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APOLOGETICA: CUESTIONES CANDENTES

José Ignacio Munilla Aguirre


Diseño inteligente. ¿Casualidad o causalidad?
El gran logro del Diseño Inteligente ha sido el de resistirse ante uno de los mitos de nuestro
tiempo: la teoría darwinista. La casualidad no existe. La casualidad es el nombre que
damos a nuestra ignorancia, lo que existe es "causalidad
La reciente sentencia de un juez de Pensilvania en la que prohibía enseñar a los alumnos
de biología de un determinado instituto la teoría del “Diseño Inteligente” como una
alternativa a la teoría de la evolución de Darwin, es ocasión para que muchos se hayan
asomado a un debate que desconocían. ¿Qué es eso del “Diseño Inteligente”?
No entro a valorar en este artículo la citada sentencia; entre otras cosas, porque desde la
distancia desconocemos muchos detalles importantes, tales como los argumentos
concretos con los que se ha presentado al juez la teoría del “Diseño Inteligente”. De hecho,
no pocas veces el Diseño Inteligente ha sido manipulado en EEUU por determinadas
sectas fundamentalistas, quienes pretenden encontrar en él apoyo a su lectura literalista
de los pasajes bíblicos de la creación del mundo. Todo ello es motivo de que la teoría del
“Diseño Inteligente” haya sido presentada en muchos medios con unos tintes “religioso-
creacionistas-fundamentalistas” abiertamente impopulares, que no hacen justicia a la
verdad.
Centrando el debate en sus justos términos, el “Diseño Inteligente” no opone la evolución
a la creación, ni mucho menos la religión a la ciencia; sino que en todo caso enfrenta la
casualidad (el azar) a la causalidad (la finalidad). Me explicaré brevemente:
La visión creacionista religiosa es perfectamente compatible con la evolución del cosmos.
Por una parte, es claro que la nada no puede evolucionar. Para que exista evolución se
ha de partir de la existencia de un algo previo al punto cero del Bing-bang. Por lo tanto, el
acto creador de Dios es compatible con la posterior evolución de la materia. De hecho, en
el lenguaje simbólico del libro del Génesis, llama la atención que la creación no sea
descrita como un hecho acabado en un solo acto de Dios; sino que, más bien, se describe
como un proceso creacional descrito alegóricamente en el marco de una semana, y cuya
culminación es la creación del ser humano.
¿Cabe tomar como científica la explicación darwinista de la evolución de las especies?
Recordemos que esta teoría explicaba la evolución como mero fruto de mutaciones
genéticas fortuitas, consolidadas por la selección natural que elige aquellos cambios
beneficiosos para la supervivencia del organismo. Los defensores del Diseño Inteligente
se atreven a afirmar que ese principio darwinista tiene mucho más de postulado ideológico
que de teoría científica. ¿Cabe recurrir a la casualidad cuando nos enfrentamos a una

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extraordinaria complejidad en los distintos organismos de la naturaleza? Michael Denton,
conocido biólogo molecular, señala que la complejidad de la ordenación de los
aminoácidos en una macro proteína es tan abrumadora, que la probabilidad de su
formación por puro azar, es prácticamente nula. Sería tanto como pensar que la
voluminosa novela de El Quijote de Cervantes haya sido escrita, con puntos y comas, por
una combinación casual de letras, sin necesidad de que una inteligencia humana haya
intervenido para redactarla. ¿Habría alguien capaz de creer tal cosa? Sin embargo, el
cálculo de probabilidades de que una casualidad así llegara a producirse, es mínimo en
comparación con el que se necesitaría para que este mundo hubiese sido producto de una
evolución ciega. Tengamos en cuenta que se calcula que el Bing-Bang pudo tener lugar
hace 15.000 millones de años; y que, por lo tanto, el número de oportunidades de alcanzar
el orden actual no puede ser infinito.
Uno de los principales difusores del Diseño Inteligente ha sido el bioquímico y profesor de
la Universidad de Lehigh, Michael Behe, quien a mediados de los noventa escribió un libro
de divulgación científica, con gran éxito editorial, titulado "La caja negra de Darwin". En su
libro pone el ejemplo de una tradicional ratonera para explicar lo que él califica como
“complejidad irreductible”, que no es otra cosa que una unidad funcional que depende de
la acción integrada de todos sus componentes, y que por lo tanto, no es explicable por la
mera evolución gradual. Todas las piezas de la ratonera están perfectamente conjuntadas
para su función: el muelle, el resorte, etc... Si falta algo o no tiene el tamaño requerido, la
trampa no funciona; mejor dicho, la trampa no es tal. Pues bien, Behe da un paso más: la
bioquímica actual nos ha permitido llegar hasta los “ladrillos” con los que están formados
todos los seres vivos. Conocemos los "mecanismos" mediante los cuales dichas "piezas"
se relacionan entre sí sosteniendo las distintas funciones que nos presenta nuestra
experiencia ordinaria. Se trata de los aminoácidos, con los cuales se forman las proteínas,
que pueden alcanzar un grado de complejidad asombroso. Behe pone ejemplos: Es
imposible que la coagulación de la sangre, el sistema de transporte de proteínas, etc,
hayan llegado a alcanzar esas funciones tan precisas por mutaciones casuales graduales,
ya que cualquier estadio previo en la evolución de esos organismos, no hubiese tenido
esa funcionalidad, y por lo tanto, la selección natural lo hubiese eliminado antes de
alcanzar esa complejidad. Esos complejísimos organismos, al igual que la simple ratonera,
responden a un diseño inteligente. Y es aquí cuando Behe nos recuerda una afirmación
de Darwin que muchos teníamos olvidada: "Si se pudiera demostrar la existencia de
cualquier órgano complejo que no se pudo haber formado mediante numerosas y leves
modificaciones sucesivas, mi teoría se desmoronaría por completo".
Los defensores del Diseño Inteligente no presuponen quién es el actor, ni cuándo, ni cómo
ejerció su actividad creativa. Como científicos no pueden ni deben salirse de su terreno.
Su posición es muy matizada, ya que el hecho de afirmar la existencia del diseño tampoco
les impide aceptar la evolución e incluso, en una cierta medida, la posibilidad de que haya

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una selección natural de las especies según las reglas de Darwin, que pudiera explicar los
cambios dentro del mismo genotipo (sería una ‘micro evolución’). Pero, rechazan la
explicación darwiniana para dar razón de la evolución de especie a especie (llamada
‘macro evolución’). Cabe añadir que la Teoría del Diseño Inteligente está más madurada
a la hora de desmontar los puntos débiles del darwinismo que a la hora de explicar en
positivo cómo actúa ese proyecto inteligente en la naturaleza. Posiblemente, aquí la
filosofía y la teología tienen mucho que decir en la explicación de la causa primera, que
actúa a través de y por encima de las causas segundas, sin anularlas...Pero no es
momento de extendernos en este artículo sobre esta cuestión.
En cualquier caso, el gran logro del Diseño Inteligente ha sido el de resistirse ante uno de
los mitos de nuestro tiempo: la teoría darwinista. La casualidad no existe. La casualidad
es el nombre que damos a nuestra ignorancia. Más que casualidad, lo que existe es
“causalidad”. El revuelo en torno a la sentencia judicial de Pensilvania no es más que un
intento de sofocar la rebelión iniciada contra uno de los mitos contemporáneos. Cayó el
mito de la profecía marxista, está herido de muerte el de la psicología freudiana, la crisis
actual de natalidad reduce a mero alarmismo el mito malthusiano, ahora le toca el turno a
Darwin... ¿Es esto irracional? ¿O no será irracional, más bien, el llamar azar a nuestra
ignorancia?
Para una relación más justa con los animales
Marie HENDRICKX
Hay un sufrimiento que linda con el misterio, el misterio de la presencia del mal en el
mundo. Este sufrimiento es inevitable. Hay otro que pertenece a la constitución misma de
la creación y que se puede dominar. En el primer caso, ha sido asumido por Cristo
crucificado y transformado por él hasta llegar a ser para él y para los que le «siguen» el
camino que lleva a la vida en Dios. En el segundo caso, al hombre se le pide que no lo
provoque sin razón y que lo elimine cuando es posible hacerlo. Este deber vale para todo
individuo y para las demás personas con quienes el individuo está en contacto. La
predicación de Jesús y los escritos apostólicos están llenos de indicaciones de este tipo.
Bastará citar la «regla de oro» propuesta por Jesús, que sintetiza la Ley y los Profetas:
«Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt
7, 12; cf. Lc 6, 31; Rm 13, 8-10).
¿Se aplica algo análogo al mundo animal? Más precisamente, ¿se tiene el deber moral de
evitar en lo posible el sufrimiento a los animales? Una corriente de pensamiento que se
puede llamar «igualitaria (como, por ejemplo, Peter Singer) se niega a reconocer al hombre
cualquier privilegio de derecho con respecto a los demás seres vivos. Según esta teoría,
cuando nos encontramos ante dos intereses en conflicto, debería prevalecer el del ser vivo
más «dotado», es decir, el más capaz de sentir conscientemente el dolor. Desde este
punto de vista, una persona adulta tendría ciertamente la precedencia sobre un animal,

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pero un animal prevalecería sobre cualquier ser humano en estado de «deficiencia»:
comatoso, discapacitado mental, etc. Según la misma lógica «igualitaria», el interés vital
de un animal tendría la precedencia con respecto a cualquier interés secundario de un ser
humano.
El pensamiento cristiano va en un sentido muy diverso. Tiene como centro a Cristo y, en
él, al hombre. Aunque parezca extraño, precisamente por esta dignidad atribuida al
hombre, algunos ecologistas reprochan a la fe cristiana que sólo considera el medio
ambiente como un marco de la actividad humana. Los animales, en particular, quedarían
reducidos al rango de reserva. El hombre puede servirse de ellos en función de sus
necesidades; puede usar o incluso abusar de ellos a su antojo, como si fueran meros
instrumentos con respecto a los cuales no tiene ningún deber, dado que no poseen ningún
derecho.
El Catecismo de la Iglesia católica parecería confirmar esta visión de las cosas. Así, en el
número 2415, dice: «Los animales, como las plantas y los seres inanimados, están
naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura» yen
el número 2417 añade: «Dios confió los animales a la administración del que fue creado
por él a su imagen. Por tanto, es legítimo servirse de los animales para el alimento y la
confección de vestidos. Se los puede domesticar para que ayuden al hombre en sus
trabajos y en sus ocios».
A partir de aquí, se plantean los siguientes problemas: el derecho de servirnos de los
animales para alimentarnos, ¿implica el de criar pollos en batería, cada uno de los cuales
sólo dispone de un espacio más pequeño que la hoja de un cuaderno?, ¿o becerros en
jaulas donde no pueden ni moverse ni ver la luz?, ¿o mantener cerdas sujetas con argollas
de hierro en posición de lactancia para permitir a una serie de cerditos mamar sin parar
nunca y así crecer más rápidamente?
El derecho a utilizar a los animales para la confección de vestidos, ¿implica el de dejar
morir lentamente de hambre, de sed, de frío o de hemorragia, en los cepos, a animales de
piel preciosa? El derecho de servirse de los animales para nuestros ocios, ¿implica el de
estoquear toros después de haberlos atormentado durante largo tiempo con banderillas?,
¿implica el de dejar que destripen caballos?, ¿implica el de lanzar gatos o cabras desde
la altura de campanarios?
Antes de intentar responder a estas preguntas, es preciso notar inmediatamente que la
siguiente frase del Catecismo, que provocó fuertes protestas, hasta el punto de que se
acusó a la posición católica de favorecer la vivisección, fue modificada entre la primera
edición y la versión típica oficial. En efecto, donde el texto de 1992 (n. 2417) decía: «Los
experimentos médicos y científicos en animales, si se mantienen en límites razonables,
son prácticas moralmente aceptables, pues contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas»,
ahora se lee: «Los experimentos médicos y científicos en animales son prácticas

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moralmente aceptables, si se mantienen dentro de límites razonables y contribuyen a curar
o salvar vidas humanas». ¿Donde radica la diferencia? Simplemente en el hecho de que
el «pues» fue sustituido por un «si», es decir, a condición de que... Ya no se afirma a priori
que los experimentos médicos y científicos en animales contribuyen «a cuidar o salvar
vidas humanas» y, por consiguiente, que son prácticas moralmente aceptables. Antes de
realizarse legítimamente, debe constar su utilidad.
Antes de proseguir, conviene subrayar que estas reacciones al Catecismo sólo en parte
eran justificadas, porque en realidad la segunda versión no hizo más que precisar el
sentido de la primera. Admitiendo a priori que los experimentos en animales no eran
moralmente permitidos salvo para prestar un servicio al hombre, se suponía que hubo
anteriormente un esfuerzo de discernimiento para considerarlos tales. Por tanto, con
perfecta lógica, se puede afirmar que el Catecismo indicó claramente los criterios para una
reflexión sólida y sensata por lo que atañe al comportamiento que se ha de tener hacia los
animales: «Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y
sacrificar sin necesidad su vida» (n. 2418).
¿En qué consiste la dignidad humana? ¿Por qué el hombre es superior al animal? El libro
del Génesis nos dice que sólo la especie humana fue creada a «imagen» y «semejanza»
de Dios (cf. Gn 1, 26). La fe de la Iglesia a menudo ha identificado esta «imagen» con la
razón, este aspecto específicamente humano de la inteligencia que deriva de una
participación particular en la inteligencia divina (cf., por ejemplo, Gaudium et spes, 15).
Ciertamente, los animales tienen una habilidad innata, que les permite encontrar
soluciones ingeniosas en situaciones concretas difíciles, orientar los medios hacia los fines
que el instinto les asigna. Sin embargo, son incapaces de tomar una distancia con respecto
a sí mismos para captar un objeto como tal o su propia existencia como un todo. En suma,
son incapaces de «intus-legere», de leer en los seres y en las cosas.
Igualmente la voluntad humana participa de un modo específico en la de Dios. Lleva en sí
misma ante todo el deseo de encontrar en él su realización. Desde su nacimiento, está
fundamentalmente orientada al bien. Pero dado que está sostenida por una inteligencia
capaz de distanciarse, es libre, o sea, capaz de adherir al deseo que la funda o de
renunciar a él para dejarse seducir por bienes menores, pasajeros, egoístas, parciales, y
para buscar satisfacciones inmediatas, sin tener en cuenta sus consecuencias para el
futuro o para los demás. Es el drama del pecado.
Tener (al menos virtualmente) la capacidad de percibirse y comportarse como un «yo»
frente a un «tú» es lo específico del hombre. En su Hijo, Dios constituyó al hombre como
persona, por tanto, como su interlocutor, aunque no sepamos cómo mantiene el Señor
esta relación con los más débiles y los más discapacitados de entre nosotros. Por lo
demás, a partir de esta verdad innegable podemos estar seguros de que de alguna manera

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Dios deja espacio para la respuesta libre de cada uno (cf., para un caso análogo, Gaudium
et spes, 22).
Si nuestra dignidad consiste en ser semejantes a Dios, de ahí deriva que cuanto más nos
comportemos como Dios, tanto más seremos nosotros mismos. Se puede y también se
debe dar gracias a Dios por la belleza de un cabrito, de un felino o de un perro, como por
la belleza del sol, de la luna y de la lluvia (cf. Cántico de las criaturas). Pero no sólo. Las
«Florecillas» refieren también el episodio del lobo de Gubbio. Esta bestia feroz aterrorizaba
a toda la región. Los habitantes pidieron a Francisco que interviniera y él hizo un pacto con
el animal: los campesinos lo alimentarían y, en cambio, él ya no agrediría a su ganado. «Y
mientras Francisco tendía la mano para acoger su compromiso, el lobo alzó la pata anterior
derecha y con delicadeza la posó sobre su mano» (Florecillas, cap. 21).
Esto indica que la santidad, reconciliación del hombre con Dios, entraña una fuerza de
atracción que arrastra a la creación en un movimiento de reconciliación general. Es lo que
sugiere claramente la sagrada Escritura. ¿No nos describe así el profeta Isaías los tiempos
mesiánicos: «Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el
novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. (...) Hurgará el niño
de pecho en el agujero del áspid (...) porque la tierra estará llena del conocimiento del
Señor, como cubren las aguas el mar» (Is 11, 6-9)? El «conocimiento del Señor»... El
término hebreo evoca algo carnal, como una comunión de vida; conocer al Señor quiere
decir llegar a ser de algún modo consustancial con él. Eso implica también estar
perfectamente reconciliado con la creación.
La armonía recuperada con el Creador gracias al niño mesiánico se traducirá en una nueva
armonía con la creación a la que pertenece también el mundo animal. En el momento del
encuentro definitivo con el Amado, nuestro corazón será semejante al suyo, de forma que
todos nuestros afectos pasados, por humildes que sean, encontrarán en él su lugar,
purificados y justos, ordenados a él. Para Dios nada de lo humano puede perderse, ni
siquiera los vínculos que hayamos entablado con las criaturas animales, que poblaban por
ejemplo nuestras soledades.
Si así están las cosas, es preciso repetir, con el Catecismo, que el hombre no tiene
justificaciones para «hacer sufrir inútilmente a los animales» y, por consiguiente, no se
debe prestar a ello si puede evitarlo o incluso si no existen razones graves para hacerlo.
Ciertamente, el deber de alimentar a la propia familia o a grandes grupos de población
puede justificarlo, pero no el lucro como único motivo. Además, el placer que se
experimenta con el sufrimiento de un ser vivo siempre es malsano.
El sufrimiento físico es el signo sensible de un atentado contra la vida; la vida se manifiesta
como el soporte biológico de las relaciones. Ahora bien, aunque parezca un poco
esquemático, las relaciones pueden ser de dos clases: las que se tienen con las personas

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y las que se tienen con los seres que no son personas. Un ser con el que podemos
relacionarnos considerándolo un fin es una persona, humana o divina.
Un atentado contra la vida, un sufrimiento infligido al ser humano, que es un fin en sí
mismo, no es moralmente justificable salvo en el caso de que permita al que lo padece (y
eventualmente también a otros) vivir mejor, intensificar y mejorar sus relaciones humanas,
acercarse a Dios. En el caso de los animales, un sufrimiento no puede infligirse
legítimamente salvo en condiciones análogas.
La dinámica de las relaciones en el mundo ha quedado corrompida por el pecado. El
cristiano, en su lucha contra el pecado, tenderá a renovarla en el sentido de la gracia, del
amor razonable hacia todos los seres vivos.
Esta observación puede ayudar a aclarar el problema de los espectáculos que implican
una violencia contra los animales. A menudo se trata de fiestas de color y de movimiento,
y se comprende que las multitudes queden fascinadas por el espectáculo de la inteligencia
humana que triunfa sobre la fuerza bruta y desencadenada. Se comprende también que
de ellas pueda derivar un sentimiento de solidaridad, de emoción común, que les parece
justificar el sacrificio del animal y el peligro para el hombre. Pero, ¿se trata de una
solidaridad real, de un acercamiento auténtico entre las personas? ¿Hay verdaderamente
una purificación colectiva de la agresividad? Si fuera verdadera la teoría de la «catarsis»,
una sociedad sería tanto más pacífica cuanto más multiplicara los espectáculos brutales.
Ahora bien, todos sabemos que sucede precisamente lo contrario. Si esta es la situación,
hace falta poner en práctica todos los medios para obtener lo que constituye el valor del
espectáculo, sin que sea a costa del animal y sin riesgos excesivos para el hombre.
Porque, si la santidad lleva a la reconciliación con la naturaleza, es probable que la
reconciliación bien entendida con la naturaleza favorezca a su vez mejores relaciones con
Dios. O, si la justa relación con Dios hace justos con respecto a las personas y benévolos
para con los animales, la benevolencia hacia los animales podría a su vez despertar en el
corazón del hombre sentimientos de admiración y de alabanza por la obra grandiosa del
Creador del universo.
¿Religión machista?
Por José Ignacio Munilla / para periodismocatólico.com
Circula por internet un manifiesto con el título «Entre el monoteísmo hebreo y el Olimpo
de los dioses», en el que, desde unas posiciones feministas, se acusa a las religiones del
abuso machista a lo largo de largo de la historia. La crítica se acaba dirigiendo
especialmente a la Biblia en general y al catolicismo en particular.
Quienes pretenden buscar el origen del machismo en las religiones cometen un grave
error. El origen del machismo está en la «ley del más fuerte». Es decir, su raíz está en la

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vivencia de las relaciones humanas a nivel animal. El hombre tiene más fuerza física que
la mujer, y, al igual que en el reino animal, el macho domina por lo general a la hembra;
eso conlleva una posibilidad real de abuso.
Sin embargo, por encima de este nivel irracional, la religión fomenta el nivel espiritual en
las relaciones humanas, por lo que no cabe duda de que la religión, lejos de ser la causa
del machismo, ha sido un instrumento importante para mitigarlo. Es verdad que, al mismo
tiempo que la religión potencia la superación de la «ley del más fuerte», lo hace también
en categorías que son deudoras en parte del contexto cultural circundante. Pero eso es
absolutamente normal y explicable, ya que la religión no es sino la revelación de Dios
vertida en categorías humanas, las cuales no pueden dejar de estar influenciadas por el
contexto social del momento.
Si bien es cierto que Dios se revela en la Biblia bajo la imagen de «Padre», también lo es
que la reflexión teológica ha tenido mucho cuidado en insistir que Dios no tiene sexo, sino
que es un ser espiritual y no carnal. Es más, también existen en la Biblia un buen número
de imágenes en las que Dios se revela con metáforas femeninas. Por ejemplo, Isaías
49,15: «¿Es que puede una madre no conmoverse por el fruto de sus entrañas....? Pues
aunque esto ocurriese, yo nunca me olvidaré de ti.». También es digno de mención que
existan libros bíblicos (Judit y Ester) que exalten modelos heroicos femeninos.
Es muy frecuente que las críticas que los grupos de presión feministas hacen sobre los
textos sagrados caigan en juicios anacrónicos. Así, por ejemplo, consideran un signo de
machismo la imagen bíblica en la que Eva es formada a partir de la costilla de Adán,
cuando resulta que en el contexto histórico machista en que esa imagen fue plasmada
suponía una fundamentación teológica y antropológica de que la mujer es de la misma
dignidad que el hombre.
Dos ejemplos clave
En el manifiesto al que nos referimos, sacan a colación algunos textos secundarios de san
Pablo (como aquellos en los que se afirma que la mujer debe callar y taparse la cabeza 1
Cor 11, 3-7, etc...), que son claramente fruto del contexto cultural en el que fueron escritos,
siendo así que la Iglesia jamás ha extraído de ellos afirmaciones de nivel dogmático o
moral; mientras que, por el contrario, el citado manifiesto silencia las cuestiones claves del
mensaje bíblico en las que está en juego verdaderamente la igualdad entre el hombre y la
mujer. Ponemos dos ejemplos claves silenciados:
a) La monogamia: Verdadera consecución del cristianismo. ¿Acaso la poligamia no
supone el sometimiento absoluto a unos valores machistas? El principio básico que
posibilita la igualdad entre el hombre y la mujer es: «Una mujer para un hombre, y un
hombre para una mujer.» Si se dice que la democracia no comenzó a existir hasta que se
reconoció socialmente el principio de que vale lo mismo el voto de todos los ciudadanos,

