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EI lenguaje del nifio Desarrollo normal, evaluaci6n y trastornos JUAN NARBONA CLAUDE CHEVRIE-MULLER 2.” edicién mM MASSON Barcelona - Magkid = Milano - Asuncién - Bogota - Buenos Aires - Caracas - Lim - Lisboa - México Monsevidea* Panam Cults’ Fit'de lateie ean doce ic Conta a San Juan do Purto Rica Santiago de Chile indice de capitulos ee DESARROLLO NORMAL cera ' ‘Bases neurobiolégicas del desarrollo del lenguaje .. "joan Narbana y Secundina Femdnder Introduccién Redes funcionales neurocognitivas Cerebro y lenquaje ‘Vlas terminales de ¥ Cortera asociative secundaria. Cortera asociativa tereiari Rol de las estructuras mesiales y subcorticas lesen el lenguaje Gare de dominancia funcional herni ia, Desarrollo uaje Mortogénwesis: siokniciny wipe olla Hodogénesis. . Expansién neuronal y sinaptogénesk Mielinizacin Desoirallo de ie dorninancia hemisérica para el lengquaje .. Maduracién de las elementos mecénicos fonoarticulatorios ... Aprendizaje y engramas eurales Plasticidad cerebral .. Fendmenos de suplencia neural en priva- cranes sensoriales, Comecuencias de las. precoces Ensayo de sintesis. Cuestiones y perspectivas .. 21 Capitulo 2 Modelos psicotingiitsticos del desarratlo del sj! a“ 29 introductian ... Principales rnadetas psicolingiisticas Modelo lingilisticn de Chomsky Nocién de lenquaje innato. Notién de creatividad ...... Fundamentos biokigicos del Tenguaye. Madelo cognitive: Nocién de estrategia Aproximacién psicolégica Aproximacién lingdistica ‘Modelo interaccionista Nocién de modular Aparicidn del lenguaje Precursores de! lenguaje Atencidn selectiva y percepcién categé- rica de los sonidos del habla Recepcién auditiva del habla Estadio prelingGfstioas Produccitin de vocalizaciones (0-2 me- Produccidn de silabas arcaicas (1-4 me- ses} -. Balbuceo rudimentario (3-8 meses) Batbuceo candnico (5-10 meses) Balbuceo mixto (9-18 meses) Desarrollo de los sistemas lingbisticos. Desarrollo del sisterna fonalégicn ... incidencias en el eje sintagmatico Incidencias en el eje paradigmadtice , Incidencias en los ejes sintagmatica ¥ paradigmétice =... Desarrollo del sistema léxico Significado de las. primera: palabras. Desarrollo del sistema marfosintéctica Entonacién .. Sabregeneralzaién - Flexiones ..... Orden de las palabras , Graciones relativas con «que» XIV __ indice de capitulo, Referencia de los peonombres ............. 38 Datos soclolingdésticos .. 66 Desarrollc de fas funciones pragmaticas 38 El nifio en un media bilingte 66 Desartollo'de las aptitudes metalingiisticas.. 38 Implicaciones clinicas de los modelos psico- lingdisicos det desarrollo sree. ws 39) Cuestiones fundamentales a propdsito de fos estadins de la evaluacién del lenqua- Je relacién entre aaa y Pra cidn gdistita y paralingdfstica .... Comprensién, repeticién y produccién.. 38 Valor predictive de los indices de madurex el lerquaje en el nito Captule 3 Dimensiones perceptiva, social, funcio- nal y comunicativa del desarralla 0... 47 Gerardo Aguado Intreduccidin ¥ 47 Etapa prelingdis 48 Desarrollo perceptiva 48 Pereepeidn visual. 48 Percepcién auditiva 48, Coordinacién intersensorial 49 Desarrollo cognitive 50 Procesos cogritives para cl lenquaye en el primer afio 50 Afectividad .... 52 Formates y primera sidn funcional ... 33 Etapa Hrgisica (2 aha} 56 Emisiones de una palabra .. 56 input lingdistice ...... 37 Desarrollo funcional 7 Conclusiones .. 39 Capitulo 4 Bilingdisma en el nifo. , 63 JeorrFrancois Bonnot Introduccién A propiisito de fos universates del lenguaje linnatisreo y gramdtica universal fas, Focmnacién de la interlengua Agrenciuaye bling y mod rica sel lon ‘quale ... 65 Datos neurolingiisticos y psicolinguisticos .. 65 La Gramatica Universal como pr lad emergente del sistema nervioso .. 65 Elementos anatomofuncionales, 65 Repanta y almacenamienta coordinados de la informacion bilingde .... 66 Efectos positivas y efectos sustiactivos del bilinguismo .. Comsideracién det bilingg las instizuciones.. Conclusién .., =?) METODOS DE EVALUACION Y¥ DIAGNOSTICO Capitulo § Evaluacién del lenguaje oral 73 ‘Ana Maris Soprano Introduccién 75 Proceso diagnéstica 7 Entrevista inicial ... 7 Examen propiamente dicho 78 Diagndstico y orientacin 78 Laahora de juego linglistica . 7g ‘Contexto de observacién, tiempo, materi les y consignas .. ‘Contexto linguistica Método de registra Rol del examénador Extrategias para facilitar la Investigacién de! nivel potenciat 4a hora de juego lingatica ene i 86 nitty yy tests formales a a7 Evalvacin de los diversos camponentes Tine 30 50 91 92 92 Diagnéstico audiolégica a7 Alicia Huarte y Nicalis Pérer Introduccién 7 Métades subjetivos o conductuales oF En los © primeros meses .. 98 Oe6 a 18 mess... og Reacciones al nombre y a juguetes so: ORGS ees agiinnca neces a: 99 Audiometria con refwerzo visual 99 De 18 meses a 4 aftos ..., 99 Audiometria de actuacién .. Pd Audiometria verbal de emergencia ....... 