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RITOS INICIALES

Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra


y celebrar la eucaristía. Entrada - Saludo - Acto penitencial - Gloria -
Oración colecta.

Procesión de entrada

Llegamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio más grande de


nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría. La
entrada solemne del celebrante y sus ministros al templo supone, requiere y
hace efectiva la asamblea ya reunida. Con ella y por ella, Cristo está presente.
El reunirnos es una actitud profunda que debemos vivir en la Misa; somos el
Pueblo de Dios convocado; es Jesús el que nos ha invitado a juntarnos. La Misa
empieza en este momento y toda ella es un solo acto. Por eso, la gente que llega
tarde rompe la unidad y quita a Dios algo que es de Él y de su Iglesia.

Mientras el sacerdote entra, comienza el canto de entrada. "La finalidad de


este canto es abrir la celebración, fomentar la unión entre los presentes e
introducir los espíritus en el misterio del tiempo litúrgico o de la fiesta, ya
acompañar la procesión..."

Saludo inicial

Durante el canto, el celebrante saluda al altar. Puede hacerlo mediante un beso


y, en ocasiones especiales, perfumándolo con incienso. Estos son signos de
veneración a Cristo, a quien el altar simboliza. Luego el sacerdote saluda a la
asamblea comenzando con la Señal de la cruz. Este saludo expresa en primer
lugar la relación de comunión entre la asamblea y el sacerdote, y en segundo
lugar, el Espíritu en que se sienten unidos y se reúnen.

Acto penitenfcial

Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas. Que puede
hacerse de diversas formas. Luego de un momento de silencio, se canta o recita
el "Señor ten piedad" o el "Yo confieso". El sacerdote termina con una absolución
para todos. Éste es un rito de purificación, de reconciliación con Dios y los
hermanos para poder encontrarnos sin que nos separe el pecado.

Gloria

Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra


necesidad de Él. El Gloria es un himno de alabanza. Un canto de la asamblea
de antigua tradición, una oración modelo que proclama la salvación en Cristo
Jesús, da gracias al Padre, y suplica a Dios Trinidad. Nos hace empezar cantando
nuestra actitud interior de admiración, gratitud, confianza y súplica. (se omite
en tiempo de Adviento y Cuaresma)
Oración Colecta

Es la oración que el sacerdote, en nombre de toda la asamblea, hace al Padre.


En ella recoge todas las intenciones de la comunidad.

LITURGIA DE LA PALABRA

En la Liturgia de la Palabra, Dios se hace presente y habla a su pueblo. Cristo,


antes de hacerse alimento para el cuerpo, se hace palabra para el alma. Se
presenta y se vive la proclamación de la Palabra como un acontecimiento actual.
Se actualiza la fuerza de la revelación y salvación de Dios. Primera Lectura -
Salmo Responsorial - Segunda Lectura- Aleluya - Evangelio - Homilía -
Credo - Oración universal.

Los días de fiesta y los domingos se leen dos lecturas. La primera es del Antiguo
Testamento y la segunda es del Nuevo Testamento. Los días de semana se lee
una única lectura. El Salmo Responsorial y el Evangelio nunca se suprimen.

Primera lectura

En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de


Israel y de sus profetas. (desde el ambon)

Salmo

El Salmo Responsorial pone en práctica dos acciones: escuchar y responder.


Por eso se llama "responsorial". El salmo es el canto más importante de la
Liturgia de la Palabra. No es un simple canto de meditación, sino que forma parte
de la Biblia (Antiguo Testamento). Es inspirado por Dios. (Salmo = alabanza)

Segunda lectura

En el Nuevo Testamento, Dios nos habla a través de los apóstoles.

Aleluya

Se saluda con una aclamación que en hebreo significa "Gloria al Señor", y es el


Aleluia. La Iglesia lo conservó como una aclamación de alegría. El Aleluia tiene
por sí mismo el valor de rito o acto con el que la asamblea recibe y saluda al
Señor que va a hablarles.
Evangelio

Evangelio significa "buena noticia". Su proclamación está a cargo del celebrante


o de un diácono. Si bien todas las lecturas son Palabra de Dios, esta lectura es
particularmente Palabra de Cristo.

 Sacerdote: proclamación del Evangelio según …


 Señal de la cruz : Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos
Señor, Dios nuestro". En nombre del Padre del hijo , del Espíritu Santo, amen.
 Respondemos: Gloria a ti Señor Jesús
 Se lee el evangelio, Palabra del Señor
 Respondemos: Gloria y Honor a ti Señor Jesús

Homilía

El celebrante nos explica la Palabra de Dios la relaciona con lo que esta


celebrando y la aplica ala vida de la asamblea.

Credo

Luego rezamos juntos confesando y proclamando nuestra fe en el Credo. Allí


está resumido todo lo que creemos los cristianos católicos. Por eso también se
lo llama símbolo o profesión de fe.

Oración Universal

Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos. Rezamos por las
necesidades de la iglesia , del mundo , de los que sufren y de la comunidad.

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

El segundo momento de la Misa comienza con la preparación de la Mesa del altar


para el banquete eucarístico.

Tiene tres partes: Rito de las ofrendas, Gran Plegaria Eucarística (es el núcleo
de toda la celebración, es una plegaria de acción de gracias en la que
actualizamos la muerte y resurrección de Jesús) y Rito de comunión.

