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su diseño. Hay una serie de proteínas homólogas que a menudo son funcionalmente inter- Figura 22–1 Los cuatro procesos
cambiables entre especies muy diferentes. Una proteína de ratón producida de manera arti- esenciales por los que se forma un
ficial a menudo es capaz de llevar a cabo la misma función en una mosca de la misma organismo pluricelular: proliferación
celular, especialización celular,
manera que lo haría si se tratase de la versión de la proteína propia de la mosca, y viceversa,
interacción celular y desplazamiento
controlando a la perfección, por ejemplo, el desarrollo de un ojo o la arquitectura del cerebro celular.
(Figura 22–2). Gracias a esta unidad de mecanismos fundamentales, podremos comprobar
que los biólogos del desarrollo están ahora en vías de obtener un conocimiento coherente
del desarrollo animal.
Las plantas pertenecen a un reino aparte: su organización pluricelular ha evolucionado
independientemente de los animales. También podemos referir para ellas un mecanismo
fundamental unificado, pero distinto del que opera en los animales. En este capítulo trata-
remos sobre todo del reino animal, pero hacia el final del mismo, nos referiremos breve-
mente a las plantas.
cerebelo
En primer lugar, se explicarán los principios generales básicos del desarrollo animal y se
presentarán las siete especies de animales que los biólogos del desarrollo han adoptado
como organismos modelo.
células del
mesodermo
migrando
(B) (C) (D)
endodermo empezando
a invaginar
futura
boca
cara
ventral tubo
digestivo
futuro
(E) (F) (G) esqueleto
(A)
100 μm
futuro ano
Figura 22–3 Gastrulación en el erizo de mar. Un huevo fecundado se divide y produce una blástula,
una esfera hueca formada por células epiteliales que delimita una cavidad. En el proceso de gastrulación,
ectodermo endodermo
algunas células se dirigen hacia el interior formando el intestino y otros tejidos internos.
(A) Electromicrografía de barrido que muestra el plegamiento incipiente del epitelio. (B) Dibujo que
muestra de qué forma un grupo de células se desgaja del epitelio formando el mesodermo. (C) Entonces,
estas células reptan por la cara interna de la pared de la blástula. (D) Mientras tanto el epitelio continúa
plegándose hacia adentro formando el endodermo. (E y F) El endodermo invaginado se extiende en
forma de un largo tubo. (G) El extremo del tubo digestivo entra en contacto con la pared de la blástula boca
en el lugar de la futura abertura bucal. El ectodermo y el endodermo se fusionarán y se formará
un orificio. (H) Plan corporal animal básico, con una hoja ectodérmica exterior, un tubo endodérmico
interior y el mesodermo intercalado entre ambos. (A, de R.D. Burke et al., Dev. Biol. 146:542-557, 1991.
Con autorización de Academic Press; B-G, de L. Wolpert y T. Gustafson, Endeavour 26::85-90, 1967. Con
ano
autorización de Elsevier.) (H) mesodermo
1308 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
equipos de unidades reguladoras similares: las secuencias de DNA de muchas de ellas están
bien conservadas y podemos reconocer homólogos en los diversos animales. Lo mismo es
cierto si comparamos diferentes especies de nematodos o diferentes especies de insectos.
Pero cuando comparamos regiones reguladoras de vertebrados con las de un gusano o una
mosca, es difícil ver tal semejanza. Las secuencias de codificación de proteínas son indiscuti-
blemente similares, pero las secuencias correspondientes al DNA regulador son muy distin-
tas. Este hallazgo es lo que cabría esperar si los diferentes esquemas corporales fuesen
principalmente el resultado de cambios en el programa del DNA regulador y conservaran la
mayor parte de los grupos de proteínas.
trasplante trasplante
antes de la
diferenciación
manifiesta huésped huésped
después de la
diferenciación
manifiesta
tejido que
Las células recuerdan valores posicionales que reflejan se desarrollaría
yema como un muslo,
su localización en el cuerpo de ala injertado en la punta
de la yema de ala
En muchos sistemas, mucho antes de que las células queden comprometidas a diferenciarse
en un tipo celular específico, han pasado a ser regionalmente determinadas, esto es, activan y
dedos del pie
mantienen la expresión de genes que se podrían considerar marcadores de una localización parte superior del con garras apicales
o región del cuerpo. Este carácter, específico de posición de una célula, se llama valor posi- ala y antebrazo
cional y sus efectos se manifiestan en el tipo de comportamiento de la célula en los estadios
ala
subsiguientes de la formación del patrón corporal. resultante
El desarrollo de la pata y el ala del pollo constituye un ejemplo notable de ello. Tanto la
pata como el ala de un adulto están formados por músculos, huesos, piel, etc., con una dis-
tribución de tejidos diferenciados que es casi exactamente igual en ambos casos. La distin-
Figura 22–8 Un tejido, que se desarrollaría
ción entre las dos extremidades no está en los tipos de tejidos sino en la forma en que estos
como un muslo, al ser injertado en la punta
se distribuyen en el espacio. ¿Cómo se llega a esta diferencia?
de la yema de un ala de pollo da lugar a
En el embrión de pollo, la pata y el ala se originan casi al mismo tiempo, en unas ye- dedos del pie. (Según J.W. Saunders et al.,
mas lingüiformes que sobresalen del costado. Al principio, las células de los dos pares de Dev. Biol. 1:281-301,1959. Con autorización de
yemas tienen un aspecto similar y son uniformemente indiferenciadas. Pero un experimento Academic Press.)
MECANISMOS GENERALES DEL DESARROLLO ANIMAL 1313
muy sencillo demuestra que esta apariencia de similitud es engañosa. Se puede cortar
un trozo pequeño de tejido indiferenciado de la base de una yema de pata, a partir de la
región que daría lugar al muslo, y luego injertarse en la punta de la yema del ala.
Sorprendentemente, el injerto no desarrolla la parte apropiada de la punta del ala, ni tam-
poco un trozo de tejido de muslo, sino un dedo del pie (Figura 22–8). Este experimento de-
muestra que las células de la yema de pata están ya determinadas a ser una pata, pero no
están aún comprometidas de forma irreversible a formar una parte concreta de la pata: to-
davía pueden responder a las indicaciones de la yema de ala, de forma que pueden dar lugar
a estructuras más apropiadas a la parte distal que a la base. El sistema de señales que con-
trola las diferencias entre las partes de una extremidad es en aparencia el mismo, tanto
para la pata como para el ala. La diferencia entre las dos extremidades resulta de una dife-
rencia en el estado interno de las células respectivas al principio del desarrollo de la extre-
midad.
En los vertebrados, la diferencia del valor posicional entre las células de los miembros
anteriores y la de los posteriores corresponde a la expresión de distintos grupos de genes que
codifican proteínas reguladoras; se cree que estas proteínas son las responsables de que
las células de cada yema se comporten de modo distinto (Figura 22–9). Más adelante, en es-
te mismo capítulo, se explicará cómo empieza el siguiente nivel de diseño, que es más deta-
llado, en una determinada yema de extremidad.
diciones ambientales; las inducciones más importantes que ejerce el entorno en las células
embrionarias son las señales que proceden de las células vecinas. Por lo tanto, en el modelo
que es probablemente el más común, cuando un grupo de células con el mismo potencial
de desarrollo inicial recibe una señal de las células de fuera del grupo, el resultado es que
uno o más miembros de este grupo entra en una vía de desarrollo que conduce a un carác-
ter distinto. Este proceso se llama interacción inductiva. Por lo general, la señal está limitada
en espacio y tiempo, de forma que sólo un subgrupo de las células competentes (aquellas
que están más cerca del origen de la señal) toman el carácter inducido (Figura 22–10).
Algunas señales inductoras son de corto alcance (sobre todo las que se transmiten por
contacto célula-célula); otras son de largo alcance, mediadas por moléculas capaces de di-
fundir a través del medio extracelular. El grupo de células inicialmente competentes que res-
células dirigidas a una nueva
ponden a la señal a veces se denomina grupo de equivalencia o campo morfogénico. Este vía de desarrollo
grupo puede consistir sólo en dos células o en millares de células; el número de las que pue-
den ser inducidas varía según la magnitud y la distribución de la señal. Figura 22–10 Señalización inductiva.
1314 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
genético tratados en el Capítulo 7. En cualquier caso, la inhibición lateral significa que si una
célula n.o 1 produce un poco más de X, será la causa de que la célula n.o 2 produzca menos;
y como la célula n.o 2 produce menos X, entonces transmite menos inhibición a la célula
n.o 1 y de esta forma permite que la cantidad de X en la célula n.o 1 aumente todavía más; y así
podría continuar hasta alcanzar un estado estacionario en el cual la célula n.o 1 contenga
mucho X y la célula n.o 2 muy poco.
Los análisis matemáticos muestran que este fenómeno depende de la fuerza del efecto
de la inhibición lateral: si es muy débil, las fluctuaciones van desapareciendo y no tiene nin-
gún efecto duradero, pero si es bastante fuerte y brusco, las fluctuaciones se irán amplifi-
cando aceleradamente hasta romper la simetría inicial entre las dos células. A menudo en la
inhibición lateral interviene el intercambio de señales por contacto célula-célula por la vía
de señalización Notch (como se explicó en el Capítulo 15), que es un mecanismo común de
diferenciación celular en tejidos animales que permite a las células especializarse de distin-
tos modos.
bral, las células quedan esencialmente iguales. Pero si se halla por encima, entonces sufren
una diferenciación súbita. Por encima de este umbral el sistema es biestable o multiestable,
es decir, oscila hacia uno u otro de los dos o más estados posibles, según cuál sea la célula (o
cuál de los dos extremos de una sola célula) que gana la ventaja inicial.
La elección de uno de los resultados alternativos puede venir determinada por una
señal externa que confiere a una de las células una pequeña ventaja inicial. Pero cuando ha
actuado la retroalimentación positiva, esta señal externa es ya irrelevante. La rotura de la si-
metría, una vez establecida, es difícil que revierta; la retroalimentación positiva hace que el
estado asimétrico escogido se automantenga, incluso después de que la señal que ha inicia-
do el proceso haya desaparecido. De esta forma, la retroalimentación positiva proporciona al
sistema una memoria de señales pasadas.
Todos estos efectos de la retroalimentación positiva (rotura de la simetría, respuestas
todo o nada, biestabilidad y memoria) van siempre juntos y los encontramos una y otra vez
en los organismos en desarrollo. Son fundamentales en la producción de modelos celulares
estables y delineados con precisión.
Tabla 22–1 Algunas proteínas señal que intervienen una y otra vez como inductores en el desarrollo animal
VÍA SEÑALIZADORA FAMILIA DE FAMILIA DE INHIBIDORES/MODULADORES
LIGANDOS RECEPTORES EXTRACELULARES
Receptor tirosina quinasa (RTK) EGF receptores EGF Argos
FGF (Branchless) receptores FGF (Breathless)
Efrinas receptores Eph
Superfamilia TGFβ TGFβ receptores TGFβ cordina (Sog), noguina
BMP (Dpp) receptores BMP
Nodal
Wnt Wnt (Wingless) Frizzled Dickkopf, Cerberus
Hedgehog Hedgehog Patched, Smoothened
Notch Delta Notch Fringe
Solo se han enumerado las más representativas de cada clase, principalmente las mencionadas en este capítulo. Los nombres peculiares para Drosophila se
muestran entre paréntesis. Muchos de los componentes listados tienen varios homólogos que se distinguen con números (FGF1, FGF2, etc.) o con sobrenombres
(Sonic hedgehog, Lunatic fringe). Otras vías de señalización, como JSK/STAT, receptor de la hormona nuclear y las vías con receptor acoplado a proteína G
también desempeñan un papel importante en algunos procesos de desarrollo.
MECANISMOS GENERALES DEL DESARROLLO ANIMAL 1317
que la célula esté recibiendo en el mismo momento, hecho que refleja que la célula recuer-
da las señales recibidas previamente.
(A)
500 μm
ANTERIOR
B B
B
Figura 22–15), induce a las células sobre las que actúa a elegir entre unas cuantas opciones
de desarrollo. No obstante, los órganos que al final se desarrollan son mucho más grandes y
mucho más complejos.
La proliferación celular que sigue a la especificación inicial explica el aumento de ta-
maño, mientras que el perfeccionamiento del modelo se explica por una serie de induccio-
nes locales que van puliendo los niveles sucesivos de detalle sobre un esbozo inicialmente
sencillo. En el momento en que están presentes dos tipos celulares, uno de ellos puede pro-
ducir un factor que induzca a un subgrupo de células vecinas a especializarse en un tercer
tipo. Éste puede a su vez devolver la señal a los otros dos tipos de células cercanas, generan-
do un cuarto y un quinto tipo celular, etc. (Figura 22–16).
Esta estrategia que genera un modelo progresivamente más complicado recibe el nom-
bre de inducción secuencial. Es sobre todo a través de este mecanismo que el esquema cor-
poral de un animal en desarrollo, una vez formado un esbozo en pequeño, pasa a elaborarse
con detalles más precisos conforme avanza el desarrollo.
En las secciones que siguen en este capítulo se centrará la atención en una pequeña se-
lección de organismos modelo y veremos cómo actúan, en la práctica, los principios esque-
matizados en esta primera sección. Empezaremos con el análisis del nematodo
Caenorhabditis elegans.
Resumen
Los cambios evidentes en el comportamiento celular que observamos a medida que se va desarro-
llando un organismo pluricelular son los signos externos de una compleja ordenación molecular
que depende de la memoria celular. Esta ordenación tiene lugar en el interior de las células a medi-
da que reciben y procesan señales de sus vecinas y emiten señales respuesta. Por tanto, el modelo
final de tipos celulares diferenciados es el resultado de un programa encubierto de especialización
celular. El programa actúa sobre los variados modelos de expresión de las proteínas reguladoras,
confiriendo a cada célula diferentes potencialidades mucho antes de que empiece la diferenciación
terminal. Los biólogos del desarrollo, mediante experimentos genéticos y de microdisección, preten-
den descifrar este programa y relacionarlo con las señales intercambiadas entre las células mientras
proliferan, interactúan y se desplazan.
Animales tan distintos como gusanos, moscas y humanos utilizan conjuntos de proteínas muy
similares para controlar su desarrollo; por lo tanto, lo que descubrimos en un organismo a menudo
nos da una idea de lo que sucede en los otros. Diferentes organismos utilizan en multitud de ocasio-
nes y en situaciones distintas, unas cuantas vías de señalización célula-célula evolutivamente bien
conservadas, que regulan la formación de un modelo pluricelular organizado. En un embrión, la
mayor parte de las diferencias del esquema corporal derivan de diferencias en el DNA regulador aso-
ciado a cada gen. Este DNA tiene un papel clave en la definición del programa secuencial de desa-
rrollo, desencadenando la acción de los genes en momentos y lugares específicos, según el patrón de
expresión presente en cada célula en la etapa anterior del desarrollo.
Las diferencias entre las células de un embrión pueden surgir de varios modos. La retroalimen-
tación positiva puede llevar a una rotura de la simetría generando una diferencia radical y perma-
nente entre células inicialmente casi idénticas. También pueden nacer células hermanas distintas
como resultado de una división celular asimétrica. Otra forma de diferenciación de un grupo de
células inicialmente similares es la exposición a señales inductoras emitidas por células externas
al grupo; los inductores de largo alcance, con efectos graduales, llamados morfógenos, son capaces
de organizar un patrón complejo. Gracias a la memoria celular, estas señales transitorias pueden
CAENORHABDITIS ELEGANS: SU DESARROLLO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA CÉLULA INDIVIDUAL 1321
1,2 mm
DORSAL
ANTERIOR intestino huevos gónada POSTERIOR
HUEVO
0
tiempo después de la fecundación (horas)
musculatura
10
eclosión
tubo digestivo
ANTERIOR POSTERIOR
bien por fecundación cruzada, mediante la transferencia de espermatozoides masculinos a Figura 22–18 Árbol genealógico de las
través de la cópula. Gracias a la autofecundación, un solo gusano heterocigoto engendra una células del intestino de C. elegans. Nótese
prole homocigota. Esta es una característica importante que hace de C. elegans un organis- que aunque las células del tubo digestivo
forman un solo clon (como las células de la
mo excepcionalmente útil para los estudios genéticos.
línea germinal), las células de muchos otros
tejidos no lo hacen. Las células nerviosas
(no representadas en el dibujo del adulto,
En el desarrollo de un nematodo, el destino celular parte inferior de la figura) están agrupadas
principalmente en ganglios cerca de los
se puede predecir casi perfectamente extremos anterior y posterior y en un
cordón nervioso ventral que recorre
C. elegans empieza su vida como una célula única, el huevo fecundado, que da lugar, tras
todo el cuerpo del animal.
repetidas divisiones celulares, a 558 células que forman un pequeño gusano en el interior de la
cubierta del huevo. Después de eclosionar, las divisiones siguientes llevan al crecimiento y
maduración sexual del gusano a través de sucesivas etapas larvarias, separadas por mudas.
Después de la última muda, que lleva a la etapa adulta, el gusano hermafrodita empieza a pro-
ducir sus propios huevos. La secuencia completa, de huevo a huevo, dura sólo unos tres días.
Mediante observación directa del animal en desarrollo, se ha cartografiado el linaje de
todas las células, desde el huevo unicelular al adulto pluricelular. Una célula precursora con-
creta sigue el mismo patrón de divisiones en todos los individuos y, con muy pocas excep-
ciones, el destino de cada célula descendiente se puede predecir a partir de su posición en el
árbol genealógico (Figura 22–18).
Este grado de precisión estereotipada no se observa en el desarrollo de animales más
grandes. A primera vista, sugiere que cada linaje del embrión del nematodo está pro-
gramado para seguir un patrón de división y especialización celular de una forma rígida e
independiente. Esto podría hacer pensar que el gusano no es un organismo representativo.
No obstante, más adelante veremos que no es así, ya que, como en otros animales, el desa-
rrollo depende de interacciones célula-célula, así como de procesos internos de las células
individuales. El resultado es predecible casi a la perfección, simplemente porque el patrón
de interacciones entre células es reproducible en gran medida y correlacionado de forma
exacta con la secuencia de divisiones celulares.
Como en el caso de otros animales, en un gusano en desarrollo la mayoría de las células
no están restringidas a generar una prole de un solo tipo diferenciado hasta un estadio avan-
CAENORHABDITIS ELEGANS: SU DESARROLLO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA CÉLULA INDIVIDUAL 1323
zado del desarrollo; por lo general las células de un tipo particular, por ejemplo de músculo,
derivan de varios precursores espacialmente dispersos que también pueden dar lugar a
otros tipos celulares. En el gusano, las excepciones son el tubo digestivo y la gónada, cada
uno de los cuales se forma a partir de una única célula fundadora; ésta aparece en la etapa de
8 células en el caso del tubo digestivo, y en el de 16 células, en el linaje de las células germi-
nales o línea germinal. Pero en cualquier caso, la diversificación celular empieza temprano,
en cuanto el huevo comienza a hendirse; es decir, mucho antes de la diferenciación terminal,
las células pasan por una serie de estados intermedios de especialización, siguiendo di-
ferentes programas según su localización y sus interacciones con las células vecinas. Pero,
¿cómo surgen estas diferencias tempranas entre las células?
Figura 22–20 Patrón de divisiones celulares en el embrión joven de C. elegans. huevo fecundado
Se indican los nombres y los destinos de cada una de las células. Las células
hermanas aparecen unidas por una corta línea negra. (Según K. Kemphues,
Cell 101:345-348, 2000. Con autorización de Elsevier.) ANTERIOR POSTERIOR
Figura 22–21 Vías de señalización celular que controlan la asignación de diferentes ABp
caracteres a las células del embrión de cuatro células en el nematodo. La célula P2
utiliza la vía de señalización Notch para enviar una señal inductiva a la célula ABp,
haciendo que ésta adopte un carácter especializado. La célula ABa presenta toda la
maquinaria molecular necesaria para responder de la misma forma a la misma señal,
pero no se produce así porque no está en contacto con P2. Al mismo tiempo, la señal Wnt P2
procedente de P2 hace que la célula EMS reoriente su huso mitótico y genere dos células Aba
hijas: las células MS y E (esta última fundadora del tubo digestivo) que se comprometerán futura futura
en dos destinos distintos como resultado de su diferente exposición a la proteína Wnt. célula MS célula E
CAENORHABDITIS ELEGANS: SU DESARROLLO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA CÉLULA INDIVIDUAL 1325
de las hijas, la célula MS, dará lugar a los músculos y a otras partes del cuerpo; la otra, la
célula E, será exclusivamente la fundadora del tubo digestivo (véase la Figura 22–21).
Una vez esquematizada la cadena de sucesos de causa y efecto en el desarrollo tempra-
no del nematodo, se examinarán algunos métodos que se han utilizado para descifrarla.
Notch impide su respuesta. Por lo tanto, en diferentes momentos de su historia, las dos cé-
lulas del linaje ABa y ABp responden a Notch, pero los resultados son diferentes. De alguna
forma la señal Notch en el estadio de 12 células induce la formación de la faringe, pero en el
estadio de 4 células tiene otros efectos, que incluyen impedir la formación de faringe por
inducción de Notch en un estadio posterior. Este fenómeno, en el cual el mismo mecanis-
mo de señales induce efectos diferentes en diferentes etapas y en diferentes contextos, se
observa en el desarrollo de todos los animales; en todos ellos, la señal Notch se utiliza de
forma repetida.
adulto. De hecho, Lin4 y Let7 fueron los primeros micro-RNA que se describieron en anima-
les, y fue gracias a los estudios en C. elegans que se descubrió la importancia de todo este
conjunto de moléculas de regulación génica.
En muchas otras especies, incluyendo Drosophila, el pez cebra y los humanos, encon-
tramos moléculas de RNA que son idénticas o casi idénticas al RNA de Let7. Además, estos
RNA actúan del mismo modo regulando el nivel de las moléculas de mRNA diana, las cuales
son homólogas a las dianas del RNA de Let7 en el nematodo. En Drosophila, parece que este
sistema de moléculas interviene en la metamorfosis de la larva a la mosca, hecho que sugiere
que tiene una función conservada en el control de la temporización de las transiciones en el
desarrollo.
la célula muerta
es digerida
sin dejar rastro
Figura 22–23 Muerte celular apoptótica en C. elegans. La muerte depende
de la expresión de los genes Ced3 y Ced4 en ausencia de la expresión de
Ced9, todos ellos en la misma célula apoptótica. La posterior captación
y procesamiento de los remanentes de la célula dependen de la expresión
de otros genes en las células vecinas.
