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BATLLE.

LOS ESTANC1n1os
Y EL IMPERIO BRllANICO

TOMO 11

UN DIALOGO
DIFICIL
1903 - 1910
JOSE P. BARRAN
BENJAMIN NAHUM

EDICIONES DE LA BANDA 01�11 N l /\l


Capítulo I
El Reformismo y sus aliados

1 - Caracterización

El elenco político que gobernó al país entre 1903 y 1915, dominado


por la personalidad de José Baclle y Ordóñez, cuestionó el orden eco­
nómico y social del Uruguay del novecientos. Ese orden se basaba en el
respeto a la propiedad privada, que englobaba al latifundio en la cam­
paña; la creencia en que el "progreso" del país radicaba en el "creci­
miento hacia afuera" mediante la explotación de sus ventajas natura·
les, lo que conducía a la valoración de la ganadería como destino mani­
fiesto y al respeto del carácter sacrosanto de las inversiones británicas;
y, por fin, la creencia en que la marcha de la sociedad sería armoniosa
si el Estado no interviniera para proteger a los "débiles" frente a los
"fuerces", ya que la "debilidad" de cienos grupos sociales sólo era una
condición transitoria de sus integrantes. Cada uno de estos supuestos
fue puesto en duda por la dirigencia polírica mencionada.
El' movimiento obrero organizado por anarquistas y socialistas en
Montevideo lanzó, por cierto, un grico de guerra toral contra el orden
vigente. Las voces de protesta del elenco político eran menos airadas
que las obreras, pero las "clases conservadoras" sabían qae tenían otra
fuerza y¡\ que partían del gobierno, es decir, <le la forma más visible del
poder en ese Uruguay todavía decimonónico.
Fue ese elenco político del novecientos el protagonista de lo que
de ahora en adelante denominaremos "reformismo", es decir, la ten­
dencia a promover el cambio más o menos radical de los modelos ··�o·
nómicos, sociales y mentales dominantes. sin recurrir a J,1 violcnci 1,
Preferimos usar el término "reformismo" en lugar Je! !1.1hi111.il "hn1
llismo" por varias razones.
En primer Jugar, en todo el período a estudio ( 190 ICJlú) ) 111
todavía en el que se analiza en este como (1903·19Hl), el l,,11111,n,o 1111

11
era aún un partido político organizado, con autoridades, lema y programa; económko­sociales por Lloyd George ( 1 C,Q(, 1 ') 14); c11 J rnn 1,1 l I R
tampoco, 11 no ser en los años finales ( 1914;.16), un movimiento de pública Radical" y su .mudecicalisrno upasionrdo ( 1 HCJ!J l 1) 111 J, , n I
Estados Unidos, el "progresismo" de Teodoro R.005C\ clt ( 1901 IQll?l )
0
masas.
Los contemporáneos a veces llamaron "batllisrus" a los seguidores la "misión moral" de \\;'oodro" Wilsun ( 1913­1921 ). en su lm.h) ¡,u1
del Presidente Batlle y Ordóñez en su primer pnioJn y a, los que desea­ disciplinar a los "grandes negocios", crearon una atrnó,fcr.1 1m111<l1itl ll
ban su retorno en 1911. pero en el mismo }' estrecho sentido persona­ renovación }' cambio dentro de la cual se inscribían tanto el ra.JiL 111 1110
lista que asumía el termino cuando cada Presidenre durante su penodo argentino de Hipólito lrigoyen corno el barllismo, nuestro "reformísrnu ',
aglutinaba adhesiones y fidelidades, que se debían canco a sus dotes de todos, sin embargo, con sus peculiaridades y hasra hondas li'ler�cn ....,�.
caudillo popular como al presrigio y la [uerzn que emanaban del puesto
ocupado. Así hubo un · herrerismo" bajo Julio Herrera y Obes y hasta 2 ­ La naturaleza política del reformismo
un "cuestisrno" bajo la figura bien poco carismátic,11 por cierro, de juan
Lindolfo Cuestas. Fue en este limiradisimo sencillo que lleg,í a auro­ Podrá parecer extraño que: el reformismo cuestionara al orden es­
calificarse en 1910 como "barllisra in pan ihus", Josc: lrureta Goycna, rablecido cesde el poder. En la tercera parte del Torno 1 de esca obra
el líder de los grandes estancieros. No podemos, en consecuencia, atcp· hemos pretendido explicar la originalidad del sistema político urugua)·�
tar una denominación que en csre per íodo se pre:;ra a peligrosas con­
que facilitó la aparente anomalía. El elenco dirigente político pudo desli­
fusiones y sobre todo a evocar equivoculamcnre un fu curo ( 19 l•i­1 ó a
gam: de la presión de lus clases altas del país po_r. �u conreo! casi mon?·
1929) en que efectivamente el término "batllisra" designaba no sólo
pólico del aparato gubernamental, lo que le penmuo gozar de autonorrua
la fidelidad a un hder, sino también a un programa radical de cambios financiera y una seguridad en d usufructo de su posición privilegiada
ínsrrumenrado por un partido bien diferenciado dentro del Coloradismo.
que ni siquiera los ricos rerratenienres, vapuleados por las guerras civiles
En segundo lugar, los que vivieron 1 escribieron en 1905 ó 1910, del siglo XIX, habían logrado obtener. . . .
utiliz..aron por lo general el término · reformista" para designar a la co­ En realidad, no era la primera vez que el elenco político discuría
rriente que luego se denominará "bacllisra". En los docnmenros analiza­ los supuestos del modelo. Como hemos estudiado en otro lugar 11 ', la
<los, mensajes presidenciales, ministeriales, discursos parlamentarios y edi­ generación de políticos "civilistas" qut• sucedió al sanrisrno en DO\'iembre
ror iales periodísticos, los seguidores de Barlle se llamaron a sí mismos de 1886 y alcanzó su predominio bajo la pn::sidená1 de Julio Herrera
"rclorm isca�·· o ·· reformadores", pretendiendo expresar coa ello la esen­ y Obcs ( 1890­94). fue la que preparó d terreno a los reformist,lS del
cia misma de su nueva fe: el uso del aparato estatal para la promoción no\'ecicncos. No es casual. por cierto, que el líder de la reforma, Baclle
,ll· una ecnnomía que nos tornara "independientes", de una sociedad que y Ordóñez, iniciara su carrera consu5tanciado con esa generación y .sus
focrn "111s1i1", de 1111.1 cultura cicncífica que nos liberara de "la esclavitud problemas. De ellos, los más acuciantes eran: recuperar el gobierno de
de J,1 lgnornncla'', rodo dio dentro del respeto por el "estado de dere­ manos de la poderosa ali.toza clases conservadnras­milirares, en auge bajo
chu" ) sus rl'8l,1s dl· [ucgo, lo que impedía el recurso a la violencia re· Lorenzo Lmorrc. y salvar a la nación de 1a más peligrosa de sus nisi�
�ol11c10111nJ y u fa vez identificaba al reformismo con la defensa ele los economicas, la. de 1890.
derechos mdl\ 1 lu;1lt�. herencia que l,1 mayor í., de sus dirigentes no El gobierno de Lorenzo L1torre ( 1876­80) hizo senrir al elenco
pud1a 11lv11l.u ¡,or h ibersc lor111ado ul t,1lt1r lle la lucha cu111r.1 el sanrismo. policico ya casi profesionalizado el peligro Jel de:.plazlmienco. La ideo·
En tercer lugar, c:I u o del rénnino reformismo" nos permite ubicar fogia liberal radical que hlbian oscemado esoi, políticos b,lJO el "pri�d­
:il bnrllismo como 1111.1 1111� de l.u. much ,s corrlcntcs polfti\,1� euroncas y pismo" les había hecho olvidar que las clases .titas. del Uruguay :1pc1,c1n11
umericanss <JLIC buscaron en J.1� prhneras dc'.'Cíld,u del ,!glo XX eliminar más d orden que el rcspcco a la Consrirucion
fas nrism<. 01.b crudas del 'tllfutnl,smo salvaje" y resucitar el viejo anhelo Lacorre les demostró que el mantenimienco dl'I orclrn l"fli d Jill
de 1789 por una sociedad ideal, :;in rccurr ir, empero, ,t los mismos rné­ ruesro para cualquier cipo de encendimiento u compro111l!.11 011 l.u l 1 •,
codos, altas. Esa l<:cción no la olvidarían. Recupt:raclo el co111rol 1 1 ni , 111 1
En Gran Breiajia, d Parudo Liberal rejuvc nccido en su postulados en 1886, el equipo dirigente político colm.,do C' tll 1111f1 o 11111 l 1 11

14 1•
l1pltula II
Un1 Ideología jacobina

1 ­ El núcleo

No intentaremos aquí la descripción completa de la ideología re­


lut1111s1.1, sino una caracterización global que enfatice los aspectos que
11y111ll II a entender la naturaleza del enfrentamiento que el reformismo
mantuvo con las clases conservadoras.
Arturo Ardao ha comprobado que una concepción ética de la so­
Iedad y el derecho fue la base filosófica del reformismo, al menos si
nos referirnos a su personalidad descollante, Barlle y Ordóñez (JJ '. Una
moral, en efecto, de sello rolsroiano, no católico, en Ja que el hombre
trll el centro de una obsesión a veces hedonista, sin que nada, y menos
una lnscirución, lo trascendiera; imbuida de "cierta piedad difu.ra, casi
tóunic,l' hacia el ser débil, fuera de la naturaleza que fuera (humana
o animal), hallárase dónde se hallare (en el Uruguay o en resto del
mundo) ; vertebrada por una "concepcián ,romántico-andrq11ica-11at11ralista,
#1' poco a lo lbsen, del individuo y las construcciones sociales", al decir
de Carlos Real de Azúa P:!).
Una ideología, entonces, finisecular, alimentada en el pensamiento
enciclopedista, la creencia en el progreso indefinido a través de la cien­
ci11 y la difusión de la educación, y el rechazo del "prejuicio" religioso
como factor explicativo del mundo y el hombre. El reformismo se pensó
a sí mismo y se vio como un hijo de la "Grao Revolución", y es éste,
por cierto, uno de los tantos puntos de contacto que tiene: con el con
temporáneo Partido Radical­Socialista francés. Dirá "El Día" en 190';,
dentro de un sugestivo editorial en que compara "las huelgas ohn­r.r."
con el movimiento de 1789:
"La revolttción francesa, esa grande y deslmnbrant a t'\·pl,11/&11 'I""
ltmdia no .rólo a la 1'eivindicaci6n política sino a L, rci1•i11di, flrl<fo sor¡ ,/
del género humano, .re excediá en ciertos momentos hu1fN rl rl ,bnrtl,,
,·Por q111:.' Porque /11e 11n estallido de fuerzas pop11lares { ... } largos si- ¿, t, 1111 /OJ d11,/;1d,11101 ( •.• } Batari« bacer 1111.1 t,í¡,U11 r<,fer, 11cia (., ,)
glos oprimida: { ... } porque opcr6 por medio de la reacción violens« , ,1lrt111,1r da tss lqes que re han ,lictado en tnglatcrra ,, r.,. /01 ,lr.maJ
( ... } lo que hubo de operarse por medio de la et•ol,1Ció11 lenta 'J tran- fM/t r 111/,ZJUlos del 111lf11do, pura demostrar t¡11c era fu11ció11 cconéonc«
q11i/J,' porque encontrá ralla¡ ) obstinaciones en la resleza ,, el clero, , , ,1.1/ J• ejerce ho')' casi sin limitucián algun«. Citaré { •.. ) la lnstruc-
en /11gar de hallar concesiones generosas )' es poniéneos desprendimien- #1 , ublif,ll/oriJ, la, leye¡ q11; __obliga11 iJ la t·,1w11a, las le,•,Jr obreras do
JOS ••• n 153). J l. 1,/.,r,,h, general del trabt1fo { ... } del trab,1jo de /J mujer J ele los
Pero no busquemos canto filiaciones o influencias, que de seguro " 1#,JJ tld salario 111í11i1110, las le)'N Je prim,1s .i la producci&,r ) a la
exisríeron dado el cuidado con que nuestra dice política seguía codo Jo fl rt11d/111,· las primas a la 11ai egaci!m; l,1 instrucción superior 'Y la ,pro-
ocurrido en la · única" república europea, M:ís importante es advertir ''' ,,.,,. , , ,. (�11 •

que el reformismo fue sobre todo una posruru vital, un sentirse los aban­
derados de cierra concepción racional y ética del mundo y no meramente 2 - Reforma, no revolución
los sostenedores de un programa político. Ese: rono de "cruzada" que a
veces alcanzé la prédica reformista ­imolcrance y moralista­ se alimen­
11 Estado reformista no prctendia destruir el sistema sino sus ex­
taba precisamente en esta convicción, convicción que le ororgó al movi­
L ¡:,tc postulado aplicado a la concreta realidad uruguaya, tenía.
1111
miento fuerza singular, la que poseen los "iniciados" en un misterio
mpero, sus bemoles. ya que los excesos parecían constituir parte del
�ue deben contar al mundo para cambiarlo. 11 rem 1, De cualquier manera, el reformismo quiso poner distancia entre
El núcleo del mensaje no ofrece dudas: la organización social, eco-
I y l,1s ideologías revolucionarias del novecientos. Mucho fue dicho con
nómica y política debe garantizar a cada Individuo las mismas oportuni­
•I de separarse de ellas. Esto se debió a dos facrores cuyos respectivos
dades de elevarse en la escala social, dependiendo luego codo del "rnéciro" o� es difícil medir con exactitud: la propia convicción de ser "obre­
personal; concebido como suma de virtudes inrelecrnales, ya que el talento ' 1111" y no "socialistas", y la necesidad de rranquilizar a las clases con­
era Jo único que debía diferenciar a los hombres entre sí
•rv111loras.
El segundo postulado incorpora la novedad: la "Gran Revolución" l.as tesis del materialismo histórico fueron condenadas expresamente
ha dejado resabios que se oponen a la igualdad: el desnivel económico
entre los ciudadanos y el mantenimiento de la educación como privilegio
101 "El Día" en 1906, tunco si provenían del confuso cerebro del csran­
lcro C:1rlos Reyles como del más peligroso de Marx:
Je minorías. El Estado será la herramienta niveladora que restablecerá " ... se quiere proc/am,1r al factor económico como la ,ínica [aerz«
la igualdad natural Concebido como el representante de roda la sociedad, ""'"" de imprimir direcdú11 progresista a /;1 sociedad, con prescindem ia
indinará la balanza del lado del débil cuando la estructura económica, 16ml111a de todos los otros [actores, del factor moral, del [actor político,
social o cultural haya colocado el fiel del lado de los fuerces, los privi­ thl [acto« filosófico ,. harta del factor religioso, qse en m1/id.1d repre-
legiado�. los menos. El Estado deberá ser ( y podrá ser) el corrector de #111,m los p,incipios snperiores que orientan lJ marcha de la personall-
la inj11sri, ia, no tiene por qué seguir necesariamente representando a los '-'· qNe la dig11ificatl { ... ) Los intereses económicos son a nuestro en·
grupo� dorninanrcs. Para ello abandonará su viejo papel de "juez y gen­ rndcr elementos de primera [uerza e11 el vitalismo complicado de la
darme" e i111ervl'ndrá direcrumeurc en l,1 economía y la sociedad. Esta Ot1t1.d.ui1 pero 110 son los únicos; 111,is a,ín. m11y ,1 menudo de elementos
wncepci/111 d.mi ori�c11 n l.t nmpliación lle los fines del Estado, criterio �l,rmina111e1 se transjorma» en elementos determinados :>' entonces s11
común en lu Europa "progrcsista'' de la épOOI, según el cual los servicios •,ió., se subordin« a 101 intereses morales o a factores pollticos { •.. }
públicos no podían quedar en manos ele la empresa privada. Dirá José Y ntre nosotros mismos tenemos el ejemplo reciente: la bue11a política
Serrato en el Senado de• 11)09: ,. ciertas circunstancias f111ede por IÍ sol« trans]ormar fil /,1z co111 ¡,fota
"las [uncione; econúmicas ., 10, lalos Je /01 listsdo« modernos Je ,, Nfla sociedad: no debe por Jo tanto preconizarse ti dtri/&11 de la poli
han desarrollado ampli.mze111e, en forma casi ine¡ p('rada en los últimos ,k,1, .. n tGGJ.
tiempos, 1 esto, a medida q110 lar /1111cioncs ('oliticas ,. eeligiosss dismi- La frase final debió, por cieno, ser hondamente cm 1<( 1 ror
l str

nuían como consecuencia de la ig"'1/dml y da la libertad de conciencia elenco de hombres que había convertido a lll polili a c.:11 11111 Íllt'1Z1 Je

