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Parece muy sencillo, y sin embargo es sumamente complejo aportar una definición
que en pocas palabras y a modo de fórmula matemática nos describa técnicamente
qué es y qué ha sido el Derecho.
c) El Derecho es una disciplina teórica muy antigua: Ciencia del Derecho, entendida
como la investigación, el estudio de la realidad jurídica, tanto del derecho objetivo
como de los derechos subjetivos.
e) No hay derecho a que me traten así: la expresión derecho está traduciendo el ideal
de justicia que parece que el mismo persigue. De este modo Derecho vendría a
significar lo justo.
A este respecto puede decirse que las normas se caracterizan porque no son
expresión de lo que es o acontece, sino de lo que debe ser o acontecer. En esto se
diferencian las normas de las leyes de la naturaleza que son enunciados referentes al
ser y que expresiones del principio de causalidad necesaria que rige en este ámbito,
en cuya virtud la relación causa-efecto en el orden natural se produce de manera
inexorable. Pero las normas, en cuanto expresión de un deber ser, se diferencian
también de las leyes sociológicas, económicas, históricas, etc… que son también
enunciados acerca de lo que es, de lo que acontece, aunque no ya referido a los
fenómenos naturales, sino a los fenómenos culturales y humanos.
Las normas en cuanto a que establecen algo que debe ser y no algo que
inexorablemente tenga que ser, comportan siempre la posibilidad de su violación, de
su incumplimiento. Las normas tienen por objeto comportamientos humanos,
decisiones y actos humanos a los que es inherente la libertad, la posibilidad de
elección. Toda norma está formulada sobre el presupuesto esencial de la libertad de
los destinatarios para cumplirla o no. Precisamente porque en el mundo real puede no
cumplirse lo que la norma establece, por eso la norma tiene sentido como tal norma,
dirigida a personas libres. Si lo que la norma establece se realizase siempre y
necesariamente, de modo forzoso, entonces la norma perdería su carácter de norma,
de deber ser y se convertiría en una ley fáctica.
En este sentido los usos sociales normativos presentan dos importantes semejanzas
con el Derecho: su obligatoriedad social y estar provistos de coacción externa. La
diferencia radica, sin embargo, en la institucionalización de la sanción. En efecto, en el
ámbito del Derecho existen ciertos órganos específicamente creados para tal fin por el
ordenamiento jurídico y especialmente encargados de disponer la aplicación de
sanciones o de aplicarlas efectivamente, mientras que la sanción de las normas
sociales no está institucionalizada. Las sanciones sociales presentan un carácter
difuso, informal, desorganizado. Paralelamente frente a la ambigüedad y vaguedad de
las normas sociales, el Derecho se caracteriza por una mayor certeza, base
precisamente de la seguridad jurídica.
2. Derecho y moral.
Derecho y moral son órdenes normativos que regulan la conducta humana, en tanto
que humana, es decir en cuanto actividad humana y libre. Por ello, ambos pueden
considerarse englobados dentro del ámbito ético en sentido amplio, en cuanto orden
regulador del comportamiento humano, que hace referencia la posibilidad de las
acciones no en el plano físico o empírico, sino en el valorativo de la permisibilidad de
las mismas. No obstante, entre Derecho y moral existen importantes diferencias.
Puede decirse que el Derecho se diferencia también de la moral (al menos de la moral
personal y de la religiosa) en que la moral en estas dimensiones es incoercible. Su
cumplimiento no puede imponerse por la fuerza, ya que supone ante todo una actitud
interior, una disposición de ánimo del sujeto.
La moral social, sin embargo, se encuentra mucho más próxima al Derecho. Al igual
que el Derecho se refiere a los comportamientos sociales de la persona en sus
relaciones con los demás y con la comunidad. También, y en la medida en que se
expresa a través de los usos sociales, está también dotada de coacción externa, de ahí
que para diferenciarla del Derecho se vuelva a recurrir al criterio de la
institucionalización.
Aun cuando se interprete el deber jurídico como algo específico y distinto del simple
deber moral, la cuestión del fundamento del deber jurídico implica consideraciones de
orden moral. Frente a autores para quienes el fundamento de la obediencia alas leyes
reside en la fuerza, en la existencia de coacción, otros sostienen que la obediencia
lasleyes descansa sobre la aceptación de sus destinatario, esto es sobre la convicción
de éstos acerca de la validez, de la obligatoriedad de las normas jurídicas. No se trata
de un reconocimiento individual, sino general; no se trata del reconocimiento de
las normas jurídicas, sino del reconocimiento por la mayoría de los principios jurídicos
fundamentales.
