se consulta, extraer y recopilar la información relevante

sobre el problema de salud-enfermedad y el objeto investigado.

203 
 
- Sistematización de las teorías existentes, lo que permite determinar el grado en que ellos explican

el problema de salud –enfermedad a investigar.

De este estudio –se enfatiza- que pueden derivarse diversos resultados, entre los que se pueden

mencionar:

1. Que existe una teoría médico-clínica capaz de descubrir o explicar el problema (problema

de salud-enfermedad).

2. que existen varias teorías médicas y clínicas o generalizaciones empíricas que han sido

demostradas y que posibilitan aplicarlas al problema de salud y enfermedad que se

investigan.

3. que las teorías existentes no explican a plenitud el problema de salud-enfermedad.

4. que no existe teoría o antecedente alguno vinculado al problema de salud-enfermedad.

En los dos primeros asuntos, el investigador clínico aprovecha las teorías existentes al problema de salud

enfermedad develado y no se demanda elaborar una nueva contribución teórica a las ciencias médicas

como general pero siempre le aportara teoría en lo particular. Para ello naturalmente debe velar por la

contextualización de las aplicaciones.

En los otros dos asuntos, la investigación científica médico-clínica debe ser encaminada a encontrar

recursos nuevos y originarios que enriquezcan el sistema de conocimientos médico-clínico.

Una vez diagnosticado el problema de salud-enfermedad, caracterizado el objeto de investigación y el

campo de acción de la investigación, donde se precisen los referentes teóricos y la postura epistemológica

del investigador, se está en condiciones de desarrollar el eslabón de construcción teórica, aunque debe

quedar claramente precisado que no se trata de etapas separadas y que el concepto de eslabón, desde la

Teoría Holística Configuracional, constituye expresiones de estadios que se superponen y se dan en

unidad, aunque se evidencia una lógica secuencial en los mismos, pero sin límites rígidos.

204 
 
 Eslabón de construcción teórica en la aplicación del método clínico.

Es el eslabón donde se argumentan y revelan las relaciones que modelan el problema de salud-

enfermedad en su transformación y el instrumento que hace viable sus solución, se desarrollan las

dimensiones de modelación e instrumentación como manifestaciones de lo concreto pensado por el

investigador clínico.

El eslabón de la construcción teórica en el investigador clínico admite la representación sistemática del

problema de salud-enfermedad investigado mediante la obtención de conceptos, categorías, el

establecimiento de nuevas relaciones, regularidades que permitan explicar las transformaciones del objeto

de investigación.

Este eslabón tiene incluido la ejecución de tareas relacionadas con: la elaboración teórica y el instrumento.

Es un estadio donde prevalecen los métodos de investigación teóricos del médico, aunque hay que

significar que, aunque en distintos eslabones prevalece lo empírico o lo teórico, ambos subsisten

simultáneamente a lo largo de la investigación médico-clínica, y adquieren un carácter cíclico o interactivo

hasta la ratificación definitiva de los aportes teóricos y prácticos.

 Eslabón de aplicación. En la atención del método clínico

En este eslabón se despliega la dimensión de concreción. Como su nombre lo revela, se identifica por la

concreción en la práctica clínica de lo teórico elaborado a través del instrumento, no sin antes corroborar,

evaluar o validar lo teórico concebido y el instrumento. Ello consentirá instaurar respaldos de confiabilidad,

que avalen la aplicación en la práctica del médico. Desde esta representación, la aplicación a la práctica

del instrumento simboliza el tránsito de lo concreto pensado a la concreción, donde se vuelven a concebir

nuevos problemas.

205 
 
En este eslabón se destina en la práctica médica el instrumento elaborado a partir del modelo. La

aplicación a la práctica del instrumento elaborado corroborará la validez del modelo y por tanto, la

confirmación de la hipótesis y la solución del problema, lo que presume la aplicación del instrumento en la

práctica, la corroboración, valoración y validación del instrumento y de los resultados de su aplicación.

La dinámica de la Lógica Holística Dialéctico del proceso de investigación clínica y por tanto del método

clínico se sintetiza en su dinámica en la que muestra el desarrollo en espiral del proceso de investigación

científica del médico, que es dilucidado como un proceso social, lo que involucra mostrarse conforme con

su carácter consiente, por tanto, su naturaleza compleja, dialéctica y holística, lo que intima de su exégesis

como un proceso que está activado por las contradicciones entre lo objetivo y lo subjetivo, lo empírico y lo

teórico, y esencialmente, por la interpretación de que la contradicción entre la preservación , el desarrollo,

la difusión, la creación, la revolución y la transformación de la cultura médico clínica que es la que

dinamiza el proceso de investigación científica mediado por el método clínico.

Ello permite emplear la Teoría Holístico Configuracional al proceso de investigación científica médico

clínico y por tanto al uso del método clínico, identificando las configuraciones, dimensiones, eslabones y

estructura de relaciones que se explicitan en la lógica interna de dicho proceso.

206 
 
 

CAPITULO IV.

LA HERMENÉUTICA COMO ESENCIA DEL PROCESO INVESTIGATIVO

En este capítulo como lógica que se ha venido siguiendo durante toda la exposición del texto, se abordara

la hermenéutica como esencia del proceso investigativo desde lo general, que luego nos permita en el

mismo hacer consideraciones más específicas y esenciales de cómo abordar el método clínico desde la

Concepción Científica Holístico Configuracional desde lo particular, en relación con su teoría, su método,

regularidades, principio y ley, sustentado en la hermenéutica.

4.1.-Fundamentos de la hermenéutica.

Sin grandes pretensiones históricas acerca del surgimiento de la hermenéutica, ni con intención de brindar

concepciones epistemológicas profundas sobre esta ciencia, se intenta revelar las potencialidades de la

misma para la investigación, como un enfoque metodológico totalizador, en la búsqueda de una profunda

interpretación del objeto de investigación; que luego permita abordar su identificación con el método clínico.

Oponiéndose este autor y en ese modo a sus detractores, dentro de los cuales existen mucho que la

niegan considerando la misma de forma limitada.

La hermenéutica paradójicamente es poco comprendida y descifrada por sus disímiles enfoques que desde

la antigüedad y hasta la contemporaneidad se manejan y se complementan, aunque hoy en día es muy


207 
 
difícil evitar las polémicas epistemológicas sobre estas consideraciones, dado su gran alcance en la

aplicación a las disciplinas de las ciencias, de donde no escapan la ciencias médico-clínicas y por tanto el

propio método clínico.

Esta ciencia, permite penetrar en la esencia de los procesos y fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el

pensamiento en relación con los problemas de salud-enfermedad al ofrecer un enfoque e instrumento

metodológico para su exégesis desde niveles de comprensión, explicación desde la observación que

desarrolle la reconstrucción (interpretación) del objeto de investigación y su aplicación en la praxis socio-

humanista-asistencial del médico.

Su reconocimiento y enfoque, permite eliminar y desmontar consideraciones positivistas que se tienen ante

la inteligibilidad de cualquier objeto, proceso o fenómeno de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento

donde se incluyen los problemas de salud-enfermedad, con esto pretende el autor eliminar alguno

equívocos en relación a la labor de médico clínico, donde algunos la niegan (los peores) o no la consideran

(estos quizás por desconocimiento), ante estos últimos pretende el autor de este texto bridarle otra

alternativa y ente los primeros una valoración que le permita mayor integrabilidad ante su labor y ante las

investigaciones científica médico-clínicas.

En la contemporaneidad la hermenéutica es empleada en estudios teológicos, filosóficos, literarios, entre

otros, e indiscutiblemente no deja lugar a dudas su carácter interdisciplinario y transdiciplinario, a partir de

los aportes que le ofrecen la Teoría de la Información, la Lingüística, la Filosofía del Lenguaje, el Análisis

Lógico, la Crítica Literaria, solo por citar algunos ejemplos.

En su origen fue concebida como el arte de la interpretación de los textos sagrados, tanto desde el punto

de vista de la significación lingüística como desde la interpretación filosófica del pensamiento.

208 
 
Un acercamiento a un estudio histórico, sitúa sus raíces en la cultura griega desde las interpretaciones de

Homero y en la tradición judeocristiana ante las versiones de los textos bíblicos, por lo que su surgimiento

ha estado en la exégesis bíblica y en la filología clásica.

En sus raíces históricas, la hermenéutica asumió tres direcciones básicas del significado, que constituyeron

un enfoque primario para su aplicación: se trató la “expresión” a partir del decir algo, o sea, desde la

expresión de un significado; la “explicación”, en dar razones de ese significado, y la “traducción”, como la

reconstrucción de ese significado, pero desde la interpretación individual del sujeto.

Hoy en día han sido superadas por otros estudios científicos contemporáneos, pero ellos han permitido

conocer las fuentes de su surgimiento y ofrecer, desde otra conceptualización más profunda, una

sistematización de la hermenéutica como una metodología básica para su incorporación al proceso

investigativo, al convertirse en un enfoque trasversal de la lógica y el discurso científico, lo cual es aplicable

al método clínico.

Los estudios hermenéuticos han transitado por diferentes fases y momentos históricos, y se precisa en la

actualidad seis formas de definiciones que abarcan a:

- Teoría de exégesis bíblica.

- Metodología filológica general.

- Ciencia de toda comprensión lingüística.

- Base metodológica de todas las disciplinas centradas en la interpretación del arte, hechos y

escritos del hombre.

- Fenomenología de la existencia y de la comprensión existencial.

- Sistemas de interpretación para descifrar el significado de mitos y símbolos.

209 
 
Todas estas formas apuntan a las fases bíblica, filosófica, científica, existencial y cultural de la

hermenéutica. Sin embargo en todas ellas se da como regularidad el tratamiento a sus diferentes objetos

como un enfoque teórico-metodológico general para interpretar la objetividad de la experiencia humana

desde el descubrimiento de las relaciones de significados y sentidos que se dan en el comportamiento del

objeto, como una totalidad, desde una relación dialéctica, contradictoria, entre sus componentes o

configuraciones que revelan sus nexos esenciales.

Entre los clásicos del estudio hermenéutico están Mathias F. Illyricus, que la aplicó a la interpretación de

las escrituras, y F. Schleir macher y W. Dilthey, que le ofrecieron aportes sustanciales como disciplina

filosófica.

En las teorías hermenéuticas, desarrolladas en Alemania en el Siglo XIX, se encuentran las premisas

filosóficas para un acercamiento moderno a la hermenéutica, sin desconocer que muchos de estos

estudios se insertaron en un contexto fenomenológico y en una filosofía existencial, y que aún no se

dispone completamente de fundamentos adecuados para la interpretación de los fenómenos de la

naturaleza, la sociedad y el pensamiento. No obstante a ello, estas concepciones sentaron las primeras

ideas modernas de esta ciencia y han permitido estudios posteriores, que critican a esas concepciones

primarias.

F. Schleiermacher fue quien reconoció a la hermenéutica como la ciencia de la interpretación, no sólo

como un resultado filológico, sino general, capaz de ofrecer principios básicos para cualquier tipo de

interpretación y romper así, las fronteras de la hermenéutica disciplinar.

A finales del siglo XIX el historiador literario W. Dilthey (1833-1911) reconoció también a la hermenéutica

como una disciplina general que constituía la base para los estudios del arte, los hechos y escritos del

hombre y distinguió a la “historicidad” en la interpretación del objeto, destacó la “ temporalidad del contexto

210 
 
de relaciones” que surgen de la experiencia humana y precisó la tarea metodológica del intérprete en la

búsqueda de las formas viables de interacción entre su mundo subjetivo con el del texto y estableció el

sustento para el pensamiento de M. Heidegger sobre la “temporalidad de la auto-comprensión”.

M. Heidegger precisa que toda interpretación hermenéutica es temporal, intencional e histórica y utilizó el

método fenomenológico para la interpretación de la existencia humana, mostrando una ontología de la

interpretación.

H. Gadamer ofrece, posteriormente, una explicación histórica de la hermenéutica desde F. Schleiermacher

hasta W. Dilthey y M. Heidegger, con lo que penetra en la relación de la hermenéutica con la estética y la

filosofía a través del concepto de “conciencia operativa históricamente” que se configura con la tradición a

través del lenguaje, desde el refuerzo del carácter lingüístico de la propia realidad del hombre. Gadamer

significa los rasgos de la hermenéutica, precisando que constituye un acontecimiento histórico, dialéctico y

lingüístico, viendo la interpretación como un acto personal.

Las ideas de W. Dilthey que reconoce que las operaciones mentales que se realizan para el conocimiento

del significado de los textos son las mismas que se producen para el conocimiento de cualquier objeto de

la realidad, tienen continuidad en M. Heidegger (1951) quien afirmó que todos los intentos cognoscitivos

para desarrollar conocimientos son expresiones de un pensamiento hermenéutico. Entonces, la

hermenéutica como proceso del pensamiento humano atraviesa todo el estudio de los fenómenos y hechos

de la realidad objetiva, de ahí su alcance y valor metodológico en la interpretación de los procesos sociales

y humanísticos dentro de los que se encuentran lo relacionados con la salud y la enfermedad.

W. Dilthey llama "círculo hermenéutico" al proceso interpretativo del movimiento del todo a las partes y de

estas al todo, con lo que adquiere significado y sentido. Este movimiento, sin embargo, no es un círculo, es

necesario reconocerlo como una espiral, que va cambiando de dirección a cada vuelta y vuelve siempre a

211 
 
la misma posición, pero elevándose de nivel. En cada vuelta aumenta la riqueza de la descripción, el nivel

de profundidad de la interpretación de la estructura estudiada y de su significado.

El proceso consiste en una sucesión de análisis y síntesis, que se puede expresar del siguiente modo: sin

conocimiento generalizado no hay observaciones significativas, y sin observaciones significativas no hay

generalización de los conocimientos, lo que está en correspondencia con lo expresado por E. Kant en una

vieja máxima que plantea que la experiencia sin teoría es ciega, pero la teoría sin la experiencia es un

juego intelectual.

La observación y la interpretación constituyen procesos inseparables, pues resulta imposible la

observación sin la interpretación y viceversa. En toda ciencia y en los procesos de investigación vinculada

a ella se desarrollan técnicas específicas de observación sistemática para garantizar una rigurosa

interpretación. De esta forma, el rigor científico y la viabilidad de los resultados de una investigación

dependerán de una observación crítica que permita una interpretación objetiva-subjetiva, a partir del nivel

de precisión terminológica, de su rigor metodológico, de la sistematización con que se desarrolle todo el

proceso y de la actitud valorativa de los investigadores.

La comprensión y la explicación se han visto desde la época de W. Dilthey como contrapuestas,

considerándose la primera como modo de aprehensión de los objetos de las ciencias sociales y

humanísticas, y la segunda como modo de aprehensión de los objetos de las ciencias naturales, en este

sentido, la comprensión es un método para la determinación de los significados y sentidos, a diferencia de

la explicación que se refiere a hechos y relaciones causales, sin embargo es necesario precisar que ambas

se dan en unidad dialéctica tanto en las ciencias para la naturaleza para la sociedad, como humanísticas.

212 
 
Según W. Dilthey es posible distinguir las “ciencias para la naturaleza” de las “ciencias para el espíritu”,

que se deben entender en un lenguaje actual como ciencias que explica los procesos sociales y

humanísticos, por tres rasgos fundamentales:

• Las ciencias para la naturaleza excluyen generalmente la vivencia del sujeto y neutralizan su

sensibilidad para acceder a la aprehensión abstracta según relaciones de las leyes de la

naturaleza. Las ciencias para la sociedad suponen un concepto de experiencia no restringida ni

limitada por condiciones experimentales de observación.

• En las ciencias para la naturaleza, la explicación de los fenómenos y procesos se producen

conectando los sucesos presentes a una observación sistemática con hipótesis atribuibles a la

naturaleza; estas construyen hipotéticamente teorías y las verifican experimentalmente. Las

ciencias par la sociedad no diferencian el plano de la teoría y el de los hechos; las descripciones y

las teorías sirven como vehículo de una vivencia creativa.

• En las ciencias para la naturaleza, se explican cómo acontecimientos con ayuda de hipótesis

determinadas a partir de condiciones iníciales y su explicación requiere aplicar proposiciones

teóricas a hechos establecidos mediante la observación sistemática. En las ciencias para la

sociedad y humanísticas se procede a la comprensión de sistemas simbólicos mediante una

vivencia creativa; donde se integran la experiencia de los sujetos y la aprehensión teórica como

movimiento hacia el interior de un contexto objetivamente dado.

Estos tres aspectos que tratan de diferenciar a las ciencias, no son asumidos por el autor de este texto en

toda su extensión, porque las ciencias siempre son sociales, donde el hombre con su interpretación no se

puede deslindar en la creación de su conocimiento y cualquier proceso, objeto, o fenómeno de la realidad

son interpretados por el hombre cuando de ciencia se trata.

213 
 
El concepto de comprensión se desarrolló como método específico de las ciencias sociales

contemporáneas en la obra de M. Weber, para quien la sociología desarrollará la comprensión desde la

interpretación de la acción social de los individuos. Esta acción tiene un sentido subjetivo, referido a la

comprensión que el sujeto social realiza de los motivos y finalidades de la acción de los otros.

Si bien M. Weber reconoce la “comprensión”, opuesta a la “explicación” y la eleva a método propio de la

sociología, A. Schutz, influido por estas consideraciones, así como por las concepciones de la

fenomenología, la concibe corno el procedimiento de interpretación cotidiano, que se emplea para dar

sentido a nuestras acciones y a la de los demás, para quienes viven en una realidad social como escena

intersubjetiva, que se nos da o es potencialmente accesible a cada uno de nosotros, por medio de la

intercomunicación y el lenguaje.

A partir de estas concepciones surgen concepciones contemporáneas, como son:

• El Interaccionismo Simbólico, concepción histórico hermenéutica, vinculada a la denominada

“Escuela de Chicago” que desarrolló el empleo de la observación participativa, criticando las

concepciones empírico-analíticas en las que interpretan los procesos sociales como externos a los

sujetos y presupone una separación radical entre el sujeto y el objeto, así como entre el sentido

común y el conocimiento científico.

El Interaccionismo Simbólico plantea que la concepción que hacen los sujetos sobre la realidad

social, constituye el objeto esencial de las ciencias para la sociedad. El conocimiento sobre los

procesos sociales y humanísticos se revela a través de la experiencia, en las interacciones diarias

de la vida común. En primer lugar, hay que tener en cuenta el punto de vista de los sujetos

implicados, sea cual sea el objeto investigado, porque precisamente a través del sentido que dan

los sujetos implicados a los procesos, así será la interpretación y reconstrucción de la realidad

social.
214 
 
En esta concepción, la interacción social se tiene que comprender como un orden negociado,

temporal y frágil, que debe ser reconstruida permanentemente con el fin de interpretar la realidad

social. Esta concepción tiene sus raíces tanto en el pensamiento filosófico de C. Marx como en la

fenomenología.

• “La Etnometodología”, esta concepción tiene su objeto en la búsqueda empírica de los métodos

empleados por los sujetos para dar sentido a sus acciones de todos los días: comunicarse, tomar

decisiones, razonar, entre otras, considerando las creencias, las tradiciones y los comportamientos

del "sentido común” como objeto fundamental de su indagación.

La Etnometodología ha contribuido a modificar los métodos y técnicas de recolección de datos, así

como el proceso de la construcción teórica.

 La Antropología Simbólica”, como concepción comprendida en la antropología contemporánea,

asume con relevancia la interpretación hermenéutica, su exponente más significativo es C. Geertz,

el cual concibe a la Antropología como acto interpretativo, propugnando una lectura del quehacer

humano como texto y de la acción simbólica como drama. Se desarrolla así un concepto semiótico

de la cultura, donde su estudio es visto no como una ciencia experimental en busca de leyes, sino

como una ciencia interpretativa en busca de significaciones.

Estas concepciones de las ciencias sociales contemporáneas, han contribuido a replantear sus

paradigmas, influyendo en su reconstrucción teórica, desarrollando métodos y técnicas de investigación

novedosos que han enriquecido en las últimas décadas notablemente el acervo de las ciencias sociales y

humanísticas.

4.2.-Consideraciones hermenéuticas en el proceso investigativo.

La hermenéutica, como esencia y fundamento del proceso de investigación científica y por tanto del

método clínico, tiene en W. Dilthey a uno de los precursores de la hermenéutica contemporánea, quien

215 
 
desarrolló el “círculo hermenéutico” como el movimiento del proceso interpretativo del todo a sus partes y

viceversa, lo que condujo a la aplicación de la hermenéutica al tratamiento a tres procesos interpretativos,

que indiscutiblemente constituyen una unidad dialéctica y superan la primera concepción de las tres

direcciones del significado que emergieron en la antigüedad.

A partir de ello se propone en este texto, asumir un redimensionamiento desde la C-CHC para su posterior

aplicación al método clínico para el desarrollo del médico en todo su accionar profesional, desde: la

comprensión, la explicación, la interpretación y la observación, donde se definen las siguientes

conceptualizaciones.

Estas re-conceptualizaciones, son asumida, desde mutiles estudios que ha conducido a más de 250 tesis

doctorales, en el CeeS de la UO, por un gran número de autores e investigadores nacionales e

internacionales de diferentes profesiones; más de 200 Tesis de Maestrías de la misma procedencia,

liderados dichos procesos por prestigiosos científicos como son: Homero Calixto Fuentes Gonzales, Jorge

Montoya Rivera, entre otros mas

 Comprensión:

Es el modo de aprehensión de los objetos de la cultura, es una manera para un primer acercamiento al

significado, y constituye una imagen totalizadora del objeto de investigación. Se sustenta en lo fáctico, en el

análisis histórico - tendencial y en la caracterización epistemológica de dicho objeto.

 Explicación:

En la explicación se significan hechos, manifestaciones y las relaciones causales (dialécticas) en el

comportamiento del objeto de investigación. Es un segundo nivel de interpretación hermenéutica, y la

forma de encontrar razones de la significación del objeto, constituye un análisis, que es más esencial que

la comprensión al “desmenuzar” las causas, movimientos, rasgos en un proceso analítico para atomizar el

216 
 
objeto de investigación que posibilita penetrar con mayor profundidad en la esencia del comportamiento del

objeto.

 Interpretación:

Constituye el desarrollo y la realización de la comprensión y la explicación, como síntesis de ellas y permite

la reconstrucción del significado del objeto de investigación desde la mirada del investigador, adquiriendo

con ello un sentido diferente y cualitativamente superior.

El investigador para ser consecuente con un pensamiento hermenéutico debe ser capaz de aplicar en el

objeto de investigación y en su construcción textual los tres procesos interpretativos del significado

hermenéutico, quedarse sólo en los dos primeros (comprender y explicar), no permite un nuevo

conocimiento científico que implique la reconstrucción de significados precedentes y la expresión de

nuevos significados, desde otra mirada novedosa y creativa. Le queda el reto al científico de integrar estos

procesos interpretativos en todo su proceso de investigación. Esta integración de dichos procesos

constituye la base o fundamento de toda argumentación científica, en un movimiento del todo

(comprensión) a las partes (explicación) y de estas al todo (interpretación).

La dicotomía entre la comprensión y la explicación es imposible, ambas se sintetizan en la interpretación

hermenéutico-dialéctica, donde es difícil diferenciar entre el objeto del conocimiento y el sujeto

cognoscente, sucede que los tres procesos se dan en unidad dialéctica durante todo el proceso

investigativo, sin embargo en momentos determinados del proceso científico, uno de los tres procesos

adquiere mayor relevancia en función de las etapas de la investigación.

Estos procesos hoy en día superan la conceptualización dada en la cultura griega, al ser comprendidos

como un movimiento ascendente en espiral, que en interrelación dialéctica, van aportando niveles de

esencialidad más profundos en la interpretación del objeto de investigación, enriqueciendo sus relaciones

217 
 
de significados y sentidos, donde se nutren desde el conocimiento generalizado del objeto hasta su

observaciones significativas más detalladas y viceversa para establecer el movimiento entre el todo y sus

partes. Esto mismo es lo que se intenta hacer durante toda la lógica de este texto.

La hermenéutica es aún poco conocida, requiere de estudios profundos científicos y a menudo se

encuentra conceptualizada de forma muy restringida, pero negar su valor en las investigaciones científicas

y por tanto en el método clínico sería privar al investigador clínico de un enfoque, una teoría y de un

método, que ofrece un instrumental para descifrar, desde la subjetividad humana, un objeto de

investigación, interpretarlo y a su vez, transformarlo.

La ciencia se comienza a construir desde la observación y la interpretación de sus procesos, lo cual es

válido para las ciencias médicas, y es aquí donde se erige la hermenéutica como un enfoque metodológico

que atraviesa toda la investigación científica, y no sólo está en la obtención de los datos y su análisis, como

afirman algunos autores, que la restringen a este momento preliminar de la investigación u otros que la

reconocen sólo al final del proceso investigativo.

La validez de una obra científica dependerá de muchos factores, entre ellos, del nivel de precisión y

profundidad terminológica, del rigor metodológico desde la selección correcta de sus métodos y técnicas

hasta la coherencia entre todos los análisis que se van construyendo como un sistema de relaciones, en la

sistematización de las principales conclusiones parciales que se van obteniendo, la actitud crítica y

divergente del investigador ante la ciencia y la demostración de una interpretación científica de su objeto de

investigación que debe expresarse en la reconstrucción de ese conocimiento desde un pensamiento

hermenéutico.

En la actualidad es recurrente la imagen de un científico que aísla y contextualiza a su vez, su objeto de

investigación, para modelarlo y convertirlo en el arte de su interpretación. Es reiterado entonces,

218 
 
conceptualizar a la hermenéutica como la ciencia de la interpretación y que debe ser expresada a través de

un texto. El objeto de investigación, por tanto, requiere de una hermenéutica para hacer una interpretación

adecuada de él como un objeto de la cultura desde una perspectiva totalizadora y exhaustiva y esta

interpretación del significado de ese objeto constituyen la esencialidad de un proceso hermenéutico, y

permite la transformación dialéctica en el movimiento del pensamiento.

Un análisis hermenéutico trasciende, al ser un aglomerado de métodos, técnicas y recursos científicos, es

una expresión de todo el proceso investigativo que se sustenta en un estudio totalizador de su objeto de

investigación e intenta visualizar todo este proceso dentro de un horizonte general y una interpretación

profunda, a partir de un método que asuma a su vez, dos perspectivas de desarrollo:

 Una dirigida a una interpretación totalizadora de ese objeto que abarque el conocimiento preliminar

de éste desde su observación, comprensión, explicación e interpretación en enfoques y teorías.

 Otra visión detallada de sus componentes o configuraciones que revele sus principales rasgos,

cualidades y relaciones esenciales, desde esa perspectiva globalizadora del objeto.

Estas dos perspectivas de desarrollo hermenéutico deberán integrarse para ser expresión de significados

coherentes de ese objeto de investigación.

Ya W. Dilthey reconoce la necesidad de integrar el todo con las partes del objeto de investigación, y con

ello penetra en el encadenamiento interno del texto, en relación con el contexto, como un proceso

dialéctico, donde las partes reciben significado del todo y el todo adquiere sentido de las partes.

La concepción de la totalidad requiere el estudio dialéctico de las relaciones entre las partes, las partes y el

todo y el todo y sus partes, al concebirse la totalidad como esencia de la integración de los procesos, la

cual caracteriza a la construcción del conocimiento, que debe ir revelando sistemáticamente las

propiedades, rasgos y cualidades del objeto de investigación. Este proceso se inicia con la representación

219 
 
de un todo no fragmentado que da tránsito al análisis de sus partes o expresiones y finaliza con la

reconstrucción de ese objeto, ya transformado, desde su nueva representación totalizadora, la cual se

caracteriza por nuevas cualidades que no son resultado de las partes en sí mismas, sino síntesis de su

interrelación dentro del sistema de conexiones que se dan entre ellas.

Los conceptos del todo y sus partes se auto-implican recíprocamente, y su contradicción dialéctica es

expresión de la totalidad del objeto, como unidad dinamizadora. Ya desde la Teoría General de los

Sistemas y en su tendencia teórica holística se hace énfasis en la superioridad del todo frente a las partes,

asumiendo el carácter complejo y dialéctico de los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Un mismo objeto puede ser comprendido y modelado desde diferentes alternativas, que cada investigador

determina desde su enfoque metodológico y debe ser consecuente con su lógica científica en la

interpretación del objeto de investigación.

La hermenéutica no puede desprenderse del proceso comunicativo, todo proceso humano está mediado

por el lenguaje, por lo tanto el uso de las estructuras secuenciales del texto argumentativo, como texto

científico, debe ser revelador de ese pensamiento hermenéutico. Toda interpretación de un proceso es un

fenómeno complejo y epistemológico, y manifiesta dos enfoques de la teoría hermenéutica: primero, qué es

lo que implica el hecho de interpretar un objeto y segundo, qué es la interpretación en sí misma. Ello

motiva, entonces a proponer dentro del proceso investigativo, atendiendo a lo que implica el hecho de

interpretar un objeto, dos dimensiones en el tratamiento hermenéutico:

 La dimensión teórica, que permite la interpretación de todo el objeto de investigación desde las

afirmaciones ya establecidas por la ciencia y que constituyen base para el estudio de ese objeto, la

explicación de esas afirmaciones, pero desde el modo de asumirlas el investigador, para redefinir

desde un conocimiento teórico-conceptual diferente, y la construcción teórica del objeto

220 
 
transformado, desde una visión totalizadora y a la vez, detallada de sus componentes o

configuraciones y sus relaciones esenciales.

 La dimensión empírica, está desde el proceso de obtención de los datos en fuentes facto

perceptuales hasta la instrumentación de los resultados de la dimensión teórica, contentiva de sus

orientaciones metodológicas y la ejemplificación de su aplicación, desde los niveles de

corroboración en la práctica profesional, que asuma el investigador para valorar el aporte y la

factibilidad de su propuesta. Con esta dimensión se inicia y se cierra un proceso de interrelación

dialéctica en el proceso de investigación científica.

El alcance hermenéutico de una investigación será posible si se parte desde un inicio por visualizar las

dimensiones por las que transitará la investigación, sustentado en un estudio preliminar de su objeto de

investigación, lo que le ofrecerá una concepción general del proceso investigativo, que será expresión

además, de una lógica científica, que una vez iniciado propiamente estará sujeto a cambios y

transformaciones, según se vaya avanzando en los niveles de esencialidad científica. Esa flexibilidad en la

dinámica del proceso, debe ir abriendo los caminos más pertinentes en la búsqueda de soluciones

novedosas y trascendentes.

 El Método Hermenéutico Dialéctico en el proceso investigativo

En consecuencia con el Enfoque Hermenéutico y como concreción de él al proceso de investigación

científica se aborda la Metodología Hermenéutico Dialéctico, en dicho método se toma como base del

proceso de investigación la espiral hermenéutica, en el movimiento en desarrollo del todo a las partes y de

las partes al todo, donde se significa la totalidad en tanto que el todo le da significado a las partes o

expresiones de la totalidad y donde estas partes o expresiones de la totalidad le confieren sentido al todo.

Lo anterior es consecuente con el concepto de totalidad, en que las partes y expresiones del proceso de

investigación pierden su esencia y naturaleza si son consideradas fuera de ésta de forma independiente,

221 
 
por lo que adquieren sentido como partes inherentes al proceso de investigación. No habría totalidad sin

las expresiones o partes del todo, lo que está determinado por la estructura de relaciones que se dan y que

sustentan la significatividad de las expresiones y las partes en sus relaciones.

Otra consideración de carácter epistemológico en este método está en la relación dialéctica entre la

comprensión, la explicación y la interpretación, si bien ellas se dan en unidad dialéctica donde la

interpretación es la síntesis entre la comprensión y la explicación, en el proceso de investigación científica,

como proceso de construcción del conocimiento, se produce un movimiento en el cual las diferentes

categorías van adquiriendo mayor relevancia en el desarrollo del propio proceso. Así en las primeras

etapas del proceso investigativo la comprensión del marco teórico y contextual, la realización del

diagnóstico y el estudio tendencial, adquiere mayor significado la comprensión que va transitando a la

explicación, desde una conciencia del sujeto esencialmente histórico-causal, pero desde la observación

En el desarrollo del propio proceso investigativo se va transitando no ya a las explicaciones históricas y

causales, sino a las interpretaciones, que en un primer momento tienen un carácter de supuestos, de

conjeturas, no exentas de una gran dosis de imaginación, pero que a partir de la cultura, de la construcción

del conocimiento como cultura del investigador, se va fundamentando y revelando relaciones que con

carácter de argumento sustentan las conjeturas y permiten llegar a una interpretación novedosa del objeto

investigado. En esta etapa de la investigación la interpretación adquiere una mayor significación, elevando

el nivel de esencia en el proceso de investigación.

El movimiento del todo a las expresiones o partes y de estas al todo, adquieren carácter de método

cuando a partir de las experiencias individuales y grupales se diagnóstica y revela el problema como un

todo, esto es un diagnóstico fáctico sustentado en la experiencia y en los datos concretos que los sujetos

disponen mediado en la observación, pero este problema es una totalidad de la que no se pueden

222 
 
determinar causas, no se conocen movimientos, aspectos de carácter singular o particular que pueden

propiciar esta manifestación como totalidad.

A partir del problema eminentemente fáctico precisado por la observación se desarrolla entonces, un

movimiento hacia las partes, hacia las expresiones, cuando se obtienen y seleccionan datos concretos,

tendenciales y datos de carácter abstracto. En la relación entre estos datos concretos y abstractos se

desarrolla un proceso de interpretación en que se contraponen expresiones, verificando las relaciones

existentes o descartando estas relaciones, en un proceso esencialmente de comprensión y del cual se van

revelando movimientos particulares, dimensiones, causas, que no es otra cosa que un tránsito hacia las

partes o expresiones.

Lo anterior constituye un proceso de reflexión y de comprensión que transita hacia una totalidad como

intencionalidad, emerge entonces esa totalidad que es la intencionalidad que va paulatinamente en el

proceso de investigación concretándose en categorías que van emergiendo a través de la relación entre la

compresión, la explicación y la interpretación del sujeto desde la observación, que son el objeto de

investigación, el objetivo y el campo de acción.

Este es un proceso de desarrollo interpretativo en el que van emergiendo esas categorías de la

investigación como concreciones de la intencionalidad y que tienen su síntesis en la hipótesis, adquiriendo

las categorías el carácter de expresiones de la totalidad y la hipótesis se constituye en una totalidad que

expresa la interpretación alcanzada por los sujetos, con determinado grado de madurez, aunque constituye

un supuesto que aún requiere de ser argumentado e interpretado.

La hipótesis, como idea que sintetiza las categorías anteriores y expresa las relaciones en que se sustenta

la interpretación, tiene que ser argumentada a través del dimensionamiento de las diferentes relaciones

que en ella están implícitas y que expresan las diversas transformaciones que se producen en el proceso

223 
 
desde la óptica planteada por los investigadores, en la búsqueda de las nuevas relaciones que dan cuenta

de la transformación del objeto de investigación.

A través de la argumentación de estas relaciones y de revelar la relación entre las dimensiones, se

configura el modelo como síntesis del sistema de relaciones con lo que se regresa en el proceso

interpretativo a una nueva totalidad, que en esta etapa del proceso de investigación tiene una mayor

madurez en los argumentos y evidencian la relación entre las diversas dimensiones, significando ese

carácter de totalidad.

El modelo constituye una estructura de relaciones, lo que implica que se trata de relaciones mutuamente

vinculadas que revelan una cualidad superior que distinguen ese objeto transformado en el plano concreto

pensado. Pero ese modelo para que pueda operar requiere ser llevado a procedimientos, que constituyen

la estructura técnica a través de la cual opera el instrumento y que da cuenta de las transformaciones

previstas en el modelo.

El considerar los procedimientos significa pasar del modelo como totalidad a las partes, que constituyen los

diferentes procedimientos. Estos procedimientos al integrarse en un instrumento constituyen un regreso de

las partes al todo.

Como se ha evidenciado, en la descripción del método, este se sustenta en un proceso de tránsito

permanente y dialéctico del todo a las partes o expresiones de la totalidad y de estas al todo, pero un todo

cualitativamente superior, determinado a través de la intencionalidad, de la hipótesis, del modelo y del

instrumento.

Los procedimientos del método hermenéutico dialéctico se determinan a continuación:

224 
 
 Reconocer el problema partir del diagnóstico fáctico, así como de las experiencias individuales o

grupales desde la observación. Se identifica el problema como una totalidad sin desplegar los

diferentes factores y posibles causas, que aún no se han revelado.

 Desarrollar el diagnóstico causal y el diagnóstico histórico tendencial con lo que se obtienen datos

concretos y en paralelo datos abstractos que emergen del marco teórico, que van constituyendo

las expresiones o partes del problema como totalidad, lo que le va dando sentido a la

interpretación desde la observación

 Determinar, mediante la comprensión, explicación e interpretación, desde la observación las

relaciones que se establecen entre los datos concretos y abstractos, lo que se sintetizará en la

intencionalidad del investigador como totalidad.

 Determinar a partir de la interpretación desarrollada sobre los diagnósticos y el proceso gradual de

elaboración del marco teórico, las categorías: objeto de investigación, objetivo de la investigación y

campo de acción, todas las cuales constituyen expresiones parciales del proceso y concreciones

de la intencionalidad del investigador.

 Determinar la hipótesis como tránsito desde las categorías problema, objeto de investigación,

objetivo de la investigación y campo de acción y como síntesis de estas, con lo que se transita de

las expresiones al todo.

 Descomponer la hipótesis en un proceso interpretativo y argumentativo, revelando las diferentes

dimensiones implícitas en la misma y la contradicción fundamental que la dinamiza, con lo que se

transita de todo a las partes o expresiones.

 Argumentar las regularidades a partir de estas dimensiones del proceso, con lo que se conforma

un sistema de regularidades y que dan cuenta de los diversos movimientos y transformaciones que

se dan en el mismo.

225 
 
 Determinar el modelo revelando las relaciones entre las diferentes regularidades, conformando con

ello la estructura de relaciones, que significa el modelo. El modelo constituye la estructura de

relaciones que puede tener una representación gráfica o no y con lo cual se regresa a la totalidad

del proceso.

 Descomponer el modelo según las diferentes relaciones que se expresan en el mismo, llevando

cada una de ellas a procedimientos, se trata del tránsito del todo a las partes.

 Integrar los diferentes procedimientos en una estructura coherente que será el instrumento y que

sea revelador de las regularidades del modelo.

Estos procedimientos le facilitan al investigador una guía en su proceso de investigación, desde una

coherencia científica que permite que las categorías del diseño de investigación emerjan desde el mismo

proceso como un resultado dialéctico de la integración entre la comprensión, la explicación y la

interpretación desde la observación de su objeto de investigación en el movimiento siempre en espiral del

todo a las partes y viceversa.

 La Concepción Científica Holística Configuracional. como sustento para el uso del método

clínico en relación a la hermenéutica.

En este espacio se harán alguna reflexione más profunda y esencial en relación al método clínico

sustentado en la C-CHC, pasando por las consideraciones hermenéutica anteriormente abordadas

La necesidad de asumir una concepción en la aplicación del método clínico, útil para la labor socio-

humanista-asistencial del médico sustentada en consideraciones que se centren en el medico como ser

humano y sus potencialidades, que garantice además la construcción y desarrollo del conocimiento

científico médico-clínico sobre los múltiples procesos naturales, sociales y del pensamiento en relación al

proceso de salud-enfermedad, así como el reconocimiento del carácter holístico y complejo de dichos

procesos, ha conducido asumir la Concepción Científica Holística Configuracional (C-CHC) de Homero y

226 
 
colaboradores como una alternativa epistemológica y metodológica que se erige sobre la base de

presupuestos ontológicos, epistemológicos, praxiológicos, axiológicos y lógicos, en los cuales se sintetizan

en criterios científico-metodológicos acerca de la interpretación de la realidad natural, social y humana y la

investigación de los objetos, procesos y fenómenos estudiados por las ciencias médicas, todo lo cual se

constituye en sustento para la aplicación del método clínico.

En la Concepción Científica Holística Configuracional se atiende la determinación de aspectos, categorías

y relaciones que, aunque tratados por diferentes investigadores desde distintos presupuestos teóricos, no

han quedado, de acuerdo a los criterios elaborados, totalmente agotados, toda vez que constituyen temas

muy polémicos y por lo tanto requieren de una profunda valoración y reflexión para poder ser considerado

sustento en la utilización del método clínico.

Hoy a pesar de que muchos médicos, y profesores de las cencías médicas desarrollaron investigaciones

doctorales sustentadas en dicha concepción, fundamentalmente de la universidad medica de Santiago de

Cuba, existe una tendencia a la no sistematización del mismo y por tanto tampoco a la generalización, las

razones pueden ser muchas, las cuales no son objeto de análisis de este texto el cual consiste en tener

esta concepción como vía expedita que permita considerar el método clínico como una totalidad.

Es de sobra conocido que el método clínico puede ser interpretado desde varias arista, todas las cuales

han de ser respetadas, en tanto demuestre una coherencia lógica que permita arribar a conclusiones de

ciencia mediante una adecuada argumentación, pero sin eclecticismo, es por eso que se considera dicha

concepción como oportuna y suficiente para abordar el método clínico desde: lo ontológico, lo

epistemológico, lo metodológico, lo praxiológico, lo lógico y lo axiológico en la profesión del médico.

Es entonces que desde la concepción científica asumida se parte de reconocer, que los objetos y

fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento relacionado con los problemas de salud-

227 
 
enfermedad, como realidad (en ello está el método clínico), constituyen procesos de carácter holístico,

complejo y dialéctico, así como el reconocimiento del médico como sujeto consciente y participativo,

implicados en la investigación científica médico-clínica, capaz de observar, comprender, explicar e

interpretar la realidad, a la vez que considera significativo el contexto histórico, social y cultural en la

relación sujeto-objeto (médico-paciente, médico-proceso salud/enfermedad, médico-familia, médico-

comunidad, etc.)

El sustento teórico `para esta reflexiones esta dado en tener en consideración los trabajos desarrollados

entre 1997 y 2014. en el Centro de Estudios de Educación Superior (CeeS) “Manuel F Gran” de la

Universidad de Oriente, de la República de Cuba, teniendo como autores principales a los doctores:

Homero Fuentes González, Jorge Montoya Rivera, Alejandro Estrabao, entre otros, seguido y potenciado

por investigaciones doctorales en ciencias pedagógica de autores como: Carlos Felipe-2009, Clemente-

2010, Verdecia-2010, Olguita-2013, Renan-2013, María Eugenia-2014 y otros; estos últimos, doctores en

medicina devenidos doctores en ciencias pedagógicas, que han tenido en su labor profesional gran

significación como profesores de las ciencias médica en la Universidad Médica de Santiago de Cuba.

En la asunción de la Concepción Científica Holística Configuracional para la aplicación del método clínico,

se consideran pues, las categorías esenciales y relacionales que sustentan los fundamentos

epistemológicos de la misma, la Teoría Holística Configuracional y el Método Holístico dialectico como los

tres sustentos y partes constitutivas de dicha alternativa. Es por esto que remitimos a los lectores de este

texto a la búsqueda y revisión de las bibliografías al respecto, de las cuales adjuntaremos de alguna

manera.

La Concepción que se asume y comenta con posterioridad en relación n al método clínico constituye una

alternativa científica en la investigación de los procesos y fenómenos de la realidad que enfrenta el médico

clínico, asumiendo una posición epistemológica que reconoce la unidad dialéctica entre el carácter
228 
 
objetivo–subjetivo, empírico-teórico, cuantitativo-cualitativo, holístico y complejo, así como desde el punto

de vista metodológico considera la esencia hermenéutico dialéctica del proceso de construcción del

conocimiento científico médico-clínico, en una lógica o sucesión de síntesis en la construcción de dicho

conocimiento, determinado por la unidad dialéctica entre lo complejo y lo holístico.

Se reconoce que los aspectos de salud-enfermedad del individuo, la familia y la comunidad, así como el

propio método clínico como objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,

se desarrollan a través de una sucesión de eventos, por lo cual el evento es la existencia de los mismos y

su desenvolvimiento como realidad, en un espacio y un tiempo, comprendidos e interpretados por los

sujetos(médicos) a través de la configuración subjetiva de la realidad, al desarrollar sus conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones los que se expresan en su desempeño y transformación en el contexto

social.

Desde consideraciones que propician un acercamiento a la diversidad y a la vez totalidad, se es

consecuente en la construcción del conocimiento científico médico-clínico, con la perspectiva de pretender

disminuir cada vez más la distancia entre los modelos, las concepciones teóricas y la práctica

enriquecedora, lo que posibilita la interpretación de la condición humana y su significación en el uso del

método clínico.

En consecuencia se asume una amplia interpretación de la naturaleza y la condición humana como

sustento del planteamiento epistemológico y metodológico del método clínico visto como una totalidad en el

accionar no solo asistencial, sino también docente, científico-investigativo y gerencial del médico. Es

entonces que a continuación se abordan los elementos claves de tales consideraciones y teorías en

relación a dicho método.

 Categorías esenciales y relacionales de la CCHC en relación al método clínico.

229 
 
La modelación y la inteligibilidad de los procesos de salud-enfermedad (objeto) mediado por la utilización

del método clínico se sustenta en el reconocer la realidad de los mismos, interpretada por los sujetos

(medico), con lo que expresan su carácter subjetivo-objetivo, a partir de una posición epistemológica que

supere las limitantes de los enfoques, empírico-analítico y sistémico de cortes positivistas, que en la

actualidad no permite reconocer estos procesos y fenómenos en toda su realidad dentro de un contexto

multidimensional, multicultural, intercultural, multicausales y que a la vez constituye una totalidad

inseparable.

Eso no quiere decir en ningún momento, que se nieguen tales enfoques ni que no se reconozcan sus

utilidades e importancia, pero a juicio de ente investigador y en sus propias investigaciones, no le ha

permitido la inteligibilidad del proceso en toda su diversidad y totalidad.

Eso evidencia la necesidad de un replanteamiento epistemológico que propicie una construcción lógica del

conocimiento científico médico-clínico, que siendo expresión de la lógica dialéctica objetiva de la realidad,

pero en la que se integre el carácter holístico y a la vez complejo, ha de constituir el orden a partir de

comprender el desorden en unidad dialéctica, donde su naturaleza compleja, holística y dialéctica, se

estructuran de diversas formas en el curso de su desarrollo. Ello ha permitido desarrollar una visión

hologramática y dialógica de los procesos de salud-enfermedad mediado por el método clínico que se

desarrollen en la actuación del médico.

Desde la posición epistemológica planteada se requiere asumir entonces un enfoque totalizador para ser

consecuentes con una lógica científica aportada por esta concepción, porque al utilizar simultáneamente

los puntos de vista de diversas disciplinas de la ciencia, se requiere la consideración de la totalidad de

factores condicionantes del desarrollo del proceso en su devenir, así como de sus interrelaciones.

230 
 
La naturaleza compleja se revela al considerar el conocimiento científico médico-clínico sobre la realidad

de salud-enfermedad como incompleto e imperfecto, en este sentido la complejidad de factores

condicionantes en los múltiples movimientos y transformaciones que se suscitan en su desarrollo y dan

cuenta de las cualidades del proceso como un todo, y que en su integración determinan el comportamiento

del mismo y por tanto del método clínico, el cual también es una complejidad al tener inmerso múltiples y

diversas contradicciones que condicionan su desarrollo.

La complejidad en los movimientos se desarrollan en diferentes direcciones que son también

contradictorias, lo que es consecuencia de: la diversidad del médico como ser humano, su autonomía, su

capacidad auto-organizativa e interpretativa; la amplitud y diversidad de los ámbitos comprometidos en los

objetos y fenómenos de la realidad de salud-enfermedad.

En la consideración de la complejidad se integran dialécticamente la diversidad de factores en la

consideración entre lo social y lo individual, en la consideración de que lo complejo se concreta en lo

holístico de la realidad, que es síntesis de la diversidad y complejidad necesaria para poder reflexionar de

manera autónoma sobre los procesos y fenómenos expresado en la riqueza epistemológica y metodológica

en la construcción del conocimiento científico médico-clínico mediado por el método clínico.

Lo holístico en la aplicación del método clínico por su naturaleza como un todo y a la vez contradictoria de

las relaciones que condicionan su movimiento y autodesarrollo, es considerado como un proceso

totalizador, multidireccional, donde se interrelacionan procesos de diversas direcciones, siendo por tanto

cada uno de estos expresión de las cualidades del todo, sin que ello signifique la existencia del todo por

encima de los eventos.

En ese sentido, los aspectos, rasgos, cualidades del proceso salud-enfermedad enfrentado y dilucidados

con la aplicación del método clínico, hacen de los mismos una compleja totalidad inseparable en su

231 
 
esencia, que conduce a la consideración de su carácter configuracional, pero el carácter complejo se

evidencia por los múltiples movimientos y transformaciones que se suscitan en el desarrollo de los mismos

y dan cuenta de las cualidades esenciales de ellos como un todo, y que en su integración determinan su

comportamiento.

Se evidencia por tanto el carácter dialéctico del método clínico en el accionar del médico ante los

problemas de salud-enfermedad, que también son dialectico, lo cual implica reconocer lo contradictorio de

las relaciones que se producen en los mismos y constituyen su fuente de desarrollo y transformación.

Las acciones de los sujetos (médicos) implicados en el proceso de construcción del conocimiento científico

médico clínico y por tanto en la aplicación del método clínico, han de reconocer que el soporte esencial que

se configura es el de las relaciones de significación que en los mismos se producen y de las que emergen,

como trascendencia, los sentidos que para los propios médicos (sujetos), tienen los procesos y su

construcción del conocimiento científico al enfrentar los problemas de salud del individuo, la familia y la

comunidad.

Desde el punto de vista epistemológico se considera el reconocimiento del método clínico dado en la

unidad dialéctica de lo complejo y lo holístico en los objetos investigados (problemas de salud-

enfermedad), lo cual permite su modelación como una alternativa epistemológica, e implica a la vez,

reconocer la naturaleza compleja, holística y dialéctica no solo de los procesos y modo de actuación del

médico, sino del propio proceso de salud-enfermedad, que a su vez son procesos que inciden en la

construcción del conocimiento científico médico-clínico, sustentado en reconocer las categorías

fundamentales, las relaciones, principio y la ley como expresión en el pensamiento teórico sobre el objeto

de la realidad en su movimiento.

232 
 
En tal sentido se requiere de una reconceptualización de lo que tradicionalmente se ha entendido como

interpretación hermenéutica en el accionar del médico, trascendiendo a la consideración hermenéutica

dialéctica de J. Habermas, la cual queda al nivel teórico especulativo al no considerar el rol de la

observación científica médico clínica, lo que requiere de una reinterpretación desde la lógica hermenéutica

dialéctica, que sea capaz de considerar el proceso de autodesarrollo de la construcción del conocimiento

científico médico-clínico a través de la interpretación del objeto (problemas de salud-enfermedad) por los

sujetos (médico).

En consecuencia se requiere considerar la observación científica en este caso del médico, en el sistema

relacional de categorías involucradas en el proceso de hermenéutico dialéctico. En primer lugar ha de estar

la consideración de que la observación y la interpretación constituyen procesos que son inseparables, y a

la vez contradictorios, pues resulta imposible la observación sin la interpretación y a la vez la interpretación

se sustenta en la observación, negándose y condicionándose mutuamente.

En los procesos de construcción del conocimiento científico médico-clínico, se desarrollan técnicas

específicas de observación sistemática para garantizar una rigurosa interpretación, de esta forma, el rigor

científico y la viabilidad de los resultados de una investigación y por tanto del método clínico dependerá de

una observación científica rigurosa que permita una interpretación, a partir del nivel de precisión

terminológica, de su rigor metodológico, de la sistematización con que se desarrolle todo el proceso

cognoscitivo-valorativo de los investigadores médicos.

A partir de ello se asumen la redimensión de la hermenéutica dialéctica en la consideración de conceder el

autodesarrollo como el eje central dinamizador en la construcción del conocimiento científico médico-

clínico, aspecto esencial asumido desde la Concepción Científica Holística Configuracional para las

ciencias médicas, lo que le confiere una diferencia cualitativa en el orden teórico, epistemológico y

metodológico a lo desarrollado en el pensamiento científico anterior en cuanto a la construcción del


233 
 
conocimiento científico médico-clínico, desde la relación dialéctica entre la observación científica, la

comprensión, la explicación y la interpretación, las cuales se definen:

 La observación científica médico-clínica, constituye un proceso que va hacia el reconocimiento

objetivo-subjetivo de la realidad (problema de salud-enfermedad), se desarrolla en una dialéctica

entre lo cualitativo y lo cuantitativo y lo empírico y lo teórico, a través de la obtención de datos cuya

fuente no se limita a los datos fácticos que pueden ser obtenido por el interrogatorio y el examen

físico (en caso de la atención a un paciente), sino que estarán también los datos tendenciales y los

datos teóricos que son interpretados desde la cultura y el contexto epistemológico del sujeto

(médico).

Por tanto, desde la consideración anterior, la observación en este sentido está vinculada a la interpretación

médico-clínica como procesos de igual naturaleza y contrarios dialéctico. La observación científica en

consecuencia es expresión de la relación integrada entre el todo y las partes y está mediatizada por el

proceso del pensamiento científico del médico como sujeto, que es esencialmente hermenéutico-dialéctico

y que le permite sistematizar desde la unidad dialéctica de su subjetividad y objetividad los datos de la

realidad que estudia (problema de salud-enfermedad).

 La comprensión médico-clínica es el proceso de aprehensión de los objetos de la cultura

médica, es un proceso consciente para un primer acercamiento al significado, y constituye una

imagen totalizadora del objeto de investigación, que sería el problema de salud-enfermedad que se

evidencia en el individuo, la familia y la comunidad. Se sustenta en lo fáctico, en el análisis

histórico-tendencial y en la caracterización epistemológica de dicho objeto.

 La explicación médico-clínica es el proceso consciente en que se significan hechos,

manifestaciones y las relaciones causales (dialécticas) en el comportamiento del proceso salud-

enfermedad como expresión del objeto de realidad. Es un segundo nivel en el proceso lógico de

234 
 
interpretación hermenéutica, y la forma de encontrar razones suficientes de la significación del

objeto; constituye un análisis y síntesis esencial en la comprensión, al significar causas,

movimientos, rasgos en un proceso analítico-sintético para penetrar con mayor profundidad en la

esencia del comportamiento del objeto de la realidad, o sea del problema de salud-enfermedad.

La comprensión y la explicación médico-clínica constituyen entonces un par dialéctico, en tanto que como

contrarios se erigen en el eje mediador entre la observación y la interpretación médico-clínica, con lo cual

se establece una diferencia con autores como J. Habermas y se supera la simple relación tríadica de la

hermenéutica que hasta la contemporaneidad se ha venido realizando en el proceso de dialéctico

interpretativo. De manera tal que ambos procesos se dan en unidad, que se supeditan desde la propia

dinámica del acercamiento al problema de salud-enfermedad (objeto) con la comprensión y la

determinación explicativa de los rasgos y cualidades del mismo, de ahí que si bien son expresión de la

misma naturaleza, cada una tiene niveles esenciales, que se van configurando la una en la otra, pues a

cada nivel de comprensión corresponde un nivel de explicación que da paso a una nueva comprensión, de

mayor síntesis y nivel que la anterior, de igual manera como ocurre con la explicación.

 La interpretación médico-clínica constituye el proceso de desarrollo y realización dialéctica de la

comprensión y la explicación de la misma naturaleza, como síntesis de ellas y permite la

reconstrucción del significado del objeto de investigación (problema de salud-enfermedad) desde la

mirada del médico como sujeto, adquiriendo con ello un sentido diferente y cualitativamente

superior en unidad dialéctica con la observación médico-clínica, lo cual se significa como el

reconocimiento de la realidad en su más amplio significado.

El sujeto médico para ser consecuente con un pensamiento hermenéutico dialéctico debe ser capaz de

desarrollar en la construcción de su conocimiento científico médico-clínico y por tanto en su formación los

cuatro procesos interpretativos hermenéuticos, pues sólo al recurrir a la comprensión y explicación médico-

235 
 
clínica, no es posible alcanzar un conocimiento científico de esta naturaleza cualitativamente superior, que

implique la reconstrucción de significados precedentes y la expresión de nuevos significados, desde otra

mirada novedosa y creativa. Le queda el reto al médico como sujeto de integrar estos procesos

interpretativos hermenéuticos en todo al proceso de construcción del conocimiento científico médico-

clínico.

La dicotomía entre la comprensión y la explicación médico-clínica es imposible, ambas se sintetizan en la

interpretación y la observación de la misma naturaleza en el orden hermenéutico-dialéctico, donde es difícil

diferenciar entre el objeto del conocimiento (problema de salud-enfermedad) y el sujeto cognoscente

(médico), cuando se aplica el método clínico como mediador del conocimiento científico médico clínico,

sucede que los cuatro procesos se dan en unidad dialéctica durante todo el proceso de construcción del

conocimiento, sin embargo se eta consciente que en momentos determinados del proceso de construcción

de dicho conocimiento, alguno de los cuatro procesos adquiere mayor relevancia en función de los

estadios.

La interpretación hermenéutico dialéctica en la construcción del conocimiento médico clínico constituye un

proceso que va hacia el reconocimiento objetivo-subjetivo de la realidad, centrada en un problema de

salud-enfermedad, a través de la obtención de datos que son interpretados desde la cultura y el contexto

epistemológico del sujeto, en este caso del médico, ello lleva a revelar el desarrollo dialéctico (subjetivo-

objetivo) del objeto de la realidad en este caso proceso de salud-enfermedad, que no queda en la

interpretación del decursar del mismo, sino que trasciende al tener en cuenta la historia de su teoría, su

propia historia y la construcción y proyección teórica del objeto.

Con ello se hace imprescindible la observación, la comprensión, la explicación e interpretación médico-

clínica, como la regularidad que caracteriza la lógica hermenéutico dialéctica seguida por los sujetos

médicos en la interpretación de las transformaciones de los procesos de salud y enfermedad que se


236 
 
presenten en la realidad, en la trascendencia de reconocer a dicho proceso de autodesarrollo ascendente,

donde los métodos y enfoques respeten las estructuras de relaciones que emergen en los mismos,

reconozcan su diversidad y complejidad.

Por otro lado se ha de reconocer que el conocimiento científico médico-clínico se configuran sobre la base

de las relaciones de significación y su objeto lo constituyen los procesos que de modo consciente se

desarrollan en la sociedad a través de las relaciones de carácter social entre los sujetos implicados, y en

los cuales se preserva, desarrolla, difunde y crea la cultura médico-clínica de la humanidad, con lo que se

propicia la solución a las necesidades de la propia sociedad y se generan nuevas necesidades, en una

dialéctica entre las dimensiones empírica y teóricas en la cual se sustenta el autodesarrollo de la

construcción del conocimiento científico médico-clínico.

Las consideraciones teóricas asumidas y desarrolladas sitúan su marco filosófico general en la Dialéctica

Materialista en la concepción epistemológica de los procesos de la realidad, que se reconocen por los

sujetos (médicos), a través de la construcción de significados y sentidos, desde donde es posible

considerarlos como procesos que llegan a ser conscientes en los sujetos, quienes reconocen, por tanto, su

naturaleza compleja, holística y dialéctica.

Los procesos del método clínico que desarrollan los médicos, son además inherentes a la propia condición

humana como esencia de la existencia del mismo, donde son capaces de revelar niveles ascendentes de

relaciones dialéctica subjetivas que expresan las relaciones dialéctica objetivas del movimiento de la

realidad, sobre la base de representaciones conscientes que determinan su intencionalidad socio

individual, conciencia y comportamientos que asumen consigo mismo y con los demás sujetos con que

interactúan en su autorregulación, formación y desarrollo, o en su participación en el proyecto social en el

que están comprometidos. También se hace consciente porque a través del método clínico, se propicia el

compromiso y la responsabilidad de los médicos con el propio desarrollo y transformación individual y


237 
 
social, propiciando además que se tracen nuevas metas en la solución de los problemas de salud y de

enfermedad.

Los procesos de construcción del conocimiento científico médico-clínico, como son los desarrollados por el

método clínico en la consecución de un nuevo conocimiento, se desarrollan por los sujetos (médicos) de

forma auténtica, como realidad concreta y sobre su experiencia social, profesional y personal, es decir, en

su vida, tal como es sentida y experimentada en un mundo de significados y sentidos propio de la profesión

médica.

