• 382.

JORGE I!ASURTO

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f
culos que había habido en los años treinta pero sin apoyos sólidos y con ~~~:.:
una burquesía mucho más poderosa económicamente y un aparato es- .!:.:·
-~· López Portillo: f¡
tatal fuertemente ligado al capital; Jos resultados desde el punto de Vista ~~;:-~ ;¡
de las transformaciones y los logros de las clases populares fueron ma- ~~-:~:- un sexenio de auge y crisis f

gros. por no decir nulos. :(;

Pero esto no significa forzosamente que la familia revolucionaria en

el poder haya renunciado a seguir ostentándose la heredera del movi-
miento de 191 O. La fraseología siguió siendo radical y la palabra ·revo-
lución" continuó presentándose invariablemente en todos los discursos
oficiales de autoridades altas. medias y bajas.
Podría afirmarse. finalmente. que la movilización emprendida du-
rante el populismo cardenlsta precedió al despegue económico, pero
que, conforme avanzó la industrialización y el desarrollo en general. el
desfase tendió a estrecharse en el sentido de que las clases medias y
populares adquirieron una mayor conCiencia de sus capacidades de
decisión y de organización autónoma. así como un cambio en sus acti-
tudes. todo lo cual han sido elementos que las han empujado ·a la opo-
sición en los sexenios siguientes.
En el aspecto de la historia de la llamada guerra fria. las últimas in-
.daqaciones hacen aparecer a Luis Echeverría como un asesino próximo
al qenocida. lo que contradice el contenido de su política. tanto interior
como exterior. Independientemente de la discusión sobre ~a definición
del concepto de ·genocidio·: todas estas narraciones y testimonios no
favorecen la imagen política del ex presidente. Teniendo en considera-
ción lo expuesto, sería imprescindible una elucidación amplia y preci-
sa, y el primer interesado en dejar en claro su responsabilidad en esos
crímenes y episodios es el propio Luis Echeverrfa. Solamente d.e él de-
pende la imagen que·ha de recoger la historia.
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GERMÁN PÉREZ Y ROSA MARIA MIRÓN• "!'
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~
INTRODUCCIÓN
~
, oy. unos años después del cambio de estafeta en el mando "
ti del Ejecutivo. México. un paiS de irracionalidad y cambio. de
sorpresas. violencia. radicalismo y, conflicto, no deja de ma-
nifestar el descontrol típico de una sociedad que no com-
prende aquello que la convulSiona en su m\Sma intimidad.
Aún revolotea en el aire un halo de rencor confusamente dirigido a
un pasado que sentimos que desembocó ·en un brutal desencanto. Con
el apresuramiento característico de un casi nuevo rico. 4e un recién
nombrado jefe de oficina. nuestra sociedad se vio tentada. iilvitada tam-
bién. a despojarse de un ancestral rencor de ser menos. de ser pobres.
conquistados. invadidos. manipulados y. en el sentido Hterat del térmi-
no. subdeSarrollados.
El mi~aqro del petrÓleo y un poco de Íraba)o haría a este país fuerte.
rico, influyente y. sobre todo. poderosO. Yantes de serlo. lo vivió; antes
de lograrlo lo disfrUtó. La nación toda se la pasó bien: ganó más de lo
que realmente trabajó y gastó más de lo que produjo. Ahora la espada
de Damocles. sin poder caer sobre un país desde siempre desgarrado.
fracturado. clama venqaóza. La sociedad civil por qué no. también.
• ·Germán Pérez y Rosa Maria Mirón. ·López Ponlllo: Un sexenio de auqe y crisis". en
fvoludón del fstado MexicanO. tomo m. México. Ed. el Caballito. 1986. pp. 189-254.