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así también la monogamia es el «abc» de la lucha por el reconocimiento de la dignidad de
la mujer.
b) El rechazo del divorcio: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio
contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Marcos
10, 11-12). Es decir, Jesucristo exige la fidelidad matrimonial, al mismo nivel, al hombre y
a la mujer.
Por otra parte, es ya un tópico muy extendido el considerar que el sacerdocio masculino
es un signo de machismo. Supone un desconocimiento de la fundamentación mística de
la espiritualidad católica: las religiosas se desposan con Jesucristo; mientras que los
sacerdotes -imagen de Cristo- se desposan con la Iglesia. La mística de la espiritualidad
católica se configura, por lo tanto, en torno a la imagen del desposorio. El desenfoque de
la cuestión está en hacer del asunto del sacerdocio una prolongación del debate que la
sociedad civil sostiene sobre la legítima promoción de la mujer. No es correcto proyectar
en una cuestión netamente teológica unos esquemas que le son totalmente extraños
(machismo-feminismo). El error está en pensar que el sacerdocio es un derecho en orden
a la igualdad y a la promoción de la mujer. Esto es volver a los esquemas preconciliares
en los que el sacerdocio pudo ser vivido, en ocasiones, más como una promoción social
que como un servicio de entrega. A este respecto, merece la pena recordar la siguiente
anécdota: una feminista preguntó a un arzobispo por qué se excluía del centro de la Iglesia
a la mitad del género humano; el prelado le respondió que «el centro no es el sacerdocio,
sino el amor». Y es que el único carisma superior que debe ser apetecido es la caridad.
Los más grandes en el Reino de los Cielos no serán los ministros sino los santos.
El mismo manifiesto que estamos criticando critica la mitología griega porque representa
las divinidades femeninas con rasgos siempre incompletos. En la mitología griega la mujer
no tiene un referente simbólico de plenitud en el que sentirse identificado. Y, sin embargo,
se olvidan de contrastar este hecho con la veneración católica a la Virgen María; en la que
encontramos la cumbre de la mayor perfección a la que ha llegado el género humano. Y,
por cierto, sin que para ello necesitase ser sacerdote.
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE DECLARACIÓN DOMINUS IESUS
Sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia
INTRODUCCIÓN
1. El Señor Jesús, antes de ascender al cielo, confió a sus discípulos el mandato de
anunciar el Evangelio al mundo entero y de bautizar a todas las naciones: «Id al mundo
entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará;
el que se resista a creer, será condenado» (Mc 16,15-16); «Me ha sido dado todo poder
en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que

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os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»
(Mt 28,18-20; cf. también Lc 24,46-48; Jn 17,18; 20,21; Hch 1,8).
La misión universal de la Iglesia nace del mandato de Jesucristo y se cumple en el curso
de los siglos en la proclamación del misterio de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y del
misterio de la encarnación del Hijo, como evento de salvación para toda la humanidad. Es
éste el contenido fundamental de la profesión de fe cristiana: «Creo en un solo Dios, Padre
todopoderoso, Creador de cielo y tierra [...]. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único
de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, consustancial con el Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del
Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá
fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre, que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en
la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo
futuro».1
2. La Iglesia, en el curso de los siglos, ha proclamado y testimoniado con fidelidad el
Evangelio de Jesús. Al final del segundo milenio, sin embargo, esta misión está todavía
lejos de su cumplimiento. 2 Por eso, hoy más que nunca, es actual el grito del apóstol
Pablo sobre el compromiso misionero de cada bautizado: «Predicar el Evangelio no es
para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no
predicara el Evangelio!» (1 Co 9,16). Eso explica la particular atención que el Magisterio
ha dedicado a motivar y a sostener la misión evangelizadora de la Iglesia, sobre todo en
relación con las tradiciones religiosas del mundo. 3
Teniendo en cuenta los valores que éstas testimonian y ofrecen a la humanidad, con una
actitud abierta y positiva, la Declaración conciliar sobre la relación de la Iglesia con las
religiones no cristianas afirma: «La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas
religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y
de vivir, los preceptos y las doctrinas, que, por más que discrepen en mucho de lo que ella
profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a
todos los hombres».4 Prosiguiendo en esta línea, el compromiso eclesial de anunciar a
Jesucristo, «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6), se sirve hoy también de la práctica
del diálogo interreligioso, que ciertamente no sustituye sino que acompaña la missio ad
gentes, en virtud de aquel «misterio de unidad», del cual «deriva que todos los hombres y
mujeres que son salvados participan, aunque en modos diferentes, del mismo misterio de
salvación en Jesucristo por medio de su Espíritu».5 Dicho diálogo, que forma parte de la

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misión evangelizadora de la Iglesia, 6 comporta una actitud de comprensión y una relación
de conocimiento recíproco y de mutuo enriquecimiento, en la obediencia a la verdad y en
el respeto de la libertad. 7
3. En la práctica y profundización teórica del diálogo entre la fe cristiana y las otras
tradiciones religiosas surgen cuestiones nuevas, las cuales se trata de afrontar recorriendo
nuevas pistas de búsqueda, adelantando propuestas y sugiriendo comportamientos, que
necesitan un cuidadoso discernimiento. En esta búsqueda, la presente Declaración
interviene para llamar la atención de los Obispos, de los teólogos y de todos los fieles
católicos sobre algunos contenidos doctrinales imprescindibles, que puedan ayudar a que
la reflexión teológica madure soluciones conformes al dato de la fe, que respondan a las
urgencias culturales contemporáneas.
El lenguaje expositivo de la Declaración responde a su finalidad, que no es la de tratar en
modo orgánico la problemática relativa a la unicidad y universalidad salvífica del misterio
de Jesucristo y de la Iglesia, ni el proponer soluciones a las cuestiones teológicas
libremente disputadas, sino la de exponer nuevamente la doctrina de la fe católica al
respecto. Al mismo tiempo la Declaración quiere indicar algunos problemas fundamentales
que quedan abiertos para ulteriores profundizaciones, y confutar determinadas posiciones
erróneas o ambiguas. Por eso el texto retoma la doctrina enseñada en documentos
precedentes del Magisterio, con la intención de corroborar las verdades que forman parte
del patrimonio de la fe de la Iglesia.
4. El perenne anuncio misionero de la Iglesia es puesto hoy en peligro por teorías de tipo
relativistas, que tratan de justificar el pluralismo religioso, no sólo de facto sino también de
iure (o de principio). En consecuencia, se retienen superadas, por ejemplo, verdades tales
como el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo, la naturaleza de la fe
cristiana con respecto a la creencia en las otra religiones, el carácter inspirado de los libros
de la Sagrada Escritura, la unidad personal entre el Verbo eterno y Jesús de Nazaret, la
unidad entre la economía del Verbo encarnado y del Espíritu Santo, la unicidad y la
universalidad salvífica del misterio de Jesucristo, la mediación salvífica universal de la
Iglesia, la inseparabilidad —aun en la distinción— entre el Reino de Dios, el Reino de
Cristo y la Iglesia, la subsistencia en la Iglesia católica de la única Iglesia de Cristo.
Las raíces de estas afirmaciones hay que buscarlas en algunos presupuestos, ya sean de
naturaleza filosófica o teológica, que obstaculizan la inteligencia y la acogida de la verdad
revelada. Se pueden señalar algunos: la convicción de la inaferrablilidad y la inefabilidad
de la verdad divina, ni siquiera por parte de la revelación cristiana; la actitud relativista con
relación a la verdad, en virtud de lo cual aquello que es verdad para algunos no lo es para
otros; la contraposición radical entre la mentalidad lógica atribuida a Occidente y la
mentalidad simbólica atribuida a Oriente; el subjetivismo de quien, considerando la razón
como única fuente de conocimiento, se hace «incapaz de levantar la mirada hacia lo alto

11
para atreverse a alcanzar la verdad del ser»;8 la dificultad de comprender y acoger en la
historia la presencia de eventos definitivos y escatológicos; el vaciamiento metafísico del
evento de la encarnación histórica del Logos eterno, reducido a un mero aparecer de Dios
en la historia; el eclecticismo de quien, en la búsqueda teológica, asume ideas derivadas
de diferentes contextos filosóficos y religiosos, sin preocuparse de su coherencia y
conexión sistemática, ni de su compatibilidad con la verdad cristiana; la tendencia, en fin,
a leer e interpretar la Sagrada Escritura fuera de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia.
Sobre la base de tales presupuestos, que se presentan con matices diversos, unas veces
como afirmaciones y otras como hipótesis, se elaboran algunas propuestas teológicas en
las cuales la revelación cristiana y el misterio de Jesucristo y de la Iglesia pierden su
carácter de verdad absoluta y de universalidad salvífica, o al menos se arroja sobre ellos
la sombra de la duda y de la inseguridad.
I. PLENITUD Y DEFINITIVIDAD DE LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO
5. Para poner remedio a esta mentalidad relativista, cada vez más difundida, es necesario
reiterar, ante todo, el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo. Debe
ser, en efecto, firmemente creída la afirmación de que en el misterio de Jesucristo, el Hijo
de Dios encarnado, el cual es «el camino, la verdad y la vida» (cf. Jn 14,6), se da la
revelación de la plenitud de la verdad divina: «Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni
al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt
11,27). «A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo
ha revelado» (Jn 1,18); «porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad
corporalmente» (Col 2,9-10).
Fiel a la palabra de Dios, el Concilio Vaticano II enseña: «La verdad íntima acerca de Dios
y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a
un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación».9 Y confirma: «Jesucristo, el Verbo
hecho carne, "hombre enviado a los hombres", habla palabras de Dios (Jn 3,34) y lleva a
cabo la obra de la salvación que el Padre le confió (cf. Jn 5,36; 17,4). Por tanto, Jesucristo
—ver al cual es ver al Padre (cf. Jn 14,9)—, con su total presencia y manifestación, con
palabras y obras, señales y milagros, sobre todo con su muerte y resurrección gloriosa de
entre los muertos, y finalmente, con el envío del Espíritu de la verdad, lleva a plenitud toda
la revelación y la confirma con el testimonio divino [...]. La economía cristiana, como la
alianza nueva y definitiva, nunca cesará; y no hay que esperar ya ninguna revelación
pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1 Tm 6,14; Tit
2,13)».10
Por esto la encíclica Redemptoris missio propone nuevamente a la Iglesia la tarea de
proclamar el Evangelio, como plenitud de la verdad: «En esta Palabra definitiva de su
revelación, Dios se ha dado a conocer del modo más completo; ha dicho a la humanidad
quién es. Esta autorrevelación definitiva de Dios es el motivo fundamental por el que la

12
Iglesia es misionera por naturaleza. Ella no puede dejar de proclamar el Evangelio, es
decir, la plenitud de la verdad que Dios nos ha dado a conocer sobre sí mismo».11 Sólo
la revelación de Jesucristo, por lo tanto, «introduce en nuestra historia una verdad
universal y última que induce a la mente del hombre a no pararse nunca».12
6. Es, por lo tanto, contraria a la fe de la Iglesia la tesis del carácter limitado, incompleto e
imperfecto de la revelación de Jesucristo, que sería complementaria a la presente en las
otras religiones. La razón que está a la base de esta aserción pretendería fundarse sobre
el hecho de que la verdad acerca de Dios no podría ser acogida y manifestada en su
globalidad y plenitud por ninguna religión histórica, por lo tanto, tampoco por el cristianismo
ni por Jesucristo.
Esta posición contradice radicalmente las precedentes afirmaciones de fe, según las
cuales en Jesucristo se da la plena y completa revelación del misterio salvífico de Dios.
Por lo tanto, las palabras, las obras y la totalidad del evento histórico de Jesús, aun siendo
limitados en cuanto realidades humanas, sin embargo, tienen como fuente la Persona
divina del Verbo encarnado, «verdadero Dios y verdadero hombre»13 y por eso llevan en
sí la definitividad y la plenitud de la revelación de las vías salvíficas de Dios, aunque la
profundidad del misterio divino en sí mismo siga siendo trascendente e inagotable. La
verdad sobre Dios no es abolida o reducida porque sea dicha en lenguaje humano. Ella,
en cambio, sigue siendo única, plena y completa porque quien habla y actúa es el Hijo de
Dios encarnado. Por esto la fe exige que se profese que el Verbo hecho carne, en todo su
misterio, que va desde la encarnación a la glorificación, es la fuente, participada mas real,
y el cumplimiento de toda la revelación salvífica de Dios a la humanidad, 14 y que el
Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo, enseña a los Apóstoles, y por medio de ellos
a toda la Iglesia de todos los tiempos, «la verdad completa» (Jn 16,13).
7. La respuesta adecuada a la revelación de Dios es «la obediencia de la fe (Rm 1,5: Cf.
Rm 16,26; 2 Co 10,5-6), por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios, prestando
"a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad", y asistiendo
voluntariamente a la revelación hecha por Él».15 La fe es un don de la gracia: «Para
profesar esta fe es necesaria la gracia de Dios, que previene y ayuda, y los auxilios
internos del Espíritu Santo, el cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos
de la mente y da "a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad"».16
La obediencia de la fe conduce a la acogida de la verdad de la revelación de Cristo,
garantizada por Dios, quien es la Verdad misma; 17 «La fe es ante todo una adhesión
personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre
a toda la verdad que Dios ha revelado».18 La fe, por lo tanto, «don de Dios» y «virtud
sobrenatural infundida por Él»,19 implica una doble adhesión: a Dios que revela y a la
verdad revelada por él, en virtud de la confianza que se le concede a la persona que la

13
afirma. Por esto «no debemos creer en ningún otro que no sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu
Santo».20
Debe ser, por lo tanto, firmemente retenida la distinción entre la fe teologal y la creencia
en las otras religiones. Si la fe es la acogida en la gracia de la verdad revelada, que
«permite penetrar en el misterio, favoreciendo su comprensión coherente»,21 la creencia
en las otras religiones es esa totalidad de experiencia y pensamiento que constituyen los
tesoros humanos de sabiduría y religiosidad, que el hombre, en su búsqueda de la verdad,
ha ideado y creado en su referencia a lo Divino y al Absoluto. 22
Non siempre tal distinción es tenida en consideración en la reflexión actual, por lo cual a
menudo se identifica la fe teologal, que es la acogida de la verdad revelada por Dios Uno
y Trino, y la creencia en las otras religiones, que es una experiencia religiosa todavía en
búsqueda de la verdad absoluta y carente todavía del asentimiento a Dios que se revela.
Este es uno de los motivos por los cuales se tiende a reducir, y a veces incluso a anular,
las diferencias entre el cristianismo y las otras religiones.
8. Se propone también la hipótesis acerca del valor inspirado de los textos sagrados de
otras religiones. Ciertamente es necesario reconocer que tales textos contienen elementos
gracias a los cuales multitud de personas a través de los siglos han podido y todavía hoy
pueden alimentar y conservar su relación religiosa con Dios. Por esto, considerando tanto
los modos de actuar como los preceptos y las doctrinas de las otras religiones, el Concilio
Vaticano II —como se ha recordado antes— afirma que «por más que discrepen en mucho
de lo que ella [la Iglesia] profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella
Verdad que ilumina a todos los hombres».23
La tradición de la Iglesia, sin embargo, reserva la calificación de textos inspirados a los
libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, en cuanto inspirados por el Espíritu
Santo. 24 Recogiendo esta tradición, la Constitución dogmática sobre la divina Revelación
del Concilio Vaticano II enseña: «La santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por
santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus
partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo (cf. Jn 20, 31; 2 Tm 3,16; 2
Pe 1,19-21; 3,15-16), tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la
misma Iglesia».25 Esos libros «enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad
que Dios quiso consignar en las sagradas letras de nuestra salvación».26
Sin embargo, queriendo llamar a sí a todas las gentes en Cristo y comunicarles la plenitud
de su revelación y de su amor, Dios no deja de hacerse presente en muchos modos «no
sólo en cada individuo, sino también en los pueblos mediante sus riquezas espirituales,
cuya expresión principal y esencial son las religiones, aunque contengan "lagunas,
insuficiencias y errores"».27 Por lo tanto, los libros sagrados de otras religiones, que de
hecho alimentan y guían la existencia de sus seguidores, reciben del misterio de Cristo
aquellos elementos de bondad y gracia que están en ellos presentes.

14
II. EL LOGOS ENCARNADOY EL ESPÍRITU SANTO EN LA OBRA DE LA SALVACIÓN
9. En la reflexión teológica contemporánea a menudo emerge un acercamiento a Jesús de
Nazaret como si fuese una figura histórica particular y finita, que revela lo divino de manera
no exclusiva sino complementaria a otras presencias reveladoras y salvíficas. El Infinito,
el Absoluto, el Misterio último de Dios se manifestaría así a la humanidad en modos
diversos y en diversas figuras históricas: Jesús de Nazaret sería una de esas. Más
concretamente, para algunos él sería uno de los tantos rostros que el Logos habría
asumido en el curso del tiempo para comunicarse salvíficamente con la humanidad.
Además, para justificar por una parte la universalidad de la salvación cristiana y por otra
el hecho del pluralismo religioso, se proponen contemporaneamente una economía del
Verbo eterno válida también fuera de la Iglesia y sin relación a ella, y una economía del
Verbo encarnado. La primera tendría una plusvalía de universalidad respecto a la
segunda, limitada solamente a los cristianos, aunque si bien en ella la presencia de Dios
sería más plena.
10. Estas tesis contrastan profundamente con la fe cristiana. Debe ser, en efecto,
firmemente creída la doctrina de fe que proclama que Jesús de Nazaret, hijo de María, y
solamente él, es el Hijo y Verbo del Padre. El Verbo, que «estaba en el principio con Dios»
(Jn 1,2), es el mismo que «se hizo carne» (Jn 1,14). En Jesús «el Cristo, el Hijo de Dios
vivo» (Mt 16,16) «reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente» (Col 2,9). Él es
«el Hijo único, que está en el seno del Padre» (Jn 1,18), el «Hijo de su amor, en quien
tenemos la redención [...]. Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud, y reconciliar
con él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en
la tierra y en los cielos» (Col 1,13-14.19-20).
Fiel a las Sagradas Escrituras y refutando interpretaciones erróneas y reductoras, el primer
Concilio de Nicea definió solemnemente su fe en «Jesucristo Hijo de Dios, nacido unigénito
del Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero
de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consustancial al Padre, por quien todas las
cosas fueron hechas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, que por nosotros
los hombres y por nuestra salvación descendió y se encarnó, se hizo hombre, padeció, y
resucitó al tercer día, subió a los cielos, y ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos».28 Siguiendo las enseñanzas de los Padres, también el Concilio de Calcedonia
profesó que «uno solo y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, es él mismo perfecto en
divinidad y perfecto en humanidad, Dios verdaderamente, y verdaderamente hombre [...],
consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y consustancial con nosotros en
cuanto a la humanidad [...], engendrado por el Padre antes de los siglos en cuanto a la
divinidad, y el mismo, en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación,
engendrado de María Virgen, madre de Dios, en cuanto a la humanidad».29

15
Por esto, el Concilio Vaticano II afirma que Cristo «nuevo Adán», «imagen de Dios
invisible» (Col 1,15), «es también el hombre perfecto, que ha devuelto a la descendencia
de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado [...]. Cordero inocente, con
la entrega libérrima de su sangre nos mereció la vida. En Él Dios nos reconcilió consigo y
con nosotros y nos liberó de la esclavitud del diablo y del pecado, por lo que cualquiera de
nosotros puede decir con el Apóstol: El Hijo de Dios "me amó y se entregó a sí mismo por
mí" (Gal 2,20)».30
Al respecto Juan Pablo II ha declarado explícitamente: «Es contrario a la fe cristiana
introducir cualquier separación entre el Verbo y Jesucristo [...]: Jesús es el Verbo
encarnado, una sola persona e inseparable [...]. Cristo no es sino Jesús de Nazaret, y éste
es el Verbo de Dios hecho hombre para la salvación de todos [...]. Mientras vamos
descubriendo y valorando los dones de todas clases, sobre todo las riquezas espirituales
que Dios ha concedido a cada pueblo, no podemos disociarlos de Jesucristo, centro del
plan divino de salvación».31
Es también contrario a la fe católica introducir una separación entre la acción salvífica del
Logos en cuanto tal, y la del Verbo hecho carne. Con la encarnación, todas las acciones
salvíficas del Verbo de Dios, se hacen siempre en unión con la naturaleza humana que él
ha asumido para la salvación de todos los hombres. El único sujeto que obra en las dos
naturalezas, divina y humana, es la única persona del Verbo. 32
Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoría que atribuye una
actividad salvífica al Logos como tal en su divinidad, que se ejercitaría «más allá» de la
humanidad de Cristo, también después de la encarnación. 33
11. Igualmente, debe ser firmemente creída la doctrina de fe sobre la unicidad de la
economía salvífica querida por Dios Uno y Trino, cuya fuente y centro es el misterio de la
encarnación del Verbo, mediador de la gracia divina en el plan de la creación y de la
redención (cf. Col 1,15-20), recapitulador de todas las cosas (cf. Ef 1,10), «al cual hizo
Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención» (1 Co
1,30). En efecto, el misterio de Cristo tiene una unidad intrínseca, que se extiende desde
la elección eterna en Dios hasta la parusía: «[Dios] nos ha elegido en él antes de la
fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor» (Ef
1,4); En él «por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo
designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad» (Ef 1,11); «Pues a
los que de antemano conoció [el Padre], también los predestinó a reproducir la imagen de
su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó,
a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó» (Rm 8,29-30).
El Magisterio de la Iglesia, fiel a la revelación divina, reitera que Jesucristo es el mediador
y el redentor universal: «El Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, se encarnó para que,
Hombre perfecto, salvará a todos y recapitulara todas las cosas. El Señor [...] es aquel a

16
quien el Padre resucitó, exaltó y colocó a su derecha, constituyéndolo juez de vivos y de
muertos».34 Esta mediación salvífica también implica la unicidad del sacrificio redentor de
Cristo, sumo y eterno sacerdote (cf. Eb 6,20; 9,11; 10,12-14).
12. Hay también quien propone la hipótesis de una economía del Espíritu Santo con un
carácter más universal que la del Verbo encarnado, crucificado y resucitado. También esta
afirmación es contraria a la fe católica, que, en cambio, considera la encarnación salvífica
del Verbo como un evento trinitario. En el Nuevo Testamento el misterio de Jesús, Verbo
encarnado, constituye el lugar de la presencia del Espíritu Santo y la razón de su efusión
a la humanidad, no sólo en los tiempos mesiánicos (cf. Hch 2,32‑36; Jn 20,20;
7,39; 1 Co 15,45), sino también antes de su venida en la historia (cf. 1 Co 10,4; 1 Pe 1,10-
12).
El Concilio Vaticano II ha llamado la atención de la conciencia de fe de la Iglesia sobre
esta verdad fundamental. Cuando expone el plan salvífico del Padre para toda la
humanidad, el Concilio conecta estrechamente desde el inicio el misterio de Cristo con el
del Espíritu. 35 Toda la obra de edificación de la Iglesia a través de los siglos se ve como
una realización de Jesucristo Cabeza en comunión con su Espíritu. 36
Además, la acción salvífica de Jesucristo, con y por medio de su Espíritu, se extiende más
allá de los confines visibles de la Iglesia y alcanza a toda la humanidad. Hablando del
misterio pascual, en el cual Cristo asocia vitalmente al creyente a sí mismo en el Espíritu
Santo, y le da la esperanza de la resurrección, el Concilio afirma: «Esto vale no solamente
para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena voluntad, en cuyo
corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo murió por todos, y la vocación suprema
del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia, debemos creer
que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios
conocida, se asocien a este misterio pascual».37
Queda claro, por lo tanto, el vínculo entre el misterio salvífico del Verbo encarnado y el del
Espíritu Santo, que actúa el influjo salvífico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los
hombres, llamados por Dios a una única meta, ya sea que hayan precedido históricamente
al Verbo hecho hombre, o que vivan después de su venida en la historia: de todos ellos es
animador el Espíritu del Padre, que el Hijo del hombre dona libremente (cf. Jn 3,34).
Por eso el Magisterio reciente de la Iglesia ha llamado la atención con firmeza y claridad
sobre la verdad de una única economía divina: «La presencia y la actividad del Espíritu no
afectan únicamente a los individuos, sino también a la sociedad, a la historia, a los pueblos,
a las culturas y a las religiones [...]. Cristo resucitado obra ya por la virtud de su Espíritu
[...]. Es también el Espíritu quien esparce "las semillas de la Palabra" presentes en los ritos
y culturas, y los prepara para su madurez en Cristo».38 Aun reconociendo la función
histórico-salvífica del Espíritu en todo el universo y en la historia de la humanidad, 39 sin
embargo confirma: «Este Espíritu es el mismo que se ha hecho presente en la