Esta consideración orienta a las ciencias aplicadas al método clínico, hacia la búsqueda de métodos y

estrategias que promuevan la concientización de los médicos en su progreso y desarrollo social, capaces

de favorecer una labor activa, constructiva, creadora, transformadora y revolucionadora de la cultura

médica-clínica, y propiciar con ello, el desarrollo de su autoperfeccionamiento constante, de su autonomía

y autodeterminación, en íntima interrelación con los necesarios procesos de socialización, compromiso y

responsabilidad social, lo cual propicia toda la gama de acciones y sentimientos humanos. En fin se

desarrolla un profesional con una amplia cultura socio-humanista-asistencial en salud.

Se trata de un proceso que promueve el desarrollo como totalidad de los profesionales médicos, que

posibilita su participación responsable y creadora en la vida social, y el desarrollo permanente como

sujetos comprometidos con su propio bienestar y con el de los demás. Se reconoce además el carácter

holístico, complejo y dialéctico del proceso de construcción científica del conocimiento médico-clínico,

donde lo totalizador y multidireccional se evidencia a través en los aspectos, rasgos y cualidades, y hacen

del mismo una compleja totalidad inseparable en su esencia, además el carácter complejo se evidencia por

los múltiples movimientos y transformaciones que se suscitan en el proceso del pensamiento como un

todo, y que en su integración condiciona la construcción del conocimiento científico médico-clínico.

238 
 
Se evidencia por tanto el carácter dialéctico subjetivo del proceso de construcción del conocimiento

médico-clínico y por tanto del método clínico como proceso de investigación científica del médico, mediante

el cual se logra dicho conocimiento, aplicado a solventar los problemas de salud-enfermedad, que implica

reconocer lo contradictorio de las relaciones que se producen en el mismo y con la dialéctica objetiva del

objeto de la realidad, lo cual constituyen su fuente de desarrollo y transformación.

En los procesos de construcción del conocimiento científico del médico, tienen lugar diversas

contradicciones que deben ser asumidas por los sujetos implicados, de hecho su carácter objetivo se

desarrolla en unidad dialéctica con un profundo sentido personal y subjetivo para los médicos, lo cual no se

puede separar de su valor social.

Constituyen procesos donde dialécticamente se relacionan, entre otros: lo individual y lo social; la gestión y

el desarrollo, lo objetivo y lo subjetivo, lo cognitivo, lo axiológico y lo afectivo; la regulación externa y la

autorregulación. Todas expresadas en innumerables formas que no son ajenas a la voluntad y acción de

los individuos o grupos humanos, condicionando con ello los avances y retrocesos del proceso; es

comunicarse, es la intervención de los factores propios de la condición biológico-ecológica-espiritual-social

en el contexto de los sujetos implicados, que los hacen particulares y diversos. Ello condiciona por otro

lado tener en cuenta la naturaleza humana y con ella considerar además que la salud no es solo un pleno

bienestar bio-psicosocial sino también ecológica y espiritual.

Dichos procesos se amplían a las relaciones con otros sujetos, a los restantes procesos sociales, a nivel de

otros individuos, de la familia, de la comunidad, de la sociedad y a las condiciones materiales y espirituales

en que este se desarrolla en el ámbito de la cultura, lo que revela su carácter complejo.

La concepción dialéctica del método clínico como proceso y como una totalidad, frente a la cual se

reconoce lo particular, lo singular de los problemas de salud, como abstracciones en un tiempo y un

239 
 
espacio, determinan asumir una lógica y un Método Holístico Dialéctico para construir una representación

de este, basada en sus contradicciones, en la cual, lo más importante es partir de los cambios cuantitativos

que conducen a cualitativos, de las relaciones contradictorias, de las tendencias de los procesos, de las

interacciones de todos los aspectos de la totalidad que se construye y reconstruye en un proceso en

constante desarrollo.

Desde el punto de vista lógico se requiere estar a tono con un sistema de categorías que se relacionen

dialécticamente y a la vez expresen niveles superiores en la interpretación y transformación de los

procesos sociales. Por lo que desde esta lógica expresada en la teoría, y en consecuencia con las

consideraciones hechas anteriormente sobre los procesos que tipifican el método clínico, se asumen

categorías que permiten configurar, al nivel del pensamiento teórico, la estructura de relaciones que dé

cuenta de la naturaleza y dinámica de estos procesos, constituyéndose en alternativa teórica que sustente

científicamente la comprensión, explicación, observación e interpretación de los procesos de salud-

enfermedad y por ende, de los problemas que en estos se manifiestan, mediado todo por el método clínico.

Esta alternativa desde lo holístico y dialéctico es una cualidad esencial desde el punto de vista científico

para considerar la aplicación del método clínico, por reconocer la existencia de la actividad humana del

médico en la base determinante de su relación como sujeto con el objeto (problema de salud-enfermedad)

en su contexto, es por ello que permite revelar cómo transcurre el proceso de construcción del

conocimiento científico médico-clínico a través de configuraciones, dimensiones, eslabones y estructura de

relaciones, las cuales constituyen las categorías esenciales de la teoría que aquí se asume para la

aplicación del método clínico.

La actividad humana y por tanto del médico en su carácter ontológico y universal tiene en la comunicación

la esencia dinamizadora de las relaciones sociales. Ahora bien, asumir la actividad humana como base

determinante en esta alternativa significa reconocer la intencionalidad del sujeto médico con el problema de
240 
 
salud y enfermedad como objeto, lo cual da cuenta del carácter transformador, cognoscitivo, valorativo y

comunicativo del médico en su actividad y por tanto del método clínico.

La actividad científica del médico y por tanto el método clínico, esencialmente cognoscitiva y trascendente

en su dimensión teórica, se desarrolla en unidad dialéctica con la dimensión empírico del conocimiento, en

la relación entre la observación, la comprensión, la explicación y la interpretación, lo que se demarca en

una relación de unidad contradictoria entre la comprensión y la explicación, que se sintetiza en la

observación científica y la interpretación, las que a su vez son dialécticamente contradictorias entre sí,

conformando una totalidad en la construcción del conocimiento científico.

En resumen desde este sistema categorial y relacional asumido, se fundamentan dos consideraciones

científicas esenciales en el aval epistemológico que permiten asumir los núcleos esenciales que se

configuran en la Teoría para abordar el método clínico, de ahí la validez y trascendencia en la

determinación de asumir la relación dialéctica entre lo holístico y lo complejo y el proceso interpretativo

hermenéutico dialéctico en el autodesarrollo de la construcción del conocimiento científico médico-clínico.

Tal consideración trasciende a las interpretaciones, que hasta ahora han sido denotadas por las ciencias y

las investigaciones científicas, a la luz de los diferentes paradigmas existentes.

 Teoría Holística Configuracional como sustento teórico para abordar el método clínico.

La Teoría Holística Configuracional para sus defensores -lo cual se asume en estas texto- constituye la

concreción teórica de la Concepción Científica Holística Configuracional, que se asume para las

consideraciones hechas sobre el proceso de construcción del conocimiento científico y la condición

humana para abordar el método clínico. Se requiere entonces apoderarse además de su sistema de

categorías, relaciones, regularidades, principios y leyes que permita abordar como discurre la lógica de la

construcción del conocimiento científico médico-clínico y con ello, la comprensión, explicación e

241 
 
interpretación desde la observación de los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento en

relación a los problemas de salud-enfermedad. Con lo cual se alinean las recomendaciones que dé cuenta

de la esencia dinámica de estos procesos, constituyéndose en una alternativa teórica para sustentar

científicamente el método científico ante la atención del individuo, la familia y la comunidad en relación a

sus problemas de salud y por tanto la construcción del conocimiento científico médico-clínico y por ende, la

solución de los problemas que en estos se manifiestan.

Es por lo anterior, que se hace la necesidad de ser reiterativo en este texto, pero nótese que en cada

reiteración, se da un paso más esencial en la interpretación del método clínico, en relación a la unidad de

análisis que sustenta el texto, con la intención de ir develando una lógica coherente que permita ir

sistematizado el objetivo fundamental del mismo.

Las categorías de naturaleza holística que están en el sustento de la teoría que se asume en las

consideraciones referentes al método clínico se repite que son las siguientes:

 Configuraciones.

 Dimensiones.

 Eslabones.

 Estructura de relaciones.

 Eje integrador.

Reconociendo que estas categorías han sido bien abordadas en textos de los creadores y defensores de la

teoría y además en capítulos y acápites anteriores, en este se tratan de ser más profundo y esencial en

relacionarlas con el método clínico.

 Configuraciones. Según los defensores de la teoría que se está asumiendo, por configuración de

los procesos se entiende aquellos rasgos y cualidades, que en tanto expresiones mentales y

242 
 
dinámicas de los mismos, al relacionarse dialécticamente con otras de la misma naturaleza, se

integran en un todo ascendente en niveles cualitativamente superiores de comprensión e

interpretación, más específicas, pero de mayor nivel de interpretación, que constituyen a su vez

configuraciones de orden superior.

Las configuraciones constituyen las categorías subjetivo-objetivas que expresan el reconocimiento por los

sujetos (médicos) implicados en la solución de los problemas de salud-enfermedad, de aquellos rasgos y

cualidades, que emergen en las relaciones del proceso de construcción del conocimiento científico médico-

clínico, considerándose célula dinamizadora del proceso del pensamiento y del conocimiento médico, que

constituyen una expresión dialéctica de la unidad objetivo-subjetiva de la representación en el sujeto de la

realidad, cuyo fundamento en última instancia está en las propias regularidades de esa realidad estudiada,

que al ser expresadas en la mente del médico como sujeto y empleadas conscientemente en el contexto

socio histórico cultural, permiten la comprensión, explicación, interpretación, observación y transformación

de esa realidad.

A través de las configuraciones se expresan las síntesis sucesivas, en el ascenso a mayores niveles de

interpretación en el proceso del pensamiento del médico, dadas en orden superior de integración, que

constituyen síntesis y a la vez análisis de los objetos y fenómenos en la aplicación del método clínico en

una dialéctica entre lo general, lo particular y lo singular en el proceso del construcción del conocimiento

científico médico clínico.

En consecuencia, las configuraciones comprenden expresiones mentales del método clínico que requieren

ser diferenciados: por sus rasgos, cualidades, propiedades, características que permiten determinarlos,

tanto en sus aspectos esenciales como concretos. Todos ellos identifican de forma sustantiva los aspectos

externos y aquellos más esenciales del mismo.

243 
 
Inherente al carácter configuracional de los procesos está lo dinámico, lo constructivo, lo procesal, de

manera que las configuraciones no expresan un hecho estático, no son un componente, se construyen a

partir de la interpretación de la realidad de salud-enfermedad, en su dinámica y a través de las relaciones

que en éste se establecen.

Es dese todo lo anterior que con el uso del método clínico, las configuraciones se erigen en las cualidades

esenciales como expresión de la observación, comprensión, explicación e interpretación que el médico se

representa subjetivamente de la objetividad, en relación a los problemas de salud-enfermedad que tiene

que enfrentar y resolver. O sea es una representación subjetiva de la realidad objetiva, es el significado y

sentido que adquieren los problemas a los que se enfrenta y estudia para su solución.

Un ejemplo concreto puede representarles cuando el médico al enfrentar un paciente con un problema de

salud determinado, al interrogarlo y examinarlo devala una serie de síntomas y signos que solo son

representaciones en la mete (subjetivas) del propio médico como expresión de las manifestaciones clínicas

(objetivas) del problema de salud, lo cual le ha permitido desde la observación clínica, comprender y

explicarse el problema de salud que aqueja ese enfermo, lo que le conduce a una interpretación del mismo

para su posible transformación y solución.

Una ejemplificación más concreta puede radicar ante el problema tipificado con una insuficiencia cardiaca,

cuando el enfermo le refiere al médico que está teniendo falta de aire que se viene presentando en un

inicio ante medianos esfuerzos y que se fue intensificando hasta presentarse a los pequeños esfuerzo, esto

se configura en la mente del médico como una disnea de esfuerzo, pero cuando esta se presenta al

acostarse o despierta al enfermo en horas de la madrugada, se configura en disnea de decúbito, que en

dependencia de otros caracteres y cualidades se puede configurar en disnea de decúbito primo o de

decúbito tardío, o llegar a ser una disnea paroxística nocturna; todo esto son configuraciones que expresan

en la mente del médico, la realidad objetiva que se presenta en el enfermo de una posible insuficiencia
244 
 
cardiaca. La relación que se establece entre estas configuraciones puede representarse en configuraciones

de orden superior que dada en un mismo paciente puede develar una disnea del cardiaco.

Para mejor interpretación de lo hasta aquí expresado, se invita al lector a reflexionar ante cualquier otro

ejemplo que se le pudiera presentar en su cotidianidad profesional, y sus sugerencia y desacuerdo se nos

comunique

 Dimensiones. Es otra categoría develada por los defensores de la THC y expresan también

mentalmente determinados movimientos y transformaciones en el proceso, como resultado de las

relaciones entre factores contradictorios y en desarrollo, expresados mediante las relaciones entre

configuraciones y conlleva a nuevas cualidades, como configuraciones de orden superior, así las

transformaciones se expresan mediante las dimensiones y el resultado de esas transformaciones

como configuraciones de orden superior.

En la comprensión, explicación e interpretación de las transformaciones, las dimensiones se expresan

mediante la relación entre configuraciones, como rasgos, cualidades, características y propiedades, que en

su relación dialéctica dan significación y sentido al proceso de aplicación del método clínico, pero

igualmente, diferentes dimensiones expresan movimientos coexistentes que se relacionan dialécticamente,

revelando la existencia de nuevas transformaciones, con lo que se va construyendo un conocimiento del

problema de salud-enfermedad con mayor nivel de comprensión e interpretación del proceso.

Esta consideración permite comprender el carácter infinito de la aplicación del método clínico y el

autodesarrollo de la conciencia y el pensamiento de los médicos como sujetos en ese mismo proceso

asistencial, docente, científico-investigativo y gerencial.

Por el carácter complejo y multidimensional del método clínico su estudio y aplicación lleva a la

identificación de múltiples dimensiones, lo que a su vez implica precisar el sistema de relaciones que se

245 
 
establecen entre éstas. En tal sentido se significa que existen niveles cualitativamente superiores en las

relaciones de y entre las dimensiones, así puede establecerse que dicho sistema de relaciones tiene su

existencia en la relación entre configuraciones, en las relaciones del carácter dinámico contradictorio y

lógico de la misma dirección y las relaciones entre las dimensiones y su sucesión.

Un ejemplo concreto radica en la misma insuficiencia cardiaca, cuando el médico determina mentalmente

diferentes configuraciones como pueden ser los tipos de disneas anteriormente relacionados, con los

crepitantes determinado al examen físico con ciertas características, donde una pueden ser los llamados

crepitantes en marea montante, unido a un galope ventricular izquierdo determinado a la auscultación del

área cardiaca, todo lo anterior unido a la imposibilidad de mantenerse acostado y tipificar una disnea del

tipo de la ortopnea, se dimensiona en una insuficiencia cardiaca izquierda aguda, como configuración que

tipifica una configuración de un orden superior que se identifica con un edema agudo del pulmón. Este

diagnóstico como expresión del conocimiento es una representación subjetiva del médico de la realidad

objetiva del paciente, que es expresión de la hermenéutica dialéctica para la interpretación de dicho

problema de salud, que partió de la observación mediada en la compresión y la explicación como cuarteta

dialéctica mutuamente condicionada en la aplicación racional del método clínico. Esta insuficiencia

cardiaca o el propio edema agudo del pulmón devienen entonces dimensión, como una configuración de

orden superior. Con respecto a esto se hacen las misma sugerencias ates otros posibles ejemplos que se

le pudieran presentar al lector.

Las relaciones revelan, desde esta perspectiva nuevas cualidades cada vez más específicas, que se

constituyen en configuraciones de orden superior, propiciando nuevos significados y sentidos para los

sujetos implicados en el uso del método clínico. Las relaciones de sucesión entre dimensiones como

configuraciones de orden superior expresan cómo el proceso socio-humanista asistencial del médico en el

tiempo y con ello su lógica interna interpretada, que es el método clínico, se da en la sucesión del

246 
 
movimiento y transformación de la realidad, ello se expresa en la Teoría Holístico Configuracional por

medio de los eslabones del proceso.

 Eslabones. Los eslabones según los defensores de la teoría expresan la sucesión de los

complejos movimientos por los cuales transita el proceso de construcción del conocimiento

científico como expresión teórica del proceso de la realidad, en su desarrollo, que responden a su

lógica interna, esto es, la modelación de la sucesión de estadios, movimientos y transformaciones.

Se diferencian entre sí por las características del quehacer de los médicos como sujetos, en los

diferentes momentos, pero a la vez, por la naturaleza holística, compleja y dialéctica del proceso

del cual forman parte, se integran y condicionan dinámicamente.

En los eslabones pueden distinguirse dimensiones que representan el movimiento interno de cada eslabón

y por lo tanto la lógica interna de estos. Por lo dicho, los eslabones expresan una relación temporal y

esencial de mayor nivel de interpretación, es decir, que un determinado orden o secuencia en el accionar y

la implicación de los sujetos en el proceso de aplicación del método clínico.

En cada uno de los eslabones se desarrollan las dimensiones, expresadas éstas en las relaciones entre

configuraciones, revelándose en el proceso del conocimiento del médico y por tanto de aplicación del

método clínico nuevas relaciones entre configuraciones y entre dimensiones, las cuales se van significando

en regularidades, y constituyen expresiones de las relaciones dialécticas en un contexto y momento

histórico concreto, en el desarrollo de dicho método se van integrando a lo largo de su aplicación en la

relaciones como expresión de esa síntesis, y donde se revela el sentido del proceso en esa totalidad que

se configura en la modelación del mismo.

Un ejemplo concreto y siguiendo la lógica en relación a la insuficiencia cardiaca tipificada en la dimensión

de edema agudo del pulmón, al relacionarse con síntomas y signos (soplo sistólico con reforzamiento pre-

247 
 
sistólico, con chasquido de apertura de la válvula mitral) que develen una Valvulopatía del aparato mitral

del tipo estenotica, constituyen una dimensión devenida de diferentes configuraciones, pueden develar

entre dicha relaciones eslabones que son expresión de que el edema agudo del pulmón que se presenta

en dicho paciente tiene como etiología dicha Valvulopatía, lo cual se dimensiona en su diagnóstico

etiológico, como una expresión de un conocimiento superior ante el problema de salud que está

presentando dicho paciente. Este diagnóstico es mediado por las relaciones que se establecen entre las

configuraciones y dimensiones, como expresión de otra categoría que se identifica con la estructura de

relaciones.

 Estructura de relaciones. En la Teoría Holístico Configuracional la estructura de relaciones es

considerado una categoría esencial, porque a través de ella se expresan las regularidades que

permiten comprender los movimientos y transformaciones del proceso y con ello explicar,

interpretar y predecir su comportamiento.

Lo anterior puede explicarse cuando asumiendo el ejemplo mismo de la insuficiencia cardiaca devenida en

edema agudo del pulmón por una Valvulopatía mitral descompensada, su identificación solo pudo ser

posible cuando se relacionaron las diferentes configuraciones y dimensiones, lo cual constituye la

estructura de relaciones que permitió arribar a dicho diagnóstico, como una configuración síntesis de un

orden superior; lo anterior explica que dicha relación constituye una regularidad que permite arribar a dicho

diagnóstico.

Es decir, a través de la formulación de regularidades, se explicitan los nexos capaces de comprender,

explicar, observar e interpretar el comportamiento del proceso, en este caso del método clínico o de alguna

de sus aristas, desde la óptica del investigador clínico. Por tanto, son resultado de las interpretaciones del

investigador médico en su labor socio-humanista-asistencial de las relaciones entre las configuraciones,

dimensiones y eslabones, o entre todos ellos, identificando su manera de comprender, explicar observar e

248 
 
interpretar los comportamientos del proceso salud-enfermedad, que como problema se presentan en el

individuo, la familia y la comunidad.

Así las relaciones entre configuraciones, dimensiones o eslabones se van significando en regularidades,

las cuales constituyen relaciones dialécticas en un contexto y momento histórico concreto en el que se

desarrolla el método clínico, se van integrando a lo largo su proceso como totalidad que se configura en la

modelación, al ser una representación subjetiva de la realidad objetiva a diferentes niveles. Se trata de una

construcción cognoscitiva que permite transitar por una sucesión de síntesis, que expresan mentalmente el

proceso que se va configurando en su propio desarrollo y con ello la transformación de los propios sujetos

implicados.

Entonces, siendo así, el método clínico se configura en su propio desarrollo, es decir, va revelando nuevos

rasgos y cualidades que son síntesis de relaciones dinámicas que pueden subjetivizarse, en virtud y a

través de los sentidos que las mismas adquieren. De manera, que el desarrollo de las potencialidades de

dicho método en esta realidad, dependerá esencialmente de la acción de los protagonistas médicos,

quienes constituyen lo determinante en la configuración del proceso. Constituyendo este método el eje

integrador de dicho proceso investigativo.

 Entiéndase entonces como eje integrador aquel que con carácter objetivo- subjetivo, empírico-

teórico, cuantitativo-cualitativo como elemento que configura las estructuras de relaciones, entre

dimensiones y configuraciones y que permite la integración dialéctica en la lógica hermenéutica en

el accionar investigativo del médico.

En el desarrollo del método clínico como proceso, se establece las relaciones dialécticas que se

constituyen y se integran formando relaciones de significación que al sintetizarse se fundan, no en partes o

agregados de la totalidad, sino en expresiones de ésta. Estas relaciones dialécticas que se dan en la

249 
 
aplicación del método clínico, expresan cualidades y estructuras de relaciones, que explican formas

particulares de sucesión en los movimientos del proceso, como lógica interna del mismo, donde se van

integrando las diferentes síntesis que, en su organización necesaria, definen la relevancia de cada relación

para el problema de salud-enfermedad que se aborda, es por eso que constituye entonces el eje

integrador.

Es así que considerar el carácter configuracional del método clínico significa comprenderlo como totalidad

compleja y en desarrollo, a partir del estudio de sus expresiones (diferentes niveles de síntesis de las

relaciones que se dan en su interior), y consecuentemente modelarla, intentando con él, desentrañar:

1. Los rasgos que caracterizan el proceso de salud-enfermedad que se manifiesten en un problema a

resolver.

2. Las cualidades de ese proceso como resultado de movimientos y sus transformaciones.

3. Las relaciones dialécticas entre los rasgos o entre las cualidades, que revelan significados y que

caracterizan el movimiento de dicho proceso.

4. La relaciones dialécticas entre estos nuevos significados y que determinan la sucesión de

movimientos en el proceso.

La estructura de relaciones expresan el movimiento interior del proceso salud-enfermedad abordada por el

método clínico, su dinámica y transformación. Esto se hará sobre la base de una contextualización que no

pierda de vista los procesos concomitantes, lo que revela una forma particular del movimiento del proceso;

que entraña una sucesión de movimientos por los que transita el mismo y se manifiesta en su lógica.

De lo anterior se puede inferir que toda síntesis de relaciones dialécticas, esto es, toda expresión de la

totalidad que se revela como propiedad, cualidad o atributo del método clínico, constituye una

configuración de orden superior del mismo y en consecuencia, la configuración deviene en la categoría que

sustenta la atención en la Teoría Holístico Configuracional y concretada en el Método Holístico Dialéctico,


250 
 
consideran y contextualizan la hermenéutica dialéctica en el proceso de construcción del conocimiento

científico médico clínico y que es asumido aquí para abordar los fundamentos del método clínico desde

una visión más dialéctica y totalizadora.

Ahora bien, aunque el método clínico es interpretado como totalidad (holística) inseparable en su esencia,

es complejo, diverso y dialéctico en los ámbitos comprometidos, para su desarrollo siempre se recurre a la

abstracción de sus movimientos y transformaciones como dimensiones, donde se expresa en la espiral

hermenéutico dialéctico del conocimiento, lo que representa un movimiento ascendente que va del todo a

los aspectos considerados y de estos nuevamente al todo, pero a un nivel superior, donde el regreso al

todo se expresa en configuraciones de orden superior, en su nivel de síntesis interpretativa.

El método clínico es entonces un proceso donde se impone la consideración de no reducir el estudio de los

problemas de salud y de enfermedad que presenta el individuo, la familia y la comunidad al

desmembramiento de sus partes, sino ampliarlo al establecimiento de nexos entre expresiones de su

totalidad y a la adopción de una postura holística y dialéctica frente a las transformaciones y movimientos.

Es decir, emprender el estudio de los problemas de salud y enfermedad desde una perspectiva integradora

requiere, de un enfoque holístico y contextualizado que, partiendo de los eventos a través de los cuales

este proceso se construye y desarrolla, trascienda a la investigación científica médico clínica en vínculos e

interdependencias con otros procesos implicados.

Asumir en calidad de presupuestos el carácter consciente, holístico, complejo y dialéctico, conlleva a

interpretar al método clínico de manera diferente y ello requiere tener en cuenta lo siguiente:

 Su carácter consciente; el método clínico es consciente en primer lugar por ser una configuración

que se expresa en la conciencia del médico como la vía o camino que de forma ordenada conduce

a enfrentar la solución de un problema de salud y de enfermedad y que lleva a considerar que el

251 
 
desarrollo de las potencialidades del mismo dependerá esencialmente de la acción de los médicos

implicados en el proceso de enfrentamiento para resolver dichos problemas en individuo, la familia

y la comunidad. Es el reconocimiento del papel protagónico, comprometido y decisivo de los

médicos en el proceso socio-humanista-asistencial, como realidad, para la transformación de los

problemas que se le presentan.

 La consideración de carácter totalizador del método clínico, está dado en la asunción de un

enfoque holístico en la comprensión, explicación, observación e interpretación de los problemas de

salud y de enfermedad, lo cual permite comprender e interactuar con los procesos que generan

tales problemas de salud-enfermedad como una totalidad, sin reducirlo a sus partes integrantes,

sino por medio de sucesivas síntesis que expresen sus rasgos, cualidades y relaciones

emergentes.

 Considerar su carácter complejo, impone la necesidad de dialogar con la riqueza y diversidad de

los problemas que tiene que resolver el médico, lo que significa interpretar la multidimensionalidad

del mismo, a través de un pensamiento transdisciplinar que acepte la existencia de significados,

compartidos desde diversas disciplinas, que pueden transitar de unas a otras propiciando el

desarrollo de nuevos conocimientos.

 Reconocer el carácter dialéctico del método clínico conlleva a la adopción de un enfoque

dialéctico, que es consecuente con el reconocimiento de la causalidad, la que es entendida como

el vínculo entre la causa y efecto a través de la sucesión de contradicciones, negaciones y la

superación de dichas contradicciones, que se desarrollan entre los objetos y fenómenos, en la

interrelación contradictoria del todo y las partes (o aspectos de éste), entre ellas y con el todo,

dinamizando su desarrollo.

En la construcción del conocimiento científico médico-clínico, la estructura de relaciones al expresar el

movimiento interno, dinámica y transformación del proceso mediado por el método clínico, lo hará sobre la
252 
 
base de una contextualización que no pierda de vista los procesos concomitantes, lo que revela una forma

particular del movimiento del proceso; que entraña una sucesión de movimientos por los que transita el

mismo y se manifiesta en su lógica dialéctica.

Los presupuestos antes asumidos, permiten asumir el principio de la Teoría que se tiene en cuanta,

enunciado como Principio de lo Configuracional. El mismo propicia y revela la comprensión, explicación,

observación e interpretación de la realidad con un carácter configuracional, lo cual implica adoptar una

postura hermenéutica y de autodesarrollo en el estudio e investigación ante los disimiles problemas de

salud y de enfermedad que el clínico ha de enfrentar y resolver, lo que desde el punto de vista

cognoscitivo, significa expresar éste a través de diferentes niveles de esencialidad de su interpretación. En

su construcción teórica se expresan en configuraciones, condicionadas por el nivel de desarrollo del

conocimiento y de la práctica humana del médico, en un contexto histórico social.

Por lo anterior, configurar el proceso de salud enfermedad o el propio método clínico es a su vez un

proceso interpretativo, y no determinista, que debe expresar la naturaleza contradictoria, holística,

compleja, dinámica, irregular y diferenciada de los mismos mediante el accionar del médico. Es reconocer

en los procesos niveles de interpretación, cualitativamente superiores y en desarrollo, a través de revelar

rasgos, cualidades, relaciones, regularidades y leyes que expresan el objeto de la realidad.

Significa a su vez reconocer la infinitud del conocimiento humano y por tanto de médico, el papel de sus

representaciones y significados como aproximaciones sucesivas a la realidad, en el camino de

construcción teórica y abstracción, como configuraciones relativamente verdaderas, condicionadas por

determinado nivel de desarrollo del conocimiento científico y de la práctica médica, en un contexto histórico

social, expresado este en categorías, regularidades, leyes y teorías que admitan su continuo desarrollo y

profundización en un camino infinito en la construcción del conocimiento científico médico-clínico.

253 
 
Toda ley constituye una relación esencial, estable, objetiva y necesaria de carácter teórico, que expresa el

comportamiento del proceso, lo que desde los presupuestos ontológicos, epistemológicos y lógicos

sustentados, permite interpretar el método clínico como totalidad compleja. Al revelarse las relaciones

esenciales, estables, objetivas y necesarias que se dan en este proceso y que explicitan su

comportamiento, la asunción de una ley permite un mayor nivel, en el proceso del conocimiento, por lo que

su elevación ante este método constituye estar a tono con el núcleo esencial de la concepción científica

que se asume, sustentado en el principio y construido a través de la lógica de su sistema categorial. Por lo

que se tendrá en consideración la existencia de la Ley revelada como núcleo esencial en la Teoría

Holístico Configuracional, que parte de considera al ser humano y por tanto el médico como sujeto y al

paciente como objeto en su entorno con una intencionalidad socio-individual, en el desarrollo intencional de

la capacidad transformadora de los mismos, porque en última instancia lo que se desarrolla es la

capacidad transformadora humana del médico, para enfrentar los retos de la construcción del conocimiento

científico en continua transformación. Dicha ley es enunciada en la teoría que se asume como Ley del

Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento Cuantifico.

 Ley de la Teoría Holística Configuracional que es asumida para abordar el método clínico

Desde la Teoría Holística Configuracional se asume la ley que permite considerar el método clínico y que lo

explicita como un proceso consciente, holístico, configuracional, complejo y dialectico, ejecutado por los

hombres (médicos) en un espacio y tiempo de construcción de significado y sentido y que permite

relacionarlo con los problemas de salud-enfermedad y su solución. Esta ley se enuncia:

Ley del Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento Científico, en la cual se expresa que la

construcción del conocimiento científico médico clínico, como proceso de la realidad, se desarrolla a través

de una sucesión de síntesis determinadas por la unidad dialéctica entre lo complejo y lo holístico. Lo que

254 
 
está en consecuencia con el sistema de categorías asumida y regido a través de un principio, que es el

Principio de lo Configuracional, con lo que se generaliza y a la vez sintetiza la Teoría.

En consecuencia, la esencia de la Ley radica en que revela el carácter sintético y totalizador del método

clínico, que va ascendiendo a niveles teóricos superiores, como actividad cognoscitiva en un contexto

histórico, social y cultural, que desarrollan los médicos con carácter objetivo-subjetivo, penetrando en la

esencia de los procesos de salud-enfermedad, la que evidencia su relación dialéctica entre lo holístico y lo

complejo, que es expresado por los seres humanos (médicos) en su conocimiento teórico, a lo largo del

proceso, lo que se revela como lo más esencial y estable del pensamiento dialéctico interpretativo en el

médico, de la realidad.

Esta ley es esencia y síntesis de regularidades específicas del proceso de construcción del conocimiento

científico médico clínico que se enuncian en cada uno de los estadios de la construcción del conocimiento

del médico clínico:

 La Primera Regularidad expresa que la relación dialéctica entre las configuraciones revela las

cualidades que se constituyen en configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del

proceso salud-enfermedad mediado por el método clínico.

 La Segunda Regularidad expresa que las relaciones dialécticas entre las dimensiones revelan

cualidades que constituyen configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del

proceso mismo.

 La Tercera Regularidad expresa que las relaciones de sucesión entre los eslabones determinan la

lógica del proceso expresadas en el pensamiento teórico y con ello el sentido del mismo.

255 
 
A partir de asumir este sistema teórico, se evidencian las potencialidades metodológicas de la Teoría

Holística Configuracional para abordar el método clínico, ya que lo explícitas a través del carácter de sus

categorías, las cuales conforman una estructura del conocimiento científico del proceso.

Cada categoría es un nivel de síntesis, de modo que en el desarrollo del método clínico las relaciones

dialécticas que se establecen son capaces de integrarse, formando relaciones de significación de un orden

superior, que al sintetizarse se constituyen, no en partes o agregados de la totalidad, sino en expresiones

de ésta. Estas relaciones dialécticas que se dan en dicho método como proceso, van configurando rasgos,

cualidades, síntesis de cualidades, expresiones de los movimientos y de las sucesiones de movimientos,

que va revelando, en un proceso gradual de aproximación, la interpretación esencial del proceso salud-

enfermedad.

La Teoría Holístico Configuracional constituye entonces una alternativa teórica esencial, que desde el

punto de vista epistemológico permite comprender e interpretar el método clínico, a partir del sistema

categorial que le es intrínseco, desde el cual se logra redescubrir la esencia de dicho proceso, pudiéndose

revelar la esencia de las configuraciones, como síntesis de orden superior, y las estructuras de relaciones

que denotan la existencia del mismo en su complejidad y a la vez holismo.

 Método Holístico Dialéctico como sustento para la aplicación del método clínico, una

esencial re-consideración.

El Método Holístico Dialéctico constituye la concreción praxiológica de la Concepción Científica Holística

Configuracional que puede constituir un instrumento metodológico para abordar el método clínico y por

tanto para la aplicación del método científico en la labor socio-humanista asistencial del médico, es así que

se erige entonces para la asistencia, la docencia, la investigación-científica y la gestión de este profesional,

irrumpe como consecuencia de la relación dialéctica entre la postura epistemológica que se asume frente

256 
 
al estudio de los procesos de salud-enfermedad como dialécticos, holísticos y complejos y el objeto de la

cultura mediante la cual se expresan estos procesos.

Estos aspectos constituyen contrarios dialécticos, dado que mientras la postura epistemológica del médico

como sujeto se construye a partir de la apropiación de la cultura médico–clínica, esta cultura es apropiada

por él a partir de la posición epistemológica asumida, lo que se resuelve, al constituirse esta lógica en

mediadora entre esta posición asumida y la cultura apropiada, como una contradicción dialéctica entre el

todo y los aspectos integrantes.

El Método Holístico Dialéctico, se establece en la expresión de la lógica o sucesión de movimientos

seguidos por el médico clínico en la construcción del conocimiento en correspondencia con las categorías

reconocidas como configuraciones, dimensiones, eslabones y la estructura de relaciones, el Principio de lo

Configuracional, las regularidades y la Ley del Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento

Teórico, a lo que se incorpora la asunción de la hermenéutico-dialéctica como un todo en el proceso.

El método se consiente en un sistema de procedimientos e indicaciones que permiten guiar el método

clínico y que son aplicados conscientemente por los médicos de acuerdo a la naturaleza del objeto

(proceso salud-enfermedad), los presupuestos epistemológicos de los médicos y a la diversidad de las

tareas que realiza en el desarrollo del socio-humanista asistencial.

Desde estas consideraciones, el método clínico que se aplique está en dependencia del tipo, cualidades y

aspectos del proceso de salud-enfermedad que como objeto es enfrentado por el médico, los presupuestos

teóricos y empírico que tenga ese médico y por tanto desde su cultura médico-clínica, y la diversidad de las

tareas que le son inherentes.

Por otra parte, la estructura y la articulación de los procedimientos metodológicos que conforman el Método

Holístico Dialéctico responden a las regularidades internas del movimiento del pensamiento humano del

257 
 
médico, que se produce en los procesos de construcción del conocimiento, esto conlleva el reconocimiento

del carácter dialéctico, que es consecuente con la naturaleza de dicho proceso, pero además, se reconoce

el carácter holístico y complejo de la construcción del conocimiento médico clínico.

Estas regularidades, al ser expresadas en el médico y empleadas conscientemente por él, se convierten en

un instrumento para la comprensión, explicación, observación interpretación y transformación de los

problemas de salud-enfermedad que se le presenten. Es en tanto una expresión subjetiva de la realidad; es

por ello que constituye una configuración, cuyo fundamento, en última instancia, son las propias

regularidades de esa realidad observada e interpretada.

Por tanto, el fundamento objetivo del método está en que sigue la regularidad interna del movimiento del

pensamiento humano del médico, lo que es inherente a la naturaleza del proceso de construcción del

conocimiento, pero su relevancia, sólo estará determinada por la correspondencia que éste guarde con las

características del proceso de salud-enfermedad como objeto estudiado y con los presupuestos

epistemológicos y concepciones culturales del médico como sujeto, en una unidad dialéctica.

En las interpretaciones y resultados derivados de su aplicación, se tiene en consideración la influencia del

contexto personal y social del médico que lo realiza, así como el contexto natural, ecológico, en que se dan

los procesos de salud-enfermedad. Eso explica como el mismo ha sido útil además en más de 200 tesis

doctorales defendidas y auspiciada por el Centro de Estudio de la Educación Superior “Manuel F. Gran” de

la Universidad de Oriente en Cuba, dentro de las que se encuentran profesionales de diversas ramas de la

cultura de nuestra nación y extranjeros y que de una u otra forma ha hecho aporte también a las ciencias

de la salud. Además ha servido en afrontar investigaciones de trabajos de terminación de residencia en

especialidades diferentes, tutorada por este autor.

258 
 
En la aplicación del Método holístico dialectico como sustento del método clínico se es consecuente con la

convicción de que el proceso natural del conocer humano y por tanto del médico, es hermenéutico, es

decir, se realiza a través de la búsqueda del significado y sentido de los procesos de salud-enfermedad, a

través de una interacción dialéctica o movimiento del pensamiento que va del todo a las partes y de éstas

al todo, en un contexto social y natural, lo que es opuesto a la suposición de que los datos y resultados

experimentales son infalibles.

Las categorías en que se sustenta el proceso de construcción del conocimiento científico, como proceso

interpretativo y transformador en el Método Holístico-Dialéctico como sustento del método clínico son: las

configuraciones, las dimensiones, los eslabones y la estructura de relaciones.

Ellas significan expresiones dinámicas del objeto, de naturaleza objetivo–subjetiva, que al relacionarse e

interactuar dialécticamente, se integran en torno a los sentidos que el proceso va adquiriendo para el

médico, conforme a lo cual se van alcanzando niveles cualitativamente superiores de interpretación, lo que

implica el desarrollo y construcción de nuevos conocimientos médicos clínicos, en torno a los sentidos que

el mismo proceso adquiere para los médicos como sujetos; es la expresión concreta final del proceso e

incluye la transformación de los propios médicos involucrados en el proceso. No es un momento del

proceso, sino que se va configurando a lo largo del mismo, tanto en el espacio como en el tiempo.

Este proceso transcurre desde la identificación de las configuraciones¸ revelar las relaciones dialécticas

entre las configuraciones, como expresiones de los movimientos y transformaciones que se producen en el

proceso y que constituyen las dimensiones. La posibilidad de revelar y argumentar las dimensiones en un

proceso socio-humanista-asistencial ante un objeto de estudio, permite la transformación de la cultura

médico-clínica que expresa el objeto de la realidad.

259 
 
La sucesión en las dimensiones constituyen los eslabones, que expresan los complejos estadios o

momentos por los que transita el proceso y que determinan su lógica interna. Todo eslabón implica una

sucesión de movimientos, que se diferencian entre sí por las características del desarrollo del proceso por

los médicos implicados en los diferentes estadios por los que transcurre este proceso, pero a la vez, por la

naturaleza holística, compleja y dialéctica del proceso en el cual se integran, se relacionan y se

condicionan dinámicamente.

El movimiento interno del proceso mediado por el método clínico ante un proceso de salud–enfermedad es

expresado por la lógica mediadora y síntesis de la relación contradictoria y de sucesión entre los

eslabones, que determinan la lógica del proceso y con ello el sentido del mismo para los médicos como

sujetos.

En síntesis expresa la lógica o sucesión de movimientos seguidos por el médico en la construcción del

conocimiento científico médico-clínico, así como en la investigación científica médico clínica y por tanto en

sus labores asistenciales, docentes, científico-investigativa y gerenciales, lo cual se conforma en un

sistema de procedimientos e indicaciones que guían estos procesos y que son aplicados conscientemente

por los médicos de acuerdo a la naturaleza del objeto que aborda e investiga, los presupuestos

epistemológicos, la hipótesis que elabora y a la diversidad de las tareas que realiza, lo que se identifica con

el Método Holístico dialectico.

 Procedimientos del Método Holístico Dialéctico que permiten sustentar el método clínico.

Al considerar y asumir el método clínico como la aplicación del método científico a solventar por el médico

los problemas de salud-enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la comunidad, mediado

por las labores asistenciales, docentes, científico investigativas y gerenciales de dicho profesional, en la

que se manifiesta su competencia y desempeño y por tanto el desarrollo de los conocimientos científico

260 
 
médicos-clínicos; se propone como alternativa para su desarrollo los procedimientos de método holístico

dialectico como un método de carácter filosófico que se erige por los aportes que de él han emanado como

un método general, que no solo puede ser aplicado a el quehacer de médico, sino en la creación de todo

conocer científico de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Este método no niega ningún otro método que explicite el método clínico, sino que se presenta como una

alternativa más, que trata de disminuir las dicotomías e incongruencia que pueden emanar de otros

enfoque, ya que en el mismo se reconoce la diversidad de la investigación científica pero sin eclecticismo,

consciente de que no hay métodos de métodos ni métodos para crear métodos.

En ese sentido se abordan sus procedimientos que son:

1. Identificar las configuraciones que expresan el objeto de la realidad: Se determinan las

configuraciones que caracterizan el problema de salud-enfermedad que se presentan en el

individuo, la familia y la comunidad, identificando las posibles relaciones entre ellas como un primer

acercamiento a la caracterización de ese proceso como objeto de estudio. Se identifican los rasgos

y cualidades del mismo de acuerdo a la caracterización epistemológica y praxiológica desarrollada

por los médicos como sujetos y en los que está presente la posición ante la cultura médico-clínica.

2. Revelar las relaciones dialécticas entre las configuraciones y con ello las cualidades que se

constituyen en configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del proceso salud-

enfermedad. Consecuentemente con la primera regularidad de la Teoría Holística Configuracional

se expresan las relaciones dialécticas entre las configuraciones, lo que permite revelar las

cualidades que se constituyen en configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del

proceso. Las relaciones constituyen expresiones del movimiento del proceso como objeto

estudiado y se identifican con las dimensiones.

261 
 
3. Identificar las dimensiones que expresan los movimientos del objeto estudiado de la realidad

(proceso salud-enfermedad). Se determinan las dimensiones que caracterizan los movimientos del

proceso, identificando las posibles relaciones entre ellas como un primer acercamiento a la

transformación del proceso como objeto de estudio e investigación.

4. Revelar las relaciones dialécticas entre las dimensiones y con ello las cualidades que se

constituyen en configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del proceso salud-

enfermedad. Consecuentemente con la segunda regularidad de la Teoría Holística Configuracional

se expresan las relaciones dialécticas entre las dimensiones revelando cualidades que constituyen

configuraciones de orden superior en la interpretación teórica del proceso salud-enfermedad.

5. Revelar las relaciones de sucesión, que con carácter dialéctico se desarrollan entre las

dimensiones y con ello las cualidades que se constituyen en configuraciones de orden superior en

la interpretación teórica del proceso salud-enfermedad. Consecuentemente con la tercera

regularidad de la Teoría Holística Configuracional se expresa que las relaciones de sucesión entre

los eslabones determinan la lógica del proceso expresadas en el pensamiento teórico y con ello el

sentido del mismo.

6. Determinar la estructura de relaciones con la que se modela el proceso salud-enfermedad como

objeto, con la construcción del nuevo conocimiento. Cada categoría es un nivel de síntesis, de

modo que en el desarrollo del proceso las relaciones dialécticas que se establecen son capaces de

integrarse formando relaciones de significación de un orden superior, que al sintetizarse se

constituyen, no en partes o agregados de la totalidad, sino en expresiones de ésta. Estas

relaciones dialécticas que se dan en el proceso van configurando rasgos, cualidades, síntesis de

cualidades, expresiones de los movimientos y de las sucesiones de movimientos, que va

revelando, en un proceso gradual de aproximación, la interpretación esencial del objeto.

262 
 
Por otra parte, el proceso natural del conocer del médico como humano es hermenéutico, es decir, se

realiza a través de la búsqueda del significado y sentido de los procesos de salud-enfermedad, a través de

una interacción dialéctica o movimiento del pensamiento que va del todo a las partes y de éstas al todo, en

un contexto social y natural, lo que es opuesto a la suposición de que los datos y resultados

experimentales son infalibles.

El Método Holístico Dialéctico constituye el segundo apartado teórico-praxiológico esencial de la teoría que

se asume, que desde el punto de vista metodológico permite conducir el proceso de investigación científica

y por tanto del método clínico como totalidad en el accionar del médico, capaz de desentrañar y resolver

los problemas que se presentan en los procesos de salud-enfermedad a partir del sistema de

procedimientos que le es intrínseco, desde el cual se propicia la construcción del conocimiento científico

sobre dicho proceso y con ello propiciar y redescubrir la esencia de las configuraciones como síntesis de

orden superior y las estructuras de relaciones que denotan la existencia de dichos procesos en su

complejidad y a la vez holismo.

 La Concepción Científica Holística Configuracional como alternativa para la aplicación del

método clínico.

La Concepción Científica Holística Configuracional constituye entonces una alternativa epistemológica de

interpretación de los procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, que inciden en los problemas

de salud–enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la comunidad en niveles

cualitativamente superiores y en desarrollo, a través de revelar los rasgos, cualidades, relaciones,

regularidades, principios y leyes que permiten expresar la naturaleza contradictoria, holística, irregular y

diferenciada, a la vez compleja del objeto estudiado por el médico en sus acciones socio-humanistas-

asistenciales. En ese sentido permite la explicación, comprensión, observación e interpretación de los

problemas de salud-enfermedad mediado por la aplicación del método clínico.

263 
 
De la Concepción se asume la Ley del Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento Científico, que

permite interpretar el proceso salud-enfermedad a través del método clínico como un enfrentamiento

dialéctico ante la realidad, que se desarrollan a través de una sucesión de síntesis determinadas por la

unidad contradictoria entre lo holístico y lo complejo.

Se estipula el autodesarrollo como expresión dialéctica de configuraciones, en pares dialécticos mediados

y contradictorios entre sí, lo cual permite asumir la existencia de un estilo de pensamiento científico del

médico que responde a las necesidades y derroteros de las ciencias, y en correspondencia se revela la

significación de la construcción del conocimiento científico médico-clínico a partir de establecer la relación

entre lo holístico y lo complejo, en la dialéctica de lo objetivo–subjetivo, que se expresa en el proceso de la

realidad y su modelación teórica, así como las relaciones dialécticas del autodesarrollo, lo cual permite la

interpretación de múltiples procesos de salud-enfermedad en su autodesarrollo, y a su vez esta

Concepción conlleva, en lo epistemológico y lo metodológico, sustentar el carácter consciente y

transformador de la construcción del conocimiento científico con el usos del método clínico.

Se asume entonces de dicha concepción la Teoría Holístico Configuracional y el Método Holístico

Dialéctico, síntesis y sustento del sistema de categorías, relaciones, principio, regularidades y la Ley del

Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento Teórico, lo que reconoce el carácter consciente y

transformador del médico en la actividad humana, que se sustenta en asumir e interpretar que la relación

dialéctica objeto–sujeto, que constituye una concreción del problema fundamental de la filosofía, y que en

el desarrollo de la concepción se sintetiza en una práctica médica que es humana en un contexto histórico,

social y cultural concreto, categorías que adquieren un carácter contradictorio en la construcción científica

del conocimiento teórico médico-clínico y con ello dinamiza el desarrollo de este propio proceso.

Desde esta Concepción se reconoce al médico como sujeto capaz de construir el conocimiento desde las

relaciones dialécticas entre la observación, comprensión, explicación e interpretación, lo que requiere y


264 
 
propicia el desarrollo de cualidades esenciales en los sujetos como son: su compromiso social y

profesional, su flexibilidad ante la diversidad del conocimiento humano, su trascendencia en los ámbitos de

desarrollo y autodesarrollo y amor infinito a lo humano universal.

La Concepción Científica Holística Configuracional se asume en calidad de modelo, al tener en cuenta la

Teoría Holística Configuracional; constituida por el sistema de categorías, configuraciones, dimensiones,

eslabones y la estructura de relaciones; el Principio de lo Configuracional; las regularidades de la Teoría,

que conducen a la Ley del Carácter Sintético–Configuracional del Conocimiento Teórico y el Método

Holístico Dialéctico.

265 
 
 

CAPÍTULO V.

CONSTRUCCIÓN DE, UN TEXTO ARGUMENTATIVO, SUS CONTRADICCIONES

Un texto científico, publicación científica o comunicación científica, es uno de los pasos de cualquier

investigación científica, previo y conducente al debate externo.

Estas comenzaron en sus inicios como cartas personales entre los científicos, libros y publicaciones

periódicas (como anuarios o revistas científicas). Actualmente la herramienta más avanzada es internet,

que justamente nació como un mecanismo para comunicar las distintas fases de las investigaciones

científicas entre científicos y militares localizados en distintas partes del mundo.

Si el hallazgo científico es de gran trascendencia o actualidad, también se utilizan los medios de difusión

masiva y las ruedas de prensa, aunque algunos consideran poco respetable hacerlo antes de haberlo

comunicado a la comunidad científica.

Además de su uso genérico, suele denominarse específicamente como comunicación a un tipo de texto

científico, más o menos breve, originalmente concebido para su transmisión oral; especialmente el remitido

a un congreso o simposio, para que esté a disposición de los asistentes, dé lugar o a una conferencia leída

realmente en esa reunión. Muy habitualmente se publican conjuntamente.

Según mucho el texto científico ha de tener las siguientes cualidades:

266 
 
 Claridad

Se consigue a través de oraciones bien construidas, ordenadas y sin sobreentendidos. En general el texto

científico mantiene una sencillez sintáctica, aunque también existen textos de sintaxis más compleja. Ha de

ser entendido por la comunidad científica; fíjese el lector que se resalta “comunidad científica”, pues la

claridad no significa vulgaridad, o lenguaje vulgar, es entonces que ha de ser un lenguaje de ciencia para

personas de ciencias.

 Precisión

Se recomienda que deben evitar la terminología ambigua y la subjetividad (aunque a juicio de este autor no

tener en cuenta la subjetividad es atomizar la investigación y rendirle culto al positivismo), y emplear

términos unívocos (términos con un sólo significante y significado).

En cuanto a eso este autor entiende que un término, puede variar de sentido y significado con el decursar

de la historia y el propio contexto donde y cuando se emplee, un ejemplo concreto son las categorías:

Dialéctica, Hermenéutica, Sujeto, Objeto, Conocimiento, en fin sería interminable la lista.

 Verificabilidad

Se debe poder comprobar en todo momento y lugar la veracidad de los enunciados del texto. Esto puede

comprobarse tanto mediante leyes científicas como mediante hipótesis, pero no al estilo positivista que

cree que la única forma de verificación son los elementos lógicos-matemáticos y la experimentación,

mediante investigaciones solo empírico-analítica. Un texto científico ha de tener carácter de verificabilidad

lo que no quiere decir que sea una verdad absoluta.

 Universalidad

Posibilidad de que los hechos tratados puedan ser comprendidos en cualquier parte del mundo por

cualquier miembro del grupo al que va dirigido. Para ello se recurre a una terminología específica que se

267 
 
puede traducir con mucha facilidad de una lengua a otra. Estos términos científicos, también llamados por

algunos tecnicismos, suelen ser unívocos, ya que designan una precisa realidad. O sea debe de redactarse

en lenguaje científico y no vulgar, porque aunque en última instancia, tenga como fin resolver los

problemas que atañen a la sociedad, está dirigida a las comunidades científica.

 Objetividad

Para los positivista se le da primacía a los hechos y datos por encima de las opiniones y valoraciones

subjetivas del autor, cuestiones que se alejan de la verdadera objetividad del conocimiento al despreciarla

relación inevitable objeto-sujeto, pues una investigación es tanto objetiva como subjetiva, que se da en la

relación de la dialéctica-objetiva de la realidad (objeto) que se estudia con la dialéctica-subjetiva del sujeto

que estudia al objeto. Despreciar la subjetividad es negar la esencia hermenéutica en la búsqueda de

significado y sentido en la investigación científica, lo cual ha de ir impreso en al texto argumentativo.

Por otro lado al texto científico se le reconocen los siguientes rasgos lingüísticos

 Léxico

Al considerarse como conjunto de palabras que forman un determinado lecto, es adoptar una posición de

una terminología propia, constituida por tecnicismos y cultismo denotativos, monosémicos, unívocos y

descriptivos, propio de la ciencia que se aborda, donde en ocasiones se necesita la repetición de términos

que no necesariamente han de considerarse redundancia ni cacofonía, en tanto expresen la coherencia y

la lógica argumentativa, también es importante un usos de códigos heterogéneos o de metalenguaje.

 Morfosintaxis

Se caracteriza por un predominio en el uso de sustantivo, abundante complementación, sustantivos

precedidos de determinantes, uso del artículo con valor generalizador, escasez de adjetivos calificativos

con predominio de los especificativos, nominalización, uso del indicativo con predominio del presente

268 
 
(atemporal), empleo de aposiciones, empleo de oraciones enunciativas, empleo de oraciones atributivas y

pasivas, predominio de la yuxtaposición y la coordinación frente a la subordinación, subordinada adjetivas

(especificativas-explicativas), usar oraciones temporales y condicionales.

En ese sentido se considera el texto argumentativo, como la construcción textual que permite la

comunicación de contenidos científicos, por medio de una lengua especializada en la que se caracterizan

el léxico, la sintaxis y la configuración textual completa, que apela al uso de una lengua especializada que,

según Judith Batista et al., debe cumplir con los parámetros siguientes:

- El lenguaje como instrumento de comunicación permite romper las barreras del conocimiento y

estar al tanto de los últimos acontecimientos científicos. La responsabilidad que asume el científico

de validar, falsear o imponer nuevas teorías que sean capaces de crear nuevos conocimientos o

corroborar los que ya existen a través de su discurso, exige que el lenguaje utilizado para la

transmisión de estos saberes pueda difundirse por toda la comunidad científica y extenderse por

todo el mundo sin ningún tipo de interferencias para su fácil y adecuada aplicación. Todo esto es

posible siempre que el código lingüístico utilizado tanto por el emisor como por el receptor sea el

mismo

El texto científico por tanto se le adjudica ciertas características lingüísticas, las que se deben a los

siguientes factores:

- La necesidad de usar la lengua de ciencia.

- El uso de las formas expresivas propias de la materia tratada.

- El respeto a las cualidades propias del estilo científico, tanto del emisor como del receptor.

- La consideración de la capacidad del receptor

Al redactar un texto de ciencia y por tanto argumentativo se tiene que considerar la ciencia como un saber

público.
269 
 
La ciencia para algunos se distingue de otros saberes no científicos, por la publicidad a que se obliga el

científico con respecto a las conclusiones de su trabajo. Pero se basa fundamentalmente en la promoción y

publicación, pero con control científico previo y posterior, este centro de ciencia no se debe confundir con

normativa dogmática de algunas instituciones publicitarias, donde el llamado concejo editor muchas veces

no tiene la suficiente preparación de ciencia que se requiere y entorpece la publicación, otra veces dicho

concejo impone normativas que irrespeta la diversidad de estilo propia de cada investigador como ser

humano.

Hay quien habla incluso de un comunismo científico, pues publicar los trabajos es renunciar a tenerlos en

exclusiva para uno mismo y ponerlos a disposición de toda la comunidad científica y la sociedad. Eso no

significa no recibir la remuneración correspondiente al trabajo científico, que debe estar protegido por

patentes, derechos de autor o la forma correspondiente de propiedad intelectual. No obstante es muy

corriente que los que producen trabajos científicos estén motivados fundamentalmente por la difusión del

mismo, que les produce reconocimiento social o simplemente la satisfacción de compartir lo producido. Así

se entiende, por ejemplo, el trabajo mancomunado y no remunerado monetariamente de muchos autores

en Cuba.

En cuanto a la difusión de las investigaciones y, en general, del conocimiento científico, ha de acogerse a

la correcta divulgación científica como el conjunto de actividades que interpretan y hacen accesible el

conocimiento científico al público general, es decir, a todas aquellas labores que llevan el conocimiento

científico a las personas interesadas en entender o informarse de ese tipo de conocimiento. La divulgación

pone su interés no sólo en los descubrimientos científicos del momento (por ejemplo, la determinación de

la masa del neutrino), sino también en teorías más o menos bien establecidas o aceptadas socialmente

(por ejemplo, la teoría del conocimiento, la teoría holística configuracional) o incluso en campos enteros del

conocimiento científico (por ejemplo, la historia de la medicina).

270 
 
Es importante la divulgación científica que aparece reflejada históricamente en multitud de obras de

diferentes autores. Entre las primeras obras evocadoras de la divulgación científica en el pasado remoto

pueden citarse: el Corpus Hipocraticum, compilación asumidas por muchos a Hipócrates V siglos antes de

Cristo, los Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo (1632), del astrónomo italiano Galileo

Galilei, en la que tres personajes dialogan durante cuatro días sobre las visiones Aristotélica–Ptolemaica y

Copernicana del Universo. La revista norteamericana Popular Science (fundada en 1872) es

probablemente la primera publicación general que apareció con un carácter divulgativo.

En la actualidad, la divulgación científica se realiza en prácticamente cualquiera de los formatos que

existen en los diferentes medios de comunicación: documentales de televisión, revistas de divulgación

científica, artículos en periódicos generales o páginas de Internet dedicadas a esta labor. Existen incluso

canales de televisión dedicados exclusivamente a la divulgación científica o en los que esta nueva

disciplina forma una parte destacada de la programación, tales como Discovery Channel o National

Geographic Channel. Por el gran interés que ha surgido en muchos de los medios de comunicación por

hacer de la ciencia uno de los temas centrales, la divulgación científica también recibe el nombre de

periodismo científico.

La divulgación científica se expresa de manera más precisa en libros específicos sobre un tema. Algunas

obras divulgativas han llegado a convertirse en auténticos best-sellers, como Historia del tiempo, de

Stephen Hawking, o Los dragones del Edén, de Carl Sagan. Este último recibió el Premio Pulitzer en 1978.

Desde el punto de vista de la literatura, la divulgación científica constituye un subgénero del ensayo.

El divulgador, el editor, el periodista u otros que se dedica a la divulgación de la ciencia son tan importantes

como el científico que genera preguntas y descubrimientos, ya que los nuevos conocimientos necesitan un

agente difusor que pueda hacerlos llegar al público. La divulgación científica tiene como finalidad de que el

receptor se asegure de lo sucedido o simplemente se entere de lo pasado. Es discutible si es éticamente


271 
 
aceptable que una empresa o un estado pueda mantener secreta una actividad científica por razones

económicas o militares, o hasta qué punto puede hacerlo.

No obstante a lo anterior muchas empresa divulgadoras, editoras, entre otras, imponen criterios de

publicación autocrático, dogmático, que desestimulan a los investigadores, limitando la diversidad de la

investigación y por tanto de la argumentación, muchas veces le dan más importancia a la forma de acotar y

registrar una bibliografía que al texto mismo y a su argumentación, otra veces si no tienen los pasos que la

editorial impone acríticamente, le niegan la publicación, por otro lado las comisiones de árbitro en muchas

oportunidades no tiene, la preparación suficiente.

Este autor ha tenido la experiencia de enfrentar decisiones, dogmáticas, autocráticas, positivista de

instituciones publicitaria que por simplemente no ser entendido el texto por la burocracia administrativa, le

ha obstaculizado la publicación.

No obstante a lo anterior hay un adagio que dice “Publicas o mueres”

La expresión « ¡Publicas o mueres!» es un tópico, pero expresa claramente la necesidad que tiene un

científico de ver reconocida su tarea para continuar con ella, lo que a veces produce consecuencias

indeseadas, tanto en la calidad de las publicaciones como en la de las mismas investigaciones.

El número de artículos científicos publicados es una medida de la repercusión de la actividad de un

científico o grupo investigador, y por tanto de su importancia. Hay mecanismos que refinan esa medida,

como el análisis de citas (que muestra la cantidad de veces que otros científicos, citaron un determinado

paper), e incluso mecanismos que refinan ese parámetro (como el índice de citación o el Índice h).

272 
 
De todas maneras el mecanismo publicación-cita es una poderosa herramienta para que un grupo de

científicos, auto-citándose y acogiendo en sus revistas las publicaciones de sus afines, se auto-

promocionen conjuntamente. Lo mismo ocurre en la política académica y de las universidades.

