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Comunicación

“El amor que demos a los niños debe ser incondicional


pero no basta con amar, los niños deben recibir el mensaje de amor.
Para ello debemos basar nuestra relación en el respeto mutuo.”
¿Con quién comunicamos?

El lenguaje de la firmeza y la amabilidad

Respeto mutuo.

¿Cómo hablamos con los niños? Comunicación: Directa, indirecta, no-verbal y


mensajes dobles. Escuchar y oir. Aprender a callar.

¿Ganarte al niño o ganar al niño? El propósito en la comunicación.

Las etiquetas y su impacto.

Fijando límites con los niños. El “NO” de los niños.

La actitud. Animar vs. Alabar

Crítica constructiva.

La escucha y la comunicación eficaz


Comunicación
Somos seres sociales necesitamos comunicarnos con los demás.
Aunque la comunicación es anterior al habla y al lenguaje, estos son dos de sus
instrumentos más poderosos, fruto de programación genética y a la vez proceso
resultante de la interacción con el entorno.
Para comunicar, el niño, tiene que sentir que se le quiere oir y hablar con él, que
se le hace caso, que se responde a sus preguntas e inquietudes… así, poco a
poco el niño va percibiendo, asimilando y aprendiendo que comunicar es útil,
que pone nombre a las cosas, que puede establecer relación social, que
satisface necesidades básicas y que expresa individualidad.

La comunicación tiene una carga, una intencionalidad, un formato de


interacción que promueve, que facilita que los niños no solo aprendan
palabras, términos, sino mucho más, a escuchar, a pensar, a tomar decisiones,
a ser creativos, a comprender y hacer suyos principios y valores, a interpretar
lo que sienten, lo que piensan, lo que deciden.
¿Con quién comunicamos?
¿Quién es el niño al que nos dirigimos? Comprueba que entiende o conoce. Los
niños están constantemente experimentando con las preguntas (a un nivel
subconsciente), ¿quién soy yo? ¿Qué clase de poder tengo, y cómo puedo
usarlo? Lo que funciona y lo que no funciona. Esta experimentación para lograr
individualización es continua (aunque molesta para los padres) en los niños
pequeños. Cuando se convierten en adolescentes, la individuación se puede
llamar: REBELIÓN.

Si no entiendes que es una necesidad evolutiva, es posible que te lo tomes


como algo personal y entres en crear las luchas de poder. Podría ayudar si se
recuerda que, en la mayoría de los casos, tus hijos no están siendo
"desafiantes" o "irresponsables". Están probando y experimentando. La
individualización es un proceso de desarrollo importante.
El lenguaje de la firmeza y la amabilidad

Tu trabajo es pensar en ti mismo como en “un entrenador” y


ayudar a tu hijo a tener éxito y aprender cómo se hacen las
cosas.

• Si estás gritando o dando discursos, detente, es irrespetuoso y animan a la aparición de dudas, vergüenza y culpa en el
futuro.
• En lugar de decirle a tu hijo lo que tiene que hacer, encuentra maneras de involucrarle en la decisión, de modo que él o ella
adquiera un sentido del propio poder y autonomía.
• Sé respetuoso cuando hagas peticiones: no esperes que un niño haga algo “ahora mismo” cuando estás interrumpiendo algo
que él está haciendo ¡Pregunta!
• Da una opción que requiera su colaboración
• Los niños pre verbales pueden necesitar tan solo supervisión, distracción y reconducción, en otras palabras: menos hablar y
más acción.
• Utiliza tu sentido del humor: aquí viene el monstruo de las cosquillas para atacar a los niños que no escuchan.
• Muéstrate empático cuando tu hijo llora o tiene una rabieta a causa de una frustración por su falta de habilidad. Empatía no
significa rescate, significa comprensión.
• Los niños son capaces de percibir cuando los padres estamos decididos a actuar y cuando no. No digas nada que no esté
absolutamente seguro de llevar a cabo y seas capaz de decirlo de forma respetuosa.
• Establece una rutina para cada acción que se repita a diario. Así puedes preguntarle al niño: ¿Qué nos toca hacer ahora
según el horario? Para niños más pequeños la fórmula es: ahora nos toca hacer….
• Entiende que puede ser necesario enseñarle a un niño la misma cosa una y otra vez antes de que haya madurado lo
suficiente como para comprender. Sé paciente. Minimiza tus palabras y maximiza tus acciones.

