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Citas:

“Los materiales y métodos de construcción como tales no ejercen una influencia unilateral
y directa sobre la arquitectura” (Alvar, 1982, p. 7).

“Básicamente, la arquitectura no es solo una determinada cantidad de resultados


acabados y construidos, sino un proceso estratificado de desarrollo a un nivel superior, en
el que, junto con la acción reciproca interna, se crean continuamente nuevas soluciones,
nuevas formas, nuevos materiales de construcción y constantes cambios en las ideas
constructivas” (Alvar, 1982, p. 8)

“Su configuración en el pasado, en el presente, y también futuro, permite la extracción de


importantes conclusiones prácticas para la construcción en nuestros días” (Alvar, 1982, p.
9).

“Existen demasiadas reglas en la moderna planificación de la ciudad que, incluso antes


del levantamiento del edificio, determinan y limitan la naturaleza de la futura construcción”
(Alvar, 1982, p. 12)

“Las reglamentaciones de la planificación, así como la legislación en general, se dirigen


ambas contra una explotación asocial del suelo y, a este fin, regulan la altura, el volumen,
la situación, y a menudo incluso la forma del edificio proyectado. No obstante, su función
se ha valorado incorrectamente, de forma que, en lugar de estimular el desarrollo, se ha
convertido en un obstáculo para el mismo” (Alvar, 1982, p. 12).

“Los problemas de aislamiento constituyen el segundo factor en importancia de la


arquitectura. Debemos observar este factor de tal modo que nos permita comprender el
aislamiento en todos sus significados: desde el aislamiento contra las fuerzas de la
naturaleza hasta el aislamiento entre la gente y los grupos de gente” (Alvar, 1982, p. 13).

“En lugar de apoyar el formalismo, las planificaciones de ciudades debieran posibilitar la


verdadera libertad de crecimiento. Debería consistir en un sistema elástico que permitiera
el crecimiento de la sociedad, cuya meta seria la resolución de los problemas fisiológicos,
sociales y psicológicos que dominan la sociedad humana” (Alvar, 1982, p. 18).
“Debe existir un tercer sistema, que en el periodo más breve satisfaga todas las
necesidades elementales de la población. Pero ese sistema debe, al mismo tiempo y sin
demolición alguna, crecer hasta el punto de la completa satisfacción de las necesidades
de una sociedad civilizada” (Alvar, 1982, p. 22).

“La vivienda en crecimiento debe reemplazar a la <máquina de vivir>.

Este es el enfoque humano para el constructor de hoy” (Alvar, 1982, p. 24).

“La fase presente de la Arquitectura Moderna es, sin duda, una nueva fase movida por el
interés especial de resolver los problemas en el campo psicológico y humanitario” (Alvar,
1982, p. 28).

“Pero la arquitectura no es una ciencia. Sigue siendo el gran proceso sintético de


combinación de miles de funciones humanas definidas, y sigue siendo arquitectura.

Su propósito sigue consistiendo en armonizar el mundo material con la vida humana.

Hacer más humana la arquitectura significa hacer mejor arquitectura y conseguir un


funcionalismo mucho más amplio que el puramente técnico” (Alvar, 1982, p. 29).

“El funcionalismo es correcto, solo si puede ampliarse hasta abarcar incluso el campo
psicofísico. Este es el único método de humanizar la arquitectura” (Alvar, 1982, p. 32).

“De cualquier modo el arquitecto tiene una tarea obvia: estamos aquí para humanizar la
naturaleza mecánica de los materiales.

Si estudiamos más detenidamente este conflicto, llegaremos a una de las mayores


dificultades que consiste en el hecho de que aparentemente el hombre no puede crear sin
destruir simultáneamente” (Alvar, 1982, p. 49).