17
encarnación, en la vida, muerte y resurrección de Jesús y que actúa en la Iglesia. No es,
por consiguiente, algo alternativo a Cristo, ni viene a llenar una especie de vacío, como a
veces se da por hipótesis, que exista entre Cristo y el Logos. Todo lo que el Espíritu obra
en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones, tiene
un papel de preparación evangélica, y no puede menos de referirse a Cristo, Verbo
encarnado por obra del Espíritu, "para que, hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara
todas las cosas"».40
En conclusión, la acción del Espíritu no está fuera o al lado de la acción de Cristo. Se trata
de una sola economía salvífica de Dios Uno y Trino, realizada en el misterio de la
encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios, llevada a cabo con la cooperación
del Espíritu Santo y extendida en su alcance salvífico a toda la humanidad y a todo el
universo: «Los hombres, pues, no pueden entrar en comunión con Dios si no es por medio
de Cristo y bajo la acción del Espíritu».41
III. UNICIDAD Y UNIVERSALIDAD DEL MISTERIO SALVÍFICO DE JESUCRISTO
13. Es también frecuente la tesis que niega la unicidad y la universalidad salvífica del
misterio de Jesucristo. Esta posición no tiene ningún fundamento bíblico. En efecto, debe
ser firmemente creída, como dato perenne de la fe de la Iglesia, la proclamación de
Jesucristo, Hijo de Dios, Señor y único salvador, que en su evento de encarnación, muerte
y resurrección ha llevado a cumplimiento la historia de la salvación, que tiene en él su
plenitud y su centro.
Los testimonios neotestamentarios lo certifican con claridad: «El Padre envió a su Hijo,
como salvador del mundo» (1 Jn 4,14); «He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo» (Jn 1,29). En su discurso ante el sanedrín, Pedro, para justificar la curación
del tullido de nacimiento realizada en el nombre de Jesús (cf. Hch 3,1-8), proclama:
«Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos
salvarnos» (Hch 4,12). El mismo apóstol añade además que «Jesucristo es el Señor de
todos»; «está constituido por Dios juez de vivos y muertos»; por lo cual «todo el que cree
en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados» (Hch 10,36.42.43).
Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Corinto, escribe: «Pues aun cuando se les dé el
nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y
de señores, para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas
y por el cual somos nosotros» (1 Co 8,5-6). También el apóstol Juan afirma: «Porque tanto
amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca,
sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al
mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3,16-17). En el Nuevo Testamento, la
voluntad salvífica universal de Dios está estrechamente conectada con la única mediación
de Cristo: «[Dios] quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno

18
de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los
hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por
todos» (1 Tm 2,4-6).
Basados en esta conciencia del don de la salvación, único y universal, ofrecido por el
Padre por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo (cf. Ef 1,3-14), los primeros cristianos
se dirigieron a Israel mostrando que el cumplimiento de la salvación iba más allá de la Ley,
y afrontaron después al mundo pagano de entonces, que aspiraba a la salvación a través
de una pluralidad de dioses salvadores. Este patrimonio de la fe ha sido propuesto una
vez más por el Magisterio de la Iglesia: «Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado
por todos (cf. 2 Co 5,15), da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que
pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad
otro nombre en el que sea posible salvarse (cf. Hch 4,12). Igualmente cree que la clave,
el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro».42
14. Debe ser, por lo tanto, firmemente creída como verdad de fe católica que la voluntad
salvífica universal de Dios Uno y Trino es ofrecida y cumplida una vez para siempre en el
misterio de la encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios.
Teniendo en cuenta este dato de fe, y meditando sobre la presencia de otras experiencias
religiosas no cristianas y sobre su significado en el plan salvífico de Dios, la teología está
hoy invitada a explorar si es posible, y en qué medida, que también figuras y elementos
positivos de otras religiones puedan entrar en el plan divino de la salvación. En esta tarea
de reflexión la investigación teológica tiene ante sí un extenso campo de trabajo bajo la
guía del Magisterio de la Iglesia. El Concilio Vaticano II, en efecto, afirmó que «la única
mediación del Redentor no excluye, sino suscita en sus criaturas una múltiple cooperación
que participa de la fuente única».43 Se debe profundizar el contenido de esta mediación
participada, siempre bajo la norma del principio de la única mediación de Cristo: «Aun
cuando no se excluyan mediaciones parciales, de cualquier tipo y orden, éstas sin
embargo cobran significado y valor únicamente por la mediación de Cristo y no pueden
ser entendidas como paralelas y complementarias».44 No obstante, serían contrarias a la
fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvífica
de Dios fuera de la única mediación de Cristo.
15. No pocas veces algunos proponen que en teología se eviten términos como
«unicidad», «universalidad», «absolutez», cuyo uso daría la impresión de un énfasis
excesivo acerca del valor del evento salvífico de Jesucristo con relación a las otras
religiones. En realidad, con este lenguaje se expresa simplemente la fidelidad al dato
revelado, pues constituye un desarrollo de las fuentes mismas de la fe. Desde el inicio, en
efecto, la comunidad de los creyentes ha reconocido que Jesucristo posee una tal valencia
salvífica, que Él sólo, como Hijo de Dios hecho hombre, crucificado y resucitado, en virtud
de la misión recibida del Padre y en la potencia del Espíritu Santo, tiene el objetivo de

19
donar la revelación (cf. Mt 11,27) y la vida divina (cf. Jn 1,12; 5,25-26; 17,2) a toda la
humanidad y a cada hombre.
En este sentido se puede y se debe decir que Jesucristo tiene, para el género humano y
su historia, un significado y un valor singular y único, sólo de él propio, exclusivo, universal
y absoluto. Jesús es, en efecto, el Verbo de Dios hecho hombre para la salvación de todos.
Recogiendo esta conciencia de fe, el Concilio Vaticano II enseña: «El Verbo de Dios, por
quien todo fue hecho, se encarnó para que, Hombre perfecto, salvará a todos y
recapitulara todas las cosas. El Señor es el fin de la historia humana, "punto de
convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización", centro de
la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones. Él es aquel
a quien el Padre resucitó, exaltó y colocó a su derecha, constituyéndolo juez de vivos y de
muertos».45 «Es precisamente esta singularidad única de Cristo la que le confiere un
significado absoluto y universal, por lo cual, mientras está en la historia, es el centro y el
fin de la misma: "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin"
(Ap 22,13)».46
IV. UNICIDAD Y UNIDAD DE LA IGLESIA
16. El Señor Jesús, único salvador, no estableció una simple comunidad de discípulos,
sino que constituyó a la Iglesia como misterio salvífico: Él mismo está en la Iglesia y la
Iglesia está en Él (cf. Jn 15,1ss; Ga 3,28; Ef 4,15-16; Hch 9,5); por eso, la plenitud del
misterio salvífico de Cristo pertenece también a la Iglesia, inseparablemente unida a su
Señor. Jesucristo, en efecto, continúa su presencia y su obra de salvación en la Iglesia y
a través de la Iglesia (cf. Col 1,24-27), 47 que es su cuerpo (cf. 1 Co 12, 12-13.27; Col
1,18). 48 Y así como la cabeza y los miembros de un cuerpo vivo aunque no se identifiquen
son inseparables, Cristo y la Iglesia no se pueden confundir pero tampoco separar, y
constituyen un único «Cristo total».49 Esta misma inseparabilidad se expresa también en
el Nuevo Testamento mediante la analogía de la Iglesia como Esposa de Cristo (cf. 2 Cor
11,2; Ef 5,25-29; Ap 21,2.9). 50
Por eso, en conexión con la unicidad y la universalidad de la mediación salvífica de
Jesucristo, debe ser firmemente creída como verdad de fe católica la unicidad de la Iglesia
por él fundada. Así como hay un solo Cristo, uno solo es su cuerpo, una sola es su Esposa:
«una sola Iglesia católica y apostólica».51 Además, las promesas del Señor de no
abandonar jamás a su Iglesia (cf. Mt 16,18; 28,20) y de guiarla con su Espíritu (cf. Jn 16,13)
implican que, según la fe católica, la unicidad y la unidad, como todo lo que pertenece a la
integridad de la Iglesia, nunca faltaran. 52
Los fieles están obligados a profesar que existe una continuidad histórica —radicada en la
sucesión apostólica—53 entre la Iglesia fundada por Cristo y la Iglesia católica: «Esta es
la única Iglesia de Cristo [...] que nuestro Salvador confió después de su resurrección a
Pedro para que la apacentara (Jn 24,17), confiándole a él y a los demás Apóstoles su

20
difusión y gobierno (cf. Mt 28,18ss.), y la erigió para siempre como «columna y fundamento
de la verdad» (1 Tm 3,15). Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una
sociedad, subsiste [subsistit in] en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro
y por los Obispos en comunión con él».54 Con la expresión «subsitit in», el Concilio
Vaticano II quiere armonizar dos afirmaciones doctrinales: por un lado que la Iglesia de
Cristo, no obstante las divisiones entre los cristianos, sigue existiendo plenamente sólo en
la Iglesia católica, y por otro lado que «fuera de su estructura visible pueden encontrarse
muchos elementos de santificación y de verdad»,55 ya sea en las Iglesias que en las
Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia católica. 56 Sin embargo, respecto a
estas últimas, es necesario afirmar que su eficacia «deriva de la misma plenitud de gracia
y verdad que fue confiada a la Iglesia católica».57
17. Existe, por lo tanto, una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia católica,
gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él. 58 Las Iglesias
que no están en perfecta comunión con la Iglesia católica pero se mantienen unidas a ella
por medio de vínculos estrechísimos como la sucesión apostólica y la Eucaristía
válidamente consagrada, son verdaderas iglesias particulares. 59 Por eso, también en
estas Iglesias está presente y operante la Iglesia de Cristo, si bien falte la plena comunión
con la Iglesia católica al rehusar la doctrina católica del Primado, que por voluntad de Dios
posee y ejercita objetivamente sobre toda la Iglesia el Obispo de Roma. 60
Por el contrario, las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido
y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, 61 no son Iglesia en sentido
propio; sin embargo, los bautizados en estas Comunidades, por el Bautismo han sido
incorporados a Cristo y, por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien imperfecta, con
la Iglesia. 62 En efecto, el Bautismo en sí tiende al completo desarrollo de la vida en Cristo
mediante la íntegra profesión de fe, la Eucaristía y la plena comunión en la Iglesia. 63
«Por lo tanto, los fieles no pueden imaginarse la Iglesia de Cristo como la suma —
diferenciada y de alguna manera unitaria al mismo tiempo— de las Iglesias y Comunidades
eclesiales; ni tienen la facultad de pensar que la Iglesia de Cristo hoy no existe en ningún
lugar y que, por lo tanto, deba ser objeto de búsqueda por parte de todas las Iglesias y
Comunidades».64 En efecto, «los elementos de esta Iglesia ya dada existen juntos y en
plenitud en la Iglesia católica, y sin esta plenitud en las otras Comunidades».65 «Por
consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y Comunidades separadas tienen sus
defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque
el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya
virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia».66
La falta de unidad entre los cristianos es ciertamente una herida para la Iglesiad; no en el
sentido de quedar privada de su unidad, sino «en cuanto obstáculo para la realización
plena de su universalidad en la historia».67

21
V. IGLESIA, REINO DE DIOS Y REINO DE CRISTO
18. La misión de la Iglesia es «anunciar el Reino de Cristo y de Dios, establecerlo en medio
de todas las gentes; [la Iglesia] constituye en la tierra el germen y el principio de este
Reino».68 Por un lado la Iglesia es «sacramento, esto es, signo e instrumento de la íntima
unión con Dios y de la unidad de todo el género humano»;69 ella es, por lo tanto, signo e
instrumento del Reino: llamada a anunciarlo y a instaurarlo. Por otro lado, la Iglesia es el
«pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»;70 ella es, por lo
tanto, el «reino de Cristo, presente ya en el misterio»,71 constituyendo, así, su germen e
inicio. El Reino de Dios tiene, en efecto, una dimensión escatológica: Es una realidad
presente en el tiempo, pero su definitiva realización llegará con el fin y el cumplimiento de
la historia. 72
De los textos bíblicos y de los testimonios patrísticos, así como de los documentos del
Magisterio de la Iglesia no se deducen significados unívocos para las expresiones Reino
de los Cielos, Reino de Dios y Reino de Cristo, ni de la relación de los mismos con la
Iglesia, ella misma misterio que no puede ser totalmente encerrado en un concepto
humano. Pueden existir, por lo tanto, diversas explicaciones teológicas sobre estos
argumentos. Sin embargo, ninguna de estas posibles explicaciones puede negar o vaciar
de contenido en modo alguno la íntima conexión entre Cristo, el Reino y la Iglesia. En
efecto, «el Reino de Dios que conocemos por la Revelación, no puede ser separado ni de
Cristo ni de la Iglesia... Si se separa el Reino de la persona de Jesús, no es éste ya el
Reino de Dios revelado por él, y se termina por distorsionar tanto el significado del Reino
—que corre el riesgo de transformarse en un objetivo puramente humano e ideológico—
como la identidad de Cristo, que no aparece como el Señor, al cual debe someterse todo
(cf. 1 Co 15,27); asimismo, el Reino no puede ser separado de la Iglesia. Ciertamente,
ésta no es un fin en sí misma, ya que está ordenada al Reino de Dios, del cual es germen,
signo e instrumento. Sin embargo, a la vez que se distingue de Cristo y del Reino, está
indisolublemente unida a ambos».73
19. Afirmar la relación indivisible que existe entre la Iglesia y el Reino no implica olvidar
que el Reino de Dios —si bien considerado en su fase histórica— no se identifica con la
Iglesia en su realidad visible y social. En efecto, no se debe excluir «la obra de Cristo y del
Espíritu Santo fuera de los confines visibles de la Iglesia».74 Por lo tanto, se debe también
tener en cuenta que «el Reino interesa a todos: a las personas, a la sociedad, al mundo
entero. Trabajar por el Reino quiere decir reconocer y favorecer el dinamismo divino, que
está presente en la historia humana y la transforma. Construir el Reino significa trabajar
por la liberación del mal en todas sus formas. En resumen, el Reino de Dios es la
manifestación y la realización de su designio de salvación en toda su plenitud».75
Al considerar la relación entre Reino de Dios, Reino de Cristo e Iglesia es necesario, de
todas maneras, evitar acentuaciones unilaterales, como en el caso de «determinadas

22
concepciones que intencionadamente ponen el acento sobre el Reino y se presentan como
"reinocéntricas", las cuales dan relieve a la imagen de una Iglesia que no piensa en sí
misma, sino que se dedica a testimoniar y servir al Reino. Es una "Iglesia para los demás"
—se dice— como "Cristo es el hombre para los demás"... Junto a unos aspectos positivos,
estas concepciones manifiestan a menudo otros negativos. Ante todo, dejan en silencio a
Cristo: El Reino, del que hablan, se basa en un "teocentrismo", porque Cristo —dicen—
no puede ser comprendido por quien no profesa la fe cristiana, mientras que pueblos,
culturas y religiones diversas pueden coincidir en la única realidad divina, cualquiera que
sea su nombre. Por el mismo motivo, conceden privilegio al misterio de la creación, que
se refleja en la diversidad de culturas y creencias, pero no dicen nada sobre el misterio de
la redención. Además el Reino, tal como lo entienden, termina por marginar o
menospreciar a la Iglesia, como reacción a un supuesto "eclesiocentrismo" del pasado y
porque consideran a la Iglesia misma sólo un signo, por lo demás no exento de
ambigüedad».76 Estas tesis son contrarias a la fe católica porque niegan la unicidad de la
relación que Cristo y la Iglesia tienen con el Reino de Dios.
VI. LA IGLESIA Y LAS RELIGIONES EN RELACIÓN CON LA SALVACIÓN
20. De todo lo que ha sido antes recordado, derivan también algunos puntos necesarios
para el curso que debe seguir la reflexión teológica en la profundización de la relación de
la Iglesia y de las religiones con la salvación.
Ante todo, debe ser firmemente creído que la «Iglesia peregrinante es necesaria para la
salvación, pues Cristo es el único Mediador y el camino de salvación, presente a nosotros
en su Cuerpo, que es la Iglesia, y Él, inculcando con palabras concretas la necesidad del
bautismo (cf. Mt 16,16; Jn 3,5), confirmó a un tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que
los hombres entran por el bautismo como por una puerta».77 Esta doctrina no se
contrapone a la voluntad salvífica universal de Dios (cf. 1 Tm 2,4); por lo tanto, «es
necesario, pues, mantener unidas estas dos verdades, o sea, la posibilidad real de la
salvación en Cristo para todos los hombres y la necesidad de la Iglesia en orden a esta
misma salvación».78
La Iglesia es «sacramento universal de salvación»79 porque, siempre unida de modo
misterioso y subordinada a Jesucristo el Salvador, su Cabeza, en el diseño de Dios, tiene
una relación indispensable con la salvación de cada hombre. 80 Para aquellos que no son
formal y visiblemente miembros de la Iglesia, «la salvación de Cristo es accesible en virtud
de la gracia que, aun teniendo una misteriosa relación con la Iglesia, no les introduce
formalmente en ella, sino que los ilumina de manera adecuada en su situación interior y
ambiental. Esta gracia proviene de Cristo; es fruto de su sacrificio y es comunicada por el
Espíritu Santo».81 Ella está relacionada con la Iglesia, la cual «procede de la misión del
Hijo y la misión del Espíritu Santo»,82 según el diseño de Dios Padre.

23
21. Acerca del modo en el cual la gracia salvífica de Dios, que es donada siempre por
medio de Cristo en el Espíritu y tiene una misteriosa relación con la Iglesia, llega a los
individuos no cristianos, el Concilio Vaticano II se limitó a afirmar que Dios la dona «por
caminos que Él sabe».83 La Teología está tratando de profundizar este argumento, ya
que es sin duda útil para el crecimiento de la compresión de los designios salvíficos de
Dios y de los caminos de su realización. Sin embargo, de todo lo que hasta ahora ha sido
recordado sobre la mediación de Jesucristo y sobre las «relaciones singulares y únicas»84
que la Iglesia tiene con el Reino de Dios entre los hombres —que substancialmente es el
Reino de Cristo, salvador universal—, queda claro que sería contrario a la fe católica
considerar la Iglesia como un camino de salvación al lado de aquellos constituidos por las
otras religiones. Éstas serían complementarias a la Iglesia, o incluso substancialmente
equivalentes a ella, aunque en convergencia con ella en pos del Reino escatológico de
Dios.
Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de
religiosidad, que proceden de Dios, 85 y que forman parte de «todo lo que el Espíritu obra
en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones».86
De hecho algunas oraciones y ritos pueden asumir un papel de preparación evangélica,
en cuanto son ocasiones o pedagogías en las cuales los corazones de los hombres son
estimulados a abrirse a la acción de Dios. 87 A ellas, sin embargo no se les puede atribuir
un origen divino ni una eficacia salvífica ex opere operato, que es propia de los
sacramentos cristianos. 88
Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de
supersticiones o de otros errores (cf. 1 Co 10,20-21), constituyen más bien un obstáculo
para la salvación. 89
22. Con la venida de Jesucristo Salvador, Dios ha establecido la Iglesia para la salvación
de todos los hombres (cf. Hch 17,30-31). 90 Esta verdad de fe no quita nada al hecho de
que la Iglesia considera las religiones del mundo con sincero respeto, pero al mismo
tiempo excluye esa mentalidad indiferentista «marcada por un relativismo religioso que
termina por pensar que "una religión es tan buena como otra"».91 Si bien es cierto que los
no cristianos pueden recibir la gracia divina, también es cierto que objetivamente se hallan
en una situación gravemente deficitaria si se compara con la de aquellos que, en la Iglesia,
tienen la plenitud de los medios salvíficos. 92 Sin embargo es necesario recordar a «los
hijos de la Iglesia que su excelsa condición no deben atribuirla a sus propios méritos, sino
a una gracia especial de Cristo; y si no responden a ella con el pensamiento, las palabras
y las obras, lejos de salvarse, serán juzgados con mayor severidad».93 Se entiende, por
lo tanto, que, siguiendo el mandamiento de Señor (cf. Mt 28,19-20) y como exigencia del
amor a todos los hombres, la Iglesia «anuncia y tiene la obligación de anunciar
constantemente a Cristo, que es «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14, 6), en quien los

24
hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo
todas las cosas».94
La misión ad gentes, también en el diálogo interreligioso, «conserva íntegra, hoy como
siempre, su fuerza y su necesidad».95 «En efecto, «Dios quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad» (1 Tm 2,4). Dios quiere la salvación
de todos por el conocimiento de la verdad. La salvación se encuentra en la verdad. Los
que obedecen a la moción del Espíritu de verdad están ya en el camino de la salvación;
pero la Iglesia, a quien esta verdad ha sido confiada, debe ir al encuentro de los que la
buscan para ofrecérsela. Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe
ser misionera».96 Por ello el diálogo, no obstante forme parte de la misión evangelizadora,
constituye sólo una de las acciones de la Iglesia en su misión ad gentes. 97 La paridad,
que es presupuesto del diálogo, se refiere a la igualdad de la dignidad personal de las
partes, no a los contenidos doctrinales, ni mucho menos a Jesucristo —que es el mismo
Dios hecho hombre— comparado con los fundadores de las otras religiones. De hecho, la
Iglesia, guiada por la caridad y el respeto de la libertad, 98 debe empeñarse primariamente
en anunciar a todos los hombres la verdad definitivamente revelada por el Señor, y a
proclamar la necesidad de la conversión a Jesucristo y la adhesión a la Iglesia a través del
bautismo y los otros sacramentos, para participar plenamente de la comunión con Dios
Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por otra parte, la certeza de la voluntad salvífica universal de
Dios no disminuye sino aumenta el deber y la urgencia del anuncio de la salvación y la
conversión al Señor Jesucristo.
CONCLUSIÓN
23. La presente Declaración, reproponiendo y clarificando algunas verdades de fe, ha
querido seguir el ejemplo del Apóstol Pablo a los fieles de Corinto: «Os transmití, en primer
lugar, lo que a mi vez recibí» (1 Co 15,3). Frente a propuestas problemáticas o incluso
erróneas, la reflexión teológica está llamada a confirmar de nuevo la fe de la Iglesia y a
dar razón de su esperanza en modo convincente y eficaz.
Los Padres del Concilio Vaticano II, al tratar el tema de la verdadera religión, han afirmado:
«Creemos que esta única religión verdadera subsiste en la Iglesia católica y apostólica, a
la cual el Señor Jesús confió la obligación de difundirla a todos los hombres, diciendo a
los Apóstoles: "Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto yo os he
mandado" (Mt 28,19-20). Por su parte todos los hombres están obligados a buscar la
verdad, sobre todo en lo referente a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla
y practicarla».99
La revelación de Cristo continuará a ser en la historia la verdadera estrella que orienta a
toda la humanidad: 100 «La verdad, que es Cristo, se impone como autoridad universal».
101 El misterio cristiano supera de hecho las barreras del tiempo y del espacio, y realiza

25
la unidad de la familia humana: «Desde lugares y tradiciones diferentes todos están
llamados en Cristo a participar en la unidad de la familia de los hijos de Dios [...]. Jesús
derriba los muros de la división y realiza la unificación de forma original y suprema
mediante la participación en su misterio. Esta unidad es tan profunda que la Iglesia puede
decir con san Pablo: «Ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos
y familiares de Dios» (Ef 2,19)». 102
El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la Audiencia del día 16 de junio de 2000, concedida al
infrascrito Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con ciencia
cierta y con su autoridad apostólica, ha ratificado y confirmado esta Declaración decidida
en la Sesión Plenaria, y ha ordenado su publicación.
Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 6 de agosto
de 2000, Fiesta de la Transfiguración del Señor.
Joseph Card. Ratzinger Prefecto
Tarcisio Bertone, S.D.B. Arzobispo emérito de Vercelli
Secretario
Notas
(1) Conc. de Constantinopla I, Symbolum Costantinopolitanum: DS 150.
(2) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 1: AAS 83 (1991) 249-340.
(3) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes y Decl. Nostra aetate; cf. también Pablo VI,
Exhort. ap. Evangelii nuntiandi: AAS 68 (1976) 5-76; Juan Pablo II, Enc. Redemptoris
missio.
(4) Conc. Ecum. Vat.II, Decl.Nostra aetate, 2.
(5) Pont. Cons. para el Diálogo Interreligioso y la Congr. para la Evangelización de los
Pueblos, Instr. Diálogo y anuncio, 29; cf. Conc.Ecum. Vat II, Const. past. Gaudium et spes,
22.
(6) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55.
(7) Cf. Pont.Cons. para el Diálogo Interreligioso y la Congr. para la Evangelización de los
Pueblos, Instr. Diálogo y anuncio, 9: AAS 84 (1992) 414-446.
(8) Juan Pablo II,Enc. Fides et ratio, 5: AAS 91 (1999) 5‑88.
(9) Conc. Ecum Vat. II, Const. dogm.Dei verbum, 2.
(10) Ibíd., 4.
(11) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 5.