La diferencia entre la evaluación de la cantidad, calidad y repercusión de las publicaciones en cada

disciplina científica, y entre ciencias y humanidades (polémica de las dos culturas); ha dado origen a

consideraciones de orden diverso, sobre la conveniencia o no de someterlas a los mismos principios de

evaluación, sobre todo por sus consecuencias en la investigación y docencia, la vida intelectual y

universitaria.

 Revistas científicas

Las revistas científicas, planas y digitales en las llamadas redes de la información, han venido a ser una

alternativa para la publicación científica, pero estas se disputan el puesto de revista más importante en las

ciencias. Este tipo de revista se ha convertido en el referente univoco para el trabajo científico debido a que

sólo se publican artículos que han sido sometidos a controles externos y al juicio entre pares (llamado en

inglés peer review).

Muchas veces los científicos e investigadores no disponen de acudir a dichas revista por múltiples razones,

sociales, económicas, política publicitaria, tecnológicas y mucho menos de un consenso generalizado,

diverso y coherente con la propia diversidad de la investigación científica. Todo lo cual también limita la

publicación de un investigador.

Las publicaciones científica por un lado se estimulan, pero por otro lado, se desmotivan y las razones de

esta paradoja son múltiples, las desmotivación es la cuestión más importante que atenta contra la

divulgación, y esta limitante favorece al estancamiento de las ciencias, no obstante a lo anterior y al ser

considerado por algunos como verdaderas publicaciones aquellas que son indexada o que son realizada

273 
 
por una institución publicitaria como reconocida, con ISBN o ISCN y que establecen por demás criterios

publicitarios normados y dogmáticos al estilo positivista; la publicación se manifiestan lo quieran o no los

monopolios publicitarios, y su trascendencia dependen de otras cosas que no necesariamente dependen

de esos monopolios, cuyas razones y viabilidad serán abordad en los siguientes espacios

Instituciones como la Royal Society o la Academie Francaise des Sciences se anticiparon en su

consideración de que la ciencia sólo puede avanzar mediante un intercambio de ideas abierto y

transparente respaldado.

Por otro lado las sesiones de academia, la correspondencia epistolar entre investigadores o la edición

restringida de monografías y libros en ediciones locales e idiomas nativos, no son métodos ágiles ni

eficaces para difundir y validar los nuevos conocimientos (esto ocurre y se mantiene desde hace mucho

tiempo, por ejemplo, los trabajos de Mendel tardaron 30 años en ser redescubiertos). La solución más

plausible consiste en la publicación, autónoma, independiente, de artículos cortos adaptados o no a

formatos estándar, en revistas de circulación mundial, nacional, regional y las que se instauren localmente,

escritas en un lenguaje aceptable por la comunidad científica, que no necesariamente tiene que ser inglés,

pues las publicaciones que primero no se hagan en la lengua materna desvalorizan la identidad y la

autenticidad del investigador, así como potenciar la descontextualización y la cultura identitaria de los

pueblos y de las localidades se desperdicia, hay que recordar que las ciencias también se hacen desde las

necesidades y potencialidades contextuales y desde ahí insertarse en la cultura universal.

En la actualidad las nuevas tecnologías han revolucionado el crecimiento y acceso a las publicaciones

científicas. En los años 80 del siglo XX empezaron a aparecer las publicaciones de acceso abierto en las

que cualquier usuario, científico o no, podía acceder a las bases de datos de publicaciones de ciertas

revistas. Pero esta potencialidad ha llevado a una prostitución publicitaria en todo el sentido de la palabra,

los cual ha conducido a una tendencia de la degradación científica.


274 
 
 Publicaciones científicas paródicas, fraudulentas o extravagantes

Con un fin no únicamente humorístico, sino procurando marcar los límites de lo que debería ser la

publicación científica admisible, surgieron publicaciones científicas paródicas (la primera fue Journal of

Irreproducible Results "Revista de resultados irreproducibles" -se supone que una de las condiciones de la

práctica científica es la reproducibilidad-), donde científicos reconocidos publican artículos aparentemente

convencionales en cuanto a su jerga, ámbito, metodología de investigación y estructura de presentación (la

clásica suele ser: Introducción, Material y métodos, Resultados, Discusión, Bibliografía); pero con asuntos

tales como llenar con viruta de poliestireno expandido el Gran Cañón del Colorado. Para las ciencias

sociales, similar objetivo tuvieron los difundidos artículos de Carlo María Cipolla recopilados en el libro

Allegro manon tropo.

La presencia de notables científicos en el campo de la ciencia ficción establece una fluida relación entre

ambas; concretamente presentados con la estructura de las comunicaciones científicas, Isaac Asimov

(químico de formación) publicó una serie completa de cuentos sobre la tiotimolina resublimada y sus

propiedades; que se ha llegado a considerar un modelo perfecto de artículo científico, excepto en que es

una sustancia de ficción.

En ocasiones se han dado provocaciones menos aparentes, pero igualmente inverosímiles, que

intencionalmente se han presentado a revistas científicas serias y han pasado los controles y se han

llegado a publicar, para ser luego denunciadas por el autor; como el llamado “Escándalo Sokal”.

El “Escándalo Sokal” fue un famoso engaño logrado por el físico Alan Sokal para exponer al equipo

editorial de la importante revista académica de humanidades Social Text.

En 1996, Sokal, profesor de física en la Universidad de Nueva York, envió un artículo que el propio

considero “engañoso” para que se publicase en la revista postmoderna de estudios culturales Social Text.

275 
 
Pretendía comprobar que una revista de humanidades “publicará un artículo plagado de sinsentidos,

siempre y cuando: a) Suene bien; y b) apoye los prejuicios de los editores.

El artículo, titulado transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum

Gravity. («La transgresión de las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad

cuántica»), se publicó en el número de primavera/verano de 1996 de Social Text y sostenía la asombrosa

tesis de que la gravedad cuántica era un constructo social; es decir, que la gravedad existe sólo porque

la sociedad se comporta como si existiera, por lo tanto si no creyéramos en ella no nos afectaría.

No obstante a eso, el autor de este texto, que ahora usted está leyendo, considera que cualquier

interpretación es un constructo social, y la existencia o no de un proceso, objeto o fenómeno de la realidad,

tiene su existencia en la mente del ser humano, pues mientras no esté en la razón no existe en ese ser

humano, lo que no niega su existencia real como condición ontológica, es simplemente que aún sigue

siendo problema fundamental de toda filosofía la relación contradictoria entre: objeto-sujeto, ser-pensar,

material-espiritual, idea-materia

No obstante el mismo día de su publicación, Sokal anunciaba en otra revista, Lingua Franca, que el artículo

era un engaño. El hecho causó un escándalo académico en la Universidad de Duke, entidad que publicaba

Social Text. Sokal dijo que su artículo era «un pastiche de jerga postmodernista, reseñas aduladoras, citas

grandilocuentes fuera de contexto y un rotundo sinsentido», que se «apoyaba en las citas más estúpidas

que había podido encontrar sobre matemáticas y físicas» hechas por universitarios genéricamente

llamados postmodernos de humanidades. Posteriormente se ha estudiado el lado oscuro de su operación

mediática.

Otro tipo de casos, completamente diferentes en cuanto a la intención de los autores, son los fraudes en la

investigación científica o la presentación apresurada de conclusiones, a veces fuera de los cauces

276 
 
científicos, para lograr notoriedad mediática, y que más tarde o más temprano son descubiertos y

denunciados, como el doctor Hwang Woo-Suk, científico coreano que afirmaba haber conseguido avances

espectaculares en clonación.

Un texto científico, es uno de los pasos, de una investigación en cualquiera de sus etapas o estadios,

generalmente previo a un debate externo y pueden ser:

 Una tesis de grado

 Una tesis de especialidad (TTR)

 Una tesis de diplomado (Tesina)

 Una tesis de maestría

 Una tesis de doctorado

 Un artículo científico.

 Un ensayo científico.

 Una conferencia.

 Un seminario.

 Hasta una historia clínica.

En fin cualquier forma en la que se dé a conocer los resultados de una investigación para ser compartido,

debatido, valorado, comprendido, utilizado entre otros aspectos por otros, que no se quede solo en el

investigador, sea o no reconocible por las “autoridades” científicas, pero que si debe de cumplir con

fundamentos, epistemológicos, metodológicos, praxiológicos, axiológicos, lógicos y hasta ontológicos.

5.1.-Aproximación metodológica a la construcción de un texto científico mediado por el método

clínico

277 
 
Aprender a construir un texto científico, como parte de la formación de los investigadores médico clínico, es

un reto de la contemporaneidad, que no puede quedar a la espontaneidad de los investigadores, ni

tampoco es privativo para un determinado campo de la cultura médica, en el que se requieren de criterios

teórico-metodológicos que permitan alcanzar el rigor argumentativo e interpretativo en la construcción de

dicho texto.

Se puede afirmar que la comunicación, en las últimas décadas, se ha convertido en un eje integrador entre

las ciencias e incluso, algunas ciencias utilizan conceptos comunicacionales para construir su

epistemología. De hecho, este tema se erige con fuerza propia para insertarse en el proceso de formación

de los investigadores clínicos a partir de la relación esencial que se establece entre el proceso

comunicativo y la formación científica propiamente dicha que el médico posee para enfrentarse a dicho

proceso de investigación.

El objeto de estudio de las ciencias médicas y clínica atraviesa necesariamente por la comprensión, la

explicación y la interpretación dese la observación, lo que se expresa en la construcción de textos

científicos y por tanto en la argumentación de los resultados en el uso del método clínico.

Otra razón más, está en que el estudio de la génesis de la comunicación indica que esta ciencia se va

desarrollando en la medida que se convierte, también, en una expresión de la cultura médico clínica.

Conjugar la epistemología de la comunicación en las ciencias medio-clínicas, con un método de análisis

textual aplicado al proceso investigativo de las ciencias médicas que se integre a la concepción y

argumentación de las principales ideas que se presentan en el texto científico y en la argumentación,

permite encontrar premisas metodológicas para la construcción textual y argumentativa, sin que ello

pretenda constituir una única propuesta infranqueable, es sólo una alternativa dentro de las múltiples

concepciones didácticas que se defienden hoy en la contemporaneidad.

278 
 
Aunque muchos positivista, intentan establecer “camisas de fuerzas” para la redacción de los diferentes

textos científicos, no existe una única metodología para la construcción de los mismos, pues en ello

intervienen factores multidimensionales como la elegancia del lenguaje desde la selección de las palabras,

la estructura del texto, su argumentación, coherencia, cohesión, limpieza, exactitud en la terminología

científica, la precisión, el lugar y el papel del significado, entre otros múltiples aspectos.

El texto argumentativo siempre lleva la impronta del autor. Esa impronta no es sólo semántica, sino,

fundamentalmente técnica o profesional. Su “sintaxis” científica se debe, sobre todo a los propósitos que

persigue y por ello determinados aspectos ocupan un primer espacio textual. Hay autores que escriben y

argumentan según el silogismo aristotélico, otros, según el estilo einsteniano de pasar revista a lo que

hasta ese momento existe y entonces revelar las contradicciones “heurísticas” que se manifiestan para que

aflore lo que se quiere instaurar, sólo por citar algunos ejemplos.

Los investigadores médicos, independientemente del “método científico” que empleen, muestran aportes

novedosos a la ciencia, sin embargo, difieren sustancialmente los textos que elaboran unos y otros, desde

las regularidades argumentativas y formas del texto científico que asuman en correspondencia con la

diversidad investigativa, que ha de respetarse. No obstante, se hace necesario proponer alternativas

didácticas, en la búsqueda de un camino que abra perspectivas integradoras para el autoaprendizaje de los

investigadores médicos y para el intercambio científico médico-clínico entre los que se ocupan de la

didáctica de la lengua y de la metodología de la investigación como un espacio para el perfeccionamiento

del propio proceso de investigación.

Se encuentra con frecuencia en la literatura científica, distintos modelos de comunicación, en dependencia

de los paradigmas investigativo que se asumas y según la teoría que se esgrima, por otro lado, a veces

aparece una concepción teórica de la lingüística textual que no penetra con fuerza en su aplicación al

objeto de estudio, y en otros momentos, se ha obviado el tratamiento a las categorías funcionales del
279 
 
enfoque comunicativo, que sin lugar a dudas, ofrecen un instrumental para regular comportamientos

lingüísticos, Estas dicotomías provocan tratamientos aislados a estas concepciones, las cuales abren un

abismo para la integración metodológica en la construcción y argumentación del texto científico.

Existe una diferencia básica entre el tratamiento teórico a un contenido de las ciencias clínicas y la

metodología de ese contenido, el primero se recrea en el establecimiento de una concepción

epistemológica de sus principales categorías, relaciones, su estudio histórico tendencial, entre otros

aspectos, el segundo, debe buscar los métodos, los medios y los procedimientos para enfrentar ese

contenido en el proceso de la enseñanza y la educación con una función orientadora. Que en este caso ha

de tener como eje integrador el método clínico

Constituye una necesidad entonces, encontrar un método integrador que desde el eje integrador

mencionado conjugue, como mediador, la comprensión epistemológica más esencial de ese contenido

médico-clínico y los recursos funcionales metodológicos que penetran en él, lo analizan, lo sintetizan, a

través de tácticas combinatorias entre lo teórico de la medicina y lo práctico de la clínica. Ello convoca a

penetrar a la construcción de un texto científico desde la concepción epistemológica del proceso

investigativo del médico clínico y el tratamiento científico-metodológico a las estructuras textuales

argumentativas como una unidad dialéctica que representa la lógica científica que el investigador

construye.

La comunicación ha transitado por la concepción de diversos modelos comunicativos, desde las teorías

sistémico-matemáticas, las teorías antropológicas, lingüísticas y las teorías psicológicas y

sociopsicológicas. Todas ellas han ido enriqueciendo su fundamento epistemológico y son muestras

representativas de su tiempo y espacio.

280 
 
Presentar hoy, en la didáctica de un texto argumentativo en las ciencias médico clínica, un solo modelo o

mostrar una sucesión de dichos modelos, según la teoría que esgrimen, no debe ser una solución

metodológica efectiva, pues no ofrecería una visión totalizadora e integradora de las principales categorías

y relaciones que se han ido incorporando a la epistemología de la comunicación en el desarrollo de esta

ciencia.

¿Cómo obviar el modelo de Roman Jakobson, representante de la Lingüística estructural, y no recordar los

principales componentes de la comunicación en el uso del método clínico en su totalidad, que son: emisor,

receptor, canal, mensaje, y código, más sus funciones, que sentaron una de las primeras bases científicas

en la comunicación?

Estos llamados componente de la comunicación, son en el uso del método clínico como totalidad en la

labor no solo científico-investigativa del médico, sino también en la asistencial, la docente, y la gerencial un

aspecto importante de la profesión.

Todo investigador médico se convierte permanente en un comunicador con el uso del método clínico,

trasmisor no solo de las informaciones científicas que sustentan su concepción, sino de las construcciones

nuevas que va revelando desde su proceso investigativo, y también en la comunicación con todos lo que

se implique en el proceso de salud-enfermedad y muchas veces en el mismo acto comunicativo hacia una

comunidad científica o una comunidad docente, asistencial y gerencial continúa descubriendo y creando a

partir de las actitudes asumidas por el auditorio, el paciente, la familia y la comunidad. Así, negar que

desde la misma comunicación se está investigando sería obviar el enriquecimiento que aportan otras

experiencias y saberes ajenos, incluyendo a los portadores del problema que se investiga (individuo,

familia y comunidad). La habilidad de saber discernir entre lo esencial y lo no esencial, y saber encontrar

con agilidad una mirada más profunda a partir del intercambio científico y argumentativo colectivo e

individual, es una posición de alerta para todo investigador clínico


281 
 
La necesidad de escoger correctamente los canales comunicativos para revelar la esencia de los

principales resultados de la investigación clínica, constituye un aprendizaje necesario. En este sentido, el

empleo del medio computarizado será pertinente si permite su visibilidad a todo el auditorio, así mismo las

pancartas y retro-transparencias, deben cumplir además, con normas metodológicas en su confección,

esto no significa normativas acríticas, descontextualizada y eclécticas y mucho menos impuesta por

alguien que se considere poseedor de la última palabra . El uso de gráficos, al ser uno de los códigos

esenciales comunicativos para revelar la esencia de lo que se interesa exponer, debe ser capaz, desde su

síntesis, de descubrir la significación que lo denota y lo connota, pero lo más esencial es la palabra escrita

o hablada, como el lenguaje verbal y extra-verbal, pertinente y coherente con lo graficado.

La concepción jakobsoniana reconoce la presencia permanente de las funciones comunicativas (emotiva,

conativa, poética, fática, metalingüística y la referencial y hasta metafóricas) en el intercambio

comunicativo, sin embargo, especifica que en el acto lingüístico, una u otra puede privilegiarse y adquirir

entonces, valor dominante, según otros factores comunicativos.

Cuando un investigador clínico, sustenta una concepción nueva en su labor asistencial, docente, científico-

investigativo y gerencial con el uso del método clínico, la función que define la orientación del contenido

que presenta en relación con el contexto científico (función referencial) adquiere un valor singular, pondera

las referencias que sustentan toda la concepción epistemológica de la investigación, y de hecho, está

precisando las premisas que garantizan una base científica sólida: favorece, con inteligencia, desde un

primer momento, cierta identificación científica con la comunidad que sea y que siempre lo evalúa, sea

colegas, estudiante, pacientes, u otro investigador. Debe ser capaz de propiciar una información coherente,

amplia y sólida de su objeto de investigación.

La función emotiva en el investigador puede reforzarse con procedimientos comunicativos válidos para

hacer de ella un disfrute expresivo en el intercambio, no solo científico, sino también docente, asistencial y
282 
 
gerencial El uso de matices sonoros, la elección de estructuras sintácticas correctas, la entonación

adecuada, y el empleo de un vocabulario científico pero comprensible en el contexto, requieren, por tanto,

de un aprendizaje. Sin embargo, en el acto comunicativo no se debe confundir la expresión espontánea de

las emociones con la expresión argumentada del contenido, ellas se utilizarán para comunicar ese

contenido de forma lógica, coherente y científicamente entendible, en dependencia del

interlocutor…parafraseando a José Martí… “arete seamos entre las arte y entre los montes, seamos

montes”.

Al seleccionar y confeccionar con las exigencias adecuadas todo el soporte material (los canales para la

comunicación), el investigador clínico está, desde un inicio, garantizando que la función fática se cumpla

con efectividad, pero más adelante, en el mismo acto comunicativo debe saber instrumentar

procedimientos para verificar que el intercambio comunicativo funciona adecuadamente.

La función metalingüística, garantiza que el uso de un código legible viabilice la comprensión del contenido

de la investigación científica médico clínica. En algunos casos el empleo de procedimientos explicativos y

comparativos favorece esta función cuando el contenido adquiere un nivel de abstracción alto y se

necesitan otros recursos para su total comprensión textual.

La función poética permite en ocasiones reforzar la atención que se le presta al contenido científico que se

comunica. El marco teórico -referencial del objeto de la investigación se privilegia en los textos científicos y

garantizan un primer efecto para la penetración a la construcción teórica que se propone.

Desde estos ejes esenciales de la comunicación ya reconocidos por la comunidad científica, se manifiestan

con fuerza el tiempo y el espacio en el desarrollo epistemológico de la ciencia que se aborda y la identidad

cultural del investigador, lo que se convierte en un índice de actualidad y pertinencia para enfrentarse al

texto científico argumentativo.

283 
 
¿Se podría integrar entonces, a ese modelo las contribuciones de las teorías sistémico-matemáticas

Cibernética) con la inclusión de las categorías: codificación, decodificación, ruido, redundancia, y

retroalimentación, y destacar la relación entre el sistema social y el sistema comunicativo, ofrecida por la

Teoría General de los Sistemas?

Para dar respuesta a esta pregunta nos centraremos en los aspectos científicos investigativos del método

clínico, y en ese sentido a la investigación científica médico-clínica en su forma argumentativa del texto

científico.

Este autor ha evidenciado en el desarrollo de las defensas ante los tribunales para la obtención de

especialidad, aprobación de diplomado, obtención de maestrías, de Grados Científicos, o de cualquier otra

presentación de ciencia (conferencia, temas libres, talleres etc.) en la que se incluye además

presentaciones de caso, discusiones de caso, exposición de la historia clínica entre otros; que algunos

investigadores cometen errores que pueden ser trascendentales para la comunicación con la comunidad

científica que los evalúa o lo escucha. Los errores se constituyen en los denominados ruidos de la

comunicación, como la no-correspondencia en la exposición de la expresión oral que se sucede en un

tiempo y la presentación de las diapositivas o gráficos, la selección no adecuada de colores en diapositivas

o retro-transparencias, así como la incorporación de mucha o poca información para el canal utilizado. A

veces las preguntas reiteradas del auditorio están condicionadas por redundancia en las respuestas del

investigador, el cual no ha sabido escoger otras estrategias comunicativas para argumentar, ha mantenido

una misma lógica expositiva sin percatarse que las anteriores utilizadas no han sido satisfactorias. El

mantenerse como un observador de gestos, miradas, preguntas y la trascendencia de ellas, así como

saber escuchar con detenimiento la lógica de las interrogantes, garantizará una retroalimentación del

proceso comunicativo y permitirá corroborar hasta qué punto se han satisfecho las expectativas científicas.

284 
 
Por otra parte, los procesos de codificación y decodificación se convierten en procesos de interacción que

son expresión de la lógica científica seguida en el pensamiento, tanto de los miembros de esa comunidad

como del propio investigador clínico.

¿Cómo no conjugar, además, a ese modelo, las relaciones entre lenguaje, cultura y comunicación,

sustentadas por las teorías antropológicas, y los aspectos semánticos, sintácticos y pragmáticos del

lenguaje propio de las teorías lingüísticas?

¿Sería posible olvidar la categoría de roles comunicativos y acción comunicativa?

La comunicación, al establecer un complejo proceso interactivo en el uso del método clínico en su aspecto

investigativo, orienta a considerar al médico como sujeto y objeto a la vez, y por tanto, este

condicionamiento dialectico precisa de los roles comunicativos. Ello conlleva al tratamiento diferenciado por

parte del investigador médico de procedimientos comunicativos para el texto científico argumentativo y

para la discusión científica. Para el texto científico escrito el canal utilizado precisa de recursos adecuados

a él, en tanto que al no tener la retroalimentación presencial del lector, requiere de una redacción y estilo

que prevea una adecuada interpretación, pero es un sujeto comunicador que se convierte en objeto sobre

el que se interpreta por otros sujetos. Para la discusión científica presencial, el investigador se convierte en

sujeto y objeto activo en un mismo espacio-tiempo en el intercambio científico, lo que le indica la necesidad

de prepararse con inteligencia en cualquiera de ello.

Representar un modelo integrado de comunicación, donde se evidencien las principales categorías que

han surgido con el desarrollo de la ciencia en un tiempo y espacio determinado y que han enriquecido su

comprensión epistemológica, es uno de los aspectos esenciales para penetrar en la didáctica del texto

argumentativo. Es mostrar una síntesis representativa de los modelos clásicos esenciales de la

285 
 
comunicación para facilitar la apropiación conceptual de sus categorías, como una de las primeras redes

semánticas en la aproximación metodológica al mismo.

¿Pero la reflexión crítica de este modelo integrado ofrecería entonces, todas las categorías esenciales para

enfrentar la construcción de un texto de argumentación científica?

Se considera, por tanto, que el enfoque comunicativo, criticado por algunos autores por su fuerza funcional,

ofrece otra mirada pertinente a la publicación de un texto argumentativo.

No se puede acometer el proceso de construcción de un texto argumentativo sin la comprensión teórica y

la aplicación de los recursos instrumentales que ofrecen las categorías de este enfoque comunicativo como

son: texto, contexto, intención comunicativa, finalidad comunicativa y situación comunicativa, entre las más

esenciales. Para aplicar estas categorías al proceso de investigación científica, hay que definirlas y para

ello realizar algunas interrogantes direccionales que conduzcan a la construcción de dicho texto, a partir de

una guía instrumental para el autoaprendizaje del mismo.

En las interrogantes que se exponen, está implícita la lógica general de toda investigación científica para

aplicarse al método clínico y se derivan de una óptica teórico-pragmática, al enfrentar una realidad que

responde a un contexto privativo de este estilo profesional de comunicación. Por tanto, el valor de

aplicación de la teoría de la comunicación a esta realidad debe encontrar una objetividad en la

sistematización al tratamiento argumentativo del contenido que se desea desarrollar en el texto científico

argumentativo.

¿Qué es un texto científico argumentativo?

El texto científico argumentativo, hace referencia tanto a la expresión corporal o escrita de la ciencia. En

todos los casos, este tipo texto argumentativo tiene como objetivo fundamental exponer o defender una

286 
 
opinión mediante justificaciones o razones con el fin de persuadir o probar y demostrar una idea o tesis,

refutar la contraria, o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados comportamientos, hechos o

ideas razonables o no.

La argumentación científica de un texto, por importante que sea, no suele darse en estado puro y suele

combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar, la argumentación intenta

demostrar, convencer o cambiar ideas. Por ello, en un texto científico argumentativo, además de la función

apelativa presente en el desarrollo de los argumentos, aparece la función referencia, en la parte en la que

se expone la tesis.

La argumentación científica del médico clínico se utiliza en una amplia variedad de textos, especialmente,

filosóficos, ensayos, artículos, tesis de especialidad, de maestría o de grado, en la oratoria durante una

presentación de caso, pases de visita docente asistencial, en los textos de opinión y en algunos mensajes

publicitarios. En la lengua oral, además de aparecer con frecuencia en la conversación cotidiana (aunque

con poco rigor), es la forma dominante en los debates, coloquios o mesas redondas.

Los textos científicos argumentativos son aquellos en los que el emisor tiene como intención comunicativa

prioritaria la de ofrecer su visión subjetiva sobre un o cualquier otra cosa desde la ciencia. En tanto que

argumentar es, por definición, un procedimiento persuasivo, aparte de toda la información que a través de

estos textos se pueda proporcionar (lo que implica que casi siempre haya también exposición), existe

implícitamente en ellos también la intención de convencer al receptor acerca de lo que se está diciendo.

Un texto científico argumentativo es entonces una unidad significativa máxima alrededor de una

investigación, la cual como una guía de determinada madurez, permite llegar a revelar los principales

aportes del investigador y surge de todo un estudio precedente del objeto de investigación. En ese texto se

van interrelacionando ideas científicas a exponer en agrupaciones semánticas de diferentes magnitudes,


287 
 
es una muestra de un conglomerado totalizador de intención significativa, donde el problema, el objeto, el

objetivo, el campo de acción, los métodos y las tareas científicas van revelándose alrededor de del proceso

investigativo que llega a otros niveles de esencialidad en las construcciones teóricas y prácticas

propuestas.

Se hace necesario aclarar que en este texto se pretende hacer la ejemplificación a partir un modelo de

tesis, pero es válido reconocer que textos científicos argumentativos pueden ser otras manifestaciones

como artículos, ponencias, entre otros. Queda entonces, al lector hacer la extrapolación de las principales

ideas que se sustentan en cada una de estas manifestaciones, en dependencia de sus intereses

profesionales.

Todo texto científico argumentativo se caracteriza por tener entre sus estructuras esenciales una teoría,

cabe preguntarse entonces.

¿Qué es teoría?,

En la definición del concepto de teoría hay muchas aproximaciones, ahora, se considera ésta como un

tramado de relaciones caracterizado por un alto nivel de abstracción que conlleva a un nuevo

conocimiento, sustentado en un sistema categorial, argumentada a partir de la concepción epistemológica

y la cultura asumida, pero que lleva en sí una lógica científica, que puede representar el salto cualitativo de

los nuevos conocimientos respecto a la cultura anterior y que permite comprender, explicar, interpretar

desde la observación y predecir el comportamiento de un objeto o proceso de la realidad objetiva, en los

límites de un contexto natural, cultural y social.

Se requiere precisar, que toda teoría, se construye en contextos, en relaciones de espacio-tiempo para su

funcionamiento y expresa algunas funciones esenciales entre la que están: la comprensión, la explicación,

la interpretación, la observación y la predicción de un objeto, lo que permite la regulación de su

288 
 
comportamiento y es tanto modelo como concepción. Las teorías dan siempre muestras de la infinitud del

conocimiento, y no constituyen sistemas cerrados en sí mismas. Por ello, en la construcción teórica deben

revelarse esas relaciones contradictorias que se manifiestan entre las configuraciones, dimensione,

eslabones, estructura de relaciones y eje integrador del proceso investigado y que dan muestras de las

regularidades de su comportamiento y permiten un salto cualitativo transformador en ese proceso, así se

puede ofrecer una abstracción más profunda y totalizadora de su funcionamiento para poder sustentar

propuestas viables y científicas.

El texto científico argumentativo, debe funcionar como un todo y se estructura en todas y cada una de sus

partes, desde la delimitación del sistema categorial-conceptual con que opera el investigador, hasta las

proposiciones temáticas, los subtemas y el tema principal que se defiende.

Todo investigador clínico debe reconocer, entonces, que ese texto apela a relaciones contextuales para

explicar los fundamentos epistemológicos de su objeto, lo que implica el uso de la intertextualidad desde

una reflexión crítica y divergente de la ciencia.

Las agrupaciones semánticas que se manifiestan en cada una de las ideas a defender designan una forma

de “movimiento” dentro del texto argumentativo, interrelacionándose cada una de ellas y revelando la

homogeneidad significativa que debe caracterizar dicho texto como un proceso totalizador y dialéctico en

su construcción.

El texto científico argumentativo, debe denotar la información que trasmite de forma explícita, precisa y

unívoca, pues los signos lingüísticos, al constituirse como tales en el acto comunicativo y revelarse en la

medida que signifiquen algo para alguien, pueden abrir un amplio spectrum de significaciones.

En esa amplia apertura significativa, el texto científico argumentativo puede manifestar uno de sus

principales errores, pues puede provocar múltiples interpretaciones en los miembros de la comunidad

289 
 
científica, que afecten la comprensión epistemológica del mismo y suscitar reflexiones divergentes respecto

a las ideas que no aparecen claramente presentadas.

Los códigos científicos deben regular, entonces, las posibilidades de variaciones estilísticas y de

connotaciones que afectarían la precisión en su interpretación. Lo que no quiere decir que no tenga un

estilo propio del autor y que no se respete la diversidad investigativa y por tanto argumentativa, debe

manifestar lo común y lo diverso, pero ser autentica, cuya relación le confiere identidad.

¿Qué significa un contexto científico?

Son todos los referentes epistemológicos, praxiológico, lógicos, ontológicos, metodológicos, y axiológicos

que subyacen en el investigador y en la comunidad científica, la formación profesional, reflejo de la cultura

de la profesión y de la investigación.

Es por eso que en un texto científico argumentativo del investigador clínico no solo se defiende un

resultado concreto de las ciencias medico-clínica, sino que ese resultado se inserta en un contexto

científico de la medicina clínica que se mueve entre un tiempo pasado, el tiempo presente y la perspectiva

tendencial de la ciencia médica, cada vez más dinámica a partir del desarrollo creciente de la información,

la comunicación y las nuevas tecnologías. Habría entonces, que preguntarse como una de las principales

interrogantes para enfrentar el contexto científico:

¿Cuáles concepciones sustentan todo el referente científico de la investigación y del texto argumentativo?

Los miembros de una comunidad científica deben dirigir su valoración a la consistencia científica del texto

argumentativo del investigador que la presenta y en qué medida ella refleja esa ciencia y la trasciende, sin

embargo, el investigador clínico que expone el texto argumentativo está obligado a conocer las principales

concepciones reconocidas por la comunidad científica de la misma naturaleza, de forma tal, de poder dar

290 
 
respuesta pertinente a las preguntas de esa comunidad, que serán expresión de esas concepciones

epistemológicas, praxiológica, lógicas, metodológicas, ontológicas, y axiológicas de la ciencia médica.

El contexto involucra, además, los papeles sociales y las relaciones que se establecen entre los

participantes, el investigador clínico no debe olvidarse de la relación mutua que se establece entre el texto

científico que defiende y las prácticas socio-humanista-asistencial en que se inserta. La organización

significativa del texto y su función relacional con el contexto científico es uno de los presupuestos

necesarios para enfrentar el proceso investigativo.

Para conformar un contexto científico consistente se hace necesaria la selección adecuada de la base de

datos referenciales, que debe asumirse con la conciencia de que toda información recogida es susceptible

a criterios divergentes o problemáticos, y ofrecerá, por tanto, una mirada parcializada del objeto de estudio.

Esta base de datos debe indicar que la información seleccionada es pertinente, objetiva-subjetiva, y ofrece

la seguridad de que es lo suficientemente exhaustiva para situar al objeto investigado en el contexto

necesario de la ciencia en que se inserta. En la búsqueda de estas cualidades en la base de datos de

referencias, se tiene una de las premisas para el éxito en la construcción del texto científico argumentativo.

¿Cuál es la intención comunicativa de un investigador?

La intención comunicativa, debe estar en mostrar a los miembros de la comunidad científica los principales

aportes resultados que se defienden, a partir de la argumentación científica, lo que le implica instrumentar

todas las estrategias comunicativas necesarias para el logro de esta intención. No se niega con esto, el

carácter divergente del pensamiento científico que puede generarse dentro de la comunidad científica, en

este caso, la intención comunicativa se hace efectiva cuando se argumentan, a partir de la utilización de

métodos científicos que revelen su novedad y cientificidad.

291 
 
Dentro de las estrategias comunicativas para el logro de esta intención, resultan significativas aquellas

como: la aproximación, la sustitución, la generalización, la descripción, la ejemplificación, entre otras. Ellas

se refuerzan en el contexto de actuación de ese investigador. En el terreno psico-lingüístico actualmente se

discute sobre lo que teóricamente se posee para hablar e interpretar y lo que se habla y se interpreta en

determinadas situaciones, esto exige, por tanto, una preparación previa para enfrentar con éxito por el

investigador las diferentes situaciones comunicativas en las que puede verse interactuando.

Algunos autores consideran que la intención comunicativa, como móvil consciente que conduce el acto

comunicativo, surge en un estadio pre-lingüístico, donde se seleccionan y se combinan las estrategias

comunicativas para hacer efectiva esa intención, ello le indica al investigador la necesidad de elaborar un

plan estratégico argumentativo que le garantice transitar con éxito en la defensa de su texto argumentativo.

El entrenamiento previo, en ello constituye, entonces, una de las condiciones esenciales en la preparación

del investigador. Para ello, cabría preguntarse:

¿Cuáles estrategias comunicativas emplear para argumentar las ideas esenciales?

Todo investigador defiende ideas esenciales que constituyen el eje integrador de su concepción científica:

¿Cuál sería la forma más efectiva para argumentar un problema científico, el objeto de la investigación y el

campo de acción desde el diagnóstico, la caracterización de ese objeto y desde sus principales referentes

epistemológicos e históricos-tendenciales?

¿Qué estrategias construir para demostrar que el objetivo de la investigación resolverá ese problema

científico?

¿Cómo argumentar que el modo propuesto para resolver ese problema es novedoso y trascendente y, por

tanto, la hipótesis revelada es pertinente?

292 
 
¿Cuáles vías utilizar para presentar los resultados investigativos sobre la base de un estudio de referencia

profundo, que constituyan las premisas científicas de los aportes?

¿Cuál es la finalidad comunicativa de un investigador comprometido con la fidelidad de sus resultados? Su

finalidad comunicativa estará en lograr una valoración satisfactoria de la trascendencia y el impacto de su

resultado científico. Cabría preguntarse, entonces,

¿Cuáles demostraciones serían efectivas para visualizar el impacto de su aporte?

Sustentar, en el proceso de formación de los investigadores, que el desarrollo de la conciencia

comunicativa es esencial, permitirá comprender su carácter regulador en el comportamiento investigativo,

no es posible olvidar el planteamiento de que la comunicación es una representación de la actividad

cognoscitiva del pensamiento, y la correlación entre la conciencia individual y la conciencia social conlleva

además, a considerar la construcción de estrategias comunicativas conscientes acorde a esa finalidad que

se persigue en relación con las exigencias sociales y a la actitud que se asume ante esa realidad.

¿Cuál es la situación comunicativa más recurrente para la defensa de un resultado científico?

Estará en todos los factores espacio-temporales donde se establece la comunicación científica entre

investigadores, expertos y auditorio, en general. Habría que responder a interrogantes como:

¿Qué medios utilizar como soporte de la información científica a partir del tipo de auditorio que comparte

esa situación comunicativa?,

¿Cuál debe ser la estructuración lógica de la exposición a partir de las precisiones de espacio-tiempo y de

los participantes que estarán presentes en el acto comunicativo?

Estas categorías, por tanto, se integran como una concepción más particularizada a los modelos clásicos,

que desde una visión más totalizadora del proceso de la comunicación abren las puertas para vislumbrar

293 
 
categorías básicas de la Lingüística Textual que pueden ser aplicadas a la construcción de un texto

científico.

Presentar sólo las categorías anteriores haría negar otras esenciales del análisis textual que son

trascendentes además, en la construcción de un texto científico argumentativo como son: la coherencia

(categoría significativa) y la cohesión (categoría formal), ambas categorías constituyen una unidad

dialéctica que desde una relación contradictoria entre forma y contenido se sintetizan en una cualidad

esencial identificada con la funcionalidad del texto argumentativo.

Si la coherencia es vista como la unidad significativa de relaciones dentro de un texto, se transita entonces,

desde un tema central (representado en la tesis por la hipótesis, que contiene a su vez el problema

científico y la vía esencial de su solución, como supuesto o conjetura) a subtemas, bloques de

proposiciones temáticas y categorías, que como los tejidos de una gran red, van develando otras

significaciones importantes en microestructuras textuales más pequeñas.

La conceptualización que se asume de tema, subtemas, bloques de proposiciones temáticas y categorías

está en reconocer que constituyen agrupaciones significativas que alrededor de una idea esencial se

manifiestan en macro y microestructuras textuales, lo que nos permite asegurar el enfoque sistémico entre

las diferentes ideas que se interrelacionan en un texto científico argumentativo.

Se asume que la hipótesis que se defiende, es el tema central de todo texto científico argumentativo

porque constituye una muestra sintetizada de la idea principal al mostrarnos el camino teórico propuesto

para resolver el problema y refleja la contradicción fundamental de la investigación.

Las contradicciones de una investigación son objetivo-subjetivas: objetivas (en las expresiones o

componentes del objeto como manifestación de esa realidad objetiva) y subjetivas, (en la manera de

manifestarse ese objeto y el cómo el investigador piensa que debería ser el comportamiento de ese

294 
 
objeto). En cualquiera de las dos miradas sólo el sujeto, después de comprender, explicar e interpretar

desde la observación el movimiento y funcionamiento del objeto y de las contradicciones presentes en él,

es capaz de modificarlas, es decir, de imprimirle una nueva dinámica.

En la concepción teórica propuesta se expresan, por tanto, las nuevas relaciones esenciales que se

revelan en el comportamiento del objeto de investigación, desde la perspectiva del investigador,

constituyéndose en una concepción que es privativa de esa investigación y no de otra, pero argumentada

desde una lógica científica convincente.

Los subtemas: Dados a través de los párrafos que pueden conformarse en los capítulos del texto científico

escrito, eran dirigidos a tres cuestiones esenciales:

1. La fundamentación epistemológica del problema y el objeto de investigación.

2. La argumentación de la construcción teórica y práctica propuesta.

3. La corroboración de la factibilidad y el valor científico-metodológico de los resultados.

La observación de los subtemas propuestos revela su relación lógica con el tema de toda investigación, se

asegura un primer espiral concéntrico desde todo el marco teórico de referencia, un segundo espiral desde

la posición argumentada de su propuesta teórica y práctica, y un siguiente espiral desde la demostración

viable de los resultados.

Al considerarlos como tres espirales, se está comprendiendo la argumentación desde posiciones en

movimiento con diferente niveles de esencialidad en un plano superior, en cuyo eje está la hipótesis,

contentiva del problema científico y de una vía de solución, ello garantiza la manera en que se puede dar la

relación lógica entre los diferente espirales con un eje común. Desde esta mirada se asegura que la

hipótesis planteada esté lo suficientemente argumentada para ser sometida a estudio por la comunidad

científica, y ofrece la posibilidad de partir de premisas, dar argumentos y razones convincentes, para

295 
 
proponer finalmente los principales planteamientos teóricos y prácticos. Este análisis realizado desde los

capítulos es válido también en los epígrafes que los conforman, tomándose entonces, como referencia

significativa global de los epígrafes la idea esencial que se defiende en cada capítulo.

Los bloques de proposiciones temáticas: Utilizan como microestructuras textuales las oraciones que

conforman un sistema de párrafos nucleares y donde se revelan las agrupaciones semánticas

argumentadas de cada idea específica defendida:

 La revelación del problema científico a través de un diagnóstico que precise:

- Caracterización de las tendencias históricas del objeto de la investigación.

- Interpretación del marco teórico-conceptual.

- Diagnóstico del problema científico en la situación cultural actual.

 La argumentación de la construcción teórica:

- Argumentación del modelo teórico.

- Argumentación y operacionalización del instrumento.

 Corroboración y aplicación:

- Ejemplificación de la aplicación del instrumento.

- Corroboración de los resultados.

Si se hace un análisis de los bloques de las proposiciones temáticas propuestas se pueden agrupar

entonces, en los subtemas previstos anteriormente y se convierten, a su vez, en micro-estructuras

textuales de ellos y constituyen, sin embargo, microestructuras de las categorías. Esto permite asegurar

que las estructuras de un texto argumentativo deben ser asumidas como un proceso integrador

constructivo.

296 
 
Las categorías: Son los conceptos esenciales que a través del sintagma nominal, aportan las definiciones

sobre las que se erige el tema que se defiende a partir de las cuales se puede caracterizar el objeto de

investigación y su movimiento.

El sintagma nominal tiene un valor intrínsecamente categorial y se caracteriza por sus rasgos clasificadores

u ordenadores. En un texto denotan conceptos, pero a su vez se destacan por su función relacional con el

resto de las estructuras lingüísticas donde se insertan, y establecen, entonces, relaciones en cadena con

las agrupaciones semánticas que le suceden. Esto significa que todo investigador debe partir de definir el

sistema categorial con que operará y establecer su relación significativa con las proposiciones temáticas,

los subtemas y el tema esencial que defiende. Esta delimitación de las categorías requiere de formas de

análisis y síntesis que permitan abstracciones y generalizaciones para la identificación de esas relaciones

entre las agrupaciones semánticas en cadena. Es una vía que garantizará un proceso integrador

significativo y operacional, pues toda información que se va incorporando en el texto como “nueva” está

precedida por una información ya conocida. Estas categorías constituyen, por tanto “palabras claves” para

la construcción de un texto científico.

Parte del éxito de un texto científico comienza a gestarse desde la concepción inicial del investigador de

preservar la unidad en el sistema terminológico durante toda la Macroestructura textual, pues garantiza la

adecuación entre la intención comunicativa y la interpretación del texto argumentativo por parte de la

comunidad científica. En un texto teórico la exactitud en el uso de las categorías y la sistematicidad en su

aplicación constituyen características pertinentes que lo distinguen.

El texto científico no es en sí mismo expresión de una verdad absoluta, pero sí debe ser revelador de las

configuraciones esenciales del proceso investigado a través de la búsqueda de sus principales categorías y

cualidades, sus relaciones privilegiadas, sus contradicciones internas. Su contradicción fundamental debe

ser pensada desde la esencia misma de la totalidad del proceso, ella se encuentra, a su vez, en relación
297 
 
con otras contradicciones dialécticas dadas en otros eslabones de ese proceso investigativo. La totalidad

existe y se transforma por esa contradicción fundamental.

Las relaciones contradictorias son esenciales en la conformación de todo modelo o concepción teórica

propuesta, que desde sus principales configuraciones establecen esas relaciones e implicaciones. Es por

ello la importancia que asume entonces, la contradicción fundamental, la misma debe ser revelada desde

la hipótesis de la investigación, que se asume como el tema principal, y se va manifestando en las otras

agrupaciones significativas para que desde cualquier lectura se exprese la coherencia del texto.

Ir construyendo todo un sistema de relaciones metodológicas entre la macro y las micro-estructuras

semánticas con la macro y las micro-estructuras formales, y conjugarlas con las categorías funcionales del

enfoque comunicativo, todas ellas aplicadas de forma integrada a la construcción de un texto científico,

constituye un método que debe sustentarse primero en una comprensión epistemológica esencial del

proceso comunicativo e investigativo. Esta concepción metodológica se revela como una forma adecuada

para aproximarse al texto científico, y aunque puede ser una vía más, entre otras, constituye un camino

seguro y funcional en el autoaprendizaje de la construcción del texto científico por los investigadores

clínicos.

5. 2. -Contradicciones en el texto científico argumentativo como expresión de la lógica científica de

los investigadores clínicos

El informe de una tesis o de cualquier otro texto argumentativo en las ciencias médica, no sólo constituye

un documento para la memoria escrita de un resultado investigativo del médico, sino es la expresión del

proyecto de la investigación clínica, que debe caracterizarse por revelar la lógica seguida en el desarrollo

del pensamiento científico de del médico que lo expone. Responde a la tipología de un texto esencialmente

argumentativo, pues es el que permite correlacionar el razonamiento científico de ese profesional con el

298 
 
proceso secuencial (lógico) de la argumentación. Una construcción teórica o práctica u un aporte de esa

naturaleza, no se constituye como tal, sólo porque se afirme, sino porque se argumente, lo que dependerá

de las características del proceso de salud-enfermedad investigado y de los presupuestos epistemológicos

y concepciones culturales del investigador clínico.

El texto científico argumentativo del investigador clínico que puede ser una tesis, y hasta una historia

clínica, como documento, refleja la estrategia seguida por el investigador clínico y por ello responde a los

métodos científicos empleados, que a su vez siguen las regularidades internas de movimiento de su

pensamiento. El fundamento del método clínico como método científico está en que responde a las

regularidades internas del movimiento del pensamiento del médico que se produce en sus procesos

cognitivos, que es dialectico y es hermenéutico.

El discurso de las ciencias médicas se construye, entonces, entre ese razonamiento científico y la

elaboración de un texto argumentativo que sea capaz de mostrar una estructura jerárquica y compleja que

integre secuencias argumentativas lógicas. Se realza, por tanto, que en la demostración de un nuevo

modelo o concepción teórica deben irse revelando, de forma paulatina y holística, los argumentos y las

relaciones contradictorias que van dando cuenta del desarrollo científico en la construcción de ese

conocimiento médico-clínico.

Han existido diversos modelos para la argumentación científica en un texto de ciencia, pero el uso de un

método argumentativo no implica su aplicación mecánica. Aprender a argumentar es desarrollar las

estrategias para aprender a estructurar el camino del razonamiento científico, para interpretar y argumentar

una teoría, o una significación o aporte practico, como resultado de una conclusión científica, y ello

conduce a descubrir el camino que condujo a su llegada: las interrelaciones conceptuales y categoriales,

sus movimientos y sus regularidades esenciales, permitirá mostrar la lógica científica seguida y revelar los

299 
 
criterios racionales para el debate, sobre bases sólidas, en la comunidad científica. Un debate que no parta

de estos presupuestos, no es científico.

Toulmin, S. E. (1993), en “Les usages de l’ argumentation”, propone una revisión de la argumentación

como una teoría del razonamiento práctico, defiende, por tanto, la argumentación desde la formalidad y la

lógica, y con ello consideramos que ofrece una alternativa viable para aprender a argumentar con

cientificidad, sólo que a veces su modelo propuesto, en todos los casos, no necesariamente está obligado

a mantener tipificada su estructura secuencial, la que puede ser flexibilizada, según el tipo de texto

argumentativo que se está construyendo. De todos modos, su modelo puede ser extrapolado a la

construcción de un informe de ciencia, contribuye a revelar el razonamiento científico con pertinencia y

objetividad.

Por otro lado, (y les confía este autor que no sabe de donde son los sustentos epistémico lógicos y

coherente de ciencias, además de intentarlo buscar hasta donde llegan sus posibilidades) para la

confección de los artículos científico y las tesis de varios niveles en la profesión médica cubana, se norman

ciertas secuencias para su elaboración que en la mayorías de la veces se aleja del método clínico y de sus

potencialidades investigativa, asumiéndose posiciones empírico-analíticas al estilo positivista, cuyas

argumentaciones se distancian en oportunidades de la esencia investigativa del investigador clínico, paro

más lastimoso es cuando solo aceptan resultados verificables por métodos estadístico y lógicos-

matemáticos, dándole a las estadísticas, criterios absoluto de veracidad científica, tratando ademes de

establecer métodos dogmático que en la mayoría de los casos se desvían del objeto de la investigación y

se desalinean de la cultura y la posición epistemológica de los investigadores clínicos, exigiéndole que en

sus tesis y artículos científico se circunscribas a normas estandarizada y ecléctica en otras oportunidades.

Todo esto además de anticientífico está desestimulando a las publicaciones médicas, por lo menos en el

contexto donde se desarrolla este autor.

300 
 
Este autor sugiere, desde la formalidad, tener presente configuraciones desde la lógica dialéctica de la

argumentación, que serán más pertinentes si se asumen de forma integrada a él, los aportes de la

Lingüística Textual en el tratamiento a sus categorías de coherencia y cohesión .Propone las siguientes

configuraciones y sus relaciones, ellos han sentado las premisas para esta propuesta aplicada al informe

argumentativo, a o cualquier otros textos científico argumentativo, estas configuraciones son:

- Datos (hechos y fenómenos facto-perceptuales o datos obtenidos de la cultura que permiten una

afirmación).

- Justificación (las razones para argumentar la relación entre los datos y el aporte)

- Los fundamentos (el conocimiento básico teórico que asegura la justificación y la necesidad de una

nueva propuesta).

- La argumentación (las fundamentaciones que sustentan la conclusión fundamental propuesta y

que pueden apoyarse en los calificadores modales (comentario positivo implícito de la justificación)

- Los refutadores (comentario implícito de la justificación, pero que revelan cuando esas

justificaciones no son valederas)

- La conclusión (la nueva propuesta).

Estas configuraciones son asumidas desde Matos, E. (2004). “Aproximaciones metodológicas a la

construcción de un texto científico”, CeeS “Manuel F. Gran”, material en soporte magnético, lo que no

quiere decir que se infalible.

La interconexión lógica entre las distintas estructuras secuenciales de un texto argumentativo favorece la

relación holística entre las principales ideas que defiende el investigador, desde una idea científica inicial

hasta otras ideas relevantes que se van construyendo en el curso de la investigación. Los razonamientos

científicos sustentados desde la expresión de un conocimiento precedente se constituyen en un aspecto de

301 
 
negociación teórica con la comunidad científica, sin despreciar el pensamiento divergente o polémico que

es consustancial a las condiciones del propio texto argumentativo.

En la elaboración de un texto argumentativo, el investigador clínico debe por tanto, desde el mismo

proceso de la argumentación, hacer frente a posibles espacios previsibles en la discusión de la lógica de su

pensamiento investigativo, pues sus resultados más esenciales estarán sometidos a juicios valorativos por

la comunidad científica que no los compartirá como verdades absolutas y que cuestionará tanto su valor

actual como perspectivo. Su lógica científica será consecuencia de su cultura y formación epistemológica

en un proceso intelectual de desarrollo.

Toulmin, S. E. (1993) explica en su modelo además, el razonamiento lógico desde los datos hasta la

conclusión, donde evidencia la relación entre las partes y el todo dentro de un texto argumentativo. Se

considera esencial entonces, la interrelación significativa entre cada una de las proposiciones que integran

la estructura secuencial, y se destaca el uso de conectores textuales, como elementos de cohesión dentro

de un texto argumentativo, entre ellos: las conjunciones, interjecciones, locuciones adverbiales,

prepositivas y conjuntivas.

Los conectores textuales presentan una aptitud para operar en un marco trans-oracional y para enlazar

elementos relacionales de distintos tipos en la sintaxis de la oración, se puede ejemplificar con conectores

que significan causa (porque, ya que,...), consecuencia (por consiguiente, por eso, por tanto,....),

concesividad (aunque, a pesar de,...), ejemplificación (por ejemplo, tal como,...), explicación (es decir, o

sea, ...), oposición (por el contrario, en cambio, no obstante,...), entre otros.

La interpretación de este tipo de texto exige la búsqueda de sus significados, de sus sentidos, de localizar

las estructuras de conexión para poder descubrir el comportamiento de todo el proceso investigativo, ello

302 
 
se sustenta necesariamente en el desarrollo de un pensamiento dialéctico-hermenéutico, dirigido a la

interpretación más profunda de su objeto de investigación.

Encontrar los significados del texto no es seleccionar sus rasgos de forma aislada, es saber encontrar

conscientemente su propia forma de interpretación y deslindar, desde un punto de vista metodológico,

entre el sentido manifiesto del texto y su sentido latente, o sea, entre el sentido intencionalmente atribuido

por el investigador y las significaciones objetivamente posibles que se revelan en ese texto, aun cuando el

investigador no la haya puesto en evidencia.

La construcción del texto argumentativo debe ser capaz entonces, de ir dejando de forma lógica y

coherente huellas, signos, contenidos, que garanticen el carácter holístico dialectico en la interpretación de

ese texto. Esta perspectiva de construcción textual, entre una visión totalizadora y a su vez detallada,

sectorial, en el establecimiento de sus configuraciones y relaciones, es una de las variantes para la

aplicación de la hermenéutica en el proceso investigativo, desde su expresión más esencial en el proceso

argumentativo.

Si se extrapola esta lógica dialéctica y coherente de la argumentación propuesta, a un informe científico se

pueden visualizar correlaciones significativas entre ellas y el proceso investigativo, la lógica holístico

dialéctica facilitan la expresión de la lógica científica, pero ellas se asumirán desde la Macroestructura del

texto, como un todo, en relación con microestructuras como las partes que se mueven entre

conglomerados significativos más representativos de la investigación. Se propone entonces:

Los datos: Al consignarse como los hechos y fenómenos con que se inicia la investigación, son revelados

desde las tendencias históricas del objeto que se investiga, su caracterización epistemológica y el

diagnóstico socio-cultural actual realizado por el investigador. Por un lado, están los datos aportados por la

revisión bibliográfica, y por el otro, los obtenidos de forma observacional cuya interpretación depende de la

303 
 
cultura y posición epistemológica del investigador donde también se devela lo tendencial. Constituyen la

base del texto argumentativo y orientan el primer paso hacia los aportes esenciales de dicho texto, lo que

obliga a mantener una correlación epistemológica entre los datos y la nueva construcción teórica que se

defenderá. Las categorías, leyes, principios, modelos o concepciones propuestas por el investigador se

vienen sustentando desde la concordancia entre los datos y el aporte esencial de la investigación, los datos

vienen a significarse en la conclusión esencial que se propone.

Los datos, como información primaria, pueden tener como fuentes lo observacional, lo comprensivo, lo

explicativo y lo interpretativo que también aporta lo tendencial, además de la información teórica y práctica

donde influye la experiencia. La fuente es abordada a través de técnicas y métodos específicos, la

tendencial, con la aplicación del método histórico-lógico, que es teórico y es empírico, y que puede revelar

inconsistencias y contradicciones en las explicaciones teóricas existentes en la actualidad. Los datos

constituyen, por tanto, informaciones de las que se genera el problema de la investigación.

El problema de investigación, cuyo planteamiento está fundamentado tanto en los datos de un hecho o

manifestación externa, como de la cultura contenida en un objeto, puede servir de guía en los primeros

momentos de la investigación cuando se elabora el objetivo, cuando en aras de alcanzar los objetivos se

valoran la construcción teórica y práctica cuando se analizan los resultados obtenidos en la investigación,

corroborando la factibilidad de esos resultado que siempre serán aportes. Lo anterior es posible en la

misma consideración que el problema sea externo y no esté comprometido con determinados

preconceptos o sesgos que el investigador le impone, puesto que entonces la investigación dejaría de ser

científica para convertirse en un simple trabajo metodológico que ofrece respuesta a algo que ya se reveló.

La justificación: constituye los referentes teóricos que permiten abordar la construcción teórica esencial en

el campo de acción de la investigación, están referidos tanto al objeto como al campo a partir de tomar en

304 
 
consideración los datos obtenidos, como fundamentos para la transformación cualitativa del objeto desde

su campo de acción.

Es necesario establecer claramente la diferencia entre el proceso u objeto de la realidad objetiva (de la

naturaleza, la sociedad, y el pensamiento) y el objeto de la investigación como cultura, en la que se

expresa el objeto de la realidad objetiva en categorías, son los datos con los que opera desde sus

referentes el investigador en el proceso de construcción teórica.

La cultura en su acepción más generalizada es todo lo que no es naturaleza y lleva implícito

conocimientos, lógica y técnicas, es por ello que la cultura como ciencia, arte, tecnología, creencias y

tradiciones se concreta en objeto de investigación.

En este momento de la investigación, el investigador ya ha determinado el hecho facto-perceptual o teórico

con insuficiencias que se hace necesario transformar, sin embargo hay que justificar ese hecho para

ofrecer las razones del porqué de la teoría configurada, como transformación del objeto. La justificación

principal puede estar explícita en la causa esencial que permite transitar de los datos a la construcción

teórica, facilita, por tanto, la aceptación por la comunidad científica de la modificación epistemológica que

aborda.

El texto argumentativo (informe escrito y la exposición oral) debe revelar las justificaciones que sean

coherentes con la cultura existente. Se manifiesta una dialéctica entre el diagnóstico externo que conduce

al problema de investigación y ese problema, que una vez revelado, conlleva a otro diagnóstico que apunta

a sus causas y que conduce a un problema científica como expresión esencial de la justificación.

La fundamentación: Al constituir los fundamentos de carácter teórico básico para el aseguramiento de la

justificación permiten revelar la necesidad de la construcción teórica esencial como un proceso de

305 
 
transformación del objeto de investigación, que genera cambios cualitativos en el comportamiento

previsible del objeto de la realidad.

Mostrar la carencia de una concepción teórica apropiada, no revelada hasta el momento en la ciencia, es

expresión de una necesidad derivada de la contradicción entre los datos y la justificación y que se sintetiza

en la hipótesis en el proceso de abstracción del objeto de la investigación.

Los datos, la justificación y la fundamentación en el proceso de construcción del texto argumentativo se

corresponden al capítulo primero de una tesis doctoral, pero a la primera parte de cualquier texto

argumentativo, cuyas conclusiones apuntan a la hipótesis, con lo que trazan el camino hacia la

construcción teórica que se expresará en el capítulo segundo de dicha tesis o al segunda parte de dicho

texto.

La argumentación: Son las razones previas que descubren la lógica científica para llegar a la construcción

teórica esencial. Se destacan en ella los presupuestos epistemológicos ya asumidos de la literatura

científica que van a sustentar, en un primer acercamiento, la nueva construcción teórica y se convierten en

su base conceptual, pueden también revelarse reflexiones contradictorias o divergentes, dadas desde

diferentes teorías y concepciones, pero que ofrecen también una plataforma inicial epistemológica en el

nuevo conocimiento científico que se construye. Es saber demostrar el razonamiento más relevante para

convencer de la coherencia del conocimiento científico construido por el investigador, en la búsqueda de

conceptos y categorías que van estructurando la argumentación de la construcción teórica, es saber

además, emplear la comparación y dentro de ésta, la analogía científica, como una ventaja de la propia

argumentación.

Las argumentaciones dan cuenta también de la cultura epistemológica del investigador y facilitan la

finalidad de persuadir a la comunidad científica de sus aportes y resultados, a partir de demostrar una

306 
 
estructuración lógico-dialéctica en la construcción del conocimiento científico. Es el sustento del aporte del

investigador, que sostendrá científicamente la conclusión más esencial del texto.

La conclusión: Es el aporte esencial construido por el investigador. En la conclusión se revelan nuevas

cualidades, rasgos y relaciones esenciales, como regularidades del objeto investigado. Comprende el

resultado teórico y el práctico, como dos estadios de lo concreto pensado.

La elaboración de la conclusión no transita mediante una deducción absolutamente rigurosa de la síntesis

de un gran número de datos establecidos. El nuevo conocimiento que contiene la conclusión representa un

salto cualitativo en su desarrollo, en el cual es posible advertir determinados fundamentos objetivos, pero

también contiene una buena dosis de imaginación e invención, donde radica la novedad del texto.

Tampoco el nuevo conocimiento surge espontáneamente, regularmente el investigador, en cuya conciencia

se genera cierta suposición, está guiado por determinados estímulos y representaciones que encuentran

su respuesta en la idea que paulatinamente se configura a través de la justificación, la fundamentación y la

argumentación.