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ruturaleza muy peculiar en el país, muy difícil de entender como un me­ ln11 1111do o por lo menos evolucio11,111do fr,mcamalllc b11cia los clrculos
ro cpifcnórncno cuando se la vivía como lo determinante. /' notes de In ganude,i.: mism». Pero como 111111 11 otr.1 daJC tic inicia-
La lucha de clases era un hecho que podía ser eliminado sin modi­ M lf,f w ¡,rod11ce con 1ma de1e1perante lentitud ( ..• } pcdiu1111 el aoucurso
ficar el supuesto <le la propiedad privada <le los medios de: producción. '• lo, 110Jerc1 Públicos para que con le'j'eJ inteligentes )' un poco cocr-
Las reformas económicas y sociales aplicadas por el Estado reformista HI ;fr se estimule la modorra de los inertes ( ... } y se l,11 oblig11a a
conducirían, según los jóvenes barllisras de 1905, a un " ... estado social •""'I"' cerse más, pero a condición de que hagan circul,« un po, 11 d1
q11e no. es un sueño, _{en que} todos coadyt11•arán af mismo fin, y mridor .,,, 11q11t.'Zd entre los qtJe timen el perf ecto derecho de ver 111ilizada1 'Y
el capttal }' el traba¡o se afanará11 porque la prodtJcción se eleue; p11er , NIIHI radas 1111 energias" 1'.i.
cuanto mas se obteug«, más intens tendra el capit.il, más alto será el l 11 100.15 las clases sociales había hombres de buena y mala voh111:
salarlo. La J.oczedad Jerá 1t11a verdadera colmena donde los zánganos no 111 1 11 individuo no tenía determinada su conciencia por su posición
tendr�n cabida, pnes el rico, Ji quiore conservar su capital, tendrá que ll 1111 sino que su conciencia seguía el camino del bien colectivo cuan·
tr,1ba¡11r ) preoceparse del bienestar general, ,10 como actualmente, que du u11 despertada. Este razonamiento evitaba que se tuviera que recurrir
las grandes fortunas de los qtte nada p-1od11cen, pero consumen crecen tlC'nlfnt' a l.t coerción para modificar el orden establecido: bastaba a ve·
cuanto mJs caiástro]es afligen a la bumanidad", ' tl1fundir, con argumentos razonables, la necesidad del cambio }' hast.1
Las clases conservadoras no tenían por que alarmarse demasiado un h l,cnc.fiLiarios del modelo terminarían aceptando las reformas. Dijo "El
mensaje se. escribió especialmente para ellas: "No reciban, pnes, ,01; re· l.)ln • en 1908 sobre el problema rural:
celo eJ:as ideas los hombres de dinero, Nosotros no vamos contra ellos. "U,,,1 buena propag«nda, un« propaga11d11 franca y persisten:« sobre
A 11.1d1e queremos arrebatarle el fr,110 de Sfl trabajo ... 1 e6). 1,, '1DCcsi.lad de dfriJ,r la tierra ) l.z necesid.id de hacer en parte agri
.Para "El Día.", los estancieros incluso debían esperar ventajas eco­ l1Nri11 podna producir efectos sal11dable1, sobre todo tm estos momentos
oóm1cas. del., fracnon�mie.nro de sus tierras mediante la expropiación y f# IJNt.l el m11/ se palpa y muchos grandes propietarios comienzan a sen-
fa coloruzac1on: Lo� termro?s en que se enrabiara el difícil diálogo coa lW /11 11cceJÜl.1d de realizar algún eifnerzo en bien de los intereses gene-
las clases propreranas tendrían que elegirse con cuidado· no era "una lu­
cha" contra el latifundio lo que preconizaba el reformismo (y parecíáo
"''IJ'',Empero, por lo general no se caía en ingenuidades. A continuación
creer cienos extremistas denrro del movimiento) sino una tarea de ron­ :., advén Í.ln las dificultades de " ... conseguir que los grandes hacenda·
vencimiento ". Claro que si ella fracasaba. el Estado actuaría ''pero sin -me- 'º' tomen í111,iJJtfras en este sentido. ya que la industria ganadera les
trascabo de nttoreses legitimor". Editorializó en 1909 en términos que 111,I Ja11Jo result,1dos sobresalientes, y desde qt1e el it1terés ha sido "J
valen la larga rranscrip��n por su singular mezcla de elogios y amena­ ,I por 1llt1<ho tiempo, tal ·1:ez por siempre, el prop11l1or principalisimo
zas. razones para tranquilizar y otras para inquietar: l.s 11ctitidadeJ humanas { ... ) si eso llegar,, a ponerse en evidencia,
''L., l11e ha contra los grandes li.1tifm1dios o por lo menos contra Sil
1 lfrl• Jd c,uo pedirle alg,ín sacrificio a aqttell,1 ind11stria demasiado flo-
Jo,,,,., l" 111Jitir.� } única de expJot,JCiótz. IM) que entablarla en 1m tlí'j rwkmc, 1111 sacrificio peque,fo, pero q11e la empui,ue a 1111 cambio ( ... }
,mir o manos d11ta111e ) c11.1n10 mJr 1111/es mejor ( ... } La p,d,rbra /11cha Pod,la rl'S11lt,1r uto incó1nodo para algún ganadero, pero no sería por
'·'.' t'tn: n» H,I /,, 111,11 ,,¡,,.o¡,i.,d.! j'11 qao nosotros 110 as piramo: ni "'1,111 el primer caso en que seria necesario incomodar ligeramente a 111•
propi-
�'lt11,w1 11,1d11 t/llt impor¡« la tutn« ,la -uadie, ·11i slquier« el menoscsbo de l',mio para alcanzar beneficior mperinres de interés ge1,eral. De a�í q110
,; /11 "'iciatfra privada se hiciera esperar demasiado -como es 'de ta·
11
�1cro�oJ lcgl11m?·'· La 1¡110 nosotros ,10 q11memor es q11c hu grandes pro-
ptctursos 1mlt1fl.l1�11d,1 1111,, "'.·'' 111r prn¡iior ÍllfiJrose.1 rig,m perj11diérl11do
*" q11c re haga esperar- 11osotro1 no vacilaremos en pre11i.giar y mi·
In#, lc;cs de fomento agrícola. leyes de la1 Jlamada1 pobl.iJor.11 ...' ("8)
g_ra1·eme,z!e los sntereso: 111,c,01111/cJ ( ••• } T..a dhcr1i(/ad del medio nos
tmpo,tarza poco con tal q11, los 11crtamo1 fra'1camcmc orientados haci.,
el /fo q11e perseguimo.r. Por eso bcmo, ,1pl.111dido CJ1,tnl(}J fraccionamien- • • •
los _de campo se han /lei·ado a /,1 prdclica ( ••. ) Por e10 aJ,mtamos a quién ¿H.1sta dónde debían ir los cambios y con qut� mémdos c1í.1n 1111
quiera que eslando en posesi6n de crecidos biwes tiende II acrecentarlos rutsws?. José Serrato en abril de 1905 marcó objetivos. l1111d111r <1111

42
1'1
I fendalismo, d11eño y monopolizador de la tierra", y "la nueva plt1to- IJccir c¡11s cst« proyecto es 1m proyt'cto 111Jf,"111,llld w, ialist» t1 en
1racta e sea el capital", pero la " ... refomza ( ... } no podría llegar a con- , .,11111, 1.11/c•r [u las clases conservadoras) el pr111cipio dl f,1 rtJrolllción
mover la base en q11e se asienta Ja sociedad política y econémic«: Te11- 11/ ,t111 todas 111; oscuras, co11f11sas y C<w11ih¡,1r ,011d1111fJ111!1 •fllll J,Jj
tlr,í necesariamente q11e reconocerse como asiemo sólido y formal de esa /, mhros de• Gobieruo tampoco p11eáe11 aceptar''. <U2J.
refarma, el de la propiedad privada, pero con las limitaciones ,, cargttr ht etccro, ni el proyecto, ni el gobierno, ni en particuhu su M ,.
qse imponga11 el 1nte,rés general del Estado". ( 119). fil un tlt Hacienda, querían reoer nada que ver con el soclallsmo. Pero
El reformismo se vió a sí mismo como un "socialismo de estado", !JI d rscs conservadoras igual lo intuían. La vertiende jacobiua y liht 1,
can respetuoso de la propiedad privada como consciente de las Iimíra­ fllrln de J reformismo, que existía, como a continuación observaremos, l.1:.
cienes de ese derecho, can dispuesto al cambio como a promoverlo sólo lnt, 111,¡u il izaba,
por medio de "la evolución" pacífica, Fundamentó José Serrato el pro­
yecto de estacización de los seguros en 1911 en estos términos: 3 ­ La vertiente jacobino­libertaria
" •.. .ri por socialismo se entiende el mejoramiento de las clases obre-
ras J' tr,waj,tdor,JS, tendiendo a elevar sn caltsra, sns medios de existen- J.a vertiente jacobioo­libercaria fue el elemento más original. de la
1,k lu.i,;ia y la actitud reformista, la que diferenció realmente al movimíen­
cu¡ y JI' dignidad httmmM, si se entiendo también el procurar a la so-
ciedad una disJrib11ción más racior111l de la riq,eeza, si por socialismo Sé , uruguayo de cualquier otro similar en América Latina . Este aspecto
entiende defender y bttscar de mejorar ese valor econámico que se llama J I retormismo derivaba de un llevar a los extremos, un desarrollar ló­
hombre, ;' sin et mal no hay progresos 11i adelantos, en ese caso este pro- li� 1111cmc, ciertos principios conrenídos en la form�ción ioic� del
u, tpo doctrinario. Lo "impropio" de esre rasgo reformista a los OJOS de
vecto es netamente socialista; pero si por socialista, o por aspiración so-
cialist» inmediata se entiende la desap<trición de la propiedad individttal, la. el t!it'S conservadoras y aun de muchas capas medias "prudenres", lo
l(Uc: lo tornaba "inquietante", era el mfillo anarquista que despedí�
.ri por socialismo se entiende la apropiaci6n de todos los medios de pro
1 ..1 propaganda anticlerical de "El Día'.' � est�s año� no s; d1�eren­
,l,,cci6n, yo digo entonces qr,e este proyecto no ha sido itupirado en Za,
ló mayormente de la habirual ea los periódicos Iibercarios mas violen­
idear de esa escuela". 'ººl.
CUI l.1 tono exaltado, la burla de los dogmas y las más altas personalida­
Octavio Morato, otro fioancisca de nota en el movimienro, expresó
d de fa Iglesia ­­como el Papa­, y la denuncia de las �irregularicfu­
en 1912: "Por socialismo de Estado debe entenderse la política económi-
• en la vida privada de los sacerdotes, eran exaccameoce iguales u las
ca y financier,, desarrollada con el fin de introdtteir ideas de rejormn
íos pan flecos anarquistas. . . .
social en /,, Mganiz.ación del Estado, sin conmover y sin 11wdificar frm- También "El Día" acogía escnros y conferencias de socialistas j
damentalmente las iustitncioues legales y políticas. E1i vez de ir a la cou-
llllr(JUI\Cas con cal frecuencia que terminaban ��nÍundiéndosc _con la �ro­
1¡11irra do lctr reioindicaciones sociales por medio de la reooiacián; que
pa,tnml.i especifica <le) reformismo. La "abolscián de la propu:d1!'1 pruia-
/mgw ¡uir arrasar los f«ndamesuos de la sociedad, ·act1ti1I. el "socialismo tltl j por e11d-e (la] ehminac1611 completa del derecho de herencia; la su-
11' 1Lr1,1do" ticntl« 11 dar .wti.rfatció•1 a aquellas teivi11dicacio11e.r por me·
IJr wm del Estado; la disolttción del Ejército'' y, como sosrenia el cató­
.lir, dt1 J;1 a-1 r,/11, i,i" { ... ) mientras que el socialismo como doctrina eco- íleo "El Bien" en noviembre de 19l0, "todos los demás descabellado1 lrt-
nrí111;, .t, 1ig111fir,1 l.1 ,1f•ruf,i,lfi,i11 social de todos /01 medios ríe produc- 1'"', comunes del an11rq11ismo'', eran alimento común Jcl lector de "El
r,1111, 111,1q11Í11,11 t lnummcntos, etc.", ( Ul), l>la" en eJ novecientos.
¿Sen.,, eruouces. lo que los econom isias hoy en <lí.L llaman un ca­ El jacobinismo libertario de "El Día" convenfa al reformismo �11
piralismo dirigido o (npi1ulis1110 de fütado?. No nos apresuremos a cla­ un "cúmulo de barbaridades'', en el sentir de la opinión medida Y CÍ•·
sificar Jo que es 111:ís complejo J1• In !Jlll' parece, Tengamos, eso sí, en cun�p<:cra de los hombtes del ''jusro medio". Así _r,cnsarun, en 111c1.cl,1
cuenta, que estas definiciones fueron hcd1.ts .11111.' el rcmnr manifestado por que rcvdaba afinidades, los colorados rradidonaliscas, los color¡¡d�,s u,·nc,
las clases conservadoras y los inversores extranjeros. Serrato lo dijo con i•do� pero prudcnces ­Pedro Manini Ríos­, los bl,111cos ill! 011¿.¡c II p.1
cierta ironía ese afio al referirse orrn vez .ti proyecto que escarizaba los mdo ­Luis Alberto de Herrera­, y los imelcctual<.'!! q11c rrnd1111 , ,d
seguros: en ., l., belleza de la forma y se �encían hcrid1>s pm el tu1111 "¡,opul •�he

44
ro" y la. "excitación de las más desenfrenadas pasiones demogógicas", al lrrn1.:r1.:nrt·s "Sobre este recargn del preu1¡111uro ¡,ml>.i/1l,.;11n"1Jlt 110 ha
decir del articulista de "El Bien" en 1910, y al sentir de José Enrique "1it.f11d 11 nar Jd1drte Borda. El no .rtibe lo q11c es flrh.1rlt1 r11c111m a 1111
Rodó, por ejemplo.(64). 1,,, ¡,.i11 como el nuestro 1m arzobispo 1Y dos obispos. 11.,y 1¡11c /1•'llª' ..
la iofluenda del anarquismo en Batlle y del batllísmo en el anar­ 1 ., 111d,1 11110 dt estos señores sueldos enormes. (Jttl' darlas !J11t!ll,1 r.,1!.'
quismo uruguayo fueron notorias para los conremporáneos, un tanto de­ , ,,1,111111, iJ,l!ldrmle.r de todo género, neeu«: carias. Des¡111J1 h.') q11,
sasosegados por el espectáculo de estas simpatías del gobierno hacia los ,,,, mnl, r """ por ahí fabriq11en nuevos seminarios y q1111 1101 1/a,u.m
qne predicaban la destrucción del Estado como iosticución. El historiador ¡,.,1, ./, (/Jt'#ttI. Por tÜtiTno habrá que consentirle al seilor arz_ablI¡,n
Carlos M. Rama ha comprobado que: " ... centenares ae
militantes, in- I " 11hv <¡11é derroches ... 11 (º7).
cluso de primera linea del sindicalismo, et socialismo y e1peciahr�e11/e r' ( 111111.lu en 1914, "La Liga de Damas Católicas" lanzó fa ínlciativ11
anarq11inno, Je incorporaron a los partidarios de Baslle { ... ) De todos 11111·ouiz:1r el Sagrado Corazón de Jesús" en rodos los hogares, "como
los sectores sociales de principios de siglo ning1mo dio tantos elementos
ho de extender el reinado de Jesucristo en el Uruguay", "EL Día'
al Batllismo como el anarquismo. Si Je toma la n6mma de los intelec- \ iolcuro:
tttales libertarios de los primeros años del siglo, se aprecia qs« 10 afios "1"1 ciencia conoce el bacilo religioso y conoce también el medio dr,
más tarde casi todos han pasado a la act11aci6ti poUtica activa, inclttsn Nf,lf tJ la humanidad ftna perfecta immmiJad. El embrutecimiento me-
como dirigentes batUistas ... s.• (lfü) Hli (/ [unatismo religioso y la superstici6n clerical está nessralizado
El reformismo radical, de su lado, acogió, más como postura vital l, llfz de las esceela¡ laicas. Pronto liqtJidaremos el éltimo vinculo
que como programa. plantees que provenían del anarquismo Iralo­español, r I Fltudo y la Iglesia para <1seg11rar de este modo la grandeza de
en particular el identificar a los grandes enemigos del "progreso social" 11,1cd11t! y la familia, comprometida por la acción frmnta de los que,
y el avance de "la cultura" con la Iglesia y el Ejército. , ti clero católico, 11bo111i11a11 de las dignidades familiares y sólo rt>
La afirmación de la libertad individual como valor supremo, que , N/11111 de la sociedad para oprimirla y explotarla. Nuestra p-uebf<>
nace con el Iluminismo, es proclamada por la Revolución Francesa, limi- 1' lo acerca de la farsa clerical, se ha redimido del ryttgo de los tae-
tada. a la burguesía por el liberalismo, y extendida a todos los hombres l/1,/,,1". { 68).
por el anarquismo, fue recogida por el reformismo. Este, al acentuar a ve­ I ht<..ia I 915 comenzaron a aparecer en "El Dfa" foros del carnaval
ces su oposición al principio de autoridad cuyos máximos exponentes veía j,\vcncs disfrazados de frailes, al lado de risueñas señoritas, con iré­
en el Estado y la Iglesia Católica, recordaba a los defensores extremos • leyendas debajo. (69).
del individualismo, los anarquistas rusos, italianos y españoles. J!,rc jacobinismo libertario condujo también al reformismo a la apo­
Las posiciones anarquistas bailaron en Batlle un terreno abonado por i,. de "los agiradores" en medio del esmpor del resto de la prensa y
su lucha juvenil contra el santisrno y su desconfianza al ejército por la 11 uhom decidido, "[es demasiado!", lanzado por las clases conservado­
acritud hostil <le la mayoría de la oficialidad a su gestión de gobierno. En ( n principio, la defensa de los anarquistas extranjeros que formaban
b m.1�.t reformista, esa identificación del enemigo con el cura, el rnillrar, Sociedades de Resistencia obreras ­porque de ellos se traraba=­, se
el e .pirnlism y d lat ifundisra. olía de lejos a una creencia generalizada l1111d1<í con la de ..... los preceptos constitucionales qtse tutela» todas
t'll el nnvcc it·n111s entre los set rores populares montcvkleanos, creencia aleo­ "pmirmrr. todas las p,opaganda.r, ,nientrc,s ellas no ataq11cn aTgú11
rada por lm ir111ri.i;r,1111c� "rebeldes", la permanente propaganda anarquista ,p,o /1111d.1mentat de orden pt1blico o no atenten claramente contss
y 1.t experiencia vivid;, c11.111do Lis huelgas eran reprimid.is. I liOJ ,la terceros. Y ta libertad igttt,1/ para todos es tm bien (/"e h.1
Por codo din, "lil Dí.11' dcjilba esr.nnpar articules explosivos. como l"Ju demasiado caro para que, donde se tiene la merte de Jiou orlo
uno de 191 1 en <:fue se dl uune i,1ha11 cumn ubcrrncicncs lo que todo rn i- '" r11ayor plenitud, se pttgne por cercenar lo". ( 70)
Jitar consideraba v irrudes, ( 1•11). Pc10 en "El Día", la defensa de lo "extranjero" íb11 más 111:i. 1111 li�I
La Iglesia y los "curítns" recihían un rrutnmicmo más hostil si cabe. ¡u �lu, siempre hubo un cono inrernacionalisra, una cxcl11sit'1n n1111ci ·n
Ya en 1895, cuando <:l gobierno ele ldiarre Borda buscaba obtener de toda manifescación de nacionalismo estrecho. irrncion.rl Filo lo em
la creación del Arzobispado, Barlle $C refirió al terna en términos un tan- J I nr(i otra vez con las posturas vitales anarqurst 1$ <111c· po,1t 111 11fo I