26
(12) Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 14.
(13) Conc. Ecum. de Calcedonia, DS 301. Cf. S. Atanasio de Alejandría, De Incarnatione,
54,3: SC 199,458.
(14) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Dei verbum, 4
(15) Ibíd., 5.
(16) Ibíd.
(17) 3 Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 144.
(18) Ibíd., 150.
(19) Ibíd., 153.
(20) Ibíd., 178.
(21) Juan Pablo II, Enc. Fides et Ratio, 13.
(22) Cf. ibíd., 31-32.
(23) Conc. Ecum. Vat.II, Decl.Nostra aetae, 2. Cf. también Conc.Ecum. Vat. II, Decr. Ad
gentes, 9, donde se habla de todo lo bueno presente «en los ritos y en las culturas de los
pueblos»; Const. dogm. Lumen gentium, 16, donde se indica todo lo bueno y lo verdadero
presente entre los no cristianos, que pueden ser considerados como una preparación a la
acogida del Evangelio.
(24) Cf. Conc. de Trento, Decr. de libris sacris et de traditionibus recipiendis: DS 1501;
Conc. Ecum. Vat. I, Const. dogm.Dei Filius, cap. 2: DS 3006.
(25) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Dei verbum, 11.
(26) Ibíd.
(27) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55; cf. también 56. Pablo VI, Exhort. ap.
Evangelii nuntiandi, 53.
(28) Conc. Ecum. de Nicea I, DS 125.
(29) Conc. Ecum de Calcedonia, DS 301.
(30) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Gaudium et spes, 22.
(31) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 6.
(32) Cf. San León Magno, Tomus ad Flavianum: DS 269.

27
(33) Cf. San León Magno, Carta «Promisisse me memini» ad Leonem I imp: DS 318: «In
tantam unitatem ab ipso conceptu Virginis deitate et humanitate conserta, ut nec sine
homine divina, nec sine Dio agerentur humana». Cf. también ibíd.: DS 317.
(34) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 45. Cf. también Conc. de Trento,
Decr. De peccato originali, 3: DS 1513.
(35) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 3-4.
(36) Cf. ibíd., 7.Cf. San Ireneo, el cual afirmaba que en la Iglesia «ha sido depositada la
comunión con Cristo, o sea, el Espíritu Santo» (Adversus Haereses III, 24, 1: SC 211, 472).
(37) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22.
(38) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 28.Acerca de «las semillas del Verbo» cf.
también San Justino, 2 Apologia, 8,1-2,1-3; 13, 3-6: ed. E. J. Goodspeed, 84; 85; 88-89.
(39) Cf. ibíd., 28-29.
(40) Ibíd., 29.
(41) 3 Ibíd., 5.
(42) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past.Gaudium et spes, 10; cf. San Agustín, cuando afirma
que fuera de Cristo, «camino universal de salvación que nunca ha faltado al género
humano, nadie ha sido liberado, nadie es liberado, nadie será liberado»: De Civitate Dei
10, 32, 2: CCSL 47, 312.
(43) Conc. Ecum. Vat.II, Const. dogm. Lumen gentium, 62.
(44) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 5.
(45) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 45. La necesidad y absoluta
singularidad de Cristo en la historia humana está bien expresada por San Ireneo cuando
contempla la preeminencia de Jesús como Primogénito: «En los cielos como primogénito
del pensamiento del Padre, el Verbo perfecto dirige personalmente todas las cosas y
legisla; sobre la tierra como primogénito de la Virgen, hombre justo y santo, siervo de Dios,
bueno, aceptable a Dios, perfecto en todo; finalmente salvando de los infiernos a todos
aquellos que lo siguen, como primogénito de los muertos es cabeza y fuente de la vida
divina» (Demostratio, 39: SC 406, 138).
(46) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 6.
(47) Cf. Conc. Ecum. Vat.II, Const. dogm. Lumen gentium, 14.
(48) Cf. ibíd., 7.

28
(49) Cf. San Agustín, Enarrat.In Psalmos, Ps 90, Sermo 2,1: CCSL 39, 1266; San Gregorio
Magno, Moralia in Iob, Praefatio, 6, 14: PL 75, 525; Santo Tomás de Aquino, Summa
Theologicae, III, q. 48, a. 2 ad 1.
(50) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, 6.
(51) Símbolo de la fe: DS 48.Cf. Bonifacio VIII, Bula Unam Sanctam: DS 870-872; Conc.
Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 8.
(52) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegratio, 4; Juan Pablo II, Enc. Ut unum
sint, 11: AAS 87 (1995) 921-982.
(53) 3 Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 20; cf. también San Ireneo,
Adversus Haereses, III, 3, 1-3: SC 211, 20-44; San Cipriano, Epist. 33, 1: CCSL 3B, 164-
165; San Agustín, Contra advers. legis et prophet., 1, 20, 39: CCSL 49, 70.
(54) Conc. Ecum Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 8.
(55) Ibíd., Cf. Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 13. Cf. también Conc.Ecum. Vat. II, Const.
dogm. Lumen gentium, 15, y Decr.Unitatis redintegratio, 3.
(56) Es, por lo tanto, contraria al significado auténtico del texto conciliar la interpretación
de quienes deducen de la fórmula subsistit in la tesis según la cual la única Iglesia de
Cristo podría también subsistir en otras iglesias cristianas. «El Concilio había escogido la
palabra "subsistit" precisamente para aclarar que existe una sola "subsistencia" de la
verdadera Iglesia, mientras que fuera de su estructura visible existen sólo "elementa
Ecclesiae", los cuales —siendo elementos de la misma Iglesia— tienden y conducen a la
Iglesia católica» (Congr. para la Doctrina de la Fe, Notificación sobre el volumen «Iglesia:
carisma y poder» del P. Leonardo Boff, 11-III-1985: AAS 77 (1985) 756-762).
(57) Cf. Conc. Ecum. Vat.II, Decr. Unitatis redintegratio, 3.
(58) Cf. Congr. para la Doctrina de la Fe, Decl. Mysterium ecclesiae, n. 1: AAS 65 (1973)
396-408.
(59) Cf. Conc. Ecum. Vat.II, Decr. Unitatis redintegratio, 14 y 15; Congr. para Doctrina de
la Fe, Carta Communionis notio, 17 AAS 85 (1993) 838-850.
(60) Cf. Conc. Ecum Vat. I, Const. Pastor aeternus: DS 3053-3064; Conc. Ecum. Vat. II,
Const dogm. Lumen gentium, 22.
(61) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr.Unitatis redintegratio, 22.
(62) Cf. ibíd., 3.
(63) Cf. ibíd., 22.
(64) Congr. para la Doctrina de la Fe, Decl. Mysterium ecclesiae, 1.

29
(65) Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 14.
(66) Conc. Ecum. Vat. II, Decr.Unitatis redintegratio, 3.
(67) Congr. para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis notio, 17.Cf. Conc. Ecum. Vat.
II, Decr. Unitatis redintegratio, n. 4.
(68) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 5.
(69) 3 Ibíd., 1.
(70) 3 Ibíd., 4. Cf. San Cipriano, De Dominica oratione 23: CCSL 3A, 105.
(71) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 3.
(72) Cf. ibíd., 9. Cf. También la oración dirigida a Dios, que se encuentra en la Didaché 9,
4: SC 248, 176: «Se reúna tu Iglesia desde los confines de la tierra en tu reino», e ibíd.,
10, 5: SC 248, 180: «Acuérdate, Señor, de tu Iglesia... y, santificada, reúnela desde los
cuatro vientos en tu reino que para ella has preparado».
(73) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 18; cf. Exhort. ap. Ecclesia in Asia, 6-XI-1999,
17: L'Osservatore Romano, 7-XI-1999. El Reino es tan inseparable de Cristo que, en cierta
forma, se identifica con él (cf. Orígenes, In Mt. Hom., 14, 7: PG 13, 1197; Tertuliano,
Adversus Marcionem, IV, 33, 8: CCSL 1, 634.
(74) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 18.
(75) Ibíd., 15.
(76) Ibíd., 17.
(77) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 14. Cf. Decr. Ad gentes, 7; Decr.
Unitatis redintegratio, 3.
(78) Juan Pablo II,Enc. Redemptoris missio, 9. Cf. Catecismo de la Iglesia Católica,
846‑847.
(79) 3 Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm., Lumen gentium, 48.
(80) Cf. San Cipriano, De catholicae ecclesiae unitate, 6: CCSL 3, 253-254; San Ireneo,
Adversus Haereses, III, 24, 1: SC 211, 472-474.
(81) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 10.
(82) Conc. Ecum. Vat. II, Decr.Ad gentes, 2. La conocida fórmula extra Ecclesiam nullus
omnino salvatur debe ser interpretada en el sentido aquí explicado (cf. Conc.Ecum.
Lateranense IV, Cap. 1. De fide catholica: DS 802). Cf. también la Carta del Santo Oficio
al Arzobispo de Boston: DS 3866-3872.
(83) Conc. Ecum. Vat.II, Decr. Ad gentes, 7.

30
(84) 3 Juan Pablo II, Enc.Redemptoris missio, 18.
(85) Son las semillas del Verbo divino (semina Verbi), que la Iglesia reconoce con gozo y
respeto (cf. Conc.Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 11, Decl. Nostra aetate, 2).
(86) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 29.
(87) Cf. Ibíd.; Catecismo de la Iglesia Católica, 843.
(88) Cf. Conc. de Trento, Decr. De sacramentis, can. 8 de sacramentis in genere: DS 1608.
(89) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55.
(90) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 17; Juan Pablo II, Enc.
Redemptoris missio, 11.
(91) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 36.
(92) Cf. Pío XII, Enc. Myisticis corporis, DS 3821.
(93) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 14.
(94) Conc. Ecum. Vat. II, Decl. Nostra aetate, 2.
(95) Conc.Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 7.
(96) Catecismo de la Iglesia Católica, 851; cf. también, 849-856.
(97) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55; Exhort. ap. Ecclesia in Asia, 31, 6-XI-
1999.
(98) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decl. Dignitatis humanae, 1.
(99) Ibíd.
(100) Cf. Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 15.
La horrible palabra dogma
Fuente: conoze.com
Autor: Louis de Wohl
Es bastante típico de nuestra época confusa, llena de fuegos fatuos irreflexivos, el hecho
de que la palabra dogma se haya convertido para muchos casi casi en un improperio. Se
habla de postura dogmática y con ello se quiere decir postura ergotista. Se califica a una
persona de dogmática y con ello se pretende expresar que es un testarudo obstinado. Se
proclama con indignación que en la época actual no queda ya lugar para dogmas. Pero el
mayor reproche va dirigido a las iglesias, acusándolas de dogmatismo extremado en sus
doctrinas.

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El maestro que nos enseña que dos por dos son cuatro nos está enseñando un dogma,
un dogma aritmético. Naturalmente soy muy libre de desconfiar de él considerándole un
testarudo obstinado y ergotista. Pero si quiero llegar a algún resultado en aritmética, no
tendré más remedio que aceptar su dogma globalmente. Claro que en este caso resulta
fácil de comprobar. En otros terrenos es a veces más difícil.
Pero el concepto de dogma no queda agotado con la traducción de la palabra griega. Un
dogma es un artículo de fe o de doctrina, que es obligatorio aceptar si se desea pertenecer
al credo o doctrina correspondiente, y la aceptación del dogma o de los dogmas es lo que
constituye la calidad de socio. Y no existe ninguna doctrina -tanto si es religiosa como
política o científica- que no tenga dogmas: No existe, ni puede tampoco existir, pues la
falta de dogmas sería la libertad sin límites, y la libertad sin límites es la anarquía, es decir,
lo contrario de una doctrina. Toda doctrina establece límites. El liberal tiene que creer en
los principos del liberalismo, pues de lo contrario no será liberal. El cristiano, cualquiera
que sea su confesión, deberá creer en Cristo, pues de lo contrario no será cristiano.
Los cristianos, los judíos y los mahometanos creen en el dogma: «NO hay más que un
solo Dios». Quien cree en quince dioses o en dos o en setecientos, no podrá ser ni
cristiano, ni judío, ni mahometano. En todas las doctrinas existen cuestiones facultativas,
que pueden aceptarse, pero que no es obligatorio aceptar. Los dogmas son simplemente
aquellas cosas que estamos obligados a aceptar si queremos «pertenecer a ello», son el
hueso duro del fruto y sin él no puede haber fruto.
La sangre es líquida, los tendones y músculos son elásticos, los tejidos son blandos, pero
los huesos tiene que ser duros, si queremos caminar derechos.
Autor: P. Eduardo Volpacchio | Fuente: Algunas respuestas

¿Por qué Dios me creó si sabía que me iba a condenar?


Quién no se ha planteado alguna vez una pregunta acuciante: si sabía que me iba a
condenar ¿por qué Dios me creó?¿Tiene sentido esta pregunta? ¿Cómo se responde?
Esta pregunta, planteada con aparente inocencia, desconcierta a algunos cristianos.
Se trata de una pregunta tramposa ya que encierra una grave acusación a Dios y hace
muy difícil a quien se bloquea con ella, hacer lo necesario para alcanzar la salvación.
Hay quienes la repite ingenuamente: la escucharon, los impactó y no supieron qué
responder. Pero también hay quienes la susurran en los oídos de cristianos con la
intención de sembrar dudas, abrir grietas en su fe, confundirlos, etc.
I. El cuestionamiento
En primer lugar hay que decir que lo que aparenta ser una pregunta, en realidad es un
cuestionamiento a Dios: se lo acusa de injusticia y perversidad.

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Si me creó sabiendo que me condenaría, es evidente que no tengo chance de escapar al
infierno. El lo sabe y lo sabía antes de crearme. De manera que Dios sería injusto al no
dame la posibilidad de salvarme.
Dios sería cruel: si sabía que me voy a condenar, creándome me condenó a condenarme.
Si fuera bueno, cuando sabe que alguien se condenará no lo crearía… de manera que
nadie se condenaría.
Como se ve la frase que analizamos, en el fondo sugiere la maldad divina y, yendo un
poco más allá, el ateísmo. El planteo se parece bastante a la tentación del pecado original,
en cuanto pretende poner en duda la bondad de Dios.
En efecto, pertenece a una línea de argumentos que intenta demostrar la no existencia de
Dios: bastaría con demostrar que Dios carece de atributos divinos para demostrar que ese
Dios no existe. Veamos de qué manera.
Por definición Dios tiene que ser bueno. Si se demostrara que ese que llamas Dios es
malo, entonces estaría demostrando que sencillamente no es Dios... y al mismo tiempo
que no existiría... ya que es contradictorio que un ser por esencia bueno sea malo: y lo
contradictorio no puede existir.
II. Es una falacia.
La pregunta parte de algo falso y tiene varios presupuestos igualmente falsos. Además,
veremos que carece de lógica, acabando por ser absurda. Y para peor de males, desvía
de la verdadera ocupación por la salvación, llevando a preocupaciones estériles.
1. Es falso que Dios nos cree “sabiendo” cuál será nuestra respuesta libre.
El problema no es de «ignorancia», sino de falta temporalidad.
La eternidad es un presente absoluto. Por definición supone la no temporalidad: no hay ni
pasado ni futuro. De manera que en la eternidad carece absolutamente de sentido pensar
en un «antes» y un «después».
Por tanto, no cabe plantearse un conocimiento anterior a la creación, una creación
posterior a ese conocimiento y una condenación sucesiva en el tiempo, por el sencillo
motivo que Dios está fuera del tiempo: para El no existe un antes y un después: todo es
un continuo presente. De esta manera, el instante en que Dios crea y el momento de mi
muerte son el mismo momento eterno. El «sabe» sin más, no hay un antes en el cual
calcule mi respuesta, ni una previsión de la misma.
Dios no puede saber mi destino eterno antes de crearme sencillamente porque no existe
ese antes.
De manera que el problema que la pregunta plantea no existe.

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Esto no es fácil de entender. El misterio reside en la conjugación de nuestra temporalidad
con la eternidad de Dios. No podemos imaginarnos la eternidad porque carecemos de
experiencia de la misma. Pero para nuestro asunto basta entender que en la eternidad, no
existe ni el pasado ni el futuro: todo es presente.
2. La sola posibilidad de que Dios pueda crear a alguien para que se condene no sólo es
falsa sino también impensable.
Si Dios creara en previsión a la condenación aunque sea de una sola persona, sería
perverso.
Dios es amor y toda su obra creadora y redentora es de amor. Quiere que todos se salven:
no crea a nadie para que se condene, sino a todos para que tengan una vida eternamente
feliz en la gloria. Que algunos no acepten el amor de Dios y lo rechacen, no hace malo a
Dios... sino a quien lo rechaza... La Teología enseña que no hay predestinación al mal.
3. Supone un error en la consideración de la salvación o condenación como si fuese algo
externo a nosotros: que viene de afuera, ajeno a mí.
Esto no es cierto: quien se condena, quiere condenarse. Nadie está en el infierno contra
su voluntad. Esto es quizá lo más traumático del infierno. Basta leer el Catecismo de la
Iglesia Católica (n. 1033):
«Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. (…) Morir en
pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa
permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado
de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que
se designa con la palabra "infierno".»
4. Es absurdo acusar a Dios de mi posible condenación cuando Dios ofrece la salvación a
todos y da todo lo necesario para salvarnos.
Frente a El sólo cabe el agradecimiento: me creó, se hizo hombre para redimirme, murió
en la cruz por mí, se me da El mismo como alimento en la Eucaristía, está dispuesto a
perdonarme todo lo que haga falta... Es decir, para salvarme ha hecho mucho más de lo
que jamás podría haber esperado... Acusarlo de condenarme... es bastante caradura,
desagradecido, hipócrita... Es como si el hijo pródigo, a su vuelta, en vez de acoger el
perdón y gozar de la fiesta que le ofrece su padre, se volviera a ir, esta vez enojado con
su padre porque lo dejó ir la vez anterior, lo culpara de sus pecados y rechazara la amorosa
acogida. Como si hubiera vuelto sólo a insultar a su padre…
5. Es absurdo hablar de un futuro libre como si estuviera determinado.

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Es ridículo hablar de mi posible condenación como un hecho por la sencilla razón de que
ahora no estoy condenado y tengo todos los medios para salvarme. Si quiero me salvo, si
no quiero no me salvo: depende de mí.
El cuestionamiento falla al presentar mi condenación como una fatalidad a la que estoy
determinado haga lo que haga. Y esto no es cierto.
No es lógico hablar de un futuro que está en mis manos como de algo ya realizado y
decidido por otro.
6. Es absurdo pretender poner en Dios la responsabilidad de algo que yo decido
libremente.
El cuestionamiento pretende culpar a Dios de mi condenación, cuando en realidad yo soy
el artífice de mi salvación o condenación. Supone desconocer la responsabilidad de mis
propios actos y decisiones libre. Poner la responsabilidad de mi condenación en Dios es
al menos irresponsable.
¿Qué sentido tiene culpar a Dios de algo que yo decido ahora libremente?
7. Supone el rechazo de nuestra libertad.
Hay quienes reniegan de su libertad. Dicen: ¿por qué Dios m e creó libre? Preferirían no
serlo...
Hay un razonamiento implícito: "Dios me crea libre", "yo libremente me condeno", por tanto
"Dios -al haberme hecho libre - es culpable de mi condenación".
Por el contrario la libertad es el mayor don que Dios nos ha dado en el plano natural,
después de la vida (condición de todo don): ¡ser libre es muy bueno! La libertad es
condición del amor: sin libertad no se puede amar. Dios nos hizo libres para que fuésemos
capaces de amar. Quiso correr el riesgo de nuestra libertad: que al mismo tiempo
fuésemos capaces de odiar… Pero la decisión es nuestra.
8. Supone la contradicción de querer salvarse y -al mismo tiempo- querer hacer lo
necesario para condenarse.
Está implícito el deseo de salvación y el rechazo de los medios que conducen a ella. Como
única solución se ve el "hubiera sido mejor no haber sido creado".
En el fondo se rechaza el proyecto de Dios para el hombre.
9. Supone rechazar la misericordia divina:
No podemos olvidar que Dios perdona siempre... de manera que sólo se puede condenar
quien no acepte la misericordia divina.

