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(PRIMER PARCIAL)
Los autores utilizan distintas denominaciones para referirse a estos títulos: “títulos de
crédito”, “títulos valores”, “títulos circulatorios”. Si bien cada una de ellas tiene sus
particularidades, en la práctica son utilizadas como sinónimos. No ocurre así en el caso de
los “títulos cambiarios” o también llamados papeles de comercio (letra de cambio, pagaré,
cheque y factura de crédito) que, como se verá, son una especie dentro del género de los
títulos de crédito.
Los títulos circulatorios tienen gran importancia en la economía moderna, ya que facilitan
la circulación del crédito y de la riqueza en general, pero para que esto suceda, deben
reunirse las siguientes condiciones:
El autor Vivante ha dado una definición de título circulatorio que por su precisión se ha
convertido en el tradicional punto de partida conceptual para el estudio de la materia. Éste
lo considera un documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo en él
expresado.
Es así que el creador del título incorpora al documento una declaración de voluntad,
incondicionada e irrevocable, de carácter constitutivo y con alcance patrimonial, mediante
la cual se coloca en una posición de obligado cambiario ante quien resulte portador
legítimo del documento.
Siguiendo tal definición, pasaremos a analizar los caracteres comunes a todos los títulos de
crédito, tanto los que se encuentran dentro del concepto como los que no, ellos son:
3) AUTONOMÍA: Ésta significa que cada adquisición del título y, por ende, del derecho
incorporado, aparece desvinculada de las relaciones existentes entre el deudor y los
poseedores anteriores. Es decir que cada nuevo poseedor del título adquiere un derecho
autónomo y originario (y no en forma derivada), sin vínculo con el derecho que tenía
quien se lo transmitió.
La autonomía comienza a funcionar en favor de los terceros que hayan adquirido el título
de buena fe, a partir de la primera transferencia posterior a la emisión del documento y no
se le podrá oponer a éstos las excepciones que podían oponérsele al anterior poseedor.
Pero ella no opera en favor del tercero de mala fe (es decir, quien adquiere el título a
sabiendas del vicio que afectaba el derecho de su transmitente, actuando en perjuicio del
deudor), aunque ello debe probarse.
Se toma entonces del régimen general de las cosas muebles el principio según el cual “la
posesión de buena fe de una cosa mueble, crea a favor del poseedor la presunción de
tener la propiedad de ella”. Pero aquí se va más allá todavía, pues, en principio, es
irrelevante que el documento sea robado o perdido.
Por lo tanto, el poseedor legitimado está habilitado para ejercer el o los derechos
emergentes del título sin necesidad de suministrar prueba de que es el propietario de
dicho documento, ni que es el efectivo titular del derecho emergente de él.
Además de los 5 caracteres comunes a todos los títulos de crédito, los papeles de
comercio (letra de cambio, pagaré, cheque y factura de crédito) cuentan con caracteres
esenciales, por lo que puede afirmarse que todos los papeles de comercio son títulos de
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crédito, pero no todos los títulos de crédito son papeles de comercio. Los caracteres son
los siguientes:
En definitiva, los títulos circulatorios deben cumplir con los requisitos de forma que
determinan las leyes correspondientes, bajo pena de inexistencia, salvo que la ley exprese
cómo suplir tales requisitos.
- Ius electionis: El portador goza del ‘ius electionis’, es decir, del derecho de elegir a
qué deudor demandar. Esto significa que, al exigir el pago, puede hacerlo contra su
endosante inmediato o contra un obligado anterior, sin estar obligado a seguir el
orden en que las obligaciones han sido contraídas.
- Ius variandi: El portador también goza del ‘ius variandi’, en el sentido de que la
acción promovida contra uno de los obligados no le impide accionar contra los
otros, aun cuando fuesen posteriores al que demandó primero.
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Estos derechos que le corresponden al portador, también le corresponden a quien hubiese
pagado el título (ej: endosante), de modo que éste podrá dirigirse contra cualquiera de los
firmantes anteriores a él, por el total del pago, pudiendo demandarlos individual o
colectivamente.
Se han formulado diversas clasificaciones de los títulos de crédito, pero sólo nos
detendremos en las que más vinculación tienen con el contenido central de la materia.
SEGÚN LA LEY DE CIRCULACIÓN: Según los requisitos necesarios para su circulación, los
títulos valores se pueden clasificar en al portador, a la orden y nominativo.
Completos: Son aquellos que contienen todos los elementos necesarios para su
conformación cambiaria, según la normativa legal, además de que poseen en su tenor
literal todos los elementos que configuran los derechos y obligaciones de los sujetos
cambiarios.
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Incompletos: Por el contrario, título incompleto es aquel que por sí solo no es
suficiente para determinar la directa e integral configuración de los derechos y
obligaciones de los sujetos intervinientes, la cual sólo se obtiene en otros documentos
a los que remite el propio título (ej: si quien tiene acciones de una sociedad quiere
determinar el contenido de sus derechos deberá recurrir a lo que exprese el estatuto
de la sociedad)
Abstractos: Son aquellos títulos en los cuales carece de relevancia jurídica la causa que
les dio origen. Los títulos abstractos son la letra de cambio, el pagaré y el cheque.
Causales: Son aquellos que funcionan ligados a la causa que les dio origen. En estos
títulos tiene relevancia jurídica el negocio fundamental (ej: acciones, carta de porte,
conocimiento de embarque)
Se puede definir a la letra de cambio como aquel título de crédito a la orden (se libra a
persona determinada), abstracto, formal y completo, que contiene una promesa
incondicionada (no sujeta a condiciones) de hacer pagar por un tercero, o en su defecto,
de pagar una suma determinada de dinero a su tomador o portador legitimado en un
plazo estipulado, vinculando solidariamente a todos sus firmantes.
Si el título no circuló, el portador legitimado será el tomador, pero si éste ha circulado, será
portador legitimado quien posea y exhiba el título y acredite una cadena ininterrumpida
de endosos.
Cuando se refiere a que vincula solidariamente a todos sus firmantes, se refiere a que
todos ellos (ya sea el librador, el aceptante, el endosante o el avalista) quedan
solidariamente obligados ante el portador legitimado, quien puede iniciar una acción
judicial contra todos los firmantes, ya sea en forma individual o en forma conjunta.
La normativa legal aplicable a la letra de cambio es el Decreto Ley 5965/63, que también
es aplicable al pagaré.
a) Librador: Es quien crea o libra la letra de cambio. El librador promete al beneficiario que
quien pagará la letra es el girado, pero si éste no paga, deberá pagar el librador en forma
subsidiaria.
f) Avalista: Puede existir un tercero que garantice el pago, ya sea actuando como garante
del librador, del aceptante, del endosante o de otro avalista.
Los intrínsecos son los requisitos comunes a todo acto jurídico y la ausencia o vicio de
alguno de ellos no invalida a la letra ni a las obligaciones cambiarias de los demás
firmantes, sino que sólo faculta al afectado a oponer las respectivas excepciones. Son la ya
conocida capacidad, voluntad, objeto y causa:
1) CAPACIDAD CAMBIARIA: La letra de cambio debe ser emitida por persona capaz de
obligarse cambiariamente. La capacidad debe existir al momento de firmarse la letra de
cambio. Cuando una letra lleve firma de una persona incapaz, las obligaciones de los otros
suscriptores seguirán siendo válidas, conforme al carácter de independencia de los títulos
cambiarios.
2) VOLUNTAD: Como en todo acto jurídico voluntario, se requiere que el sujeto actúe con
discernimiento, intención y libertad: es decir que la voluntad no debe estar viciada por la
existencia de error, dolo o violencia. Sin embargo, si esto ocurriera, dichos vicios no podrán
oponerse ante el tercero portador de buena fe.
Por su parte, se encuentran los extrínsecos, que son aquellos que le dan a la letra de
cambio la calidad de tal. Según nuestra legislación, puede hablarse de requisitos
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esenciales (no pueden faltar bajo pena de nulidad) y requisitos naturales, que
normalmente se cumplen, pero que pueden llegar a faltar y su ausencia no perjudica la
validez de la letra, pues la ley actúa supletoriamente en dicho caso, tal como surge de los
arts. 1 y 2 del dec. ley 5965/63. Los requisitos extrínsecos son:
a) REQUISITOS ESENCIALES
También este requisito está establecido por los arts. 1 y 2. De ello surge que debe tratarse
de una promesa pura y simple de hacer pagar ineludiblemente una suma de dinero que
debe estar perfectamente determinada en su calidad (pesos, dólares, etc.) y cantidad,
todo ello bajo pena de nulidad.
El art. 1 del decreto ley exige el nombre de quien debe hacer el pago (el girado), es decir la
persona a quien el librador encarga que abone esa letra de cambio. Si bien es esencial la
mención, hay que aclarar que no por ello éste adquiere la calidad de obligado cambiario,
ya que esto ocurre sólo con la aceptación de la letra por parte de éste, que es el acto por
el cual el “girado” se convierte en aceptante.
Es indispensable el nombre del girado, por lo menos al momento de ejercer los derechos
cartulares, de lo contrario la letra de cambio será inválida.
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4) NOMBRE DEL TOMADOR O BENEFICIARIO
Como la letra de cambio es un título “a la orden” siempre debe estar extendida a favor de
una persona determinada. Por ende, se tiene que mencionar, como condición sine qua
non, el nombre del tomador o beneficiario.
Debe indicarse día, mes y año de creación, aunque la doctrina admite la utilización de
designaciones inequívocas (ej: Navidad de 2012). Si se consignan varias fechas de creación
o fechas imposibles (ej: 30 de febrero), la letra es inexistente.
La letra de cambio debe contener la firma de quien la crea. A diferencia de otros requisitos
dispositivos, que pueden ser completados luego de la creación de la letra y a máquina, la
firma debe existir al momento de la creación y debe ser ológrafa (de puño y letra del
librador)
b) REQUISITOS NATURALES
Anteriormente esto tenía mucha importancia, porque para que hubiera letra era necesario
que fuese librada en un lugar y pagadera en otro. Sin embargo, pese a que ese requisito ya
no rige, tiene importancia para determinar qué normas regulan la letra en caso de
conflicto de leyes internacionales, ya que la letra de cambio debe reunir las formalidades
del país en que fue creada.
2) LUGAR DE PAGO
El dec. ley se refiere a 4 formas de vencimiento que pueden tener las letras y que, de
acuerdo con el art. 35, son:
- A la vista
- A un día fijo
La letra en blanco (o incompleta) es aquella que se crea y puede circular faltándole alguno
de sus requisitos extrínsecos (formales). Estos pueden faltar en el momento de la creación
y durante la circulación de la letra, pero necesariamente deben existir al momento de la
presentación para la aceptación o para el pago ante el girado.
Si lo que falta son los requisitos formales naturales no habrá “letra en blanco” porque esas
omisiones son suplidas por la ley. Sin embargo, cuando dichas omisiones no pueden ser
suplidas por la ley, también habrá letra en blanco y el portador deberá completarla antes
de presentarla a la aceptación o al pago (ej: si la letra no menciona el lugar de creación y
tampoco menciona un lugar al lado del nombre del librador)
La letra en blanco debe ser completada por el tomador o por cualquier tenedor, y puede
ser llenada por una sola persona, o por distintas personas sucesivamente.
Sin embargo, el derecho del portador para llenar la letra en blanco caduca a los 3 años,
contados desde la creación del documento en blanco. Pero esta caducidad no es oponible
al portador de buena fe, a quien el título le hubiese sido entregado ya completo.
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rigen la letra de cambio siempre y cuando éstas sean compatibles con la naturaleza del
pagaré.
Como se verá, en el pagaré no hay girado ni aceptante, por lo que desaparece el instituto
de la “aceptación” y el obligado principal y directo al pago es el suscriptor o librador del
pagaré. Por esta razón, la ley equipara la situación del “suscriptor del pagaré” a la del
“aceptante de la letra” y establece que, en todas las disposiciones sobre letra de cambio,
habrá que reemplazar la expresión “girado” o “aceptante” por la expresión “suscriptor”.
Es por ello que cuando en todas las unidades siguientes (excepto cuando se hable
particularmente de los cheques), siempre que me refiera a la letra de cambio para explicar
un determinado tema, hay que tener presente que también es aplicable al pagaré. De
hecho, remito a la Unidad II de “Letra de Cambio” en todo aquello que no analice con
profundidad en ésta unidad.
REQUISITOS INTRÍNSECOS
En el pagaré, en modo exactamente igual que en la letra, la forma y la sustancia del título
corren estrechamente unidas. Así, también debe cumplir con requisitos de fondo o
intrínsecos, que son los mismos que los de la letra de cambio: capacidad, voluntad, objeto
y causa.
REQUISITOS EXTRÍNSECOS
Por su parte, también debe cumplir con los requisitos de forma o extrínsecos, que son
aquellos que debe contener el pagaré para revestir calidad de tal. En general coinciden con
los de la letra de cambio y también se clasifican en esenciales y naturales, por lo que allí
remito en todo lo que sea compatible…
1) ESENCIALES:
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- El nombre del tomador
- Fecha de creación
2) NATURALES:
- Plazo de pago (es natural porque si se omite, el pagaré será pagable “a la vista”)
Este tema respecto de las cláusulas especiales que pueden ser incorporadas a la letra de
cambio o al pagaré será analizado en la Unidad IV y en la V.
PROTESTO
(tanto para pagarés como para letras de cambio)
El protesto es un acto jurídico solemne que tiende a constatar una situación cambiaria
insatisfecha aunque, normalmente, se limita a la constatación de la falta de aceptación o
de pago, a fin de conservar las acciones de regreso que, como se explicará en la Unidad
VIII, son aquellas dirigidas contra los obligados solidarios que no son obligados principales.
Nuestra legislación regula dos tipos de protesto: el notarial y el bancario, pero el segundo
nunca ha tenido vigencia por falta de reglamentación. Por lo que a continuación se
desarrollara el protesto notarial, cuya importancia práctica va decayendo día a día a causa
de la utilización general de la cláusula “sin protesto”
Podemos definir de una mejor manera al protesto como aquel acto formal y auténtico,
realizado por un escribano público mediante acta notarial, a requerimiento del portador
del documento, el cual tiende a constatar fehacientemente un evento previsto por la ley,
que puede consistir en la falta de aceptación o falta de pago del título.
REQUISITOS
El art. 66 dispone que el acta notarial debe contener una serie de requisitos esenciales,
cuyo incumplimiento trae como consecuencia el tenerlo como no efectuado. Por lo tanto
se requiere:
2) La transcripción total, literal y ordenada del título, endosos, avales y demás datos y
actos cambiarios e indicaciones en él contenidos
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3) La intimación hecha al obligado para aceptar o pagar el título, haciendo constar si
aquel estuvo o no presente
7) La firma del escribano en la práctica siempre es colocada, pero la ley no establece que
sea requisito esencial para su procedencia.
CLASES DE PROTESTO
La ley establece que el protesto por falta de aceptación debe efectuarse en los plazos
fijados para la presentación de la letra frente al girado para que éste la acepte, lo cual
debe hacerse normalmente en cualquier momento (salvo cláusula en contrario) antes del
día del vencimiento. Pero existen dos excepciones:
Cuando el girado pide que la letra le sea presentada a la aceptación por segunda vez al
día siguiente, cuando la primera vez hubiese tenido lugar el último día del plazo del
protesto. El portador sólo podrá efectuar el protesto entonces el siguiente día.
Cuando la letra es “a cierto tiempo vista”: Como estas letras deben presentarse a la
aceptación dentro del término de un año desde su fecha de creación, el protesto por
falta de aceptación también debe efectuarse dentro del año, sin importar la fecha de
vencimiento.
El protesto por falta de aceptación (total o parcial) permite que el portador ejerza las
acciones de regreso anticipadas, y a partir de su confección el título valor sólo puede
transferirse con los efectos de la cesión de créditos.
Éste protesto debe ser dirigido contra el girado, y puede requerirlo tanto el portador
legitimado como un simple tenedor, ya que cualquiera de ellos puede presentar la letra a
la aceptación. Su efecto principal es que permite ejercer la acción de regreso anticipada
(es decir, que podrá cobrar la letra antes de su vencimiento)
El protesto por falta de pago debe formalizarse dentro de los 2 días hábiles posteriores al
vencimiento, por lo que es improcedente el protesto realizado el mismo día del
vencimiento. Sin embargo, éste protesto resulta innecesario cuando se ha efectuado el
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que corresponde por falta de aceptación, ya que el girado que no acepta la letra
obviamente no la va a pagar.
Éste protesto debe ser dirigido contra el aceptante, pero sólo puede requerirlo el portador
legitimado, pues el simple tenedor no puede dado que no se encuentra habilitado para
presentar la letra al pago.
Se ve en el caso del pagaré librado a cierto tiempo vista para expresar la negativa de la
vista por parte del obligado principal, que es el suscriptor. En la letra no es aplicable, pues
en tal caso se utiliza directamente el protesto por falta de aceptación, y su finalidad es la
de conservar las acciones de regreso anticipadas del pagaré.
Una de las cláusulas facultativa que pueden incorporar a la letra o pagaré voluntariamente
es la de “retorno sin gastos” o “sin protesto”. A través de ésta, se dispensa al portador de
formalizar el protesto por falta de aceptación o de pago para ejercer la acción regresiva
contra los obligados de regreso. Si aun así formalizare el protesto, los gastos quedan a su
cargo.
AVISOS: El art. 49 del decreto ley establece que el portador del título debe dar aviso de la
falta de aceptación o de pago, en su caso, únicamente a su endosante y al librador dentro
de los 4 días hábiles sucesivos al día del protesto o de la presentación si existe la cláusula
“sin protesto”
De esta forma quedan notificados de la falta de pago o aceptación sólo estos dos sujetos,
pero no todos los demás endosantes o avalistas, quienes desconocen ese hecho, por lo
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cual la ley impone además a cada endosante, la obligación de transmitir ese aviso en el
plazo de 2 días hábiles sucesivos desde su recepción y así sucesivamente hasta que estén
notificados todos los obligados.
La ley dispone que puede darse aviso en cualquier forma, siempre que demuestre que lo
ha hecho en el término establecido. Al respecto, se considera que se ha observado el
término si se ha enviado por correo dentro de dicho plazo una carta dando aviso.
Cuando durante un lapso mayor de 30 días fue imposible su realización por razones de
fuerza mayor. Esto es muy subjetivo pues el concepto de fuerza mayor es abstracto, y
el decreto ley no otorga pautas para una mejor interpretación. Por lo tanto, se
resolverá en el caso concreto si el acontecimiento es considerado o no como fuerza
mayor.
La necesidad de la posesión del título para ejercer los derechos que emanan de éste, como
ya se mencionó, es uno de los caracteres y pilares fundamentales en que se sustenta el
derecho cambiario. Sin embargo, la norma prevé la situación del sujeto que, en algún
momento, pierde la posesión del título, sea por pérdida, robo o destrucción del mismo, y
mediante un procedimiento excepcional denominado cancelación se le posibilita la
readquisición de sus derechos.
La cancelación entonces es un instituto que tiene por objeto producir la ineficacia de los
títulos perdidos, robados o destruidos, posibilitando que el portador afectado por el
evento readquiera los derechos cartulares mediante un procedimiento judicial.
El caso de destrucción del documento es, al menos en teoría, el de más fácil solución,
porque están en juego únicamente los derechos del ex portador. No es tan fácil en el
supuesto de extravío o robo del documento pues, como se verá en la siguiente unidad, si
éste circula y llega a manos de un adquirente de buena fe sin culpa grave, la ley lo
protegerá tanto a él como a los sucesivos portadores del título.
Dentro de este proceso, el juez escucha a ambas partes y se admite todo medio
probatorio, lo cual desvirtúa el carácter de autonomía y abstracción de los papeles de
comercio, pero en estos casos es necesario basarse en otros documentos que no sean
el título, así como en todo otro medio probatorio para probar la propiedad del título,
ya que de lo contrario nunca podría probarse quién es el verdadero dueño del mismo.
Cada uno de los títulos circulatorios tiene su propia ley de circulación, pero ello no impide
que el documento pueda transferirse de acuerdo con las normas del derecho común, esto
es a través de la cesión de créditos: una de las primeras figuras utilizadas para transmitir
créditos, pero que no llegó a garantizar la celeridad, certeza y seguridad que debe existir
en este tipo de circulaciones.
La letra de cambio y el pagaré pueden endosarse hasta la realización del protesto por falta
de pago y hasta el vencimiento del término para formalizarlo, según el art. 21 del dec. ley.
Además, el endoso sin fecha se presume, salvo prueba en contrario, hecho con
anterioridad al vencimiento del plazo fijado para efectuar el protesto.
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a) Tiene que ser…
- Irrevocable porque una vez que el endosante entregó la letra firmada, ya no puede
revocar los efectos del endoso.
- Integral porque el endoso debe ser por el importe total de la letra, ya que de lo
contrario el endoso queda anulado (la ley establece que el endoso parcial es nulo)
b) Forma: El endoso debe formalizarse por escrito (nunca es verbal) y ser firmado por el
endosante.
- Sobre una hoja debidamente unida a la letra: esta hoja se llama “prolongación” y
sirve para continuar endosando la letra cuando todos los espacios del reverso ya
han sido llenados. Debe estar debidamente unida a la letra ya sea por medio de
sellos, cordones, firma cruzada entre la letra y la prolongación, etc.
d) Cantidad de endosos: La cantidad de endosos que puede tener una letra es ilimitada.
No hay razón para limitarlo, ya que a mayor número de endosantes, mayor seguridad y
garantía tendrá la letra.
e) Tiempo: La letra puede endosarse siempre, incluso después del protesto por falta de
pago, pero los efectos son distintos según se endose antes o después del protesto…
- Antes del protesto por falta de pago el endoso produce todos sus efectos, es decir
que tiene efecto ejecutivo.
- Después del protesto por falta de pago la forma de transmisión será por endoso,
pero tendrá los efectos de una cesión de créditos, pues el título ya venció y no es
exigible.
Si se endosa y no se coloca la fecha en la cual se hizo, la ley presume que el endoso fue
hecho antes del vencimiento
Sin perjuicio de ello, el librador puede quitarle a la letra su aptitud de endosable, para lo
cual deberá colocar la cláusula “no a la orden”, en cuyo caso las futuras transmisiones
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del título deberán realizarse en la forma y con los efectos de una cesión de créditos. Es
decir, la letra podrá seguir circulando, pero ya no mediante endoso. (solo podrá circular
mediante la cesión de créditos)
CLASES DE ENDOSOS
Primero enunciaré los dos tipos de endosos posibles, para luego hacer un análisis más
profundo de cada uno, con sus respectivas sub clasificaciones. Los endosos se pueden
distinguir en…
Endosos de efectos plenos: son los que cumplen todas las funciones del endoso, que son
la legitimación, transferencia de propiedad y garantía.
Endosos de efectos restringidos: son aquellos en donde los efectos del endoso normal
aparecen restringidos o suprimidos por la inclusión de determinadas cláusulas.
a) Transfiere al endosatario los derechos emergentes del título (art. 15, inc. 1)
Existen 3 formas bajo las cuales se puede extender legalmente un endoso con todos sus
efectos cambiarios plenos, también llamados endosos propios o completos, y se
distinguen en:
ENDOSO NOMINATIVO
Los requisitos mínimos del endoso nominativo son la expresión de que se endosa a favor
de determinada persona y la firma del endosante; generalmente se utiliza la frase “por
endoso a…”, “a la orden de…”, y la firma inmediatamente debajo. Facultativamente se
puede agregar la fecha del endoso; en caso contrario, se lo estima hecho antes del
vencimiento del plazo para efectuar el protesto por falta de pago.