• Entiende que tu actitud será la que determine si tu relación con tu hijo será un
campo de batalla o una relación cálida y firme en la que tu hijo pueda explorar y
desarrollarse dentro de unos límites apropiados.
Respeto mutuo
Comprender que mejorar la relación con tus hijos es aún más
importante que resolver “el problema”. De hecho, una mejor relación
es el primer paso hacia resolver un problema. La comunicación
efectiva enseña habilidades para resolver conflictos.
Los padres se quejan de que los chicos no quieren hablar con ellos y
que no hay comunicación. Un gran problema con los niños es que les
gusta tener la última palabra ¿será porque a los padres también?
Escuchar sin querer imponerse es reconocimiento de pertenencia y
significación del niño, disminuye las luchas de poder y preserva la
percepción del niño de que puede expresar sus sentimientos y tener
inciativa. Es una herramienta de respeto mutuo, tienes fe en las
capacidades propias e interés por el punto de vista del niño.
Lenguaje de la firmeza

• Establece expectativas claras.


• Responde con una pregunta:
“¿te gustaría hacer esto por ti mismo, o necesitas
mi ayuda?
• Establece algo como un hecho: “esta es la hora
del baño”
• Comprueba lo que el niño entiende o conoce:
“qué tiene que suceder antes de que puedas…?
• Invita a cooperar: “necesito tu ayuda”.
• Opciones limitadas.
• Expresa lo que quieres:
“quiero que te quedes conmigo mientras vamos
de compras”.
• Negocia un acuerdo:
“si te dejo… ¿cuándo harás”.
• Sé consecuente:
“es momento de…ahora” o “¿cuál fue nuestro
acuerdo?
¿Cómo hablamos con los niños?
Todo el tiempo estás comunicando algo. En ocasiones no te das cuenta de que
te estás comunicando de forma poco efectiva.

Comprende la diferencia entre escuchar y oir.


Comprende que no siempre entendemos lo que quieren decirnos aunque escuchemos.
Comprende que cuando nos enfocamos intencionalmente en una sola cosa, perdemos la
oportunidad de ver el todo que también podría ser importante.
Tus palabras dicen que no estás enfadado pero tus acciones sí, mensaje doble, mensaje
confuso para un niño “¿De verdad quieres vestirte así hoy?”
¿Tu comunicación no verbal dice lo mismo que la verbal? Mensaje indirecto ¡Intenta la
comunicación directa!

¿Qué podrías hacer diferente para que tu niño comprenda mejor?


¿Cuándo los niños están buscando significado y pertenencia, qué más podría faltarles?
¿Cuándo un niño se siente herido o se defiende por ser castigado, que otros mensajes podrían
faltarles?
¿Cuándo los niños están enfocados en seguridad? (Trauma en la niñez) ¿Qué más podría
faltarles?
¿Ganarte al niño o ganar al niño?
Para tomar medidas preventivas que inviten a la cooperación y eviten las luchas de poder se necesita el
mismo tiempo que para dar un sermón, regañar, castigar, estar enfadado, etc… Para ello hay que cambiar los
hábitos y aprender nuevas habilidades

• Hacer preguntas y escuchar puede ayudar a sentir pertenencia e importancia.


• Actuar en vez de hablar puede ser muy eficaz con niños pequeños bloqueados por la emocionalidad.
• Somos humanos ¿has empleado métodos coercitivos o controladores? Podemos utilizar estas ocasiones
para aprender de nuestros errores entendiendo que cuando nos abruman las responsabilidades se
necesita tiempo para pensar en métodos efectivos.
• Validar los sentimientos del niño es el inicio siempre para la conexión ¿nos obcecamos con la corrección?
• Escucha e invita a que el niño use su poder para pensar y buscar respuestas y soluciones desde su
sabiduría interior.
• Educar es “sacar fuera” si nos empeñamos en el “sermon” funciona el paraguas “por un oido me entra, por
otro me sale”.
• Que tu mensaje involucre al niño en las experiencias que dan oportunidad para resolver problemas.

