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LEGISLACION COMERCIAL
SOCIEDAD COLECTIVA
201D
ABRIL, 2018
SOCIEDAD COLECTIVA
1. CONCEPTO
La sociedad colectiva es una sociedad personalista que desarrolla una actividad mercantil
bajo una razón social, con la especialidad que del cumplimiento de las deudas sociales
responden de forma subsidiaria todos los socios personal, ilimitada y solidariamente. Los
pactos que se celebren para modificar esa responsabilidad, limitándola a cada socio o
alguno de ellos, carecen de eficacia frente a terceros. En las relaciones internas los socios
pueden modificar los alcances de esa responsabilidad. Los socios responden de las deudas
sociales con todos sus bienes actuales y no sólo con el capital aportado a la sociedad, en
forma solidaria y sin beneficio de división entre ellos, en relación de los terceros.
2. ANTECEDENTES
La sociedad colectiva es una de las formas societarias más antigua. Nace en la Edad
Media como forma evolutiva de las comunidades hereditarias familiares. Surge, por tanto,
como comunidad de trabajo entre personas ligadas por vínculos de sangre, aunque,
posteriormente, pasa a admitir a personas extrañas al círculo familiar con las que se
mantiene una relación de confianza. Es este elemento de confianza lo que determina
el carácter personalista de la sociedad colectiva y lo que la diferencia profundamente de la
sociedad capitalista en la que la condición de los socios es, en principio, un elemento
irrelevante.
Actualmente se utiliza poco este tipo social ya que al ser constituidas " intuitu personae" se
derivan consecuencias, como la responsabilidad ilimitada de los socios, entre otras, que la
hacen impropia para el tráfico comercial moderno.
3. CONSTITUCION
La regular constitución de una sociedad colectiva exige, en primer lugar, que el contrato de
sociedad se otorgue en escritura pública y además que se inscriba en el Registro Mercantil.
La ausencia de estos requisitos tiene como consecuencia la irregularidad de la sociedad por
defecto de constitución y, consecuentemente, la privación de personalidad jurídica.
El artículo 125 del Código de Comercio y el artículo 209 del Reglamento del Registro
Mercantil enumeran de forma detallada las indicaciones que debe contener la escritura
pública de constitución:
a) La identidad de los socios. El artículo 125 del Código de Comercio exige que la escritura
de la compañía colectiva exprese el nombre, apellidos y domicilio de los socios. Ningún
obstáculo existe para que una sociedad sea socio de una compañía colectiva pues
indirectamente así lo admite el artículo 41.2 del Código de Comercio.
b) La razón social. Las sociedades colectivas deben tener una denominación subjetiva o
razón social, en la que figurarán necesariamente el nombre y apellidos, o sólo uno de los
apellidos de todos los socios colectivos, de algunos de ellos o de uno solo, debiendo
añadirse en estos dos últimos casos la expresión “y compañía” o su abreviatura “y cía”. No
puede incorporarse a la razón social el nombre de una persona que no pertenezca a la
compañía ni mantenerse el nombre de un antiguo socio: si el nombre de la persona que
perdió la condición de socio colectivo aparece en la razón social, la sociedad ha de
modificar la denominación de la sociedad.
c) El domicilio de la sociedad.
f) La duración de la sociedad.
h) El capital social, salvo en las sociedades formadas exclusivamente por socios que sólo
hubieran aportado o se hubieran obligado a aportar servicios. El nuevo Reglamento del
Registro Mercantil resuelve las dudas que la doctrina mayoritaria tenía en torno a si era
posible constituir una sociedad colectivamente únicamente con aportaciones de industria.
Cabe, en consecuencia, la sociedad colectiva sin capital.
j) Los demás pactos lícitos contenidos en la escritura social. Estos pactos suelen ser muy
variados, normalmente se refieren a normas de liquidación, distribución de ganancias,
continuación de la sociedad en caso de muerte de uno de los socios (con los herederos del
socio colectivo muerto o entre los sobrevivientes, Sentencia del Tribunal Supremo de 23 de
diciembre de 1983).
4. CAPITAL SOCIAL
La Sociedad Colectiva no dispone de capital social mínimo, algo que suele ocurrir en
aquellas sociedades en las que los socios responden con sus propios bienes de las deudas
sociales contraídas por la sociedad. En este caso, la Sociedad Colectiva, los socios
responden de forma subsidiaria a la sociedad, pero de igual modo responden con su
patrimonio, motivo por el cual no es necesario exigir capital social mínimo en la Sociedad
Colectiva.