46
en el individuo y la humanidad y negaban carácter sagrado a la "patria", 1 ! 1cformi�mo contuvo, en poeencía. una rchl•hlía conrrn c:I modelo
Además los agitadores fueron elogiados por representar las ideas lj¡tnrt· que iba más allá del enjuiciamiento a su estruuur.1 ccon<Ímiaa y
nuevas, '' ... ideas qtte por 111ás pertttrbadoras q11e parezcan en 1m mo- ILIII, l ,1\ ideas "recibidas" pOI la sociedad tradicional y sus clases .dt;1s
mento dado, pueden fructificar en tm porvenir más o menos lejano1 em- f11cru11 puestas en tela de juicio y a menudo sustituidas por: uuia ­no
p11jadas 'Y propagadas por los agitadores".
monos "recibidas", ral vez­ pero en medios díamcerelmeorc opuesrns.
La visión de la historia como un perpetuo cambio hacia el mayor
conocimiento y la felicidad humana era inrelecrualmenre revolucionaria·
1 '111zú11" era el único tribunal ante el cual se indinaban los rclormic;
justificaba, en nombre del progreso y la libertad, a todas fas "agiraciones", 1� riultc:llcs . .Ello los condujo a mentido al extremismo ideológico, 11 1111
I lcu!1\mu" capaz de asustar a las clases conservadoras tanto como lo�
Las ideas que en un principio parecían extremas y "raras", al generali­
!fltl , 11m retos proyectos de esratizadón. Domingo Arena, al defender c:11
zarse y construirse con ellas un nuevo orden, se volvían caducas hasta
que inevitablemente otro principio minaba lo que a su vez se babia con­ J 11111 ,Ir 11J06 la abolición de la pena de muerte, sostuvo que siendo 1.1
vertido en un obstáculo al progreso. Ea junio de 1905 "El Día" fue hl 1 el supremo valor, era inconcebible no aplicar el principio
1111111.111.1

preciso: 11 111111¡,nsde guerra y seguir fusilando a los espías. El diálogo que rrans­
" ... por regla general, todas las ideas nnevas, las grandes ideas nue- ihm 111us es un buen ejemplo de la tensión entre el "idealismo" refor­
11•1., � d "realismo" de que haclrn g,ilo. los defensores del sistema:
11:Js de todos los tiempos, han sido lanzadas a la vida y han, sido propa-
g,idas por lo.s ,1gita�ores. El gran Sócrates prmJCiÓ, sin dtda, para los grie- ":,,, Arena ... si dejamos establecido q11e la pena ele- mtserte piteda
gos, tm ternble ag1t.tdor, desde r¡t1e lo obligdron a beber la cicuta. El mu- """ ,t en tiempo de guerra. es sencillamente dar carta blanca ti los
mo Jes1ís, que despees fue 1111 Dios, y que todaol» Jig11e siéndolo para / 1 dr du-isio», a los jefes de ejercito para, que puedJJn hacer oerda-
1t11� b1Je11a parte de la gente, 110 f11e en 111, tiempo más que un at1'evido '"' urocidades; ) eso no podemos tolerarlo los aboU&ioni,ttn .. ,
a�ttador! Los que en la Edad Media reaccionaron contra los a-vanees del Sr Lncoste. Pong« el caso de 1m ejército que no f11Sile a los espí,1t
catolicisrno dando origen a la Reforma, [aero« dgitadores. Y agitadores Sr Arena. ¿1' por qué ha de /tuilar a los espías?
son :i• serán en todas pal'tes los que se Levantan oontra et crite,jo domi S1 l.acoste, Poug« el ejemplo de m1 solo ejército q11e 110 /1uile a
11a11te para señalar rumbos useoos. Por eso son agitadores los patriotaJ 1/1/11¡,

de Rusia qr,e se sacr,fican l11chattdo cootra el absolutismo del Cz,z-r! ¡Por Sr Arcru, Será porqrJe esos ejercitoJ no estú» bas.ta11te 11delantados,-
ero son agitadores en los paeblos monárquicos, los simples republicanos ,J r... 1101 diptct.1do no podrá negttr que er t11Ja gran tme/.dad fuiilar
militant�J/ Por eJO, en las mismas rep,íblicas, 1011 todavía agitadores aq11e- 1/1111, dcJde que la mayor parte de las veces 1m espía es tm. patri�
llns. r�ltcales que entreueen campos más am-plios y más fecrmdos para l-a I ,J ,!ti Pt1is enemigo '.l en t'ez de fmiJ,u·lo, h.1b-ría qae -rodearlo de
acJtndJd h1t111m1a de los que ofrece la misma Repúblicd'. r:onsidt1racio11es posibles.
111111 u1t'1
Lo referencia a la revolución rusa de 1905 no podía ser más des­ Sr. H.<><lrígucz (Don G. L.). ¡D,1rle 1ma 0011decor11&ión!" (12).
sr,1c:i�d�1 ante la ya alerta mirada conservadora. La peligrosidad de estas
pr111c1p1os para cualquier orden social que se deseara inalterable queda
• •
dr.:m<Jfü ,td,l en C'stc.• 01 ro enunciado:
1
'Dt1/t mos, p11cr, ,, los agit.ulore: que se a1<itcn 11 agite11 mientriJJ Sil ��1.1 veta jacobino, este "verbalismo" revolucionario, sincero, empc·
,1ufricl,1rl 111J ü1lg.1 del rvm pn do! dcrecb»! Dejemos que sus ideas, por rous veces plasmó en ataques concretos al orden establecido por
atrcvidu« qn« nos p,1,czr-1111, citcnl¡ 11 )' re ¡,rnP.tg11e11 y se discata», qu� mn 111\!1 cosa fue "El Día" y otra ­más "mesurada" y "prudente" ­
de la di,rcmifiJJ de l,IJ idt•,lf 1i1•111 /iro ha brold,lo la luz que ha alumbrado tll, ) 1111 gabinete­ Pero ocurría tJtnbiéo que a veces el Batllc prcsi·
el po�t·enir de todos los ¡,11chlr11.' No nos al<1rme11 la¡ exageraciones de nr s tl1J ,L <.:�cribir e::n "El Día.", con. w1 seudónimo, lo que no se urrc·
doctrina, porq11e dentro d« /,tr mr1¡-nre.r exageraciones suelen encontrarse 11 11 c,r.1111p:Lr c11 sus Mensajes al Pru:lamenm. El tooo jaa.:nbino N,1 el
pri�cipkJI de -verdad que pmide-n sor [uente¡ de grandes bienes! No .r€ ¡111c del reformismo. Ese ropaje cumplió dos funciones: por un J,1110,
olvide que las grandes- co11q11111,,r hoy ,1fomz<11lar han sido consagradas vu,1 j.1rnbin,1 y libertaria nctuó como el �nin ·'Bluti11.11\,11 c1111c el
como grandes absurdos en los J,1rgos Jiglor pasador/"(71). I n�fl politil"o reformista y parce importann: tic l.1 m 1�.1 pv¡,111,11 1111111
48 41f
revideana; por el orro, los "excesos" doctrinarios asustaron a las das s
conservadoras tanto o más que los circunspectos actos de gobierno.
F..s probable que ésra haya sido, ¿por qué no?, una ideología "pe­
queño burguesa", pero los ricos sintieron en algún momento el presen­
timiento del diablo, de la "tempestad populachera", al decir del órgano
periodístico católico en noviembre de 1910.

50
Capitulo II i;,1n.tdem, y obligaron a sus adversarios ­­dviüstas y .reformísms­c­, a
La creación de la ideología conservadora aparecer como sostenedores de lo "foráneo" y lo "exrranjerizance" la
,1,gricultura. Desde esta óptica, los atcques a la clase alta rural se conv;rci­
rf.in a la vez en absurdos económicos y crímenes de lesa parna pues Je
esa clase dependía la viabilidad y la continuidad de la nación.
En el periodo que ahora analizamos, la clase alta rural amplió y
definió aun más su ideología. como se puede comprobar en las múlri­
pl<!s publicaciones de Carlos Reyles y José Irureta Goyena, los hombres
dl 1 uyor estatura lnrelecmal del sector y responsables de su mejor
1 - La formación del mito ruralista elaborada doctrina. Carlos Reyles Jlcgó incluso a fa formulación de un
ver�laJero "miro rur_alisca", con "héroes" y "villanos" conrrapuesros para
Así como hemos señalado el origen de muchas ideas del reformismo mejor resaltar las virtudes de los pruneros. ¿Quiénes eran los "héroes":
en la década de] Civilismo del 80, �í también debemos consignar que '' ... los trabajadores rurales", aclarando que él los identifica con Jos es­
el núcleo de la ideología conservadora se halla en esos mismos años y cnn_óeros: "Ha llegado el momento de q11e 111 «oz Je escuche y de qtuJ
fue elaborado por la clase alta rural, sector social que el Civilismo cri­ de¡e de re,, 1t11� clase explotada para ser 1ma clase d;rectora. Ninguna
ticó y obligó a defenderse. atr» del pau tiene tamos derechos para imponer 11, ideal, porqrte 11in-
Partiendo del .hecho real -y eso era lo que daba fuerza a su pré­ g11nt1, 1� ha mo.rtrado tan generosa ,, 1an es/orzada, 11i tan valiente para
dica­ de que la ganadería era la base de la riqueza nacional, engloba­ co�nbatl'. las f11�rzas destructora¡ de la naturaleza 1' de los hombres. Sr,
ron en su defensa a su propio grupo y a fa. propiedad privada de la exutenrtn ha sido 1111 heroico csterpo .r c11erpo contra la f_atalidad ... '',
tierra, que ese-e sector monopolizaba en el campo. Los "villanos" eran "las clases productoras de ta Capital. de las 1•illa1
El Civilismo, y el reformismo de este período, creyeron en las :1 �/� /OJ pueblos (q�e}. apocadas y envilecidas por /.a 111per.rtición politica
equivalencias gana<lerfa.=despoblcrción=barbarie y agriculrnraeedensida­ 1·wia11 de especulacione¡ modestas, o de sórdidas economlas o de torpes
des altascccivilización. Ello fue aprovechado por los estancieros para 11.lurar ... "(:ín6). '

sostener que la condena de la actividad económica básica de la nación Esta _división de la �ociedad en clases era totalmente opuesta a la
-la ganaderfa­c­ invalidaba, por utópicas y absurdas, codas las demás que manejaban el reformismo y las filosofías extremas. Los "explorados"
críticas al orden vigente. Así como el Civilismo y el reformismo deriva­ no eran los obreros, eran los estancieros v sus peonadas; los explotadores
ban. del "mal" de la ganadería extensiva el ataque al Iarífundío, los estan­ no �o los "patrones", eran grupos "parasitarios" de las ciudades, ,. en
cieros derivaron de la ganadería, identificada con el "bien", la justifica­ un primer plano, "políticos" y "especuladores". ·
ción de la forma que asumía en el país la propiedad privada. He aquí la creación del miro conservador que debia servir para
Estas confusiones conceptuales tuvieron importantes consecuencias. contraponerlo a su terrible contrario, d que atemorizaba a las clases altas
Defendiendo a la actividad que había probado una y mil veces su del novecientos, el formulado por el socialismo y el anarquismo, con
viabilidad económica en el Uruguay, los estancieros se identificaron con cretado po�, la .�º°:�ª de �arís en 1871 y recién revivido en 1905 por
la ganadería y buscaron defenderse a sí mismos. Civilistas y reformistas, la revolución social acaecida en la Rusia zarista.
ni identificarse con la agricultura, vincularon la suerte de sus movimien­ Había que rransfo�marse de acusado en acusador y dar vuelra los
tos .1 la defensa de una actividad económica que en el Uruguay tenla argumentos del conrrano: el mundo no se .d.ividía en "fuertes" y "dé­
111:ih fama por sus resultados azarosos. El brillo y los triunfos de la ga­ b_iles:·, .'.'burguesí�·· y "proletariado", sino en "clases producroras" y "p.1r11
nuderfa recayeron sobre los hacendados; la opacidad y las frustracloncs srranas . Las pruneras estaban integradas por codos los tJUC 1r.1h,ij,1baw
que conllevaba la agriculrura. sobre civilistas y reformistas. obreros, peones, estancieros, industriales; las segundas, sohn• ttxlu illll lo:;
Los estancieros también lograron identificarse con el "ser nació­ "políticos" y los "especuladores", El nuevo nuco, de harur 01r11t en l.1 �11·
11,ilº' y la tradición histórica del país, Inrimarnenre ligados a la actividad ciedad, permitiría a los estancieros ­­que Jo fnrrn11l.1h,111­ ht•1111.t11.trM

vo :!.U
lllfl los demás "trabajadores", liderarlos, y mostrar como enemigo común
'fll, 1111 ''' h,1 rudo 111111 10/11 uez en l.1 uid« de la h11t11,mid,ul .rin deseu-
,lt· iodo, :11 reformismo, núcleo de los "políticos parasitarios". ,,1,/ 11,ir [urios«, Jt'/11pe.rt,,de.1. Ere ce-ulro ( ... } envenena el espirit« de l.u
No había por qué rener "mala conciencia" y sentarse uno mismo en rhtr, r ¡wb11JJ, so11altí11doleJ como un fin loable de sns erf1tcrzos el 11ralJo
el banquillo de los acusados: las "clases productoras" poseían el rol esen­ ,I, /,11 l'<1Jt,1.r posesiones de los ricos. S11rge la idea de obtener por 1ned101
ci.tl en la nación, eran su fundamento, y la riqueza de que gozaban un ,,,,,¡, 111111 la ff"t Jtrá el 1"eJ11lt11do del proceso eoolntiuo de la sociedad
premio a sus esfuerzos así como el común denominador de rodas las l ,e j1ie11s,1 en medid«: econámicas que disinudan verdaderas amfi1c.1-
ambiciones legícimas. Se debía proclamar con orgullo el pei:cenecer a ca« iouo¡" ••lilJ).
las "clases conservadoras" de la sociedad, como Jo hacia "El Siglo" en L:t clase alca rural y su portavoz periodísrico reaccionaron con te­
1909 defendiendo el punto de vism de los estancieros en favor de la co­ mor, Comenzaron a remar distanci is )' a medir a sus adversarios, ¿Harlaa
lonización espontánea: "¿Qtte ha)' en esto ,ma tendencia con.rervad.ora? lo qui­' decían, o eran sólo palabras?
Es uerdad, pero 11 nosotros 110 110! h111nilft1 ni nos asust» el calificativo hn la �uda, la �ncj�l! posic!on era la de empezar a organizarse para
Je conservadores ... 1' <M7) [renarlos. Esa organrzacion debía hacerse en dos frenres: fa. elaboración
Esta manera explícita de aurocalificarse de "conservadores" y "he­ dt· un_a coherente ideologfn rural, y fa búsqueda de instituciones rcprc­
roicos". es la manifestación más clara de su confianza en sí mismos, del scntarrvas, ambas adaptadas :1 fas nuevas circunstancias. y peligros.
convencimiento de que debían ser intocables en su posición social por­
que se identificaban con la actividad económica que daba vida al país:
2 - Los núcleos de la ideología
la ganadería.
Cuando comenzó el desafío reformista en la prensa y los círculos de
a) La "economía natural".
gobierno, los estancieros fueron registrando las críticas y armando las
defensas del sector, Desde so punto de vista el lenguaje del adversario fin orco lugar hemos analizado este pensamiento bajo la forma que le
era violento y hacía presumir que se quisieran llevar a la práctico. pro­ dio la Asociación Rural en sus primeros años de actividad, 1871­1885.(•)
yecros peligrosos. "El Siglo" fue pautando esa inquietud. Observemos. Su estructura lógica fue simple: Ia campaña era la única fuente pro­
Dijo ca abril de 1909 que había "esplritns mnplista.r { ... } qne ducrora del país; dentro de la campaña la base de la riqueza era la ga­
abordaban /.1 gran c11e1tió,i económica de la di1trib1tción de la tierra 'Y naderfa; por lo tanto, quienes la protagonizaban ­los estancieros­ cons­
de i<I evolució11 indmtrial sentando estas dos verdades que remitan para ritu i.111 el sector social relevante.
ellos otros tantos dogmas: el fraccionamiento de la propiedad en un El Estado debía respaldar a los ganaderos apoyándolos en codo Jo
progreso; la mstit11ció1l de la i11dustritJ ganadera por la agrictdtura, oteo «Jlll' pidieran ( comunicaciones, crédito, educación técnica) y no inrerfi­
progreso. De aquí la santidad de 1m verdadero malón contr« la gran rjcndo en el desarrollo de la economía, identificado con el progreso de
propiedad y contra la ganaderfa". Estaba por desatarse una "gueer» san- la ganaderfa, El liberalismo de la clase alta rural (e basaba en la con­
ta contr» los latif1t11dios" ,r.�sl. \'kción de que exisría un orden o armonía "natural" que nadie, y me­
En julio, se refirió a "/.a cN,zada contra los latiftmdior, que algrtnos nos d Estado, debía perturbar. Defender ese "orden", hacer depender el
prete11den realizar en forma ca/lllz de encender entre nosotros la guerra ounbio Je la "evolución". significab:t condenar roda alteración del staru
de clases" (GS9). 11110 por absurda y utópica. Se trataba de sacralizar lo existente rnr« vol­