1328 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
Resumen
Caenorhabditis elegans es un nematodo pequeño, transparente y relativamente sencillo; su desa-
rrollo es reproducible en extremo y conocido con detalle, de tal forma que una célula situada en un
lugar concreto del cuerpo tiene el mismo linaje en todos y cada uno de los individuos y su linaje se
conoce de un modo exhaustivo. Además, el genoma se ha secuenciado por completo. Así, se han com-
binado potentes métodos genéticos y de microdisección para descifrar los mecanismos del desarrollo.
Como en otros organismos, el desarrollo depende de la combinación de interacciones célula-célula
y de procesos celulares autónomos. El desarrollo empieza con una división asimétrica del huevo fe-
cundado, de la que resultan dos células más pequeñas que contienen distintos determinantes del
destino celular. Las células hijas de estas células interactúan mediante vías de señalización Notch y
Wnt y generan un conjunto de estados celulares más diverso. Al mismo tiempo, gracias a las divisio-
nes asimétricas, una célula hereda materiales del huevo que la determinarán ya en una etapa tem-
prana, como progenitora de la línea germinal.
Mediante cribado genético se identifican los grupos de genes responsables de esta etapa del
desarrollo y de las posteriores, incluyendo los que controlan la muerte celular por apoptosis de un
subgrupo específico de células como parte del programa normal del desarrollo. También se han
identificado los genes heterocrónicos que gobiernan la temporización de los sucesos del desarrollo.
No obstante, se ha hecho evidente que la temporización de las distintas fases del desarrollo no está
marcada por el contaje del número de divisiones celulares.
antena
ojo cabeza
tórax balancín
ala
pata abdomen
(B)
(A)
DROSOPHILA Y LA GENÉTICA MOLECULAR DE LA FORMACIÓN DEL PATRÓN 1329
lado, la cantidad de DNA por gen es dos veces mayor (unos 10.000 nucleótidos de promedio,
comparado con los aproximadamente 5000 del gusano), aunque la mayor parte lo constitu-
yen secuencias no codificantes. La caja de construcción molecular contiene menos piezas,
pero las instrucciones de montaje (especificadas por las secuencias reguladoras del DNA no
codificante) son más voluminosas.
Décadas de estudios genéticos han culminado en grandes cribados genéticos sistemá-
ticos, que han dado como resultado un catálogo de los genes que controlan el desarrollo
definiendo el modelo espacial de tipos celulares y estructuras corporales de la mosca; ade-
más, la biología molecular ha proporcionado las herramientas para observar estos genes en
acción. Podemos observar de forma directa cómo se define el estado interno de las células
durante el desarrollo a través de la expresión de los genes reguladores, mediante hibridación
in situ de embriones enteros, utilizando sondas de DNA o de RNA o bien anticuerpos mar-
cados. Además, mediante el análisis de animales constituidos por una mezcla de células mu-
tantes y no mutantes, es posible descubrir cómo actúa cada gen como parte del sistema que
especifica la organización del cuerpo.
La mayoría de genes que controlan el patrón corporal en Drosophila tienen dobles muy
semejantes en animales superiores, incluyendo a la especie humana. De hecho, muchas de
las estrategias para definir la estructura del cuerpo y el modelaje de órganos y tejidos con-
cretos son asombrosamente similares. Por lo tanto, aunque pueda parecer sorprendente, la
mosca ha proporcionado la clave para comprender la genética molecular de nuestro propio
desarrollo.
Como ocurre con los nematodos, las moscas son ideales para los estudios genéticos, ya
que son baratas de mantener, es fácil obtener mutantes y tienen un ciclo reproductor corto.
FECUNDACIÓN
Pero existe otra razón más importante que explica por qué han resultado tan valiosas para huevo
0 días
los genetistas del desarrollo. Ya hemos destacado que los genomas de los vertebrados han
sufrido duplicaciones y a menudo contienen dos o tres genes homólogos que en la mosca
corresponden a un solo gen. Una mutación que destruya uno de estos genes no es útil para
DESARROLLO
revelar la función central del gen porque los homólogos que comparten dicha función per- EMBRIONARIO
manecen activos. En la mosca, con una dotación de genes menor, este fenómeno de redun-
dancia genética no es tan relevante. Por lo tanto, en la mosca el fenotipo de una mutación
determinada revela directamente la función del gen mutante.
1 día ECLOSIÓN
células somáticas
células polares
(células
germinales
primordiales)
sorprendentemente sólo para los alternos. Una cuarta categoría son los genes de polaridad
de segmento, que son los responsables de la organización del patrón anteroposterior de ca-
da segmento.
El descubrimiento de estos cuatro sistemas de genes y el análisis posterior de sus fun-
ciones (un cometido que todavía continúa) constituyó un logro excepcional de los genetis-
tas del desarrollo. Tuvo un impacto revolucionario en la biología del desarrollo en general
porque indican el camino hacia una explicación sistemática y comprensiva del control
genético del desarrollo embrionario. En esta sección se tratarán de forma resumida las con-
diciones relativas a las primeras fases del desarrollo de Drosophila porque son específicas
de los insectos; dedicaremos mucha más extensión a las partes del proceso que ilustran
principios más generales.
mRNA localizado (Nanos) mRNA localizado (Bicoid) receptores transmembrana (Torso) receptores transmembrana (Toll)
determinando determinando
• células germinales vs. células somáticas • ectodermo vs. mesodermo vs. endodermo
• cabeza vs. cola • estructuras terminales
• segmentos del cuerpo
especializadas que formarán los extremos de la cabeza y de la cola de la futura larva y tam- Figura 22–32 Organización de los cuatro
bién definirán los rudimentos del futuro tubo digestivo. Los tres conjuntos de genes respon- sistemas de gradientes de polaridad
sables de estos determinantes de localización se llaman genes de polaridad del huevo del huevo. Los receptores Toll y Torso
se distribuyen por toda la membrana; la
anteriores, posteriores y terminales.
coloración de los diagramas de la derecha
Una cuarta marca territorial define el eje dorsoventral (véase la Figura 22–32): una pro- indican el lugar donde serán activados por
teína producida por las células foliculares, situadas por debajo de la futura región ventral del ligandos extracelulares.
embrión, induce una activación localizada de otro receptor transmembrana llamado Toll,
que actúa en la membrana del oocito. Los genes necesarios para esta función se llaman
genes dorsoventrales de la polaridad del huevo.
Todos los genes de polaridad del huevo de estas cuatro clases son genes de efecto ma-
terno: el genoma materno es el decisivo y no el del cigoto. Así, una mosca cuyos cromosomas
son mutantes en las dos copias del gen Bicoid pero que nace de una madre con una copia
normal de Bicoid, se desarrolla con toda normalidad, sin ningún defecto en el patrón de la
cabeza. Sin embargo, si esta mosca hija es una hembra, no se puede depositar mRNA Bicoid
funcional en el interior de sus propios huevos y, en consecuencia, todos los embriones se
desarrollarán sin cabeza, sea cual fuere el genotipo del padre.
Estas cuatro señales de polaridad, proporcionadas respectivamente por Bicoid, Nanos,
Torso y Toll, ejercen su efecto regulando (de forma directa o indirecta) la expresión de los genes
de los núcleos del blastodermo. La utilización de estas moléculas en la organización del huevo
no es una característica general del desarrollo temprano de los animales, ya que sólo
Drosophila y otros insectos estrechamente relacionados poseen el gen Bicoid. Aunque en este
caso Toll se haya unido al grupo de moléculas que definen el patrón dorsoventral, su función
más antigua y universal está en la respuesta inmune, tal como se explicó en el Capítulo 24.
Sin embargo, el sistema de polaridad del huevo presenta algunas características muy
conservadas. Por ejemplo, la localización de mRNA Nanos en un extremo del huevo es inhe-
rente a la localización de los determinantes de las células germinales en este extremo del
huevo, como ocurre en C. elegans. En fases más avanzadas del desarrollo, a medida que el
genoma del cigoto entra en acción bajo la influencia del sistema de polaridad del huevo,
se hacen aparentes más similitudes con otras especies animales. A continuación, se utiliza-
rá el sistema dorsoventral para ilustrar este punto.
epidermis
dorsal
ectodermo
neurogénico
proteína
Sog mesodermo
proteína Toll controla esta redistribución de Dorsal mediante una vía de señalización que es
esencialmente la misma que la vía Toll-dependiente que interviene en la inmunidad innata.
Una vez dentro del núcleo, la proteína Dorsal inicia o impide, según sea su concentra-
ción, la expresión de diferentes grupos de genes. La expresión de cada gen que responde a la
acción de Dorsal depende de su DNA regulador, específicamente del número y afinidad de
los lugares de unión en este DNA para Dorsal u otras proteínas reguladoras. Por eso se dice
que el DNA regulador interpreta la señal posicional que genera el gradiente de proteína
Dorsal definiendo una serie de territorios dorsoventrales: bandas características de células
que ocupan toda la longitud del embrión (Figura 22–34A). Sobre todo en la zona ventral,
donde la concentración de Dorsal es la más alta, se inicia la expresión, por ejemplo, de un
gen denominado Twist, que es específico para el mesodermo (Figura 22–35). En la zona dor-
sal, donde la concentración de Dorsal es la más baja, se activa Decapentaplégico (Dpp). Y en
la zona intermedia, donde la concentración de Dorsal es lo bastante elevada para reprimir
Dpp, pero demasiado baja para activar Twist, las células activan otro grupo de genes, inclu-
yendo el llamado de gastrulación corta (Sog).
Engrailed
lles del patrón, proceso en el que también intervienen otros genes, incluyendo los de regla
par (Figura 22–38). Los genes de regla par, a su vez, colaboran unos con otros y con los genes
gap estableciendo un patrón regular de expresión de los genes de polaridad de segmento y
éstos también colaboran unos con otros definiendo el patrón interno de cada segmento. Por
lo tanto, se trata de una estrategia de inducción secuencial (véase la Figura 22–16). Hacia el
final del proceso, los gradientes globales producidos por los genes de polaridad inducen la
formación de un modelo muy detallado gracias a la jerarquía de controles posicionales
secuenciales, que son progresivamente más localizados. Debido a que las señales posicio-
nales globales que inician el proceso no tienen que especificar de forma precisa los detalles,
no es necesario que los núcleos sean gobernados con extrema precisión mediante pequeñas
diferencias en la concentración de estas señales. En lugar de ello, entran en juego nuevas
señales en cada momento de la secuencia que proporcionan diferencias localizadas signifi-
cativas de concentración y definen nuevos detalles. Por lo tanto, la inducción secuencial es
una estrategia efectiva. Actúa de una forma muy fiable produciendo embriones de mosca
con el mismo patrón, a pesar de la impresión intrínseca de los sistemas de control biológico,
y a pesar de las variaciones en condiciones tales como la temperatura a la que se desarrolla
la mosca.
Los genes de polaridad del huevo, los gap y los de regla par
crean un patrón temporal que es recordado por otros genes
Los genes gap y los de regla par se activan durante las primeras horas después de la fecun-
dación. Los productos del mRNA aparecen primero en patrones que sólo se aproximan a la
imagen final; entonces, en un corto espacio de tiempo y mediante una distribución difu-
minada inicial de los productos génicos, se resuelve en un sistema regular de bandas defi-
1340 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
nido débilmente (Figura 22–40). Pero este sistema es inestable y temporal. A medida que el
embrión va avanzando en la gastrulación y las fases siguientes, el patrón segmentado de los
productos de los genes gap y de regla par se desintegra. No obstante, sus acciones han deja-
do un conjunto de marcas permanentes que resultan en la persistente activación de deter-
minados genes de polaridad de segmento y de genes selectores homeóticos cuya función
es mantener la organización en segmentos de la larva y del adulto. El gen de polaridad de
segmento llamado Engrailed constituye un buen ejemplo de ello. Los productos de su RNA
se pueden observar en el blastodermo celular formando 14 franjas, cada una de ellas aproxi-
madamente del grosor de una célula, y corresponden a las porciones más anteriores de los
futuros parasegmentos (Figura 22–41).
Los genes de polaridad de segmento se expresan en patrones que se repiten de un para-
segmento al siguiente y sus bandas de expresión muestran una relación definida con las ban-
das de expresión de los genes de regla par que intervienen en su inducción. Sin embargo, la
generación de este patrón en cada parasegmento depende de las interacciones entre los ge-
nes de polaridad de segmento. Estas interacciones tienen lugar en los estadios siguientes a la
partición del blastodermo en células individuales, cuando las señales célula-célula de tipo
normal ya han entrado en juego. Un gran subconjunto de los genes de polaridad de segmen-
to codifican componentes de dos vías de transducción de señales, la vía Wnt y la Hedgehog,
incluyendo las proteínas señal Wingless (un miembro de la familia Wnt) y Hedgehog. Éstas se
expresan en diferentes bandas de células que actúan de centros de señales en cada paraseg-
mento, manteniendo y perfeccionando la expresión de otros genes de polaridad de segmen-
to. Aunque su expresión inicial está determinada por los genes de regla par, las dos proteínas
señal regulan una la expresión de la otra a modo de refuerzo mutuo y ayudan a activar la ex-
presión de genes como Engrailed en los lugares exactos donde deben hacerlo.
El modelo de expresión de Engrailed permanece durante toda la vida, mucho tiempo
después de que las señales hayan organizado su producción y hayan desaparecido (véase la
Figura 22–41). Este ejemplo ilustra no sólo la progresiva subdivisión del embrión, por medio
de señales cada vez más estrechamente localizadas, sino también la transición entre los su-
cesos de señalización temporal del desarrollo temprano y el mantenimiento estable de la
información del desarrollo en fases más avanzadas.
Además de regular los genes de polaridad de segmento, los productos de los genes de Figura 22–41 El patrón de expresión
regla par colaboran con los de los genes gap causando la activación perfectamente localizada de Engrailed, un gen de polaridad de
segmento. El patrón de Engrailed se muestra
en un embrión de 5 horas (en el estadio de
banda germinal extendida), en un embrión
de 10 horas y en un adulto (cuyas alas se han
arrancado en esta preparación). El patrón
se revela mediante un anticuerpo (marrón)
contra la proteína Engrailed (para los
embriones de 5 y de 10 horas) o (para el
adulto) mediante la confección de una
embrión de 5 horas cepa de Drosophila que contenga
100 μm
secuencias control del gen Engrailed
acopladas a secuencias codificantes del
gen marcador LacZ, cuya proteína se
detecta histoquímicamente de color
adulto azul por el producto de la reacción que
500 μm
cataliza. Nótese que el patrón de Engrailed,
una vez establecido, se preserva durante la
vida del animal. (De C. Hama, Z. Ali y T.B.
Kornberg, Genes Dev. 4:1079-1093, 1990.
embrión de 10 horas Con autorización de Cold Spring Harbor
100 μm Laboratory Press.)
LOS GENES SELECTORES HOMEÓTICOS Y SU PAPEL EN LA FORMACIÓN DEL PATRÓN DEL EJE ANTEROPOSTERIOR 1341
de otro conjunto de marcas espaciales: los genes selectores homeóticos. Estos genes son los
que distinguen permanentemente un parasegmento de otro. En el próximo apartado se exa-
minarán estos genes selectores con detalle y consideraremos su papel en la memoria celular.
Resumen
La mosca Drosophila ha sido el organismo modelo más utilizado en el estudio de la genética del desa-
rrollo animal. Al igual que en otros insectos, su desarrollo empieza con una serie de divisiones nuclea-
res que dan lugar a un sincitio y una gran parte del desarrollo temprano tiene lugar en el interior de
esta célula plurinucleada. El patrón se origina mediante la asimetría del huevo, que se organiza gra-
cias a las reservas de mRNA de su interior y a las señales que proceden de las células foliculares que
lo rodean. La información posicional en el embrión plurinucleado se suministra mediante cuatro
gradientes intracelulares establecidos por los productos de cuatro grupos de genes de efecto materno
llamados genes de polaridad del huevo. Estos productos génicos controlan cuatro diferencias fun-
damentales del esquema corporal de los animales: la parte dorsal en contraposición a la parte ven-
tral, el endodermo frente el mesodermo y el ectodermo, las células germinales frente a las células
somáticas y el extremo anterior frente el posterior.
Los genes de polaridad del huevo actúan estableciendo distribuciones graduales de proteínas
reguladoras en el huevo y en el embrión. Los gradientes a lo largo del eje anteroposterior inician la
expresión ordenada de los genes gap, de los genes de regla par, de los genes de polaridad del huevo y
de los genes selectores homeóticos. Todos ellos, mediante una jerarquía de interacciones, se expresan
en unas regiones del embrión y no en otras, subdividiendo progresivamente el blastodermo en series
regulares de unidades modulares repetidas llamadas segmentos. Los complejos patrones de expre-
sión génica reflejan la organización modular del DNA regulador, con activadores específicos de un
gen determinado responsable de partes concretas de su patrón de expresión.
Los genes de polaridad de segmento entran en juego al final del proceso de la segmentación,
después de que el sincitio se haya dividido en células separadas, y controlan la formación del pa-
trón de cada segmento mediante la señalización célula-célula a través de las vías Wnt (Wingless) y
Hedgehog. Este proceso conduce a una activación localizada persistente de genes como Engrailed y
proporciona a las células un recuerdo de su dirección anteroposterior dentro del segmento. Al mismo
tiempo, se establece otro gradiente de señalización célula-célula a lo largo del eje dorsoventral en el
que actúan como morfógenos un miembro de la familia TGFβ denominado Decapentaplégico
(Dpp) y su antagonista llamado Short gastrulation. Este gradiente ayuda a perfeccionar la asigna-
ción de caracteres diferentes a las células situadas a diferentes niveles dorsoventrales. En vertebrados
existen proteínas homólogas que controlan la formación del patrón dorsoventral.
Los segmentos del insecto constituyen un ejemplo muy claro de ello. Hemos explicado
sucintamente de qué forma se construye el rudimento de un segmento típico. Ahora se con-
siderará de qué forma un segmento se hace distinto de otro.
(A) (B)
100 μm
mesodermo
tos complejos (los llamados HoxA, HoxB, HoxC y HoxD) cada uno de ellos en un cromosoma
distinto. Los genes individuales de cada complejo se pueden reconocer según sus secuencias
como copias de determinados miembros del conjunto de Drosophila. Como es obvio, los ge-
nes Hox de mamífero pueden funcionar en Drosophila como sustitutos parciales de los
correspondientes genes Hox de Drosophila. Parece ser que cada uno de los cuatro complejos
Hox de los mamíferos es, en general, equivalente a un complejo completo de insecto, es
decir, un complejo Antennapedia más un complejo Bithorax (Figura 22–46).
En cada complejo Hox de vertebrado los genes están ordenados esencialmente de la mis-
ma forma como se hallan en el complejo Hox de insecto, hecho que sugiere que los cuatro
complejos de los vertebrados se originaron mediante duplicaciones de un solo complejo ini-
cial conservándose su organización básica. Más aún, cuando se examinan los patrones de ex-
presión de los genes Hox en un embrión de vertebrado por hibridación in situ, resulta que los
miembros de cada complejo se expresan en forma seriada desde la cabeza a la cola, a lo largo
del eje del cuerpo, justo igual como lo hacen en Drosophila (Figura 22–47). El patrón se obser-
va más claramente en el tubo neural, pero también es visible en otros tejidos, sobre todo en el
mesodermo. Con raras excepciones, la ordenación anatómica se corresponde con la ordena-
ción cromosómica de los genes en cada complejo; los genes correspondientes de los diferentes
complejos Hox tienen dominios de expresión anteroposteriores casi idénticos.
1346 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
HoxB2 HoxB4
Figura 22–47 Dominios de expresión de los genes Hox en el ratón. Las fotografías muestran embriones enteros exponiendo los dominios de
expresión de dos genes del complejo HoxB (tinción azul). Estos dominios pueden revelarse por hibridación in situ o, como en estos ejemplos,
por confección de ratones transgénicos que contengan la secuencia control de un gen Hox acoplada a un gen marcador LacZ, cuyo producto
se detecta histoquímicamente. Cada gen se expresa en una larga extensión de tejido con un límite anterior bien definido. Este límite se
corresponde con la posición del gen en el complejo cromosómico. Así, con pocas excepciones, los dominios anatómicos de genes sucesivos
forman un grupo ordenado de acuerdo con el orden de los genes en el complejo cromosómico. (Por cortesía de Robb Krumlauf.)
Los dominios de expresión génica definen un sistema de correspondencias entre las re-
giones corporales del insecto y las del vertebrado (véase la Figura 22–46). Los parasegmentos
de la mosca corresponden a una serie de segmentos marcados en la parte anterior del em-
brión de vertebrado. Éstos están más claramente delimitados en el cerebro posterior (véan-
se las Figuras 22–46 y 22–47), donde reciben el nombre de rombómeros. En los tejidos
laterales del cerebro posterior la segmentación se observa en las series de arcos branquiales,
que son prominentes en todos los embriones de vertebrados y son los precursores del siste-
ma branquial en los peces y de las mandíbulas y de las estructuras del cuello en los mamífe-
ros; cada par de rombómeros del cerebro posterior corresponde a un arco branquial. Igual
que en Drosophila, en el cerebro posterior las uniones de los dominios de expresión de mu-
chos de los genes Hox están alineadas con las uniones de los segmentos anatómicos.
Los productos de los genes Hox de mamíferos especifican valores posicionales que
controlan el patrón anteroposterior de parte del cerebro posterior, el cuello y el tronco, así
como el de otras zonas. Como ocurre en Drosophila, cuando un gen Hox posterior se expre-
sa de forma artificial en una región anterior puede hacer que el tejido anterior tenga un ca-
rácter posterior. Y a la inversa, la pérdida de los genes Hox posteriores hace que el tejido
posterior donde por lo general se expresan adopte un carácter anterior (Figura 22–48). Las
transformaciones observadas en ratones mutantes de Hox no siempre son tan directas y a
menudo son incompletas a causa de una redundancia de genes de los cuatro grupos Hox.
Pero parece claro que la mosca y el ratón se sirven de la misma maquinaria para dar carac-
teres individuales a sucesivas regiones, por lo menos en una parte del eje anteroposterior.
