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AL:. G:. D:. G:. A:.D:. U:.

Resp:. Log:. “Cuna de Anzoátegui Nro. 178-1”


Valle de Barcelona – Estado Anzoátegui
Jurisdiccionada a la Gran Logia Multiritualistica de Venezuela y el Alto
Consejo Masónico de Venezuela
S: F:. U:.

17 de marzo de 2018 (e:. v:.)

Resp:, Ven:. Maest:.


Q:. H:. 2do vid:.
QQ:. HH:. Todos.

Traigo ante ustedes el siguiente trabajo para su lectura y discusión:

LA COMUNICACIÓN Y LA EXPRESIÓN
Sin duda alguna que el tema de la comunicación es muy extenso y puede uno
caer en la tentación de profundizar y expandirse en un trabajo de manera
incontrolada. Pero fijemos los límites de éste trabajo. Centramos estas líneas
en la Comunicación Masónica o por lo menos como pudiera ser interpretada la
Comunicación en el grado de Aprendiz. Algunas reflexiones que nos pueden
servir en la medida que internalicemos el ritual.

La Comunicación es un proceso de intercambio de información, en el que un


emisor transmite a un receptor algo a través de un canal esperando que,
posteriormente, se produzca una respuesta de dicho receptor, en un contexto
determinado.

Podemos decir que toda comunicación humana tiene alguna fuente, es decir,
alguna persona o grupo de personas con un objetivo y una razón para ponerse
en comunicación. Una vez dada la fuente, con sus ideas, necesidades,
intenciones información y un propósito por el cual comunicarse, se hace
necesario un segundo componente. El propósito de la fuente tiene que ser
expresado en forma de mensaje. En la comunicación humana un mensaje
puede ser considerado como conducta física (tal es el caso de la comunicación
gestual): también existe la traducción de ideas, propósito e intenciones en un
código, en un conjunto sistemático de símbolos.

Este proceso requiere un tercer componente, un codificador. El codificador es


el encargado de tomar las ideas de la " fuente" y disponerlas en un código,
expresando así el objetivo de la fuente en forma de mensaje. En la
comunicación de persona a persona la función de codificar es efectuada por
medio de la capacidad motora de la " fuente": mecanismos vocales (que
producen la palabra hablada, los gritos, las notas musicales, etc); los sistemas
musculares en general que dan lugar a la palabra escrita, los dibujos, o que
originan los gestos del rostro y ademanes de los brazos, las posturas, etc.

Podemos considerar los canales en distintas formas. Por el momento, basta


decir que un canal es un medio, un portador de mensajes, o sea, un conducto.
Es exacto decir que los mensajes sólo pueden existir en algunos canales. Pero
a pesar de esto la elección de canales es, a menudo, un factor importante para
la efectividad de la comunicación.

Hemos introducido, en cuanto a la comunicación, una fuente, un codificador, un


mensaje y un canal. Si nos detenemos aquí, ninguna comunicación de se
habrá producido. Para que esta ocurra ha de haber alguien en el otro extremo
del canal. Cuando hablamos se hace necesario que alguien escuche; cuando
escribimos, alguien tiene que leernos. La persona o las personas situadas en el
otro extremo del canal pueden ser llamadas el receptor de la comunicación, el
blanco de ésta.

Las fuentes y los receptores de la comunicación deben ser sistemas similares.


Si no lo son, la comunicación es imposible. Cabe dar un paso más y decir que
la fuente y el receptor pueden ser (y a menudo lo son) la misma persona; la
fuente puede comunicarse consigo misma (el individuo escucha lo que está
diciendo, lee lo que escribe, piensa). En términos psicológicos, la fuente trata
de producir un estímulo; si no responde, la comunicación no habrá ocurrido.

Nos falta ahora tan solo uno de los componentes básicos de la comunicación.
Así como la fuente necesita un codificador para traducir sus propósitos en
mensajes, para expresar el propósito en un código, al receptor le hace falta un
decodificador para retraducir, descodificar el mensaje y darle la forma que sea
utilizable para el receptor. Hemos dicho que en la comunicación de persona a
persona el codificador podría ser el conjunto de facultades motoras de la
fuente. Por esa misma razón podemos considerar al decodificador de códigos
como el conjunto de facultades sensoriales del receptor. En las situaciones de
comunicación de una o dos personas los sentidos pueden ser considerados
como el descifrador de códigos.