En setiembre anotó: "la gravC" meshlm de los latifundios { ... ) se verlo intocable ( la ganadcrín como destino nacional. la propiedad pr ivn
. 1gi1., { ... J con acritJul lamentable, qne bien podría { ... ) encender en la> y preservar así la existencia de un pupn dominante .
, I p.ns la gnerr» de clases. Esa denuncia permane11te de la existencia de Las afirmaciones ideológicas de: la clase alta rural <:r,111 1xio111.í1 ic 1�,
g1m1dt·r extensiones de tierrt1 que acapartm los capitalistaJ, mientras el pr�·t( ndían reflejar evidencias. y mezclaban dcliberad:11nrnrt: lo 'ohil'II
vo'' ­derivado siempre, empero. de clertn forma de 111ir,11 l.1 11 ilrcbd
pobrr l honesto trabajador rara] tiene qse abandonar el hogar y perder
con lo subjetivo. lo derivado del deseo de imponer :.1b i111crc�"· , 1 p,11q
s11t medio¡ Je rida p,ira b11scar u-11 tierra extraña el asüo y el pan que
/,1 f1rn¡1i.1 le• niega, parece rm eco lit> aqt1el gri,to de "Guerra a lo.r ricos" ( •) "Historia Rural del Uruguay Moderno", wrnn 1, p¡, :¡r,,1 >' •�

1.'l.}. ..,� ..
1 '
l l .1 �.inac.lcro p.or causas ­. narurale� ( suelo, dima) y no podría ser agrí­ l,1 lcv, ) mJ ¡w, t I olaao« nat11ral hacia ella que traer«. un. duda ,J,.
Í.t
�1,l,1 por lo mismo; la intervención del Estado en la economía era ne­ 111,,
x111111. el 1111�11, d� la p()b/ación J la J11bdivision de la propiedad a&a·
fasta ya que s�lo l� "evolución natural" podía curar los males que ella t1r,11í'I ¡,, 1,l1d.r1 Jtf/Hbler JI h,,umd,mo, sin ·rem,,j,IJ par« /4 Nación" 1�63).
taus:1?.i; el la_uf�ndio desapare�ería por las leyes de la herencia y los
cambios cconomicos, y en realidad ya estaba desapareciendo: ¿acaso las
l.11d1,11
f'''.r conservar lo existente no era oponerse al "progreso",
poi e 1 romrurro, era desearlo, pero bien fundado y con perspectivas de
grandes propiedades del novecieoros no eran más pequeñas que las del I x1111 Los cunbios debían surgir de la iniciativa individual la única que
período colonial?
1 11,1 • uotldt·
1
r corno
• '
actuar. la única que podía conciliar la libertad
Los ejemplos más daros de esta ideología convenida en científica teoría
l i.l.1 Lino con la felicidad de codos. sólo "el lacro cura como la lanza
económica aparecen_ en los escritos de José Irurera Goyena. A título pe.r­
l,11,do,, las heridas qne el mismo lucro origina", Atacar la libre ern­
sonul o como Presidente de la Asociación Rural, encabezó la resísrencia
de su sector al proyecto agrícola de 1909 del Presidente Williman. En 1" ,11 iruponer cambios "por la f11erza de la /..:J¡'' era negar uno de los
l 11·, ho, individuales básicos ­la elección de ·acrividad económica p<>r
lo mucho que escribió cnronces se encuentra fundamentada y explicitada
1 , n,,l.,, l.111<>­, > 'J la vez condenar a la Nación a la ruina marerial,
esta doctrina del "orden natural" y sus derivados: defensa del derecho
l.1 i�1.:� reforrrusra de que el Estado debla corregir las demasías del
de pro�ie�a�, ��menencia . excl�sh·a. al hacendado de su mayor valor y
111111, \ individual e incluso sustiruírlo era, asi, peligrosa ­por anular
renta, justificación del latifundio, librecambismo, responsabilidad de los
tll I e d111s ciudadanos­e­ y absurda, por llevar al pats al de�ascrc crnnúm1co.
factores políticos, y no de los económicos, en la despoblación nacio­
nal, ere.
Veamos su concepto sobre el "orden narnral": "Librada la refor- hJ l.. 1 j>1opied,1d privada, base Jp /,1 f elicid:Jtl p1,bhra.
m.t ( de la economía} a sí miS11UJ. { .. } ta euolucion se ni ef eotnando con lJ11,1 de: l..1s premisas del ··orden namraJ" era el respi::co a la propic­
l.en�it1td pero sin tropiezos. Todos obedecen a la ley del contagio imi- d 1d priv,tdil. derecho el más importante para los ganaderos porque cons­
tatwo, y cada cttal a su turno según su capacidad y en la medida de esa 111uí,1 IJ b.ise de su exisu:ncia como secror social.
misma capacitlad ... ·• ,:.on. En otra oportunidad, se expresó aún más cla- brnbía ln1rera Goyena en 19 l O: ··s¡ hay algo qtte L1 evolncMn de
rame!1ce: "Se ha hecho t«mbh•ti, e,rMt caudal en 101 ,íltimns tiempos de l 1 ¡,w¡,fod,1d raíz pone bieJJ de m,m,fiesto, es /,1 e.rtrecha cotU:xi6n que
l,l c1,1 cunstanci« en rigor excepcionalisimu, en 1•1rt11d de la c11t1/ algttn :1.11, .. , 1111e /11 pro1pentlt1d genem/ ? laJ garantías de q11e el E!ta,lo rodea
cmnpo de labranza, a raíz de cambio de dominio, ha vuelto a destinars« I i ¡u e irio de ese dered;1/'. La identificación de la prosperidad general
a la ganadería, aparejando el desalojo de 101 agricrtltores oct1pantes; tras- 1­un l.1s r..1ranrías a la _propiedad fue; un rasgo dpíco de este pensamien"
tornos de <Jita lndole { ... ) se rf!paran en el orden económico por el lo, los liberales europeos, pero cit: prmcipio� del siglo XIX, rambíén
libre j11ego de los intereses pri1111do.r: el lucro cttra como la lanza <Ú h 1h1111 M>sreniJo que la rique,a social rstaba hc.:cha de la suma de las
.11quiles las heridas que el mismo lttcro origina, ci1amlo la ittdtutria no t1c¡11 1�1s individuak,s y qLte el progreso Je un hombre significaba el de
er absoltaamente anacronica, cm wyo caso macbo más racional qtte obli- l I socicd.1J.
g11; ,1 todos los terratenientes a hacer agrie11lt11ra, restrhigiendo a la vez A11,uJló: "Si "' títvlo de c¡1te la propi,:dad dtJ h1 1ie11.1 co11Ilit111<J 1m
el derecho de prnpiedad :)' la libert,1d de trabajo, seria qul! el Bssedo "111,o¡m/io, _1 de q11e ms poseedores se e1íriq1tecen ar,tomáticament�, po,
r,rg,miz,,r,1 ref11gios agricol«: en campos JiJcales .1propiado.r. Dése fme1 10/11 ti tle,ei11•11/rimhnto eco1rn1111rn de la soded,,d, se intenta regl,lllh'II·
tiemfo at tiempo. ,, el paí.r ser" c1gricola cuando 111á1 convenga � los I , c./ monopolio o Jimita·r ms beneficios, lo.r capit<d,e.1 irJn .i cnloc,mc-
intereses generales qtte lo sea. Q,,e et gobiemo pro1iga entre tanto, como , lltn,11 ,1rge11ti1111s o bras1ler,1s. dr,nJ1: Je hallt111 ,1 ct1bie110 dt! /,11 ,ip1(J·
b.ut« ahora, consteuyendo pu1•n/es y carreteras, 1ub1•enciondndo U11ea1 11011L•.1 ,-n,111mii1ar1' •�(;� • '

[error iarkn, Jo mentando /11 cnltnra agrt111rím,ca, ,i ri la paz pública se En mro lugar, una nota de l,l Asocia.cióa Rur.d a l,t < 11,wn, di:
,,firm.J } l« población de la campa1ia sement», la agric11lt1tra se abrirá D1p11t,1dos rechazando el proyecro agricob <le Willim.111, lr111<·1,1 < ,c,y,··
(',1w ./J1Jr si misma ... '' 1,,11�). na :;o�tu\'O que utilizar el impuesto parn fomc111,1r l.1 .,gdcultur,, t.t,, 1r�
La intervención del Estado perjudicaría por igual a "la Nación" y
1ri11gir el <lerecho de propiedad: '' ... st el li.tlúilo ¡111tdc wm¡,c!t, f/ 1111
"al hacendado": "La agricultura, impuesta de 1opetún, por la fuerza Je
¡,m/mt,11101 a Jest,n.1r 1ma parte dL Jtts tiermr ,, l,1 n�1ia1lt111i, ,•h·,·,111,lr>

225
/,, r.nn1,ib11cirm .,/ doble e11 los casos de remisi6n, puede también obli- ,., 111 so de /01 1crratenien1eI { •.. J Si er ecidont« Sór,An lo (/11 JO ,ir.a·
garlm ., destinar el Jodo subiendo en las mismas cwcumtancias el im- , ,1, oprc1,1r, (fflC los terratenientes han co11/1 ilu,ido t:lrr., 111, 11111110 ,,1
J111e110 al Jrtple o al mJdmple. Esta Comisión considera ,m peligro se- ,I 1, 1 , llo del bienestar general, 110 lo es menor t]lll.l el t111mct1IO rll' 1,tl()r
mejante facblldd q"e es inconciliable además, con el régimen de la p,o I /,11 campos q11,• representan s« cnot« de participncdm en rl 1111, 111 n
¡,iedad qeiruuri.: que consagra la ConstiJ11cirín. Toda la t'ida económica 1 ,/ /,, riqueza ¡11iblíc1J { ... } esta leios de constltuir 1111 11ro11trbo /11
de! p,,ís está en manos del Gobierno, si el Gobierno puede legelment« , • 111 CéJar In que eJ d,:l C.fo:r' i;-;o7>
por medio del impuesto. curar el paso a un.« ind1111rin, moderar JU fuer- Enronccs, según Irurern Goyena, el reforrnismo que cri11c 1,, el ,po
:::., cxpansir«, cambiur . 1u direccián ... ,. tr,i.�i. ,fu tnrcnro de IJ. suba Jd valor de b cierra por l11i cn,mri 10 r,! ,t,,
A los esmncieros les iba la "ida en la. defensa del derecho absoluto u,lrnrando el derc::cho <le propiedad, minando las blSCll ele II IMX 1, hl
de propiedad, por ello no admitieron el menor esbozo de cuestionamien­ y •�11nilando su conducta a la de las '<1grssio11e.r
1
rnm111ml,1r',
ro. Además, ¿por que discutirlo en un país dónde, al decir de Irureta
Goyena, "la tierra estJ al alcance de todos los hombres enérgicos , lobo- l/,z /"/¡º prohlcmr,r: lrrtifmrdio ¡· ,lespnblacfrfo.
riotos qtce 1m1-1t la sob¡ ied.1J a la p,eviJión"? tf;OGl.
En estrecha relación con la defensa de la propiedad de la rierra es· S1 el J,,citun<lio se había conv<:rrido en el centro del ,tt.:tqllC ,1 Jo
taba el concepto de que su mayor valor y su renta pertenecían entera­ 14 v ncs rdormiscas y "El Día", había que hacer su defcrt I porque en
menee al propierano y no a la sociedad. Ello era una respuesta a las 11• csr.,ba involucrada Ja deferu,l de tud11 b propil"cl,1cl 1,,r<' 1 d,fl< 11,
teorías georgísras reformistas que sostenían que la valorización de la rie­ ror dl·rto, ya que la Asociación Rural y la Fe<lcración llurnl ll 1908
rra se debía al trabajo de la sociedad pero era aprovechada sólo por su hi1huan d.iJu cabida en mas <le un·1 opo1 runiJaJ a ju1c10s 111.'¿;1111, 05, C'O
propietario. El reformismo abría asi la puerta para ímpuesros "confis­ mu los Jt' Modesto Cluzc.­au Murre1, qU1: señ.ilabJn d ¡,,�,, 11111trto re
catorios" de los beneficios producidos por la propiedad. prc:1, mado por "esaJ inmenr,,s extensione.r i11 prud11c11t t11" Pero l111hl1
Eo Otra parce de su serie Je artículos en "El Siglo", Irurera Goycna aado l:i epoca de la aucocririca y l:ts concesionls, porq11u h ,tu� •nbrr
hizo expresa referencia a este rema: 'También se ha e,uay&ldo [unda- \ftn1 lo el tiempo de los enemigo<; peligrosos, a los que 111• lle po1liA <far
mentar l., reforma { ... } en el famoso "uneamed increment", 111 decir, cuarrcJ.
en la ganancia inmerecida que obtienen los terratenientes sin c1f1terzo m
reformismo obligó a la clase alca rural u rc,,li,..ir un.1 ddrn,a
,1/g11no por el sálo hecho del prng,ern general. Una de l,f.J caasas q11e l'ltla Jt' todo el crmjunro del or<len esrablecido, inclllso d, 11q11<"llo que:
mantienen cstaclonsdo ul pois, seg,í,, el director de "El Tiempo" es la .i 11la progresista de los estancieros h'1bía an11:s enjuid do l I l ond11r111
rttba del ralor de los campos motivada por el tr.1bajo "de los q11e no ,Ut&naria de muchos gtan<les propiera.rios.
poseen tierras", ane CMJJtit11ye11 la casi tolalidtid de la poblaú6n _;, q,,e lrureta c.;ovcna salvó nuev.. mcnce la cohcrcn,i.1 1dcolo,i.;1,,1 J lo,
han hecho posible los [errocarriles. los telégrafos, los caminos, la jru· pnadcros: el l;ufundio era un _Iruro cornbio�do <le. la ccon�.111 y �
ricia, etc.... " 90eieclad, y ambas estaban ya mmítndolo: la e,,ol,mfiu 11 ttm 1/ rrrm1
Esro era absurdo e irreal ya que: "Los ferrocarriles 110 comineen ,, Jlllh con él. E�cribió en 1909: "Z:n JoetedadeJ como la tlfll 1tr11 ( }
otr.ts porson«: que a /01 poseedores de esa tierra, que 1on en general, .. q11e el dc.rnrrollo regaati1:o de la pobl.1ció11 f!J !!r,wd • m, nlrt11 lo
¡,anaderos, o personar que de ellos dependen indt11trialmente: no tras- .,,,., rn dl,II tttJa inrtitttción del carácter de /,i legítllllt1, <fllD dii¡,e,111
¡mrt,111 otros prodactos qtte lana, cueros y ganador procedentes de las .,, #n mi,11110. pni6dic,.1 1 automáticame11te. lo que se h,: ,u-1111111/lldr, ,.,,
estnnci.u: los camino, se i•an constreycndo a cargo exclmiro de la Con- flulfhos 11iíos di! et/nerzo J Je prerisi,í11, !01 latí/rmdillJ 110 f'Ncden ,n,
1rib•1eirín Inmobiliaria: los telégrtf{O.r, fuera de '" correspondencia oficial, ,;,,1r c11id,1do ,1lg1mo, F.xi;tm, pero .re denanecan />()f.0 " ¡101 o 11,110 /11
no vibran sino para trasmitir desp.tchos que costea la indastri« g.ma- 11u,l,n de la herencia'' 1�0"l.
der«; la propiedad ralz, 1itt contar el imp11e110 do herencias ni el de En 191 O prctis6: "Si el latifmrdi.rmo fuer,, ¡wr 0/1,1 fiarle lltl. w,1/,
trasmisián inmobili�ria. soport« 1111 gravamen ,mtüJ/ del 10 al 12 % de, f}rl!NJO e_r confe111r ttr,e ere mal. 110 JÓÍO tiende n Jc111p:rr,·, r, 11,ir1 a
imp'lrte de la renta, { ... } ) en estas circ,m1tancia1, con toda graredad Hwnrformtlf'se por d ·ralo Jranscurso di:/ tiempo .. ",r.co, J·s dc�ir, {Jlle
"' ,tjimra q"e el progreso se l'erific.z con abrol111a indopendenci» del aunque se reconocíu que el latifundio cxisda, se lu d,1 h 1 ¡,or 11111rih11niln:
227
dts 1p,uecerfa solo, apenas se dejara actuar Iibrernenre a la economía y url n /1fJ/ir11 o. 1mi.lo a la euolucién eto11,j111i1,1 i11r.r!11Ji11l11bh fjfl(I te Of'C·
IJ sociedad. Si el Esrado no interviniera, la evolución haría desaparecer "' c11 1t1 scnn, rc/ren,trtin en el ,fut1tro 1.1 ,m1e111ii11111 11,J(ton(l/,, ,. ',7.:1.
una realidad que, si "fuera" mala, rendría igual cona vida: "En et Uru- I�, culpa de la emigración la renían los politi�o� por ¡,wll\uv,•1 !;a
g111ir hace muchos afíoJ q11-e la misma erolncián ha comenzado, .riendo 11111,111t¡11iliJad en el país, }' además, nada se podta h,1u1 ti.1s1 1 que 11tM