Estas consideraciones, en términos de las categorías del diseño de la investigación, reflejan el tránsito

desde el problema a la teoría a través de la hipótesis, como resultado de un proceso lógico-dialéctico en el

acercamiento cada vez más esencial a la interpretación del proceso investigado, en el camino hacia la

construcción de una conclusión.

Una respuesta científica nueva no es entonces, hecho accidental, no tiene nada de místico y su

espontaneidad es muy relativa. Lo nuevo parte de un conocimiento empírico y teórico acumulado (datos),

pero tiene que tener determinados estímulos, necesidades sociales y científicas, además de suposiciones

intuitivas y novedosas, que paulatinamente darán lugar a la justificación, la fundamentación, la

argumentación y la conclusión.

307 
 
En ese camino entre los datos y las conclusiones, se desarrolla un proceso de construcción lógico -

dialéctica en el cual la conclusión es la forma más madura, profunda y esencial en que se refleja

objetivamente y concretamente la realidad, esto es lo concreto pensado.

No significa que la conclusión sea la culminación del desarrollo del conocimiento; sino que es la

interpretación dialéctico-materialista en la que toda conclusión científica se caracteriza por ser un

conocimiento verdadero, esencial, que posee determinada justificación, fundamentación y argumentación,

pero que está sujeta a errores. El constructo teórico es una configuración relativamente verdadera que

significa un paso esencial en el desarrollo del conocimiento, pero a la vez toda teoría está condicionada por

determinado nivel de desarrollo del conocimiento y de la práctica humana y será expresión de los logros y

limitantes del momento en que se construyó.

La objetividad en la conclusión no se alcanza ocultando la subjetividad, o simplemente no considerándola,

sino por el contrario, elevándola a un primer plano para conocer su influencia, que no es siempre negativa

como afirman los positivistas, es por el contrario, positiva si somos capaces de encontrar esa dialéctica

necesaria entre lo objetivo y lo subjetivo que está presente siempre en el conocimiento humano.

La aplicación o ejemplificación: Es la correlación entre la construcción teórica y la corroboración y

aplicación del instrumento diseñado (estrategias, alternativas, experimentos), donde el investigador tiene

que saber encontrar, en el texto que así lo requieran, la aplicación del nuevo conocimiento científico al

contexto profesional en que se inserta la investigación, con el objetivo de demostrar la relevancia de sus

resultados.

Ahora bien, esta lógica de la argumentación desarrollada en un informe argumentativo será pertinente si se

logra la interrelación significativa entre cada uno de sus elementos constitutivos, capaz de distinguir entre

los hechos y sus interpretaciones, entre la supresión consciente por parte del investigador de inferencias

308 
 
no justificadas y el contexto teórico establecido, en la relación dada entre los datos y las conclusiones,

entre los aspectos esenciales en el proceso investigativo.

En todo este proceso argumentativo de la construcción de un texto científico se van revelando un sistema

de contradicciones dialécticas que son consecuentes, a su vez, con el propio proceso investigativo. Desde

el punto de vista metodológico se le confiere un gran valor a la compresión por los investigadores de las

configuraciones principales que modelan el texto científico, sus relaciones esenciales y contradicciones.

Es muy conocido que en las contradicciones dialécticas internas que se revelan dentro de todo proceso

está la fuente de su desarrollo y la seguridad de que se produzcan los cambios cualitativos en el propio

proceso. El poder comprender la dialéctica de estas contradicciones permitirá una aplicación consecuente

de un método científico, con el que se logre revelar una conclusión trascendente y una construcción del

informe argumentativo de calidad.

Entre las contradicciones fundamentales que se dan en un texto argumentativo se debe reflexionar en:

- La contradicción inicial entre los datos y la justificación. Los datos se concretan en una

relación espacio-temporal desde la revelación de hechos y fenómenos dados en una situación

determinada o por contenidos teóricos, sintetizados, generalizados, y construidos, en el proceso de

búsqueda bibliográfica (marco teórico). Las proposiciones de contenidos abstractos se expresan

en conceptos, categorías, relaciones, principios, ya aceptados, y contribuyen, conjuntamente con

los datos concretos, a la generación de una nueva construcción teórica. Existe, por tanto, una

relación intrínseca distintiva entre los datos concretos revelados en el diagnóstico de una situación

determinada y el contenido abstracto generalizado proveniente del marco teórico, lo que revela la

primera contradicción y por tanto, la concatenación lógica del informe de tesis, y genera la

justificación, como causa de la investigación.

309 
 
Los datos referentes a los hechos y fenómenos externos del proceso real que es investigado, se sintetizan

en el problema de la investigación. El problema, al revelar las insuficiencias que se generan en el proceso

investigado, constituye el efecto, cuyas causas, se expresan en la justificación. El problema y su

justificación constituyen, entonces, configuraciones contrapuestas del proceso argumentativo que no se

identifican entre sí, pero que encierran una unidad, pues cada uno de ellos supone la aparición del otro.

Entre ellos se evidencia un encadenamiento efectivo; los datos, sintetizados en el problema científico, no

se pueden concebir sin la justificación que los engendra y se expresan en una acción mutua.

En el informe argumentativo, en ocasiones, se incorpora la descripción de los datos concretos, sin que ella

constituya la tipología textual predominante, este texto es complejo, pues la argumentación atraviesa todo

el informe, utilizando mecanismos de apoyo en busca de legitimar la nueva propuesta a partir de la relación

entre los datos y la justificación. Los textos científicos emergen para cuestionar insuficiencias dadas en el

objeto de investigación (objeto de la cultura), y se ratifica que no puede haber justificación para ninguna

afirmación (problema) fuera de ese objeto.

A veces la justificación está en el cuestionamiento revelado en los resultados obtenidos de los datos

concretos o en el cuestionamiento a los contenidos abstractos ya establecidos, lo que ofrece el fundamento

para la transformación o innovación cualitativa de ese objeto.

- Contradicción entre los datos-justificación (relación causal) y la fundamentación

(necesidad). De la relación causal entre los datos y la justificación, emerge la necesidad dada en

la fundamentación, que se va desplegando desde los propios datos y la justificación. La

fundamentación es una concreción de esta relación causal, como una necesidad desplaza la

atención hacia el objetivo de la investigación y prevé el nuevo conocimiento como aspiración.

La fundamentación prepara el proceso de introducción de la construcción teórica. Es considerada como

una información sustantiva en el texto argumentativo, es la que desbroza el camino para la nueva
310 
 
construcción después que los datos y la justificación le abrieran la entrada al razonamiento científico. En la

medida que se comienzan a introducir informaciones nuevas en el texto, ellas llegarán a constituir, en otro

momento de ese mismo texto, una información ya compartida en las subsiguientes proposiciones

temáticas, lo que garantiza el carácter secuencial significativo y ascendente del informe argumentativo.

Al revelarse las causas de las insuficiencias dadas en el objeto investigado se percibe su necesidad, lo que

permite establecer la relación íntima entre datos, justificación y fundamentación. La fundamentación se

convierte, entonces, en una premisa de orden superior para el aporte teórico esencial de la tesis y se

expresa como una forma específica de la relación entre los fenómenos.

El conocimiento científico parte del conocimiento del fenómeno que se manifiesta y del estudio de sus

relaciones de causa y efecto, cuya revelación permite descubrir la necesidad que propicia la transformación

cualitativa de ese proceso. Siendo consecuentes con la concepción dialéctica, se entiende por necesidad lo

que tiene su causa y esencia en sí mismo, de sus nexos internos, esto es, que en los nexos esenciales que

se establecen en los procesos emergen las causas de la necesidad.

Todo proceso de construcción de un nuevo conocimiento parte de los problemas revelados para resolverlo

y se apoya en el conocimiento teórico ya existente, para resolver esos problemas se proponen soluciones

hipotéticas, que ya desde la fundamentación se expresa su necesidad, y van a ir relacionándose con los

argumentos hasta el nuevo aporte propuesto lo que en sí mismo, este aporte generará nuevos problemas a

investiga, como un reto permanente de la ciencia, consecuente con el carácter infinito del conocimiento.

- Contradicciones que se operan en los argumentos. Constituyen las contradicciones dadas

entre las ventajas, los inconvenientes y la comparación de las razones previas a la construcción

teórica que constituyen la plataforma epistemológica esencial en que se sustenta el nuevo

conocimiento propuesto.

311 
 
Estas contradicciones internas están orientadas a vencer las posibles resistencias de la comunidad

científica, al propiciar una asimilación cognitiva más viable desde un conocimiento general compartido.

Estas razones respaldan la construcción teórica, pues en sentido general, existe ya un marco de

conocimientos establecidos que confluyen, de forma sistémica, en el establecimiento de nuevos

conocimientos. El texto científico argumentativo debe apoyarse, entonces, en planteamientos y tesis ya

establecidas de antemano, pero no puede quedarse en éstas, porque no sería, entonces, un nuevo

conocimiento.

En este proceso de argumentación se establece una relación esencial entre lo histórico y lo lógico, lo

histórico visto desde la perspectiva de la selección y generalización de los conocimientos de carácter

histórico que constituyen el soporte teórico sobre el que se sustenta el aporte del texto argumentativo y lo

lógico, como esa forma de movimiento del pensamiento para guiar desde lo conocido a lo nuevo por

revelar, es saber, en el orden metodológico, demostrar la lógica del valor científico-funcional de los

principales conceptos, categorías, que desde lo ya aceptado, introduce el sustento para lo nuevo. Este

proceso de argumentación permite comprender el carácter innovador de la ciencia.

- Contradicciones dialécticas en las relaciones internas que se generan en la conclusión

(nuevo modelo o concepción teórica propuesta). Dentro de estas relaciones emerge la

contradicción esencial de la investigación, que es capaz de generar el resto de las contradicciones

anteriores dadas en las diferentes secuencias estructurales del texto argumentativo, y parte de la

esencia misma la construcción teórica y práctica, para volver a establecer la conexión con los

hechos y fenómenos que le dieron origen en la solución del problema investigativo detectado.

Conocer adecuadamente un proceso para establecer una construcción teórica es saber revelar sus

relaciones y contradicciones, que son resultado del movimiento y desarrollo del objeto transformado en un

312 
 
momento determinado de su curso histórico, en ellas entonces, debe buscarse la contradicción

fundamental de la investigación.

En la conclusión sin embargo, pueden valorarse otras contradicciones, como es el caso entre la

abstracción del objeto de investigación y la generalización del objeto transformado que da cuenta del

carácter de las relaciones esenciales de la construcción teórica, que en tanto más abstracto, es más

esencial y, en consecuencia, más generalizable.

Lo modelado modelo o construcción teórica propuesta, se da además, una relación implícita entre lo nuevo

y lo viejo, pues hay una concatenación entre el texto que se presenta y el contexto en que se inserta, lo

que hace que los miembros de la comunidad científica vayan estableciendo una comparación entre lo que

ya existe y lo que se revela como el aporte del texto.

Constituye otra contradicción interna dentro de la conclusión la que se establece entre la construcción

teórica elaborada y lo práctico de esa conclusión, a través de estrategias, alternativas o metodologías

experimentales o no. La contradicción se concreta en la relación entre la teoría y la práctica propuestas.

Tanto lo teórico (modelo o construcción teórica) como lo práctico constituyen niveles teórico-empíricos de

la conclusión, por lo tanto de carácter abstracto y concreto, pero que tienen diferente jerarquía científica,

pues lo teórico apunta a la esencia misma de la ciencia y lo práctico a su instrumentación. Toda

investigación científica conducente a la obtención de cualquier nivel de la profesión tiene que aportar a la

esencia misma de la ciencia o ciencias en que se investiga, por lo que quedarse sólo en la instrumentación

de otros aportes teóricos, en la descripción o el especulación, no acredita este niveles de desarrollo

superiores en la construcción del conocimiento científico.

313 
 
- Contradicción entre la conclusión y su aplicación y ejemplificación. Esta contradicción se

manifiesta entre el carácter abstracto de la conclusión y el carácter concreto de su corroboración o

aplicación.

La conclusión, como nivel concreto pensado en un plano abstracto, expresa el objeto transformado, que al

ser llevado a la práctica transita por diferentes niveles de concreción, a saber, corroboración,

ejemplificación y aplicación.

En la corroboración se valora la factibilidad y el valor científico-metodológico de la propuesta, a través de

algún método o técnica valorativa, como es el criterio de expertos.

En la ejemplificación se realiza una aplicación parcial, que se valora con algún método o técnica, entre

ellos con el empleo de un cuasi-experimento.

Se hace necesario hacer una reflexión diferente en el caso del empleo de métodos cualitativos como la

Investigación-Acción, el Etnográfico, el Estudio de Casos, entre otros. Estos provocan un tratamiento

diferente al surgimiento de la construcción teórica, a partir de que la nueva construcción del conocimiento

emerge con la propia aplicación de estos métodos cualitativos, y por tanto, con la lógica científica del

investigador difiere del modelo más regular presentado hasta el momento, en ellas los argumentos y su

conclusión se van generando en el mismo proceso de aplicación del método y su nivel de concreción se

realiza posteriormente y puede asumirse cualquiera de sus tres niveles.

Cabe significar que el valor científico de los métodos cualitativos está en su íntima vinculación de los

niveles empíricos y teóricos del conocimiento, y la investigación alcanza un constructo teórico esencial.

Por último, la aplicación, como el tercer nivel de concreción, estará en la realización de experimentos

completos, que pueden alcanzar un nivel de validación. La aplicación, en término genérico que representa

314 
 
los tres niveles de concreción, se convierte en una premisa para un valor generalizado de los resultados de

la investigación.

La aplicación del instrumento favorece la eficacia del texto argumentativo. El vínculo entre la abstracción

revelada como nueva y su concreción en la praxis social es una demostración de abordar la realidad desde

una posición científica concreta.

La aplicación del instrumento se convierte, a su vez, en la génesis de un nuevo pensamiento abstracto, lo

que enriquece la teoría y demuestra su interdependencia y apoyo recíproco. El instrumento aplicado con

rigor científico es capaz de generar nuevos retos y perspectivas a la ciencia en la medida que exige

penetrar en la esencia de los fenómenos y procesos, y volver a revelar nuevas relaciones de causas,

efectos, necesidad, relaciones entre lo histórico y lo lógico, lo nuevo y lo viejo.

La epistemología contemporánea ubica el problema de la corroboración, ejemplificación y aplicación de las

propuestas científicas en la dimensión de la auto-fundamentación de los sistemas hipotéticos, ellos

aseguran la construcción del conocimiento en vínculo con la realidad, sobre la base de la autorregulación

de las relaciones entre la teoría y la práctica, sin embargo, se considera necesario precisar que hay

propuestas de procedimientos para el establecimiento de una verdad relativa teórica: el procedimiento de

la demostración, que tiene que ver con las inferencias deductivas, o sea, si las premisas son verdaderas, la

conclusión es verdadera; el procedimiento de la hermenéutica (ciencia de la interpretación), sustentado en

la interpretación de las relaciones dialécticas entre el sentido de la totalidad de lo real y su praxis humana

y los símbolos como expresión de esa realidad objetiva; el procedimiento de la verificación, o sea, es

revelar la relación verdadera de los enunciados, su relación con el objeto; y por último, el procedimiento de

la justificación, el cual su objeto lo constituyen las reglas en conformidad con las cuales se procede, así

como su nivel de fundamentación y de efectividad, de ahí que se considere que la aplicación en la práctica

315 
 
de esa nueva construcción teórica responderá a las necesidades investigativas que genere la propia

investigación.

La legitimidad de texto argumentativo, está en ser expresión del pensamiento científico del investigador,

como un proceso de relaciones dialécticas secuenciales y evidenciadas desde el problema investigativo

hasta la propuesta teórica y práctica y su aplicación en la praxis profesional, objeto de la realidad, ello se

concreta, a su vez, en lógica del texto argumentativo, el cual es reflejo también, de ese sistema de

contradicciones.

5. 3.- Lógica hermenéutica en la confección de un texto científico argumentativo mediado por el

método clínico

Es necesario entonces, penetrar en una propuesta de la lógica didáctica de la aplicación de la

hermenéutica en el proceso de construcción del texto científico médico clínico para facilitar la interpretación

del objeto de investigación (problema salud-enfermedad) y su expresión como texto argumentativo, para

ello se debe reflexionar en una concepción preliminar e integradora de la investigación clínica en unidad

con las estructuras secuenciales que la expresa:

La construcción del texto científico por los médicos, está conformada por la integración significativa de

sucesivas ideas a defender que atraviesan todo el proceso investigativo del clínico y que están

direccionadas por una intencionalidad científica de dicho investigador. Esta intención es conceptualizada

como el móvil que conduce a todo el proceso de la construcción del texto argumentativo y que debe

comenzar a expresarse desde las premisas que sientan sus bases, esto es válido hasta en la confección

de la Historia Clínica como texto científico argumentativo.

316 
 
El informe científico, al ser un texto esencialmente argumentativo, comenzará a construirse desde la

relación de las ideas científicas que se defienden en cada microestructura textual, apelando al contexto en

que se desenvuelven, y en busca de una coherencia científica integradora. En ese sentido no es igual la

confección de una HC en Ginecostetricia que en pediatría,

El estudio histórico - tendencial del objeto de investigación, su caracterización epistemológica y el

diagnóstico facto -perceptual del comportamiento actual de ese objeto, expresan la intencionalidad de crear

las premisas para la propuesta del aporte esencial de la investigación, de ellas emergen la determinación

del problema investigativo las relaciones causales que lo engendran y la necesidad de su transformación

cualitativa.

En esta dinámica de indagación y construcción se va configurando la hipótesis, como un primer

acercamiento a la posible solución de ese problema que se investiga. La construcción de estas premisas

constituye una multiplicidad lógica dialéctica integradas alrededor de estas primeras ideas científicas. Su

interrelación comienza a caracterizar cualitativamente a todo el texto como una microestructura de niveles

constructivos sobre la base de una estratificación de conceptos y categorías científicas medico y clínicas

esenciales, lo que conlleva al investigador clínico, desde estos primeros momentos, a conformar su

sustento epistemológico, que se deberá mantener durante todo el proceso de expresión de su lógica

científica.

Este sustento epistemológico adquiere relevancia en tanto las expresiones lingüísticas son valores

conceptuales que se definen por sus oposiciones y por su funcionamiento, lo que garantizará los límites

entre una terminología precisa o imprecisa ante la interpretación de ese objeto de la realidad. La distinción

de las categorías son muestras de la expresión de rasgos o cualidades, característicos y pertinentes, que

conceptualizan a ese objeto de investigación. Esta conceptualización es producto de la interpretación

317 
 
subjetiva del investigador y en la medida que se garantice su coherencia durante todo el texto científico se

cerrarán los límites de la imprecisión terminológica.

Las categorías proporcionan el acceso a ideas científicas más complejas y van facilitando un proceso

integrador de comprensión, explicación e interpretación desde la observación del objeto de investigación o

sea del problema de salud enfermedad. Ellas ofrecen a su vez, las primeras claves para hacer significativo

al objeto.

Se recomienda, por tanto, que desde el principio del proceso de observación del problema investigativo

medico clínico, se vayan estableciendo las categorías que van conceptualizando el comportamiento de

ese objeto, se sientan con ello las bases del conocimiento sistematizado, de rasgos, cualidades y

regularidades que van conformando el tramado de relaciones que se manifiestan en él, sin que constituyan

una colección de elementos yuxtapuestos de un inventario científico estructurado y alejado de la riqueza

suministrada por una idea integrada sobre la base de un pensamiento dialéctico.

La especificidad del conocimiento científico médico clínico se sustenta sobre la base de los intercambios

semióticos (de significado y sentido) entre las relaciones de los intérpretes, el conocimiento construido, las

intenciones y finalidades científicas y los símbolos y el contexto en que se insertan.

Esta conformación de la imagen del objeto real permitirá, posteriormente, establecer la comparación con la

imagen del objeto de investigación transformado por la innovación científica del investigador clínico.

Toda esta primera construcción intervendrá para definir el significado y el sentido de la lógica científica del

investigador clínico y facilitará la determinación estratégica de sus acciones científicas posteriores. Todo

objeto de investigación podrá ser modelado por categorías que permitan que la teoría se explique a través

de ellas, desde las potencialidades significativas que adquieren en un tramado de relaciones. La tarea

entonces, de este investigador continuará con la selección de aquellas categorías esenciales que tipifiquen

318 
 
con mayor exactitud el objeto transformado a partir del objetivo de su investigación - que es médico-clínica-

y el campo de acción asumido, en reducir los elementos de contenido a unidades significativas mínimas,

pero trascendentes para las nuevas relaciones que se establecen.

Toda categoría otorgada a un objeto o fenómeno de la realidad, responde a una clasificación de clase, y

sus límites se determinarán en relación con los de otras categorías diferentes, sus propiedades definirán la

pertenencia o no a esa clase, por lo que todo proceso de categorización es un sistema representativo de

interrelación de elementos, características y propiedades pertinentes a esa clase que pertenece el objeto

que se categoriza, sin menospreciar que el desarrollo de las capacidades humanas para asumir este

proceso de categorización constituye un aspecto esencial, pues las categorías se organizan en estructuras

jerarquizadas que van tejiendo una red significativa, más globalizadora y generalizable.

Todo proceso de categorización será expresión de una madurez cognitiva y lógica del conocimiento del

investigador, con la flexibilidad al flujo cambiante de la realidad, la abstracción de lo singular dado en la

expresión de las categorías permite reconocer, a su vez, la esencia totalizadora de esa significación

mediante una visión holística del objeto que se investiga. Esta flexibilidad en el investigador clínico

permitirá que los objetos puedan transformarse en función de los cambios y ofrecer nuevos datos al

conocimiento médico -clínico del mismo. El proceso de categorización no escapa a la organización inter-

categorial e intra-categorial del objeto, lo que abre perspectivas mayores para la penetración científica del

investigador clínico en el propio objeto.

Estas manifestaciones de significación asumirán entonces, relaciones combinatorias, que lejos de cerrar el

espectro significativo del objeto de investigación del médico, abrirán un universo potencialmente infinito a la

ciencia para que desde diferentes perspectivas pueda existir siempre otro sistema de relaciones, abierto a

la creatividad para la transformación de ese mismo objeto de investigación. No se puede soslayar que los

significados de las cosas y fenómenos en relación a los problemas de salud y de enfermedad, como
319 
 
representaciones mentales de ellos, constituyen formaciones culturales del profesional médico desde un

mutuo condicionamiento dialéctico.

La interpretación hermenéutica en el médico durante la investigación mediada por el método clínico no

debe verse como una disección conceptual del objeto de investigación, sino como una obra científica del

investigador clínico que va emergiendo sistemáticamente desde la revelación de un sistema de

contradicciones dialécticas, hasta llegar a la reconstrucción cualitativa de ese objeto. Se hace necesario

romper entonces, con una concepción tecnológica de la interpretación del problema salud-enfermedad, y el

modelar el objeto desde sus categorías esenciales no niega el valor cualitativo trascendental de la

interpretación hermenéutica en la clínica. Esa interpretación científica surge del estudio no solo histórico

tendencial del objeto sino en toda su magnitud, en un contexto y con una intencionalidad objetiva, no

desvinculada de ese complejo mundo de relaciones que desde todo texto y contexto se revela. Se

necesita, por tanto, una interpretación humanística ante toda posición científica del investigador clínico.

La interpretación humanística, será efectiva desde una visión totalizadora del significado de la obra

científica en sí misma y no en la taxonomía de cada una de sus partes sin ser integradas a ese valor en un

todo, y dejando de ser esa suma de técnicas, métodos y procedimientos fríos y cuantitativos. Una obra o

un texto científico argumentativo se tejen desde diferentes estructuras lógicas y científicas secuenciales,

pero que deberán ser expresión de una flexibilidad comunicativa para hacer evidente ese pensamiento

humanístico del investigador, que facilite el descubrimiento por la comunidad científica del significado

latente y oculto del texto científico.

En este nuevo sistema de relaciones entre las categorías esenciales del objeto de investigación

transformado, la comunicación desempeña el papel fundamental para instaurar, como mediatizadora, la

relación entre las expresiones (partes) de ese objeto y su concepción totalizadora. Estas formaciones de

categorías que realiza el investigador clínico no emergen casualmente ni son construidas por la
320 
 
espontaneidad, son productos de un acucioso trabajo de búsqueda científica y de una selección rigurosa

de los rasgos esenciales del objeto de investigación que transitan por comparaciones analógicas entre el

comportamiento actual de ese objeto y el comportamiento modelado de él, dinamizado por una

contradicción fundamental que debe ser hallada en la totalidad de ese comportamiento transformado y que

asegura su cambio a un estado cualitativamente superior.

Esta modelación del objeto no es posible configurarla sin apelación a aspectos contextuales para la

interpretación de su comportamiento, según Van Dijk (1977) los contextos son “transcursos de sucesos”,

definidos por índices espacio-temporales y con un movimiento cambiante, independientemente de lo que

piensen o crean los participantes de una situación comunicativa dada, donde intervienen conocimientos,

creencias, necesidades, intenciones y convenciones comunicativas, entre otros. Esta modelación, por

tanto, está impregnada de la subjetividad del investigador clínico, que debe ser capaz, desde su

imaginación y creatividad, reconstruir la significación de su objeto de investigación con una lógica científica

consecuente con la epistemología asumida en las premisas categoriales que sustentan su investigación.

Otro momento importante en la investigación médico clínica y por tanto de la aplicación del método clínico

lo constituye también la fundamentación de los argumentos que sustentan los aportes del investigador, de

forma tal que garanticen una conexión con esas conclusiones esenciales que han sido frutos de la

investigación.

Este método generador de interrelaciones significativas entre lógica investigativa facilitará el desarrollo del

pensamiento creador a partir de una búsqueda constante de la coherencia científica marcada por una

intencionalidad y finalidad investigativa.

321 
 
En el proceso científico del médico el objeto de investigación se enriquece sistemáticamente si se ajusta a

un proceso en espiral donde el pensamiento divergente y creativo pase de la abstracción a la acción

consciente y a la actividad práctica ante nuevas situaciones de búsqueda de soluciones.

Cada construcción de las microestructuras textuales inscriben la concepción del investigador clínico en la

dinámica de su proceso investigativo desde una red de determinaciones significativas y en cierto espacio

textual requerirá de adecuados ordenamientos lógico-sintácticos.

No se debe ver la aplicación del holismo como asignación de significados autónomos e interpretados como

expresiones independientes, la visión totalizadora del objeto de investigación constituye una unidad

indivisible y dialéctica que se dinamiza por contradicciones y condicionamiento mutuo, así como

continuidad y ruptura que desde sus expresiones emergen y sacuden todo el proceso. El conocimiento

científico médico y clínico se va construyendo desde un sistema unitario, y supera la división del significado

en componentes diferentes, externos e internos, que desde una sucesión lógica dialéctica y hermenéutica

van dando cuenta de un pensamiento holístico

Desde esta reflexión preliminar totalizadora del proceso de construcción del texto científico argumentativo

del médico según la lógica de la investigación medida por el método clínico desde los presupuesto

asumidos durante todo el texto, quedaría entonces, por precisar que: El abordaje del objeto de

investigación médico-clínico desde las fuentes teóricas-empíricas, permitirá la caracterización de ese

objeto, y en la medida que se va conformando todo ese marco teórico-conceptual se sintetizarán los

principales rasgos, cualidades, conceptos y categorías que lo identifican desde la cultura médico-clínica ya

existente, lo que permitirá expresar las afirmaciones de esa enunciación asumidas por ese investigador,

como paso preliminar y básico de la investigación. Esta será una visión totalizadora del objeto, sin

despreciar el estudio detallado de sus partes y configuraciones en la revelación de sus principales

relaciones contradictorias.
322 
 
Este proceso de categorización del objeto de investigación, su conceptualización, la revelación de sus

propiedades y atributos, generará su interpretación hasta llegar a la construcción teórica realizada,

partiendo del reconocimiento de la autonomía del objeto de investigación a partir de que el significado debe

buscarse en el fenómeno estudiado y no ser proyectado en él.

La precisión del problema de investigación médico clínica en un nivel de esencialidad más profundo ya

desde la conformación de todo el marco teórico-conceptual, garantizará la búsqueda de las principales

causas y necesidades para la transformación y el cambio del objeto de investigación y resolver el problema

de salud-enfermedad. El nivel de explicación de toda la posición asumida por el investigador clínico debe

ser revelada desde una óptica integradora y secuencial, desentrañando las relaciones causales que se dan

dentro de todo ese marco teórico-conceptual, desde un análisis crítico profundo.

Se establece, por tanto, la necesidad de precisar las relaciones causales que se dan en el objeto de

investigación y la interrelación dialéctica entre sus configuraciones, no debe verse el objeto como

agregados de componentes, sino como unidad integradora que no puede subdividirse ni construirse

mediante un proceso de suma entre las partes. Se considera necesario por tanto, la explicación de los

nexos, relaciones y dinámica que se dan en la lógica científica del investigador.

La búsqueda de la hipótesis comienza desde los análisis referenciales teóricos, en ellos tiene su génesis y

garantiza el camino para el descubrimiento la construcción teórica. La interpretación secuencial de todo el

proceso de búsqueda referencial tiene que ser llevada como un hilo conductor integrador en el proceso

investigativo mediado por el método clínico, el investigador en este caso deberá hacer constantemente

extrapolaciones de los textos consultados, establecer procesos de intertextualidad e intra-textualidad para

garantizar procesos de generalización teórica y empírica, como formas de abstracción necesaria en la

caracterización gnoseológica de su objeto de investigación.

323 
 
La necesidad de desarrollar una capacidad predictiva en el investigador clínico, desde los primeros

momentos de su investigación, constituye un aspecto esencial para una propuesta auténtica y pertinente, lo

que no significa frenar la fluctuación mental ante los nuevos hallazgos. El investigador de este tipo deberá

ir adquiriendo familiaridad y confianza en el tratamiento a su objeto de investigación de forma tal que le

permita ir penetrando en toda su complejidad y sus conexiones.

La selección de los fundamentos que sustentan la teoría del investigador clínico garantiza la interconexión

con el marco teórico–conceptual precedente y la nueva construcción teórica, es otra forma de

interpretación hermenéutica de la investigación medida por el método clínico a partir de revelar las

relaciones de significados y sentidos que adquiere lo viejo en lo nuevo.

La modelación del objeto transformado debe partir de que su interpretación no es un conocimiento estático

e indiscutiblemente se sustenta en un valor intrínseco del objeto de investigación, y ha partido a su vez, de

un objeto real, pero él tiene que ser capaz de trascenderlo y superarlo en lo teórico y en lo práctico, su

interpretación implica una aplicación en la contemporaneidad, y una posición consciente que encuentra en

la negatividad dialéctica su esencialidad científica.

En esta modelación se sugiere la búsqueda de rasgos y cualidades del objeto que se configuran en una

relación dialéctica para hacer emerger una nueva cualidad o rasgo, a veces esos rasgos o cualidades ya

han sido evidenciados por las ciencias médicas, sin embargo la novedad puede estar en revelar como

nueva la relación dialéctica que se manifiesta entre ellos, lo que le confiere al proceso una nueva cualidad

que lo hace un transformador cualitativo del problema investigado.

De todas estas relaciones emergen entonces, regularidades en el comportamiento del objeto transformado,

y que a su vez deben revelarse en la construcción del instrumento práctico que garantizará su aplicación a

la praxis profesional, es por tanto, otra interpretación hermenéutica en el proceso investigativo del médico.

324 
 
No se puede soslayar que el nuevo significado de la propuesta se inserta en un contexto y es reflejo de sus

condiciones y premisas.

Para el desarrollo de este proceso de interpretación hermenéutica medico clínica, se considera además, la

necesidad de dejar de forma explícita las siguientes consideraciones: la intencionalidad del texto científico

que se defiende, las condiciones y premisas en que se desenvuelve la investigación médico clínica, la

relación con el contexto, la coherencia entre todas las relaciones secuenciales de la lógica científica,

precisando que toda obra humana es individual e interpretativa desde lo particular de su estudio y desde su

carácter ideográfico.

Se hace necesario recordar que la selección de un enfoque epistemológico y metodológico para el proceso

de investigación científica médico clínico requerirá determinar el tipo de métodos y técnicas a utilizar, las

teorías que sustentarán la investigación y el valor de sus aportes, todos desde una concepción integradora

y hermenéutica de ese proceso en el propio método clínico.

Todo proceso de interpretación hermenéutica tiene que ser revelador de su lógica científica, desde

descifrar el objeto para comprenderlo hasta transformarlo para una interpretación diferente, y su tarea

básica es hacerlo cercano, legible y asequible, pues esencialmente un estudio hermenéutico trata los

principios metodológicos de su comprensión, su explicación e interpretación desde la observación y

satisface no sólo al conocimiento básico de la palabra, como hacía en su primera utilización teológica, sino

al conocimiento de cualquier objeto de investigación permeabilizado por la subjetividad del hombre desde

la objetividad de los procesos y fenómenos de la realidad. La aplicación del proceso hermenéutico al

método clínico garantiza pues, un mayor nivel para el autoconocimiento de los objetos de investigación, sin

que la verdad científica sea total o inequívoca.

325 
 
En este capítulo no hemos apartado un tanto de la relación con el método clínico la no demostrarlo con

ejemplos concretos y hemos abordado la construcción de un texto científico argumentativo desde los

aspectos más generales que puede ser aplicado a cualquier método investigativo de cualquier ciencia, de

los que esperamos que el lector haga las correspondientes relaciones con el método clínico, y es que esto

es intencional, porque el autor esta buscado una autorreflexión de los lectores en su propio proceso

interpretativo y por tanto hermenéutico.

326 
 
CAPÍTULO VI.

LA DIDÁCTICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y POR TANTO DEL MÉTODO CLÍNICO

6.1.-Papel de la investigación científica mediado por el método clínico en el desarrollo del talento

humano del medico

La Educación Médica Superior se encuentra ante el reto de ofrecer una mayor ampliación a sus servicios

formativos y por tanto docentes-asistenciales, científico-investigativo y gerenciales, a través de óptimas

posibilidades para la formación del conocimiento científico médico-clínico y en ese sentido de médicos que

favorezcan un acceso equitativo, lo cual implicaría, prospectivamente, una mayor diversificación de sus

instituciones, transformaciones en sus estructuras, mayor adecuación a las necesidades socio-humanista

asistenciales y por tanto vinculadas a los problemas de salud-enfermedad, incremento de la movilidad

dentro del sistema de salud, nuevas expresiones curriculares de la formación de pregrado y postgrado, así

como la transformación de las relaciones sociales de aprendizaje basadas en la autoformación y el

autodesarrollo mediado por la investigación científica de avanzada.

Todo ello genera la necesidad de enriquecer el talento humano del médico, como expresión del mayor

desarrollo cultural y científico de los sujetos implicados en la formación del médico, que constituyen el

sustento más valioso de los procesos socio-humanísticos-asistenciales, por lo cual es una prioridad

esencial en todas las universidades médicas en estos tiempos. “De lo que se trata es de tener acceso al

327 
 
conocimiento y de tener la preparación necesaria para ser también generadores de conocimientos, de

ideas, de pensamiento” (Vecino, 2004).

El fortalecimiento de la investigación científica, mediada por el método clínico en las universidades médicas

es una necesidad, que se evidencia cada vez más, desde los propios aportes de la universidad a la

sociedad, que si bien no alcanzan cubrir las expectativas, si son resultado de los importantes proyectos de

investigación que en muchas universidades se emprenden.

No caben dudas que frente a los desafíos salubrista y por tanto los que plantean los problemas de salud-

enfermedad que se presentan en los individuos, las familias y las comunidades en la contemporaneidad, el

camino tiene que estar orientado hacia el fortalecimiento de la cultura científica investigativa mediada por el

método clínico de todos los médicos, tanto en el aspecto personal como por la influencia que ella tiene en

el logro de un verdadero desarrollo sostenible y sustentable de la salud.

En ello, los profesores universitarios de las instituciones docentes y docentes-asistenciales para la

formación del médico tienen un papel preponderante. La respuesta pertinente que las universidades

médicas tienen que dar lo necesario de lo actual, exige consolidar la formación científica-investigativa de

todos sus implicados, tanto en la formación inicial de pregrado hasta la formación continua y permanente

de postgrado, la cual ha de estar medida por el método clínico

En tal sentido, en diversos espacios como en la V Cumbre iberoamericana de Jefes de Estado y de

Gobierno celebrada en Buenos Aires, Argentina, en Octubre de 1995, dejó definida la importancia de la

investigación en el desarrollo económico y social de los países, reconociendo que la formación amplia del

talento humano para la investigación, a todo nivel, adquiere una urgencia y una dimensión hasta ahora

inéditas e incuestionables por su poca generalización. Se destaca así mismo que lograr esto pasa

necesariamente, por el reciclaje de cientos de miles de profesores y por una fuerte inversión de recursos

328 
 
en la generación y difusión de investigaciones de carácter teórico, experimental y aplicado y que no sólo se

requiere educar a los individuos, sino también proporcionarles el entorno institucional adecuado.

En consecuencia a lo anteriormente planteado, concediera el autor de este texto exponer alguna

consideraciones que desde su investigación, potencia a lo anterior y que denota y connota un peligro que

es necesario revertir, previa valoración de considerar la investigación científica y por tanto el método clínico

como sustento en la formación del médico.

 El método clínico. sustento en la formación del médico, mediado por la diversidad en la

investigación científica de avanzada

Para introducirnos en este espacio se parte de que este autor asume la Clínica como una disciplina que

con carácter de ciencia, es considerada la más importante para el ejercicio de la Medicina, que hoy se ha

extendidito a casi todos los profesionales de la salud.

Cuando se hace referencia a médicos y enfermera, la clínica persigue los pasos y está muy estrechamente

relacionada a la Semiología, cuyas categorías no significa lo mismo aunque estén mutuamente

condicionada siendo esta ultima entendida desde hace mucho tiempo como ciencia y arte de la medicina

en el transcurso indagativo y argumentativo de los procesos de salud y enfermedad, orientado

fundamentalmente al diagnóstico de una situación patológica (enfermedad, síndrome, trastorno, etc.),

basado en la integración, de la comprensión, explicación e interpretación, mediada por la observación de

los síntomas y otros datos aportados por la anamnesis durante la entrevista médica con el paciente, los

signos de la exploración física y la ayuda de exploraciones complementarias de laboratorio y de pruebas de

imagen. Pero la categoría clínica expresa algo más abarcador y esencial y a la vez más totalizador.

Pero el concepto de clínica es muy antiguo, sufriendo un proceso evolutivo que ha continuado a lo largo de

la historia, mostrando que como todo termino, va adquiriendo significado y sentido en dependencia de las

329 
 
condiciones histórico concreta de un contexto determinado y la cultura desarrollada. En sus inicios fue

recibiendo un importante impulso en su desarrollo con los médicos griegos como Hipócrates en el siglo V

antes de Cristo y luego en la Edad Media y en el Renacimiento, fundamentalmente en los asilos u

hosterías, después hospitales para desposeídos, enfermos y ancianos abandonados en Holanda, Francia e

Italia.

Por otro lado si se parte de considerar el termino clínico perteneciente o relativo al ejercicio práctico de la

medicina basado en la observación directa de los pacientes y en su tratamiento. Signo, síntoma clínico.

Persona consagrada al ejercicio práctico de la medicina, y a la categoría método como, modo de decir o

hacer con orden, modo de obrar o proceder, hábito o costumbre que cada uno tiene y observa así como

procedimientos que se siguen en la ejecución de un proceso. Es entonces que partiendo de juicios,

razonamientos y conceptos que tipifica una deducción genética de este autor se puede arribar a una

definición más esencial y considerar a priori el método clínico.

El método clínico entonces es una configuración que expresa el proceso o secuencia ordenada de

acciones que los médicos han desarrollado para generar no solo la atención al individuo, la familia y la

comunidad, sino también sus conocimientos, donde para algunos, su uso y aplicación data desde el

comienzo de la era científica, pero para otros desde el mismo comienzo de la medicina como gremio. Esto

es por ser considerado: modo de actuación, método de investigación y método de enseñanza aprendizaje,

pues en el mismo subyace lo asistencial, lo docente y lo científico-investigativo, así como lo gerencial.

No obstante siempre va a ser considerado en la actualidad por muchos como el método científico aplicado

a la práctica clínica; es el orden recorrido para estudiar y comprender el proceso de salud y de enfermedad

de un sujeto en toda su integridad social, biológica y psicológica pero también ecológica y espiritual.

330 
 
Siendo así al aplicar el método clínico se está elaborando y construyendo el conocimiento científico

médico. Reconocimiento además que tiene una connotación histórico-social, dado que el "proceso de

conocer" cualquiera que sea, depende del tiempo y el espacio de una sociedad. De esta manera, en el

interior de cada sociedad se van desarrollando diversos saberes acerca de todos los aspectos que

preocupan al hombre, y unos son los problemas de salud-enfermedad que también como objeto, procesos

y fenómenos, son dados en la sociedad y adquiere carácter individual y carácter social.

El Método Clínico entonces, constituye la configuración que expresa el modo en el que la clínica se

desarrolla, con lo que caracteriza de modo especial la dinámica de dicho proceso, su movimiento. Es la

forma de desarrollar los contenidos (conocimientos, habilidades, valores y valoraciones) asistenciales,

docentes, científica investigativos y gerenciales. Es la expresión del proceso de formación continuo y

permanente en la propia labor del médico, que se configura en la vía o camino que se adopta en la

ejecución del mismo por los profesionales que lo llevan a cabo, para que pueda alcanzarse el resultado

como concreción del objetivo en la satisfacción del problema.

En consideraciones de Fernández Sacaza-2000- quien expresa que es la aplicación particular del Método

Científico, -refiriendo además- …que se hace necesario su manejo, para lo cual se necesita una

preparación previa –agregando- … no basta la acumulación de conocimientos, sino la adecuada utilización

de estos, así como la vinculación con la práctica. Es necesario precisar toda una serie de elementos, lo que

redundará en un conocimiento más acabado, como parte inseparable de la ciencia.

A pesar de que en estas palabras, del referido autor hay aspectos con los cuales se discrepan; donde uno

es la acumulación de conocimiento, así como considerar el método con la aplicación en sí mismo, se está

de acuerdo en su relación con el método científico, con la necesidad de una preparación previa y su

vinculación con la práctica.

331 
 
Hay otros autores como Paniagua-2014 en su libro de Gastroenterología y Hepatología clínica de ocho

tomos, al identificar el método clínico como la aplicación del método científico, lo relaciona tácitamente y de

manera absoluta con el método experimental, como si el experimento fuera la única forma de hacer

investigaciones científicas, dándole un carácter puramente positivista, con el cual hay múltiples

discrepancias en la actualidad, por otro lado este autor tipifica al método científico como común a todas las

ciencia de forma absoluta, despreciando la diversidad como expresión necesaria de lo común, por demás

también hierra al considerarlo como un método universal de la ciencia volviendo a pecar de posiciones

absoluta al relacionarlo con el método clínico, también establece como mucho un conjunto de etapas

secuenciales rígidas a seguir con lo cual también se tienen discrepancias. No obstante Paniagua está claro

de la relación del método clínico con la creación y desarrollo del conocimiento científico médico, y como

forma de enfrentar los problemas de salud para su solución.

Por otro lado el eminente clínico y profesor Dr.C. Miguel Ángel Moreno Rodríguez, en su libro publicado por

la Editorial de Ciencias Médicas en el 2012 titulado:- “El método clínico-lectura y selecciones” - individualiza

el método clínico y lo absolutiza, al considerarlo como una actuación del médico ante un paciente dado en

su individualidad, lo cual no deja de ser cierto, pero se aísla en esas expresiones de la condición social y

necesaria de la naturaleza humana, además de que en otro espacio establece la diferencia y la relación

necesaria que se establece entre la enfermedad y el enfermo, se contradice al asumir el adagio de que no

existen enfermedades y si enfermos, también como otros y muchos le da al método clínico como proceso

de investigación científica y creación del conocimiento, unas etapas secuenciales rígidas, al estilo

positivista del paradigma empírico-analítico, lo cual va en contra de la propia lógica del pensamiento en la

creación del conocimiento, negándose en ese sentido y por tanto contradiciendo, el desarrollo dialectico y

en espiral de el mismo.

332 
 
Pero desde el siglo antepasado Claude Bernard en-1865- (considerado por mucho el padre de la medicina

moderna e iniciador de la medicina experimental) ya definía, -según refieren algunos-, al método clínico

como el método científico aplicado en la atención del paciente, y si realmente es así, ya este eminente

científico lo identificaba entonces, además de un modo de actuación, también un modo de investigación y

de creación del conocimiento, describiéndole las siguientes etapas: formalización del problema a

investigar, hipótesis científica a demostrar, diseño y ejecución de los experimentos a realizar,

comprobación o no de la hipótesis y revisión y recomprobación, lo cual está también en relación al

paradigma positivista y por tanto empírico analítico que iniciaba y dominaba la ciencia de la época.

Todo lo anterior es retomado en la actualidad de forma acrítica, descontextualizada y con tendencia al

eclecticismo, no solo por Paniagua, y Moreno sino por múltiples profesores e investigadores de las ciencias

médica y de la salud. Donde además de ser válido en múltiples aspectos y haber impulsado el desarrollo

científico de ese momento y hasta nuestros días, tiene como limitante no establecer una lógica dialéctica,

implantándose como etapas lineales en el accionar clínico, al no reconocer y tampoco dejar claro en esa

catadura secuencial la complejidad del mismo y por tanto su carácter holístico y de desarrollo en espiral.

Estas cuestiones ya eran extremadamente contradictoria en el propio Bernard.

Por otro lado a pesar de que Claude Bernard, era un seguidor del positivismo de A. Contes, criticó su

definición de hipótesis, sin embargo sobre esta, Bernard tenía sus propias contradicciones. Consideraba

por una parte y erróneamente que toda hipótesis era una teoría, en muchas oportunidades la mal llamaba

“idea a priori”, por lo que su trascendencia de hoy conduce a llamarla en muchas investigaciones “idea a

defender”; además se contradecía al considerar en ocasiones que un científico no tenía por qué creer

tácitamente en un hecho si consideraba que el fenómeno o proceso podía ser de otra manera, a lo cual el

mismo se contradecía cuando decía que una hipótesis era falsa si los hechos no la confirmaba.

333 
 
Las contradicciones anteriores son más enfatizada cuando plantea que la “materia inerte” no se puede

comparar con los seres vivos ya que la primera carece de individualidad, lo cual le confiere que ante un

resultado de un experimento dado ante lo inerte es confiable, mientras que un resultado ante un ser vivo

mediado por el experimento no los es, pues esto quedaba reflejado en sus propios experimentos ante los

seres vivos, porque al repetirlo nunca obtuvo resultados iguales. Bernald en ese sentido, se lo explico al

considerar que cada ser vivo era una identidad independiente, fundamentando la relación existente entre lo

común y diverso, por lo cual los resultados obtenidos no eran los mismos cuando se repetían aplicando la

misma secuencia experimental.

No obstante y por todo lo anterior el método clínico es considerado en este texto como la configuración que

expresa la labor del médico en su totalidad, la cual tipifica las competencias preventivas, promotoras,

curativas, rehabilitadoras, diagnostica y terapéuticas, pero también las científico-investigativa (indagativas,

argumentativas, innovadoras y de creación), todo lo cual también es formativo. Esto está avalado si se

considera que la formación del médico ha de ser un proceso continuo y permanente durante toda la vida en

su propia labor profesional (asistencial, docente, científico-investigativa y gerencial) que condiciona el

desarrollo de las capacidades humanas profesionalizante mediado por la investigación científico de

avanzada. Es entonces que el método clínico también es contenido (conocimientos, habilidades, valores y

valoraciones), pero asimismo es competencia y desempeño, en fin es una totalidad en el accionar del

médico y los demás profesionales de la salud.

Lo anterior tiene como sustento epistémico para este investigador un modelo develado en investigaciones

doctorales identificado con el Modelo de Gestión Formativa socio-humanista-asistencial del profesional de

la salud en el ámbito comunitario, que tiene como eje la sistematización formativa, que posee como

intencionalidad desarrollar la cultura socio-humanista-asistencial en relación a la apropiación de la cultura

asistencial y la profundización de la cultura socio-humanista, mediado en una práctica asistencial y un

334 
 
trabajo comunitario. También tiene sus sustentos en la investigación referente a los aspectos humanista en

relación a las investigaciones clínicas de la Dra. C. M.E. Garcia-2014.

Ese modelo no entra en contradicción con los modelos explicados anteriormente en otros capítulos, por

tanto tampoco los niega, es solo una propuesta con la que se intenta limar las insuficiencias que pueden

derivar de los demás en la actuación del médico medida por el método clínico, tampoco es indefectible.

Por otro lado, en los momentos actuales es considerado por mucho la tendencia a un deterioro del método

clínico y en este sentido, de todo el accionar del médico, condicionado por múltiples aspectos entre los que

se encuentran: aspectos formativos, motivacionales, sociales, económicos, políticos, laborales entre otros.

Es entonces que a raíz de las consideraciones actuales, al tener en cuenta al método clínico como una

totalidad que tipifica las competencias y desempeño inherente a todos los profesionales de la salud y

específicamente del médico, se estima una crisis de la profesión en su totalidad.

Es desde lo anterior y para verificar lo que se vislumbra, que se planifico en el contexto de actuación de

este autor, un diagnóstico que permitió develar un problema, actuando e investigando sobre la situación y

el uso del método clínico por los médicos recién-graduados, y partiendo de la observación por varias

modalidades, potenciada por la sistematización de experiencia; realizando además encuestas a recién-

graduados, a profesores y a la población, se permitió arribar a ciertas opiniones, también se hicieron

entrevistas no estructuradas y a profundidad a: empleadores y directivos asistenciales, así como a

pacientes, familiares y a gestores de la formación del médico; todo lo anterior mediado por la triangulación

develaron datos institucionales y de la sociedad que se sintetizan en las siguientes manifestaciones

externa, como debeladoras reales de insuficiencias en la aplicación del método clínico y por tanto de todo

el accionar médico.

335 
 
• Inadecuada utilización de las técnicas del interrogatorio y el examen físico del médico recién

graduado que trasciende a los años de ejercicios.

• Escasa comunicación en la relación médico-paciente durante la labor asistencial de los médicos

recién-graduados en el tratamiento a los problemas de salud.

• Usos incongruentes de los medios diagnósticos que emanan de técnicas imagenológicas, de

laboratorio, entre otras.

• Escaso vínculo asistencial, docente, científico-investigativo por los médicos recién-graduados.

• Las investigaciones médicas, biomédicas, y salubristas fundamentalmente en los trabajos de

terminación de residencia (TTR), tesis de maestrías (TM) se alejan en muchas ocasiones de la lógica y los

estadios esenciales del método clínico.

Estos aspectos también se legitimista en investigaciones Doctorales que muestran las insuficiencias

formativas e investigativas, así como epistemológica y praxiológica, en relación a las investigaciones

clínicas donde tiene gran trascendencia la temática titulada “Dinámica científico profesional de la formación

axiológica biomédica del investigador clínico” -María E. García C- (2014)-

Las manifestaciones anteriores, se sintetiza en el problema identificado como insuficiencias en la aplicación

del Método Clínico por los médicos recién-graduados, que se generaliza en la totalidad de su forma de

actuación y limita por tanto la solución de los problemas de salud del individuo, la familia y la comunidad, lo

cual atenta contra la calidad de vida.

Continuando el estudio permitió determinar que el problema no solo estaba en la forma de actuación del

médico recién-graduado, sino en y desde su formación, lo cual fue develado del análisis crítico de planes y

programas de estudios como fueron el programa de las asignatura de Propedéutica y Medicina Interna así

336 
 
como el Plan de estudio y programa para la formación del especialista en Medicina Interna, por autores en

el ejercicio de obtención para la categoría de profesores titulares (ME. García -2014- R. García-2015-, E.

Hernández -2008-, además de sus propias investigaciones doctorales (García-2013-, ME. García-2014- ), y

en la profundización de la observación, las encuestas y las entrevistas, y consciente por otro lado que la

formación del médico esta signada en lo profesional y humanizante mediado por la investigación científica

de avanzada, esto permitió develar entonces como posibles causas del problema develado las siguientes:

1. Insuficiencias metodológicas en los planes y los programas de estudio para la formación del

médico en relación al Método Clínico como un método de investigación científica en la creación del

conocimiento, la autoformación profesional y el autodesarrollo.

2. Insuficiente concepción de la esencia y la naturaleza humana como sustento esencial del uso del

Método Clínico mediado por la investigación científica en el accionar de los médicos recién graduado, que

trasciende a la relación médico-paciente.

3. Insuficientes concepciones pedagógicas y didácticas para la formación científico investigativa del

médico como mediador del Método Cínico y por tanto como método para la formación del conocimiento

clínico.

4. Limitaciones teóricas en la vinculación de los contenidos con el uso del Método Clínico en relación

a las intervenciones docentes-asistenciales-investigativas, no considerándose como una totalidad.

Es entonces que todo lo anterior deviene problema diagnosticado en lo factico y lo causal, ya que las

deficiencias se manifiestan en la totalidad del método clínico y su uso, en ese sentido hay insuficiencias en:

• Los métodos de formación.

• Los métodos y modos de acción y actuación.

337 
 
• En los métodos de investigación.

• En los contenidos y por tanto en los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones.

• En la competencia y desempeño.

Partiendo de lo anterior se encausan estas reflexiones y se actúa sobres el proceso de formación del

Método Clínico mediado por la investigación científica como objeto, del cual se han develado sus

insuficiencias.

Este objeto se sustenta en lo epistemológico y lo ontológico al considerar que la formación del médico y el

profesional de la salud, es un proceso de desarrollo humano profesionalizante continuo y permanente, para

toda la vida, mediado en la investigación científica de avanzada, en el cual se desarrollan los contenidos en

estrecha relación dialéctica con lo formativo, ya que solo se forman estos profesionales si se desarrollan

los contenidos pertinentes y estos a su vez condiciona la formación, ambas configuraciones se sintetizan y

condiciona los métodos y modos de actuación de dichos profesionales, que tiene que estar sustentada en

la investigación, lo cual se dimensiona en las competencias y desempeño.

Las competencias que desde el punto de vista general están signada en el medico en la prevención,

promoción, rehabilitación, curación, diagnóstico y tratamiento; en donde subyacen competencias

particulares dentro de la que están el interrogatorio, el examen físico, la interpretación de exámenes

complementarios, entre un sin número más, están en estrecha relación dialéctica con el desempeño, que

tiene que ser académico, científico investigativo y laboral.

Esa relación dialéctica e indisoluble que se da entre las competencias y el desempeño condiciona y se

sintetiza en la práctica profesional, que puede ser de pregrado o de posgrado en dependencia del estado

formativo, y esta práctica es laboral, pero esto tiene que ser mediado también por la investigación

338 
 
científica, todo lo cual se dimensiona en método y modo de actuación del médico y demás profesionales de

la salud.

Por otro lado la dimensión laboral es el resultado de la relación que se establece entre la asistencia como

elemento esencial del médico, pero esta solo es posible en la relación con la docencia y la investigación

científica, todo lo cual tiene que gestionarse y administrase tipificando la labor gerencial que es necesario

en el desarrollo del proceso que siempre es formativo.

Como se ha podido develar se puede decir entonces que en las dimensiones: Laboral, Competencia y

desempeño y Método/modo de actuación, subyace siempre lo investigativo que es lo que tipifica en última

instancia el proceso formativo y justifica que dicha formación ha de estar siempre mediada por la

investigación científica. Y en lo cual tiene que tener como eje integrador al método clínico. Es por eso que

no solo desde lo ontológico y lo epistemológico se tiene al método clínico como una totalidad sino también

desde lo lógico y lo praxiológico.

En ese sentido se traza como uno de los objetivos de este texto y para investigaciones consecuentes,

potenciar el desarrollo continuo del Método Clínico en el proceso formativo del médico, mediado por la

diversidad en la investigación científica y sustentada en el modelo de gestión formativa socio-humanista-

asistencial en el ámbito comunitario, donde se inserta el modelo propuesto por la doctora ME: Garcia-2014-

en su tesis doctoral.

Es entonces que para modificar el objeto se ha de actuar sobre la dinámica formativa del Método Clínico

mediado por la investigación científica en la formación del médico como campo de actuación.

Y considerando que el proceso para desarrollar esta actividad y texto tampoco deja de ser Científico-

investigativo, se arriba a un supuesto argumentado que no es más que una hipótesis, determinada en que:

si desde el modelo de gestión formativa socio-humanista-asistencial en el ámbito comunitario, defendido en

339 
 
tesis doctoral en el que se inserta otros modelos, se desarrolla una formación continua y permanente en la

dinámica para el uso del método clínico como totalidad en el proceso formativo del médico, que devele la

contradicción entre el Método clínico con la investigación científica de avanzada y en su diversidad, se

podrá contribuir a solucionar las insuficiencias de la labor asistencial, de los médicos recién-graduado y

potenciar la labor de los que tienen más experiencia. Esta ha sido y es por demás la idea fundamental que

se defiende es este texto argumentativo

Resulta imprescindible por lo anterior y dado el desarrollo de la sociedad actual, que las universidades

medicas se empeñen en perfeccionar todo lo que tiene que ver con el fortalecimiento de las competencias

investigativas de sus estudiantes de medicina y profesores para poder acceder y generar nuevos

conocimientos científicos médicos clínicos, lo que implica entenderlos, analizarlos, aplicarlos y crearlos.

La investigación científica médico clínica y por tanto el método clínico es un complejo proceso que, a partir

de las exigencias de la ciencia medicas contemporánea, debe armonizarse adecuadamente con el proceso

de pregrado y postgrado.

En particular, la constante elevación del nivel científico y académico de los profesores universitarios de la

formación de médico es una tarea inaplazable, específicamente el fortalecimiento de la formación científica.

Pero desde considerar la diversidad científica investigativa, cuando esto se sistematice y se generalice

muchos de los actuales “¡investigadores clínicos!” se darán cuenta de sus limitantes y su potencialidades,

las investigaciones en todos los niveles dejaran de ser solo descriptivas y pasaran a ser interpretativas y

transformadora, las publicaciones científicas aumentaría, en fin se solucionarían mejor los problemas de

salud-enfermedad.

340 
 
Habrá un mayor respeto a la diversidad investigativa y por tanto entre la comunidad científica, los

estudiante incorporarían mejores y mayores competencias investigativa en la solución de los problemas de

salud-enfermedad, y dejaran de decir en su posgrado inicial (residencia) que no saben investigar.

Teniendo en cuenta que la excelencia de las universidades medicas tiene que ver directamente con el

desarrollo del talento investigativo del médico y todos sus participante, es inevitable atender

consecuentemente la formación de investigadores, específicamente desde el pregrado hasta la formación

de doctores en ciencias de las diferentes ramas del saber, pero esto último no como una prebenda con

tendencia a prostituirse sino como cualidad que identifica las condiciones necesarias para enfrentar las

profundas transformaciones que se avecinan, y que cuenten con la formación científico–investigativa que

les permita, a través de la creación y generación de nuevos conocimientos, aportar soluciones novedosas y

trascendentes a los problemas que se derivan del estudio de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,

en relación a la salud y a la enfermedad.

Lo anterior conducirá a que se frene el deterioro del método clínico como tendencia de la actualidad donde

la excelencia universitaria tiene como uno de sus indicadores fundamentales, la cantidad de doctores en

ciencia que conforman la comunidad académica – pero doctores reales-. La obtención del Grado Científico

de Doctor acredita la capacidad para enriquecer una rama de la ciencia mediante aportes teóricos y

prácticos, que hayan sido introducidos en la práctica social pero cuando tengan libertad investigativa y se

respeten en su diversidad cultural, lo que demuestren las potencialidades de ser introducidos y

generalizados, sobre la base de una profunda argumentación y dominio del objeto de investigación.

El proceso de formación de investigadores de todos los niveles en las universidades medicas exige ser

acometido desde una perspectiva científica que estudie pormenorizadamente todos los aspectos

condicionantes en la misma y dinamice el proceso de formación médica investigativa con claridad,

profundidad, objetividad y capacidad de anticipación.


341 
 
6.2.-La formación científica del médico y su concepción didáctica.

En el abordaje de este epígrafe se parte de considerar, que la formación del médico es un proceso

mediante el cual se ha de desarrollar la capacidad trasformadora humana profesionalizante a través del

autodesarrollo y la autoformación, mediado por la investigación científica de avanzada y por tanto por el

método clínico.