Frente a estas dos posturas se puede decir que ambos factores, la fuerza y el
consenso, influyen realmente en la obediencia al Derecho.
El control social puede ser formal o informal, según se trate de instancias y acciones
públicas específicamente dispuestas para definir, individualizar, detectar, manejar y/o
suprimir los comportamientos desviados, o de instancias y acciones privadas o
públicas no específicamente dispuestas para tal fin. En este sentido, subraya GARCÍA-
PABLOS como, hoy por hoy, no se puede prescindir de la distinción entre orden social
(control social informal) y orden jurídico (control social formal), cuyos titulares
respectivamente son la sociedad y el Estado. Y ello porque siempre tiene que existir
una instancia superior y distinta que entre en funcionamiento cuando fracasen los
mecanismos primarios de autoprotección del orden social y garantice eficazmente, en
los conflictos más graves, la inviolabilidad de los valores fundamentales de la
convivencia.
Es obvio que el Derecho penal refleja el contenido y el modelo del control social
imperante. Subraya HASSEMER, en este sentido, como “sobre un control social
represivo, poco claro, primitivo y desproporcionado no se puede construir un
Derecho penal civilizado”. Pero a la vez, “un Derecho brutal embrutece el proceso
sancionador de la vida cotidiana”, por lo que la influencia es mutua. El problema se
plantea, pues, cuando la demanda de seguridad y depena existente en una sociedad –
y que en muchas ocasiones responde más a una construcción de los conflictos que a
su realidad- se utiliza como justificación de un modelo de Derecho penal orientado
principalmente a dos objetivos: lograr hacer efectivo el Derecho a la seguridad, aún a
costa de la seguridad de los derechos de las minorías-; y hacer realidad las
aspiraciones vindicativas del grupo social.
El fundamento del Derecho penal sería el contrato social y el fin del Derecho penal la
protección de los bienes jurídicos.
CONCEPTO
Las normas penales están alojadas en leyes formuladas de forma muy genérica, “el
que matare a otro”, “el que atentare contra la libertad sexual de otra persona”,
pensadas para una generalidad de casos. Para poder aplicarlas a casos concretos
resulta imprescindible interpretar los textos legales que las contienen, esto es,
descubrir el sentido objetivo de los mismos y su alcance.
Las normas jurídicamente son básicamente, decisiones del Estado que establecen
directivos de conducta, mandatos y obligaciones cuyo cumplimiento está sujeto a la
coacción. Y son determinaciones de la razón, que apelan a valoraciones. En este
sentido, las normas penales encierran una pretensión de justicia. Tratan de
comportamientos externos, no de pensamientos, porque el Derecho penal es un orden
de coexistencia humana y no un sistema de salvación personal o un camino de
perfección, tiene por finalidad lograr la convivencia pacífica y ordenada de los
miembros de la comunidad en que rige.
Funciones
Estructura
Principios rectores
Principio jerárquico
Principio de vigencia
Principio dinámico
Sistemática: se persigue interpretar las leyes sin olvidar que forman parte de un todo
y que deben interpretarse de forma que no surjan contradicciones entre los sentidos
asignados a normas pertenecientes a un mismo cuerpo legal o a una misma parte de
éste.
Lógica: cuando se emplean argumentos y reglas de la lógica para interpretar las leyes.
Para saber cual es el precepto cuya aplicación desplaza la de los otros, están previstas
la siguientes reglas del artículo 8 CP:
Subsidiariedad: artículo 8.2 CP, el precepto subsidiario se aplicará sólo en defecto del
principal, ya se declare expresamente dicha subsidiariedad, ya sea ésta tácitamente
deducible.
Consunción: artículo 8.3 CP, el precepto penal más amplio o complejo absorberá a los
que castiguen las infracciones consumidas en aquel. Ej: 241.1, 316 CP.
OTRAS FUENTES
El artículo 1 CC establece que las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley,
la costumbre y los principios generales del Derecho. Pero en Derecho penal, de
acuerdo con el principio de legalidad, la única fuente es la ley, yley orgánica artículos
25.1 y 81.1 CE.
Tratados internacionales
No sirve para crear normas penales pero sí para complementarlas. Artículo 20.7 CP, un
derecho puede estar fundado en una costumbre.
Sentencias del TC
Analogía
Hay aplicación analógica de las normas cuando un juez se encuentra con un supuesto
de hecho para el cual no hay una solución legalmente prevista y lo resuelve aplicando
una norma establecida en una ley para casos semejantes al que ahora enjuicia.