Muchos padres que ganan a sus hijos no se hacen la pregunta “si tú eres el ganador,
entonces ¿eso en qué convierte a tu hijo?” En el perdedor ¿Eso es lo que quieres que sea
tu hijo? A través del respeto mutuo, te ganas a los niños para que cooperen en lugar de
ganarles a los niños.
Las etiquetas y su impacto

despistada

llorón
listo tímida
vaga

¿Hay alguna etiqueta buena? Es necesario entender la importancia de evitar las


etiquetas en los niños.

Las etiquetas, tanto positivas como negativas, bloquean las


habilidades del padre y del hijo para experimentar, expresar
y/o reconocer a la persona en su totalidad. La pertenencia e
importancia se elevan al creer que alguien sabe QUIÉN eres
y no lo QUÉ ERES.
El “NO” de
los niños
Los niños menores de 3 años no entienden la palabra “no” del modo en que la mayor
parte de los padres piensan que lo hacen (y un entendimiento completo de lo que la
palabra “no” significa no sucede mágicamente al cumplir 3 años, sino que conlleva un
proceso). “NO” es un concepto abstracto que está en directa oposición a las
necesidades de los niños pequeños en cuanto a exploración de su entorno y
desarrollo de su sentido de la autonomía e iniciativa.

Alrededor de la edad de un año, los niños entran en la edad de “yo lo hago”. Es el


momento en el que desarrolla sentido de la autonomía versus duda y culpa. De los
dos a los 6 años se desarrolla el sentido de iniciativa vs culpa. Esto significa que es
su “deber” en el plano del desarrollo, explorar y experimentar. ¿Puedes imaginar lo
confuso que es para un niño ser castigado por algo que está programado para hacer?
Se enfrentan con un dilema real (a nivel subconsciente): ¿obedezco a mi padre o a mi
instinto biológico de desarrollar mi autonomía e iniciativa explorando y
experimentando en mi mundo?
Estrategias para decir “NO”

Disciplina Positiva promueve ser amable y firme en honor a las


necesidades del niño (a través de la empatía) y a las necesidades de la situación.

• La distracción y redirección: Puedes venir temprano o más tarde, pero si quieres que tengamos
tiempo para charlar…
• Di sí: Sí, tú puedes tener… tan pronto como hagas esto.
• Las expectativas claras: En cuanto… entonces…
• Responder a una pregunta: ¿Te gustaría hacerlo tú mismo, o necesitas mi ayuda? Tú decides.
• Estado de un hecho (regla o condición): Es hora de que...
• Invitar a la cooperación: Necesito tu ayuda. ¿Podrías imaginar la mejor manera de ayudarme
en este momento?
• Ofrece opciones limitadas: ¿Prefieres esto o…? Tú decides.
• Di lo que quieres: Quiero que termines de completar esto antes de salir de aquí hoy.
• Negocia un acuerdo: Si te dejo… ahora, ¿cuándo lo harás…?
• Seguir adelante: La hora de… ¿Cuál era nuestro acuerdo?
Animar vs. Alabar
Muchos padres no consideran los resultados negativos que a
largo plazo supone alabar. Parece funcionar “por el momento”
motivando el buen comportamiento de forma temporal, pero
¿cuáles son los resultados a largo plazo? Un elogio puede
hacer “sentirse bien” por un momento, pero, ¿qué invitamos a
los niños a pensar de sí mismos? Por otro lado, ¿qué resultado
tiene animar a los niños, qué les invita a decidir acerca de sí
mismos?
La crítica adecuada debe ir dirigida a la
acción realizada y a la forma en que
podría realizarse, nunca hacia las
características personales del pequeño o
de la persona. Si el pequeño considera
que “el fracaso se debe a una carencia
innata, pierde toda esperanza de
transformar las cosas y dejan de intentar
cambiarlas”. Una crítica constructiva debe
reunir las siguientes características:
• Concreta.
• Enfocada en soluciones.
• Estando presente. Hagamos nuestros
comentarios cara a cara, y a ser
posible en privado.
• Actitud sensible. Fundamental la
empatía, y nos vendría muy bien
aplicar el proceso de la integración
cerebral.
No sólo tenemos que cuidar cómo
hacemos la crítica al niño, además
debemos enseñar a recibir una crítica
adecuadamente, exponiendo los
La crítica adecuada
beneficios de la misma.
La escucha y comunicación eficaz
Cuando los padres dicen: "Mi hijo no me escucha", lo que realmente quieren decir es
que mi hijo no obedece. "Los padres dan órdenes y los niños están obligados a
resistir órdenes al igual que sus padres muy probablemente lo harían.