sálo cuestion de tiempo la desaparición completa de los scteales latifmi- 111, l1•1<111t. ' l.t economía no evolucionara lo suficiente corno p.,r.1 r.,d ¡.
dios q11e tanto irrita11 a los qne desconocen las leyes det orden econó- 1 11 1.11 este sudo a la población v atraer nuevos conungemcs <l,· t n1h,t
mico" 1�10i. ji 11111 s. l.os úoit.:()s no implicados en el problema erun los propir1.ui1h
Una tic las afirmaciones más persisrenres de los reformistas fue que 111. l I r icrra,
1.1 g.maclerfa extensiva y el latifundio eran los responsables de In des­
población. Esca implicaba un problt·ma económico y un peligro político. ,1 ) /'/ llbrocambio.
Desde el ángulo económico fa falr.1 de brazos trababa el desarrollo del
país y su deseable diversificación productiva en la agricultura y en la Respecto al comercio exterior, los estancieros tuvieron por estos
industria. Desde el angulo políuco, fo despoblación hada correr un se­ Clhtl) 1111.1 posición definida: abrazaron el Iibrecambismo, Varias so,o las
rio riesgo a fa nacionalidad, aguzando los aperiros de expansión territo­ f11io11l'!i que Jo explican. En primer término, como a codo sector consu­
rial nunca sofocados de argentinos y brasileños. Contra ese ataque di­ midor de: artículos manufacrurados, a los hacendados les interesaba que
recto, los estancieros también erigieron defensas. la emigración era un r.M11s fueran bnraros, Bajaban sus costos de producción y se alejaba Ja
hecho, pero sus causas no eran económicas sino Políticas, los responsa­ 11011h1li<l.1d de tener que otorgar mayores salarios .1 sus dependientes pa­
bles no eran los grandes propicraríos sino los partidos tradicionales y r I habilitarlos en su compra. Esta ha sido una posición común a todos
sus guerras civiles 1011 J!rUpos agrarios. Con tal de que el precio de Ios instrumentos de tra­
Decin la Federación Rural en febrero de 1910, en noca al Poder biiJu )' la maquinaria agrícola fuera bajo, no importaba que vinieran del
Ejecutivo sobre un proyecto de colonización coercitiva: "Las ni.armas qne Htr,111jcro o fueran producidos por la industria nacional Pero como ésta,
ron it11errnitenrit1.r más o menos ,Prolongadas agitttn el espíritu nacional, Sndnvia débil, no podía consolidarse sin barreras aduaneras y su produc­
111-str,1e11 el capital, q11e son los brazos, de las corrientes bienhechora: del clnn e r.t más cara por poco eficiente, era mirada con hostilidad,
prOf.''BSO y alejan de estar ph1yas { ... } a esas clases qtte han de q11itrir En segundo término, se hizo claro para ellos que en la misma me­
.:, n11e.rtra.r futile1 cam piñas el aspean agreste q11e el P.E. ha creído, diila en que fuera surgiendo una industria nacional ­al calor del Es­
con la mejor de las intenciones, modifhar por un« ley. SolidifiqtJemos t1&1Jo­, su siruación de exclusivos beneficiarios de los favores oficiales
l.� p,i:c { ... ) J' habremos alcanzado el mayor hum nacional ... '' 1·�71l. lt iría perdiendo. Cualquier modificación importante de la estructura po­
Meses después, era Irurera Goycna quien afirmaba que la gente dú. crear rivales peligrosos, en lo económico y en lo político. Esta con­
abandonaba el país "par causas ab.rolutmnente independientes de la mu- tkcum se roma trasparente en la noca que la Asociación Rural dirigió
nera coma se ,1.wfmct1it1 l« tierra en el Umg11t1y .•. ", cubriendo nsí de al Podt·r Eiecurivo en 1905 oponiéndose a la financiación de la construc­
inmediato el flanco por donde venía el ataque contra Jos hacendados. cl1111 de caminos con gravámenes n la c:xporración de productos ganadc­
"Todo el mundo conoce ( ... , el érodo de orienta/e, { ... } hada !11 otra 1'(111 "llust,1 dhora, l,11 franq1ticiaJ j' las exe11cione1 se han acord,tdo ,t
orill« ( ... )y todo el mmzdo sabe tmnbié1J qNe machos de los q11e se ran ..,,,,,11 i11d11.1tri.t.r 111,11'111[,tct1r,rt·r,1s q!ie en ge111:r,1l están _J11 ruficienteme111e
( están} [atigados por la perristenria de 1111a agitaci6-n q1tc amenars no l#ll(',1r,1cl,u por los ,dtru derecho.r de importació11 comign(ldos en 111rt·i-
Cfmclttir f111ufr T q11e obligari« a comenzar de m,evo el camino recorri- tr11 ''" ij'.iJ ,ull(anetas. Sin embargo, es,tr i11dwtrias pnco provecho o1fwr·
do (, .. } es esa mism« falta de .regm:u:lad en el f11t11M, ane poco a poco, '"' ,, /,, mAS11 de la poblad611,, por cmmto la proteccirín r¡11.i r,· frr r.1111
tiar ai1lt'iones s11re.rivo1. ha sedimeatado 700.000 compat,riota.s en la Re- r,•,h es doblemente onerosa: ,¡mes mi.entr(IJ por tm !,,do era, i11.l111nit.t
¡,:íblic,1 Ar,(!l:'ntina, /4 c111u,1 qne dndtJ .ri1temátkame11te hada ese pais 011, 11r1't'n " dismimtir las entrad,rs fircales por otro !.vi,, h.,�c11 flf!.l(Jr
1

l,r corriente emigratori« de la f!.11ropa ... ". robrt el consmnidor l en m�e.rtrn mimw 111erc,1do1 ti/ ¡,ri11i/, gio " l.i f rnn·
Y terminó conjugando la c:u15:1 políríca con su argumento fuvoriro l{Hiri,1, q11e le.r permite aleiar tnd<1 concmre11ci,1 d, I �,·t/!fior, '"'' i,1,/111°
ill' la "evolución natural": "Los progresos qne realiza el Urugna» en el tri,11 que d11ra11te ,mecho tiempo tnd111·f,1 esl,ÍII ll,111111il.l1 ,1 ,1/i1111111/11r /111
m.111,w1iuleJ de la riqtr�ZII· p,íblica, son /111 rurale.r, es decir la r1gric1tlffl- 3 - La defensa do los plleres bAsfcos
dol ordon establecido
1.1, 1 . . } Y !t1 gawrderia, q11u es la [uenta prindpal de mtest,ra exporta-
, �()11. Son est.aJ dos ramas { ... } las qee deben merecer toda: las aten-
ctones )' todos los a11xílws. porqoe su decaimiemo seria la ruina ge- ,1 ¡ I:l elogio Je 111 gand(kr,a.
oeral:' 1 r.7:i) _
Ante el mencionado proyecto de fomeoco agrkol.1 dr I '>ll'l 111, li I
Aquí ..no hay s6Io un llamado de atención contra la posible des­ ccndados se sintieron atacados por un doble motivo: 1w le� 11hlig.1l11 u
¡�reocupac�on de! Estado por la ganaderfa en beneficio de la indusrria, h CM agr iculmra, y se protegía a ésta ­­desde c.:sfer.1s nl1u 1ll'JJ 1111c11
srno cambien la conciencia de que ésta última esrá siendo protegida con
rr:t� se enjuiciaba la actividad ganadera.
recursos que se extraen. del consumo y de la producción rural, señalán­
Reaccionaron queriendo demostrar la debilidad iuu (uic< 1 ,1 1 p 11�
dose lo que hoy Ilamarlamos una traslación de ingresos de un sector en
beneficio de otro. t'JI I la agricultura al señalar las carencias cllrnáricns, ,1tn11111f1111 1�, el·
En rercer lugar, impulsó a los estancieros en favor del librecambio 111ogr:ífic;1s y financieras para practicarla; y luego, poi up11�11 111111 re ,ilt:1
el convencimiento de_ que la protección aduanera para la industria po­
r1111 el desuno" ganadero del país \' la mayor rentabilidad ,1, I v 1111110
hu,c.,nJu identificar el sistema de exploración que pr.,oilllh,111 l1111 l t �·'
d_t� provocar represalias en los países consumidores de nuestra produc­
111<lerí.i en general, a la que era corriente presentar t1111111 l 1 11,1111 i I
�on ganadera, y por Jo canco, _perjudicados directamente. Si la ganade­ 11.1tio'lal. Si el reformismo identificó ganadería con ,Hr.1�11. l.1 li.1l,d11IJd
na era la base de la economfa, la salida libre de sus productos debía ser
,1� lm estancieros los hizo idencificar Jtt forma Je cxpl111.1cl1111 y ,1, p1•>
la n�)rma �ara el país ¿Qué beneficios obtendría éste si por sostener
una industria enclenque sacriiícaba la riqueza "madre" de la naci6n? ¡,icd.icl LOO la ganadería.
Para los hacendados no era pohricamente acercado p11·s, 111111 1 1111111
Fue lo que sostuvo la Asociacion de Ganaderos en 190.5 al dirigirle
unemigos de los agricultores. Por ello atacaron a lu a¡::linil11n,1 11111\ir1111
u�a _noca al Ministro de Hacienda, José Serrato. reclamando que eJ Brasil il11 lo, obstáculos (reales) que el país tenía para 5U difu,11111, fo 1111h,1t
<::�1toara los derechos de importación al tasajo uruguayo: " ... P.l me-
dio es el tratado de comercio, y demro del tratado, aquél wyar cúíus,,las �.11· 111 en una detallada exposición ele esas fallas desde rudos Ju, 1111¡111111�,

consagren el intercambio libre de barreras aduaneras para los p,od11cto1 ,,uc SL encuentra en decenas de artículos periodísricos y 110111� 11 lo� 1'11
da ambos f>aí.re.r ( ... } el Brasil { ... } declararía libre de derechos los dercs Públicos.

u,
productos g,madcros, l el Urttgttay en cambio, acordaria análogas fran- l. ts carencias agronómicas habían sido admiiidus p111 1111 11'111111m11
qmc1.1s al tabaco por ejemplo. � al azúcar" rn74). 1111"lu.1do, Ju;1n Pedro Castro, en L910: ·• .. .nuostr.t, 1h,1,11 vt» 1:1
i ,. I 111u'Y s1Jpe1iore.r ,1 la mayoría de las nrgeutlu.n, 1 ,111 1111 1/,11111,,,r
T :i ��na postura asumió "El Siglo" comentando Jo que debería
:icr. b polírica aduanera nacional: " ... si queremos qt,e el Brasil 110 nos /11/111 di! .1.ftNt1dar permanentes, pantttnoutJ en lu cuac ;,"' di lr11 11111111 y
,1plu¡1tt! tarifas probib�tivas ,1brmno.r nnestras adua11a1 a su café, m tabaco, .,,, ,! /cn1,1 contra la« p,m1perada.r { ... J. Pero In q11L' co11111111y, 111111111,,
1t1 Jtrb,1 mate, sus [ratos, ) si e.r posible a sas dlcoholes 1 .rus azúca- 1 ,, 11, i:l,i:/ f1t1rú l:J i11d1111rüi D11stot"i!, determ111.1 1111c1ft,1 111/1 •1 1,i'd,1,/
res .... r·,7;.·,. p 111 l I úp,rirn!t11m. L,lí pamp,u ; ll,mMtlJ arf.enti11m. (111/ 111 81111 ,,, 111/•,1
El librecambismo era otro corolario de la creencia en la "economía ,i l,111111'j qt1e depfl.ritamt1 en ellas. NI /flrm,, de limo. /.,, ,,r,11111 171111

natural": que ca� región del mundo produjera aquello para lo que la ¡, rm,motll.1 o periódicamente /.u C1tbrl.m en étwca1 ¡,,d,1,111r,r,11 1/1• /or
n,aruralez� r
!1�btl1�ad <le �us habitanres la predisponían; de ello deriva­ m, '"" { .. } rnn mJr apropi,ula1 Para l:i labra11za qm• 11111111,11 1111 /11 .,,
711
na �oa d1vJStÓn, 1�cemac1ooal ?el trabajo" basada en las ventajas geo­ 11/011,,./n -esp,•cialme11te l n el cet1tro 1' 11orte tie /,, ífr¡,1íM1rn " ,r, 1
füc: mismo año la Fc.:dt:ración Rural .1firmó en una 110111 11 l I Cú111,1ra
gráficas y demográficas cornparauvas <le un país sobre otro. El Uruguay da­
ba �·aroe, cuer�>s Y. lana a bajo costo; Grao Brecaña, Alemania y Estados tlC' Rq,rcscntantes: "N#cstros campoJ .ron ca.r, 10:/01 t•:t:{l'fc 111, 1 /'·"" '"
Unidos. maqumartas y energía: únicamente el arcilicioso inrervencionis­ JI 1Ni1.l1•ri,1, pero madeclfados para 14 labranza" tli1Tl
°:º esta�! ?es.�ía este equilibrio para unos y otros. "La iodependen­ f.o mismo pensaba ­en coincidencia presagiador.t tll• 1111 f11111r11 ,hr,1·
era ec.ooom1ca. propugnada por el reformismo era irreal. demagógica i,, ..:011 lus estancieros­ uno de los líderes visibles dd P,1rtid11 N11,ic111,1l,
}' podía costar cara :'.L las verdaderas fuerzas productivas del país. ) 'rm.tl" ,ksrac,1do por escos años él mi�mo: Luis 1\llw1111 de lkrrcrn.