En ese sentido la investigación científica de avanzada, que se tipifica en la formación del médico con el

método clínico se configura en aspectos didácticos y pedagógicos encaminado a la formación de

competencias profesionales que en el medico se identifica esencialmente con la promoción, prevención,

curación, rehabilitación, diagnóstico y terapéutica, con las cuales ha de desempeñarse en lo académico lo

científico y lo laboral. Lo laboral del médico está tipificado en lo asistencial, lo docente, los científico-

investigativo y lo gerencial. Siendo entonces el método clínico el eje integrador en la formación del médico

adquiriendo esencialidad en la formación de competencias investigativas

La formación científica del profesional médico demanda así la articulación de aspectos pedagógicos y

didácticos con los propios del proceso científico. Muchas veces se asume erróneamente que el médico

interesado en investigar sólo requiere de actitudes para escalar el complejo sistema de acciones y tareas

que permiten a un investigador llegar a resultados científicos válidos con un demostrado rigor científico.

En general se reconoce la necesidad de que el profesional médico que se dedica a la investigación posea

actitudes y cualidades propias de este quehacer, pero si ello no se armoniza con un dominio profundo de la

cultura general y específica de su campo de trabajo, de los métodos de investigación y de las cualidades

del trabajo científico, difícilmente se pueda mostrar resultados relevantes en la rama del saber que se trate.

Ello refuerza el criterio de que el proceso formativo de los investigadores médicos debe ser atendido con

toda la riqueza que la construcción de conocimientos médico-clínico exige, aun cuando se trate de sujetos

342 
 
que ya han alcanzado un adecuado desarrollo profesional. No obstante esa atención ha de comenzar

desde la formación inicial de pregrado y continuar ininterrumpidamente en el posgrado. Se trata de

mantener un proceso de enseñanza-aprendizaje donde se le de salida al cómo construir conocimientos,

cómo relacionarlos, integrarlos y aplicarlos para obtener ideas científicas originales, conducente a la

solución de los problemas de salud-enfermedad y que proporcionen resultados científicos relevantes.

Es desde todo lo anterior que se continúa en este espacio del texto abordando las consideraciones

pedagógicas y didácticas inherentes al método clínico. Es por eso que se aborda el siguiente aspecto:

 Principios y leyes de la pedagogía y didáctica de la educación superior que sustenta el

método clínico como configuración didáctica

Se aborda desde lo ontológico, epistemológico y lógico la Pedagogía y la Didáctica de la Educación

Superior, desde donde se asume las relaciones que condicionan el uso del método clínico como

configuración didáctica en la formación del médico. Se apropia este autor entonces de sus principios y

leyes para mostrar que el método clínico es un método de enseñanza-aprendizaje en la formación

intencional de los médicos.

Así mismo se aborda por esta razón la construcción epistemológica y metodológica de la formación del

médico, desarrollada desde la delimitación de los principios y las leyes de la pedagogía de la educación

superior, así como la relación entre la Pedagogía y la Didáctica concretada en el uso del método clínico,

mostrándose respectivamente el carácter cualitativo-educativo-profesional de la primera y específico-

disciplinar de la cultura de la segunda, en consecuencia se aborda como generalización la Teoría de la

Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior, desde la Concepción Científica Holística

Configuracional, comentada en otros espacio de este texto y en la consideración antropológica-pedagógica

derivada de esta Concepción, lo cual potencia la formación del médico.

343 
 
• Principios y leyes de la Pedagogía de la Educación Superior como sustento para considerar

el método clínico como una configuración didáctica.

Desde las consideraciones de las categorías y relaciones tenida en cuenta en otros espacio del texto, se

pueden asumir relaciones más esenciales y estables que con carácter de principios y leyes permiten

caracterizar esencialmente los procesos pedagógicos y didácticos en la Educación Médica Superior con el

uso del método clínico, pues sin estos requisitos de orden epistemológico como son la identificación de las

categorías, los principios y las leyes sería imposible establecer el sustento para tales consideraciones

desde la ciencia.

Se parte de tener en cuenta, que en las ciencias los principios pueden ser generales, particulares o incluso

específicos. De esta forma sí nos atinamos a las especificidades de los constructos connotadores de los

procesos pedagógicos en la Educación Superior, entonces, los principios pedagógicos son particulares en

esta ciencia. En tal sentido la Pedagogía de la Educación Superior contiene los lineamientos esenciales

que se tipifican como principios particulares propios para este sistema de la formación profesional y

humana del médico, de esta misma manera ellos dictan la trascendencia de los principios que sustentan el

método clínico como una configuración didáctica en la educación médica superior con carácter más

específicos y sustentados en consideraciones pedagógicas más generales.

Los principios que emergen en calidad de sustento de partida para la Pedagogía de la Educación Médica

Superior y por tanto para la formación del médico mediada por el uso del método clínico, constituyen el

resultado de un profundo y exhaustivo estudio teórico de la formación de los seres humanos en su devenir

histórico, lo que emerge desde la existencia del médico y su condición humana, lo que nunca es inmediato,

aun cuando es sustento y direccionamiento de la propia Pedagogía, pues siempre los principios

direccionan el desarrollo teórico a partir de generalizaciones que devienen en niveles superiores de

interpretación a la realizada previamente.

344 
 
En correspondencia, desde el reconocimiento antropológico-pedagógico de la condición humana del

médico en la dinámica de su formación, se reconoce y se asume como primer principio desde la Pedagogía

de la Educación Superior vista desde la Concepción Científica Holístico Configuracional “El carácter

formativo del ser humano en su contexto socio cultural”, lo cual quiere decir que el proceso de

formación profesional y humana de los médicos es consecuencia del desarrollo del ser humano a lo largo

de la historia de la humanidad, interpretado a partir de reconocer su naturaleza compleja y a la vez

totalizadora (holística) que se desarrolla en la relación dialéctica entre lo biológico, ecológico, social y

espiritual, con autonomía y en la interacción social en un medio natural y cultural y en su devenir histórico,

que se desarrolla en unidad dialéctica con el desarrollo de su capacidad transformadora humana, y su

actividad humana, dinamizada por esta, en unidad con el desarrollo de sus valores y valoraciones más

esenciales.

Como principio teórico este, condiciona la formación del médico como un proceso social humano que

necesariamente debe desarrollarse en un contexto socio cultural e histórico, ya que etas formación ha de

realizarse bajo los derroteros de un ámbito donde se creen las condiciones materiales y espirituales. Es por

esto que existe una diferencia sustancial con el resto de los seres vivos, quienes en su activismo están

llamados no a depender del contexto, sino por el contrario su formación se encamina a crear y perfeccionar

su contexto real, a decir de Carlos Marx, su segunda naturaleza.

Al considerar que la formación del médico parte del criterio de que la formación del ser humano se

diferencia de todo activismo propio del resto los seres vivos, ya que su carácter formativo en su contexto

socio cultural conlleva a que se exprese fundamentalmente en la apropiación de la cultura médico-clínica,

lo cual se diferencia a los animales quienes, se adaptan al medio, pero también se diferencia de otras

profesiones al tener diferentes objetos de estudio concreto. Sin embargo, el médico se forma para que su

función principal sea la transformación del medio social y natural a tenor de las necesidades de salud-

345 
 
enfermedad, que se dirige hacia un proceso de autodesarrollo y sustentabilidad social que garantice un

adecuado nivel y condición de vida, que garantice la plena satisfacción saludable, desde su propia realidad.

Ello significa un salto en la naturaleza humana del médico que implica además su autotransformación y

autodesarrollo que sustenta las transformaciones hacia una autoformación universalizada que no es más

que el tercer nacimiento del ser humano como plantea Homero Fuentes (2010).

La relevancia de la consideración realizada se evidencia en que de ello se desprende la necesidad e

intencionalidad formativa del desarrollo del médico. Ahora bien, el soporte teórico, dado de la construcción

teórica de la Pedagogía y en particular de la Pedagogía de la Educación Médica Superior, parte de

reconocer el carácter objetivo de la formación del médico, con una intencionalidad formativa que tiene en

su esencia lo socio-individual, lo cual revela el sustento humano de la autoformación a partir de la

intencionalidad formativa, guiando el camino de la sistematización formativa en unidad dialéctica con la

intencionalidad formativa socio-individual.

El segundo principio considerado par la formación del médico asume dos categorías que expresan cualidad

y dimensión de todo el proceso formativo de dicho profesional, que es su sistematicidad como cualidad y

sistematización como proceso, que se han considerado en otros espacios del texto, lo que permite asumir

como el segundo principio que sustenta la formación del médico mediada por el método clínico, que es “De

la sistematización de lo formativo.”

Ese principio expresa el carácter de continuidad y consecutividad que debe tener el proceso formativo y

humano del médico en la Educación Médica Superior, ya que interrumpir el mismo conlleva a crear una

ruptura que hace perder el carácter asintótico entre los objetivos establecidos, de forma objetivo-subjetivo,

en función de perpetuar el desarrollo de lo humano universal y la necesidad del carácter de la

transformación que se va configurando en cada médico en su movimiento y transformación real en lo

ontogénico.
346 
 
Este principio es el resultado además de todo el de cursar filogenético del desarrollo del médico, que en

cada época, según el contexto socio cultural se ha sistematizado el proceso formativo, de acuerdo a las

necesidades y objetivos de la sociedad.

En tal sentido este principio expresa el carácter objetivamente latente y consecutivo de la formación médica

en las diferentes estadios del desarrollo, y con ello, según el contexto donde se produce, pues lo esencial

es el ser humano en su dimensión de ser humano universal, llamado no solo a la auto conservación de su

especie, sino también a propiciar el progreso y el carácter cíclico del proceso, en cuyo contexto permite

que los médicos como sujetos transformen la naturaleza, la sociedad, la cultura y el ser humano mismo

como objeto y sujeto de la actividad, todo en relación a los procesos de salud-enfermedad que se presenta

en el individuo, la familia y la comunidad. .

Se aprecia que los principios antes asumidos sustentan el sistema de relaciones objetivas-subjetivas, que

direccionan las propias contradicciones de la sistematicidad del proceso de formación del médico y la

realización en el vínculo con el entorno social, cultural e histórico. En tal sentido, se llega a la consideración

de que dichos Principios se concretan en uno más específico “de la sistematización formativa

sociocultural intencional del médico”. Desde la consideración de este, se asumen las relaciones más

esenciales y estables que con carácter de ley se pueden identificar como las leyes de la Pedagogía de la

Educación Superior para aplicarse a la formación del médico mediado por el método clínico.

A saber:

1. Ley de la formación intencional de la capacidad transformadora humana profesionalizante.

2. Ley de la generalización formativa en el proceso pedagógico investigativo de avanzada.

Estas leyes parten y se argumenta por sus enunciadores, desde los principios y las contradicciones

dialécticas planteadas anteriormente y en otros espacios, los que a su vez están sustentados por el

347 
 
reconocimiento de la condición humana aplicada a la situación del médico que también es humano. Por lo

que se tendrá en consideración que en las leyes que se asumen, se consideran al médico en su entorno,

con una intencionalidad socio-individual en el desarrollo intencional de su capacidad transformadora,

porque en última instancia lo que se desarrolla en la formación de este profesional es la capacidad

transformadora humana, para enfrentar los retos profesionales y sociales relacionados con la salud y la

enfermedad, que también están en continua transformación. Este es el rasgo esencial del proceso

formativo de los médicos, donde en cualquier tiempo y espacio en que se lleve a cabo la creación de

significados y sentidos entre los sujetos participante, se propicia el desarrollo de la capacidad de

transformación.

Se considera entonces que en el plano del desarrollo, tanto ontogenético como filogenético, el proceso de

formación de los médicos, está centrado en lograr el desarrollo de la capacidad transformadora, lo cual se

desarrolla con una intencionalidad socio-individual, que se expresa en los objetivos formativos, que se

plasman en un diseño curricular para formar estos profesionales.

Pero es una intencionalidad que debe ser reconocida en cada individuo desde lo ontológico, lo

epistemológico y lo lógico, ya que en la actividad médica, a partir de las necesidades materiales y

espirituales del mismo, actúa con arreglo a la satisfacción de dichas necesidades, lo cual quiere decir que

la intencionalidad se erige en una categoría esencial en el proceso formativo del médico, en tanto está

discurre en la relación dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo. Es objetiva por la direccionalidad causal

que los sujetos implicados imprimen en el logro de determinadas intenciones en el cumplimiento de los

objetivos propuestos, lo cual es expresión de la existencia del fenómeno de salud-enfermedad en el actuar

consciente o inconsciente de los médicos, es decir existe independientemente de su conciencia al

expresarse como una necesidad humana en el contexto donde se realiza, de ahí su carácter subjetivo pero

además ontológico.

348 
 
El reconocer las relaciones y nexos que con carácter esencial y estable que se revelan entre la capacidad

transformadora humana profesionalizante y el carácter intencional del proceso de formación de los médicos

lleva a asumir la Primera Ley de la Pedagogía de la Educación Superior como sustento para considerar el

método clínico como una configuración didáctica:

• Ley de la formación intencional de la capacidad transformadora humana profesionalizante.

El reconocimiento y asunción de esta ley como nexo interno y condicionamiento mutuo entre la capacidad

transformadora humana y el carácter intencional del proceso de formación de los médicos, caracteriza lo

estable y lo reiterado del método clínico y la propia ley en cualquier época histórica, ya que al existir un

cambio o transformación en cualquiera de ambos factores conlleva a la transformación del otro. Esto quiere

decir que el proceso de formación médica mediado por el método clínico tiene como condición la

intencionalidad, ya que se preparan las condiciones objetivas y subjetivas para incidir en el médico que

debe alcanzar un progreso socio-individual que tiene repercusión en el contexto socio cultural donde se

desenvuelve y desarrolla su vida y su propio contexto.

De ahí que la intervinculación entre la capacidad transformadora del médico y el carácter intencional del

proceso formativo del mismo profesional, es una contradicción dialéctica que propicia el perfeccionamiento

clínico médico a planos superiores, con un carácter meditado y proyectado desde la sistematización

epistemológica y la sistematización metodológica, y por tanto, en el sentido en que se direccione el

carácter intencional del proceso formativo hacia el desarrollo de los médicos, entonces podrá obtenerse un

progreso en su capacidad transformadora. El cambio del carácter intencional, conduce al desarrollo de la

capacidad transformadora del médico, igualmente si se suscita un cambio cualitativo en la capacidad

transformadora, entonces, se da igual salto de calidad en el carácter intencional.

De esta misma forma se produce directamente una correspondencia que se connota a la inversa, ya que

lograr elevar la capacidad transformadora del médico conduce a la aparición de nuevas metas, ideas y
349 
 
realizaciones que los convoca a crear eventos novedosos que logran implicar nuevas intenciones sobre el

proceso formativo, lo cual quiere decir que la formación intencional, tiene la incidencia directa de la

capacidad transformadora, en tanto esta última condiciona y conduce al establecimiento del progreso y

avance en la sociedad médica.

No reconocer el carácter dialéctico de la relación entre estas categorías es negar el desarrollo alcanzado

por la sociedad médica desde sus inicios hasta el momento actual, y que continuará produciéndose

proyectivamente en tanto esta relación es objetiva, y no obedece a los lineamientos de los médicos, lo

único que no puede perderse de vista es que debe ser considerado desde su carácter consciente.

Lo anterior permite connotar que esta ley tiene un carácter de aplicabilidad en la formación del médico,

porque es inherente a la propia condición humana, y el médico es un humano, que permite revelar en

cualquier época y contexto histórico social, acorde al carácter intencional que se proponga la sociedad

médica, así se llegará a conformar la capacidad transformadora del médico, pues cada sociedad de este

tipo, en dependencia de su desarrollo socio–cultural, establece las bases intencionales en la formación de

este profesional que responderán a su tiempo histórico, a la vez que según el nivel alcanzado en la

capacidad transformadora médica, así serán las nuevas metas en la formación intencional del médico, que

ha de ser continua y permanente desde la formación inicial hasta la posgraduada .

De ahí que esta ley expresa la comprensión científica del mecanismo de desarrollo de la formación del

médico mediado por el método clínico, a partir de revelar la necesaria convergencia y a la vez

contradicción entre el carácter intencional y la capacidad transformadora del médico, ya que proporciona el

criterio, la solución de continuidad y la peculiaridad distintiva del desarrollo de la formación profesional y

humana de ese profesional, desde el reconocimiento de la relación entre ellas, si se entiende como el

complejo y progresivo desarrollo cualitativo a través de la sistematización, en un proceso de construcción

del conocimiento científico, que en este profesional siempre será mediado por el método clínico.
350 
 
La originalidad de la relación entre la capacidad transformadora del médico y el carácter intencional tiene

su peculiaridad cualitativa, mientras no cambie la propia existencia esencial de los dos procesos que

actúan en la dirección y sentido del progreso médico, en tanto, el carácter formativo de este profesional en

su contexto socio cultural, se debe a una sistematización del propio proceso formativo, de acuerdo a las

necesidades y objetivos de salud y enfermedad de la sociedad; en tal sentido la ley expresa el carácter

objetivamente latente y consecutivo de la formación médica en los diferentes estadios del desarrollo

humano.

Desde esta perspectiva, la Ley de la formación intencional de la capacidad transformadora humana

profesionalizante ayuda a orientar en toda la pluralidad y multiplicidad del tercer nacimiento del ser humano

como médico y la forma gradual donde los mismo como ente sociales alcanzan una nueva dimensión en su

condición médica y por tanto humana, que será atemperada al contexto de desarrollo, lo cual quiere decir

que reconocer la relación entre sus categorías esenciales, condiciona la realidad de una intencionalidad

formativa del desarrollo médico.

Pudiera escogerse cualquier época histórica o cualquier momento del desarrollo filogenético de la

humanidad, sin embargo en ninguna se puede dejar de reconocer la conexión e intervinculación, del

proceso de formación de los médicos. Este no ha transcurrido como libre albedrío, sino que siempre han

existido formas de transformación a partir de la formación intencional propuesta, según lo muestra la

experiencia histórica del desarrollo de la medicina, como se ha abordado en otros espacios. Por tanto, en

particular, para la Pedagogía de la Educación Médica Superior se conforma como esencia dinamizadora en

la comprensión de la formación médica tanto en el pasado, en el presente como en el futuro, todo lo cual

es válido para el método clínico como la configuración didáctica especifica en la formación de este tipo de

profesional.

351 
 
El proceso de relación entre ambas, no discurre de forma espontánea, sino que de forma predominante

existe una conexión inseparable a partir del movimiento constante, una relación dialéctica que permite

revelar que esta ley expresa el carácter complejo y multiforme de la unidad entre ambos aspectos

considerados y aplicados en la formación médica mediada por el método clínico .

Se puede inferir que el conocimiento de la ley, permite captar la integridad, la concatenación y la unidad de

estos procesos en la formación médica y es que tanto el carácter intencional como la capacidad

transformadora, expresan la interdependencia del proceso como universal en la sociedad médica.

Tener un dominio profundo de esta ley permite, apoyándose en la cognoscibilidad de la misma, propiciar un

proceso de formación médica mediada por el método clínico, consciente y direccionado, que conlleve a la

actuación consecuente de los médicos, quienes cambian con fines concretos las condiciones de salud-

enfermedad desde la vida a partir de considerar el desarrollo continuado y sistematizado. Por eso, esta ley

orienta a enfocar y estudiar el desarrollo de la formación médica a lo largo de la historia de la humanidad,

interpretado a partir de reconocer su naturaleza humana compleja, lo cual tiene una connotación

pedagógica si de la formación se trata, desde la relación dialéctica entre la intencionalidad y la

sistematización que son categorías pedagógicas.

Esta ley de la formación intencional de la capacidad transformadora humana profesionalizante aplicada a la

formación médica mediada por el método clínico, es la expresión de la esencia de la relación dialéctica

entre el carácter intencional y la capacidad transformadora medica profesionalizante, que se produce

gradualmente a partir de la formación del médico y su profesionalidad, en un contexto histórico social

concreto, que le permite alcanzar una nueva cualidad en su condición médica, además de realizarse en

dependencia de la naturaleza social del proceso y las condiciones socio–histórico–culturales del proceso

salud-enfermedad.

352 
 
• Ley de la generalización formativa en el proceso pedagógico investigativo de avanzada.

Esta ley expresa y formula las cualidades más importantes de la formación del médico que se estipula a

partir de que la generalización formativa, constituye un proceso que dimana del proceso pedagógico, lo

cual quiere decir que existe una relación directa y unívoca entre la generalización formativa y el proceso

pedagógico, todo lo cual indica que entre ellas existe una relación dialéctica que configura el proceso

formativo hacia una dimensión cualitativa que permite el desenvolvimiento y desarrollo de la formación

médica desde el reconocimiento de la autotransformación, autodesarrollo, autoformación y autogestión,

con el carácter de investigación de avanzada donde medie el método clínico.

Desde la Pedagogía de la Educación Superior como aspecto general, para la Pedagogía de la Educación

Médica Superior como lo particular, regirse por esta ley para la formación del médico mediada por el

método clínico, conduce a la consecución lógica y la condicionalidad de los nexos y las acciones

recíprocas de los elementos estructurales de la generalización formativa del médico y su proceso

pedagógico, que deben tener en cuenta los docentes que laboran en las instituciones médicas educativas

superiores, sea la universidad medica propiamente dicha o los demás contextos de formación como son los

centros docente-asistenciales, entre los que pueden estar: los hospitales, policlínicos, consultorio del

médico, instituciones científica, entre muchos más.

Al cumplirse y existir como ley orienta a enfocar y estudiar los aspectos del movimiento de las complejas

concatenaciones e interacciones para la sistematización de la cultura médico-clínica, además de proclamar

los diferentes niveles de transformación gradual del proceso formativo del médico como salto de calidad,

en la misma medida que continúe el perfeccionamiento de lo formativo a través de la investigación de

avanzada mediada por el método clínico.

Al asumir los niveles de continuidad y gradualidad del proceso de formación médica desde la relación entre

la generalización formativa del médico y el proceso pedagógico en el mismo, ofrece un cuadro exhaustivo
353 
 
de la comprensión científica de los mecanismos y medios pedagógicos posibles de conexión en su carácter

ascensional en la formación de estos profesionales, que se realiza con una intencionalidad y una

sistematización, y debe entenderse como un proceso coherente, en progreso y cíclicamente, que reafirma

y crea a la cultura médico-clínica del contexto y la universal.

En ese sentido esta ley determina la originalidad cualitativa de la estructura de las conexiones que

conforman la determinación de la sistematización de la cultura médico-clínica. Por tanto esta ley legitima y

autentifica, en todo momento, los cambios en el proceso pedagógico en la formación del médico, el cual

alcanza niveles graduales ascendentes en los nexos que se establecen con dirección hacia la

generalización formativa, siendo estos nexos causales, necesarios y objetivos.

Esta ley de la Pedagogía, se asume como relación esencial en cualquier proceso formativo intencional del

médico en que, desde un contexto específico, en una realidad cultural y social se puede desarrollar una

cultura médico-clínica universal, cuando se desarrolla esa propia cultura del contexto desde su

reconocimiento con una intencionalidad y enfoque universal, y como parte de la cultura universal. Ello

propicia que desde la cultura médico-clínica del contexto se pueda generalizar una cultura médico-clínica

universal y a su vez revalorar la propia como universal.

Tales consideraciones validan las diferentes alternativas de formación médica como son las presenciales,

semi-presenciales y a distancia, las clínico patológicas, las clínicos radiológicas, los pase de visitas, las

discusiones de casos entre muchas más en las que la influencia y condicionamiento de la cultura del

contexto que se desarrolla en el proceso formativo constituye un factor fundamental en la generalización

formativa que se produce en los sujetos implicados en el proceso pedagógico desde el contexto. Por medio

del proceso pedagógico contextualizado se propicia la formación médica con una cultura médico-clínica

universal, con lo que se sustenta la universalización de la universidad médica a toda la sociedad desde los

354 
 
diversos ámbitos sociales culturales a través de la investigación de avanzada y por tanto del método

clínico.

Hasta aquí, hemos tenidos en cuenta los principios y leyes de la Pedagogía de la Educación Superior y su

influencia en la formación del profesional médico, mediada por el método clínico, reconociendo que el

objeto de estudio del pedagogía es el proceso formativo del humano, que desde lo general cuando

considera a la educación superior es el proceso formativos de los profesionales y si se particulariza a la

medicina es el proceso de formación del médico; todos estos procesos formativos, conducen en el nivel

profesional, a la formación de la capacidad humana profesionalizante mediado por la investigación

científica de avanzada como medio de creación y desarrollo del conocimiento científico, que en el medico

específicamente se conduce a través del método clínico.

Seguidamente se abordaran lo referente a la didáctica como proceso más específico, que muestra el

proceso docente-educativo concreto como espacio y tiempo donde los implicado en el proceso pedagógico

configura significado y sentido de la cultura.

Es importante recodar que este autor asume a la Didáctica como una disciplina con carácter de ciencia

incluida dentro de la Pedagogía como ciencia desde lo general donde esta ultima tiene como objeto de

estudio el proceso formativo y la primera su objeto es el proceso de enseñanza aprendizaje, esto cuando

se particulariza a la Pedagogía de la Educación Superior y a la Didáctica de la Educación Superior su

objeto se identificarían como el proceso formativo de los profesionales y el de enseñanza-aprendizaje de

los mismo respectivamente, que cuando se singulariza al profesional médico adquiere la misma naturaleza.

Es entonces que la didáctica al tener un carácter de ciencia y un objeto definido también tiene sus

principios y leyes, sobre los cuales se abordara en el siguiente espacio en relación con la formación del

médico y por tanto con el método clínico en su carácter formativo.

355 
 
 Principios y leyes de la Didáctica de la Educación Superior a tener en cuenta en la

formación médica.

En el campo de la Didáctica de la Educación Médica Superior cuando se expresa cómo se desarrolla la

sistematización del proceso formativo del médico en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje

especifico, lo que constituye el objeto de esta Didáctica y que permite revelar la unidad entre la Pedagogía

y la Didáctica para el proceso educativo-formativo, donde en relación con la Pedagogía aporta la

interpretación y explicación de los procesos y fenómenos, que son empáticos a la formación profesional y

social del médico, por lo que establece la orientación teórico metodológica hacia la Didáctica en la

Educación Médica Superior y por tanto conduce a la interpretación teórica de la didáctica de la clínica.

Se resignifica el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje del médico y por tanto de la didáctica de

la clínica a una dimensión de un alto nivel en la formación de dicho profesional, es decir la formación de

estos profesionales se desarrolla a través de la investigación de avanzada con un carácter

profesionalizante mediado por el método clínico, que se sustenta en la Pedagogía al tenerlo en cuenta

como un método formativo. Luego entonces esta Didáctica tiene como objeto el desarrollo del proceso de

enseñanza-aprendizaje en la formación médica que es un proceso social intencional específico signado en

el método clínico.

Esto lleva a asumir una reflexión muy interesante que se direcciona hacia el sustento del hecho de que la

Didáctica es una disciplina con carácter de ciencia inherente a la Pedagogía que tiene una especificidad

respecto a la Pedagogía, pero que en esa especificidad hay una riqueza y diversidad como interpretación

de lo holístico y complejo del proceso formativo en la enseñanza-aprendizaje. Lo cual a tenerse en cuenta

en la formación del médico, permite considerar que su didáctica específica tiene una connotación especial

al considerar el método clínico como una configuración didáctica.

356 
 
La connotación que adquiere el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación del

médico, que es un proceso social intencional específico, se sustenta en el movimiento dialéctico de unidad

y contradicción entre la orientación sistematizadora del método clínico y la generalización formativa del

médico, no como movimiento lineal de uno al otro, sino como proceso dialéctico. Esto quiere decir que han

de establecerse nuevas relaciones dinamizadoras del proceso de formación médica, en el diseño

curricular, en la dinámica y en la evaluación del mismo, que no se establezcan sobre la base de un mismo

par, sino que sea expresión de la multiplicidad de relaciones que son compatibles con la sistematización de

la cultura médico-clínica, en el quehacer didáctico en la Educación Médica Superior.

En consecuencia, la Didáctica de la Educación Médica Superior y por tanto de la clínica se erige a partir de

la orientación sistematizadora del método clínico en el proceso como tal, la cual propicia las cualidades de

enseñabilidad y aprendibilidad, en un proceso único de enseñanza-aprendizaje. No como procesos

independientes, sino como cualidades que se alcanzan en unidad, en unión a lo docente y a lo educativo.

Se desarrollan en unidad porque la orientación sistematizadora del método clínico y la generalización

formativa del médico condicionadas por la contradicción entre la sistematización epistemológica (teórica) y

la sistematización metodológica (práctica), o sea por este proceso, en el cual la sistematización de la

cultura médico-clínica constituye un núcleo importante que expresa y sustenta la unidad entre la

orientación y la generalización

Si la Didáctica es la ciencia que estudia el proceso de enseñanza-aprendizaje como unidad, esa unidad

deviene de la dialéctica de la sistematización epistemológica y la sistematización metodológica, la cual

condiciona también tanto las cualidades de la enseñabilidad y la aprendibilidad en su unidad.

Si la dinámica de la Didáctica de la Educación Médica Superior se sustenta en la sistematización de la

cultura médico-clínica, su especificidad como proceso social intencional está dado por la rama específica

de esa cultura que se sistematiza en el proceso enseñanza-aprendizaje; esto sustenta la existencia de las
357 
 
didácticas especifica de esta ramas de la cultura, ciencias, arte, tecnologías, entre otras, y la propia

diversidad de lo didáctico específico en la formación del médico mediada por el método clínico que se

identifica entonces con la didáctica de la clínica.

Tal consideración revela el vínculo de la formación médica con el desarrollo de la cultura médico-clínica, se

evidencia que el desarrollo de esa cultura y de los contextos sociales en que el médico vive determinarán

la nueva problemática de un tercer nacimiento, a partir del nivel de gestación de su autodesarrollo en su

realidad, y con ello una nueva formación médica como resultado de una autoformación gestionaría que

implica cambios profundos en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento médico, lo que tiene

consecuencia en una Pedagogía y una Didáctica que no solo consideren la inducción en el ámbito social,

sino la autoformación en ese propio ámbito social.

Ello redimensiona los procesos pedagógicos y didácticos en la formación del médico a procesos

producidos por el propio médico en su autodesarrollo y autotransformación, que se sintetizan en su

autoformación en un contexto, y ello en unidad con la autogestión de esa formación, siempre en unidad

dialéctica con el contexto social donde se desarrolla.

Poder establecer el carácter esencial de las relaciones dialécticas entre las categorías fundamentales que

configuran y direccionan el proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación médica supone asumir,

desde la perspectiva holística, compleja y dialéctica, los niveles relacionales entre las categorías

dinamizadoras de este proceso. Es por ello que se debe tener en cuenta que la Didáctica de la Educación

Médica Superior y por tanto la didáctica de la clínica alcanza la novedad de la transformación de los

profesionales médicos atemperados a los nuevos tiempos que vive la humanidad.

Por lo que la Didáctica de la clínica, desde la contradicción entre la sistematización epistemológica y la

sistematización metodológica del método clínico, sustenta la dinámica contradictoria de las cualidades del

358 
 
proceso dialéctico de la enseñabilidad y la aprendibilidad del médico que se sintetizan y median a partir de

la orientación sistematizadora y la generalización formativa de dicho método, lo cual quiere decir que al

estar instrumentada y sustentada teóricamente en las especificidades de la cultura médico-clínica, es

expresión de la apropiación de la misma cultura en el proceso didáctico, ello permite que se obtenga como

resultado el entramado de relaciones didáctica que conducen a las relaciones dialécticas entre el

autodesarrollo, la autotransformación, la autoformación, como totalidad calificadora y síntesis, que a la vez

se da en unidad con la autogestión.

Si el proceso formativo del médico se desarrolla desde lo didáctico específico, entonces se dinamiza la

relación dialéctica entre la orientación sistematizadora y la generalización formativa del método clínico, la

cual no es espontánea, sino que transita a través de la reflexión y el diálogo, en la abstracción y

generalización formativa, desarrollada en la sistematización epistemológica y metodológica de dicho

método.

El proceso de generalización formativa en los participantes, profesores y estudiantes, en el proceso de

enseñanza–aprendizaje del médico, se desarrolla al compartir todas las culturas médico-clínicas diversas

como resultado de la integración de todos, interpretada desde la singularidad de cada uno y compartida

desde lo común del contexto en que se desarrolla la relación de significados y sentidos que se construyen

entre todos. Y es que la cultura médico-clínica de cada cual y de cada contexto es factor de

condicionamiento en la apropiación de la cultura médico-clínica universal, de ahí que el proceso de

enseñanza-aprendizaje en los médicos, desde una cultura específica, como totalidad, tenga en

consideración la diversidad de esa misma cultura en los sujetos y la cultura del contexto y la universal

como totalidad, produciéndose niveles de síntesis superiores y en desarrollo en la formación del médico.

Los argumentos esgrimidos permiten establecer las diferencias esenciales que deben tenerse en cuenta en

la formación del médico, donde la misma se configura con nuevos presupuestos que están a tono con los
359 
 
derroteros de las ciencias contemporáneas, y no solo del avance y desarrollo de las ciencias médico-

clínica, sino que responden a las necesidades materiales y espirituales del contexto contemporáneo, que

demanda ya de un nuevo tipo de médico para este tiempo.

Desde esta perspectiva, establecer el sistema de relaciones didácticas que correspondan con los

postulados de la enseñabilidad y la aprendibilidad como cualidades indispensable que se asientan

objetivamente en el proceso de enseñanza–aprendizaje en la formación de médicos en las instituciones

educativas de la Educación Médica Superior, conlleva a revertir la formación a niveles superiores desde la

revelación y el reconocimiento de lo que direcciona y faculta directamente la conducción del proceso de

enseñanza aprendizaje.

Es por ello que se hace imprescindible el reconocer los principios que son determinantes en la lógica

dialéctica de la Didáctica, pues ellos se erigen como los aspectos esenciales que permiten concretar el

valor gnoseológico–metodológico y práctico del quehacer del proceso de enseñanza–aprendizaje en la

formación de médicos mediado por el método clínico.

Estos principios han de estar en correspondencia con la propia lógica del desenvolvimiento de las

relaciones entre las categorías que tipifican a la Didáctica de la Educación Superior. Por tanto se

comprenden e interpretan los siguientes:

1. Principio de la sistematización epistemológica y metodológica de los contenidos

socioculturales específicos.

2. Principio de la orientación sistematizadora a la generalización formativa.

Se hace válido denotar la esencia de cada principio, en aras de corroborar el carácter científico de la

Didáctica bajo nuevos presupuestos epistemológicos y metodológicos, según los cuales ha y debe

desarrollarse el proceso de enseñanza – aprendizaje del médico mediado por el método clínico.

360 
 
Ellos significan un fundamento esencial, como punto de partida, idea dinamizadora o regla fundamental de

que la Didáctica de la Educación Media Superior debe asumir cómo constructo que caracterizan la

frecuencia o como reglas que guían el acontecer de la actividad didáctica en el proceso de formación de

los médicos.

De ello se infiere que los principios de la Didáctica visto desde de la Educación Médica Superior se asumen

como fundamento de un sistema conceptual centrado en las categorías y relaciones esenciales que

constituye la generalización y extensión del proceso de formación del médico por la vía de la enseñanza–

aprendizaje.

En tal sentido los principios connotados desde el reconocimiento de un estilo de pensamiento holístico

dialéctico en la Didáctica de la clínica, permite asumir una proposición epistemológica y praxiológica de

todos los fenómenos de las cualidades de la enseñabilidad y la aprendibilidad en los médicos, de las que

se han abstraído las máximas particularidades para poder operar y concretar las relaciones dialécticas que

rigen la contradicción fundamental en la relación que se establece entre la sistematización epistemológica y

la sistematización metodológica del método clínico y entre la orientación sistematizadora y la

generalización formativa del mismo método. En tal sentido los principios condicionan que en cada

momento se configure la actividad didáctica de la sistematización de la cultura médico-clínica.

Los principios didácticos que se asumen y que caracteriza el proceso formativo del médico, se estipulan

por las regularidades esenciales que tipifican, de forma necesaria y direccional el proceso de enseñanza-

aprendizaje especifico, el cual debe regirse por una dirección científica del proceso en la formación de los

futuros médicos.

Es indiscutible que la existencia de los principios didácticos determina los criterios metodológicos y las

representaciones prácticas para regir el proceso de enseñanza-aprendizaje del médico, formación y

361 
 
educación que conlleva al tramado de relaciones entre la autoformación, autodesarrollo,

autotransformación y autogestión de los sujetos implicados en el desarrollo de ese proceso didáctico.

Los principios didácticos, no pueden verse de modo aislado, ellos obedecen a la dialéctica intrínseca de las

normas pedagógicas fundamentales que están en correspondencias con la concreción analítica del

carácter educativo, a partir de su cientificidad. En este sentido el reconocimiento y aplicación de estos

principios didácticos en el quehacer docente para la formación de los médicos, proporcionan las

condiciones adecuadas para orientar el proceso enseñanza–aprendizaje de la formación de estos

profesionales, que es guiado por el gestor cultural axiológico que cumple el rol de profesor.

Los principios didácticos son aspectos generales y determinantes para establecer un sistema de

cualidades de la enseñabilidad y la aprendibilidad que no vienen marcadas por lo cuantitativo, sino por la

cualitatividad esencial que orienta la actuación del profesor y sirven de nexo, de unión entre la teoría y la

práctica educativa en la formación de los médicos.

• Principio de la sistematización epistemológica y metodológica de los contenidos

socioculturales específicos.

Este principio parte de orientar como punto de partida, que el desarrollo del proceso de enseñanza-

aprendizaje del médico se guía desde la sistematización epistemológica y metodológica de los contenidos

socio-culturales específicos y no por otras actividades que desdibujan la verdadera intención del proceso,

lo cual quiere decir que es un requisito de gran valor en la Didáctica de la Educación Médica Superior

desarrollarse de forma concreta por el método clínico y que esta intencionalidad específica es la que

permite dirigir desde lo didáctico específico el proceso de enseñanza–aprendizaje en la formación del

médico.

362 
 
Ahora bien, este proceso se torna relevante a partir de los objetivos concretos que se tracen desde la

comprensión entre las relaciones dialécticas entre las sistematizaciones epistemológicas y metodológicas

del método clínico y las relaciones entre la orientación sistematizadora y la generalización formativa del

propio método, quiere esto decir que lo intencional especifico es lo que establece y condiciona la

orientación sistematizadora en la formación del médico.

Por tanto la determinación del método clínico como lo didáctico con lo intencional específico encuentran en

el proceso de enseñanza–aprendizaje del médico la intervinculación que permite construir y direccionar los

objetivos que se precisan en cuanto a las problemáticas de salud-enfermedad y con ello las instituciones

educativas de la educación media superior para los requerimientos formativos de los sujetos implicados,

sobre la base de establecer las condiciones para contribuir a la transformación, según el contexto de los

médicos en el ascenso a planos cada vez superiores.

De ahí que comprender este principio conlleva a reconocer el carácter de la construcción de los procesos

formativos para los médicos de forma consciente, holística y en franco proceso dialéctico, que se

complejiza en el sentido de las conceptualización que estén determinadas por la sistematización

epistemológica, además de configurarse las vías que en el orden metodológico se requiere para lograr

trascender a un espacio y tiempo de mayor significación en los sujetos que se forman como médicos.

Este principio, propicia de forma concreta que lo didáctico mediado por el método clínico no es un proceso

que se determina como libre albedrío en las instituciones educativas superiores para médicos, sino que es

un proceso intencional encaminado a asegurar y propiciar una formación específica en lo médicos, en aras

de transformar al mismo en beneficio propio y de la sociedad, a partir de lograr la autoformación y la

autogestión, como unidad dialéctica para lograr una sólida formación en el futuro. Es por eso que

prospectivamente se debe alcanzar un desarrollo en la intencionalidad formativa y en la sistematización

que correspondan con los objetivos de la formación médica.


363 
 
Prever una intención específica mediada por el método clínico para construir un proceso de formación de

médicos desde lo didáctico específico, conduce a que se trascienda en la misma y adquiera una forma

específica en su objetividad, pues su incidencia en el plano ontológico, posibilita la continuidad del proceso

formativo, así como mediante el desarrollo de una concepción específica sobre la formación, que se hace

más concreta, si se despliega el amplio arsenal epistemológico que garantice la comprensión, explicación e

interpretación del fenómeno.

Eso permite la aparición de múltiples funciones en lo didáctico, con una intencionalidad específica que está

llamada a la transformación y el cambio; por tanto debe responder a la prevalencia de la intención

específica para estructurar, ponderar y ordenar la formación de estos profesionales con un orden didáctico

que se hace científico en el sentido que los gestores de la formación, propicien la intencionalidad y la

sistematización formativa del método clínico, es en ello que radica la importancia de asumir este principio

en la Didáctica de la Educación Médica Superior.

Pero no debe obviarse que la intención específica de lo didáctico específico, constituye el acercamiento

directo a la intervención de los sujetos en el espacio educativo que propicia e implica la coordinación e

interactividad entre los sujetos para el logro de metas desde la orientación sistematizadora, con una

intencionalidad específica hacia el logro de lo que es, y estar vinculado con el método clínico, a lo que se

considera como una generalización formativa de médicos.

Por tanto lo didáctico en la formación del médico, en la letra de este principio permite modelar el proceso

de enseñanza-aprendizaje en dicha formación con una sistematización de la cultura médico-clínica que da

la posibilidad de generar una transformación constante en la preparación de estos profesionales, a partir de

las decisiones, metas trazadas por la sociedad, así como por las necesidades de salud-enfermedad.

• Principio de la orientación sistematizadora a la generalización formativa

364 
 
Se asume como principio porque admite formalizar direccionalmente la construcción, desde lo

gnoseológico, lo lógico y lo práctico-metodológico a la sistematización de la cultura medica-clínica a partir

de la comprensión de las relaciones dialécticas entre la orientación sistematizadora y la generalización

formativa del método clínico.

Asumirlo como principio es comprender e interpretar el carácter permanente tanto de una como de la otra

en el proceso de enseñanza–aprendizaje del médico, lo cual conduce en su devenir interno, a la

vertebración suficiente y necesaria de la apropiación de la cultura médico-clínica en su relación con la

profundización del contenido de la misma naturaleza en un todo, como vía potencial en el logro de los fines

y objetivos de la educación, la formación y la enseñanza-aprendizaje de este profesional.

Es considerado como un principio si por él se entiende al resultado de la generalización formativa del

método clínico que se manifiesta objetivamente a lo largo del tiempo. Su generalización parte de la práctica

didáctica en la formación médica desde las direcciones horizontal, vertical y transversal, de acuerdo al

progreso y ritmo del desarrollo económico-social-político y tecnológico del contexto donde se desarrolla el

proceso de formación del médico y donde la sistematización de la cultura médico-clínica se erige en un

puntal significativo y representativo de estos avances.

Eso caracteriza el enriquecimiento y amplitud del contenido que tiene significación en el proceso de

formación de este profesional, en aras de orientar las cualidades de la enseñabilidad y el aprendibilidad

como aspectos válidos que condicionan y permiten el carácter significativo, desarrollador y participativo de

los sujetos implicados.

Este principio define el funcionamiento analítico-sintético que tiene incidencia en la formación médica, lo

cual contribuye a guiar la realización de un proceso que se sustenta en la orientación y la generalización

del método clínico, siendo esta relación un medio eficaz y eficiente en el alcance de los objetivos

365 
 
formativos establecidos por la institución de la Educación Médica Superior, por tanto en sí mismo actúa

como criterio directivo en el logro de la consolidación científica de las relaciones entre autodesarrollo,

autotransformación, autoformación y autogestión como lineamientos que se rigen por los recursos

didácticos que son compatibles con la orientación sistematizadora y la generalización formativa de dicho

método.

Su carácter de principio tiene trascendencia por lo lógico–histórico, gnoseológico metodológico, así como

por la objetividad y veracidad en la praxis didáctica de la formación de médicos. Como principio rige lo

general de la unificación entre la orientación sistematizadora y la generalización formativa del método

clínico, que es parte, expresión, síntesis y representación de la sistematización de la cultura médico-clínica

en el proceder didáctico especifico en la contemporaneidad.

El conocimiento y profundización de este principio es una directriz que tiene una gran significación para el

proceso de la sistematización de la cultura médico-clínica en el proceso de enseñanza–aprendizaje del

médico, dedicadas a la formación, ya que contribuye de manera directa a perfeccionar y resolver las

necesidades de la preparación de este profesional, haciéndolo cada vez más humano, capaz de acometer

tareas fundamentales en las transformaciones de la sociedad, la naturaleza y el pensamiento en relación a

los problemas de salud-enfermedad.

El principio direcciona y brinda la posibilidad de actuar en su generalidad como una lógica consciente en la

gestión axiológica cultural de los docentes, por tanto tiene un carácter objetivo-subjetivo, de ahí que por su

naturaleza, el principio de la orientación sistematizadora a la generalización formativa aplicado al método

clínico esté vinculado al sistema de categorías, relaciones y leyes de la Didáctica. Ello conlleva a que

constituya una norma general en la necesidad y la realidad educativa de estos tiempos para considerar el

método clínico como una configuración didáctica en la formación del médico.

366 
 
De esta misma forma, es compatible con las leyes y principios de la Pedagogía asumidas anteriormente,

fundamentalmente al revelar la exigencia de la relación entre la teoría y la práctica, de ahí que ambos

principios permitan establecer las potencialidades didácticas para la gestión del proceso didáctico en la

formación del médico y con ello propiciar la formación de tales profesionales más comprometidos, flexibles,

trascendentes y de mucho amor a la profesión, a su ámbito social y en general a la sociedad y la

naturaleza, a partir de que el proceso de enseñanza-aprendizaje connote el verdadero valor de lo humano

universal.

En tal sentido, los principios didácticos connotados se convierten en mediadores didáctico para la

realización consecuente del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación del médico, que indican la

interrelación dialéctica entre el todo y las partes, en tanto se integren e interaccionen las cualidades

intrínsecas a la enseñabilidad y la aprendibilidad especifica devenida método clínico.

Por tanto, el carácter intencional de lo didáctico en relación con el método clínico y la relación entre la

orientación sistematizadora y la generalización formativa de dicho método tiene un carácter consciente

acorde a las necesidades y fines de la sociedad médica en relación con los problemas de salud-

enfermedad y con ello se perfecciona la formación de este profesional; es decir, no puede comprenderse y

ejecutarse racionalmente el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos profesionales, en toda su

extensión y concreción objetiva, sin tener en cuenta a estos principios que lo rige en su generalidad.

 Leyes de la Didáctica de la Educación Superior que permite abordar la formación del médico

mediada por el método clínico.

La perspectiva teórica hasta ahora asumida desde la Didáctica de la Educación Superior constituye un

fundamento esencial en la comprensión de la teoría para la formación del médico mediada por el método

clínico y permite asumir la esencialidad de sus leyes, comprometida con la formación de estos

367 
 
profesionales, la cual ofrece los fundamentos o bases teóricas capaces de establecer los lineamientos

propios del aspecto representativo fundamental de este texto, desde la Teoría Holística Configuracional.

Es por tanto imprescindible dejar claro las consideraciones sobres las leyes didácticas que guiarán el

quehacer teórico-didáctico de los profesores para su accionar en la dinámica de la sistematización de la

cultura en el proceso de enseñanza–aprendizaje en la formación de médicos, a todo lo cual contribuye el

resultado de los estudios realizados desde el reconocimiento de lo holístico, lo complejo y lo dialéctico, de

donde se obtienen los requerimientos determinantes para revelar el sistema de relaciones esenciales que

son significativas para la asunción y consideración de las leyes de la didáctica de la educación superior en

la formación médica.

Desde este ángulo y presupuestos científicos se reconocen y se asumen dos leyes didácticas

fundamentales que son expresión del desenvolvimiento lógico de las categorías y relaciones comprendidas

e interpretadas desde el sustento de la Teoría Holística Configuracional. Ellas son:

1. Ley de la sistematización de la actividad didáctico-investigativa de avanzada.

2. Ley de determinación de la unidad entre lo didáctico y lo cualitativo de la enseñabilidad y la

aprendibilidad.

La explicación de las leyes para asumir la formación médica mediada por el método clínico, tienen como

valor fundamental, establecer los lineamientos para la Didáctica de la Educación Médica Superior y por

tanto para la didáctica de la clínica, porque permiten explicar la conducción de las acciones de la

sistematización de la cultura médico-clínica, por lo que se convierten, a partir de su conocimiento y práctica

en configuraciones teóricas que representan la estabilidad, la perdurabilidad, la necesidad y objetividad en

el proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación médica.

368 
 
Quiere esto decir que con la asunción y conocimiento de estas leyes, se permite operar en la acción

epistemológicas y praxiológicas a los profesores en dicho proceso activo en las instituciones educativas

medicas superiores que se dedican a la formación de los médicos. Véase entonces a continuación el

contenido esencial de cada ley, que permite tenerla en consideración para razonar que el método clínico es

una configuración didáctica.

• Ley de la sistematización de la actividad didáctico-investigativa de avanzada.

Esta ley se connota a partir de revelar como esencia que la sistematización didáctico investigativa de

avanzada, mediada por el método clínico, rige todo el proceso formativo del médico que propicia la

profundización del contenido en los sujetos implicados en el desarrollo del proceso de enseñanza-

aprendizaje de estos profesionales.

Por eso, la sistematización, tanto en lo pedagógico y lo didáctico, al asumir una sistematización de la

cultura médico-clínica en la actividad didáctica, conlleva a revelar las relaciones estructurales que propician

nuevas relaciones de síntesis reelaboradas en el propio proceso de sistematización, donde la apropiación

de esa cultura está vinculada con el proceso de la construcción científica del conocimiento, a la vez en la

construcción del conocimiento científico mediado por el método clínico.

Como parte importante de la ley, la relación entre la sistematización y la actividad didáctica constituye un

aspecto significativo a partir de la intencionalidad que permite el proceso de formación médica a través del

proceso de enseñanza-aprendizaje mediante el método clínico. Su potencialidad estriba en que es un

proceso que tipifica constantemente la relación entre las mismas.

La sistematización de la actividad didáctico investigativa de avanzada a través del método clínico, se erige

sobre una objetividad que tiene por base la continuidad y consecutividad del mismo, que permiten la

valoración, organización y análisis-síntesis en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los médicos. Y es

369 
 
que en este proceso se restituyen un tiempo y un espacio de significados y sentidos desde la cultura

médico-clínica y su potenciación que inciden de forma directa en la formación de médicos.

Connotar a la sistematización de la actividad didáctica a través del método clínico, a partir de reconocer su

valor didáctico y metodológico conlleva a reconocer las constantes autotransformación, autodesarrollo,

autoformación y autogestión en los médicos que se forman en las instituciones docentes y docentes-

asistenciales para la Educación Médica Superior, por lo que desarrollar procedimientos de indagación,

innovación, generalización y abstracción permiten la sistematización en el proceso de enseñanza-

aprendizaje de tales profesionales mediado por el método clínico, pero también a los criterios e

intencionalidad de los sujetos comprometidos con este proceso, donde un factor influyente lo es la

experiencia del sujeto en su contexto.

A partir del lugar de la sistematización didáctico investigativa de avanzada mediante el método clínico en el

proceso formativo médico, se llega a asumir una contradicción más esencial que dinamiza dicho proceso

formativo. A partir de considerar a la sistematización didáctico investigativa de avanzada mediado por este

método como un proceso, a la vez intencional, que condiciona la lógica hermenéutica dialéctica de la

construcción del conocimiento, dada en el tramado de relaciones de observar, comprender, explicar e

interpretar la realidad en relación a los problemas de salud-enfermedad, desde su expresión cultural, que

no se reduce a los procesos, mecanismos, medios y productos de la cultura médico-clínica, donde la

experiencia teórica y práctica constituyen una alternativa fundamental y en muchos casos la más

significativa.

La Ley de la sistematización de la actividad didáctico investigativa de avanzada en el proceso de

enseñanza-aprendizaje del médico, propicia comprender e interpretar las experiencias médicas anteriores

relacionadas con los problemas de salud-enfermedad o en desarrollo, en lo que está implícito el

reconocimiento de la realidad socio cultural en el ámbito de las instituciones universitarias como social. Ella
370 
 
condiciona la visión perspectiva y prospectiva, que vislumbra el desarrollo cultural médico-clínico, que

requieran procesos formativos sistematizados y contextualizados.

Al ser la sistematización de la actividad didáctico investigativa de avanzada mediada por el método clínico

expresión de relaciones esenciales que se establecen en el desarrollo de sistematización epistemológica y

metodológica de dicho método, propician la orientación sistematizada y la generalización formativa del

mismo, con un condicionamiento histórico, social y cultural dado por el contexto concreto en que desarrolla

la enseñanza-aprendizaje de los médicos.

Por lo que la consecutividad y el carácter continuo de la actividad didáctico investigativa de avanzada

mediante el método clínico permite lograr la apropiación de la cultura médico-clínica y la profundidad del

contenido de la misma naturaleza, lo cual conlleva a la reestructuración del comportamiento médico hacia

la necesaria conformación de su capacidad transformadora por distintas etapas, que se desarrollan en la

continuidad del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje del médico.

La sistematización de la actividad didáctico investigativa de avanzada a través del método clínico, expresa

el conocimiento y la metodología que es la relación dialéctica entre la práctica y la teoría, por tanto

dinamiza el proceso formativo de los médicos con una gran significación al conocer la estructura de

relaciones que erigen como una contradicción dialéctica entre estas categorías del proceso de enseñanza-

aprendizaje del médico, a partir de la lógica de interrelación entre los pares dialécticos ya citados se

configura como una contradicción esencial que condiciona el avance y progreso de lo formativo del médico

desde lo didáctico.

• Ley de determinación de la unidad entre lo didáctico y lo cualitativo de la enseñabilidad y la

aprendibilidad.

371 
 
Asumir la esencia de esta segunda ley, está en expresar la dinámica constante y objetiva de la

sistematización de la cultura medica-clínica a partir de la unidad entre la enseñabilidad y la aprendibilidad

ya que expresa la forma del movimiento interno, los nexos y relaciones de la apropiación de esa cultura y

profundización del contenido de la misma naturaleza.

Ella denota las expresiones de las relaciones y manifestaciones de las condiciones concretas que se

proyectan como una unidad interna, una concatenación y un acondicionamiento de lo didáctico con las

cualidades de la enseñabilidad y la aprendibilidad que se pondrán en correspondencia con el proceso de

enseñanza-aprendizaje en los médicos. Su unidad, a partir de estos elementos se determina en lo didáctico

por el carácter relacional de lo externo y lo interno.

En el orden de la ciencia la determinación de la unidad entre lo profesional del médico y el proceso de

enseñanza-aprendizaje de este profesional, constituye un momento esencial de significación al revelarse el

tramado de las relaciones que pasan a formar parte de una unidad indisoluble entre las categorías que

hacen posible la codificación y decodificación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la

sistematización de la cultura médico-clínica, es una imbricación real de conexiones que engloban los

mecanismos y medios que sirve para vincular la intencionalidad y la sistematización, y con ella el resto de

las categorías, cuyos mecanismo son expresado en el método clínico.

Esta ley opera, desde el punto de vista didáctico, para indicar pertinentemente qué y cómo ha de hacerse

el proceso de enseñanza-aprendizaje del médico desde la perspectiva cualitativa de lo didáctico para

establecer el orden y el nivel de precisión. Estas son estructuras, entre otras condicionantes, que de

manera proporcionada enriquecen y facilitan el ulterior desarrollo y el cambio que se orienta didácticamente

hacia el logro de un determinado fin en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esos profesionales,

porque establece las conexiones permisibles que garantizan una sistematización consciente y se convierte

como hecho en sí mismo en la causa de la aproximación de la cultura médico-clínica.


372 
 
Esta ley tiene un carácter operacional consciente que determina los nexos entre ambas esencias,

principalmente en el nexo de causa y efecto; en tal sentido es un eslabón que prorrumpe en la

correspondencia entre la cultura médico-clínica necesaria para la formación de los médicos.

Estos nexos como expresiones de la ley, contribuyen a revelar de forma directa cómo se cumplen los

objetivos trazados en la formación de los médicos a través del proceso de enseñanza-aprendizaje mediado

por el método clínico, para lo cual se establecen y denotan conexiones necesarias, objetivas y claves que

se configuran desde la orientación sistematizadora a la generalización formativa de dicho método, para dar

la existencia en esta ley de la vinculación analógica existente entre lo didáctico y lo cualitativo especifico,

ya que es la forma de lograr un proceso superior donde emergen cualidades en la relación de lo general y

lo singular, en la dialéctica de la unidad y la identidad, pues ellas son afines y guardan un estrecho vínculo

desde sus contenidos; esto es un aspecto esencial de la ley que se proyecta objetivamente en la dirección

de los nexos causales y necesarios, y que permiten dar el sentido de lo sustancial de la sistematización de

la actividad didáctica mediada por el método clínico.

Por eso se considera como aspecto importante la identidad establecida entre lo didáctico específico del

método clínico y lo cualitativo profesional para el proceso de enseñanza–aprendizaje del médico, y que se

encuentran también los rasgos de diferencia de una y la otra, pero que a la vez existen coincidencias

sujetas a variaciones.

Esta ley faculta, como expresión de la unidad, la integridad y estabilidad, para que la cultura médico-clínica

se sistematice desde una estructura que tiene una determinada forma de organización a partir de la

sistematización y la intencionalidad específica, que no es un simple conjunto, ya que a merced de la

integración y la interacción se manifiesta la dinámica esencial que la caracteriza como relación recíproca

entre lo didáctico específico y lo cualitativo profesional; éste mismo fenómeno dinámico, refrenda y

modifica desde una originalidad cualitativa, la aparición de un enriquecimiento consecuente del


373 
 
comportamiento médico futuros. En tal sentido no están aislados, cada uno interacciona con los otros y se

impregnan mutuamente para lograr el objetivo establecido.

Es así que asumir la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior en el sistema de relaciones de las

ciencias de la educación ha sido posible por reconocer el compromiso antropológico en lo formativo-

educativo del médico, mediado por el método clínico, a partir de asumir los aporte de la Concepción

Científica Holística Configuracional en la condición humana, su autodesarrollo y la contradicción dialéctica

entre lo holístico y lo complejo que propicia la inteligibilidad de la formación del médico así como su praxis

en la educación médica superior.

Las consideraciones científicas intrínsecas a la concepción holística asumida, sustenta el sistema

categorial de la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior, que emergen de la propia condición

humana y su autodesarrollo, condicionado por la relación dialéctica entre la naturaleza y capacidad

transformadora humana, mediadas en la actividad y cualidades humanas, lo que es coherentes en la

interpretación de la cultura médico-clínica como ideas y realizaciones inherentes a la propia condición

humana, todo lo cual permite hacer consideraciones especifica en la formación de los médicos.

La asunción de las categorías de la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior y establecer su

nivel relacional con el método clínico, aporta los argumentos que sustentan y precisan el carácter

profesionalizante y de investigación de avanzada en la formación de los médicos. Haber asumido desde lo

ontológico, epistemológico y lógico los objetos de la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior

permite asumir también los principios que la sustentan y en consecuencia la asunción de las categorías,

contradicciones y leyes que sustentan sus propios objetos, para explicar la formación de estos mismos

profesionales.

374 
 
Las cuestiones teóricas anteriores puede que no sean lo adecuadamente entendida por algunos lectores,

por lo que es preciso hacer alguna especificidades desde la pedagogía y la didáctica que permitan

entender que el método clínico es el método que ha de constituir el eje integrador en la formación médica

que ha de estar mediada por la investigación científica, es por esta razón que se aborda lo siguiente:

 Categorías y relaciones de la pedagogía y didáctica de la educación superior y su relación

con el método clínico

Se abordan reiteradamente y se re-definen las categorías desde la Concepción Científica Holístico

Configuracional en relación a la Pedagogía de la Educación Superior y su didáctica en correlación al uso

del método clínico, con el objetivo de ir buscando desde la sistematización epistemológica una didáctica

particular de la clínica que permita considerar al método clínico como método esencial en la formación del

médico, buscando los niveles relacionales en la caracterización de esta formación en el siglo XXI. En

consecuencia se transita de reconocer al sujeto (medico) como sustento y dinamizador de su formación en

la diversidad de contextos y alternativas diversas que propicien una educación médica de calidad, es decir

con equidad, lo que genera nuevas especificidades investigativas para lograr la sustentabilidad de la

Educación Médica Superior.

Para ello, han de buscarse respuestas a los por qué en la formación de los médicos para el mundo

hipercomplejo, globalizado, planetizado que se desarrolla vertiginosamente, que implica la existencia de

investigaciones que llegue a ser un espacio permanente de desarrollo cultural que incorpore a todos los

implicado en el proceso formativo de dicho profesional.