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Evidentemente el perdón divino exige que nos arrepintamos. Porque respeta nuestra
libertad. No puede perdonarnos si nosotros rechazamos el perdón: no nos perdona en
contra de nuestra voluntad. Para recibir el perdón hay que querer ser perdonado. Si yo no
rechazo mi pecado, Dios «no me lo quita». Sin arrepentimiento (=rechazar mi pecado) no
hay perdón posible, porque sería absurdo: yo querría conservar mi pecado y Dios me lo
sacaría contra mi voluntad... Dios me obligaría a salvarme, cosa que yo no quiero.
10. Supone un error en la concepción de la conjugación de la libertad y la ciencia divina.
Que Dios «vea» como actúo no me quita libertad.
III. Paraliza y amarga
Un segundo problema con la pregunta que nos ocupa es que no conduce a nada, paraliza
y amarga. Produce unos sentimientos que conducen a la condenación, al pretender dar
por supuesta mi posible condenación, destruyendo la esperanza que es la que la hace
posible.
Lleva a encarar mal la vida. Distrae del objetivo. Su principal gravedad es que desvía del
camino de salvación.
Lo absurdo del planteo es que lleva a no poner los medios para la salvación. La hace
parecer imposible.
La pregunta es ¿es tan difícil salvarse? La verdad que no. Conocemos el camino: está
bien determinado. Cristo nos dejó los sacramentos, su palabra y hasta su cuerpo.
Es muy práctico. ¿Qué hacer para salvarse? Ir a Misa el domingo, confesarse de vez en
cuando, rezar un poco todos los días, tratar de cumplir los mandamientos. Está al alcance
de la mano. No es tan difícil. Además el premio es grandioso.
Hay que tener en cuenta que plantea las cosas fuera de su contexto real: conseguir la
salvación no es fácil ni difícil: depende de la gracia de Dios y de nosotros.
El cauce está claro. Es accesible. Requiere esfuerzo.
Nos viene bien es este momento recordar una idea de C.S. Lewis: el demonio tiene interés
en que nuestra atención se centre en lo que puede pasarnos, mientras que Dios quiere
que la tengamos en lo que tenemos que hacer. Dejemos pues de pensar si nos
condenaremos y comencemos a poner por obra lo que sabemos que nos conduce a la
salvación.
Conclusión: el cuestionamiento falla por todos lados y por tanto no es sostenible
racionalmente. No dejes que te robe el tiempo y la serenidad
Lo verdaderamente importante no son las especulaciones rebuscadas. Por ese camino no
alcanzaremos la salvación y nos llenaremos de angustias.

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La salvación es posible para todos. Dios quiere que nos ocupemos de buscarla por los
caminos que El nos ha mostrado y haciendo uso de los medios que El mismo nos ha dado.
Sería ridículo dejar de poner lo que está a nuestro alcance para ser santos y al mismo
tiempo lamentarse de supuestas fatalidades condenatorias.
Nota final
Hay otros cuestionamientos semejantes que pretenden negar la omnipotencia divina. Es
interesante analizarlos brevemente ya que hacen uso de la negación del principio de no
contradicción:
¿Puede Dios hacer una piedra tan grande que no pueda levantar?
¿Puede Dios hacer un círculo cuadrado?
Evidentemente Dios no puede hacer lo contradictorio. Pero esto no es una imperfección ni
una limitación. Sencillamente la contradicción no puede existir.
El principio de no contradicción es una ley del ser: "el ser es y el no ser no es". "Es
imposible que algo sea y no sea al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto".
Si vas al núcleo de la pregunta, lo que se plantea es ¿puede Dios no poder? Y esto es
absurdo.
Es como si se preguntara: ¿puede Dios crear algo que no exista? ¿puede crear la nada?
No, Dios no puede hacer existir el no ser. Y esto es pura lógic a. No existe ningún problema
en que Dios no pueda ir contra la lógica.
De la misma manera Dios no puede pecar ni equivocarse, y esto no es una limitación sino
perfección suprema.

Juan Pablo II responde a: ¿por qué hay tantas religiones?


Zenit31/01/2002
Si Dios es Uno solo y se ha revelado en Jesucristo, ¿por qué ha permitido tantas
religiones? Esta es una de las preguntas que podría plantear la Jornada de oración en
Asís, a la que Juan Pablo II ha dado su propia respuesta. Se la planteó el periodista italiano
Vittorio Messori en el libro "Cruzando el umbral de la esperanza" (Plaza & Janés, 1994).
El pontífice dedicó cuatro capítulos a responderla.
En el libro el Papa afirma que "en vez de sorprenderse de que la Providencia permita tal
variedad de religiones, deberíamos más bien maravillarnos de los numerosos elementos
comunes que se encuentran en ellas". Cristo vino al mundo para todos los pueblos, dice
el Papa, "los ha redimido a todos y tiene ciertamente Sus caminos para llegar a cada uno
de ellos, en la actual etapa escatológica de la historia de la salvación. De hecho, en

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aquellas regiones muchos lo aceptan y muchos más tienen en Él una fe implícita (cf.
Hebreos 11,6)".
Respecto al Islam el Papa señala que "cualquiera que, conociendo el Antiguo y el Nuevo
Testamento, lee el Corán, ve con claridad el proceso de reducción de la Divina Revelación
que en él se lleva a cabo. Es imposible no advertir el alejamiento de lo que Dios ha dicho
de Sí mismo, primero en el Antiguo Testamento por medio de los profetas y luego de modo
definitivo en el Nuevo Testamento por medio de Su Hijo. Toda esa riqueza de la
autorrevelación de Dios, que constituye el patrimonio del Antiguo y del Nuevo Testamento,
en el islamismo ha sido de hecho abandonada.
Al Dios del Corán se le dan unos nombres que están entre los más bellos que conoce el
lenguaje humano, pero en definitiva es un Dios que está fuera del mundo, un Dios que es
sólo Majestad, nunca el Emmanuel, Dios-con-nosotros. El islamismo no es una religión de
redención. No hay sitio en él para la Cruz y la Resurrección. Jesús es mencionado, pero
sólo como profeta preparador del último profeta, Mahoma. También María es recordada,
Su Madre virginal; pero está completamente ausente el drama de la Redención. Por eso,
no solamente la teología, sino también la antropología del Islam, están muy lejos de la
cristiana".
"Sin embargo, prosigue el pontífice, la religiosidad de los musulmanes merece respeto. No
se puede dejar de admirar, por ejemplo, su fidelidad a la oración. La imagen del creyente
en Alá que, sin preocuparse ni del tiempo ni del sitio, se postra de rodillas y se sume en la
oración, es un modelo para los confesores del verdadero Dios, en particular para aquellos
cristianos que, desertando de sus maravillosas catedrales, rezan poco o no rezan en
absoluto.
El Concilio ha llamado a la Iglesia al diálogo también con los seguidores del "Profeta", y la
Iglesia procede a lo largo de este camino. Leemos en la "Nostra aetate": "Si en el
transcurso de los siglos no pocas desavenencias y enemistades surgieron entre cristianos
y musulmanes, el Sacrosanto Concilio exhorta a todos a olvidar el pasado y a ejercitar
sinceramente la mutua comprensión, además de a defender y promover juntos, para todos
los hombres, la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad" (n. 3)"
Por lo que respecta al Judaísmo, Juan Pablo II sostiene que "las palabras de la "Nostra
aetate" suponen un verdadero cambio. El Concilio dice: "La Iglesia de Cristo reconoce que,
efectivamente, los comienzos de su fe y de su elección se encuentran ya, según el misterio
divino de salvación, en los Patriarcas, Moisés y los Profetas. [...] Por eso, la Iglesia no
puede olvidar que ha recibido la revelación del Antiguo Testamento por medio de aquel
pueblo con el que Dios, en su inefable misericordia, se dignó sellar la Alianza Antigua, y
que se nutre de la raíz del buen olivo en el que han sido injertados los ramos del olivo
silvestre que son los gentiles. [...] Por consiguiente, siendo tan grande el patrimonio
espiritual común a los cristianos y a los hebreos, este Sacro Concilio quiere promover y

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recomendar entre ellos el mutuo conocimiento y estima, que se consigue sobre todo por
medio de los estudios bíblicos y de un fraterno diálogo" (n. 4)".
"Tras las palabras de la declaración conciliar está la experiencia de muchos hombres, tanto
judíos como cristianos. Está también mi experiencia personal desde los primerísimos años
de mi vida en mi ciudad natal. Recuerdo sobre todo la escuela elemental de Wadowice,
en la que, en mi clase, al menos una cuarta parte de los alumnos estaba compuesta por
chicos judíos. Y quiero ahora mencionar mi amistad, en aquellos tiempos escolares, con
uno de ellos, Jerzy Kluger. Amistad que ha continuado desde los bancos de la escuela
hasta hoy. Tengo viva ante mis ojos la imagen de los judíos que cada sábado se dirigían
a la sinagoga, situada detrás de nuestro gimnasio. Ambos grupos religiosos, católicos y
judíos, estaban unidos, supongo, por la conciencia de estar rezando al mismo Dios. A
pesar de la diversidad de lenguaje, las oraciones en la iglesia y en la sinagoga estaban
basadas, en considerable medida, en los mismos textos" [...].
"Este extraordinario pueblo continúa llevando dentro de sí mismo las señales de la elección
divina. Lo dije una vez hablando con un político israelí, el cual estuvo plenamente de
acuerdo conmigo. Sólo añadió: "¡Si esto fuera menos costoso...!" Realmente, Israel ha
pagado un alto precio por su propia "elección". Quizá debido a eso se ha hecho más
semejante al Hijo del hombre, quien, según la carne, era también Hijo de Israel; el dos mil
aniversario de Su venida al mundo será fiesta también para los judíos" [...].
"Cuándo podrá el pueblo de la Antigua Alianza reconocerse en la Nueva es, naturalmente,
una cuestión que hay que dejar en manos del Espíritu Santo. Nosotros, hombres,
intentemos sólo no obstaculizar el camino"
También se refiere al Budismo. Al respecto, señala que "la soteriología [doctrina de la
salvación] del budismo constituye el punto central, más aún, el único de este sistema. Sin
embargo, tanto la tradición budista como los métodos que se derivan de ella conocen casi
exclusivamente una soteriología negativa.
"La "iluminación" experimentada por Buda se reduce a la convicción de que el mundo es
malo, de que es fuente de mal y de sufrimiento para el hombre. Para liberarse de todo este
mal hay que liberarse del mundo; hay que romper los lazos que nos unen con la realidad
externa, por lo tanto, los lazos existentes en nuestra misma constitución humana, en
nuestra psique y en nuestro cuerpo. Cuanto más nos liberamos de tales ligámenes, más
indiferentes nos hacemos a cuanto es el mundo, y más nos liberamos del sufrimiento, es
decir, del mal que proviene del mundo. ¿Nos acercamos a Dios de este modo? En la
"iluminación" transmitida por Buda no se habla de eso. El budismo es en gran medida un
sistema "ateo". No nos liberamos del mal a través del bien, que proviene de Dios; nos
liberamos solamente mediante el desapego del mundo, que es malo. La plenitud de tal
desapego no es la unión con Dios, sino el llamado "nirvana", o sea, un estado de perfecta

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indiferencia respecto al mundo. Salvarse quiere decir, antes que nada, liberarse del mal
haciéndose indiferente al mundo, que es fuente de mal".
En cuanto al hinduísmo, el Papa opina que en éste "los hombres investigan el misterio
divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes
esfuerzos de la filosofía; buscan la liberación las angustias de nuestra condición, sea
mediante formas de vida ascética, sea a través de la profunda meditación, sea en el refugio
en Dios con amor y confianza. En el hinduismo, según sus varias escuelas, se reconoce
la radical insuficiencia de este mundo mudable y se enseña un camino por el que los
hombres, con corazón devoto y confiado, se hagan capaces de adquirir el estado de
liberación perfecta o de llegar al estado de suprema iluminación por medio de su propio
esfuerzo, o con la ayuda venida de lo alto" ("Nostra aetate", 2).
"El Concilio recuerda que "la Iglesia católica no rechaza nada de cuanto hay de verdadero
y santo en estas religiones. Considera con sincero respeto esos modos de obrar y de vivir,
esos preceptos y esas doctrinas que si bien en muchos puntos difieren de lo que ella cree
y propone, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los
hombres. Pero Ella anuncia y tiene la obligación de anunciar a Cristo, que es "camino,
verdad y vida" (Juan 14,6), en quien los hombres deben encontrar la plenitud de la vida
religiosa y en quien Dios ha reconciliado Consigo mismo todas las cosas" ("Nostra aetate",
2).
Por último, y en lo que respecta a las religiones animistas, el Papa señala que "ponen en
primer plano el culto a los antepasados. Parece que quienes las practican se encuentren
especialmente cerca del cristianismo. Con ellos, también la actividad misionera de la
Iglesia halla más fácilmente un lenguaje común. ¿Hay, quizá, en esta veneración a los
antepasados una cierta preparación para la fe cristiana en la comunión de los santos, por
la que todos los creyentes vivos o muertos forman una única comunidad, un único cuerpo?
La fe en la comunión de los santos es, en definitiva, fe en Cristo, que es la única fuente de
vida y de santidad para todos. No hay nada de extraño, pues, en que los animistas
africanos y asiáticos se conviertan con relativa facilidad en confesores de Cristo,
oponiendo menos resistencia que los representantes de las grandes religiones del
Extremo Oriente".

Para una relación más justa con los animales


Marie HENDRICKX
Hay un sufrimiento que linda con el misterio, el misterio de la presencia del mal en el
mundo. Este sufrimiento es inevitable. Hay otro que pertenece a la constitución misma de
la creación y que se puede dominar. En el primer caso, ha sido asumido por Cristo
crucificado y transformado por él hasta llegar a ser para él y para los que le «siguen» el
camino que lleva a la vida en Dios. En el segundo caso, al hombre se le pide que no lo

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provoque sin razón y que lo elimine cuando es posible hacerlo. Este deber vale para todo
individuo y para las demás personas con quienes el individuo está en contacto. La
predicación de Jesús y los escritos apostólicos están llenos de indicaciones de este tipo.
Bastará citar la «regla de oro» propuesta por Jesús, que sintetiza la Ley y los Profetas:
«Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt
7, 12; cf. Lc 6, 31; Rm 13, 8-10).
¿Se aplica algo análogo al mundo animal? Más precisamente, ¿se tiene el deber moral de
evitar en lo posible el sufrimiento a los animales? Una corriente de pensamiento que se
puede llamar «igualitaria (como, por ejemplo, Peter Singer) se niega a reconocer al hombre
cualquier privilegio de derecho con respecto a los demás seres vivos. Según esta teoría,
cuando nos encontramos ante dos intereses en conflicto, debería prevalecer el del ser vivo
más «dotado», es decir, el más capaz de sentir conscientemente el dolor. Desde este
punto de vista, una persona adulta tendría ciertamente la precedencia sobre un animal,
pero un animal prevalecería sobre cualquier ser humano en estado de «deficiencia»:
comatoso, discapacitado mental, etc. Según la misma lógica «igualitaria», el interés vital
de un animal tendría la precedencia con respecto a cualquier interés secundario de un ser
humano.
El pensamiento cristiano va en un sentido muy diverso. Tiene como centro a Cristo y, en
él, al hombre. Aunque parezca extraño, precisamente por esta dignidad atribuida al
hombre, algunos ecologistas reprochan a la fe cristiana que sólo considera el medio
ambiente como un marco de la actividad humana. Los animales, en particular, quedarían
reducidos al rango de reserva. El hombre puede servirse de ellos en función de sus
necesidades; puede usar o incluso abusar de ellos a su antojo, como si fueran meros
instrumentos con respecto a los cuales no tiene ningún deber, dado que no poseen ningún
derecho.
El Catecismo de la Iglesia católica parecería confirmar esta visión de las cosas. Así, en el
número 2415, dice: «Los animales, como las plantas y los seres inanimados, están
naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura» yen
el número 2417 añade: «Dios confió los animales a la administración del que fue creado
por él a su imagen. Por tanto, es legítimo servirse de los animales para el alimento y la
confección de vestidos. Se los puede domesticar para que ayuden al hombre en sus
trabajos y en sus ocios».
A partir de aquí, se plantean los siguientes problemas: el derecho de servirnos de los
animales para alimentarnos, ¿implica el de criar pollos en batería, cada uno de los cuales
sólo dispone de un espacio más pequeño que la hoja de un cuaderno?, ¿o becerros en
jaulas donde no pueden ni moverse ni ver la luz?, ¿o mantener cerdas sujetas con argollas
de hierro en posición de lactancia para permitir a una serie de cerditos mamar sin parar
nunca y así crecer más rápidamente?

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El derecho a utilizar a los animales para la confección de vestidos, ¿implica el de dejar
morir lentamente de hambre, de sed, de frío o de hemorragia, en los cepos, a animales de
piel preciosa? El derecho de servirse de los animales para nuestros ocios, ¿implica el de
estoquear toros después de haberlos atormentado durante largo tiempo con banderillas?,
¿implica el de dejar que destripen caballos?, ¿implica el de lanzar gatos o cabras desde
la altura de campanarios?
Antes de intentar responder a estas preguntas, es preciso notar inmediatamente que la
siguiente frase del Catecismo, que provocó fuertes protestas, hasta el punto de que se
acusó a la posición católica de favorecer la vivisección, fue modificada entre la primera
edición y la versión típica oficial. En efecto, donde el texto de 1992 (n. 2417) decía: «Los
experimentos médicos y científicos en animales, si se mantienen en límites razonables,
son prácticas moralmente aceptables, pues contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas»,
ahora se lee: «Los experimentos médicos y científicos en animales son prácticas
moralmente aceptables, si se mantienen dentro de límites razonables y contribuyen a curar
o salvar vidas humanas». ¿Donde radica la diferencia? Simplemente en el hecho de que
el «pues» fue sustituido por un «si», es decir, a condición de que... Ya no se afirma a priori
que los experimentos médicos y científicos en animales contribuyen «a cuidar o salvar
vidas humanas» y, por consiguiente, que son prácticas moralmente aceptables. Antes de
realizarse legítimamente, debe constar su utilidad.
Antes de proseguir, conviene subrayar que estas reacciones al Catecismo sólo en parte
eran justificadas, porque en realidad la segunda versión no hizo más que precisar el
sentido de la primera. Admitiendo a priori que los experimentos en animales no eran
moralmente permitidos salvo para prestar un servicio al hombre, se suponía que hubo
anteriormente un esfuerzo de discernimiento para considerarlos tales. Por tanto, con
perfecta lógica, se puede afirmar que el Catecismo indicó claramente los criterios para una
reflexión sólida y sensata por lo que atañe al comportamiento que se ha de tener hacia los
animales: «Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y
sacrificar sin necesidad su vida» (n. 2418).
¿En qué consiste la dignidad humana? ¿Por qué el hombre es superior al animal? El libro
del Génesis nos dice que sólo la especie humana fue creada a «imagen» y «semejanza»
de Dios (cf. Gn 1, 26). La fe de la Iglesia a menudo ha identificado esta «imagen» con la
razón, este aspecto específicamente humano de la inteligencia que deriva de una
participación particular en la inteligencia divina (cf., por ejemplo, Gaudium et spes, 15).
Ciertamente, los animales tienen una habilidad innata, que les permite encontrar
soluciones ingeniosas en situaciones concretas difíciles, orientar los medios hacia los fines
que el instinto les asigna. Sin embargo, son incapaces de tomar una distancia con respecto
a sí mismos para captar un objeto como tal o su propia existencia como un todo. En suma,
son incapaces de «intus-legere», de leer en los seres y en las cosas.

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Igualmente la voluntad humana participa de un modo específico en la de Dios. Lleva en sí
misma ante todo el deseo de encontrar en él su realización. Desde su nacimiento, está
fundamentalmente orientada al bien. Pero dado que está sostenida por una inteligencia
capaz de distanciarse, es libre, o sea, capaz de adherir al deseo que la funda o de
renunciar a él para dejarse seducir por bienes menores, pasajeros, egoístas, parciales, y
para buscar satisfacciones inmediatas, sin tener en cuenta sus consecuencias para el
futuro o para los demás. Es el drama del pecado.
Tener (al menos virtualmente) la capacidad de percibirse y comportarse como un «yo»
frente a un «tú» es lo específico del hombre. En su Hijo, Dios constituyó al hombre como
persona, por tanto, como su interlocutor, aunque no sepamos cómo mantiene el Señor
esta relación con los más débiles y los más discapacitados de entre nosotros. Por lo
demás, a partir de esta verdad innegable podemos estar seguros de que de alguna manera
Dios deja espacio para la respuesta libre de cada uno (cf., para un caso análogo, Gaudium
et spes, 22).
Si nuestra dignidad consiste en ser semejantes a Dios, de ahí deriva que cuanto más nos
comportemos como Dios, tanto más seremos nosotros mismos. Se puede y también se
debe dar gracias a Dios por la belleza de un cabrito, de un felino o de un perro, como por
la belleza del sol, de la luna y de la lluvia (cf. Cántico de las criaturas). Pero no sólo. Las
«Florecillas» refieren también el episodio del lobo de Gubbio. Esta bestia feroz aterrorizaba
a toda la región. Los habitantes pidieron a Francisco que interviniera y él hizo un pacto con
el animal: los campesinos lo alimentarían y, en cambio, él ya no agrediría a su ganado. «Y
mientras Francisco tendía la mano para acoger su compromiso, el lobo alzó la pata anterior
derecha y con delicadeza la posó sobre su mano» (Florecillas, cap. 21).
Esto indica que la santidad, reconciliación del hombre con Dios, entraña una fuerza de
atracción que arrastra a la creación en un movimiento de reconciliación general. Es lo que
sugiere claramente la sagrada Escritura. ¿No nos describe así el profeta Isaías los tiempos
mesiánicos: «Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el
novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. (...) Hurgará el niño
de pecho en el agujero del áspid (...) porque la tierra estará llena del conocimiento del
Señor, como cubren las aguas el mar» (Is 11, 6-9)? El «conocimiento del Señor»... El
término hebreo evoca algo carnal, como una comunión de vida; conocer al Señor quiere
decir llegar a ser de algún modo consustancial con él. Eso implica también estar
perfectamente reconciliado con la creación.
La armonía recuperada con el Creador gracias al niño mesiánico se traducirá en una nueva
armonía con la creación a la que pertenece también el mundo animal. En el momento del
encuentro definitivo con el Amado, nuestro corazón será semejante al suyo, de forma que
todos nuestros afectos pasados, por humildes que sean, encontrarán en él su lugar,
purificados y justos, ordenados a él. Para Dios nada de lo humano puede perderse, ni

