Psico

El experto
“hay que
tratarse”

‘¡No puedo
“Los trastornos en la
alimentación no
desaparecen solos y

parar de comer!’
Reconocido por la OMS en
1992 como una enfermedad,
el ‘trastorno por atracón’ va
más allá de la gula constante
y acarrea más conflictos
psicológicos que físicos.
por Lucía garrido vázquez
dejarlos sin tratamiento
acarrea graves
consecuencias. Los
psicólogos desempeñan
un papel vital, exploran
con el afectado los
bien por la presencia de episodios recurren- problemas psicológicos
tes de ingesta compulsiva y de una cantidad subyacentes al trastorno
de alimentos superior a la que se ingeriría de la alimentación, y le
en las mismas circunstancias, bien por la ayudan a reemplazar
falta de control sobre lo que uno se lleva a conductas destructivas
la boca durante el episodio”, afirma Jesús por pensamientos
Mª Villagrá, psicólogo del Instituto del Daño positivos. Así, toman
conciencia de las
Cerebral y Psíquico de Barcelona.
situaciones que

A
desencadenan el comer
demás de la anorexia y la bulimia, causas del trastorno compulsivamente”.
existen otros problemas igual de Este desorden alimentario que se produ-
graves relacionados con la comi- ce por norma general al menos una vez a Jesús Mª
Villagrá.
da. “El trastorno de atracones, la semana y durante 3 meses seguidos, está Psicólogo en
aunque es menos conocido dentro de los asociado con una alta comorbilidad psiquiá- INDACEP.
desórdenes alimentarios, es una enfermedad trica (presencia de uno o más trastornos
seria que debe ser tratada. Se caracteriza, además del primario, o el efecto que estos

Un testimonio real
“Siempre había comido mucho
y mi físico lo aguantaba muy
bien; pero con 28 años hubo una
desgracia familiar que me llevó a
una pérdida de peso importante y a
un tratamiento psiquiátrico posterior
que me hizo engordar. Yo no me
gustaba y comencé a hacer dietas.
Las hice todas, al principio por mi
cuenta y luego con profesionales.
Con todas perdía peso, pero muy
pronto lo recuperaba. Estuve así
durante años hasta que ya no era
capaz de hacer dietas. Esto se
alternaba con bajadas de mi estado
de ánimo y en varias ocasiones
volvía a estar en tratamiento
psicológico y psiquiátrico. En una de
las consultas leí un papel que decía:
“¿Es la comida un problema para
usted?”, hice el test (el que aparece a
la derecha) y contesté positivamente
a 12 de las 15 preguntas. Me guardé
ese papel durante dos años hasta
que mi peso fue aumentando más
y me encontraba muy mal. Recurrí
de nuevo a un dietista, el cual
me respondió que este problema
no se me iba a pasar, que era
un trastorno. Aunque perdí peso,

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