“Creo que existen muchas circunstancias en la vida humana en las que la organización se
impone demasiado brutalmente. La tarea del arquitecto consiste en proporcionar a la vida
una estructura más sensible” (Alvar, 1982, p. 55).
“La forma no es un misterio que no conocemos en realidad, pero que proporciona al
hombre una sensación totalmente diferente a la de un acto de liberación social como tal”
(Alvar, 1982, p. 57).

“Constituimos el único sector del mundo industrial moderno que se ve forzado a diseñar y
construir directamente. Debería de existir un periodo de prueba entre esas dos
actividades. Eso puede hacerse individualmente, pero cualquier país civilizado deberá
disponer siempre de programas para ciudades y edificios experimentales” (Alvar, 1982, p.
67).

“Lo inesperado es la sugerencia de que una crisis de identificación es iniciada en la


performance textual que despliega una cierta ‴diferencia‴ dentro de las significación de
cualquier sistema político singular, previo al establecimiento de las diferencias
sustanciales entre creencias políticas. Un conocimiento solo puede volverse político
mediante un proceso agnóstico: disenso, alteridad y otredad son las condiciones
discursivas para la circulación y reconocimiento de un sujeto politizado y una ‴verdad‴
publica” (Bhabha, 2002, p. 43).

“También es cierto que Mill siempre reserva, en la sociedad como en su argumentación, el


espacio neutro irreal de la Tercera Persona como representante del ‴pueblo‴, que
presencia el debate desde una ‴distancia epistemológica‴ y saca las conclusiones
razonables. Aun así, en su intento por describir lo político como una forma de debate y
dialogo (como el proceso de la retórica ubica) que es mediado crucialmente por esta
facultad ambivalente y antagónica de una ‴imaginación‴ política, Mill excede el sentido
mimético usual de la batalla de las ideas. Sugiere algo mucho más dialógico: la
comprensión de la idea política en el punto ambivalente de la interpretación textural, su
emergencia mediante una forma de proyección política” (Bhabha, 2002, p. 44).

“Pese a las alternativas políticas más radicales de la derecha y de la izquierda, la visión


popular y de sentido común del lugar del individuo en relación con lo social sigue siendo
sustancialmente pensada y vivida en términos éticos moldeados por las creencias
liberales. Lo que revela la atención a la retórica y la escritura es la ambivalencia discursiva
que hace posible ‴lo político‴ (Bhabha, 2002, p. 45).

“Un discurso crítico no produce un objeto político nuevo ni uno nuevo objetivo ni un nuevo
conocimiento, lo cual es simplemente un reflejo mimético de un, principio político a priori o
compromiso teórico” (Bhabha, 2002, p. 45).
“[…]la localidad [locality] de la cultura. Esta localidad es más alrededor de la temporalidad
que sobre la historicidad: una forma de vida que es ms compleja que la ‴comunidad‴; más
simbólica que la ‴sociedad‴; mas connotativa que el ‴país‴; menos patriótica que la
‴patria‴; mas retorica que la razón de Estado; mas mitológica que la ideología; menos
homogénea que la hegemonía; menos centrada que el ciudadano; mas colectiva que ‴el
sujeto‴; más psíquica que la urbanidad; mas hibrida en la articulación de las diferencias
identificaciones culturales de lo que puede representarse en cualquier estructuración
jerárquica o binaria del antagonismo social” (Bhabha, 2002, p. 176).

“centra el discurso medioambiental en la edificación con el claro objetivo de informar y


sobre todo convencer al lector de las bondades de la bioconstrucción” (Montesinos, 2014,
p. 204).

“en el ámbito de la arquitectura, la arquitectura técnica y la ingeniería de la edificación hay


actualmente un proceso de profesionalización por lo que se refiere a la bioconstrucción y
a la bioarquitectura” (Montesinos, 2014, p. 202).

“El discurso de la bioconstrucción es hoy en día un discurso en proceso de elaboración


incluso dentro de los ámbitos más especializados y profesionales” (Montesinos, 2014, p.
202).

