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TRABAJO PRÁCTICO DE

HISTORIA SOBRE:

LA VIOLENCIA DE GÉNERO.

ALUMNAS: Pereyra Jorgelina Esther y Enriz María

Valentina

CURSO Y DIVICION: 5to Año “C”

PROFESORA: Coitinho Mónica


VIOLENCIA DE GÉNERO
DEFINICIÓN

La violencia es aquella conducta que se realiza de manera consciente y adrede para


generar algún tipo de daño a la víctima. Con origen en el latín violentĭa, la violencia
puede buscar dañar física o emocionalmente.

Género, por su parte, es un concepto con varios usos. En esta oportunidad nos interesa
destacar su significado como el grupo de seres que comparten ciertas características.

La violencia de género, por lo tanto, es la ejercida de un sexo hacia otro. La noción,


por lo general, nombra a la violencia contra la mujer (es decir, los casos en los que la
víctima pertenece al género femenino). En este sentido, también se utilizan las
nociones de violencia doméstica, violencia de pareja y violencia machista.

En concreto podemos establecer que existen tres tipos claramente diferenciados de


lo que es la violencia de género. Así, en primer lugar, se encuentra la llamada violencia
física que es aquella en la que la mujer es víctima de malos tratos que dejan huellas en
su aspecto. Este sería el caso de golpes, empujones, patadas, mordiscos o todos
aquellos que son causados por el agresor al hacer uso de sus manos o de objetos como
pueden ser armas blancas.

En segundo lugar, está la conocida como violencia de género psicológica. Esta es la que
tiene lugar cuando el hombre ataca a la mujer mediante insultos, humillaciones,
desprecios o amenazas. De esta manera, la víctima es fruto de una manipulación que se
traduce en que ella se sienta despreciada, indefensa e incluso culpable de las
reacciones de su pareja.

En este sentido, hay que exponer que dentro de este tipo de violencia no física
podemos encontrar a su vez dos clases claramente diferenciadas. Así, está la
económica que es aquella que se caracteriza porque el hombre intenta que la fémina no
tenga acceso al trabajo o al dinero familiar para que así dependa de él. Y luego está la
social que es la que utiliza el agresor para que su víctima se aísle de su entorno y no
tenga contactos con nadie que pueda abrirle los ojos y ver la situación en la que se
encuentra.
En tercer lugar, además de la violencia de género física y psicológica, está la sexual.
En este caso, el hombre utiliza la coacción o a la amenaza para establecer relaciones
sexuales no deseadas por la mujer.

Cabe destacar que, en muchas ocasiones, los casos de violencia familiar no suelen ser
denunciados ya que la víctima puede estar atemorizada por convivir con alguien
violento o incluso puede sentir vergüenza por la situación.

La violencia de género, de todas formas, incluiría en su sentido más amplio al maltrato


físico y emocional que una mujer puede desplegar contra un hombre. La idea, en
cambio, no contemplaría los comportamientos violentos entre personas del mismo sexo.

Como la violencia contra la mujer es un problema histórico y cultural, ciertas


legislaciones contemplan una discriminación positiva respecto a este género, ya que se
la protege sobre el hombre. Hay casos donde, incluso, la violencia que ejerce una
mujer sobre un hombre no es delito.

En 1999, la Asamblea General de las ONU declaró al 25 de noviembre como Día


Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha recuerda el
asesinato de las hermanas Mirabal, tres activistas dominicanas.

TIPOS DE VIOLENCIA:
La ley Nº 26.485 conceptualiza distintos tipos de violencia categorizándolas en:

FÍSICA:

La que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de


producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad
física.
PSICOLÓGICA:

La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el


pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones,
comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento,
restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.
SEXUAL:

Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso
genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o
reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación,
incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación,
esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

ECONÓMICA Y PATRIMONIAL:

La que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales


de la mujer, a través de la perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus
bienes, pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos,
instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos
patrimoniales.

SIMBÓLICA:

La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos


transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones
sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.

MODALIDADES DE VIOLENCIA:

Además la ley señala que según las formas que se manifieste en los distintos ámbitos
las Modalidades son:

VIOLENCIA DOMÉSTICA:

Aquella ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar,
independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el
bienestar, la integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad,
comprendiendo la libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las
mujeres. Se entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por
consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o
noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la
convivencia;

VIOLENCIA INSTITUCIONAL:

Aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes


pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin
retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas
y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que
se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales,
deportivas y de la sociedad civil;

VIOLENCIA LABORAL:

Aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y
que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia
en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia
física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las
mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual
tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática
sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral;

VIOLENCIA CONTRA LA LIBERTAD REPRODUCTIVA:

Aquella que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el


número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos, de conformidad con la Ley
25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable;

VIOLENCIA OBSTÉTRICA:

Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos
de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y
patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929.