'·

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GERMÁN Pi':REZ Y ROSA MARIA MIRÓN
Una vez más la alquimia de la comunicación nacional. a manera de
mecanismos de ajuste a nivel social. ha logrado dar salida a esta frustra-
ción. El culpable es el otro. En una sociedad como la mexicana. sin
embargo. acostumbrada a las rupturas. no hay posibilidad de media-
ción ni serenidad alguna. El bueno es siempre buenísimo, y el malo sim-
plemente malísimo.
A tal grado se ha culpado a los malvados corruptos, nepotistas.
malversadores de fondos. que un investigador en ciencias sociales sien-
te temor al afirmar que hace cuatro o cinco años las cosas no iban tan
mal. Es difícil encontrar en uno de los últimos cientos de días pasados
alguno en el que no se ataque al gobierno anterior: ·
No s~ trata. en esta ocasión. de explicar cómo los ataques al Estado
mexicano sirven a ciertos grupos para lograr aumentar su espacio polí-
tico -como es el caso de la iqlesia o de los industriales-. o sus ganancias
económicas ~iante medidas tales como el retorno de industrias al
sector privado, el otorgamiento de créditos preferenciales. la condona-
ción de deudas. o la exención de Impuestos; en fin. un ~reso al paraíso
fiscal y financiero perdido. Que lo logren o no. es otro problema. pero
son ciertamente posibles consecuencias del descrédito estatal. Así, pa-
rece claro que la política de presión al Estado para obtener canonjías se
fundamenta en el descrédito del Estado como admiriistradQt Yese des-
crédito está legitimado por t<>Qos nosotros. · .
Con increíble facilidad Jos medios de comunicación en México Jo·-
qraron culpar de todo y por todo al Estado nacional y. lo más Importan-
te. liberaron de toda. responsabilidad a la sociedad civil. Porque dentro
de esta Jóqica. el convencimiento de la responsabilidad ajena. una vez
logrado el consenso sobre el enemigo a vencer. facilita el olvido de la
oportunidad que él país dejó escapar:
No se recuerdan ya los frecuentes viajes a Houston y a Vail; ia inmo-
derad~ compra de baratijas tales como ropa europea. toda clase de apa-
ratos eléctricos japoneses, la •tayuca· y, también~ Jos enormes gast~ en
bebidas importadas . .Sin embargo, un cieno presentimiento de que este
actuar era cínico. invitó a un.a cierta prevención. Así, se ahorró. pero en
dólares y eri bancos. extranjeros. · .
1,:1 proceso rebasó al país, tanto a nivel personal como social y guber-
namental. Quizá ·tarda·mos en darnos cuenta de que muchas -demasía-
.das- naciones hicieron lo mismo. Wna coincidencia? Es difícil saberlo.
El hecho es que, como México. un día toda Latinoamérica amaneció
~{:
• 385.
LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE '1 ClliSIS
quebrada. sin prestiqio ni reservas monetarias. endeudada y con tasas
inflacionarias elevadísimas. mientras los Estados Unidos financian. aún
,hoy. su.enorme déficit fisCal con capitales extranjeros atraídos por las
altas tasas de interés.
.. Pero hacer del Estado el enemigo ha servido también para descui-
.dar el hecho de que nuestra pobreza repentina realiZó el milagro de
multiplicar los créditos de un sistema bancario internacional que aún
no visualiza las consecuencias políticas y sociales de la imposición de
sus políticas económicas. Desgraciadamente. la historia es el resultado
de una actividad social que señala. denota. acusa y responsabiliza a la
sociedad en su conjunto.
Que cada sociedad tiene el gobierno que se merece es algo eviden-
te. pero que algunos olvidan. Sentirse engañado. manipulado. robado.
mancillado por un mal gobierno resulta paradójico en un puel:>lo adul-
to y con grandeza. Pero esto. a la vez. no sólo libera y perdona toda
culpa, también absuelve al capital privado. a la banca internacional. a
las políticas proteccionistas de nuestros heqnanos mayores y a todo aquél
que no se identifique con los malos de un cuento de hadas que nosotros t'
queremos creer.
Intentar hacer un balance real, deslindar responsabilidades. analizar
objetivamente a un réqimen tan atacado y desprestigiado como el ante-
rior no es cosa fácil. Las heridas están aún a flor de piel.
El sexenio del Lic. José López Portillo estuvo regido. sin duda. por el
contraste. Nunca antes en la historia de nuestro país se luchó con tanto
ahínco contra la corrupción. '(a desde su discursó de toma dé posesión.
López Portillo enfatizaba su intención de moralizar a la administración
pública. Afirmaba ahí: ·A mis colaboradores y funcionarios públicos les
pido que sientan conmigo el privilegio de servir y hacerlo con plena
validez e inmaculada honestidadw. Y también dentro de la misma tóni-
ca. desde los primeros meses de su qestión fueron persequidos y. en al-
gunos casos. detenidos. altos funcionarios del qobierrio. No obstante.
como también sabemos ahora. los niveles de corrupción qenerados en
ese sexenio fueron alqo inusitado.
~n embargo. el desorden administrativo y económico con que re-
-~Q~}ª !':q~!!l~tración lo~r.t!JU~té;l. fu~,P!~~~dido.deieformas
adJ?..i~~~.!f~tiy~. fiscales:· aeléYes de planeación. de planes sectoriales.
<e proyectos especificas y, desde lu~. también de un Plan Global de
Desarrollo.
 . ='FiMf'
• 386.
GERMÁN PéREZ y ROSA MARIA MIRóN
Nunca antes en la historia de México hubo un gobierno tan escindi-
do entre su ser y su decir; entre sus proyectos y sus obras. entre sus pala-
bras y sus hechos y. sobre todo. entre sus primeros años de gobierno y
los dos últimos de desgobierno.
En realidad, los acontecimientos constatan que una sociedad d~
abundancia, de bienestar. en no pocos casos de lujo y despilfarro. como
la que vivimos entre 1979 y 1981, nos confundió a tal grado que muy
pocos fueron aquéllos que opusieran resistencia. Yquienes lo hicieron.
lo plantearon tímida e ineficazmente. Y era lógico: las mayorías, a la
sazó.n. lograron niveles de vida nunca antes soñados. la clase media se
fortaleció inusitadamente y los privilegiados ganaron más dinero que
nunca. El apoyo al Estado mexicano y. sí. a su presidente José López
Portillo. fue en ese entonces prácticamente unánime. Sin .que fueran
importantes desde el punto de vista político:quedaron ciertos resque-
mores por parte de grupúsculos y cúpulas. Todos ellos temieron el avance
del Estado, el peliqro de un cada día más abierto nepotismo, pero, en lo
fundamental en las grandes políticas económicas. sociales y políticas a
nivel racional. todo marchaba sobre ruedas. Aún más. se deberá recor-
dar que aiiá por 1976 y 1977 el gobierno vivió años de recuperación,'de
reajuste. de ahorro y. también de austeridad.
Porque tampoco el sexenio de Luis Echeverría Álvarez en sus últimos
años tuvo todas consiqo. !!!fladón..d~da, devaluación, deslegitimación,
.utt.rnovimiento inquieto y eqlpeado~Yrul:Jñ@!J~!~-l!i~!.W ~Jrer1di.'fn
el canipo t~~ 1~ industria,.fueron alqunos.elem~tos ~la crisis que here-
dó López Portillo al tomar el poder.en cfici~JEbre de tW.~
· Este erisayo sobre el periodo más controveñido de la pÜsrevolución
constituye un primer intento por reconstruir los aciertos y fracasos de
un proceso que hoy. y los próximos años, habremos de padecer.
LA PLANEACIÓN COMO RESPUESTA AL DESAJUSTE
Cuando José López Portillo asumió la presidencia de la República en
1976, el país se encontraba sumido en una crisis económica y política
que combinaba alqunos de los elementos que volvimos a encontrar en
los últimos meses de su sexenio. · sintió agredido con la estrategia promovida por la cancillería mexicana
Al finalizar el periodo de Luis Echeverría Álvarez. en el nivel de lo
económico encontramós una inflación creciente (que aumenta de un
• 387.
LOPtZ PORTILLO: UN SEXENIO Df AUGE YCRISIS
promedio de 14.2 por ciento entre 1971 y 1976 a uno de 18.8 por ciento
entre 1973 y 1976): una drástica reducción de la inversión y de la pro-
ducción en todas las áreas de la economía: un enorme déficit guberna-
mental acompañado de un inusitado crecimiento en la deuda pública
externa (la cual entre 1971 y 1976 tuvo un crecimiento medio anual del
29.8porciento.pasandoasíde4,545millonesdedólaresen 1971 al9.600
millones al finalizar el sexenio); un qrave desequiUbrio con respecto al
sector externo. que se quiso corregir a través de la devaluación .de la
moneda en casi cien por ciento (se abandonó la paridad de 12.50 pesos
por cada dólar. mantenida por más de 20 años. para fijarla en 23 pesos):
así como una abierta y descarada fuga de capitales por parte de los sec-
tores más pudientes del país.
Por su parte. la crisiS política se manifestó. entre otros fenómenos. en
una prácticamente total pérdida de la confianza en el qobierno. Y este
sentimiento fue compartido por diversos qrupos. pero se concentró, so-
bretodo. en las clases medias urbanas que. como en 1982. vieron amena-
zados sus Intereses. En alqunos casos la desconfianza llegó a traducirse en
enfrentamientos abiertos con el gobierno. como el caso del Grupo
Monterrey, o bien, implicó presiones como el retiro de fondos de los ban-
cos. la dolarización de los ahorros y. finalmente, la safida de capitales.
En oposición a fa actuación del qo~ierno de Echeverría,los rumores
y actos terroristas fueron tácticas frecuentemente utilizadas por los gru-
pos·de presión y de pode~: Todo ello re5taba sentido a la campaña elec:..
toral de López Portillo. en la que. debemos recordar. se presentó como
único candidato a la presidencia.
frente al mundo capitalista. la situación de MéXico en 1975 y 1976
no era halagadora. La pérdida de legitimidad que sufría el Estado mexi-
cano tuvo consecuencias en el extranjero. sobre todo en Estados Uni-
dos. donde el proceso de desleqitimación del gobierno de Echeverría
fue diriqido por la élite norteamericana. Cabe mencionar que la politica
exterior de esa administración se caracterizó por una clara intención,
más que anti-yanqui, liberaJizadora. En efecto, fue en ese sexenio cuan-
do se fundó el Sistema Económico Latinoamericano (saA), cuyo objeti-
vo central fue establecer una red industriaiy comercial en América Latina
que excluyera a los Estados Unidos. De otro lado. el vecino del norte se
tendiente a loqrar el apoyo de la ONU a la Carta de los Derechos y Debe-
res de los Estados. De acuerdo a este documento. todos los países ten-
 • 388.
GERMÁN PtllEZ Y ROSA MARIA MIRÓN
drían libertad absoluta sobre sus recursos naturales. podrían adoptar
cualquier sistema económico y estarían en posibilidades de supeditar la
propiedad privada al interés público. La Carta fue aprobada en Nacio-
nes Unidas pese a la abierta oposición estadounidense.
Lo anterior. aunado a la ley sobre inversiones. extranjeras: la ruptura
con Chile al inicio de la dictadura pinochetista: las declaraciones del
canciller mexicano identificando al sionismo con el racismo: y. sobre
todo. el intento por diversificar las exportaciones e importaciones
mexicanas. tuvieron por efecto que en Estados Unidos se desatara una
ola de rumores y desprestigio contra nuestro país.
Pew.lo más importante. esa desconfianzaJ\lcanzó•.desde luego. a los
prindpatesurqarnsmót"fínaiici~~Jñteiñáctó.n!!!~!!~!~ suspendie-
roñlos-apoyos creditiCios a·México. Ysobrevino la devaluacj(:m y con ella
se
lácriSiS aqüdizct El gobierno quedaba muy sui)editádo ¡;lo establecido
etn;lacuerdo firmado en··i976 couel·FMI At..¡gual C[Ue en-i9S2. el fondo
retrálllaba:·tcn!dóPéioñ"ae\lfia política·mtñct'iVá "j:iaiá-eTpertodo 1977-
.--l97g:asl."éñtieias~me1aS1ij-ada:s -en ronces, resaltaH-Ia reducción del déficit
del sector público. la limitación del endeudamiento externo. la elevación
de los precios de los bienes y servicios públicos. el freno a la ampliación
del empleo en el sector público. la apenura de la economía hacia el exte-,
rior y. también. el estancamiento de topes salariales.
En estas condiciones. la capacidad de liderazgo del gobierno y de su
partido estaban. ciertamente. deterioradas. Para resolver esta cuestión.
desde su campaña electoral López Portillo intentó recuperar la conduc-
ción del pals. Para ello fue importante deslindar políticas y estilos. Por
grande y sorpresiva que haya sido la crisis de 1976,la pérdida de con-
senso se limitó a una administración: esto es. no afectó al Estado en su
conjunto. en tanto institución. De esta manera. fue verdaderamente
importante dejar sentado que habria una rectificación del rumbo que
salvaría la crisis.
Así. en su discurso de toma de posesión como presidente José López·
Portillo afirmó: ·entendamos que la ~onía de la estrategia económica
seguida por México desde la Segunda Guerra Mundial reveló insuficien-
cias para estimular la producción y la capacidad de inversión. Reclamo
ahora delinear nuevas políticas·.
Se hizo evidente que la conservación de la estabilidad política y la
recuperación económica incluían un proyecto muy .diferente al de
Echeverría Álvaréz y el cual. además, se instrumentaría lejos de su in-
• 389·
LOPÚ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
fluencia. Ya en sus discursos como candidato, JLP manifestó un claro
interés por tranquilizar a la sociedad en su conjunto y por reforzar las
expectativas de un viraje radical como consecuencia del cambio sexenal.
Demostrando independencia hasta en el tono de sus discursos. la
~~~c.tora.l.decLópez..PortillG,bu~~ó _I~ _r~~-?nciliación con mu-
chos de los grupos a los gue &.h~verría..se h~~ía-erifr~dQ~-s.~e­
--
ciÓtmif"bÜeni comuiú¿adón.._con
....._._ _.,._..--
los empresarios.
. ..... .. . . .. .. --··
~ .~-.~~··
io-que condujo a
negociaciones que. a su vez. dieron lugar a los llamados convenios de
M
concertación". También se demostró gran interés por limar asperezas
con Estados Unidos y con los organismos internacionales; esto fue evi-
dente en la visita que López Portillo hizo a Norteamérica como presi-
dente electo.
....-Pero también_~Jg~p.ci~~.b.é~E!!~.~~~~~-~.!l.t.~ó ...
·p-ente a B:!g~~os s~-~~?res scx:_i~~~ ~u;r..~<?.lJ!lJ~.~!~<?~--~urante 1975 y 1976
'que limíta6an el marqen de acción de{gobiemo. Tal es el cas9 del.sector
·externo. ae·lófprópietaii.Ós de capital y de los obreros orqanizados.
l En efecto. el gobierno de Echeverría se fial51a ~mfTP!óñieüaolúerte­
¡mente con el..moY.ici!_eñtoSiffilí~:~~~s:~ºr__~<?<=!~l. Baste recordar la
i creación de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos: el reforzamiento
idellndeco: la creación del lnfonavit: del Fondo para la Vivienda de los
lTrabajadores Federales -hoy Fovissste- y del Fonacot. entre otros. Asi-
~mo. en ese entonces tuvo sus inicios la Ilamadainsurgencia sindical.
que reclamó para sí nuevos espacios políticos independientes. Las lu-
chas sectoriales fueron tan intensas· durant~ el periodo que el Estado
fundó la Comisión Nacional Tripartita,
Por lo demás. el auge de la clase media. incontrolable Y. por ende.
naturalmente crítica. ayudó a exacerbar aún más los ánimos. Diversos
qrupos sociales fueron organizándose al margen de la actividad política
del partido oficial. el cual. a su vez. atravesaba por una crisis interna.
Así. adquirieron presencia nuevos partidos de izquierda. el Consejo Coor-
dinador Empresarial. los sindicatos de trabajadores universitarios y de
electricistas. para enumerar sólo algunos."
Con la intención de hacer frente a la problemática general del país.
el nuevo gobierno diseñó una serie de reformas. planes y programas
tendientes a superar la crisis. La idea de planificar se encuentra en el
discurso de toma de posesión. en donde se afirmó que ·nuestro propó-
sito es programar [...) en un afán de racionalizar y optimizar las funcio-
nes que cumplen quienes en el ámbito público. privado y social se
 • 390·
GEllMÁN PéREZ Y ROSA MARIA MIRóN
-<:.
~
corresponsabilizan en el proceso de transformación del país ... • Así. elt 0
de diciembre de 1976, el nuevo presidente habló también de una refor-
. ma administrativa que significaba una reorganización de todo el apara-
lto gubernamental. "Para instrumentar las políticas que hemos expuesto.
]requerimos reorganizar la administración para organizar al país", afir-
~ó entonces López Portillo. Se confiaba en que mediante la redistribu-
~ión de funciones entre las distintas dependencias públicas se avanzaría
~acia una mayor eficiencia. · más de lo anterior. en diciembre de 1976, la falta de voluntad de las
También para las empresas paraestatales había proyectos. A través
de fusiones y liquidaciones se lograría incrementar su productiVidad. Es
así como en el mismo discurso el presidente sostuvo: ·Las entidades
paraestatales se regulan unitariamente y se coordinan con la Secretaría
del ramo de su más inmediata competencia: las empresas públicas se
agrupan dentro de un mismo sector con el objeto de buscar el apoyo
sistemático y la complementación de unas a otras·.
La iniciativ¡:~. privada, asimismo. estaba Incluida en la planificación.
a un que en términos indicativos. Aella se le solicitó su participación para
sacar al país del bache en el que había caído y se le ofrecieron. desde
luego, las garantías y los apoyos propios del caso que. sin luqar a dudas,
no fueron pocos.
e· Según el presidente López PartiDo. todo el país se debería organizar
fpara producir. di~tributr y consumir conforme a nuestro propio modelo,
~
encima de intereses sectarios o temores pueriles e infundados. Así se
perarían los problemas económicos y se reforzaría nuestra economía
a sin hostilidades ni exclusiVismos. pero sí con firmeza nacionalista.
EN LA BÚSQUEDA DB UN PROYECTO
En su primer Informe de Gobierno. el licenciado José López Portillo. de
alguna manera OI-qulloso de su administración. contrastó la realidad con
el pasado. Afirmó que él recibió, apenas treinta y nueve semanas antes.
un país cuya ·economía atravesaba por el momento más crítico que fe
hubiera tocado ViVir a esa generación. Recordó también que doce días
antes de asumir el poder se había manifestado en las oficinas bancarias
del país el peor trance de desconfianza en fas instituciones, en las auto-
ridades, en fa nación y en la propia capacidad de nosotros. como mexi-
canos. para resolver nuestros problemas.
• 391.
LOPÉZ PORTillO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
El presidente hizo constat asimismo. que en el sexenio anterior la
deuda pública se había quintuplicado -en 1970 era de 3,600 millones de
. dólares-. que la inflación había llegado a índices difíciles de controlar.
que el desempleo aumentaba. que sólo en 1976la balanza comercial fue
negativa en 3 mil millones de dólares. y que la producción decreció un
20 por ciento en ese mismo lapso.
Ciertamente, el panorama no era halagador: sobre todo porque. ade-
clases económicamente poderosas para sacar adelante al país, ei des-
prestigio del gobierno como administrador y los conflictos entre grupos
sociales, hacían casi imposible-llevar ~cabo cualquier proyecto. Pese a
todo. para el día del primer Informe de Gobierno parecía que fas cosas
eran distintas. Un gran crítico de la economía ficción, Hugo B. Margáin.
declaró en julio de 121..1 que nuestra economía estaba muy bien dirigi-
da. en efecto, en apenas siete meses la inflación baJ{!JkJ,4 al uno eQ!.
cien ensual; "la retciilág..$._.~ a ceder y con ella se re.~l:!Cía el
d~ . ~ capita prlv!do-wlvíft1)aulatíñcamen:~lá.ionfianza..de
nuevo impulsó la produ~...u:ómo-se.logró.que.en.sólo. unos.meses
elPaís reencontt~e§ll\P.o_de.la.negpe!~~!9º Y. ~t~~tendimte~t~?
No sin razón. López Portillo supo desde un principio qüe éüalquler es-
tra~a de desarrollo económico debía ir precedida necesariamente de una
mínima consolidación política. Así. afirmó en su primer Informe de Go-
bierno que ·ha sido preocupación constante de mi qobiemo acercar al pue-
blo en el ámbito de la justicia, tranquilidad. seguridad y confianza·.
Sin embargo. la crisis socioeconómica a la que se enfrentaba no per-
mitía muchos canales reales que l~raran alianzas sectarias, con ~pos
espeqficos. a costa de otros. De ahí que su propuesta primera haya con-
sistido en una tregua que permitiera al Estado un mínimo de movilidad.
Con ella en la mano. el gobierno atacó los frentes más sensibles ideoló-
gica y funcionalmente. tanto de la opinión pública como de los factores
de la producción. El gabinete recién nombrado ganaba así un poco de
tiempo para esgrimir una estrategia de desarrollo. control y expansión,
a mediano y largo plazo, en los terrenos económico y social.
Es menester pues. distinguir las estrategias para recuperar fa gober-
nabllidad y la confianza de aquéllas que sirvieron para instrun1entar pla-
nes de largo alcance.
Como se verá enseguida, la planificación, la búsqueda de racionali-
dad administrativa. el control sobre el gasto público y. sobre todo. la
 • 392.
GERMÁN PálEZ YROSA MARIA MIRóN
reforma política. en gran medida fueron proyectos derivados de una
situación sodal. política y económica heredada del r~imen de Luis
Echeverría Álvarez.
Fuera del ejercicio en el terreno de la planificación emprendida y
orientada hacia proyectos a plazos medio y largo, las acciones guberna-
mentales obedecieron a una ·estrategia típica del sistema político mexi-
cano. a saber: extrapolar posiciones. Así. en ~fán por responder !_los
prob~GOS...y..económlcos de unamanera rotundamente dife...
~ad~ del estilo.. efheverrista."i~y,~-Po!!í.J!Q_pm~ en su dis-
curs'O(fetoma de posesión;·¡:,ra.rieación frente al derroche fiscal y al
endeudamiento: ley de responsabilidades frente a la corrupción: y re-
forma política frente a la deslegitimación. La brecha entre los plantea-
mientos y los hechos se evidenció en unos cuantos años.
Sea como fuere, desde sus inicios. la administración de José López
Portillo adoptó una estrategia socorrida por más de un presidente fre.n:_
te a su antecesof:la llamada-pot~~~n su primer Infor-
ffie-de Góbiétffi:51JS11a1namres"f&"A la larga la peor política es convenir
-la economía e~ utopía. El pop~.~~_rrioñQ.~u~Jy~~~va
lq~_problemas. O lós tomamos por donde se debe o l~m_qs de-mal en
peor por indecisión o vano afán de'plibllcídad·.' · · ·
AUnque, como vemos a la distancia, iio se· presentó una alternativa
viable. el gobierno lopezportillista habló siempre del agotamiento del
modelo económico aplicado en el país durante los sexenios anteriores.
según el cual el desarrollo se fincó en la estabilidad política. en alza
moderada de los precios y en una paridad fija con el dólar. Sin embar-
go, con el tiempo las cosas cambiaron. lo único que permaneció, según
López Portillo. fue la estabilidad política, y precisamente a partir de ella
surgiría un nuevo modelo económico de desarrollo.
El primer punto de contraste del nuevo gobierno fue. pues, el replan-
teamiento de la política económica anterior. Desde lueqo que esto no era
qratulto.~udamiento. paternalismo, populismo, crisis fiscal y deva-
luación fueron en ese tenor. hechos incontrovertibles de la entonces ac-
tual crisis de los proyectos anteriores. Mientras tanto,los grupos sindicales
y la izquierda demandaban mayor decisión en la intervención del Estado:
los empresarios. por el contrario, exiqfan respeto a sus espacios ·natura·
les" de acción: no más expansión del gobierno.
El hecho es que nunca se definió el nuevo modelo económico. Las
amenazas y el descontento eran generales y. por lo tanto. la estrateqia
• 393.
LOPtz PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
debla satisfacer a todos los grupos. De esta ambigüedad salió otra: si el
problema eran todos, la solución deberían ser también todos. De la so-
lución somos todos se infiere necesariamente una alianza que pudiera
ofrecer una salida sin conflictos. Ycomo veremos más adelante.laAiianza
para la Producción se convirtió en la piedra de toque para cohesionar a
los contrarios. como el presidente -utilizando una jerga hegeliana-lla-
mó a los grupos sociales. En efecto. fue realmente impresionante la aco-
qidaque loqró la~ón.
Pero si los problemas con el mundo de los contrarios mejoraban.
había que limar en algo el desprestigio del funcionamiento interno de la
administración qubernamental. ·
Así. con una clara intención de disminuir el défi~i~ fi~ªl_y! pq_r_eQ.de.
el endeudamiento público y la inlfaCióñ-:srnáfectar la política social.
benenrctora:;··~~oyecto~a ..r.etOfuia:fíSta}~-AI respecto.
éi:i¡o··e¡· presi-
dente López Portillo: ·El proceso redistributivo. que necesariamente se
inicia con la qeneración de empleo, debe complementarse con un es-
fuerzo tributario que dote a las clases populares de poder adquisitivo
suficiente para orientar la producción y reqular el mercado de tal forma
que al tiempo que libere recursos para la inversión, oriente flujos mone-
tarios hacia bienes de consumo básicos·.
Además. en busca de una mayor eficacia y control estatales. se pro·
pus~plla tefonmraarñiñístrátlvii,::J:sta afectaría también a tos
aparatos judicial yleqis1atiVo.~Eí'propÓsito era organizar primero algo-
bierno para organizar despuésaljfá:ís: .. "·~.
--piffa1i:riénte: se presenuirón soluciones al descrédito en dos sectores
opuestos. A las minorías políticas. sobre todo .de .izQuierda, se-les ·intentó
...conciliar cilii1~. refwma palitica:-Aias dáses medias. fundamen.t~lm~n­
teJle..Qere.éa. se ies-apá:clguó.-por un.lado,.con..un decidido ataque a la
querrilla -recordemos loS'episoéfíós contra la liga comunista 23 de sep-
tiembre- y. por el otro, a través de una lucha sin cuartel contra la co-
rrupción. Se acusó de corruptos a los ex-ministros de las secretarías de
Patrimonio Nacional y de Comunicaciones y Transportes. al ex-director
de Altos Hornos de México y a los directores de los Fideicomisos deBa-
hía de Banderas y Cumbres de Llano Verde, así como al presidente de su
Consejo de Administración. ex-secretario de la Reforma Agraria y. a la
sazón, líder de la Cámara de Diputados, don Augusto Gómez Villanueva.
Por increíble que nos parezca. a la vuelta de seis años•.el régimen de
José-López Portillo se caracterizó. antes que nada. por un intento de con·
ciliación y. enseguida. por un incontrovertible afán de leqalidad.
 .... .!'.1, 1 f : . .
• 394•
GERMÁN PtREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
EL DESPERTAR DeL LeVIATÁN
A diferencia de otros regímenes. ei sexenio anterior se confirmó a sí
mismo como legitimado a partir de un mero proceso electoral. Ello,
cuando tradicionalmente la fuente de leqitimidad había sido el consen-
so emanado de una continuidad en el espíritu y en el proyecto de la
Revolución.
El leqalismo del presidente López Portillo le propició una imagen de
racionalidad. tecnicismo y mesura. a la vez que posibilitó importantes
avances. En esta tónica. removió de sus puestos a los titulares de las
secretarías de Hacienda y de Proqramación y Presupuesto por no poder
armonizar dos opciones de desarrollo económico -una contraccionista
y otra expansionista- que no expresaban sino teologías económicas,
como afirmó el presidente.
Ese halo de tecnicismo permitió. además. la construcción de todo
un aparato legal de apoyo hasta entonces desconocido. Antes de con-
cluir su primer año de gobierno. López Portillo propuso al Legislativo,
con éxito. más de 27 reformas a la Constitución. algunas de ellas de qran
trascendencia. En ese mismo lapso, también aparecieron publicadas la
Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales. concre-
ción de la reforma política: la Ley Orgánica de la Administración Públi-
ca Federal. que reglamentó gran parte de la ·reforma administrativa, y
por último, la Ley de Responsabilidades de los Funcionarios y Emplea-
dos Públicos.
Además de éstas. fueron aprobadas muchas otras disposiciones le-
gales. no menos importantes. Recordamos aquéllas tendientes a regular
el gasto y la deuda pública: a reglamentar el actuar de las industrias
paraestatales: a definir el ámbito de acción de ciertas secretarías de Es-
tado, que en algunos casos se amplió y en otros se redujo. También se
crearon nuevos organismos, como Coplamar. con el objeto de paliar
mínimamente los efectos de la crisis en las zonas marginadas.
El marco legal constituido en el primer año de gobierno de José López
Portillo fue relevante. también, porque a partir de él se conformaron los
grandes planes de desarrollo. Sobre todo el Plan Nacional de Desarrollo
Industrial presentado en 1979 y el Plan Global de Desarrollo, de t9so.
En términos reales, la recuperación del control no fue de ninguna
manera. algo sencillo de lograr. El Grupo Industrial de Monterrey, reani-
mado por unas conferencias que Milton Friedman pronunciara en Nue-
\ "(; - """"""""" ,; ::.;o '"'"'"''""
vo León; exigió la retracción del Estado, la disminución del gasto públi-
co y la venta de empresas paraestatales. A pesar del Convenio de
Concertación y de la Alianza para la Producción. uno de sus voceros
afirmó que antes dé reafiZar cualquier inversión el gobierno debería
mostrar apeqo a la ley y dar confianza.
La hi¡}ersensibilidad del sector empresarial en ese momento era jus-
tificada: el Estado había crecido desmesuradamente. Su participación \ ,
~n .<!.~_t~r<? ~--~-975 p~s_ó del :ss ai 46 por ciento, rñieñlfllS"que
~~~cipac1ó~e. I~Jn9US.tdAP.riV@.Qa..d~endió del~~ al ~7~por.cien-
to. en ese l!!!ml9-W~ En otras palabras. el crecimiento medio anual
de la inversión estatal fue de 11.5 por ciento entre 1970 y 1977. mientras
que la inversión privada crecía en un o.:s por ciento anual. Y esta ten-
dencia se mantuvo después de un par de años de auge y expansión ace-
lerada: de 1977 a 1979 el crecimiento medio anual de la inversión privada
fue deiS por ciento. mientras la pública fue mayor de 13.
La amenaza de un Estado interventor, requlador de lo privado. era
más clara que nunca. El Estado asumía su papel de importante promo-
tor de la demanda y. aJa vez, oferente de insumos baratos a la industria
y de subsidios a algunos servicios que aminorarían el costo de la fuerza
de trabajo. Ahora sabemos que la economía· planific¡ida y tecnificada
desde el Estado· es parte de un desarrollo necesario, aunque la industria
privada, aún hoy. se niegue a entenderlo. Así, un elemento de importan-
cia ·vital en la política económica fue el énfasis puesto en la necesidad
de fortalecer la actividad del Estado en la economía nacional. Afirmaba
el presidente que sólo mediante la rectoría económica del Estado podía
realizarse el proyecto de reordenación que sacaría al país de la crisis.
Por lo que se refiere al movimiento obrero. habrá que señalar que
los controles sobre el mismo y su burocracia sindical se debilitaron
significativamente durante ese lapso. Si bien es cierto que con el gobier-
no de Echeverría las clases populares, y en especial el sector obrero. se
vieron favorecidas por un incremento del salario real calculado en un 4
por ciento. también lo es que el costo del desarrollo del capital ha recaído
siempre sobre ellas y que, en épocas-de crisis. el primer afectado es el
salario y. enseguida. el empleo.
Recordemos que para 1975 el60 por ciento del inqreso familiar total
fue concentradel en solamente 3.5 por ciento de las familias y que la
recesión y la inflación concentraron aún más la riqueza.·a la vez que
aumentaron el desempleo. De ahí que las clases más desproteqidas vie-
"