100 Audiometris tonal hidica 100 Apartir de 4 afins .... Audiometria tonal liminar Audiometria verbal Impedanciomettia Reflejo. estapedial Potenciales evocados auditives del tronco 1 Electrococleoaralia (ECO) « (Croemisiones acisticas (OEA) .. Evaluacién neuropsicolégica Juan Narbone y ‘Claude ChevrieMuller Aptitudes cognitives generates Atencign y sistema supervisor tromial Gnosias tactiles (estereognosia) Gnosias visuales y somatognosia ‘Gnosias visuo-espaciales y praxias construc Proebas que evan la prelerencia ma- Eficiencla relotiva de cada mano (y de Lateralidad ocular y Signos neuralégices menores 0 Neos exnnanies matores Fascievées da asociscién _. yD subeomicnlo® einiracorieaies Fig. 1-7. OMASSON. S.A. Fotooceier sn tonitactin os un elit de la primera década, ‘Genesis de La mieliniznci6a, represented de forma muy esquemdtica, en felerencie o las principales. tracios implicedos en ef lenguaje, segun tos datos duccién grafofonémica similares. a los de los su- jetos disléxicos normoauditives (Dumont 1991). a eon de signos es un excelente ejemplo de tarea en la que s¢ combina la discrimmactén es- pacial del campo visual periférico con la secuen- ciacién propia del cddigo lingiistico; bajo el pri- mer aspecto, este lenguaje gestual se codlifica principalmente en el hemisferio derecho y, bajo el segundo, en el hemisferio izquierdo. Existe en los sordos un espacio perceptual, topoldgico, un espacio lingiistico, procesades, respective mente, por el hemisierie derecho y por el iz quierda, coma fo confirman algunas observacio- nes clinicoexperimentales (Pole! y cols, 1987, Gamasio y cols. 1966). La mayor competencia visueespacial de los sujetos sordos y su capaci- dad para la utilizacién lingOfstica de estos datos no sdlo se deben a una mayor ejercitacién, sino, probablemente, al establecimiento de conexio- nes mas ricas entre las dregs cerebrales de proce- samiento visual y las dreas terciarias con capaci- dad simbélico-verbal Existen también interesantes experiencias de remo- delacidn en Tas vias vues. En monios a loi qué se eni> dlearan ambos ojos antes del nacimaente se ha demo- ado. que, junto-a un hipedesarrotlo neurodenditica envel dre visual primaria fealcarina}, eaiste un entique~ cimiento de conextones de las dreas asociativas pero: cakatinas con otras dreas asociativas det mismo hemis- ferio. y_ del bemisteria contralateral (Dehay y_ cols. 1988). La eliminacién de una retina permite el aumen- to de proyecciones retinogensuladas horolaterales desde La retina intacta (Cowon y cols. 1984, Kalil y cols, 1986, Shatz 1990}, Consecuencias de las lesiones hemisféricas precoces Durante el desarrollo de los sistemas encefali« cos que posten aferencias bilaterales, los campos ‘sindpticos se solapan inicialmente y luego se se- gregan mediante elimninacién competitive de si- napsis. Goldman-Rakic (1992) demostrd: que las neuronas del cértex prefrontal del mono alteran el recarride de sus pralongaciones coma respuesta a una lesidn. Normalmente la corteza prefrontal de cada hemisferio envia la mayor parte de sus proyecciones. axonales al nicdea caudade hemolateral: extirpando dicha porcién cortical seis semanas antes del 1drming de la ges- tacién y sacrificando al anita! des semanas-des- pués del termina, comprobé que la corteza pre- frontal del hemisferio intacto habia enviado una gran proveccién hacia el caudsdo contralateral {cvyo correspondiente cértex prefrontal se habia ‘extippado}, ademés-de proyectar narmalmente sobre el caudado de su mismo lado, Esta expe- riencia demuestra, por una parte €! aumento quantitative de axones y, por otra, su cambio de destino al suprimir la influencia inhibitoria desde la corteza extitpada, Es bien conocido que fa hemiplejia infantil congénita no conileva paresia facial; en cambio ésla_ccurre constantemente en las hemiplejias adquiridas posnatales (Lenn y Freinkel 1989); por su parte, las encefalopatias congénitas 0 pe- Hinatales que cursan con tetraparesia:suelen con- llevar paresia facial y linquotazin Ascendiendo en complejidad funcional, los fe- némencs de remodelacién neural son también evidenciables; la. compensacién vicaria interhe- mistérica tras lesiones unilaterales.tempranas ha sido objeto de numeroses trabajos. Las lesiones unihemistéricas inquierdas, si son adquiridas dur ramte un period de la vida posnatal que oscila entre los dos y los cinco aitos de edad, suelen causar una pérdida de las funciones formales del lenguaje previamente desarrolladas, pero estos cuadros. afasicas se presentan con menor fre- cuencia y con mejor pronditice que en edades posteriores, ya. que, en el primer quinguenia de vida, el hemisferio derecho posee mayores posi- (EMASSON, 9.4 Fotseaptarain morte un co. Bases neurabletégicas del decarvella del lenguaje 21 bilidades de asumir las funciones verbales; ade- mas, las lesiones de hemisterio derecho durante estas edades tempranas originan afasia con ma- yor frecuencia que en los. adultos (Hécaen 1963. Witelson 1987). En cambio, cuando la disfun- cidn hemisférica es bilateral, como en el caso del sindrome de afasia adquiride con epilepsia {v. cap. 26}, fos fenémenos de suplencia no pue- den ocurrir y, pat ello, la recuperacin es mucho peor; en esta entidad, ai revés de bo que ocurre en las lesiones unilaterales, | prondstico del lrastorn de lenguaje es tanto peor cuanto mas precoz sea la edad de instauracién (Deonna y cols, 1989), En lo concemiente a los efectos de lesiones congénitas lateralizadas y hemisferecomiss pre- cores, bastantes publicacianes carecian de sufi- cliente rigor merodokigico (v, revisién critica rear lizada por Bishop 1988); algunos otros trabajos bien disefiades muestran que. aunque la lesiGn eongénita del hemisferio inquierdo no impide globaimente la adquisicién del