L a mayoría de los niños no escuchan a los padres porque los padres hablan demasiado y no se
.
da a los niños un buen modelo de escucha. Los niños aprenden lo que viven. ¿Cómo pueden
aprender a escuchar si los padres no modelan la escucha? Los niños van a escuchar después
de que se sienten escuchados.
Los padres gastamos mucho tiempo en "decir" en lugar de "pedir", y en vez de escuchar. Les
dicen a sus hijos lo que pasó, y luego les dicen lo que causó, y luego les dicen cómo deben
sentir sobre lo que pasó, y luego les dicen lo que deben hacer sobre lo que pasó. Es mucho más
eficaz preguntar a un niño lo que pasó, la causa de que sucediera, cómo se siente, y lo que
puede hacer al respecto.
Escuchar es el arte de observar los sentimientos. No requiere que estés de acuerdo o entiendas
por completo. Se invita a los niños a sentirse escuchado y les hace saber que está bien sentir lo
que ellos sienten.

Validar los sentimientos de un niño con amor y comprensión abre la puerta para la
conexión real y la resolución de problemas y trabaja para construir una relación de
por vida de amor y confianza
Obstáculo Algunos ejemplos
1. Dirigir, arreglar
Mandar “Vístete, come el desayuno, cepíllate los dientes, no olvides tus
cosas.” Los obstáculos a
Amenazar “Más te vale cambiar esa actitud o nunca te va a ir bien en la
escuela.” poder escuchar
2. Dar sermones, moralizar
Predicar “Si no trabajas más, nunca tendrás éxito.”
eficazmente
Aconsejar “Si fueras más cuidadosa en tu modo de vestir, tendrías más
amigos.”

3. Atacar
Interrogar “¿Cómo se te ocurrió algo así?”
Echar la culpa “Eso no tiene ningún sentido.” “La culpa es tuya.”
Criticar “Eso ya lo tendrías que saber.” Siempre estamos
Avergonzar “No puedo creer que hayas sido capaz de hacer eso.”
comunicando algo. A
veces no nos damos
4. Evadir, minimizar cuenta que nos
Alabanzas inespecíficas “Eres una persona maravillosa.” estamos comunicando
Palabras tranquilizadoras “Seguro que se verá mejor mañana.” “No te preocupes.”
falsas “Por supuesto que eres la señorita perfecta.” de formas que no son
Humor o sarcasmo
eficaces. La forma en
que escuchamos
5. Negar los sentimientos o percepciones “No puedes sentirte así.” puede alentar o
de los jóvenes “Estás equivocada.” desanimar
“Eso no es lo que pasó.”
“Contrólate, no llores.” comunicaciones e
6. Ponerse en la defensiva “Yo tengo más años y sé más que tú.”
interacciones
“Cuando yo era niño……” posteriores.
7. Generalizar “Siempre te quejas.”
“Nunca llegas/terminas a tiempo.”
“Eres la mejor.”
Hacer vs. No hacer
¿Qué sienten los niños cuando se les dice “haz
algo” vs “no hagas algo”? Sé positivo, ¡enseña al
niño qué hacer en lugar de qué no hacer!

Haz la prueba:
a. No te sientes.
b. No coloques tus manos en los costados.
c. No cierres la boca.
d. No abras la boca.
e. No me mires.
f. No estés quieto.
g. No te pongas de pie.
• Ponte de pie.
• Levanta la mano.
• Cierra la boca.
• Siéntate.
• Mira a otra persona.
• Abre la boca.
• Aplaude.

¿Qué aprendiste de esta actividad? ;)


Marisa Moya
Educadora de padres en Disciplina Positiva
marisamoyadp@gmail.com
Fuentes: Jane Nelsen
Macarena Soto

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