• 396.
GERMÁN PéREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
ran con reticencia cualquier política que amenazara con disminuir el
salario real. No obstante. a partir de 1977. e~~GemQ:._
iQ.dustriales brindaroñ fü.~p_~--~ la Alianza mtra la PrQSluc.ción.
__...=-Eñ su~primer Informe de Gobierno. el presidente se refería a la Alían::
\ za para la Producción sosteniendo que "sólo así podremos salir adelan~
i te. mediante un compromiso vivo y actuante en el que cada grupo SOCial,
cada gremio. cada aqrupación de intereses asuma cabalmente su deber
y participe de manera activa para otorgarle validez". Y continuaba: "No
es pretexto para entregar unilateralmente privilegios: la alianza no im-
plica el debilitamiento del Estado. como la malicia exhibicionista la pre-
tende. sino por el contrario. su fortaleza·.
-- Sin duda. el planteamiento más importante de ese primer año de
qobiemo fue la definición de su política económica. En efecto. si es po-
sible encontrar una política a mediano y largo plazo esgrimida·en ese
lapso. ésta radica en el esfuerzo no sólo por mantener. sino por aumen-
tar el empleo. Con ello se pretendía limar los efectos de la retracción del
qasto y de los salarios. al tiempo que se mantenía viva la demanda de
productos. Asimismo. se buscó. no siempre con éxito. mantener los pro-
ductos básicos a precios accesibles.
En este sentido. elt 0 de septiembre de 1977. López Portillo afirmó: "Las
condiciones en que vive la clase trabajadora impelen al gobierno de la Re-
pública a acatar "la responsabilidad de la estrategia económica sin deméri-
to de su política social. Ninquna crisis puede variar esta estructura".
'\ ., El fundamento de la politica de alianza se buscó en la inversión. Sin
em~-pesarl:fe· fosótrediriientos y faCilidades otorgadas por el
gobierno. la iniciativa privada se tardó demasiado tiempo en reaccio-
nar. Recordemos que en abril de 1977 el Grupo Monterrey ·se compro-
metió a invertir lOO mil millones de pesos. En ese momento. es cieno. el
entonces presidente llegó a-afirmar que el peso del desarrollo económi-
co estaría en manos privadas. Empero. más adelante las presiones polí-
ticas de diversos sindicatos. el descubrimiento y confirmación de la
riqueza petrolera y la displicencia de la burquesía nacional. condujeron
a un viraje de fa política económica y social que hace notar su presen-
cia en el primer Informe de Gobtemo.
A partir de entonces el Estado habrla de tomar fas riendas de la eco-
noñli'ayco~ ~J&id"efempfee::J:aili_m-ódü~conto veremCis--eñSe-
guida. a la vuelta de cuatro años el avance del Esta<fo fue mucho mayor
-
de Jo Imaginable y con ello el retroceso del capital privado nacional.
... ~-·-· ··- - - ··-. ··---~-------· .... . ----···------·-·--
• 397.
pORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE 'l CRISIS
-::f.fhos AÑOS DE BONANZA
~~tl~"~
;Pijn. ·su segundo Informe de Gobierno. el presidente José López Portillo
·.... ·~Jf.~: definió las ya famosas tres etapas bianuales en las que se daría el desa-
1.'farollo nacional. Dentro de ese esquema. los dos primeros años se ha-
·:~~: Í,rían dedicado a la superación de la crisis; Jos dos si~uientes (1978 y
'; 11979} a la consolidación de la economía: y los restantes estarían carac-
.·: ~eriZados por un crecimiento acelerado.
· · Como hemos observado. en términos generales la primera etapa se
realizó felizmente. No sólo se l~ró recuperar la confianza de diversos
sectores sociales que habían influido en el desencadenamiento de la
· crisis de 1976 sino que. mucho antes de lo esperado. se elevaron
~ustancialmente los niveles de crecimiento económico. Mientras que
durante el sexenio de Echeverría la tasa de crecimiento anual promedio
fue de 5 por ciento. entre 1977 y 1979 el producto interno bruto (PI»}
aumentó en promedio en un 6.1 por ciento anual.
Como ya se apuntó anteriormente. 1975 y 1976 fueron años de una
fuerte retracción de la actividad productiva. provocada desde lueqo por·' ~
~
factores económicos. pero también influyeron. y de manera determi- l5.
nante. elementos de tipo político. . ""
Recordemos aquí el rechazo manifiesto de la iniciatiVa privada a la J
política de Echeverría. en especial al tono aqrestvo de sus discursos. a su
acercamiento con países socialistas y, en general. al matiz populista de J
~
su régimen.
Así. hasta 1977 el objetivo fundamental del qobierno era qanar nue-
vamente la confianza de diversos qrupos sociales. Una vez reconquista-
da, empezó a darse la recuperación acelerada de la economía nacional.
\:\Atszunos capitales de nuestra nacionalista, iniciativa privada para ese
~onces ya habían reqresado al terruño y· a la producción.
El qobierno. por su parte. impulsaba decididamente la economía de
manera directa a través del qasto público que. junto con la inversión
qubernamental en esos años se elevó sustancialmente. financiado de
manera fundamental a través de los érecientes ingresos petroleros. del
-' encaje leqal y del endeudamiento. público que entonces todavía se en-
contraba en niveles razonables. Este impulso se tradujo a su vez en una
política de fuertes incentivos a la iniciativa privada.
finalmente. parece claro que a la sazón. el gobierno de José López
Portillo había decidido que el petróleo fuera el eje del desarrollo nacio-

• 398.
GERMÁN PéREZ Y ROSA MAII(A MIRÓN
nal. De ahí que se concediera una especial atención al renelón de las
inversiones petroleras. Estas qenerarían demanda de productos extran-
jeros, pero también nacionales, que a su vez redituarían en un fortaleci-
miento de la industria nacional.
Desde lueeo. la política económica de inversión petrolera del gabi-
nete lopezportillista no sólo buscó fortalecer a la industria privada; con
ello se pensó lograr un objetivo de cabezas múltiples. Por una parte. la
importancia de los recursos petroleros descubiertos permitió a México
a finales de 1976. El petróleo sirvió de aval para conseguir recursos fi-
nancieros frescos en los mercados internacionales de capital. en un
momento en el que. además. los excedentes de los países petroleros -
"habían generado una sobreliquidez mundial que se presentaba en el
contexto de una recesión económica generalizada en Occidente. Por la
otra. hacer de la política petrolera el eje de la economía significaba
mantener un nivel de inversión muy elevado, lo que a su vez traería
consieo una enorme demanda de productos fabricados, en buena me-
dida, por la industria nacional. Lo anterior. aunado a la gran liquidez del
Estado -que eracias a las divisas provenientes de sus ventas de crudo
contaba con una mayor capacidad de autofinanciamiento- consolida-
ría la capacidad del Estado para someter a la iniciativa privada a sus
proyectos. Como veremos enseguida. los planes y estrategias del gobier-
no se fundamentaron en una objetiva fuerza económica del Estado.
Por parte de los empresarios quedó claro que la autonomía finan-
ciera del Estado crecería en la misma proporción en la que ellos perdie-
ran capacidad de sobrevivir con independencia del gobierno; con ello
disminuiría significativamente su capacidad de negociación y presión
frente al Estado. Pue entonces que los Industriales visualizaron que los
riesgos de un desarrollo fundamentado en el petróleo se traducirían en
su paulatino sometimiento a los planes gubernamentales.
Las reticencias se hicieron oposición abierta cuando fue evidente
que el fin de la política económica del sexenio no se convertiría en un
fortalecimiento del sector industrial, sino en cuanto ese desarrollo eco-
nómico se tradujera en mayores índices de empleo. Ello, porque en rea-
lidad la gran carta de negociación de José López Portillo frente al
movimiento obrero organizado radicó no tanto en el aumento real del
salario, sino en la expansión del empleo. En las condiciones político-
económicas del momento, el razonamiento era simple: a mayor salario
real. mayor inflación. mientras que por el contrario. a mayor empleo,
mayor demanda y. por ende, mayor producción.
11
• 399.
LOPéz PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS :f,
,. Desde luego que la posición de los industriales no era sencilla. Por
una parte. las enormes inversiones y gasto público respondían a los inte-
reses privados. porque este gasto se transformó en demanda, producción
y empleo. representando claras ventajas en el 'desarrollo de la industria
privada. Sin embargo, el costo era alto. El gobierno permitiría al sector
privado enormes ganancias -quizá las más cuantiosas en la historia del
país-a condición de que su inversión y producción se orientaran a lo que
el Estado consideraba prioritario. Además de producir aquello que se pen-
sara necE;Sario, lo haría en ·los lugares reservados para ello. Pue así como
en diversos planes aparecen definidos claramente los espacios hacia dón-
de se debería canalizar la inversión privada. A manera de ejemplo; recor-
demos los proyectos de cuatro importantes puertos industriales. a saber:
Altamira. Lázaro Cárdenas. Salina Cruz y Bahía del Ostión.
La industria privada Ueqó a considerar que la poñtica económica
'
del Estado representaba una camisa de fuerza que sometería a las ten-
dencias del libre mercaqo. Se constituía de esta manera la fuente de ...
J
prácticamente todos los conflictos y tensiones entre la iniciativa priva-
da y el Estado que alcanzaron su clímax durante 1982.
,,
e:
Sin duda. como ya Weber hace mucho tiempo lo demostró feha-
cientemente, la racionalización, la mOdernización de la economía. im-
plica centralización y, por ende, en el sentido no peyorativo del término.
burocratización. A todo ello se opuso, no sin razón. nuestra burguesía.
Se hicieron paros empresarial~. se levantaron protestas. se organizaron
encuentros que fueron muy difundidos. como ·Atalaya 79·. con el ob)e-
to de defender estrategias de desarrollo ·naturales· a un sistema como
el nuestro. Se es~ó. antes que nada. el argumento. valioso en el si-
glo XIX. de que el mercado por sí mismo podría regular la ec~nomía, que
el gobierno nos llevaba al absolutismo y que la sociedad civil. ellos. eran
capaces de solucionar cualquier problema económico. ·
Lo que en realidad estaba en juego era precisamente la capaddad
de dirección de la sociedad en su conjunto. Ambos, Estado y empresa-
rios, deseaban esa dirección, con la variante de que en ese momento,
gracias al petróleo, el Estado tenía la sartén por el mango.
Las constantes y agresivas impugnaciones que la iniciativa privada
hacía entonces al Estado eran las mismas de siempre; se quejaba de nuevo
de la deficiente administración de los recursos públicos, de la inserción
del gobierno en nuevas áreas productivas. de la aplicación de ciertas
medidas de política monetaria y. en general. de la política económica.
 • 400•
GeRMÁN PÉRCZ Y ROSA MARIA MIRÓN
Sin embarqo. estos ataques -que antes habían logrado condicionar o has-
ta detener alqunos proyectos del Estado- en esta ocasión fueron capitali-
zados en favor de este último. Se trataba de un Estado fuerte. que no sufría
las condiciones de deterioro financiero y político de 1976 y que. por lo
tanto, podía responder a las presiones privadas con subsidios. concesio-
nes. adquisiciones. obras públicas. estímulos fiscales. etcétera.
Por su parte. la empresa privada. a falta de autonomía financiera. bus-
có fuentes de financiamiento y alianza con las qrandes transnacionales.
Fue así como se suscitó. en 1979. toda una discusión sobre la convenien-
cia o no de la entrada de México al GATT. La intentona no tuvo éxito y. lo
más notable. la política anti-Estado tampoco.
La .razón fundamental que pudiera explicar el fracaso de los recla-
mos empresariales estriba en la habilidad del gobierno para crear sóli-
das bases de Legitimidad y consenso. tanto en el nivel de lo económico
como en el de lo político. En efecto, la viabilidad del proyecto empresa-
rial implicaba la creación de un frente político anti-Estado. Ello. sin
embargo. requería de sustentos reales que en ese momento no estaban
dados. Tanto económica como políticamente. el Estado mexicano se
mostraba entonces eficiente y racional.
El Estado. mientras tuvo recursos e independencia -precisamente du-
rante los años de auqe; de 1977 a 1980-, no disminuyó su esfuerzo por
racionalizar la economía nacional. En el renqlón de la reorganización de
la vida económica nacional encontramos planes y proqramas que consi-
deraban prácticamente todos los sectores de la economía. Sin descuidar
los asuntos coyunturales provocados por la crisis, había que establecer
las prioridades del desarrollo nacional y procurar su consecución.
Esto significaba que además de contener la inflación. res¡ularizar la
balanza comercial. elevar los índices de crecimiento y controlar la deu-
da externa. entre otros. se deberla fomentar el desarrollo de los sectores
prioritarios, a saber: alimentos. empleo. educación y energéticos.
En esas circunstancias salieron a la luz el Plan Nacional Agropecuario.
el Plan Nacional de Desarrollo Urbano. el Plan Nacional de Empleo. cuyo
objetivo central era crear 750 mil empleos anualmente. Surgieron tam-
bién entonces el Plan Nacional de Desarrollo Industrial y el Plan Global
de Desarrollo. en donde se pretendía ínteqrar racionalmente todos los
proyectos sectoriales.
Como meta, los planes pretendieron dar un apoyo armónico al de-
sarrollo del país. Se intentó. por primera ocasión. modernizar la buro-
• 401.
LOPÉZ PORTILLO: UN SEXeNIO DE AUGe Y CRISIS
cracia y cohesionarla con la industria y también se buscó adaptar la
legislación a las nuevas estructuras sociales.
Pero. quizá. el esfuerzo más notable consistió en la pretensión de
atraer· a la dinámica del siqlo veinte tanto a los marginados como al
campesinado nacional. Dos enormes y complicados programas del Es-
tado intentaron este objetivo: uno de ellos fue el SAM y el otro Coplamar.
De esta manera. los éxitos del Estado no sólo contuvieron los ata-
ques del sector empresarial sino que también consolid!iron áreas im-
portantes del desarrollo nacional. Sin embargo, no debe olvidarse que
también durante ese lapso empezaron a manifestarse ya ciertos
indicadores de la crisis que sacudirla al país al final del sexenio lopezpor-
tillista. ~ ·
EL AUGE ECONÓMICO
El conflicto Estado-empresarios no fue. de ninguna manera. el único al
que se enfrentó el gobierno lopezportillista durante los años de bonan-
za. ~nhrrovtmiente-obrero.. ·
Desde sus Inicios en 1976. el gobierno de JLP se planteó la disyuntiva
de apoyar el aumento en los salarios reales. o bien de elevar el nivel del
empleo. Y. como apuntamos antes. desde entonces el régimen se abocó
a mejorar el empleo.
Buscar un aumento en los salarios reales en tiempos de inflación
como los·que se vivían al inicio del sexenio siqnlficaba una invitación a
elevar los precios con la consiguiehte anulación de los aumentos sala-
riales. Todo ello con un sal~o d~ mayor inflación. hecho que. por lo
demás. históricamente acababa de suceder durante el -gobierno de
Echeverría. Por el contrario. la política de pleno empleo posibfiitaba.
como eri realidad sucedió. el desarrollo acelerado, la expansión de la
demanda y el aumento en el ingreso familiar. aunque no individual.
Sin embargo. esto no fue entendido siempre de igual manera por la
diriqencia obrera que no cejó de exiqir mejoras en el salario real y la ani-
quilación de los topes salariales. Fue as{ como. sobre todo en 1980 y 1981.
se exacerbaron los ánimos y estallaron importantes huelgas. La huelga de
Mexicana de Aviación. los dos movimientos de Teléfonos de México. con
sus correspondientes requisaS. el conflicto en ·General Motors. entre otros
muchos. fueron los más sonados.
 • 402.
GERMÁN PéREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
No obstante, los movimientos sindicales nunca pusieron en jaque la
estabilidad del Estado, ni siquiera lograron modificar la política econó-
mica del gobierno.
Ni el enojo y frustración tardía de la clase empresarial ni el movi-
miento obrero con sus-amenazas y huelgas hubieran desestabi~ado,
por sí mismos. la política económica del país; indudablemente. porque
las cosas iban bien. En su conjunto, hasta mediados de 1981 todo mar-
chó de acuerdo a los proyectos estatales. a pesar de que ya desde 1977 el
mundo capitalista se hundía en la peor Crisis que hubiera Vivido desde
1929. y que se manifestaba en una aguda recesión económica. Así, mien-
tras que a nivel mundial disminuía el crecimiento y el comercio, la eco-
nomía mexicana crecía inusitadamente. No obstante, parece claro que
los problemas familiares no hubieran pasado a mayores sin la Crisis eco-
nómica que se inició en junio de 1981.
Paradójicamente, justo el factor económico. aquel elemento con el que
el Estado babia logrado mantener en cintura a los industriales, con el
objeto de radonalizar la economía nacional fue el que. en última instan-
cia, se convirtió en el verdugo del proyecto. No tanto por aquello que
propiciaba las quejas empresariales u obreras. sino por problemas en el
manejo de ciertos aspe<;tos importantes del proyecto económico. Aún más,
como se verá adelante, ni siquiera estos errores hubieran propiciado_la enor-
me crisis de 1982 de nó presentarse los cambios en renglones internaciona-
les que afectaron de manera decisiva la balanza de pagos.
Ul) primer acercamiento al desarrollo del sector económico entre
1976 y 1982 pennite Visualizar que de un lado se presentp una evolución
espectacular. mientras que de( otro se observa la acumulación defacto-
res negatiVos que, a mediano plazo. no sólo asfixiaron el desarrollo, sino
que en gran medida anularon Jos logros del sexenio.
Sin duda. ios planes globales y sectoriales permitieron restaurar una
economía que. _para 1976, estaba inmersa en la mayor Crisis de los últi- .
mos cuarenta años. para dar paso al mayor crecimiento que. se_ haya
conocido en la historia repente del pa·ís. · mos de apoyo a las clases menos favorecidas. tales como Fonacot,
._ En efecto, en términos generales. la política econó~ca del régimen
de López Portillo estuvo franqunente definida dentro de Jos límites de
una concepción.lleynesianá.· De ahí que la tarea fundamental consistie-
ra. implícita y explícitamente, en la creación de empleo: repeUmos, a
mayor empleq m~yor demanda de productos y. por consiguiente. ma-
yor desarrollo económico y social.
• 40:S.
LOPÉZ PORliLLO: UN SexeNIO DE AUGE Y CRISIS
La expansión del empleo fue una proclama que desbordaba. sin duda,
el ámbito de lo económico. fue la estrategia para lograr la que el régi-
men llamó ·justicia sociar. No olvidemos que fue precisamente Lópe.z
Portillo quien propuso al Le~islativo el derecho al trabajo como un de-
recho constitucional Ya en su primer discurso como jefe del Ejecutivo.
_el presidente López Portillo afirmó que la sociedad no cumpliría su pro-
pósito si no se organizaba para dar empleo a todas las capacidades y. a
la vez. capacitar todas las posibilidades para su empleo.
..,.. De esta forma. sin aumentar el salario real. o más aún. fijando severos
topes salariales. en el sexenio tasado se pretendió mediante el aumento del
empleo, incrementar el inqreso familiar de los trabajadores. Yen efecto. en
cuatro años se crearon más de cuatro millones de empleos. reduciendo el
índice de desempleo abierto de más deiS por ciento a casi la mitad
Pero creación de empleo implicaba necesariamente expansión de
la industria, aumento en la inversión pública y también privada, aun-
. \:·. que en menor escala. Yel crecimiento Industrial trajo consigo. a su vez.
qran cantidad de cuellos de botella que contribuyeron al desencadena-
.. miento de la crisis de 1982.
.....
·.~·. Uno de esos cuellos de botella fue la educación técnica. por lo que
se produjo la necesidad de aumentar significativamente la matrícula en
la enseñanza media terminal Entre 1976 y-1982 se duplicó el número de
alumnos de escuelas técnicas medias. lo que implicaba. desde Iu~o.
aulas y maestros: esto es. mayor easto público.
El introducir a más de c1,1atro millones de personas al trabajo remu-
nerado significó. a su.vez. aumentar sustancialmente los servicios de
salud. Así. s~ún datos oficiales, la capacidad ~e cobertura de los servi-
cios médicos creció de 30 millones a más de 50 en sólo un quinquenio.
Además. se presentó también una enorme· expansión en servicios
tales como dotación de electricidad. agua potable. drenaje y educación
básica, entre otros. Asimismo. aparecieron o se fortalecieron organis-
Conacurt y Coplamar. entre otros.
Estas condiciones trajeron consigo, desde lueqo, una mejoría real
en los niveles de vida de las mayorías, pero también significaron un au-
mento en el easto público. Yel gasto público tenía que ser financiado de
alguna manera. Si bien los ingresos por venta de petróleo aumentaban.
la Importación de insumos industriales. bienes de capital y manufactu-
ras crecían más rápidamente.