Recordemos que este modelo de comunicación muy moderno, tiene sus bases
en el modelo Aristotélico en su Retórica. Aristóteles definió el estudio de la
comunicación como la búsqueda de "todos los medios de persuasión que
tenemos a nuestro alcance". Analizó las posibilidades de los demás propósitos
que puede tener un orador. Sin embargo, dejó muy claramente asentado que la
meta principal de la comunicación es la persuasión, es decir, el intento que
hace el orador de llevar a los demás a tener su mismo punto de vista.

La retórica según Aristóteles es el arte de la persuasión en el cual un orador


dirige un discurso hacia un público para llegar a convencer a este siendo el
discurso falso o verdadero. Aristóteles se basa en la verisimilitud del discurso el
discurso sigue orden lineal: orador-->discurso--->publico
Ethos: Forma en que se entrega el mensaje. (Carácter Moral)
Logos: Tipo y estilo de mensaje.
Pathos: Las características del publico.
Aristóteles resume la retórica en: El orador debe adaptarse al publico en base a
una lógica especifica dependiendo de lo que quiere transmitir en su discurso. El
arte retórico podemos dividirlo en 3 áreas: invencion--disposicion—elocucion
INVENCION
Es el que se va a decir mediante el convencimiento y la emoción. Siendo el
convencer la manera lógica, dando pruebas extra-técnicas y técnicas. La
emoción basada en la psicología con las características morales y pasionales
del orador hacia el público
DISPOSICION
Es el orden en que se llevara acabo el discurso y esta directamente ligado con
la invención consta de 4 partes: Exordio: introduce el tema, consiste en
emocionar. Narración: expone objetivamente el tema. Demostración: define el
tema y plantea argumentos. Epílogo: concluye el discurso intentando
emocionar al público.
ELOCUCION
Consiste en la manera en que el orador dirige el mensaje hacia el público.
En la era del imperio romano (106 al 46 a.c.) existió un gran orador que aplicó
de manera magistral el arte de la oratoria. Su nombre fue Cicerón, considerado
como el mas fino Orador de aquella época.
Marco Fabio Quintiliano, fue un gran teorista clásico que vivió en los años 95 al
35 a.c. y fue el último de los denominados teorístas clásicos que definió la
Retórica, como el estudio del buen hombre que habla bien.

Sin duda alguna que la voz humana es capaz de lograr un registro de


emociones en su emisión que puede alcanzar el objetivo de llegar a lo más
profundo de todos nosotros. Los masones lo sabemos muy bien porque
podemos aplicar directamente el resultado de este recurso al celebrar nuestro
querido ritual en logia.

Ahora bien si el lenguaje es una de los elementos de la comunicación que ya


vimos anteriormente y que este lenguaje lo vamos estudiar en las disciplinas
como la Lingüística: que es una disciplina que se encarga del estudio
científico y profundo de la lenguas naturales y todo lo relacionado con ellas,
entiéndase por ello: Idioma, léxico, forma de hablar, pronunciación, ubicación
de las lenguas en un mapa étnico - cultural y la determinación y búsqueda de
lenguas. Y de igual forma en la Semiótica o Semiología: (del griego:
σημειωτικός, "simiotikos") es la ciencia que trata de los sistemas de
comunicación dentro de las sociedades humanas, estudiando las propiedades
generales de los sistemas de signos, como base para la comprensión de toda
actividad humana. Aquí, se entiende por signo un objeto o evento presente que
está en lugar de otro objeto o evento ausente, en virtud de un cierto código
De esta forma entendemos la diferencia entre Signo y Símbolo. Un signo es un
objeto que nos trasmite una señal y código de manera estática, pues como
hemos visto en la forma de comunicación; el signo consigue su objetivo cuando
el receptor maneja el mismo protocolo de comunicación y entiende el
significado que transmite dicho signo. Mas sin embargo, el Símbolo va más allá
de un signo, es un intercambio continuo de comunicación. El símbolo se
comprende y continuamente se esta redescubriendo, pues las múltiples
interpretaciones que puede generar, nos permiten darle al símbolo infinidad de
significados.
Es acaso la Masonería una escuela de formación que se vale de los Símbolos?