Puede ser inserto en cualquier lugar del título; esto es, en su frente o anverso, en su dorso
o reverso (lugar natural para endosar), y también en la prolongación que se pueda
adicionar a la letra cuando sea necesario para seguir endosando.
ENDOSO EN BLANCO
Esta forma de endosar exige, como requisito único pero suficiente, la firma del endosante.
Si es efectuado de esta manera, sólo vale como endoso si se lo extiende en el dorso o en la
prolongación de la letra, nunca en el anverso para no confundirse con el aval o con la
aceptación.
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Puede quedarse con la letra hasta su vencimiento, y en su condición de portador
legitimado por la serie ininterrumpida de endosos, que ella tiene como
documentación de sus sucesivas transmisiones, presentarla al cobro.
Puede llenarlo con el nombre de otra persona, así el título pasa a ser nominativo a
favor de la persona cuyo nombre se plasmó en la letra, quien tendrá calidad de
endosatario y para transmitirlo deberá endosarlo. Quien completo el endoso con el
nombre de otra persona se desvincula de la relación cambiaria, ya que en la letra
no figura su nombre ni su firma.
ENDOSO AL PORTADOR
Si bien el decreto ley no admite que la letra sea librada al portador, acepta que sea
endosada al portador y lo equipara al endoso en blanco, aunque difiere en que incluye la
expresión “por endoso al portador” o “a la orden del portador”, o simplemente “al
portador”, además de la firma del endosante. Puede insertársela en el frente, en el dorso o
en la prolongación de la letra.
Esta forma de endosar no admite que el endoso sea llenado con el nombre del
endosatario o de una tercera persona, como ocurre con el endoso en blanco, pero permite
las variantes de volver a endosar bajo cualquiera de las 3 formas, o transmitir la letra por
la simple entrega. En el primer caso, el endosante quedará obligado cambiariamente, y en
el segundo caso no, porque ha quedado al margen del nexo cambiario al no firmar el
título.
Ya se habló de los diferentes tipos de endosos con efectos plenos que pueden realizarse,
pero faltaría saber cuáles son tales efectos y qué consecuencias jurídicas traen respecto de
los sujetos. Básicamente, se habla de endoso pleno cuando provoca o cumple con 3
efectos cambiarios plenos, 2 de ellos son naturales y 1 de ellos esencial. Estos efectos son:
Para ejercer los derechos cambiarios y para cumplir las obligaciones cambiarias no se
necesita acudir a elementos extraños al documento. El legitimado activo puede requerir la
presentación debida sin tener que cumplir otra exigencia que la presentación del
documento en forma, y el deudor no necesita verificar otra cosa que la legitimación formal
del portador.
Si una persona, por cualquier causa (pérdida, extravío, robo, apropiación indebida, etc.)
hubiera perdido la posesión del título, el nuevo portador que justificase su derecho
mediante una serie ininterrumpida de endosos, no está obligado a desprenderse del
documento, sino cuando lo hubiera adquirido de mala fe o hubiera incurrido en culpa
grave (art. 17)
En definitiva, todos los endosantes del título responden solidariamente ante el portador
(art. 51) en virtud de la función de garantía que cumplen los sucesivos endosos según el
orden observado por los distintos endosantes. De este modo, a medida que el título circula
se van agregando, en forma sucesiva, responsables que garantizan solidariamente el pago
de la prestación debida.
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Los endosos con efectos restringidos son aquellos que incluyen alguna de las cláusulas
previstas y permitidas por la ley que limitan o, en su caso, suprimen los efectos plenos del
endoso, a los cuales nos hemos referido ya. A continuación expondré cada una de éstas
cláusulas, y los efectos sustanciales que estas producen cuando se las introduce al endosar
el título:
“PROHIBIDO EL ENDOSO”: (art. 16) El título puede seguir circulando por endoso, pero la
cláusula “no endosable” o “sin garantía” provoca una limitación al efecto legitimante del
título, ya que quien haya insertado esta cláusula podrá oponer a los futuros endosatarios
del mismo las excepciones que tuviera contra su endosatario inmediato, ya que aquellos
no poseen un derecho autónomo respecto de quien la insertó, sino un derecho derivado
del endosante a quien él transmitió el título incorporando tal cláusula.
Es decir que el endosante que introduce dicha cláusula en el endoso no lo hace con el fin
de que no se vuelva a endosar el título (ya que ello no está permitido por la normativa
cambiaria), sino que lo hace con el objeto de no relacionarse cambiariamente con terceros
distintos del endosatario, a quien seguramente conoce y, por ende, para no responder
solidariamente frente a ellos y verse perjudicado por esas transmisiones.
Todo ello provoca que si el endosatario endosa y transmite el título, este endoso y los
sucesivos operan como simple cesiones de crédito respecto de quien puso la cláusula
limitativa, y no como endosos, lo cual provoca que cuando alguno de los endosatarios
sucesivos pretenda ejecutarlo podrá hacerlo, pero el endosante que incluyó la prohibición
de endoso puede oponerle las defensas y excepciones que tenga contra su endosatario
inmediato.
3) “EN PROCURACIÓN”: (art. 19) En este caso, el propietario de la letra la endosa a favor
de un tercero a título de mandato para que ejerza los derechos que surgen de la letra. El
endosatario “en procuración” actúa como mandatario, en nombre propio y por cuenta del
endosante, en quien reconoce la titularidad del derecho cambiario. Suele utilizarse cuando
el propietario de la letra no puede cobrarla personalmente.
o Por último, limita su efecto legitimante, puesto que el endosatario sólo puede
endosar el título nuevamente a título de mandato, dejándole su lugar de
mandatario al nuevo endosatario.
4) “EN GARANTÍA” (‘en prenda’ o ‘en caución’) (art. 20) El propietario del documento la
endosa con el objeto de garantizar una deuda que tiene con el endosatario. De esta forma,
si el endosante cumple con su obligación, el endosatario debe devolverle el título, pero si
el endosante no cumple, el endosatario puede hacer efectivo su crédito cobrándolo a su
vencimiento.
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o Esta cláusula suprime el efecto traslativo, pues el endosante no entrega el título en
propiedad, sino en prenda. Por lo tanto, la propiedad es retenida por el endosante.
En efecto, es beneficioso exponer el tema desde un doble punto de vista, esto es, realizar
un análisis de cómo operan la mala fe y la culpa grave cuando el propietario desposeído
involuntariamente del título pretende su reivindicación de manos del actual poseedor, y de
qué sucede en el momento en que el actual portador lo presenta al cobro cuando el
derecho en él representado se torna exigible.
NOCIÓN DE MALA FE
El elemento subjetivo requerido debe surgir de un elemento formal u objetivo que permita
al accipiens (quien recibe el título) conocer, con razonable certeza, la ilegitimidad del
derecho del tradens al entregárselo. Por su parte, el elemento temporal consiste en que el
poseedor sólo será de mala fe si tuvo conocimiento de tal ilegitimidad desde un primer
momento, ya que poco importa que posteriormente sepa que quien se lo dio no tenía
derecho a hacerlo lícitamente.
Por último, faltaría saber cómo opera la mala fe en materia de legitimación para el
ejercicio de los derechos. En principio, el requerimiento de pago es procedente, debido a
que el sujeto que lo efectúa es, según el art. 17, formalmente legitimado activo, y se halla
facultado para ejercer todos los derechos derivados del título, aun cuando no sea el
verdadero propietario del mismo.
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Es decir que el supuesto de uno o varios endosos falsos, cuya falsedad es conocida por el
actual poseedor de mala fe, aquellos no impiden su legitimación y derecho al cobro del
crédito, siempre y cuando tal falsedad y mala fe del portador no sea conocida por el
deudor. Es decir que la mala fe del poseedor no impide el pago, a condición de que el
deudor ignore tal situación fraudulenta.
Es por ello que si el deudor requerido tiene la posibilidad de probar objetivamente la mala
fe del poseedor del título, puede negarse legítimamente a pagar, pues si efectúa el pago,
éste no tendrá efectos liberatorios. Como consecuencia, si posteriormente se presentare el
verdadero y legítimo acreedor, el deudor deberá pagar de nuevo por haber pagado mal
anteriormente.
Hay culpa grave cuando el sujeto que recibe el título de crédito, al no cumplir con la carga
de atención requerida por el sistema cambiario, no ha controlado suficientemente los
requisitos formales mínimos para considerar regular la circulación del título, y que
legitimarían la adquisición de la propiedad del documento por el tradens que le entregó el
mismo.
Por otro lado, en materia de legitimación, habrá culpa grave por parte del sujeto requerido
de pago (deudor) en caso de que éste pague a pesar de que el presentante, al exhibir el
instrumento, no acredite las formalidades documentales requeridas para considerar como
regular la circulación del título presentado.
Si el deudor no ha tomado los recaudos mínimos para comprobar la regularidad formal del
presentante (legitimación activa) y, pese a existir irregularidades formales perceptibles en
el cumplimiento de la ley de circulación del título, éste no las detecta y paga, se considera
que ha pagado mal, y si el verdadero portador legítimo del documento le requiriera
posteriormente el pago, deberá abonar nuevamente, pues el anterior mal pago no tuvo
efectos liberatorios.
Las formas anómalas de endoso son consideradas como tales debido a que no producen
los efectos propios de las formas ya estudiadas o, en su caso, no son realmente endosos.
b) ENDOSO FALSO: En este caso, el endosante firma falsamente, en reemplazo del sujeto
que debería firmar, sea el tomador o beneficiario en el primer endoso, o el endosatario de
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éste en los sucesivos. Rige en estos supuestos el principio de la autonomía e
independencia de los actos cambiarios.
El caso más común de endoso falso ocurre cuando un sujeto encuentra una letra y
extiende un endoso en blanco con una firma que no pertenece al endosatario anterior. De
ese modo, cuando el título circula ulteriormente se opera la adquisición a non domino,
pues para la legitimación del portador alcanza con que presente una serie ininterrumpida
y regular de endosos desde el punto de vista formal o extrínsecos, con prescindencia de
que algunas firmas sean falsas.
En la letra de cambio, el librador promete que un tercero (el girado) pagará el importe de
la misma al portador o tenedor, el día de su vencimiento. Pero para que el girado quede
obligado cambiariamente, debe manifestar que acepta pagar la letra a su vencimiento, es
por ello que se considera que el librador es garante de la aceptación del girado y del pago
de la letra de cambio.
Es abstracto porque la aceptación está desvinculada de la causa que le dio origen. Así,
aunque el girado tenga fondos del librador, o le haya prometido que aceptará la letra,
24
estas causas no influyen cambiariamente, y el girado será libre de aceptar o no la letra.
Obviamente el librador podrá, no obstante, demandarlo por daños y perjuicios del
derecho común.
Es incondicional, pues la aceptación debe ser pura y simple. Cualquier cláusula que la
someta a una modalidad o condición equivale a negativa de aceptación, con sus
respetivas consecuencias.
Es literal, ya que aun cuando la letra hubiera sido librada por una cantidad mayor, el
girado puede aceptarla parcialmente, por lo que el aceptante quedará obligado
cambiariamente por el monto que aceptó.
El portador de la letra sólo puede dirigirse contra los obligados de regreso (librador,
endosantes y sus avalistas) cuando el girado no acepte la letra (pues son garantes de su
aceptación) o cuando el aceptante se niegue a pagar la suma indicada en el documento, ya
que son garantes del pago que debe efectuar el girado aceptante. Finalmente, si el
aceptante paga la letra libera a todos los obligados cambiarios, ya que se extinguen todas
las obligaciones cartulares, pero si no la paga, se puede ejercer contra él la acción
cambiaria directa.
FORMAS DE ACEPTACIÓN
La presentación de la letra debe ser realizada por el portador legítimo o por un simple
tenedor, frente al girado para su aceptación. Si los girados son varios y designados en
forma conjunta (ej: Juan y Jorge), la letra debe ser presentada frente todos a la vez para
que la acepten por el total. Si alguno se negare a aceptar, deberá hacerse el protesto por
falta de aceptación.
Por otro lado, si los girados son varios y designados en forma alternativa (ej: Juan o Jorge),
la letra debe ser presentada al primer designado, y en caso de que éste se niegue a
aceptarla, debe ser presentada sucesivamente a los demás hasta que alguno la acepte. Si
no hubiese aceptación, de cada negativa deberá existir el correspondiente protesto.
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La aceptación puede ser facultativa, obligatoria, prohibida, necesaria o no necesaria. La
regla general es que la letra puede ser presentada para la aceptación en forma facultativa
y hasta la fecha de vencimiento, por lo que constituye una carga y no una obligación, pero
el librador o un endosante pueden dejar de lado este principio introduciendo cláusulas
especiales al respecto:
Si el portador no lo concede, puede protestar la letra y, en ese caso, el girado debe hacer
constar en el protesto que le ha sido negado el plazo. De este modo, si el acta de protesto
lleva la constancia del pedido, la ley priva al portador de la acción regresiva anticipada
contra el librador, endosantes y demás obligados.
CONTENIDO DE LA ACEPTACIÓN
Debe ser firmada por el girado en el anverso (frente) o en el reverso (dorso) de la letra.
Si se pone en el anverso basta con la sola firma del girado, mientras que si se pone en
el reverso o debe llevar, además de la firma, la expresión “aceptada” u otra similar para
evitar confusiones con un endoso en blanco. Pero en el caso de las letras domiciliadas,
el aceptante debe integrar necesariamente la aceptación con el domicilio donde se
pagará la letra.
CLÁUSULA DE PAGO EN MONEDA EXTRANJERA: El art. 44 del dec. ley fija una serie de
reglas comprensivas de los distintos casos que la práctica puede presentar.
CLÁUSULA DE INTERESES: La ley permite que en aquellas letras o pagarés librados a cierto
tiempo vista o a la vista, pueda disponerse una cláusula a través de la cual a la suma
estipulada se le sume una promesa de intereses compensatorios, los cuales corren a partir
de la fecha de la letra cuando no se indique una fecha distinta.
Las presentes cláusulas son dispuestas en calidad de pena por el retardo del portador
legitimado a su presentación frente al girado o su cobro, si se tratare de una letra, o
simplemente a su cobro, si fuere un pagaré. Si se intentaré incorporar tal cláusula a títulos
librados a cierto tiempo fecha o a día fijo, obviamente se la considerará como no escrita,
por resultar abusiva.
Como ya vimos, las firmas del librador, del aceptante y de los endosantes constituyen una
garantía, ya que todos ellos quedan obligados al pago de la letra pero, sin embargo, la
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función exclusiva de estos no es garantizarlo. A diferencia de estos actos, la función
específica y exclusiva del aval es garantizar el pago de la letra.
SUJETOS
AVALISTA: Es el sujeto que extiende el aval. Puede ser avalista un tercero o cualquier
firmante de la letra, aunque carecería de sentido un aval otorgado por el propio obligado
principal. También puede darse el supuesto en que 2 personas avalen una misma
obligación, en este caso se esta presencia de coavalistas.
AVALADO: Es el sujeto a favor de quien se ha extendido el aval. El aval puede darse a favor
de cualquiera de los obligados cambiarios, sea el aceptante, el librador, el endosante, a
otro avalista (aval de aval), etc. El avalista debe indicar en la letra por cuál de los firmantes
otorga el aval. A falta de esta indicación, se considera que ha sido otorgado a favor del
librador.
Teniendo en cuenta la similitud del aval con la fianza, en tanto ambos son garantías
conocidas y utilizadas normalmente en el comercio, pasamos a compartirlas a fin de
evidenciar las diferencias que presentan, como un modo de perfilar su distinta naturaleza
y sus diversos efectos:
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1) La obligación del avalista es directa, independiente y solidaria; La del fiador es
siempre accesoria y puede o no ser solidaria.
3) El aval, como todos los actos cambiarios, surge de una declaración unilateral de
voluntad; La fianza surge, normalmente, de un contrato que se perfecciona en
virtud del consentimiento de las partes.
9) La ley presume la existencia de un aval a favor del librador, sin admitir prueba en
contrario, si una firma es plasmada en el frente de la letra, sin ser identificada y sin
pertenecer ni al librador ni al aceptante; La fianza nunca se presume
10) El avalista, en caso de pagar la letra, tiene acción cambiaria fundada en la letra para
reembolsarse contra su avalado, así también contra los firmantes que garantizaron
a éste en el nexo cambiario; El fiador que paga se subroga en los derechos del
deudor afianzado y su derecho de repetición de lo pagado puede verse perjudicado
si dejó de oponer las excepciones que tenía el deudor principal, o no puso en su
conocimiento el requerimiento del acreedor.
Con relación al aspecto formal, el aval puede ser dado en la misma letra (o en su
prolongación) o en un documento separado. El art. 33 señala las diversas formalidades que
deben respetarse:
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Debe indicarse a favor de quien se otorga: Si falta esa indicación, se considera que el aval
fue otorgado a favor del librador.
Debe plasmarse la expresión “por aval” u otra equivalente: Debe constar en cualquier
lugar del título o en su prolongación. Se han admitido como configurativas de un aval las
expresiones “por garantía”, “solidariamente”, “caución”, etc.
El título debe ser firmado por el avalista: Si es en el anverso es suficiente con la simple
firma cuando no se trata de la del librador o aceptante, pero si es en el reverso, además de
la firma, debe existir la expresión “por aval” u otra equivalente, para evitar que se
confunda con endosos.
La ley admite el aval por documento separado, exigiendo únicamente la firma del avalista,
la expresión “por aval” y que se indique el lugar donde ha sido otorgado el acto
cambiario. Pero esto resulta insuficiente pues no se tiene ninguna referencia concreta de
la obligación avalada ni del título en que ella ha sido extendida.
Debido a ello, cabe entender que en la práctica será conveniente, por obvias razones de
seguridad, agregar en los mencionados requisitos: la fecha en la cual se extiende el aval, y
la identificación precisa de la obligación cambiaria avalada en cuanto a su monto, el
otorgante y el título donde se halla documentada.
No obstante, muchos doctrinados plantean que esto ha sido un desacierto legal, puesto
que contraría los principios básicos del derecho cambiario, al afectar la literalidad, la
completividad y la función legitimadora del título, dado que el derecho no queda
incorporado al documento circulando con él.
Sin embargo, la mayor parte de la doctrina se pronuncia a favor del aval otorgado en
documento separado, como un título circulatorio cambiario vinculado, dado que es una
declaración cartular susceptible de circular que otorga a su portador un derecho
autónomo. También sostienen que la completividad no se ve afectada, pues la extensión
del derecho consta en el documento.
OBLIGACIONES
El avalista está obligado solidariamente, junto con los demás firmantes, hacia el portador
de la letra, quien puede demandarlo en forma individual o conjuntamente con los demás
obligados. El portador no está obligado a dirigirse primero contra el avalado, sino que
puede accionar contra el avalista antes de hacerlo contra el avalado.
Como se considera que el avalista queda obligado en similares términos que el avalado, su
posición cambiaria será de obligado directo o de regreso, según haya garantizado a un
30
obligado directo o a uno de regreso. Tal distinción es importante en razón de que la acción
directa está exenta de algunas formalidades (protesto) y la de regreso no.
DERECHOS
Si el avalista pagó, tiene derecho al reembolso, y a tal efecto, goza de acción contra su
avalado y contra los que son obligados cambiarios del avalado, es decir: contra los
firmantes anteriores al avalado. En otras palabras, el avalista adquiere el derecho
autónomo y originario de ir en contra del avalado y de los que responden ante éste.
Además, el avalista puede otorgar aval por la suma total de la letra o sólo por una parte, es
decir, otorgar aval parcial. Lo que no puede hacer es avalar por una suma mayor a la
expresada en la letra, ya que en este caso vale por la suma total de la letra.
Este es el momento a partir del cual se hace exigible la obligación cartular en función del
acontecimiento del evento previsto en tales fines por la ley. El vencimiento cumple
múltiples funciones: es el momento en que debe cumplirse la prestación dineraria;
establece la oportunidad en que hay que formalizar el protesto; determina el día iniciar
para el cómputo de la prescripción, fija el momento hasta el cual puede transmitirse el
título mediante endoso, etc.
El plazo de pago, que es el que determina el vencimiento, debe ser posible, único e
incondicional, y debe surgir del en forma literal del título, es decir, sin necesidad de
recurrir a otros elementos o instrumentos.
No se computa para el plazo de pago el día en que empieza éste a correr, el cual se cuenta
por días corridos; los feriados intermedios quedan comprendidos dentro del plazo; si el día
del vencimiento es feriado, el pago puede exigirse el primer día hábil siguiente.
FORMAS
a) A día fijo: El título a día fijo constituye la forma más simple y usual de vencimiento
y es sumamente corriente en la letra y en el pagaré: consiste en indicar un día
determinado. El vencimiento puede determinarse con día, mes y año, con cifras y
letras, o de forma indubitable (ej: el primer lunes de mayo de 2013)
31
Si la letra indica día y mes, pero no indica año de vencimiento, la doctrina entiende
que vence el año en que fue librada. De la misma forma, si la letra dice “a la mitad”
o “a fines” del mes, y no dice de qué mes se trata, se entiende que se refiere al mes
en que fue librada la letra.
Es importante tener en cuenta que para computar el término en estos títulos, el día
de la fecha no se cuenta, por lo que si se dice “a 10 días de la fecha” y fue creada el
1 de julio, vencerá el 11 de julio.
c) A cierto tiempo vista: Los títulos a cierto tiempo vista tienen una forma de
vencimiento peculiar, porque el plazo de pago empieza a computarse a partir de la
vista o aceptación del documento por parte del obligado principal, según sea un
pagaré o una letra.
Así, en el pagaré empezará a correr el plazo cuando el título sea visto por el
suscriptor dentro del año de su fecha de creación, quien dejará constancia de ello
con su firma en el mismo y la fecha en que firmó. Caso contrario, empezará a
correr el plazo a partir del protesto por la negativa del librador de dejar constancia
de la vista o por no fecharla.
PAGO
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El pago puede ser exigido sólo por el portador legitimado (quien posee el documento y
está legitimado por una serie ininterrumpida de endosos, aunque no sea su propietario),
su representante con poder especial o general, o sus herederos cuya calidad fue
acreditada. El pago nunca puede ser exigido por un simple tenedor, lo cual si puede ocurrir
en la presentación para la aceptación.
Por su parte, los obligados al pago del título son, en primer lugar, el librador del pagaré, el
aceptante de la letra de cambio, y sus respectivos avalistas. En segundo lugar, si el pago
no hubiese sido efectuado por los anteriores, quienes deberán pagar solidariamente son
los
obligados de regreso en caso de ejercitarse la acción de regreso contra ellos, siendo estos
todos los que mediante su firma han intervenido en el proceso circulatorio (librador,
endosante y avalistas)
En el pago total, obligado principal que paga la totalidad de la letra puede exigir que se
deje constancia del pago en el título y que éste le sea entregado, para así poder acreditar
tal pago, evitando el riesgo de tener que volver a hacerlo.