• 404.
GERMÁN PÉREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
Por su parte, el gasto público en el sector servicios no fue menos
siqnificativo que el referido a la inversión. De hecho, no es posible ha-
blar de expansión del empleo sin inversión productiva. Posiblemente
fue en ese ámbito en donde el Estado se apuntó sus mejores éxitos. Bas-
ta recordar que el incremento anual del producto interno bruto en 1977
fue de 3.3 por ciento, en 1978 de 7.0, en 1979 de 8. para 1980 de 8.2 y en
1981 promedió 8.1 por ciento. Las inversiones del sector público fueron,
desde luego, enormes, y las del sector privado, aunque enormes. fueron
las más altas de su historia y, sin duda, las ganancias también.
El producto interno bruto industrial. sobre todo en las industrias
extractivas, manufacturera y de la construcción, creció a ritmos inusita-
dos. Todo ello. aunado a un fuerte Impulso al sector alimentarlo, tuvo
como fundamento· la expansión del empleo, esto es, de la demanda. El
pivote del desarrollo estaría. por su parte. enclavado en el dinamismo
de la producción de petróleo.
Dado que la. expansión en la demanda sería, durante algún tiempo.
mayor que la capacidad de producción, el proyecto de José López Por-
tillo requiri6 de una mayor flexibilidad en el renglón de·las importacio-
nes. La balanza comercial se pensó quedaría equilibrada con los i~os '
provenientes del petróleo. Pero se pensó mal.
El error del Estado en este aspecto se debió. como afirn'la Vladimiro
BrailovsRy. a la flexibilización del Estado en la política de importaciones. La
fuga de capitales en ese ~Ión según. cálculos confiables. propició hasta
1981 el mayor problema económico del régimen. a saber: el aumentó de su
déficit y el consecuente credmiettto de su deuda. En efecto; cuando la de-
manda de productos es mayor.que la capacidad de producción. ios precios
tienden a elevarse. De esta forma, el exceso de demanda propició de mane~
ra directa un alza en los preci<>s y. por tanto, inflación. Para evitar esta últi-
ma. el gobierno permitió la entrada de innumerables productos consumo y
de capital provenientes del e-xtranjero .. Así se quitaron las presiones
inflactonailas, pero se propició una· enorme fuga de capital.
Desde un principio, el gobierno lopezportillista supo que el desarro-
llo acelerado traería consigo el riesge que hizo suyo: la inflación. Esta.
sin embargo, se consideró controlable mediante el aumento de la pro-
ducción y no. como afirm.abán los monetarlstas, con base en la retrac-
ción del gasto, de la· inversión y del empleo. En este sentido, el error
consistió en pensar que la industria nacional aumentaría su producción
en relación directa al aumen~o del empleo y de la demanda. Cuando en
,.~
~:
1 '('!
• 405.
"LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
1978 el Estado percibió que la industria privada no respondía a las ex-
pectativas de producción y de oferta, cometió dos errores qraves. En
primer término. intentó estabilizar la industria a través de la inversión
productiva y de la compra de industrias.privadas. Lo anterior, para ser
eficiente, implica un proceso muy lento de formación de cuadros. cam-
bio de mentalidades ejecutivas, etc., que el gobierno de López Portillo
trató de instrumentar en tan sólo un par de años. Sin existir los mecanis-
mos de control, supervisión y ejecución adecuados, el enorme aparato
productivo estatal. en constante crecimiento, no sólo propició
ineficiencia frente a sus objetivos. que eran cubrir la enorme demanda
derivada del aumento del empleo; también se hizo inqobernable. in-
controlable y propensa. por la tanto. a la corrupción. Baste mencionar
que de 1940 a 1960 el Estado invirtió en 19 empresas productivas, de
. ~~
~-~
1961 a 1970 en catorce, mientras que de 1971 a 1981lo hizo en 126. De la \·
anterior se derivó el sequndo error. Como se mencionó arriba, para evi-
1¡..
tar la inflación proveniente del exceso de demanda, y al ver que ni la e
industria privada ni la pública colmaban esta última. se flexibilizaron las ~
políticas arancelarias de importacion~s. con la que se permitió una cuan- e
tiosa fuga de capitales. ~
En suma, el desarrollo económico acelerado, fundamentado en la
exportación de hidrocarburos. trajo consiqo ciertos riesgos. Ahí estaban
la inflación y el exc~so de demanda.
De otra parte. como se ha apuntado. el avance del Estado en el te-
rreno de lo económico a través de la planificación y su política de au-
mento del empleo a costa de topes salariales, sem~raron de potenciales
conflictos la relación sociedad civil-Estado. Pese a todo, los éxitos de la
reforma política. de la política de empleo, del desarrollo basado en in-
versión. _gato público y servicios, contrarrestaron 18$ reticencias de em-
presarios y obreros. Tuvieron que presentarse agentes externos para que
todo ese potencial acumulado resurgiera y provocara los efectos
multiplicadores que desencadenaron en la crisis de 1982.
Al desencanto de una empresa privada limitada, pero paradójica-
mente enri_quecida por los planes de desarrollo; a las excesivas deman-
das y expectativas laborales; al aumento progresivo de los índices
inflacionarios, al cada día mayor desequilibrio en la balanza de pagos y
al enorme déficit fiscal, se sumaron varias condi<;:iones externas que lo-
qraron activar la fuerza de un conflicto con el que los empresarios soña-
ban hacía ya varios años.
 • 406·
GERidAN Péll& Y ROSA MARIA MIRÓN
PoLÍTICA EXTERIOR Y LOS AGENTES EXTERNOS DE LA CRISIS
A principios de su sexenio, José López Portillo sostuvo que la diploma-
cia mexicana abandonaría su tradicional posición defensiva para adop-
tar otra fundamentalmente ofensiva. Como señaló el nuevo presidente,
el proyecto tendría un alto grado de solidaridad con pueblos latinoame-
ricanos y con sus procesos de democratización.
Sólo con el tiempo se podrá afirmar. sin dudas, si al subir al poder
López Portillo sabía de la existencia de la riqueUt petrolera nacional.
Sea como fuere. en política internacional desde el principio de su go-
bierno se actuó como si se contase con una autonomía financiera a
prueba de todo. Así. con la razón por delante, el gobierno Mexicano
lanzó una ofensiva diplomática sin precedentes que fue. generalmente,
exitosa. En casi todos los casos. la política internacional mexicana fue
abiertamente opuesta a la norteamericana.
Ya desde la era de Kissinqer; Estados Unidos desechó todo tipo de
negociación global. México. por el contrario, encabezó y organizó la
Reunión Norte-Sur.
De otro lado. si a los intereses económicos y estratégico-militares de ,
Estados Unidos les convenía la permanencia de dictadores en Nicara-
gua, México. por su part~. optó por una diplomacia en favor del cam-
bio. De ahí que, en mayo de I979, se rompieran relaciones diplomáticas
con el gobierno de Somoza e inmediatamente después de la exitosa re-
volución. México favoreciera con ayuda económica. tecnológica. cul-
tural y financiera a un país a quien a todas luces el vecino del norte ha
querido sofocar.
No sólo eso. En el sexenio pasado se firmaron y ratificaron siete trata-
dos sobre derechos humanos -tanto en la ONU como en la OM- contradi-
ciendo a un régimen como el reaganiano al que los derechos humanos le
estorban para consolidar sus intereses en el área. Además, desde 1977
México pugnó abiertamente por la soberanía panameña sobre el Canal
de Panamá. a pesar de las bases militares norteamericanas en el área.
No menos significativo fue el incremento en las relaciones cultura-
les y comerciales con Cuba en momentos en que el gobierno de Reagan
pretendía un nuevo aislamiento y bloqueo económico continental so-
bre la isla.
El renacimiento dei clima de tensión característico de la intransi-
gencia norteamericana y de su exacerbado anticomunismo. se tradujo
• 407.
LOPÚ PORTILLO: UN SEXeNIO DE AUGE Y CRISIS
en mayores presiones sobre la diplomacia latinoamericana. Así. el presi-
dente norteamericano condicionó su participación en la Reunión Nor-
te-Sur a que Cuba no fuera invitada. Sin embargo. en 1980 en La Habana.
José López Portillo afirmaba frente a Fidel Castro que: ·somos países
que no nos hemos fallado el uno al otro: lo que ocurriera a Cuba lo
sentiríamos como si nos ocurriera a nosotros mismos".
Pero las cosas llegaron al clímax cuando después de años de políti-
cas exteriores definitivamente opuestas. en febrero de 1982. en Mana-
gua los gobiernos de México y Franela propusieron de manera donjunta
un plan de paz para la convulsionada República de El Salvador. En él se
invitaba a la mesa de negociaciones al Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional.
Ysi en relación a Cuba. Nicaragua y Panamá la diplomacia mexica- ""-::
na fue exitosa. en este caso no. Los Estados Unidos reaccionaron en ~
;<
forma violenta y acusaron a México de inmiscuirse descaradamente en
los asu~tos internos de El Salvadot: La propuesta fue rechazada. a su 'e
¡,1
vez. por la gran mayoría de los países latinoamerican~s.
Aunado a lo anterior. se presentó la propuesta mexicana de un Plan e
:1
Mundial de En~ía que garantizaría el suministro de hidrocarburos pero
sometería a las transnacionales del petróleo. En este sentido el presi-
dente afirmó: ·El Plan es un objetivo de largo plazo. creo que a corto
plazo lo que debemos l~rar es. primero. un sistema que garantice su-
ministro y que saque de la especulación los energéticos para los países
en desarrollo que los importan: segundo. crear un fondo de compensa-
ción, hay consenso entre todos los países del mundo de empezar por los.
más débiles. y lo demás va haciéndose solo·.
Con esa intención. México y Venezuela.establecieron un acuerdo de
cooperación con·los países de Centroamérica y el Caribe. donde se les
garantizó el suministro de petróleo a precios y con créditos que no les
resultaran gravosos.
l_.
Sin embargo, en su conjunto. el Plan Mundial de Energía nunca fue
objeto de neqociaciones serias por parte de los paises poderosos, pero sí
sirvió para enfriar muy notoriamente las reladones México-norteameri-
canas. Sobre todo a partir del cambio de podereS en Estados Unidos, México
empezó a recibir presiones indirectas sobre su política internacional
Así. el gobierno norteamericano desconoció la Carta Silva, con lo
que puso en las puertas de casa a más de 150 mil mexicanos que labora-
ban· en el país vecino. También se excluyó a México del grupo de países