Clases:
Analogía legis, si se aplica una ley concreta al caso no regulado o iuris si se extrae
una regla del conjunto del ordenamiento jurídico para resolver el problema.
Jurisprudencia
1 INTRODUCCIÓN
La evolución del pensamiento de la ciencia penal no sigue una línea homogénea. El rechazo de las
conclusiones del movimiento precedente se utiliza como punto de partida de las nuevas
construcciones.
La Ciencia penal esta constituida por las siguientes disciplinas:
• Dogmática Jurídica: Disciplina estrictamente jurídica que tiene como objeto el estudio
exclusivo del Derechopenal.
• Política Criminal: Valora la legislación penal desde los fines que pretendan ser obtenidos y
propone regulaciones alternativas.
• Criminología: Estudia el delito como un hecho de la vida social o como un hecho de la
vida del individuo.
2 ILUSTRACIÓN
La obra fundamental en el aspecto jurídico de la ilustración fue “De los delitos y la penas” de
Beccaría (1764). Fundamenta las objeciones que el pensamiento ilustrado formulaba a la
legislación del Antiguo Régimen. La naturaleza del Derecho penal cambia a raíz de la Ilustración.
La legislación penal de la época que hunde sus raíces en el medievo: responde a una
concepción teocrática del poder. La crisis del XVIII ocasiona un endurecimiento de la
justicia penal, existiendo una gran contradicción con las ideas filosóficas imperantes (toman al
individuo y a su libertad como punto de partida). La sociedad se posiciona en contra del
ordenamiento punitivo imperante. Otros autores de la época que también critican el Derecho penal
de la época son Montesquieu, Marat, Voltaire.
Pensamiento de Beccaria:
Toma como punto de inicio el Contrato Social como origen de la constitución de la sociedad.
Cuando lo suscribe el hombre hace dejación de libertad que pone en manos del Estado. Ahora el
Estado se encarga de conservar los derechos y libertades de los hombres
Principios que propugna Beccaria:
- Interdicción de la arbitrariedad frente a la que proclama el principio de legalidad de los delitos y
la penas.
- Oposición a la tradicional vinculación delito-pecado y al establecimiento de los castigos
extremadamente crueles (consagración del principio de humanidad de las penas).
- Constitución de la base de un derecho penal liberal fundamentado en: humanización general de
las penas, abolición de la tortura, igualdad ante la ley, proporcionalidad entre delito y pena
Los pensamientos de Beccaría fueron llevados a cabo en nuestro país por Manuel de Lardizábal:
- Recibe en encargo del Consejo de Castilla de reformar las legislaciones de la época: “Plan y
distribución del Código Criminal”.
- En 1782 Publica su obra más insigne: “El discurso sobre las penas”, contraído a leyes criminales
de España para facultar su reforma.
- Su obra refleja las peculiaridades y limitaciones de la ilustración y pretende hacer compatible las
convicciones religiosas con las ideas ilustradas
La difusión del pensamiento ilustrado fue asegurada por la obra de Benthan (traducción y difusión
por Ramón Sala).Sala fue denunciado por la inquisición y perdió su Cátedra de la Universidad de
Salamanca.
3 ESCUELA CLÁSICA
POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO
La importancia del desarrollo alcanzado en el siglo XIX por las ciencias de la naturaleza produce un
ambiente científico. El carácter de Ciencia lo tenían las de la naturaleza y las matemáticas (sólo
ellas utilizaban el método empírico, propio del concepto positivista de ciencia). Von Kirschmann
niega el carácter científico de los estudios jurídicos:
- Por la falta de objeto estable (las leyes cambian por la voluntad del legislador).
- Ausencia de progreso y no contribución al progreso general de la humanidad.
Ante este nuevo concepto de ciencia el estado liberal entra en crisis. A mitad del siglo XIX el
acontecimiento de la revolución industrial y la aparición del proletariado hacen que se requiera una
política intervencionista. En el derechopenal aumenta la tasa de criminalidad necesitándose una
intervención del Estado.
2. La conducta de los hombres está sometida a la ley de la causalidad como los demás fenómenos
naturales, viene determinada por un complejo de fenómenos físicos y sociales. Hay que indagar
sobre las causas naturales o sociales que generan el comportamiento delictivo. Se sustituye la
responsabilidad individual por la responsabilidad social: El hombre es responsable por el hecho de
vivir en sociedad (peligro de realizar nuevos delitos).