Por otro lado, el pago parcial es un derecho del obligado principal, y el portador debe
aceptarlo cualquiera sea su monto, levantando “protesto por falta de pago” por el resto
impago, para poder ejercer su acción contra los obligados de regreso. Si el portador
rechaza el pago parcial, perderá el derecho a reclamar posteriormente esa suma a los
obligados de regreso.
En caso de pago parcial, el portador retiene la letra y para que el deudor que hizo el pago
parcial pueda acreditar dicho pago, podrá exigir que se deje constancia del pago parcial en
el título y que se le otorgue un recibo por lo pagado. El fundamento para admitir un pago
parcial es que la ley trata de liberar a los obligados de regreso en la mayor medida de lo
posible, haciéndoles menos gravosa la obligación que asumieron.
PRUEBA DE PAGO
El pago puede acreditarse con cualquier medio de prueba. Sin embargo, dada la naturaleza
de los títulos cambiarios, la forma idónea de prueba es mediante constancia de pago
inserta en el título, su entrega y el pertinente recibo. Sólo no es posible exigir la entrega
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del título en caso de pago parcial, pero allí se deberá exigir, además del recibo, su
anotación en el documento.
Sin embargo, hay que dejar en claro que si quien paga quiere probar tal circunstancia
frente a quien recibió el importe, podrá acreditarlo de cualquier forma según el juicio del
que se trate, pero no ocurre lo mismo ante los terceros portadores, a quienes, si son de
buena fe, no se les podrá oponer el pago si no consta en el propio título, dado el carácter
de literalidad del mismo.
PAGO ANTICIPADO
El pago del título debe exigirse el día del vencimiento o uno de los dos días hábiles
sucesivos siendo esto último una facultad del portador y no un derecho del deudor. Es por
ello que el portador del título no está obligado a recibir el pago antes del vencimiento y,
como consecuencia, el obligado que paga antes de esa fecha lo hace por su cuenta y
riesgo, dado que si paga mal, corre el riesgo de tener que pagar nuevamente y será
responsable por los daños y perjuicios.
En el caso de que el acreedor no presente el título al pago el día del vencimiento (o dentro
de los 2 días hábiles siguientes) el deudor puede liberarse de la obligación depositando
judicialmente el importe del mismo, a costa y riesgo del portador.
La ley consagra un procedimiento mucho más simple que el de pago por consignación
regulado por el Código Civil. Mediante este procedimiento, la consignación cambiaria
permite la liberación cartular del depositante que cumple con la prestación debida en el
momento oportuno, no siendo necesario que éste haya ofrecido el pago en forma previa y
extrajudicial.
LA PRESCRIPCIÓN CAMBIARIA
INTERPRETACIÓN FLEXIBLE
El art. 845 del Código de Comercio, que establece la fatalidad e improrrogabilidad de los
términos de prescripción en materia comercial, ha sido objeto de interpretaciones que lo
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flexibilizan. De tal modo, se entiende que el cómputo de la prescripción en materia
cambiaria no admite más excepciones que la de los arts. 3980 y 3986 del Código Civil.
INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
La interrupción de la prescripción también puede ser obra del deudor, como cuando
reconoce la existencia de la deuda mediante una manifestación de voluntad expresa o
tácita, como puede ser un pago parcial del capital adeudado, el pago de intereses, un
pedido de prórroga o una quita, etc.
Según el art. 97 del dec. ley, la interrupción de la prescripción es personal, sólo produce
efectos respecto de aquél contra el cual se cumplió el acto interruptivo, y no contra los
demás obligados. Pero obviamente la regla del art. 97 no es aplicable a quienes hubieran
asumido la misma obligación cambiaria, por ejemplo, coendosantes.
CÓMPUTO DE PLAZOS
En los títulos a día fijo y a tiempo fecha el plazo se computa desde el día siguiente al
vencimiento que surge con toda claridad del propio documento.
En los títulos a tiempo vista hay que estar a la fecha de la aceptación o del protesto, y
su cómputo comienza al día siguiente de los mencionados eventos. Si no consta la
fecha de aceptación y no se ha efectuado el protesto a fin de constatar su fecha, se
entiende respecto del aceptante, que la vista se efectuó el último día previsto para
tales fines (un año desde la creación del título). Es decir que en este caso, el término
comenzará a correr a partir del día siguiente al del año de su creación.
DIRECTA: El dec. ley 5965/63 establece que toda acción emergente de la letra de cambio
contra el aceptante, o del pagaré contra su librador, se prescribe a los 3 años, contados
desde la fecha del vencimiento. Aunque la ley no lo dice, en igual situación se encuentra el
avalista del aceptante de la letra o del suscriptor del pagaré, ya que se obliga en iguales
términos que el avalado.
DE REGRESO: Se establece que la acción del portador contra los obligados de regreso
(endosantes, librador y sus respectivos avalistas) se prescribe al año desde la fecha del
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protesto formalizado en tiempo útil o desde el día del vencimiento del título cuando éste
contiene cláusula “sin protesto”
Antes de comenzar tengo que aclarar una cuestión: en el programa de estudios, los puntos
de ésta unidad están ubicados y expresados de una manera confusa, por lo cual procederé
a redactar el tema y los títulos en una forma más comprensible.
En la presente unidad se analizarán los recursos por falta de pago o por falta de
aceptación. Tales recursos son los medos de que puede valerse el portador para cobrar el
título cambiario en caso de que el deudor no acepte o no lo pague en tiempo y forma o, en
su caso, no lo acepte.
Para estos fines, las acciones que pueden iniciarse pueden ser judiciales o extrajudiciales
convenidas entre las partes. Dentro de las judiciales, el accionante puede elegir entre
utilizar acciones cambiarias que proceden por juicio ejecutivo, o interponer acciones
extracambiarias de la vía ordinaria. A continuación se analizarán las acciones judiciales y
luego la extrajudicial.
1) VÍA JUDICIAL
Las acciones cambiarias son los medios atinentes a obtener la satisfacción de las
prestaciones emergentes de la letra o pagaré, basándose exclusivamente en ellos, y no en
documentos aparte. Estas acciones son la acción directa, la acción de regreso y la acción
de reembolso.
Siguiendo ésta necesidad, el art. 60 del decreto ley dispone expresamente que otorga a
elección del portador la vía ejecutiva para el cobro de la letra de cambio y el pagaré, la cual
es mucho más rápida y expeditiva que la vía ordinaria, pero sólo con la posibilidad de
ofrecer pericial caligráfica en subsidio como medio probatorio, dadas las restricciones
probatorias del juicio ejecutivo. Pero la ley no impide que el actor opte por someterse a un
juicio ordinario, más amplio y completo.
ACCIÓN DIRECTA
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Mediante el ejercicio de la acción directa se puede ir en contra de los obligados directos al
pago del título, que son el aceptante de la letra o el librador del pagaré, así como sus
respectivos avalistas, dado que éstos se han obligado en las mismas condiciones que sus
avalados.
ACCIÓN DE REGRESO
Por su parte, por medio del ejercicio de la acción de regreso se puede ir contra los
obligados de regreso solidariamente responsables, que son el librador de la letra (no así
del pagaré), los endosantes y sus respectivos avalistas. Como ya se dijo anteriormente,
para poder ejercer este tipo de acción es necesario haber formalizado el respectivo
protesto, a menos que se haya establecido la cláusula “sin protesto”, en cuyo caso no será
necesario formalizarlo.
La acción de regreso puede ejercitarse antes del vencimiento de la letra (acción de regreso
anticipado) o a su vencimiento (acción de regreso a término)
ACCIÓN DE REEMBOLSO
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Aquel obligado de regreso que ha pagado puede accionar contra sus garantes, que son el
obligado principal directo y los obligados de regreso anteriores a él que lo preceden en la
cadena de endosos, así como sus respectivos avalistas, para que éstos le rembolsen lo que
pagó.
La acción de reembolso prescribe a los 6 meses a contar desde que se pagó, o desde que
cualquiera de los endosantes ha sido notificado de la demanda judicial.
Las acciones que en ésta sección se analizarán son de naturaleza extracambiaria, por lo
que no se basan exclusivamente en la letra como las cambiarias, sino que surgen de las
relaciones de derecho común que motivaron el libramiento o transmisión de la letra.
En estos procesos, entonces, el titulo cambiario constituye una prueba documental más, y
aquí las partes pueden interponer todo tipo de excepciones, tanto formales como
personales (aquellas que tengan que ver con la causa)
ACCIÓN CAUSAL ORDINARIA (prescripción: 1 año computado desde el fin del negocio
jurídico)
La acción causal es aquella que se funda en la relación causal que dio origen a la creación
o transmisión del título, por lo tanto, dicha relación debe ser debe ser acreditada o
probada por quien la alega (recordemos que la relación causal o fundamental es el
negocio por el cual se libra o se transmite el título, como una compraventa, mutuo, etc.)
El art. 61 dispone que la acción causal sólo procede habiéndose formalizado el protesto del
título, a menos que el título haya sido librado con cláusula “sin protesto”, en cuyo caso no
es necesario haber efectuado el protesto para ejercer la acción causal. Tampoco lo es
cuando se acciona contra el librador del pagaré o el aceptante de la letra.
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a pagar la misma obligación dos veces y, además, en ambas acciones se requiere la
presentación del título valor para iniciarlas.
Consiste en una acción extracambiaria que tiene carácter subsidiario, pues se concede al
portador que haya perdido todas las acciones cambiarias y no tenga acción causal contra
su obligado inmediato. Esta acción se basa en principios de equidad, pues se trata de
evitar un perjuicio al portador y el enriquecimiento injusto de algún obligado cambiario.
Esta acción prescribe al año, contado desde el día en que se perdió todas las acciones
cambiarias y extracambiarias por caducidad o por prescripción, y puede ejercerla el
portador de la letra contra el aceptante, el librador o el endosante, que se hubiese
enriquecido injustamente (la ley no menciona a los avalistas)
La ley declara que entre quienes han asumido una misma obligación en el título no existe
acción cambiaria y sus relaciones se rigen por las disposiciones relativas a las obligaciones
solidarias del derecho común. Tal acción comprende exclusivamente los “codeudores”,
esto es, aquellos deudores que están en una misma posición cartular en forma
compartida (colibradores, coendosantes, coavalistas, etc.)
No obstante, el hecho de que, por ejemplo, dos personas hayan contraído solidariamente
una misma obligación en la cual ambos tuvieran un interés, si uno de ellos paga por el
todo podrá obligar al otro al reembolso de la parte que le correspondía en la deuda, y ésta
parte no tiene que ser necesariamente la mitad, sino que sería determinada por las
relaciones particulares que hubiese hecho nacer entre ellos la comunidad de intereses.
2) VÍA EXTRAJUDICIAL
LA RESACA
La resaca es una acción regresiva extrajudicial que no tiene cabida en la práctica comercial
y sólo es aplicable a las letras de cambio. Ella permite el reembolso del importe debido
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mediante el libramiento, por parte del portador, de una nueva letra a la vista, contra uno o
todos sus propios garantes y pagadera en el domicilio de éste.
En definitiva, la nueva letra de cambio puede librarse contra uno, varios o todos los
garantes del portador (librador, aceptante, endosantes y avalistas). Para ello, se requiere
que la letra originaria haya sido protestada, salvo que contenga cláusula “sin protesto”.
Tanto el protesto, como la letra originaria y la segunda deben ser anexadas.
La resaca es utilizada en aquellos casos que no se haya pagado por cuestiones ajenas a la
voluntad de los obligados, es decir que no hubo intención de no pagar.
El art. 542 del Código Procesal Civil y Comercial de Buenos Aires hace una enumeración
taxativa de las excepciones admisibles. De este modo, la discusión en el juicio ejecutivo no
puede ir más allá de la validez formal del título, evitando así la desnaturalización de la
rapidez de los procesos ejecutivos, cuya sentencia dictada no causa cosa juzgada material
y es pasible de revisión posterior en un juicio ordinario. Las excepciones oponibles son las
siguientes:
a) La ausencia de:
- La fecha de su suscripción
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- La firma del o de los obligados
c) Si del título surge una promesa de pago que no es una suma determinada de
dinero
e) El título que no tiene uno de los vencimientos previstos por el art. 35 del decreto
ley (ej: aquel que debe pagarse en cuotas o con fecha de vencimiento imposible) ya
que es nulo y por tanto inhábil.
3- Dicha presunción no pierde valor por la sola manifestación en contra del ejecutado
demandado, quien sólo podrá desvirtuarla aportando prueba en contra.
4- En lo atinente a los medios de prueba del juicio ejecutivo (en la práctica, casi única y
exclusivamente la pericial) cuenta con mayores facilidades el demandado que niega su
firma que el actor.
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5- Finalmente, aunque se sostenga que no es un argumento jurídico, en la práctica la casi
totalidad de las excepciones de falsedad no son reales, ya que casi siempre se trata de
maniobras dilatorias.
Así, si el pago lo hizo el girado de la letra o el suscriptor del pagaré, libera a todos los
suscriptores del título; por el contrario, si en el documento consta que quien cumplió la
prestación es un endosante, sólo se produce la liberación de los obligados posteriores a él,
y no la de los anteriores, que están sujetos al pertinente reembolso.
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En el supuesto de que el monto del crédito del demandado fuera superior al monto del
juicio ejecutivo, la compensación procederá hasta la suma reclamada, no pudiendo
condenarse al actor en razón de no admitirse la reconvención.
b) La quita tiene que haber sido otorgada por el acreedor con posterioridad a la
constitución del crédito, por lo que no se puede fundar en los antecedentes
causales del negocio
10) EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA: Tiene por objeto impedir la inútil tramitación del
proceso ejecutivo cuando media sentencia dictada en un proceso anterior sustanciado
entre las mismas partes y en virtud del mismo título.
EXCEPTIO DOLI
(sólo para juicio ordinario)
Como ya ha dicho, en virtud de la autonomía, al portador del título legitimado por una
cadena regular de endosos no se le puede oponer defensas que surjan de las relaciones
personales del deudor con los restantes obligados cambiarios.
Sin embargo, hay que aclarar que la autonomía ha sido consagrada en defensa de la
circulación honesta del título, por lo que si se da una situación deshonesta, el
ordenamiento cambiario admite la oposición de defensas emergentes de las relaciones
personales del deudor con un individuo distinto del portador que reclama el cumplimiento
de la prestación cartular.
Para estos casos existe la exceptio doli que, pese a su nombre, es considerada una defensa
emergente del ordenamiento cambiario, y no una excepción, la cual depende
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fundamentalmente de la prueba, normalmente difícil aun en juicio ordinario, de los
extremos fácticos que la hacen viable. Es decir que el demandado debe probar:
CADUCIDAD CAMBIARIA
Sin embargo, la falta de protesto no importa la caducidad de las acciones de regreso en los
casos ya vistos de dispensa legal del protesto, pues en caso de concurso del girado
(aceptante o no) o del librador de la letra no aceptable, o del suscriptor del pagaré, bastará
la copia de la sentencia de apertura de concurso para ejercer las acciones de regreso.
Por otro lado, el art. 11 del decreto establece la caducidad del plazo para integrar el título
valor emitido en blanco, disponiendo que el “El derecho del portador de llenar la letra en
blanco caduca a los tres años del día de la creación del título. Esta caducidad no es
oponible al portador de buena fe, a quien el título le hubiese sido entregado ya completo”
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El girado de la letra de cambio puede negar la aceptación, lo que puede llevar a afectar la
circulación del título por el desprestigio que ello genera. Además, como se ha visto, puede
ocurrir que, aun cuando la letra haya sido aceptada, al momento del pago el aceptante se
rehúse a efectuarlo.
En la Edad Media era frecuente que en las letras que debían pagarse en lugares muy
distantes, un tercero, espontáneamente asumiera las obligaciones en “honor” del deudor.
Posteriormente, se amplía el campo de la intervención mediante la indicación en la letra
de una persona que la aceptará o pagará, en el caso de que el librador o cualquiera de los
obligados cambiarios no asumiera su responsabilidad.
Son varias las circunstancias por las que puede ser conveniente al portador de la letra
obtener uno o más duplicados de ella. A veces, es necesario que el librador negocie la letra
y, en tal hipótesis, transfiere un ejemplar y remite el otro para la aceptación.
Si existe cualquier divergencia entre los títulos, salvo el número de orden, prescindiendo
de la voluntad del emisor de los ejemplares se estará frente a títulos distintos. Si los títulos
fueren idénticos, pero no constara el número de orden, también se estará frente a diversas
letras.
La copia es una institución del derecho cambiario que carece de aplicación práctica,
aunque puede tener utilidad para dejar constancia de un pago parcial, esperas, etc. Puede
ser definido como la reproducción de la letra de cambio original redactada y declarada por
el portador pero sin contener las firmas autógrafas.
Debe dejarse en claro que la copia de la letra debe distinguirse del duplicado o ejemplar.
Mientras éste último proviene del librador y el portador del título que quiera obtenerlo
debe dirigirse a su endosante a través de la cadena regular de endosos hasta llegar al
librador, la copia es otorgada por cualquier portador del título.
Nuestro ordenamiento establece que la copia debe reproducir exactamente el original con
los endosos y todas los demás indicaciones que contenga; debiendo mencionarse hasta
dónde llega la copia.
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La factura de crédito es un título cambiario que obligatoriamente debe ser emitido cuando
se realicen operaciones de compraventa comerciales, locaciones de cosas muebles y
locaciones de obras y de servicios por un monto superior a $500, entre partes
domiciliadas en el país, cuando convengan un plazo para el pago mayor a 35 días, siempre
que las cosas, obras o servicios sean adquiridas para integrarlas en procesos de
producción, comercialización o prestación a terceros.
La factura de crédito fue legislada en el año 1997 por la Ley 24.760 y los decretos 376/97 y
377/97 que establecieron su uso obligatorio. Posteriormente, la ley 24.989 modificó el
régimen estableciendo su uso optativo y más tarde el Decreto 1387/01 determinó
nuevamente su obligatoriedad.
OBLIGATORIEDAD DE SU USO
En todo contrato en el que alguna de las partes está obligada a emitir factura deberá
emitirse, junto con la factura común, un título denominado factura de crédito, siempre
que se reúnan las siguientes características:
c) Plazo para el pago: La operación debe presentar un plazo para el pago del precio
superior a los 35 días, contados a partir de la fecha de emisión de la factura (si el
comprador o locatario se compromete a pagar dentro de los 35 días no serpa
obligatoria la factura de crédito)
Si bien en estos casos la ley establece el uso obligatorio de la factura de crédito, la realidad
demuestra que este instituto no ha recibido gran aceptación en la práctica comercial, por
lo cual no suele ser muy utilizado. No obstante, varios doctrinarios sostienen que van a ir
siendo receptados cada vez más con el paso del tiempo.
ACEPTACIÓN Y EXCEPCIONES
El comprador o locatario está obligado a aceptar la factura de crédito, excepto que exista
alguna de las siguientes causales de rechazo:
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1) Daño en las mercaderías
TRANSMISIÓN: EL ENDOSO
El vendedor o locador puede transmitir la factura de crédito por vía de endoso sólo
después de aceptada y antes de presentarla al cobro (o del vencimiento del plazo para
presentarla). El endoso posterior a la presentación al cobro sólo producirá los efectos de
una cesión de créditos. Si el endoso no tiene fecha, se presume que fue realizado antes de
la presentación al cobro.
El presente título puede endosarse ilimitadas veces, pero siempre debe ser completo, no
admitiéndose la simple firma, ni el endoso al portador para la transmisión del título. El
endosante puede insertar la cláusula “prohibido el endoso”, en cuyo caso el título será
transferible en la forma y con los efectos de una cesión de créditos.
- Recurso por falta de aceptación: Como vimos, la factura de crédito sólo se perfecciona
como título cambiario cuando es aceptada. Por lo tanto, si el comprador o locatario no
acepta la factura de crédito, el vendedor o locador no tendrá acciones cambiarias, y sólo le
quedará iniciar las acciones civiles y penales que correspondan.
- Recurso por falta de pago: Ante la falta de pago de la factura de crédito aceptada, el
portador podrá ejercer la acción cambiaria directa contra el comprador o locatario que
aceptó la factura de crédito, y la acción cambiaria de regreso contra los demás obligados
(en ambos casos sin necesidad de levantar protesto)
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locador deberá levantar protesto por falta de aceptación o por falta de devolución, por
alguno de los siguientes medios:
Por tenencia del remito donde conste que los bienes, obras o servicios fueron
entregados y que se acompañó la factura de crédito pero la misma se devolvió
rechazada o que ni fue siquiera devuelta
Antes de comenzar aclaro que, al igual que en la Unidad VIII, no seguiré al 100% el orden
de temas del programa de estudio, pues es confuso, incompleto y repetitivo. Para una
mejor comprensión lo desarrollaré a mi manera, intentando no dejar ningún tema
excluido, analizando por separado los 2 tipos de cheques existentes, para luego analizar
cuestiones que comprometen a ambos.
Además, la ley de cheques dispone que en caso de silencio, son aplicables en forma
subsidiaria las normas relativas a la letra de cambio y pagaré, en cuanto fueren
pertinentes.
Sin aditamento alguno, es una orden de pago a la vista, pura y simple, librada contra un
banco para que éste le pague al portador legitimado del título una suma determinada de
dinero.
Según el art. 4 de la ley 24.452, el cheque debe ser extendido en una fórmula
proporcionada (cuaderno de fórmulas o chequera) por el banco girado. En dicha fórmula
deberán constar impresos el número del cheque extendido y el de la cuenta corriente, el
domicilio de pago, el nombre del titular, el domicilio que éste tenga registrado ante el
girado, e identificación tributaria, laboral o de identificación, según lo reglamente el Banco
Central de la República Argentina.
Los requisitos intrínsecos son los mismos que vimos al estudiar la letra de cambio:
capacidad, voluntad, objeto y causa, por lo cual allí remitimos. Por otro lado, los requisitos
extrínsecos del cheque común, sean esenciales o naturales, son los siguientes:
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1) DENOMINACIÓN “CHEQUE” (esencial)
El número del cheque debe constar en el cuerpo del documento. Éste número permite
determinar con rapidez y certeza si el cheque pertenece o no al cuaderno de cheques
(comúnmente llamada chequera) del librador, por lo que dificulta la implementación de
maniobras ilícitas o fraudulentas.
La doctrina alega que el cheque librado en papel corriente es inválido, pues sostiene que el
número de orden sólo puede figurar en una fórmula integrante de una chequera
preparada por la entidad financiera correspondiente. Tal doctrina entiende que el cheque,
para ser tal, debe estar extendido en una fórmula bancaria y que, de lo contrario, es
inválido.
En caso de que se omita el lugar de creación del cheque, al ser un requisito natural, se
presume que ha sido librado en el domicilio que el titular de la cuenta tiene registrado en
el banco.
Según Gómez Leo, la importancia del domicilio de pago (que vendría a ser el domicilio de
la entidad financiera girada) radica en que éste determina la ley aplicable y la competencia
territorial. No obstante, subsidiariamente y a opción del tenedor, la competencia territorial
puede darse por el domicilio que el titular de la cuenta tiene registrado en el banco, pues
dicho domicilio podrá ser considerado domicilio especial a todos los efectos legales
derivados del cheque.