Resumen
La complejidad del cuerpo adulto de un animal se construye mediante la repetición modulada de
unos cuantos tipos estructurales básicos. Es decir que, por encima del patrón de expresión génica
que se repite en cada segmento, existe un patrón de expresión seriado de los genes selectores homeó-
ticos que confiere a cada segmento una identidad propia. Los genes selectores homeóticos codifican
proteínas que se enlazan al DNA y pertenecen a la familia del homeodominio. En el genoma de
Drosophila estos genes se clasifican en dos grupos, llamados complejos Antennapedia y Bithorax;
parece que estos dos grupos constituyen las dos partes de un solo complejo Hox primordial que se
dividió durante la evolución. En cada complejo, los genes se ordenan en una secuencia que corres-
ponde a su secuencia de expresión a lo largo del eje corporal. La expresión del gen Hox se inicia en el
embrión y se mantiene gracias a la acción de las proteínas de los grupos Polycomb y Trithorax, que
marcan la cromatina del complejo Hox con un recuerdo hereditario de su estado embrionario. En
todos los tipos de animales que se han estudiado, desde los cnidarios hasta los humanos, existen ho-
mólogos del complejo Hox de Drosophila, y en todos ellos ha conservado evolutivamente su papel en
el diseño del eje anteroposterior. Los mamíferos poseen cuatro complejos Hox, con una relación si-
milar entre la ordenación seriada en el cromosoma y su patrón de expresión seriado.
ORGANOGÉNESIS Y DISEÑO DE LOS APÉNDICES 1347
13.ª cresta
lumbar sacra
(A) (B)
13.ª costilla
(C) (D)
Como hemos destacado, un mismo gen puede ser utilizado repetidamente en muchas si-
tuaciones, en diferentes partes del cuerpo y en momentos diferentes. A menudo, las muta-
ciones de pérdida de función alteran de forma tan grave al embrión temprano que éste, o la
larva, muere y no da la oportunidad de observar cómo afectaría la mutación en procesos
posteriores.
Una de las maneras de tratar este problema es el estudio de las mutaciones condiciona-
les. Si disponemos, por ejemplo, de una mutación sensible a la temperatura del gen que nos
interesa, podemos mantener al animal a temperatura baja durante el desarrollo temprano,
en el cual el producto del gen funciona correctamente, y luego inhabilitar el producto de este
gen en cualquier momento sometiendo el embrión a temperatura alta y observando qué
funciones tardías se alteran.
1348 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
Otros métodos implican una modificación directa del DNA en subgrupos de células que
se hallan en etapas tardías del desarrollo; se trata de una especie de cirugía genética aplicada a
células individuales que permite generar grupos de células mutantes con un genotipo de-
terminado en cualquier momento del desarrollo celular. Este notable logro científico se con-
sigue mediante recombinación somática inducida; el organismo resultante recibe el nombre
de mosaico genético.
Gracias a los mosaicos genéticos, no sólo se evita el problema de la letalidad de la fun-
ción génica alterada en el organismo completo sino que además permite explorar la fun-
ción del gen en las interacciones célula-célula, mediante la yuxtaposición de células
mutantes y no mutantes. Por ejemplo, podemos examinar si las células se sirven o no del pro-
ducto génico para enviar una señal a sus vecinas o para recibir una señal de ellas. Induciendo
el cambio genético en momentos diferentes podemos precisar cuándo actúa el gen para
producir un efecto determinado.
Una técnica habitual de recombinación somática inducida utiliza moscas transgénicas
que se han criado de manera que contengan dos elementos genéticos derivados de la leva-
dura: el gen de la recombinasa FLP, que es específica de un sitio determinado, y la secuencia
diana de la recombinasa FLP (FRT). De forma característica, el animal es homocigótico pa-
ra la secuencia de FRT, la cual se inserta cerca del centrómero en el brazo del cromosoma
adecuado, mientras que otra construcción consistente en el gen Flp se inserta en cualquier
sitio del genoma bajo el control de un promotor de choque térmico. Si este embrión o larva
transgénica se somete a un choque térmico, es decir, se expone a una temperatura elevada
durante unos minutos, se induce la expresión de Flp y esta enzima cataliza el entrecruza-
miento y la recombinación de los cromosomas materno y paterno en el sitio FRT. Si el choque
térmico se ajusta de manera que sea lo bastante suave, sólo tendrá efecto en una o en algunas
células esparcidas al azar. Como se explica en la Figura 22–49, si el animal es, al mismo tiempo,
heterocigoto para el gen que nos interesa en la región cromosómica entrecruzada, el proceso
ORGANOGÉNESIS Y DISEÑO DE LOS APÉNDICES 1349
dará como resultado un par de células hijas que serán homocigotas y una de ellas recibirá
dos copias del alelo materno del gen, mientras que la otra recibirá las dos copias del alelo
paterno. Cada una de estas células hijas crecerá con normalidad y se dividirá dando lugar a
retazos clónicos de progenie homocigótica.
El entrecruzamiento se puede detectar si el animal escogido también es heterocigoto
para un marcador genético situado en el mismo brazo cromosómico que el gen de interés y,
por tanto, también experimenta entrecruzamiento. De esta forma se pueden diseñar clones
mutantes homocigotos a nuestra elección. Tanto la pareja de elementos de recombinación
FLP y FRT como la pareja análoga Cre y Lox pueden utilizarse en otras configuraciones para
activar o desactivar la expresión de un gen (véase la Figura 5–79). Mediante estas técnicas
podemos descubrir qué ocurre, por ejemplo, cuando se induce a las células a sintetizar una
molécula señal determinada en un sitio anormal o cuando se elimina un determinado
receptor.
En vez de utilizar un promotor de choque térmico para inducir la expresión de la
recombinasa FLP, se puede utilizar la secuencia reguladora de un gen del genoma normal
de mosca que se exprese en un lugar y en un momento determinado de nuestro interés. La
recombinación se activará y obtendremos células mutantes en los lugares precisos donde
normalmente se expresaría el gen. Una variante de esta técnica utiliza la maquinaria de re-
gulación transcripcional de la levadura en vez de la maquinaria de recombinación genética,
de forma que se puede activar y desactivar de manera reversible la expresión de un determi-
nado gen de mosca según sea el patrón normal de expresión de otro gen de mosca elegido
(Figura 22–50).
Activando y desactivando funciones génicas en lugares y momentos específicos, los bió-
logos del desarrollo pueden empezar a descifrar el sistema de señales y respuestas especifi-
cadas genéticamente que controlan el diseño de cualquier órgano del cuerpo.
secuencia
expresión Uas gen Y
reguladora Gal4
de Gal4
del gen H B
X
gen G
elemento expresión
Uas del gen G
Figura 22–50 Técnica Gal4/Uas para controlar la expresión errónea de un gen en Drosophila. El método permite llevar a cabo la expresión de un gen G
escogido en un lugar y en un momento en los que algún otro gen H de Drosophila se exprese normalmente. (A) Se confecciona un animal transgénico, con
dos construcciones separadas insertas en su genoma. Uno de los insertos consiste en una secuencia reguladora específica procedente de levadura, llamada
elemento Uas (upstream activating sequence; secuencia activadora corriente arriba) acoplada a una copia de la secuencia codificadora del gen G. El otro
inserto contiene la secuencia codificadora del gen de levadura Gal4, cuyo producto es una proteína reguladora génica específica de levadura que se une al
elemento Uas; este inserto Gal4 se coloca cerca de la región reguladora del gen H, quedando regulado por esta región reguladora. Dondequiera que el
gen H se exprese normalmente, también se fabricará la proteína Gal4 lo cual conlleva la transcripción del gen G. (B) Aunque se puede llegar al mismo
resultado ligando de forma directa una copia de la secuencia reguladora de H con la secuencia codificadora de G, la técnica Gal4/Uas permite una estrategia
más eficiente a largo plazo. Se confeccionan dos “bibliotecas” de moscas transgénicas, una que contenga insertos Gal4 cuya expresión está dirigida por
secuencias reguladoras de genes diferentes A, B, C etc., y la otra con insertos Uas que dirigen diferentes regiones codificadoras X, Y, Z etc. Por cruzamiento
de una mosca de una biblioteca con una mosca de la otra, cualquier secuencia codificadora que se desee puede estar acoplada en términos funcionales a
cualquier secuencia reguladora. Para generar una biblioteca de moscas con inserciones Gal4 en sitios convenientes, primero se confeccionan las moscas
con inserciones Gal4 en sitios al azar en su genoma. Entonces se cruzan con moscas que contengan el elemento Uas ligado a un gen marcador con un
producto fácilmente detectable. La expresión del marcador revela si Gal4 ha sido insertado en el sitio en el que se induce su expresión bajo el control
de un activador de interés; se han criado y estudiado moscas con un patrón interesante de marcadores. Esta técnica recibe el nombre de caza del
activador, puesto que facilita una vía para rastrear y caracterizar secuencias reguladoras de interés en el genoma.
1350 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
cuatro grupos de células resultantes, sin que se produzca ningún intercambio de células en
las interfases. Los cuatro cuadrantes correspondientes en el disco se llaman compartimien-
tos, porque no hay intercambio de células entre ellos (Figura 22–54).
límite de
vena central del ala compartimiento
compartimiento posterior un clon de crecimiento rápido
respeta el límite entre los
clon en un ala ala mostrando los compartimientos compartimientos anterior
(A) anterior y posterior y posterior
Figura 22–54 Compartimientos del ala adulta. (A) Las formas de los clones marcados en el ala de
Drosophila revelan la existencia de un límite de compartimiento. El borde de cada clon marcado
tiene un límite nítido. Incluso cuando se ha alterado genéticamente un clon marcado de tal forma
que crezca más rápido que el resto del ala y, por lo tanto, es muy grande, sigue respetando el
límite (dibujo de la derecha). Nótese que el límite del compartimiento no coincide con la vena
central del ala. (B) Patrón de expresión del gen Engrailed en el ala, revelado por la misma técnica
que para la mosca adulta mostrada en la Figura 22–41. El límite del compartimiento coincide
con el límite de la expresión del gen Engrailed. (A, según F.H.C. Crick y P.A. Lawrence, Science (B)
189:340-347, 1975. Con autorización de AAAS; B, cortesía de Chihiro Hama y Tom Kornberg.) 500 μm
compartimiento anterior
Dpp
compartimiento
posterior
la expresión de el compartimiento posterior las células anteriores del límite
Engrailed define envía una señal Hedgehog del compartimiento expresan
el compartimiento de corto alcance a las células Dpp, señal de largo alcance
posterior del compartimiento anterior
(A)
Dpp
Wingless
(B) 100 μm
Figura 22–55 Señales morfogénicas que se generan en los límites del compartimiento en el disco imaginal del ala. (A) Formación de una región
señalizadora de Dpp en el límite anteroposterior del compartimiento a través de una interacción mediada por Hedgehog entre las células anteriores y
posteriores. De manera análoga, una interacción mediada por Notch entre las células dorsales y ventrales forma una región señalizadora de Wingless (Wnt)
a lo largo del límite dorsoventral. (B) Patrones de expresión que se observan de Dpp y de Wingless. Aunque parece claro que Dpp y Wingless actúan como
morfógenos, aún no está claro si se extienden desde su fuente por simple difusión a través del medio extracelular o de otra forma. Además, se ha visto
que las células del disco imaginal envían largas protrusiones, llamadas citonemas, que permiten detectar señales a distancia. Así, la célula receptora puede
enviar sus sensores a la fuente de la señal en lugar de desplazarse la señal hacia la célula receptora. (B, fotografías cedidas por cortesía de Sean Carroll y Scott
Weatherbee, de S.J. Day y P.A. Lawrence, Development, 127:2977-2987, 2000. Con autorización de The Company of Biologists.)
1354 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
ANTERIOR
cresta ectodérmica
apical que expresa Notch
DISTAL y segrega FGF4 y FGF8
DORSAL
POSTERIOR
Wnt7a (homólogo de Wingless)
célula alvéolo
célula tallo
célula madre
sensorial célula moribunda
célula vaina
neurona
Las quetas que cubren la superficie del cuerpo de un insecto son órganos sensoriales
en miniatura. Algunas de ellas responden a estímulos químicos, otras a estímulos mecánicos
pero todas están construidas de forma similar. De entre las quetas mecanosensoriales ésta es
la de estructura más sencilla. Cada una de ellas se compone de cuatro células: una célula ta-
llo, una célula alvéolo, una célula vaina y una neurona (Figura 22–58). El movimiento de la
célula dardo de la queta excita la neurona, la cual manda la señal al sistema nervioso central.
Las células de la queta de una mosca adulta derivan del epitelio del disco imaginal y las
cuatro son nietas o bisnietas de una sola célula madre sensorial (véase la Figura 22–58), que
se diferencia de las futuras células epidérmicas de su alrededor durante el último estadio
larvario (Figura 22–59). Una quinta célula descendiente muere, o en algunos tejidos se con-
vierte en una célula glial. Para explicar el patrón de la diferenciación de la queta, primero
tenemos que explicar cómo se controla la génesis de las células madre sensoriales y después
cómo las cinco descendientes de cada una de ellas se vuelven diferentes de las demás.
Dos genes llamados Achaete y Scute son cruciales en el inicio de la formación de las que-
tas en el epitelio del disco imaginal. Estos genes tienen funciones similares que se solapan
y codifican proteínas reguladoras íntimamente relacionadas, que son del tipo básico hélice-
bucle-hélice (explicado en el Capítulo 7). Como resultado de los mecanismos de diseño del
disco estudiados, Achaete y Scute se expresan en las regiones del disco imaginal donde se
formarán las quetas. Las mutaciones que eliminan la expresión de estos genes en algunos de
sus lugares habituales bloquean el desarrollo de las quetas precisamente en estos lugares y
las mutaciones que causan la expresión adicional en lugares anormales hacen que las que-
tas se desarrollen allí. Pero la expresión de Achaete y de Scute es transitoria y sólo una mino-
ría de las células que inicialmente expresan estos genes serán células madres sensoriales,
mientras que las otras se convertirán en células epidérmicas normales. El estado que espe-
cifica la expresión de Achaete y Scute se llama proneural, y Achaete y Scute se denominan 100 μm
genes proneurales. Las células proneurales tienen instrucciones de tomar la vía de diferen-
ciación neurosensorial, pero cuáles de ellas lo hacen finalmente, depende de interacciones Figura 22–59 Células madre sensoriales
competitivas entre ellas, como se describirá más adelante. en el disco imaginal del ala. Las células
madre sensoriales (en azul) se revelan
fácilmente con esta tinción especial de
Drosophila, que contiene un gen marcador
La inhibición lateral escoge las células madre sensoriales artificial LacZ que, por casualidad, se ha
de los agregados proneurales insertado cerca de la región control,
responsable de su expresión selectiva en las
Las células que expresan los genes proneurales se agrupan en el epitelio del disco imaginal células madre sensoriales. La tinción púrpura
de forma que un pequeño agregado aislado de menos de 30 células formará una gran queta muestra el patrón de expresión del gen Scute;
aislada, mientras que un agregado continuo de centenares o millares de células formarán este gen prefigura la producción de células
madre sensoriales y se desdibuja a medida
un campo de quetas pequeñas. En el primer caso, sólo una célula del agregado se convierte
que las células madre sensoriales se van
en célula madre sensorial, mientras que en el segundo caso, lo harán muchas de las células desarrollando. (De P. Cubas et al., Genes Dev.
que se encuentran esparcidas por toda la región proneural. En ambos casos, cada una de 5:996-1008, 1991. Con autorización
las células madre sensoriales queda rodeada de células que han desactivado la expresión de Cold Spring Harbor Laboratory Press.)
ORGANOGÉNESIS Y DISEÑO DE LOS APÉNDICES 1357
alvéolo
esta célula muere neurona
o se transforma en glial
después de 4 ciclos
ectodermo divisionales más del
APICAL neuroblasto
BASAL
neuroblasto
(A)
célula madre ganglionar neurona célula glial
(B)
Figura 22–66 Neuroblastos y división celular asimétrica en el sistema nervioso central de un embrión de mosca. (A) El neuroblasto se origina como una
célula ectodérmica especializada. Se singulariza por inhibición lateral y emerge de la cara basal (interna) del ectodermo. Luego pasa por una serie de ciclos
de división repetidos, dividiéndose asimétricamente y generando una serie de células madre ganglionares. Cada célula madre ganglionar se divide una vez
dando lugar a un par de células hijas diferentes (típicamente una neurona y una célula glial). (B) La distribución asimétrica de los determinantes del destino
celular en un neuroblasto aislado a medida que va sufriendo la mitosis. Los cromosomas mitóticos se han teñido en azul. El complejo Par3/Par6/aPKC,
mostrado de color azul por el inmunomarcaje de aPKC, se concentra en el córtex apical y provoca que Miranda (verde), Brat (rojo, o amarillo donde se solapa
con Miranda) y Prospero (no marcado) se localice en el córtex basal. Cuando la célula se divide, estas tres últimas moléculas se segregan en la célula madre
ganglionar, forzando a ésta a diferenciarse y dejando al neuroblasto libre para recobrar su asimetría y dividirse otra vez de la misma manera. (B, de C.Y. Lee
et al. Dev. Cell 10:441-449, 2006. Con autorización de Elsevier.)
ORGANOGÉNESIS Y DISEÑO DE LOS APÉNDICES 1361
trataremos en detalle de las células madre y veremos que no tienen que dividirse necesaria-
mente de forma asimétrica, sino que la división asimétrica es una estrategia posible, de lo
cual los neuroblastos de la mosca constituyen un magnífico ejemplo.
de Notch y sus ligandos los que se expresan en los correspondientes tejidos y tienen funciones
similares; las mutaciones de la vía Notch desajustan el equilibrio, no sólo de neuronas y célu-
las no neuronales del sistema nervioso central, sino también de diferentes células especiali-
zadas del tubo digestivo, las células endocrinas y exocrinas del páncreas y también de las
células sensoriales y las acompañantes en órganos como el oído, para citar sólo algunos
ejemplos relevantes.
En estos tejidos se necesita una mezcla equilibrada de diferentes tipos celulares. La
señalización Notch proporciona los medios para generar esta mezcla, habilitando células in-
dividuales que expresan un grupo de genes para hacer que las células vecinas más cercanas
expresen otro grupo.
Resumen
Las partes externas de una mosca adulta se desarrollan a partir de unas estructuras epiteliales lla-
madas discos imaginales. Inicialmente cada disco imaginal está dividido en un número de domi-
nios que expresan distintas proteínas reguladoras, como resultado de los procesos embrionarios
tempranos de formación del patrón. Estos dominios se llaman compartimientos porque las células
no se mezclan. En las líneas fronterizas entre compartimientos, las células que expresan distintos
genes se enfrentan unas con otras e interactúan, induciendo una producción localizada de mor-
fógenos que gobiernan el crecimiento posterior y la formación del patrón de cada compartimiento.
Así, en el disco del ala, las células dorsales y ventrales interactúan mediante el mecanismo de seña-
LOS DESPLAZAMIENTOS CELULARES Y LA FORMACIÓN DEL CUERPO DE LOS VERTEBRADOS 1363
lización Notch y generan una fuente de la proteína Wingless (Wnt) a lo largo de la línea dorsoventral
del compartimiento, mientras que las células anteriores y posteriores interactúan mediante la seña-
lización Hedgehog, de corto alcance, y dan lugar a una fuente de proteína Dpp (un miembro de la
familia TGFβ) a lo largo de la línea anteroposterior del compartimiento. Todas estas moléculas señal
tienen homólogos que desempeñan papeles similares en la formación de las extremidades de los
vertebrados.
Cada compartimiento de un disco imaginal y cada subestructura de su interior crecen hasta un
tamaño predecible, incluso si sufren alteraciones drásticas, tales como mutaciones que alteran el
ritmo de la división celular. Aunque los gradientes de morfógeno del disco están sin duda implica-
dos, los mecanismos reguladores críticos que controlan el tamaño de los órganos todavía no son bien
conocidos.
Dentro de cada compartimiento, los gradientes de morfógeno controlan los lugares de expre-
sión de otros grupos de genes y definen agregados de células que interactúan de nuevo generando los
detalles con más alta definición del patrón final de diferenciación celular. Así por ejemplo, la expre-
sión de los genes proneurales define en qué lugares se formarán las quetas sensoriales y los
mecanismos por los cuales las células toman diferentes vías de diferenciación terminal son las inte-
racciones entre las células del agregado proneural, mediadas por Notch, junto con las divisiones asi-
métricas. En el sistema nervioso central, los neuroblastos se escogen del ectodermo por inhibición
lateral de un modo similar, pero después sufren una larga serie de divisiones asimétricas como célu-
las madre, generando las neuronas y la glía. Los errores en la distribución asimétrica de las molé-
culas que controlan la diferenciación y la proliferación provocan la transformación de las células
madre neuroblásticas en células tumorales.
Parece que muchos de estos mecanismos también actúan en los tejidos de vertebrados.
néurula
Figura 22–67 Sinopsis del desarrollo de Xenopus laevis, desde el huevo recién fecundado hasta
el renacuajo autosuficiente. El sapo adulto se muestra en la fotografía de arriba. Los estadios de
desarrollo se ven de lado, excepto los embriones de 10 y de 19 horas que se ven desde abajo y
desde arriba, respectivamente. Todos los estadios excepto el adulto se muestran a la misma
escala. (Fotografía cedida por cortesía de Jonathan Slack; dibujos según P.D. Nieuwkoop
y J. Faber, Normal Table de Xenopus laevis [Daudin]. Amsterdam: North-Holland, 1956.)