• 408.
GERMÁN PÉREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
con preferencias en la importación de bienes; a muchas de nuestras ex-
portaciones se les impusieron aranceles compensatorios. Debido a que
México exigió que los límites del mar patrimonial fueran de 200 millas,
los Estados Unidos prohibieron la importación tanto de atún como de
otras especies marinas.
Todo esto se tradujo en notables pérdidas económicas para el país.
Pero quizá la presión más notable por parte de los norteamericanos se
dio en relación al inqreso de México al GATT. A este tema ya nos hemos
referido. · concatenación de hechos que no se desarrollan de manera lineal: hay
No obstante. por más fuertes que pudieran haber sido las presiones.
México contó -hasta mediados de 1981- con tres elementos que lo for-
talecieron en las negociaciones. El primero y más simple, fueron la ra-
zón y la habilidad políticas. Pocas veces en la historia reciente se ha
presentado en el escenario internacional una política tan de fuerza y
carente de principios elementales como la que sostuvo el Secretario de.
Estado Alexander Haiq. Desde lueqo que no es cosa fácil tratar de defen-
der en nombre de la democracia, de la libertad, las innumerablt:s
masacres. las incontables desapariciones. la tortura cotidiana y la ayu-
da en armamentos; tal y como se intentó justificar la represión de alqu- '
nas dictaduras latinoamericanas. Pese a todo, siempre ha quedado
demasiado claro que en realidad lo que importa a los Estados Unidos es
la estrategia militar y la explotación de recursos naturales baratos.
El sequndo elemento de apoyo a las neqociaciones de México en el
exterior fue la desiqnactón de un mexicano como miembro del Consejo
de Sequridad de la ONU. A pesar de que los Estados Unidos tienen dere-
cho a veto sobre cualquier votación del Consejo de Seguridad. una oposi-
ción constante en el mismo es importante. Ello, sin duda. obliqó a los
norteamericanos a establecer negociaciones con México que fueron fre-
cuentemente bien aprovechadas.
Pero el elemento más importante, el que en definitiva le permitió a
México una movilidad real en política internacional. fue el petróleo. El
petróleo le daría a México una plataforma de neqociación frente a Esta-
dos Unidos nunca antes soñada, sobre todo .porque ha sido, quizá, la
única vez en la historia de las relaciones México-EllA en la que se plan-
teó una real interdependencia. Los Estados Unidos necesitaban tanto de
nuestro petróleo como nosotros de su tecnoloqfa y bienes de capital
Bajo esta perspectiva. el Estado mexicano -y nosotros con él- se sin-
tió capaz de una relación de tú a tú con los norteamericanos.
~1
• 409·
LOPÍ:Z PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
Al igual que en política nacional. ahora en el terreno de la política
exterior, se fincaron todas las esperanzas en el petróleo; con base en él,
su precio y su abundancia. se liberó la diplomacia mexicana.
A tal grado hubo confianza que José Andrés de Oteyza, Secretado de
Patrimonio y Fomento Industrial. en la presentación del Plan Nacional
de Energía afirmó que. sin posible equivocación. el precio del crudo
subiría ininterrumpidamente durante los siquientes veinte años. Es po-
sible que en el largo plazo Oteyza tenqa razón. pero la historia es una
tendencias, nunca determinaciones. ·
En junio de 1981. como resultado de la sobreproducción mundial de
hidrocarburos. Jorqe Díaz Serrano. entonces Director de PEMEX. anun-
ció. sin mucho formulismo. la reducción del precio del barril de c..1udo.
Fue la primera tarde qris en varios años. La primera declaraciÓn-sin
.··~~
r-.
pompa ni promesas. El primer día de una larga jornada de frustración y
,.
~
desencanto. En adelante, renació la desconfianza. Ya pesar de un inme-
diato repunte de los precios del crudo. fue evidente que en el futuro las
k !'
cosas ya no irían tan bien. ef
:(¡.
El poder de neqociación de México se vio mermado con la baja in- :¡
ternacional de la demanda y del precio de los hidrocarburos. que se dio
junto con la caída de los precios de algunos minerales y ciertos produc-
tos aqrícolas mexicanos de exportación. Los precios de la plata. el café.
el camarón, el algodón y el plomo. importantes fuentes de divisas na-
cionales. descendieron en los mercados internacionales en alrededor
del 20 por ciento entre 1980 y 1981.
Estados Unidos estaba nuevamente en una posición de fuerza. influ-
yendo. entre otras cosas, en el rumbo de la política exterior mexicana.
En estas circunstancias, a principios de 1982, el embajador norteameri-
cano condicionó el apoyo de su país a una mayor cautela en la política
exterior mexicana hacia Centroamérica y a una mayor apertura para
las inversiones estadounidenses.
México. por su parte, preocupado ahora por resolver su propia crisis
económica, que además se presentaba en el marco de la sucesión presi-
denctal. se retrajo en casi todos los renql.ones de su política exterior. Su
posiCión frente al conflicto de las Malvinas, los primeros meses de 1982,
así lo demostró.
 -·~
••UO•
GERMÁN PéREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
LOS AÑOS DE CRISIS
Junio de 1981 man::a el inicio de, ahora sí, la peor crisis que haya vivido el
México moderno. El descenso del precio del petróleo redujo drásticamente
los inqresos de México por concepto de exportaciones. Recordemos que
mientras que en 1977 las exportaciones petroleras representaban el 27
por ciento de las exportaciones totales del país. en 1981llegaron al61 por
ciento. Esto, a su vez. impactó de manera n*tiva al gasto público. afec-
tando en forma directa a la economía en su conjunto. Aquel sueño de
una gran recuperación económica duró apenas unos años.
La crisis que en .t 982 el presidente López Portillo definió como "un
problema de caja" era. sin duda. algo mucho may~r.
Iqual que en 1976, en 1981 se asistió a una crisis del patrón de creci-
miento económico y de desarrollo que había venido funcionando du-
rante los últimos sexenios. Una crisis que ahora, además de hacer
evidentes los desequilibrios de la estructura industrial. afectó también el
ámbito de lo político y social y provocó una pérdida generalizada de
confianza y credibilidad en el gobierno.
Ciertamente el boom petrolero y la acelerada expansión económica
que éste alentó. trajeron consigo mayor empleo y. por ende. mayor de-
manda y mayor producción, pero provocaron también graves
desequilibrios. Partiendo del presupuesto erróneo que encontraba en el
petróleo la panacea, se endeudó el Estado y también la iniciativa priva-
da: se hicieron planes e inversiones y se aumentó el gasto en -servicios.
Pero al rápido crecimiento económico no correspondió la consolida-
ción de una planta productiva acorde a sus requerimientos. Aun cuando
esta última se duplicó en tan sólo cuatro años. no fue suficiente y. como
se mencionó, las necesidades del desarrollo industrial tuvieron que ser
cubiertas, muy frecuentemente. mediante importaciones. frente a las cua-
les se había adoptado una política liberalizadora aefecto de contener la
Inflación. De esta manera, el crecimiento del men::ado interno a la vez
que impulsó la industria nacional. favoreció la oferta del exterior y pro-
vocó un déficit en la balanza comercial.
Abrir las fronteras a los productos extranjeros significó una impor-
tante salida de divisas: el financiamiento se hacía. cada vez en mayor
proporción, con crédito externo y, en menor medida, con divisas ingre-
sadas al país por concepto de turismo. transacciones comerciales y otros
servicios. El desequilibrio mercantil se tradujo en un crecimiento de la
• 411.
LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
deuda externa la cual a su vez significó un aumento del pago del servi-
cio de la misma y. por ende. un incremento del déficit de la balanza de
pagos. En suma. Inflación. crecimiento del déficit del sector público,
incremento del déficit de la balanza de la cuenta corriente de la balanza
de pagos y elevación inusitada de la deuda externa. fueron el saldo ne-
gativo del milagro petrolero.
Para colmo, otros fenómenos de carácter externo vinieron a rema-
tar las posibilidades de control sobre la ya inminente crisis. A nivel mun-
dial se presentó una aquda recesión que afectó de manera directa a los
paises industrializados en su economía y su comercio. Algunos de los
países avanzados sufrieron importantes reducciones en la tasa anual de
crecimiento de su producto interno bruto (p¡¡;), devaluaciones en sus
monedas (tal es el caso del franco francés, del marco alemán o de la /
libra esterlina) y drásticas disminuciones en sus importaciones. afectan-
do negativamente a países como México.
Aunado a lo anterior. y con el propósito fundamental de financiar
sus propios déficits internos. las economías centrales acudieron a una ·
elevación significativa de sus tasas de interés. Ciertamente esta alza se
venía sucediendo desde 197 1. pero entre 1979 y 1981 las tasas de interés
subieron drásticamente. En 1977 la tasa Libor se encontraba en un 6.5
porciento, mientrasqueen 1980subióa 12.7yen 1981 Uegóhasta 16.7.
Para México esta situación resultó particularmente grave. Al tener
contratada la mayor parte de su deuda externa a tasa variable. las modi-
ficaciones al alza se tradujeron. evidentemente. en un inmediato incre-
mento en los pagos por servicio de la misma. Así. en '977 México pagaba
por servicios financieros 2.600 millones de dólares; en 1981, 8.200.
Al mismo tiempo. las altas tasas de interés en Norteamérica resulta-
ban muy atractivas para el inversionista mexicano que además podía
percibir ya el desencadenamiento de la espiral inflacionaria en nuestro
país. Con una política de trrestricta libertad cambiarla, la fuga decapita-
les fue incontrolable y cada vez mayor: Mientras que en 1978 salieron
del país 600 miUoQes de dólares. en 1980 la cifra aumentó a 2.950 (1.6
por ciento del PIB para ese año) y al año siguiente se fugaron 10. 914
millones de dólares (3.4 por ciento del PIB); en 1982. según lo señaló el
presidente en su último Informe. las cuentas bancarias de mexicanos en
Estados Unidos ascendían a 14.000 millones de dólares y los bienes
inmuebles adquiridos a 31.000 miUorÍes (de los cuales sólo 9,000 habfan
sido pagados). lo que daba un total de 45,000 millones.

• 412.
GERMÁN PtREZ Y ROSA MARIA MIRÓH
A pesar de que los síntomas de la crisis estaban presentes desde años
antes, resultaban difícilmente detectables en medio de la euforia petro-
lera. Pero con el derrumbe delos precios del crudo México mostró toda
su vulnerabilidad: su alto grado de dependencia en los terrenos finan-
ciero, tecnológico ·Y comercial fue evidente. El cúmulo de problemas
contenidos finalmente encontraron la coyuntura ideal para expresarse.
La baja del petróleo dejó clara la magnitud de las deficiencias es-
tructurales de la economía mexicana que no pudieron ser resueltas en
los años de auge. Quedó demostrado que el desarrollo del país no podía
estar sustentado en un solo recurso, aún cuando éste fuera estratéeico.
También se constató que la economía industrial mexicana importa una.
cantidad excesiva de insumos. sobre todo bienes de capital y materias
primas intermedias. Y. por último, se comprobó que el comportamiento
de las finanzas internacionales es determinante para el desarrollo del
aparato productivo nacional.
En efecto, los errores saltaron a la vista. La polltica económica del
gobierno lopezportillista había fracasado y era por tanto necesario dar
un viraje radical y reiniciar el camino. Su administración contaba con
poco más de un año para actuar.
Así. aunque tal vez tarde. México trató de corregir el rumbo. de '
adecuarlo a las nuevas circunstancias. De esta manera, para hacer frente
al deterioro de la situación económica, en julio de 1981 el qobierno adop-
tó una serie de medidas tendientes a equilibrar la balanza de pagos y a
reducir el déficit público. Se limitaron nuevamente las Importaciones: 80
por ci.;:nto de !os productos estarían sujetos a permiso previo de la Secre-
taría de Comercio: se fomentaron las exportaciones a través de subsidios
y otros apoyos: se aceleró el ritmo de incremento de las tasas de interés y
también la depreciación del peso frente al dólar. Ycon el fin de sanear las
finanzas públicas. se decretó la reducción del presupuesto de egresos en
un 4 por ciento (que en realidad significaba un 8 por ciento, dado que la
medida se tomó a medio año) y la adopción de diversas acciones admi-
nistrativas que aseguraran el cabal cumplimiento de la reducción al tiem-
po que evitaban futuras ampliaciones del mencionado presupuesto.
Sin embargo•.ahora resulta claro que esto no fue suficiente. La deci-·
sión férrea de la administración de José López Portillo respecto a mante-
ner el crecimiento económico, agravó las cosas, pues esta intención hizo
que se canaliia.ran todos los recursos disponibles hacia el financiamiento
del gasto público. ·
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• 413. t·
LOPÉZ PORTILLO: UM SexENIO DE AUGE Y CRISIS fi
"
Apesar del optimismo con el que se anunció el programa de julio, los
resultados no fueron los esperados. Aun con la reducción programada. el
gasto gubernamental en 1981 excedió en un 18.4 por ciento lo presupuesta-
do originalmente, con las evidentes consecuencias sobre el déficit público:
las importaciones disminuyeron en términos reales, pero el déficit de la
balanza comercial se vio incrementado (de 3,179 millones de dólares en
1980 pasó a 4,510 millones en 1981): la inflación no pudo ser contenida.
alcanzando un 26 por dento al finalizar el año: y por último. el alza de las
tasas de interés para depósitos en moneda nacional y la aceleración de la
depreciación del i>eso frente al dólar. tuvieron justamente el efecto contra-
rio al esperado pues alentaron, por un lado, el aumento de los depósitos en
dólares y. por el otro. la fuga de capitales. Además. las políticas monetarias ~
y fmancieras implantadas -que incluían el mantenimiento de una paridad r'
cambiarla ficticia- indirectamente incrementaron la especulación. ;.
En 1982 los alcances del fracaso de la política económica fueron
enormes. Para salvar la situación, el gobierno adoptó. a principiOs de
año. un nuevo programa de ajuste económico con el que se pretendía. _
otra vez. frenar la inflación. sanear las finanzas públicas y al mismo tiem-
'
e
~
po mejorar las relaciones económicas con el exterior. Con esta inten-
ción, se redujo el qasto público en términos reales: se aceleró nuevamente
la depreciación de la moneda: se elevaron las tasas de interés: se autori-
zaron alzas de precios a la qasolina. la leche. el huevo. los cigarros. las
tarifas del transporte aéreo y terrestre y las tarifas del servicio telefónico ..
y. como contrapartida. se otorgó un incremento salarial del 34.2 por
ciento al salario minimo. con la cual ciertamente no se restituía el po-
der adquisitivo de los trabajadores.
A pesar -de todo, la confianza en México y en el qrupo gobernante
empezó a esfumarse junto con la ilusión del petróleo. Y había elemen-
tos suficientes para ello: tan sólo en el mes de enero la inflación fue del
5 por ciento.
Desde,luego. quienes primero actuaron fueron los qrandes empresa-
rios y siguieron su ejemplo. en la medida de sus posibilidades. los secto~
res medios. Esta nueva clase media. producto de· diez años de gasto ·
público acelerado. recibió y multiplicó las quejas y argumentos empre-
sariales: y con justa razón. pues sus viajes a Oisneylandia se veían seria-
mente amenazados.
Rápidamente subieron de tono las lamentaciones. las quejas, los re-
proches. los ·re lo dije· y ·ya lo sabía·. Para ·protegerse·. se recurrió a la
.