4. Predominan los derechos de la sociedad frente a los del delincuente: cada delincuente peligroso
tiene características peculiares que no pueden ser previstas en la ley. Las garantías legales ceden
al arbitrio judicial. En el ámbito penitenciario se observa la sentencia indeterminada
Pedro Dorado Montero: Se basa en el correccionalismo (RÖDER- Universidad del crimen). El fin
de la pena es la corrección o enmienda del delincuente. El estado se propone la adaptación del
delincuente a la vida social y su interior enmienda reformando su voluntad. Pretende unificar los
postulados correccionalistas con los positivistas. Lapena como protección o tutela del delincuente
pero no desde el libre albedrío (correccionalismo) sino desde el determinismo que hace caer el pp.
de responsabilidad. El Estado ha de tutelar.
5 POSITIVISMO JURÍDICO
La recepción de este positivismo se realiza en Alemania, El objeto de la investigación será el
Derecho positivo (lasnormas jurídicas vigentes). Su figura principal es Binding. El análisis del
jurista se realiza sobre el Derecho positivo.Los principios generales no son a priori sino que son
deducidos de los textos legales. Cualquier problema que no entre dentro del derecho positivo
carece de interés para el penalista. Binding defiende un concepto retributivo de lapena que
compensa la violación del orden jurídico (las finalidades preventivas conforman valoraciones
metajurídicas).
6 POSITIVISMO NATURALISTA
El Positivismo normativista alejó al derecho de la realidad de la vida. Por lo que esta corriente
positivista sociológica y naturalista intenta superar este obstáculo. Constituye una reacción frente
al positivismo jurídico, ya que considera que:
- El positivismo normativista reafirma la sustantividad jurídica de la norma penal (rinde homenaje
a la seguridad jurídica).
- Su excesivo formalismo separa el Derecho de la realidad.
- Las nuevas directrices en el siglo XX pretenden superar el formalismo del positivismo jurídico con
el objetivo de dar un sentido material a la propia norma jurídica.
Su autor principal es Von List que fundó la “Escuela sociológica”: Parten de la exigencia del nuevo
modelo de Estado, el Estado Social de Derecho: diferentes fines de la pena (defensa social) y
concepción distinta de la ciencia del Derecho penal
La actividad científica en el Derecho penal abarca dos ámbitos:
Von Listz
Se propone la Política criminal como actividad científica al objeto de luchar contra el delito
EL ABOLICIONISMO
Frente a la justificación de la necesidad del Derecho penal, hay que tener en cuenta
aquellas otras posturas que están por la abolición del Derecho penal, las doctrinas
abolicionistas. El abolicionismo va mucho más allá de la mera reforma del
Derecho penal, preconizando la total desaparición del sistema penal, al considerar que
no es posible encontrar justificación alguna a su mantenimiento.
Nacida durante los años sesenta y setenta en el contexto italiano, la teoría del
garantismo penal trata de introducir, junto a las exigencias formales, nuevas
exigencias materiales, que permitan conciliar el principio preventivo-general de
protección de la sociedad mediante la disuasión de los delincuentes, con los principios
de proporcionalidad y humanidad, por un lado, y de resocialización, por el otro. A
pesar de que muchos de los postulados abolicionistas son, a su vez, compartidos por
los defensores de un modelo garantista, éstos –a diferencia de aquéllos- entienden
que el Derecho penal, si bien ha fracasado en la mayoría de los fines que le han sido
asignados, todavía puede servir para cumplir un fin primordial: la minimización de la
violencia en la sociedad, “previniendo mediante su parte prohibitiva la razón de la
fuerza manifestada en los delitos y mediante su parte punitiva la razón de la fuerza
manifestada en las venganzas o en otras posibles reacciones informales”.
Ahora bien, no toda propuesta garantista –entendiendo por tal aquélla en la que las
garantías político-criminales se traen a primer plano- implica, como pretende
FERRAJOLI, una legitimación del Derecho penal en base a consideraciones
estrictamente utilitaristas. Para FERRAJOLI el utilitarismo penal tradicional es, al excluir
los castigos inútiles basados en razones morales, la base para construir cualquier
doctrina racional de justificaciónpenal y también para poner límites al poder de
castigar. A su juicio, sólo el “utilitarismo penal reformado” -entendido como “la
máxima satisfacción para la mayoría, con el riesgo de mínimas garantías para la
minoría”- permite legitimar el Derecho penal limitando su intervención. Al girar la
fundamentación ligada a la utilidad en torno a los fines de lapena, los principios
garantistas cumplen en la construcción del autor italiano una misión puramente
negativa. Tales garantías, como subraya DÍEZ RIPOLLÉS, son formulables únicamente
en sentido negativo, de forma que bajo los postulados de un Derecho penal mínimo no
se puede, por ejemplo, identificar un sistema de prohibiciones positivo legítimo. El reto
consiste, pues, en colocar junto a la teoría de los fines de la pena, en el mismo plano y
con el mismo rango, a los principios garantistas, para que de ese modo dejen de ser
meros límites para convertirse enprincipios fundamentadores tan originarios como la
teoría de la pena. Y ello sólo se consigue conciliando las ideas de utilidad y validez.