230 231
·,\ 1 1n11::.r1ra tierra, 11i 11t1c:Jtf<J r{)f,ffllelJ de /111,vi,1.r, m nuestm topo- 1111'> 'S: l.1 g,mddt-'t'Ía imp,•ra sobre la r1gr1< tdlllftJ, ,m
gr,1/ir 1e ;,rertan 11! incremento en escala de la agricultnra. ( ... } Nuestra 11 .1 1111,1 md111tria protegida ) la otra 11(11 ( ••• ) , ¡1 t(Jllí !
,1xr1mltllrc1 en grande, sálo podrfo contar con e! agua q11e cae del cial«, 111¡,,.,, rt,11 lar condiciones ordinarias del pai«, l' 111 /,t//,1 .Ir
po,·n seg11,rt1, ;Y a m,e1111do1 demaIÍaflo demorada, S11 (t/1.!encia, «penas se n1J1111r<1 que caracteriza 11 urs habitantes, es 111,i, con¡ 011, 111,,
,1ctml1ít1, pone en irre,u.edirrhle peligro ,1 /11s cosechar l:11 tan precarias 11, r.ü, cnoordar uos.illos a c,nnpo que por medio d • ¡mrtl J 111/f I
condiciones, la empre.ra no ent11.1i-a.rma" 1il78) ) hdir11r l.11 tierras al p.11torc>o <1Ne ,, la r1g1i,71Ílm1 ( ) \ l
También falraba mano de obra para la tarea agrícola como soste­ f(l//ru11e1,áa, Ji el nigim1.,n «gropecuerio es m,Í! Hltu 1 , 1/¡
nía un colaborador de "EJ Siglo" en 1909: " ... En la "ctttalidad no hay 1,,1,·111,1 pastoril, o .ri el rJgimegr agrícola m•ema1,1 11ru11, 1111
los joma/eros necesarios para poder hacer la esquila "al mismo tiempo" 1,111: agropecuario. es lfrla rneJtió11 de orden (>1ár1i, ,, { I
ni <:n la octae« parte de los establecimientos q11e #e11e11 ovejas. { ... }
llmp11.1y f ... } 120 se re.rttdt•e con ,1fimutcu;11c.1 .1¡,1101'./f/l ,
No habiendo basta11te1 bracero, para la esq1,ila ¿c6mo podrf.attws obte-
11r,,,/, mfra1 iftJe .sit1n. H11y q1te dcmostrnr prev1,mn111t IJl/t!
nerlo, p,ira las operaciones agrícolas qtte requiere« un trabajo a1id11,o
,i1,11er a,1tM!eI le con1:ie11.e n1tÍ1 al wmadero e11r,n1,/111 1111 , ,, /l/ 1
daronte las tres cuartes partes del año y 1 erificarse al mismo #empo en,
,.,,,;t
1

todos los establecimientos? El pafr no tiene población f"Ural .r11ficiente /1 1 ,irt:fici,,ler que con pmt1m1.< na1male1, o t/11<' ti, m f' ,, , I ,
para producir de la noche a la mañan« el crecido número de trabajadores I t1.1.11,1r sembrar trigo o matz. que engordar o c1 tJ1 iml ,,,.,¡ r
necesarios para roturar 700.0()0 lúr.. 1?i es creíble qae se pieme c>blig,tr Coincidió coa su presidente roda fa Asociación R,11 11 rn prnr, , , 11111
al hacendado a importarlas del e-xt,-anjero" cr.79)_ El mismo argumento I lt·varn t 11 diciembre <le 1909 :1 las Cámaras conrr.1 el 111<\VCI 111 \X ,111111111
' • 1 I hechr, iw/irctttihle er rme la f::111litdcrfa rm /11 ol f 1,111 , fl, l 1/ ¡/
daba la Federación Rural en su nora a la Cámara para rechazar el pro­
J'fl1f;t, !ibrdd,1 a .rf mirma. ha dejndo pi11giie1 1¡.ti/itl.11!,•, t ,, ,, 1,1 ,
yecco de Willima.o: "De manera qne para c11/tivar 500.000 há1. q11e
serla más o menos el .5 % de lo (¡11,e falta cekiear, .re 1zeceJitaria ttn ca- l,m,,.r ,in (!:>:ceptl!f1r a /o.f gnnr.dt-'1'<11 má..r m.tinarir11 e 11,rrl, , I I J 111,
pit,d de 2.520. 000 peso1 y traer 25 o 30 mil imni¡_rantes, porq,,e sin mi,·11/mr q11e /4 agrimltrtra. ejercid11 r.:11 f!e11eral1 ¡,o, lm111lnr1 /, l, , ,,
de.rpr,hJa, lo q/(,e está J'ª pobl,tdo con la agricultur», y sin. traer al pai.r 1 1Íl1m1 eco11ómii:a ( ... } c<111 el amparo del E.rt,tdri, h, ,, / f', 1 "

esos brazos, no sabemos de qué otra manera podría cultivarse a plazo dmr d<' ello.r tma c,111J1t de mina. ( ... } Si la gan,ult rl 1 /, I '"'" ltti II
fiju esas 500. 000 bás. 1'irge11e.r t.:11 Ml ,Pal.r grJfZ<tdero en que escasean los rr,11 ti /11 agriatltttr,1. Ir; �11zó11 estriba en q11e. dfli,1, /111 cnn 11, '"" 1 ,I,
hombres para e.rqrtilar las ovejas" lliBO). ·r11¡;r,1/irnr d!!l Ump1,a;·, la mod.t!it/-,rt dl• w r1tlt11111 t1ru11ri,11 , I rl I
Santiago Macíel, Inspector de Colonización, mencionó luego el ar­ ,! ,11.r v.ia.r de comm1icadót1 y e/ grado de de1f11·rollo d, 1t11 111,../1 , ,t,
guméOW suprema: "Los estancieros dice,, q11e la agric,llttlfa es la ind,u- lr,1111/1ortC!. la f{allild<>ría ofrece ma')lnres alicic-rzter 11/ �(l/•11 ti 7N1 I 11,rrl
tria de los pobre¡ y miran 0011 M1tim.a al vecino qtte dedica stu esf,,er- 111l111r,1. ( . } L,t re.rÍJltllCi:1 (ftte los tf'rr.1t1111ib1t/1, e11 t , 1 1/ nfl lf
zos ( } a esa dar e de faeu« { ... } La agric11ltura estnoo entrega· ,1/ rlc J.1rrr•llo dr !., ,.-r:�ir·tltm s { •.. J tiene lfn fmu/,1111 fl/0 1�, ,1111 ,,,.,.,,
da ( } durante más de medro .riglc,, ri las manos del 11ativo :l' sa- ''ª r,1, 1M1,1/. {. . j l.<J.r prop,eti:,·io.r u re1iJte11 de 1111,/ tlld/1r1 1 11 " r11/ ,
brnw, qnc d -¿<111chfJ no result». en Id práctica. tm ,igente apreciable en '"" 11,/,11 111.r tierra,r p(tra -1griatlt11,ra porqt1e fo, que /(1( ¡/ 111 m.l,, , ,,
el cnltiro de l.1 tierr« . "ru1 11• fi11, 110 ofreet'n garan.tías de prepart1ciú11 ni d,· 10/1, nd,1, ,,¡ /, ,
Irureta Goyena resumió rodas estas ideas en una polémica que sos­ N 1 ,.! :./ 01 la l,,bo1·, -rav!n por la c11a/ corren ,u¡11tJ/01 I ¡, b}'lf / I
tuvo en. 1909 con el ingeniero ngr6nomo Teodoro Alvarez­ "Hacer agri- 1 <, r¡11t1 ,1.,r ,1 s11.r fn11dos el destino pri111iti1·0 tle1¡,,1 J (Jllt' l 1 1, 11 /1 I
cultura .tÍ11 población es casi 1J11 im ,IJo ril,/e como q11e 1m p11eblo de eran r.ufo haJ,1 rt·d1Já<fo co111rdcn:hl-1:mc11h JI! ruulimitmrn rfltl r ,,,.
densidad viua pró1per,t y ciullizadameme, en la act!falidad. con lo! re- f ¡111r/Meo. l.!.! cOlll en cimiento de los te1·ratc11it 11/cJ e I a r,1, ,r,f• ((1
cursos econámicos <¡tte le smnlnistru la ganaderla . . [AlvarezJ descoco- , u lion,�o �·. deciJit•o, J se h4lJ,1 tai; bien rtmCITl.idn /'<H 01, , ¡11,1 ,,
ce la importtmcia que la invc11i�11úó11 zootécnica debe reuesti» en mz 1 �/'.a1c11u;,;. tpte corupir.mdo i1¡1,l/c·11te-m1mte u,mra 1111 Jm , 11, ¡,, 1o
pais q11, es y será ganadero por m/tChl!imo1 ctf'fos. no obstante todas /.as "" el Jr11:tl1> ve/anda ,on tndo ,,cierto por elloJ, 1(h1í11111 cv/J/r1Jlu1 I, trf 1J
huecas declamaciones de hr 11:et,:fi,icM de l,: ,:¡rrn:M-mia y (le los mese- , 1 /, 1110 ;,,.;r11 lc1 agricrtltttrtÍ'. ,r.i;4¡

ftsicos de la economía plllitic(I ... "t11i121• Ea otro escrito de 1910 afír­ l.n t:c:onomí.1, fa Jemngrafía y ht geogrnfí., w111hi11,11l.1s ,•nlvl 111 "ah

:!32
",l11t,11111c11te rac101N;{' la "resisteucia ' de "los terrarenientes i ... } ,tl de- rner­i podía aducir en su favor Iu "economfu unrurul", d l.11il1111,l1t, •• ,
,u,roll" de la labranza". La agricultura no era rentable y resultaba im­ c·xigí:i mayor sutileza.
practicable dados el azaroso clima y la escasa población capacitada del En una de las moras polémicas periodisricas que d p1 n}'tl ,,, 1�rkul,1
pak Incluso la viabilidad <le la "agropecuaria", es decir, de la agrícnl­ de: Williman provocó ca 1909/ 10, Irurera Goyena Tl·,tliw u11.1 opus1·
rurt productora de forrajes para el vacuno mestizo, dependía de los c:mn c1uc justificaba la existencia de larífundios en el p:iís, Mf1Í11 y,1
precios de la carne en el mercado. La urgurncnración de Irureta GoveOJ1 vimos. Por la gravíración de sn opinión, y la imporrancin idrnlc\�t, n ,¡11e
era ran severa y monolítica como In de un economista observador de­ c.,a defensa asumía, parece necesario hacer otras rranscripcloncs q11i; ex:·
sapasronado de la realidad. plicircn mejor su pensamiento.
Para el historiador, en cambio. estos razonamientos admitirían otras Empezó diciendo: "Estaba escnto q11e entre los fundamento 1 ,/ rti
inflexiones. De querer introducir una nota inquietante, cabría pregunrirse undos ,, j,atificar esta ley, tenían que adncirse los trastornos q11t• c,1m11
si la racionalidad científica no estaba también teñida por los intereses rl n:gimen de la gran propiedad ( ... J. Tanto e/ Director de "Et 1"irJm •
de la clase alra rural Lo que economistas y estancieros llaman rea­ r« romo el de "El Dla" ... bun intentado ,,po')'ar en esta bNrbuja do
lidades objetivas e inmodificables, a menudo son productos culrurales, 1,1/uJn el espi.rit,1 de la re!orma ..• ··
históricos, incluso hasta el régimen de aguas.
El Director de "El Tiempo" había realizado una comparación entre
Irurera Goyena. dejándose llevar por el ardor de la argumentación
l.,s formas de propiedad de la tierra en Uruguay e Inglaterra, y ya sa­
al plinto de perder la formalidad que siempre lo cara�rerizó, terminó ºO:º bcmos que las comparaciones con siruaciones extranjeras no eran del
articulo con esta afirmación: en el Uruguay "la agr1c11ltttra es el medio
11grado de los estancieros. Irureta contestó adelanrando su primer argumento
de translormar en abono el dinero aplicddo a la tierra" (;\Aá).
u favor del latifundio; la carencia de población suficiente en Uruguay,
Una frase de Luis Alberto de Herrera sinretizó fa convicción de 1
' ••. creemos q11e p11rtt j11zgar este fe11ó111eno { ... } se impo11e dúli,11.g,1ir
cuál era el "destino manifiesto" del país, que subyace en codos los do­
curnenros citados aorcriormcrue: "P,11i1 imponer la agricrt!lttrn, amenazan u1¡11t>ll"s sociedades en q11e la dirtri!J11ci611 h1tif1md,1ría del suelo es el re-
los leeisladores noreles ( ... } con aumenrar la Contrib11ción lnmobilia- snltado de la falta de població11 y qae tiende a desaparecer a medida
ri.i /;,lf/11 cifras de castleo. /T:fí111ern em.peño! Nuestro p.iis es esencial- ,¡,n· /,, población aumenta [Uruguay], de aqsell«: otras en que esta ins-
mente g,m,ulero. y reg,,ira siéndola. " menos q11e se mndifiq11e, tambPán titm tnn a la sombra de leyes arbitrarias 1·e.rirtc lo.r efectos de l., concen-
lrncirm demogtáfica [Joglaccrra].
po,· decreto, si es dado . .rrr natttraliaa geográfica'' <�«u\.
La fuerzn de ht urgurncrmción de los rurales residía en que la des­ En el c:tso urué,!Uayo, •· .. el latif,mdi.rmo -fe,z�meno en reali.la.l mát
cripción acrcnóru ica y climática as] como los bajos niveles demográfi­ ,,¡,.1r,·11te q11e real- )' qlle se desvanece poco ., prJco, tiene 111 orig,m en
cos v las malas vías de comunicación, eran "hechos", Los estancieros y ,¡11� /,, tierra r•r ''m11chtJ ron relt1ció11 ,1 .ru poblacióti'' { ... } son poco1
sus defensores los utilizaron _para trarar de convencer a sus oponentes de loJ ,,., dtticlo.r, 1 s11 mímero re red!fce mdefectiblenumte cada vez már;
que imponer por la fuerza la agricnlmra era ar��cnr _contra I�. úni�� ri­
( , , . ) la tierra .se halla por regla general e11 mano.r de quienes la traba-·
'"" 1 exist, cierta correspond<mc1tt económica ventajosa entre el ré�i-
c¡ueza verdadera del país. la ganaderIa. Pero ese destino manifiesto �1e1
Nlt ,, d� explntaci(m q11e Je practic<1 )' Ir, dit-isión 11a1J1ral de la propie-
raís tambkn conllevaba 110 designio polícico: a fo clase alca rural b
/,«I ... "
"narnrnlcza" fa había dc¡;ido para Jirigir l;1 nación,
l•.n esta úldni,l frase llparece el segundo argumento en favor del J.1.
bJ La de]ensa del la1if1mdio 11fundio se correspondería con, y se justificaría por, d téRimen dt: ,·x·
plrnud6n extensiva de la cierra que se prncticaba en el paÍ\ ·• •C,11/111
Si la ganadería exreosiva era d siscemn, de explo:nción domio.:ote, flum·r e,, dTJda ( ... } que el "/atif1mdismn" cxirlente en l,11 wd,·d,1,Jn
el hrífundio era la forma concreta que asurrua la propiedad de la rrerra lru/11 i,, 1111eva1 en cuuo de fomuu:it;tJ., es uno de lo.r /.1rtorC11, ,¡ n11 indi,.
en manos Je la clase alta rural. Ganadería extensiva y latifundio eran f'�,n1hlf!1, rmn.ame11te 11e11tajo.ros de la prod11ai/,11, w t'ir1111/ dtl ,11,1/
la� dos cabezas visibles del modelo rural existente Contra ellas se en­ u, i·l,·1,m ., m m,íximmn los nmdi,,,wntor de la im/111/tÚ rnrrd,,1i1•,1' l..11
sañó el reformismo. A ellas defendió la ideología conservadora La pn­ ¡¡,m;1,frr/,t extensiva, y e11 menor gmtlo 1u1t11r,1l1111•11t,· /,, i11lt111111·,1, ,,,

234 235
q11iaf.'t1 grandes mperficiei de terreno para 111 destm"ollo en condiciones pcrrodísricas contra el proyecto agrfcola de Willm1.111, lr11rctn l,oycn.i
n•gtll,trcJ { .• .}. La propíed,rd c11 el /l,1í1 { ... } salvo desviaciones de expresó: ''Et obteto de /,, exposlci-m recientement« clov,i.la " ÚJ 11. CJ-
carácter esporudico, tiene ( .. I l.r extemién r11per/iá1l (ff'e meior Jti mara, CJ o ponerse " la sancián de 1111,1 leJ q11, ¡,rct nd« I po, medios
coucili« ron el más ulto rendimiento de la indrJ.rtria preponderante''. , ocr« itiros, con rec.u gas fiscales qtw 111,í.r tienen el cardtlcr rlc ""'' '""
En tercer término el último nrgumento, decisivo, que explicaría la aon ,epreJÍ1 a qne de un imf}/(esto, obligar 11 los temtltrn1t11/cJ n b11r ,
1