• 414.
GEIIMÁN PÉRfZ Y ROSA MAIIIA MillÓN
compra de dólares y la especulación se volvió una práctica cotidiana: la
captación bancaria en dólares superó a la denominada en moneda na-
cional; para ~osto de 1982los depósitos en moneda extranjera en el
sistema bancario nacional llegaron a 12.000 mtllones de dólares.
A pesar de que el propio presidente López Portillo en reiteradas oca- ·
siones criticó estas prácticas de los particulares que afectaban la econo-
mía en su conjunto y les rogaba solidaridad para salir de lo que llamó
·un tropezón financiero·. nunca fue escuchado. La debilidad e impo-
tencia de un Estado atado de manos se dejaron sentir en aquel discurso
improvisado que JLP pronunciara en Guadalajara el5 de febrero de 1982:
·renemos que cuidar nuestras divisas. aquéllas que nos sirven para
comprar lo que necesitamos en el exterior [...] No podemos damos el
privilegio de importaciones de lujo; no podemos en este momento. y los
invito a reflexionar. damos el lujo de irnos al extranjero, por barato que
sea, es una ganancia ocasional. ilusoria, transitoria, a cambio de hacerle
un gran daño a nuestro país, ni idas a esquiar al norte ni idas a comprar a
cualquier parte (...) No derrochemos en el extranjero y. menos. porque si
ya empieza a ser mucho más grave, no adquiramos en el extranjero
inmuebles de lujo para asegurar fortunas. Es l~ítimo. la ley no lo prohibe:
la generosidad de nuestras libertades lo permite, pero reflexionen quienes
Jo han hecho [...] Por eso les pido con todo énfasis. con toda pasión, siga-
mos defendiendo nuestra política monetaria. no caigamos en pánicos. en
especulaciones, en trampas, en esto como en todo lo demás. Si tenemos
el privilegio de ser mexicanos, actuemos como tales...•
Pero los esfuerzos fueron inútiles. La confianza no se recuperó. y
menos aún los capitales.
Desde luego que la especulación con la moneda fortaleció signifi-
cativamente a diversos sectores sociales. El sector financiero. que había
entablado un tierno romance con el gobierno, ahora desoía las súplicas
de su protector en un descarado afán por acumular ganancias. No obs-
tante, los •traidores·. como se les llamó en el último Informe del sexenio.
no fueron sólo los banqueros. Con la especulación se favorecieron to-
dos aquellos núcleos que contaban con capital líquido. Las enormes
empresas transnacionales y del pais,los poseedores particulares de gran-
des fortunas y. también. los pequeños ahorradores. hicieron su ~toa
partir de diciembre de 1981.
La dolarización de los recursos y las transferencias a bancos extran-
jeros fueron mermando" rápidamente las reservas del Banco de México;
,
• 415 •
LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO De AUGE YCRISIS
en enero éstas disminuyeron en 1,524 millones de dólares y en febrero
en 2.113. En estas condiciones, la situación se tomó insostenible cuan-
do aumentaron los múltiples rumores acerca del monto y la fecha de la
devaluación: se profundizó la crisis de credibiUdad frente a la poUtica
estatal al tiempo que se invitó a la compra de dólares baratos.
De manera inevitable. elt7 de febrero se modificó la paridad cambiaría.
El Banco de México se retiró •temporalmente del mercado de cambios
para dejar que la cotización del peso frente al dólar y otras monedas_ ex-
tranjeras encuentre su nivel correspondiente a las condiciones económi-
cas actuales·. En la práctica esto significó una devaluación de más del70
por dento: de 27.01 pesos por dólar. la paridad cambió a 47.25.
Sin embargo, esta medida, lejos de solucionar problemas tales co_mo
la dolarización, la fuqa de capitales o la especulación. sirvió para acen-
tuarlos. cuando menos por dos razones. La primera, porque la devalua-
ción fue mucho menor de lo que realmente se requería. A 47 pesos los
dólares todavía resultaban baratos. La segunda, porque la medida con-
tribuyó a incrementar la desconfianza. Ahora era claro que los temores
no eran infundados y. por tanto, todo mundo buscaba protegerse.
La ·práctica de la especulación. que en un principio era elitista, se
socializó. Ahora no sólo los bancos y las qrandes empresas sino todos
aquéllos que tuvieran liquidez podrían qarantizar el incremento de sus
ahorros mediante la compra de divisas.
Apenas dos meses después de la devaluación. se reconoció por pri-
mera vez de manera oficial que existían serios problemas en materia de
endeudamiento externo y, en qeneral, graves dificultades financieras.
Reconocía también el gobierno que las medidas de politica económica
adoptadas en febrero no habian sido suficientes, por lo que se hacía
necesario profundizar en la politica recesiva y restrictiva: había que in-
tentar nuevamente frenar el crecimiento económico. pero para paliar .
sus consecuencias se propusieron alqunas medidas que beneficiarían a
las clases trabajadoras: se amplió la acción de Conasupo y Coplamar.
adeinás de suqerirse un incremento salarial. .
En junio, tan sólo un mes después de que el Secretario de Hacienda
declarara q\le *la crisis está bajo control". la banca extranjera suspende
sus préstamos a México por consider~los altamente riesqosos. Por su
parte, el fMI -C.on quien ya se habian iniciado conversaciones-- conside-
ra a los proplemas de la economfa mexicana. como una consecuencia
de. la acelerada expansión económica impulsada por elqasto público;