Recordemos que la Masonería Operativa se realizaba en talleres cerrados,


donde solo podían ingresar aprendices autorizados o con el beneplácito de sus
integrantes a fin de que los secretos del oficio, técnicas, artes y conocimientos
no se expandieran por el mundo perdiendo su exclusividad y, por tanto, el
poder de la información. Las medidas de prevención para evitar a los curiosos
o saboteadores consistían en una serie de señales y signos de reconocimiento.
De igual forma, las continuas persecuciones que han sufridos nuestros QQ:.
HH.. a lo largo de la Historia, una vez mas justificarían la incorporación de
estas señales y signos.
Fijémonos que en el ritual cargado de gestos y símbolos, se van configurando
en nuestra psique una nueva manera de ver la realidad. Ahora entendida en las
múltiples interpretaciones que cada Q:. H:. le otorga al taller.
Una vez que nos iniciamos, se nos orienta a la supresión del habla dentro del
taller, pues se nos prohíbe tomar el derecho de palabra. Ya mucho de nosotros
conoce la esencia de esta norma al Aprendiz (el guardar silencio), pero sin
embargo no es colocar al Masón como un mudo ante el mundo profano, mas
bien, nos va preparando para luego desarrollar este conocimiento alcanzado en
beneficio de la sociedad.
El profano, la gente de fuera del taller, por mucho que les comuniquemos esta
historia, no la entenderían básicamente por que hay que vivirla. No hay ni
forma ni modo de comunicarlo.

Sobre la base de las prácticas rituales y el estudio de un sistema


simbólico complejo, el espíritu de la Masonería parece lo
contrario de lo que propugnan los usos tecnológicos vinculados a
la comunicación moderna

La Masonería es un factor más que nos aísla de la corriente general de la


Modernidad de las Globalización de las Redes de Comunicación, por que la
Orden prefiere la materialidad sublimada, la presencia física de los miembros
de la comunidad -creador de lazos sociales- y la paciencia necesaria para el
desarrollo de su propia hermenéutica así como la transmisión en el tiempo de
valores universales y atemporales
Frente a la dependencia extrema de la Tecnología en la Comunicación
moderna que nos aísla y nos convierte en Autistas comunicacionales, la
Masonería plantea un reconocimiento y un estudio meditativo de los diferentes
Símbolos, así como un acto de comunicación grupal, amparados por este
mismo acervo de signos, símbolos, señales, rituales, etc. Que nos despiertan
formas mas intimas de conocimientos o quizás de redescubrimientos.
SIMBÓLICO Y DIABÓLICO

La palabra simbólico viene del griego symbolikos, y ésta de símbolo, del


griego σύμβολον (symbolon). Symbolon deriva del verbo συμβάλλειν, que
esta compuesta de συμ (sim) que viene a significar juntamente, juntar o
volver a unir, y βάλλειν (ballein), que podemos traducir como lanzar,
arrojar o tirar. Así ocurre por ejemplo con el término discóbolo, o sea, el
que lanza el disco. Símbolo significa entonces literalmente lanzar
conjuntamente; lanzar, y al lanzar, reunir o volver a unir. En definitiva, si le
echamos algo de imaginación, lanzar o tirar algo (incompleto) con la fortuna
de que se reúna con las partes que le faltan (para llegar a estar completo).
En El Banquete Platón pone en boca de Aristófanes el famoso mito en el que
se explica el amor sexual (eros) como anhelo de encontrar la mitad que nos
falta. Lo que hoy solemos llamar nuestra media naranja. Allí Platón utiliza el
término símbolo de un modo muy coherente con este planteamiento:

Por tanto, cada uno de nosotros es un símbolo de hombre, al haber


quedado seccionado en dos de uno solo, como los lenguados. Por esta
razón, precisamente, cada uno está buscando siempre su propio símbolo.
En consecuencia, cuantos hombres son sección de aquél ser de sexo común
que entonces se llamaba andrógino son aficionados a las mujeres, y
pertenece también a este género la mayoría de los adúlteros; y proceden
también de él cuantas mujeres, a su vez, son aficionadas a los hombres y
adúlteras.