Debe tratarse de una promesa incondicionada de hacer pagar ineludiblemente una suma
de dinero, que debe estar perfectamente determinada en su calidad (pesos, dólares, etc.)
y cantidad. El importe a pagar se debe consignar en letras y números, y sólo puede
referirse a sumas de dinero, excluyéndose todo otro tipo de prestaciones, bajo pena de
nulidad del título.
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7) FIRMA DEL LIBADOR (esencial)
La firma del librador debe cerrar la declaración cambiaria, aunque la ley no fija el lugar del
documento en que debe hacerse ni se refiere a la izquierda o derecha de su anverso.
Puede firmar personalmente o por representación, pero la impresión digital no suple la
firma del cheque.
La regla es que la firma debe ser de puño y letra del librador. Sin embargo, en el art. 2 inc.
6 de la ley de cheque se establece que el Banco Central autorizará el uso de sistemas
electrónicos de reproducción de firmas para el libramiento de cheques, en tanto aseguren
la confiabilidad de la operación de emisión y autentificación en su conjunto.
Para que se configure el cheque librado en blanco basta que el documento haya sido
firmado en el formulario bancario (entregado por la entidad financiera) antes de
inscribirse en él la cifra, mientras que el cheque incompleto es el que nace careciendo de
alguno de los requisitos formales esenciales. Deberá completarse luego, pues si es
presentado al cobro y careciere de algunas de las enunciaciones exigidas no valdrá como
cheque, salvo que se hubiese omitido el lugar de creación.
Es decir que la norma reconoce la licitud del cheque incompleto, pues se ha resuelto que
aunque el cheque debe nacer completo, el librador del título que lo suscribió y entrego en
forma incompleta, no puede invocar su propio ilícito para exonerarse de responsabilidad
patrimonial.
VARIEDADES DE CHEQUES
De esta manera, ante un posible robo o pérdida, el cheque no podrá ser cobrado
directamente en la ventanilla del banco girado, sino que deberá ser depositado en la
cuenta de un banco, dificultándose así el cobro del cheque robado o perdido.
El cruzamiento es general cuando entre las dos barras no se menciona ningún banco.
En este caso, el portador debe depositar el cheque en cualquier entidad financiera, ya
sea en el banco girado o en otro. Éste tipo de cruzamiento puede convertirse en
especial, pero el especial no puede convertirse en general.
Sea general o especial, es irrevocable y, según la ley, su eventual tacha debe tenerse por
no efectuada, aunque en la práctica los bancos directamente rechazarán el cheque en
tales condiciones, pues es una circunstancia que hace dudosa la autenticidad del
documento. El cruzamiento general puede convertirse en especial, pero no a la inversa.
Este tipo de cheque tiende a impedir el cobro indebido de la orden de pago, pues siempre
debe ser depositado, al igual que el cheque cruzado, en una cuenta corriente bancaria. Tal
mención puede ser colocada por cualquier obligado cambiario, y su tacha se tendrá por no
hecha.
Mediante esta cláusula, el girado sólo podrá pagar el cheque descontando de la cuenta
corriente del librador el importe mencionado, para posteriormente acreditarlo en la
cuenta del portador. Como consecuencia, el banco no tiene permitido pagar el importe en
dinero efectivo, y la inobservancia de tal disposición lo hará responsable por el perjuicio
causado hasta la concurrencia del importe del cheque.
El cheque para acreditar en cuenta sólo puede cobrarse mediante asiento de libros o
un clearing bancario, mientras que en el cheque cruzado no siempre ocurre esto, ya
que si el portador del cheque tiene cuenta corriente en la misma sucursal del librador,
éste podrá cobrarlo por ventanilla, ya que se supone que el banco tiene todos y no
habrá inconvenientes.
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El cheque para acreditar en cuenta debe ser entregado a alguien que
indefectiblemente tenga cuenta corriente bancaria, pues el crédito se traspasa de una
cuenta a la otra. Por su parte, el cheque cruzado puede ser entregado a una persona
que tenga cuenta, o no.
La finalidad del cheque imputado es constituir una prueba del pago de una relación
jurídica para (como una compraventa, una donación, etc.) para un juicio de conocimiento
en el que sea necesario determinar el cumplimiento de una obligación, lo cual afecta su
abstracción del título. Además, ésta cláusula produce efectos exclusivamente entre quien
la inserta y el portador inmediato, pero no origina responsabilidad para el girado por el
incumplimiento de la imputación.
El cheque no puede ser librado al portador, si quien imputa es el librador y el único que
puede endosar el cheque es el destinatario de tal imputación. La tacha de la misma se
considera como no hecha, dado que es irrevocable.
CHEQUE CERTIFICADO (sólo puede ser común, dada la naturaleza del de pago diferido)
El librador o un portador pueden pedir al girado que certifique un cheque, de ésta manera,
los fondos quedan reservados para ser entregados a quien corresponda y sustraídos a
todas las contingencias que provengan de la persona o solvencia del librador. Por lo tanto,
su muerte, incapacidad, quiebra, concurso civil o embargo judicial, posteriores a la
certificación, no afectarán la provisión de fondos certificada cuando el portador se
presente al cobro.
La certificación del cheque común se produce mediante una declaración del girado, por la
cual deja constancia en el título de que el cheque tiene fondos y que ellos han sido
irrevocablemente destinados a abonar ese cheque durante el tiempo de vigencia de la
certificación, que no puede ser mayor de 5 días hábiles bancarios.
Si dicho plazo vence sin que el cheque haya sido cobrado, el girado acreditará en la cuenta
del librador la suma que antes debitó, y el cheque dejará de ser certificado pero subsistirá
como cheque común pudiendo ser cobrado dentro del plazo legal. Hay que dejar en claro
que puede hacerse certificar cualquier cheque, excepto aquellos que sean al portador,
para evitar la asimilación del cheque a la moneda de curso legal. Es decir que siempre
deben ser nominales.
CHEQUE CON CLÁUSULA “NO NEGOCIABLE” (puede ser común o de pago diferido)
Esta cláusula tiende a proteger a quien pueda perder o le sea robado el cheque, ya que, al
desaparecer la autonomía, quien reciba el cheque robado o perdido, quedará sujeto a las
mismas excepciones que pudieran oponerse a quien se lo transmitió, y por ende, deberá
reintegrar lo percibido indebidamente.
Un tercero o cualquier firmante del cheque pueden garantizar total o parcialmente el pago
del cheque a través del aval. El avalista debe indicar por cuál de los obligados otorga su
aval, y a falta de indicación se considera otorgado a favor del librador. Si el avalista paga,
adquiere los derechos cambiarios contra su avalado y contra los obligados hacia éste.
El art. 52 de la ley 24.452 establece que el aval puede constar en el mismo cheque o en un
documento separado, pudiendo expresarse por medio de las palabras “por aval” u otra
expresión equivalente, y debe ser firmado por el avalista.
Luego dispone que debe contener nombre, domicilio, identificación tributaria o laboral, de
identidad conforme lo reglamente el Banco Central de la República Argentina. De lo cual
surgen las siguientes diferencias respecto del aval contemplado en la letra de cambio o el
pagaré:
a) No se exige, sin razón aparente, la indicación del lugar donde ha sido otorgado el
aval extendido en documento por separado.
b) Enuncia una serie de requerimientos sobre la persona del avalista que lesionan la
completividad del título.
PRESENTACIÓN AL PAGO
Para hacer efectivo el pago del cheque, el portador tiene 2 opciones: puede presentarlo en
el banco girado (cobrando el dinero por ventanilla) o, si tiene cuenta corriente en otro
banco, puede depositar el cheque en su cuenta para que sea enviado a la Cámara
Compensadora (organismo encargado de liquidar las cuentas entre bancos) y luego el
monto del cheque sea acreditado en su cuenta corriente. En este último caso, la fecha de
depósito se tomará como fecha de presentación.
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TÉRMINO DE PRESENTACIÓN
Los días se computan por días corridos, incluyendo los inhábiles intermedios, pero si el
cheque vence un día inhábil, puede presentárselo al banco para su cobro el primer día
hábil bancario siguiente e inmediato al del vencimiento.
Inmediatamente cesada la fuerza mayor, el portador debe presentar el cheque sin retardo.
Pero si la fuerza mayor durase más de 30 días de cumplidos los plazos establecidos, según
el art. 27, la acción de regreso anticipado puede ejercitarse sin necesidad de la
presentación.
REVOCACIÓN
Una vez vencido el término para la presentación (30 o 60 días), desaparece la obligación
del banco de pagar el cheque y sólo subsiste una facultad de hacerlo durante un lapso
igual al de vigencia del título (otros 30 días y otros 60), siempre y cuando el librador no
haya revocado el cheque, pues en ese caso el portador ya no podrá cobrar.
CADUCIDAD
No obstante, hay un caso excepcional recién expuesto por el art. 27 que posibilita ejercer
las acciones de regreso sin necesidad de la presentación: fuerza mayor que durase más de
30 días de cumplidos los plazos establecidos.
PRESCRIPCIÓN
Debido a la clara redacción del art. 61 de la ley 24.452, allí remito: “Las acciones judiciales
del portador contra el librador, endosantes y avalistas se prescriben al año contado desde
la expiración del plazo para la presentación. En el caso de cheques de pago diferido, el
plazo se contará desde la fecha del rechazo por el girado, sea a la registración o al pago…”
Luego continúa diciendo que las acciones judiciales de reembolso de los diversos
obligados al pago del cheque, entre sí, se prescriben al año computado desde el día en que
el reembolsante reembolsó el importe del cheque, o desde el día en que hubiese sido
notificado de la demanda judicial por el cobro del cheque. En definitiva, todas las acciones
prescriben al año.
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RESPONSABILIDAD POR PAGO INDEBIDO
El ordenamiento del cheque contiene normas que regulan la responsabilidad del banco y
del cliente, cuando se paga un cheque que, de conformidad con el régimen, no debe ser
abonado.
En todos los casos en que paga un cheque confeccionado en una fórmula que no
haya sido entregada al cliente, sin importar que la firma haya sido notoriamente
falsificada o no. Es decir que el cheque no fue extendido mediante una chequera
entregada al librador.
Cuando paga un cheque nulo por carecer de alguno o algunos de los requisitos
esenciales.
En definitiva, el banco siempre será responsable hasta el monto del cheque por estos
actuares negligentes, pero si hubiere actuado además con culpa y dolo ya no responderá
sólo por el monto del cheque, sino que su responsabilidad será determinada en un juicio
ordinario.
RESPONSABILIDAD CONCURRENTE
Cuando no ocurran los casos extremos recién indicados, los jueces podrán distribuir la
responsabilidad entre el girado, el titular de la cuenta corriente y el portador, de acuerdo
con las circunstancias y el grado de culpa en que hubiese incurrido cada uno de ellos.
La ley dispone que el cheque de pago diferido es un título de crédito que contiene una
orden incondicionada de pago, librada a fecha determinada y posterior a la de su
libramiento contra un banco en el cual, el librador, debe tener fondos suficientes
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depositados a su orden en cuenta corriente, o autorización para girar en descubierto a la
fecha de vencimiento.
Su vencimiento debe ser a una fecha determinada, que podrá indicarse librándolo a un día
fijo o a cierto tiempo fecha, por lo que no podrá ser ni a la vista, ni a cierto tiempo vista. A
partir de la fecha de vencimiento, el portador tendrá el plazo legal de 30 días (o 60 si fue
librado en el extranjero) para presentar el cheque al cobro.
Por su parte, el art. 59 establece que las entidades autorizadas deben entregar a los
clientes que lo soliciten, además de la libreta de cheques o cuaderno de fórmulas
(chequera) contemplada en el art. 4, otras claramente diferenciadas de las anteriores con
cheques de pago diferido. Aunque también pueden entregar chequeras que contengan
fórmulas de ambos tipos de cheques.
4) LA FECHA DE PAGO: La cual no debe ser mayor a 360 días a partir de su libramiento.
ANTECEDENTES DE SU APLICACIÓN
LA LEY URUGUAYA
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Por tal motivo, en el Uruguay se sancionó, en 1975, la ley de cheque de pago diferido, que
consagró un sistema muy sencillo que, en especial, quiso aceptar lo que ocurría en l
realidad. A través de este sistema, el cheque de pago diferido funciona,
fundamentalmente, como si fuera un pagaré, que en vez de ser abonado por el librador, se
paga por intermedio de un banco en el cual éste tiene una cuenta corriente.
Debido a que sería muy injusto que si se libra un cheque un determinado día y es para
cobrar 300 días después, éste contenga algún defecto formal y al momento de intentar
cobrarse éste sea rechazado. Para ello existe la registración, que es la opción que tiene el
portador del cheque de pago diferido de presentarlo ante el banco girado o ante otra
entidad depositaria, para que verifiquen si reúne todos los requisitos extrínsecos o
formales.
Si lo presenta ante otra entidad depositaria (ya que el portador también puede
depositar el cheque en otra entidad donde él tenga una cuenta corriente), ésta
presentará el cheque ante el girado para su registración, lo cual se llama clearing
bancario. Si el cheque no tiene vicios formales, el girado debe registrarlo y devolverlo a
la entidad depositaria, pero si los tuviera, deberá comunicárselo a la entidad
depositaria y rechazar la registración.
Los efectos principales del registro son que quien lo registra tenga la certeza de que el
cheque no será rechazado al momento del cobro por incumplimiento de los requisitos
formales. Asimismo, también hace una modificación respecto de la competencia, pues
amplía la jurisdicción para hacer efectivo cualquier recurso por falta de pago.
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Por su parte, el rechazo del cheque provoca que el banco quede obligado a que la cuenta
corriente del librador quede abierta (siempre y cuando tenga fondos) aunque éste haya
cesado su relación contractual con la entidad, así evita que al momento del intentarse
cobrar, se rechace el cheque por cierre de cuenta corriente por parte del librador.
Ante el cierre de la cuenta corriente del librador, el girado no podrá registrar nuevos
cheques pero, si hubiere fondos, deberá pagar los cheques que ya estuvieran registrados
con anterioridad.
En este caso, existen dos clases de aval posibles para este tipo de cheques. Por un lado, el
aval cambiario, que es el ya analizado anteriormente, en cuya virtud cualquier firmante del
título o un tercero garantiza una obligación cambiaria.
Pero por otro lado, se encuentra el aval bancario, que tiene la misma función que el aval
cambiario, pero presenta las siguientes diferencias:
Sólo puede ser otorgado por un banco, ya sea por el girado o por otro banco, aunque
el girado siempre tendrá prioridad para avalar
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1) A favor de una persona determinada: Se trata de la hipótesis normal de título
nominativo, y en este caso el cheque debe transmitirse por endoso. Además, el
ordenamiento permite que el cheque pueda ser creado a favor del mismo librador.
2) A favor de una persona determinada con la cláusula “no a la orden”: Los cheques “no a
la orden” son títulos de crédito limitados, pues sólo pueden ser transmitidos bajo la forma
y con los efectos de una cesión de créditos, pero aunque vayan en contra de la naturaleza
y libre circulación de los títulos de crédito en general, no dejan de serlo pues siguen siendo
necesarios, literales y autónomos.
ENDOSOS: FORMA
- Debe escribirse al dorso del cheque o sobre una hoja unido al mismo
- Debe ser firmado por el endosante y con las especificaciones que disponga el
Banco Central
- Debe ser puro y simple, pues toda condición se tendrá por no escrita
- Debe ser integral, por el total del cheque, ya que el endoso parcial es nulo
- El endoso a favor del girado vale sólo como recibo, salvo que éste tuviere varios
establecimientos y que se hiciese a favor de un establecimiento distinto de aquel
sobre el cual se giró el cheque
Hasta su presentación al cobro: El endoso producirá todos sus efectos. La ley establece
que el endoso sin fecha se presume realizado antes de la presentación.
Luego de su presentación y rechazo por el girado: En éste caso sólo producirá los
efectos de una cesión de créditos.
LÍMITES
CAUSALES
6) Si el librador o portador le hubiese dado orden de no pagar por escrito al girado por
haber mediado violencia al librarlo o al transferirlo, o por haber sido sustraído.
Obviamente que el notificante que da la orden, lo hace asumiendo la plena
responsabilidad por tal acto.
9) Cuando la firma es falsa y la falsificación es apreciable a simple vista por una persona
que tenga cierta experiencia en el cotejo de firmas (como la de un empleado bancario
prudente)
Cuando el girado no pague el cheque, deberá dejar constancia del rechazo en el mismo
título mencionado: los motivos del rechazo, la fecha y hora de la presentación, el domicilio
del librador registrado en el girado, la denominación de la cuenta corriente contra la que
se libró el cheque y los nombres y apellidos completos de los firmantes del cheque.
El rechazo consignado por el girado produce los efectos del protesto, dejando expedita la
acción ejecutiva que el portador podrá iniciar contra el librador, endosantes y avalistas. Si
el banco se negare a dejar constancia del rechazo podrá ser demandado por los perjuicios
que ocasionare.
MULTAS
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Los rechazos de cheques generarán las multas legalmente establecidas, según se
expondrán a continuación, y determinarán la obligación del banco de informarlos al Banco
Central de la República Argentina, conforme al régimen operativo establecido. El importe
de las multas será debitado por las entidades bancarias de las respectivas cuentas.
Así, el rechazo por defectos formales y por insuficiencia de fondos (de cheques comunes o
de pago diferido no registrados), y el rechazo a la registración de cheques de pago diferido,
dará lugar a una multa equivalente al 4% del valor rechazado con un mínimo de $100 y un
máximo de $50.000. En caso de no satisfacerse dentro de los 30 días corridos desde el
rechazo, ocasionará el cierre de la cuenta corriente e inhabilitación.
Dice el art. 61 claramente que: “Las acciones judiciales del portador contra el librador,
endosantes y avalistas se prescriben al año contado desde la expiración del plazo para la
presentación (30 o 60 días, según el caso). En el caso de cheques de pago diferido, el plazo
se contará desde la fecha del rechazo por el girado, sea a la registración o al pago…”
Por consiguiente, la acción directa y la de regreso prescribe al año, y lo mismo ocurre con
las acciones de reembolso de los diversos obligados al pago del cheque entre sí, cuyo
computo es desde que el obligado pagó o desde que fue notificado de la demanda por su
cobro.
Acción cambiaria de regreso: Es la acción que tiene el portador legitimado ante la falta
de pago, contra los demás obligados de regreso, como endosantes y avalistas.
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La ley, en sus arts. 41 y 42 se establecen los fines y alcances de las respectivas acciones.
Así, el portador podrá reclamar a aquel contra quien ejercite su recurso:
2) Los intereses al tipo bancario corriente en el lugar de pago, a partir del día de la
presentación al cobro
3) Los gastos originados por los avisos y cualquier otro gasto por el cobro del cheque
Por otra parte, establece que quien haya reembolsado un cheque puede reclamar a sus
garantes:
2) Los intereses de dicha suma al tipo bancario corriente en el lugar del pago, a partir
del día del desembolso
El portador debe dar aviso del rechazo a su endosante, al librador y sus avalistas, dentro de
los 2 días hábiles bancarios inmediatos siguientes a la notificación del rechazo del cheque.
A su vez, cada endosante debe avisar a su endosante, y así sucesivamente hasta llegar al
librador.
La falta de aviso no produce la caducidad de las acciones emergentes del cheque, pero
quien no lo haga será responsable de los perjuicios causados por su negligencia, sin que la
reparación pueda exceder el importe del cheque.
Pueden conseguirse en todas las entidades financieras del país, debiéndose solicitar en
aquel banco en el que tenga una cuenta con dinero depositado y su firma registrada. Así,
el banco librará el cheque cancelatorio por el monto solicitado, dentro de un rango de
$5.000 a $400.000 que el cliente tuviere en la cuenta para que se le descuente o de U$S
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2.500 a U$S 100.000. Si necesitare pagar un monto superior, podrá pedir a la entidad que
libre más de uno hasta cubrir el total.
Quien desee cobrar un cheque cancelatorio también debe hacerlo en el banco en el que
tenga cuenta y firma registrada. Las personas físicas pueden cobrarlos en efectivo o
depositarlos en su cuenta, mientras que las personas jurídicas sólo pueden depositarlos en
su cuenta.
ENDOSO: REQUISITOS
El cheque cancelatorio puede ser endosado hasta 2 veces. El primer endoso puede ser
realizado por persona física o jurídica, pero el segundo sólo por persona física. Los endosos
deben realizarse en el dorso del documento frente a un escribano, funcionario del banco o
autoridad judicial, quienes certificarán la firma.
Se las puede definir como aquellas acciones que no se representan por títulos, sino que
la sociedad emisora o entidades autorizadas las inscriben en cuentas llevadas a nombre
de sus titulares en un registro de acciones escriturales, si así lo autorizare el estatuto.
Esta particular clase de acciones ha sido incorporada a nuestra legislación por la ley
22.903, lo cual importó el primer paso en una nueva orientación legislativa hacia lo que se
ha denominado “desmaterialización de las acciones”
A partir de tal reforma, la acción de una S.A no necesita estar representada en un título
expresado en un soporte papel, sino que su emisión, transferencia, gravámenes y
constitución de derechos reales sobre las mismas debe ser inscripta en tales cuentas
llevadas por la sociedad emisora, por bancos comerciales o de inversión o caja de valores
autorizados.
RESPONSABILIDAD
Para acreditar el carácter de titular de acciones escriturales, el art. 208 de la ley 19.550
prevé que la sociedad, entidad bancaria o la caja de valores deben entregar al accionista el
comprobante de la apertura de su cuenta, y de todo movimiento que se inscriba en ella,
siendo responsable ésta ante el accionista por los errores e irregularidades de las cuentas,
sin perjuicio de la responsabilidad de las demás entidades mencionadas, según el caso.
METODOLOGÍA DE LA TRANSMISIÓN
La transmisión de las acciones escriturales y de los derechos reales que las graven debe
notificarse por escrito a la sociedad emisora o entidad que lleve el registro de acciones
escriturales, e inscribirse en la cuenta pertinente contenida en éste libro.
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La sociedad emisora o entidad que lleve el registro de acciones escriturales cursará aviso al
titular de la cuenta en que se efectúe un débito por transmisión de acciones, dentro de los
10 días de habérselo inscripto, en el domicilio que se haya constituido.
Antes comenzar el análisis de la segunda parte, aclaro que sólo analizaré todos los
artículos de la ley de concursos y quiebras que hayan sido comentados en la cursada y por
ende evaluados, pues analizarla toda sería demasiado. Los expondré en orden como lo
hacen las leyes comentadas. Excepcionalmente, alteraré su orden y del programa de
estudio si ello sirve para una más fácil comprensión de los temas.
