Professional Documents
Culture Documents
Carnaval de Juliaca
CARNAVAL AYACUCHANO
Celebración
Dentro de los tres días de celebración - días en los que ya no sólo salen a
tomar las calles las comparsas rurales, sino también las comparsas
urbanas - es donde la ciudad se llena de colorido y gases por todas las
calles de la ciudad, especialmente en las zonas céntricas donde se
reúnen en mayor cantidad las comparsas, al mismo tiempo que se
celebran los "cortamontes" por todos los barrios de la ciudad.Y se
establecen de esta forma:
En el primer día de carnavales se inicia con la entrada del "Ño
Carnavalón" a la plaza de la ciudad. Después de la entrada del "Ño
Carnavalón", inmediatamente hacen su entrada a la plaza las
comparsas urbanas, cantando y bailando con gran entusiasmo ante la
mirada de miles de pobladores reunidos para esta celebración; a medida
que van saliendo las comparsas, las calles que ahora ya no sólo del
centro, sino de toda la ciudad, se van llenando de estas comparsas, las
cuáles bailarán y cantarán hasta altas horas de la noche, escuchándose
por toda la ciudad la alegría que llevan en su andar.
En el segundo día es en el que se reúnen mayor cantidad de comparsas
por todas las calles de la ciudad, estas bailan y cantan entre serpentinas
y talco, entre canciones en quechua y castellano. El "Ño Carnavalón"
este día no se aparece por la ciudad, este día es de las comparsas.
En el último gran día, las comparsas incasables aún siguen bailando y los
"cortamontes" por las noches continuarán, pero este día está marcado
por la quema del "Ño Carnavalón". Él será quemado en la plaza de la
ciudad ante la vista de todos los pobladores y turistas, rodeado de
comparsas. Este día tanto grandes y chicos buscan despedir los
carnavales a lo grande, no faltan en las calles las familias que juegan con
sus globos llenos de agua, o sus baldes de pintura y su infaltable talco; las
comparsas bailan y cantan a viva voz por última vez en el año; y los
"cortamontes" al igual que todo, llegan a su fin.
Los grupos de comparsas, de esta festividad, salen en forma organizada
por un jefe que va delante de la comparsa, cantando y bailando por las
calles de la ciudad con instrumentos musicales típicos. Su vestimenta o
indumentaria está compuesta por disfraces de diversos tipos de vestidos
multicolores, destacando entre ellos, el traje típico de Huamanga.
En las comparsas o pandillas que bailan en carnavales por plazas y calles,
en las que los bailarines representan barrios, comunidades o clubes
sociales, del mismo modo que en los bailes alrededor del árbol cargado
de regalos -denominados umisha, yunza, sachakuchuy o cortamonte-
econtramos una admirable capacidad de organización de los pueblos
para afirmar su derecho a hacer arte, continuando con antiguos ritos o
celebraciones en homenaje a la vida, en lo que se denomina Puqllay.
Puqllay
Puqllay, que es juego y duelo -duelo entre dos que compiten pero que
no se eliminan-, es una suerte de carnaval indígena, que se inicia luego
del solsticio de verano, que se cumple en diciembre y que coincide
con Navidad. A partir de enero se llevan a cabo una serie de actividades
festivas que forman parte del puqllay. Estas incluyen el cambio de
autoridades comunales, luego de las celebraciones de "compadres y
comadres", después la llegada de las lluvias, el florecimiento de
las plantas y el apareamiento de los animales. Y entonces coinciden
estas celebraciones rituales andinas con el carnaval llegado
de occidente. Los carnavales andinos desbordan, pues, el concepto de
carnaval europeo, reafirmando los lazos familiares, sociales, culturales y
desarrollando los leguajes artísticos propios.
Los lenguajes artísticos se expresan integralmente en los carnavales:
la poesía en las coplas, con contenidos tanto eróticos como políticos; los
juegos y duelos de los jóvenes enamorados que expresan su deseo de
formar pareja y que muchas veces son parte de las danzas;
la música con diversidad de ritmos e instrumentos que afirman una
memoria colectiva e histórica, con sus propios valores estéticos.
Ni aún en la época más violenta, entre 1980 y 1990, se dejó de celebrar
carnavales. Al contrario, la tansa situación social y política, la violación
sistemática de los derechos humanos, la amenaza permanente contra la
vida y la libertad, hicieron que las comparsas expresaran, cantando, todo
aquello que no se podía decir abiertamente por miedo a la represalia,
que podía venir tanto de los grupos terroristas como de la policía, los
grupos paramilitares o del ejército y sus comandos especializados.
Canciones de carnaval
Las canciones de carnaval, así como los huainos (waynos), se
constituyeron entonces en la mejor manera para la denuncia social: Esta
vida ya no es vida, para los ayacuchanos/ yaraqaywampas
kuskallaña / wayñuywampas kuskallaña (estamos muy juntos con el
hambre / hermanados coin la muerte) (Carnaval del Centro Folclórico de
Pacayccasaq).
Accomarca llaqta, Qunipampa llaqta / yawar mayulla
currillaqta / sangre inocente (pueblo de Accomarca, pueblo de
Qunipampa / corren ríos de sangre / sangre de inocentes) (Moyobamba
campesino, de Jorge Gamboa).
Kashua
Tarkada
Pujllay, es la danza del carnaval más extendida entre los peruanos de raíces
quechuas. También denominada Pujhllay, Puqllay, Phujllay, Puqhllay, Pucllay,
Pugllay, etc., con diferentes variantes de acuerdo a la región. El Pujllay también
es bailado por algunas poblaciones de origen quechua en Argentina, Bolivia y
Ecuador.