Sin embargo parece ser que originariamente símbolo era un objeto partido
en dos del que dos personas conservaban cada uno una mitad. Al unirse las
dos partes se hacía explícito un nuevo sentido que podía ser un poder
extraordinario, una relación de parentesco entre los portadores o cualquier
otro acontecimiento hasta ese momento oculto y anhelado. En literatura
fantástica este objeto suele ser un anillo, una medalla o una moneda. En su
obra La edad del espíritu, el filósofo Eugenio Trías define símbolo de la
siguiente manera:

Símbolo era, en su origen, una contraseña: una moneda o medalla partida


que se entregaba como prenda de amistad o de alianza. El donante
quedaba en posesión de una de las partes. El receptor disponía sólo de una
mitad, que en el futuro podía aducir como prueba de alianza con sólo hacer
encajar su parte con la que poseía el donante: En ese caso se arrojaban las
dos partes a la vez, con el fin de ver si encajaban. De ahí la expresión sým-
bolom, que significa aquello que se ha lanzado conjuntamente.

No obstante, el significado más común de símbolo viene a ser una


contraseña o santo y seña dicha o escrita en la que un individuo dice o
muestra una frase escrita y el otro responde con otra frase y/o la acción
pertinente. Cuando las dos partes se cumplían (la frase dicha o escrita y la
frase o la acción adecuada con la que se respondía) los dos participantes
reconocían entonces su compromiso o deuda mutua. En el libro VI de
Historia, escrito por Heródoto de Halicarnaso, se mienta símbolo en este
sentido:
Hechos, pues, tales discursos y sacadas conmigo estas cuentas, me resolví
a vender la mitad de todos mis haberes y a depositar en su poder la suma
que de ellos sacase, bien persuadido de que en tus manos estaría todo
salvo y seguro. Allí tienes, pues, ese dinero; tómalo juntamente con el
símbolo (σύμβολον) que aquí ves; guárdalo, y al que te lo pida
presentándote esa contraseña (σύμβολον); me harás el gusto de
entregárselo. Estas razones pasaron con el forastero de Mileto, y Glauco, en
consecuencia, se encargó del depósito bajo la palabra de devolverlo. Pasado
mucho tiempo, los hijos del Milesio que había hecho el depósito, venidos a
Esparta y avistados con Glauco, pedían su dinero presentándole la
consabida contraseña (σύμβολον)''.

Lo contrario de simbólico es la voz griega diabólico (diabólicos) διαβολικός.


A su vez, diabólico viene del griego διάβολος (diábolos). Diábolos, διάβολος
está formada de διά (dia = a través de) y βάλλειν (ballein = tirar, arrojar).
Significa literalmente el que lanza algo a través o entre otros, de ahí el que
separa o divide. Para Aristóteles diábolos es quien separa a los hombres con
mentiras o calumnias, el maledicente o calumniador. O sea, el que divide a
los hombres creando odio, cólera o envidia. Diábolos en castellano nos da la
palabra diablo. La palabra diablo nos llega del latín diabŏlus, que aparece
por primera vez en Tertuliano entre finales del s. II e inicios del s. III d.C.
No obstante, el concepto de diablo como ángel caído expulsado por Dios es
una creación del cristianismo. A los padres de la Iglesia de los siglos Il, III y
IV d. C., les encantó esta palabra griega para denominar a su espíritu del
mal, y la adoptaron en sus traducciones de textos sacros y en su uso. Así
pues, consideraban que "el Maligno" tiene como misión separar y desunir
del buen camino a los fieles cristianos lanzando sus tentaciones, y que en el
juicio final actuará como acusador, calumniador o detractor del género
humano.

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