19 horas, 80.000 células
POLO ANIMAL
punto de
citoplasma entrada del
pigmentado espermatozoide
del polo
animal
VENTRAL DORSAL
La polaridad de un embrión de anfibio depende de la polaridad Figura 22–68 Huevo de Xenopus y sus
asimetrías. (A) Vista lateral de un huevo
del huevo de Xenopus justo antes de producirse la
fecundación. (B) Distribución asimétrica de
El huevo de Xenopus es una célula bastante grande, de poco más de 1 mm de diámetro moléculas dentro del huevo y cómo estos
(Figura 22–68A). La parte inferior, de color más claro, se denomina el polo vegetativo, y la cambios definen, una vez que ha tenido lugar
parte superior, más oscura, el polo animal. Los dos hemisferios contienen diferentes selec- la fecundación, la asimetría dorsoventral y
ciones de moléculas de mRNA y otros componentes celulares que se reparten entre cada animal-vegetal. Mediante la reorganización
una de las células resultantes de la división que tiene lugar después de la fecundación. Cerca de los microtúbulos, la fecundación
desencadena una rotación del córtex del
del polo vegetativo encontramos un cúmulo de moléculas de mRNA que codifican la pro-
huevo (un estrato de unos cuantos μm de
teína reguladora VegT (una proteína que se une al DNA de la familia T–Box) y proteínas señal profundidad) de alrededor de 30o con
de la superfamilia TGFβ, así como algunos componentes proteicos específicos de la vía de respecto al núcleo del huevo, en un sentido
señalización Wnt (Figura 22–68B). En consecuencia, las células que heredan el citoplasma determinado por el punto de entrada del
vegetativo producirán señales que organizan el comportamiento de las células adyacentes, espermatozoide. Algunos componentes aún
que se comprometerán a formar el tubo digestivo (el tejido más interno del cuerpo); las se transportan más hacia la futura zona
células que hereden el citoplasma animal formarán los otros tejidos. Así, en términos gene- dorsal mediante transporte activo mediado
por microtúbulos. La concentración dorsal
rales, el eje animal-vegetal del cuerpo corresponde a las dimensiones externa-interna (piel-
resultante de mRNA de Wnt11 conduce a
tubo digestivo) del futuro organismo. una producción dorsal de la proteína señal
La fecundación inicia una serie de divisiones y desplazamientos que finalmente invagi- Wnt11 en esta zona y define la polaridad
narán las células vegetales y las de la región ecuatorial del eje animal-vegetal. En el trans- dorsoventral del futuro embrión.
curso de estos complejos desplazamientos, se establecen los tres ejes principales del cuerpo: (A, cortesía de Tony Mills.)
el anteroposterior, de la cabeza a la cola; el dorsoventral de la espalda al vientre, y el medio-
lateral desde la línea media hacia afuera, a la derecha o a la izquierda. La orientación de es-
tos ejes queda determinada por las asimetrías del embrión temprano. El huevo no
fecundado tiene un solo eje de asimetría (el animal-vegetal), pero la fecundación desenca-
dena los desplazamientos intracelulares que darán al huevo una asimetría adicional, defi-
niendo un segundo eje perpendicular al primero. Después de la entrada del espermatozoide,
el córtex del huevo, rico en actina, realiza una rotación con respecto al centro del huevo, de
manera que el polo animal se desplaza un poco hacia un lado. Los tratamientos que blo-
quean la rotación no impiden que tenga lugar la segmentación con normalidad, pero gene-
ran un embrión con un tubo digestivo central y sin estructuras dorsales ni asimetrías. Por
lo tanto, la rotación es necesaria para definir el eje dorsoventral del futuro organismo. Este
eje de simetría que se crea en el huevo por rotación se llama el eje dorsoventral del huevo.
Sin embargo hemos de destacar que los desplazamientos celulares posteriores indican que
la relación entre los ejes del huevo y los del futuro organismo es más complicada de lo que la
terminología podría sugerir. La dirección de la rotación cortical es sesgada y depende del
punto de entrada del espermatozoide, que podría estar situado hacia el centrosoma y en-
tonces el desplazamiento estaría asociado a una reorganización de los microtúbulos en el ci-
toplasma del huevo. Este proceso llevaría a un transporte de varios componentes basado en
los microtúbulos, incluyendo el mRNA que codifica Wnt11, un miembro de la familia de mo-
léculas señal, hacia el futuro lado dorsal (véase la Figura 22–68B). Este mRNA se traduce
pronto, produciendo la proteína en el lado dorsal de la región vegetal. La Wnt11 secretada
en esta región es crucial para que desencadene la cascada de sucesos que organizarán el eje
dorsoventral del cuerpo.
LOS DESPLAZAMIENTOS CELULARES Y LA FORMACIÓN DEL CUERPO DE LOS VERTEBRADOS 1365
1 mm
La segmentación genera muchas células a partir de una sola Figura 22–69 Fases de la segmentación en
Xenopus. Las divisiones de la segmentación
La rotación cortical se completa aproximadamente al cabo de una hora después de la fe- subdividen el huevo en muchas células más
pequeñas. Todas las células se dividen
cundación y va seguida de la segmentación, en la cual una célula huevo grande se subdivide
sincrónicamente en las 12 primeras
mediante mitosis repetidas en muchas células más pequeñas llamadas blastómeros, sin segmentaciones, pero las divisiones
cambio alguno en la masa total (Figura 22–69). <ATTT> De esta forma, los determinantes son asimétricas, de forma que las células
distribuidos asimétricamente en el huevo, se reparten entre dos células con destinos dife- inferiores vegetales, cargadas de vitelo,
rentes (Figura 22–70). son más grandes y menos numerosas.
En Xenopus estas primeras divisiones celulares duran unos 30 minutos cada ciclo celu-
lar, con una alternancia directa de las fases S y M, tal como se ha descrito en el Capítulo 17.
Parece que el ritmo trepidante de la replicación del DNA y de la mitosis impide casi toda la
transcripción génica (aunque sí que existe síntesis de proteínas) y el embrión en segmenta-
ción depende casi en exclusiva de las reservas de RNA, proteínas, membranas y otros mate-
riales almacenados en el huevo cuando se desarrollaba en la madre formando el oocito.
Después de unos 12 ciclos de segmentación (7 horas), el ritmo de las divisiones se hace más
lento y los ciclos celulares empiezan a seguir el patrón estándar con las fases G1 y G2 entre
las fases S y M, y empieza la transcripción del genoma del embrión. Este suceso recibe el
nombre de transición a media blástula y tiene lugar a un ritmo muy similar en muchas es-
pecies animales (aunque los mamíferos son una excepción). Los estudios con el pez cebra
muestran que los transcritos acabados de sintetizar incluyen moléculas de micro-RNA que
reconocen muchos de los transcritos almacenados en el huevo por la madre y dirigen su rá-
pida degradación. La transición a media blástula marca el punto de partida en que el propio
genoma del embrión toma el control del desarrollo.
labio dorsal
del blastoporo masa de vitelo
POLO VEGETATIVO notocorda
vistas externas labio del
blastoporo
cavidad somitas
ectodermo neural
intestinal placa lateral vitelo
ectodermo endodermo
no neural
blastocele (B)
blastocele
masa obliterado
de vitelo
vitelo
labio dorsal endodermo cerebro
del blastoporo del techo
1 mm mesodermo
intestinal médula
(A) secciones espinal
blastoporo
(C)
Figura 22–73 Gastrulación en Xenopus. <TCCC> (A) Por su aspecto externo (arriba), el embrión aparece como un objeto semitransparente, en
este caso visto lateralmente; la dirección de los desplazamientos celulares se indican con flechas rojas; las secciones (abajo) se han efectuado
según el plano mediano (el plano de las líneas medias dorsal y ventral). La gastrulación empieza cuando una pequeña muesca, el blastoporo
incipiente, aparece visible en el exterior de la blástula. Esta muesca se extiende gradualmente, curvándose hasta formar un círculo completo
y rodeando a una masa de células muy ricas en vitelo (destinadas a quedar encerradas dentro del intestino y ser digeridas). Mientras tanto,
diferentes capas de células se introducen por el labio del blastoporo y penetran en profundidad hacia el interior del embrión. Al mismo tiempo,
el epitelio externo de la región del polo animal se extiende activamente ocupando el lugar de las capas de células que se han introducido hacia
adentro. Por último, el epitelio del hemisferio animal se extiende hasta cubrir todo el exterior del embrión y cuando finaliza la gastrulación, el
círculo del blastoporo se ha reducido casi hasta hacerse un punto. (B) Mapa de destinos celulares para un embrión temprano de Xenopus (visto
de lado) al inicio de la gastrulación, que muestran los orígenes de las células que formarán los tres estratos germinales como resultado de los
desplazamientos de la gastrulación. Las diferentes partes del mesodermo (placa lateral, somitas y notocorda) derivan de células situadas
profundamente, derivadas del epitelio de la región rayada. Las otras células, incluyendo las más superficiales de la región rayada, darán lugar
al ectodermo (azul, arriba) o endodermo (amarillo, abajo). En general, las primeras células que se introducen, o se pliegan, se desplazarán hacia
adentro del embrión formando las estructuras endodérmicas y mesodérmicas más anteriores, mientras que las últimas que se pliegan formarán
las estructuras más posteriores. (C) Esquema que muestra cómo las diferentes regiones del ectodermo quedan representadas en la superficie
corporal del animal adulto. (Según R.E. Keller, J. Exp. Zool. 216:81-101, 1981, con autorización de John Wiley & Sons, Inc. y Dev. Biol. 42:222-241,
1975, con autorización de Academic Press.)
marcado como dorsal por la rotación cortical. En esta zona, la involución de las células ha-
cia el interior empieza con una pequeña indentación que rápidamente se extiende y forma
el blastoporo: una línea de invaginación que se curva y rodea al polo vegetal. El lugar de ini-
cio de la invaginación define el labio dorsal del blastoporo. Como veremos, este tejido de-
sempeña un papel director en los sucesos siguientes y da lugar a las estructuras dorsales
centrales del eje central del cuerpo.
VENTRAL DORSAL
ANIMAL
la proteína reguladora génica las proteínas Xnr inducen proteína BMP4 el Organizador libera
VegT de los blastómeros los desplazamientos del (inducida por Xnr) antagonistas difusibles
vegetales dirige la síntesis mesodermo y de la gastrulación de Wnt y BMP
de proteínas señal Xnr
se genera un gradiente de señalización
(A) (B) dorsoventral que controla el patrón tisular y
coordina los desplazamientos de la gastrulación
(C)
El labio dorsal del blastoporo desempeña un papel central en la gastrulación, no en el Figura 22–74 Vista actual de las
sentido geométrico, sino como una nueva fuente de control potente. Si el labio dorsal del principales señales inductivas que
blastoporo se extirpa al principio de la gastrulación y se injerta en otro embrión, pero en otra organizan los procesos de la gastrulación.
(A) La distribución de las moléculas
posición, el embrión huésped inicia la gastrulación en las dos posiciones: en su labio dorsal
determinantes del eje en la blástula se
y en el lugar del injerto. Los desplazamientos de la gastrulación en el segundo lugar llevan a produce a causa de la herencia de diferentes
la formación de un segundo conjunto completo de estructuras corporales, con el resultado partes del citoplasma del huevo fecundado
de un doble embrión (gemelos siameses) (véase la Figura 22–6B). del sapo. La proteína reguladora génica
Es evidente que el labio dorsal del blastoporo es la fuente de una señal (o señales) que VegT de los blastómeros vegetales se ha
coordina los desplazamientos de la gastrulación y el patrón de especialización de los tejidos traducido a partir del mRNA de VegT, ya
de su alrededor. Debido a su papel crucial en la organización de la formación del eje central localizado en el polo vegetal antes de
la fecundación. La proteína Wnt11en la
del cuerpo, el labio dorsal del blastoporo se conoce con el nombre de Organizador (o de or-
futura cara dorsal se traduce del mRNA
ganizador de Spemann, en honor a su descubridor). Se trata del ejemplo más antiguo y más cuya localización viene dada por la rotación
famoso de un centro de señales embrionario. cortical que sigue a la fecundación. (B) VegT
estimula la expresión de las proteínas Xnr
(Xenopus nodal-related) y otros miembros
Cambios activos en el empaquetamiento celular proporcionan de la superfamilia TGFβ que inducen la
formación de una banda de mesodermo
la fuerza motriz de la gastrulación en la parte mediana del embrión, mientras
que Wnt11 modifica la organización en
El Organizador controla el patrón dorsoventral de la diferenciación celular a todo su alre- el lado dorsal, cooperando con Xnr en la
dedor y secreta por lo menos seis proteínas señal. Estas proteínas actúan como antagonistas inducción de la formación del Organizador.
de los dos tipos principales de señales mencionadas y que se originan en las células más ve- (C) Un gradiente de morfógeno que define
getales: las señales Wnt y las del tipo TGFβ (en concreto las proteínas BMP). Es posible que el eje dorsoventral surge de la combinación
estos inhibidores que se originan en el Organizador contribuyan a limitar su propio tamaño, de señales como BMP4 (otro miembro
de la superfamilia TGFβ), segregada por el
ya que impiden que las células vecinas adopten el carácter de Organizador. Al mismo tiem-
mesodermo, y de antagonistas de las vías
po, generan un gradiente de morfógeno, cuyo valor en cada lugar refleja la distancia del Wnt y de BMP segregados por las células del
Organizador (Figura 22–74C). Durante los desplazamientos de la gastrulación, las células ex- Organizador en el labio dorsal del blastoporo.
perimentan distintas dosis de BMP y otras señales, que se transmiten en diferentes momen-
tos e inducen las células a distintos comportamientos que les llevan a sus destinos finales.
Pero ¿cómo se organiza el patrón de desplazamientos celulares en términos mecánicos? y
¿qué tipo de fuerzas los impulsan?
La gastrulación empieza con cambios en la forma de las células del blastoporo. En los
anfibios, estas células se denominan células botella: tienen un cuerpo ancho y un cuello es-
trecho que las une a la superficie del epitelio (Figura 22–75); estas células tienen que contri-
buir a que el epitelio se vea obligado a curvarse e invaginarse, produciéndose la indentación
inicial, según se ve desde fuera. Cuando se ha formado el primer pliegue, las células pueden
continuar desplazándose hacia el interior formando el tubo digestivo y el mesodermo. El
desplazamiento se produce sobre todo mediante el reempaquetamiento activo de las célu-
las, especialmente de aquellas que se sitúan en las regiones que involucionan alrededor del
Organizador (véase Figura 22–75). Entonces sucede la denominada extensión convergente.
Si de este tejido se extraen pequeños fragmentos de forma cúbica y se cultivan aislados, ob-
servaremos que de forma espontánea se encogen y se alargan por reorganizaciones de las
LOS DESPLAZAMIENTOS CELULARES Y LA FORMACIÓN DEL CUERPO DE LOS VERTEBRADOS 1369
EXTENSIÓN
CONVERGENCIA CONVERGENCIA
Figura 22–76 La extensión convergente y su base celular. (A) Patrón de extensión convergente en la zona marginal de la gástrula tal como se observa
dorsalmente. Las flechas azules representan la convergencia hacia la línea media dorsal; las flechas rojas representan la extensión del eje anteroposterior.
Este diagrama simplificado no muestra el desplazamiento que acompaña al plegamiento, por el que las células se someten hacia el interior del embrión.
(B) Diagrama esquemático del comportamiento celular responsable de la extensión convergente. Las células forman lamelipodios, con los cuales intentan
reptar una sobre otra. La extensión convergente se consigue por un alineamiento de los lamelipodios en un eje común. El proceso depende de la vía de
señalización de polaridad Frizzled/Dishevelled y probablemente es cooperativo puesto que las células que ya están alineadas ejercen fuerzas que tienden
a alinear a las vecinas de la misma manera. (B, según J. Shih y R. Keller, Development 116:901-914, 1992. Con autorización de The Company of Biologists.)
1370 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
sionarse con otras células y segregarse de un grupo de células vecinas cuya superficie es quí-
micamente diferente.
Los experimentos llevados a cabo hace medio siglo en embriones de anfibios mostraron
que los efectos de la adhesión selectiva célula-célula puede ser tan potente que se podría lle-
var a cabo una reconstrucción aproximada de la estructura normal de un embrión tempra-
no en postgastrulación incluso después de haber disociado las células artificialmente.
Cuando estas células se reagregan en una mezcla al azar, las células se distribuyen de forma
espontánea según sus características originales (Figura 22–77). Como ya describimos en el
Capítulo 19, las cadherinas (una familia extensa y variada de proteínas de adhesión depen-
dientes de Ca2+, evolutivamente relacionadas) desempeñan un papel central en estos fenó-
menos. Éstas y otras moléculas de adhesión célula-célula se expresan de modo diferente en
varios tejidos del embrión temprano; los anticuerpos contra ellas interfieren en la adhesión
selectiva normal entre células del mismo tipo.
Los cambios en los patrones de expresión de las distintas cadherinas se correlaciona-
ron con los cambios en los patrones de asociación entre células durante la gastrulación, la
neurulación y la formación de somitas (véase la Figura 19–25). Estas reordenaciones podrían
estar reguladas en parte y dirigidas por el patrón de cadherinas. En concreto, las cadherinas
tienen un papel importante en el control de la formación y disolución de capas epiteliales
y agregados celulares. No sólo adhieren una célula a otra, sino que proporcionan el anclaje
de los filamentos de actina en los lugares de adhesión célula-célula. De esta forma, el
patrón de fuerzas y desplazamientos en el tejido en desarrollo se regula según el patrón de
adhesiones.
ectodermo
cresta neural
placa neural
tubo neural
ectodermo
SECCIONES
TRANSVERSALES
tubo
neural
notocorda somita
cabeza
VISTAS
EXTERNAS
cola
capa. Este tubo formado a partir de ectodermo se llama tubo neural y formará el cerebro y Figura 22–78 Formación del tubo neural
la médula espinal (Figura 22–78). en Xenopus. Las vistas externas son por la
La mecánica de la neurulación depende de cambios en el empaquetamiento celular y parte dorsal. Las secciones transversales se
han cortado por el plano señalado por las
en la forma de las células, que hacen posible que el epitelio se doble hacia arriba formando
líneas de trazos. (Según T.E. Schroeder,
un tubo (Figura 22–79). Las señales que inicialmente proceden del Organizador y más tarde J. Embryol. Exp. Morphol. 23:427-462,
de la notocorda y del mesodermo, definen la extensión de la placa neural, inducen los des- 1970. The Company of Biologists.)
plazamientos que la hacen enrollar y también intervienen en la organización del patrón in-
terno del tubo neural. Concretamente, la notocorda secreta la proteína Sonic hedgehog (un
homólogo de la Hedgehog de Drosophila), que actúa como morfógeno en el control de la
expresión génica de los tejidos circundantes (Figura 22–80).
(A) (B)
proteína 1200
120
inhibidora
concentración
concentración
INHIBICIÓN
de proteína
de mRNA
80 800
40 400
gen que codifica
la proteína inhibidora RETRASO
200 400 600 minutos
mRNA
RETRASO
RETRASO
grupo de genes reguladores, mientras que aquellas que pasan por el umbral cuando están en el Figura 22–82 La retroalimentación negativa
mínimo del ciclo, activan otros genes (Figura 22–81B). En consecuencia, podemos afirmar retardada da lugar a una expresión génica
oscilatoria. (A) Un solo gen, que codifica una
que la oscilación temporal de la expresión génica en el mesodermo presomítico deja su rastro
proteína reguladora génica que inhibe su
en un patrón de expresión especialmente periódico en el mesodermo en desarrollo y, a su propia expresión, puede comportarse como
vez, impone que el tejido se separe físicamente en bloques separados. un oscilador. Para que la oscilación tenga
lugar, tiene que haber un retardo (o varios
retardos) en el circuito de retroalimentación
Las oscilaciones del reloj de segmentación pueden deberse y la semivida del mRNA y de la proteína
tienen que ser cortas en comparación con
a una retroalimentación negativa retardada el retraso total. El retraso determina el
periodo de oscilación. Una teoría propone
¿Cuál es el mecanismo que genera la oscilación temporal? ¿Cómo funciona el reloj de seg- que un circuito de retroalimentación como
mentación? En el mesodermo del ratón se han reconocido tres clases de genes que tienen éste, basado en un gen denominado Her7
expresión oscilante que codifican, respectivamente, componentes de las vías Notch, Wnt y en el pez cebra, o Hes7 en el ratón (parecido
Fgf. Pero la mayoría de las mutaciones que alteran el reloj y la segmentación de los somitas a Hes 1), es el marcapasos del reloj de
pertenecen a componentes de la vía Notch. Entre ellos, se encuentran genes como Hes1 y segmentación que gobierna la formación
de la somita. (B) Oscilación estimada del
sobre todo Hes7, que son regulados por Notch y codifican proteínas inhibidoras. Algunas de
mRNA de Her7 y su proteína, estudiada
estas proteínas actúan de forma directa sobre el DNA regulador o sobre sus propios genes in- utilizando estimadores aproximados de
hibiendo su expresión. Según una de las teorías, este sencillo bucle de realimentación podría parámetros del circuito de retroalimentación
ser el generador principal de las oscilaciones (Figura 22–82): cuando se transcribe el gen, la apropiados para este gen en el pez cebra.
cantidad de proteína producida va en aumento hasta que la transcripción es inhibida y cesa Las concentraciones se han medido como
la síntesis de proteínas; entonces la proteína disminuye y la transcripción tiene que volver número de moléculas por célula. El periodo
estimado es muy parecido al periodo
a empezar, y así sucesivamente. Existe un retraso entre el inicio de una nueva transcripción
observado, el cual es de 30 minutos
y la aparición de las moléculas de proteína en el núcleo, porque la RNA polimerasa necesita
por somita en el pez cebra.
un tiempo para examinar el gen y luego los transcritos de RNA tienen que madurar, salir del
núcleo y dirigir la síntesis de la molécula proteica, que deberá controlar la transcripción una
vez dentro del núcleo. Se supone que este retraso en el bucle de realimentación es el de-
terminante principal del periodo de oscilación del reloj y, por lo tanto, del tamaño de cada
somita.
La mayor parte de las células de cada nuevo somita se diferencian con rapidez y forman
un fragmento de músculo que corresponde a un segmento muscular del eje principal del
cuerpo. El embrión ya puede empezar a ondularse. Otros subgrupos de células formarán las
vértebras y tejidos conjuntivos como la dermis. Y otro subgrupo se separará del somita y mi-
grará hacia el mesodermo lateral no segmentado, arrastrándose por los espacios entre otras
células; estas células migradoras son las que darán lugar a casi todas las células musculares
esqueléticas del cuerpo, incluyendo las de las extremidades.
