Escasez de productos de primera necesidad.

La alimentación es sin duda alguna la principal necesidad humana. El

conseguir alimento, desde la prehistoria, a significado para el hombre el principal
objetivo de vida. En la actualidad las sociedades consideran los alimentos
elementos indispensables de desarrollo. Ello a llevado a catalogarlos de diferentes
formas, prioridades y en especial por su valor nutritivo. De esta selección se a
llegado a considerar algunos como productos de primera necesidad. Debido a la
gran demanda de estos productos, considerados básicos, a las condiciones
ambientales, sociales, políticas económicas, entre otras; estos se vuelven
vulnerables y motivo de acaparamiento, llegando en ocasiones a la escasez de los
mismos, afectando a la población dependiente de ellos.

Los alimentos de primera necesidad conforman la llamada cesta básica

familiar y cada uno de ellos forma parte importante de la pirámide alimentaria.
Estos productos deben llegar a los hogares sin ningún tipo de interferencia. No
obstante, hoy en día se aprecia en gran medida que las líneas de distribución se
ven afectadas por la escasez de estos alimentos prioritarios.

Las razones de la falta de productos en los mercados, supermercados,

abastos y cualquier otro lugar de venta de ellos, pareciera convertirse en lago
cotidiano. Esta situación nos hace pensar en le hecho de que lo extraño sería ver
estos alimentos expuestos en los estantes de los expendios de ellos, cuando lo
normal es que estos no falten y abunden en dichos establecimientos.

Resulta difícil analizar la razón por la cual los productos de primera

necesidad tienden a escasear, en especial cuando aparentemente no existen
motivos para ello. Allí debemos considerar más de una causa, puesto que un
conjunto de situaciones, conocidas unas y otras no, interfieren con la necesaria
llegada de estos artículos al ciudadano común.

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 Los alimentos de primera necesidad, deben formar parte de una red de
distribución que bajo ningún concepto o excusa, puede ser interrumpida. Es
obligación de los entes gubernamentales nacionales y regionales, de las
instituciones competentes, de los sectores públicos y privados, y del colectivo en
general, establecer mecanismos y procesos, con los cuales se pueda contar de
manera segura, confiable e ininterrumpida, con los alimentos que conforman la
cesta básica, en los establecimientos dedicados a su distribución final.