Presentación de dones

Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de


Cristo. Realizamos la colecta en favor de toda la Iglesia.

Oración sobre las ofrendas

S: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a
Dios, Padre todopoderoso.
R: El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Prefacio

Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo. Acción
de gracias, en la cual el sacerdote en nombre de todo el pueblo da gracias por
la salvación.

Aclamación: Santo

Todos nos unimos a la alabanza incesante de la Iglesia, cantando a Dios el Santo,


que es el canto más importante de la Liturgia de la Eucaristía. Se trata de un
canto de inspiración bíblica, tomado en su primera parte del libro del profeta
Isaías y en la segunda, del Evangelio de Mateo. Con esta aclamación, cantamos
nuestra alabanza al Dios creador y salvador y exclamamos nuestro gozo por "el
que viene", Cristo Jesús.

Epíclesis (Invocación al Espíritu Santo)

El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu


Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús.

Narración y Consagración de la Eucaristía

El sacerdote hace "memoria" de la última cena, pronunciando las mismas


palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre
de Jesús. La fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu
Santo hacen sacramentalmente presentes su Cuerpo y su Sangre.

(De rodillas : En este momento también nuestro cuerpo es invitado a expresar


en la oración toda la adoración, el respeto y la reverencia por la grandeza del
amor de Dios que se renueva en el don total de Cristo en la cruz y en su hacerse
alimento por nosotros en su Cuerpo y su Sangre. Y frente a tanta grandeza, de
rodillas, queremos expresar también nuestra pequeñez, nuestra humildad,
nuestra necesidad de acoger Su Don para nuestra salvación)

Aclamación de la Asamblea

Aclamamos el misterio central de nuestra fe. Anunciamos tu muerte,


proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Memorial (anamnesis)

Hacemos memoria del mismo Cristo, recordando principalmente su Pasión,


Resurrección y Ascensión. Luego, se presenta la Padre la hostia
consagrada(inclinar la cabeza). La Iglesia procura que los fieles aprendamos a
ofrecernos a nosotros mismos en este momento.

Ofrecimiento del sacrificio

La iglesia ofrece al Padre el sacrificio de Cristo y pide que el Espíritu Santo


Congregue en la unidad a la comunidad.
Intercesiones

Expresamos la comunión con toda la Iglesia. Pedimos por el Papa, por los
obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros.

Doxología

El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y


en él, en la unidad del Espíritu Santo. Todos respondemos: "Amén". se expresa
la glorificación de Dios. El Amén es el más importante de toda la Misa, porque
con él manifestamos nuestra adhesión decidida a todo lo que el sacerdote ha
afirmado durante la Plegaria.

RITO DE COMUNIÓN

Padre nuestro

El Padre Nuestro es el primero de los pasos que nos prepara para la Comunión.
En esta oración pedimos el pan de cada día, aludiendo también a la Eucaristía e
imploramos la purificación de los pecados. Los que vamos a acercarnos a recibir
al Señor, sólo nos atrevemos a hacerlo desde una postura de mutuo perdón. La
monición (invitación del sacerdote a rezar) nos señala distintos aspectos del
sentido de esta oración en este momento de la misa: que nos ha sido enseñada
por el auténtico maestro de la oración, que alimenta la fraternidad y la unión de
los que comulgaremos con Cristo, que renueva la alegría de los hijos ante el
Padre. (NO TERMINA CON EL AMEN)

Rito de la paz

Sigue el Saludo de la paz, en el que imploramos la paz y la unidad para la


Iglesia y todos los hombres, y nos expresamos mutuamente la caridad con un
gesto de amistad y acercamiento.

S: Señor Jesucristo... vives y reinas por los siglos de los siglos.


R: Amén.

Fracción del pan y Cordero de Dios

Jesús quiso manifestarse en el gesto de la Fracción del Pan. El Pan fraccionado


es el cuerpo compartido de Jesús. También significa que nosotros, por la
comunión de este Pan de Vida, nos hacemos un solo cuerpo. Este gesto es
acompañado por el canto del Cordero de Dios. Con este canto invocamos a
Cristo como Redentor, como Cordero que es entregado por todos nosotros, al
Cristo Pascual que ha vencido y en la comunión se nos da como alimento.

 S: Éste es el Cordero de Dios... invitados a la Cena del Señor.


R: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
Comunión

Llenos de alegría y en procesión, nos acercamos a recibir a Jesús, pan de vida.


Antes de comulgar hacemos un acto de humildad y de fe.

S: El Cuerpo de Cristo.
R: Amén.

Oración en Silencio

Damos gracias a Jesús por haberlo recibido, y le pedimos que nos ayude a vivir
en comunión.

RITOS DE DESPEDIDA

Son ritos que concluyen la celebración y preparan a la asamblea para ir en


misión.

Avisos

Bendición

Recibimos la bendición del sacerdote en nombre de Cristo, a toda la comunidad.


Bendecir es decir "bien". Dios, que es fuente radical de todo bien, cuando
bendice es eficaz en su gracia y en la salvación que da.

Despedida y envío

Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, volvemos a nuestras


actividades, a vivir lo que celebramos, llevando a Jesús en nuestros corazones.

NOTAS:

La aclamación del Santo y El Cordero de Dios no se debe aplaudir, Jesús es el sacrificio por
nosotros, así que por solemnidad se reconoce su sacrificio con respeto y decoro durante este
momento se recomienda ser un momento de recogimiento.

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