Los fines de protección y los fines garantistas no son, pues, finalidades contrapuestas.
Y, en consecuencia, losprincipios que fundamentan y legitiman al Derecho penal no
pueden ser clasificados en función de si sirven al fin de protección o al fin garantístico.
Los principios informadores del Derecho penal nacen, como subraya DÍEZ RIPOLLÉS,
no de la separación entre utilidad y validez, sino precisamente de su intersección.
EL FUNCIONALISMO
De entre las corrientes funcionalistas que surgen a partir de los años “sesenta” es de
destacar, en cuanto supone una nueva manera de fundamentar el sistema penal, el
modelo funcionalista de Derecho penal propuesto en Alemania por JAKOBS. La
aplicación de la teoría sistémico-funcionalista al Derecho penal ha afectado a los tres
planos en los que se desarrolla el discurso penal: 1) en el plano técnico jurídico,
referido a la dogmática del delito, mediante la radical normativización de los criterios
de imputación; 2) en el plano político criminal, relativo al objeto y a la finalidad de la
tutela penal; 3) y en el plano ideológico, concerniente a la fundamentación y a la
legitimación del sistema penal.
Desde esta perspectiva, el delito deja de ser la puesta en peligro de un bien jurídico
para pasar a ser una amenaza a la integridad y a la estabilidad social, en cuanto
constituye la expresión simbólica de una falta de fidelidad al Derecho. También
la pena aparece, a su vez, como una expresión simbólica opuesta a la representada
por el delito cuya función es el restablecimiento de la confianza institucional violada
por el delito.
Críticas de las posturas funcionalistas:
Como afirma MUÑOZ CONDE, “la teoría sistémica representa una descripción aséptica
y tecnocrática del modo de funcionamiento del sistema, pero no una valoración, y
mucho menos, una crítica del sistema mismo. Esta legitimación tecnocrática del
funcionamiento del sistema punitivo resulta coherente, como afirma BARATTA, con la
concepción del individuo como portador de la respuesta simbólica, y no como
destinatario y fin de una política de reinserción social.
Por último, y desde los criterios que han de regir una teoría justificacionista del
Derecho penal, quizá la crítica más contundente haya de ir dirigida al hecho de que
sólo tome en consideración los eventuales efectos positivos que del ejercicio de la
función penal puedan derivarse para la integración social y el restablecimiento de la
confianza institucional. Y así, al desconocer –o despreciar- los altos costes sociales y
gravísimos efectos que, sobre la integración social y la confianza en las instituciones,
de hecho tiene el Derecho penal, olvida que el coste social de las penas y más en
general de los medios de prevención de los delitos, puede ser superior al coste mismo
de las violencias que trata de prevenir. Y en ese caso, el sistema penal que se
pretende justificar queda deslegitimado.
En la ciencia penal española, y en una línea muy similar a la seguida por el profesor
alemán, SILVA SÁNCHEZ plantea la posibilidad de un Derecho penal -de segunda
velocidad- aplicable a los delitos económicos y de riesgo. Se trataría, como el propio
autor expone, de un Derecho penal más alejado del núcleo de lo criminal
caracterizado por la imposición de penas más próximas a las sanciones
administrativas y la flexibilización de los criterios de imputacióny de las garantías
político-criminales.
No obstante, el Derecho penal ha de ser uno en todo conforme con las exigencias del
Estado de Derecho; conformidad que, como advierte GRACIA MARTÍN, “se realiza en un
grado tan absoluto que la misma no admite excepciones ni una mínima relativización.
Por otra, determina la incapacidad del sistema penal para controlar las nuevas
relaciones sociales. Frente a ello, el Estado criminaliza los conflictos sociales y
organiza el sistema penal en torno a la exclusión y a la punición, hasta el punto de
crear alarma social para convertirse así en fuente de consenso en torno a las
instituciones, previniendo de este modo cualquier eventual disentimiento político.