Figura 22–83 El origen migratorio de las células musculares de una extremidad. EMBRIÓN DE CODORNIZ
Las migraciones se pueden seguir injertando células procedentes de un embrión de
codorniz en un embrión de pollo; las dos especies tienen un desarrollo muy similar, pero
las células de codorniz son reconocibles por la forma característica de sus nucléolos. Si a
los 2 días de la incubación de un embrión de pollo se sustituyen células de somita por
células de somita de codorniz y una semana después se secciona el ala del pollo, se ve que
las células musculares del ala de pollo derivan de las somitas de codorniz trasplantadas.
El patrón final de los músculos (p. ej., en las extremidades) queda determinado por las
rutas que siguen las células migradoras y la selección de los lugares que colonizan. Los teji-
dos conjuntivos embrionarios forman el armazón a través del cual viajan los mioblastos y
proporcionan las señales que guían su distribución. Sin importar de qué somita hayan par-
tido, los mioblastos que migran hacia una yema de una extremidad anterior formarán el pa-
trón de músculos apropiado para la extremidad anterior, y los que migran hacia una yema se toman somitas
en desarrollo de la
de una extremidad posterior formarán el patrón apropiado para ella. EMBRIÓN DE POLLO región donde se
Otras clases de células migradoras seleccionarán otras rutas para sus desplazamientos. formará la yema del
ala y se injertan en
A lo largo de la línea donde el tubo neural se desengancha de la futura epidermis, otro grupo un embrión de pollo
de células epidérmicas se separan del epitelio y también migran, individualmente, a través
del mesodermo (Figura 22–84). Se trata de las células de la cresta neural, que darán lugar a
casi todas las neuronas y células de la glía del sistema nervioso periférico, así como a las cé-
lulas pigmentarias de la piel y también a muchos tejidos conjuntivos de la cabeza, incluyen-
do los huesos del cráneo y de las mandíbulas. Otras células migradoras importantes son las
precursoras de las células sanguíneas, de las células germinales y de muchos grupos de neu-
ronas del sistema nervioso central, así como de las células endoteliales que forman los vasos
sanguíneos. Cada una de estas clases de células migradoras colonizará distintos lugares.
Como resultado de estas invasiones, muchos tejidos del cuerpo de los vertebrados son mezclas
de células de diferentes características derivadas de zonas muy separadas del embrión. descartado
Mientras cada célula migratoria se desplaza por los tejidos embrionarios, extiende de
forma repetida proyecciones, que examinan sus alrededores, en busca de indicios sutiles a
los cuales sea en particular sensible, gracias a las proteínas receptoras de la superficie de su el ala se desarrolla
membrana. Dentro de la célula, estas proteínas están conectadas al citoesqueleto que per-
mite el desplazamiento de la célula. Algunas sustancias de la matriz extracelular, como la
Figura 22–84 Principales vías de migración celular de la cresta neural. Se muestra la sección transversal
esquemática de un embrión de pollo en la parte media del tronco. Los derivados de cresta neural situados
más profundamente están indicados en rectángulos amarillos. Las células que emprenden la vía justo
debajo del ectodermo formarán las células pigmentarias de la piel; las que viajan profundamente por
entre las somitas formarán las neuronas y las células gliales de los ganglios sensitivo y simpático, y partes
de la glándula adrenal. Las neuronas y las células gliales de los ganglios entéricos, en la pared del intestino,
se forman a partir de células de la cresta neural que han migrado a lo largo de la longitud del cuerpo desde
la región del cuello o la región sacra. En Drosophila, las neuronas de la pared del intestino se originan de
forma similar, por migración desde el extremo cefálico del embrión. (Véase también Figura 19–23.)
LOS DESPLAZAMIENTOS CELULARES Y LA FORMACIÓN DEL CUERPO DE LOS VERTEBRADOS 1375
órganos de la línea lateral primordio desplazándose Figura 22–85 Migración del primordio
de la línea lateral en la larva del pez cebra,
conducido por SDF1 y CXCR4. La línea lateral
es una fila de órganos mecanosensoriales,
muy parecida a las manchas sensoriales del
oído interno, que detectan el movimiento
del agua sobre la superficie de un pez o un
anfibio. (A) Se origina en grupos de células
depositadas por un primordio que migra a lo
largo del flanco de la larva, desde un punto
(A) en la cabeza hacia la cola, como se observa
en esta larva de 2 días, en la cual las células
primordio de línea lateral
de la línea lateral se han marcado por
expresión de la proteína fluorescente verde.
(B) Células del primordio que expresan el
receptor quimiotáctico CXCR4, mostrado
expresión de Cxcr4
mediante hibridación in situ en una
(B) larva de 1 día. (C) El camino que seguirán
vía de la línea lateral
se ha marcado por la expresión del ligando
SDF1, que se muestra mediante hibridación
in situ en otro espécimen de 1 día. Si falta el
ligando a lo largo de la ruta normal (como
vía del pronefros expresión de Sdf1 resultado de una mutación), el primordio
se aparta de su ruta adecuada y sigue un
(C)
camino alternativo, más ventral, marcado por
otro trazo de SDF1, que marca la ruta normal
de otra estructura migratoria, el pronefros.
proteína fibronectina, proporcionan lugares de adhesión que ayudan a la célula a avanzar; (A, por cortesía de David Gilmour; B y C,
de N.B. David et al Proc. Natl Acad. Sci. U.S.A.
otras, como el proteoglicano sulfato de condroitina, inhiben la locomoción y repelen la in-
99:16297-16302, 2002. Con autorización de
migración. Las células no migradoras que se encuentran a lo largo del camino también pue- National Academy of Sciences.)
den tener superficies atractivas o repelentes, e incluso pueden extender filopodios que tocan
las células migradoras y afectan a su comportamiento.
En medio de esta masa de influencias distintas, algunas son especialmente importan-
tes. En particular, diferentes tipos de células son guiados por quimiotaxis, que depende de
un receptor llamado CXCR4. Esta proteína de superficie pertenece a la familia de los recep-
tores acoplados con la proteína G, y se activa mediante un ligando extracelular llamado
SDF1. Las células que expresan CXCR4 pueden “olfatear” su camino por pistas marcadas
para ellas, mediante la producción de SDF (Figura 22–85). La quimiotaxis hacia las fuentes
de SDF1 tiene un papel importante en la guía de las migraciones de linfocitos y otros tipos de
células sanguíneas, así como de neuronas del cerebro en desarrollo, de células musculares
progenitoras que entran en las yemas de las extremidades, de células germinales primordia-
les que van hacia las gónadas y también de las células cancerosas en una metástasis.
de Nodal en el mesodermo, a lo largo del lado izquierdo (y sólo a este lado) del cuerpo del
embrión. El mecanismo que transmite la asimetría desde el nodo y localiza la expresión de
Nodal todavía no se conoce y puede variar de una clase de vertebrados a otra. No obstante,
en todas las especies depende de bucles de retroalimentación en la que interviene Nodal,
junto con otro grupo de genes, los llamados Lefty. Éstos, igual que Nodal, son regulados
directamente por la vía de señalización Nodal y sus productos. Las proteínas Lefty están
relacionadas con las proteínas Nodal; pero las Lefty difunden de forma más amplia y actúan
de modo opuesto, como antagonistas de Nodal. Es frecuente que los ratones que presentan
una mutación por inactivación génica dirigida (knockout) en el gen Lefty1 tengan el lado de-
recho convertido en la imagen quiral del izquierdo, de manera que no existe simetría dere-
cha-izquierda.
Otro gen que también se regula directamente por la vía Nodal es el Pitx2, que codifica
una proteína reguladora y actúa relacionando el resultado de las interacciones Nodal/Lefty
con el posterior desarrollo anatómico. Nodal guía la expresión de Pitx2 en el lado izquierdo
del cuerpo y de esta forma confiere asimetría al corazón y otros órganos internos.
Todos estos datos plantean el enigma de cómo se origina la asimetría inicial de la ex-
presión de Nodal. Cualquiera que sea el mecanismo, el resultado de lo que ocurre en el nodo
de un animal normal tiene que ser sesgado para que los genes específicos del lado izquierdo
se expresen en este lado con normalidad: debe existir una relación entre el mecanismo que
genera la asimetría y el que la orienta. Una pista sobre el mecanismo de orientación surgió
en una clínica sueca para la infertilidad. Un pequeño grupo de hombres infértiles tenían los
espermatozoides sin motilidad a causa de un defecto en las moléculas de dineína, que son
necesarias para el movimiento de los cilios y flagelos. Estos hombres también sufrían bron-
quitis y sinusitis crónicas porque los cilios de su tracto respiratorio eran defectuosos. Y
sorprendentemente, el 50% de ellos tenían los órganos internos con la lateralidad invertida
(con el corazón a la derecha). Los hallazgos parecieron en un principio misteriosos, pero se
han observado efectos parecidos en mamíferos con otras mutaciones que causan cilios de-
fectuosos. Este hecho sugiere que el movimiento ciliar de alguna forma controla a qué lado
está orientado el eje derecha-izquierda.
La videomicroscopía de intervalo aplicada a un ratón vivo revela que las células del nodo
tienen cilios en su cara interna que baten de forma helicoidal en una dirección definida, al
igual que la rosca de un tornillo; en el nodo estos cilios están alojados en un pequeño hueco
con una forma que hace que su movimiento lleve una corriente de fluido hacia el lado iz-
quierdo (véase la Figura 22–87A). De acuerdo con una de las teorías, las proteínas señal
transportadas por esta corriente hacia el lado izquierdo, proporcionarían el sesgo que orienta
el eje derecha-izquierda del cuerpo del ratón. Otra teoría propone que los cilios de este sis-
tema, igual que en otros contextos, no sólo actuarían como conductores del flujo del fluido,
sino que además harían las veces de sensores mecánicos, respondiendo a la flexión con la
producción de una corriente asimétrica de iones Ca2+ a través del nodo y ejerciendo una in-
fluencia en el tejido adyacente.
La lateralidad del movimiento ciliar refleja la lateralidad (la asimetría derecha-izquier-
da) de las moléculas orgánicas que componen todos los seres vivos. Por lo tanto, este fenó-
meno es esencialmente lo que dirige la asimetría derecha-izquierda de nuestro cuerpo.
Resumen
En el desarrollo animal intervienen unos desplazamientos extraordinarios. En la gastrulación, las
células de la parte exterior del embrión se invaginan hacia el interior formando la cavidad del tubo
digestivo generándose tres hojas germinales (el ectodermo, el mesodermo y el endodermo), a partir
de las cuales se forma el cuerpo de los animales superiores. En los vertebrados, los desplazamientos
que tienen lugar en la gastrulación se organizan mediante señales del Organizador (el labio dorsal
del blastoporo de los anfibios, que corresponde al nodo del embrión de pollo y de ratón). Estas seña-
les especifican el eje dorsoventral del cuerpo y dirigen la extensión convergente, en la cual la capa de
células que se desplaza hacia el interior del cuerpo se alarga en la dirección del eje cabeza-cola, a la
vez que se estrecha en sentido perpendicular a este eje. Los movimientos de reempaquetamiento ac-
tivo de las células individuales producen la extensión convergente y están coordinados por la vía de
señalización de polaridad planar Frizzled/Dishevelled (una rama de la vía Wnt que regula el citoes-
queleto de actina).
El desarrollo posterior incluye muchos más desplazamientos. Parte del ectodermo se engrosa, se
enrolla y se separa, formando el tubo neural y la cresta neural. En la línea media observamos un
1378 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
cordón de células especializadas llamado notocorda, que se alarga formando el eje central del em-
brión. A cada lado de la notocorda, unas largas solapas de mesodermo se segmentan formando
los somitas. Una serie de células migradoras, como las de la cresta neural, se separan de sus vecinas
y viajan a través del embrión para colonizar nuevos lugares. Las células germinales primordiales y
muchas otras células migradoras son conducidas por quimiotaxis dependiente del receptor CXCR4
y su ligando SDF1. Las moléculas de adhesión celular, como las cadherinas y las integrinas, ayudan
a conducir las migraciones y controlan la cohesión selectiva de las células en su nueva distribución.
Esencialmente, el patrón de los desplazamientos celulares está dirigido por el patrón de expre-
sión génica, que determina las propiedades de la superficie celular y la motilidad. Así, la formación
de los somitas depende de un patrón periódico de expresión génica, que constituye un oscilador
bioquímico (el reloj de segmentación) del mesodermo, el cual especifica de qué forma se debe diso-
ciar la masa de células para formar bloques separados. De un modo similar, la asimetría anatómi-
ca derecha-izquierda del cuerpo de los vertebrados está prefigurada en la asimetría del patrón de
expresión génica del embrión temprano. Por lo menos en mamíferos, esta asimetría está dirigida
fundamentalmente por la lateralidad de los movimientos ciliares en los alrededores del nodo.
EL RATÓN
El embrión de ratón (pequeño e inaccesible en el interior del útero materno) constituye un
gran reto para los biólogos del desarrollo. Presenta dos atractivos principales. En primer lu-
gar, el ratón es un mamífero, y los mamíferos son los animales hacia los cuales nosotros,
como humanos, sentimos más interés. En segundo lugar, es uno de los mamíferos más ade-
cuados para los estudios genéticos, porque es pequeño y se reproduce con rapidez. Estos
dos factores han estimulado enormemente la investigación, que ha dado como resultado el
desarrollo de herramientas experimentales muy poderosas. Así, el ratón se ha convertido en
el principal organismo modelo para la experimentación en genética de mamíferos y tam-
bién nuestro sustituto más intensamente estudiado. Desde un punto de vista evolutivo, está
separado de los humanos tan sólo por 100 millones de años. Su genoma es el mismo que el
nuestro en cuanto a tamaño y existe una correspondencia casi total entre los genes humanos
y los del ratón. Nuestras proteínas son idénticas en secuencia de aminoácidos en un 80-90%.
Además, es evidente la similitud de las secuencias de nucleótidos entre grandes bloques afi-
nes y también cuando se comparan secuencias de DNA regulador.
Con muchas dosis de ingenio y de perseverancia, los biólogos del desarrollo han en-
contrado vías de acceso al embrión temprano sin matarlo y obtener ratones con caracte-
rísticas previamente especificadas mediante la mutación de un determinado gen. Casi todas
las modificaciones genéticas que se pueden llevar a cabo en un gusano o en un pez cebra
también pueden aplicarse al ratón, y en algunos casos, con realizaciones más perfectas. Los
gastos en investigación con ratones son mucho mayores, pero también lo son los incentivos.
En consecuencia, el ratón se ha convertido en una fuente importante de información sobre
todos los aspectos de la genética molecular del desarrollo, un modelo clave no sólo para los
mamíferos, sino también para otros animales. Por ejemplo, ha proporcionado gran parte de
nuestros conocimientos sobre los genes Hox, la asimetría derecha-izquierda, el control de la
muerte celular, el papel de la señal Notch y muchas otras cuestiones.
Nos hemos referido repetidamente a datos sobre el ratón. Se utilizarán todavía más en
el próximo capítulo donde trataremos sobre los tejidos adultos y los procesos de desarrollo
implicados. En la próxima sección, se examinarán las características especiales del desarro-
llo del ratón que han hecho posibles todas las manipulaciones genéticas. A modo de ejem-
plo, esquematizaremos cómo se ha utilizado el ratón para iluminar otro proceso importante
del desarrollo: la generación de órganos como los pulmones y las glándulas mediante inte-
racciones entre el tejido conjuntivo y el epitelio.
mórula sección de un
huevo de ratón 2 células 16 células blastocisto
fecundado 8 células
1½ días 3 días 4 días
2½ días compactación
corpúsculo
polar
50 μm
tienen lugar a la misma velocidad que las de muchas células somáticas y la transcripción em- Figura 22–88 Estadios tempranos del
pieza ya en el estadio de dos células. Y lo que es más importante, aunque los últimos estadios desarrollo del ratón. La zona pelúcida es
sean similares a los de Xenopus, los mamíferos empiezan con un largo rodeo, generando un una cápsula gelatinosa por la que sale el
embrión a los pocos días, que le permite
conjunto complicado de estructuras (principalmente el saco amniótico y la placenta) que
implantarse en la pared del útero.
envuelven y protegen al embrión y le proporcionan un intercambio de metabolitos con la (Fotografías por cortesía de Patricia
madre. Estas estructuras, como el resto del cuerpo, derivan del huevo fecundado, pero se lla- Calarco.)
man extraembrionarias porque son eliminadas cuando nace el animal y no forman parte del
adulto. En aves y reptiles se forman, durante su desarrollo, estructuras accesorias similares.
Los primeros estadios del desarrollo del ratón se han resumido en la Figura 22–88. Hacia
los 3 días después de la fecundación el huevo fecundado se divide generando 16 células. Al
principio, las células están juntas pero sólo laxamente unidas; al principio del estadio de 8 cé-
lulas se vuelven más cohesivas y sufren compactación, formando una esfera sólida de células Figura 22–89 Electromicrografías de barrido
llamada mórula (del latín: “mora”) (Figura 22–89). Entre las células se forman desmosomas de un embrión temprano de ratón. Se ha
apicales que sellan el interior de la mórula aislándolo del medio externo. Inmediatamente eliminado la zona pelúcida. (A) Estadio de
después, se desarrolla una cavidad interna, con lo que la mórula se convierte en una esfera dos-células. (B) Estadio de cuatro células
hueca llamada blastocisto. La capa exterior de células, que forman la cubierta de la esfera, se (además de los cuatro blastómeros se ve
llama trofectodermo. Ésta dará lugar a los tejidos extraembrionarios. Un agregado interno de un corpúsculo polar, véase Figura 21–23).
(C) Mórula de ocho a dieciséis células, se ha
células, llamado la masa celular interna, se sitúa a un lado de la cavidad y dará lugar al em-
producido la compactación. (D) Blastocisto.
brión propiamente dicho. (A-C, por cortesía de Patricia Calarco; D, de
Cuando el embrión ya ha escapado de su cápsula gelatinosa (aproximadamente a los P. Calarco y C.J. Epstein, Dev. Biol. 32:208-213,
cuatro días), las células del trofectodermo entran en contacto íntimo con la pared del útero, 1973. Con autorización de Academic Press.)
cultivo en un blastocisto normal (Figura 22–91). Las células inyectadas se incorporan a la células ES derivadas
de una cepa de ratones
masa celular interna del blastocisto y contribuyen a la formación de un ratón quimérico genéticamente distinta
aparentemente normal. Las descendientes de las células ES injertadas se pueden encontrar
casi en cualquier tejido del ratón, donde se diferencian de forma apropiada a su localización
e incluso pueden formar células germinales viables. El comportamiento extraordinaria-
mente adaptable de las células ES muestra que las indicaciones de las células vecinas no só-
blastocisto receptor
lo dirigen la elección entre diferentes vías de diferenciación, sino que también detienen o
inician el reloj del desarrollo, es decir, los procesos que llevan a la célula a progresar a un es-
tado adulto a partir de un estado embrionario.
A nivel práctico, las células ES tienen una importancia doble. Primero, desde el punto
de vista médico, ofrecen la posibilidad de una fuente versátil de células para reparar tejidos pipeta agregado de células
que sostiene, ES en la micropipeta
dañados o defectuosos del cuerpo del adulto, como se analizará al final del próximo ca- por succión
pítulo. Segundo, las células ES hacen posible el control más preciso de la diferenciación
genética, con la que podemos generar animales con casi cualquier alteración que se intro-
duzca en su genoma. Como se describió en el Capítulo 8, la técnica aprovecha la recombi-
células ES inyectadas
nación génica para sustituir un segmento de DNA construido de forma artificial por la en un blastocisto
secuencia normal en un determinado locus del genoma de una célula ES. Aunque sólo en
raras excepciones la construcción de DNA se incorpora correctamente, se han ideado pro-
cedimientos selectivos para encontrar la célula que ha incorporado la construcción de las células inyectadas
se van incorporando
DNA. Una vez seleccionadas, las células ES modificadas se pueden inyectar en un blasto- en la masa celular
cisto y producir un ratón quimérico. Con suerte, este ratón tendrá algunas células germi- interna del
blastocisto huésped
nales derivadas de las ES, capaces de actuar como fundadoras de una nueva generación de
ratones formados exclusivamente por células que llevan la mutación escogida. De esta
en la madre
forma, de una placa de cultivo se puede recuperar un ratón mutante completo (véase la adoptiva
Figura 8–65). el blastocisto
se desarrolla
formando un
ratón quimérico
Las interacciones entre el epitelio y el mesénquima generan sano; las células
ES pueden estar
estructuras tubulares ramificadas en cualquier tejido
Comparativamente, los vertebrados son animales grandes y esto se debe sobre todo a su
Figura 22–91 Fabricación de un ratón
gran masa de tejido conjuntivo. No obstante, para la excreción, la absorción de nutrientes y quimérico con células ES. Las células ES en
el intercambio de gases, también necesitan grandes cantidades de varios tipos especializa- cultivo se pueden combinar con células de
dos de superficies epiteliales. Muchas de ellas adoptan la forma de estructuras tubulares un blastocisto normal formando un ratón
generadas mediante morfogénesis de la ramificación, en la cual un epitelio invade un tejido quimérico sano, y pueden formar parte de
conjuntivo embrionario (mesénquima) y forman un órgano compuesto. El pulmón es un cualquiera de sus tejidos, incluida la línea
germinal. Así pues, las células ES son
ejemplo típico. Se origina a partir de la línea celular de endodermo de la base del tubo di-
totipotentes.
gestivo anterior. Este epitelio forma gemas y crece hacia el interior del mesénquima próxi-
mo, formando el árbol bronquial, que consiste en un sistema tubular que se ramifica de
forma repetida mientras se va extendiendo (Figura 22–92). El mismo mesénquima también
es invadido por células endoteliales (la línea celular de los vasos sanguíneos), generándose
así el sistema de vasos sanguíneos y conductos de aire íntimamente yuxtapuestos, que son
necesarios para el intercambio de gases en el pulmón (tratado en el Capítulo 23).
Todo el proceso depende de intercambios de señales, en ambos sentidos, entre las ye-
mas de epitelio que crecen y el mesénquima que están invadiendo. En el ratón, estas señales
se pueden analizar por manipulación genética. Las proteínas señal de la familia del factor de
crecimiento del fibroblasto (FGF) y el receptor de la tirosina quinasa desempeñan un papel
central en este proceso. Esta vía de señalización tiene varias funciones en el desarrollo, pero
parece que es sobre todo importante en las numerosas interacciones que tienen lugar entre
el epitelio y el mesénquima.