“centra el discurso medioambiental en la edificación con el claro objetivo de informar y


sobre todo convencer al lector de las bondades de la bioconstrucción” (Montesinos, 2014,
p. 204).

“podemos decir que la bioconstrucción ha logrado una identidad autónoma con un canal
de expresión exclusivo para esta disciplina” (Montesinos, 2014, p. 205).

“Eficiencia y sostenibilidad » se concluye que para implantar los conceptos biosostenibles


hace falta el cambio de la cultura de consumo de nuestra sociedad, además de la
conciencia medioambiental en la construcción, que se hace expansiva más allá de
nuestra vivienda, haciendo del mundo nuestra casa” (Montesinos, 2014, p. 206).

“hemos visto que la forma verbal principal para definir es la tercera persona del verbo ser”
(Montesinos, 2014, p. 209).

“donde la definición de lo que no es sirve para justificar que la disciplina no puede


aplicarse cuando se quiere, sino cuando se puede” (Montesinos, 2014, p. 209).

“Un buen porcentaje de la terminología de la bioconstrucción y la bioarquitectura está


estrechamente relacionado con la terminología de la conservación del medio ambiente,
que a su vez ha sido ampliamente popularizada los últimos años en todos los ámbitos
divulgativos” (Montesinos, 2014, p. 210).
“Solo como apunte queremos destacar las numerosas polémicas que existen alrededor de
la terminología del medio ambiente, ya que, como denuncian los colectivos ecologistas, a
menudo se trata de una cierta perversión del lenguaje […] Es por esto que se habla de
sucias energías limpias.” (Montesinos, 2014, p. 210).

“En cuanto a la terminología de la bioconstrucción, el mecanismo de derivación por


prefijación es muy frecuente, especialmente con los prefijos eco- y bio-, propios de la
terminología de conservación del medio ambiente” (Montesinos, 2014, p. 210).

“la bioconstrucción ha dado lugar a la distinción entre casas ecológicas, bioconstrucciones


y casas convencionales, estas últimas están definidas por contraposición a las anteriores,
mediante un eufemismo para evitar decir contaminantes” (Montesinos, 2014, p. 211).

“encontramos numerosas antítesis en el discurso de la bioconstrucción, especialmente


cuando se habla de energías, recursos y materiales” (Montesinos, 2014, p. 211).

“Queremos destacar dos de los adjetivos que mejor definen la bioconstrucción y la


bioarquitectura, «respetuoso/a y sostenible: arquitectura saludable y respetuosa con el
medio ambiente, construcción sostenible»” (Montesinos, 2014, p. 211).

“por tratarse de una disciplina con carácter conservacionista del medio ambiente, el color
verde tiene un significado simbólico en algunas denominaciones referidas a conceptos
constructivos” (Montesinos, 2014, p. 212).

“Aun así, la macrometáfora de la bioconstrucción es la consideración de un edificio como


un ser vivo y, por esto, se le atribuyen características humanas y, así, se habla de la vida
del edificio, la calidad de vida del inmueble, el edificio enfermo, edificio respetuoso con el
entorno, salud y confort de los edificios” (Montesinos, 2014, p. 212).

“la comparación «como nosotros» […]Hemos visto que los edificios pueden estar
enfermos, que queremos que respiren como nosotros, etc., y es tal la condición del
edificio como un ser vivo que incluso puede estar cansado, lo cual lo hace todavía más
humano” (Montesinos, 2014, p. 213).

“El adjetivo ecosostenible tiene un grado de subjetividad y de optimismo bastante alto,


puesto que, como hemos visto antes en los significados de los prefijos, la presencia de los
prefijos no implica la ausencia de contaminación, por lo que al adjetivo sostenible estos
prefijos le confieren un significado excesivamente positivo, puesto que da a entender que
medioambientalmente es inmejorable, cuando no es así. Luego, cuando se lee el artículo
completo se entidende que supone una leve mejora medioambiental, pero está muy lejos
de ser una solución.” (Montesinos, 2014, p. 214).