INTRODUCCIÓN
El fin del Derecho penal es la protección del bien jurídico y el fin de la pena es la
resocialización del delincuente artículo 25.2 CE. Esta protección a través de la fuerza
está monopolizada por el Estado y no debe realizarse de forma arbitraria sino ajustada
a unos principios garantizadores de respeto a los derechos de los ciudadanos. Por
tanto, el derecho a castigar o sancionar del Estado (el ius puniendi) debe realizarse
conforme a unos principios que limiten ese poder.
A) El principio de legalidad
Beccaria trasladó más que nadie el espíritu de la Ilustración al Derecho penal: sólo
las leyes pueden decretar laspenal de los delitos y esta autoridad debe residir en le
legislador, que representa toda la sociedad unida por el contrato social.
Garantía criminal : exige que el delito (crimen) se halle determinado por la ley.
Garantía penal : requiere que la ley señale la pena que corresponda al hecho.
Estas garantías también deben exigirse respecto a las medidas de seguridad y sus
presupuestos.
Ley escrita : las leyes penales deben ser escritas y con rango de ley, concretamente
con rango de ley orgánica. Según el artículo 81 CE las normas que afecten a derechos
fundamentales tienen que revestir la forma de leyorgánica: reserva absoluta de ley.
Ley estricta : impone un cierto grado de precisión de la ley penal y excluye la analogía
en cuanto perjudique al reo (analogía in malam partem). Se exige que la ley determine
de forma suficientemente diferenciada las distintasconductas punibles y las penas que
puedan acarrear. De esta característica deriva el Principio de taxatividad o tipicidad,
que exige que la descripción legal de infracciones y sanciones ha de ser precisa, sin
dar lugar a ambigüedades.
Los ciudadanos deben conocer con exactitud las conductas castigadas penalmente y
sus sanciones correspondientes.
Son los límites relacionados con las bases de sustentación o legitimación del ius
puniendi del Estado.
La intervención del Estado sólo está justificada en la medida en que resulta necesaria
para el mantenimiento de su organización política. El Derecho penal se legitima sólo
en cuanto protege a la sociedad, perderá su justificación si su intervención se
demuestra inútil, por ser incapaz de servir para evitar delitos.
Según este principio el Derecho penal ha de ser la ultima ratio, el último recurso a
utilizar, cuando otros medios menos lesivos han fallado. Por tanto, subsidiario en este
caso, no significa subordinado, es decir, que el Derechopenal está por debajo de otras
ramas del ordenamiento jurídico, sino que se utilizará en última instancia. Y carácter
fragmentario del Derecho penal significa que no ha de sancionar todas las conductas
lesivas de los bienes que protege, sino sólo las modalidades de ataque más peligrosas
para ellos. Así pues, protege contra un fragmento deconductas lesivas, no todas, sólo
las más peligrosas.
Los intereses sociales que por su importancia pueden merecer la protección del
Derecho se denominan bienes jurídicos. El Derecho penal sólo puede proteger bienes
jurídicos. El concepto de bien jurídico se atribuye a Birnbaum (mediados del siglo XIX).
El Derecho penal tiene que ser respetuoso con el ciudadano que se haya dotado de
una serie de derechos derivados de su dignidad humana.
B) El Principio de culpabilidad
Requiere que el hecho delictivo sea materialmente causado por el sujeto para que
puede hacérsele responsable de el. Es preciso además, que el hecho haya sido
querido (doloso) o haya podido preverse y evitarse
(imprudente):Principio de dolo o culpa.
C) El Principio de proporcionalidad
La pena tiene que ser proporcional al hecho cometido. Se trata de una exigencia que
no nació para las penas, sino para las medidas de seguridad. Hay dos aspectos que
distinguir: por una parte la necesidad misma de que la penasea proporcionada al
delito. Por otra parte, la exigencia de que la medida de la proporcionalidad se
establezca en base a la importancia social del hecho.
D) El Principio de resocialización
La entrada en vigor de las leyes penales se produce una vez que el rey las ha
sancionado, promulgado, y mandado publicar (art. 91 CE), y se ha producido su
completa publicación en el BOE (art. 2 2.1 CC). Las leyes entraran en vigor a los veinte
días de su completa publicación en el BOE, si en ellas no se dispone otra cosa. A ese
tiempo entre la publicación y la entrada en vigor de la ley se le denomina “vacatio
legis”.
La derogación de las leyes sólo tiene lugar cuando otra ley la dispone (ar. 2.2 CC).
Clases de derogación:
2 PRINICPIO DE IRRETROACTIVIDAD
Las leyes penales sólo se aplican a los hechos acontecidos durante su periodo de
vigencia, no a los acontecidos antes de su entrada en vigor. Con la excepción de que
las leyes penales pueden aplicarse a hechos sucedidos antes de su entrada en vigor,
si favorecen al reo: retroactividad de la ley penal más favorable (art. 9.3 CE).