• 416.
GERMÁN PtllEZ Y ROSA MARIA MIRÓN
para solucionarlos propone una reducción de dicho gasto. además de
una devaluación.
Todo lo anterior condujo. inevitablemente. a una virtual devalua-
ción mediante el establecimiento de dos tipos de cambio: uno preferen-
cial. que se fijó en 49.13 pesos por dólar y que sólo sería utilizado para el
pago de los intereses de la deuda externa y para importaciones necesa-
rias autorizadas por la Secretaría de Comercio: y un tipo de cambio li-
bre. el cual oscilaba entre los 77 y 84 pesos por dólar. Tampoco en esta
ocasión se alcanzaron los objetivos previstos: la especulación y la fuqa
de capitales continuaron.
Apenas unos días después se anunció que todos los depósitos cons-
tituidos en dólares serían pagados en pesos: el establecimiento de este
relativo y sutil control cambiarlo dio lugar a la aparición de una nueva
figura: los "mex-dólares".
Pero el daño ya estaba hecho. En tan sólo unos meses la deuda ex-
terna se duplicó. con el agravante de que los nuevos préstamos en lugar
de destinarse a la actividad productiva, se dirigieron al mercado mone-
tario con la intención de mantener la libertad cambiapa y loqrar una
paridad controlada aunque en deslizamiento. De esta ·manera. las divi-,
sas frescas que llegaron vía endeudamiento externo fueron a parar tam-
bién a los bolsillos de los especuladores. .
Sin embarqo,la política estatal no era. de ninguna inanera, arbitra-
ria: estaba siendo atacada por dos frentes y a ambos debía responder.
Por un lado. a nivel internacional se vivía, como en Mexico. una grave
crisis económica que J'¡izoal gobierno mexicano elevar las tasas de inte-
rés bancario para atraer capitales y hacerse de recursos. Con ello. em-
pero. se desalentó aún más la inversión productiva. priVjleqiando al sector
financiero. Por otro lado. el Estado recibió fuertes presiones de gnipos
de· poder internos con quienes no era aconsejable enfrentarse en el con-
texto político de la sucesión ·presidencial. Empresarios y trabajadores
atacaban desde ángulos distintos para procurar salir lo mejor librados
de la crisis y, de paso, consolidar posiciones frente a la siguiente admi-
nistración. ·
La crisis financiera se tradujo en un debilitamiento del Estado frente
a ciertos sectores de la burguesía. Los empresarios eStaban conscientes
de la capacidad real que tenían para presionar al gobierno. a quien
amenazaban constantemente con retirar sus capitales y así provocar la
quiebra de ·la economía. ·
"{•
• 417 •
LOPtZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
Y en efecto. con ello se loqró el retraso del proqrama de ajuste eco-
nómico que se anunció después de la devaluación de febrero y se ase-
guró el ilimitado respeto al mito de la libertad cambiaría. por lo menos.
durante alqunos meses más.
A pesar de que la devaluación siqnificó para el sector privado serias
dificultades. supo capitalizar la crisis a su favor. Nuevamente aprovechó
la ocasión para acusar de ineficiencia al Estado. ahora. desde lueqo.
con arqumentos más palpables. De otro lado. su oportunismo le permi-
tió insistir en su capacidad para diriqir el desarrollo económico del país.
En realidad. desde principios de 1982 el sector empresarial había mos-
trado su desacuerdo con el Estado en diversas cuestiones.
Las medidas adoptadas después de la devaluación fueron tachadas de
"tardías e insuficientes". responsabilizaron al "ilusionismo político· de la
situación que vivía el país y afirmaron que la inflación era provocada por
el mal manejo del excesivo gasto público. También se opusieron al ajuste
salarial criticaron los intentos de control de precios. la protección a las
empresas paraestatales. así como los subsidios al consumo.
En suma. los empresarios desataron una ola de reproches y despres-
tigio a la política económica del gobierno. Hacia dónde estaban orien-
tadas estas críticas era evidente: las riendas de la economía no deberían
estar en manos de un mal administrador. El slogan fue "menos Estado y
más Sociedad". Los empresarios exiqieron al gobierno menos gastos
sociales y pedían una mayor participación en lá dirección de la poütica
económica. ·
Tales demandas no se dieron en el aire. fueron reforzadas por diver-
sos actos organizados por la iniciativa privada entre los que destacan.
tan sólo en enero. el paro de transportistas. durante 7 días. en demanda
de subsidio o reducción del precio del diesel-aun cuando ya se les ha-
bía autorizado U:n aumento a sus tarifas- perturbando la distribución de
diversos productos alimenticios: o bien el paro de 12 horas de los bode-
queras de La Merced como protesta por las multas impuestas por la Se-
cretaría de Comercio al detectar irregularidades en sus básculas. Pero
indudablemente la manifestación empresarial de mayor envergadura
fue la reunión denominada "Atalaya 82", que se realizó dell4 alt6 de
enero. Convocado por los organismos cúpula. este foro sirvió. por un
lado. para atacar abierta y directamente al gobierno. responsabilizándolo
por completo de la situación que vivía el país. culpándolo, de la· infla-
ción 'Y de sus riesgos. y por el otro. para dejar claro el propósito de la
 • 418·
GERMÁN Pá!EZ Y ROSA MARIA MIRÓN
iniciativa privada de instaurar un proyecto económiCo totalmente diri-
gido por ella.
En "Atalaya 82" el empresariado nacional sostuvo la urgencia de
instrumentar una política de austeridad que permitiese salir de la crisis.
. Su propuesta se fundamentó en el hecho de que al ser la inflación la
principal falla de la política económica y la causa de ésta el elevado
déficit fiscal. la solución única era. inevitablemente. la reducción del
gasto público, aun cuando esto afectara los gastos sociales.
Las medidas concretas que propusieron entonces los e~presarios
fueron. desde luego. una mayor restricción del .presupuesto "para
desacelerar el crecimiento económico y disminuir la inflación"; la dis-
minución del circulante monetario; y. obviamente, la reducción de los
incrementos salariales, señalando los riesgos de una política de excesi-
vas prestaciones sociales.
Se abogaba en favor de la economía mixta. La participación del Esta-
do resultaba imprescindible para estimular el desarrollo, pero para cum-
plir cabalmente con este propósito la actividad del Estado debería limitarse
a apoyar el buen desempeño de la iniciativa privada. Desde esta perspec-
tiva se atacó toda invasión a lo que consideraban sus espacios privad~.
Así. esa burguesía que desde 1940 se vio muy favorecida por la viqorosa
expansión económica del Estado. proponía ahora un retomo al libre jue-
go de las fuerzas del mercado, un freno a la intervención estatal.
El Estado, por su parte, intentó conciliar. De un lado efectivamente
retraía el gasto y planeaba austeridad. mientras de otro se brindaban
estímulos fiscales a los patrones que adoptaran el ajuste salarial sugeri-
do por la Secretaría de Trabajo, así como importantes apoyos en la
renegociación de su deuda a aquellas empresas con problemas de liqui-
dez y endeudamiento externo excesivo.
Sin embargo. la crisis generalizada había mermado la capacidad del
Estado como rector de la economía nacional y éste aparecía vulnerable
frente a los embates económicos y políticos de la entonces muy fortale-
cida· iniciativa privada, particularmente del sector financiero. Descon-
tento, desconfianza. falta de solidaridad y no pocas veces agresión directa
e "irrespetuosa· fueron la respuesta empresarial a la política de conci-
liación del Estado. Lo que seis años atrás babia sido alianza. se presenta-
ba ahora como enfrentamiellto abierto.
Los trabajadores. por su parte, se vieron golpeados tanto por· las
medidas· económicas del Estado para salir de la crisis como por las reac-
• 419•
LOPéz PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
dones de los empresarios frente a ellas. La iniciativa privada también
respondió a las "amenazas" del gobierno con frecuentes aumentos de
precios. cierre de empresas y despidos masivos de trabajadores.
En efecto. las clases populares fueron sin duda las más afectadas por
el deterioro de la economía nacional. El decremento salarial y el des-
empleo son algunos de los problemas que tuvieron que enfrentar du-
rante la crisis.
La respuesta del movimiento obrero independiente fue la prolifera-
ción de demandas salariales tendientes a restituir el i>o<fer adquisitivo
de los trabajadores. Las manifestaciones de Inconformidad se hicieron
frecuentes y relevantes. Baste recordar los conflictos de los telefonistas.
los maestros. los empleados de Mexicana de Aviación y los trabajador¡:-.s
universitarios. o bien. las huelgas pe hambre de los obreros deAcer-Mex
y Carabela.
Sin embargo. la actitud del movimiento obrero organiZado fue bien
distinta. Este se mantuvo fiel a las disposiciones del Ejecutivo. A princi-
pios de año. la dirigencia sindical aceptó sin discusión el ajuste salarial
otorgado por el gobierno. que era a todas luces insuficiente. Más ade-
lante. se distinguió por apoyar prácticamente todas las decisiones que
en materia económica adoptó el·qobierno. aun cuando éstas afectaran
directamente los intereses de los trabajadores.
Aún más. después de la devaluación de agosto la CTM propone un
pacto de solidaridad con los empresarios. La propia Confederación y el
Congreso del Trabajo ofrecen moderar sus demandas para evitar la quie-
bra de las empresas. pues ello agravaría la siiuación del país. De hecho
lo que se sugería era una tregua hasta el cambio de poderes. .
Sin embargo. este proyecto no era posible. Las contradicciones en-
tre empresarios y Estado se agudizaron a tal grado que resultaba funda-
mental el respaldo del movimiento obrero a la política gubernamental
para salir adelante. De esta manera. desde agosto y hasta diciembre de
1982, las· demandas salariales y los emplazamientos a huelga promovi-
dos activamente por el sindicalismo oficial. más que responder a una
lucha real de los trabajadores. buscaban paliar. en lo posible. los ataques
empresariales al Estado.
Con el movimiento obrero organizado a su favor. el gobierno pudo
efectuar un último intento por detener la especulación y la fuqa de
c~pitales. Así. haciendo valer en su justo precio la razón de Estado,
como corolario de un largo Informe presidencial. José López Portillo
 ~[l
• 420.
GERMÁN P~REZ Y ROSA MARIA MIRÓN
decretó la nacionalización de la banca privada y el control generaliza-
do de cambios.
Se pretendía de esta manera recuperar la fuerza del Estado en tanto
institución y. a la vez, replantear los términos de su relación con los
distintos sectores sociales.
LA NACIONALIZACIÓN BANCARIA
Es de todos conocido que la lucha interna fundamental que ha conmovido
a nuestra nación entera desde su nacimiento. ha sido la lucha por la inde-
pendencia del Estado. primero frente a la iglesia y las potencias extranjeras.
más tarde contra el capital internacional y, finalmente. frente a la bu~uesía
nacional. Como en el siglo pasado. los conflictos recientes han removido y
sacudido los cimientos más sólidos de nuestras estructuras.
El condicionar la propiedad privada al interés social. la creación del
Banco de México, la expropiación del petróleo. la nacionalización de
los ferrocarriles, del sector productor de energía eléctrica, la formación
de Nafinsa. de Somex, la estatización de Correos y Telégrafos, la compra
por parte del Estado del transpone aéreo. entre otras, han sido acciones
duramente neqociadas.
Con adelantos y retrocesos, con aciertos y fracasos. en su conjunto.
estas medidas han permitido la indudable modernización y el franco
desarrollo de México.
Desde lu~o que ninguna de esas acciones, pero mucho menos el
conjunto de ellas, ha obedecido a caprichos, a juegos o posiciones sub-
jetivas, personales. Por el contrario, habrá que aceptar que la historia de
un país no se modifica ni se construye con los actos de una persona. La
racionalidad de las decisiones poüticas sólo se demuestra con su inser~
ción en los procesos reales. Yes siempre únicamente la realidad aquello
capaz de demostrar si algo era practicable o no.'
Así, afirmar que ~1 avance del Estado en este siglo y la paulatina y
creciente retirada del sector empresarial que conlleva, o que la dismi-
nución de la significación de la iniciativa privada a nivel nacional es
producto de la mala fe. o de circunstancias adversas. significa simple-
mente desconocer la realidad y su historia.
Ciertamente la ampliación de la participación del Estado en la eco-
::>·
nomía ha desplazado al capital privado de numerosos sectores y tam-
~·
i
• 421.
LOP~ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
bién ha subordinado su crecimiento en algunos otros: sin embargo, es re
fortalecimiento estatal de ninguna manera significa competencia des-
leal o debilitamiento de la empresa privada en su conjunto. Por el con-
trario, el avance del Estado como agente económico busca garantizar el
dinamismo de la actividad productiva en general. De hecho, distintas
políticas económicas del Estado. sobre todo las etapas de sustitución de
importaciones y el desarrollo estabilizador, han propuesto a la industria
privada como agente central del desarrollo industrial.
Lo anterior se ha traducido. sin duda. en una política de apoyos cons-
tantes a través de incentivos fiscales y subsidios del Estado hacia la ini-
ciativa privada. La intervención del Estado en los renglones productivos
ha sido. así. el último recurso nacional frente a la frecuente apatía. la
falta de espíritu y eterna dependencia del empresario capitalista. De esta
/.
manera. si la empresa privada nacional ha perdido terreno, ha sido jus-
tamente por su incapacidad para reproducirse, por su ineficiencia como
sector productivo en la ampliación de sus espacios. ~
En esta vida desgraciadamente hay que hacerlo todo. no hay deter-
minaciones divinas y por más que se reclame a la providenci~. o a la
naturaleza, si no es eficaz en términos productivos la propiedad privada
tendrá que ser sustituida por otra más eficiente.
Con todo. una cosa es perder terreno y otra, muy distinlé\o es estar muerto
y nuestros empresarios seguirán insistiendo, mientras vivan como tales, en
que por la naturaleza de las cosas. por designios históricos. ellos son los
depositarios de la responsabilidad del desarro~Ílómico de este país.
Bajo esos principios, la empresa privada, sea ésta industrial. comer-
cial o financiera. se opuso decididamente a toda posible planificación
que, aun cuando modernizara nuestra economía, pudiera atentar con-
tra el libre actuar de las fuerzas del mercado.
Los empresarios mexicanos se quejaron en Atalaya. provocaron huel-
gas en Puebla. reclamaron en la prensa. pero esto no impidió que. para-
dójicamente, en los primeros cinco años del se~enio de López Portillo
ganaran más dinero que en ningún otro.
Como hemos apuntado, a finales del sexenio el problema fue el de
quién debía tomar las riendas del desarrollo. Pero sucede que las dificul-
tades de modernización y desarrollo de una soc;iedad compleja como la
nuestra implican que las cosas no puedan ser dejadas al azar, ni a la riesgosa
_,·,
anarquía de una economía de libre mercado: Los reclamos fueron. sin
duda, explicables, pero la planificación era, a todas luces. lmpostergable.
 • 422.
GERMÁN Péllez Y ROSA MARIA MIRÓN
Parece ser que la nacionalización de la banca y el control generali-
zado de cambios se dio en un ambiente de desesperación. La crisis eco-
nómica, que apélreda ahora también como una crisis política. se
agudizaba constantemente. A unos cuantos meses del cambio de pode-
res, y favorecidos por la devaluación de agosto y los aumentos constan-
tes de fas tasas de interés en moneda nacional. se presentaron de nuevo
y con más fuerza los fantasmas que habían aparecido desde que se ini-
ció el año: la especulación y fa fuga de capitales alcanzaron niveles in-
usitados, lq que hizo que. para septiembre. las reservas del Banco de
México fueran prácticamente inexistentes: los ingresos por concepto de
exportaciones petroleras no eran suficientes y parecía inevitable que la
inflación alcanzara. por primera vez en la historia. los tres dígitos.
Pero no se trataba solamente de un problema de insolvencia y caos
de las finanzas. Las relaciones Estado-empresarios no mejoraban y la
imagen del presidente estaba ya bastante deteriorada.
En ese contexto. la nacionalización de la banca fue un acto que más.
mucho más. que ajustar cuentas con un sector nacional, devolvía al Esta-
do su capacidad de mando y gobierno. acabando con la idea -muy difun-
dida por cierto- de que el Estado había peroido su poder de conducción '
del proceso de desarrollo nacional. como algunos pretendieron verla: fue
la actuación de un Estado-nación. en el sentido más amplio. que reclamó
para sí la custodia de ~ntereses generales aun sobre los grupales.
Los decretos anunciados el 1o de septiembre de 1982. mediante los
cuales se nacionalizó la banca privada y se estableció un control gene-
ralizado de cambios. brindaron al Estado la posibilidad de fortalecerse
en medio de la crisis. Con estas disposiciones no sólo se hizo de cuantio-
sos recursos sino que. a la vez. recuperó su capacidad rectora frente al
conjunto de la sociedad al tiempo que terminaba con el lugar prepon-
derante que había alcanzado el sector bancario en el financiamiento
público a través del encaje legaf.
En esta ocasión se mostró, como afirma Coidera, ·la constante ca-
pacidad de adaptación yreconstitución mostrada por el Estado, así como
el alto grado de Jeqitimidad y autoridad históricamente logrados por el
sistema político mexicanow.
Las reacciones. desde luego, surgieron de inmediato. Fue tal el im-
pacto de la decisión. que Jos efectos y circunstancias de la crisis se olvi-
daron por completo. La figura presidencial se erguía de nuevo con el
apoyo que le brindaban todos los sectores populares.
• 423 •
LOPÚ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
1
El movimiento obrero organizado continuó otorgando su leal e in- j
cuestionable apoyo a las decisiones gubernamentales. pero también el
sindicalismo independiente. y toda la izquierda en qerieral. se volcó en -~
j
favor del nuevo proyecto. La magnitud de este respaldo quedó de mani- .¡
fiesto en aquel gran mitin realizado en el Zócalo el 3 de septiembre. al ~
que siguieron numerosas muestras de apoyo en diversas ciudades de
provincia.
Por su parte, los empresarios, además de estar ofendidos por las acu-
saciones del presidente a los ba:nqueros. ahora se sentían amenazados
en tanto c;lase: De inmediato presentaron un frente común. La empresa
~
privada. los industriales y comerciantes, tuvieron en 1982, y tendrán por i
'
mucho tiempo, la suficiente fuerza como para imponer. si no un mode-
lo de desarrollo. sí su derecho de veto; a fin de cuentas manejan una
·¡
parte. aún hoy. muy importante de la economía nacional.
Ese modelo de veto ya había sido impuesto al fi!Obiemo de mil ma- j
neras. Fuga de capitales. campaña de rumores. cierre de empresas, críti-
cas abiertas al Estado, campañas de desprestiqio. nula inversión. · 1
elevación de precios. ocultamientos de mercancías. entre otros. fueron
elementos con los que nuestra iniciatiVa privada, presiono a los gobier-
nos entrante y saliente con el objeto de obl~arlos a cambiar de rumbo.
a reprivatizat; a ceder terreno. conceder crédito barato y. finalmente.
loqrar una participación más amplia en la toma de decisiones.
Recién nacionalizada la banca. las expresiones de descontento de la
1• 1
:¡
l
iniciativa privada fueron agresivas en extremo. De inmediato se progra-
mó un paro empresarial para el 8 de septiembre. que finalmente no se
realizó. Pero las protestas no cejaron: se afi.ITiló que el presidente había
encontrado en tos banqueros el chivo expiatorio en qonde ocultar el fra-
caso de su qobiemo. Asimismo. se acusó a la administraciÓn lopezportillista
de conducir al país al socialismo y aun al totalitarismo y se propuso la
realización de foros de análisis a partir de los cuales se estructurara una
alternativa frente al intervencionismo estatal.
Esta intención inspiró las reuniones empresariales -promovidas prin-
cipalmente por el Consejo Cooroinador Empresarial (CCE) y orqufiosamente
bautizadas con el nombre de •México en la fibertad·- que se llevaron a
cabo en Monterrey. Torreón y Culiacán durante el mes de octubre.
Los principales argumentos esqrimidos en esos foros -cuya realiza-
ción coincidió con la entrevista de Miguel de la Madrid con Reaqan-
giráron. desde tueqo. en tomo a los atentados que sufría la libertad y el
 ·.~::-~:
• 424.
GERMÁN PéREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
impulso que el Estado daba al totalitarismo y al socialismo. Instaba
Clouthier -presidente del CCE- ·a la movilización social contra el abso-
lutismo político y económico del Estado". También se impugnó ahf el ·
modelo económico sostenido a partir de 1970, al tiempo que se señala-
ron las ventajas del esquema del desarrcllo establlizadot
· La aguda crítica a la administración saliente también s~nificaba una
amenaza al nuevo réqimen. Al igual que en 1976, ahora la iniciativa priva-
da desdeñaba al presidente saliente para vender su lealtad al nuevo. Los
empresarios señalaron la urgencia de que MMH diera un eiro de 180 gra-
dos y cambiara radicalmente las directrices de la política económica
imperante hasta 1982. Por su parte, la iniciativa privada -aclaraban- no
permanecería cruzada de brazos frente a las acciones del Estado, para
orqanizar su participación. crearía organismos cívico-políticos ad hoc.
Si bien es cierto que tampoco en esta ocasión los empresarios dije-
ron nada nuevo. a fuerza de repetir sus quejas y temores, lograron in-
fluir en la opinión pública. Las acusaciones contra la corrupción. la
incompetencia, el nepotismo, la rapacidad, el abuso de poder, por un
lado; y la defensa de la legalidad, el orden jurídico y la propiedad priva-
da. por el otro, le valió al empresartado el apoyo tanto de la "extrema
derecha· como de diversos sectores sociales conservadores. entre los
que destacan la iqlesia, alqunos partidos poñticos y ciertas organizacio-
nes sociales (que van desde las asociaciones de padres de familia hasta
los Rotarios .y los Leones. pasando por los coleqios de profesionistas).
Sin embargo, los empresarios mexicanos conocen sus límites y acep-
tan su desventaja. Sabían que no se podían ir a fondo contra una admi-
nistración que aún tenía dos meses para actuat No podían olvidar que
en su último Informe de Gobierno, López Portillo delineó una sutil pero
durísima amenaza que flotaba en el aire. Afirmó que a los nialos mexi-
canos, a los desnacionalizados. les daba un mes, septiembre, el mes de
la patria. para corregir su conducta. regresar capitales fugados y amai-
nar sus ánimos. Después él actuaría.
-En realidad, el entonces presidente nunca había-sostenido políticas
antiempresariales. Como él mismo afirmó en una visita que realizó a
Monterrey en octubre de 19&2 y donde los empresarios estuvieron au-
sentes:. ·Para lograr el desarrollo busqué la alianza, y no me importó que
se'me calificara como presidente pro-empresario, como presidente de
la burguesía y, cuando se me quería ofender más, como presidente de la
oligarquía".
j.. ~.
Ji~
~
• 425.
l.OPéz PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
1¡
En efecto. a cambio de sumarse a los planes rectores, López Portillo
otorqó a los empresarios todo lo dabl~. La solidaridad del gobierno con el
empresariado nacional siempre fue clara para este sector. Baste recordar i,,
que como presidente electo, JLP inició un diáloqo •tranco y leal" con ta
iniciativa privada que se tradujo en la concertación de diez compromisos !
relativos a sendas ramas industriales. dando origen a la ·Alianza para la
