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CAPÍTULO 11

Desde el capítulo 9 Pablo viene hablando para tratar de demostrar cómo la justicia
de Dios se expresa en su trato con Israel, en este capítulo 11 su interés es indicar
como Dios demostrará su justicia al lograr el cumplimiento de su intensión redentora
para la nación, a Pablo se le fue revelado el misterio del plan redentor de Dios en la
historia.
Pablo inicia con una pregunta, ¿ha desechado Dios a su pueblo? El apóstol dará 3
razones para indicar que no.
La primera es que existe un remanente de creyentes judíos: Pablo mismo es
israelita, de la descendencia de Abraham y de la tribu de Benjamín, Si Dios no
rechazó a Pablo que había sido hasta perseguidor de los judíos creyentes en Jesús
como Mesías, entonces tampoco rechazará a su pueblo rebelde. El apóstol era judío
y creyente y esto comprueba que Dios no ha rechazado a los judíos como tales. A
pesar de señalar la rebeldía de los judíos, Pablo, siendo judío, se indigna como
cualquier otro israelita a la sugerencia del rechazo definitivo
de su pueblo por Dios. (4) Si Dios hubiera rechazado a su pueblo, ¿cómo se explica
que elige a un judío para ser el apóstol de los gentiles? En Pablo Israel está
cumpliendo su vocación misionera a los gentiles.
De modo que el Apóstol puede afirmar categóricamente que Dios no ha rechazado
a su pueblo. La afirmación de que Dios no ha rechazado a su pueblo, cita el bien
conocido ejemplo de Elías cuando en su soledad acusa a Israel de haber
abandonado totalmente a Dios. La parte significativa para el argumento es la frase,
y yo he quedado solo. El sentido no es que Elías ha quedado como el único profeta,
sino que es el único adorador de Dios que se ha quedado. Ahora Pablo indica la
pertinencia del caso de Elías de la misma manera que había un remanente leal en
el día de Elías hubo un remanente leal en los días de Pablo. En el versículo 8 el
Apóstol apoya la declaración con respecto a endurecimiento con una cita que
combina frases de dos pasajes, Deuteronomio 29:4 e Isaías 29:10, y recuerda otro
pasaje, Isaías 6:9-13. La palabra traducida estupor se refiere al acto de “punzar” o
“picar”, y aparentemente designa la sensación cuando alguna parte del cuerpo está
adormecida por una picadura. Dios les dio “un espíritu insensible” o “un espíritu de
embotamiento”. “Dios los hizo espiritualmente insensibles”.
Pablo aplica a los judíos de su día la frase hasta el día de hoy de Deuteronomio
29:4. La misma situación de estupor espiritual a que se refieren Deuteronomio e
Isaías persistía entre la mayoría de los judíos en el tiempo de Pablo. Luego cita el
salmo 69:22-23 para apoyar lo que está argumentando haciendo alusión a que sus
banquetes se les vuelvan trampas y redes, para que tropiecen y sean castigados.
La segunda es que el estupor no es permanente: por la transgresión de los judíos
vino la salvación a los gentiles (las ovejas perdidas de la casa de Israel), a su vez,
la inclusión de los gentiles provocará celos en los judíos y contribuirá a su
restauración. El Apóstol espera que su ministerio entre los gentiles de esta manera
influya en la salvación de su pueblo. Si la presente exclusión de los judíos ha
resultado en un beneficio tan grande para los gentiles, ¿cuánta gloria más significará
para los gentiles la restauración plena de Israel?, se explica por qué la caída no es
definitiva. Ha resultado en la salvación de los gentiles y esto, a su vez, provocará a
celos a Israel. Esta es la interpretación de Pablo de Deuteronomio 32:21 que ya ha
sido citado en 10:19. La salvación de los gentiles está destinada a hacer que los
judíos busquen la misma bendición que ven en los gentiles.
Tercero la restauración de Israel: El tercer elemento del misterio está en la
primera frase del versículo 26. Y así todo Israel será salvo. Se nota la restauración
total haciendo alusión al nuevo pacto Jeremías 31:31 confirmado en hebreos 8:8,
que de 2 pueblos hará uno.
CAPÍTULO 12 LA CONDUCTA DIARIA DEL HOMBRE JUSTIFICADO
El contenido de los primeros 11 capítulos de Romanos ha dejado muy en claro que
la justificación por la fe involucra un cambio fundamental en la conducta de la
persona justificada. El creyente ha muerto al pecado y no puede seguir viviendo en
él (6:1); anda en novedad de vida (6:4); ha sido libertado del pecado para convertirse
en siervo de la justicia (6:18). La presencia del Espíritu asegura que el creyente no
vivirá según la carne, sino según el Espíritu (8:1–11) y hará morir las prácticas de la
carne por medio del Espíritu (8:13).
Pero lo que falta es ilustrar en forma concreta cómo la nueva vida se expresa en la
conducta diaria del hombre justificado. En esta sección de exhortación el Apóstol
demuestra cómo los principios abstractos acerca de la nueva vida en Cristo se
expresan en conductas concretas.
Pablo nos hace un llamado a la dedicación y al servicio como una respuesta a la
gracia divina, la presentación de nuestra mente y de nuestro cuerpo a Dios es previo
a la guía divina, la presentación de nosotros mismos a Dios es un acto sacrificial.
La responsabilidad como creyente en Jesús de ministrar en base a la gracia
de Dios: Pablo empieza las indicaciones de la manera en que los creyentes deben
hacer uso de los dones. Enfatiza la importancia de la humildad, el respeto mutuo, y
el reconocimiento que la diversidad de habilidades contribuye a la unidad en el
funcionamiento general del cuerpo. El hecho de que empieza con las relaciones
dentro de la iglesia subraya la importancia que él asigna a la buena salud interna de
una congregación para que pueda cumplir adecuadamente con su misión en el
mundo.
Pablo indica que sirvamos a Dios en el cuerpo de Cristo, en el área que corresponde
a tu don espiritual: Profetizando, Sirviendo, enseñando, exhortando, dando,
liderando, mostrando misericordia.
Que nuestro servicio al Señor sea con amor sin fingimiento, quiere decir que tengas
entusiasmo, que tengas intensidad, sin apatía, con diligencia, con fervor, con
devoción, sirviendo al Señor, actuado de manera justa bendiciendo, practicando la
hospitalidad, buscando la relaciones con los humildes, no pensar que ya lo sabemos
todo, no tomar venganza por nuestra propia justicia, que actuemos piadosamente
practicante de lo bueno y no de lo malo, somos llamados a ser Santos.