lenguaje, si afec- ta de forma ‘electiva el desarrollo de las capa- cidades sinndcticas (Kiessling y cols. 1963); al parecer, las habilidades lexicales tienen asiento. difusamente en ambos hemisterins, pero las que conciemen a la seeuenciacién sintéctica y, proba- blemente, a la fonologia estén profundamente ligadas al hemisterie faquierdo y son dificilmente agumibles por el derecho (Gazaniga 1989, Ga- bari y Narbona 1987). Existen evidencias recien- tes de que la dislexia posee una base lesional disfuncional del hemisterio inquierdo (Galaburda y cols. 1985, Humphereys y cols. 1990, Hynd y col. 1950, Landwehrmeyer y cols. 190), La turderia patolégica de sujetos nacidos pretérmi- a, que testimoniaria un dafio predominante del herisferio iaquierde, corelaciona con un menor rendimiemo escolar, sobre todo en tareas verba- les (Ross y cols. 1992). ENSAYO DE SINTESIS. CUESTIONES: Y PERSPECTIVAS El lento proceso de maduracidén cerebral de+ semboca en el desarrollo de la capacidad merain- lerpretativa, que permite al sujeto humano gene- ror hipétesis acerca de la naturaleza de sus actividades cognitivas y de sus comportamientos; esta capacidad jura en la especie humana el actuar de forma libre frente a las sacudidas de los estimulos ambientales (Gazzaniga 1989; Herschowitz y cols, 1997). La capacidad de pla- nificar e hilvanar pensamientos y acciones, asi como de comprender el lenquaje ¢ incorporar nuevos aprendizajes, depende en gran parte de la memoria de trabajo, que combina la conciencia del momento actual [mativaciones imternas realidad externa) con la informacion acerca de fenémenos inmediatamente ocurridos, pero ya no presentes en el campo perceptive, y co la informacién almecenada desde mas o menos ane tigquamente. Numeresas experiencias demues- tram que las operaciones de esta imprexindible memoria de trabajo s¢ realizan en las regiones prefrontales; la represemacién mental ¥ las acti- ‘vidades con respuesta retardada sla son posi- ‘bles cuando las regiones pretrontales han madu- iado suficientemente (Goldman-Rakic 1992); éstas no completan su miclinizacién hasta poco antes de la pubertad (Yakovley y Lecaurs 1967): el rendimiento de nifioy normales de 5-6 afos en ung tarea de categorizacién (Wisconsin Card ‘Sorting Test) se asemeja al de adultos con lesio- ‘nes prefrontales y, a los 10 aos, los resultados se hacen ya similares a jos de adultos normales {Chelune y Baer 1986). No obstame, al final de! primer afc ya se esbaza en el lactante la te este periode se refiere al aspecto particular de algunos errores gramaticales. Estos emotes no son aleatorios, sino que reflejan el sistema de or- ganizacién lingBistico det nifio, Una vez que éste ha aprendido el empleo del sufijo s-idon para re- ferinse a fo pasado, aplicard esta regia generali- 2dndola a verbos. con formas de participio irregu- lares, Preduciné entonces estructuras como sha ponidos en lugar de «ha puestos, ha hacidas en lugar de sha hechox, aha rompidas en lugar de sha roto®, excétera, En todos estos casos, el nifio aplica una regia a ‘elementos lingiisticos inapropiados; en otras pa- OMASHON S.A Peemgpar an aunorunenn wo unten labras, sobregeneraliza la regla. A la inversa, s¢ dan casos en fos que el nifio aplica una regia ex- cepcional estructuras lingifsticas requlares. Es posible, pues, oltle decir: avuelde en luger de svalée, sobregeneralizando raices inegulares 3 formas regulars ‘© adicids en lugar de adijow, error en el que se da inseguridad respecto a la rate verbal inmegular a elegir, etc. El principio de sobregeneralizacién puede ¢x- tenderse tombidn al léxico, En este estadio, cuando el nifie crea palabras nuevas, tiene ten dencia a genecratlas @ partir de estructuras ya existentes. Estas modificaciones psicolingtisti- cas demuestran que el nifie no aprende Gnica- mente por simple fepeticién o por imitacién. Su aprendizaje se efectda més bien a raves de la deduccidn de les. principios que operan en su lengua y a través de su aplicacién a situaciones nuevas. Flexiones Las flexiones o desinencias son elementos var riables que s¢ afiaden al radical de las palabras segin su posicidn en la frase y cuyo sentido pue- den determina. Algunos lenguas, coma las romances el ruso, uti (izan suchas desinencias pare precivar et sentido de la frase. Los nifios que se femiliarizan con tales len- gues adquieren muy deprise estas formas gramatica: les que se reflejan en los enunciades can complemen- tos de objeto directa e¢ indirecto, La desinencia det complemento de objeto directa en ruso 4 una de las que mis deprita adquiere ef nifio cuando aprende 30 lengua, to misma que ocuere con el serbocroata, el Uitwano, ef hingero, ef fines y el tures. (Sabin 1973, 1962, 1985). Parece clara que hacia el final det perlado de cnuneiades binatios el nifia domina la mayor parte de las formas gramaticales esenciales de su lengua; ¢| nite sabe que las palabras pueden ser agora de una determinada manera y mo icadas por la entonacién y las flexiones. Pare- ce que no existen unas lenguas més dificiles que otras, en cuanto 2 su aprendizaje por parte del nifio; la adquisicién del lenguaje parece relativa- mente facil para todas fos nifios det mundo en te los 2 y 2:6 fos, Orden de las palabras El orden de las palabras determina ¢l sentide: de Ja frase. Un enunciado en espaftol se compa- Modelos psicalingainieas del desarrette