“EcoHabitar, conocida por su carácter interdisciplinar, y con un objetivo claramente


ecologista, donde diferentes profesionales buscan un futuro mejor para las personas y los
lugares donde viven, el segundo se ha extraído de la revista de un colegio profesional de
ingenieros técnicos en construcción” (Montesinos, 2014, p. 216).

“Para ello también se recurre a determinados mecanismos legitimadores de las nuevas


ideas, empleando diversos mecanismos discursivos y léxicos como los eufemismos o las
reformulaciones” (Montesinos, 2014, p. 218).
“Esta demanda responde a la necesidad sentida de conseguir modalidades sostenibles y
responsables de desarrollo y consumo” (Soto, 2006, p. 2).

“La bioconstrucción, la construcción bioclimática, la ecoarquitectura, el urbanismo


sostenible…(los cruces semánticos son muy posibles, recurrentes y sugerentes) son
conceptos que responden a una supuesta demanda y preocupación social por la
consecución de ciudades y edificios más saludables y respetuosos con el medio
ambiente” (Soto, 2006, p. 2).

“una serie de criterios de necesaria integración en todo proceso (bio)constructivo: la salud


y la ecología del lugar; el sol, el ahorro energético y la utilización de energías renovables,
la utilización de materiales naturales y transpirables, el reciclaje y la gestión racional del
agua, la minimización de la contaminación electromagnética, la utilización de tipologías
adaptadas a cada zona, la utilización de barreras fónicas y materiales aislantes naturales
y el bajo coste económico y social” (Soto, 2006, p. 2).

“la integración paisajística y a la concepción y creación de hábitats y espacios comunes


que fomenten la interacción social” (Soto, 2006, p. 2).

“la bioconstrucción se fundamenta en un intento de optimización energética en función de


las condiciones físicas de cada entorno y en el empleo responsable de materiales no
contaminantes ni tóxicos, reutilizables, reciclables y, a ser posible, de procedencia
cercana al lugar de empleo” (Soto, 2006, p. 3).

“Un arquitecto, como es el promotor de esta obra, sabe que los edificios antiguos suelen
ser ecológicos, por lo que ha de evitarse la introducción de elementos no ecológicos”
(Soto, 2006, p. 4).

“El auge de esta tendencia puede explicarse, además de por una creciente preocupación
social ecologista, a raíz de la carestía de la vivienda y la inaccesibilidad del mercado
inmobiliario” (Soto, 2006, p. 4),

“demuestra que una parte importante del problema de la vivienda proviene de un sistema
de gestión y propiedad del suelo que a veces atiende a las reglas del mercado y otras
inhibe la libertad e iniciativa particular” (Soto, 2006, p. 5).

“cuyo objetivo es informar para la práctica de un consumo consciente (responsable), a


través de la revista Opcions” (Soto, 2006, p. 5).

“Estas se sienten responsabilizadas con el medio ambiente y la cultura mediterránea, la


calidad de vida, el equilibrio entre los espacios naturales y los entornos creados por el
hombre, la edificación respetuosa y el desarrollo de entornos sostenibles. Las empresas
se agrupan en torno a varias áreas: arquitectura y urbanismo, materiales, estudios
técnicos, formación y consultoría, y tecnología y domótica” (Soto, 2006, p. 5).
“En el caso de las energías alternativas y/o renovables […]de todas las tendencias
bioconstructivas, la de la electrificación por medio de energías “limpias” (los paneles
solares, por ejemplo, no producen impactos graves ni residuos con el uso aunque son
fabricados por multinacionales en lugares lejanos como China o Japón) quizá sea la única
subvencionada desde las administraciones” (Soto, 2006, p. 6).

