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CONTAMINACION DEL AIRE

CLASIFICACION DE LOS CONTAMINANTES DEL AIRE


Los contaminantes del aire se clasifican en primarios y secundarios.

Los contaminantes primarios: son aquellos que proceden directamente de la


fuente de emisión. Como por ejemplo el Monóxido y Dióxido de Carbono, Óxidos
de Nitrógeno, Óxidos de Azufre y la mayoría de Hidrocarburos.

Se denominan contaminantes secundarios cuando se originan en el aire por


interacción entre dos o más contaminantes primarios; o por sus reacciones con
los constituyentes normales de la atmósfera. Como por ejemplo, el Ácido
Sulfúrico, Ácido Nítrico, y la mayoría de las sales de NO3 y SO. En la diapositiva
vemos cómo los Óxidos de Nitrógeno y Azufre, reaccionan con el vapor de agua
presente en la atmósfera generando los 2 principales componentes de lo que se
denomina la LLUVIA ACIDA.
La contaminación del aire se puede originar de fuentes naturales o
antropogénicas. Cuando proviene de fuentes naturales entonces hablamos de
Contaminación Natural. Al hablar de fuentes naturales nos referimos por
ejemplo: a erupciones volcánicas, incendios naturales, fenómenos climáticos
(vientos, huracanes, etc) y acción bacteriana.

Cuando proviene de fuentes antropogénicas entonces hablamos de


Contaminación Antropogénica, y ocurre cuando los contaminantes son
originados por la actividad humana y son las más importantes en las zonas
urbanas. Las principales fuentes antropogénicas de contaminantes del aire son:
transporte, combustión de carburantes por fuentes estacionarias, procesos
industriales y eliminación de residuos sólidos.
PRINCIPALES CONTAMINANTES, SUS CAUSAS Y SUS EFECTOS TANTO
EN LA SALUD HUMANA COMO EN EL MEDIO AMBIENTE.

El Monóxido de Carbono (CO): es un gas incoloro (sin color), inodoro (sin olor)
e insípido (sin sabor). No irrita (no hace toser), pero es muy venenoso.

En Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales


(IDEAM), estimó las emisiones atmosféricas de gases con efecto local en 8612
kilotoneladas, de las cuales el CO representó el 58% (4994 kilotoneladas). En
Bogotá, el Departamento Administrativo del Medio Ambiente estima que la
concentración media de CO atmosférico en un día normal se encuentra entre 30
y 35 partes por millón. En el informe sobre monitoreo realizado en el “día sin
carro” en 2005, se estimó que la concentración ambiental de CO disminuyó en
un 76 % respecto a un día normal.

Pero, ¿De dónde viene el CO? Cuando usamos combustibles (como la gasolina
de un automóvil), producimos CO. Puede ser que estés respirando altos niveles
de CO en los alrededores de calles muy transitadas. Otras fuentes de CO
incluyen casi cualquier objeto con motor, plantas eléctricas que utilizan carbón,
gas o petróleo, e incineradores de basura. Dentro de tu casa, el CO puede
provenir del horno, aparato de calefacción, de una chimenea donde se queme
leña o del humo de un cigarrillo.

¿EXISTE MÁS CO EN EL AIRE DURANTE EL INVIERNO O VERANO?


Se emite más CO al aire durante los meses del invierno. Esto se debe a que el
combustible es consumido con menos eficacia a bajas temperaturas. Además,
el aire se estanca más cuando el medio ambiente es frio. Cuando el aire se
estanca no se mezcla bien, así que la contaminación se queda en el medio
ambiente.

El CO reduce la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, corazón y el resto


del cuerpo. Cada ser viviente necesita oxígeno para vivir y por medio de la
respiración el oxígeno llega al interior de nuestro cuerpo. Cuando una persona
inhala (respira) el aire llega a los pulmones. Dentro de los pulmones, el oxígeno
viaja del aire a la sangre. Una vez que el oxígeno se encuentra en el cuerpo,
este requiere de ayuda para llegar a donde necesita ir. Para lograrlo cuenta con
un ayudante. Este ayudante es una molécula especial de transportación que se
llama hemoglobina. La hemoglobina se encarga de tomar el oxígeno y de
entregarlo a las partes del cuerpo que lo necesitan. Si hay altos niveles de CO
en el aire, entonces el oxígeno no es repartido. Esta es la razón:

La molécula encargada de repartir oxígeno (hemoglobina) puede repartir


oxígeno (lo que es bueno para ti) o CO (lo que es malo para ti). Cuando una
persona respira aire que contiene CO, este desplaza al oxígeno y toma su lugar.
La hemoglobina toma el CO y lo reparte en lugar de oxígeno. Esto significa que
cuando el CO está presente, la hemoglobina entrega menos oxígeno al cuerpo.

El cerebro y el corazón necesitan mucho oxígeno y no funcionan normalmente


cuando una persona respira CO. Si alguien se expone a altos niveles de CO,
puede experimentar dificultades al respirar o ligeros dolores de cabeza. Los
síntomas se intensificarán si la persona está haciendo ejercicio o tiene el corazón
y los pulmones débiles.
Las altas concentraciones de CO pueden existir en ciudades con mucho tráfico.
Gente que pasa los días en las calles (conductores de autobuses, camiones y
patrullas, inspectores de vehículos, encargados de estacionamientos, peatones
y ciclistas, trabajadores que reparan las calles y vendedores ambulantes)
pueden respirar más CO.

Los conductores de automóviles también están expuestos al CO proveniente del


tráfico y posiblemente, de las emisiones de su vehículo o del humo de cigarro.
Cuando el automóvil está detenido, los niveles de CO dentro del vehículo pueden
incrementar.

Individuos con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, anemia o


hemoglobina irregular pueden experimentar efectos de salud más severos o
pueden padecer efectos a niveles más bajos.

Los niños pueden ser más vulnerables debido a que sus pulmones no están
desarrollados completamente, respiran más rápido y pasan mucho tiempo al aire
libre.

En individuos sanos, el exponerse a CO puede afectar la visión y la agilidad


mental.

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