del fenguaje 37 ne generaimente seqin el modelo esujeto-verbo- complementa de objeto» (SVO} y el niho lo aprende muy deprisa. Una yer que el nific ha comprendide la funcion de las diferemes partes del discurse, puede arribuir un sentido distinto a enunciadas tales como kel nene comes y scoener la papillas, y puede comprender la frase eoh, el nene come su papilla (Desde los 3:6 anos, pues, el nifio consigue ya dominar la estructura fundamental de su lengua matema y s¢ muestra capaz de hablar intelgi- blemente, y esto, practicamente, sin demasiadas faltas sintécticas ni marfoldgicas. Sin embargo, el proceso de aprendizaje estd todavia lejos de estar acabado, El nie mejora y-afina su lenguaje de varies formas, Ante todo, desaerolla su vocabulario y profundiga su comprensidn del significado de las palabras, Este es un proceso que parece prose- quit durante toda la vida. Por otra parte, a pesor de su buen dominio de las estructuras sintdcti- cas, debe completar su comprensién por medio del acceso a determinadas estructsras gramati- cales, Oraciones relatives con eques! Las relativas con eques no parecen plantear mas problemas que las oraciones activas. Segui y Lévelllé (1977) recogen un 100 % de respuestes correctas de sujetos de 3;7 afias a los enunciados tipo (@). ¥ un 80 % a los enunciados tipo (bj: a) Muéstrame el coche verde que empuja al coche rojo. 6) Muésrame ef caballo blanco que derriba a barrera amarifla. Cuando los pronombres relatives cumplen la funcién de objeto directo, los enuncindes del tipo {c) (enunciedos no reversibles) son bien in- terpretados desde los 3:6 aitos. mientras que los enunciades del tipo (d} (enunciados reversibles} ‘ho Son interpretados bien, en 1 caso sobre 5, hasta alrededor de los 96 afios (Sequi y Léveillé, 1977]: |W, dol T La aurora subdicde of apartado de les esacones elyuses en dor enarones relat con equa erases reat con aques. En faneds, lengua original de este capitul, ambos ‘pronambres.reltiras se diecencian pestecamente: of pramero hace la funcdn de wieio de la oration wboedinads ¥ 4 5e- ‘Guna, de ebjeto directo. sin embargo, en espaficl amas tre ones som relizadas por ls miirse forma: premeecinal, poe 1 ‘due Tos dos apariaden del erkginal frances se han fundido en une sola, gl) Muéstrame e! cache blanco que el coche rojo empuja. d2) Muéstrame el coche verde que empuja el coche rojo. Referencia de los pronombres* Cuando los dos sintagmas mominales (SN) de la primeta proposicién, en una oracién compues- ta, son de género o de ndmero diferentes, la for- ma del pranombre o del verbo puede orientar la interpretacién, Nos podemos preguntar a partir de qué momenta cae el nifio en la cuenta de es- ‘tos indicadares, y si considera antes la referencia de uno de los dos SN mas que del otro cuando faltan aquellos. Los wabajos de Kail (1976) y de Kail y Léveillé (1977) descubren tres estrategias sucesivas; 1, Hasta alrededor de ios 3:6 atlas los nifios refie- ren el pronombre al sintagmna nominal (SN) mds préx- mo, Los autores avanzan [a hipotesis de la existencia de una estrategia de distancia minima sin tener en cuenta eventuales diferencias de género. Para el enunciado del tipo e#| nifio azul empuja a la nifia roja y [pronombre personal) derriba fa vora rojae, los niftos comprenden e! pronombre caro referide a la enifta rojas, sea et pronombre «Ble o «lian, 2, Después, se percibe la aparicidn de una estrate- gia de no cambio de rol. Consiste en imerpretar el pro- nombre sujeto, sea cualquiera todavia su género, como un sustituto del SN sujeto. Este modo de com- prensiGn subsiste hasta alrededor de los 6 aos. 3. A partir de esta edad, se instale una estrategia léxica: los nifios tienen en cuenta los indécadares de genera, 'N. del T. Este spactade tiene ventide silo en las-lenguas. po pro-drop, ¢: decir, en aquelias lenquas en las que ef pro- ‘sombre personal con funcién de sujeta es obligaterio, xan do no eriste ninglin otra elemento que haga dicha funcisn ‘gramatical. Esto sucede en francés y en inglés, pat ejemplo. Sin embargo, este apartado no pote casi ningin sentido para el espofol, No-cbstamte, s¢ ha treducido porque puede apottar infaeraciones interesantes para una mejor compren- sd det desarrollo del lenguaje. Téngase en cuenta, ade- mis, que ef problems referida a la omisidn del sujeto pro- nominal, por parte de los mifios pequefos, en las lenguas no prodiap ha sido y sigue slendo un tema recurtente pare jus Iiicar ta valider de a versidn paramétrica de la gramatica generativa, De pie pee ee oe Ein ge ae mie ee miticas. Estas funciones se refieren a los indica- dores que determinan qué tipo de lenquaje conviene en un contexte dade. El conocimienta de tales indicadores permite comunicarse eficaz- mente por medio de la eleccién de expresiones apropiadas, segiin sea el status del interlocutor. Por ejemplo, la expresién del nifio sera diferente dependiendo de que hable a otra nifio, a sus pa- dres, al profesor, al médico, etc. , Las primeras investigaciones sobre el desarro- No de las aptitudes para comunicarse fueron efectuadas por Piaget (1923). A partir de sus ob- servaciones realizadas sobre conversaciones de nifos, este autor conciuys que el nifio.