Se presenta, por tanto y en consecuencia con los referentes antropológicos, pedagógicos, socio-filosóficos,

entre otros, asumidos en otros espacios del de este propio texto, el sistema de relaciones, regularidades,

principios y leyes de la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior desarrollada por el Centro de

375 
 
Estudio de la Educación Superior de la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba y enriquecido por

médicos y profesionales de la salud en sus tesis doctorales auspiciada por dicho centro, denotándose

novedades en la comprensión, explicación e interpretación de los diversos procesos de formación

pedagógica para la aplicabilidad en la formación del médico mediante el método clínico.

El reconocimiento de la Educación Médica Superior como proceso formativo trascendente, está

determinado por el propósito de responder a los cambios del complejo mundo globalizado en que vivimos,

y consecuente con la consideración de que constituye un espacio de apropiación social e intencional de la

cultura médico-clínica en las universidades médicas y en sus instituciones docente-asistenciales, a través

de las relaciones sociales de carácter formativo que se desarrollan entre los sujetos implicados, como

proceso de gestión cultural, que conlleve a la transformación sustentable de la realidad de salud y sea

coherente con el discurso humanista, en la que se reconozca que la cultura médica-clínica es expresión

humana, y a la vez resultado acumulado, creación constante, proyectos y fines, que deviene ideas y

realizaciones de los médicos, coherente con los problemas de salud-enfermedad.

La apropiación de la cultura médico-clínica se desarrolla en las universidades médicas y en las

instituciones docentes -asistenciales con una intencionalidad formativa, que tiene su génesis en la actividad

humana de sus implicados, y se desarrolla en procesos de construcción de significados y sentidos,

dinamizados en la contradicción entre la intencionalidad y la sistematización formativas, que se sustente en

la relación dialéctica entre la naturaleza humana del médico y su capacidad transformadora.

Son muchos los contextos en que se puede llevar a cabo la formación del médico, en ese sentido, para

entender lo anterior se parte entonces de considerar al proceso de formación socio-asistencial del médico

mediado por el método clínico como:

376 
 
1. Un proceso social en su totalidad, desarrollado por los médicos en su esencia y existencia como

humanos, en la labor y la práctica donde este profesional se forma y presta asistencia.

2. Una totalidad por su carácter holístico, asumido desde la Teoría Holística Configuracional, ya que

es un proceso totalizador que se desarrolla en el propio ejercicio del médico, mediado por una

práctica asistencial continua, dada en la actividad cognoscitiva, transformadora, comunicativa y

valorativa que dichos profesionales desarrollan en su labor asistencial, docente, científico-

investigativa y gerencial.

3. Consciente, por desarrollarse en la relación que se establece entre la conciencia social y la

conciencia individual con una intencionalidad que requiere una sistematización formativa de la

cultura médico-clínica que fomente el humanismo, contextualizada en pleno ejercicio profesional,

donde se distinga el compromiso, la flexibilidad, la trascendencia y el amor, como valores más

universales que guíen la sensibilidad espiritual, el respeto al otro en sus creencias, ideologías y

costumbres, el decoro, el interés, la empatía y la dignidad humana.

4. Integrado por procesos que son considerados como configuraciones, dimensiones, eslabones y

estructura de relaciones para lograr en el ejercicio de la profesión, la formación continua y

permanente del médico, que le permitan mejores desempeños en el logro de la prevención,

promoción, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamientos ante los problemas de salud-

enfermedad, aspectos que además de ser competencia de todo médico, son núcleos de

contenidos generales y esenciales a desarrollar en la didáctica de dicha profesión. Estos están

vinculados a sus funciones socio-laborales identificadas con las docentes, asistenciales, científico-

investigativas y gerenciales; todas con un carácter social y humanista.

5. Constituido por los eslabones de diseño, dinámica, resultados/evaluación y gestión, que se dan

en su totalidad e integralidad para su desarrollo como proceso didáctico y que a la vez son

procesos sociales, resultando entonces un proceso formativo en y desde la educación médica

377 
 
superior, mediado por la universidad médica y sus dependencias docente-asistenciales, a

desarrollar en el ejercicio profesional.

6. Dependiente de un proceso de gestión para la totalidad del desarrollo de la cultura médico-

clínica con carácter humanista, como aquel que de modo consciente se desarrolla a través de un

sistema de carácter social que se establece entre los sujetos implicados, al estar dirigido a

preservar, desarrollar, difundir, crear, transformar y revolucionar en un clima formativo adecuado,

el talento humano competente y motivado del médico, que comprenda, sistematice y generalice la

cultura médico-clínica, donde se signifiquen los aspectos sociales, existenciales y esenciales de la

espiritualidad. Se dirige entonces a lograr competencias profesionales y humanas, mediado por

planeamientos, conducciones, seguimientos y evaluaciones de un conjunto de decisiones y

acciones, con el fin de buscar la solución a los problemas de salud-enfermedad y al mismo tiempo

para alcanzar determinados objetivos.

Todo lo anterior es expresión de un proceso de gestión socio-cultural, que a la vez es formativo y

humano. Éste ha de desarrollarse en pleno ejercicio de la profesión.

La gestión en este como en otros casos, se tiene como un eslabón intermedio entre la planificación

del proceso y los objetivos concretos que se pretenden alcanzar en la formación del médico en los

escenarios donde labora, que también es formativo en el contexto actual de universalización de la

educación superior y su proyección a la comunidad.

A partir de esa posición y tomando en cuenta las características propias del campo donde se

inscribe este texto, es que la gestión para el desarrollo del método clínico en pleno ejercicio de la

profesión, es la que de modo consciente se ha de desarrollar a través de un complejo sistema de

carácter social para que se desarrollen también: lo docente, lo científico-investigativo, lo

gerencial, lo administrativo y lo evaluativo, con pertinencia, optimización e impacto en el logro de

competencias profesionales médicas y humanas en el propio desempeño y la satisfacción de las

378 
 
demandas de salud-enfermedad del individuo, la familia y la comunidad, en plena formación. Ello

ha de tenerse más en cuenta en los programas de estudios para la formación a todas las instancia,

continua y permanente del médico.

7. Entonces demandante de una dinámica, que es un eslabón esencial de la didáctica de la

formación del médico, donde a través de la interacción entre los implicados en un espacio de

construcción de significados y sentidos, desarrolle la actividad formativa y con ello su capacidad

transformadora profesionalizante (Homero Fuentes: 2009). Su esencia está en estimular y

potenciar el desarrollo individual y social del médico que se forma en pleno ejercicio, capaz de

propiciar la independencia y la creación, lo que no ocurre evidentemente al margen de la

concepción sustentada por los implicados en este proceso, inmersos en las relaciones con otros

procesos sociales como totalidades complejas y realidad del contexto social y profesional donde se

convive en múltiples situaciones familiares, políticas, sociales, ecológicas, ideológicas, espirituales,

laborales, profesionales, entre otras, lo que potencia el carácter socio-cultural y humanista

totalizador, del método clínico según los valores contextuales.

Por otra parte, en el proceso de la dinámica es donde se ha de establecer la interacción entre los

implicados y por tanto se han de concretar los supuestos culturales médico-clínicos que se

desarrollen, a partir del reconocimiento totalizador de su realidad, desde la cultura de los

implicados como expresión del contexto en unidad con la sistematización de la cultura en general,

lo que hace indispensable una formación contextualizada y universal del médico, en el propio

ejercicio profesional, sustentado en las potencialidades humanas de ser, saber, hacer y convivir en

relación con los problemas de salud-enfermedad.

8. Relacionado además con una pedagogía social como aquella destinada a la formación de y en

la comunidad en sentido general, cuando se asume que una de las misiones del médico es la

intervención asistencial en el seno de la sociedad y lograr que esta última participe también desde

379 
 
su interior en la promoción, prevención, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento de salud,

autosolucione sus problemas de salud y autogestione las vías para lograrlo. Así recordamos y

asumimos a Martí cuando expresó “… con un tanto de atención, cada cual puede ser un poco

médico de sí mismo” (O. C. t 23 p 266), todo lo cual potencia además lo asistencial como

educativo.

9. Este proceso ha de tener implícito fomentar y desarrollar un respeto a la vulneración de los

derechos humanos en relación con su cuerpo y su honor, los cuales se identifican con el derecho a

la vida, a la integridad, la libertad, la intimidad, la imagen, los sentimientos (dada en su

naturaleza, sus potencialidades y en su práctica humana); donde muchos son tradicionalmente

innatos, intrasmisibles e imprescriptibles, vinculados con los ideales deseados, como muestra de

los valores fundamentados en las necesidades del ser humano, mediado por el compromiso y la

flexibilidad. En fin, tener respeto y amor por encima de todas las cosas al decoro y la dignidad del

hombre.

Se puede considerar entonces, para la formación socio-humanista en la labor del médico mediada por el

método clínico, que es asistencial ( pero sin separarse de la docente, la científico investigativa y la

gerencial), como la acción y efecto de formar conocimientos, habilidades, valores y valoraciones que

permitan transformaciones y un mejor desempeño, pertinente al logro de una adecuada promoción,

prevención, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento de la salud y la enfermedad, donde se

promueva/incentive la espiritualidad, el respeto, la sensibilidad, la lealtad, el compromiso, la flexibilidad, y el

amor del ser humano. Es la preparación adecuada y permanente de los médicos en su labor, donde se

dedican a solventar los problemas de salud-enfermedad en su propio espacio formativo, que sea continuo y

les permita desarrollar su actividad profesional, pero fundamentalmente humanista y mediado por el

método clínico.

380 
 
En ese sentido es la actividad cuyo objetivo es descubrir y desarrollar las potencialidades y capacidades

profesionales y fundamentalmente humanas en el ejercicio profesional, lo que también es formativo, para

que sea entonces más satisfactorio. Es una actividad educativa que se orienta a proporcionar

conocimientos, habilidades valores y valoraciones necesarios para el correcto desempeño profesional,

laboral y humanista del médico admirado por la investigación que este caso se tipifica en el método clínico.

Eta formación está integrada por dimensiones tanto teóricas como prácticas, pero con mayor peso de las

segundas y posee un carácter marcadamente laboral, no sólo dado por sus contenidos técnicos, sino

también porque prepara a los médicos para insertarse dentro de determinadas relaciones humanas en el

trabajo con el paciente, la familia y la comunidad.

Pero lo anterior requiere para su desarrollo, una sistematización del método clínico en el propio

quehacer comunitario del médico, asumida como “una categoría pedagógica que define esto con un

carácter de continuidad y conectividad, que se dinamiza en estadios de desarrollo cualitativamente

superiores en dicha apropiación y que conlleva a la recreación y creación de esa cultura médico-clínica.

Así, puede asumirse una categoría esencial que expresa la contradicción entre la formación del médico,

controlada por el centro de educación médica superior y sus dependencias docentes asistenciales, que

tiene un carácter pedagógico y la asistencia, que tiene un carácter socio-laboral, la cual se identifica con la

sistematización formativa socio-humanista-asistencial del médico mediada por el método clínico.

Esta categoría está condicionada además por la relación formativa y dialéctica que se desarrolla entre lo

asistencial en el ejercicio del médico y la cultura socio-humanista, donde la primera condiciona a la

segunda y ésta cualifica a la primera.

Esa categoría distingue el humanismo que ha de tener el médico con el paciente, los familiares y la

comunidad, configuración que garantiza además el desarrollo de una cultura socio-humanista-asistencial

381 
 
del médico mediada por el método clínico en su propio quehacer profesional, como intencionalidad, cuando

se tenga en cuenta la esencia y la condición humanas desde los presupuestos asumidos, que condicionó

proponer una la definición de salud expresada en otros textos de este autor.

Es así que la garantía del desarrollo de la cultura socio-humanista-asistencial del médico mediada

por el método clínico está en asumir dicho desarrollo como un proceso que transcurre en el tiempo y en

el espacio, donde se transforman las potencialidades médicas y humanas a través de estadios sucesivos

de desarrollo, que propicien niveles superiores de sus cualidades y por tanto de bienestar en relación con

la esencia y la condición humana, donde resultan factores decisivos la complejidad de los sujetos y del

ámbito de salud-enfermedad en que se desarrollan, la falta de sensibilidad o de respeto hacia el otro, todo

lo cual reclama de una ética y una sensibilidad espiritual, así como capacidad para el desarrollo de un

humanismo en la asistencia al sujeto, a la familia y a la comunidad como proceso de desarrollo humano-

cultural. Estas consideraciones son comprensibles para la formación de los médicos que ejercen la labor

asistencial.

Lo anterior condiciona, por tanto, una cultura socio-humanista-asistencial del médico mediada por el

método clínico, entendida como aquel conjunto de conocimientos, valores, habilidades, valores y

valoraciones, que garantice el bienestar en el ser humano, que además de dinámico condicione una salud

desde la concepción, el nacimiento y hasta la muerte, dada así por una mejor calidad de vida, que no está

identificada con el mayor o menor tiempo vivido, sino con que lo vivido sea cada vez más satisfactorio,

procesos en los cuales se siguen y se demandan sucesivos estadios de evolución saludable.

Así se puede considerar que la sistematización formativa socio-humanista-asistencial en la labor

medica mediada por el método clínico, para lograr desarrollar la cultura socio-humanista-asistencial

del médico como una intencionalidad, y ha de estar condicionada además por la apropiación de

cultura asistencial en salud que se desarrolla en la propia labor de ese profesional, en relación dialéctica
382 
 
con la profundización de la cultura socio-humanista, entendiéndose ésta en el discurrir con mayor

atención al examinar o intentar penetrar en la esencia y la existencia humanas de dicho profesional, para

un mejor desempeño, sustentado en conocimientos, habilidades, valores y valoraciones en relación con la

condición del humano, donde se potencie, asegure y garantice la sensibilidad, la dignidad y la

espiritualidad. La apropiación de la cultura médico-clínica se identifica, entre tanto con la incorporación de

contenidos relacionados con la cultura socio-humanista -asistencial a desarrollarse en la propia labor del

médico y que incluye la promoción, prevención, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento.

Lo anterior devela que la labor asistencial junto con las demás funciones socio-laborales del médico

(docente, científico investigativa, y gerenciales) para que tenga pertinencia, optimización e impacto, tiene

que ser socio-humanista, pero a la vez la labor asistencial de ese profesional condiciona la profundización

de la cultura socio-humanista.

Es entonces que la sistematización que se define es una configuración que constituye la síntesis de la

relación entre dos configuraciones identificadas con la apropiación de la cultura asistencial en salud y la

profundización de la cultura socio-humanista, cuya relación ha de garantizar el desarrollo de la cultura

socio-humanista-asistencial del médico, lo que le confiere desde la unidad de análisis holístico

configuracional y dialéctico, una dimensión socio-cultural.

Es así que se puede considerar a la sistematización formativa socio-humanista-asistencial en la labor del

médico mediado por el método clínico, como aquella que se ha de realizar en el propio ejercicio de ese

profesional, contextualizado en el quehacer cotidiano en cualquier lugar donde se desempeñen.

Por otro lado, lo anterior solo puede ser alcanzado por una práctica mediada por el método clínico en la

asistencia médica que a la vez es formativa, ya que va condicionando y potenciando la sucesiva, continua

y permanente formación, afianzando los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones. Es donde se

383 
 
forma y se adiestra el profesional, mediado en su actividad cognoscitiva, transformadora, valorativa y

comunicativa.

En este caso, es el medio de ejercer el arte de la medicina conforme a sus reglas, es una forma de

adiestramiento en el ejercicio profesional, que al ser un modo o método observable por alguien, es un

ejercicio que puede ser guiado por cierto tiempo bajo la dirección de un docente.

Lo anterior condiciona entonces una práctica asistencial formativa del método clínico en el profesional

médico, configuración que incluye la práctica preventiva, promotora, curativa, rehabilitadora diagnóstica y

terapéutica de salud, que en la medida que se ejecutan también son formativas, porque en ella se

sistematiza la cultura médico-clínica y se desarrolla también una autoformación, guiada y orientada por un

docentes.

Además, la sistematización formativa socio-humanista-asistencial en la labor del médico mediada por el

método clínico requiere de un trabajo a desarrollar en la propia asistencia por ese profesional,

entendido dicho trabajo como el esfuerzo necesario para suministrar bienes o servicios de salud, mediante

el trabajo físico, mental o emocional para beneficio propio o de otros, que puede ser remunerado o gratuito

en un lugar determinado y dentro de un horario específico.

Ese trabajo del médico que se desarrolla en la atención al paciente, la familia y la comunidad, siempre es

retribuido, ya que al ser obra y resultado de la actividad profesional (transformadora, cognoscitiva,

valorativa y comunicativa), es el esfuerzo humano aplicado a la obtención o mantenimiento de un logro,

que en este caso es la salud del individuo, la familia y la comunidad. En él se ejecutan las labores

asistenciales, docentes, científicas investigativas y gerenciales, consolidándose las competencias,

preventivas, promotoras, curativa, rehabilitadoras, diagnóstica y terapéutica del médico, condicionando el

trabajo de dicho profesional mediado por el método clínico, como configuración que no solo ha de ser

384 
 
orientada por los administrativos, sino también por los docentes en estrecha vinculación, y en un equilibrio

que distinga los asistencial como elemento inseparable de las demás labores socio-asistenciales.

Se puede plantear entonces que la sistematización formativa socio-humanista-asistencial del médico

mediado por el método clínico solo es posible con una práctica asistencial formativa y el trabajo en

estrecha relación dialéctica.

La primera, considerada como el ejercicio de cualquier médico, conforme a sus funciones socio-laborales

que garantiza una formación constante y continuada, que está en relación contradictoria con la segunda,

determinada esta por sus funciones: preventivas, promotoras, curativas, rehabilitadoras, diagnósticas y

terapéuticas, que además son los núcleos de contenidos en la didáctica de la clínica mediada por el

método clínico, que condicionan las competencias, habilidades, valores y valoraciones, a desarrollar en el

proceso formativo socio-humanista y asistencial de los médicos, pero donde ese trabajo se significa en las

labores asistenciales, docentes, científico-investigativas y gerenciales en estrecha relación contradictoria y

determinante una de otra.

Por otro lado, la práctica asistencial formativa y el trabajo del médico han de lograrse desde una gestión

formativa socio-cultural-asistencial y humana en salud, que también sea mediada por el método clínico

como un conjunto de procesos para la pertinencia, la optimización, el impacto y la existencia, así como

para: lo docente, lo asistencial, lo científico-investigativo y lo gerencial, relacionados todos entre si por

alguna forma de interacción, dada por el conjunto de elementos que se identifican por las relaciones de

significación dentro de límites establecidos, las que determinan una organización y aportan coherencia a

dicha gestión para el proceso de formación profesional y humanista del médico.

La gestión en este caso se tiene como un eslabón que condiciona la planificación del proceso y los

objetivos concretos que se pretenden alcanzar, comprende los procesos de planeamiento, conducción,

385 
 
seguimiento y evaluación de un conjunto de decisiones y acciones, con el fin de buscar la solución a los

problemas de salud-enfermedad que se presenten y al mismo tiempo para lograr determinados objetivos

de una organización, que en este caso se identifica con la formación del médico, instituida en los diferentes

escenarios donde se labora, la cual también es formativa en el contexto actual de universalización y de la

educación médica superior.

En otras palabras es posible afirmar que la práctica asistencial formativa y el trabajo del médico, solo

pueden ser logrados cuando medie una gestión que las garantice, pero que tenga un carácter formativo

que condicione la formación continua y permanente de ese profesional en pleno ejercicio de su profesión,

que ineludiblemente ha de ser una gestión humanista y cultural también mediad por el método clínico.

Se puede aseverar entonces que la gestión formativa socio-cultural-asistencial y humana del médico

mediada por el método clínico como configuración, es síntesis de dos configuraciones que son: la práctica

asistencial formativa y el trabajo del médico, confiriéndole al proceso desde la unidad de análisis asumida

una dimensión socio-formativa mediada por el método clínico, que se desarrolla en la formación

continua y permanente del médico, lo que sustenta una especificidad pedagógica y didáctica en la

formación de este profesional.

Es importante enfatizar que en la apropiación de la cultura médico-clínica en la formación tradicional de

competencia para la prevención, promoción, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento, requiere

necesariamente una profundización formativa humanista en la propia atención que se le brinda al paciente,

a los familiares y a la comunidad, caracterizada por la sensibilidad espiritual, el compromiso, la flexibilidad,

el amor, el respeto a la dignidad plena y demás cualidades de los valores humanos.

Esa profundización de la cultura socio-humanista que se desarrolla en la asistencia, o sea en el propio

ejercicio de la profesión, ha de tener entonces particularidades especiales, pues además de incluir un

386 
 
humanismo en general desde la esencia y la existencia humanas, incluye aquel que emana directamente

de la atención al paciente, los familiares y la comunidad, que puede estar dado en el respeto, el pudor, el

secreto, la honradez, la ética profesional, la asertividad, la resiliencia, el afecto, el cariño, el decoro, la

ideología y otros aspectos que caracterizan la espiritualidad, la autoestima y el altruismo.

La relación dialéctica develada entre lo asistencial y lo socio-humanista, conlleva por otro lado que se

forme un médico para un mejor trabajo en el contexto donde está laborando a través del desarrollo de una

práctica laboral.

En tal sentido queda definida la categoría: sistematización formativa socio-humanista-asistencial mediante

un proceso de análisis y síntesis, de abstracción y de generalización que permite proponer una

transformación del proceso de formación socio-asistencial del médico mediada por el método clínico, como

una intencionalidad esencial para este texto

Por otra parte la sistematización formativa socio-humanista-asistencial del médico mediada por el método

clínico se va a desarrollar solo si se gesta la práctica asistencial formativa en su labor profesional,

constituyendo esta gestión, una actividad que propicia que el médico se forme continua y

permanentemente en el propio ejercicio de la profesión, a través de la investigación científica de avanzada.

Ahora bien, al quedar definida la intencionalidad dada en el desarrollo de la cultura socio-humanista-

asistencial mediante las dos categorías develadas, queda entonces demostrado que la sistematización

formativa socio-humanista-asistencial mediada por el método clínico, está condicionada por una

contradicción dialéctica que se da entre la apropiación de la cultura asistencial en salud y la profundización

de la cultura socio-humanista.

La apropiación de la cultura asistencial en salud está centrada entonces en la formación de las

competencias esenciales del médico, identificada con la promoción, prevención, curación, rehabilitación,

387 
 
diagnóstico y tratamiento, definidas de manera tradicional en los contenidos formativos del de dichos

profesional, que además de estarse formando desde el pregrado, se continúan ejercitando en el trabajo

una vez graduado dicho profesional, pero en la que tiene que existir necesariamente una profundización de

la cultura socio-humanista, pues su profesión es ejercida en el trabajo con los humanos sensibles, con

determinadas creencias religiosas u otras, con ciertas ideologías, que requieren un nivel de vida decoroso,

con cierta identidad por su cultura e idiosincrasia, que aman a otros y a sí mismos, que son amados y

necesitan ser amados; demanda en fin respeto a su dignidad .

Es entonces que la atención necesaria desde lo socio-humanista y por tanto la necesaria profundización de

dicha cultura, condiciona la continuidad de la apropiación de la cultura asistencial en el propio trabajo del

médico, lo cual demanda una formación continua y permanente, que en estos profesionales se da en el

propio ejercicio de su profesión, mediado por una práctica asistencial formativa y el trabajo del profesional,

teniendo como eje integrador el método clínico y por tanto la investigación científica de avanzada.

Por otra parte se deduce de lo anterior una dimensión socio-cultural en la sistematización formativa socio-

humanista-asistencial, de la que se puede derivar la relación dialéctica entre lo asistencial y lo socio-

humanista, que distingue además la labor asistencial del médico en relación con la esencia y la existencia

del humano, donde se distinga la sensibilidad espiritual, que se debe tener con el uso del método clínico.

De esta manera se puede revelar una relación esencial que como abstracción expresa los movimientos y

transformaciones del proceso de formación socio-humanista-asistencial del médico en su labor mediada

por el método clínico, dada en que:

1. El desarrollo de la cultura socio-humanista-asistencial del médico está condicionado por la relación

entre la apropiación de la cultura asistencial con la profundización de la cultura socio-humanista en

comunidad mediada por el método clínico.

388 
 
Por otro lado en la práctica asistencial formativa se ha de tener presente la formación continua y

permanente del médico y en la consideración de que esta se desarrolla en el propio ejercicio de su

profesión, que también demanda ser gestada y que ha de estar condicionada por los profesores y

estudiantes de medicina, quienes tienen que gestionar este tipo de formación con el uso del método clínico.

En ese sentido se fundamenta que la práctica asistencial del médico sigue dándose en tiempo y en

espacio, es decir, un ejercicio formativo de este profesional, que se da en el trabajo con el paciente, la

familia y la comunidad, el cual deviene proceso que se gesta a la vez que es formativo mediado por la

investigación científica de avanzada.

Lo anterior condiciona y potencia entonces otro par dialectico dado entre la práctica asistencial formativa y

el trabajo del médico, ya que la práctica se da en el trabajo y donde una permite ir configurando la otra. Ese

par dialectico se sintetiza entonces como se expresó anteriormente en la gestión formativa asistencial

social y humana de dicho profesional, lo que condiciona la dimensión socio-formativa de la sistematización

formativa socio-humanista-asistencial de ese profesional. Lo anterior permite significar una modalidad en la

formación médica, donde radica lo pedagógico y lo didáctico, ya que devela la formación en el ejercicio de

ese profesional pero siempre usando el método clínico.

Esto devela así, una segunda relación esencial del proceso de formación socio-humanista-asistencial del

médico en su labor, identificada con:

2. La sistematización formativa socio-humanista-asistencial del médico se gesta en la relación entre

la práctica asistencial formativa con el trabajo del médico mediada por la investigación científica de

avanzada y por tanto por el método clínico.

Ambas relaciones esenciales reveladas que y a la vez expresan los movimientos y transformaciones en el

proceso de formación del médico, constituyen una abstracción más esencial que deviene modelo de

389 
 
gestión formativa socio-humanista-asistencial mediado por el método clínico en lo cual se devela que el

desarrollo de la cultura socio-humanista se constituye y construye a través de una práctica formativa

asistencial dirigida y gestada por los implicados en la formación médica, que demanda una estrategia de

gestión que ha de tener un programa.

Por otro lado las relaciones expresadas pueden condicionar regularidades en su comportamiento para lo

cual es oportuno hacer algunas reconsideraciones que subyacen en la modelación y que potencian

también el sustento epistémico para la práctica formativa del médico; y es que queda claro que desarrollar

una cultura socio-humanista-asistencial en el médicos implica que la gestión del mismo es imprescindible

como lo es el método clínico.

En ese sentido, la gestión formativa socio-cultural-asistencial y humana en salud revelada tiene implícito:

• Gestionar la formación de funciones socio-laborales en el médico, como la formación de las

funciones específicas de ese profesional, identificadas con las docentes, asistenciales, científico-

investigativas y gerenciales, a través del método clínico.

• Gestionar la formación de competencias profesionales y humanas en salud, dadas en acciones

preventivas, promotoras, curativas, rehabilitadoras diagnósticas y terapéutica, sustentado en la

esencia y la existencia del ser humano desde el concepto de salud que en otros textos este autor

propone donde le método clínico sea el eje dinamizador.

• Gestionar también las competencias investigativas esenciales para abordar el método clínico

identificadas con: la indagación, argumentación, innovación y creación.

Por otro lado en ella subyace una gestión humano-cultural para la formación del médico determinada en

acciones que se realicen sustentadas en la existencia y la condición humana, dado en su naturaleza, su

capacidad transformadora, su actividad y la escala valorativa, para lograr que los médicos profundicen en

los contenidos en su propio ejercicio profesional, acordes con dicha concepción, trascendente a su labores
390 
 
socio-asistenciales en la propia asistencia al paciente, la familia y la comunidad, dado en una correcta

administración y dirección del proceso, a través de una adecuada organización.

Lo anterior entonces se relaciona dialécticamente con una gestión para la dinámica del desarrollo socio-

humanístico-asistencial en el medico mediado por el método clínico, determinada por acciones para lograr

un adecuado espacio de construcción de significado y sentido que se dé entre los implicados en el proceso

de formación socio-humanista-asistencial de ese profesional, donde se tenga en cuenta la motivación, la

comprensión, la explicación, la sistematización, la generalización, la interpretación y la observación socio-

humanista-asistencial, mediada por una correcta administración y una adecuada organización desde una

concepción humanístico-cultural.

Estas oportunas reconsideraciones potencian además lo epistemológico del modelo de gestión develado

en su dimensión socio-formativa con los tres tipos de gestión planteadas para la formación, y la dimensión

socio-cultural como síntesis de la gestión humano cultural y la gestión para la dinámica considerada, las

cuales constituyen condiciones esenciales que subyacen en el modelo de gestión formativa socio-

humanista-asistencial del médico mediado por el método clínico.

De las relaciones develadas emerge una regularidad conducente a su carácter de ley como una

abstracción aún más esencial, que se enuncia como sigue:

• El trabajo médico y la práctica asistencial condiciona el desarrollo social, humano y profesional

dicho profesional en ejercicio. Ello es un proceso formativo continuo condicionado por la gestión

socio-humanista-asistencial mediado por el método clínico.

Es posible que todo lo anterior no quede bien explicitado o poco entendible, para lo cual en los siguientes

espacios se profundiza en aspectos pedagógicos y didácticos que permitan una mejor inteligibilidad y

comprender que el método clínico es una configuración didáctica y pedagógica.

391 
 
 Categorías básicas que caracterizan el desarrollo de proceso de enseñanza-aprendizaje en

la formación del médico mediada por el método clínico.

Las categorías que permiten caracterizar el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje para los

médicos pueden considerase de dos tipo, en el primero las de naturaleza estructural cuando son

identificados componentes tales como el académico, el investigativo y el laboral, u otros más específicos, lo

que está bien conceptualizados en diversos textos de Didáctica de la Educación Superior (H. Fuentes

2011), los componentes conforman una estructura de relaciones sistémicas, que interpretadas desde la

consideración de la Teoría General de Sistemas, permiten dar cuenta de las relaciones del proceso con el

entorno y de sus relaciones entre la estructura y las funciones del proceso, que si bien son válidas no

constituyen objeto esencial de este acápite del texto.

Por otra parte, desde asumir de la Teoría Holístico Configuracional al desarrollo del proceso de enseñanza-

aprendizaje del médico son identificadas categorías de naturaleza holística y complejas, como son:

• Configuraciones.

• Dimensiones.

• Eslabones.

• Estructura de relaciones

• Eje integrador.

Que a pesar de retomarlas en este espacio del texto por considéralo esencial y núcleo de contenido del

propio texto, y por eso y en sentido no pretender ser repetitivo, sino adecuarlo a la formación del médico de

una manera más específica, y que permite develar el alcance general de la Concepción Científica Holística

Configuracional (C-CHC) con su teoría y método en su carácter filosófico.

392 
 
 Configuraciones Las configuraciones del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación del

médico constituyen las expresiones subjetivo-objetivas con las cuales los sujetos implicados

identifican rasgos y cualidades, al caracterizar el proceso y su movimiento, se identifican con él:

problema, objetivo, objeto, contenido, método y logro.

- El problema: es la configuración que caracteriza al proceso de enseñanza-aprendizaje del

médico en su vínculo con la necesidad social y por tanto, es la situación objetiva que se

manifiesta en el proceso y se configura en el sujeto en la necesidad subjetiva de enfrentarlo, el

cual constituye punto de partida del proceso. Es la situación que se da en un objeto (problema

de salud-enfermedad) y crea en el sujeto (medico) la necesidad de resolverla. Tiene un

carácter objetivo al ser inherente al objeto, pero a la vez tiene un carácter subjetivo,

determinado por el sujeto para quien la referida situación se convierte en necesidad.

El problema de salud-enfermedad se transforma en el tiempo y espacio, en un contexto. Es

multifacético, no se trata de un problema único y abstracto de por sí, sino realmente de un

sistema de situaciones médicas y clínicas que en su abstracción sintetiza y concretan un nivel

relacional cualitativamente superior, como configuración en construcción del conocimiento del

médico que responden a las necesidades de salud, por tanto el problema condiciona los

objetivos formativos.

El problema de salud como categoría Didáctica se delimita a los diferentes niveles de

sistematicidad del proceso de enseñanza-aprendizaje del médico, esto es, al nivel de la

carrera, de las disciplinas docentes, las asignaturas y los temas.

- El objeto: expresa aquella parte de la cultura médico-clínica vinculada al problema en su

sustento y solución, constituye la síntesis de lo epistemológico y lo metodológico de dicha

393 
 
cultura que ha de ser sistematizado por la práctica médica histórico social de la humanidad,

que los profesionales médicos deben apropiarse en el proceso, en aras de alcanzar el objetivo.

El objeto estará dado por un sistema de conocimientos, métodos, procedimientos y estructuras

lógicas, jerarquizadas en correspondencia con la complejidad del objeto de la cultura médica y

se llevan al proceso de formación de los médicos, y es que en el proceso de enseñanza-

aprendizaje se configura en el contenido del proceso, en términos de conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones.

Es necesario significar que el objeto de la cultura médico-clínica , no es el "objeto real en sí",

pues el primero se expresa como objeto que es síntesis y expresión de la cultura, que es

conocido, transformado, valorado y comunicado, de ahí que los hombres en su quehacer

humanizan el mundo.

- El objetivo: Es la configuración de carácter teleológico que expresa el logro que se aspira

alcanzar y que de lograrse, satisface necesidades sociales de salud-enfermedad. Tiene un

carácter marcadamente objetivo-subjetivo, en tanto es elaborado por los sujetos que

desarrollan el proceso de formación del médico.

Los objetivos constituyen síntesis dinámica de las exigencias sociales de salud y personales

de los sujetos y de la naturaleza, de los contenidos que se configuran en la profundización de

los mismos por los médicos en su proceso de formación. Estos constituyen una síntesis

dinámica de las exigencias sociales y personales de los sujetos y de la naturaleza de los

contenidos que se configuran en el sujeto en dependencia del comprometimiento de éste con

el proceso.

Los objetivos son la expresión de los propósitos y aspiraciones que, durante el proceso de

formación de los médicos, se van conformando en el saber, hacer, ser y convivir; es la

394 
 
precisión del futuro desarrollo de la capacidad transformadora humana profesionalizante del

médico como resultado del proceso.

Los objetivos constituyen aquel aspecto del proceso de formación del profesional médico que

mejor expresa el carácter socio cultural del mismo y la necesidad de la sociedad con un

discurso didáctico y pedagógico, para el logro del médico que se pretende formar.

El objetivo, como configuración de la didáctica, tiene un carácter subjetivo en tanto es

aspiración, idea, propósito, entre otros, a la vez que es objetivo porque implica una concreción

en la transformación y solución de un problema de salud-enfermedad que también es objetivo-

subjetivo.

La dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo, en los objetivos se manifiesta de manera

significativa en los siguientes momentos:

Primero; cuando se expresa conscientemente el propósito a alcanzar en los estudiantes y lo

expresan como la imagen del resultado previsto.

Segundo; cuando éstos determinan el contenido del proceso y lo plasman en el programa

académico, en el programa de las disciplinas y asignaturas, en el texto, en la preparación de la

asignatura y en el plan de clase.

Tercero; en la dinámica misma del proceso, cuando el profesor y el estudiante actúan en

función de lograr el fin propuesto.

- El contenido: es la configuración mediante la cual se expresan los conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones, configuradas por los sujetos en la relación dialéctica con la

apropiación de la cultura médico-clínica. Este tiene en el desarrollo del proceso de enseñanza-

aprendizaje médico un sustento epistemológico y metodológico, pero de carácter

profesionalizante.

395 
 
La síntesis de conocimientos, habilidades, valores y valoraciones, los cuales sustentan el

desarrollo de la capacidad transformadora humana profesionalizante del médico implicada en

el saber, hacer, ser y convivir de estos profesionales.

Se requiere por tanto una reflexión de la relación entre conocimiento, habilidades, valores y

valoraciones, que en su síntesis se identifica en el contenido, categoría esencialmente

didáctica. El conocimiento implica el concepto, la idea expresada en la conciencia de los

médicos, pero en su movimiento se identifica con la habilidad, que condiciona la interacción y

transformación de dicho profesional y el propio concepto, tal consideración lleva a la necesaria

unidad dialéctica entre el conocimiento y la habilidad, como la unidad contradictoria entre el

concepto y el movimiento del concepto, que se expresa en la construcción de significados y

sentidos en el médico, las cuales pueden estar tanto en el proceso del pensamiento como en

las acciones en la sociedad y en la naturaleza.

De la unidad dialéctica de los conocimientos y las habilidades emerge el significado, y se

configuran como síntesis mediadoras, los valores y la valoración, en un proceso de mayor

significatividad, en que los valores y valoraciones no sólo implican un significado, sino además

un sentido, que va gestándose en el desarrollo de la significatividad del proceso de formación

del médico.

Por otra parte el valor y la valoración, en su connotación axiológica y en su relación dialéctica

constituyen también la relación entre el concepto y el concepto en movimiento, en la

connotación del sentido además del significado para el médico.

Además en la relación entre el valor y la valoración, se condiciona la relación dialéctica entre el

conocimiento y la habilidad, como autodesarrollo del contenido socio cultural en los médicos,

proceso condicionado en el ámbito social en unidad dialéctica entre la apropiación de la cultura

médico-clínica y la profundización del contenido socio cultural en dichos profesionales.

396 
 
- El método: Es la expresión de la lógica del proceso de formación de los profesionales médicos

que se configura en la relación objetivo-subjetiva que se adopta en el desarrollo del proceso

por los sujetos. Así el método es la configuración más dinámica del proceso y ha de expresar

la unidad contradictoria entre la lógica dialéctica objetiva y la lógica dialéctica subjetiva del

movimiento del objeto real, el cual ha de identificarse con el método clínico.

Los métodos del proceso de formación de los médicos constituyen la configuración didáctica,

devenida método clínico, capaz de expresar el modo en que este se desarrolla, con lo cual se

caracteriza de modo especial la dinámica del proceso de formación de dicho profesional, su

movimiento. Es expresión del proceso configurado como la vía o camino adoptado en la

ejecución del proceso por los propios médicos que lo llevan a cabo en el proceso de

apropiación de la cultura médico-clínica y la profundización del contenido sociocultural

específico, para que pueda alcanzarse el resultado como concreción del objetivo en la

satisfacción del problema de salud-enfermedad.

A la vez, el método en este caso el método clínico expresa el orden y organización interna del

proceso de formación del médico que es en sí mimo clínico, y manifiesta la lógica del proceso,

el cual tiene su esencia en la comunicación clínica entre los sujetos participantes y se genera

en la actividad clínica, a través de la cual se desarrolla dicho proceso.

El método clínico como método de enseñanza-aprendizaje del médico y por tanto, como

configuración didáctica, en sus relaciones con el objetivo, el objeto y el contenido, sintetiza la

dinámica, el movimiento, al expresar su naturaleza cambiante y contradictoria. Este también

expresa dinámicamente lo operacional del proceso, y concreta su relación en los sujetos en

cada eslabón del mismo, sin que esto signifique su reducción a procedimientos y técnicas. En

su implementación se evidencia el compromiso del método con determinada concepción de la

ciencia y de la didáctica propia en la formación de este profesional.

397 
 
Como fue señalado anteriormente, este método no es una parte del proceso, sino la expresión

que caracteriza y establece su lógica, su orden y secuencia, en correspondencia con las

condiciones en que éste se puede dar. Los procedimientos, como subsistema del método

clínico, destacan las condiciones en que se desarrolla el mismo, pudiendo un método particular

desarrollarse por diferentes procedimientos en correspondencia con las características en que

concretamente se produzca.

En ese sentido no hay método de métodos, ni métodos de crear método, y el mejor método es

el que se genera por los propios participante e implicados en el proceso de formación del

método, pero que siempre es clínico, que depende de las habilidades pedagógica de quien lo

guía, de la cultura y de las posiciones epistemológica del mismo en coordinación con los

demás implicados.

- El logro: Es la configuración que caracteriza el estado final en la transformación de los sujetos

en el proceso de formación de los médicos. Se configura como síntesis dinámica de las

anteriores, en torno a los sentidos que el mismo proceso desarrolla en los sujetos, es la

expresión concreta de la transformación formativa del proceso.

No es un momento del proceso, sino que se configura a lo largo del mismo, tanto en el espacio

como en el tiempo. Esta categoría tiene su máxima significación y a la vez concreción en la

evaluación del proceso.

 Dimensiones del proceso de enseñanza-aprendizaje. Expresan el movimiento y transformación

del proceso de formación del médico, y como resultado de estos, en el mismo se desarrollan

cualidades que se expresan mediante las relaciones entre configuraciones.

398 
 
Las dimensiones del proceso de enseñanza-aprendizaje del médico se suceden en los eslabones

del proceso. En ese sentido se abordaran los mismos.

 Eslabones del proceso de enseñanza-aprendizaje. Expresan la sucesión de los complejos

movimientos por los cuales transita el proceso de formación médica. Cada uno de los eslabones es

contentivo de varias dimensiones que se suceden desde el diseño curricular, la dinámica y la

evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. El estudio de las dimensiones y eslabones es

desarrollado en otros espacios del texto, donde se pondrán ejemplos concretos de resultados

científicos de maestrías y doctorados encaminados a dilucidar la formación del médico.

 Fundamentos epistemológicos y categorías de la pedagogía y la didáctica de la educación

superior que sustenta la formación del médico, mediado por el método clínico.

El objeto de la Pedagogía de la Educación Media Superior, vista desde la Concepción Científica Holística

Configuracional es el proceso de formación de la capacidad transformadora profesional y social de los

médicos mediada por la investigación científica de avanzada y por tanto por el método clínico. Proceso en

el cual los estudiantes y profesores, desarrollan la actividad formativa profesionalizante, y con un carácter

subjetivo-objetivo construyendo el conocimiento científico médico-clínico, como sustento de la cultura

medica-clínica y la educación médica, como esencia de la formación del médico.

Lo anterior tipifica la necesidad de aprender a investigar desde la formación inicial y desarrollarse en todo

los estadios posteriores de formación.

Eso constituye un proceso social intencional, que se desarrolla a través de la construcción de significados y

sentidos entre los sujetos implicados, en el tiempo y el espacio, en una construcción dialéctica y coherente

orientada hacia la consecución de la condición humana. Por tanto, es el proceso social intencional

formativo en que los médicos, en el desarrollo de la actividad humana, y con un carácter subjetivo-objetivo

399 
 
desarrollan cultura y educación en cada implicado, como aspecto esencial de la formación médico

profesional y social, donde se tenga como eje integrador la investigación científica de avanzada y por tanto

el método clínico.

Los seres humanos donde se incluyen los médicos, desde su surgimiento han desarrollado la formación de

sus capacidades transformadoras, lo que ha permitido el actual nivel de desarrollo socio-cultural de la

medicina, en un proceso de formación condicionado histórica y socialmente, que si en sus orígenes tuvo el

carácter de lo espontáneo, en su desarrollo se ha dimensionado por el carácter consciente e intencional del

propio proceso de formación.

Por tanto, se requiere de una conceptualización de la formación de la capacidad transformadora humana

profesionalizante del médico, a través de la investigación de avanzada en una gestión socio-cultural como

objeto de la Pedagogía de la Educación Media Superior que ofrezca una perspectiva teórica que dilucide

su propia esencia y la de la formación, donde se tiene que interrelacionar durante el proceso formativo lo

docente, lo asistencial, lo científico-investigativo y lo gerencial.

La formación del médico es un proceso social y cultural que obedece al carácter de la integridad del

desarrollo de la capacidad transformadora humana que se da en la dinámica de las relaciones entre los

médicos en la sociedad, en constante y sistemática relación, capaz de potenciar y transformar su

comportamiento en el saber, hacer, ser y convivir de los mismos.

Por lo cual ha de interpretarse como proceso que permite la construcción y desarrollo de la condición

humana a partir de la cultura médico-clínica que los médicos deben de apropiarse, a la vez que crean tal

cultura. En modo alguno se puede comprender como un proceso abstracto e innato, sino que es un

proceso de carácter objetivo que tiene su existencia propia a partir del sistema de relaciones objetivas

400 
 
entre los sujetos, en un contexto, que a la vez conlleva a expresarse en su naturaleza subjetiva, siempre

mediado por el método clínico.

Es por ello que la formación de la capacidad transformadora humana den el médico mediada por la

investigación científico de avanzada, al igual que en cualquier otro proceso formativo ha de verse como un

proceso dialéctico de relación entre lo objetivo y lo subjetivo ya que todo proceso de este tipo está

intencionalmente direccionado y sistematizado a partir de su propia existencia, pero donde intervienen los

sujetos con su subjetividad, lo cual revela que es proceso objetivo–subjetivo, de desarrollo de

potencialidades y comportamientos profesionales, pero sobre todo humano e investigativo, donde medie: la

sensibilidad, el decoro, la dignidad, la autoestima, el altruismo, el cumplimiento de la palabra empeñada, la

empatía, el respeto a la identidad y la diversidad; en fin el compromiso, la flexibilidad, la trascendencia y el

amor.

Como se puede apreciar, el proceso formativo del médico conlleva necesariamente a un proceso de

apropiación de la cultura médico-clínica a través de la investigación mediada por el método clínico, que ha

de ser interpretado de forma holística y a la vez compleja, pues expresa la diversidad de lo humano

universal y las situaciones contextuales de formación, pero en ello está la expresión de lo individual como

totalidad irrepetible, única, de cada ser humano con su espiritualidad en su vínculo con la sociedad y sus

necesidades.

Indiscutiblemente, al proceso de formación del médico le es intrínseca la apropiación de la cultura socio-

humanista-asistencial de salud que es clínica, la cual no puede ser definida si no es desde un criterio de

cualificación de ésta, como fue identificada anteriormente, desde el punto de vista teórico. La cultura

médico-clínica está en los médicos como seres humanos, en sus ideas y realizaciones, lo que incluye los

productos y resultados de dicha cultura en la relación del contexto con lo universal. Se construye en cada

401 
 
médico en su contexto social e histórico, pues en cada uno se desarrolla y se sintetiza la obra humana, y la

de la sociedad como un todo.

De ahí que la apropiación de la cultura socio-asistencial y por tanto médico-clínica es un proceso dinámico

en que los médicos, intencional y sistemáticamente realizan su cultura, transformando su entorno y la de

esa propia cultura, necesaria para ser verdaderamente médicos, por tales razones la apropiación de la

cultura médico-clínica como proceso permite a cada médico una profundización del contenido de la misma

naturaleza, a la vez que se revela contradictoriamente en el propio proceso del desarrollo humano, ya sea

en una totalidad, desde el punto de vista filogenético, como en la individualidad, es decir en lo ontogenético

en el sujeto y su pensamiento, el cual discurre sobre la base de la continuidad, que permite dar saltos

cualitativos en el desarrollo del profesional médico a partir de ese propio proceso de apropiación de esa

cultura, que solo puede ser a través del método clínico y por tanto con la investigación científica de

avanzada

Los profesionales médicos como seres humanos se apropian de la cultura médico-clínica en un proceso

condicionado por la propia cultura que ha construido anteriormente, en sus conocimientos, habilidades,

valores y valoraciones. Este es un proceso dinámico que sustenta la formación de las capacidades

transformadoras profesionalizante y humanas que se va sistematizando y en el que esa apropiación de

dicha cultura que se produce desde su entorno, va ascendiendo a una cultura universal para lo cual debe

de profundizar en los contenidos propios de la cultura clínica dada, tanto contextual como universal.

Esto se refiere a una necesidad de la apropiación de la cultura médica-clínica por los médicos que se da

entre una posición epistemológica (ante la cultura) y el entorno cultural. En la misma relación con el

entorno cultural (en el mismo sentido que se conforma) se configura la posición epistemológica del médico

y es mediada en la sistematización formativa y en la intencionalidad para la formación de dicho `profesional

siempre usando el método clínico.


402 
 
La apropiación de la cultura médico-clínica es síntesis, expresión y representación de una cultura, en un

entorno socio-cultural y una posición epistemológica, a la vez que es dinámica como lo es la posición

epistemológica y también la cultura del entorno, que en todo momento se trasforma en la propia

apropiación de la misma por los sujetos, que a la vez renacen y se desarrollan.

La profundización del contenido médico-clínico constituye también un proceso subjetivo-objetivo,

sustentado en una sistematización de la estructura educativa-pedagógica, a la vez de una generalización

de las configuraciones de la cultura de la misma naturaleza en los médicos, tales como conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones que conllevan a una formación diversa, esencial, flexible, y se erige en

la generalización esencial y la complejidad de los diversos factores que influyen y condicionan el proceso

de la propia formación del médico con el uso del método clínico.

La profundización del contenido socio cultural de este tipo se desarrolla en la elaboración y estructuración

formativa que se configura en el proceso de apropiación de dicha cultura por el médico, lo que se sintetiza

en la sistematización formativa, como la vía epistemológica y metodológica para la formación de la

capacidad transformadora humana y profesionalizante de este profesional y donde la profundización del

contenido médico-clínico constituye un proceso esencial que se inserta a la investigación científica de

avanzada.

La profundización de ese contenido es un proceso de desarrollo que comprende, a su vez, la relación entre

la cultura médico-clínica y el contenido formativo de los médicos, en la comprensión de la relación entre la

cultura y la formación ya que resulta significativo enfocar esta problemática desde la visión novedosa de lo

educativo y lo pedagógico como consecuencia de la existencia de la condición humana, donde el método

clínico adquiere gran relevancia.

403 
 
La relación entre la apropiación de esa cultura y la profundización de su contenido, desde esta perspectiva,

permite explicitar teóricamente la relación entre la totalidad y la diversidad en una dinámica condicionada

histórica y socialmente.

La perenne presencia de la cultura médica-clínica, la impronta de los constantes cambios y

transformaciones en la sociedad que se hace efectivo en el proceso formativo del médico, comprende

desde el reconocimiento de la apropiación de esa cultura, como factor imprescindible evidenciar la

dinámica del proceso formativo del médico mediado por el método clínico.

Para comprender la significación de la relación entre la apropiación de esta cultura y la profundización de

los contenidos en el proceso de formación de los médicos, requiere tener en consideración que ello está

mediado por la sistematización del propio proceso que sintetiza la contradicción y se constituye en el

camino de la transformación del mismo en relación al método clínico.

En la formación médica, la profundización del contenido médico-clínico se configura en su expresión

sintética entre la sociedad y la apropiación cultural de la misma naturaleza, por tanto es la concreción del

proceso cultural formativo del médico al considerarlo como una construcción individual y social.

Este proceso responde y legitima la actividad formativa del médico en su totalidad, porque sus factores

integrantes se determinan a partir de todo este sistema holístico y complejo, donde está presente la

profundización en el contenido socio cultural propio de la profesión, que es médico y clínico, que deviene

de esa cultura como condición imprescindible en la formación del médico, pues la apropiación de la misma

que se requiere, se determina a partir de precisar los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones,

así como métodos y lógica de la cultura relacionada directa o indirectamente con el proceso de formación

especifico.

404 
 
De esta forma, si la apropiación de esa cultura y la profundización del contenido socio cultural y

humanista se desarrollan en el médico, ello signa la sistematización socio-humanista-asistencial

del proceso de formación, que exige a su vez, de una intencionalidad formativa identificada con el

método clínico

La intencionalidad formativa en los médicos, constituye entonces, otra categoría esencial en el proceso de

formación del miso, que marca la dirección causal a través de la cual se ha de propiciar y gestar el proceso

de formación de estos profesionales. Es el proceso que contribuye a la transformación de la capacidad

transformadora humana del médico, creando los espacios para ello, mediado todo por el método clínico.

La intencionalidad formativa en el medico está comprendida como la intencionalidad socio-individual que

expresa subjetiva y objetivamente los fines de tales profesionales en el ámbito socio-salubrista, de donde

se reconoce su carácter subjetivo-objetivo, pero está en la conciencia de los gestores y actores, en la obra

de infinito amor que constituye la formación y el desarrollo médico. Este proceso está determinado por el

protagonismo consciente del sujeto, concretada en la selección, utilización y diseño de los métodos y

estrategias para su consecución, en el compromiso y la responsabilidad de los actores implicados en el

proceso de desarrollo y transformación, donde se tracen cada día nuevas metas. Es por esto que la

intencionalidad formativa de dicho profesional está expresada como proceso que conlleva a un fin, de

manera consciente y con objetividad, es decir desde el punto de vista teleológico, a la consecución de un

proceso formativo viable y auténtico que depende de los sujetos implicados mediado siempre por el

método clínico.

La intencionalidad formativa del médico siempre tiene una direccionalidad causal que se sustenta en la

indagación y la argumentación como forma de aplicación del método clínico, lo que le confiere el carácter

de investigación, donde los actores se hacen copartícipe consciente del proceso formativo y auto-formativo.

405 
 
Lo anterior constituye un proceso de reflexión y de comprensión que transita hacia una totalidad con

dirección causal, que se estipula conscientemente por los médicos como sujetos implicados en su

autoformación, y emerge entonces esa totalidad que es la intencionalidad formativa en específico, que va

paulatinamente en el proceso de construcción científica del conocimiento, acorde al ritmo del desarrollo y

profundización de los contenidos médicos y clínicos en los sujetos implicados, concretándose en

categorías que emergen a través de la relación entre la observación, la compresión, la explicación y la

interpretación de los implicados.

Determinar las relaciones que se establecen entre los procesos antes mencionados permite asumir la

apropiación de datos concretos y abstractos, generados desde la cultura, lo que se sintetizará en la

intencionalidad del sujeto como totalidad. Este es un proceso de desarrollo interpretativo en el que van

emergiendo las categorías como concreciones de la intencionalidad del sujeto en el mismo, en el desarrollo

de niveles cada vez más altos en la apropiación científica de la cultura especifica de la profesión, y que

tienen su síntesis en las categorías, que adquieren el carácter de expresiones de la totalidad, en una

determinada madurez, aunque constituye un supuesto que aún requiere de ser argumentado e

interpretado.

Estructuralmente, la intencionalidad formativa para los médicos supone la finalidad de desarrollar los

potencialidades intelectuales e investigativa, de naturaleza teórica, que implementados orienten a la

valoración de la correspondencia del conocimiento con la información, que resultará estructurado y

sistematizado en el vínculo con la realidad de salud objetiva conocida y organizada según las disciplinas de

las ciencias salubristas, lo que diferencia el conocimiento así obtenido (científico) del común y espontáneo.

La intencionalidad en el proceso formativo del médico que desde la comprensión epistemológica direcciona

procesos imprescindibles en los mismos hacia la transformación, la cognición, la valoración y la

comunicación durante la formación con el uso del método clínico, lo cual quiere decir que la intencionalidad
406 
 
formativa tiene la función de propiciar mayor correspondencia interpretativa entre el significado y sentido de

lo formativo en los sujetos que intervienen en este proceso.

En tal sentido esta intencionalidad formativa es precisamente el sentido que imprime el médico al proceso

objetivo-subjetivo que se requiere en la formación de dicho profesional y al propio método clínico, de ahí

que esta intencionalidad prefija el carácter de esencialidad de esta formación, y en esa dirección alcanza

un mayor nivel que posibilita la abstracción y la generalización en los médicos implicados.

En consecuencia se revela que la intencionalidad formativa mediada por el método clínico para los médicos

se erige como categoría intrínseca a la formación de dicho profesional, permite descubrir y redescubrir la

intención de cada médico hacia la nueva construcción teórica y práctica que requiere desde la apropiación

de la cultura médico-clínica, a la vez que será de mayor significatividad en tanto se desarrolle en unidad

con la profundización del contenido propio de esa cultural y, lo cual elimina todo riesgo de convertirse en

una repetición sistematizada, en el proceso de formación del médico.

Esta intencionalidad, con este enfoque, conlleva a la aparición y codificación de diversas acciones,

operaciones y actividades que permiten establecer la lógica del proceso formativo del médico mediado por

el método clínico, la cual es definida como el móvil que conduce a todo el proceso formativo del médico a

niveles superiores y que debe comenzar a expresarse desde el mismo momento en que se asientan las

premisas indispensables en la formación de dicho profesional, a la vez que esta formación como proceso

se va sistematizando.

La sistematización formativa mediada en el método clínico, como otra categoría, se erige en otro aspecto

esencial del proceso formativo del médico. Se define como el proceso que desarrolla el carácter de

continuidad y consecutividad, a niveles superiores en la construcción científica del contenido médico-clínico

por el médico y en el que a partir de la apropiación de la cultura propia, se significan factores y criterios que

407 
 
propician la reestructuración epistemológica de ese contenido y con ello su sistematización, lo que

condiciona la profundización del contenido en los sujetos médicos, signados en el método clínico.

La sistematización del método clínico por tanto se devela como una categoría pedagógica y didáctica, que

conlleva a la recreación y creación de la cultura medica-clínica, al revelar relaciones estructurales que

propician nuevas relaciones de síntesis y de la estructura epistemológica y praxiológica, reelaborada en el

propio proceso de sistematización formativa del médico, donde la apropiación de la cultura especifica de la

profesión, desempeña un rol fundamental en los primeros estadios del proceso de la construcción científica

del contenido socio cultural, en que se construyen los fundamentos sobre los que se erige la nueva cultura,

que implique una novedad epistemológica.

Por lo anterior, toda nueva elaboración teórica en la formación del médico se sustenta en una

sistematización formativa del método clínico y que constituye lo más significativo del contenido de esa

cultura. La sistematización formativa de este tipo, se relaciona en este dialécticamente con la

intencionalidad, configurada en el propio proceso de construcción científica de dicho contenido y tiene su

sustento en la estructura epistemológica, lógica, axiológica y praxiológica del propio contenido.

El rasgo fundamental de esa sistematización es su potencialidad en la construcción científica del contenido

propio, como concreción de esa cultura en el proceso formativo del médico, sobre la base de la continuidad

y consecutividad, que permiten la valoración, organización y análisis-síntesis de la misma, es por esto que

ella se erige en un proceso secuenciado que tipifica constantemente el rescate de los conocimientos y el

método clínico en un espacio de significados y sentidos desde la cultura médico-clínica y su potenciación.

Se puede connotar a esta sistematización a partir de reconocer una autorreflexión constante en el proceso

de apropiación de esa cultura que desarrollan los profesionales médicos de manera contextual y las

experiencias de vida en la actividad formativa y educativa.

408 
 
La sistematización formativa del método clínico requiere desarrollar procedimientos continuos de

indagación e innovación que responden a la naturaleza del objeto de la cultura que se sistematiza, pero

también a los criterios e intencionalidad de los profesionales médicos comprometidos con el proceso,

donde un factor influyente lo es la experiencia, pero ello puede implicar un sesgo en el propio proceso.

Esa sistematización lleva a una contradicción más esencial que lo dinamiza, al considerar a la

sistematización como un proceso, a la vez intencional, condiciona la lógica hermenéutica dialéctica de la

construcción del conocimiento científico mediado por el propio método clínico, dada en el tramado de

relaciones, de observar, comprender, explicar e interpretar la realidad de salud-enfermedad, desde su

expresión cultural médica y clínica, que no se reduce a los procesos, mecanismos, médicos y productos de

la cultura, donde la experiencia teórica y práctica constituye una alternativa fundamental y en muchos

casos la más significativa.

Tal sistematización conlleva a comprender y explicar las experiencias médicas anteriores o en desarrollo,

en lo que implica el reconocimiento de la realidad médica a través de su observación e interpretación, ello

significa la interpretación del conocimiento teórico existente y la configuración en conocimientos teóricos de

las experiencias de ese profesional. De igual manera se condiciona la explicación e interpretación de la

información cultural en el desarrollo de la formación de este profesional, tanto en el ámbito de las

instituciones universitarias como en los centros docentes asistenciales y en la propia comunidad donde

labora el médico.

Esa sistematización además como expresión, síntesis y representación de la cultura médico-clínica, es el

resultado que condiciona la visión prospectiva, que vislumbra las transformaciones futuras, necesarias en

el desarrollo que requieran procesos formativos e investigativos de los médicos desde la sistematización

actual.

409 
 
La sistematización de esta cultura y la experiencia en desarrollo, vista en lo perenne, la secuencialidad, la

persistencia y la prolongación de otros subprocesos, propicia la reorientación del quehacer formativo e

investigativo del médico, en los procesos de su desarrollo, así como también el rescate de experiencias y

conocimientos históricamente construidos. Significa que la sistematización en este caso tiene un

condicionamiento histórico, social y cultural en un contexto concreto, que condiciona el desarrollo ulterior

de la cultura médico-clínica, la formación y la investigación. Los criterios de sistematización emergen del

propio proceso de la sistematización.