BREVE INTRODUCCIÓN
Cuando un deudor no cumple con la obligación contraída, el acreedor puede iniciar una
acción individual. Pero el problema surge cuando hay varios acreedores y el patrimonio del
deudor no alcanza para satisfacer todos los créditos, porque en ese caso, algunos
acreedores cobrarán la totalidad de su crédito y otros no cobrarán nada (el orden de cobro
va a depender de cuán rápido actuó cada acreedor)
Los procesos concursales son una solución a este problema, ya que protegen los intereses
de todos los acreedores asegurándoles el cobro de sus créditos en igualdad de
condiciones. El régimen concursal argentino tuvo su origen en el Código de Comercio y
luego se regulo en la ley 19.951, pero desde el año 1995 los concursos se encuentran
regidos por la Ley de Concursos y Quiebras 24.522 y sus modificatorias (25.563, 25.589,
26.086 y la más reciente 26.684 de 2011)
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PRESUPUESTOS PARA LA APERTURA DEL CONCURSO
El art. 1 de la ley de concursos es trascendental, pues allí habla del estado de cesación de
pagos como presupuesto objetivo y vital para dar inicio a un concurso. En nuestra doctrina
y en la jurisprudencia se entiende a la cesación de pago como un estado de impotencia
del patrimonio de un deudor que lo imposibilita para afrontar en forma regular el
cumplimiento de las obligaciones exigibles que lo gravan.
Teoría intermedia: Luego surgió la intermedia, la cual sostiene que no hay cesación de
pagos sin incumplimiento, pero no siempre los incumplimientos implican cesación de
pagos. Sin embargo, para ésta teoría, todavía la cesación de pagos se revela sólo por
incumplimientos, aunque destaca que como el incumplimiento puede surgir en base a
otras causas que no sean la insolvencia, el juez debe apreciar en cada caso si hay o no
cesación de pagos.
Teoría amplia: Finalmente surgió la teoría amplia a la cual se adhirió nuestra normativa,
que considera que la cesación de pagos no es un hecho, sino un estado del patrimonio
que se manifiesta a través de hechos exteriores reveladores cuya enumeración taxativa es
imposible, y que el juez valora como indicios de la impotencia de ese patrimonio. Entre
ellos, el incumplimiento es sólo un hecho revelador más.
Para la configuración del estado de cesación de pagos, las teorías amplias sólo exigen que
se pruebe mediante cualquier medio probatorio (según el art. 78) la existencia de algún
hecho revelador que lo acredite. En tal sentido, el art. 79 enumera en forma orientativa y
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no taxativa una serie de causales que pueden ser consideradas reveladoras de tal estado
patrimonial:
No obstante, como ya se dijo, no es una enunciación taxativa, pues estos hechos no limitan
las posibilidades del juez de computar otros. Así, dado que la ley no le dio al juez
parámetros interpretativos para determinar con exactitud cuál es la generalidad y la
permanencia que requiere la cesación de pagos para configurarse, las resoluciones sobre
apertura de concursos son diversas y a criterio de cada juez en cada caso en particular.
No hay que confundir la cesación de pagos con el mero incumplimiento del deudor
que no paga por circunstancias ajenas a su impotencia patrimonial, pues mientras
el mero incumplimiento constituye un fenómeno de voluntad, el estado de
cesación de pagos es un fenómeno de posibilidad. Es decir que el deudor quiere
pagar, pero no puede.
Tampoco hay que confundir la cesación de pagos con la carencia de activo, dado
que tal estado de impotencia es mucho más profundo que una mera ecuación
matemática. Así, un activo que no es líquido o liquidable, aunque fuera
considerablemente superior a las deudas, no permitiría solventarlas a medida que
van siendo exigibles porque los bienes que forman dicho activo son fijos y no
pueden venderse fácilmente.
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Las personas jurídicas de carácter privado, quedando comprendidas las sociedades
regulares, las irregulares, las de hecho, las cooperativas, las asociaciones civiles, etc.
Las sociedades en las que el Estado nacional, provincial o municipal sea parte,
cualquiera sea el porcentaje de su participación
SUJETOS EXCLUIDOS: No pueden ser declaradas en concurso las compañías de seguros, las
entidades financieras y las aseguradoras de riesgos de trabajo. Tampoco las personas de
existencia ideal de derecho público, como el Estado, la Iglesia Católica, etc. Esto es así
porque tienen sus respectivas leyes reguladoras para estos casos.
En definitiva, los concursos pueden ser declarados respecto de cualquier sujeto (excepto
los excluidos), mientras tenga el atributo de la personalidad jurídica, lo cual permite la
titularidad de un patrimonio. Sin embargo, la ley establece que también puede
concursarse el patrimonio del fallecido, lo cual constituye la única excepción a la regla
general.
En este caso el deudor no existe como persona, y por ende no es él quien está concursado,
sino la universalidad de bienes y derechos que componían su patrimonio. De esta manera,
mediante el concurso se dará satisfacción a los acreedores del causante, mientras que sus
herederos aguardarán la posibilidad de recibir el remanente, después de pagadas las
deuda.
Por otro lado, la ley también comprende a los deudores domiciliados en el extranjero
respecto de los bienes existentes en el país. El legislador permite la pluralidad de
concursos respecto de un mismo sujeto, por lo que se abrirá uno en nuestro país que
abarcará los bienes aquí ubicados, mientras que otro u otros (de diversos países)
comprenderán el resto del patrimonio.
JUEZ COMPETENTE
(art. 3)
A) EN RAZÓN DE LA MATERIA
- Ciudad de Buenos Aires: intervienen los jueces con competencia ordinaria en materia
comercial
- Provincias en general: los jueces con competencia ordinaria en materia civil y comercial
Hasta ahora, cuando nos referíamos a “concursos” nos estábamos refiriendo a las 2 clases
de concursos que contempla nuestra legislación: el concurso preventivo y la quiebra. La
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idea de la ley es que a través del concurso preventivo y de diversas herramientas y
posibilidades legales, se evite a toda costa la quiebra, y que ésta sea la última alternativa.
Desde ahora nos enfocaremos primero en toda la regulación del concurso preventivo y
recién en la unidad XVI nos introduciremos en la quiebra, puesto que si se entiende bien el
procedimiento del concurso preventivo, será mucho más fácil entender el otro proceso.
REQUISITOS SUSTANCIALES
(art. 5 al 9)
Los sujetos que pueden pedir su propio concurso se contemplan en el art. 5, el cual remite
a los sujetos enunciados en el art. 2, pero agrega que también pueden solicitarlo las
personas jurídicas en liquidación. Los requisitos sustanciales a cumplir dependen de quién
lo solicite:
Si lo solicita una persona física (comerciante o no) puede hacerlo por derecho propio
con patrocinio letrado o por medio de apoderado con poder especial (no se admite el
general) que le otorgue facultades específicas para pedirlo.
Si lo solicita una persona jurídica, debe ser solicitado por el representante legal, previa
resolución del órgano de administración. Dentro de los 30 días debe ratificarse el
pedido mediante resolución del órgano de gobierno, por lo que se deberá acompañar
constancia de la resolución de dicho órgano de continuar el trámite.
REQUISITOS FORMALES
(art. 11)
Para el caso de que sea una persona física no comerciante, ésta debe alegar que no
debe cumplimentar tal requisito, pues no se encuentra inscripto en registro alguno.
Sólo deberá acreditar su identidad y, si existieren, las constancias de inscripción en
los organismos impositivos y previsionales respectivos (ej: CUIT, CUIL, etc.)
5) Acompañar una nómina de los acreedores, con indicación de toda información que
permita la individualización de cada uno (domicilios, montos de los créditos,
causas, vencimientos, codeudores, fiadores y privilegios, nombre y apellido, etc.).
Asimismo, debe confeccionar un legajo por cada acreedor denunciado, en el que
constará una copia de la documentación que respalde la deuda denunciada.
6) Enumerar los libros de comercio con expresión del último folio utilizado. Sólo
deben enumerarse, pues recién deberán acompañarse cuando el juez lo indique.
Obviamente, este requisito sólo debe ser cumplido por quienes tengan la
obligación de llevarlos.
8) La reforma de la ley 26.684 (del año 2011) introdujo el octavo inciso, que sólo se
refiere a la materia laboral y establece que debe acompañarse también una
nómina de empleados (con detalle de domicilio, categoría, antigüedad y última
remuneración recibida) y una declaración sobre la existencia de deuda laboral y de
deuda con los organismos de la seguridad social, certificada por contador público.
Si al deudor le faltó cumplir con alguno de los requisitos, éste puede solicitar
(invocando motivos suficientemente fundados) una prórroga para completarlos, y el
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juez podrá concederle un plazo de gracia improrrogable no mayor de 10 días hábiles,
computados desde la fecha de presentación de la demanda de concurso preventivo.
Los requisitos formales para la presentación en concurso preventivo han sido modificados
en forma sustancial por la ley 24.522. No sólo se ha producido la eliminación del antiguo
inc. 8 del art. 11 de la ley 19.551 que disponía la obligación del peticionante de acreditar el
pago de las remuneraciones y obligaciones sindicales y previsionales (algo muy resistido
por la doctrina mayoritaria) sino que además se han variado algunos recaudos anteriores y
finalmente se agregaron otros, conforme a la nueva estructura del proceso concursal
plasmado por la reforma:
Anteriormente, con la ley 19551, el inc. 3 no exigía que el estado patrimonial del
concursado contenga un dictamen suscripto por contador público nacional. Éste
agregado de la ley 24.522 apuntó a dotar este instrumento de mayor veracidad y
precisión técnica.
Con la ley 24.522 se ha reducido de 20 a 10 días hábiles el término para completar los
requisitos fijados por el art. 11.
Una vez presentado el pedido, el juez tendrá 5 días para resolver el rechazo o la apertura
del concurso preventivo. En caso de rechazo, el concursante podrá apelar, y tal apelación
se concede con efecto suspensivo. Según el art. 13, hay 4 casos en los que rechazará el
pedido:
De no existir motivos para rechazar el pedido, el juez ordenará la apertura del concurso a
través de una resolución que, según el art. 14, deberá contener las siguientes
disposiciones enumeradas en sus 13 incisos:
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sociedad es declarada en quiebra, dicha quiebra se extiende y alcanza a sus socios de
responsabilidad ilimitada, pues responden con su propio patrimonio frente a las
obligaciones de la sociedad.
Es por ello que deben ser enumerados en el auto de apertura en el concurso, pero tal
enumeración no implica que se decrete su propio concurso personal (ya que no
necesariamente se encuentran en estado de cesación de pagos, y de estarlo, su
solicitud deberá tramitar en expediente por separado), sino el recaudo tiende a la
posible extensión de una eventual quiebra societaria.
Su designación se realiza por sorteo según el art. 253, llevado a cabo en acto público
(cuya fecha se estipula en la sentencia de apertura), entre los componentes de la lista
respectiva.
3) La fijación de una fecha hasta la cual los acreedores deben presentar al síndico sus
pedidos de verificación de créditos.
Para que la sentencia sea conocida por todos los interesados, debe ser publicada
debidamente por edictos y en un diario de amplia circulación designado por el juez.
Los edictos deben contener los datos referentes a la identificación del deudor y de los
socios ilimitadamente responsables, los datos del juicio, el nombre y domicilio del
síndico y la intimación a los acreedores para que formulen sus pedidos de verificación y
el plazo y domicilio para hacerlo.
Con ésta orden se busca que el concurso se anote en todos aquellos registros que
puedan hacer efectivos los efectos propios del estado de concurso preventivo (arts. 15,
16 y 17). Así, se deberán enviar oficios a los Registros de Propiedad Inmueble, de
Propiedad Automotor, etc.
Como se verá más adelante, es deber del síndico la confección de un informe individual
de cada uno de los créditos presentados a verificar y de un informe general sobre la
situación del deudor dentro del plazo que el juez fijará en el presente auto de
apertura.
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10) La fijación de una audiencia informativa que se realizará con 5 días hábiles de
anticipación al vencimiento del plazo de exclusividad previsto en el art. 43. Dicha
audiencia deberá ser notificada a los trabajadores del deudor mediante su
publicación en sus establecimientos.
A los fines de brindar la publicidad necesaria, la sentencia debe fijar la fecha en la cual
se llevará a cabo dicha audiencia, consignándose en forma precisa día, hora, mes y
año. Tanto la audiencia informativa como el plazo de exclusividad serán analizados más
adelante.
11) Correr vista al síndico por el plazo de 10 días hábiles computados desde la aceptación
del cargo, para que se pronuncie sobre:
La ley exige que el síndico se pronuncie mediante opinión técnica, básicamente sobre
lo siguiente: a) si los acreedores indicados y los créditos (montos, causas, privilegios,
etc.) reconocidos por el deudor a éstos al momento de la presentación corresponden a
la documentación auditada; b) y si existen otros acreedores laborales susceptibles de
ser beneficiados con el pronto pago (ello se verá en el art. 16), emergentes de la
documentación auditada y no denunciados por el deudor en oportunidad de la
presentación.
12) El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, sobre
si existen fondos líquidos disponibles y sobre el cumplimiento de las normas legales y
fiscales.
Según la reforma de la ley 26.086, el informe mensual que el síndico debe producir
apunta principalmente a identificar la existencia de fondos líquidos disponibles para,
en caso de existir, poder efectuar los prontos pagos pendientes.
Esta reforma fue introducida por la ley 26.684. Este comité permanece con esa
integración hasta tanto sea reemplazado por un segundo comité que se constituirá en
la oportunidad señalada por el art. 42. Éste último ha de ser finalmente sustituido por
el comité definitivo que controlará el acuerdo preventivo, como lo establece el art. 45.
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Respecto a los efectos de la apertura, no analizaré 1 por 1 los artículos como lo he venido
haciendo ni seguiré el orden de temas del programa de estudio, pues prestaría a
confusión. Por lo tanto, lo explicaré en forma didáctica tomando como base la forma en
que lo explica la Guía de Estudios, pero profundizando la información con los demás libros
que utilizo a tales fines.
Pero sus facultades quedan restringidas, dado que tiene prohibidos ciertos actos (y
requiere autorización judicial para realizar otros) y debe actuar bajo la vigilancia y el
control del síndico, por lo cual pasa a un estado de capacidad controlada o
desapoderamiento atenuado.
1. Actos permitidos bajo la vigilancia del síndico: (art. 15) Sólo tiene permitido la
realización de actos de administración ordinaria de giro empresarial vinculados al objeto y
la actividad de la explotación. El síndico deberá vigilar los negocios del deudor, informando
al juez del concurso acerca de cualquier anomalía que advierta en la actividad patrimonial.
2. Actos sujetos a autorización judicial: (art. 16) Son todos los actos no prohibidos que
excedan la administración ordinaria del giro del deudor, como los relacionados con bienes
registrables, los de disposición o locación de fondos de comercio, los de constitución de
prenda, etc.
La autorización se tramita con audiencia del síndico y del comité de control, y el juez la
otorgará si cree que el acto solicitado es conveniente para la continuación de las
actividades empresariales del concursado y la protección de los intereses de los
acreedores. La resolución es inapelable.
3. Actos prohibidos: (art. 16) El concursado no puede realizar actos a título gratuito con
persona alguna, ni puede alterar la situación de los acreedores de causa o título anterior a
la presentación (ej: no puede pagarle a un acreedor y a los otros no)
El primer caso busca proteger la integralidad del patrimonio del deudor, que es la única
garantía de los acreedores, y el segundo caso tiende a evitar fraudes o perjuicios a los
acreedores derivados de acuerdos entre el deudor y algún acreedor particular que termine
beneficiado indebidamente.
4. Viajes al exterior: (art. 25) El concursado y, en su caso, los administradores y socios con
responsabilidad ilimitada de la sociedad concursada, deberán comunicarle al juez su
intención de viajar. Pero si el viaje fuere por plazo mayor de 40 días corridos deberá pedir
autorización judicial.
Coadministrador: Cuando la conducta del concursado no sea tan grave, el juez podrá
designar un coadministrador, un veedor o un interventor controlador, con las facultades
que disponga.
2. Suspensión de intereses: (art. 19) Todas las deudas de causa o título anteriores a la
presentación en concurso preventivo dejan de producir intereses a partir del momento en
que el concursado se presentó a solicitar la apertura, pues dichos intereses se suspenden.
Se exceptúan de esta regla a las deudas con garantía prendaria o hipotecaria.
3. Conversión de deudas no dinerarias: (art. 19) Las deudas no dinerarias (ej: obligaciones
de hacer) son convertidas a su valor en moneda de curso legal al día de la presentación o
al del vencimiento, si fuere anterior. La elección del momento en el cual debe hacerse la
conversión incumbe al acreedor, quien ha de reclamarlo al pedir la verificación de su
crédito.
4. Pronto pago de créditos laborales: (art. 16) El acreedor laboral tiene distintas
alternativas para el reconocimiento de su crédito y para cobrarlo en el concurso. A
diferencia de los otros tipos de acreedores que tienen un procedimiento complejo de
verificación de créditos, los trabajadores también tienen derecho a optar por una vía
mucho más sencilla y rápida para percibir el crédito: el pronto pago automático, sin
trámite alguno.
Una vez emitido el informe del síndico (contemplado en el art. 14, inc. 11) sobre los
créditos laborales, el juez tendrá 10 días para autorizar o no el pronto pago de los mismos.
Por lo tanto, para que el pronto pago sea procedente, es preciso que el crédito laboral:
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b) Goce de privilegio general o especial (arts. 241 inc. 2 y 246, inc. 1)
c) Esté incluido en la lista que el síndico debe elaborar de acuerdo con el art. 14, inc.
11
Por otro lado, cuando el crédito laboral reúne los recaudos enunciados en los puntos (a) y
(b), pero no está incluido en la lista elaborada por el síndico o el juez no autoriza el pago,
entonces, el acreedor laboral debe solicitar el pronto pago formalmente, por escrito, en el
concurso. Para esto, no debe obtener previamente verificación del crédito en el concurso
ni sentencia en juicio laboral.
Para ello, el síndico debe efectuar un plan de pago proporcional a los créditos y sus
privilegios, sobre la base proyectada de evolución del fondo, y en cada distribución
ningún pago individual podrá exceder el monto equivalente a 4 salarios mínimos,
vitales y móviles.
Las constancias de los libros no acrediten la existencia total o parcial del crédito
En todos los casos, ya sea que se admita o se rechace la solicitud de pronto pago, la
decisión será apelable. Además, el trabajador peticionario está exento de cargar con
costas en el pronto pago con trámite (formal), a menos que actuara con temeridad o
malicia, o en complicidad con el concursado o el síndico.
1. Juicios nuevos: (art. 21) Los acreedores de causa o título anterior a la presentación
tienen prohibido iniciar nuevos juicios con contenido patrimonial contra el concursado, a
partir de la publicación de edictos de la sentencia de apertura del concurso.
2. Fuero de atracción para juicios en trámite: (art. 21) Los juicios de contenido patrimonial
contra el concursado que estén en trámite por causa o título anterior a su presentación en
concurso, quedan suspendidos y son atraídos por el juzgado concursal, también a partir de
la publicación de edictos de la sentencia de apertura del concurso.
3. Excepciones: (art. 21) La reforma de la ley 26.086 enumera ciertos procesos que quedan
excluidos de las reglas generales mencionadas. Por lo tanto, frente a estas excepciones no
hay suspensión de trámite, ni prohibición de promoción de nuevo juicio, ni fuero de
atracción y, en consecuencia, estos juicios excluidos no son atraídos y deberán proseguir
ante el juez originario:
El pedido de suspensión debe tramitarse ante el juez del concurso y ser resuelto por éste,
aunque los remates o medidas precautorias cuya suspensión se pretendan hayan sido
ordenados por otros jueces, pues solo el juez concursal está en condiciones de apreciar la
conveniencia para la continuación de las actividades del concursante y la protección de los
intereses de los acreedores.
DESISTIMIENTO
(art. 30 y 31)
El desistimiento sancionatorio funciona como una especie de sanción al deudor por la falta
de cumplimiento de las cargas y de los deberes que la norma le impone. En cambio, en la
segunda situación, es la propia voluntad del concursado la que decide dejar sin efecto el
procedimiento, sin tener en cuenta la realización de los deberes legales.
Falta de presentación de los libros de comercio del deudor dentro del plazo
determinado en la sentencia de apertura (art. 14, inc. 5)
Incumplimiento del depósito en término de los gastos de correspondencia (art. 14, inc.
7)
b) Después del informe individual y antes de la resolución judicial sobre las acreencias
(art. 36), el cálculo se hace sobre la base de los créditos aconsejados a verificar por
el síndico.
c) Luego de dictada la resolución judicial del art. 36, las mayorías deben reunirse
sobre los créditos verificados y declarados admisibles.
PERÍODO INFORMATIVO
PROCESO DE VERIFICACIÓN
Es un proceso que tiene como objeto comprobar la existencia, monto y modalidades de los
créditos denunciados. Está formado por 4 etapas:
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VERIFICACIÓN TARDÍA (art. 56)
Por otro lado, si el título a verificar fuera una sentencia obtenida de un tribunal distinto al
del concurso (por tratarse de una de las excepciones al fuero de atracción) podrá
presentarse a verificar aunque haya transcurrido dicho plazo de 2 años sin considerarse
tardío, siempre y cuando lo haga dentro de los 6 meses de haber quedado firme su
sentencia.
Finalmente, aquellos acreedores tardíos no sólo no tendrán voz ni voto en la formación del
acuerdo preventivo que el deudor ofrecerá, sino que tendrán que afrontar las costas del
incidente por su negligencia, salvo que dicha demora sea actitudes imputables al deudor o
a la sindicatura.
Por cada solicitud de verificación oportuna que se presente, el acreedor deberá pagar al
síndico un arancel de $50 que se agregará a su crédito, salvo que éste sea de índole
laboral o inferior a $1.000, en cuyo caso no deberá abonar el arancel. Este importe será
utilizado por el síndico para solventar los gastos de averiguación de los créditos y de la
confección de los informes respectivos.
El pedido de verificación produce los mismos efectos que la demanda judicial, por lo que
interrumpe la prescripción e impide la caducidad del derecho y de la instancia. La petición
de los acreedores debe hacerse por escrito, en duplicado, acompañando los títulos que
justifiquen el crédito con 2 copias firmadas, indicando en tal escrito el monto del crédito,
la causa y privilegios.
- Monto: El acreedor debe especificar la suma adeudada en virtud de lo que surja de sus
títulos justificativos, más los intereses. Pero como ya se dijo, esos intereses del crédito se
devengarán hasta la fecha de la presentación, salvo que se trate de hipoteca o prenda.
- Causa: Es el negocio jurídico que dio origen al crédito, como por ejemplo, una
compraventa. El acreedor, además de invocar dicho negocio jurídico, deberá probar su
existencia presentando el contrato, la factura, etc.
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Una cuestión que llevó a controversias durante mucho tiempo, fue si es necesario
acreditar la causa en los supuestos de verificación con títulos circulatorios abstractos (letra
de cambio, cheque y pagaré), pues la causa de su libramiento o transmisión (como ya
hemos visto) es irrelevante a los efectos cambiarios.
Finalmente, los fallos plenarios “Traslínea S.A” (1979) y “Difry SRL” (1980) establecieron
que aun tratándose de títulos de crédito abstractos, se debe invocar y probar la causa
por la que se recibió o libró el título, por lo tanto, cede el principio de abstracción de
dichos títulos. Se trata así de evitar que el concursado y un tercero simulen
fraudulentamente créditos inexistentes.
Facultades y deberes del síndico: (art. 33) El síndico debe agotar los medios de
investigación idóneos (examinar libros del deudor, solicitar exhibición de documentación,
etc.) para formarse una opinión completa y fundada de cada crédito, a fin de volcarla
luego como dictamen en el informe individual.