exísre..ncia de latifundios en el país: la mayor rentabilidad de la gana· ,1g1im/11m:. contra rlento J mare« ( ... J L« A.lf>t'Í111i,�11 (!{111, I/ u 1111dtlt1
dcrí 1 sobre la agricultura. "Examinemos finalmente ( ... } 1i con me- por Íll cJmp,11}J en 111,1.ra { ... J Je proponf! impe,lir qn f u 11u:111 lt
.li.!,,, dt1 la índole q11e sustenta ''F.I Tiempo" (la ley agrícola de WilJiman} prntt·, ii611 Je q11e )11 goz.1 /,1 ,1g1irnlt11ra, al abrigo de tnulld,11 q11 "'"
se p11cde acelerar el [raccionamiento nrmllal de la propiedad r4Í"'. La 1101ce,b.m el derecho Jt: p1upfrd,1.I ..• {una) i11i,iJlita <.'J11111 J 1 ,,
1nl11dlm depende en ahsolnto { .. } de la 11M)óT o menor pro1¡, • .,iJ<td b.1ti1110J {t:S} .le c,míaer profm1da111ente J<>Ú.1/11ta. • • (ni) í,tJIIJ ,t <• ,,
1•11¡1((,11/o.r con/iscatorios /11 Jimpl<: libStt'11ci611 ,le hd(er ,,1:rir11lt111,1' 11oRH>
1,
ele la ,1grimlt11ra con relación a l., ga11.1dcrfa, ri la tierra compcns« 1a-
tirf,1ctori.1mente el esinerz» de los qne riertc» en clls rt1 sudor l' JIIJ Luego articuJó una defensa Je las caracreristÍCllS 111c11t ilc<1 ele nu •
ahorros ( ... ) antes de pmpo11erw este disolvente [aquella ley) debiera rr<> hombre de l.'.:lmpo. identificado c:oo el estanciero, justrltlÓ su rc1111c11
beberse domostrado [cbacicntcmente que e11 l.tt .1rt11nle1 circunstunci.n, cia al cambio, pues c:onscrvatismo era ''prudencia", y criti1,;& "¡t1or1,1111a1
/,1 ,1gric:1!t1tr,1 �1 fina iudnstria re1111mi·NIÚ',1. nuls rcmnncratit ,, que la traz.tdu1 en ¡,¡1 ri11co11 ele /,, b1h/111tei;,c'" ( la política innov­.tdor.1 del {,u
f!.,madeda, () uor 1(1 menos tanto como ella; q110 es 101,1 afí,igttza la falt,,l
bicrno J, el "c.rnobil ,no 1t'1•ol1tcionr1rio11 de los dirigentes polir ku� ( rrfor
de bruzo«, de cnltsr« ugronámi;«. de medios de transporte } de esta- misras), y la falsedad dt: las comp:uac1oncs del ser nuci,11111 co11 cl "t'X
biliJ,ul politic,r, y que er Jambitn otra '11iagaz,, la languide» de /,1 a!(ri- tr.1'ljcro·.
De aqui se desprendía la clave final lo que vnlvcrÍR ir1at 1L 1hl( il
csltsra , .. 11 F•87).
la idl­ología de la cbse alta rural, Jo que lJ harÍJ renn cr n e 1d;1 in�
Quizás nn encontremos otro ejemplo más claro de la forma de ra­ tuHc crfcico Je la historia urugu.:iya como la médul.1 de !lld11 ptn111m1rn
zonamienro y nrgumcnmci<'>n de l;1 clase alta rural que estas palabras de te> con.servador: la iJentificadón <le lo "criollo", lo único "n111c1ui,o' ,te
su ideólogo máximo por esros años, lenta e insensiblemente se iba en­ li nación. la esencia del ''ser nacional", con el orden sod:11 y n.onomko
lazando un :1rg11rncnto i<l<:ológicn ­jusrificadón del Iariíundio­« que txisrcme; por oposición, c:I cambio era lo "for.íneo", 11> "rr\Ol11do1111r10',
podía ser discurido, con una realidad que difícilmente podía serlo ­las lo perrurbador e irre;1lizablc. F,u vcc� de la idt:ologí.1 rural llf' ní11 rn
carencias de la agricukura y la "inevitahilidad" de la ganadería­. Con ,anchando con el tiempo. Léanse con :w:odóo escos pcnsarni<'nlClt de lru
habilidad �t- dtducfa de la realidad de éstas la necesidad de aquél: si el ttta (ioycru )' se comprende.can sus rmplicancias: "Si c11 l, n,,,,p�f,1,
latifundio existía no era "culpa" ,1� lo� rerrarenienres; eran la falta de
población nacional, In forma extensiva Je trabajar la tierra y el mayor
donde /,1 te11da1ci,1 um.1e11,,1dow .ce mt111ifies/11 "111bi et ,,,¡,," 'º"
,,,J,
,,,.,.o,
ti# lt.s
11gn1, el ele1111:mln rmal ohren·,1 ) co11templ.i \' da t•11clla1 )
rendimiento que dnb.i d vacuno, los que ambicnraban la gran propiedad.
Y 11Úr> más. si ésta "Fuera un mal" ­como ya vimo�­ habría que dejar
n 101110 a ,m.1 refn,.m.i, anteJ de decidirie a acometerla, 11n "' f'"'
tt11l1
fwe11ci11 psicofogica ni por pa.1fridad comtit11cin11,1/, ,iun /•r>r /Jlt,1 d, la
que la "evolución natural" de la economía se encargara de eliminado y t#ll11ra ecnnómica 11ece1ari,1 par,, ;,,zi,tr )' ad,1ptarJc rJphla,11 #Ir II I�,
nunca utilizar la acción interventora del Estado, que perrurbaría la '"'!fe1.ci11, téwicaJ de 1'1 i11wm1ci,ír, { ... } I:.11,, mJ1rch11 11 p.110r com,,dn,,
"a r rnon ía ". knta p,,ro seg11ra, en la q11e 1uulie .re 11111ei·e ri11n d"1f>llés Je ll(/t¡111rlJ11 l.1
En realidad, la ideologfa de h clase alta rural rendía a consagrar 1'f.',, i lad en !., direcri(m )' el ;.'lito del mo,•in,ionto, t.. ;n, dr r, t trJ,tr
fo exisrcnre, a considerarlo sancionado por la voluntad de la naturaleza ,,,,í1 /,1 et•()/ttcifm del p,tir, tomo el ern()biuun de ,i<J1'to1 rrimpatrlotn1 lo
nuis que por la del hombre. También buscaba Jo que es siempre la "úl- ,l,j, 111poner. e1 el eje de su crMitn 11clt1,d ( ••• } l'obrc UrNgN"Y ,; lo1
ri m rario": confudir sus intereses con el "ser nacional". Muchos de los rtfftÚer ,1 qlfie;ner ce les tiene i11jmtam6'11te por retri;g,ttd,11, l,111111ndn /,1
cambios propuestos por el equipo reformista merecieron el calíficarivo precipitació11 J la i11cnnciencia de cie,101 ROber11ttt1/cJ, tlc1orit111tado1 po,
de "socialistas" o "comunistas", por inadecuados y utópicos, por cxrran­ 1,, cjeetU'ÍÓn de prngramas trazador en 1111 rincón Ú8 /11 bibliouu:a, aitmM
jc1� o "Iorúnccs". En diciembre de 1909. en una de las múltiples notas 11/ 1·,>rdadero de1envofrim;ento del pafr. huhiera11, cumn ,,/lor, i,m:111,,dn

237
lw i:r ugriculiera, en lugares perdidos y desiertos del territorio necio-
11a/ ( ... J El marasmo de la campana constitrtye unr1 verdadera mpersti·
rí611 originada en el hecho de que para determitzar el grado de inicia-
t iua ( .. .} del Urt1gt1a;•, se parte del examen de esa misma c1,alidad en
r;/ alemán o en el inglé.r. en el extranjero en tm« palabra, { ... } si hay
algo qne la obseruacián histórica pone bien de relieve en nuestro pats,
es la tendencia a acelerar el paso. r¡11e caracteriza en. geuerel a sus bom-
bres dirigentes, la ouidez de innovación, el esnobismo reoolacionario, la
i-n.quietml de la marcha ... " cr,so¡.

238
C1pltulo IV
LI concepción paternalista de la sociedad

1 ­ Patronu y 110011u

La concepción económica que los rurales posefan <Id p.up <' t <1111
pleraba con una concepción social que también tenía farl,,• 11,1.lu ic'm en
\US filas, Considerándose a sí mismos como los productores ti, 1 ¡ 11o¡11t.'�.1
nacional, y por lo tanto en la cúspide del edificio social, 101 lt,1h1111ui;s
.tl' las ciudades fueron mirados como un sector secundurio desde l 1 ¡io
c.1 dd fundador de la Asociación Rural, Domingo Orden. 11 ,, cu J H 11
En el novecientos, Carlos Reyles, como hemos ya llh crv 11lu, n v1
r,ilizó esre punto de vista. La sociedad 110 se dividía en I iw� r pohrl �
sino en "clases productoras" =­sugiriéadose su idcnrificacióu 1 on l 1 , 1111
p.11i.1 sobre todo­ y "usureros" y "políticos" ­insinufod< ,w 1,11 vÍl111tlo
casi exclusivo con Momevi<leo­­. Esta nueva dicoromfu ­dt1d,1ol versus
(.."llmpo­ fue elaborada para contraponerla a la de uso cu ti, 11 bs r 11,r
mistas y anarquistas ( burguesía­prolerariado}, y resulraba 1t·f,1n 1, l.1 ¡1or
Li tradición histórica y cierta diferenciación económica, S<K inl y , ultur.il
entre las dos regiones del país.
Ambas visiones comenzaron a disputarse la "concieuci 1 111do1111I",
l.1 formación de la mentalidad dominante en el Ur11gu 1y d, s.1� pru I
sarnenre, estos años.
Para los estancieros. la sociedad rural estaba const irui.l.. por 1111,1 ,111,1
clase de hombres, los trabajadores. "socios" todos "de 1m 11v�udo" 1 o�
ritos, que Jo habían llegado a ser por su esfuerzo o l., lt.:gir i1111 heren
c1.1. debían, eso sí, tratar con humanidad a los pobres ­pcort,l(l 1�. .leso
eupndos=­, inculcándoles sus valores, único camino p.1r.1 d 11sc, 11�1· s111 1.d
D�· esra forma. sostuvieron los estancieros en su Qumr» < i,11,.:1<:�o H11r11I
de 1906, aumentaría "el núcleo de intereses rtrrale« 101,1111 ulor«: ''
El peligro de las guerras civiles ­1904 había <><.:unido uver, l')IO
lo rc·vivirfa­. en que el pobrerío se "Insolentaba" y l01ni,1 li,1st.1 , 1 hnr­
razgo; el miedo a "la guerra social". tan presente en l.1s d.1s1 s COlfü't va·

245
dora'> de todos los países del mundo en el novecientos. posible en el , �, 111;1 110 le dej,m 1m1rg�11 riq11ier,1 P"''' m111¡mul, 1111 corte da , ,•11;d,,
Uruguay si las "multitudes campesinas" se "contagiaban" de los obreros J aruz« /1.me la china amiga, 1i h,1 pod,Jo ,1lhe1¿:a1!., cu la, r.,·,t:,111111,
montevideanos: todo ello hizo que los estancieros creyeran en la necesi­ I t.,estanciu" 11J11··).
dad <le Inculcar a la población sus propios conceptos y valores, en un Corno grupo. h1 diri�t:oda rural no se condolití �i1111 c111c r1ur<'i de
esfuerzo por nrnsoliJar las relaciones sociales y las estructuras económi­ ,;11w .ti peón por un camino qut mejorara su cond id(>n de , id.1, res
cas yjgecm:., p�ld.111do :il mismo tiempo a la sociedad exisrcnre. En otro .1110.:11lt1 de
Adt·rn.1s de sustitu ír a las concepciones sociales "europeizadas" con l I p.í�in.L rural de: "El Siglo", luego Je hacerse una descripción t.111 r1111.11
una pror,i,1, :il imponfn mejorar la imagen pública del patrón de escancia, s� u11110 la anterionncnre rranscripra y de señalarse la peligroskl,«] de
it.�i t11rn11 .:.us relaciones laborales con las peonadas. Demasiados hablaban "i,1, J.!tttr.:s. prontas a fas revoluciones tradicionales o a algo peor tod,i,
en l.1 ciu.t.,d de <:)t,ts y sus bajos salarios. Era hora de que los propios \­11, se concluía diciendo· "fa precuo suaoizar la áspera condsclá» dr
h:\u 11.t.1dos se preocuparan de ellas y ellos. ln1 ahrcros rurales, estimalando )' de.rpen,mdo en ellos las nobles a11J/,r
1111 lo� ,1rt1wlus de sus revistas, en las nocas periodísticas, en sus t101h 1; arrarándolos a 111 categorla de instmmentos de lr.Jba,jo, hacién
dbl111,11, c·11 lm Congresos Rurales, se aprecia su rono paceroalisca cuan­ ,/, le, unrar '" rida tnmq1,ila y /11b11r10.r,•. ¡,ractictfndo con ellos tena auto-
do h.,hl.111 ill l.1 situación del peon rural y la necesidad de mejorar su r,i/ ,r/ Je11cra. ¡;ero hflm.Jn1.1 J razonable: .ru.rt,rayéndolos, en lf.na ,palabra,
w11did1111 1:, hkil dercccar el cono prorecror de una clase poderosa, que l.11 dc·.1gract,l(lm fata!idader que le agNtu·d1111: al cuartel o l.1 cárcel"'ººª'·
b1fü11 ,1111d11dr :1 otra inculca y desposeída, hacia un nivel de vida más l.a ,onducción no bastaba., había que inculcarles los valores del sisccma
d1.:,•llth1 ,: irll(. resarlos macerialmcnte en su sostenimiento.
111{( r<"�.t uunscribir Lt descripción que hacen de la vida del trabaja· lln ejemplo de esta postura se encuentra en lllli'l de las conclusiones
dur rurnl p,11,1 probar lo antedicho. Alejandro B. Larriera, fuerce caba­ y1 di:\tias del Quimo Congreso Rural Anual celebrado en 1906· "Con-
rw1111 Ita el uutur de Ju más significativa desde las páginas de "El Siglo", l lt,1Je prestigia, el sirtema de /4s habilitaciones en el régimen de los es·
(:11 f •JI O �11�111v11 ,¡ue venla a pedir "utz« l:umuma y práctica legislación t,,hlerimiento.r mraies, para awnentar el mícleo de intereses mrale.r con·
(. / J•111t1 •WJ dos 1·alído.1 de toda I« rida: para esos desheredados del ft•rra /,¡rer y la prodncción JJacio,w/" lll•r;¡. El personal superior de la es­
¡,, 11t/1111111,; ¡1111,1 t'1,, carne de ca1íó11 de la bárbara guerr« civil { ... } l,1!1<Í •. al que ib:io dirigidas c,tas "habiliracioncs" era el primer seetor
l.t·1·111 q,,, w11,11gre,1 expresamente que ning¡ma at/.toridad podrá moles- ni CJLIC' había que interesar y comprometer en el mantenimiento del
1,11 lo, ( . , J /"\', qnc desem 11efrttr1 la mdustria lechera para Ctl/JO desa- lllfl.k•!C),
,ral/o el ¡,.,11,""' tleno especiales 11,ptit11das, lo que permitiría 4/ ganadero I..L Lig.1 del Trabajo de Mulle$ expresó s.im.ilares concepciones. En
,w1-,/,11ir lll•'Jº' e! trt1b,1io di! ase humilde campesino que en la estancia 190·1 :ibrió: ''una ofici11a qr-te sirvá de mtermedíaria entre patr011e1 'Y
, 1 rl cr, /111•0 c1111 /,, nostalgia del liberto, para qttien 110 hay noche ni fhmhs: y propenda por lo tanto " qtte lo.r primeros cuent,m en su e1ta-
d11111111xo llhra: U, 11/, la naroru al aep1hmlo trabaja en la estancia; es bhf.ímiento con bttenoJ el-eme11tos 1: a que los .regundo.r mejoren Itt co,z,.
¡,có,i ,/, """"'' j ,/� l.1 cara, lo mismo se trepa al lomo del potro bravfo J,cirín. Lo, i11terere.r de pttlrrmes J peones son armónicos. puede decirse
,¡111.1 h,1111 1111 p11t hao, con ig11al destrez« tira el lazo a todo correr de su tfll/J .1rit1 .wcins de "" 11egocio: a11mdo el p11tró11 pro1pera y se enriquece,
,eJ01111í·11. q11cr b,,ut e! ¡,.,1111 ,fr l,1 cocina { ... } .ri ha_11 qxe montear. mon- ti perin d�he ser mefflt pagt1do J mejor alimenM,11,; la g11erra ch•il q11e
IM,' ,/111 lo« h11c1c•r ., /,1 r:,1m11,1, llet a 4' leña a kt estancia 'Y desp11é1 la ch rlJFl'< l'idas e imeresei debe 1e, condenada por p(1tro11-e1 y peoner C()·
1

trourba; si h,t)' charr«, 111.1 /,, tlcrr«. arrota sobre ella la semilla 'Y des- mn 1111a ca/mudad { ... J mw.r r ntros deben valer.re de J(Jdo1 lor 111ediM
pt1éJ recoge• In, fr111m; t 11/rtJ 1111 ¡•1tr11p, de fierro. amansa lo, br1110.t {. • } " Jrt ,,lomee para evita� las re.ioo/l!(;ÍOne.r'' !Oll8\.
domeña le, rara cbmar«, /11 h.ir, lccbera, la ordeiia, cer« la .rama en h..;criro a dos meses de terrnin:ida la guerra civil de 1904, t·s mm·
lar Qt·ej,11. )' todo eso ¡,,,r "" 111c-ltf11 'fTI<' oscila entre 6 ,. JO pesos al pn:n�ihlc h ob5esión contra bs revoluciones; pero el scnt ido d<.' l., me·
mes, que no Je alcanzan /hlfd 1.1b,11·11, Iise elemento valiente en la guerra, di,h L''i más profundo: la declarncion de q\Jt! p:urimc:\ v pc:,1111'!1 l'r,lfl
gflapo ,. sobrio en la paz, no pi(( de constittúr un« familia porque, en "socios" de un negocio estaba cxprt"sando su d,­�c·o tlL· cfi111i11.1r l,t pmiblc
primer lugar, la ganaderfo extensln« empotrerad,, necesita poco personal y remida tensión social, su convencimienm de l.1 <.'XÍ�rc11du ,le un 1 �o
y una sola población, q,,e es Ia ntmtci,,, y, por otra parte, esos sueldos ciedad "productora" sin clases, pam consolid,1r l.1 rn.11 er.1 11(·,c�.1rio me·

