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Hemos aplazado los días sin querer ver que ya era momento de parar.
¿Cuánto daño pueden hacerse dos personas que se aman? ¿Cuántos ciclos de
heridas han de pasar para caer en cuenta de que ha sido suficiente? Si
continuamos aferrados tantos años hasta el punto en que ya no había más
por dar, si las sonrisas escaseaban y las lágrimas brotaban al darnos cuenta
del final. Éramos dos contra el mundo. Éramos todo lo que cualquier persona
deseaba. ¿Qué pasó con todo aquello? con nuestras inmensas ganas de
querernos por siempre y compartir cada escalón que nos llevaría a la cima.
Odio la idea de pensar que esto simplemente murió, que sólo se trató de un
buen momento y ya no regresará jamás.
Te amo tanto que prefiero verte volar antes de que me culpes por ya no saber
cómo usar tus alas. Me amo tanto que no me dejaré caer y usaré esto de
impulso para cumplir todo aquello que dejé inconcluso. Fue tanto tiempo a tu
lado, que he llegado a pensar que no lo lograré; pero ambos sabemos que
nada es imposible. Y quién sabe, tal vez más adelante volvamos a
encontrarnos y nuestros ojos vuelvan a brillar. Tal vez habremos vivido lo
suficiente y estemos llenos de historias por contar. Con menos miedos y con
más ganas de ser mejores. Quizá seremos lo suficientemente maduros como
para no soltarnos esta vez… Pero por ahora, lo mejor es decir adiós.
ES MOMENTO DE DECIR ADIÓS
Hemos aplazado los días sin querer ver que ya era momento de parar.
¿Cuánto daño pueden hacerse dos personas que se aman? ¿Cuántos ciclos de
heridas han de pasar para caer en cuenta de que ha sido suficiente? Si
continuamos aferrados tantos años hasta el punto en que ya no había más
por dar, si las sonrisas escaseaban y las lágrimas brotaban al darnos cuenta
del final. Éramos dos contra el mundo. Éramos todo lo que cualquier persona
deseaba. ¿Qué pasó con todo aquello? con nuestras inmensas ganas de
querernos por siempre y compartir cada escalón que nos llevaría a la cima.
Odio la idea de pensar que esto simplemente murió, que sólo se trató de un
buen momento y ya no regresará jamás.
Te amo tanto que prefiero verte volar antes de que me culpes por ya no saber
cómo usar tus alas. Me amo tanto que no me dejaré caer y usaré esto de
impulso para cumplir todo aquello que dejé inconcluso. Fue tanto tiempo a tu
lado, que he llegado a pensar que no lo lograré; pero ambos sabemos que
nada es imposible. Y quién sabe, tal vez más adelante volvamos a
encontrarnos y nuestros ojos vuelvan a brillar. Tal vez habremos vivido lo
suficiente y estemos llenos de historias por contar. Con menos miedos y con
más ganas de ser mejores. Quizá seremos lo suficientemente maduros como
para no soltarnos esta vez… Pero por ahora, lo mejor es decir adiós.