Para cada crédito debe formarse un legajo o expediente separado con toda su información
necesaria. Los legajos correspondientes a los créditos denunciados por el deudor se inician
con el legajo que debió presentar el deudor como requisito de presentación (art. 11, inc. 5)
y deben ser continuados por el síndico, mientras que los legajos respecto de créditos no
denunciados por el deudor deben ser iniciados por el síndico con la solicitud de
verificación de estos.
Vencido el plazo para solicitar verificación, se abre un período de 10 días hábiles dentro
del cual el concursado y los acreedores que se presentaron a verificar oportunamente
(verificación tempestiva) están legitimados formular observaciones e impugnaciones por
escrito (las cuales se agregarán al legajo correspondiente) con 2 copias, a las solicitudes de
verificación de créditos.
Para ello, el síndico debe facilitar los legajos para su revisación por dichos sujetos y, dentro
de las 48 horas de vencido el plazo para impugnar, el síndico deberá remitir al juzgado una
copia de las impugnaciones y observaciones recibidas.
Además, la reforma de la ley 26.684 estableció que los trabajadores del concursado que no
tengan carácter de acreedores, si bien no pueden impugnar nada, tienen derecho a ser
informados por el síndico sobre los créditos insinuados si lo requieren, y a revisar los
respectivos legajos de créditos.
Vencido el plazo para impugnar, el síndico tendrá un plazo de 20 días judiciales para
elaborar y presentar, en el juzgado concursal, un informe individual sobre cada una de las
solicitudes de verificación en particular, dando su opinión fundada acerca de la
procedencia o no de los créditos y privilegios reclamados (aunque dicha opinión no es
vinculante, pues quien decide es el juez)
Tomando como base el informe individual hecho por el síndico, el juez debe dictar una
resolución fundada, con carácter de sentencia, sobre la procedencia o no de cada uno de
los créditos y privilegios reclamados dentro del plazo de 10 días hábiles de presentado el
informe.
Efectos de la resolución: (art. 37) Si bien todas las resoluciones son definitivas a los fines
del cómputo de las mayorías necesarias para votar el acuerdo (los “verificados” y los
“admisibles” podrán votar el acuerdo, mientras que los otros no, y esta situación no podrá
ser cambiada), algunas resoluciones pueden ser modificadas a través del incidente de
revisión…
Por el contrario, las demás resoluciones judiciales podrán ser revisadas por vía
incidental ante el mismo juez del concurso dentro de los 20 días hábiles siguientes a la
fecha de resolución, ya sea a pedido del concursado (para intentar oponerse a un
crédito admisible), o de un acreedor (como última esperanza de lograr convencer al
juez sobre la procedencia del crédito)
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Vencido ese plazo sin haber sido cuestionada, la resolución queda firme y ya no habrá
posibilidades de reclamar ni de accionar posteriormente, pues produce los efectos de
la cosa juzgada, salvo dolo. Sin embargo, quien haga el incidente habiendo sido
declarado inadmisible o no verificado, no podrá votar en el concurso, a diferencia de
los admisibles y verificados.
El informe general tiene como fin brindar esa información, obtenida tras una exhaustiva
labor de investigación, a los acreedores (en forma objetiva, técnica e imparcial) para que,
al momento de votar la propuesta del concursado, conozcan con exactitud su situación
económica y así darse cuenta si les conviene o no aprobar dicha propuesta. Según el art.
39, el informe general debe contener:
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En caso de sociedades, debe informar si los socios realizaron regularmente sus aportes,
y si existe responsabilidad patrimonial que se les pueda imputar por su actuación en
tal carácter
Deberá informar si el deudor es pasible del trámite legal previsto en el capítulo III, art.
8 de la ley 25.156 (Ley de defensa de la competencia)
Por lo tanto, además de comprobar los requisitos del art. 11, el síndico a través de este
informe tiene que brindar ciertos datos esenciales:
1) Establece la fecha exacta de inicio del estado de cesación de pagos, pues el concursado
al presentarse en concurso sólo manifestó una fecha aproximada desde su punto de vista.
Esto importante para determinar la extensión del período de sospecha (que se analizará en
la unidad XVII)
2) Debe establecer cuánto puede llegar a valer esa empresa en marcha, ya que en el caso
de que no se llegase a un acuerdo con el concursado, los acreedores deben saber cuál es
su valor para comprarla (salvataje) en caso de que ello fuera procedente.
Antes del informe general hecho por el síndico, dentro de los 10 días hábiles de dictada la
resolución sobre la procedencia o no de los créditos, el concursado debe presentar al
síndico y al juzgado una proposición fundada de agrupamiento o clasificación en
categorías (categorización) de los acreedores verificados y de los admitidos, según la
resolución judicial del art. 36.
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Esta clasificación se realiza para obtener más fácilmente las mayorías exigidas por ley y
para poder ofrecerle a cada categoría o subcategoría de acreedores una propuesta
diferente de acuerdo preventivo. Sin embargo, parte de la doctrina crítica ésta posibilidad,
pues provoca un duro golpe al principio de la igualdad de trato a los acreedores.
RESOLUCIÓN DE CATEGORIZACIÓN
(art. 42)
COMITÉ DE CONTROL (art. 42) A través de tal resolución, el juez también debe designar a
los nuevos acreedores integrantes del comité de control, que reemplazarán a los que
venían actuando conforme al art. 14 inc. 13, y que actuarán hasta la conformación del
comité definitivo de control del acuerdo preventivo (art. 45)
PERÍODO DE EXCLUSIVIDAD
(art. 43)
Dentro de este período, se conforma una etapa trascendental del concurso preventivo en
la que el concursado debe formular propuestas de acuerdo preventivo por categorías a
sus acreedores y obtener la conformidad de las mayorías, pese a que en la práctica, la
negociación comienza antes. Su plazo es de 90 días hábiles computados desde la
notificación de la resolución del art. 42, prorrogables en forma fundada sólo hasta 30 días
hábiles más (son hasta 120 días como máximo)
Las propuestas de acuerdo son las fórmulas que el concursado ofrece a sus acreedores
para poder solucionar las deudas, dentro de sus posibilidades. Como es obvio que no
puede pagar todas en su totalidad con su patrimonio, intentará dejar satisfechas a las
mayorías de acreedores exigidas por la ley de diversas formas, por lo que el contenido de
la propuesta puede variar y consistir en:
Quita (reducción de la deuda), espera (extensión del plazo para pagarla) o ambas
Las reglas que deben cumplirse al ofrecer la propuesta son las siguientes:
1. La propuesta de acuerdo debe ser lícita, es decir que su objeto no puede ser contrario
a derecho, al orden público, a la moral ni a las buenas costumbres.
2. El deudor puede efectuar una propuesta diferente para cada categoría o sub de
acreedores.
3. La propuesta destinada a una categoría o subcategoría debe ser igualitaria para todos
los acreedores que la componen (igualdad entre iguales). A su vez, a la misma
categoría o sub puede ofrecerle propuestas alternativas (menú de propuestas) para
que cada acreedor incluido dentro de la clase elija la que quiera, pero deben ser
similares las unas de las otras.
7. Los acreedores pueden tener privilegio (éstos se explican en la unidad XIX). Si tuvieran,
pueden renunciar a su privilegio (sea o no de índole laboral), pero cada uno de estos
privilegios tiene un régimen diferente:
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El privilegio a que hubiere renunciado el trabajador que hubiere votado
favorablemente el acuerdo, a diferencia del otro caso, renace en caso de quiebra
posterior con origen a la falta de existencia de acuerdo preventivo, o en caso de no
homologarse el acuerdo.
Para que dicho acuerdo preventivo dirigido a los quirografarios resulte aprobado por el
juez, primeramente se exige la concurrencia de un doble régimen de mayorías. Se exige
que dentro de cada categoría o sub debe reunirse conformidad de la mayoría absoluta de
los acreedores que la componen (mitad mas uno) y que, a su vez, esa mayoría absoluta de
acreedores que prestó conformidad represente las 2/3 partes del capital computable de
la categoría o sub en cuestión.
- La sumatoria de los créditos quirografarios verificados y admitidos (es decir que los
declarados inadmisibles no se computan)
Quedan excluidos del cómputo el cónyuge y los parientes del deudor, y sus cesionarios
dentro del año anterior a la presentación, para así evitar posibles fraudes. En el caso de
sociedades, no se computan los socios ni los administradores, acreedores de la sociedad
que sean cónyuges parientes o cesionarios de los socios o administradores. Por el
contrario, la prohibición no se aplica a los acreedores que sean accionistas de la sociedad.
88
Plazo para la aprobación de la propuesta: La aprobación de las propuestas debe ser
negociada por el concursado extrajudicialmente ante cada uno de los acreedores
involucrados.
Una vez obtenidas las conformidades de las mayorías exigidas por la ley para tener por
aprobadas las propuestas, el deudor tiene tiempo hasta la fecha de vencimiento del
período de exclusividad para presentar ante el juzgado concursal el texto de la propuesta
acompañado con las conformidades de los acreedores instrumentadas por escrito y con
firma certificada.
Presentado esto, el juez dictará una resolución dentro de los 3 días hábiles siguientes,
dando a conocer la existencia del acuerdo preventivo. Pero si el deudor no hubiere
presentado las conformidades una vez finalizado el período de exclusividad, se decretará la
quiebra indirecta (según dice el art. 46) o se procederá al salvataje, según el caso (según
dice el art. 48)
La audiencia informativa se celebra 5 días hábiles antes del vencimiento del período de
exclusividad ante el juez, el secretario, el deudor, el comité provisorio de control y los
acreedores que deseen concurrir. Su finalidad es que el deudor dé explicaciones sobre la
negociación en trámite y los asistentes podrán formularle preguntas acerca de las
propuestas (mas precisamente, su único efecto relevante es que constituye la última
oportunidad para modificar la propuesta de acuerdo)
Sin embargo, si las conformidades suficientes para lograr el acuerdo se hubieren obtenido
y esto fuere comunicado al juzgado antes de esos 5 días anteriores al vencimiento del
período de exclusividad, no se llevará a cabo la audiencia informativa, pues ya no habría
razón para realizarse.
Para los acreedores privilegiados con privilegio general se exigen las mismas mayorías que
para los quirografarios; y para los acreedores privilegiados con privilegio especial se
requiere unanimidad.
El concursado puede llegar o no a un acuerdo con sus acreedores. En este último supuesto,
se decretará la quiebra, por lo que perderá la administración de sus bienes y las riendas
del proceso concursal. Sin embargo, en algunos supuestos de fracaso del acuerdo
preventivo, antes de declararse la quiebra para la posterior liquidación de bienes, es
posible aun intentar una solución no liquidativa, como última oportunidad para salvar a la
empresa de la quiebra indirecta.
Sociedad cooperativa
Vencido el período de exclusividad sin que el deudor hubiera obtenido las conformidades,
dentro de los 2 días el juez abrirá un registro de oferentes en el expediente y se lo publica
por edictos, para que dentro del plazo de 5 días se inscriban todos aquellos que estén
interesados en comprar el capital social de la empresa. Según la reforma de la ley 26.684,
esos interesados pueden ser:
90
Si vencido ese plazo de 5 días se hubiera inscripto alguien, el proceso sigue para poderse
desarrollar el salvataje o cramdown y, si no hubiera, el juez declarará la quiebra.
Básicamente, el evaluador tiene que determinar en esta instancia cuál es el valor de los
activos y el de los pasivos de la concursada. De su diferencia resultará el valor neto de las
cuotas o acciones sociales, pudiendo resultar positivo o negativo. Para lograr esto, el
evaluador deberá considerar detenidamente las siguientes cuestiones:
a) En los activos, debe considerar el informe general del síndico y, por ende, la estimación
del valor de realización de los activos intangibles allí expuestos. También debe
considerar las altas, bajas y modificaciones sustanciales de los activos que se hubieren
producido con posterioridad al informe general del síndico (activos incorporados,
activos no subsistentes, etc.)
b) En los pasivos también debe considerar el informe general con los respectivos créditos
allí consignados, debiéndose discriminar el valor del pasivo quirografario. Pero además
debe tener en cuenta la incidencia de los pasivos posconcursales, o sea, las
obligaciones de causa o título posterior a la presentación de la deudora en concurso
preventivo.
Pero el evaluador no sólo se fijará en eso, sino que hará una proyección del presente hacia
el futuro en relación a la credibilidad de la empresa en el mercado (a diferencia del síndico,
que hizo una proyección del pasado hacia el presente)
En 2 casos distintos tenemos 2 empresas concursadas, y cada una de ellas tiene un valor
de $2.000.000. Sin embargo, una de las empresas es sucursal de Terrabusi, marca
reconocida mundialmente, y la otra es una sucursal de una marca desconocida que
además ha sido causante de casos de intoxicación.
Podemos decir que, aunque ambas empresas tengan el mismo valor patrimonial, Terrabusi
posee más credibilidad comercial y va a facilitar la posibilidad de crecimiento empresarial
si se invierte bien el dinero. En cambio, ¿qué posibilidad tendrá la otra empresa de
reinsertarse en el mercado aunque se invierta el mismo dinero que con Terrabusi? Muy
pocas. ¿Vale la pena invertir? Aparentemente no.
91
Como el espíritu de la ley es que se invierta en la empresa y se evite la quiebra, ésta le
brinda a los interesados, por medio del evaluador, diversas herramientas que le permitan
deducir cuánto tendrán que invertir para sacarla a flote, y así saber si realmente les
conviene comprar la empresa.
La valuación puede ser observada en el plazo de 5 días, por ejemplo, por haber dispuesto
un valor muy alto a la empresa. En base a dicha valuación y sus eventuales observaciones,
el juez fijará el 4% del activo en concepto de gastos del concurso, dictará una resolución
inapelable fijando el valor de las acciones o cuotas sociales de la concursada y dispondrá la
fecha, hora y lugar de realización de la audiencia informativa.
Dentro de los 20 días hábiles posteriores a dicha resolución judicial, quienes se hayan
inscripto en el registro y también el concursado (si desea hacerlo) deben negociar con los
acreedores de éste último, manteniendo o modificando la categorización hecha por él en
el período de exclusividad, para obtener las conformidades necesarias para la aprobación
del acuerdo preventivo.
4) AUDIENCIA INFORMATIVA
El primer oferente que obtenga y presente en el expediente, dentro del plazo legal, las
propuestas con las conformidades suficientes (instrumentadas por escrito con firma
certificada), adquirirá el derecho a que se le transfieran las acciones o cuotas sociales de la
concursada. Rigen iguales mayorías y requisitos de forma que los vigentes durante el
período de exclusividad.
Si quien ganó fue el concursado por lograr y demostrar él primero las mayorías suficientes
para considerar aprobada su propuesta de acuerdo preventivo, se le aplican las reglas
92
previstas para el acuerdo preventivo en el período de exclusividad (serán vistas en la
siguiente unidad)
Por otro lado, si quien ganó fue un tercero (acreedor o no, o la cooperativa de trabajo)
faltaría transitar la etapa en la cual se establece el destino que les espera a los socios del
concursado, a raíz del triunfo del tercero o la cooperativa en el proceso de salvataje. Ello se
verá a continuación.
Valor negativo: Si el patrimonio neto fuera negativo (más pasivo que activo), las cuotas o
acciones sociales nada valen. En consecuencia, el tercero que acordó con los acreedores
de la concursada nada debe pagar ni negociar con los socios de ella, pues se entiende que
adquiere el 100% de la titularidad de las cuotas o acciones sociales una vez homologado el
acuerdo.
Valor positivo: Si el patrimonio neto fuera positivo significa que las cuotas o acciones
sociales valen algo. En ese caso, hay que proceder a una nueva valuación tendiente a
reducir el valor de las cuotas o acciones fijado por el juez anteriormente, teniendo en
cuenta en qué proporción se redujo el pasivo quirografario como consecuencia del
acuerdo alcanzado por el tercero.
Es decir que el valor actual del pasivo quirografario en base al acuerdo preventivo debe
compararse con el valor de tal pasivo atribuido antes del acuerdo. De dicha comparación
surgirá la proporción que el primero representa del segundo, y en igual proporción se debe
reducir el valor de las cuotas o acciones de los socios, lo cual se establece por resolución
judicial irrecurrible.
Se impone así a aquellos socios que fallaron en la obtención de un acuerdo con los
acreedores de la sociedad, igual sacrificio que el que experimentan dichos acreedores
quirografarios, lo cual se obtiene reduciendo el valor de las cuotas o acciones en la misma
proporción en que se reduce el pasivo quirografario. A modo de ejemplo:
- Tenemos una sociedad concursada cuyo valor inicial de las cuotas o acciones fijado
por el juez en base a la primera valuación del evaluador es de $1.000.000.
- En base a las reducciones de las deudas logradas por el tercero gracias a los acuerdos
preventivos que pudo concretar, el valor presente del pasivo quirografario se
convirtió en $1.000.000
93
- Acto seguido, hay que comparar ambos pasivos, estableciéndose que proporción
representa $1.000.000 respecto de $2.000.000, cuyo resultado en este caso es de una
reducción del %50.
- Por último, como consecuencia de ese porcentaje, el juez debe reducir en un %50 el
valor de las cuotas o acciones de los socios mediante resolución judicial.
Hay que tener presente que, según el art. 48 bis, cuando el tercero que obtuvo el acuerdo
con los acreedores es la cooperativa de trabajo formada por los trabajadores de la
empresa, el valor inicial de la misma deberá reducirse, teniendo en cuanta el pasivo
contingente laboral (deudas con los trabajadores de la sociedad que integraron la
cooperativa) derivado de las eventuales indemnizaciones laborales que les
corresponderían, en base a la disolución del contrato de trabajo.
Como consecuencia, puede ocurrir que aquel valor de las cuotas o acciones que resultó
positivo para un tercero común que consiguió acuerdo con los acreedores, resulte en
cambio negativo si el acuerdo preventivo lo lograse una cooperativa de trabajo, debido a la
incidencia que el pasivo laboral pudiera tener en la determinación del patrimonio neto de
la sociedad concursada y, por ende, en el valor de las cuotas o acciones sociales (si el
patrimonio neto da negativo, no tendrán valor)
Se puede decir que, hoy en día, el grupo de trabajadores que pretende quedarse con la
empresa tiene una gran ventaja, pues tiene que pagar mucho menos, y además pueden
adquirir la empresa en virtud de su obra de trabajo, sin necesidad de invertir dinero de sus
bolsillos, lo cual disminuye drásticamente la posibilidad de que otros terceros inviertan.
Una vez esclarecido cuál es el valor definitivamente asignado por resolución judicial a las
cuotas o acciones representativas del capital social de la concursada, el tercero puede
optar por:
b) Convocar a los socios a una negociación que tendrá una duración de 20 días hábiles,
en la cual el tercero puede acordar con los socios su adquisición de participación
societaria por un valor inferior al fijado por el juez, que también debe ser depositado
dentro de los 10 días hábiles posteriores a la homologación judicial del acuerdo.
Para lograrlo, debe obtener la conformidad de socios que representen las 2/3 partes
del capital social de la concursada, sin importar su número o poder de voto. Pero si el
tercero no llega a un acuerdo o no manifestare expresamente (antes del vencimiento
de dicho plazo) su intención de pagarles la totalidad del valor fijado, el juez decretará
la quiebra.
94
7) QUIEBRA: Cuando en esta etapa ningún oferente lograra las conformidades necesarias
para el acuerdo, o éste no fuese homologado por el juez, se declarará la quiebra sin más
trámite.
Como ya se dijo, presentadas las conformidades de los acreedores, el juez dictará dentro
de los 3 días hábiles una resolución dando a conocer la existencia del acuerdo (aun no es
homologado). A partir de que esta resolución queda notificada, corre un plazo de 5 días
para impugnar el acuerdo.
Acreedores que hubieran iniciado incidente de revisión (por no haber sido admitido su
crédito)
Exageración fraudulenta del pasivo (Por ejemplo, cuando se aumenta el pasivo con
deudas inexistentes haciéndole creer al acreedor que si no acepta la propuesta sus
posibilidades de cobrar en la quiebra serán escasas. Es decir que se aumenta el pasivo
con deudas inexistentes para controlar las mayorías)
Ocultación o exageración fraudulenta del activo (ej: se exagera el activo con bienes
inexistentes para que los acreedores crean que podrán cobrar sus créditos y voten las
propuestas del acuerdo)
Inobservancia de formas esenciales para la celebración del acuerdo. Esta causal sólo
podrán invocarla aquellos acreedores que no hubieran dado su conformidad a las
propuestas presentadas por el deudor, los acreedores o terceros.
Además, según el art. 53, la resolución que homologue el acuerdo debe disponer las
medidas judiciales necesarias para su cumplimiento.
FACULTADES JUDICIALES
Sin embargo, esto fue modificado y el sistema actual asigna al juez la única tarea de
analizar formal y extrínsecamente el acuerdo, a fin de controlar que estén cumplidas las
formas sustanciales previstas legalmente. No obstante, la ley establece que en ningún caso
los jueces podrán homologar un acuerdo abusivo o en fraude a la ley.
Si el acuerdo preventivo tuviera una propuesta única aprobada por las mayorías de ley, el
juez debe homologarla. Ahora bien, si se tratare de un acuerdo en el que hubo
categorización de acreedores quirografarios y consiguiente pluralidad de propuestas a las
respectivas categorías, allí la cuestión puede complicarse.
La regla general es que deben obtenerse las mayorías de ley en todas y cada una de las
categorías ya que, de lo contrario, en principio se debe considerar fracasado el concurso
preventivo (en el período de exclusividad o en el de salvataje) y el juez debe declarar la
quiebra sin más trámite.
Sin embargo, la reforma de la ley 25.589 introdujo la figura del Cramdown Power, que
constituye una excepción a esta regla y consiste en la compensación de conformidades
entre clases disidentes y una o varias clases en las que se hubieran alcanzado las mayorías
de ley. En otras palabras, con el excedente de conformidad de una o varias categorías con
las que se logró aprobar el acuerdo, se puede “llenar” el déficit de las categorías disidentes
(cuya mayorías para la aprobación no se obtuvo)
De esta manera, aunque no se hubieran logrado las mayorías en todas las categorías, el
juez puede homologar el acuerdo e imponerlo a la totalidad de los acreedores
quirografarios en forma obligatoria, siempre que se cumplan la totalidad de los siguientes
requisitos para su procedencia:
96
1. Aprobación por al menos una de las categorías en que se hubiese clasificado a los
acreedores quirografarios, de acuerdo al régimen de mayorías del art. 45.
2. Conformidad por al menos las 3/4 partes del capital quirografario total, que resulta
de la suma de todos los pasivos con derecho a voto computables en las diversas
categorías.
4. Que el pago resultante del acuerdo homologado equivalga, para los acreedores
disidentes, a un dividendo no menor al que obtendrían en la quiebra mediante la
liquidación.
Por último resta decir que este instituto es propuesto por el abogado del deudor cuando le
falta poco para alcanzar las mayorías, pero es el juez quien lo otorga o no, pues es una
atribución especial. Sin embargo, en la práctica se han dado muy pocos casos de
Cramdown Power, ya que ningún juez se anima a darles procedencia y hay quienes dicen
que es inconstitucional.