“No en vano, desde el punto de vista del hábitat sostenible, la producción biológica y local,
grupal o familiar de alimentos para consumo propio, se ajusta a los patrones de la
sostenibilidad, por ejemplo, a través del ahorro energético en el transporte y en ciertos
insumos” (Soto, 2006, p. 6).

“Lo que no queda tan claro es si estos valores sólo apuntan al incremento de una calidad
de vida de tipo moderno, a una diversificación consumista y a la deslocalización
empresarial o realmente se bebe de tradicionalidades más o menos ecológicas y
fundamentales” (Soto, 2006, p. 7).

“partir del rechazo a las imposiciones del comercio a gran escala, al uso de sistemas de
transporte basados en combustibles no renovables (con las pautas de movilidad que
generan) o a ciertas exigencias políticas y de crecimiento económico y material” (Soto,
2006, p. 7).

“La bioconstrucción pretende crear hábitats saludables y cómodos que se conviertan en


nuestros aliados” (EcoHabitar, 2011).

“La bioconstrucción no es nada nuevo, nuestros abuelos, tanto en el norte como en el sur,
ya vivían en casas ecológicas, aunque muchas veces exentas de los adelantos y
comodidades que podemos disfrutar hoy en día” (EcoHabitar, 2011).

“Los materiales ecológicos en una vivienda hacen que ésta tenga más calidad. Muchos
productos que podemos aplicar en bioconstrucción se han utilizado y se utilizan en
proyectos de alto nivel como restauración de palacios y viviendas de lujo. Y se aplican por
su alto nivel de calidad” (EcoHabitar, 2011).

“Una vivienda ecológica puede disponer de los mismos adelantos que una convencional y
con algunas ventajas, además de unos materiales más sanos: estas ventajas se centran
en un mayor ahorro energético (para ello aplicamos la bioclimática), lo que conlleva a un
menor impacto medioambiental de nuestra casa y una reducción del tiempo de
mantenimiento de la vivienda” (EcoHabitar, 2011).

“Por desgracia los arquitectos convencionales no saben de ecoarquitectura por lo que


debemos buscar un experto” Por desgracia los arquitectos convencionales no saben de
ecoarquitectura por lo que debemos buscar un experto” (EcoHabitar, 2011).
“Para empezar se realiza un estudio geobiológico del terreno donde vamos a edificar la
vivienda: en este estudio se detallan las posibles alteraciones geofísicas que pueden
interferir en los futuros moradores de la casa, para ello se detectan las fallas geológicas,
capas freáticas donde discurren corrientes de agua, emanaciones de gas radón, campos
electromagnéticos producidos por tendidos eléctricos y transformadores, estaciones de
telefonía móvil…” (EcoHabitar, 2011).

“Los aislamientos son muy importantes en bioconstrucción y siempre utilizamos


materiales naturales como corcho, celulosa, fibras vegetales (cáñamo, madera, lino, fibra
de coco, paja y algodón); el más usado es el corcho aunque últimamente la celulosa y la
fibra de madera se están abriendo camino” (EcoHabitar, 2011).

Bibliografía
Alvar, A. H., 1982. La humanización de la arquitectura. Segunda ed. Barcelona: Tusquets editores.

Bhabha, H. K., 2002. El lugar de la cultura. Edición en castellano ed. Buenos Aires: Ediciones
Manantial SRL.

EcoHabitar, 2011. EcoHabitar. [En línea]


Available at: http://www.ecohabitar.org/que-es-la-bioconstruccion-pautas-y-materiales/
[Último acceso: 20 Marzo 2018].

Montesinos, L. A. I., 2014. El discurso de la bioconstrucción arquitectónica: divulgación y


legitimación en revistas profesionales. Cultura, lenguaje y representación, Volumen xiii, pp. 201-
220.

Soto, V. J. A., 2006. La bioconstrucción. REVISTA ELECTRÓNICA DE RECURSOS EN INTERNET SOBRE


GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES, Issue 90.

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