Los mamíferos presentan unos 20 genes Fgf mientras que en Drosophila son tres y en
C. elegans dos. El Fgf más importante en los pulmones es el Fgf10. Se expresa en agregados de
células mesenquimáticas cercanas a los ápices de los túbulos epiteliales que se desarrollan,
mientras que su receptor se encuentra en las propias células epiteliales. La FGF10 o su recep-
tor se pueden inactivar mediante las técnicas estándar basadas en la recombinación de las
células ES. El ratón mutante que se obtiene carece de todo el proceso de morfogénesis de la ra-
mificación; se forma una yema primaria de epitelio pulmonar, pero no crece hacia el interior
del mesénquima y no se forma el árbol bronquial. También es posible el proceso contrario:
una perla microscópica inmersa en FGF10 y colocada cerca de un epitelio pulmonar embrio-
nario en cultivo inducirá la formación de una yema que crecerá hacia él. Evidentemente, el
epitelio sólo invade el mesénquima por estimulación, en respuesta a FGF10.
1382 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
Pero ¿qué es lo que hace que los túbulos epiteliales se ramifiquen de forma repetida Figura 22–92 Morfogénesis ramificada del
mientras van invadiendo? Este fenómeno depende de la señal Sonic hedgehog que va en el pulmón. (A) De qué forma, según parece,
sentido opuesto, desde las células epiteliales del ápice de las yemas hacia el mesénquima. En FGF10 y Sonic hedgehog inducen el
crecimiento y la ramificación de las yemas
ratones que carecen de Sonic hedgehog, el epitelio pulmonar crece y se diferencia, pero forma
del árbol bronquial. En este sistema también
un saco en lugar de un árbol ramificado de túbulos. Al mismo tiempo, en vez de estar res- se expresan muchas otras moléculas señal,
tringida a pequeños agregados de células mesenquimáticas que actúan a modo de balizas como BMP4; el mecanismo de ramificación
dirigiendo la yema, se expresa en bandas anchas de células inmediatamente adyacentes al sugerido sólo es una de las diversas
epitelio. Este hallazgo sugiere que la señal Sonic hedgehog tiene que actuar restringiendo la posibilidades. (B) Aspecto del árbol bronquial
expresión de FGF10 a las células mesenquimáticas más cercanas al ápice de la yema que adulto humano, tras haberle inyectado
crece, separando en dos el agregado que secreta FGF10, hecho que resulta en la separación resinas en los conductos aéreos; en las
diferentes ramas del árbol se han inyectado
de la yema en dos ramas (véase la Figura 22–92A).
resinas de diferentes colores. (B, de R.
El crecimiento de la ramificación del epitelio y el mesénquima tiene que estar coordi- Warwick y P.L. Williams, Gray’s Anatomy,
nado con el de los vasos sanguíneos asociados, y todo el proceso implica un conjunto de 35.ª ed. Edinburgh: Logran, 1973.)
señales adicionales. Muchos aspectos de este sistema todavía son desconocidos. Sin embar-
go, sabemos que Drosophila utiliza mecanismos estrechamente relacionados para dirigir la
morfogénesis de la ramificación de su sistema de tráqueas (los túbulos que forman los con-
ductos aéreos de los insectos). En este caso, el proceso también depende de la proteína FGF
de Drosophila, codificada por el gen Branchless, y del receptor de FGF de Drosophila, codifi-
cado por el gen Breathless, actuando ambos de modo parecido a como lo hacen en el ratón.
Como es lógico, los estudios genéticos del desarrollo de las tráqueas en Drosophila también
han identificado otros componentes del control de la maquinaria y son los genes de
Drosophila los que han llevado a los homólogos de los vertebrados. Las manipulaciones ge-
néticas en ratones han proporcionado sistemas para examinar si estos genes tienen funcio-
nes similares en los mamíferos y podemos confirmar que en gran medida es así.
Resumen
El ratón tiene un papel central como organismo modelo para el estudio de la genética molecular del
desarrollo de los mamíferos. El desarrollo del ratón es esencialmente similar al de otros vertebrados,
pero empieza con un preámbulo especial que consiste en la formación de estructuras como el am-
nios y la placenta. Se han ideado técnicas potentes para producir inactivaciones genéticas y otras
alteraciones dirigidas, aprovechando las propiedades altamente reguladoras de las células de la ma-
sa celular interna del embrión de ratón. Estas células pueden cultivarse y mantenerse como células
madre embrionarias (ES). En condiciones de cultivo adecuadas, las células ES pueden proliferar de
forma indefinida sin diferenciarse, pero conservando la potencialidad de dar lugar a cualquier par-
te del cuerpo cuando se inyectan de nuevo en un embrión temprano de ratón.
Muchos procesos generales de desarrollo, incluyendo muchos de los que se han tratado a lo
largo de este capítulo, se han comprendido gracias a los estudios con ratones. Por ejemplo, el ratón se
ha utilizado para investigar el control de la morfogénesis de la ramificación. Este proceso da lugar a
estructuras como los pulmones y las glándulas, y está gobernado por intercambios de señales entre el
mesénquima y el epitelio que invade. Las funciones de estas señales se pueden analizar mediante
experimentos de inactivación génica dirigida.
EL DESARROLLO DEL SISTEMA NERVIOSO 1383
génesis de las neuronas crecimiento de axones y dendritas refinamiento de las conexiones sinápticas
desarrollan a partir del ectodermo, normalmente como células hermanas o primas deri- Figura 22–95 Las tres fases del desarrollo
vadas de un precursor común. Así, en los vertebrados, las neuronas y las células de la glía neuronal.
del sistema nervioso central (que incluye la médula espinal, el cerebro y la retina), derivan de
la parte del ectodermo que se pliega formando el tubo neural, mientras que las del sistema
nervioso periférico derivan sobre todo de la cresta neural (Figura 22–96).
El tubo neural, del que nos ocuparemos en especial, consiste inicialmente en un epite-
lio monocapa (Figura 22–97). Las células epiteliales son las progenitoras de las neuronas y
de la glía. Cuando se generan todos estos tipos celulares, el epitelio se engrosa y se transfor-
ma en una estructura más compleja. Como se ha descrito, la señal Delta-Notch controla la
diferenciación de las células progenitoras en neuronas de la siguiente forma: las neuronas
nacientes expresan Delta, con lo cual impiden que sus vecinas se diferencien en neuronas al
mismo tiempo. Esto asegura que las progenitoras no se diferencien todas de forma simul-
tánea y que sigan dividiéndose y produciendo una población de la cual puedan generarse más tubo
neuronas. Las progenitoras y más tarde las células de la glía mantienen la cohesión del epi- neural
telio y forman un armazón que aumenta de grosor. Las neuronas acabadas de nacer migran ojo
placodo
entre estas células altas como si fueran animales entre los árboles de un bosque hasta en- auditivo/ placodo
contrar sus asentamientos, donde maduran y envían sus axones y dendritas (Figura 22–98). vesícula nasal
corazón
Las proteínas señal secretadas a cada lado, ventral y dorsal, del tubo neural actúan co- cresta
mo morfógenos opuestos y hacen que las neuronas que nacen a diferentes niveles dorso- neural
ventrales expresen distintas proteínas reguladoras (véase la Figura 22–80). También existen
diferencias a lo largo del eje cabeza-cola que reflejan el patrón anteroposterior de los genes
Hox y las acciones de otros morfógenos. Además, igual que en Drosophila, durante muchos placodos de los
días, semanas e incluso meses, continúan generándose neuronas en cada región del sistema ganglios craneales
sensitivos
nervioso central, lo que resulta en una diversidad aún mayor, ya que las células adoptan dis-
somita
tintas características según su “cumpleaños”, es decir el momento de la última mitosis, que
marca el principio de la diferenciación neuronal (Figura 22–99). Cuando se extraen células
vaso
sanguíneo
neurona migradora
Figura 22–98 Migración de neuronas
inmaduras. Antes de enviar los axones y
dendritas, muchas veces las neuronas recién
nacidas migran desde su lugar de nacimiento
y se asientan en alguna otra parte.
Los diagramas se basan en reconstrucciones
de secciones de corteza cerebral de mono
núcleo (parte del tubo neural). Las neuronas
experimentan su última división celular en
la proximidad de la cara interna luminal
del tubo neural y luego migran al exterior
reptando a lo largo de células gliales radiales.
Cada una de estas células se extiende desde
la superficie interna a la superficie externa
del tubo, una distancia que puede ser como
mucho de 2 cm en la corteza cerebral en
desarrollo del mono. Las células gliales se
pueden considerar como células vestigiales
del epitelio columnar original del tubo neural
soma celular
que se extiende extraordinariamente a
de célula glial radial medida que la pared del tubo se va
engrosando. (Según P. Rakic, J. Comp. Neurol.
superficie interna del tubo 145:61-84, 1972. Con autorización de John
neural en desarrollo 10 μm Wiley & Sons, Inc.)
1386 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
de células nerviosas. Algunas extienden sus axones en sentido dorsal, otras ventral, unas ha-
cia la cabeza, otras hacia la cola y, finalmente, otro grupo lo hace a través de la base del tubo
neural hacia el otro lado del cuerpo (Figura 22–100). En filmaciones de intervalo, con las
neuronas en desarrollo teñidas con colorante fluorescente, podemos observar los desplaza-
mientos de los ápices de los axones que se van extendiendo: recuerdan los faros de los co-
ches en una hora punta nocturna, formando líneas que recorren las carreteras y viran en
cruces bulliciosos, haciendo su propia elección de la ruta.
¿De qué forma se dirigen estos desplazamientos? Antes de intentar dar una respuesta, es
necesario examinar más detenidamente la estructura de la neurona en crecimiento.
dendrita soma celular axón cono de crecimiento Figura 22–101 Formación de axones
y dendritas en cultivo. Una neurona
joven ha sido aislada a partir del cerebro
de un mamífero y se ha sembrado para
estudiar su desarrollo en cultivo, donde
emite sus prolongaciones. Una de estas
prolongaciones, el futuro axón, ha empezado
a crecer más deprisa que la otras (las futuras
dendritas) y se ha bifurcado. (A) Imagen en
contraste de fases; (B) patrón de tinción
con faloidina fluorescente, que se une a los
filamentos de actina. La actina se concentra
en los conos de crecimiento de los extremos
de las prolongaciones, que se extienden
activamente, y en algunos otros sitios
(A) (B) de actividad de lamelipodios. (Por
10 μm cortesía de Kimberly Goslin.)
que produce el desplazamiento y el aparato que dirige el rumbo del ápice de cada proyec-
ción a lo largo del camino que debe seguir (véase la Figura 16–105).
Gran parte de lo que se conoce de las propiedades del crecimiento de los conos se ha
obtenido gracias a los estudios de tejidos o células en cultivo. Se puede observar cómo una
neurona empieza a alargar sus prolongaciones, que al principio son todas iguales, hasta que
el cono impone un súbito cambio de velocidad que identifica una de ellas como el axón, con
su propia carga de proteínas específicas (Figura 22–101). En esta etapa, la diferencia entre
axón y dendrita viene determinada por el transporte intracelular polarizado de diferentes
materiales en cada tipo de prolongación. Como resultado de ello, crecerán alcanzando dife-
rentes longitudes, seguirán distintos caminos y cada uno desempeñará su papel en la for-
mación de la sinapsis.
El cono de crecimiento del extremo de una prolongación nerviosa típica en expansión,
sea axón o dendrita, se desplaza hacia adelante a una velocidad de 1 mm por día, inspeccio-
nando continuamente qué regiones tiene delante suyo y a cada lado, por medio de filopodios
y lamelipodios. Cuando esta prolongación entra en contacto con una superficie desfavora-
ble, se retrae, mientras que cuando entra en contacto con una superficie más favorable, se
alarga, marcando el rumbo de todo el cono. De esta forma, el cono de crecimiento se guía
por sutiles variaciones en las propiedades del sustrato por el que se desplaza. Al mismo tiem-
po es sensible a factores quimiotácticos que difunden por el medio circundante, favorecien-
do u obstaculizando su avance. Estos comportamientos dependen de la maquinaria del
citoesqueleto del interior del cono, como ya se ha descrito en el Capítulo 16. En la membra-
na del cono de crecimiento existen multitud de receptores que detectan las señales externas
y controlan el ensamblaje y desensamblaje de los filamentos de actina y otros componentes
de la maquinaria de desplazamiento celular, gracias a la intervención de reguladores intra-
celulares como las GTPasas monoméricas Rho y Rac.
neurona atrayente
comisural (netrina)
HACIA EL CEREBRO
repelente
(Slit)
axón repelente
comisural (semaforina)
placa básica
línea media
(A) (B)
HACIA EL CEREBRO
las de la glía del sistema nervioso central y las células musculares de la periferia del cuerpo. Figura 22–102 Guía de los axones
El genoma humano contiene más de 100 genes de cadherina y muchos de ellos se expresan comisurales. (A) Vía que siguen los
en el cerebro (véase la Figura 19–6). Diferentes conjuntos de moléculas de adhesión célula- axones comisurales en la médula espinal
embrionaria de un vertebrado. (B) Señales
célula, actuando en combinaciones diversas, proporcionan un mecanismo de guía neuronal
que los guían. Los conos de crecimiento son
y reconocimiento selectivo. Los conos de crecimiento también migran pasando por encima atraídos primero hacia la placa básica por la
de componentes de la matriz extracelular. Algunas moléculas de la matriz, como la lamini- netrina, la cual es segregada por las células
na, favorecen la extensión del axón, mientras que otras, como los proteoglicanos de con- de la placa básica y actúa sobre el receptor
droitín sulfato, actúan en el sentido contrario. DCC en la membrana axónica. Una vez
Los conos de crecimiento utilizan una sucesión de distintas estrategias de navegación cruzada la placa básica, los conos
en cada etapa de su viaje, de forma que la adhesión al sustrato no es lo único que importa. de crecimiento incrementan la expresión
de Roundabout, el receptor de una proteína
También desempeñan un papel importante los factores quimiotácticos secretados por las
repelente, Slit, también segregada por la
células que actúan como balizas en puntos estratégicos del camino atrayendo o repeliendo. placa básica. Slit, unida a Roundabout no
La trayectoria de los axones comisurales, que son los que cruzan de un lado a otro del cuer- sólo actúa como repelente impidiendo que
po, proporcionan un ejemplo ilustrativo de cómo una combinación de señales puede especi- las células vuelvan a entrar a la placa básica,
ficar un camino complejo. Los axones comisurales son característicos de todos los animales sino que también bloquea la respuesta a la
con simetría bilateral, porque los dos lados del cuerpo tienen que estar neurológicamente atracción de la netrina. Al mismo tiempo,
los conos de crecimiento desencadenan la
coordinados por el sistema nervioso. Los gusanos, las moscas y los vertebrados utilizan me-
expresión de receptores para otra proteína
canismos de guía muy relacionados. repelente, la semaforina, que es segregada
Por ejemplo, durante el desarrollo de la médula espinal de un vertebrado, un gran nú- por las células de las paredes laterales del
mero de neuronas envían sus conos de crecimiento ventralmente hacia la placa basal, que es tubo neural. Confinados entre dos territorios,
una banda de células especializadas que forma la línea media ventral del tubo neural (véase una vez cruzada la línea media los conos de
la Figura 22–100). Los conos de crecimiento atraviesan la placa basal y luego viran brusca- crecimiento viajan por un apretado fascículo
mente en ángulo recto, siguiendo un camino longitudinal hacia el cerebro, paralelo a la pla- hacia el cerebro.
ca basal, pero sin cruzarla (Figura 22–102A). La primera etapa del viaje depende del
gradiente de concentración de la proteína netrina, secretada por las células de la placa basal:
los conos de crecimiento comisurales detectan que su camino va hacia la fuente de netrina.
La netrina se purificó del embrión de pollo experimentando con extractos de tejido neuronal
en cultivo en busca de alguna actividad que pudiera atraer los conos de crecimiento de las
neuronas de la comisura. Su secuencia reveló que se trata de un homólogo de una proteína
ya conocida en C. elegans gracias a los cribajes genéticos de gusanos mutantes con axones
descarriados; se llaman mutantes Unc (uncoordinated) porque se mueven de forma des-
coordinada. Uno de los genes Unc, el Unc6, codifica el homólogo de la netrina. Otro, el
Unc40, codifica su receptor transmembrana. Éste también tiene su homólogo en vertebra-
dos llamado DCC, que se expresa en las neuronas comisurales y media su respuesta al gra-
diente de netrina.
La activación localizada de DCC por netrina lleva a la apertura de una clase especializa-
da de canales iónicos de la membrana plasmática. Estos canales, llamados canales TRPC
(Transient Receptor Potencial C; receptor potencial transitorio C), pertenecen a una gran fa-
milia (TRP), que es la responsable de muchos otros procesos de transducción sensorial, des-
de la sensación mecánica hasta la percepción de frío o calor. Cuando los canales TRPC están
abiertos, permiten que el Ca2+ (y otros cationes) penetren en la célula. El aumento localiza-
EL DESARROLLO DEL SISTEMA NERVIOSO 1389
do de Ca2+ activa la maquinaria que extiende los filopodios y el desplazamiento del cono de
crecimiento hacia la fuente de netrina.
Los receptores del cono de crecimiento determinan la ruta que tomará: las neuronas no
comisurales carecen de DCC, no son atraídas por la placa basal, mientras que las que expre-
san un receptor netrina diferente (en los vertebrados es el llamado Unc5H, correspondiente
al Unc5 de los gusanos) son activamente repelidas por la placa basal y entonces envían sus
axones hacia la placa superior.
Figura 22–103 Efectos del NGF sobre el crecimiento de la neurita. Fotomicrografías en campo
oscuro de un ganglio simpático cultivado durante 48 horas en presencia (arriba) o ausencia
(abajo) de NGF. Las neuritas crecen a partir de las neuronas simpáticas sólo cuando en el medio
hay NGF. Cada cultivo contiene también células de Schwann (gliales) que han migrado del
ganglio; a éstas no les afecta el NGF. La supervivencia neuronal y el mantenimiento de los
conos de crecimiento para la extensión de las neuritas representan dos efectos distintos de
NGF. El efecto sobre los conos de crecimiento es local, directo, rápido e independiente de la
comunicación con el soma celular; cuando se suprime NGF, los conos de crecimiento afectados
paran su desplazamiento durante uno o dos minutos. El efecto del NGF sobre la supervivencia
es más lento y está asociada con la captación de NGF por endocitosis y su transporte
intracelular de retorno al soma celular. (Cortesía de Naomi Kleitman.)
diana. Una proporción similar de las células sensoriales que inervan la piel mueren después
NGF
de que sus conos de crecimiento han llegado a ella.
Parece que esta muerte de neuronas a gran escala refleja el resultado de una competencia.
Cada tipo de célula diana libera una cantidad limitada del factor específico neurotrófico, que
es necesario para que sobrevivan las neuronas que inervan esta diana. Aparentemente, las
neuronas compiten por este factor y aquellas que no consiguen la cantidad suficiente, sufren
una muerte programada. Si aumentamos la cantidad de tejido diana (p. ej., mediante un in-
jerto de otra yema de extremidad a un lado del embrión) entonces sobreviven un mayor nú-
mero de neuronas; si por el contrario, eliminamos la yema de extremidad, mueren todas las
neuronas que la inervan. De esta forma, aunque los individuos difieran en sus proporciones
corporales, siempre retienen el número adecuado de neuronas motoras para inervar todos
sus músculos y el número adecuado de neuronas sensoriales para inervar toda la superficie
del cuerpo. Esta estrategia de sobreproducción y muerte de las células sobrantes, que pare-
ce un gasto inútil, se lleva a cabo en casi todas las regiones del sistema nervioso. Proporciona
la manera más sencilla y efectiva de ajustar las poblaciones de neuronas al volumen de teji-
control
dos que requieren inervación.
El primer factor neurotrófico que fue identificado sigue siendo el mejor caracterizado y
simplemente se trata del factor de crecimiento nervioso o NGF (nerve growth factor), que es
el miembro fundador de la familia de proteínas señal de las neurotrofinas. Este factor actúa
favoreciendo la supervivencia de unas clases específicas de neuronas sensoriales que deri-
van de la cresta neural y de las neuronas del simpático (una subclase de neuronas periféricas
que controlan las contracciones de la musculatura lisa y la secreción de las glándulas exo-
crinas). Los tejidos inervados por estas neuronas producen el factor NGF. Cuando existe una
sobreproducción de NGF, sobreviven más neuronas sensoriales y simpáticas como si hubie-
ra más tejido diana. Por el contrario, en un ratón con una mutación que inactiva el gen de
NGF o su receptor (una tirosina quinasa transmembrana denominada TrkA) casi todas
las neuronas simpáticas y sensoriales dependientes de NGF se pierden. Existen muchos
factores neurotróficos pero sólo unos cuantos pertenecen a la familia de las neurotrofinas y
actúan en diferentes combinaciones favoreciendo la supervivencia de diferentes clases de
neuronas.
El NGF y otros factores relacionados tienen un papel adicional: además de actuar en
toda la célula nerviosa controlando su supervivencia, regulan el crecimiento de los axones y
las dendritas (Figura 22–103). Incluso pueden actuar de forma local en una parte de las ra-
mificaciones de la neurona y favorecer el crecimiento de las ramas individuales o cortarlas.
Un cono de crecimiento expuesto a NGF muestra un incremento inmediato de motilidad.
En el caso contrario, cuando se elimina el factor NGF de una rama del axón, ésta muere, aun-
que el resto de la neurona continúe bañada en el factor.
La acción periférica del NGF continúa siendo importante después de la fase de muerte
neuronal. Por ejemplo, en la piel controla la ramificación de las fibras nerviosas sensoriales,
asegurando no solamente que toda la superficie del cuerpo esté inervada durante el desa-
rrollo, sino también recuperando la inervación cuando la piel ha sufrido algún daño.
ojo ojo
tectum
Figura 22–104 Mapa neuronal, desde el ojo hasta el cerebro, de un pez cebra joven. (A) Visión esquemática observada desde arriba de la parte superior
de la cabeza. (B) Micrografía de fluorescencia. Se han inyectado colorantes fluorescentes marcadores en cada ojo, rojo en la parte anterior, verde en la parte
posterior. Las moléculas marcadoras han sido captadas por las neuronas en la retina y transportadas a lo largo de sus axones, revelando los caminos que
siguen hacia el tectum óptico en el cerebro y el mapa que allí forman. (Cortesía de Chi-Bin Chien, de D.H. Sanes, T.A. Reh y W.A. Harris, Development of the
Nervous System. San Diego, CA: Academic Press, 2000.)
