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VIOLENCIA ESCOLAR

La violencia en el ámbito escolar es una realidad que deniega cada día a millones de niños y
jóvenes el derecho humano fundamental de la educación. El Plan Internacional estima que 246
millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus
escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que
presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes.

Las escuelas que no son inclusivas o seguras violan el derecho a la educación proclamado por la
Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por las Naciones Unidas, e incumplen con la
Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza cuyo
objetivo es eliminar cualquier discriminación, así como impulsar las medidas que garantizan la
igualdad de oportunidades y de tratamiento para todas las personas.

Una prioridad estratégica de la UNESCO consiste en garantizar que todos los niños y jóvenes
tengan acceso a ambientes de aprendizaje seguro, inclusivo y sano. Los resultados principales que
la UNESCO espera obtener en este ámbito son:

 Eliminar la violencia y el acoso escolar, incluida la violencia escolar por motivo de


orientación sexual, y

 Prevenir la discriminación de alumnos y docentes por razones de salud o de género.

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia intrafamiliar es un problema muy grave que se está dando hoy en día ya que causa
daños irreparables tanto en la victima como en el agresor ya que la persona que ejerce la violencia
es porque él también fue víctima. Habitualmente este tipo de violencia no se produce de forma
aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las
mujeres, niños y personas dependientes.

Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un abuso de
poder y de confianza. Dada la complejidad y variedad del fenómeno, es muy difícil conocer sus
dimensiones globales. La violencia psicológica, conocida también como violencia emocional, es
una forma de maltrato, por lo que se encuentra en una de las categorías dentro de la violencia
doméstica.

La intención que trae consigo la violencia psicológica es humillar, hacer sentir mal e insegura a una
persona, deteriorando su propio valor. Difiere del maltrato físico ya que éste es sutil y es mucho
más difícil de percibirlo o detectarlo. Se manifiesta a través de palabras hirientes,
descalificaciones, humillaciones, gritos e insultos.

Éste trastorno puede tener bases en la infancia de las personas cuando se llevan a cabo la falta de
atención por parte de los padres o familiares, y la violencia intrafamiliar. Los principales afectados
son los niños ya que estar en un ambiente de violencia puede traer graves consecuencias como
por ejemplo: Entre las consecuencias más graves que trae para un niño vivir en un entorno familiar
violento están: problemas de agresividad, dificultades de interacción social, tendencia a
interpretar de modo hostil la conducta de los otros, baja autoestima, problemas de egocentrismo
cognitivo y social.
DEFINICIÓN DE VIOLENCIA FÍSICA

Es cualquier acción que ocasiona un daño no accidental, utilizando la fuerza física o alguna clase de
armamento u objeto que pueda causar o no lesiones, ya sean internas, externas o ambas. En
general la violencia física es una consecuencia de la agresividad; la agresividad es un componente
biológico presente en el hombre que lo conduce a cometer un daño físico.

La violencia física o corporal, también es considerada una invasión del espacio físico de la otra
persona, la cual puede hacerse de dos formas: una es a través del contacto directo con el cuerpo
de la otra persona por medio de golpes, empujones; la otra es al restringir sus movimientos
encerrándola, causándole lesiones con armas blancas o de fuego, en ocasiones forzándola a tener
relaciones sexuales y ocasionándole la muerte.

De esta forma la violencia física origina un impacto inmediato en el cuerpo de la víctima, sin
embargo es el aspecto emocional el que más sufre; de hecho toda violencia persigue, como
objetivo final, afectar emocionalmente a la víctima, ya que esto hace que la persona se desgaste
psicológicamente.

El caso de violencia física visto con mayor frecuencia, es el que padece la mujer de manos de su
pareja; la que se hace en contra de los niños, etc.

La violencia física puede producirse en cualquier ámbito: familiar, escolar, laboral, en la


comunidad, etc.

Entres las causas que originan este tipo de conductas están:

El alcoholismo, según registros estadísticos la mayoría de los casos de violencia física se dan en
mujeres que son agredidas por sus parejas, las cuales se encuentran en estado de ebriedad.

Falta de conciencia de los habitantes de la sociedad, pensando que la mejor forma de realizar las
cosas es a través de golpes, tiroteos, etc.

El no saber dominar los impulsos, en ocasiones se puede perder la paciencia, y al


no podercontrolar los impulsos, se termina generando violencia.

Falta de comprensión hacia los niños, muchas veces las madres, no toman en cuenta que los niños,
son criaturas inocentes que muchas veces hacen las cosas sin pensar. Existen madres que
maltratan físicamente a sus hijos generando violencia.

La drogadicción, los jóvenes que caen en este vicio y no tienen como comprarlo, son capaces de
propinar golpes y hasta llegar a matar a alguien.

Entre las consecuencias que origina la violencia física están: Homicidio, lesiones graves,
suicidio, temor, ansiedad, vergüenza, odio, etc.

VIOLENCIA PSICOLÓGICA EN LA PAREJA

La violencia psíquica en la pareja es una forma de abuso psíquico, que tiene lugar en la relación
de dos personas que deciden convivir o vincularse afectivamente para compartir un proyecto en
común. Son comportamientos que se convierten en agresiones y daños, de los cuales el agresor
puede o no tener conciencia. Implica coerción, supone la amenaza de la violencia física o corporal
y en muchas ocasiones es peor que la violencia física. Se enfatiza con el tiempo y cuanto más
perdura mayor es el daño, produce un deterioro en la víctima que la imposibilita para defenderse.1

La violencia psíquica es una conducta pasiva o activa practicada en descrédito, deshonra o


menosprecio al valor de la dignidad personal de la mujer o el hombre, de igual forma los
maltratos, negligencias, humillaciones, amenazas y comparaciones destructivas que puedan
afectar la autoestima de la persona y que perjudique su desarrollo operativo, lo que puede
generar depresión o incluso el suicidio.