VIOLENCIA MEDIÁTICA:

Aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de


cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva
la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre,
humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de
mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la
desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la
desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres.

TESTIMONIOS:

Marisa: "Un día me reconocí como víctima de maltrato"


Marisa tiene 41 años y una hija de 14. Se considera una mujer fuerte y con
personalidad, lleva 16 años trabajando en el departamento de comunicación del grupo
Santander y ha sido víctima de malos tratos durante más de una década. Hoy, es una
mujer "feliz".

De su relación asegura que "al principio era muy intensa porque los dos éramos muy
pasionales, nos lo pasábamos muy bien y nos queríamos mucho". Con el tiempo todo fue
cambiando y las cosas empezaron a ir de mal en peor. "Fue transformándose, pero me
mantenía enganchada y absorbida, quizá por el recuerdo de aquellos primeros años".
Pese a todo, reconoce que no era consciente de que estaba siendo víctima de malos
tratos psicológicos. "Relativicé sus ataques de celos, su agresividad... Y ‘justificaba’
con cualquier argumento sus desprecios, sus ataques verbales, sus faltas de respeto...
Lo que hoy llamo sus castigos emocionales".

Reconoce que "cuando empezaron los desprecios y los malos tratos psicológicos
empecé a ir a una psicóloga, pero no porque me sintiera maltratada, entonces no me
daba cuenta, sino porque me sentía vacía, triste, sola... Tras años de tratamiento y de
leer mucho sobre autoayuda, empecé a identificarme con lo que leía, veía o escuchaba
en los medios sobre violencia de género y me reconocí como una víctima de maltrato".
Un día, "me empujó y me tiró al suelo mientras me tachaba de incompetente y profería
otros insultos". En ese momento, sus sospechas quedaron definitivamente
confirmadas.

Mariza Fernández.

Luciana:
"Viví un noviazgo violento. Al principio se generó una situación muy fea de
desconfianza. Llegamos hasta sacarnos los celulares para vigilar con quién, cómo y
dónde estábamos. Al principio fue de su parte, después de la mía porque era también
la manera que había encontrado de controlar a mi novio. Él lo hacía conmigo pero yo
también lo hacía con él", contó a El Tribuno María (nombre ficticio), una joven mujer
que fue víctima de violencia dentro del noviazgo.

"En los discursos que él me manejaba, me decía que era porque me amaba, que sólo me
quería a su lado, hasta que eso se volvió intolerable e inmanejable. Discutíamos por
todo y siempre estaba culpándome y a eso lo llegué a creer mucho. Después de un
tiempo y cuando decidí dejarlo, comenzó la violencia física. Como suele suceder en
estos casos, después de todas las agresiones llegaba la etapa de arrepentimiento:
'Nunca más lo haré, me muero si no estoy con vos'. Palabras que me convencían. Creía
que era 'el hombre de mi vida', por la forma en cómo me amaba. Todo resultó una gran
mentira, porque me manipulaba todo el tiempo, hasta cuando estaba en clases,
estudiando para rendir, con compañeros, cualquier excusa era buena", relató María.

Lejos quedaron aquellos momentos para ella. Hoy, su vida es otra, y el cambio llegó de
la mano de la decisión de romper el círculo de violencia.

"Comencé a hacer terapia, porque tenía una sensación de angustia, miedo y tristeza
todo el tiempo. Además de una autoestima anulada completamente. Cuando empecé a
entender el porqué de mi depresión, el porqué de mi tristeza, fui empoderándome y
fortaleciéndome, decidí hablar con él. Ese día, ya estaba manipulándome con que si lo
dejaba se moría, y todo lo demás, entonces nos sentamos y hablamos. Le dije que me
estaba haciendo daño, que eso no era amor, y que él tenía que ir a un psicólogo porque
lo que estaba haciendo tampoco le hacía bien a él. No entendió. Me persiguió casi dos
semanas, puse denuncia y me dieron una cautelar de prohibición de acercamiento. Al
mes y medio se fue de la provincia, y siguió amenazando por mensajes, llamadas,
cambié mi número y no supe más de él", contó la mujer que actualmente trata de que
otras no experimenten lo mismo.

Luciana Vallejos.

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