¢s inferior al adulto en lo que se refiere a la utilizacién de las funciones pragméaticas. Sequin él, el nifio pone de manifiesto su dificultad para distanciar- $8 y para concebir la posicin del interlocutor. EI lenguaje que resulia de ellos, pues, no contiene ‘todas las informaciones necesarias para [a buena comprensidn del oyente. Piaget definié este esta- dio con la expresién de lenguaje egocénirico. Sélo hacia los 6-7 afios el nifio desarrollard su capaci- dad para establecer diferencias entre su percep- cin y la de los otras. Esta interpretacitin motivé que otros investiga- dores fealizaran numerosos estudios sabre este tema (Gleason y cols. 1976, Nelson 1977, Berni- cot 1990). Desarrollo de las aptitudes metalingiisticas Cuando el nifio adquiere aptitudes metalin- gilisticas podrd ya discemir las ambighedades, diferenciar enunciados gramaticales y mo grama- ticales, controlar su lengua hasta el punto de ha- cer rimas, poesia y juegos de palabras. De estas investigaciones emerge la idea de que la fase evolutiva de los juicios metalingdisticas del nih se divide en tres etapas. Durante la primera etapa, el nifio juaga la aceptabilidad del enuncia- do basdndose en su comprensidn de dicho enun- Gado. En la sequnda, es la aceptabilidad de los acontecimientos descritos por el lenguaje la que determina la del enunciado. En la tercera etapa, el nifio es capaz de evaluar los enunciados a partir de criterios estrictamente gramaticales. En enunciados como sel carnicero mira al peluquera cuando [pre} comes, el pronombre de la segunda pro- MASSON, SA. Fotoccplar nh ausoriactn es ue salto. posiciin puede referine al sujero de la primera (ete- rencia anoférica) o.& una persona na mencionada en e! enunciodo {referencia exoldsica), Desvelar esta ambi- gGeded indica aptitudes metalingisticas, y no es més que & panir de Ins 14 aos cuando ies niftos carnien- Zan a proporGonar eiponténegmente respuesias en este senda. El dominic de li referencia exoférica, por otra parte, no esté asequrada antes de los 11 afos (Kail y Léveillé 1977). Una observacién importante a propdsito de los trabajos sobre el desarrollo metalingdistico es la disociacion que s¢ da en el nifio entre el nivel de los comportamientos verbales receptivas y ex- presivos, y el de los juicios y razonamientos efec- qwados. sobre cuestiones de lenguaje. Tal disocia- cién, entre e! nivel de requlacién conductual y el de toma de conciencia lingdistica por parte del nifio, plantea un problema importante para la explicacion de la adquisicién del lenquaje. Para progresar en el lenguaje, el nthe efectia xenslantemente una comparacion entre sus pro- pias producciones y las que le dirige su entamo, Una segunda disociacidn a sefalar a propdsito de fos trabajos sobre el desarrollo metalingilsti= <@ concieme al hecho de que la toma de con- vdencia de la lengua (conciencia lingtistica) no parece intervenir en el mismo marmento para los diferentes componente: del sistema lingiilstico. Entre los 4 y los & afios, el nifia es capaz de adaptar determinados aspectos de su discurso en funcién del nivel lingGlstice de su interlocutor. Esta adapiacién se manifiesta segin un calenda: rio poco determinado todavia. Los datos disponibles actualmente parecen confirmar Ia notable heterocronia que existe res- pecto a la tora de conciencia metalingiistica entre los diferentes componentes del sistema lin: giiistico (fonético, semdntico, morfosintictico y pragmatico). IMPLICACIONES CLINICAS DE LOS MODELOS: PSICOLINGUISTICOS DEL DESARROLLO ‘Cuestiones fundamentales a propésite de los ‘estadios de la evaluacion del lenguaje: relacién entre comprensién y produccién: Las observaciones de los investigadores han demostrado generalmente que los nifios se er- comtraban en disposicién de responder correcta- mente a enundiades més complejos que los que podian producir. Esto nos lleva 2 suponer que el desarrolla de la comprensién esté por delante que el de la produccién de! habla. Sin embargo, Modelos psicolinatistions del desarallo'del lenguaje 39 Ja elacién entre comprensién y produccién lin- qhistice esté lejos de ser evidente. Seria necesa- tie distinguir la percepcidn auditiva y la com- prensidn lingiistica por una parte, y ésta y la comprensién de los signos contextuales extraline gilisticos por otra, Seria necesario, iqualmente, -especificar sise trata de una produccién linglisti- ca a partir de una repeticidn o a partir del len guaje esponténes, Percepeidn auaitiva y comprensin linggisica y poralingdltica Cuando el nitio designa un objeto o ejecuta una demanda durante el juego o en situaciin de test, puede deducirse, por tanto, que camprende Io que se le dice. En numerosas casos, las consig- has. que parecen ser recibidas y comprendidas tienen tendencia a poseer un cardcter redundan- te respecto al contexto, 3 estar constituidas de epunciados cortes y simples, a estar fuertemente acentuadat y a ser repetidas y acompafiadas de estos exagerados, Podsla suponerse entonces que el nifio hubiera comprendido el contexto y las posibles intenciones de los padres a partir de la siuacién, y no el significado preciso del men- saje adulto. Comprensién, repericign y produccidn Ante estas incertidumbres, seria deseable que fueran realizadas investigaciones experimentales mas controladas que nos dieran mas informacion de las verdaderas competencias subyacentes a la comprensién y a la produccidn. A titulo ilustrati- vo, citemos la experiencia princeps de Brown, Fraser y Bellugi (1963) que examinaron el perlo- do en el que aparecié