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siquiera los vínculos que hayamos entablado con las criaturas animales, que poblaban por
ejemplo nuestras soledades.
Si así están las cosas, es preciso repetir, con el Catecismo, que el hombre no tiene
justificaciones para «hacer sufrir inútilmente a los animales» y, por consiguiente, no se
debe prestar a ello si puede evitarlo o incluso si no existen razones graves para hacerlo.
Ciertamente, el deber de alimentar a la propia familia o a grandes grupos de población
puede justificarlo, pero no el lucro como único motivo. Además, el placer que se
experimenta con el sufrimiento de un ser vivo siempre es malsano.
El sufrimiento físico es el signo sensible de un atentado contra la vida; la vida se manifiesta
como el soporte biológico de las relaciones. Ahora bien, aunque parezca un poco
esquemático, las relaciones pueden ser de dos clases: las que se tienen con las personas
y las que se tienen con los seres que no son personas. Un ser con el que podemos
relacionarnos considerándolo un fin es una persona, humana o divina.
Un atentado contra la vida, un sufrimiento infligido al ser humano, que es un fin en sí
mismo, no es moralmente justificable salvo en el caso de que permita al que lo padece (y
eventualmente también a otros) vivir mejor, intensificar y mejorar sus relaciones humanas,
acercarse a Dios. En el caso de los animales, un sufrimiento no puede infligirse
legítimamente salvo en condiciones análogas.
La dinámica de las relaciones en el mundo ha quedado corrompida por el pecado. El
cristiano, en su lucha contra el pecado, tenderá a renovarla en el sentido de la gracia, del
amor razonable hacia todos los seres vivos.
Esta observación puede ayudar a aclarar el problema de los espectáculos que implican
una violencia contra los animales. A menudo se trata de fiestas de color y de movimiento,
y se comprende que las multitudes queden fascinadas por el espectáculo de la inteligencia
humana que triunfa sobre la fuerza bruta y desencadenada. Se comprende también que
de ellas pueda derivar un sentimiento de solidaridad, de emoción común, que les parece
justificar el sacrificio del animal y el peligro para el hombre. Pero, ¿se trata de una
solidaridad real, de un acercamiento auténtico entre las personas? ¿Hay verdaderamente
una purificación colectiva de la agresividad? Si fuera verdadera la teoría de la «catarsis»,
una sociedad sería tanto más pacífica cuanto más multiplicara los espectáculos brutales.
Ahora bien, todos sabemos que sucede precisamente lo contrario. Si esta es la situación,
hace falta poner en práctica todos los medios para obtener lo que constituye el valor del
espectáculo, sin que sea a costa del animal y sin riesgos excesivos para el hombre.
Porque, si la santidad lleva a la reconciliación con la naturaleza, es probable que la
reconciliación bien entendida con la naturaleza favorezca a su vez mejores relaciones con
Dios. O, si la justa relación con Dios hace justos con respecto a las personas y benévolos
para con los animales, la benevolencia hacia los animales podría a su vez despertar en el

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corazón del hombre sentimientos de admiración y de alabanza por la obra grandiosa del
Creador del universo.
LOS CREYENTES EN LAS DEMÁS RELIGIONES, ¿SE SALVAN?
Responde el cardenal Joseph Ratzinger
CIUDAD DEL VATICANO, 5 septiembre (ZENIT.org).- «¿Cómo es posible explicar a un
judío o a un luterano el carácter único de Cristo y de la Iglesia católica». Esta fue la
pregunta que planteó un periodista al cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, en la rueda de prensa de presentación de la
declaración «Dominus Iesus», sobre el carácter único y universal de la salvación de Cristo
y de la Iglesia.
Al referirse a un judío creyente, el cardenal Ratzinger aclaró que «estamos de acuerdo en
que un judío --y esto sirve para los creyentes de las demás religiones-- no necesita conocer
o reconocer a Cristo como Hijo de Dios para salvarse, si para ello existen impedimentos
insuperables de los que no tiene culpa. Ahora bien, el hecho de que el hijo de Dios haya
entrado en la historia, se haya hecho parte de la historia y esté presente como realidad en
la historia, afecta a todos».
«Me parece importante explicar --añadió-- que Cristo no huyó al cielo, sino que se ha
quedado en la historia». Por este motivo, «podemos decir que la presencia escondida y
real de Cristo en la historia nos afecta a todos. Incluso para aquellos que se oponen o no
pueden encontrarse con Cristo esto constituye una realidad que transforma la historia. Es
algo importante para los demás, sin violar su conciencia».
CARDENAL RATZINGER: SI TODO ES RELATIVO, EL CRISTIANISMO NO TIENE
SENTIDO
Presentada la Declaración sobre el carácter único de la salvación de Jesús
CIUDAD DEL VATICANO, 5 septiembre (ZENIT.org).- Si todo es relativo, entonces no sólo
el cristianismo, sino incluso todas las religiones, no son más que disquisiciones teóricas
inútiles. Esta es la conclusión a la que llegó el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, al presentar esta mañana a la prensa la
declaración «Dominus Iesus», redactada por el organismo vaticano que dirige, en la que
además, se relanza el diálogo ecuménico y entre las religiones sin ambigüedades.
Las religiones no son equiparables
«En el vivaz debate contemporáneo sobre la relación entre el cristianismo y las demás
religiones --aclaró el cardenal alemán--, se abre camino la idea de que todas las religiones
son para sus seguidores caminos de salvación igualmente válidos. Se trata de una
persuasión difundida hoy día no sólo en ambientes teológicos, sino también en sectores

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cada vez más amplios de la opinión pública católica y no católica, especialmente en los
más influenciados por la orientación cultural que prevalece hoy en Occidente y que se
puede definir --sin temor de ser desmentidos-- con una palabra: relativismo».
Ahora bien, si todo es relativo, si todas las religiones son equiparables, la consecuencia,
según constató el cardenal es lógica: «El rechazo a identificar la figura histórica de Jesús
de Nazaret con la realidad misma de Dios, del Dios vivo».
Falsa tolerancia
Ratzinger, de 73 años, consideró que la filosofía relativista lleva, en última instancia, a la
eliminación de la concepción cristiana de Cristo y de la Iglesia. En efecto, una falsa idea
de tolerancia lleva «a marginar a quien se obstina en la defensa de la identidad cristiana y
en su pretensión de difundir la verdad universal y salvífica de Jesucristo».
«Esta falsa idea de tolerancia está ligada a la pérdida y a la renuncia a la verdad, que hoy
día es experimentada por muchos como una cuestión sin relevancia y de segunda
categoría», añadió. Esta tolerancia, que todo lo acepta, y que se despreocupa por la
verdad, se disfraza, según desenmascaró el purpurado, por la malformación de conceptos
como el de democracia, diálogo o encuentro con las culturas.
¿Religiones relativas?
Este es el punto débil de la cultura contemporánea: al no existir una búsqueda de la
verdad, «la fe ya no se distingue de la superstición, y la experiencia de la ilusión». De este
modo, aclaró el cardenal que dirige la Congregación de la Doctrina de la Fe desde hace
19 años, «sin una seria búsqueda de la verdad, el aprecio de las demás religiones se
convierte en algo absurdo y contradictorio, pues no existe un criterio para constatar lo que
es positivo de una religión, distinguiéndolo de lo que es negativo o fruto de la superstición
y el engaño».
Diálogo
Por lo que se refiere al diálogo con las demás religiones, el prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, teólogo que alcanzó prestigio mundial ya en el Concilio Vaticano
II, precisó que la idea, según la cual, las religiones del mundo son complementarias a la
revelación cristiana «es errónea». Ahora bien, «todo lo que hay de bueno y verdadero en
las religiones no debe perderse, es más, debe ser reconocido y valorado. El bien y la
verdad, allá donde se encuentre, proviene del Padre y es obra del Espíritu; las semillas
del Logos están esparcidas por doquier. Pero no se pueden cerrar los ojos ante los errores
y engaños que también están presentes en las religiones».
Por último, concluyó el cardenal Ratzinger, «la estima y el respeto por las religiones del
mundo, así como por las culturas que han ofrecido un enriquecimiento objetivo a la
promoción de la dignidad del hombre y al desarrollo de la civilización, no disminuye el

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carácter único y original de la revelación de Jesucristo y no limita ni mucho menos la tarea
misionera de la Iglesia».
Magisterio de la Iglesia
Monseñor Tarcisio Bertone, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aclaró
en la rueda de prensa que cuando el Vaticano publica una «declaración» «no está
enseñando nuevas doctrinas, sino que más bien reafirma y resume la doctrina de la fe
católica definida o enseñada en documentos precedentes del Magisterio de la Iglesia,
indicando su recta interpretación, ante errores o ambigüedades doctrinales difundidos en
el ambiente teológico y eclesial de hoy».
Por lo que se refiere a la autoridad de la declaración, monseñor Bertone explicó que «al
tratarse de un documento doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
expresamente aprobado por el sumo pontífice, forma parte del magisterio universal. Por
este motivo, aunque no es un acto propio del magisterio del sumo pontífice, refleja sin
embargo su pensamiento, pues ha sido aprobado y confirmado explícitamente por el Papa,
e indica también su voluntad de que su contenido sea considerado por toda la Iglesia, pues
él mismo ha ordenado su publicación».
«Por tanto --concluyó--, a los fieles se les pide su asentimiento de carácter definitivo e
irrevocable».
LAS RELIGIONES NO PUEDEN EQUIPARARSE ENTRE SÍ
Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe
CIUDAD DEL VATICANO, 5 septiembre (ZENIT.org).- En el agitado debate
contemporáneo sobre la relación entre cristianismo y otras religiones, no faltan entre los
teólogos católicos quienes afirman que las religiones son caminos igualmente válidos de
salvación. En este contexto, la Congregación para la doctrina de la fe, cuyo prefecto es el
cardenal Joseph Ratzinger, publica hoy la declaración «Dominus Iesus» sobre el carácter
único y universal de la salvación en Cristo y la Iglesia.
El documento, afronta particularmente las teorías relativistas que niegan o consideran
superables algunas verdades fundamentales de la fe católica acerca el carácter definitivo
y completo de la revelación de Jesús, el carácter inspirado de los libros de la Sagrada
Escritura, la unidad y universalidad salvífica del misterio de la encarnación, pasión y
muerte de Cristo y la mediación salvífica universal de la Iglesia.
Estas teorías se fundan sobre algunos presupuestos de naturaleza filosófica y teológica
bastante difundidos. Entre estos, la declaración señala, por ejemplo, la convicción de la
imposibilidad de comprender la verdad divina --ni siquiera por parte de la revelación
cristiana--; la actitud relativista con relación a la verdad, por la cual, aquello que es verdad
para algunos no lo es para otros; la contraposición radical que habría entre la mentalidad

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lógica occidental y la mentalidad simbólica oriental; el subjetivismo exasperado de quien
considera a la razón como única fuente de conocimiento; el vaciamiento metafísico del
misterio de la encarnación; el eclecticismo de quien, en la investigación teológica, asume
ideas derivadas de diferentes contextos filosóficos y religiosos, sin preocuparse de su
coherencia y compatibilidad con la verdad cristiana; la tendencia, en fin, a leer e interpretar
la Sagrada Escritura fuera de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.
Teniendo en cuenta este debate, la Comisión Teológica Internacional ya había publicado
en 1997 un documento, «El Cristianismo y las religiones», que con amplitud de referencias
bíblicas y motivaciones teológicas mostraba la falta de fundamento de una teología
pluralista de las religiones, afirmando en cambio la unicidad y la universalidad salvífica del
misterio de Cristo y de la Iglesia, fuente de toda salvación, dentro y fuera del cristianismo.
Sin embargo, dada la enorme y rápida difusión de la mentalidad relativista y pluralista, la
Congregación para la Doctrina de la Fe interviene ahora con la presente declaración para
reproponer y clarificar algunas verdades de fe.
En concreto, la declaración se articula en seis puntos, que resumen los datos esenciales
de la doctrina de la fe católica sobre el significado y el valor salvífico de las otras religiones.
Plenitud y carácter definitivo de la revelación de Jesucristo
Contra la tesis que sostiene el carácter limitado, incompleto e imperfecto de la revelación
de Jesús, la cual sería una complemento de la revelación presente en otras religiones, la
declaración reafirma la fe católica acerca la plena y completa revelación en Jesucristo del
misterio salvífico de Dios. Siendo Jesús verdadero Dios y verdadero hombre, sus palabras
y sus acciones manifiestan en modo total y definitivo la revelación del misterio de Dios,
aun cuando la profundidad de tal misterio permanece en si mismo trascendente e
inagotable. En consecuencia, aunque las demás religiones en ocasiones reflejan un rayo
de aquella Verdad que ilumina a todos los hombre (cf. «Nostra aetate», 2), se afirma
nuevamente que la calificación de libros inspirados se reserva solamente a los libros
canónicos del Antiguo y el Nuevo Testamento, que, en cuanto inspirados por el Espíritu
Santo, tienen a Dios por Autor y enseñan con firmeza, fidelidad y sin error la verdad sobre
Dios y la salvación de la humanidad. La declaración enseña además que debe ser
firmemente retenida la distinción entre fe teologal, que es la acogida de la verdad revelada
por Dios Uno y trino, y la creencia en las otras religiones, que es una experiencia religiosa
todavía en búsqueda de la verdad absoluta y carente todavía del asentimiento a Dios que
se revela.
El Logos encarnado y el Espíritu Santo en la obra de la salvación
Contra la tesis de la así llamada doble salvación: la del Verbo eterno, que sería universal
y, por lo tanto, válida también fuera de la Iglesia, y aquella del Verbo encarnado, que
estaría limitada solamente a los cristianos, la declaración afirma la unicidad de la salvación

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traída por el único Verbo encarnado, Jesucristo. Su misterio de encarnación, muerte y
resurrección es la fuente única y universal de salvación para toda la humanidad. El misterio
de Cristo tiene en efecto una intrínseca unidad, que se extiende desde la elección eterna
de Dios hasta la parusía. Jesús es el mediador y redentor universal. Por esto, es asimismo
errónea la hipótesis de una economía salvífica del Espíritu Santo investida de un carácter
más universal de la economía del Verbo encarnado, crucificado y resucitado. El Espíritu
Santo es de hecho el Espíritu de Cristo resucitado, y su acción no se pone fuera o al lado
de la acción de Cristo. Se trata, en efecto, de una única economía trinitaria, querida por el
Padre y realizada en el misterio de Cristo con la cooperación del Espíritu Santo.
Carácter único y universal de la salvación de Jesús
En consecuencia la declaración reafirma el carácter único y universal del misterio de
Cristo, que en su evento de encarnación, muerte y resurrección ha llevado a cumplimiento
la historia de la salvación, la cual tiene en él su plenitud, su centro y su fuente. Ciertamente,
la única mediación de Cristo no excluye mediaciones participadas de distintos tipos y
orden; estos, sin embargo, obtienen su significado y su valor únicamente de la mediación
de Cristo y no pueden entenderse como paralelas o complementarias. Las propuestas de
un obrar salvífico de Dios fuera de la única mediación de Cristo resultan contrarias a la fe
católica.
Unicidad y unidad de la Iglesia
Jesús continúa su presencia y su obra de salvación en la Iglesia y a través de la Iglesia,
que es su cuerpo. Así como la cabeza y los miembros de un cuerpo vivo a pesar de no
identificarse entre sí son inseparables, Cristo y la Iglesia non pueden confundirse ni
tampoco separarse.
Por ello, en conexión con la unicidad y la universalidad de la mediación salvífica de
Jesucristo, se debe creer firmemente como verdad de fe católica la unidad de la Iglesia
por él fundada. Los fieles están obligados a profesar que existe una continuidad histórica
entre la Iglesia fundada por Cristo y la Iglesia Católica. En efecto, la única Iglesia de Cristo
«subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en
comunión con él» («Lumen gentium», 8). En relación a la existencia de numerosos
elementos de santificación y de verdad fuera de su estructura visible (cf. ibid), o en las
Iglesias y Comunidades eclesiales que no están todavía en plena comunión con la Iglesia
Católica, es necesario afirmar que su eficacia «deriva de la misma plenitud de gracia y
verdad que fue confiada a la Iglesia católica» («Unitatis et redintegratio», 3).
Las Iglesias que no aceptan la doctrina católica del primado del Obispo de Roma
permanecen unidas a la Iglesia católica por medio de estrechísimos vínculos, como la
sucesión apostólica y la Eucaristía válidamente consagrada. Por eso, también en estas
Iglesias está presente y operante la Iglesia de Cristo, si bien falte la plena comunión con

49
la Iglesia católica. Por el contrario, las comunidades eclesiales que no han conservado el
episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia
en sentido propio; sin embargo, los bautizados en estas comunidades han sido
incorporados por el Bautismo a Cristo y, por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien
imperfecta, con la Iglesia católica. «Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y
comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor
en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas
como medios de salvación» («Unitatis redintegratio», 3).
Iglesia, Reino de Dios y Reino de Cristo
La misión de la Iglesia es «anunciar el Reino de Cristo y de Dios, y establecerlo en medio
de todas las gentes; [la Iglesia] constituye en la tierra el germen y el principio de este
Reino» («Lumen gentium», 5). Por un lado la Iglesia es «signo e instrumento de la íntima
unión con Dios y de la unidad de todo el género humano» (ibid, 1), y por lo tanto es signo
e instrumento del Reino: llamada a anunciarlo e instaurarlo. Por otro lado, la Iglesia es el
«pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (ibid, 4): ella es así
el «reino de Cristo presente ya en el misterio» (ibid, 3), constituyendo de ese modo su
germen e inicio. Pueden darse distintas explicaciones teológicas sobre estos temas. Sin
embargo, no se puede en ningún modo negar o vaciar de significado la íntima conexión
que existe entre Cristo, el Reino y la Iglesia. En efecto, «el Reino de Dios que conocemos
por la Revelación, no puede ser separado ni de Cristo ni de la Iglesia» («Redemptoris
missio», 18).
El Reino de Dios no se identifica, sin embargo, con la realidad visible y social de la Iglesia.
En efecto, no se debe excluir «la obra de Cristo y del Espíritu Santo fuera de los confines
visibles de la Iglesia» (ibid). Al considerar las relaciones entre el Reino de Dios, el Reino
de Cristo y la Iglesia, se hace necesario evitar acentuaciones unilaterales, como ocurre
cuando se habla del Reino de Dios sin mencionar a Cristo, o se privilegia el misterio de la
creación callando sobre el misterio de la redención. En tales casos, se aduce que Cristo
no puede ser comprendido por quién no posee la fe cristiana, mientras pueblos, culturas y
religiones diversas pueden reencontrarse en la única realidad divina, cualquiera sea su
nombre. Así entendido, el Reino termina incluso por marginar y subestimar a la Iglesia. En
la práctica se niega la unicidad de la relación que tienen Cristo y la Iglesia con el Reino de
Dios.
La Iglesia y las religiones en relación con la salvación
De cuanto se acaba de recordar, derivan también algunos puntos necesarios e
irrenunciables para la profundización teológica de la relación que tienen la Iglesia y las
religiones con la salvación. Ante todo, debe ser firmemente creído que la «Iglesia
peregrinante es necesaria para la salvación, pues Cristo es el único Mediador y el camino
de salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia» («Lumen gentium»,

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14). Esta doctrina no se contrapone a la voluntad salvífica universal de Dios; por lo tanto,
«es necesario, pues, mantener unidas estas dos verdades, o sea, la posibilidad real de la
salvación en Cristo para todos los hombres y la necesidad de la Iglesia en orden a esta
misma salvación» («Redemptoris missio», 9). Para aquellos que no son formal y
visiblemente miembros de la Iglesia, «la salvación de Cristo es accesible en virtud de la
gracia que, aun teniendo una misteriosa relación con la Iglesia, no les introduce
formalmente en ella, sino que los ilumina de manera adecuada en su situación interior y
ambiental. Esta gracia proviene de Cristo; es fruto de su sacrificio y es comunicada por el
Espíritu Santo» (ibid, 10).
Sobre el modo en que la gracia salvífica de Dios llega a los individuos no cristianos, el
Concilio Vaticano II se limitó a afirmar que Dios la dona «por caminos que Él sabe» («Ad
gentes», 7). La teología está tratando de profundizar este argumento. Sin embargo, queda
claro que sería contrario a la fe católica considerar a la Iglesia como un camino de
salvación al lado de aquellos constituidos por las otras religiones.
Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de
religiosidad, que forman parte de «todo lo que el Espíritu obra en los hombres y en la
historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones» («Redemptoris missio», 29).
A ellas, sin embargo, no se les puede atribuir un origen divino ni una eficacia salvífica ex
opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos. Por otro lado, no se puede
ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de supersticiones o de otros
errores (cf. 1 Co 10, 20-21), constituyen más bien un obstáculo para la salvación.
Con la venida de Jesucristo Salvador, Dios ha establecido a la Iglesia para la salvación de
todos los hombres. Esta verdad de fe no quita nada al hecho de que la Iglesia considera
las religiones del mundo con sincero respeto, pero al mismo tiempo excluye esa
mentalidad indiferentista «marcada por un relativismo religioso que termina por pensar que
"una religión es tan buena como otra"» («Redemptoris missio», 36). Como exigencia del
amor a todos los hombres, la Iglesia «anuncia y tiene la obligación de anunciar
constantemente a Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6), en quien los
hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo
todas las cosas» («Nostra aetate», 2).
Conclusión
La presente declaración ha querido reproponer y aclarar algunas verdades de fe frente a
propuestas problemáticas o incluso erróneas.
Al tratar el tema de la verdadera religión, los Padres del Concilio Vaticano II han afirmado:
«Creemos que esta única religión verdadera subsiste en la Iglesia católica y apostólica, a
la cual el Señor Jesús confió la obligación de difundirla a todos los hombres, diciendo a
los Apóstoles: "Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del

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Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto yo os he
mandado (Mt 28, 19-20)." Por su parte todos los hombres están obligados a buscar la
verdad, sobre todo en lo referente a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla
y practicarla» («Dignitatis humanae», 1).