Este artículo también trata sobre la verificación tardía, pero esto ya fue analizado con
anterioridad
Una vez homologado el acuerdo, el juez debe declarar por finalizado el concurso una vez
que lleve a cabo las siguientes cuestiones:
Deben constituirse las garantías necesarias para asegurar el cumplimiento del acuerdo
Debe renovarse la inhibición general de bienes del concursado, por el plazo prometido
de cumplimiento de acuerdo, salvo que en éste los acreedores hubiesen prestado
conformidad expresa para el levantamiento de dicha cautela.
Hecho esto, los efectos de la declaración de la conclusión del concurso, aun antes de
haberse cumplido el acuerdo, son las siguientes:
2) Se mantiene la inhibición general de bienes del concursado, pero se permite que éste
realice actos que excedan los límites impuestos por la misma, siempre que lo peticionase
ante el juez del concurso y con intervención del comité de controladores del acuerdo.
Dentro del año inmediato siguiente a la fecha de dicha resolución, rige un período de
inhibición, dentro del cual no puede peticionarse otro concurso preventivo, ni convertirse
en tal a la eventual declaración de quiebra del ex concursado.
El acuerdo homologado puede ser declarado nulo. Sólo pueden plantear la nulidad los
acreedores comprendidos en el acuerdo, dentro de los 6 meses desde tal homologación.
La sentencia que decrete la nulidad debe contener además la declaración de quiebra del
deudor (art. 61)
Sólo causales dolosas pueden hacer procedente la nulidad, no así los errores, negligencias
u otros motivos sin entidad dolosa. Por lo tanto, para poder invocarla, ésta debe fundarse
pura y exclusivamente en alguna de estas causales:
Del comité definitivo de acreedores que actúa como controlador del acuerdo.
Del propio deudor, por petición expresa de él, o cuando (sin necesidad de petición)
simplemente manifestare en el juicio que no podrá cumplir el acuerdo.
El art. 65 establece que cuando 2 o más personas (físicas o jurídicas) integran en forma
permanente un conjunto económico, pueden solicitar en conjunto su concurso preventivo.
Sin embargo, el artículo nunca brinda una definición de lo que es el agrupamiento o
conjunto económico al que se refiere, pues sólo resalta la “permanencia” de tal situación.
Sin embargo, podemos decir que el grupo o conjunto económico se configura cuando 2 o
más personas físicas o jurídicas se encuentran sometidas a una dirección unificada,
estando vinculadas entre sí, respondiendo a los mismos titulares y a un interés grupal.
99
Para poder presentarse en concurso preventivo conjunto, es necesario acreditar los
siguientes caracteres:
Para la apertura del concurso grupal bastará con que 1 de los integrantes del
agrupamiento se encuentre en estado de cesación de pagos, con la condición de que dicho
estado tenga suficiente potencial como para poder afectar a los demás integrantes del
grupo económico. Se consagra así, otra de las excepciones a la regla de que no hay
concurso sin acreditación de cesación de pagos.
3. Procesos separados: Existirá un proceso autónomo por cada persona física o jurídica
concursada. En la práctica implica la formación de expedientes individuales, uno para cada
concursado conjuntamente presentado.
4. Informe general único: Este informe comprende a todos los miembros del
concursamiento conjunto, por lo que se agregará una copia de éste en cada expediente
llevado individualmente, consensuándose una sola fecha de cesación de pagos para todos.
100
ser observadas e impugnadas por los solicitantes de verificación de cualquiera de los
concursos agrupados.
Esto quiere decir que estas propuestas tienen la ventaja de permitir la compensación
del déficit de conformidades en ciertas categorías con los excedentes de
conformidades logradas en otras, y también tienen la ventaja de calcularse los
porcentajes respectivos sólo sobre capital y no sobre personas.
Sin embargo, la desventaja es que si optan por este sistema, tanto la falta de obtención
de mayorías como la declaración de quiebra de aunque sea uno de los concursados por
incumplimiento del acuerdo preventivo, implica la declaración de quiebra de todos los
concursados conjuntamente presentados
GARANTES
(art. 68)
En este artículo no se trata el supuesto de un conjunto económico en sí, tal como los
anteriores artículos, sino que trata la situación de los sujetos (garantes) que garantizan
obligaciones asumidas por un concursado, independiente de que compongan o no un
grupo. Se establece que dichos garantes pueden solicitar su concurso preventivo para que
tramite junto con el de su garantizado.
Así, la petición debe ser formulada por el garante dentro de los 30 días hábiles contados a
partir de la última publicación de edictos, por ante el mismo juzgado concursal.
101
Si hubiera conformidad del garantizado para la concursabilidad conjunta con el garante, la
ventaja estaría en la posibilidad de abrir el concurso preventivo a tal garante, aun sin estar
en cesación de pagos, pues no tiene la carga de acreditar absolutamente nada, más que su
condición de garante (se contempla así otra excepción a la regla de que no hay concurso
sin acreditación de cesación de pagos)
Puede suceder que no existiese conformidad del concursado garantizado, por lo que en
ambos casos el juez deberá resolver atendiendo a la razonabilidad o irrazonabilidad de las
respectivas posiciones, ya que nada indica que este concursamiento conjunto fuera
forzoso u obligatorio.
CONCEPTO
Recién con la ley 22.917 (en 1983) se introdujo una modificación innovadora a la ley
concursal vigente (ley 19.551), que fue la regulación de los llamados acuerdos
preconcursales, con un régimen bastante dificultoso que no tuvo demasiada aplicación
práctica. Allí se les introdujo mayor protección a la que tendría cualquier otro contrato
frente a las acciones concursales de ineficacia, en caso de quiebra posterior del deudor.
Finalmente, en 1995, la actual ley concursal 24.522 introdujo la figura del acuerdo
preventivo extrajudicial, modificado esencialmente luego por la ley 25.589 en el año 2002.
Las 2 diferencias sustanciales entre los APE con los acuerdos preconcursales son:
Los acuerdos preconcursales sólo obligaban a las partes que lo firmaron, pues son de
naturaleza contractual, y no concursal. Mientras que los APE, una vez homologados,
son obligatorios no sólo para quienes son partes por haber prestado conformidad, sino
que también obliga a las minorías de disidentes de la categoría/s cuyas mayorías lo
aprobaron.
Los APE homologados surten todos los efectos propios de un acuerdo preventivo
obtenido en un concurso preventivo, a diferencia de los antiguos acuerdos
preconcursales.
Es decir que el APE provoca un resultado similar al que se persigue a través del concurso
preventivo tradicional, sólo que ahora, cumpliendo los pasos y exigencias del art. 69 y
102
subsiguientes, es posible lograrlo de manera abreviada, es decir con menos trámites y en
menor tiempo. Podríamos decir que se trata de un concurso preventivo abreviado.
Según el art. 71, las partes pueden elegir el contenido que consideren conveniente,
teniendo plena libertad para ello. Tal contenido es obligatorio para ellas aun cuando no
obtenga homologación judicial, salvo disposición expresa en contrario.
El art. 74 establece que la presentación del acuerdo para su homologación debe publicarse
mediante edictos por 5 días en el Boletín Oficial, en un diario de gran circulación del lugar
y en todas las jurisdicciones donde el deudor tuviere establecimientos.
Asimismo, el último párrafo del art. 72 establece que una vez ordenada la publicación de
edictos, quedan suspendidas todas las acciones de contenido patrimonial contra el
deudor, excepto los procesos excluidos del fuero de atracción (según el art. 21). Es decir,
los juicios laborales, juicios de expropiación, etc., pues en estos casos los acreedores
conservarán sus acciones individuales.
Como ya se ha dicho, hay que dejar en claro que el acuerdo preconcursal simple o no
homologado puede celebrarse con cualquier número de acreedores.
OPOSICIÓN
(art. 75)
De ser necesario, se abrirá a prueba por 10 días y el juez deberá resolver dentro de los 10
días de terminado el período probatorio. Por el contrario, si estuvieren cumplidos los
requisitos legales y no mediaran oposiciones, el juez homologará el acuerdo.
EFECTOS DE LA HOMOLOGACIÓN
(art. 76)
La ley 25.589 modificó los efectos del APE homologado, al establecer (como ya se dijo
antes) que el mismo se opone a todos los acreedores, aunque no hayan prestado su
104
conformidad. La reforma busca darle más fuerza y estabilidad al APE homologado,
otorgándole las mismas consecuencias que el acuerdo preventivo judicial homologado.
CASOS Y SUPUESTOS
(Clases de quiebra, según el art. 77)
1) QUIEBRA INDIRECTA
La quiebra indirecta es aquella declarada por el juez por haber fracasado el concurso
preventivo o el salvataje. En otras palabras, nace como concurso preventivo pero éste,
posteriormente, no llego a buen término por la producción alguno de los siguientes
supuestos:
2) QUIEBRA DIRECTA
Es aquella que nace como quiebra, y no como el fracaso del concurso preventivo. La ley
establece que no es necesaria la pluralidad de acreedores para su declaración, es decir que
se puede pedir aunque haya sólo un acreedor. La quiebra directa puede ser solicitada:
105
Por el acreedor: Según el art. 80, cualquier acreedor cuyo crédito sea exigible puede
pedir la quiebra del deudor, cualquiera sea su naturaleza y privilegio, excepto su
cónyuge, los ascendientes o descendientes, debido al principio de unidad familiar (art.
81)
Por el deudor: La solicitud del deudor de su propia quiebra prevalece sobre el pedido
de los acreedores, mientras no haya sido declarada a raíz de dichas solicitudes. Ello
quiere decir que la petición del deudor determina que la quiebra debe declararse
independientemente del estado en que pudieran encontrarse los procedimientos
iniciados por los acreedores (art. 82)
TRÁMITE
Algún hecho revelador del estado de cesación de pagos del deudor, según el art.
79.
Si se trata de un acreedor con privilegio especial debe probar además que el bien
sobre el que recae su privilegio no alcanza para cubrir su crédito, pues de lo
contrario obviamente no procedería la petición.
Acreditado esto, el juez dará traslado al deudor por el término de 5 días para que invoque
y pruebe lo que estime conveniente para que el pedido sea rechazado (art. 84). El
acreedor sólo puede desistir de su solicitud mientras el juez no haya dado traslado al
deudor. Si desiste, los pagos hechos por el deudor al acreedor peticionante de la quiebra,
deberán ser reintegrados.
2) Contestar y negar la existencia del crédito que se le imputa. No obstante, va a tener que
acreditar de todas maneras que el estado de cesación de pagos que el acreedor alega es
falso. Para ello, deberá depositar el dinero que se le reclama en el expediente, pero sólo
con fines demostrativos de inexistencia de la cesación de pagos, por lo que no va a quedar
a disposición del juzgado como en el anterior caso.
106
La ley establece que no existe juicio de antequiebra, lo cual significa que no puede haber
una etapa probatoria muy extensa para debatir si debe declararse la quiebra o no. Por eso,
luego de oídas ambas partes resolverá admitiendo o rechazando el pedido de quiebra.
- Peligro de que el transcurso del tiempo pueda frustrar derechos del acreedor
- Contracautela, como garantía para responder por los daños que derivasen de una traba
indebida
Al solicitar su quiebra, el deudor debe cumplir con los mismos requisitos formales exigidos
para la apertura del concurso preventivo (art. 11) aunque su omisión no impide la
declaración de la quiebra. Además, debe poner todos sus bienes a disposición del juzgado
en forma apta para que los funcionarios del concurso puedan tomar inmediata y segura
posesión de los mismos.
Como se nota, cuando el propio deudor pide su quiebra el trámite es mucho más
simplificado que por petición de acreedores, pues la misma presentación del deudor
implica confesión judicial del estado de cesación de pagos, por lo que no deberá probar
ese presupuesto objetivo.
SENTENCIA: CONTENIDO
(art. 88)
Una vez cumplidos los requisitos respectivos, en ambos casos, el juez podrá rechazar el
pedido o dictará la respectiva sentencia de declaración de quiebra, la cual debe contener:
4) Intimación al deudor para que cumpla los requisitos exigidos para pedir su quiebra (si
aun no lo hizo) y para que entregue al síndico los libros de comercio
107
5) La prohibición de hacer pagos al fallido, los cuales a partir de ese momento serán
ineficaces
9) Orden de vender los bienes del deudor y la designación de quien efectuará las
enajenaciones
10) Designación de un funcionario que dentro del término de 30 días realizará el inventario
de los bienes del fallido
11) La designación de audiencia para el sorteo del síndico (si es quiebra indirecta se elige
otro síndico)
CONVERSIÓN
(art. 90)
108
Consiste en la transformación del proceso liquidativo (quiebra) en preventivo (concurso
preventivo) a pedido del deudor. La pueden pedir solo los deudores sometidos a quiebra
directa (nunca a quiebra indirecta, pues sería ilógico volver someterse a concurso
preventivo), y los socios ilimitadamente responsables a los que se les decreto la quiebra
societaria por extensión, según el art. 160.
Debe ser un sujeto concursable, según el art. 5, es decir que tenga permitido
solicitar su concurso preventivo.
Debe cumplir con los requisitos formales para pedir el concurso preventivo del art.
11.
o Los fallidos declarados tales por extensión en los supuestos del art. 161, y no del
160.
o Las personas que no pueden ser sujetos del concurso preventivo (ej: entidades
financieras)
Según el art. 93, una vez cumplidos los requisitos del art. 11 en el plazo fijado por el juez,
la admisión el pedido de conversión se hace por sentencia, la cual abre el concurso
preventivo y deja sin efecto la quiebra. Sólo se rechazará la conversión por no haberse
cumplido con el art. 11.
Conversión por el deudor que pide su propia quiebra: Según el plenario “Pujol, Juan C. s/
propia quiebra”, el fallido que solicitó su propia quiebra puede acceder a la conversión de
ésta en concurso preventivo.
109
RECURSO DE REPOSICIÓN
(art. 94)
El deudor debe interponer el recurso dentro de los 5 días a partir de que tomó
conocimiento del decreto de quiebra o, en su defecto, dentro de los 5 días posteriores
a la última publicación de edictos en el Boletín Oficial.
Según dispone el art. 95, el recurso debe estar fundado en la falta de requisitos
sustanciales para decretar la quiebra, ya sea porque el deudor no es un sujeto
concursable o que no está en cesación de pagos. Además, debe ofrecerse
simultáneamente toda la prueba y agregarse la documental correspondiente.
Luego de valorar las pruebas, el juez debe dictar una resolución admitiendo o rechazando
el recurso, la cual podrá ser apelada tanto por el deudor como por el acreedor.
Por su parte, la revocación de la sentencia de quiebra hace cesar los efectos del
concurso, como si nunca hubiera existido. Pero dado que la interposición del recurso
no tiene efectos suspensivos plenos durante el lapso transcurrido entre la sentencia y
su revocación, aquella ha producido efectos que podrán borrarse, pero otros no (art.
98)
Además, según el art. 99, una vez revocada la sentencia de quiebra, quien la peticionó
con dolo o culpa grave es responsable por los daños y perjuicios causados.
RECURSO DE INCOMPETENCIA
Dentro de los 5 días a partir de que tomó conocimiento del decreto de quiebra, el deudor
o cualquier acreedor, excepto el que pidió la quiebra, pueden solicitar que se declare la
110
incompetencia del juzgado para entender en la causa, lo cual se sustanciará por vía
incidental.
Desde el artículo 102 hasta el 159 se mencionan todos y cada uno de los efectos de la
quiebra, por lo tanto, a continuación se verán uno por uno, alterándose el orden si fuere
necesario para mayor entendimiento.
1) Deber de cooperación: (art. 102) Cada vez que el juez o el síndico lo requieran, el fallido
debe dar explicaciones sobre los créditos y su situación patrimonial. Si se negare a
concurrir, el juez puede hacerlo comparecer por la fuerza pública.
La prohibición dura hasta la presentación del Informe General del síndico, plazo que puede
ser prorrogado por 6 meses más, mediante resolución fundada. La finalidad de la misma es
asegurar la presencia del fallido y sus administradores (si fuera una sociedad) a fin de
hacer posible el deber de cooperación mencionado.
3) Inhabilitación del fallido: (art. 238) Éste queda imposibilitado para ejercer el comercio,
integrar sociedades y para ser administrador, gerente, síndico o fundador de sociedades,
asociaciones o fundaciones.
Si se trata de una persona física, estará inhabilitada durante 1 año a partir del decreto de
quiebra, y pasado el año queda rehabilitada de pleno derecho. Por otro lado, si se trata de
una persona jurídica, la inhabilitación será definitiva.
6) Muerte o incapacidad del fallido: (art. 105) Ni la muerte ni la incapacidad del fallido
afectan el trámite o a los efectos del concurso. En caso de muerte, la quiebra prosigue sólo
con relación al patrimonio del causante (sólo cesan los efectos personales) y el quebrado
es sustituido por sus herederos (deben unificar personería); y en caso de incapacidad, es
sustituido por su representante.
Éste efecto se extiende a todos los bienes actuales presentes en el patrimonio del fallido a
la fecha de la sentencia de quiebra, más todos los bienes futuros que ingresaren a dicho
patrimonio por cualquier título de adquisición (oneroso, gratuito, etc.), antes de la
rehabilitación. No obstante, el desapoderamiento no se extiende a todos los bienes
excluidos según el art. 108, que son:
El usufructo de los bienes de los hijos menores del quebrado, pero los frutos que le
correspondan caen en desapoderamiento una vez atendidas las cargas
3) Herencias: (art. 111) Como ya se dijo, todos los bienes que pudiesen ingresar al
patrimonio del fallido (antes de su rehabilitación) están sujetos a desapoderamiento, en
miras a su liquidación para satisfacer el pasivo falencial (el pasivo de la quiebra).
El quebrado puede aceptar o repudiar una herencia o legado. Si los aceptare, primero se
pagarán las deudas que tenía el difunto, y el remanente ingresará al patrimonio del fallido
para satisfacer a sus acreedores. Por su parte, éste sólo podrá repudiar una herencia o
legado en lo que exceda al interés de los acreedores (si la repudiación perjudica ese
interés, no tendrá efectos les será inoponible)
4) Donaciones: (art. 113) Obviamente, los bienes donados al quebrado con posterioridad a
la sentencia de quiebra y hasta su rehabilitación, ingresan al concurso y quedan sometidos
al desapoderamiento. Frente a una donación con cargo incluido, se pueden dar 2
supuestos:
El síndico puede rechazar las donaciones con cargo, previa autorización judicial, en
base a la conveniencia económica de su cumplimiento. En ese caso, el fallido puede
aceptarla para sí mismo, pero el cumplimiento del cargo corre por cuenta del
quebrado.
Si la donación con cargo es aceptada por el síndico, debe cumplirlo por cuenta del
concurso, previa autorización judicial.
Según dispone el art. 112, cualquier cláusula incluida en una donación o en un legado, por
la cual el donante o causante establezca la condición de que los bienes donados o legados
al fallido no quedan comprendidos en el desapoderamiento, es ineficaz de pleno derecho
respecto de los acreedores, por lo que les será inoponible.
Según el art. 116, la quiebra no sólo produce efectos hacia el futuro, sino también hacia el
pasado. Así, el efecto retroactivo de la quiebra permite que el juez revise los actos
realizados por el fallido antes del decreto de quiebra (durante el Período de Sospecha) y
declare la ineficacia de aquellos actos que con, o sin intención de hacerlo, perjudicaron a
los acreedores.
113
El período de sospecha se cuenta hacia atrás: es el lapso que transcurrió desde la fecha
que se fijó judicialmente como inicio del estado de cesación de pagos a la fecha de la
sentencia de quiebra (o en caso de quiebra indirecta, desde la presentación en el concurso
preventivo fracasado). Pero si ese período fuera muy largo atentaría contra la seguridad
jurídica, por eso la ley establece un límite temporal máximo de 2 años contados desde la
sentencia de quiebra o presentación en concurso.
Como ya se vio en el art. 39, la función de determinar la época exacta en que se produjo la
cesación de pagos le corresponde al síndico a través del Informe General, quien además
precisará los hechos y circunstancias que fundamentan su dictamen (recomiendo al
alumno que lo vuelva a ver)
Puesto que las quiebras directas empiezan de 0, se abrirá un período informativo al igual
que en el concurso preventivo, en el que finalmente el síndico confeccionará también un
informe general que deberá ser presentado (como ya se dijo) en la fecha que fije el juez en
la sentencia del art. 88. Como ya se dijo también, en los casos de quiebras indirectas por
nulidad o incumplimiento de acuerdo preventivo, también el juez fijará fecha para la
presentación del informe general.
Una vez presentado el informe general en estos supuestos, los interesados pueden
observar la fecha inicial del estado de cesación de pagos propuesta por el síndico dentro
de los 30 días hábiles computados desde dicha presentación.
Pero en las demás quiebras indirectas, el informe general ya fue presentado en el concurso
preventivo y tuvo posibilidad de ser observado por los interesados por el plazo de 10 días
hábiles (art. 39 y 40). Puede ocurrir en esos casos que ya existieren observaciones a tal
fecha inicial del estado de insolvencia, pero durante el concurso preventivo esas
observaciones no se sustancian ni se dicta resolución judicial sobre ellas, dado que sólo en
la quiebra tiene relevancia la fecha inicial de la cesación de pagos, pues el período de
sospecha no se aplica en el concurso preventivo.
Es por eso que al fracasar el concurso preventivo, y abierta la quiebra indirecta, recién allí
aquellas observaciones cobran importancia se agregan a las formuladas al informe general
de la quiebra y todas se sustancia dándose traslado al síndico.
INEFICACIA CONCURSAL
El acto declarado ineficaz, será inoponible a los acreedores, pero tendrá plena validez
entre las partes y frente a terceros (a diferencia con la nulidad), porque el objeto de la
ineficacia sólo es la protección del interés de los acreedores. Los supuestos de ineficacia
concursal son 3:
114
Actos a título gratuito (ej: donación, porque implica una disminución del activo)
No sólo los actos mencionados en el art. 118 pueden ser declarados ineficaces, sino que
los actos onerosos realizados por el fallido también pueden ser declarados ineficaces
mediante la llamada acción revocatoria concursal cuando:
Se pruebe que el acto perjudicó a los acreedores, pues sin perjuicio no hay acción. Sin
embargo, el perjuicio se presume y es el tercero quien debe probar su inexistencia.
Se pruebe que quien celebró el acto con el quebrado conocía su estado de cesación de
pagos. Esto se probará, ordinariamente, mediante presunciones o indicios graves, y
precisos.
Esta acción también puede ser ejercida por cualquier acreedor, pero sólo cuando el síndico
no la hubiera ejercido luego de haber transcurrido 30 días de haber sido intimado
judicialmente por aquel para que la inicie.
Si el acto perjudicial a los acreedores fue realizado antes del período de sospecha, podrá
interponerse esta acción revocatoria ordinaria (o acción pauliana del derecho común) pero
(a diferencia de las acciones revocatorias concursales) aquí será necesario probar:
Que el crédito del acreedor que intenta la acción es anterior al acto cuestionado
Que el acto fue realizado con intención fraudulenta, en caso de ser oneroso, a
diferencia de lo que ocurre con la acción revocatoria concursal (en la que no debe
probarse el fraude)
La última parte del art. 120 reconoce al acreedor que obtiene el reintegro de un bien para
el activo concursal por medio de la acción revocatoria concursal o la pauliana, el derecho
115
al resarcimiento de sus gastos y a una preferencia especial sobre los bienes recuperados,
que determina el juez entre la tercera y la décima parte del producido de éstos. No
obstante, el monto resuelto por el juez no puede superar nunca el monto correspondiente
a su crédito.