la competencia gramatical referida a la comprensisn, la repeticion y la pro- ducciGn, Estos autores sometieron a prueba 10 contrastes gramaticales en nifios de 3 afios. En la compreraitn la tarea del nifto consistla ent selec: @onar la imagen que mejor corresponds. al. enuncisdo presentado, Asi, ef contraste entre singular y él plu- Fal. par ejemplo, fue puesto 2 prueba con la ayuda de: erunciados como ala oveja satan veruis elas avejas sal tans, El nifio clegla entre imigenes de las que una re preventabe una Oreja saltando una ceren y una ovejo que eéperabe (pare el singular). ¥ ota tepresentabo 0. dos avejas saltande la cerca {para et plural). En ta reperieida, | nifio deta demoszar su compe- tencia por medio de una buena imitecidn del enuncia- do propuesto, mientras que en ia produccidn, la de- mostraba a trawés de la utllueckin de elementos Fomaticales pertinentes (p.¢)., aes versus sons) en fa 40__ PARTE | Desarratio normal tarea de descripcién expontinen de lg imsgenes pro- puestas, Los resultados de este estudio mostraron que: la produccién espontanea con elementos. grama- ticales adecuados constituia generalmente la mas. dificil de las tres tareas. Era sequida, en orden decreciente, por la tarea de comprensién y, fi nalmente, por la repeticién de los enunciados Propuestas. Los nifias parecen, pues, ser capaces de producir enunciados sin comprenderlos, por un acto de puta imitacién. Por el contrario, no parecen capaces de proporcionar marcas grama- ticales correctas en la produccién esponténea sin comprender su significado. El intento de emplear una estructura gramati- cal podria muy bien ser el medio por el que el nifia adquiere esa misma estructura. El nifio crea y ¢ sirve de sus propias estructuras gra- maticales durante su busqueda de las reglas adecuadas que rigen las estructuras de! [engua- je adulto. Esto nos lleva a concluir que, por una parte, ef nifo comprende efectivamente algunas palabras y determinadas estructuras antes de que él pue- da producirlas y que, por otra parie, el nifo comprende otras determinadas palabras y otras determinadas estructuras. en el curso de sus in- tentes de produccién y de comprensién. Tabla 2-2. 3. Griterio gramatical enunciad distinta de aquel en-el que Ejemplo: y coge eso (1) y busea ero (2}0 Se convideran come unidiades gramaticales compfetas: pronombre en una telacign sujeto-vesbo 2. Las oraciones incompletas en fas que est4 or 3. Los verbos en imperative: Griterios ke segmentacién de enuncisdos Ui envio puede sedi Sein alguno(s) de-estos 3 criterion: Produccign verbal marcada en tu principio y en su final por una pawsa 2. fodoion verbal marcade en su principio y en su final por una madificacién en la entanaeidin 8) Si una wniddad gramatical est6 encajada sin que haya pausa.o cambio, vetd considerada camo un se encaje Ejempl ey despuds fe noes as eR se pone ahs bb} Vorins unidades gramaticoles sequidas sin estar separadas por una pausa o por un cambio de ent AdciGn sérén consideradas como enunciados distintas 1. Las orationes completas que son produsciones verhales que contienen, como minimo, un nombre un ido ef sujeto Tabla 2-1. El formato CHAT y el programa informético CLAMS ELCHAT (McWhynney y Sravw 1991) #8 un formato de transcripcign que permite informatizar y codi- ficar el roypees fo comjunte de emisiones vesbales del sujeto durante una unidad de cbservecion) EL CLAMS (McWhinney 1997) es un programa in- Formatico de lenguaje que permite tratar y onali- tat los datos del corpus teniendo en cuenta a ly ver todos los. componentes del lenguaje (tenét- €0, fonolégkco, lexical, morfosintéctico y prag- mnatico). Varios eutores han experimentado con éite instrumento ¥y han detallada tas principios que regulan el archivo de los datos (Me'Whynney ¥ Seer 1991, Sokolov y Snow 1904, Parisve y Le Normand 1997) Valor predictive de los indices de madurez del lenguaje en el nifio En el plano de [a morfosintaxis, el nifio seg- menta fos enunciados en palabras a la vez que adquiere los marfemas. Por regia general, el ac- ceso del nifto al andlisis y a la estructura lingiis- tica se efectda con una relativa simultaneidad. Le Normand (1986, 1991, 1997), a la manera de otros autores (Brown 1973, Miller y Chapman 1981, Wells 1985, Rondal y cols. 1987}, propo- 1 criterion. qramatical vb jerdirquicamente en segundo lugoe sespecto a los crterios 1 y 2. De esta manera, si hay oraciones suborefinadas que forman una sola oracién, pero estén separadas por una pausa oun cambio, de entonacisn, serdn consideradas como enunciados diferentes, oi anh ie por Le Mriand, «pnd Ronda Gena Cee UAE, Pet 105) de onda Modelos piivolingtistions del desarrollo del lenguaje 4 55 see 1 tomo destaverstio 48 Tt Maco trorable 18 20 aa ae 28 Es aa a8 aa an diag (bese) Fig. 2-1. Longitud media de enuntiado (UME) en funcidn de la edad y del medio, COMASSON, 3.A Fotocoplar tin mitoniraiin 9 unite Fig. 2-2, Longitud media de enunciado (LME) en funcién de la edad y del sexo, Fig. 2% Indice de vorabulario en funcide de Is edad y del medio, Fig. 2-4. Indice de vocabulario en funcidn de la edad y del sexo. "QMASSON, 6.A. Fosicogar sn auteuactin en del. ne una serie de puntos de referencia evolutives respecta a la madurez simdctica del nifto, Estos pumos han sido obtenidos a través de las graba- clones de 260 nifos froncéfenas monelingies (180 nifios y 180 