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Sec. Dr. Honorato Quispe.

Exp. Nº 2000-176-Pag. 269-Tomo 12.


Cuaderno Principal.
Escrito Nº
Solicita se tenga presente.

AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE


JUSTICIA DE ICA:

PABLO TAIPE SOLIS, con motivo de los autos seguido con la Empresa Carolina
Tropicana S.A.C., sobre Indemnización por Despido Arbitrario y Otro, a Ud.
respetuosamente digo:

Que, habiendo la honorable Sala señalado fecha para la vista de la causa para el
día Martes 04 de Junio del año en curso a horas 8: 30 a.m. Solicito se sirva
Revocar en parte la sentencia apelada en el extremo que declara infundada la
Indemnización por Despido Arbitrario y reformándola se declare fundada la
referida pretensión, ordenándose el pago de dicho concepto por parte de la
demandada, más los intereses legales, con costas y costos, en tal virtud, solicito
se sirva tener presente al momento de resolver los fundamentos siguientes:

1.- Que, las cartas cursadas por la emplazada, constituye un acto de hostilidad,
previsto por el inciso c) del art. 30 del D.S. Nº 003-97-TR, toda vez que el traslado
a lugar distinto para la prestación de servicios se ha ordenado sin tener en cuenta
que el recurrente ha venido laborando por más de cinco años, es decir en forma
habitual en ésta ciudad y que pese a mis descargos efectuados mediante cartas,
donde se ha acompañado el certificado médico y recetas de mi tratamiento con
relación a mi enfermedad y que acredita que no puedo residir en lugares
húmedos, la demandada ha venido presionándome para que el recurrente sea
traslado a la ciudad de Lima, notándose evidentemente el propósito de
ocasionarme un grave perjuicio a mi salud.
2.- La emplazada al reiterarme mi traslado a la ciudad de Lima, mediante cartas
notariales, no se ha pronunciado con respecto al certificado médico que prueba
que el recurrente se encuentra en tratamiento médico prolongado, y que por
prescripción médica no podía permanecer en ambientes húmedos y que la ciudad
de Lima es un lugar húmedo lo que me causaría un grave perjuicio a mi salud, en
consecuencia la emplazada lejos de comprender mi delicado estado de salud, sólo
ha demostrando una actitud hostil, al obligarme a prestar mis servicios en un lugar
distinto al que habitualmente he venido laborando, amparándose en el argumento
de “que las decisiones no se discute sino se cumple” .

3.- Que, al haber demostrado la demandada un acto de hostilidad contra mi


persona, y con las facultades que me confiere el art. 35 del acotado Decreto
Supremo, el recurrente ha optado por la interposición de la demanda del pago de
la indemnización por despido arbitrario, y que al haber concurrido los
presupuestos para la procedencia de ésta pretensión, el Juez de la Causa no ha
valorado en forma conjunta los medios probatorios ofrecido por mi parte y menos
ha utilizado una apreciación razonable. De esta forma se demuestra que en la
sentencia apelada en ninguno de sus extremos el A Quo se ha pronunciado con
respecto al acta de visita inspectiva practicado por el inspector de la Dirección
Regional de Trabajo, donde se registra que el día 12 de Mayo del 2000 he sido
impedido de ingresar a mi centro de trabajo, sin que exista carta de despido con
expresión de causa alguna, lo que constituye dicho hecho, un despido arbitrario.

4.-En consecuencia, el certificado de la denuncia policial y el acta de visita


inspectiva que se anexa a la demanda, demuestran en forma fehaciente e
incontrovertible que la emplazada, impidió al recurrente a ingresar a laborar a mi
centro de labor, hecho que constituye un despido sin expresión de causa o motivo
alguno, no mediando carta alguna de despido.
5.- Que, no obstante la sentencia apelada reproduce en parte los fundamentos
sostenidos por el recurrente en mi demanda, en cuanto se refiere que mi traslado
a la ciudad de Lima me ocasionaría un grave perjuicio de mi salud bronquial, el
Juez de la Causa no ha considerado que este hecho constituye un acto de
hostilidad, incurriendo en la inaplicación de la norma material, limitándose
únicamente a expresar que “la emplazada tiene estas facultades para ordenar el
cambio de lugar en defensa de sus intereses”, pero se ha olvidado el Juez que el
recurrente no podía ser trasladado a un lugar distinto de aquel que he venido
prestando mis servicios habitualmente como es la ciudad de Ica, donde he venido
laborando por más de cinco años y que he adquirido derechos que son
irrenunciables y que de ocurrir dicho cambio de lugar, éste constituiría un acto de
hostilidad, dando lugar que el recurrente opte por la interposición de la demanda
de Indemnización por despido arbitrario. En consecuencia, la sentencia apelada
carece de sustento probatorio para haber declarado infundada la demanda en este
extremo.

6.- Por ésas consideraciones SOLICITO se sirva REVOCAR la sentencia apelada


en el extremo que declara infundada la indemnización por despido arbitrario.

Sírvase tener presente.-

Ica, 31 de mayo de 2002.

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