1) Principio de universalidad: (art. 125 y 126) Declarada la quiebra, todos los acreedores
quedan sometidos a la ley de concursos y quiebras. No podrán actuar en forma individual,
por lo que deben presentarse indefectiblemente a solicitar la verificación de sus créditos y
privilegios.
Por lo tanto, las deudas no dinerarias (ej: obligaciones de hacer) deben ser convertidas por
el acreedor (al momento de verificar su crédito) a su valor en moneda de curso legal al día
de la declaración de la quiebra o fecha de vencimiento de la deuda, si fuere anterior a
aquella (pues si fuese posterior no hay opción posible y la conversión se haría a la fecha de
la sentencia de quiebra)
4) Suspensión de intereses: (art 129) Al igual que lo que ocurre en el concurso preventivo,
las deudas del fallido congelan su importe a la fecha de la sentencia de quiebra, a partir de
la cual dejan de producir intereses. Quedan exceptuados de la regla general los intereses
compensatorios devengados con posterioridad que correspondan a créditos con garantías
reales o a créditos laborales.
5) Compensación: (art. 130) Consiste en la extinción de una obligación a causa de que dos
personas son acreedores y deudores recíprocos. La compensación entre un acreedor y el
quebrado sólo se produce si operó antes de la declaración de quiebra.
7) Fuero de atracción: (art. 132) La declaración de quiebra atrae al juzgado todos los
juicios de contenido patrimonial iniciados contra el fallido. Quedan excluidos del fuero de
atracción los mismos procesos que quedan excluidos en el concurso preventivo, excepto
las ejecuciones de garantías reales.
El tercero haya remitido un bien al fallido por título destinado a transferir el dominio,
pues puede también readquirir su posesión cuando concurran las siguientes
circunstancias…
1) Contratos en curso de ejecución: (art. 143 y 144) Son los que al tiempo de la sentencia
de quiebra no se encuentran íntegramente cumplidos. A ellos se les aplican estas normas…
- El síndico, por su parte, debe hacer saber la existencia de los contratos en tales
condiciones de los que hubiese tomado conocimiento y, a la vez, expresar opinión
técnicamente fundada acerca de la conveniencia de continuación o resolverlos.
Todo ello será plasmado en el informe del art. 190 acerca de la continuación de la
explotación de la empresa del fallido (que luego se verá en la siguiente unidad)
Los normativos, los cuales no tienen una función autónoma, sino que regulan
eventuales relaciones jurídicas futuras a las que sirven de marco (como la cuenta
corriente mercantil, la cuenta corriente bancaria, etc.)
3) Promesas de contratos: (art. 146) Las promesas de contratos no se pueden hacer valer
en la quiebra, salvo cuando pueda ser cumplido por el concurso, en cuyo caso el síndico y
el tercero peticionarán tal continuación, y el juez podrá autorizarla. Para ello, el síndico y el
tercero harán un nuevo acuerdo dentro de los 30 días de la publicación de edictos, para
continuar el anterior pacto.
3) Sociedades: (149, 150 y 151) Si algún socio ejerció el derecho de receso (es decir que se
fue de la sociedad, cobrando la participación que tenía en ella) mientras la sociedad
estaba en cesación de pagos, deberá reintegrar al concurso lo percibido.
Además, los acreedores pueden exigir a los socios la integración de los aportes debidos a la
sociedad concursada, sólo hasta la concurrencia del interés de los acreedores y de los
gastos del concurso, para que se los incluya en el activo liquidable y distribuible entre sus
acreedores. Esta regla no se aplica cuando se trate de socios ilimitadamente responsables,
pues ellos estarían en quiebra por extensión y comparten el destino de la sociedad
concursada indefectiblemente.
El reclamo puede efectuarse por vía incidental ante el juez concursal, quien puede
decretar de inmediato las medidas cautelares necesarias para asegurar el cobro de los
aportes, cuando no se trate de socios ilimitadamente responsables.
Finalmente, el art. 151 dispone que la declaración de quiebra del socio gestor produce la
disolución de la sociedad accidental o en participación, y no su quiebra, pues este tipo de
sociedades no son sujetos de derecho.
4) Contratos a término: (art. 153) Esto constituye una excepción al art. 144, pues si al
declararse la quiebra existiera un contrato a término no vencido (ej: un contrato de
distribución a término) no se aplican las reglas de los contratos con prestaciones
recíprocas pendientes de dicho artículo, sino que habrá 3 alternativas:
Si existe un saldo a favor del no fallido, éste podrá presentarse a verificar sin
necesidad de esperar hasta la fecha de vencimiento del contrato para hacerlo.
119
Si el saldo es a favor del fallido, el no fallido debe pagar al vencimiento del
contrato.
5) Seguros: (art. 154) La quiebra del asegurado no resuelve el contrato de seguro de daños
patrimoniales (aunque el fallido deje de pagar la prima), siendo nulo todo pacto en
contrario. El asegurador se convertirá en acreedor del concurso por la prima impaga.
7) Alimentos: (art. 156) Es decir que el acreedor de obligación alimentaria a cargo del
quebrado, sólo puede verificar y cobrar en la quiebra los importes adeudados
correspondientes a períodos anteriores a la declaración de falencia. Los que se devengaren
después son créditos posteriores, cuyo pago puede hacer el quebrado con fondos que
obtuviere del desempeño del empleo, profesión u oficio.
8) Locación de inmuebles: (art. 157) Los efectos dependen del destino que le dé al bien…
Por otro lado, si la renta fuera gratuita, el contrato también se resuelve, pero el
beneficiario sólo tendrá derecho a verificar su crédito para el cobro de las prestaciones
120
adeudadas a la fecha de la sentencia de quiebra exclusivamente, y no tendrá derecho a
reclamar nada más.
EXTENSIÓN DE LA QUIEBRA
Esta es la última excepción al principio general concursal de que no hay quiebra sin
acreditación de cesación de pagos, junto con las demás ya vistas (concurso declarado en el
extranjero del art. 4; concurso en agrupamiento del arts. 65; quiebra del garante del art.
68; A.P.E del art. 69)
Sin embargo el control societario está permitido y regulado por la Ley de Sociedades
19.950. Es por eso que para que la quiebra se extienda, el control que ejercen sobre la
controlada debe ser notoriamente abusivo (ej: venta de bienes de la controlada a la
controlante a precio irrisorio)
En principio, desde la fecha en que se presentó el Informe General del Síndico (art. 88
in fine)
Tendrá competencia para decidir la extensión el juez que haya intervenido en la quiebra
principal. Y una vez declarada la extensión, conocerá en todas las quiebras el juez que sea
competente en la quiebra con activo más importante (art. 164)
Y si la extensión de quiebra fue decidida por cualquier otra causal, y después se descubre
la existencia de confusión patrimonial entre los sujetos de las quiebras vinculadas, el
síndico puede pedir la formación de masa única al presentar el Informe General (art. 39)
en cualquiera de las quiebras extendidas.
En todos los demás supuestos del art. 161, la regla general es que se consideran
separadamente los bienes y deudas de cada fallido para cada una de las quiebras, como si
no hubiera extensión y fuesen concursos autónomos, hasta la distribución del activo
liquidado en todas. De esta manera, cada acreedor cobrará en la quiebra de su deudor.
Si una vez hecha la liquidación queda remanente activo en la quiebra principal y saldo
pasivo en las demás quiebras por extensión, dichos acreedores insatisfechos de
aquellas no pueden satisfacerse con tal remanente.
122
Si en cambio, quedara remanente activo en alguna o algunas quebradas por extensión,
y saldo pasivo en la quebrada principal, con cada masa separada se formará un fondo
común destinado a satisfacer los créditos insatisfechos como si éstos fuesen todos
quirografarios (sin privilegio alguno)
Por otro lado, en los supuestos del art. 160 la regla general también es la separación de
masas, pero con algunas particularidades. En este caso habrá una masa integrada por el
activo y pasivo de la sociedad, y el resto serán tantas masas como socios ilimitadamente
responsables fueran declarados quebrados por extensión. En estas últimas concurrirán
sobre el activo personal de cada socio sus acreedores particulares más los acreedores de la
sociedad.
Los acreedores sociales concurren a TODAS las masas (tanto de la sociedad como de los
socios) por la TOTALIDAD de su crédito, y se les aplica las reglas de los arts. 135 y 136, por
lo tanto:
1) La regla prescribe que cada acreedor puede concurrir a cada concurso por el monto
total de su crédito. Si el total que percibió el acreedor no excede el importe total de su
crédito, no hay derecho de repetición entre los concursos de los coobligados solidarios.
Pero hay que destacar que, en estos casos del art. 160, nunca se forma fondo común con
los remanentes (como ocurría en los supuestos del art. 161), pues si sobrase activo en la
quiebra de algún socio ilimitadamente responsable, deberá ser devuelto.
Ya habíamos dejado en claro que la sentencia de quiebra produce, como su efecto jurídico
típico, la imposibilidad para el fallido de administrar y disponer de sus bienes
(desapoderamiento)
123
hacerse inmediatamente de dictada la sentencia de quiebra. Podemos decir entonces
que la incautación es una consecuencia o materialización del desapoderamiento.
Si aun no se hubiera elegido síndico, el juez puede nombrar un funcionario incautador que
deberá llevar a cabo la incautación de la manera más conveniente, de acuerdo con la
naturaleza de los bienes, pudiendo consistir aquella en:
El síndico toma posesión de los bienes bajo inventario y debe realizar las medidas
necesarias para su conservación y administración. En general, la realización de actos
conservatorios y de actos de administración hechos por cuestiones de urgencia no
requiere previa autorización judicial, mientras que el resto sí. A tales efectos
conservatorios y administrativos, el síndico debe:
Procurar el cobro de los créditos adeudados al fallido e iniciar los juicios necesarios
para su percepción mediante patrocinio, actuando en defensa de los intereses del
concurso requiriendo todas las medidas conservatorias judiciales (art. 182)
Pedir la venta inmediata de los bienes perecederos, y también de los que estén
expuestos a una gran disminución del precio y de los que resulte muy cara su
conservación (art. 182)
Puede convenir locación o cualquier otro contrato sobre bienes, con el fin de obtener
frutos, previa autorización del juez (art. 186)
Todas las sumas de dinero que se perciban en virtud de las medidas del síndico deben ser
depositadas a la orden del juez en el banco de depósitos judiciales dentro de los 3 días
(art. 183)
124
CONTINUACIÓN INMEDIATA DE LA EXPLOTACIÓN EMPRESARIAL
(art. 189)
Sin embargo, y como excepción a la regla, el síndico puede continuar de inmediato con la
explotación de la empresa (o la de alguno de sus establecimientos) y sin autorización
previa del juez cuando en un caso estuviera presente alguna de las siguientes
circunstancias:
En estos casos, dentro de las 24 horas, debe comunicarle la situación al juez, quien podrá
tomar las medidas que estime pertinentes, incluso la cesación de la explotación.
El artículo 189 continúa hablando sobre las empresas de servicios públicos diciendo que,
para este tipo de empresas, la continuación inmediata deja de ser excepcional y se
convierte en regla, ya que la interrupción abrupta causaría un daño grave a la comunidad.
Sólo por excepción podrá no disponerse la continuación inmediata, cuando la prestación
del servicio no fuese imprescindible.
125
Cuando el síndico aconsejara la continuación, esta opinión del informe debe estar
fundada consistentemente en base a las ventajas y desventajas y las modalidades en que
se llevará a cabo, debiendo ser acompañada de un plan de explotación y un presupuesto
de recursos. Hay que aclarar que el plazo de explotación previsto no debe exceder el
tiempo necesario para la liquidación de los bienes como empresa en marcha, si se
hubiera dispuesto.
Presentado el informe del síndico, el juez tendrá 10 días hábiles desde la presentación del
informe del síndico para dictar una resolución, autorizando o no la continuación de la
explotación de la empresa. El juez sólo podrá autorizar fundadamente la continuación
empresarial en caso de que:
Según dispone el art. 196, la quiebra no produce la disolución de estos contratos, pero sí
provoca su suspensión de pleno derecho por el término de 60 días corridos contados
desde la sentencia de quiebra, que será el plazo dentro del cual el juez decidirá sobre la
procedencia o no de la continuación de la explotación de la empresa:
126
trabajador derecho a requerir el pago de lo que se le adeudare, con el rango
preferencial que correspondiese y a través de los mecanismos pertinentes.
Si se decide la continuación de la empresa, y ella a cargo del síndico, éste tiene 10 días
corridos para elegir el personal qué continuará trabajando y qué trabajadores cesarán
definitivamente en su relación de dependencia. Este cese de relación laboral se considera
producido por la quiebra, a los fines de la aplicación de las respectivas indemnizaciones
contempladas en la ley laboral.
o Cierre de la empresa
En estos casos de extinción definitiva del contrato de trabajo, los créditos laborales de
causa anterior a la quiebra tienen, en su caso, los privilegios especial o general (arts. 241 y
246); y los de causa posterior correspondientes al período de continuación empresarial
posquiebra tienen rango preferente de los gastos de conservación y de justicia (art. 240)
La norma contempla los derechos de los trabajadores cuya relación laboral se mantuvo
vigente, después de la quiebra, durante el período de continuación de la explotación de la
empresa.
Por otro lado, las acreencias laborales anteriores a la declaración de quiebra sólo pueden
ser satisfechas en por el activo líquido de la misma, integrado también por el precio de
venta de la empresa o establecimiento en marcha que fueron vendidos al adquirente,
quien no asume esas obligaciones ya que no es sucesor de la fallida, y porque esos
contratos se consideran extinguidos.
127
PERÍODO INFORMATIVO DE LA QUIEBRA
En consecuencia:
Con relación a los acreedores cuya causa fuese anterior a la presentación del deudor al
concurso preventivo, si no pidieron verificación de sus créditos en ese proceso, cualquier
solicitud de verificación en la quiebra indirecta se tendrá como verificación tardía. Si
dichos acreedores, en cambio, solicitaron su verificación en el concurso preventivo, no
tienen necesidad (ni posibilidad) de verificar nuevamente en la quiebra indirecta, y el
síndico deberá recalcular dichos créditos.
Tal posibilidad, sin embargo, no existe en las quiebras indirectas derivadas del
incumplimiento o de la nulidad del acuerdo preventivo, en las que siempre debe abrirse
un período informativo normal, según lo dispone el art. 88 ya analizado con anterioridad.
REALIZACIÓN DE BIENES
A partir del art. 203 la ley habla de la liquidación y distribución de bienes tras su
realización. Debido a que en la cursada no lo explicaron y dijeron que no lo iban a evaluar,
no explicaré tal procedimiento.
CONCLUSIÓN DE LA QUIEBRA
1) Avenimiento: (art. 225) Es el acuerdo celebrado entre el fallido y todos sus acreedores
verificados, por el cual éstos dan su consentimiento para poner fin a la quiebra. A esos
efectos, el deudor, una vez obtenidas las conformidades requeridas, puede solicitar la
conclusión de la quiebra. Normalmente, los acreedores dan consentimiento a cambio de
un acuerdo por el cual el fallido se obliga a realizar alguna prestación (ej: pago de dinero)
Debe ser consentido por la unanimidad de los acreedores verificados, salvo cuando
existan acreedores verificados que razonablemente no pudieron ser encontrados para
obtener de ellos la conformidad, y/o acreedores pendientes de resolución judicial (en
trámite de verificación, sujetos a recursos, etc.)
En estos casos, como el deudor no puede obtener conformidad de ellos, el juez puede
requerirle el depósito de una suma de dinero que garantice, a criterio del juez, tales
créditos.
Una vez cumplidos los requisitos de unanimidad, forma y oportunidad exigidos, la petición
interrumpe el trámite del concurso. La aprobación definitiva del avenimiento la presta el
juez, después de haber verificado el cumplimiento total de los requisitos señalados (y
luego de que el deudor satisfaga las garantías para asegurar los gastos y costas del juicio)
Tal aprobación definitiva por el juez concluye la quiebra y hace cesar todos sus efectos
patrimoniales, sin que ésta pueda reabrirse posteriormente. Si el deudor no cumple con
alguno de los acuerdos que celebró con sus acreedores, éstos no podrán solicitar la
reapertura de la quiebra, sino que sólo podrán requerir la apertura de una nueva quiebra
(art. 227)
2) Pago total: (art. 228) La quiebra también puede concluir cuando los bienes realizados
alcanzan para pagar todos los créditos y los gastos y costas de la quiebra. El juez podrá
declarar la conclusión por pago total una vez aprobado el estado de distribución definitiva
(porque de allí surge si alcanza para pagar los créditos y las costas del proceso)
129
Si hubiere quedado remanente, deben pagarse los intereses suspendidos a raíz de la
declaración de quiebra, (considerándose los privilegios) aunque dicho remanente no
alcance a satisfacer íntegramente esos intereses devengados luego de la quiebra.
Finalmente, si después de distribuido el remanente éste alcanzó para satisfacer el 100% de
los intereses, el saldo sobrante debe devolverse al deudor.
3) Carta de pago: También se considera caso de conclusión asimilado al pago total cuando
se paguen los gastos del proceso y se agregue al expediente carta certificada de todos los
acreedores por la cual expresen que fueron extinguidos todos sus créditos.
La CLAUSURA del procedimiento no pone fin a la quiebra ni a sus efectos, pues sólo
suspende el procedimiento. Consiste en el cierre transitorio del procedimiento cuando no
se hubiesen logrado pagar íntegramente los créditos, esperándose que se identifiquen
nuevos bienes, se recuperen otros, etc.
La clausura puede ser declarada por distribución final o por falta de activo:
a) Clausura por distribución final: (art. 231) Será declarada cuando luego de liquidar
todo el activo y practicar la distribución final, el importe no alcance para pagar la
totalidad de los créditos a los acreedores. La suspensión del procedimiento se hace
porque sería imposible proseguir un trámite sin objeto (una liquidación sin bienes a
liquidar)
RÉGIMEN DE PRIVILEGIOS
Sobre materia de privilegios, rige el principio de legalidad, según el cual los privilegios
nacen solamente de la ley y no pueden ser creados por las partes. Además, sólo regirán
los privilegios establecidos por la ley de concursos y no los privilegios creados por otras
leyes (ej: Código Civil). Por lo que no pueden reconocerse privilegios por analogía y, en
caso de duda, debe estarse en contra de la existencia del privilegio.
130
Mientras que los créditos quirografarios son aquellos que no tienen ninguna preferencia
en el cobro, los créditos privilegiados sí la tienen, en base a tener privilegio especial o
general. Según el art. 239, los créditos privilegiados en el concurso preventivo mantienen
su graduación en la quiebra que posteriormente pudiera decretarse. Los privilegios
entonces pueden ser:
1) RESERVA DE GASTOS
Antes de pagar un crédito con privilegio especial, se debe reservar del precio del bien
sobre el que tal privilegio recae, el importe correspondiente a:
- Honorarios de los funcionarios del concurso, por las diligencias realizadas sobre
dicho bien
Ejemplo: Como se verá a continuación el trabajador tiene un privilegio especial sobre las
maquinarias del establecimiento donde trabajó, entonces cuando la maquinaria sea
vendida, antes de pagarle al trabajador, deberán pagarse los gastos que se hayan
ocasionado por el arreglo de la máquina y también los honorarios del funcionario del
concurso que se haya encargado de conservar la máquina en buen estado.
Los créditos con privilegio especial son aquellos cuyo rango preferencial se ejerce sólo
sobre el producto de la liquidación del bien o bienes que constituyen el asiento del
privilegio. Por lo tanto, cada uno de estos créditos tendrá preferencia en el cobro sobre el
producido de un bien determinado que en cada caso taxativamente se indica:
131
1. Los gastos para la construcción, mejora o conservación de una cosa, tienen privilegio
sobre dicha cosa (estos gastos a los que se refiere la ley fueron hechos antes del
concurso)
3. Los impuestos y tasas que se aplican sobre bienes determinados, sobre éstos
Los privilegios especiales tienen el máximo rango respecto de los créditos de otras
categorías, salvo los gastos de reserva ya mencionados. Pero cuando distintos privilegios
especiales concurren entre sí sobre el precio del mismo bien asiento común de más de un
privilegio especial, el art. Establece la manera de resolver las prestaciones internas en caso
de insuficiencia.
b) Como segunda regla, cuando concurren créditos comprendidos dentro del mismo
inciso y sobre idénticos bienes, éstos se liquidan a prorrata sobre el precio de
venta de los mismos bienes asiento común de todos los privilegios implicados.
c) Como excepciones a las reglas precedentes están los créditos con privilegios
especiales del inc 4 y 6 del art. 241, los cuales concurren entre ellos según lo
determinen las respectivas leyes que los rigen.
Para que se entienda: la distribución a prorrata entre varios créditos quiere decir que se
paga a cada uno un porcentaje igual, establecido dividiendo el producto repartible por la
132
suma total de los créditos con derecho de concurrencia sobre el mismo. Desde otro
ángulo, cada acreedor sometido a prorrata pierde el mismo porcentaje de crédito que los
restantes acreedores del mismo rango que él.
Por ejemplo, si el producto líquido repartible es $1.000 y la suma de todos los créditos
concurrentes es $2.000, debe dividirse $1.000 por $2.000, esto dará como resultado 0,5.
Como consecuencia, el porcentaje de percepción de cada crédito será la mitad de los
respectivos importes de cada uno (cada uno cobrará la mitad de lo que debería cobrar en
realidad)
Luego de pagar los créditos con privilegio especial, se pagarán los créditos originados por
la conservación, administración y liquidación de los bienes del concursado, y por el trámite
del concurso. En caso de no alcanzar los fondos para satisfacer estos créditos, también
serán satisfechos a prorrata.
Un rasgo distintivo de estos créditos es que el pago de aquellos debe hacerse cuando
resulten exigibles y sin necesidad de verificación, bastando solicitar su pago al síndico, y en
su defecto pedir al juez concursal que ordene el cumplimiento.
133
5. El capital por facturas de crédito aceptadas por hasta $20.000 por cada vendedor o
locador.
Una vez pagados los créditos con privilegio especial (más la reserva de gastos) y los
créditos por gastos de conservación y justicia, podrán pagarse los créditos con privilegio
general.
Con respecto a estos créditos hay que hacer una salvedad: sólo podrán cobrarse de la
totalidad del producto liquido restante, los créditos del inciso 1 (es decir, los acreedores
laborales con privilegio general); mientras que el resto de los créditos con privilegio
general se pagarán así:
Satisfechos los créditos del inciso 1, lo que quede de producto líquido de los bienes
se dividirá en dos…
o Con una mitad se paga el resto de los créditos con privilegio general (del
inc. 2 al 5)
A los efectos de la ley se consideran pequeños concursos y quiebras aquellos en los cuales
se presente, en forma indistinta, cualquiera de estas circunstancias:
Las únicas normas particulares de los pequeños concursos y quiebras, diferenciadoras del
régimen aplicable a los restantes concursos grandes son las siguientes:
134
a) La presentación en concurso preventivo es más simple (y más barata), al no ser
obligatorios los dictámenes de contador previstos en el art. 11, inc. 3 y 5.
135