Autor: Cristina Ferrer

Fuente: Pa´que te salves: Guía de respuestas breves


Algunas respuestas a las preguntas de los sectarios y una breve definición del
protestantismo histórico
Cada día, las sectas construyen muchos templos. Aparece gente en los pueblos y
ciudades, a veces tocando de puerta en puerta, a veces hablando con gente en mercados
u hospitales.
Hablan de Jesús, hablan de la Biblia, pero no creen en María, no van a Misa. ¿Quiénes
son? Hay pueblos donde familias enteras están separadas y todos son cristianos. ¿Cómo
puede haber tanta diferencia entre los seguidores de Cristo?
Se puede constatar que la ignorancia permite que muchas personas pierdan su fe católica.
Aquí daremos algunas de las respuestas que puedes dar en caso de que alguien quiera
apartarte de lo más valioso que tienes: tu fe en Cristo y su Iglesia:
1. La Iglesia responde a las principales dudas de las sectas:
¿Porqué los católicos usan el agua bendita? ¿Para que sirve?
El agua bendita es una señal del Espíritu Santo, es el agua viva de la que habla la Biblia.
Sirve para limpiar (lavar) y dar fecundidad (la llu via en la semilla). Al usar el agua,
queremos expresar nuestro deseo de purificación espiritual, pidiendo perdón y
acercándonos a Dios.
¿Es verdad que los católicos no ayunan?
La Iglesia Católica invita a ayunar, por lo menos, dos días al año: Miércoles de Ceniza y
Viernes Santo. Cristo dijo: "cuando ayunen, no pongan cara triste, como hacen los
hipócritas". La Iglesia invita al ayuno pero, también, a hacer obras buenas siempre con
humildad, no para que te vean.
¿Quién es el anticristo?
Algunas sectas afirman que le Papa es el anticristo. Todo el que se opone a Cristo y al
establecimiento de su Reino, es anticristo, es decir de los enemigos de Cristo, sea

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persona, organización o estado. Afirmar que el Papa es el Anticristo es una calumnia,
puesto que es el sucesor de San Pedro y el jefe de la Iglesia fundada por Cristo.
¿Qué son los "Libros Apócrifos"?
Los libros apócrifos son los que fueron excluidos lista de lib ros reconocidos como
inspirados por la Iglesia Católica (o Canon). Los protestantes llaman apócrifos a los libros
que nosotros ACEPTAMOS (llamados deuterocanónicos) y denominan "seudo-epígrafos"
a los que nosotros llamamos apócrifos.
Algunos protestantes dicen que es pecado "arrodillarse" delante de un hombre. ¿Es cierto?
Si uno, al "arrodillarse", piensa en "adorar", comete pecado, de otra manera no. La
adoración está reservada solamente a Dios. Para nosotros es una señal de respeto ante
el Sacerdote.
Los protestantes no creen en el dogma de la "Asunción de María al Cielo en alma y cuerpo.
¿Dónde se encuentra ésta verdad?
Una vez que no aceptan el valor de la "Tradición", es decir, toda aquello que fue transmtido
oralmente, no pueden entender y aceptar éste dogma y otros más. María fue "llena de
gracia" y por lo tanto sin pecado. No tenía que estar sujeta a la muerte, por lo cual era
lógico que fuera llevada al cielo en cuerpo y alma al terminar el curso de su vida en éste
mundo. Esto se acepta teniendo en cuenta la Biblia.
Algunos dicen que el baile es malo. ¿Es cierto?
Hay que ver de qué tipo de baile se trata: hay bailes buenos y bailes malos. Si en el baile
hay borracheras y desórdenes sexuales, entonces es malo. Si no hay ningún desorden es
bueno.
¿Es cierto que los niños no necesitan el Bautismo, porque no cometieron pecado? ¿Es
cierto que tienen que bautizarse a los 30 años y en un río, como lo hizo Jesús?
Los Apóstoles empezaron por predicar a los adultos, ya que no se puede predicar a los
niños. Pero, una vez convertidos los papás, había que bautizar a todos. Todo niño nace
con pecado original, aunque no haya cometido pecado, por medio del Bautismo recibe la
vida de Dios y empieza a formar parte de la Iglesia. En ninguna parte de la Biblia dice que
deben ser bautizados en un río. Basta que esté presente el agua, misma que se echa en
la cabeza del que se bautiza , simbolizando que queda "limpio" de toda huella del pecado
original.
Los protestantes dicen que los sacerdotes son pecadores como nosotros, por lo tanto no
pueden perdonar los pecados. Hay que confesarse directamente con Dios. ¿Es cierto?

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La Biblia habla del poder que Jesucristo les dio a sus Apóstoles: "a quienes ustedes
perdonen, queden perdonados, y a quienes ustedes no libren de sus pecados, quedan
atados". (Jn 20, 22-23)
¿Porqué se hace el Vía Crucis? ¿Porque se usan velas y veladoras? ¿Porqué los
sacerdotes usan sotana? ¿Porqué se reza el Rosario?
Se trata de costumbres que varían según el tiempo y el lugar, para expresar el culto. Lo
importante es que las costumbres no estén en contra de la Palabra de Dios, sino de
acuerdo a ella.
Si Cristo murió en una cruz, ¿porqué la respetan tanto los católicos?
No fue la cruz que mató a Jesús, fueron nuestros pecados. En la cruz, mediante sus
sufrimientos, libremente ac eptados, Cristo nos liberó de nuestros pecados. La cruz es el
símbolo de la voluntad de Dios, y nosotros la respetamos como símbolo.
¿Es cierto que los católicos roban a Dios, porque no pagan el Diezmo?
En el Antiguo Testamento encontramos la costumbre del Diezmo, que estaba destinado
para el sustento de los sacerdotes y levitas que, por dedicarse al servicio a Dios, no habían
recibido su repartición de tierra. En el Nuevo Testamento, no se habla del Diezmo. Este
concepto cambia y se promueve el espíritu de ayuda. La Iglesia católica entiende por
Diezmo, no la décima parte, sino una cooperación voluntaria que puede ser el 1% de los
ingresos anuales.
¿Porqué se reza por los difuntos?
Si una persona muere en amistad con Dios, pero al mismo tiempo tiene algún pecado, es
bueno orar por ella. Cada persona o comunidad puede escoger la manera práctica de orar:
Misas, Novenas, Rosarios.
¿Porqué hay que guardar el Domingo y no el Sáb ado?
Viviendo los Apóstoles, se cambió del Sábado al Domingo la fiesta del día del Señor, pues
Jesús resucitó en Domingo y es el primer día de la semana.
Muchos protestantes piensan que la Eucaristía o Cena del Señor es un recuerdo que dejó
Jesús y se hace cada año en Pascua. Según ellos, Jesús no está realmente presente en
el pan y en el vino consagrados, pues sino, seríamos "antropófagos" (que comen carne
humana). ¿Es cierto?
La Biblia no dice "una vez al año" y habla de "cuerpo y sangre verdaderos". Dice, muy
claro, que Jesús tomó el pan y el vino y los repartió, diciendo: "Esto es mi cuerpo y esta
mi sangre que será entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Los sectarios dicen que María no fue "Virgen", porque tuvo muchos hijos. ¿Tienen razón?

54
Es falso. La Biblia habla de "hermanos de Jesús", no de "hijos de María". El término
"hermanos" se utilizaba en el idioma que se escribió la Biblia, para referirse a parientes y
amigos cercanos, como los sobrinos, primos, tíos.
Los sectarios dicen que la Iglesia católica empezó con Constantino, en el año 313. ¿Es
cierto?
Es imposible, ya que el mismo Cristo aseguró que ni las puertas del infierno lograrían
vencerla (Mt. 16, 19), y que Él mismo la cuidaría hasta el fin del mundo (Mt. 28,20). En el
año 313, el Emperador Constantino sólo concedió libertad de culto a los integrantes del
imperio romano. El que fundó la Iglesia fue Cristo, no Constantino.
¿Porqué se llama "católica" y porqué se dice "romana"?
Católica quiere decir "Universal", y romana, porque el jefe de la Iglesia Católica reside en
Roma.
¿Es cierto que está prohibido usar la medicina y basta la oración para sanar?
Es falso. En la Biblia no encontramos ninguna prohibición en contra del uso de las
medicinas. En cambio, sí dice: "Hijo mío, cuando estés enfermo, no te sientas sin fuerzas,
sino ruega al Señor y él te sanará. Enseg uida, recurre al médico porque a él también lo
creó Dios." (Eclo 38,9.12)
¿Dónde encontramos en la Biblia la palabra "Misa"?
La palabra como tal no la encontramos. Lo que importa no es la palabra sino el contenido.
La Biblia habla de "Cena del Señor", "Eucaristía" o "Acción de Gracias". La palabra "Misa"
quiere decir "despedida", y con el tiempo se utilizó para designar todo el acto de culto.
¿Porqué las mujeres católicas se cortan el pelo, usan pantalones, no llevan el velo a los
actos religiosos, llevan aretes, colares, etc.? ¿Porqué predican?
La Biblia presenta enseñanzas, "costumbres", creencias y consejos que cambian con el
tiempo. Encontramos, en cambio, afirmaciones como la siguiente: "no se hace diferencia
entre hombre y mujer. Pues todos ustedes son un sólo en Cristo Jesús". (Gal 3)
¿Porqué llaman "padre" al sacerdote?
Cuando Cristo dijo: "tampoco deben decirle Padre a nadie en la tierra, porque un sólo Pad
re tienen: el que está el Cielo", (Mt. 23, 8-10), se refiere a que sepamos reconocer a Dios
"como el ser más importante que está por encima de todo lo que existe, que nos
aceptemos como hermanos, sin considerarnos más importantes que los demás." El
sacerdote es como un "padre espiritual" de los miembros de la comunidad.
¿Porqué el Papa se mete en la política y en las guerras?

55
El Papa, como Maestro y Pastor Universal, tiene que decir la verdad a todos, también a
los políticos. El Papa no hace las guerras, ni interviene en ellas, sino que lucha para que
no existan.
¿Por qué papa tiene tantas riquezas? ¿Por qué no las vende para repartir el dinero entre
los pobres?
Generalmente, se trata de obras de arte que constituyen el patrimonio cultural de toda la
humanidad. Están abiertas para que el público las vea y, aún en caso de que las vendiera,
no solucionaría el probl ema mundial de la pobreza, y privaría a la humanidad del beneficio
de éstas.
¿Por qué hay que obedecer al Papa, si Dios se comunica con todo hombre
personalmente?
Jesús dijo: "El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza, rechaza
al que me envió" (Lc. 10, 16). Al escuchar al Papa, estamos escuchando y siguiendo a
Cristo.
¿Cómo sabemos que el Papa actual es el sucesor de San Pedro, y que goza de la misma
autoridad para guiar la Iglesia Universal?
Tenemos la lista de todos los Obispos de Roma desde San Pedro. San Pedro fue el
primero, el Papa Juan Pablo II es el Papa número "265". Jesús le dio autoridad a Pedro
cuando le dijo: "Tú eres Pedro y sobre Ti, edificaré mi Iglesia".
¿Dónde en la Biblia se habla de Purgatorio?
Por Purgatorio se entiende un estado intermedio entre la gloria y el infierno, en el cual el
alma se purifica y se hace digna de gozar de Dios. Esta purificación se realiza mediante el
sufrimiento. Por el hecho de que la Biblia no contenga la palabra "purgatorio" no se puede
concluir que el Purgatorio no existe. En efecto, la Biblia no presenta tampoco la palabra
"Trinidad" y existe el dogma de la Santísima Trinidad.
¿Por qué los católicos tienen sacerdotes, si los sacerdotes causaron la muerte de Cristo?
Los sacerdotes que condenaron a Cristo fueron los del Antiguo Testamento. Los
sacerdotes de la Iglesia Católica pertenecen al Nuevo Testamento, continuadores de la
obra de los Apóstoles.
¿Qué quiere decir el número 666?
Se trata de un número simbólico, de difícil interpretación. El seis quiere decir
"imperfección". El número tres se usa en un contexto ritual; el cuatro simboliza la totalidad;
el siete, la perfección; el diez, la pluralidad; el doce y sus múltiplos, la plenitud.
¿Por qué la Semana Santa no se celebra cada año en la misma fecha?

56
Porque se celebra según el calendario lunar (28 día s), que no coincide cada año con la
misma fecha. Jesús instituyó la Última Cena un Jueves de luna llena, ya que es la misma
fecha en la que los judíos festejan su salida de Egipto cruzando el Mar Rojo.
¿Es cierto que está prohibido tomar vino?
Lo que está prohibido es emborracharse, no tomar vino.
¿Por qué se dice que María fue Virgen?
Porque lo dice la Biblia: "María antes de que vivieran juntos, quedó esperando por obra
del Espíritu Santo", (Mt. 1, 18).
¿En qué consiste la veneración?
La veneración consiste en rendir un homenaje de honor, respeto o cariño a una persona
(ángeles o santos), o cosa (reliquias, estatuas o imágenes) por algún motivo especial de
recuerdo.
¿Qué se entiende por dogma?
Por dogma se entiende una verdad propuesta oficialmente por la Iglesia como revelada
por Dios y por lo tanto obligatoria para todos y para siempre. Los dogmas se "proclaman"
no se "inventan" ya que se e ncuentran en la Revelación.
¿Por qué no se casan los sacerdotes?
Los sacerdotes no se casan porque quieren imitar el ejemplo de Cristo, que no se casó y
enseñó la superioridad del celibato con relación al matrimonio.
¿Por qué las mujeres no reciben la ordenación sacerdotal?
Siguiendo el ejemplo de Jesús, que escogió como apóstoles a varones.
2. Las Iglesias separadas.
Jesucristo funda su Iglesia sobre Pedro y le da el poder de atar y desatar. Este poder es
la Gracia. La Iglesia es depositaria de la gracia. Con la Gracia es mucho más sencillo el
camino al Cielo, porque contamos con la ayuda y la presencia de Dios. Recuerda bien,
sólo la Iglesia, fundada por Cristo, cuenta con este gran regalo. Sin embargo, existen
algunas Iglesias que se han separado de la Iglesia fundada por Cristo:
a) La Iglesia ortodoxa, católica, apostólica, oriental, fue la primera en separarse de la
Iglesia católica romana, en 1054. Se entiende por Iglesia ortodoxa a una serie de iglesias
independientes:
• la de Constantinopla,
• la Griega,

57
• la de Antioquía,
• la de Jerusalén,
• la del Sinaí
• la de Alejandría.
- No reconocen la autoridad del Papa ni su infalibilidad al hablar excátedra (en cuestiones
de fe y moral)
- No creen que el Espíritu Santo procede del Hijo, sino sólo del Padre.
- En todo lo demás, son casi iguales a la Iglesia Católica Romana.
b) En el siglo 16, surgen las iglesias protestantes: luteranas, anglicanas, y presbiterianas.
b.1. Martín Lutero, fraile agustino, se separó de la Iglesia Católica porque no estaba de
acuerdo con las Indulgencias concedidas por el Papa León X, a quien lo ayudara con la
construcción de la Basílica en Roma. Lutero difundió una serie de publicaciones atacando
a la autoridad eclesiástica.
• Declaró que cada persona debe arreglar "cuentas" directamente con Dios y abolió la
confesión particul ar (es decir, la que debe hacer todo católico a un sacerdote).
• La única norma de fe es la Biblia y cada persona puede interpretarla a su manera.
• La única cabeza de la Iglesia es Cristo, no es verdad que Pedro fue la cabeza visible ni
sus sucesores.
• Sólo nos salvamos por la fe, las obras buenas no sirven.
• Los Sacramentos son solamente medios para despertar la fe, pero no son medios de
salvación.
• Por el pecado original, la naturaleza humana es completamente depravada, incapaz de
hacer el bien, nos salvamos si Dios así lo quiere; nos condenamos, si así lo quiere Dios.
A esto se le llama predestinación. No cree en la libertad que Dios nos regaló.
• Su culto consiste sólo en la predicación y el canto en la Iglesia.
b.2. Los Calvinistas o Presbiterianos, fundados Juan Calvino (1509-1564), en Ginebra
(Suiza).
Creen casi lo mismo que los luteranos.
b.3. La Iglesia Anglicana la fundó el rey Enrique VIII de Inglaterra, en el s iglo 16.
Este rey se separó de la Iglesia Católica porque el Papa Clemente VII no le dio la anulación
de su matrimonio con Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena. El rey se

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autoproclamó jefe de la Iglesia de Inglaterra. Se divorció cinco veces y se casó seis, pero
para no tener problemas, las mandaba a decapitar.
No creen en la autoridad del Papa, el Rey o Reina de Inglaterra es la cabeza de la Iglesia.
Hay una diferencia notable en la interpretación de ciertos Sacramentos:
- el Matrimonio no es indisoluble, admite el divorcio.
- la confesión es una mera declaración del perdón concedido por Dios. La Iglesia católica
enseña que el sacerdote realmente perdona en nombre de Dios.
- Jesús está "espiritualmente" presente en el pan y el vino consagrados. La Iglesia católica
enseña que Jesús está totalmente presente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad
aunque sea bajo las formas de pan y vino.
- con relación al Orden Sacerdotal, sus sacerdotes se casan, tienen obispos pero no en
unión con el Papa ya que la sucesión apostólica se rompió cuando Enrique VIII nombró a
Tomás Granmer, titular de la sede de Canterbury, sin ser obispo consagrado.
Con la Reforma Protestante, se rompió la unidad de la única Iglesia que fundó Jesucristo:
la Iglesia católica. Y se inicio la multiplicación de un sinfín de sectas religiosas que siguen
apareciendo y desapareciendo. Entre ellas, las más conocidas son los Testigos de Jehová,
los Mormones, los Bautistas, el Ejército de Salvación y otras muchas. Algunas de ellas,
llegan incluso a negar la divinidad de Cristo y la Santísima Trinidad, así como también
muchas de sus enseñanzas están muy lejos de lo que es el cristianismo de los seguidores
de Jesús.
La Iglesia verdadera de Cristo es la Iglesia católica. No te dejes engañar de quienes te
dicen que ellos creen en Cristo, pero no en la Iglesia ni en el Papa. Recuerda siempre que
Cristo predicó la unidad entre todos y dijo, claramente, que quería que todo lo que sus
apóstoles ataran en el Tierra, quedaría atado en el Cielo. Quienes prefirieron fundar su
propia iglesia, cambiando lo que no le gusta de la Iglesia católica están equivocados y no
cumplen con lo que nuestro líder, Jesucristo, nos predicó.

UNA NUEVA APOLOGETICA:


“ Elemento Integrante De Un Plan De Pastoral ”

Una Propuesta Eclesial ante las


Sectas y la Nueva Era

Desde el año 1983 estamos trabajando en esta linea.

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Actualmente en mas de quince países. He aquí el
resultado de nuestra experiencia y reflexión.
Un hecho es cierto: donde se esta
aplicando este método, las
sectas ya no avanzan.

Martín Zavala Galván


APOSTOLES DE LA PALABRA

Autlán Jal., 31 de marzo de 1999

Muy estimado amigo

Lo saludo cordialmente con mis mejores deseos de paz especialmente en este


tiempo en que nos disponemos a celebrar gozosamente la pascua del Señor.

Habiendo recibido la aclaración sobre el título del libro que me dió a revisar, estoy
de acuerdo en darle el “imprimatur” .

Espero responder a su solicitud y pido al Señor porque al ministerio al que usted


ha sido llamado produzca frutos abundantes en bien del Pueblo de Dios.

Lo bendigo de corazón.

+Lázaro Pérez Jiménez


Obispo de Autlán y Presidente de la
Comisión Doctrinal de la CEM

INDICE

I.- Pastoral ante las Sectas y Nuevos Grupos Religiosos.

II.- La realidad del sectarismo fundamentalista.

III.- Reacciones frente al proselitismo sectario.

IV.- Renovación de una Nueva Apologética.

V.- Primera etapa: Concientización o Vacunación General.

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VI.- Segunda etapa: Capacitación y Formación de Ministerios de Promotores y
Defensores de la Fe.
VII.- Tercera etapa: Integración de la Defensa de la fe en las Estructuras
Pastorales.

VIII.- Cuarta etapa: Capacitación específica y cursos de actualización.

IX.- Ministerios de Promotores y defensores de la fe.


X.- Directrices del Magisterio sobre la importancia de la Apologética.

XI.- Sobre el autor

I.- PASTORAL ANTE LAS SECTAS Y NUEVOS GRUPOS


RELIGIOSOS

UN METODO EFECTIVO PARA HACER FRENTE AL PROSELITISMO DE LAS SECTAS


FUNDAMENTALISTAS

Desde el año 1983 estamos trabajando en esta línea. Actualmente en más


de quince países. He aquí el resultado de nuestra experiencia y reflexión. Un hecho
es cierto: donde se esta aplicando este método, las sectas ya no avanzan y
empieza un lento regreso hacia la Iglesia Católica.
INTRODUCCION

Sin duda que uno de los retos más grandes que enfrenta la Iglesia Católica a
finales del Tercer Milenio es el avance de las sectas fundamentalistas que con sus
métodos de proselitismo están teniendo un enorme ritmo de crecimiento en muchos
países del continente americano y uno no menos alto, en otros continentes.

El objetivo de este libro es el de presentar una estrategia precisa y muy


concreta que desde hace años está dando muy bueno resultados en los lugares
donde se está implantando. Es conocido que en varios países y a diferentes niveles
se han realizado estudios e investigaciones para presentar estrategias concretas
para enfrentar este fenómeno. Sin embargo, es un hecho que después de años los
resultados que esperaban no se han dado. La respuesta al por que no han
resultado del todo bien la encontrarás en la PRIMERA PARTE de este trabajo.

Estamos convencidos que después de estudiarlo y ponerlo en práctica


también estarás de acuerdo con nosotros. En realidad no se trata de una varita
mágica ni mucho menos, más bien se trata de una renovación de algo que durante
siglos la Iglesia realizó como parte esencial de su misión evangelizadora.

61
Esta ‘estrategia’ de incorporar una Nueva Apologética como “elemento
integrante en los planes de pastoral” no es un proyecto que se cree pueda
funcionar. Mas bien es una experiencia ya comprobada y funcionando en diferentes
diócesis de varios países. Con la reflexión y ajustes que se han ido dando en
parroquias de Cd. Juárez, México hemos ido afinando toda una estrategia concreta
y aplicada en la dióciesis con excelentes resultados. Este método ya se esta
aplicando en otras parroquias o diócesis con resultados similares.

En resumen la estrategia consiste en desencadenar todo un proceso que


lleve a la incorporación de la Apologética en todas las estructuras parroquiales y
diocesanas. De esta manera la Nueva Apologética se convierte en un elemento
integrante y dinamizador dentro de los Planes de Pastoral con los que ya cuentan
la mayoría de las diócesis. En la medida en que se va logrando esto, en esa
medida va disminuyendo el ritmo de crecimiento de las sectas. El desarrollo de
como aplicarla está en la SEGUNDA PARTE de este libro.

Actualmente soy profesor de Apologética en el seminario mayor de Cd.


Juarez y estoy de director de Apostoles de la Palabra en Estados Unidos y en la
region norte de Mexico... es desde esta praxis pastoral, donde cada día que pasa,
me convenzó mas, de que el fenomeno del crecimiento alarmante de las sectas no
hubiera sucedido si se hubieran aplicado las medidas correctivas adecuadas. En
realidad frenar el ritmo de crecimiento de estos Nuevos grupos religiosos no es
algo tan complicado ni tan dificil como parece. Es cuestion de usar la medicina
adecuada en la dosis que se requiere.

Lo ideal y la forma mas rápida para lograr el objetivo de fortalecer la


identidad de miles o millones de católicos es que desde el inicio se haga a nivel
diocesano. De realizarse así en un año se verán resultados sorprendentes. De no
poder realizarse a nivel diocesano, se inicia por vicarías o decanatos. En última
instancia se puede empezar desde una paroquia y después irlo aplicando en otras.
Por experiencia sabemos que proyectarlo desde el principio en una diócesis o
vicaría es lo que mejor y mas rápidos resultados da.

Esta estrategia visualiza la Apologética como una pastoral específica ante el


proselitismo sectario y considera totalmente INSPENSABLE y necesario que la
Iglesia continue, intensifique, perfeccione y renueve su labor de evangelización en
las otras areas de pastoral (Catequética, litúrgica y social). Se trata de unir ante
este fenomeno del sectarismo toda la acción pastoral global o general con
una pastoral específica como lo es la Apologética.
Es sumamente importante subrayar ante el fenómeno de las sectas, del
indiferentismo, del secularismo y de otros grandes retos que se enfrentan en la
pastoral lo primero es realizar la triple misión de Jesucristo concretizada a través
de la Iglesia: lo profético, litúrgico y lo social.Es para darle un dinamismo específico

62
ante las sectas y la Nueva Era como la defensa de la fe se injerta dentro de la
pastoral de conjunto.

En este libro nos concentraremos en la Apologética dejando las otras areas


de pastoral a los expertos en ellas. En especial te recomiendo las excelentes obras
del P. Flaviano Amatulli sobre el analisis y propuestas pastorales para enfrentar de
una manera integral el fenomeno del sectarismo.