Cuando existan dudas, de que ley es más favorable, es el Juez o Tribunal quien ha de
decidir cuál es la ley más favorable, tras oír al reo (art. 2.2 CP).
Alcance de la retroactividad
En el art. 2.2 CP se confiere a las leyes penales favorables efectos retroactivos que
alcanzan a:
Son aquellas que no han estado en vigor ni cuando se cometió el delito ni cuando éste
es juzgado, sino entre ambos momentos. Ej: los delitos contra la libertad sexual han
experimentado varas regulaciones: la del CP de 1973, la original del CP de 1995, y la
actual fruto de las reformas operadas por las LLOO 11/1999, 11/2003 y 15/2003, si
una persona cometió el delito a principios de 1996, antes de entrar en vigor el CP de
1995, y fuera juzgado por ejemplo en el año 2000, tras modificarse la primera
regulación del CP de 1995, ésta sería una ley intermedia. Pueden aplicarse cuando son
las más ventajosas de las que se han sucedido en el tiempo.
• El mar territorial, esto es, la zona de mar adyacente a todas las costas españolas, en
una extensión de doce millas (ley 10/1977).
Para explicar el lugar de comisión del delito, existen las siguientes teorías:
1) Principio de personalidad
1. Que el hecho sea delito según la legislación española y la del país donde se
cometió.
3. Que el autor de los hechos no haya sido absuelto, indultado o penado por ellos en el
extranjero o no haya cumplido la condena que se le impuso.
Se faculta a aplicar la ley penal española a hechos realizados fuera de España por
españoles o por extranjeros que afecten a intereses relevantes para el Estado (art.
23.3 LOPJ). Es aplicable a delitos de traición, rebelión, sedición, falsificación de la
moneda española —ahora ya la europea—, contra la Administración Pública, etc.
Tema 7 La extradición
INTRODUCCIÓN
Por otra parte, según qué órgano tenga la competencia para concederla se distingue
entre:
EXTRADICIÓN ACTIVA
Supuestos:
Requisitos:
Solicitud:
EXTRADICIÓN PASIVA
Principio de la doble incriminación: los hechos por los que se pide la extradición
han de ser delito según la legislación de los dos Estados, solicitante y solicitada (Art. 2
LEP).
Principio de no entrega del nacional ni del asilado (arts. 3.1 y 4.8º LEP).
Principio “non bis in idem” , por el que no se concede la extradición por delitos ya
juzgados o que se estén juzgando en España (art. 4.5º LEP).
Hay que señalar que en el ámbito de la Unión Europea se ha producido una importante
novedad legislativa en relación con los procesos de extradición: la Ley 3/2003, de 14
de marzo , sobre la orden europea de detención y entrega, que desarrolla para
España la Decisión marco del Consejo de Ministros de Justicia e interior de la UE, de 13
de junio de 2002. Esta norma regula un procedimiento para la entrega de personas
entre los Estados miembros (siempre que desarrollen similares normas de adaptación
a la Decisión marco), aplicable a una amplia lista de delitos. Respecto de los mismos
ya no ha de considerarse como requisito previo la existencia de doble incriminación, y
desaparecen también motivos de denegación habituales en los procedimientos
extradicionales, como los relativos a la no entrega de nacionales o a la consideración
de los delitos como delitos políticos. El procedimiento tradicional de extradición se
sustituye, en definitiva, por otro mucho más simple y ágil, en el que desaparece casi
por completo la intervención del Ejecutivo.
ASILO
Es el derecho que tiene una persona a no ser extraditado de un país a otro que lo
requiere para juzgarle por delitos políticos.
Cuando el asilo político se concede a personas que se encuentran en lugares que por
las convenciones diplomáticas se consideran una extensión del territorio nacional,
tales como la sede de embajadas o consulados, la residencia del embajador o los
buques de guerra anclados en puertos extranjeros, se lo denomina asilo diplomático.
Está regulado por la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y
de la protección subsidiaria.
CONCEPTO DE PENA
Principio de legalidad
Principio de oportunidad
Principio de proporcionalidad
Principio de necesidad
Esta afirmación se traduce en dos consecuencias: una de orden formal y otra de orden
material:
Desde la perspectiva material, la pena ha de ser popular. Esto significa que cuando el
parlamento procede a la tipificación de determinadas conductas, así como a la
determinación de la pena a imponer, ha de reflejar el sentir de la colectividad, en la
medida en que en un estado democrático, ha de reflejar la opinión mayoritaria. No
sólo la incriminación de determinadas conductas, sino el quantum y la clase de pena.