Producción". A cambio de su apoyo, el Estado brindaría a los empresa-
rios. entre otros estímulos. descuentos en energéticos y productos
petroquímicos básicos, ventajas fiscales. subsidios y contención salarial.
Esta relación se fue deteriorando conforme avanzaba el sexenio~ Sin
embargo. con la banca en sus manos. el gobierno pudo nuevamente nego-
ciar y, en cierta medida. comprar la paz social. Con la nacionalización el J
Estado se hizo de una qran cantidad de empresas cuya devolución tendría ~
que ser neqociada a cambio de tranquilidad También estaba pendiente el
monto de las indemnizaciones que, desde luego. se sujetaría a ciertos pac- ·
1·j
tos. Además, la reneqociación de la enorme deuda privada les costaría a los ~
empresarios un buen comportamiento y la suspensión de las reuniones ~
"México en la libertad" que estaban por Uevarse a cabo. El CCE llamó a sus
agremiados a posponer estos foros hasta después del relevo sexenal. "con el
propósito de crear un clima de concordia, especialmente necesario en es-
tos momentos de crisis ~onómica y de cambio de gobierno·.
Asimismo, en cuanto reaccionaron. las cúpulas empresariales invi- l ·~
taron a los banqueros a proseguir las vías legales. el amparo. para diri-
mir su conflicto frente al Estado. Sus dirigentes instaron a toda la iniciativa
1
privada a la cordura y al orden.
En el ámbito internacional las reacciones fueron diversas. Pero en ·¡
Estados Unidos la nacionalización de la banca y el control qeneralizado
de cambios provocó ciertamente un qran desconcierto y preocupación
en distintas esferas. ·
1
En general. dichas medidas se interpretaron como un paso más de · !
México hacia el socialismo en tanto que pronunciaban la tendencia ha- 1
1
cia el control qeneralizado de la economía.
La prensa norteamericana. amenazante, opinó que México había
optado por el camino opuesto al que deben sequir las naciones con
serias crisis económicas para loqrar el respaldo fi.nanciero internacio-
nal. Yel embajador John Gavin, al mismo tiempo, sostuvo que las medi-
das de política económica.adoptadas por José López Portillo llevarían
al país· al caos ..
 ···~·
• 426·
GERMÁN PéREZ Y llOSA MARIA MIRÓN
Parte del Congreso norteamericano también se pronunció en con-
tra. Treinta y seis de sus miembros acudieron de inmediato al presidente
Reagan con la intención de solicitarle que en la entrevista que habría de
sostener con Miguel de la Madrid le pidiera que salvara a México del
comunismo: para ello resultaba inevitable. desde luego. dar un viraje
radical y abandonar por completo la línea política seguida tanto por
López Portillo como por Echeverría.
En el terreno internacional también hubo negociación. Basta dirigir
una mirada a las condiciones impuestas a México por el Fondo Moneta-
rio Internacional, con todas sus secuelas sociales, para percibir el costo
del cambio de manos de la banca nacional. La ·carta de intención· fir-
mada en noviembre de 1982 por las autoridades financieras mexicanas
con los representantes del FMI. hace evidente que a cambio de la ayuda
directa del Fondo y de su aval para solicitar un nuevo plazo en la nego-
ciación de la deuda con otros acreedores, el gobierno mexicano se com-
prometió a aplicar un rigido proqrama de austeridad. El reajuste
contempló fundamentalmente tres aspectos: la posibilidad de tornar más
flexible el control de cambios: fa disminución del incremento de la deu-
da externa: y. por último, pero no menos importante, una reducción ,
significativa del déficit público: éste no debía superar el 8.5 por ciento
en 1983, 5.5 en 1984 y 3.5 en 1985 del producto intémo bruto.
De esta manera. con las medidas económicas adoptadas por López
Portillo. indudablemente el Estado gana espacios importantes a larqo plazo,
pero por mucho tiempo -para bien o para mal- Occidente garantiza la
presencia mexicana. con su petróleo incluido. en su zona de influencia.
Así. a pesar de todas fas reacciones y presiones. resulta incontrovertible
el hecho de que con el gobierno Iopezportillista el Estado consolida supo-
sición de fuerza. amplía considerablemente sus márgenes de legitimidad y
consenso. asegura la rectoría económica del Estado -que d~biera cristali-
zar Miguel de la Madrid-. afianza la independencia estatal ante la burguesía
-lucha importante de nuestro siglo-. y cimenta lo que en el futuro pudiera
siqnificar la autonomía estatal frente a los embates del exteriot
EVALUACIÓN DE UN SEXENIO
Al intentar efectuar. un balance del régimen de José López Portillo se
nos presentan de inmediato ciertos aspectos que, si bien no saltan a
.1
'
• 427.
LOPéz PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
primera vista. de alguna manera señalan lo estructuralmente significati-
vo de esa administración. ·un primer vistazo a la prensa de ese momen-
to confunde a cualquier lector. sobre todo por lo que se refiere a los
últimos meses del sexenio. Surqe de ahí esta interrogante fundamental:
i.cómo es que pudo funcionar toda esta sociedad compleja?
En efecto. al revisar los periódicos uno tiene la impresión de que se
iba a derrumbar el Palacio Nacional. que Alfa quebraría y que los ban-
cos dejarían de funcionar. Parecía que ya nada volvería a servir.
La corrupción. la deuda. la inflación. la derecha agrediendo, la iz-
quierda ... hasta allá. los salarios. el empleo. nuestra burla, los impues-
tos. el petróleo,los discursos sobre una unidad en la que nadie creía. las
retahílas sobre· nuestra democracia de un partido. el FMI. las amenazas
del GATT y de la crM.Ia miseria de los marginados. y la risa de una unidad ·
monetaria nacional. el peso, cuya traducción en dólares se redujo en
unos meses a lo imaginario.
En ese contexto. aún ahora es difícil distinguir lo real de lo aparente,
lo significativo de lo intrascendente, entre otras cosas porque ésas son
categorías que obedecen a parangones fijos ... y pareciera que en Méxi-
co. a finales de 1982, cualquier cosa pudiera ser importante o no.
La misma burguesía financiera. entendida por todos, hasta por los
sesudos universitarios. como la fracción hegemónica del capital en su
conjunto. pieza intocable. por imprescindible, resultó que no era lo que
parecía. Un día se esfumó del es~enarlo y no pasó nada.
Aunque el hecho de haber borrado en unas cuantas horas a la bur-
guesía finanCiera es importante, lo es mucho más el que el Estado haya
obtenido así la capacidad para manejar en su totalidad el ahorro nacio-
nal. ·el Estado ya no estará acorralado por los qrupos de presión". afir-
mó López Portillo después de haber nacionalizado la banca.
Indudablemente. el balance del sexenio lopezportllista permite ver
modificaciones estructurales importantes. Hay acciones que trascien·
den su momento e influyen en el desarrollo futuro del país. Asi. junto
con la nacionaliZación bancaria, deben señalarse las reformas adminis-
trativa. fiscal y política que durante el sexenio modificaron el rumbo de
la vida nacional.
Con las reformas fiscal y administrativa se pretendió dar al Estado
las bases de modernidad interna: ellas habrían de racionalizar sus fun-
ciones y métodos de evaluación. a la vez que fortalecerían su capacidad
economica. Planes y programas. sectoriales. int~rados en un proyecto
global. marcaron la direcciÓn.
 • 428.
GERMÁN PÉREZ Y ROSA MARIA MIRÓN
La reforma politica. sin duda una palanca importante en elloqro de
una sociedad mas plural y democrática. amplió el acceso de las mino-
rías a la participación política. Fruto de ellas fue el registro de nuevos
partidos. Impulsores de críticas y proyectos institucionales alternativos
desde muy diversas perspectivas. PSUM, PRT. PDM y PST son estructuras
que sin duda enriquecen la vida política del país. Su presencia no se da
como factor coyuntural sino como herencia histórica.
En efecto. pareda ser que a partir de entonces la vida democrática
del país habría de avanzar hacia una mayor institucionalidad, modifi-
cando. por consecuencia, los términos de la lucha politica. aunque
mermando. con ello. la capacidad de expresión autónoma de grupos
independientes. pues en la reforma política todos deberían encontrar
su expresión institucional. Así. afirmaba el entonces presidente: "En toda
la República las minorías han encontrado expresión y la pasión de su
disidencia se ha vuelto deber Institucional".
Pero tal vez los cambios más relevantes del sexenio lopezportillista
se presentaron en el terreno de lo económico y su política.
Desde que tomó posesión. López Portillo apuntó el agotamiento del
proyecto económico imperante en el pais y enfatizó la necesidad de mo-
dificarlo. La meta era única: crecer de manera acelerada. Yel instrumen-
to que permitiría su consecución estaba a la mano: el petróleo. Según
López Portillo. "el petróleo era el único recurso que podía generar recur-
sos excedentes para aplicarlos a resolver el resto de nuestros problemas·.
· Así. una vez superada la crítica situación de 1976. se canalizaron to-
dos los esfuerzos en un mismo sentido. Se invirtió entonces cotno quizá
nunca antes. Se optó por el crecimiento económico con la intención
explícita de incrementar. el empleo. La creación de 4 millones 250 mil
empleos a lo largo del sexenio y la consiguiente ~ducción del índice de
desempleo abierto de 8.1 a 4.5 por ciento en el mismo periodo. el forta-
lecimiento del mercado interno y de la industria. hicieron de México el
cuarto país con mayor crecimiento del mundo entre 1977 y 1981.
Asimismo. el incremento del producto interno bruto llegó a ser su-
perior al 8. por ciento anual y el sector agropecuario creció a una tasa
promedio anual de 4.5 por ciento. El énfasis puesto en los alimentos a
través del SAM y de la Ley de Fomento Agro~cuario se tradujo en auto-
suficiencia en alqunos productos básicos. Lo anterior permitió a López
Portillo sostener en su último Informe que "Nuestra política económica
no ha sido equivocada. está expresada en planes globales y sectoriales
.• 429·
. !:~ LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
~·'.
que permitieron. en el primer año. restaurar la economía que en 1976
-::.:··
recibimos, y crecer en los siguientes como nunca en nuestra historia·.
.:.="·
Estos fueron, en suma. a~unos de los logros estructurales m~ relevan-
tes de ese periodo. Del desarrollo permanecieron. sin duda. él fortaleci-
miento de la planta industrial. la modernización política y la racionalización
administrativa. En esos aspectos. como en alqunos otros, los avances son
prácticamente irreversibles.
Sin embargo. hubo elementos que hicieron del sexenio lopezportillista.
en términos generales. una administración profundamente inestable. Dos
de ellos fueron: a) la ausencia de un proyecto que redefiniera el pacto
social: y b) no menos importante. la falta de respeto y de credibilidad en sí
misma de una parte importante de la élite política que. junto con la cúpu-
la empresarial. no sólo traicionó un proyecto nacional mediante la f~a
de capitales. sino que también lo~ró hacer reversibles una ~ran parte de
los IU\trü!. ewnómicos y políticos del Estado mexicano.
La corrupción es muchas cosas. Puede ser observada como un mo-
mento histórico de acumulación de capital-así sucedió en Inglaterra en
siqlos pasados-: también puede ser vista como una redistribución del
ingreso o como una compensación salarial. y en este sentido la corrup-
ción puede ser. en cierta medida, funcional. Pero la corrupción desata-
da por la burocracia estatal. fundamentalmente entre 1981 y 1982,
()bedece a criterios distintos. Fue. antes que nada. la negación de todo
un estrato gubernamental de su razón misma de ser.
Bajo esta óptica. además de afectar proyectos, además de propiciar
la fuga de capitales.la corrupción no sólo le restó prestiqlo a la burocra-
cia sino que. sobre todo. mostró su falta de credibilidad en sí misma. en
su proyecto. en su gobierno y en el Estado. Esta forma de suicidio fue
inauditamente irresponsable. Al dejar de creer en si, siendo ademá~ ata-
cado por muchos flancos. el gobierno acabó por perder todo resto de
leqitlmidad. de consenso y, desde luego, de capacidad de mando.
Por su parte, la fuqa de capitales emprendida por n~estros empresa-
rios, industriales y banqueros -entre otros- constituyó, más que un acto
de reproche al crecimiento del Estado. un hecho que, de nuevo. mostró
su incapacidad para crear y respetar compromisos con su historia. su
cultura y su propia capacidad de reproducción. En todo caso. fueron
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acciones que afectaron fundamentalmente la Ideología, la creencia de 1'
toqa una nación en sí misma.
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• 430·
GERMÁN PÉREZ Y ROSA MAIIIA MillÓN
De otro lado. la falta de un proyecto nacional se hizo evidente: al
crecimiento del Estado. de su capacidad económica y política. no co-
rrespondió un replanteamiento del pacto social.
Es indudable que se planificó. que~~ Estado-absorbió partes impor-
tantes del manejo social. económico y político del país. Pero lo hizo sin
expresar su sentido ni los espacios que debiera ocupar cada sector en
esta nueva correlación y. por ello, se presentaron innumerables zonas
de disputa.
. Así. nunca quedó claro que el Estado intervendría en ciertos renqlo-
nes. pero que no lo haría en otros. Se nacionalizó la banca, pero no se
hizo en vistas a un proyecto global de redistribución de funciones den-
tro del cual cobrara pleno sentido.
En general las nacionalizaciones posibilitan. ciertamente, una poü-
lica nacional y social más avanzada, pero no la garantizan. ni siquiera la
prometen. Antes bien. dado lo sorpresivo de la ~acionalización de la
banca en México. ésta se pudo interpretar como un siqno de falta de
control civil frente al Estado y. en consecuencia. de democracia.
La izquierda mexicana confunde fácilmente la estatización con la
socialización. En efecto, la intervención del Estado en la economía im-
plica el desplazamiento de la burguesía. Pero habrá que preguntarse por
el significado objetivo. en términos de progreso. de este mero desplaza-
miento. Hablar de un proqreso inminente por el simple cambio de ma-
nos. puede significar la negación de varios cientos de años de lucha por
controlar al Estado. De ahí la enorme importancia de un proyecto so-
cial que señalara rumbos a partir de los cuales cobraran verdadera sig-
nificación las acciones emprendidas por el Estado y la sociedad civil. De
otra forma. estaríamos frente al autoritarismo. por más que las medidas
adoptadas por el Estado llegasen a satisfacer los intereses objetivos de
las clases mayoritarias.
En el contexto de 1982. se pudo haber nacionalizado, reprivatizado,
expropiado o vendido cualquier sector. Sin proyecto general. nacional,
sin rumbo explícito, no se puede hablar ni en favor ni en contra de la
nacionalización.
Esta, desde luego, permitió que el gobierno volviera a gobernar. pero
éste es un argumento meramente instrumental. El problema se plantea-
ría. entonces. ya con la banca: lhacia dónde gobernar?
En térniinos hisLóricos. sin duda. el factor que. contribuyó más
siqnificativamente a la inestabilidad del sexenio lopezportillista fue la
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• 431·
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LOPÉZ PORTILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
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falta de un proyecto nacional. De als¡una manera. en 1982 se perdió, en
lo fundamental. el marco de referencia simbolóqico-normativo y con-
sensual del actuar cotidiano de los grupos y las clases sociales.
Cada qrupo. clase. estrato u organización actuó de acuerdo a sus
intereses y fines particulares. Se transgredieron convenios. se rompie-
ron pactos y, en fin. se perdió el principio de autoridad. Con ello se olvi-
dó, sobre todo. que en una sociedad como la nuestra se requiere
cooperación y confianza en los demás.
El proyecto social. para que sea nacional. debe incluir a todos. y
todos deben sujetarse a él. Sin esta condición. ninguno puede lograr sus
fines particulares.
En un proyecto nacional. obreros o empresarios sacrifican alqo de
sí. a través de negociaciones. para loqrar. con seguridad, ciertas venta-
jas de la misma relación. Esta confianza. esta seguridad en el actuar de
los demás y por tanto, la calculabilidad de las consecuencias del propio
actuar. fue lo que se perdió en aquellos meses de desgobierno. Desde
lueqo que este fenómeno tuvo muchas causas cuyos efectos se concen-
traron en el Estado.
A la inflación, a la fuga de capitales. al déficit en la balanza de pagos,
a la crisis en general. sin duda contribuimos todos. Como se ha mencio-
nado. la compra de artículos extranjeros introducidos Ueqalmente al pais,
el ocultamiento de mercancías, los viajes, la compra de dólares, la co-
rrupción, entre otros, manifestaron la primacía .de los Intereses particu-
lares sobre los sociales. Como consecuencia. el Estado fue incapaz de
sostener el pacto social. Gustavo Esteva describe .en estos términos el
proceso Inflacionario:
La hiperlnflación revela la sustancia de prC>Ce59S inflacionarios. que no son otra
cosa que el desbordamiento de sus cauces polfticos institucionales en el ¡ul!io de
las contradicciones de la sociedad. Como expresión monetaria de la lucha de
clases. la Inflación se produce cuando ésta no puede ser ya sostenida en el man::o
de los acuerdos básicos del pacto social.
Ciertamente el gobierno no fue responsable de todo, pero sí de algu-
nos aspectos si.qnificativos del desastre de 1982. Uno de ellos fue el nun-
ca haber hecho explícito cuál era el sentido último de su actuar como
dirigente nacional. Se sabe qué quisimos, y quereQ'lOS: el desarrollo, el
confort. el fortalecimiento del empleo. la independencia nacional. A
 • 432.
GERMÁN PéREZ Y ROSA MARÍA MillÓN
todos esos fines se abocaron los planes y estrateqias de desarrollo, así
como los pactos, alianzas y convenios sociales. Lo que nunca quedó
claro fue cómo y. sobre todo. quién haría las cosas.
Así. después de muchos años en los que se afirmó que el motor de la
economía nacional era la iniciativa privada -la cual con una clara ideo-
l~ía de libre mercado, siempre estuvo proteqida por el qobierno-, un
buen día se empezó a hablar de la rectoría económica del Estado.
El Estado compró. empleó. subió salarios. estatiz6, expropió, invirtió.
casi siempre en pos de fines explícitos. pero co~ medios hasta entonces
desconocidos. Se pensó, desde ese momento, que a la modernización de
lo económico debía corresponder una moderniZación en lo administrati-
vo y en lo político para poder ajustar el sistema en su conjunto. Yasí se
hizo. a través, fundamentalmente, de las reformas administrativa, fiscal y
política. Sin embargo. el gobierno de José López Portillo pasó de larqo un
factor que propició una enorme inestabilidad durante su sexenio. Los acon-
tecimientos vividos en México entre 1970 y 1982 demostraron abierta-
mente el agotamiento del modelo de desarrollo que se había venido ·
sustentando desde el periodo cardenista. Lo que trajo consiqo no sola-
mente el caos económico, sino también la crisis de una forma de correla-
ción social, del. pacto y del proyecto nacional que vivimos al final del'
sexenio lopezportillista.
Se requirió desde principios de los setenta, con carácter de urqente,
qe un cambio sustantivo, estructuraL Yéste se llevó a cabo. Era necesa-
rio moderniZar al país. Racionalizar recursos, conjuntar y concertar es-
fuerzos. La orquestación se pensó, no sin razón, tendría que desprenderse
del Estado. Planes y proyectos, políticas y reformas tuvieron un fin co-
mún: moderniZar a la nación. Y así sacarnos a todos del atolladero.
Pero faltaba. sin embarqo, un sustrato, una condición sine qua non,
que le diera legalidad al actuar estatal. La necesidad de este nuevo pro-
yecto nacional era obvia. Pero en la medida en que conformaba un
nuevo pacto social. un nuevo acto constitutiVo en la vida nacional. su
instrumentación debía apoyarse en modificaciones en el terreno de lo
jurídico, de lo constitucionaL
Solamente a partir de ahí se hace explícito que a ciertos actores Co-
rresponden acciones, derechos y obligacioneS específicas. De otra ma-
nera. el Estado se arriesgaba, como sucedió, a que sus planes y proyectos
fueran objeto de discusiones y ataques ininterrumpidos. Su actuar de
acuerdo a un proyecto político. eiplícito sí, pero no legalizado, sería
fuente de constantes disputas.
• 433.
LOP& POIITILLO: UN SEXENIO DE AUGE Y CRISIS
~· Así, algunos sectores sociales calificaron el proyecto de ileqitimo,
~~· obliqando al Estado a que sus acciones se convirtieran en hechos funda-
:~:' mentados exclusivamente en el consenso. La lucha se presentó. pues,
tf.~ en el terreno de lo político y, por tanto. de lo ideolóqico.
fii: fue de esta manera cómo. durante el sexenio pasado, todas las ac-
:;ii clones del Estado fueron puestas en tela de juicio. La petrolización. los
'.~\: qastos sociales, los planes, el papel de la propiedad privada, etc., fue
~~· discutible y se discutió, fue criticable y se criticó.
:; El problema se planteó dejando de lado si el actuar estatal nos saca-
.·: ría o no del subdesarrollo. Por el contrario.los fines. el crecimiento eco-
, nómico y la mejoría social se olvidaron y fueron suplantados por el
problema de la relación entre sociedad civil y Estado. Ya no se cuestio-
nó si habría mayor o menor desarrollo, se preguntó sobre el cr.ecimien-
to del Estado. sobre su burocracia. sobre su aplastante fuerza. El tema de
la economía. el crecimiento económico y el bienestar social fue susti-
tuido por el de la política y la libertad.
Desde entonces. la iniciativa privada. nacional y norteamericana. se
preocupó por afirmar que un fantasma, una sombra, empezaba a cubrir
a México, la sombra del socialismo.
A todo ello. sin duda. se aunaron la corrupción y la impericia de un
gobierno que no supo prevenirse de {a baja en el precio del crudo, del
alza en las tasas de interés y de la recesión mundial. Pero el problema
fundamental fue, sin duda, el avance del Estado, o lo que es lo mismo. el
quién debería tomar las riendas del desarrollo.
En esta disputa. la verdadera disputa por la nación. intervino la inte-
liqencia nacional. el movimiento obrero, la iqlesia.las clases medias,los
industriales y los banqueros. Todos tomamos partido. Datos relevantes
de este conflicto anotan que los banqueros y empresarios, con el objeto
de presionar al gobierno, fuqaron cifras estratosféricas que se calcula-
ron en 54 mil millones de dólares.
El gobierno. por su parte. en un afán irracional por mantener el pres-
tiqio y controlar su proyecto. sostuvo a toda costa la paridad con el dó-
lar. Eso costó al país varias decenas de miles de millones de dólares.
Todos apostamos alqo. pero en realidad nadie ganó. Por el contra-
rio, fue México el que perdió la apuesta. El equilibrio entre las fuerzas
creó un vacío de poder que permitió a cada sector procurar sus fines
inm~diatos.
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• 434.
GERMÁN Pél1tz Y ROSA MARIA Mli1ÓN

En esos términos, los medios se convirti~~on en fines y los fines so-

ciales. el proyecto nacional. el pacto social. se perdió en una confusa
zona de lucha por fines individuales. En ella los medios de comunica-
ción y los empresarios jugaron un papel importantísimo.
La nacionalización de la banca. después de todo. vino a definir fuer-
zas. y la balanza se inclinó, finalmente. hacia el Estado. Sin embarqo,
José López Portillo y su gobierno estaban demasiado desqastados como
para reconstruir un sistema político en sólo tres meses.

UNIDAD

~e1~
EL PROYECTO DE MODERNIZACIÓN
1982-1994

-1.
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