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La Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud (Ley Nº 26790) establece en su Artículo

3º que los trabajadores dependientes son afiliados regulares del Seguro Social de Salud, en su
Artículo 12º señala que los asegurados tienen derecho a que el empleador les abone la
remuneración de los primeros 20 días de incapacidad laboral y tienen derecho a subsidio por
incapacidad temporal a cargo del Seguro Social de Salud partir del día 21 de incapacidad.

Queda claro entonces que si el empleador ha cumplido con su obligación de afiliar al trabajador
al Seguro Social de Salud y éste queda incapacitado para laborar por enfermedad o accidente,
corresponderá que el empleador siga pagando la remuneración del trabajador hasta un máximo
de 20 días de incapacidad, y si la incapacidad supera los 20 días el trabajador tendrá derecho a
que el Seguro Social de Salud le abone el subsidio por incapacidad temporal a partir del día 21 y
por un máximo de 11 meses y 10 días.

Ahora, no es que el Seguro Social de Salud pague al trabajador incapacitado directamente el


subsidio, sino que es el empleador quien abona al trabajador la suma pertinente y luego solicita
al Seguro la devolución dentro de los seis meses posteriores al cese de la incapacidad (Artículo
23º del Decreto Supremo Nº 009-97-SA).

Es preciso también señalar que si el trabajador en planillas no cumple con los requisitos para
percibir el subsidio por causa imputable al empleador (por ejemplo: no haberse pagado
oportunamente las aportaciones al Seguro Social) la cobertura del subsidio corre por cuenta del
empleador pues si el Seguro se ve precisado a abonarlo exigirá el reembolso al empleador tal
como estipula el Artículo 36º del Decreto Supremo Nº 009-97-SA.

En el caso de los trabajadores que no están en planillas evidentemente no se encuentran


afiliados al Seguro Social de Salud, y por dicho motivo en caso de incapacidad temporal no
gozarán del subsidio por omisión imputable al empleador. No hay norma legal que regule dicha
situación, porque lo que la ley espera es que todo trabajador esté en planillas y afiliado al Seguro
Social. Nos encontramos ante un vacío. En estos casos a veces ocurre que el empleador despide
al trabajador al no poder aprovecharse de sus servicios, ocasionando a éste un daño adicional al
que ya viene padeciendo. Pero lo cierto es que el trabajador se ve impedido de acceder al
subsidio por que el empleador no lo registró en planillas, por lo cual la solución debe ser la misma
que para el caso de los trabajadores asegurados que no acceden al subsidio por omisiones del
empleador: que éste se haga cargo del subsidio.

En síntesis: el trabajador asegurado tiene derecho a que el empleador le pague la remuneración


de un máximo de 20 días de descanso médico, y que el Seguro Social de Salud le otorgue un
subsidio por incapacidad temporal a partir del día 21 por un lapso de 11 meses y 10 días. El
trabajador no asegurado tiene derecho a que el empleador asuma ese subsidio porque al no
registrar en planillas al trabajador impidió que éste acceda al subsidio a cargo del Seguro Social
de Salud, y si ello no ocurre el trabajador tiene expeditos su derecho de accionar judicialmente
para que se le pague los ingresos que le corresponden por el período de incapacidad.

Por eso es recomendable que los empleadores se formalicen, que registren en planillas a sus
trabajadores, pues así se evitan situaciones posteriores que pueden serles gravosas como el
tener que asumir el subsidio por incapacidad temporal.
REGLAMENTO DEL D.LEG. N° 728.D.S N°001-96-TR

ART.33 El detrimento de la facultad física o mental o la ineptitud sobrevenida, determinada para


el desempeño de las tareas a que se refiere el inciso al del art. 23 de la ley deberá ser
debidamente certificado por el Instituto Peruano de Seguridad Social el Ministerio de Salud a la
junta de médicos designada por el colegio Médico del Perú, a solicitud del empleador.

La negativa injustificada y probada del trabajador a someterse a los exámenes correspondientes


se considerara como aceptación de la causa justa de despido.

Artículo 23º.- Son causas justas de despido relacionadas con la capacidad del trabajador: a) El
detrimento de la facultad física o mental o la ineptitud sobrevenida, determinante para el
desempeño de sus tareas; b) El rendimiento deficiente en relación con la capacidad del
trabajador y con el rendimiento promedio en labores y bajo condiciones similares; c) La
negativa injustificada del trabajador a someterse a examen médico previamente convenido o
establecido por Ley, determinantes de la relación laboral, o a cumplir las medidas profilácticas
o curativas prescritas por el médico para evitar enfermedades o accidentes.

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