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El reconocido penalista sostuvo que la excesiva carga procesal de los despachos fiscales
haría inviable el uso facultativo del proceso inmediato.
Lea también: Proponen ley que faculta a fiscales decidir si solicitan el inicio del
proceso inmediato.
La agresión por violencia o amenaza al policía puede generar los siguientes resultados:
1º. Muerte
2º. Lesiones graves
3º. Lesiones simples
4º. Faltas contra la salud
5º. Coacción
El asesinato del policía: pena de 25 a 30 años (artículo 108-A). Lesiones graves contra el
policía: pena de 6 a 12 años (artículo 121, segundo párrafo). Homicidio preterintencional
del Policía: pena de 15 a 20 años (artículo 121, tercer párrafo).
La violencia contra el policía seguida de muerte tiene una pena abstracta de 12 a 15 años
(artículo 367, tercer párrafo). Está justificada por la pena del asesinato (25 a 30) o del
homicidio preterintencional del policía (15 a 20).
La violencia contra el policía seguida de lesiones graves tiene una pena abstracta de 8 a 12
años (artículo 367, segundo párrafo). Está justificada por la pena de lesiones graves contra
el policía (6 a 12).
Las lesiones graves a policías tenían una pena de 5 a 12 años, y la violencia contra el
policía seguida de lesiones graves una pena de 4 a 7 años.
El problema mayor se presenta con la pena abstracta de la violencia contra el Policía que
produce lesiones simples, faltas, o no genera lesión; la pena abstracta es de 8 a 12 años,
mientras que las lesiones simples tiene una pena no mayor de 2 años, articulo 122; y la
coacción no mayor de 2 años, articulo 151.
La violencia contra el policía por coacción, o que produce lesiones simples o faltas, como
figura agravada, se incorporó a la legislación en el año 2006, con la pena de 4 a 7 años
(Ley 28878 del 17 de agosto del 2006), luego se aumentó de 6 a 12 años (Decreto
Legislativo 982 del 22 de julio del 2007), y ahora es de 8 a 12 años (Ley 30054 del 30 de
junio del 2013).
Hay necesidad de modificar la pena de este tipo alternativo de violencia Policial agravada,
disminuyéndola; asimismo incorporando el tipo penal agravado de lesiones simples a
Policías, como se ha hecho con las lesiones graves del artículo 121, a fin de poder imponer
penas superiores a los 2 años, el máximo actual de las lesiones simples, respetando el
principio de proporcionalidad, por ejemplo 4 a 7.
Mientras se produce el cambio legislativo, se debe imponer una pena concreta inferior a
8 años, a partir de una interpretación constitucional de la ley penal, a la luz del
principio de proporcionalidad, teniendo en cuenta los siguientes criterios:
Lea también: «DL 1194 convierte un proceso especial en la regla y al proceso común
en la excepción».
Guatemala: 1 a 3 años
El Salvador: 1 a 3 años
Chile: 1 y medio a 3 años
México: 1 a 2 años
Argentina: no mayor de 1 año
Colombia: 4 a 8 años
España: 6 meses a 3 años
Lea también: César San Martín analiza exhaustivamente el proceso inmediato (mal
llamado proceso de flagrancia).
La sanción penal por violencia contra la Policía exige la verificación que el acto policial
sea legítimo, es decir, se haya realizado o intentado realizar de forma reglamentaria.
El acto policial legítimo es un hecho constitutivo del delito de violencia contra la policía y
por tanto debe ser probado.
En la audiencia única de incoación del proceso inmediato el juez debe verificar que la
Fiscalía cuenta con actos de investigación suficientes para formular una acusación, por
tanto para establecer un acto Policial legítimo.
Los supuestos de flagrancia son casos de descubrimiento del delito, el conocimiento que
se ha cometido; no necesariamente permiten alcanzar la evidencia delictiva.
La flagrancia no evidencia a los hechos impeditivos, casos de faz negativa del delito;
causas de justificación, causas de exclusión de la culpabilidad, causa de exculpación;
tampoco la flagrancia permite probar las circunstancias atenuantes de la pena, por ejemplo
las eximentes incompletas del artículo 21 del Código penal.
Lea también: «DL 1194 convierte un proceso especial en la regla y al proceso común
en la excepción».
El proceso inmediato tiene como principal presupuesto a la evidencia delictiva, que puede
alcanzarse en los supuestos de flagrancia del delito de violencia a la autoridad, salvo que
existan elementos de prueba de la causa de justificación derecho de resistencia legal, si se
prefiere, legítima defensa, e incluso una legítima defensa imperfecta, que pueden llevar
según su nivel desde que el fiscal no formalice investigación preparatoria, que el juez
estime una excepción de improcedencia de acción, o que por necesidad de prueba de la
defensa, complejidad probatoria, deba seguirse el caso en la del proceso común.
Las circunstancias del caso de violencia contra la Policía, más aun por la dinámica del
proceso inmediato, exigen que el juez verifique la capacidad de culpabilidad o
imputabilidad cuando hay información que lo justifica.
El reciente caso del joven que agredió a un Policía, se informó que sufre trastorno de
personalidad limítrofe o borderline; la persona sufre una importante afectación del control
de impulsos que puede llevar a una inimputabilidad del artículo 20 inciso 1 o
responsabilidad restringida del artículo 21 del Código penal.
La necesidad de prueba de una enfermedad mental puede llevar a que no sea procedente
utilizar el proceso inmediato.
En horas o días una persona puede ser acusada, juzgada y sentenciada. Tal velocidad
procesal exige:
En los procesos penales por delito de omisión a la asistencia familiar, de forma sistémica,
se desconoce que los tipos penal de omisión propia tienen el elemento capacidad
individual de acción.
El autor tiene la capacidad material o jurídica de cumplir el deber legal de actuar, en este
caso, capacidad económica para cumplir con la obligación alimentaria.
Sin embargo en el proceso penal la presunción de inocencia impide aplicar tal regla, de allí
que no basta con incorporar la sentencia de alimentos y la liquidación de pensión de
alimentos, se necesita probar la capacidad individual de acción.