nifias), entre 2 y 4 afos, repar- tides en 9 intervals de edad de 3 meses cada uno, pertenccientes a medios sociales bajos y medies. Se trataba de grabaciones de conversa: ones de cada nifio:con uno de bes padres en la ‘guarderia, con la participacién de Ia puericulto- rao en la escuela infantil en imteraccién con una de las profesoras, en una siuacidn de juego es- pontdneo, pero estandarizado (La Casita’, de Fis- heey muestras de lenguaje se transcribieron sequin a ee cir (MicWhanney 1951) (tabla 2-1) y lis reglas de segmentacidn de Rondal, Bachelet 'y Pénée (1985) (tabla 2-2). Estas muestras de lene ques analzacen utilzando bs instrumentas in- izados de investigaciin (McWhinney y Snow 1985) que permiten obtener datos contrastades para el cdiculo de la longitud media de enunciads- AUME), que se define por la relacién del mimero de palabras con el nimero de enunciadas, ¥ del inci- #¢ de vocabulario (VOQ, que se define por el i= mero de palabras diferentes en la muestra de len quaje recogida. Un resultado significative s¢ refiere al papel que ejerce el mecio sociocultural en los indices LME y VOC en todas las edades a partir de los 2,6 aftos (figs. 2-1 y 2-3}. Por el contraria, fa in- fluencia del sexo en los indices LME y VOC nose taduce de manera estadisticamente significative en la muestra estudiada. Las figuras 2-2 y 2d ponen de manifiesto la manera en que ios nifos, después de ir inicialmente retrasados respecto a. las nifias, akanzan bruscamente su mismo nivel durante el Giimo trimestre de la observacién (2:9 aftos a 3 altos) Adem4s. los ritmes. de adquisicién son muy variables de un nifo a otro de la misma edad, sobre todo durante el periodo de 2 afies-2:9 cates, perlodo was el cual se estabiliza el ndmero de palabras en el conjunto de los sujetos. Los resultados obtenidos de la muestra de ni- fos de 2 a 4 afios han permitido mostrar la evo- tucidin de la LME respecto a la edad, Todos los ‘autores estén de acuerdo, no.cbstante, en consi- derar que, més alld de una media de 4 morfemas por enunciada, lo que dice el nito festé més en funcién del contexto en el que estd registrado su lenquaje que de sus conocimientos lingGisticos, Este fenomeng, que se traduce ge- neralmente en la ausencia de correlacién entre la LME y la edad a partir de fos 3 afios, s¢ puede Modsiot pleclingiisices dal denarii lenguale 43 ilusar, sobre nuestros resultados, por la curva de evolucién que muestra una desaceleracién de ‘eite Indice entre los 2;9 aftos y les 3 afios. Con- viene, pues, limitar en las observaciones clinicas fa utilizaci6n de este Indice a un periodo muy determinado (de 2 a 3 afos); Mas alld de esta edad se debern delinit otras medidas para apreciar la madurez sintéctica. Por ejemplo, ef Paradigms del pronombre personal o el para- digma det verbo han sido considerados entre el conjunto de las clases de palabras coma les me- jores indicadores predictivos de los inicios de Ia ja en el nifo (Le Normand 1994, Le Ls y cols. 1995, Plaza y Le Normand 1996). El conjumto de estas investigacianes sabre el valor predictive de los indices de madurez del lenguaje deberla precisar de manera dindmica las etopas ¥ el nivel de tratamiento del lenguaje del nifia en el curso de su maduracién en rela- in con sus experiencias cognitivas y sociales Los resultados de estos trabajos contribuitdn asi 8 un mejor conocimiento de los mecanismes de adquikicion del lenguaje facilitando el descubri- miento y la prevencidn de los retrasos y de las disfunciones precaces en el nifio, BIBLIOGRAFIA OMAEION.S A. Foteceparsmaerttasi man ost Eo ——E Dimensiones perceptiva, social, funcional y comunicativa del desarrollo | eevee maaae INTRODUCCION El lenguaje aparece desde el primer af de ‘vida y acompatia a casi todas los actwidades hu- monas. Acdemds, su adquisicidn no requiere un esluerzo especial. Esto puede parecer una afir- macidn trivial, comsecuencia de 4o farniliar y ob- ‘vib que resulta lo adquisicién del lenguaje en condiciones normales. Esta famillarided ¢ pone en cuestion cuando: el ning tarda en empezar a hablar. cuando nos encantramos con una persona que ha perdido eta facultad, cuando un error inconsciente hace que el owe entienda una cosa distinta a la que querlamos decir, cuando nos resulta dificil ha blar-en una situation comprometida © Nena de tensién, cuando no encontrames palabras para expresar lo que sentimas, pemsamos o percibi- mos, etc. Sin embargo, esta complejidad no os obsticulo para que €l nifio adquiera el lenguaje sin esfueraa, cuando no se dan entorpecimigntes especiales en el desarrollo, Por otra parte, en la interacckie entre el bebé, adn sin lenguoje, y su madre! se observan con- ductas comunicativas con un alto grado de efica- cia en Ia consecucidn de objetivos exencioles para el bienestar dei nif, Este entendimiento. casi perlecta permite al bebé informar sobre sus estar dos fisiokégicos, afectivos y cagnitives aun ontes de la adquisicién del lenguaje. Parece como si ése se hubiera ido afiadiendo a la comunicacign célablecida y asequrada desde «! mismo inicio de la vida, casi sin una epercepcién consciente por prte-de los adultos que radean al nifio. ‘siempre quer te engiee ef iderind entices spadnep se ‘quiere bacer referencia cusigaler suo que tealice Us fn- ones de cud, ples aleseniacitn yn fn, de inka eter heer toe camanivadotrelevarte 20 e 46. Es evidente que