246 247
�.
jorar el nivel de vida de las peonadas, generando en ellas un espíriru d estudso de los medios para remediar la .iir1uci1J,r ti, /11 g, 1111• ¡,nbro
"conservador", J,· campai1.a, en beaeiicio de -esta clase i /ll,nbih1 l'II hr.111•;11 i11 r/1 /,,
El interés de la clase alta rural, decían estos dirigentes, incluía un NiJri(in q11e necesit« brozos apropiados para su en1:,1,111(J1·t.i,JJi11110" l1111l;
rratamiento "seguro, pero humanó r razonable" de su mano de obra. Así en 1909, "Et B9 Congreso R11ral declar«: 19 Q/fc es ne ru,11 io - .l lllrl!d
se la integraría al sistema. Esce punto de vista de "empresario avanzado" "/111mente patriótica- preoctfparie de mejorar la 1,tu,u,,fo de la g, ma
parecería, sin embargo, que no fue compartido por el gmeso del sector pnbu de campaña. 2: Que debe esrimularse el celo de lo, Podt•r(.!J fl,i
social aludido. En cambio codos, dirjgencia y dirigidos, estuvieron acor­ blim1 y de los pamculares en el sentido de e11J;pte1J,/er de 111111,,li.11,1 el
des ca buscar soluciones rápidas al "problema del pobrería". los desocu­ euudio de tan imporra11tc problema nacional, llevando a la f1ráe1ica ,;,,
pado=, aquellos a los que la explotación extensiva había casi marginado Jemn1'a, las conclnsiones q11e sean tenidas por 11iJ1 convenientes" 1111�11•
de la sociedad. También encomendó a fo. Asociadon Rural "la iniciaci6n. de un mori-
miento tendente a mejorar la situación de la gente pob,re de campa11.l'
2 ­ El pobrería rural y a informar al 109 Congreso Rural de.: las "m.edida.s q11e haya tomado
,,J rL·J pecto y ms resnltudos" Ml:IJ.
El "problema del pobrerfo" constituyó la mayor preocupación so­ LL clase alta rural buscó una solución que no afectara sus intereses,
cial de la clase aira rural por varias razones: en un plano menor, se Jo intocables pues eran los de "la producción": el pobrerío sería trasladado
consideraba responsable de los robos en las estancias, el desorden y la a campos fiscales donde practicaría la agricultura.
amenaza permanente a Ia propiedad; en un plano mayor, era la "carne Esro implicaría un cambio no sólo de ocupación, sino también de
de cañón" de las revoluciones que sumían en el pánico a los estancieros habites de vida en el trabajador rural, la agricultura sedenrarizaba, obli­
porque destruían su ganado. De una forma u otra, el "pobrerfo" fue una ¡.:.iba a formar familia, a no intervenir en "patriadas" y a no pesar sobre
espina clavada en el flanco de la clase alta rural, que provocó su aren­ J,·� estancieros, La idea quedó resumida en la frase de Domingo Ordoñana
ción constante y eJ permanente pedido de "soluciones" al Estado. "t.tmhiar él lazo por la coyunda", símbolo de su designio transformador
Además. un nuevo elemento de intranquilidad se anotaba en estos de la vida rural al impulsar a los desocupados hacia la agricultura.
años, como fue adelantado. El movimiento obrero de Monrevideo, con Habida cuenta del fracaso de las leyes de colonización anteriores,
sus huelgas y agitaciones podía provocar. por "esptrit« de imitación'', en algunos Congresos Rurales se propusieron medidas concretas pata
una conmoción dentro de la escancia o en la población marginada que 'L:» colocecion y destino títil a nuestras gentes pobres, hábiles p,11,1 la.r
ral vez cuestionase Ia posición de los hacendados )' toda la estructura 1,m•t11 rurales" •6HJ, En el 8Q Congreso de 1909. se aprobó: "a) Que se
social. Ya Jmm Andrés Ramírez había advertido que el grito de ''¡¿:t1e,rra 10111t1f11J'li por los Poderes Páblicos, e11 c,1J..1 Deponamento, una Comi-
" lo, ricos" nunca se había proferido sin provocar el caos social, y los WÍfJ honoraria, de vecinos, encarg,,da de fttnd,11' y adminntrar centros
rurales temieron también la concreción de esa amenaza. Que esca preocu­ «gricolas t agro-pecuarios) en los que re retina, en cuanto sea posible, el
pación se basara en hechos reales o en suposiciones, aquí no interesa. Lo elemento desoalido qn« Je encuentra en. el Departdmettto. b) Las tierras
que interesa es que fue vrvida intensamente por los grandes propietarios, ,1cce,<1rictJ u, obtcnd,1'hm por clutino <ft!C les áiera a] i:fecto el Estado o
a los que ln� aconrecirnienros contemporáneos del mundo europeo in­ "11 [untas a las [iscales o mrmicipale1 q11e esttaiesen di;po11ibles para
rraoquiliz­iban más aún. cumprar, arrendamiento o donación de los p4rtic11l,1re1. ( ... } d) Lo.1 re-
El "problema del pobrerío" fue terna constante en las conclusiones iv,rroJ necesarios para 1'1 orgamz11ción menuon,,da, se obtendriun u, nn-
o recomendaciones aprobadas por los Congresos Rurales. En el 49 de dv un,t rnota tidicirmal al impue.rto imnobiJiar101 fijada por el r isuvn»
1905 se pedía "el meiorsmiento de la co,rdición de los trabajad.ore, m- pro1;re.ri1 o, percibida en la forma en que bov re hace e feclil'o el hn
rales" 11100>; en el 51'. de 1906, se resolvió. ''Q11e el Congreso próximo p1101tr1, re enJ,,.egaria direciemente por l,ZI oficí11as rec,111d,,rlr1ra1 1/t•/1,rrt.,
trate, en primer término, el p,.oblema de considerar la sittt-aci-On de la nu ntales, a las respectiu«s Comisiones de rocinos" '°1 r,J.
gente pobre de la cmnpaña y de brncar los medios de remediarla en lo Estas resoluciones pasaron como antecedentes ni !)1 C1111r,rc�11 1( u r ,1 I
porihJ.e 1u10J: el de J 908, expreso: "El 7? Congreso R1tral recomienda
11
de 1910 donde Daniel García Acevedo las nd.1r,11'.t a sus 1111t:,11� prc1p11L·�
a ÍIIJ Asociaciones q11e han de nombra, delegados al Br Congreso Rural, ,.,s:
''La. colonizaci,ín ofiaal no ha d,Hfo re111l1,1d,, ,11 r.11, p,11, l •. } W

248
,¡1111t IIIOJ hacer coloniz,it:iem, e1. m·c:.r,1rio arbitmr medios efectivos p11r.t puesta: reforzar el paternalismo y au01�·111.1r l.1 rl•prcs11111 p.11.1 ruanrener
t llo . ,. />m�cr k1 obra bt170 la direccián de insJit11ciones que tengan nús .ti pobrerfo en su Jugar.
f1tJJllcJlle_11�1:1 que lc1 de los gobiernos. & por es/o
que con.ritleramos q1,e Algunos estancieros imaginaron crear "rcfuglos .1g11e11l.1 " ,¡uc g111r·
l.1 Asociaciou R1m1l del Umg11ay1 qt1e ha t,rabajado en beneficio del oais daban una sospechosa similitud con campos correcciorules, Así 1•n11,11sic
d11rantt: casi e1,,1re11M a1loJ1 ofrece garantías de estabilidad wfici;nte, ron "buce» 1111 em,qCJ de colonizacién con las {,mlili.11 dc11·,tl, /.11 de! .111
/tte;" de la prcpatació1'1 q11e siempr» tienen sus elementos dirigentes" 10111>. partamento de Artigas, en tierra.r del mesmo dep,tr1a111tw10 y /,,1jo el r,
As1 los J:lan':5 d_e, colonización serfan controlados por los <lirigemes ru­ gimen militar. a ctt'}'O efecto se debería destacar un etterpo ,fo /1111111 p, I,
rales. La 10clinac1on de los hacendados hacia la agricultura para los deso­ ximo a las tierras a diJtribttirse ... ",
cupados tenía rambien, entre sus razones, el hecho de que esta actividad Para otros, el parernalismo, esa mezcla de humanitarismo individu.d
"denumda amebas menos Cf!/lila/ (11,e la r;u11adert.t'" r111n. }' por Jo ranro y egoísmo social, tradicional en los rurales, se manifestó en su prcocup,t·
le serfa más fácil nl campesino acceder ;1 ella. e ion por extender la educación, multiplicar el número de escuel.,� y
Pero, estos estancieros que proponían planes concretos de coloniza­ 111,tcsrros. proporcionar ropa y alimenms a los niños que asistieran, rcfor­
ción e incluso ofrecían recursos propios ( adicional a la Contribución z.1r Jai, disposiciones que hacfan obligatoria la enseñanza primacin. J ,1
Inmobiliaria) para implanrarla, ¿no eran los mismos que habían corn­ educación debía ser imegtadora de las nuevas generaciones a la realidad
barido ncremcnre el proyecro pro­agrícoln <le Willim,tn? Uno de sus re­ existente y no modeladora de opiniones críticas que la enjuiciaran..
presenc.,nrcs. más destacados, josé Irurera Goyena, al preguntarse dónde Tambié�1 se recomendó "fomevtar por todos los medios el a11-mento
se t:nc:011trar_1an los brazos necesarios para concretar fo reforma propuesta ,¡..¡ trab,1jó en el paú", exhonando a los gaoaJeros a que dedicaran "alg11-
por el Presidente, respondió en tora! contradicción coa lo que su sector ,1.tr madraJ a ,� agric1tlt11ra" con lo que "dadttn oc11paci611 a sw vecmo.r
sostení:t como solución pública para el pobrerío: "Tul L'l'Z se conteste que indigemel'. Se les debería premiar por esa acción rebajándoles la Con­
«sparcidov ,Prn todo el territorio tf.e la Rep:iblica, hav ntemerosas ran- tribución Inmobiliaria en "las tierras dedicadas a la agric1tlturd', y a aque­
cberias e11 cad» 1111a de las cnales exhiben str miJeria entregados al ocio Jl,is establecimientos "q11e nuí.r personal ocupa.rert'.
""""-' ab10!1110, ,m cominge111e grande de compatriota: que sólo es/Jeran Pero para la masa de los grandes propictatios, Ja solución era adop­
1111 petlaza de �ierra p,ira comenzar tina 11ida nueo« de orden "j de Íabor; t.ir medidas que aseguraran el "orden'' eo la campaña. Ya el informe de
, t,,I rez se prense en ellos pm-a imp1'/sar la evol"ción econ6mica pro- Daniel García Acevedo en 1910 adelantó una propuesta de modificación
J! ctad«. F1mt.1 tishno error. Jamás sed agricola en el verdadero sentido dte la ley de vagancia "en el sentido de confiar el co11odmiento del deUto
,/" l., j7,tl,1br,1, nuestro p.iíJ, si par« llevar a cabo tal reforma sélo se cuen- 11 /01 )t1ecer de Paz y cambiar la pena de rei·vicio militar por 1eis meses,
tu con el es fuerzo qu« pNeden apQrtar seres que la evolm:iót1 mucbo en 11110, doJ o tre.1 afío.r de trttbc,jo obligtttlo en obras p,1hlicas de la.r In-
menor radical q11e re ha efectt,ado dentro del rég11men ga11adero en el tendencias M1micipaJ.e.r11• El inrenco de eliminar los vagos, cradicional en
cnru: de .:¡? ó 40 año; ha condncido al nuis definido paraJitismo { ... } los t·scancieros desde la época colonial, revivió cuando García Acevedo
l,1 /1rihlarton referida re compone dt> indi11id110; ql/.e no han podido adap- �e rcmició a la ley de l827, diciendo que "co1111end,rin establecer hoJ"'
1,1111' ,ti f(:f,im,,, de traba¡«, 'Y en general a las nnetras condicione: d6 ( 191 O J dos disposiciones que conrenL.'l esa k.1•: la de que coda persona
11,/,1, e1e,ul.11 po¡ ti parn del ssstemn pastoril p11ro al sistem« pastoril tal debiera tener una '',papeleta de conchavo", y L'l de que la policía llevara
cfJIJJ() l.tr,y se practica, Pmcb« de ello, e.r que hoJ 11ú.s11/,(J, 110 obstante un ''registro de 1wgos y mendigos".
e,., ,·xceelelllt! de bruzo, CJlf( de111111ti,1 la obserracián demf>gráfica, cuest», Junco a la persecución Je h vagancia, se recomendaron meJiJas
coma lo p11ecle11 ,1ter1i_i:11,1r truln, /,11 bombs e¡ dv experiencia, encontrar p;1ra la prohibición del juego, la venra de bebidas alcohólicas y snhrc
peones y joma/eros para /r¡¡ 1,a/J¡1¡(1J de die-e, i., índole q11e se realizan rodo, "a11mcnto, mejor remuneración r relccción. del perw11"/ dd polir/,,,
en i,t cam.palia'' 1111s¡.
. . ..
Pero, si las trerras fiscales estaban "ocupadas" y los pobres resisnan
par.-, qr,e desempeñe su rniii611 co11 más eficacia" 111111).
Todas estaS medidas eran congruentes con el ,lílt·111¡1 de lo, t·�c1111·
, k•ros que antes señalábamos· o se ubicaba a l.1 1,ohl¡td1111 11.1, inu 11, o
•· h reprimía. Esro implicaba el nrogresivo nlcj.uuit·uw dt• l11s po�icinn�
la agricultura, ¿cuál era la salida? El 9º Congreso Rural dio una res­ humnnitarias que en materia social alguna ve'/. l1.1hí.1 cn:trbnliulu .1nces la
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2!i 1
Asociación Rural. La miseria y la ignorancia del pobrerfo dejaron de K""º' i,uli,,icluOl, meabas veces, amigos d« Ir, IIJl'IIO, lirta ;11p1.1cic Je 11/'0·
considerarse el resultado de la explotación extensiva para creerse conse­ lm r" es /,, q11e mJr debe preocupar " /J Comis,ó,: •••
cuencias Je la "naruraleza" harag.1na y viciosa del paisano. Si éste no IV. - (Caus.ts} ... la baragauéria, cm: la cus! 1 ncm iolia», a me·
"quería" rrabajar ni esforzarse por salir de su situación miserable, era su m11ill ,/,• bal!«, gordos , contentos.
culpa personal, no de la sociedad. Las diferencias de riquezas s6Jo deriva­ V. - .•• Trabu]« no les fai1.1. de pt·ones en /01 ,stabl, cimientos
ban del esfuerzo individual; los que preferían la vida fácil dcl "rancherlo" ruralo»; p,.,,, no lo siguen, p11eJ apenas han ganado diez r1 quluro f'<rJD1
recibían el castigo de la miseria. P.l problema social se transformaba así f'ar,1 comprarse ropa 1111er·,1 J botas, }" se retiran, o b111ra11 la numera dtJ
en un problema de orden público; si no había tierras para asentados, ,/1,�tllfllr ,¡/ p.1tr611 p.rr.1 rolrer a fo hnlgc111z,1.
habrfa autoridad parn reprimirlos. vr. - ... ,,.-Aptit11de1? ( .•. } los tienen para la llkl)"Ori,, Je los Ira,
¿Por qué se acenruó en estos años el criterio represivo? La tradicional /.,,,,n br.n.ilo«: pero les f tlta 11uli1taci1ín J' constancia para el 1rabajo.
intranquilidad de Ios estancieros frente al pobrerío se había transformado \ · 1 l. - (Solutiooes} »Con b11e11 rcsnluulo? ( .•. } p11e1 un« colonl«
en temor. Las violentas, o magnificadas, agitaciones obreras; 1a ideología militar'' 1°20>
anarquista de sus dirigentes; el cuesrionamiento re6rico del derecho de
propiedad por los jovenes "gcorgisms" en la Cámara y la prcma; "la cm-
zada antilatifundist.l', eran codos hechos nuevos que rompían la vieja y
agradable · siesta colonial" c:o que habían vivido los estancieros basta
entonces. cuando nadie cuesriocaba en serio sus derechos. El miedo a la
"guerr« a los ricos" y la imposibilidad práctica de dar tierras al pobrerío,
crearon una atmósfera propicia al endurecimiento moral de la clase alta
rural. revelada en la expresión <le represión del haragán" en lugar de la
antigua "sol11ción del problm1a social'" Este cambio los hizo revalorizar
el papel del Estado ­­cualquiera fuera su cirular­ como defensor del
modelo social vigente
La mayoría de los hacendados dejó de ser "sensible" a 1a siruaci6n
del pobrerlo. En la encuesta que (C hizo para el 9' Congreso Rural de
1910. se recogieron decenas de opiniones sobre esa situación y sus causas,
provenientes de hacendados, maestros. comisarios y hombres de posicíép
vinculados ni campo, De las 38 respuestas recibidas sobre las causas de
la pobreza. 2:> Lis refirieron a elementos económicos: ganadería extensiva,
latifundio, alnmbramicnto de los campos, elevación del precio de la tierra,
pero c:isa ninguna de ellas correspondía a estancieros. Las otras 13 res­
puestas J.1s vincularen a "haraganería'", "idiosincracia'', o "falca de edu­
cación" de nuestros paisanos, Discriminando la ocupación de estos 11 in­
rerrogados, hallamos 3 funcionarios públicos en un rotal de 8; 4 maestros
en un total de 7: y 6 hacendado; en un rotal de 7. Esre fue el grupo más
coherente en sus respuesms y ,.1$Í nn.inime 1:11 nrribuir la pobreza a Ja
"haraganería". Vale Li pena transcribir elgunas de escas opiniones.
José C. de Olivcira. procurador )' hacendado de la 5' sección del
Departamento de Tacuarembó coutesré .1�í a l:1, diversas preguntas:
··1. ­ ••• hay muchas fami/1.11 , »nroximadamente cien) qfle pa.rn,1
por se« pobres cuando en re{llidad .rtfla ron beraganes, por rirtema; J al-

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