Valores Éticos
2. LA RESPONSABILIDAD: la exigencia de elegir/obrar bien
En las clases anteriores de valores éticos hemos hablado de lo
importante que es distinguir entre tener libertad y hacer un buen uso
de la libertad que tenemos. Frecuentemente, las personas confunden
u olvidan esta importante diferencia.
Obviamente, es mejor tener libertad que no tenerla. Tener
libertad es importante y está muy bien, porque nos deja actuar a
nuestro modo, como queramos. Pero aún más importante y valioso es
saber usar esa libertad correctamente. Es decir, no tomar decisiones
que puedan ser contraproducentes para nosotros mismos, para nuestro
futuro, para nuestra propia libertad.
Un ejemplo muy claro es el caso de las personas que no se esfuerzan
en la vida: están acostumbradas a hacer “lo que les da la gana”, o sea, cosas
fáciles, cómodas, que no requieren esfuerzo. Han elegido una adolescencia
de sólo disfrute: en lugar de sacrificarse por madrugar, formarse, estudiar…
se limitan a satisfacer sus caprichos de comodidad y vagancia. En un
principio, este tipo de personas que no hacen nada con su vida pueden
parecer muy libres. Tienen libertad, pues no van al instituto, o no se
esfuerzan por estudiar. Pero con el paso del tiempo, eso va a resultar
perjudicial: es bastante probable que no aprendan muchas cosas necesarias
para madurar en la vida, encontrar un trabajo, adquirir unos hábitos de
esfuerzo… En el fondo, no son tan libres como parece, sino que más bien
son esclavos de sus pasiones, emociones o deseos de comodidad y vagancia.
Se han tendido una trama a sí mismos. No han hecho un buen uso de su
libertad, porque no han tomado decisiones correctas, y seguramente lo
paguen viviendo una vida futura con mayores dificultades y falta de libertad.
Esto nos muestra que, quien no usa bien la libertad que tiene,
acaba pagándolo. Al tener libertad, las personas podemos elegir
3º ESO
cualquiera de las posibilidades que se nos ofrecen. Sin embargo, como
los humanos somos seres inteligentes, no nos conformamos con
cualquier opción, pues nada nos resulta indiferente. Siempre habrá
algunas opciones mejores y otras peores. Y la inteligencia nos
impulsan a escoger la mejor de todas: es decir, la que más ventajas y
menos inconvenientes tenga, tanto pensando en el corto plazo como
sobre todo en el largo plazo. Ésa será la decisión correcta.
Por tanto, la inteligencia humana y la conciencia son una
especie de voz interior que nos exige optar por la mejor de decisión:
no hacerlo sería perjudicarnos a nosotros mismos, algo que no es
inteligente. Todas las personas, tenemos la exigencia de elegir
adecuadamente, o sea, la responsabilidad de obrar bien.
La palabra “responsabilidad” tiene varios significados. Si nos
fijamos en el lexema, detectamos que “respons-abilidad”, se parece a
“responder”. Precisamente su significado profundo y original era “ser
capaz de responder”, algo así como “estar a la altura”. Pero, ¿a qué se
refiere esto de “responder”?
“Responsabilidad” significa “responder ante la exigencia que
la propia inteligencia nos impone de optar por la mejor opción
posible”. No es inteligente quedarse con lo malo y dejar pasar lo
bueno, más bien sería absurdo, “de tontos”. Tampoco lo es la
indiferencia, porque siempre hay una opción que sea la mejor o “la
menos mala”.
Este es el significado profundo de la palabra
“responsabilidad”. Ser responsable es, en esencia, “hacer lo correcto”.
1
Valores Éticos 3º ESO

Cuando coloquialmente decimos que una persona es responsable implica ser consecuente con el deber,
porque “cumple con sus obligaciones”, porque “asume las dar la cara y admitir los errores
consecuencias de lo que hace”, porque “no se deja llevar por sus cuando nuestras acciones no son las
impulsos”…, todas esas definiciones o ejemplos concretos de adecuadas.
conducta responsable están aplicando esa idea básica que indicamos.
No vale “tirar balones fuera”,
Como vemos, responsabilidad es la contrapartida de la desviar la atención, y excusarse en
libertad. Si la libertad consistía en la capacidad o poder de elegir entre factores externos, cargando a otros
varias posibilidades, la responsabilidad consiste en el deber de elegir con nuestra propia responsabilidad:
la mejor de todas. La libertad tiene que ver más con el derecho (lo que “yo no fui, yo no empecé, todo fue
puedes hacer), mientras que la responsabilidad se asocia con el deber culpa de…”, o atribuyendo demasiada
(lo que debes hacer). influencia al entorno: “hice algo mal, porque la sociedad también hace
cosas mal”. Es cierto que los factores externos influyen, sin embargo,
Pero, ¿ante quieres somos responsables? Sería un gran error la mayoría de las veces, seguimos siendo libres de elegir una u otra
pensar que sólo somos responsables ante los demás, pues la primera posibilidad, y por tanto, responsables, lo cual nos muestra que no se
persona ante la que respondemos es nuestro propio yo, nuestra propia deben buscar excusas.
conciencia. Todos tenemos esa exigencia interior de hacer las cosas
bien, de modo que cuando hacemos algo, sea bueno o malo, tenemos Cuantas más excusas se acostumbra a ponerse una persona,
que asumir la responsabilidad y analizarlo internamente. Somos más irresponsable es. Quien se pone muchas excusas es porque
nosotros mismos quienes, en primer lugar, nos sentimos bien o mal. todavía no ha aprendido a hacer un buen uso de su propia libertad y
trata de disimularlo culpando a otros de su propia inmadurez y de sus
En segundo lugar, también es necesario contar con los demás errores.
y justificar y asumir ante ellos nuestras acciones, ya que los demás
nos pueden ayudar a darnos cuenta de si lo que hacemos está bien o En cambio, una persona honesta y valiente es consciente de
mal, y nos permiten conocer otros puntos de vista. que el verdadero reto no es luchar contra los demás, sino contra sí
mismo, contra las propias tentaciones y errores que nos desvían del
Los individuos responsables cumplen la exigencia de hacer las buen camino.
cosas bien y, por tanto, no buscan excusas cuando sus decisiones son
equivocadas, sino que admiten su responsabilidad. Ser responsable “Todo lo que no sea hacer lo correcto es ponerse una excusa”.