las interacciones cormunicatl- ‘vas de! bebé de menos de 1 afio- con los adultos mis significativos. son fundsmentales para el aprendizaje del lenguaye. Parece que hay mucho comino andede para cuando el niflo empieza a usar sus primeras expresiones reconocibles camo palabras. Se trata, pues, de explorer esas adqui- Skiones que el niio ya posee, unas antes y otras después, en los des primeros atios de vida, El obijetive de este capitula es ¢l estudio de tas interrelaciones entre los diversas aspectos psicols- gicos que influyen en y son influidos por el len- ‘guaje. Para ello xe adoptara une visidn interaccio- ista que itente superar los hiatos ques producen en la psicolingUistica a causa del mayor © menor peso concedido a las clenrias humanas implicadas en su emudic; wel lenguaje es dema- siado humane para ser confinada en una sola dis- ciplinas {Hunt y Agnali 1991). Concretamente, fend:d en cuenta una posture tundamentada en Jp pare =psicos de la piicolingilstica. No slo en lo referemte a la determinacin de los procesos psicoligicos implicades en la adquisicidn de! ten Quaje, sing, sobre todo, en el papel trascendental que aquél desernpena en el desarralle psicoldgi co, Se pretende evitar, de esa forma, lo que Ber- ko Gleason (1987, pig. 7) llamd toorls de La psico- Jogia evolutive eesencialmente no verbale Por otra parte, el capitulo se va a concentrar cen los dos. peimeros afios de Ia vida, ya que lo ‘que $¢ pretende es mostrar fos fundamentas co: municatives de la actividad lingdistica. En etre capitulo se deseribe el Jenguaje en su evolucion. En dste, sin embargo, seve a intentar poner de relieve, por un lado, la continuidad ene las pri- meras manifestacianes comunicativas y el len guaje evelucionada y, por otra, cémo se hace posible dre a partir de las interacciones asimétri- ‘as del nifio y su made. a 48 PARTE Dessralio normal ETAPA PRELINGUISTICA Desarrollo perceptivo Atrds han quedado ya los tempos en los que se consideraba que el nifio nacls inerme, eciego y sordos, Desde hace varias décadas se sabe que fos recién nacidos estén dotados de una buena cantidad de mecanismos perceptives y cagnitives para hacer frente al mundo que les rodeo. Sin embargo, los recién nacides, a pesar de sus competencias, som organismos con un gran mimero de limitaciones que hacen dificil probar su auténtico nivel de competencia, No obstante, tas investigadores han ingeniado una gran canti- dad de modelos y artilugias qué permiten acer- arse al objetivo, Percepcidn visaal ‘Ya en sus primetas semanas de vida se ha com- probado la existencia de una serie de capacidades de! nifio:relativas a la percepciin del espacio. Y, ademés, muestran un grado de refinamienta sar- Prendemiemente elevade. (Para una exensa revi- On de los progreios y problemas relatives a la percepciin, v. Bower 1979, Mehler y Dupoux 1990, Karmiloff-Smith 1995, Locke 1995.) En este tipo de experimentos se ha empleado frecuentemente la técnica de habituacidn’, mo- delo experimental muy utilizado en la investiga: ccidn sobre la percepcién auditiva, como se verd mds adelante. Pera lo que nos interess ahora es. ef hecho de que la habituacidn nes lleva a los conceptos de aprendizaje y memoria. Que un nifio de poras semanas s¢ habitde a un estimulo ‘visual o auditive y deje de prestarle atencién su- pone que dicho nit ha memorizado algunas ca- Facteristicas del estimulo y que, coma conse- cuencia, se ha creado expectativas de «cémo deben ir las cosas* respecto a eso que estaba viendo u cyendo, Precisamente, la ruptura de es tas expectativas es lo que permite poner en evie dencia nuevas conductas de atencién, que son las que sirven de variable dependiente en este tipo de investigaciones. Ademss, puede decirse que esta memoria ¢s enormemente efectiva, dada la velnz progresin en el desarralle pereep- tive durante ¢l primer afio de vida. #1 experimentos bosados en tb habuncion conser nba rrpmticiin de un enimula basa que el nia dea de most conducta, de otnncign 2 dicho estimuio {chupar el choprte, ete), pars despus poder cknemvar a ye 6 wn eaevo despre de ls asenciée ane ur estima catines, case en gure aeepta ie! bebe conddera ef segundo eitimulo dnt de primera. Un aspecto importante del estudio de la per cepcién visual ¢n los nifios de menos de 1 ano es el relative ala capacidad mostrada por éstas, an- tes de los 4 meses, para segmentar el espectro de las colores en categarias similares a las er pleadas por el adulto. & decir, parece que los bebés organizan los colores alrededor de prototi- pos, de forma natural, antes de que e! aprendi- zaje de los nombres de eos y otros colores am- plie ei mimero de categorlas y restrinja su extensién (segun la tearfa del relativimme fingast- ca de Wharf}. Y sucede lo mismo con las formas. (Mehler y Oupoux 1990). Este mismo efecto to encontraremeos despuds en la percepcién de fo- nemas y aldtanos. Reipecto.8 la naturaleze errdtica y combiante de la anencidn en las peimerac vemnanas parece que, 2 pesar idea poco que sabemos, puede asequrarse que las co- racteristicas estimulsres que atrapan la mirado det bebé se refieren al movimiento, el trifle, ¢t colee, af ccontrante, ef sonida. Y qué mejor estimul que et fa4- ‘wo humana (Palacios 1990, Karnuiloff-Smith 1995): ‘ojos que brillan y ve mueven: contrestes de color entre care y

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