En la dinámica del proceso de formación del médico, la sistematización formativa del método clínico y su

intencionalidad, permiten comprender la consecutividad y el carácter continuo de la apropiación de la

cultura médico-clínica y la profundización de su contenido, lo cual conlleva a la reestructuración del

comportamiento médico por distintas etapas de experiencias teóricas y prácticas que se viven en el

proceso de desarrollo de la capacidad transformadora humana y profesionalizante en el entramado de

relaciones que configuran la condición humana de este profesional en desarrollo.

Comprender e interpretar la práctica clínica y transformarla, en aras de su autodesarrollo, significa

sistematizar qué se hizo, cómo se llevó a cabo, entender las distintas etapas del proceso, los factores

condicionantes y por qué se produjeron, por qué se dio una experiencia; una práctica. De esa manera, se

construye un conocimiento práctico o teórico médico-clínico y no de otra forma, cuáles factores se

produjeron y si eran estas o debieron ser otras las transformaciones que se esperaban en el proceso de

autodesarrollo de este profesional.

Esta sistematización en el medico como dimensión del proceso de formación constituye el espacio en el

que se comparten y se apropian de los conocimientos y metodologías propias de la cultura médica-clínica;

en ellos se comparten los avances, dificultades y preguntas que surgen de la experiencia en curso, que no

410 
 
es sólo práctica, sino también teórica; finalmente, como ya se señaló, también son espacios de encuentro y

enriquecimiento, reflexión y reconstrucción cultural en las ciencias médicas.

El desarrollo mismo de sistematizar el método clínico es formativo, lo cual quiere decir que en esencia, al

incorporar la indagación y la argumentación en la reconstrucción epistemológica y praxiológica del médico,

se configura en un ejercicio de construcción científica del contenido socio cultural especifico.

Luego de abordar los aspectos esenciales que dinamizan el proceso formativo del médico mediado por el

método clínico es significativo reconocer la estructura de relaciones entre ellas, que se erige como una

contradicción dialéctica entre estas categorías del proceso formativo, y es que la lógica de interrelación

entre los pares dialécticos configurados como una contradicción esencial de primer orden condiciona el

avance y progreso de lo formativo en este profesional.

De hecho este tramado de relaciones se significa como el aspecto esencial del proceso formativo del

médico, a partir de reconocer que entre la apropiación de la cultura médico-clínica y la profundización de

los contenidos propio de la profesión se encuentran en unidad dialéctica. Esta contradicción fundamental

en el proceso formativo conlleva a reconocer que la formación del médico es un proceso humano, de

carácter eminentemente cultural, por darse la unidad entre la apropiación de su cultura y la profundización

del contenido socio cultural especifico, que son expresión de lo universal, y por tanto ambos procesos

permiten connotar el camino dialéctico, holístico y complejo de la formación en la Educación Médica

Superior, del cual se hace necesario desarrollar la capacidad transformadora humana también como un

proceso de carácter profesionalizante que se viabiliza a través de la investigación de avanzada que tipifica

en este caso al método clínico.

Se reconocen lo psíquico, dentro de la dialéctica entre estas categorías, a la asimilación y la profundidad

del contenido en el médico, pero estos dos aspectos no son más que procesos que corresponden a lo

411 
 
humano, entonces, esa contradicción sintetizada en la sistematización del método clínico y la

intencionalidad formativa se dinamiza entre la apropiación de la cultura específica y la profundización del

contenido específico. De ahí que el mediador en el proceso formativo del médico es la relación dialéctica

entre la intencionalidad y la sistematización formativa del método clínico, es decir, es llevar al primer plano

de significación dichas categorías como mediadoras y dinamizadoras del proceso formativo del médico.

La intencionalidad formativa en los médicos mediada por el método clínico es consciente y dinamiza la

apropiación de la cultura médico-clínica y a la vez la profundización en los contenidos relacionados a esa

cultura, procesos que en su relación dialéctica condiciona la intencionalidad referida, que se expresa de

forma continua, cíclica y progresivamente hacia la transformación como resultado de la propia apropiación

de dicha cultura y la profundidad en los contenidos desarrollados en los médicos, que se va desarrollando

en la unidad dialéctica con la sistematización del método clínico.

Por otra parte esa sistematización deviene en método de la formación del médico, como camino a través

del cual se desarrolla ésta, entonces, esa contradicción entre la sistematización y la intencionalidad referida

es el mediador en el proceso formativo del médico que dinamiza la apropiación de su cultura y la

profundización de sus contenidos.

En la intencionalidad y la sistematización que se está abordando se expresa el carácter subjetivo-objetivo

de los médicos, que está condicionado por una direccionalidad causal de los mismos que se construyen,

desde sus objetivos y fines, el logro de un resultado que esté atemperado a sus necesidades sociales,

políticas, económicas, entre otras.

El carácter dialéctico de la relación entre la intencionalidad y la sistematización en relación al método

clínico se significa al tener en consideración que la sistematización del mismo se desarrolla bajo el

condicionamiento de la intencionalidad de los sujetos con el uso de dicho método, orientada al desarrollo

412 
 
de la capacidad transformadora humana, lo que en su propio desarrollo condiciona a la vez la

transformación del mismo médico como sujeto, en un proceso que se configura en su propio desarrollo, y

que a su vez, está mediado por la relación dialéctica entre la apropiación de la cultura médico clínica y

profundización de esos contenidos. Tales consideraciones permiten interpretar a nivel relacional el

fundamento teórico del autodesarrollo del proceso formativo del médico y sus potencialidades

investigativas.

La sistematización del método clínico como proceso inherente al desarrollo humano del médico, es

considerada en la formación de este profesional como categoría y dinámica del movimiento, por tanto

sienta las pautas de los procedimientos a seguir en el proceso formativo de este profesional, lo que permite

dar continuidad y consecutividad al mismo desde la perspectiva de un sistema de vías alternativas; en tal

sentido emerge de la contradicción entre la apropiación de la cultura específica y la profundidad del

contenido dado.

La apropiación de la cultura médico clínica es un proceso humano que no puede ser reducido a un proceso

cognitivo, sino a una ámbito de mayor trascendencia, el cual comprenda a la práctica médica como

humana, la valoración y la comunicación, de ahí que la educación médica superior sea un proceso de

construcción científica de la capacidad transformadora humana del médico mediada por la investigación

científica de avanzada.

La sistematización formativa del método clínico por otro lado es síntesis y se dinamiza en la relación entre

la orientación sistematizadora de dicho método y la generalización formativa con el mismo, que

condicionada por la contradicción dialéctica entre la sistematización epistemológica (teórica) de dicho

método y su sistematización metodológica (practica), lo cual expresa la esencia del proceso de formación

del médico que debe sistematizarse en su desarrollo, ello significa que la sistematización formativa en este

aspecto es portadoras del autodesarrollo a partir de la sistematización de la estructura de la cultura


413 
 
médico-clínica en lo teórico y lo praxiológico, como sustento dinamizador de dos pares dialéctico

mutuamente condicionados, que permiten interpretar el proceso de autoformación de los médicos y su

continuidad en el proceso lógico de la construcción del conocimiento científico mediado por la investigación

científica.

Desde el punto de vista de la Concepción Científica Holística Configuracional que se está sumiendo en la

elaboración este texto se reconoce otra contradicción que sustenta el proceso formativo del médico; es por

esto que no es solo factible abordar el mismo a partir de una sola contradicción, sino que también se

reconocen contradicciones de mayor nivel de síntesis que se establecen también como sustento y dan

cuenta de todo su autodesarrollo y por tanto del desarrollo del método clínico en lo individual.

Es por ello que ha de interpretarse, desde la relación de unidad y diferencia entre los procesos, otros pares

dialécticos, como es la relación entre la sistematización epistemológica y la sistematización metodológica

del método clínico, la cual se va dando en los diferentes niveles de observación, comprensión, explicación

e interpretación del desarrollo de lo formativo mediado por el método clínico, como lo es el diseño, la

dinámica y la evaluación del proceso docente-educativo.

Por otra parte el proceso formativo del médico puede interpretarse en un autodesarrollo y

autotransformación, dinamizado por una sucesión de contradicciones que signan la impronta y constituyen

las condicionantes del desarrollo del método clínico, a la vez que es mediada por otras relaciones

dialécticas que van configurando la totalidad del proceso, pero que se expresan como la construcción

esencial en el diseño curricular, la dinámica del proceso y la evaluación. En todos estos estadios del

desarrollo de dicho proceso subyace la relación dialéctica entre la orientación sistematizadora y la

generalización formativa del método clínico que deviene de la contradicción de base.

414 
 
De las consideraciones anteriores se evidencia la significación de la sistematización en el proceso

formativo del médico, lo que le daría la especificidad de una sistematización formativa mediada por el

método clínico, que requiere ser estudiada al nivel de considerar las relaciones que la sustentan e

identifican. Ello lleva a reconocer la sistematización epistemológica y en unidad con esta, la sistematización

metodológica de dicho método con su particularidad en la didáctica especifica de la formación del médico.

La sistematización epistemológica del método clínico es entonces el proceso cíclico y progresivo en el

proceso formativo del médico que permite determinar la consecución lógica de la construcción del

conocimiento científico médico-clínico, por lo que se significa la estructuración de dicho conocimiento al

tener en cuenta la apropiación de la cultura específica y la profundización en un contenido de la misma

naturaleza, hacia estructuras más esenciales y generales en un proceso de síntesis y generalización.

La apropiación de la cultura médico-clínica no es un proceso aislado de la propia cultura de médico y su

intencionalidad, que a su vez estarán condicionadas por la propia profundidad del contenido mismo, que se

va transformado en el proceso. Además en las relaciones contradictorias, la intencionalidad no es

inmutable y se va configurando, transformando, en el propio proceso de la profundización del contenido y

de apropiación de la cultura.

La sistematización metodológica del método clínico seria entonces el proceso que expresa la continuidad

lógica de los métodos en la realización y ejecución y en la propia construcción del conocimiento científico

médico-clínico desde una perspectiva en la que esta sistematización como proceso lógico permite la

ejecución del proceso formativo, utilizando vías y procedimientos científicos significativos para construir

científicamente el conocimiento y el conocimiento científico a partir de la apropiación de la cultura médico-

clínica. Cuando se habla de métodos se está identificando procedimientos y lógica que se sistematiza en

aras de lograr un fin.

415 
 
Lo que revela el movimiento ascendente y en desarrollo del proceso formativo del médico es la unidad

dialéctica entre la sistematización epistemológica y la sistematización metodológica del método clínico,

como contradicción que se sintetiza en la sistematización de la cultura médico-clínica, en unidad con la

intencionalidad socio-individual en desarrollo, lo que es interpretado desde la perspectiva que considera

esta contradicción como el proceso que dinamiza ese proceso de gestión cultural de la medicina con la

clínica.

Reconocer la relación dialéctica entre la sistematización epistemológica y metodológica para el método

clínico lleva al nivel de las bases estructurales de la cultura médico-clínica, tanto desde una interpretación

Sistémico Estructural como Holístico Configuracional, desde la primera es la base de la cultura en las

relaciones entre el sistema de conocimientos y el sistema de métodos, donde los métodos a su vez

constituyen un sistema de procedimientos articulados por una lógica expresión del movimiento del objeto.

Por otra parte, en la base de un sistema interpretado desde la Concepción Teórica Holístico

Configuracional está la unidad dialéctica entre la sistematización epistemológica y la metodológica de dicho

método clínico. De igual forma, desde esta concepción se considera que la unidad y coherencia de la

interpretación y construcción teórica están condicionadas por las contradicciones que dinamizan todo el

sistema, que son expresión de la contradicción en el objeto de la realidad y dan cuenta de todo su

desarrollo. En el caso del proceso formativo del médico, la contradicción que se establece como sustento

de su desarrollo es la que se manifiesta entre la sistematización epistemológica y la sistematización

metodológica del método clínico, que se va dando en los diferentes niveles de desarrollo de dicha

formación como objeto y por tanto en los procesos interpretativos del desarrollo del mismo, como lo es el

diseño curricular, la dinámica y la evaluación de dicho proceso.

Tales consideraciones deviene reconocimiento entonces en la unidad dialéctica entre la sistematización

epistemológica y metodológica que puede ser expresada en dos categorías que son específicas de este
416 
 
proceso que se identifica con la orientación sistematizadora del método clínico y generalización formativa

del médico, que tipifican el proceso, pero que dan cuenta de su sistematización a través de niveles de

síntesis cada vez superior y en desarrollo, lo que constituye la formación de los profesionales médicos.

La orientación sistematizadora del método clínicos es el proceso de ordenación, estructuración y

disposición de lo formativo que, en lo pedagógico, propicia el desarrollo de la impronta individual de los

médicos, en sus relaciones socio-individuales durante la construcción de significados y sentidos, al

expresar la mediación que permite mostrar la dirección, lineamiento y proyección de estos profesionales en

la actividad formativa (pedagógica), a la vez que expresa la lógica que ha seguido el proceso formativo del

médico, además proyecta la consecutividad y continuidad en el logro del autodesarrollo y autoformación.

Esta orientación, se erige, como proceso y cualidad, en la mediación de la construcción de significados y

sentidos entre los médicos desde el desarrollo de la vinculación dialéctica entre la sistematización

epistemológica y la sistematización metodológica del método clínico, lo cual significa que en el proceso

formativo de este profesional, ha de establecerse la secuencia en el desarrollo de la apropiación de la

cultura específica y la profundización del contenido que también es especifico

Tal consideración de la orientación sistematizadora del método clínico, no queda circunscrita al docente,

puesto que el discente cuando expresa sus ideas con argumento, demostración y fundamentación del

discurso interpretativo, desarrolla también la orientación sistematizadora, pues no se trata de repetir y

hacer lo que dijo el profesor, se trata de un discurso y una acción en que el estudiante está proponiendo al

profesor cuáles son sus respuestas en un proceso que se signa por su independencia y su desarrollo.

La generalización formativa del médico presupone un proceso de abstracción de la especificidad del

contenido configurado por ese sujeto en el proceso de apropiación de la cultura médico-clínica en el que se

resignifica, desde el punto de vista epistemológico, los conocimientos médico-clínicos y se transponen

417 
 
métodos desde un reconocimiento de lo contextual en lo universal de la cultura y de lo universal en el

contexto cultural.

Esta generalización en el proceso de formación del médico como proceso pedagógico, tiene gran

significación en la formación contextualizada, pues desde cualquier contexto donde se labora, se puede

desarrollar una formación universal por medio de una generalización a partir de un contexto en que se

desempeñan los actores. Esto puede propiciar una formación del profesional médico plenamente general

como para la formación de un sujeto universal. Así, esta pedagogía reconoce la unidad entre lo universal y

lo contextual, esto es la posibilidad de desarrollar la formación desde un contexto específico donde hay que

considerar la posibilidad y particularidad de ese entorno. En síntesis, a partir del reconocimiento de la

condición humana y de la formación del médico en un contexto social e histórico y poder reconocer una

Pedagogía Medica Humana Cultural sustentada en la propia condición humana, que garantice entonces la

formación socio-humanista-asistencial del médico.

El proceso formativo del médico se manifiesta en un comportamiento que es la expresión de la capacidad

de transformación humana y profesionalizante en salud y su desarrollo, que se concreta en esa

manifestación en su ser, hacer, saber y convivir. Pero cuando se considera a la capacidad transformadora

del ser humano y su desarrollo a través del proceso formativo, dado en la contradicción que está en el

sustento del proceso entre la sistematización epistemológica y la sistematización metodológica del método

clínico, que hacen todos los sujetos implicados en este proceso, aunque inconscientemente, se está

reconociendo no solo un proceso de apropiación de la cultura médico-clínica, sino una transformación

educativa, o sea en esta interacción se produce una transformación de la cultura médico y clínica y un

desarrollo educativo en los médicos. Por lo que la formación de este profesional es un proceso de

apropiación cultural y de desarrollo educativo a través de potenciar la capacidad transformadora humana

418 
 
que tiene su sustento en la contradicción ya mencionada mediada por la investigación científica de

avanzada y por tanto por el método clínico.

En la intencionalidad formativa de los médicos mediada por el método clínico, condicionada en la relación

socio-individual se va transformando el propio proceso y con ello su dinamización. Eso precisa la relación

entre intencionalidad y sistematización de igual naturaleza, es lo que le da el carácter de la formación

intencional pedagógica específica, como primer nivel, este conlleva a un segundo nivel más específico, en

que se va a la esencia de cómo el médico se apropia de la cultura y de cómo profundiza en el contenido, a

través de la sistematización epistemológica y la sistematización metodológica del método clínico, en un

proceso intencional concreto o especifico en la orientación sistematizadora de dicho método y la

generalización formativa de ese profesional.

Pero como un proceso sistematizado, lo que propicia no es la sistematización, sino la unidad dialéctica

entre intencionalidad y sistematización, que es a la vez dinamizada mediante la sistematización

epistemológica y sistematización metodológica del método clínico. Por lo que la intencionalidad formativa

del proceso de formación del médico, que emerge en unidad dialéctica con la sistematización, lo que se

dinamiza en la relación dialéctica de ambas. Tal consideración fundamenta el desarrollo de un alto nivel de

independencia y transferencia de contenidos, en que la abstracción de los aspectos específicos de una

particularidad cultural en un contexto específico, propicia la generalización de la cultura universal y a su vez

la cultura universal condiciona el reconocimiento y apropiación de la cultura del contexto en unidad con la

profundización en los contenidos.

La apropiación de la cultura médico-clínica en unidad dialéctica con la profundización en los contenidos

médico-clínicos desde las propias potencialidades culturales del contexto propicia rescatar éstas y

sistematizar la cultura universal del médico, pues precisamente desde las potencialidades y necesidades

del contexto es que se propicia la profundización en la construcción del contenido y la sistematización de la


419 
 
formación del médico, lo que condiciona el proceso de formación y su autodesarrollo. Se concibe,

entonces, la formación del médico como un proceso que emerge del seno de la sociedad, pero que

propicia llevar a esa sociedad a niveles culturales de carácter universal.

Las potencialidades culturales del contexto que se propician desde el reconocimiento de sus necesidades y

a su vez las necesidades emergen de sus potencialidades para poder reconocer sus necesidades, lo que

constituye un proceso dialéctico en el que se posibilita la sistematización de la cultura médico-clínica

universal desde el reconocimiento de la propia cultura del contexto.

Siendo así la formación de los médicos en la universalización, constituye un proceso que emerge del seno

de la sociedad, una sociedad que brinda los recursos, movimientos y potencialidades socioculturales que

van a influir en que los médicos se sientan motivados hacia el estudio de su propia cultura contextual, pero

a la vez tienen como referente las tendencias actuales de la cultura local, nacional y universal, siendo esto

un aspecto que propicia llevar a esa sociedad a niveles culturales de carácter universal. Por lo que este

proceso parte de una cultura contextual para ser trasladada al contenido de la formación, pero a su vez se

convierte en el referente necesario para la sistematización de la cultura universal.

De esta manera, la formación de médicos es un proceso social, cultural y humano, constructivo que debe

interpretarse dinámicamente al desarrollarse en espacio y tiempo a través del significado y sentido que

adquieren los sujetos implicados, al construirse con relación a las interacciones e implicaciones de las

diferentes situaciones del contexto y teniendo en cuenta el respeto a la diversidad, mediante la

comunicación y la realización de actividades en las que despliegan sus recursos personales, emociones,

sentimientos, afectos, conflictos todo lo cual es válido en la utilización del método clínico.

La intencionalidad formativa del proceso se sustenta en los sentidos que tenga para cada sujeto implicado,

por lo que podrán ser explicados como procesos diferenciados en lo individual y a la vez en el contexto

420 
 
social de salud, resultado de la integración de múltiples procesos subjetivos, que se configuran en su

propio desarrollo, con lo que se van revelando rasgos y cualidades que son síntesis de relaciones

dinámicas que pueden subjetivizarse, en virtud y a través de los sentidos que las mismas configuran.

Se trata de un proceso que promueve el desarrollo integral del médico, que posibilita su participación

comprometida, flexible y trascendente (creadora) en ámbito profesional, social y hasta comunitario, dado

en el desarrollo permanente como persona implicada en la transformación de su propio bienestar y el de

los demás. Estas consideraciones permiten asumir la Concepción Científica Holística Configuracional en la

fundamentación de la modelación didáctica de la formación contextualizada de los médicos.

En consecuencia, reconocer la estructura de la cultura médico-clínica en su movimiento como los

fundamentos para la apropiación de la misma, implica una especificidad en los diferentes campos y

disciplinas de la cultura que requieren la orientación sistematizadora del método clínico la generalización

formativa del médico, como mediadores y a la vez dinamizadoras, de la unidad dialéctica entre la

sistematización epistemológica y la sistematización metodológica del método clínico, en el proceso de

formación de dicho profesional.

Todo el proceso formativo del médico puede interpretarse como un proceso autoformativo que es

dinamizado por los pares dialécticos mencionados como la fuente de su autodesarrollo, a la vez que

conduce a la especificidad de los estadios por los que transita el objeto, que se van configurando en la

totalidad del proceso, pero que se expresan como la construcción de los currículos, en la dinámica y la

evaluación del proceso.

Las valoraciones realizadas permiten retomar la definición de la Pedagogía de la Educación Superior y su

relación con la Didáctica de la Educación Superior, pues en las consideraciones hechas se va transitando

de la mirada más tradicionalista de la pedagogía y la didáctica como enseñanza-aprendizaje a un proceso

421 
 
de gestión de la cultura, sustentada en la contradicción esencial de la estructura de la cultura, porque en

última instancia la Pedagogía de la Educación Superior es una ciencia comprendida en la formación

humana, cultural y educativa de carácter intencional de los sujetos, que se desarrolla en la unidad

dialéctica entre la formación de las capacidades transformadores de los seres humanos y en una gestión

cultural intencional. Todo lo cual es válido en las especificidades de la educación médica superior y sus

especificidades.

En consecuencia se requiere de una definición de Educación Médica Superior lo cual no es sinónimo de

universidad aunque ambas responda a los cambios del complejo mundo globalizado, en que la humanidad

se desenvuelve y que a la vez es específico en cada contexto histórico, cultural y social, que no puede ser

desconocido, la educación médica lleva al reconocimiento de ésta, como un espacio de apropiación social

e intencional de la cultura específica, a través de relaciones sociales cualitativas de carácter formativo que

se desarrollan entre los sujetos específicos, en la relación dialéctica de lo universal y lo contextual, por

medio de un proceso de gestión cultural intencional, comprometida con el desarrollo social, con un

condicionamiento histórico y cultural, pero a la vez universal, que puede ser desarrollada en cualquier

ámbito laboral.

Se trata, por tanto, de concebir una Educación Médica Superior que transforma y preserva en la diversidad

desde una perspectiva humana, como clave ética de su dinámica. Ello nos lleva a identificar como

categorías esenciales de esta conceptualización a la cultura y su gestión, la condición humana, la identidad

y la diversidad. En consecuencia, en la contemporaneidad urge de un enfoque antropológico-pedagógico

en la formación de los médicos.

La especificidad de la diversidad cultural en la formación de los médicos en la Educación Médica Superior

lleva a la necesidad de reconocer en la Didáctica de la Educación Superior, como disciplina de la

Pedagogía de la Educación Superior, con la especificidad de la enseñanza-aprendizaje, en una lógica en


422 
 
que los médicos desarrollen su formación intencional específica en las disciplinas docentes, pero

sustentado en la relación dialéctica entre la sistematización epistemológica y la sistematización

metodológica del método clínico, en una socialización y reflexión de los propios médicos que es científica,

para ser consecuente con la interpretación de que la Educación Médica Superior es un proceso científico

de construcción de conocimientos, sustentado en la ciencia, en la investigación científica como aspecto

significativo en la actividad médica, con lo que se revela la significación del rol del mismos como sujeto y el

grupo de sujetos. Todo ello supone una concepción diferente basada en una interpretación humana y

cultural en los procesos formativos de la Educación Médica Superior que condicione una formación

mediada por el método clínico.

En resumen el enfoque planteado conlleva a la asunción de una Didáctica de la Educación Médica

Superior, sustentada en la autoformación y en la investigación en que todos los médicos son actores en la

construcción científica del conocimiento médico-clínico y en la que todos tienen roles de enseñantes y

aprendices, orientan la sistematización y generalizan la formación del método clínico, en un proceso

caracterizado por su carácter profesionalizante e investigativo avanzado.

Lo que se precisa en el discurso, el reconocimiento de la cultura médico-clínica como esencia, resultado y

expresión humana, que deviene en las ideas y realizaciones de los médicos mediado por el método clínico,

donde la intencionalidad socio-individual, que tiene su génesis en la actividad humana, y se desarrolla en

procesos de construcción de significados y sentidos, desde la intencionalidad formativa, pedagógica, su

sistematización y generalización formativa, que sustente un paradigma pedagógico y didáctico propio,

cultural y dialéctico.

La asunción de las categorías de la Pedagogía y la Didáctica de la Educación Superior desde lo general

condiciona abordar la formación del médico y por tanto establecer dese lo particular una Educación Médica

Superior y establecer su nivel relacional con el método clínico, aportando los argumentos que sustentan y
423 
 
precisan el carácter profesionalizante, de investigación de avanzada y de gestión socio-cultural de éste

nivel de Educación y del propio método clínico.

Se reconoce internacionalmente que la formación de investigadores a diferentes niveles ha condicionado el

desarrollo de los líderes mundiales Investigaciones de cualquier nivel han dado lugar a premios nacionales

e internacionales, y muchas otras han contribuido a resolver problemas sociales o científicos relevantes.

Pero así mismo, el costo social y económico de esta actividad es sumamente alto, sobre todo por los largos

períodos de tiempo que se invierten generalmente desde el inicio hasta la terminación de la investigación.

Ello demuestra que dichos procesos deben perfeccionarse para obtener resultados óptimos en plazos de

tiempo adecuados, según la inminencia de los procesos de desarrollo. Esta razón, unida al creciente rigor

de la actividad investigativa, exige que la formación de investigadores se caracterice por la sistematicidad y

el esfuerzo intensivo de todos los investigadores y formadores así como de las estructuras institucionales

docentes y docentes asistenciales a fin de lograr los resultados esperados en el tiempo previsto,

alejándose de la improvisación y la espontaneidad.

Para ello es muy necesario tener en cuenta los avances de la Didáctica de la Educación Superior, como

ciencia que se ocupa de los procesos formativos en este nivel de educación. Las categorías, regularidades

y leyes didácticas permiten explicar consecuentemente este complejo proceso, además de organizarlo e

implementarlo para alcanzar los resultados que se esperan. Es muy importante contar con el personal

idóneo para ello y con la concepción de un proceso bien diseñado y desarrollado, de manera que se ponga

en práctica el criterio de que la ciencia no es un discurso académico sobre el saber, que para emprender

de forma adecuada un proceso de formación científica hay que disponer de espacios de verdadera

creación científica y de programas coherentemente concebidos y estructurados.

424 
 
Es decir, que las ventajas educativas de todo el quehacer científico de las universidades deben ser

explotadas coherentemente. La integración del proceso de investigación con el de formación de nuevos

investigadores aporta fecundos resultados y resulta de amplio provecho a la actividad universitaria.

El investigador como la categoría científica es expresión de una sólida cultura científica y profesional. Al

decir de Víctor Morles (1996) un indicador de una alta capacitación profesional en algún sector de la

ciencia, la tecnología o el arte. La participación en un programa de Formación e investigadores implica la

búsqueda de una alta especialización profesional, la producción de una obra científica relevante, la práctica

de la investigación científica y los seminarios como sus estrategias pedagógicas fundamentales.

Para la educación superior cubana, la investigación es el “proceso que proporciona a los implicados

universitarios un conocimiento profundo y amplio en un campo del saber, así como la búsqueda de una

madurez científica, capacidad de innovación, creatividad para resolver y dirigir la solución de problemas de

carácter científico de manera independiente y que permite llegar a obtener un grado científico”.

6.3.-Los programas de formación de investigadores

Asociado al concepto de investigación, se ubica el de programa formación de investigadores. En tal

sentido, las universidades reconoce que un programa de este tipo “es un proceso de formación científica

que se estructura en un sistema de influencias planificadas de carácter científico, docente, metodológico y

educativo que tienen a la investigación científica como centro de la formación y contempla la participación

en cursos, seminarios, talleres de tesis, realización de exámenes, trabajos en grupos y en redes,

participación en eventos, publicaciones y otras.

En el programa futuro investigador trabaja bajo la dirección de un tutor y en vínculo con otros especialistas

y participantes del programa: El programa incluye el sistema de evaluación del futuro investigador y

425 
 
culmina con la presentación y defensa de una investigación científica en dependencia del nivel y el grado

de sistematización ante un tribunal constituido”.

A partir del análisis de esta definición, es aconsejable puntualizar que aun cuando se reconozca que la

formación de investigadores se puede desarrollar a través de la vía tutelar y la vía de grupos de formación,

la concepción de un verdadero proceso formativo y la acepción de programa fe formación de

investigadores se adecua más a cuando se trata de grupos de formación. La diferencia esencial estriba en

la relación de independencia o trabajo en equipos, ya que los estudiantes desarrollan su formación en

colectivos de trabajo y si ello se ajusta a un programa de asignaturas o módulos que van aportando un

número de créditos a la formación profesional y científica, entonces es el caso de los programas

curriculares. Esta modalidad resulta muy adecuada para los investigadores más jóvenes, ya que a través

de la influencia del grupo de investigación, aceleran su formación.

En cualquier caso se reconoce la importancia de asociar el proceso formativo al desarrollo de proyectos de

investigación en los cuales los estudiantes se involucran directamente y en torno a los cuales se generan

los problemas de investigación a los que las investigaciones dan respuesta.

Desde una perspectiva académica, los programas de formación de investigadores constituyen la mejor

forma de educar al investigador en las tareas de creación científica y alentar la que debe ser una

producción intelectual distinguida y así mismo autónoma, independiente, original y significativa. El apoyo a

los programas de formación de investigadores, tendrá que asociarse con un mayor desafío intelectual para

todos los miembros de una comunidad universitaria, que involucra a profesores y estudiantes. Es en estos

programas donde logran establecerse las redes de conocimientos a través de la cultura de la

comunicación, apoyo y confrontación entre los investigadores.

426 
 
Los estudios de investigación deben darse en permanente transformación por lo que no es posible

sustentar los perfiles de los egresados en listados de conocimientos puntuales, que resultarían obsoletos a

corto plazo. La dinámica y requerimientos actuales de la investigación científica hacen necesario orientarlo

hacia la formación de competencias investigativas, lo cual permite vincular la educación con el desempeño

real que tendrá el egresado en la vida académica y profesional. Las competencias requeridas para

investigar y realizar un ejercicio profesional de alto nivel son capacidades abiertas, difíciles de acotar y en

las cuales se puede mejorar incesantemente. Las competencias no se pueden anclar a contenidos

específicos porque el conocimiento y la tecnología cambian constantemente.

Se tiene la visión que un programa de formación de investigadores es para promover la independencia de

pensamiento y la creatividad, el desarrollo de investigaciones de alto nivel, con respeto a la diversidad

científico-cultural, basado en la cooperación y en la promoción de esfuerzos colectivos. Debe ser a través

de un plan de formación flexible y contextualizado, en el que no haya formulas válidas para toda realidad,

cada contexto debe generar su propio proceso; es además intencional, condición que se genera en la

pertinencia científica, filosófica y social, y es, también, un proceso sistémico, complejo e interdisciplinario.

Un programa de formación de investigadores es en definitiva una estrategia para formar al investigador en

las tareas de creación científica y promover su producción intelectual autónoma, independiente, original y

significativa, que se orienta a la formación investigativa a través de grupos de investigación y que

reconocen la importancia de asociar el proceso formativo al desarrollo de proyectos de investigación en los

cuales los estudiantes se involucran directamente y en torno a los cuales se generan los problemas de

investigación a los que investigaciones dan respuesta.

Un programa de formación de investigadores estimula la cooperación interinstitucional (tanto nacional

como extranjera) y los enfoques Inter, multi y transdisciplinarias. La dinámica y requerimientos actuales de

la investigación científica hace necesario orientarlos hacia la formación de competencias investigativas.


427 
 
Tienen que promover la independencia de pensamiento y la creatividad, el desarrollo de investigaciones de

alto nivel con respeto a la diversidad científico-cultural y basado en la cooperación y en la promoción de

esfuerzos colectivos, en respuesta a su pertinencia científica, filosófica y social.

La Didáctica de la Educación Superior como ciencia, permite comprender, explicar e interpretar el proceso

formativo como un proceso complejo, holístico y dialéctico, mucho más si se trata de formar investigadores

que se desempeñen con calidad en el desarrollo de la investigación científica y según las exigencias de un

programa de formación de investigadores.

Este concepto de programa de formación e investigadores permite enfatizar en los aspectos siguientes:

 La flexibilidad de un programa de formación de investigadores exige que se definan con mucha

precisión los aspectos generales a los que el programa responde, pero dejando la amplitud

necesaria para realizar las adecuaciones debidas, en función de la variabilidad a que está

sometido permanentemente el desarrollo científico y a su contextualización, donde deben ser muy

bien precisados los fundamentos epistemológicos, enfoques investigativos fundamentales y

alcances de los temas de investigación, en correspondencia con las características de los aportes

prácticos y teóricos que deben identificar las investigaciones a desarrollar por los estudiantes con

ese programa y sus propias investigación.

 El enfoque Inter, multi y transdiciplinario se logra con los proyectos de investigación en torno a los

cuales se desarrolla el programa, los cuales deben tener también este carácter. En función de eso,

los contenidos que deben ser cursados por los estudiantes, deben responder a una verdadera

integración de los aspectos académicos y científicos, de manera que se vayan venciendo de forma

creciente y gradual, los propósitos formativos que den cuenta de una sólida cultura profesional y

científica por parte del estudiante.

428 
 
 Las competencias investigativas que se deben formar, tanto las generales como las específicas

asociadas a las particularidades de la temática que centra el programa, deben ser precisadas con

arreglo a las demandas del desarrollo científico actual y perspectivo de la rama del saber de qué

se trate. De manera que un profesional que aspira a formarse como investigador, debe ingresar en

un programa con vistas a consolidar su formación profesional, según los campos del saber de qué

se trate. Como expresión de los aspectos cognitivos que caracterizan todo proceso formativo, debe

ser capaz de dominar efectivamente las ramas científicas, tecnológicas o artísticas con las que se

relaciona su objeto de investigación, con la profundidad que la cultura científica exige. En caso de

investigadores noveles, los cursos que se incluyan en el programa deben contribuir a acelerar este

proceso.

 Al mismo tiempo debe ir demostrando su amplio interés por la actividad investigativa, lo que se

traduce en una evidente motivación científica. Debe manifestar permanentemente su identificación

con lo que el quehacer científico representa, dando muestras de consagración, entrega, dedicación

al trabajo esmerado, acucioso y riguroso que caracteriza a un investigador en estos tiempos. Así

mismo, debe incentivarse todo el tiempo la vocación por el trabajo en equipo, la responsabilidad

ante la confiabilidad y veracidad de sus resultados y la total disposición a transformar la realidad

del objeto que investiga, lo que redundará en mejorar la sociedad y contribuir a su desarrollo.

 La articulación de la sólida formación profesional y la motivación científica es lo que permitirá que

se pueda ir desarrollando la madurez científica del estudiante, lo que le permitirá alcanzar

resultados relevantes y de mayor significación social, según las etapas del proceso investigativo

por donde transite.

En los medios académicos se comparte el criterio de que el trabajo de investigación que desarrolla un

estudiante debe permitir que el mismo revele sus capacidades para analizar, interpretar y sintetizar

información, demostrando un vasto conocimiento de la literatura científica relacionada con el tema, así
429 
 
como manejar adecuadamente los métodos de investigación científica, saberlos aplicar y extraer de ellos

los resultados esperados para ser capaz de presentarlos de manera lógica y secuenciada, para discutirlos

y sustentarlos con suficiente nivel de argumentación. Refiriéndose a la envergadura de una investigación,

se ha afirmado que deben ser esencialmente auténticas, obras intelectuales relevantes realizadas en un

ambiente de gran libertad; esto último para propiciar la creatividad, la crítica honesta, el razonamiento

audaz y el vuelo libre de la imaginación, haciendo énfasis en la importancia de que la investigación

resuelva un problema relevante de carácter social, científico, técnico o humanístico y que el estudiante

haga demostración de conocimiento especializado y de la cultura.

Un investigador es un profesional que exhibe una serie de valores que deben haber sido formados en

etapas precedentes. Es decir, emprender un programa de formación de investigador es partir de considerar

que hay una serie de rasgos que deben caracterizar a los estudiantes y que en el proceso de su formación

como investigadores se refuerzan.

Debe entenderse que este no es un criterio elitista ni excluyente, sino que la actividad científica requiere

unos niveles importantes de dedicación, consagración y entrega, por lo que deben precisarse las

cualidades generales que un profesional debe poseer, dichas cualidades permiten poner de relieve la

dimensión humana del investigador, quien debe estar verdaderamente comprometido con la significación

social de sus investigaciones, con el beneficio que sus resultados reportan a la sociedad en general y en

particular, con el grupo poblacional donde la investigación tiene su mayor impacto.

Todo lo anterior a pesar de haber sido escrito en forma general, ya que considera el autor de este texto que

es aplicable a cualquier profesión, se hace más específico en la formación del médico cuando se hace

alusión al método clínico, en ese sentido en este caso no es solo establecer programas de formación de

investigadores de manera separado al resto de los diseños curriculares, sino integrar esta formación

430 
 
investigativa a todos los demás programa y en todo los niveles con diferentes niveles de profundidad y

especificidad.

Si en la formación médica, a todos los niveles, desde la formación inicial hasta la formación continuada, en

todos los programas de estudios, de disciplina, asignaturas en sentido vertical y horizontal se desarrollaran

programas de formación de investigadores y en la evaluación se exigiera la defesa de los resultados de

una investigación en un texto argumentado, donde se tenga como eje integrador el método clínico, cuan

cercano estaríamos de una profesión médica verdaderamente sostenible y sustentable, cuanto nos

alejaríamos del fracaso.

Lo anterior no cuesta trabajo, solos se requiere hacer, y ojala este texto sirva como mínimos, para

estimular ese emprendimiento, en aquellos que sean capas no solo de leerlo, sino de interiorizarlo,

criticarlo y enriquecerlo.

6. 4. - Las competencias investigativas para desarrollar el método clínico.

 Diseño curricular en la formación del médico que permite abordar el uso del método clínico

El diseño curricular para la formación del médico, constituye el eslabón del proceso de enseñanza-

aprendizaje y por tanto de la didáctica, en que se delinea la formación de estos profesionales; donde se

elabora la concepción del profesional médico y la cultura que lo sustenta (modelo del profesional), que

tiene un carácter pedagógico, así como plan de estudio que comprende: los programas específicos de

disciplinas docentes y asignaturas y la estructura de los componentes de formación, que se concreta en la

estrategia de la carrera, lo que tiene un carácter didáctico.

En el diseño curricular par los médicos, se requiere la determinación de modelos coherentes con las

características que debe reunir tanto la profesión como el proceso de formación de dichos profesionales,

en ese sentido ha de ser coherente con el método clínico, que además tengan su concreción en

431 
 
metodologías que sean consistentes con los presupuestos epistemológicos del modelo pedagógico

asumido en la formación de estos.

El diseño curricular por otra parte, para la formación médica en correspondencia con la Concepción

Científica Holística Configuracional ha de ser coherente con el reconocimiento de la naturaleza compleja,

holística y dialéctica del proceso, donde han de interpretarse el proceso como una totalidad y desaparecer

las fronteras, que en el sentido tradicional han existido, entre lo docente, lo científico investigativo, lo

asistencial y lo gerencial, integrados en un nexo indisoluble que se desarrolle en la relación de las

instituciones de Educación Médica Superior, los centros docentes asistenciales y de servicios en la

determinación y solución de problemas profesionales de salud-enfermedad que se constituyan en

contenido del proceso formativo intencionalmente profesionalizante, y mediante la investigación científica

de avanzada, mediada por el método clínico, que propicie su desempeño comprometido, flexible y

trascendente en diversos ámbitos para los individuo, la familia, la comunidad y toda la sociedad.

En consecuencia, se requiere de una categoría que exprese en su contenido el carácter holístico, y a la vez

complejo, del desempeño profesional del médico que sea consecuente con la competencia humana y

profesionales, reconocida en la Concepción Científica Holística Configuracional, por tanto las competencias

profesionales, laborares y sociales se valoran por el desempeño profesional y social como expresión

didáctica de la integralidad del médico, lo que implica el desarrollo en estos profesionales de cualidades y

el desarrollo de la actividad humana, tanto en el ejercicio de la profesión como en su carácter de ciudadano

e intelectual, lo que se sintetiza en las capacidades transformadoras de los médicos como expresión de

sus conocimientos, habilidades, valores y valoraciones.

Se requiere significar que las competencias médicas constituyen categorías que expresan las capacidades

transformadoras de ese profesional a partir de su comportamiento en contextos sociales, laborales y

profesionales, que se concretan en la actividad del médico, en la actividad práctica médica y en las
432 
 
cualidades humanas manifestadas en contexto. Pero además se sustentan en los conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones del médico.

Para la consideración desde lo anterior se tendrá en cuenta que es necesario reflexionar en relación a las

competencias, en la presencia de competencias básicas, humanas e investigativas que han de estar

presente en el diseño curricular, pero que se incorporan e integran a las sociales, laborales y profesionales

del médico.

El diseño curricular supone dos dimensiones, atendiendo a la cualidad del resultado de su desarrollo según

Homero Fuentes(2009), pero en la del médico pueden ser tres, así: en el Macrodiseño curricular se

determinan el modelo del profesional y los objetivos en ello implícitos y el Microdiseño curricular los

contenidos previstos a desarrollar en el proceso formativo del médico, las cuales en el propio proceso

integran otras dimensiones singulares, que en su relación propician la dinámica del mismo; en el primero

se determinan las características más generales y trascendentes de la profesión médica, así como la

estructura del proceso de formación de dicho profesional.

En ese sentido el asumir dos dimensiones: la macro como aquella que define a nivel ministerial el modelo

del profesional médico que se requiere y la micro que se define a nivel de las acciones concreta en la

dinámica formativa, pero se pudiera tener en cuenta una dimensión Meso-curricular, que media entre las

dos anteriores y que condiciona la formación a nivel de una institución. No obstante en este texto

abordaremos las consideraciones que sustenta fundamentalmente lo macro y lo micro. Todo lo cual se

concreta en el modelo del profesional médico y los objetivos formativos integradores de la formación de

éste. En el segundo se concreta en los contenidos previstos en los programas de las disciplinas docentes y

asignaturas del plan de estudio.

433 
 
• Macrodiseño curricular en la formación de los médicos que sustente el uso del método

clínico

El Macrodiseño curricular para la formación médica es la dimensión del proceso de enseñanza-aprendizaje

en que se construye a los altos niveles el modelo del profesional de conformidad con la relación que

expresa el vínculo entre la universidad y la sociedad: los problemas profesionales, el objeto de la profesión

y el objetivo del profesional, categorías que constituyen puntos de partida de la elaboración del modelo del

profesional según el cual se desarrollará el proceso de formación de tales profesionales.

La determinación del modelo del profesional médico a que se aspira, se ha de formular en un lenguaje

didáctico y responder a las necesidades sociales de salud-enfermedad, que trasciende el marco de la

institución universitaria y contenga las proyecciones que el país se plantea en un futuro no menor de unos

diez a quince años. De esta forma el modelo del profesional médico debe definir las características más

esenciales del egresado, tanto en el ámbito profesional como social, que se pretende formar en las

universidades médicas, expresadas en sus aspectos no solo instructivos y educativos, sino de manera

especial como nivel de síntesis en lo formativo, lo valorativo, lo estético y lo ético, de ahí su carácter

pedagógico.

En este se ha de definir la concepción o perfil del profesional médico, es decir, determinar los aspectos

más generales y trascendentes que deben ser incorporados al proceso de formación de estos

profesionales con una intencionalidad formativa profesionalizante que debe incidir de forma directa en el

desempeño profesional y social, lo que constituye, el resultado del proceso curricular al nivel de la carrera y

donde con una intencionalidad y una sistematización formativa, se despliega en una lógica dialéctica

formativa determinada por la contradicción entre las sistematizaciones epistemológica y la metodológica

donde el método clínico sea el eje dinamizador y central del proceso y se constituya en núcleo de

contenido, sintetizada en la mediación de la concepción del profesional y el programa de formación.

434 
 
La concepción del profesional médicos constituye lo que se aspira sea el futuro desempeño del egresado,

denominado modelo del profesional médico y que debe estar caracterizado por las cualidades y la actividad

profesionales y sociales que se aspira desarrolle y con ello constituyen los objetivos formativos,

expresados a partir de la intencionalidad formativa profesionalizante de la educación médica superior

donde se signifique el método clínico.

El modelo del profesional médico como aspiración, estará en relación dialéctica con el plan de estudio, que

expresa de hecho la estrategia para la formación de los profesionales de este tipo, en donde ha de

revelarse el carácter de investigación científica de avanzada médica-clínica y por tanto del método clínico

como su expresión, además de gestión socio cultural médica y clínica que signa el quehacer fundamental

de la Educación Médica Superior.

La consideración del plan de estudio como estrategia tiene una significación adicional cuando se tiene en

consideración las características de la formación universitaria de ser universal y a la vez contextual,

caracterizada por una flexibilidad curricular y a la vez una cultura médico-clínica universal, comprometida

con una realidad social y profesional en su contexto. Dado que toda estrategia constituye un método en

contexto, trascendente en el tiempo y con visión de futuro, como se corresponde a la formación de un

profesional médico, a la vez que es consecuente con su carácter de investigación científica de avanzada y

por tanto con el método clínico.

La determinación del modelo del profesional médico se lleva a cabo como consecuencia de la relación

entre el problema profesional de salud-enfermedad, el objeto de la profesión médica y el objetivo del

profesional médico, constituyendo esta última la configuración más dinámica en la tríada problema

profesional, objeto de la profesión, objetivo del profesional.

435 
 
• El problema profesional de salud-enfermedad es la categoría que expresa la necesidad de la

intervención del médico en una situación dada y sea capaz de transformarla; éste problema que se

encuentra en el individuo, la familia y la comunidad y por tanto en la sociedad, pero cuando es

delimitado en el propio proceso de formación médico se convierte en una configuración didáctica

del mismo.

• El objeto de la profesión médica es la delimitación del objeto de la cultura médico-clínica como

categoría que expresa aquella parte del objeto de la ciencia, la tecnología, el arte, tradiciones o

creencias, entre otras que han de ser incorporadas al proceso de formación de los médicos, como

expresión sintetizada de esa cultural, en el cual se debe formar ese profesional.

El objeto de la profesión médica sintetiza la cultura médico-clínica que se tiene que apropiar el

estudiante a lo largo de la carrera y que no puede ser visto sólo desde la mirada estrecha de una

especificidad de la profesión, ha de considerar una amplia cultura general y social, desde la

contradicción dialéctica entre las sistematizaciones epistemológica y metodológica del método

clínico, sintetizada en la concepción del profesional médico y el plan de estudio, la cual a su vez,

en su contradicción dialéctica dinamizan las sistematizaciones epistemológica y metodológica en

relación a ese método, lo que configuran el contenido sociocultural especifico que ha de ser

apropiado en el proceso de formación del médico.

De la contradicción entre lo específico y lo singular de los problemas profesionales y lo general del

objeto de la cultura se delimita el objeto de la profesión médica, lo que en el Microdiseño o

Mesodiseño curricular se expresa en los contenidos de los programas de las disciplinas docentes

y asignaturas que permiten formar las capacidades transformadoras de los estudiantes de

medicina en relación con el método clínico.

• El objetivo del profesional médico: expresa la intencionalidad formativa profesionalizante del

proceso de formación de este profesional, esto es, la aspiración de la formación en las

436 
 
Instituciones de Educación Médica Superior de un profesional comprometido social y

profesionalmente, flexible y trascendente que responda con calidad a las necesidades de salud y

enfermedad cuando se desempeña en el objeto de la profesión. Apropiado de un método que le

permita resolver los problemas de salud–enfermedad que se le presenten, el cual es el método

clínico

La relación dialéctica entre las configuraciones problema profesional médico, objeto de la profesión médica

y objetivo del profesional médico, constituye una configuración de orden superior que expresa la profesión,

en términos de las cualidades y actividades profesionales del médico, como la categoría que expresa la

nueva cualidad donde se identifica la formación de ese profesional en calidad de modelo del profesional.

El modelo del profesional médico condiciona la determinación precisa de los contenidos fundamentales y

esenciales en conocimientos, habilidades, valores y valoraciones, como sistema de carácter profesional y

social, que se concretan en las disciplinas docentes, áreas y asignaturas que conforman el programa

académico, siempre mediado por el método clínico.

Este contenido formativo, como expresión de lo socio-cultural de la medicina y la clínica ya no es

concebido como la acumulación de información que ha de ser asimilada para su repetición, sino como

aquella apropiación de contenidos que propician poder desarrollar una trascendencia en su

comportamiento profesional en función de sus resultados. Se trata, entonces, de un desarrollo del proceso

de formación de los médicos, caracterizado por su dinámica, donde ha de plantearse situaciones y/o

problemas de salud-enfermedad que puedan ser resueltos a partir de la capacidad transformadora del

profesional médico, capaz de ser solucionado en cada sujeto, en unidad dialéctica con la apropiación de la

cultura médico-clínica.

Incorporar el concepto de capacidad transformadora humana profesionalizante al proceso de formación

médica significa que el resultado va a estar expresado en las cualidades y las actividades concretas del
437 
 
egresado, no como efecto de un proceso de enseñanza-aprendizaje tradicional, sino como un proceso

donde se desarrollen el saber, el hacer, el ser y el convivir; mediante su actividad transformadora,

cognitiva, valorativa y comunicativa integradas al método clínico y en las dimensiones del proceso de

formación profesionalizante, en el que la búsqueda, la indagación, la argumentación y el empleo de

métodos de investigación científica de avanzada hagan viable la solución de los diversos problemas de

salud-enfermedad en el ámbito social y profesional.

Tales características se pueden identificar en las competencias profesionales del médico para realizar

tareas que exigen una serie de cualidades y actividades profesionales y sociales que se manifiestan en su

comportamiento humano y se expresan en la solución de las diversas situaciones de salud-enfermedad,

sociales y personales a las que tiene que responder. La aplicación de una competencia profesional se

manifiesta como una ejecución pertinente y a la vez trascendente, y en consecuencia, la formación por

competencias profesionales en el medico implica poner de relieve el compromiso, la flexibilidad, la

trascendencia y el amor, con que realiza su profesión, ante las transformaciones y transferencias en los

actuales niveles de desarrollo del método clínico.

De ahí, la concepción de una formación basada en competencias profesionales medica-clínicas, desde un

enfoque holístico e integrador, que permita tener como esencia al médico como sujeto en el análisis de la

realidad misma, donde el conocimiento específico de su profesión -que es médica y clínica- de las tareas a

cumplir, el desarrollo de aptitudes y actitudes en su desempeño y en general, su comportamiento lleven a

una transformación radical de la formación tradicional, que subvierta la estructura cultural de la formación

de este profesional, hacia una búsqueda transformadora del contexto, del propio sujeto y su auto

transformación, lo que implica desechar posición estrecha de una profesión para asumirla en la amplitud de

su desempeño en el ámbito social.

438 
 
Esto se tiene que tomar en consideración en el proceso del diseño curricular del profesional médico al

delimitar los contenidos socio culturales médico-clínicos, que propicien, desde los niveles de

sistematización curricular, (componentes, disciplinas docentes y asignaturas), el desarrollo de la capacidad

transformadora humana profesionalizante del médico, donde no están excluidas las actitudes, aptitudes y

las capacidades específicas, que se sintetizan en sus cualidades y actividades humanas en la profesión, lo

cual se logrará también en la dinámica del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje mediado por

el método clínico.

El diseño curricular para los médicos, basado en la determinación de las cualidades y actividades humanas

mediado por el método clínico de los mismos, permite ir a la determinación de los contenidos socio

formativos, que se concretan en los programas a todos los niveles de sistematicidad del currículo, como

son las disciplinas docentes, el año, la asignatura y el tema, por lo que constituye el punto de partida para

el Microdiseño curricular, donde se elaboran los programas de los niveles antes señalados. Cabe significar

que el año constituye un nivel de organización en el espacio y tiempo, donde se integran diversas

asignaturas con el objetivo de la sistematización e integración horizontal profesional, y vienen a concretar

los niveles de síntesis de las cualidades profesionales en el cual tiene que estar presente el método clínico

como núcleo de contenido.

• Microdiseño curricular para la formación de médicos como sustento del desarrollo del

método clínico

El Microdiseño curricular para la formación del médico asumido desde la Pedagogía de la Educación

Superiores desarrollada por el CeeS en la UO es la dimensión que comprende el proceso de elaboración

de los programas de disciplinas docentes, asignaturas y temas, delimitando la estructura epistemológica y

metodológica que en su sistematización sustenta la cultura médico-clínica que ha de ser apropiada en la

dinámica del proceso enseñanza-aprendizaje de estos profesionales en su formación y configurados en los

439 
 
contenidos previstos para los estudiantes, es por eso que ha de estar centrado entonces en el método-

clínico.

Otros autores a este nivel lo nombran como Mesodiseño, dejando la identificación con lo micro para el nivel

más dinámico que se establece en la relación concreta entre todos los implicados con las diferentes formas

de organización de la docencia en el contexto formativo específico.

Pero no obstante esa sistematización de la cultura médico-clínica es mediada en las cualidades y

actividades humanas del profesional médico que es esencialmente clínica que se prevea para el desarrollo

del estudiante de medicina, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y se concretan en los programas.

Se significa la relación de las competencias profesionales médicas consideradas como cualidades y

actividades profesionales propias y su relación con los contenidos previstos en los programas, que han de

estar mediados en su relación dialéctica por las sistematizaciones epistemológica y metodológica del

método clínico. La determinación del contenido socio cultural médico-clínico, que en calidad de aspiración,

se realiza a partir del objeto y se explica desde las relaciones entre las configuraciones del proceso de

enseñanza-aprendizaje en la formación del médico, y precisan las dimensiones del propio proceso.

Es recurrente tener en cuenta las dimensiones del contenido de la enseñanza-aprendizaje para el médico,

pues propician dilucidar de forma concreta, la estructura interna y con ello sus relaciones, que permiten

llevar a cabo el proceso de formación de los médicos, desde una posición didáctica que es holística y

compleja, sobre la base de la interpretación de la dialéctica intrínseca en el propio proceso mediada por el

método clínico.

Siendo así desde la Concepción Científica Holístico Configuracional que estamos asumiendo, una

dimensión del diseño curricular para le formación del médico, es la dimensión epistemológica del método

clínico, que estas dada en la tríada de configuraciones que se da entre el problema de salud y enfermedad,

440 
 
el objeto de la cultura médico-clínica y el contenido de igual naturaleza, y va determinar qué aspectos del

objeto de la cultura se configura en el contenido, en aras de resolver el problema planteado.

Igualmente se requiere considerar como aspecto fundamental en la cultura médico-clínica, lo metodológico

en la determinación del contenido, ello se identifica como la dimensión metodológica del método-clínico

donde se considera la relación del método con el objeto de la cultura en la precisión del cómo, del

contenido de los programas.

La relación dialéctica entre las dimensiones epistemológica y metodológica del método clínico en el

contenido médico-clínico es expresión sintética de la propia sistematización epistemológica y metodológica

de dicho método como la estructura de la cultura médico-clínica, llevada a la dinámica del proceso de

enseñanza-aprendizaje para la formación del médico.

Ahora bien, el contenido para la formación de los médicos no queda en una simple relación lineal, sino que

desde la interpretación holística y compleja del mismo, ello se desarrollará con una intencionalidad y

sistematización formativa profesionalizante, y deviene en nuevas dimensiones a considerar. Tales son los

casos de la dimensión profesional del método clínico y la dimensión de la sistematización del contenido

formativo de dicho método.

La dimensión profesional del método clínico en el diseño curricular del médico, parte de la consideración de

la relación del objetivo con el objeto y se sintetiza en el contenido médico-clínico a partir de dar solución de

los problemas de salud-enfermedad que se enfrenta desde las competencias como expresión de la

generalización formativa del contenido médico-clínico, que está presente en la dimensión profesional de

dicho método.

La dimensión de la sistematización del contenido formativo del método clínico emerge como síntesis de las

dimensiones epistemológica, metodológica y profesional de dicho método, a partir de establecerse la

441 
 
relación dialéctica entre el problema, el objetivo y el contenido de igual naturaleza, por lo que es expresión

del proceso de continuidad, de cómo se sistematiza el contenido médico-clínico profesionalizante de este

profesional y además científicamente estructurado, que permite la lógica del programa y con ello el proceso

de desarrollar la capacidad transformadora humana profesionalizante en los médicos.

Resumiendo, en estas tríadas se expresa el proceso de tránsito del objeto a contenido que se desarrolla en

el Microdiseño curricular para la formación del médico que, como se ha visto, requiere de una dimensión

epistemológica y metodológica del método clínico, determinadas por el objeto de la cultura especifico y de

igual naturaleza, a la que se incorpora una dimensión profesional del mismo método clínico, la cual está

dirigida a la profesionalización y una dimensión de la sistematización del contenido formativo de dicho

método, que propicia desde el diseño prever los niveles de continuidad en síntesis sucesivas y en ascenso

en el proceso de interrelación entre la apropiación de la cultura médico-clínica y la profundización del

contenido de igual naturaleza, lo que se concreta en las sistematizaciones epistemológica y metodológica

del método clínico en el proceso de enseñanza-aprendizaje del médico.

Las relaciones entre estas configuraciones revelan las regularidades que permiten elaborar el contenido de

los programas de las disciplinas docentes y asignaturas, como resultado del Microdiseño para la formación

del médico, lo que lleva implícito el diseño de los temas.

Una vez que el contenido socio cultural médico-clínico fue planificado y organizado previamente por el

profesor o el colectivo de profesores, es llevado como competencias específicas a la dinámica del proceso

de enseñanza-aprendizaje para los médicos, donde se produce una creación de conjunto entre profesores

y estudiantes, porque en definitiva, los conocimientos, las habilidades, los valores y valoraciones los

construyen los propios estudiantes, en la socialización e individualización del proceso de profundización del

contenido a partir de la orientación sistematizadora y la generalización formativa propias del mismo.

442 
 
Para desarrollar el proceso de diseño curricular del médico, tanto en el Macrodiseño como en el

Microdiseño, se requiere una metodología en la que se precisen los procedimientos a seguir, consecuente

con las consideraciones teóricas planteadas. En la metodología se consideran los presupuestos asumidos

en el diseño curricular siguiendo el método holístico dialéctico.

 Consideraciones metodológicas para el diseño curricular por competencias profesionales

médicas como alternativa praxiológica en la formación de dichos profesionales.

A continuación se expone una alternativa posible para el diseño donde se muestre al método clínico como

eje integrador que transite por todos los niveles formativos, y desarrolle por tanto las cualidades

investigativa.

La metodología propuesta comprende el Macrodiseño curricular para los médicos, mediante el cual se

elabora el modelo del profesional médico, como consecuencia de la relación entre el problema profesional

de salud-enfermedad, el objeto de la profesión médica y el objetivo de dicho profesional, en la cual se

precisan las competencias profesionales del mismo y en el Microdiseño curricular se determinan los

contenidos de las disciplinas docentes y los específicos de las asignaturas del programa.

1- Macrodiseño del currículo para los médicos

A. Caracterización de la profesión médica

Ha de constituir una aproximación holística dialéctica a la profesión, desde la diversidad y complejidad de

factores culturales, profesionales y sociales en los ámbitos en que se desempeñarán los egresados, lo que

se sintetiza en las cualidades y actividades profesionales, consideradas las actuales y prospectivas. Para lo

cual se desarrolla la descripción cualitativa de la profesión médica, el problema profesional de salud-

enfermedad, el objeto de la profesión de dicho profesional y el objetivo de ese profesional, todo lo cual ha

de tener implícito el método clínico.

443 
 
A.1- Descripción cualitativa de la profesión médica

Como primera aproximación se ha de desarrollar una descripción cualitativa de las características

del médico a través de la respuesta a las siguientes interrogantes:

1- ¿Qué es la profesión médica?

2- ¿Qué resuelve el profesional médico?

3- ¿De qué se ocupa el profesional médico?,

4- ¿Qué persigue el profesional médico?

5- ¿Qué relaciones se dan?

6- ¿Dónde se requiere del profesional médico?

7- ¿En qué condiciones de salud se desarrolla?