Violencia que implica el uso de expresiones descalificadores y en la que no interviene el ataque


físico
Normalmente consiste de expresiones descalificadoras que se proponen justamente desmerecer y
menospreciar a aquel al cual van dirigidas las mismas.

Esta característica básica de este tipo de violencia la hace a veces incomprobable, porque claro, un
golpe, una herida es fácil de demostrar pero muchas veces si no se tienen testigos o alguna
grabación que lo pruebe, es difícil probar este tipo de violencia.
Generalmente la denuncia queda en la nada porque consideran que se trata de la palabra de uno
contra otro.

La noción de violencia psicológica ha sido formada para marcar una diferencia con aquella de
violencia física ya que supone la agresión verbal y en el trato más que la violencia a través de
golpes o heridas físicas.
La violencia psicológica es muy común de ciertos ámbitos sociales, tales como el doméstico (donde
diversos tipos de conflictos y peleas suelen darse), el laboral, la escuela, etc.

Las graves consecuencias que produce


Los especialistas consideran que la violencia psicológica es una de las peores formas de violencia
ya que implica una agresión a la psiquis y a la emocionalidad de una persona.
En este sentido, si bien un golpe o una agresión física deja marcas visibles y un dolor importante,
una agresión verbal o psicológica puede herir mucho más profundo en el entendimiento y en la
autoestima de esa persona ya que se suele agredir pegando en aquellas partes sobre las que la
persona se siente insegura y que la hacen sentirse mucho más débil y vulnerable frente al agresor
(por ejemplo, un marido a su mujer lo hace ejerciendo cierto nivel de poder y de jerarquía que
debilita a la figura femenina como parte compositora de la pareja).

La violencia psicológica es además invisible y mucho más difícil de detectar en lo práctico ya que
las heridas no son visibles, y lo corriente es que la persona la oculte, no la manifieste, es decir, se
la guarde y toda esta situación termina por corroerla interiormente.

Así, la agresión psicológica que un marido le inflige a su mujer, la que un jefe a su empleado o que
una persona con mayor poder puede ejercer a otra con menor poder siempre pasan
desapercibidas en el momento, pero los efectos que generan en la persona pueden ser mucho
más duraderos y dolorosos que la violencia física.

Las secuelas o marcas que deja la violencia psicológica en algún momento de la vida deberán ser
tratadas, porque al no ser máquinas los seres humanos, en determinado momento, afloran, de
improviso suelen hacerlo, y sin que la persona afectada pueda manejarlas, y entonces, demandará
un tratamiento muchas veces de urgencia, porque por supuesto aquello que se ignoró y tapó por
tanto tiempo ejerció un nivel de estrés interno tal que necesitará de una terapia urgente, y en los
casos más severos hasta de medicación o de internación para evitar que la persona pueda hacerse
daño o dañar a terceros.

Lamentablemente, la descomposición social que prima en muchos lugares del mundo ha hecho
que los niveles de violencia verbal hayan crecido de manera exponencial, por ejemplo en la
escuela se ha vuelto una situación común y preocupante, por las consecuencias que genera la
misma en los niños que son objeto de la misma.
El famoso acoso escolar o bullying cala hondo en los niños que lo padecen y muchas veces termina
desembocando en dramas fantásticos y muy dolorosos cuando la persona que lo sufre entra en
crisis extrema gracias a ellos.

VIOLENCIA MORAL

Comunicar requiere prudencia. Disentir acerca de lo que alguien hace o deja de hacer en su
intimidad no es tarea de los periodistas. La violencia infringida por la Negra Candela contra la
actriz Lully Bossa merece un análisis más profundo que la respetuosa nota publicada por ustedes
en la sección ‘Enfoque’ bajo el título ‘Afrenta’, en la edición #996 de junio 4.

Lo que cada uno de nosotros decide ser o vivir es una cuestión eminentemente particular, hace
parte de su autodeterminación y corresponde al libre desarrollo de la personalidad, es además un
derecho fundamental explícito en nuestra Carta Política. La Constitución nos da los lineamientos
del deber ser, y éste como lo afirma la Corte Constitucional debería ser el origen de la costumbre,
de la ‘buena’ costumbre, entendida como la repetición constante y uniforme de actos por parte de
la sociedad, además con sentido de obligatoriedad de actuar de determinado modo y no de otro,
la ob-ligatio (ligado alrededor de), es un vínculo que nos une en el proceso de intercambio social,
que nos debe llevar a reconocer y respetar a los demás partiendo del hecho de que los seres
humanos somos idénticos en lo esencial y diversos en lo existencial.

Utilizar lo que alguien hace en su intimidad con la persona que ama es interés de ellos y de nadie
más. La Negra Candela, una vez más, ha caído en el juego de considerar que informar es
aprovecharse de la vida de los demás y transformar en “noticia” aquello que por principios y
siguiendo la Constitución de este país debería evitar publicar.

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