CAPÍTULO 13 OBLIGACIONES PARA CON LOS GOBERNANTES


Y está hablando en el contexto de autoridades que gobiernan el mundo, sabiendo
que Israel estaría en las naciones, y que la autoridad es para disciplinarte y cuando
Dios decida terminar el exilio él lo va a hacer, no tienes que rebelarte a las naciones,
es un decreto divino. Cuando vinieron los babilonios y los asirios a gobernar al
pueblo, por más que ellos se rebelaran y se resistieran no iban a poder, porque ya
estaba decretado, Dios dijo al profeta Jeremías que mientras estuviéramos en el
exilio debíamos obedecer, de manera que cuando estés recibiendo una afrenta de
parte de alguna autoridad, debes preguntarte ¿por qué Dios me está mandando
esto? Pregúntate que será lo que Dios está tratando de decirte a través de esto.
Jeremías por más que oró para que no fueran llevados al exilio, Dios le dijo que ya
no orara más, que Babilonia iba a ser la vara para castigar a su pueblo, van a estar
70 años allá, pero ¿cuál es la buena noticia? Dice Dios: -Yo sé los pensamientos
que tengo para ti, pensamientos de bien y no de mal. Y si en algún momento estás
sufriendo por alguna autoridad de este mundo, ten presente que Dios lo está
permitiendo por alguna razón.

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