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Además de estos síntomas, también se suelen presentar síntomas en el sueño, así como a
nivel psicomotor y emocional:
Alteraciones del sueño: problemas del ciclo de sueño-vigilia, como dificultad para
dormir por la noche, gran somnolencia por el día, despertar temprano, etc.
Alteraciones psicomotoras: como pueden ser la agitación psicomotora, deambulación
errática, comportamientos desordenados, etc.
Alteraciones emocionales: por ejemplo, gran labilidad emocional o expresión emocional
alterada.
Otra característica de este síndrome es que tiene un carácter agudo, lo que quiere decir que
se presenta en un corto periodo de tiempo (en horas o días). Es decir, no tiene un inicio
insidioso, progresivo, sino que se presenta “de repente”.
Las principales causas del síndrome confusional pueden ser una enfermedad médica, la
intoxicación o abstinencia de sustancias (por ejemplo, el alcohol) o la exposición
a tóxicos (por ejemplo, efectos secundarios de un fármaco o sobreingesta del mismo). Que
estas sean las causas de este síndrome hace que tenga un carácter transitorio y reversible.
En las personas mayores, causas comunes del síndrome confusional agudo son las
enfermedades médicas (por ejemplo, infecciones de orina o respiratorias), la hospitalización
prolongada o la ingesta de determinados fármacos.
Los síntomas descritos nos pueden hacer pensar en la similitud de este síndrome con el inicio
de una demencia, o con otras patologías a nivel cognitivo. Sin embargo, los siguientes puntos
definitorios nos pueden ayudar a diferenciar una cosa de la otra.
Inicio
Como hemos visto, el síndrome confusional se caracteriza por un inicio agudo, repentino. Es
decir, en cuestión de horas o días se presenta todo este cuadro de síntomas. Sin embargo, en
el caso de las demencias, su inicio suele ser progresivo, “poco a poco”, tardando incluso años
en aparecer un cuadro tan variado de síntomas.
Duración
Teniendo en cuenta las posibles causas del síndrome confusional, su duración tenderá a ser
corta, tanto como dure la problemática que lo origina. Por tanto, este síndrome es, además,
reversible: una vez resuelta la causa, la persona vuelve a su estado cognitivo y general
habitual. Sin embargo, la demencia es un trastorno neurodegenerativo progresivo, que
empeora con el paso del tiempo, y cuya duración podrá ser de años.
Causa
El síndrome confusional encuentra su origen en algunas de las causas antes descritas, por lo
que debemos estar atentos, ante los síntomas, de si alguna de las diferentes opciones puede
estar motivando el cuadro. En el caso de la demencia, esta causa se encuentra a nivel cerebral,
en las sustancias que manejan la información en él (neurotransmisores) y, en última instancia,
en algunos casos en los genes.
Atención
La capacidad atencional de la persona con síndrome confusional se encuentra alterada ya
desde un primer momento. Se muestra distraída, con grandes dificultades para mantener la
atención y concentrarse en lo que está realizando, así como para interaccionar de forma
adecuada con su entorno. En el caso de la demencia, por el contrario, la persona se muestra
inicialmente bien conectada con su entorno.
Inquietud psicomotora
La inquietud y el nerviosismo son síntomas característicos del síndrome confusional,
acompañados incluso de temblor y de conductas erráticas (como caminar sin motivo
aparente, realizar conductas sin un objetivo, etc.). En el caso de la demencia, este tipo de
conductas no se suelen presentar en fases iniciales.
Alucinaciones
En las fases iniciales de la demencia, las alucinaciones no son habituales, sino más bien son
características de etapas avanzadas de la enfermedad. En el caso del síndrome confusional,
son bastantes comunes, sobre todo las de tipo visual.
Estos aspectos nos pueden ayudar a diferenciar entre el inicio de un proceso demencial o un
síndrome confusional agudo. Aunque en la demencia se pueden presentar algunos de estos
síntomas, no lo hacen en fases iniciales.
