Tercera observación

Me presenté en la institución 25 minutos antes del horario de ingreso al curso, con el objetivo de
poner atención a las condiciones edilicias, a la limpieza, al estado general del edificio y de los baños.
Ingreso por la entrada principal del colegio y me detengo a observar el patio interno donde se realizó
el acto de consagración al Sagrado Corazón la semana pasada. Las condiciones del establecimiento
son inmaculadas, el piso, las paredes están pintadas a nuevo, la impresión general es que es un
lugar con mucho mantenimiento de limpieza; en el espacio que separa los patios están los pasillos
de los salones de atrás, en su parte media se encuentran los baños, que, de igual forma que el resto
del edificio, se mantienen con pulcritud. Las puertas de los receptáculos son de chapa pintada en
blanco, apenas se pueden ver una o dos escrituras con fibra del lado interno que actualmente están
tapadas con corrector blanco. En el costado del patio interno una escalera conduce a la planta alta
del bloque de salones donde hay una biblioteca y algunos salones, el patio externo es amplio con
una parte de césped cortado y prolijo y en la segunda parte losa de cemento con un escenario al
fondo y soporte para bicicletas, apenas hay cinco bicicletas en toda la institución. Observando el
curso de 3° “A” noto que son construcciones relativamente recientes a diferencia de los demás que
son parte de una antigua construcción adaptada para el ejercicio de la enseñanza, el salón de 3° “A”
cuenta con aire acondicionado, pizarrón de melanina, ventanas en ambos laterales, enchufes donde
siempre están cargando celulares y arriba, al frente del pizarrón, hay una cruz que dice: “El salón es
nuestro cuidémoslo entre todos”. Al fondo hay un afiche hecho con cartulina con un búho y la
inscripción “Instituto Presbítero Manuel Alberti”.

En este curso, los bancos están ordenados en 3 columnas, una columna central de tres bancos
contiguos en la que los alumnos del pupitre del medio tienen que ir pasando por sobre sus
compañeros para ubicarse en su lugar, contra las paredes laterales otras dos columnas de dos
bancos contiguos, una de 14 bancos sobre la pared contraria a la puerta de ingreso en la cual, los
cuatro primeros bancos miran a la pared del frente a un escaso metro de donde están sentados los
alumnos, a un nivel más adelantado que la ubicación del profesor, a mi impresión los alumnos se
encuentran abarrotados, por lo menos en esta división y en la “B”; respecto a esto, siento, que
difícilmente se pueda brindar una enseñanza dedicada o privilegiada en un contexto tan saturado y
con tan tantos alumnos juntos.

Toca el timbre y espero para observar los alumnos que salen del salón y se dispersan en los patios,
baños y pasillos durante el recreo, las muchas de las chicas se sacan selfies, van al patio abierto en
el pasto donde hay sol, prácticamente la mitad del curso se dirige ahí y se amontona cerca de otros
grupos de otros años, el resto de los alumnos se dispersan en los pasillos y patios o entran al baño
o al kiosco, me parece que es el momento en el que los alumnos se encuentran más tranquilos:
están conversando parados o sentados en grupo, sin mucha energía ni alboroto. Así se mantienen
los siguientes minutos del recreo hasta que suena el timbre y lentamente se van aproximando al
curso, el profesor Nando sale de preceptoría y convoca los alumnos al salón. Una vez que casi todos
entraron al salón, Nando les dice que pueden retirarse al patio los que aprobaron el examen y
también los que tuvieron la oportunidad de levantar su nota la semana anterior, que el resto debe
quedarse a hacer capilla porque va a continuar con la evaluación en parejas. Algunos alumnos se
quejan de que era muy pronto y que no les dio tiempo para repasar a lo que él les responde: “Les di
varios días, ahora repasen que todos tienen que pasar a defender oralmente su examen”. Desde
ahí, las parejas de estudiantes se pusieron a repasar a la vez que intentaban escuchar lo que Nando
les iba preguntando a quienes examinaba y buscan las respuestas en sus dossiers.

La aplicación de este método parece lograr que los alumnos traten de fijar conceptos principales
para poder defenderlos durante su oral. Desde mis prácticas de primer año, esta es la primera vez
que veo que un profesor utilice esta estrategia para que sus alumnos logren reforzar sus
conocimientos y alzar sus notas.

Fueron pasando por parejas al examen hasta que toco el timbre e incluso nos quedamos después
de clases para que pasen los que faltaban, así termino la jornada y nos retiramos.