Professional Documents
Culture Documents
El fundador de Olímpica, Fuad Char Abdala, explicó cómo nació el grupo empresarial.
Christian Mercado
Economía
| 13 de Noviembre de 2014 - 05:14
www.elheraldo.co/economia/las-ganas-y-la-dedicacion-son-las-bases-para-
emprender-fuad-char-173837
Luego de hacer un breve recuento de cómo convirtió una cacharrería, negocio familiar que
comenzó a dirigir a los 17 años de edad, en uno de los conglomerados empresariales más
importantes del país, el exsenador y fundador de Olímpica S.A.
uad Char Abdala aseguró que “tener ganas, dedicación y amor” por lo que hace, son
fundamentales para un emprendedor.
Char, de manera amena y sencilla, entregó a los asistentes al foro las pautas que considera
necesarias para alcanzar el éxito en los negocios.
“Uno no puede desarrollar un negocio dependiendo de otras personas para que hagan las
cosas”, sostuvo Char Abdala.
Destacó la necesidad de mirar nuevas posibilidades de negocio y formarse adecuadamente
para innovar.
Los inicios. Al asumir las riendas de la empresa familiar en 1955, debido a un accidente
que sufrió su padre, el comerciante sirio Ricardo Char Zaslawy, quien manejaba el negocio,
Char admitió que él no tenía un plan o una estrategia, “solamente el entusiasmo y las
ganas”.
Contó que su proyecto de vida era otro, pensaba ingresar a una academia militar en Estados
Unidos, peros sus planes cambiaron.
La primera pregunta que se formuló fue: “¿Por qué no vendemos?” y así la planteó a sus
clientes, que le respondieron que los precios del almacén era muy altos. Tras realizar los
primeros cambios, las ventas pasaron, en seis meses, de $10.000 mensuales a $200.000.
Dijo que con sus tres hermanos, convirtió la cacharrería en una droguería que luego pasó a
ser una supertienda donde ofrecía servicios de supermercado y droguería.
Una de las anécdotas narradas por Char hizo referencia a cómo empezaron en el negocio
de las granjas avícolas en 1978.
Después de 36 años, la cadena Olímpica vende 2 millones de pollos diarios e igual número
de huevos. “Todo fue producto del entusiasmo que le pusimos, eso fue fundamental para
lograr nuestros objetivos”, agregó.
Junior y política. Otra de las facetas del empresario tiene que ver con el fútbol, por
eso ayer recordó que llegó a Junior en 1971, cuando el club tenía amenazada su
permanencia en la ciudad.
En este medio conoció a Jaime Castro, presidente de la Dimayor, quien más tarde en 1984,
como ministro del presidente Belisario Betancourt, lo convenció para aceptar el
nombramiento de gobernador del Atlántico, cargo en el que estuvo 4 años. “No tenía ni idea
de política. Lo único que sabía era ir a votar”, confesó en el Foro Pioneros.
Contó que luego ejerció como ministro de Desarrollo Económico y en 1988 se lanzó por
primera vez al Senado, en el que permaneció 25 años. “Lo único bueno de la política es que
Alex (Char) llegó a ser alcalde de Barranquilla y dejamos una ruta marcada que esperamos
que siga para llevar a la ciudad por el camino del desarrollo”, indicó.
Sobre este último punto, Gabriel Jacobsohn opinó que la innovación es “hacer las cosas de
manera diferente”. Mario Lozano expresó que esto significaba “despertar el pensamiento
crítico y activar el potencial creativo del ser humano”.
Esta definición de Lozano dio pie a un nuevo debate que tuvo como eje principal la
necesidad de impulsar la innovación en las personas y la forma cómo se puede lograr. Para
Octavio Ibarra la clave está en “generar integralidad en el innovador”, lo que según explicó,
tiene que ver con que el innovador posea una sólida base cultural.
Los tres expertos expusieron razones diferentes, Lozano afirmó que es muy importante que
una empresa familiar “tenga consistencia en su línea de tiempo y que la compañía se
actualice”, es decir, que incorpore tecnología a los procesos.
Para Jacobsohn, en cambio, entre los factores que más incide en la elevada mortalidad de
las empresas familiares están las disputas entre los directivos. “Terminan mezclados los
temas de familia y los temas de empresa”, agregó.
Ibarra sostuvo que es necesario que estas empresas conciban un plan estratégico para que,
entre otras cosas, los relevos generacionales no se conviertan en un dolor de cabeza ni en
un proceso traumático.
Agregó que es necesario que el innovador establezca prioridades y que primero asegure la
sostenibilidad de la empresa.
Destacó que la cultura del emprendimiento y la innovación van creciendo en la Región. “El
mensaje que dejamos es que emprendan sin temor al fracaso”, dijo la ejecutiva.
Destacó que las grandes obras que se desarrollan en la capital del Atlántico la han
convertido en la segunda ciudad del país que más recibe inversión privada, después de
Bogotá, lo que favorece el desarrollo empresarial.