HASKIM ADAMS
Una afección del cerebro que provoca demencia senil. Hidrocefalia de presión normal, una
enfermedad que hace perder el sentido de la vida
El 10% de los pacientes que presentan síntomas de demencia senil padecen hidrocefalia de
presión normal o síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad que es tratable si se llega al
diagnóstico acertado.
Al ser una válvula regulable con hasta 18 posiciones de programación, permite al médico, el
ajuste de presión para el líquido cefalorraquídeo adecuado para cada persona.
Las causas
La mayoría de los casos de NPH son ideopáticos o sea por causas desconocidas, pero hay
algunos factores que podrían ser los desencadenantes de la enfermedad como ciertas
obstrucciones, traumatismos, meningitis u otras infecciones, hemorragias, cirugías, etc.
Datos preocupantes
Científicos de la Clínica Mayo (Clínica Mayo USA 2007) informan que cerca de 4 millones
de personas padecen Alzheimer. Cada 5 años el porcentaje de personas que padecen esta
enfermedad se duplica. (Fuente: National Institute on Aging de los Estados Unidos,
noviembre 2007).
Los síntomas
Los síntomas comunes a las primeras etapas de hidrocefalia de presión normal son: cambios
en el andar, incluyendo inhabilidad de comenzar a caminar (apraxia del paso); caminar
inestable; debilidad de las piernas; caída repentina sin la pérdida de conocimiento u otros
síntomas. En tanto que los síntomas asociados a la progresión de hidrocefalia de presión
normal: demencia, cambios constantes de humor, apatía, aislamiento, memoria deteriorada,
dificultad en mantener la atención y disminución de la espontaneidad urinaria. (Fuente:
www.pennhealth.com/ency/article/000752.htm).
“El diagnóstico de hidrocefalia de presión normal es a menudo hecho tardíamente, dado que
sus síntomas son similares a los de otros desórdenes. En muchos casos esta enfermedad se
confunde con la demencia leve, la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson o simplemente
síntomas de la vejez. Esto hace que muchos pacientes no sean tratados de la forma adecuada.
En los Estados Unidos, donde hay estadísticas, sabemos que del total de pacientes que
presentan los síntomas de enfermedades relacionadas con demencia senil, un 10 % (*)
padecen hidrocefalia de presión normal. (Fuente: www.lifenph.com). La tríada característica
de este síndrome está formada por alteraciones de la memoria, trastornos de la marcha e
incontinencia urinaria. Cuando alguno de estos síntomas aparece es vital consultar de
inmediato con el médico ya que esta enfermedad tratada a tiempo puede mejorar
sustancialmente la calidad de vida del paciente y su familia”, comentó el Dr. Anselmo
Rodríguez Loffredo, Jefe del Departamento de Neurocirugía, Instituto de Neurociencias,
Fundación Favaloro.
Tratamiento
La hidrocefalia de presión normal se trata mediante la colocación de una válvula (Shunt) para
derivación de líquido cefalorraquídeo. Este dispositivo tubular se implanta para drenar el
exceso de fluido desde el cerebro hacia el abdomen, donde es absorbido.
Pero la cantidad de líquido que debe pasar por el sistema puede ser diferente en cada paciente
e incluso puede variar en un mismo paciente. Antiguamente, cuando no existían válvulas
regulables, si la cantidad de líquido a drenar no era el adecuado, se debía cambiar la válvula
por otra de la presión adecuada para ese paciente. Para ello se hacía otra cirugía con todos
los riesgos de las reoperaciones.
En muchos casos la válvula debe ser regulada para derivar el líquido justo para cada paciente,
ya que extraer demasiado o muy poco puede ser peligroso. Para ello se utilizan válvulas
programables que suelen tener hasta 18 posiciones para ajustar la presión a la necesidad de
cada paciente. Como se mencionó, este ajuste solía requerir otra cirugía, pero en la actualidad
se realiza de forma no invasiva con las válvulas programables. El médico puede realizar el
ajuste simplemente colocando un sistema especial con imanes sobre la cabeza del paciente y
así proceder a la programación. Este procedimiento es relativamente corto y seguro.