Ello permite la caracterización de los pormenores esenciales de la profesión médica, lo que incluye las

características y exigencias para este profesional y de los ámbitos en que desarrollará su labor profesional

asistencial, docente, científico-investigativa y gerencial, todo lo cual permite estipular la amplia gama de

cualidades y actividades profesionales que condicionaran la profesión médica como un todo y serán

determinantes en la precisión de las competencias profesionales.

Como conclusión de éste primer procedimiento; se elaborara un documento en el que se recogen las

consideraciones generales y que expresa su concreción, donde las preguntas constituyen una guía, pero

no significan que sean un algoritmo rígido. El documento constituye un referente necesario para determinar

las competencias y los núcleos de contenido que siempre estarán sustentado en el método clínico.

A.2.- Determinación del problema profesional de salud-enfermedad

Se define como la abstracción y generalización de los problemas profesionales sobre la salud y la

enfermedad más comunes y frecuentes que debe enfrentar el egresado en el eslabón de base de su

444 
 
profesión, implica una caracterización que tipifique la necesidad del desempeño del profesional médico.

Constituyen el conjunto de exigencias inherentes a un proceso de servicios, que requieren de la acción de

los egresados de las instituciones de educación médica superior para su solución, lo cual ha de ser

mediado por el método clínico.

Para determinar los problemas de salud-enfermedad se desarrolla un estudio diagnóstico de necesidades,

en el que se apliquen diferentes técnicas, como pueden ser: entrevistas, encuestas, consultas a los

expertos, profesionales y empleadores, entre otros, las cuales permiten determinar las múltiples

situaciones que se le presentan a los profesionales médicos en el ejercicio de su profesión y que tienen por

lo general un carácter específico, muy en dependencia de las condiciones concretas del lugar en que se

manifiestan.

Se determinan los problemas más generales y frecuentes de salud-enfermedad, como generalizaciones de

las anteriores, que comprendan muchos casos singulares y que admitan la búsqueda de conocimientos y

métodos de solución de carácter general y esencial que se lleven al contenido del proceso de formación de

los profesionales médicos. Se entiende como tales los problemas de carácter más general, pero que tienen

ciertas características comunes a los casos que se presentan en la profesión, constituyen la base para la

determinación del problema profesional.

A.3- Determinación del objeto de la profesión médica.

El objeto de la profesión médica constituye la cultura médico-clínica y comprende los diferentes campos de

esa cultura que han de ser apropiados en el proceso de formación de los médicos. Se delimitan a partir de

la respuesta a las preguntas:

1- ¿Con qué trabaja el profesional médico?

2- ¿Dónde trabaja el profesional médico?

445 
 
3- ¿Cómo trabaja el profesional médico?

Implica una síntesis de la contradicción entre las sistematizaciones epistemológica y metodológica de la

cultura médico-clínica y por tanto del método clínico que se desarrolla en unidad con el problema

profesional y como respuesta a éstos. Implica determinar lo que tradicionalmente aparece en la literatura

curricular como: Perfil profesional y Perfil ocupacional, que se pueden utilizar como alternativa.

A.4.- Determinación del objetivo del profesional médico

El objetivo del profesional médico caracteriza de modo sintético al egresado en la formación de la

educación médica superior que se aspira desarrolle, lo que implica la apropiación de la cultura médico-

clínica y la profundización en los contenidos de igual naturaleza (conocimientos, habilidades, valores y

valoraciones), para lo que se precisa la complejidad de los problemas profesionales de salud-enfermedad

que deberá enfrentar, en un contexto y con las cualidades que caractericen su compromiso social y

profesional, flexibles en el manejo de la cultura médico-clínica y trascendente en el contexto en que se

desarrollará la profesión médica. Dotado de un método con cuya aplicación se permitirá resolver los

problemas de salud-enfermedad, garantizar su autodesarrollo y su autoformación, el cual ha de ser el

método clínico

Como conclusión del procedimiento; se elabora un documento en el que se recogen las consideraciones de

qué es la profesión médica, la pregunta constituye una guía, pero no es rígida. El documento se erige en

un referente necesario para determinar las competencias y los núcleos de contenido que se han de

desarrollar en la formación del médico que siempre será mediado por el método clínico.

B- Determinación de las competencias profesionales médicas.

446 
 
Se determinan como síntesis de los problemas profesionales de salud -enfermedad, el objeto de la

profesión médica y el objetivo del mismo profesional, a la vez que contribuyen en la descripción cualitativa

de esta profesión. Partiendo que las competencias más generales del profesional médico, que son:

1- La promoción.

2- La prevención.

3- La curación.

4- La rehabilitación.

5- El diagnostico.

6- El tratamiento.

En las cuales subyace el método clínico, ya que a la vez son los núcleos de contenidos a desarrollar en la

formación del médico en cualquier contexto donde se desarrolle el proceso formativo, todo lo cual se

identifica con el método clínico, devenido este entonces en núcleo de contenido más esencial.

Las competencias profesionales del médico se define como configuraciones didácticas que expresan la

síntesis de las cualidades y las actividades de estos profesionales capaces de desarrollar el ser, el saber,

el hacer y el convivir, en el desarrollo de su capacidad transformadora humana profesionalizante, que

incide en el desempeño, ante los diversos ámbitos sociales, laborales y profesionales de salud y de

enfermedad mediada por la investigación científica de avanzada.

Las competencias profesionales medicas integran las cualidades y actividades médicas, que incluye lo

transformador, cognitivo, valorativo y comunicativo, sustentado en los conocimientos, habilidades, valores y

valoraciones profesionales con un alto grado de generalización formativa y orientación sistematizadora,

que se expresan como capacidad transformadora humana profesionalizante mediada por la investigación

en ámbitos; tales como:

447 
 
1- Profesionales (competencias profesionales).

2- De la cultura básica (competencias básicas).

3- Competencias humanas.

4- Competencias sociales.

5- Competencias investigativas.

Las competencias profesionales del médico son la síntesis de las cualidades y las actividades de los

médicos, en que se sintetiza el ser, el saber, el hacer y el convivir de dicho profesional, así como el

desarrollo de sus potencialidades y desempeño ante la transformación de los procesos profesionales y

sociales de salud, estas pueden ser clasificadas en generales, y específicas.

Las generales también pueden identificarse con las planteadas anteriormente, que en relación con el

método clínico se concretan en la entrevista médica y el examen físico las cuales tiene una especificidad,

entre lo general y lo especifico, esto hace que la relación es coherente con el orden filosófico entre las

categoría de lo universal, general, particular y singular. Donde lo general puede ser en momento

determinado particular o singular.

Las competencias básicas del médico son la síntesis de las cualidades y las actividades de estos

profesionales, en que se sintetiza el ser, el saber, el hacer y el convivir, así como el desarrollo de sus

potencialidades y desempeños, sobre las que se sustenta la profesión y es común a diversas

especialidades y que fuero referidas anteriormente, en esa relación dialéctica asumida, y que potencia la

investigación que media lo formativo.

Las competencias humanas y sociales del médico son las que sintetiza el ser, saber, el hacer y el convivir,

así como el desarrollo de las potencialidades del profesional médico al desempeñarse como tal, en el

ámbito social, cultural y profesional ,determinada además por la condición y esencia humana dada en su

naturaleza, su actividad y su escala valorativa, donde se tenga en cuenta lo biológico, lo ecológico, lo social
448 
 
y lo espiritual, en relación a la práctica humana dada en la actividad cognoscitiva, valorativa, comunicativa

y transformadora, en vínculo con el compromiso, la flexibilidad, la trascendencia y el amor, donde

adquieran significación la empatía, el cumplimiento de la palabra empeñada, la sensibilidad, el

consentimiento informado, la autoestima, el altruismo, el respeto a las decisiones ajenas, en fin el decoro y

la dignidad del ser humano. Estas competencias adquieren un carácter transversal pues

independientemente de que se concreten en determinadas asignaturas, su formación se desarrolla a lo

largo de la carrera.

Las competencias investigativa en el médico se centran en su capacidad: indagativa, argumentativa,

innovatíva y creativa que desarrolle durante todo el proceso encaminada a las investigaciones médico

clínica las cuales se tipifican en el método clínico. Estas competencias son síntesis de todas las anteriores.

Por otro lado la relación que se establece entre los diferentes tipos de competencia, hace que esta no se

consideren lineales y al incluirla en alguna de la denominaciones está en dependencia del momento y nivel

del proceso del formación del médico, además de verse como una totalidad inseparable, dándole carácter

holístico al método clínico, además de complejo, configuracional y dialectico.

Todo este procedimiento debe desarrollar por parte de una comisión de expertos de carácter participativo y

representativo sustentado en una investigación de las competencias profesionales que determinan la

estructura de los núcleos de contenidos, los cuales inicialmente son denominados y se consideran como

aquellos que sustentan la formación de las competencias profesionales aunque puedan tener un carácter

básico o socio-humanístico.

En la consideración de la metodología ejemplificada se consideran las competencias profesionales

médicas como las de más jerarquía en el sistema de competencias a los fines del diseño curricular, lo que

no tenga en consideración que las competencias básicas, humanas, sociales e investigativas no estén

449 
 
presentes y tenga la necesaria trascendencia en la formación de los médicos; que para lograrlo han de ser

integrada todas al método clínico.

Tales consideraciones permite el tránsito de la competencia como cualidad y actividad médica a los

contenidos siguiendo el eje de las competencias profesionales médicas, pero incorporando todos los

contenidos correspondientes a las competencias básicas, humanas, sociales e investigativas.

C. Identificación de los núcleos de contenidos requeridos en la formación de competencias de los

médicos.

Las competencias profesionales se proceden a identificar y denominar los núcleos de contenidos que se

consideran requeridos en la formación de cada competencia. Para lo cual una comisión de expertos con las

características expuestas anteriormente desarrolla el trabajo de su identificación y denominación, a partir

de la investigación realizada.

La denominación realizada es de carácter general y no cuenta con una precisión de los conocimientos,

habilidades, valores y valoraciones; es un acercamiento a partir del cual se procederá a la determinación

de las sistematizaciones epistemológica y metodológica del método clínico que se configurará como

contenido de los programas en el Microdiseño curricular.

Los núcleos de contenidos identificados con el método clínico en la estructura de las competencias

profesionales del médicos son reestructurados en los componentes de formación o en las disciplinas

docentes donde se concretan la determinación de la estructura de conocimientos, habilidades, valores y

valoraciones de cada núcleo de contenido, que se integran en el sistema de contenidos de los

componentes de formación o de las disciplinas docentes y a su vez en las asignaturas, lo que tendrá su

determinación y construcción en el Microdiseño curricular.

450 
 
La metodología presenta como alternativas a seguir la variante de componentes de formación, o de

disciplinas docentes, que si bien propician el diseño de un plan de estudio de adecuada formación

profesional y tiene características que las diferencian.

Con los componentes de formación médica se posibilita un carácter transdisciplinar en la formación de los

profesionales médicos, que contribuye a la formación de un desempeño profesional más flexible e

integrador al considerar en el componente contenidos de diversas ramas de la cultura, integradas en

función de un ámbito de desempeño profesional y social concreto y a la vez cultural de carácter universal.

Con las disciplinas docentes la formación de médicos, desde la integración en las ramas de la cultura

médico-clínica, independiente de que diseñen ejes integradores o disciplinas integradoras propician la

articulación en el plan de estudio. Esta alternativa es la más tradicional y puede ser desarrollada sin la

necesidad de determinación de competencias profesionales, con la referencia de los objetivos del

profesional se caracterizan las cualidades y actividades profesionales del médico.

Para determinar los núcleos de contenido se constituyen comisiones de profesionales especializados que

en calidad de expertos, de forma independiente trabajen en las competencias; una vez elaboradas, los

diferentes grupos de trabajo se reúnen y debaten los resultados.

En este procedimiento se pasa de la estructura de núcleos de contenido por competencias a núcleos de

contenido por componentes de formación del programa académico y que se identifica como sigue:

1- Humanístico,

2- Social

3- Investigativo

4- Básico

5- Profesional básico

451 
 
6- Profesional específico

Todos los cuales han de ser expresión del método clínico, como núcleo esencial del contenido en la

formación del médico. Cada núcleo de los restantes se ha de considerar una sola vez, con el mayor nivel

requerido en la profundidad de los contenidos, lo que no excluye que en el caso de núcleos como la

investigación mediada por el método clínico se tenga un carácter de eje transversal a lo largo de la carrera.

En la determinación de la estructura de los núcleos de contenidos se puede emplear la estructura de

componentes y de disciplinas docentes o una de ellas, lo significativo está en determinar un nivel de

sistematización que con carácter transdisciplinar permita delimitar las Competencias profesionales,

Competencias básicas, Competencias humanas, sociales e investigativas, centrada en el método clínico

 Microdiseño curricular para la formación del médico.

Se determinan los contenidos de los programas, al tener en consideración las dimensiones

epistemológicas, profesionales y metodológicas de los diversos contenidos. La determinación de los

contenidos del plan de estudio se desarrolla en los componentes de formación hasta los temas o unidades.

Para cada núcleo se determinan los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones, que aparecerán en

las asignaturas, centrado y mediado por el método clínico.

Se repite que para algunos es un Mesodiseño, al ser el momento intermedio entre lo anteriormente descrito

como Macrodiseño, y las acciones concreta en lo contextos formativo, donde el currículo se dinamiza entre

los implicados del proceso pero que también necesita ser gestionado y por tanto diseñado, pero con un

mayor nivel de concreción, el que si sería un Microdiseño al encontrase en los más interno y esencial del

proceso de formación del médico, esto hace algún tiempo se exigía en algunos niveles de enseñanza con

el llamado plan de clase, lo cual este autor considera válido, pero no con las características que se exigían,

preñado de positivismo y dogmatismo.

452 
 
Sea como sea, la consideración de la determinación de los núcleos de contenido está sustentada en la

contradicción dialéctica entre las sistematizaciones epistemológica y metodológica del método clínico como

estructura de la cultura médico-clínica configurada en los núcleos de contenidos.

A- Determinación de los contenidos

Se determinan los contenidos más generales y esenciales que subyacen en la base de todo sistema de

contenidos y de lo que se infiere el resto de los contenidos de carácter particular y singular sobre el objeto

de estudio. Dependiendo de la alternativa que se adopte, ello se estructurará en componentes de

formación (variante A) o por disciplinas docentes (variante B), tal consideración interviene al momento de

determinar la lógica que integre los núcleos de contenido.

En la variante A se sigue un criterio de transdiciplinariedad de los contenidos, según los componentes de

formación, donde el método clínico se erige como transdisciplinar

En la variante B se asume el modelo disciplinar, siguiendo la lógica de construcción del campo específico

de la cultura profesional o sustento de ella y los núcleos de contenidos se organizan de acuerdo a estas

disciplinas de la cultura, siendo una alternativa más tradicional, en la cual el método clínico va adquiriendo

ciertas especificidades.

Es desde esas variantes que el método clínico puede ser común en diferentes asignatura y especialidades

como es la medicina interna y la cirugía, o entre la otorrinolaringología y la proctología ya que en todos se

hace interrogatorio y examen físico, pero en el examen físico por ejemplo, el otorrino usa un otoscopio y el

proctólogo u rectoscopio adquiriendo el método clínico cierta especificidad. Es la relación indispensable de

lo común y lo diverso que condiciona la autenticidad de la asignatura.

453 
 
Para cada núcleo de contenido se desarrolla una estructuración de conocimientos y habilidades, así como

también los valores y las valoraciones, para el profesional médico, que se puede propiciar su desarrollo

desde los conocimientos y habilidades específicos del núcleo de contenido y será consecuente con la

lógica de autodesarrollo del contenido. Los procedimientos específicos para los elementos estructurales del

contenido se desarrollan a continuación pera determinar los diferentes núcleos de contenido.

A.1.- Determinación de la estructura de conocimientos en un núcleo.

Determinar los núcleos de conocimientos, significa ante todo encontrar aquellos conceptos, modelos,

experimentos, leyes, métodos, teorías, entre otros, que en forma de núcleo conceptual, estable y abarcador

trasciendan, por su importancia y aplicación el marco del proceso de formación de los médicos,

convirtiéndose en base teórica esencial para comprender, enfrentar y resolver, no sólo los problemas

generales, particulares o singulares de las asignaturas, sino además contribuir a desarrollar la capacidad

transformadora humana del futuro médico.

El núcleo de conocimientos es conceptual, estable y trascendente porque está constituido por

conocimientos teóricos y prácticos de carácter esencial que, resumidos y sintetizados por la práctica

histórico social, condicionan la formación de la capacidad transformadora humana profesionalizante del

médico, presentando un alto grado de estabilidad temporal, y que, por lo tanto, una vez establecidos en las

disciplinas docentes y expresados de forma modelada en el proceso de enseñanza-aprendizaje, no

cambian esencialmente, el único que tiene estas característica en la profesión médica es el método clínico.

Un ejemplo de ello son aquello núcleo de contenido que se identifican con la confección de historia clínica

entre los que están:

1- El interrogatorio

2- El examen físico integrado por los métodos de inspección, palpación, percusión, auscultación.

454 
 
3- Las acciones de: prevención, promoción, curación, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento

Se determinan a partir de la consideración de las aplicaciones conocidas y emergentes, que condicionan la

necesidad de los conocimientos médico-clínicos y en general del contenido de igual naturaleza, al tenerse

en cuenta en las habilidades y con ello los valores y valoraciones que se propician desde ese núcleo de

contenido. Por otra parte se determinan los fundamentos de los conocimientos de hechos históricos y el

devenir del conocimiento teórico y experimental de los médicos, a la vez que los conceptos, magnitudes,

relaciones, leyes, principios y modelos, que se consideran en el modelo de la estructura del conocimiento.

La consideración por una parte de las aplicaciones y por la otra de los fundamentos conducen a la

optimización de los conocimientos considerados, al poder sistematizarlos y seleccionarlos de acuerdo con

la existencia de los imprescindibles para la correcta interpretación del conocimiento y su aplicación. El

análisis y valoración del nivel de desarrollo alcanzado por el conocimiento, desde el reconocer su propia

lógica de desarrollo, permite determinar los aspectos más significativos que se configuran como parte de

los núcleos de conocimientos de ese campo específico de la cultura.

De todo el conjunto de contenidos que se sintetiza en la cultura médico-clínica, el sistema de

conocimientos se incorporará al contenido del componente de formación o de la disciplina docente, que

sea factible, en dependencia del papel y lugar de dichos contenidos en el plan de estudio, es decir, en

correspondencia con los objetivos que tienen que lograrse en la formación del médico. Sin embargo, y en

eso radica su dialéctica, la estructura y lógica del sistema de conocimientos, en cuestión, influirán en las

posibilidades que ellos posean para cumplir los objetivos planificados.

En el diseño del proceso de formación de médicos es necesario precisar los conocimientos más generales

o esenciales que, en calidad de núcleos, subyacen en la base de toda la estructura del sistema y de los

que se infiere el resto de los conocimientos sobre el objeto de estudio. La determinación de los núcleos

como modo de enriquecerlas es un camino fundamental que permite la racionalización del proceso de
455 
 
enseñanza-aprendizaje, su pertinencia, optimización e impacto, todo lo cual ha de estar identificado con el

método clínico.

A.2- Sistema de habilidades médicas y sus procedimientos

Como parte del contenido en el proceso de enseñanza-aprendizaje para médicos, se encuentran las

habilidades médicas como configuraciones, que emergen como movimiento conceptual del sistema de

conocimiento e inherente a éste, a partir de estas consideraciones, se presenta la sistematización de las

habilidades para lograr la lógica del objeto de la profesión.

Desde una consideración didáctica, la habilidad médicas es la expresión de la interacción del médico como

sujeto con los objetos de la realidad (problemas de salud-enfermedad), es el contenido de las acciones que

el médico realiza, integrado por un conjunto de operaciones, que tienen un objetivo y que se apropian en el

propio proceso de enseñanza-aprendizaje y con el método clínico.

Como parte del núcleo de contenido signado en el método clínico se determinan el núcleo de habilidades

médicas y clínicas y operaciones que propicias las aplicaciones y que han de ser inherentes al

conocimiento científico médico-clínico.

Sin pretender desarrollar una clasificación de las habilidades médicas, se asume la existencia de las

habilidades, considerándolas como parte del contenido médico-clínico de una disciplina docente y que

caracterizan en el plano didáctico las acciones que el estudiante realiza al interactuar con el objeto de la

cultura. Desde este punto de vista, existen:

 Habilidades específicas (vinculadas a una rama de la cultura o profesión médica). Constituyen el

tipo de habilidad que el médico desarrolla en su interacción con un objeto de la cultura médico-

clínica y que, en el proceso de enseñanza aprendizaje, una vez que son suficientemente

456 
 
sistematizadas y generalizadas, se concretan en métodos propios de los diferentes objetos de

dicha cultura que se configuran como contenido; entre ellas tenemos:

- Interrogar

- Palpar.

- Observar

- Percutir.

- Auscultar.

- Entre otras.

 Habilidades lógicas. Son las que le permiten al médico apropiarse, comprender, interpretar

transformar el conocimiento. Guardan una estrecha relación con los procesos fundamentales del

pensamiento, tales como el análisis-síntesis, abstracción-concreción, generalización, la lógica

hermenéutica, la deducción genética, la sistematización y generalización de experiencia, lógica

holístico dialéctica, la lógica sistémica estructural funcional entre otras. Se desarrollan a través de

las habilidades específicas. Están en la base del desarrollo de las habilidades, y en general de

toda actividad cognoscitiva del médico como concreción en la creación del conocimiento, tenemos

como ejemplo:

- Los diferentes tipos de diagnóstico.

- Interpretaciones de diferentes tipos de complementarios en relación a los problemas de salud que

tiene determinado individuo.

- Entre otras

 Habilidades del procesamiento de la información y la comunicación. Son las que le permiten

al médico procesar la información, y se incluyen aquellas que permiten obtener la información y

reelaborar la información. Aquí se incluyen aquellas habilidades propias del proceso enseñanza-

457 
 
aprendizaje como tomar notas, hacer resúmenes, así como exponer los conocimientos tanto de

forma escrita como oral (elaborar un texto argumentativo).

Entre estos grupos de habilidades existen nexos, pues las unas condicionan a las otras, formando parte de

un gran sistema en el que las habilidades lógicas sirven de soporte, de ahí la relevancia que poseen en el

núcleo de contenido.

No obstante las consideraciones de carácter general realizadas, en el contexto de la Didáctica de la

Educación Médica Superior, se precisa un tipo específico de habilidad que se forma en dicho contexto y

que constituyen sustento del desarrollo de la capacidad transformadora humana profesionalizante del

médico mediada en la investigación científica de avanzada, que son las habilidades profesionales, las

cuales constituyen el contenido de aquellas acciones del sujeto orientadas a la transformación del objeto

de la profesión.

Se procede de igual forma con la determinación de las aplicaciones y desde estas las habilidades y

procedimientos en cada aplicación y se determinan las operaciones que integran cada habilidad

determinada. Los procedimientos para la sistematización de las habilidades son los siguientes:

1- Se determinan las aplicaciones conocidas y emergentes.

2- Se determinan las habilidades y procedimientos en cada aplicación.

3- Se optimiza las relaciones entre procedimientos y habilidades.

4- Se determina la sistematicidad, derivación e integración.

A.3.- Valores y valoraciones profesionales del medico

Se determinan los valores y valoraciones profesionales del médico, lo que implica la connotación de los

sociocultural y humanista de dicho profesional, que desde el núcleo de contenido signado en el método

clínico se propicia desarrollar, dadas las características de los conocimientos y las habilidades,

458 
 
comprendidas en estos núcleos de contenidos, así como su vinculación con la profesión, a partir de la

experiencia de los profesionales y la cultura del contexto.

Los valores y valoraciones profesionales del médico serán la expresión concreta de cualidades humanas

más esenciales como son; el amor, el compromiso, la flexibilidad y la trascendencia, que se expresan como

significados y sentidos en un movimiento dialéctico del concepto, que a la vez son representaciones de la

cultura que son sometidos en la actividad valorativa a juicio de los docentes al contenido sociocultural y

permiten configurar juicios de valor a los sujetos implicados. Que en el profesional médico están signado

por la sensibilidad, la empatía, el consentimiento informado, el respeto a las opiniones ajenas, la

asertividad, la resiliencia, el respeto a la integridad corporal, la autoestima, el altruismo, la responsabilidad

y muchas más que condicionan el honor y la dignidad humana.

En los procedimientos anteriores se asegura que en los componentes de formación o en las disciplinas

docentes estén presentes todos los núcleos de contenidos que permitan sustentar la formación de las

competencias profesionales médicas, y se organicen para permitir establecer las articulaciones desde los

diferentes campos de la cultura, que en aproximación sucesiva permitan transitar desde la formación

general, requerida en todo profesional, la básica común a los profesionales médicos, los componentes

básicos profesionales y profesionales específicos que identifican y fundamentan la formación específica de

dicha profesión, donde el método clínico es el eje integrador

Significa definir los contenidos que integran los componentes de formación o disciplinas docentes a través

de las cuales se desarrollan las competencias profesionales, básicas y generales del médico, así como las

ramas de la cultura médico-clínica que lo caracterizan, en arreglo con el objeto de la cultura que integra la

profesión que es la cultura médico- clínica.

459 
 
Dentro de cada componente de formación o disciplina docente se elaboran todos los núcleos de

contenidos, determinándose los tiempos que se le designarán a cada componente de formación o

disciplina docente.

B.- Determinar los tiempos y estructura del plan de estudio

En este procedimiento sobre la base de la experiencia académica de los expertos o preferentemente sobre

el desarrollo de una investigación, se determinan los tiempos necesarios para la apropiación de la cultura

médico clínica y la profundización del contenido de la misma naturaleza, en tiempos conferencias, trabajo

con acompañamiento y de trabajo independiente para cada núcleo de contenido y en cuantas forma de

organización de la docencia se puedan develar. Que en la formación del médico están dado en el tiempo

que se requiera para: conferencias, seminarios, talleres, clases práctica, educación en el trabajo, pase de

visitas, clínicos patológicas, clínico radiológicas, piezas frescas, presentación de caso, discusiones de

casos y diagnósticas, entre muchas mas

Se determina para cada componente de formación o disciplinas docentes, los tiempos totales, en las

mismas categorías antes mencionadas, con ello las unidades de créditos correspondientes. Esto no es un

proceso lineal y sólo por aproximaciones sucesivas se ajustan los tiempos y unidades de créditos. Se

tendrá en consideración las normas establecidas del total de créditos para el pregrado o postgrado, así

como el total de unidades de créditos de un plan de estudio o programa de postgrado que se establecen en

la universidad o en las normas del país.

En la determinación de los tiempos y su distribución en la carrera, como una alternativa del proceso

curricular se determinan generalmente tres estadios en la formación de los profesionales médicos, que

necesariamente se tienen que determinar, a partir de la delimitación de niveles de desarrollo profesional a

la largo de la carrera:

460 
 
Estadio básico o ciclo básico, tiene por objetivo propiciar que el estudiante de medicina se apropie de

una mirada integral del mundo natural, socio-político y cultural. Así mismo facilita una formación básica que

permite desarrollar sus capacidades de interpretación de la realidad e iniciarse en el proceso de

autoformación continua. Igualmente proporciona a éste una formación integral donde confluyen los distintos

contenidos para resolver las situaciones teóricos y prácticos de una manera creativa, interdisciplinaria, pero

en última instancia transdisciplinarias. Ofrece al estudiante diversas alternativas de formación que le

facilitan su opción profesional, a la vez que le permite una formación integral y lo introduce gradualmente

en los estudios profesionales. Propiciar al estudiante una formación Interdisciplinaria y transdisciplinarias

en los diferentes campos de la cultura médico-clínica que le permite desarrollar su capacidad de

interpretación, reflexión y valoración, con lo que se contribuye a un desarrollo de la formación continua de

su capacidad transformadora profesionalizante.

Estadio clínico o ciclo clínico, esta propicia una formación teórico-práctica de la formación específica del

profesional médico, considerada como un periodo en el cual el estudiante debe acceder al conocimiento, a

la comprensión y a la socialización de la cultura profesional de forma real, lo que contribuirá a su

compromiso profesional, a su flexibilidad en el manejo de la cultura, a su trascendencia en el contexto y su

amor a la profesión.

En este ciclo no se hace énfasis solo en los aspectos instrumentales y metodológicos, sino que se

profundiza en la conceptualización y el desarrollo teórico que será el que permita la trascendencia en el

profesional médico, en un marco de relaciones científico-tecnológicas, socio-económicas, política, entre

otras, así como en diferentes ámbitos de la cultura médico-clínica, regional, nacional e internacional. En

este ciclo profesional estarán presentes los componentes básicos profesionales y específicos profesionales

como sustento del mismo. “De estructura del plan de estudios” es donde se afianza el método clínico que

ha venido desarrollándose e introduciéndose desde el ciclo básico.

461 
 
Estadio de profundización o del internado, constituye una alternativa que propicia tener una mayor

vinculación con el trabajo de la profesión médica, en campos más específicos de lo que puede ser su labor

futura como médico, y en la que se caracterizará el proceso de la trascendencia y la transdiciplinariedad

con que se desarrollen los contenidos en su aplicación y su conceptualización; ello tiene su expresión

dentro del plan de estudio de la carrera y posteriormente en programas de postgrado, como continuidad

necesaria.

Una vez determinados los tiempos requeridos para cada estructura se determinan las unidades de créditos

que identifican cada estadio y serán expresiones de la formación básica, clínica y de internado que

mostrarán los estudiantes en el proceso de formación.

Este aspecto es importante porque puede definir en el profesional médico niveles de salida que

condicionen aspectos tales como:

• Si el estudiante no concluye su sexto año por cualquier motivo, pueda tener potencialidades para

emplease e insertarse en la sociedad desde los conocimiento, habilidades, valores y valoraciones

desarrollado hasta el nivel que ha alcanzado.

• Que el nivel alcanzado no se constituya un tiempo perdido ni por el estado ni por el propio

estudiante.

En esos sentidos un estudiante que solo alcanzo desarrollarse dentro de los dos primeros años de la

carrera puede ser profesor de anatomía, o de biología humana en un nivel de enseñanza inferior, entre

otros ejemplos más.

Por otro lado no significa que estos estadios se desarrollen rígidamente, en unos años o semestres

determinados, estos se pueden solapar porque dependen de las características del profesional que se

aspira a formar. Hay que considerar los ejes transversales en el plan de estudio y programas de

462 
 
postgrados que pueden ser desarrollados a través de todas las etapas de formación e incluso a través de

los diferentes componentes de formación o de disciplinas docentes, tal es el caso de la investigación

científica de avanzada mediada por el método clínico.

Como un ejemplo para el pregrado, los por cientos en la distribución de tiempos y las unidades de créditos

en los estadios, si bien no son rígidos, no deben ser mayores al 30 % básico y el mayor peso estará en lo

clínico (70 %).

C.- Delimitar componentes de formación o disciplinas docentes en las asignaturas y temas.

A partir de la delimitación de los contenidos y los tiempos por componente de formación o disciplina

docentes, se distribuyen estos contenidos en una estructura de asignaturas, previamente determinados

según los criterios y experiencias de los expertos, asignando tiempos para asignaturas, lo que dependerá

de la alternativa de organización asumida.

D.- Determinación del gráfico del plan de estudios

Delimitar la estructura de semestres-asignaturas, implica la consideración de que las asignaturas no son

otras cosas que un espacio y un tiempo en que se ajustan y se acomodan a los núcleos de contenido los

cuales sustentan la formación del médico y se reconciliarán de diferentes formas, en dependencia de las

normatividades y criterios, adoptados en la estructura curricular.

Con este procedimiento se busca la integralidad del estudio desde el punto de vista de la organización de

los semestres y las asignaturas, previendo los criterios de precedencia que aseguren la coherencia

necesaria en el proceso de formación médica. Lo que permitirá elaborar la documentación de los

programas específicos y el plan de estudio.

463 
 
En resumen se desarrolló el diseño curricular desde una concepción humana al llegar hasta la

determinación de los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones previstas en la formación de

médicos desde consideraciones en la que las competencias profesionales medicas signan el carácter

esencial de la formación de estos profesionales y permiten disponer de un eje de desarrollo curricular, que

significa el eje integrador del proceso de diseño curricular signado en el método clínico.

Las competencias profesionales médicas identifican la actividad profesional y las cualidades que estos han

de manifestar en el desempeño de la profesión, tal consideración no excluye las competencias básicas,

humanas, sociales e investigativas que se requieren en el desempeño, pero que subyacen en la formación

y significan en el currículo en los contenidos.

Se requiere significar que las competencias médicas constituyen categorías que expresan las capacidades

transformadoras del médico a partir de su comportamiento en contextos sociales, laborales y profesionales,

que concretan en la actividad humana en la actividad práctica y en las cualidades humanas manifestadas

en contexto. Pero además se sustentan en los conocimientos, habilidades, valores y valoraciones de los

médicos, todo lo cual ha de estar centrado en el método clínico.

Los procedimientos desarrollados en la metodología ejemplificada constituyen una guía a modo de ejemplo

que pueden ser transformados en cada caso.

Es entonces que las exigencias del proceso que se debe desarrollar para conducir a la formación de un

investigador clínico hacen que estas cualidades antes descritas se expresen en competencias

investigativas, como núcleo esencial formativo, entendiendo que las competencias son aquellas

configuraciones didácticas de naturaleza cognitiva, afectiva y motivacional que revelan rasgos

fundamentales a formar en el individuo en estrecha unidad y que posibilitan su autorregulación y

desempeño cabal en un contexto histórico social concreto.

464 
 
“La formación de competencias es un proceso constructivo, socializado, que sólo es posible en un espacio

interdisciplinar, partiendo de una concepción participativa y no directiva del proceso, con el convencimiento

de que el contenido es socialmente construido e históricamente desarrollado y, por ende, sus resultados,

competencias indispensables en el profesional, se alcanzan mediante un proceso en el que se trabaja, de

manera interrelacionada los núcleos de conocimientos, las habilidades generalizadas y los valores

profesionales y sociales, donde lo interdisciplinario se manifestará en la académico, lo investigativo y lo

laboral.” (Fuentes y Cruz, 2003), lo laboral de médico se desarrolla en lo asistencial, lo docente, lo

científico-investigativo y lo gerencial

Esta noción de competencias trae consigo una nueva aproximación al desarrollo humano del médico, con

importantes implicaciones en el campo formativo, es la posibilidad para desarrollar en los estudiantes de

medicina la capacidad para el análisis, la crítica y el razonamiento a través de la construcción significativa

de nuevos conocimientos y de la contribución intencional al desarrollo de la salud con la solución de los

problemas de salud-enfermedad que se presentan en el individuo, la familia y la comunidad de cualquier

sociedad.

Incorporar el concepto de competencias a la ejecución de programas de formación de investigadores y por

tanto en la formación del médico, que es un investigador por excelencia, significa que el resultado va a

estar relacionado a acciones concretas, a resultados de investigación, no como efecto de un aprendizaje

tradicional, sino un aprendizaje donde se acrecienten las capacidades humanas mediante el desarrollo

integrado de las dimensiones de la personalidad a través de la búsqueda, la indagación, la innovación, la

creación y la argumentación de propuestas originales y novedosas, la contribución al desarrollo de la rama

del saber de qué se trate y el uso efectivo de métodos científicos para brindar solución a los problemas de

investigación que son los problemas de salud-enfermedad.

465 
 
De manera que el concepto de competencia investigativa debe transmitir claramente la idea de que los

procesos de formación del médico tienen que estar dirigidos fundamentalmente a la formación de un

investigador que reúna las condiciones que la sociedad actual está demandando, es decir, que sean

individuos con capacidad plena para el análisis, la argumentación, preparados para asumir los desafíos del

actual y perspectivo desarrollo científico, altamente comprometidos con la historia y las tradiciones de su

medio, profundamente reflexivos, capaces de comportarse esencialmente humanos, con todas las

posibilidades para contribuir al vertiginoso avance de la ciencia y la técnica y dispuestos a crecer tanto en

el orden de la preparación científica y profesional como en sus condiciones personales.

La posibilidad de que el estudiante de medicina se apropie de la cultura científica necesaria para resolver

los problemas de investigación que se presentan en la rama del saber correspondiente, vinculada a la

posibilidad de fundamentar adecuadamente esos problemas de investigación y la caracterización del objeto

que se investiga, revelando los rasgos esenciales del mismo, a través del procesamiento y análisis crítico

de la información recopilada con exhaustividad, tanto fáctica como de la literatura consultada, emitiendo

juicios acerca de la misma y relacionándola convenientemente con el objetivo de la investigación que se

desarrolla, a fin de poder dominar la temática de estudio, nutrirse de las experiencias anteriores y

establecer los nexos entre el tema investigado y sus antecedentes, se sintetiza como competencia

indagativa.

Las cualidades del investigador de expresar de forma oral y escrita argumentos con base científica y uso

de conceptos que permitan fundamentar y construir juicios y valoraciones, demostrando con seguridad el

dominio de la cultura que se tiene acerca de la temática de estudio y la capacidad para la síntesis y la

concreción, además de la cohesión y coherencia con que se brindan los nuevos fundamentos científicos en

los que se sustentan las consideraciones a las que se llegan como consecuencia del proceso investigativo,

se le denomina competencia argumentativa.

466 
 
Es imprescindible, así mismo, que el estudiante sea capaz de revelar los aspectos novedosos de una

investigación, relacione aspectos significativos del objeto y se represente, a través de la abstracción, la

forma en que se puede incidir en el objeto de investigación con vistas a transformarlo. Aquí se pone de

relieve la capacidad para la anticipación por cuanto el investigador va regulando a través de los resultados

parciales, el alcance de los resultados finales de la investigación y demostrando cómo modelar el objeto de

investigación y el campo de acción para revelar los aspectos esenciales de su concepción, con lo cual

estará en posibilidad de realizar aportes teóricos a la rama del saber en la cual investiga y poner de

manifiesto su competencia innovatíva.

De manera que podría expresarse que las tres competencias que resumen las cualidades más

trascendentes de un investigador son precisamente la indagativa, la argumentativa y la innovatíva que

da paso a la creativa.

La precisión de estas competencias sustenta la concepción didáctica de un programa en el que se

desarrolle la investigación mediada por el método clínico ya que no se debe perder de vista que el

desarrollo del programa es para formar esencialmente estas competencias, no en asignaturas o módulos

específicos, sino que de una manera u otra todas las partes integrantes del programa contribuyan a la

formación de las mismas.

Hay otras competencias que podrán identificarse en casos específicos, por ejemplo, en investigaciones en

que han participado el autor de este texto se reconoce además de las tres mencionadas, que la formación

de un investigador debe contemplar las competencias gerenciales que son las que posibilitan elaborar,

presentar a concursos, implementar y evaluar proyectos de investigación y la competencia tecnológica

que permite el acceso y uso consecuente de los medios tecnológicos en provecho de los propósitos más

trascendentes de la ciencia, no sólo en aquellas investigaciones de las ramas tecnológicas, sino en

467 
 
general, ya que las condiciones actuales no excluyen ninguna rama del saber en la necesidad de manejar

herramientas y accesorios tecnológicos. (O. Gallardo, 2003).

Se considera sin embargo, que las tres primeras, son las que pueden definir la formación de los aspectos

más relevantes de la investigación, las que pueden determinar la construcción por el estudiante de sus

construcciones teóricos y prácticos más significativos y por tanto de sus conocimientos.

La interrelación de estas tres competencias permite comprobar la presencia del enfoque hermenéutico en

el proceso investigativo, que tal y como se ha demostrado en capítulos anteriores, es lo que permite al

investigador clínico penetrar e intervenir en el objeto de investigación a través de su comprensión y ex

aplicación, para llegar a su interpretación desde la observación hermenéutica.

La competencia indagativa deberá formarse comprobando que el estudiante de medicina es capaz de

trabajar con las concepciones científicas ya reveladas en la literatura especializada, dominarlas y

discutirlas para hacer sus propias interpretaciones desde posiciones de fundamentada crítica y asociar

toda esa información que sintetiza con las manifestaciones de su objeto de investigación, procesada y

evaluada para poder emitir juicios críticos valorativos que le permitan la comprensión científica del objeto

de investigación, como primer eslabón del proceso hermenéutico.

La competencia argumentativa por su parte, se sustenta desde la posición del autor en la espiral

hermenéutica, que se desarrolla en la dialéctica entre la comprensión, la explicación, la interpretación y la

observación, la que se expresa en una secuencia de datos, justificaciones, fundamentaciones y nuevos

argumentos para llegar a una nueva propuesta como conclusión. Es la que hace posible que el

investigador vaya deslindando lo irrelevante, penetrando en lo esencial, en lo significativo de su objeto de

investigación.

468 
 
Durante todo el proceso de investigación esto se logra a partir de una comprensión científica del objeto,

revelando progresivamente sus rasgos esenciales, identificando las particularidades que lo caracterizan y

estableciendo las posibles vías para su transformación, lo que implica, desde el punto de vista

hermenéutico, alcanzar la explicación e interpretación desde la observación de los procesos y fenómenos y

con ello plantear las variantes posibles de su recodificación y transformación. Esta competencia permitirá al

estudiante de medicina plantear sus aportes con argumentos, sin desentenderse de la cultura científica

precedente, pero con recursos intelectuales nuevos, con valoraciones propias y con la fundamentación que

exige el rigor científico de toda investigación.

Una vez que el estudiante ha desarrollado sus competencias indagativas y argumentativas, estará en

condiciones de realizar propuestas originales y novedosas porque ha logrado diferenciar lo relevante de lo

irrelevante, lo trascendente de lo intrascendente, lo nuevo de lo viejo, todo en relación con las

particularidades de su objeto de investigación y a través de los conceptos, categorías, y regularidades, que

le permitirán plantear propuestas de valor teórico y práctico que transformen el objeto y permitan la

solución del problema de investigación. Así se desarrolla la competencia innovatíva y creativa, a través de

la búsqueda permanente de los aspectos originales que puedan caracterizar una propuesta como

respuesta científica y que está sustentada en una construcción de nuevos conocimientos.

Esta precisión de las competencias fundamentales que deben formarse, representa que con independencia

de los contenidos curriculares o extracurriculares que el programa pueda contemplar, debe verificarse

permanentemente el proceso de adquisición de las mismas por parte de los estudiantes.

Ellas se ponen de relieve cuando el estudiante diseña su investigación, fundamenta su problema de

investigación, desarrolla el marco de referencia para penetrar en los aspectos esenciales de su objeto de

investigación, se plantea hipótesis y organiza las tareas investigativas que le permitirán valorar o validar las

469 
 
mismas. Para ello es necesario que los programas se articulen debidamente con el desarrollo del proceso

investigativo.

A ello deben contribuir en gran medida los cursos de metodología de investigación, no en los aspectos

formales del proceso investigativo, sino considerando la metodología de investigación científica como una

lógica seguida por los investigadores, sustentada en un sistema de categorías y relaciones que permiten a

estos diseñar y regular el propio proceso, a partir de ir seleccionando y construyendo el camino más

acertado para llegar al resultado esperado.

Por ello la inclusión de estos contenidos en un programa deben responder a una adecuada estrategia del

proceso que posibilite el desarrollo regulado y coherente de la investigación con dominio de las tareas a

desarrollar, el alcance real de cada una de ellas y la concatenación de los resultados parciales y finales de

la investigación, no para alcanzar conocimientos enciclopédicos sobre metodología de la investigación,

sino para llegar a formar las competencias investigativas, que permitan organizar metodológicamente el

proceso de la investigación, definiendo las categorías propias del mismo, así como las tareas y métodos

científicos que le permitan alcanzar los objetivos declarados en correspondencia con la hipótesis, para ir

adecuando la marcha de la investigación según los resultados que se van alcanzando y la significación de

los mismos en el desarrollo del proceso.

A ello se une la necesidad de que los estudiantes sean capaces de aplicar los métodos de investigación

(en función de las características del objeto de investigación, de la etapa en la que se encuentre el proceso

y los objetivos que se esperan alcanzar, utilizándolos apropiadamente para demostrar las consideraciones

que se van alcanzando y con ello brindar los argumentos que permitan la corroboración de la fiabilidad de

los resultados.

470 
 
La valoración de la formación de las competencias debe realizarse a través de actividades de discusión

científica, es decir, se deben contemplar una serie de seminarios, talleres, debates que constituyan los

espacios para exponer y discutir los resultados. Dichos eventos deben permitir, además de evaluar la

marcha de la investigación, valorar las potencialidades del estudiante para expresar sus ideas con

suficiente rigor, síntesis y utilización del lenguaje argumentativo. También debe ser una exigencia del

programa la presentación de trabajos escritos en forma de ensayos o artículos científicos, que puedan ser

publicados.

Estas actividades de carácter docente, que debe contemplarse en el programa y plan de estudio e la

formación del médico han de concebirse con suficiente valor didáctico para que en las mismas se

desarrolle un verdadero proceso de enseñanza –aprendizaje, es decir, no se debe partir de los supuestos

de que ya los estudiantes cuentan con las competencias enunciadas, el valor didáctico de esta propuesta

se concreta cuando el colectivo de profesores y tutores del programa diseña el desarrollo del proceso

docente de forma que el estudiante aprenda cómo apropiarse de esas competencias a partir de la

interacción con sus profesores, otros estudiantes e investigadores involucrados.

Para ello deben articularse convenientemente los contenidos de los temas, cursos, asignaturas, disciplinas

o módulos, en los que predomina el carácter académico, con las actividades de carácter más investigativo

y que deben formar parte integrante del programa y el plan de estudio en la formación del médico, como

ejemplo de ellas:

- Seminarios de disertación, entendidos como aquellas formas del proceso que aglutinan a

estudiantes que trabajan una temática afín y en los que se discuten artículos, reportes, trabajos de

gran actualidad, que los estudiantes han consultado para conformar su marco teórico, permitiendo

esto la socialización de los documentos científicos que se localizan. Este es un espacio muy

pertinente para la utilización de los métodos automatizados de búsqueda de información y permite


471 
 
la optimización del tiempo de los estudiantes a partir de la posibilidad de poner al servicio del

colectivo la información obtenida, además de que constituye un entrenamiento en la comprensión,

explicación e interpretación desde la observación de su objeto de estudio, sobre la base de la

literatura científica actualizada. Deben programarse fundamentalmente en la etapa de

caracterización del objeto y el campo de acción, lo que contribuye a la fundamentación del texto de

la tesis, con una periodicidad tal que exija a los estudiantes su permanente actualización.

- Seminarios de tesis, son aquellos en los que los estudiantes rinden cuentas del avance de su

investigación, para discutir sus consideraciones científicas en torno al objeto de investigación y los

resultados parciales que van alcanzando en el proceso. Deben programarse a todo lo largo del

programa y sus objetivos deben adecuarse a las etapas en que se encuentran las investigaciones.

En casos que se considere necesario, pueden nombrarse oponentes y adoptar algunas de las

exigencias que se tienen en los actos conclusivo para emitir una acreditación o nombramiento

(Títulos de la profesión, de especialidad, materias, doctorados, entre otros) para el consiguiente

entrenamiento de los es pudientes con vistas al mejor desenvolvimiento en estos importantes

momentos del desarrollo científico, como por ejemplo, la participación de otros especialistas

aunque no estén directamente vinculados con el programa.

- Talleres de publicaciones, para discutir de forma colectiva el alcance y cualidades científicas de

la producción científica de los estudiantes, siendo ellos mismos los que valoren críticamente la

calidad de los artículos, ensayos, ponencias y demás resultados investigativos que se concreten

en posibles publicaciones, donde puede exigírseles la aprobación en estos talleres antes de que

los consejos científicos respectivos dictaminen su aprobación definitiva para ser enviados al

consejo editorial correspondiente.

6.5.-El proceso didáctico y las tareas de investigación

472 
 
Como en todo proceso formativo, los avances significativos que va teniendo el estudiante de medicina en la

investigación científica y por tanto con el método clínico deben ser controlados a fin de comprobar los

resultados. Tratándose de un proceso profundamente personalizado, en el cual los resultados pueden ser

diferenciados individualmente, juegan un papel muy importante las llamadas tareas científicas, entendidas

como aquellas que se van realizando con una secuencia conscientemente determinada y con ayuda de los

correspondientes métodos de investigación para ir cumpliendo las etapas necesarias en el camino de la

solución de los problemas que se investigan.

Las tareas científicas permiten estructurar y concretar la lógica de la investigación clínica e ir obteniendo

los resultados esperados en cada momento o estadio de la investigación, los cuales se van constituyendo

en conclusiones parciales del proceso de investigación.

En la investigación científica y por tanto en el método clínico, la delimitación de las tareas científicas se

formula a manera de orientaciones concretas dirigidas a un fin, gracias a las cuales la solución de los

problemas de salud-enfermedad se descompone en estadios cognoscitivos. Las tareas científicas permiten

organizar todo el trabajo de los investigadores en un coherente sistema dirigido a un fin que permite

controlar y relacionar los resultados obtenidos.

Con la diferenciación de las tareas en la investigación científica clínica y por tanto del método clínico está

relacionado el conocimiento de las condiciones que se deben tener en cuenta en el estudio de los objetos y

en la formulación de las diferentes formas del conocimiento científico médico-clínico. Gracias a esto el

investigador clínico puede plantear la investigación y obtener los resultados deseados en cada momento

concreto de la misma.

473 
 
Las tareas científicas se dan en relación orgánica, sus resultados permiten constatar los avances del

proceso, de ahí el valor didáctico que adquiere la regulación de dichos resultados en la formación de

competencias investigativas.

Según la naturaleza del estadio investigativo y por tanto del método clínico en que se trabaje, las tareas

pueden identificarse. Las relacionan con la revelación de los datos, que permiten la comprensión e

interpretación de la realidad, en el estudio detallado y pormenorizado de los hechos acerca de los objetos

estudiados y sus causas, así como la separación y selección de los hechos que caracterizan a

determinados objetos. Cualquier reflexión teórica sustenta su objetividad en este proceso.

En la ciencia médicas, para la solución de estos estadios iníciales, se elaboran métodos especiales de

conocimiento como: la observación, la medición entrevistas, examen físico, diagnóstico de la situación de

salud, revisión de documento, encuestas entre muchos más en dependencia del objeto de estudio y la

posición epistemológica y cultural del investigador, los que se emplean tanto en el estudio de los objetos

revelados en la investigación científica, como en la determinación de los presupuestos, lo cual implica

determinadas operaciones prácticas, tanto con los objetos estudiados como con los medios o instrumentos

de conocimiento utilizados.

Otras tareas que pueden seguir al estadio anterior, no de forma secuencial rígida sino en interrelación

dialéctica, por su parte, están dirigidas a revelar aquellas causas concretas, relaciones, dependencias,

interdependencias, interacciones y procesos que posibilitan interpretar el comportamiento de los objetos

estudiados. En este sentido, las tareas científicas de carácter permiten al investigador salirse de los marcos

de las características directamente observadas, debe construir y fundamentar proposiciones acerca de

aquellas causas concretas, acerca de los procesos o mecanismos que determinan el cambio observado y,

consecuentemente, dan la posibilidad de comprender, explicar e interpretar desde la continua observación

los hechos establecidos.


474 
 
En la determinación de las tareas científicas a desarrollar por cada investigador clínico, debe tenerse en

cuenta que el investigador formula los conocimientos teóricos en tal forma que puedan ser corroborados,

valorados o comprobados empíricamente. Este a su vez, se relaciona con el sistema de conceptos dado en

forma de ley, teorías e hipótesis.

En la solución de las tareas científicas de carácter en estadio teórico o abstracto ejercen un importante

papel los procedimientos lógicos del pensamiento como: el análisis, la síntesis, la inducción, la deducción y

otros. La investigación de las causas concretas de los procesos, que permiten explicar los cambios

observados o los hechos establecidos, se realizan en consecuencia con la lógica de la investigación, que

en general, no se pueden revelar directamente en los mismos cambios o hechos y para eso hay que

construir diversos supuestos, desarrollar hipótesis, buscar nuevas ideas, nuevos tratamientos.

La precisión de las tareas científicas de acuerdo con los estadios generales del proceso investigativo,

permiten definir los alcances que deben ir logrando los investigadores en cada momento del proceso. A

continuación se ilustra cómo podrían definirse esas tareas de acuerdo con los resultados esperados en

cada etapa de investigación, según las dimensiones de caracterización, abstracción y modelación del

objeto por considerar que son las que más dificultades ocasionan en la formación de los investigadores y

cómo esto se articula con la formación de las competencias indagativas, argumentativas, innovatíva y

creativas.

El valor didáctico que le aporta al proceso formativo la definición de las competencias investigativas y su

articulación con las tareas científicas a desarrollar, consiste en la posibilidad de ir regulando dicho proceso

a partir de los resultados parciales y finales a los que el estudiante debe ir alcanzando, cuestión que debe

hacerse sin perder la visión de que el proceso investigativo, por su propia complejidad, no debe ser

reducido a una serie de tareas u operaciones sencillas, cada tarea científica en sí, encierra la riqueza del

proceso investigativo mismo, es decir, ir desarrollando las tareas de la investigación debe ser entendido
475 
 
como la ejecución de investigaciones parciales en toda su complejidad y como expresión de la totalidad del

proceso, pero saber qué resultados debe aportar la ejecución de cada tarea, le confiere al proceso

investigativo la posibilidad de dirigirlo y regularlo didácticamente.

La dimensión de caracterización del objeto de investigación, como ya se ha explicado anteriormente da

cuenta del movimiento interno del proceso de investigación desde la identificación, valoración y formulación

del problema, pasando por la caracterización del objeto de investigación, hasta llegar a la definición del

objetivo de la investigación.

Se podría entonces definir como una primera tarea científica a desarrollar:

 Interpretar los hechos y fenómenos que tienen que ver con el comportamiento factoperceptible del

objeto y que confirman la existencia del problema.

Los resultados que se obtengan del desarrollo de esta tarea deben dar cuentas de la objetividad, la

actualidad y la novedad del problema de investigación planteado, por lo tanto debe orientarse el

trabajo del estudiante de manera que al término de ellas quede convenientemente fundamentado

el problema de investigación.

Para ello, el estudiante debe, a partir del desarrollo de su competencia indagativa, recopilar toda la

información fáctica, tendencial y teórica acerca del tema de investigación para brindar como

resultados científicos la determinación de los indicadores a través de los cuales realizará el

análisis, los datos y la información más relevante para su estudio, lo que le permitirá alcanzar un

primer nivel de comprensión de su objeto. La competencia argumentativa le posibilitará la

interpretación de todos los hechos y fenómenos que caracterizan el comportamiento

factoperceptible del problema y llegar a las conclusiones parciales que demuestran la objetividad y

476 
 
la actualidad del mismo, poniendo de manifiesto su competencia innovatíva en la medida que

anticipa cuáles podrán ser soluciones a ese problema, lo que permitirá comprobar su cientificidad.

La otra tarea científica propia de la dimensión de caracterización es propiamente:

 Caracterizar el objeto a partir de los presupuestos teóricos precedentes, fundamentando los

referentes teóricos asumidos

En el desarrollo de esta tarea, el investigador apela generalmente a la literatura especializada

sobre el tema para poder caracterizar el objeto desde las teorías y presupuestos que hasta ese

momento han permitido explicarlo.

En este caso, el investigador demuestra su competencia indagativa en el estudio de la literatura

que le permite asumir sus referentes fundamentales, lo que a su vez le posibilita identificar los

indicadores que usará para el análisis y llegar a conclusiones.

A través de la competencia argumentativa alcanza la interpretación de todo lo que ha localizado,

saca conclusiones, y es la competencia innovatíva la que le permitirá llegar a resultados más

relevantes,

Con relación a la caracterización teórica de esta tarea y que el investigador realiza según la

naturaleza del objeto, ha de hacerse una caracterización gnoseológica que es la que permite

descubrir las peculiaridades epistemológicas del objeto que explican su existencia y

comportamiento.

En este caso, igualmente a partir de la puesta en práctica de la competencia indagativa, el

estudiante puede localizar sus referentes teóricos fundamentales, estudiarlos a profundidad y a

través de su comprensión, llegar a definir cuáles asume para la caracterización gnoseológica de su

objeto de investigación.

477 
 
La competencia argumentativa permite la cabal interpretación de los rasgos que cualifican al

objeto, sus particularidades y la competencia innovatíva posibilita alcanzar las conclusiones acerca

de cuál será el sistema de conceptos, principios, leyes, teorías o paradigmas que el investigador

define para explicar el objeto, derivándose de ello, el sistema categorial con el cual se alcanza la

interpretación del objeto para su posterior modelación.

Una vez que se han definido los rasgos esenciales del objeto y el campo de acción de la

investigación, el estudiante está en condiciones de realizar su propia concepción del objeto, la

manera en que él se lo representa a partir del sistema categorial fundamental que ha definido y las

relaciones que se dan entre las categorías, expresadas en términos de regularidades. Ello es lo

que le permitirá dar respuesta a las exigencias de la dimensión de abstracción.

Las tareas científicas propias de esta dimensión son:

 Determinación de los rasgos esenciales del objeto y el campo de acción y sus relaciones, llegando

a definir la manera de incidir en él para transformarlo

 Formulación de la hipótesis

Ambas están estrechamente relacionadas, en la medida que el estudiante es capaz de determinar los

rasgos esenciales y sus relaciones, precisando además si esas relaciones son contradictorias lo que

permite precisar cualidades trascendentes del objeto y el campo, podrá comenzar a construir la hipótesis

de su investigación.

Esto significa que ha alcanzado la madurez científica necesaria para modelar su objeto y campo de

investigación y con ello, aportar nuevas maneras de interpretarlo, nuevas formas de configurarlo, desde

una perspectiva científica, lo que hará posible que pueda realizar aportes significativos a la rama del saber

en la que se localiza su objeto de investigación.

478 
 
La posibilidad de poder plantear la hipótesis de una investigación muestra la capacidad y originalidad del

investigador para poder generar su propia concepción del objeto de la investigación, ello demuestra el

alcance de las competencias investigativas en su más alta expresión, ya que ser capaz de formular una

hipótesis, contentiva de las relaciones esenciales que identifican a su objeto, es expresión de haber

alcanzado una interpretación propia del mismo, es haber utilizado los métodos de investigación para

apropiarse de la cultura científica necesaria que permitirá sustentar ideas científicas novedosas y

sólidamente argumentadas.

A través de la concepción didáctica del proceso formativo de investigadores, específicamente de

estudiantes de medicina se percibe la posibilidad de ir estructurando el mismo en propósitos bien definidos

que brindan a los propios estudiantes y a sus profesores y tutores los recursos didácticos necesarios para

orientar y regular la marcha del proceso.

Cada etapa de la investigación puede ser sistematizada a partir de las tareas científicas a desarrollar y los

resultados parciales o finales esperados, de manera que dichas tareas ganen significación y contenido

científico propio para aplicar en las mismas las competencias investigativas, las cuales se irán formando en

la misma medida en que el estudiante avance en sus resultados y adquiera mayor independencia para

acercarse a las exigencias del proceso científico.

Entendido un programa de formación de investigadores como aquel proceso diseñado, coordinado e

implementado para lograr la formación investigativa de profesionales ampliamente comprometidos con su

desarrollo y superación, se puede llegar a las consideraciones didácticas que contribuyen al

esclarecimiento de algunos conceptos que deben estar presentes en estos programas. Uno de los

conceptos claves trabajados en este sentido es el de las competencias investigativas, reconociendo que

las mismas sintetizan el amplio alcance de las cualidades que deben caracterizar a un investigador, tanto

en lo axiológico como en lo intelectual. Por tanto, a partir de la propia concepción de qué es y cómo actúa
479 
 
un investigador comprometido, trascendente y flexible, se llega a la definición de las competencias

indagativas, innovatíva, argumentativas y creativas como las que deben ser formadas a lo largo del

desarrollo de un programa formación de investigadores, algunas de las actividades que pudieran

enriquecer el programa con vistas a la formación expresa de estas competencias, independientemente de

los contenidos específicos que el mismo debe contener en función de las relaciones epistemológicas y

científicas que le dan lugar.

Todo ello permite un acercamiento a la concepción didáctica de los procesos de formación científica, que

como todo proceso formativo, tiene que ser concebido y estructurado a fin de lograr los propósitos

previstos.

En tal sentido, es posible también acercarse a una concepción didáctica del proceso, en la cual las tareas

científicas adquieren relevancia por cuanto son las que permiten ir estructurando el proceso en momentos

de significación ya que el estudiante va construyendo los resultados parciales que le permitirán acercarse a

los resultados trascendentes que deben caracterizar una investigación . Ello posibilita que el proceso

pueda ser orientado y conducido de manera diáfana y que las metas de gran complejidad y riqueza

científica que debe irse trazando el estudiante, puedan ser compartidas explícitamente en los colectivos

científicos donde él se desempeña, lo que posibilitará el crecimiento personal e investigativo según las

exigencias del programa de formación.

480 
 
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