Así consta en los artículos 3.1 y 3.2 CP. La intervención del Estado en el momento de
la imposición de la penaexcluye la venganza privada. Antes del nacimiento del Estado,
la imposición de una pena, mejor dicho, la ejecución del castigo, venía siendo ejercida
por el núcleo familiar. Por ello, hoy se afirma que la intervención del estado es una
garantía de imparcialidad. La imparcialidad la refleja, no solo el juez, que ha de valorar
las pruebas sin predeterminación alguna, sino también el Ministerio Fiscal, que en el
juicio ha de velar por los intereses generales y, en este sentido, unas veces pedirá la
libre absolución del imputado y, en otras, su condena, según llegue a la convicción de
la inocencia o culpabilidad del reo. Para ello es necesario partir del principio de
presunción de inocencia que quedará desvirtuado o enervado en el juicio oral
mediante los medios de prueba legalmente permitidos. De esta forma, según lo
establecido en el art. 1 LECr y 80 CP a nadie se le puede imponer una pena si no
media una sentencia firme que emana de un proceso legal seguido ante el tribunal
legalmente establecido.
- PERSONAL
- NECESARIA Y SUFICIENTE
- PRONTA E INELUDIBLE
- PROPORCIONADA
- INDIVIDUALIZADA
- Pronta e ineludible artículo 24 párrafo 2 CE. Derecho a un proceso que público y sin
dilaciones indebidas. La lentitud provoca en la sociedad insatisfacción pero además el castigo
deja de ser ejemplar en el delincuente, siendo la pena contraproducente como pone de
manifiesto el recurso al indulto en aquellos supuestos en los que el sujeto tiene que ingresar
en prisión después del transcurso de una serie de años durante los cuales ya se ha
rehabilitado. En caso de privación cautelar de derechos, según los artículos 58 y 59 se
abonarán en su totalidad para el cumplimiento de la pena posteriormente impuesta o, cuando
aquélla y ésta fueran de distinta naturaleza (por ejemplo, se ha estado preventivamente en
prisión y se le condena en sentencia firme a una penade multa o a una inhabilitación) se
compensarán. Una excepción a la regla de que la pena ha de ser ineludible es el indulto.
- Individualizada. La pena abstracta que contempla el Código para “cada delito” “a cada
persona” ha de corresponderle una pena individualizada dentro de los márgenes marcados
por el legislador, así como por el grado de participación y por la fase de ejecución alcanzada.
En esto consiste la determinación judicial de la pena.
CLASES DE PENA
EN FUNCIÓN DEL BIEN JURÍDICO AFECTADO
- Prisión
- Localización permanente
- Penas graves
- penas leves
(La responsabilidad penal subsidiaria por impago de multa será grave o leve según la que
corresponda a la pena que sustituya).
- Penas accesorias: no están previstas específicamente para el delito, sino que dependen
de la imposición de unapena principal. Acompañan a otras penas y su duración depende
de éstas. Regulación art. 54 a 57 CP. Ej: art. 55 CP.
Penas principales y accesorias artículo 32. La pena accesoria acompaña a una principal y
tendrá la duración de ésta artículo 33.6. Si se suspende la principal, también se
suspenderá la accesoria. La prisión igual o superior a 10 años, lleva consigo la accesoria
de inhabilitación absoluta artículo 55. La prisión de menor duración puede ir acompañada
de suspensión de empleo o cargo público, inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo o para empleo o cargo público, profesión u oficio, o cualquier otro derecho
artículo 56. El tribunal sólo impondrá la pena accesoria cuando los derechos de que se
priva al condenado "hubieran tenido relación directa con el delito cometido, debiendo
determinase expresamente en la sentencia esta vinculación".
EN FUNCIÓN DE SU COMPOSICIÓN
- Penas únicas: aquéllas que consisten en una única pena de determinada naturaleza. Así
por ejemplo es una penaúnica la establecida para el delito de homicidio en el artículo 138
CP, que consiste solamente en la pena de prisión de 10 a 15 años.
- Penas alternativas: aquellas penas de distinta naturaleza que el legislador establece para
un delito con el fin de que el juez pueda optar en el caso concreto por una sola de ellas
con exclusión de la otra. Ejemplo: artículo 294. Ej: art. 623 CP.
- Penas originarias: las que establece el legislador como pena típica para un delito
determinado. Son todas las del catálogo del art. 33 con la excepcion del impago
sustitutorio por impago de multa.