1392 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
tronco
cuello
cadera
cabeza
pierna
cerebral mediante un sistema ordenado
hombro
brazo
codo
ante
de conexiones de células nerviosas, de tal
mu
ma
e manera que la información sensorial de
pi
braz
ñec
m ula
no
i
an dio
p
a
o el
iq
m
pu dice o
s
ed
le
d comporta que el mapa del cerebro siga
ta
ojo lga
ni
r fielmente la topología de la superficie del
ge
na
ri cuerpo, incluso aunque diferentes regiones
ros z
tro del cuerpo se representen amplificadas
labio de modo diferente de acuerdo con la
supe
rior densidad de la inervación. El homúnculo
labios (el “hombrecito” del cerebro) tiene labios
grandes puesto que los labios son una amplia
labio inferior e importante fuente de información sensitiva.
dientes, encías y mandíbula El mapa se ha determinado estimulando
lengua diferentes puntos en la corteza de pacientes
conscientes durante una cirugía cerebral y
faringe l registrando lo que éstos dicen sentir. (Según
ina
a b dom W. Penfield y T. Rasmussen, The Cerebral
a
intr Cortex of Man. New York: Macmillan, 1950.)
neuronas axones
retinianas retinianos
MAPA INICIAL BORROSO: CONEXIONES DIFUSAS MAPA FINAL CLARO: CONEXIONES DIFUSAS ELIMINADAS
napsis se forman en abundancia y se distribuyen por un amplio territorio diana, luego el sis- Figura 22–107 Clarificación del mapa
tema de conexiones sufre una eliminación selectiva y se remodela mediante procesos com- retinotectal mediante eliminación de
petitivos que dependen de la actividad eléctrica y la señalización sináptica. Esta forma de sinapsis. En un principio, el mapa es difuso
porque cada axón retiniano se ramifica
eliminar sinapsis es distinta de la eliminación del exceso de neuronas por muerte celular y,
ampliamente inervando una amplia región
además, ocurre después de finalizar el periodo normal de muerte celular. del tectum y solapando las regiones
Gran parte de lo que se conoce sobre los mecanismos celulares de la formación y elimi- inervadas por otros axones retinianos.
nación de sinapsis procede de experimentos sobre la inervación del músculo esquelético en Entonces, el mapa se va refinando
embriones de vertebrados. El intercambio dual de señales entre los terminales de los axones mediante la eliminación de sinapsis.
y las células musculares controla la formación inicial de las sinapsis. En los lugares de con- Cuando dos axones procedentes de
tacto, los receptores de acetilcolina están agrupados en la membrana de la célula muscular, diferentes partes de la retina forman
sinapsis en una misma célula del tectum,
y el sistema que secreta este neurotransmisor se organiza en los terminales de los axones
compiten entre sí, eliminándose las
(tratado en el Capítulo 11). Al principio, todas las células musculares reciben sinapsis de va- conexiones de uno de los dos axones.
rias neuronas, pero al final, cada una queda de ellas inervada por un solo axón, mediante un Pero los axones de células que son vecinas
proceso que dura un par de semanas. La retracción depende de la comunicación sináptica: en la retina cooperan y mantienen sus
si se bloquea una transmisión mediante una toxina, que se une a los receptores de acetilco- sinapsis en células comunes del tectum.
lina de la membrana de la célula muscular, ésta retiene su inervación múltiple más allá del Así, cada axón retiniano termina por inervar
un territorio reducido del tectum, adyacente
momento en que normalmente ya se habría eliminado.
y parcialmente solapado con el territorio
Experimentos realizados sobre el sistema muscular esquelético y sobre el tectum reti- inervado por axones de sitios vecinos
niano, sugieren que para el mantenimiento de las sinapsis no sólo es importante que haya de la retina.
más o menos actividad eléctrica sino también su coordinación temporal. El hecho de que
una sinapsis se refuerce o se debilite depende sobre todo de si la actividad de la célula presi-
náptica está sincronizada con la de las otras células que realizan sinapsis en la misma diana,
(y, por lo tanto, también sincronizada con la actividad de la misma diana.
Éstos y otros hallazgos han sugerido una interpretación sencilla de las reglas de compe-
tencia en la eliminación de las sinapsis en el sistema del tectum retiniano (Figura 22–108).
Los axones de las distintas partes de la retina compiten descargando en diferentes momen-
tos. Cada vez que uno descarga, se debilita la sinapsis de los otros que comparten la misma
célula diana, hasta que uno de los axones queda solo al mando de esta célula. Por otro lado,
los axones de las células vecinas de la retina tienden a descargar sincrónicamente: entonces
no compiten, sino que mantienen las sinapsis con las células del tectum que comparten,
creando un mapa ordenado muy preciso, en el cual las células vecinas de la retina se pro-
yectan hacia lugares vecinos en el tectum.
célula A se estimula mientras que la célula las células A y B se estimulan Figura 22–108 Modificación sináptica y su
B no se estimula: la célula C se excita simultáneamente: la célula C se excita dependencia de la actividad eléctrica.
Experimentos realizados en diferentes
sistemas demuestran que las sinapsis se
A A
refuerzan o debilitan por actividad eléctrica
de acuerdo con el principio que se muestra
en el diagrama. Parece que el principio básico
C C
consiste en que cada excitación de una célula
diana tiende a debilitar las sinapsis en las que
el axón presináptico terminal haya estado
B B
silenciado, pero tiende a reforzar las sinapsis
en las que el axón presináptico terminal haya
la sinapsis de A sobre C
estado activo. Como resultado de ello,
se refuerza
A A “neuronas que se activan juntas, permanecen
juntas”. Una sinapsis que ha sido debilitada
con frecuencia y que ha sido reforzada muy
C C pocas veces, finalmente es eliminada por
las sinapsis tanto de A como
completo.
la sinapsis formada por B
sobre C se debilita o se elimina de B sobre C, se refuerzan
B B
tencia por la cual las sinapsis realizadas por los axones inactivos son eliminadas, mientras
que las de los axones activos se consolidan. De esta forma, el territorio cortical se destina a
los axones que transmiten información y no se desaprovecha con los que están inactivos.
En el establecimiento de las conexiones nerviosas que nos proporcionan el sentido de la
vista, no sólo es importante la cantidad de estimulación visual, sino también su coordina-
ción temporal. Por ejemplo, la capacidad de ver en profundidad (la visión estereoscópica)
depende de células de otras capas del córtex visual, que reciben la información procedente
de ambos ojos a la vez sobre una misma parte del campo visual, observada desde dos ángulos
ligeramente distintos. Estas células que reciben la información de forma binocular, nos per-
miten comparar la visión del ojo derecho con la del ojo izquierdo para poder derivar infor-
mación sobre las distancias relativas de los objetos. Sin embargo, si durante el periodo crítico
se impide que los dos ojos vean la misma escena al mismo tiempo (p. ej., cubriendo prime-
ro un ojo y luego el otro en días alternos, o simplemente como consecuencia de tener un ojo
bizco durante la infancia) no se retiene casi ninguna célula binocular en el córtex y se pierde
de forma irremisible la capacidad de visión estereoscópica. Como es evidente de acuerdo
con la ley de la descarga, la información de cada ojo que llega a una neurona binocular sólo
se mantiene si las dos entradas son activadas con frecuencia a descargar sincrónicamente,
como ocurre cuando los dos ojos miran la misma escena.
Resumen
El desarrollo del sistema nervioso se realiza en tres fases: primero se generan las células nerviosas
mediante divisiones celulares; después, una vez han cesado de dividirse, envían axones y dendritas
para formar un gran número de sinapsis con células muy alejadas, iniciándose así la comunica-
EL DESARROLLO DE LAS PLANTAS 1397
ción; por último, se perfecciona el sistema de conexiones sinápticas y se remodela de acuerdo con el
patrón de actividad eléctrica de la red nerviosa.
Las neuronas y las células de la glía que siempre las acompañan, se generan a partir de precur-
sores ectodérmicos; aquellas que nacen en diferentes lugares y momentos expresan distintos grupos
de genes, que ayudarán a determinar qué conexiones se formarán. Los axones y las dendritas crecen
mediante los conos de crecimiento, que siguen rutas específicas marcadas por señales que van apa-
reciendo a lo largo de todo el camino. Estructuras como la placa basal de la médula espinal embrio-
naria secretan quimioatrayentes y quimiorepelentes, a los cuales responden de forma distinta los
conos de crecimiento de las diferentes clases de neuronas. Cuando llegan al área diana, los axones
terminan selectivamente en un grupo de células accesibles y se establecen mapas neuronales en mu-
chas partes del sistema. Los mapas son proyecciones ordenadas de un conjunto de neuronas en otro.
En el sistema del tectum retiniano, el mapa se basa en la correspondencia de sistemas complemen-
tarios de marcadores de posición de la superficie celular (efrinas y receptores Eph) que se encuentran
en los dos grupos de células.
Cuando los conos de crecimiento han llegado a sus dianas y se han formado las conexiones ini-
ciales, tienen lugar dos tipos de ajustes principales. Primero, muchas neuronas mueren como re-
sultado de una competencia por factores de supervivencia como el NGF (factor de crecimiento
nervioso), secretado por el tejido diana. Esta muerte celular ajusta la cantidad de inervación según
el tamaño de la diana. Segundo, las sinapsis individuales se seleccionan y eliminan en algunos
lugares y se refuerzan en otros, con lo cual se genera un patrón ordenado de conexiones muy preciso.
Este último proceso depende de la actividad eléctrica: las sinapsis que se activan con frecuencia se re-
fuerzan; las diferentes neuronas que contactan con la misma célula diana tienden a mantener sus
sinapsis en la diana compartida sólo si son activadas de forma frecuente y simultánea. De esta ma-
nera, la estructura del cerebro se ajusta reflejando las conexiones entre los acontecimientos del mun-
do exterior. El mecanismo molecular subyacente a esta plasticidad sináptica podría ser similar al
que es responsable de la formación de los recuerdos en el adulto.
pueden desplazarse como lo hacen las células animales. Estas características implican una meristemo apical
serie de mecanismos que dan forma al cuerpo y diferentes procesos de desarrollo que les
permitan adaptarse a un entorno cambiante. yema axilar
El desarrollo animal está muy protegido de los cambios ambientales y el embrión gene-
ra la misma estructura corporal no afectada por las condiciones externas. Por el contrario, el nudo
desarrollo de la mayoría de las plantas está fuertemente influenciado por el entorno. Debido
a que no pueden adaptarse al medio desplazándose de un lugar a otro, las plantas lo hacen
alterando el curso de su desarrollo. Su estrategia es oportunista. Un tipo determinado de ór- nudo hoja
gano (p. ej., una hoja, una flor o una raíz) se puede generar a partir del huevo fecundado de
muchas maneras distintas, según las condiciones ambientales. Una hoja de begonia encabi-
llada en el suelo puede producir una raíz, la raíz puede hacer brotar un tallo y el tallo puede
dar hojas y flores bajo luz solar.
Normalmente una planta madura está constituida por muchas copias de un pequeño
nudo
grupo de módulos estandarizados, tal como se describe en la Figura 22–111. Las posiciones
que ocupan estos módulos y el momento en que se generan, están muy influenciados por el
ambiente, hecho que implica que la estructura de la planta sea variable. La elección de mó- internudo
(tallo)
dulos alternativos y su organización en el conjunto de la planta dependen de condiciones
externas y de señales hormonales de largo alcance, que en el control del desarrollo de los
nudo
animales desempeñan un papel mucho más secundario.
Pero aunque la estructura global de una planta (el patrón de las raíces o de las ramas, el
Figura 22–111 Un ejemplo sencillo de
número de hojas o de frutos) sea altamente variable, la organización detallada a pequeña
construcción modular de las plantas.
escala no lo es. Una hoja, una flor o un embrión temprano están tan perfectamente especi- Cada módulo (mostrado en diferentes
ficados como cualquier órgano de un animal y posee una estructura determinada, en con- tonos de verde) está formado por un tallo,
traposición con el modelo indeterminado de ramificación y crecimiento de la planta en su una hoja y una yema que contiene un centro
conjunto. La organización interna de un módulo vegetal plantea en esencia los mismos pro- de crecimiento potencial o meristemo.
blemas de control genético de formación del patrón que en el caso del desarrollo animal, y se La yema se forma en un punto de
ramificación, o nudo, donde la hoja
solucionan de modo análogo. En esta sección nos centraremos en los mecanismos celulares
diverge del tallo. Los módulos aparecen
del desarrollo de las plantas con flores y se examinarán tanto las diferencias como las simili- secuencialmente a partir de la actividad
tudes con los animales. continua del meristemo apical.
semilla plántula sector mutante la autofecundación silicuas con semillas procedentes de:
mutada de células de flores individuales
en el meristemo un sector mutante un sector no mutante
produce una
generación F1
de semillas
Figura 22–113 Producción de mutantes en Arabidopsis. Una semilla, que contiene un embrión pluricelular, se trata
con un mutágeno químico y se le deja crecer hasta transformarse en una planta. Por lo general esta planta será un
mosaico de clones de células portadoras de diferentes mutaciones inducidas. Normalmente, cada una de las flores
producidas por esta planta está compuesta por células que pertenecen al mismo clon, todas ellas portadoras de la
misma mutación, m, en la forma heterozigota (m/+). La autofecundación de flores individuales por su propio polen da
como resultado silicuas con semillas, cada una de las cuales contiene una familia de embriones de cuyos miembros
aproximadamente la mitad serán heterozigotos (m/+), una cuarta parte serán homozigotos mutantes (m/m) y la otra
cuarta parte será homozigotos salvajes (+/+). A menudo, la mutación tendrá un efecto letal recesivo, como aquí se
indica por la falta de raíz en la plántula m/m. En este caso, estas mutantes se mantienen a partir de los heterozigotos:
se producirán silicuas con semillas (generación F2) conteniendo todas ellas una mezcla de semillas +/+, m/+ y m/m.
facilita el cribado genético (Figura 22–113) y la obtención de un catálogo de los genes que se
necesitan para procesos de desarrollo específicos.
Tabla 22–2 Algunas de las familias principales de proteínas reguladoras de genes en Arabidopsis, Drosophila, C. elegans
y en la levadura Saccharomyces cerevisiae LA FLOR
Las flores, que co
FAMILIA NÚMERO DE MIEMBROS DE LA FAMILIA CALCULADOS A PARTIR DEL ANÁLISIS DEL GENOMA plantas superiore
Arabidopsis Drosophila C. elegans Levadura apicales del vásta
vegetativo. Facto
Myb 190 6 3 10 de duración del d
cambio desde el
AP2/EREBP (proteína de unión al elemento 144 0 0 0 floral. De este mo
de respuesta a Apetala2/etileno) las células germin
bHLH (hélice-lazo-hélice básica) 139 46 25 8 partir de células
de una línea celu
NAC 109 0 0 0 animales.
C2H2 (dedo de Zn) 105 291 139 53
Homeobox 89 103 84 9 sépalo
Caja MADS 82 2 2 4
pétalo
bZIP 81 21 25 21
WRKY (dedo de Zn) 72 0 0 0
estambre
GARP 56 0 0 0
C2C2 (dedo de Zn)/GATA 104 6 9 10
carpelo
Receptor hormonal nuclear 0 21 25 0
C6 (dedo de Zn) 0 0 0 52
La estructura de
Total estimado (incluyendo muchos 1533 635 669 209 pero generalmen
de los no listados arriba) concéntrica cada
% de genes en el genoma 5,9 4,5 3,5 3,5
La tabla únicamente recoge las familias que al menos tienen 50 miembros por lo menos en un organismo. (Datos de J.L. Riechmann et al,
Science 290:2105-2110, 2000. Con autorización de AAAS.) LA SEMILLA
Una semilla cont
embrión latente,
nutricional y una
Al final de su des
Arabidopsis se parece a los animales pluricelulares en el hecho de que posee muchos el contenido acu
genes para la comunicación celular y la transducción de señales (1900 genes de los 18.000 semilla puede de
clasificados), pero los detalles específicos de estos genes son muy distintos, como se ha des- del 90% al 5%. N
la semilla está pr
crito en el Capítulo 15. Los mecanismos de señalización Wnt, Hedgehog, Notch y TGFβ están un fruto cuyos te
ausentes en Arabidopsis. En compensación, en las plantas se han desarrollado otras vías pe- de origen matern
culiares. Los receptores celulares de superficie de la clase tirosina quinasa parece que están
embrión
completamente ausentes, aunque sí que encontramos muchos de los componentes de vías
de señalización dependientes de estos receptores. Por el contrario, son muy abundantes los
receptores de la clase serina/treonina quinasa, pero no actúan a través del mismo sistema de
mensajeros intracelulares que los correspondientes receptores de los animales. Grandes
grupos de genes se dedican a los procesos de desarrollo que son de especial importancia en
las plantas: por ejemplo, más de 1000 son para la síntesis y remodelación de la pared celular,
y más de 100 para detectar la luz y responder a ella.
A continuación, se examinará cómo se utilizan los genes de la planta para controlar su
cubierta
desarrollo. de la semilla (
LA SEMILLA EL EMBRIÓN
Una semilla contiene un
embrión latente, una reserva meristemo apical
nutricional y una cubierta. caulinar
Al final de su desarrollo,
el contenido acuoso de la
semilla puede descender huevo
del 90% al 5%. Normalmente fecundado
la semilla está protegida en
un fruto cuyos tejidos son
de origen materno.
embrión
El huevo fecundado en el ovario crecerá formando un
embrión, utilizando los nutrientes transportados desde
el endospermo por el suspensor. Una serie compleja
de divisiones celulares, ilustradas aquí para una hierba
común denominada bolsa de pastor, produce un embrión meristemo
con un meristemo apical radicular, un meristemo apical apical
caulinar y una (monocotiledóneas) o dos (dicotiledóneas) radicular
hojas de la semilla, los cotiledones. suspensor
El desarrollo se detiene en este estadio; el óvulo, dos hojas
hojas de que contiene el embrión, se transforma en una semilla, de la semilla
cubierta la semilla adaptada para la supervivencia y la dispersión. (cotiledones)
de la semilla (reserva nutricia)
GERMINACIÓN
Para que el embrión reinicie su crecimiento la semilla tiene
que germinar, un proceso que depende tanto de factores
internos (latencia) como de factores ambientales como el germinación de
agua, la temperatura y el oxígeno. Las reservas nutricionales la judía de jardín
para la fase temprana de germinación deben estar o en el
endospermo (maíz) o en los cotiledones (guisante y judía) primeras
Por lo general, la raíz primaria es la primera en emerger hojas
de la semilla, asegurando un suministro temprano de agua del follaje
para la plántula. El cotiledón(es) aparece por encima del
suelo, como en la judía de jardín que se muestra,
o permanece enterrado, como en los guisantes. En ambos cotiledón
cubierta marchito
casos los cotiledones finalmente se marchitan. de la semilla
Entonces, el meristemo apical puede desarrollar su cotiledones
capacidad para un crecimiento continuo y produce
un patrón típico de nodos, internodos y yemas
(véase Figura 22-106).
raíz
primaria
r raíces laterales
1402 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
primordio
suspensor
del brote
primordio
de la raíz
(A) (B)
20 μm 50 μm
las futuras células epidérmicas, que forman la capa más externa del embrión, así como las fu-
turas células del parénquima, que ocupan la mayor parte del interior, y las futuras células del
tejido vascular, que formarán el núcleo central (Panel 22–2). Estos tres grupos de células se
pueden comparar con las tres hojas embrionarias del embrión animal. Un poco más tarde, el
rudimento del tallo empieza a producir las hojas embrionarias de la semilla o cotiledones (una
en las monocotiledóneas y dos en las dicotiledóneas). Normalmente el desarrollo se detiene
poco después de esta etapa y el embrión se empaqueta en una semilla (con una cubierta for-
mada por tejidos de la planta madre), que es una estructura especializada en la dispersión y
la supervivencia en condiciones adversas. El embrión en forma de semilla se estabiliza por
deshidratación y puede permanecer latente durante largo tiempo, incluso cientos de años.
Cuando se rehidrata, la semilla germina y prosigue el desarrollo embrionario.
En Arabidopsis se pueden utilizar cribajes genéticos como en Drosophila o C. elegans para
identificar los genes que gobiernan la organización del embrión y agruparlos en categorías
según sus fenotipos mutantes homocigotos. Algunos de ellos son necesarios para la formación
de la raíz de la plántula, el tallo o el ápice con los cotiledones. Otra clase de genes son los que se
requieren en la formación de los tres tipos principales de tejidos: la epidermis, el parénqui-
ma y el tejido vascular. Todavía existe otra clase de genes que son los que organizan los cam-
bios de forma celular que darán al embrión y a la planta su forma alargada (Figura 22–115).
Figura 22–115 Plántulas mutantes de Arabidopsis. Una plántula normal (A) en comparación con
cuatro tipos de mutantes (B-E) defectuosos en diferentes partes de su patrón apical-basal: (B) carece de
estructuras apicales; (C) tiene un ápice y una raíz pero carece de tallo entre ellos; (D) carece de raíz, y
(E) forma tejidos del tallo pero es defectuosa en ambos extremos. Las plántulas se han “transparentado”
para mostrar su tejido vascular interno (trama pálida). (De U. Mayer et al, Nature 353:402-407, 1991. Con
(A) autorización de Macmillan Magazines Ltd.)