5. TIPOS DE SOCIOS
Socios industriales
En caso que el contrato social guarde silencio, al socio industrial se le asignará iguales
beneficios que al socio capitalista de menor participación.
Socios capitalistas
Gestionan la sociedad.
Número de Socios
Mínimo: 2 Socios
Máximo: Indefinido
6. ADMINISTRACION
La administración de la sociedad colectiva corresponde a todos los socios que hacen parte
de ella, sin embargo los socios pueden, es decir, que es facultativo delegar ya sea en el resto
de los socios o en terceros las administración de la sociedad.
Al ser la sociedad colectiva una sociedad que se caracteriza por ser intuito personae es
apenas lógico que en principio la administración y la representación legal de la sociedad
este en cabeza de los socios, sin embrago la delegación es una forma de agilizar las
relaciones comerciales, por ejemplo cuando los socios no pueden ejercerla por algún
motivo.
7. RAZON SOCIAL
La razón social se formará con el nombre completo o el solo apellido de alguno o algunos
de los socios seguido de las expresiones “y compañía”, “hermanos”, “e hijos”, u otras
análogas, si no se incluyen los nombres completos o los apellidos de todos los socios.
No podrá incluirse el nombre de un extraño en la razón social. Quien lo tolere, será
responsable a favor de las personas que hubieren contratado con la sociedad.
Además de ello si muere un socio cuyo nombre o apellido integre el nombre o razón social
de la compañía, esto no impedirá seguir utilizándolo, siempre y cuando la sociedad
continúe con los herederos del difunto y éstos, siendo capaces, consientan en ello
expresamente, pero en estos casos se agregará la palabra “sucesores”
1. La obligación de aportación
Con la finalidad de la consecución del objeto social, los socios se comprometen a poner en
común bienes, industria o alguna de estas cosas. El socio puede aportar solo industria, es
decir, una prestación de hacer consistente en servicios a favor de la sociedad. En ese caso,
al socio colectivo se le denomina socio industrial y se le imputa un estatuto jurídico
especial. Con la excepción de que la compañía se lo permita, no puede ocuparse “en
negociaciones de especie alguna”. De lo contrario, los socios capitalistas pueden excluirlo
de la compañía, privándole de los beneficios que le corresponderían o aprovechándose de
los que hubiere obtenido contraviniendo la prohibición legal. Al mismo tiempo, al socio
industrial no se le imputarán como regla general, las pérdidas sociales a menos que por
pacto expreso se hubiesen obligado a ello. El incumplimiento de la obligación de
aportación por parte del socio es causa de su exclusión de la sociedad.
2. La prohibición de competencia
Una sociedad colectiva puede disolverse por las causas generales de disolución, pero el
código de comercio establece además unas causales específicas para este tipo de sociedad,
las cuales son las siguientes:
Cuando fallece alguno de los socios, siempre y cuando no se haya de continuar con los
herederos del fallecido o los demás socios; se podrá continuar la sociedad con los herederos
del difunto cuando los herederos tengan capacidad para ejercer el comercio, pues de lo
contrario se disolverá la sociedad.
Cuando a uno de los socios le sobreviene una incapacidad, a menos que se contemple que
la sociedad puede seguir con el resto de los socios, o se acepte por los socios que los
derechos del incapaz sean ejercitados por su representante.
Por venta forzada del interés social a uno de los socios o a un tercero, cuando dentro de los
30 días siguientes los socios no aceptan seguir la sociedad con el comprador.
Y por último cuando uno de los socios renuncia de manera justificada, sino se adquiere el
interés social por alguno de los demás asociados o no se le permite la cesión.
Estas causales tienen que ver con el carácter de intuito personae que identifica este tipo de
sociedad, pues este contrato social se celebra en consideración a las personas que va a ser
socios de esta; por lo tanto si observamos con detenimiento las causales de disolución todas
ellas tienen que ver con que uno de los socios que la conforman la sociedad, ya no pueda
por alguna circunstancia hacer parte de ella.
Sin embrago la sociedad en cualquiera de los casos de disolución puede continuar con los
demás socios cuando así se allá contemplado; si la situación es el fallecimiento de un socio
y no se pueda continuar la sociedad con los herederos y se haya establecido que se
continuaría con los socios sobrevivientes, en este caso se debe liquidar y pagar el interés
social del socio fallecido.
REFERENCIAS.