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Fromm, Erich (2003): Sexo y carácter, en: Farfán Hernández, Rafael; Girola, Lidia (eds.): Cultura y civilización.

El pensamiento
crítico alemán contemporáneo, México: Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Azcapotzalco, pp. 167-184.
Palabras clave: diferencias innatas, diferencias caracterológicas, funciones, ansiedad, neurótico, superioridad-inferioridad.
Erick Fromm establece una relación entre las diferencias biológicas y las diferencias producidas socialmente para demostrar que
estas últimas modifican la estructura social y establecen diferencias en las funciones de hombres y mujeres en la sociedad, establecen
una relación de superioridad y de inferioridad, me propongo comprende como Erick Fromm no toma ninguna de las dos posiciones
tradicionales sino que las enfrenta y saca una conclusión que permite ver como las diferencias producidas socialmente se mezclan
con las biológicas para fundamentar la superioridad del hombre sobre la mujer.
Fromm inicia estableciendo dos posturas históricas que definen diferencias sobre el hombre y la mujer y estas dos concepciones
toman un carácter político a partir del siglo XVII (Fromm 2003, 166), los representantes de la ilustración sostenían que dichas
diferencias se deben a “diferencias culturales” (Fromm 2003, 167). Por otro lado, los filósofos románticos “llegaron a la conclusión
de que eran resultado de diferencias biológicas y fisiológicas innatas” (Fromm 2003, 167), para Fromm es “indudable que ambas
tengan implicaciones políticas” (Fromm, pp.168) ya que los ilustrados propugnaban los ideales de igualdad social y política de
hombres y mujeres, los románticos explicaban que por las diferencias innatas era necesario la desigualdad política para las mujeres
(Fromm 2003,168). Freud como representante del romanticismo, este “presuponía que la diferencia anatómica entre los sexos es
causa de diferencia caracterológicas inalterables” (Fromm 2003, 168) dice que la niña se impacta cuando descubre que no tiene
pene y “envidia a los hombres” (Fromm 2003, 168). Ante esta postura los psicoanalistas culturales postularon la idea que “estas
diferencias se deben a causas única y exclusivamente a factores cultuales” (Fromm 2003, 169). En este punto termina la discusión
entre ambas posturas con sus propios argumentos, los anti igualitaristas sostenían que “para pedir igualdad hay que demostrar que
no existen entre los sexos mas diferencias caracterológicas que los provocados directamente por las condiciones sociales existentes”
(Fromm 2003, 169) y por el otro lado se sostenía que “afirmar que no hay diferencias socialmente dañinas no quiere decir que haya
que sostener que no existe diferencia alguna” (Fromm 2003, 169).
Fromm propone en este punto que existen diferencias biológicas y que estas se mezclan con las diferencias producidas socialmente
y que estas ultimas pueden aumentar, eliminar o cambar la naturaleza de las primeras que para Fromm no constituyen diferencias
de valor (Fromm 2003, 170), “el carácter típico de los hombres y las mujeres en la cultura occidental viene determinados por sus
funciones sociales respectivas” (Fromm 2003, 170). Fromm no toma todas las diferencias que existen, sino que se va a enfocar en
una solo diferencia biológica en su análisis “la función del hombre y la mujer en las relaciones sexuales y que dan lugar a
determinadas diferencias caracterológicas” (Fromm 2003, 170), estas diferencias producidas designan las funciones: el hombre debe
ser capaz de satisfacer a la mujer y la mujer termina en un papel pasivo en el que no da nada excepto la voluntad de complacer
(Fromm 2003, 171) a esta diferencia le sigue la diferencia en la ansiedad que radica en el caso del hombre de fracasar y en el de la
mujer de quedarse sola (Fromm 2003, 171-172), de lo que se desprende la personalidad neurótica en el un caso por su frustración
de complacer y por el otro e de la mujer que depende del hombre para su satisfacción (Fromm 2003, 172), la mujer a de depender
del hombre, pero el hombre no de la mujer si no de sí mismo, esta división será la primera gran división de la humanidad (Fromm
2003, 173). “En toda relación hombre-mujer existe, potencialmente, un elemento de antagonismo, y de esta misma potencialidad
puede surgir, a veces, un elemento de ansiedad” (Fromm 2003, 173), esta postura antagónica se diferencia de la de Freud que
considera la dimensión del problema de ansiedad a la relación padre-hijo (Fromm 2003, 173). Para Fromm la ansiedad del hombre
con lleva el miedo de castración diferente de la ansiedad de la mujer que radica en otro aspecto “la ansiedad normal de la mujer no
es la castración, sino la indefensión ante una posible herida interna como el embarazo contar su voluntad” (Fromm 2003, 174). La
diferencia en la ansiedad provoca que el hombre este constantemente probándose y probando sus cualidades al éxito “al temer el
posible fracaso, tiende a demostrar que es mejor que cualquier hombre” (Fromm 2003, 174).
Otros aspectos que nacen de esta diferencia en las funciones sexuales es el miedo al ridículo y que posteriormente se desencadenara
como odio hacia las mujeres que cumple la función de defensa ante el sexo débil y debe someterla para eliminar el factor de posible
ridiculización (Fromm 2003, 175), “diremos, de pasada, que la promesa de dominar a la mujer es el consuelo que da al hombre el
mito bíblico- de base patriarcal-cuando dios decide castigarla” (Fromm 2003, 176), posteriormente analiza la vanidad que tienen
ambos pero que se diferencian en el hombre se representa por su necesidad de demostrar su potencial pero para la mujer se convierte
en necesidad de demostrarse a si misma que puede atraer al sexo opuesto (Fromm 2003, 177), según Freud esta dependencia de la
mujer la hace sentir el deseo de tener un órgano masculino pero para Fromm esto no es así si no que puede ser por el afán de la
mujer de superar su independencia del hombre (Fromm 2003, 177), “Si la principal arma del hombre contra la mujer es su fuerza
física y social, la principal arma de ésta contra el hombre es su capacidad de ridiculizarle. La manera más radical de ridiculizarle es
hacerle impotente” (Fromm 2003, 178). Freud no considero el aspecto de enviad del hombre hacia la mujer “ es lógico suponer que
el hombre admirase a la mujer por poseer una capacidad de la que el carecía; sentía admiración y respeto por ella, la envidiaba”
(Fromm 2003, 179) pero esta importancia no esta en la sociedad moderna ya que el valor de la mujer es natural y el de el hombre
pasa a ser parte de su función en la sociedad, el hombre importa por su capacidad de modificar la naturaleza por medo de la razón
(Fromm 2003, 179-180) “la productividad natural es sustituida por la magia de los procesos mentales y verbales” (Fromm 2003,
180).
A manera de conclusión el autor menciona que “la diferencia sexual matiza la personalidad del hombre y la mujer medios” (Fromm
2003, 181) al mezclarse estas diferencias biológicas con las producidas socialmente repercuten en la formación del carácter y parecen
estas diferencias como una solo (Fromm 2003, 181), al confundir mezclar las diferencias de origen con las producidas es cuando se
forma el carácter del hombre neurótico “estas diferencias, enraizadas por las diferencias sexuales, no parecen constituir base alguna
para separar a los hombres y a las mujeres y atribuirles funciones diferentes en la sociedad” (Fromm 2003, 182), aunque existe
claramente diferencias biológicas están no delimitan la posición o función social de las personas.

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