EL DESARROLLO DE LAS PLANTAS 1403
TEJIDO VASC
TEJIDO El sistema histológico fundamental contiene
El colénquima son células vivas parecidas a las células El floema y el xile
tres tipos principales de células denominados
FUNDAMENTAL parénquima, colénquima y esclerénquima.
parenquimáticas, excepto en que sistema o haz vas
tienen paredes celulares mucho más de la planta. En l
gruesas y normalmente son largas normalmente se
Las células parenquimáticas se encuentran en todos los sistemas y están empaquetadas en fibras a celulares formand
histológicos. Son células vivas, por lo general capaces de divisiones modo de cuerda. Se pueden alargar Tanto el floema c
adicionales, y tienen una fina pared celular primaria. Estas células tienen y proporcionan soporte mecánico al complejos. Sus el
funciones muy diversas. Las células meristemáticas apicales y laterales de sistema histológico fundamental asocian con célul
los vástagos y de las raíces proporcionan nuevas células necesarias para de las regiones en crecimiento de los mantienen e i
el crecimiento. La producción y almacén de alimentos tienen lugar en la planta. Las células colenquimáticas con ellos. Ademá
las células fotosintéticas de la hoja y del tallo (denominadas células son sobre todo comunes en regiones colénquima y del
del mesófilo); las células parenquimáticas de reserva forman la carne subepidérmicas de los tallos.
de muchos frutos y hortalizas. Dada su capacidad proliferativa, las
células parenquimáticas hacen de células madre para el cierre Floema p
de heridas y la regeneración. localización típica de
grupos de células
vacuola de soporte en un tallo
célula
cloroplasto 30 μm fibras esclerenquimáticas acomp
haz vascular
colénquima área
TEJIDO EPIDÉRMICO Estomas células de guarda Los pelos (o tricomas) son apéndices derivados
nervio central La epidermis es la cubierta protectora primaria de células epidérmicas. Existen en formas muy
externa del cuerpo de la planta. Las células de variables y normalmente se encuentran en
la epidermis también están modificadas formando todas las partes de la planta. Los pelos
los estomas y tricomas de diversos tipos. intervienen en la protección, absorción
haz y secreción; por ejemplo,
vascular
foliar
Epidermis capa de cera
mesófilo espacio aéreo pelo 100 μm
epidermis
(parénquima)
quima 5 μm
cutícula
Los estomas son aberturas en la epidermis,
principalmente en la superficie inferior de la
hoja, que regulan el intercambio gaseoso en
la planta. Están formados por dos células los pelos jóvenes unicelulares de la
epidérmicas especializadas llamadas células epidermis de la semilla del algodón.
de guarda, que regulan el diámetro del poro. Cuando crecen, sus paredes se
La epidermis (normalmente del grosor de
Los estomas están distribuidos en distintos engruesan de forma secundaria
una sola capa de células) recubre todo el
patrones específicos de especie en cada con celulosa y forman las fibras
tallo, la hoja y la raíz de la planta joven.
epidermis. de algodón.
Las células son vivas, tienen paredes
primarias gruesas y están cubiertas en
su superficie externa por una cutícula
epidermis especial con una capa externa de cera.
epidermis
Las células están íntimamente encajadas Haces vasculares
de diferentes maneras. pelo radicular
Las raíces tienen un solo haz vascular,
10 μm
pero los tallos tienen varios haces.
Están distribuidos con una estricta
simetría radial en las dicotiledóneas,
pero dispersos con una mayor
50 μm irregularidad en las monocotiledóneas.
pelo secretor
pluricelular de una los pelos radiculares
hoja de geranio unicelulares tienen una
epidermis externa epidermis vaina de función importante en la
ericiclo de una hoja de un tallo esclerénquima absorción de agua e iones
floema
100 μm
1406 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
O
CH2COOH
CO
OH H H
HO N C C
CH3 COOH CH2 H H H
ácido giberélico (GA3) [una giberelina] ácido indol-3-acético (IAA) [una auxina] etileno
CH3 OH CH3
CH3 CH3 CH3
H3C CH3
H CH2 C
N C CH2 OH OH H3C
H COOH CH3 OH CH3
N O CH3
N
HO
ácido abscísico (ABA)
N
N
HO H O
H
O
zeatina [una citoquinina] brasinólido [un brasinoesteroide]
cluyen las giberelinas, las citoquininas, el ácido abscísico, el gas etileno y los brasinosteroi- Figura 22–117 Reguladores del crecimiento
des. Como se observa en la Figura 22–117, todas ellas son moléculas de pequeño tamaño vegetal. Se muestra la fórmula de una
que penetran fácilmente las paredes celulares. La mayoría de las plantas pueden sintetizar- molécula funcional representativa de cada
uno de los seis grupos de reguladores del
las y actúan de forma local o son transportadas a distancia hasta las células diana. La auxi-
crecimiento vegetal.
na, por ejemplo, se transporta de célula a célula a una velocidad de aproximadamente 1 cm
por hora, desde el ápice de una rama hasta su base. Cada uno de los reguladores del creci-
miento tiene varios efectos, modulados por otros reguladores, así como por las condiciones
ambientales y el estado nutricional. Así, la auxina activa por sí sola la formación de la raíz,
pero junto con la giberelina activa el crecimiento del tallo, con la citoquinina suprime el
crecimiento de ramas laterales y con el etileno puede estimular el crecimiento lateral de la
raíz. Como veremos más adelante, es especialmente importante el hecho de que la auxina
también controla los modelos detallados de especialización celular a escala microscópica
en el meristemo apical. Los receptores que reconocen algunos de estos reguladores se han
explicado en el Capítulo 15.
epidermis
ZONA DE
ELONGACIÓN
CELULAR
ZONA DE meristemo
DIVISIÓN CELULAR apical
caliptra
(B) (C)
Aunque el módulo final puede ser grande, su organización, al igual que la del embrión
animal, está esbozada desde el principio a escala microscópica. En el ápice del tallo, en un
espacio de un milímetro o menos, encontramos una pequeña cúpula rodeada de unas pro-
tuberancias muy aparentes en varias fases de elongación (Figura 22–121). La cúpula central
es el meristemo propiamente dicho; cada una de las protuberancias es el primordio de una
hoja. Por lo tanto, esta pequeña región contiene ya los rudimentos de varios módulos com-
pletos. Por medio de un programa bien definido de proliferación y elongación celular, cada
primordio de hoja y las células adyacentes formarán una hoja, un nudo y un entrenudo.
Mientras tanto, el meristemo apical dará lugar a un nuevo primordio foliar, de forma que se
generan más y más módulos en una sucesión interminable. Por lo tanto, la organización en
serie de los módulos de la planta está controlada por los procesos que tienen lugar en el ápice
del tallo.
P1
P3
P4
I3
I2
I1
I4
P2
P5
El transporte polarizado de auxina controla el patrón Figura 22–122 Control de la formación del
patrón en un meristemo por auxina y Pin1.
de los primordios en el meristemo (A) A un lado de un meristemo mutante,
similar en su fenotipo al mutante Pin1, puesto
¿Qué señales actúan en la pequeña región apical determinando la organización de los pri- que le falta la proteína requerida para el
mordios? ¿Cómo se generan estas señales en el patrón apropiado? Algunos indicios provie- control del transporte de la auxina,
nen de la mutación de un gen llamado Pin1, cuya pérdida impide la formación de los se le ha aplicado una microgota que contiene
primordios foliares, pero permite que el tallo principal siga creciendo; de ello resulta una es- auxina (mancha verde). La auxina ha inducido
tructura desnuda, larga y delgada, en forma de alfiler, con un meristemo apical en el ápice. la formación de un primordio floral lateral.
(B) Distribución del transportador de la
La proteína Pin1 es un transportador de auxina, dirigiendo el flujo a través de la membrana
auxina Pin1 en un meristemo. Un meristemo
plasmática hacia el espacio extracelular. Este hecho sugiere que el mutante carece de pri- apical de Arabidopsis visto desde arriba con
mordios foliares a causa de una distribución errónea de la auxina. Como es lógico, una mi- microscopía de fluorescencia, en el que se
crogota de auxina aplicada a un lado del meristemo apical de un mutante Pin1, u otro revela la distribución de Pin1 unida a GFP
similar, induce a la formación de un primordio foliar o florífero en el lugar donde se haya en el estrato superficial de las células.
aplicado la auxina (Figura 22–122A). (C) La misma imagen marcada para mostrar
En el tejido vivo se puede observar la distribución de la proteína transportadora Pin1 la localización de los primordios ya formados
(siendo P1 el más reciente y P4 el más
mediante la creación de una planta transgénica (normal en los demás aspectos) que expre-
maduro) y de los primordios más incipientes
sa una forma de Pin1 marcada con la proteína fluorescente Green (Figura 22–122B–D). En la (siendo I1 el más temprano en formarse e I4
capa más externa de células meristemáticas, la cantidad de Pin1 varía de una región a otra el más tardío). (D) Detalle ampliado de (B),
según un patrón correlacionado con el de los primordios en desarrollo, porque Pin1 es un muestra la distribución asimétrica de Pin1 en
gen regulado por auxina. Además, la proteína Pin1 se distribuye de forma asimétrica en las las membranas de las células individuales,
membranas de las células individuales de forma que bombean más auxina en un lado que dirigiendo la auxina hacia el lugar de un
en el otro, y generan un máximo local que señala dónde tienen que empezar a formarse los primordio incipiente. Las flechas indican
el sentido del transporte. A medida que los
primordios. El bombeo es más intenso en el lado en que la concentración de auxina en las
primordios se establecen, la cantidad de
células vecinas es máxima, hecho que sugiere una retroalimentación positiva en la acumu- Pin1 en su estrato superficial decrece, en
lación de auxina. Los modelos generados por ordenador muestran que una retroalimenta- parte porque la distribución de las proteínas
ción positiva de este tipo puede amplificar la asimetría y generar un patrón de máximos y transportadoras hace que la auxina sea
mínimos de concentración de auxina similar al observado. El transporte localizado de la bombeada hacia los tejidos vasculares
auxina en dirección perpendicular respecto a la capa externa de las células meristemáticas inferiores en desarrollo. La estructura
detallada de muchos otros tejidos
y las bandas de tejido vascular en desarrollo, que se encuentran debajo, contribuye a la
vegetales en desarrollo también está
asimetría. A medida que las células proliferan y el tejido crece, se ajusta la distribución de controlada por patrones complejos del
Pin1 y de auxina, produciendo nuevos máximos y nuevos primordios laterales en una suce- transporte de auxina. (A, de Reinhardt
sión regular. et al., Nature 426:255-260, 2003.
Las variaciones sobre este tema básico repetitivo dan lugar a arquitecturas más com- Con autorización de Macmillan Publishers
plejas, que incluyen estructuras como zarcillos, ramas y flores. Así, activando diferentes Ltd; B-D, de M.G. Heisler et al., Curr. Biol.
grupos de genes en el ápice del tallo, la planta produce diferentes tipos de primordios en di- 15:1899-1911, 2005. Con autorización
de Elsevier.)
ferentes patrones espaciales.
En la yema anidan células derivadas del meristemo apical, que conservan el carácter meris- meristemo apical del brote
temático. Tienen la capacidad de convertirse en el meristemo apical de una nueva rama o en
el primordio de una estructura como la flor, pero también tienen la alternativa de permane-
cer quiescentes como yemas axilares. El patrón de ramificación de la planta se regula me-
diante esta elección y las mutaciones que la afectan pueden transformar la estructura de la
planta. El maíz proporciona un ejemplo ilustrativo al respecto.
El maíz representa uno de los hitos más remarcables de la ingeniería genética. Los nati-
vos americanos lo generaron por cultivo selectivo hace entre 5000 y 10.000 años, durante un
periodo de siglos o quizá de milenios. Partieron de la gramínea silvestre llamada teosinte,
que poseía tallos muy ramificados y foliosos y unas pequeñas espigas portadoras de granos axila
duros e incomibles. Mediante análisis genéticos se han identificado unos cinco loci como
sitios de las mutaciones responsables de la mayoría de las diferencias entre este ancestro
poco prometedor y el maíz actual. Uno de estos loci, que tiene un efecto en particular desta-
cable, corresponde al gen llamado Teosinte-branched-1 (Tb1). En maíz con mutaciones de
pérdida de función de Tb1, el tallo, que normalmente no es ramificado y presenta algunas
hojas grandes a intervalos, se transforma en ramificado y con una masa foliosa densa que re-
cuerda a la teosinte (Figura 22–125A). En el mutante, el patrón de ramificación indica que
las yemas axilares, que se originan en posiciones normales, han escapado de la inhibición
que en el maíz normal impide que se desarrollen en ramas.
En el maíz normal, el tallo único está coronado por un fascículo de flores masculinas, primordio de una yema base de una hoja
mientras que algunas yemas axilares situadas a lo largo del tallo se desarrollan en flores fe-
meninas, que, una vez fecundadas, darán lugar a los granos de maíz que comemos. En el
Figura 22–124 Yemas axilares situadas
maíz mutante que carece del gen Tb1, estas yemas axilares que dan frutos están transforma- en la proximidad del ápice del brote.
En la fotografía se muestra una sección
longitudinal de Coleus blumei, una planta
común de interior. (De P.H. Raven, R.F. Evert,
y S.E. Eichhorn, Biology of Plants, 6.ª ed. New
York: Freeman/Worth, 1999, utilizada
con autorización.)
(A)
(A)
Figura 22–125 Cambio de la arquitectura
vegetal debida a una mutación:
borlas, comparación entre el teosinte, el maíz
flores
masculinas
normal y el maíz defectuoso en Tb1.
(A) Fotografías de los tres tipos de plantas.
(B) Comparación esquemática entre la
arquitectura del teosinte, el maíz normal
y el maíz defectuoso en Tb1. El producto
del gen Tb1 es necesario para el desarrollo
de las mazorcas. Está ausente en el mutante
Tb1 y está presente en las formas del maíz
teosinte y normal, pero estas dos plantas se
diferencian en que el gen está regulado de
mazorcas
forma diferente. (A, imagen de la izquierda,
de J. Doebley y R.L. Wang, Cold Spring Harbor
Symp. Quant Biol. 62: 361-367, 1997. Con
autorización de Cold Spring Harbor Press;
A, imágenes del centro y de la derecha,
de J. Doebley, A. Stec y L. Hubbard, Nature
teosinte maíz normal maíz mutante 386:485-488, 1997. Con autorización
(B) defectuoso en tb1
de Macmillan Magazines Ltd.)
1412 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
das en ramas que llevan espigas. La planta silvestre teosinte se parece al maíz falto de Tb1 en
su aspecto folioso y muy ramificado; pero, a diferencia del mutante, la planta silvestre pro-
duce mazorcas en muchas de sus ramas, como si Tb1 estuviera activo. El análisis del DNA re-
vela la explicación. Tanto teosinte como el maíz normal poseen el gen Tb1 funcional, con
una secuencia casi idéntica, pero en el maíz la región reguladora ha sufrido una mutación
que aumenta el nivel de expresión génica. Así, en el maíz normal, el gen se sobreexpresa en
cada yema axilar, inhibiéndose la formación de las ramas, mientras que en teosinte la ex-
presión es baja en muchas yemas axilares, de forma que pueden formarse ramas (Figura
22–125B).
Este ejemplo muestra cuán simples son las mutaciones, ya que, por el solo hecho de
cambiar el comportamiento de las células meristemáticas, se transforma la estructura de toda
la planta. Este es un principio de enorme importancia en el cultivo de plantas para la ali-
mentación. Desde un punto de vista más general, el caso del gen Tb1 ilustra cómo los nuevos
esquemas corporales, ya sean de plantas o de animales, pueden ser el resultado de cambios
en el DNA regulador, sin que haya ningún cambio en las características de las proteínas que
expresa.
(Flc). Su efecto es duradero y persisten durante muchos ciclos de división celular, incluso
cuando la temperatura ambiental es más alta. Flc codifica un inhibidor de la floración, anta-
gonista de la expresión y acción de Ft. De esta forma, mediante el bloqueo de la producción
del inhibidor, la vernalización permite que el meristemo reciba la señal Ft y responda a ella
activando la expresión de un grupo de genes florales de identidad meristemática en el me-
ristemo apical.
(A) (B)
(C) (D)
1414 Capítulo 22: Desarrollo de los organismos pluricelulares
carpelo estambre
pétalo
(A) FLOR NORMAL
verticilo 1 (sépalo)
verticilo 2 (pétalo)
verticilo 3 (estambre)
verticilo 4 (carpelo)
sépalo
expresión del gen A expresión del gen B expresión del gen C meristemo floral flor normal
(Apetala2) (Apetala3) (Agamous)
carpelo carpelo
(B) FLOR MUTANTE QUE CARECE DE LA EXPRESIÓN DEL GEN B (Apetala3) sépalo
sépalo
verticilos 1 y 2
verticilos 3 y 4
expresión del gen A NO EXPRESIÓN expresión del gen C meristemo floral flor mutante
(Apetala2) DEL GEN B (Agamous)
portan como un meristemo floral, que repite la ejecución del desarrollo, generando otro Figura 22–128 Expresión de genes
conjunto anormal de sépalos y pétalos anidados en los primeros y, en potencia, otro con- selectores homeóticos en una flor de
junto dentro del anterior, y así sucesivamente de forma indefinida. Una cuarta clase, la de los Arabidopsis. (A) Diagrama de los patrones
normales de expresión de los tres genes
mutantes Sepallata, tiene los tres verticilos internos transformados en sépalos.
cuyos fenotipos mutantes se ilustran en la
Estos fenotipos identifican cuatro clases de genes selectores homeóticos que, al igual Figura 22–127A–C. Los tres genes codifican
que los de Drosophila, codifican proteínas reguladoras. Éstos se expresan en diferentes do- proteínas reguladoras de genes. En la flor,
minios y definen las diferencias en el estado celular que dan a las distintas partes de la flor el sombreado de color indica qué órgano
normal sus características propias, tal como se muestra en la Figura 22–128. Los productos se desarrolla a partir de cada verticilo del
génicos colaboran formando complejos proteicos que dirigen la expresión de los genes meristemo, pero ello no implica que los
apropiados que se encuentran por debajo en la cascada de expresión. En un triple mutante, genes selectores homeóticos todavía se
expresen en este estadio. (B) Patrones en
donde faltan las funciones A, B y C, en lugar de una flor se forma una sucesión indefinida de
un mutante defectuoso para el gen Apetala 3.
hojas en verticilos superpuestos (véase la Figura 22–127D). El fenómeno inverso ocurre en En cada verticilo, el carácter de los órganos
las plantas transgénicas en las que los genes de las clases A, B y Sepallata se expresan juntos se define por el grupo de genes selectores
y fuera de sus dominios normales, de forma que las hojas parecen transformadas en pétalos. homeóticos que expresan, por lo que los
Por lo tanto, las hojas representan un “estado básico” en el cual no se expresa ninguno de es- estambres y los pétalos se han convertido
tos genes selectores homeóticos mientras que los otros tipos de órganos resultan de la en sépalos y carpelos. La consecuencia de
una deficiencia en un gen de la clase A,
expresión de estos genes en diferentes combinaciones.
como Apetala 2, es algo más compleja: la
Se han llevado a cabo estudios similares en otras especies de plantas y se han identifi- ausencia del producto de este gen de la clase
cado grupos similares de fenotipos y de genes; las plantas, igual que los animales, han con- A permite la expresión de un gen de la clase
servado sus sistemas de genes selectores homeóticos. La duplicación génica ha tenido un C en los dos verticilos externos y en los dos
papel importante en la evolución de estos genes; algunos de ellos, como los que se necesitan verticilos internos, siendo la causa de que los
en los diferentes órganos de la flor, tienen secuencias claramente homólogas. No son de la dos verticilos externos se desarrollen como
clase de los homeobox, pero son miembros de otra familia de proteínas reguladoras, la lla- carpelos y estambres, respectivamente.
La deficiencia de un gen de la clase C impide
mada MADS, que también se encuentra en las levaduras y en los vertebrados. Es evidente
que la región central siga su diferenciación
que, tanto las plantas como los animales, han encontrado de forma independiente solucio- terminal como carpelo y es la causa de que
nes muy similares a los problemas fundamentales del desarrollo pluricelular. continúe creciendo como meristemo,
generando cada vez más sépalos y pétalos.
Resumen
El desarrollo de las plantas con flores, igual que el de los animales, empieza con la división del huevo
fecundado, que genera un embrión de organización polarizada; la zona apical dará lugar al vásta-
go, la basal a la raíz y la zona media al tallo. Al principio, las divisiones celulares tienen lugar en
todo el cuerpo del embrión. No obstante, a medida que crece, la producción celular queda restringi-
BIBLIOGRAFíA 1415
da a unas pequeñas regiones llamadas meristemos. Los meristemos apicales, en el ápice de vástagos
y raíces, persisten a lo largo de toda la vida de la planta y hacen posible el crecimiento secuencial,
que va añadiendo nuevas partes del cuerpo en la periferia. Normalmente el vástago genera una serie
repetitiva de módulos, cada uno con un fragmento de tallo, una hoja y una yema axilar. El trans-
porte polarizado de la auxina controla la localización de los primordios de estas estructuras a
medida que van surgiendo cerca del meristemo. Una yema axilar es en potencia un nuevo meriste-
mo, capaz de dar lugar a una rama lateral; las condiciones ambientales, junto con señales hormo-
nales de largo alcance, controlan el desarrollo de la planta regulando la activación de las yemas.
Las mutaciones que alteran las reglas de activación de las yemas axilares tienen efectos drásticos en
la forma y en la estructura de la planta; una sola de estas mutaciones (una de las cinco alteraciones
genéticas clave) es la responsable de la mayor parte de las diferencias abismales entre el maíz actual
y su ancestro silvestre, el teosinte.
La pequeña planta herbácea Arabidopsis thaliana se ha utilizado ampliamente como organis-
mo modelo en los estudios genéticos y es la primera planta de la cual se ha obtenido la secuencia
completa de su genoma. Igual que en los animales, los genes que gobiernan el desarrollo de las plan-
tas se pueden identificar por cribajes genéticos y sus funciones se pueden examinar mediante ma-
nipulaciones genéticas. Estos estudios han revelado los mecanismos moleculares por los cuales la
organización de cada módulo de la planta se esquematiza a escala microscópica mediante inte-
racciones célula-célula en los alrededores del meristemo apical. Este meristemo se mantiene gracias
a un bucle de retroalimentación local, en el cual las células que expresan la proteína reguladora
Wuschel proporcionan un estímulo positivo, mientras que una retroalimentación negativa, depen-
diente de la vía de señalización Clavata, es la que impide que el meristemo crezca demasiado.
Las condiciones ambientales, especialmente una adecuada regulación horaria de la exposición
a la luz, desencadenan la expresión de los genes que convierten un meristemo apical formador de
hojas en uno formador de flores. Las partes de una flor, sépalos, pétalos, estambres y carpelos, se forman
mediante la modificación del mecanismo de desarrollo de las hojas; las diferencias entre estas partes
están controladas por genes selectores homeóticos que son análogos, aunque no homólogos, a los de
los animales.