Para lograr el objetivo de este “programa” es totalmente


INDISPENSABLE que se realizen las cuatro fases en las que consiste esta
estrategia. Quitar alguna o cambiar el orden es tirar por la borda el 50 o 70 % de
lo que se pretende conseguir. Al mismo tiempo, en cada fase, hay elementos que
se deben cuidar con precisión. Es por esto que se necesita una lectura y estudio
muy detenido de cada fase. Al final colocamos una excelente bibliografía para la
temática de las cuatro fases.

Otro elemento INDISPENSABLE sin el cual no se podría realizar esta


‘estrategia’ es el que según sea el nivel en el que se vaya a aplicar haya un
conocimiento pleno y aprobación plena de la jerarquía de la Iglesia. La razón es
que como se llegará a las estructuras parroquiales y diocesanas tiene que haber
una autorización plena desde el principio. De no ser así lo único que se logrará es
hacerle “cosquillas” a las sectas protestantes.

En el mismo plano de algo INDISPENSABLE es el uso del material con el


que ya se cuenta sobre Apologética para la realización e implementación de las
diferentes fases. En este folleto se encuentra la estructura y razón de la estrategia.
En los otros libros que se mencionan se encontrará el contenido de los temas que
se imparten.

El objetivo no es hacer un poco de “ruido” y dar algunas charlas de defensa


de la fe, creando un grupito especialista en sectas y haber que se le ocurre hacer.
NO. El objetivo es frenar en serio el ritmo de crecimiento de las sectas
fortaleciendo la “identidad” de los miles o millones de católicos de cada diócesis a
través de las estructuras pastorales con las que ya se cuenta a nivel parroquial y
diocesano. Todo esto en un período de uno o dos años. Haciendo llegar a cada
uno de los católicos la importancia fundamental de la Iglesia, de la Biblia como fruto
de la Iglesia y dando respuesta a los ataques injustos de parte de las sectas (Cfr.
145 Documento de Santo Domingo).

La primer fase es una concientización masiva o vacunación general, la


segunda es la etapa de capacitación de los agentes de pastoral y de los ministerios
de promotores y defensores de la fe. La labor permanente y fundamental de la
tercera etapa irá disminuyendo cada vez mas el porcentaje de católicos que

63
abandonan la Iglesia católica a causa de las sectas. La cuarta fase forma agentes
de pastoral altamente cualificados en esta area de pastoral.

Hace tiempo estuve explicando esta estrategia en una reunión


Interamericana que hubó en Dallas, Estados Unidos. NEA 2000 (Nueva
Evangelización de América) es el nombre de la organización y asistieron algunos
obispos, sacerdotes y líderes laicos de Medios de comunicación del continente
américano.
Como me invitaron para hacer una presentación me dediqué a organizar de
una manera sistemática la experiencia pastoral que estamos realizando desde
hace algunos años y la presentacion de esta propuesta eclesial tal como lo
hacemos en reuniones de presbiterios o de presentaciones a obispos. La respuesta
de los obispos, sacerdotes y directores de los Medios de comunicacion presentes
fue excelente. Nos invitaron a varios paises a establecer esta estrategia y a grabar
programas de Radio y Televisión en redes que transmiten vía satélite a varios
países del continente americano.

Sin duda que una de las cosas que más les llamó la atención fue el hecho de
que no estabamos presentando un método o propuesta teórica para ver la
posibilidad de que diera resultado. No, mas bien les presentamos una “estrategia
pastoral” que ya se esta aplicando con excelentes resultados en varios países y
que se ha ido perfeccionando a través de los años.

El experto en esta area de Apologética y de estudio del fenomeno sectarista


es el P. Flaviano Amatulli Valente, nuestra aportación es la de sistematizar toda
esta acción desarrollando un método práctico y llevándolo a la práctica durante
años en la diócesis de Cd. Juárez. Se trata de incorporar “Una Nueva
Apologética como Elemento Integrante en los Planes de Pastoral ya
existentes” en las diócesis o en aquellas en donde están desarrollando procesos
de planeación.
Los resultados han sido excelentes pues por los indicadores que hemos visto
esta diócesis es una de las primeras de México y probablemente de todo el
continente donde a nivel diocesano se ha disminuido el ritmo de crecimiento de las
sectas fundamentalistas. Claro esta que esto fue posible gracias al apoyo de la
jerarquía local. Desde hace tiempo en las diócesis donde nos invitan nuestra
propuesta es la de aplicar este “programa” a nivel interparroquial, vicaría o diócesis
con sus cuatro fases correspondientes. Claro está que todo se hace bajo la
autorización de la jerarquía e integrando todo esto a la planeación ya existente.

Para profundizar mas sobre el fenómeno del sectarismo, su relación con el


ecumenismo, causas internas y externas, propuestas pastorales, nueva era,
apologética práctica etc. te recomiendo las obras del P. Flaviano Amatulli, P. Daniel
Ganon, P. Cristobal Gaspariano u otras de un servidor.

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El objetivo de este libro que tienes en tus manos es precisamente el de compartir
esta experiencia como una propuesta para que se pueda repetir por todo el mundo
donde el proselitismo sectario esté presente y se quiera enfrentar con seriedad y
profundidad al mismo. Tal como lo indica el documento fruto del Sínodo de América
presentado por su Santidad Juan Pablo II:

Para que la respuesta al desafío de las sectas sea eficaz, se requiere una
adecuada
coordinación de las iniciativas a nivel supradiocesano, con el objeto de
realizar una cooperación mediante proyectos comunes que
puedan dar mayores frutos.

No. 286 Sínodo de América

Que Dios Nuestro Padre, nuestro Señor y Salvador Jesucristo y el Espíritu


consolador nos concedan la dicha de celebrar la llegada del tercer Milenio
fortalecidos en la fe.

Bajo la intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe ponemos


esta ‘propuesta eclesial ante las sectas y la Nueva Era’ para que pueda
realizarse y perfeccionarse en muchos lugares y podamos decir con alegría la frase
que se popularizó en México con la visita del Papa Juan Pablo II y se extendió a
todo el continente:

AMERICA SIEMPRE FIEL AMERICA SIEMPRE FIEL AMERICA SIEMPRE


FIEL

Martín Zavala Galvan A.P.


23 de Enero de 1999
Fecha de la 4a. Visita del Papa a México
Y celebrando la semana de la oración por la Unidad.

II.- LA REALIDAD DEL SECTARISMO FUNDAMENTALISTA

Diferentes instancias eclesiales y estudios estadísticos han señalado el creciente


avance de las sectas en el continente americano y en otros países. Entre ellos cabe
destacar lo mencionado en las conclusiones del Sínodo de América recientemente
presentado:

65
“Los avances proselitistas de las sectas y de los nuevos grupos religiosos en
América
no pueden contemplarse con indiferencia. Exigen de la Iglesia en este
Continente un profundo estudio, que se ha de realizar en cada nación y
También a nivel internacional, para descubrir los motivos por los
que no pocos católicos abandonan la Iglesia”
No. 283 de Eclesia in América

Igualmente la IV Conferencia General del episcopado latinoamericano nos


habla del crecimiento de las sectas fundamentalistas como algo grave:

“ El problema de las sectas ha adquirido proporciones dramáticas y ha llegado a


ser verdaderamente preocupante sobre todo por el creciente proselitismo”
No. 139 del documento de Santo Domingo.

Algunos estudios estadísticos que nos confirman esto son los siguientes:

· En América Latina cada hora 400 personas abandonan la Iglesia Católica.


· En 1900 eran 250,000 para el año 1990 ya son 46 millones en América latina.
· En Guatemala aproximadamente el 25% de la población ya es evangélica.
· En el Salvador cerca del 30% ya no son católicos y han pasado a diversas sectas.
· En Brasil de seguir el mismo ritmo de crecimiento para el 2050 la mitad de la
población sería evangélica.
· En México, a pesar de no ser de los mas dañados en este aspecto, en 1970 el
total de protestantes era 880,000 actualmente ya son cerca de cinco millones.
· En Estados Unidos todas las sectas tienen un altísimo ritmo de
crecimiento. Algunas llegan a mas del 1000%.

Todo esto ha sido posible por diferentes causas que en este momento no
profundizaremos pues ya hay algunos autores que han realizado estudios en esa
línea. Ejemplos de ello son el documento de la Santa Sede sobre los Nuevors
grupos religiosos; los comunicados emitidos por conferencias episcopales y los
realizados por diferentes autores e investigadores. Sin embargo es importante
subrayar algunos factores principales que han contribuido a esta realidad:

1. El voraz proselitismo de las sectas a través de los mas diversos métodos


incluyendo los ilícitos desde una perspectiva cristiana. (Engaño, intereses
económicos, presión psicológica, ayuda material...)
2. Los “Planes” de conquista evangélicos con toda una estrategia para disminuir la
presencia de la Iglesia Católica y lograr engrosar las filas de las sectas
fundamentalistas. Entre estos planes cabe mencionar el “Plan Amanecer”, “Ad
2000”, “Latinoamérica 2000”, “Joshua 200”, la película “JESUS”, “Messiah 2000”

66
por mencionar algunos de ellos que están realizando a nivel internacional o
mundial. Planes que tienen un financiamiento y apoyo de organismos, fundaciones
e Iglesias de los Estados Unidos.

3. Otro factor importante es sin duda el llamado “Teoría de la conspiración” en el cual


se considera al protestantismo como vanguardia del imperialismo norteamericano.
A partir del Concilio Vaticano II nuevos aires soplaron en la Iglesia Católica. En
América Latina el CELAM en Medellín y después en Puebla impulso a la Iglesia en
su opción preferencial por los pobres y paso a la acción de una manera muy visible
y comprometida. Para el coloso del norte fué como una declaración de guerra.
El informe Rockefeller (1969) y el Documento Santa Fe (1975) declaran a los
católicos como “no confiables” e impulsan a las sectas protestantes como un
método para contrarrestar la fuerza de cohesión de la Iglesia Católica. La estrategia
de “divide y vencerás” apoyando económicamente cualquier iniciativa para destruir
a la Iglesia Católica y afectarla en su profetismo a favor de la justicia, la libertad y
los derechos, explica en parte el creciemiento de las sectas a partir de los años
setenta.

4. En el aspecto social muchos de los elementos que los sociólogos mencionan


como caldo de cultivo para el sectarismo se dan en la mayoría de los países del
continente en diferentes grados:
* Pobreza extrema
* Concentración urbana con la secuela de masificación
* Narcotrafico y violencia
* Rápidos y profundos cambios sociales que producen crisis existencial y busqueda
de seguridad e identidad

III.- REACCIONES FRENTE AL PROSELITISMO


SECTARIO

Desde hace años en muchos países se han tenido estudios y encuentros


para analizar el fenómeno del sectarismo y marcar líneas o propuestas de acción,
pero la triste realidad es que después de todos estos análisis el resultado es que
las sectas siguen creciendo igual o más que antes. ¿Por qué no se ha logrado
frenar el ritmo de crecimiento de las sectas?

Veamos algunas de las acciones y actitudes que se tomaron frente al avance


de las sectas y que han provocado las consecuencias ya mencionadas. Para mayor
facilidad las agrupamos en tres grandes grupos: parálisis, ecumenismo ingenuo y
análisis parciales.

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1.- Parálisis :

a) Derrotista:
Pensaron que no se podía hacer nada porque las sectas contaban con todo un
financiamiento económico y un aparato de mercadotecnia impresionante. Esto fué
respaldado por la llamada “teoría de la conspiración”
b) Triunfalista:
Algunos, por el contrario, creyeron que no era necesario hacer algo porque las
sectas iban a desaparecer solas. Como ésta Iglesia la fundó Cristo no había que
perder tiempo en esas cosas. Además como la parroquia esta llena de gente no
había problema.
c) Indiferentismo:
Otros simplemente ignoraron el problema, es más ni problema había. Algunos
incluso pensaron que si se iban 3000 a las sectas no importaba, pues lo importante
era que se quedaran 400 bien comprometidos. Además los otros grupos también
les hablaban de Dios.

2.- Ecumenismo ingenuo:

La falta de una verdadera formación ecuménica unido a la imposibilidad de


practicarlo con las sectas fundamentalistas que son anti-ecuménicas provocó que
en muchos lugares se cayera en un ecumenismo ingenuo:

a) No se diferenció entre Protestantismo histórico y sectas fundamentalistas.

b) El problema de las etiquetas aumento esto, pues muchas Iglesias que en teoría
son ecuménicas en diferentes lugares adoptaron toda la mentalidad anticatólica y
antiecuménica de las sectas, lo cual todavía muchos no alcanzan a distinguir.

c) Se está dando lo que algunos sociólogos llaman la Californización de las Iglesias


en Estados Unidos y en América Latina. Esto consiste en que el panorama
religioso de Estados Unidos se está reconfigurando. Las sectas, muchas surgieron
en el sur de USA, están invadiendo el país, además que están influenciando al
protestantismo histórico que era de una línea mas liberal. Esto se ha extendido a
todo el continente.

d) En el contexto socio-religioso actual las Iglesias Protestantes disminuyen y las


sectas fundamentalistas están creciendo. Ante esto algunos no supieron que hacer
pues toda su formación apuntaba al ecumenismo que no es aceptado por las
sectas fundamentalistas. En niveles estructurales eclesiales todavía hacen talleres
sobre ecumenismo y sectas. El resultado esta de mas decirlo, solo basta ver el
crecimiento explosivo de las sectas.

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e) La discusión sobre la terminología a usar a muchos todavía los tiene estancados.
(Sectas, cultos, Nuevos grupos religiosos, Iglesias etc.)

f) Algunos practicaron el Ecumenismo de café: charlar y convivir con cualquier


pastor tomándose un café y dejando fuera las directrices dadas por el magisterio
de la Iglesia. Con esto se favoreció el crecimiento de las sectas fundamentalistas.
El pastor de la secta fundamentalista y proselitista después de comer (llevarse) a
las ovejas católicas a su grupo se hizo amigo del sacerdote católico y juntos charlan
y conviven en aras de un supuesto ecumenismo.

g) En algunos lugares de un ecumenismo verdadero se pasó a un indiferentismo


religioso de graves consecuencias.

3.- Análisis parciales:

Pero sin duda, algo que ha tenido una influencia muy grande en este aspecto del
crecimiento de las sectas es el resultado de los estudios y análisis que se han
realizado en diferentes países y en diferentes niveles eclesiales.

Las conclusiones y propuestas se hicieron y después de 5, 10, y 15 años


las sectas siguieron creciendo. Si pusiéramos uno frente a otro a los diferentes
resultados de los estudios y propuestas realizadas, notaríamos que son muy
similares sus conclusiones sobre el por qué los católicos se van a las sectas y
también muy similares sus propuestas sobre que hacer para que ya no se vayan a
engrosar esas filas. Todos estos analisis no están mal, pero son parciales.
Aclaramos que no estamos en contra de ellos sino todo lo contrario, hay que
realizar esas propuestas pero integrándole el elemento apologético como identidad
del católico que fué lo que les faltó. Las conclusiones y propuestas mas comunes
que hicieron fueron las siguientes:

1. Promover la Evangelización (Kerigma) pues se van porque allá les


presentan un Dios vivo y de salvación. Todavía hoy, algunos dicen: Démosle eso
a los católicos y no se irán a las sectas. Promovamos por todos los medios retiros
de evangelización y será la solución.
Los resultados después de varios años de hacer esto salta a la vista
inmediatamente, pues aunque muchos fueron atraídos a la fe y a la Iglesia, al
mismo tiempo también muchos “evangelizados” fueron a parar a las sectas
sobretodo a las de corte pentecostal por su similitud kerigmática. Incluso en varias
ciudades hubo algunos que tiempo después de tomar su retiro de evangelización
no solamente se salieron de la Iglesia sino que fundaron su propia secta.
El pastor de una secta pentecostal dijo en público:

69
“ Les pedimos a los católicos que ya no hagan retiros de evangelización, ni
cursillos, ni de renovación porque ya no tenemos a donde meter a tanta gente
”.
Ahora se los están mandando ya “evangelizados”.

2. Otros dijeron que la gente se iba por la masificación reinante en la Iglesia


y por no encontrar el sentido de fraternidad que tienen las sectas por ser grupos
reducidos. Entonces concluyeron que lo que hacía falta era promover mas las
pequeñas comunidades, Ceb’s y grupos de oración. Un líder ecuménico me decía
que con esto las sectas desaparecerían.

De hecho esto es bueno y hay que seguir haciéndolo, pero la realidad es que hay
parroquias donde tienen mas de cien pequeñas comunidades y las sectas no
disminuyen. Es mas, se salen de la comunidad para irse a algunas sectas.
Testimonios de esto abundan por todos lados.

3. Otro diagnóstico muy común de escuchar es el de concluir que una


causa principal del crecimiento de las sectas es a pobreza vista como caldo de
cultivo. La propuesta era impulsar fuertemente el compromiso de la Iglesia con los
pobres y marginados, sobretodo con la teología de la liberación. El resultado es de
lo peor cuando se polariza la fe hacia la promoción humana y se descuida lo
espiritual.
Un teólogo americano resumió en pocas palabras esta realidad:

“ En algunos lugares de América la Iglesia hizo la opción por los pobres y los
pobres hicieron la opción por los pentecostales ”.

Sin comentarios. Bueno, mejor dos comentarios sobre esto. Chiapas, como estado,
y Brasil como País, son dos de los lugares donde más se inclinaron hacia esta línea
durante años. Actualmente son los dos ejemplos comunmente mencionados a nivel
internacional porque es ahi donde las sectas han crecido más explosivamente.
Estudios apuntan que en Chiapas el 35 % ya es evangélico y en Brasil de seguir
el mismo ritmo de crecimiento para el año 2050 el 50% puede llegar a ser
evangélico.

4. Por último otros dijeron que lo importante era el testimonio; otros que la
oración y el rosario y los estudiosos hicieron todo un análisis mas bien descriptivo
que correctivo. Después de años las sectas les siguieron creciendo igual o en un
porcentaje mayor.
TODAS LAS PROPUESTAS ANTERIORES ESTAN BIEN, PERO SON
INCOMPLETAS. Por eso no pudieron frenar el sectarismo. Hay que concretar e
impulsar todas esas acciones pues están bien. Repito, están bien. Pero todas
esas propuestas no hay que hacerlas por el sectarismo. Evangelizar, catequizar,

70
opción por los pobres etc. hay que hacerlas aunque no existieran las sectas, no
porque haya sectas y menos hacerlo como un medio para frenarlas. La triple
dimensión de la pastoral: profética, litúgica y social es una tarea prioritaria y
esencial de la Iglesia.

Lo que sucede es que a todo eso le faltó unir lo que estamos realizando y
proponiendo: INCORPORE LA APOLOGETICA COMO ELEMENTO
INTEGRANTE DE TODA LA EVANGELIZACION. Una esto con todo lo anterior y
vera la diferencia. A la Pastoral global en su triple vertiente, hay que unirle una
pastoral especifica como lo es la apologética.

IV.- RENOVACIÓN DE UNA NUEVA APOLOGÉTICA


En México desde hace muchos años se ha estado realizando esto, pero falta
hacerlo de una manera sistemática y orgánica, llegando a todos los cuadros
pastorales de la parroquia y de la diócesis. Aun así hemos avanzado enormidades.
Impulsar una Nueva Apologética de cara al tercer milenio es una de las prioridades
que estamos proponiendo y gracias a Dios hemos visto excelentes resultados.

En la diócesis de Cd. Juarez y en los nuevos lugares o países donde nos


invitan les estamos presentando un programa de cuatro etapas fundamentales que
conforman una estrategia básica que en poco tiempo produce frutos excelentes en
cuanto a frenar el ritmo de crecimiento de las sectas a costa de la Iglesia Católica.

Estrategia que hemos ido afinando con los años y que dan por resultado este libro
que tienes en tus manos. Estrategia que hemos visto que tiene una gran aceptación
incluso en los Estados Unidos donde hay una práctica extendida del ecumenismo.
Entre ambas líneas de pastoral no hay oposición sino complementariedad. El
Ecumenismo busca restablecer la Unidad con los que ya se apartaron (Unitatis
Redintegratio) y la apologética busca preservar la unidad de los que todavía están
en la Iglesia (Unitatis Praeservatio).

NUEVA APOLOGETICA O DEFENSA DE LA FE:

· Que sea un elemento integrante de la evangelización. (Catechesi Tradendae No.


18).
· Que no es monólogo sino al contrario, pues establece las bases para un sano
diálogo. (Cfr. La Iglesia y las sectas ¿pesadilla o reto? Pag. 269 P. Flaviano
Amatulli).

· Que surge de la vivencia del sacramento de la confirmación por el cual somos


enriquecidos con el Espirítu Santo para ser testigos de Cristo y extender y defender
la fe con obras y palabras. (Catecismo de la Iglesia No. 1285).

71
· Que al mismo tiempo que fortalece la identidad del católico esta abierta a los
valores y elementos de santidad existentes fuera del ámbito eclesial
visible (Unitatis Redintegratio No. 3).

· Que no está ni contra las sectas ni con ellas. Mas bien busca instruir con
serenidad sobre las características y diferencias de las diversas sectas y sobre las
respuestas a las injustas acusaciones contra la Iglesia. (Cfr. Documento de Santo
Domingo CELAM No. 146).

· Que se injerta como una disciplina mas dentro del conjunto teológico. (Pastores
Dabo Vobis No. 51).

· Renovación de la Apologética que no busca pelear o condenar sino fortalecer


la fe del católico capacitándolo a dar razones de su esperanza.(Cfr. El compromiso
pastoral de la Iglesia frente a las sectas. Comisión doctrinal de la Conferencia del
episcopado mexicano No. 55; 1 Pe 3,15).

· Que no es antagónica con el ecumenismo, sino que se complementa con el


mismo. (Cfr. Apologética y Ecumenismo. Dos caras de la misma moneda. P.
Flaviano Amatulli).

· Que no solamente ve el error en el otro, sino que al mismo tiempo se


autocritica y descubre en el otro los signos de los tiempos. (Ut Unum Sint No. 34).

· Que une el valor del testimonio con la necesidad del anuncio explícito del
Evangelio. (Evangelii Nuntiandi No. 22).

· Que defiende y promueve a la vez la riqueza espiritual que el Señor nos dejó
pues sólo en la Iglesia católica se encuentra la plenitud de los medios de salvación
establecidos por Jesucristo. ( Cfr. Sínodo de América No. 282).

·Que no es triunfalista sino un profético anuncio de una verdad que se propone


y penetra por la misma fuerza de la verdad con suavidad y firmeza en el alma. (Ut
Unum sint No. 3).

· Que desarrolla principalmente toda una labor de pastoral preventiva. (cfr. El


compromiso pastoral de la Iglesia frente a las sectas. Comisión doctrinal de la
Conferencia del episcopado mexicano No. 61 y 70).

ESTA ES NUESTRA EXPERIENCIA Y PROPUESTA.

P R I M E R A E T A P A:

72
V.- CONCIENTIZACION O VACUNACIÓN GENERAL:
“CATOLICO DEFIENDE TU FE ”
Finalidad:
Fortalecer la fe del católico para que se sienta seguro en su Iglesia y valorando su
identidad. Con esto encuentra un motivo de su pertenencia y fidelidad a la Iglesia.
Al mismo tiempo se inicia el proceso de formación de los ministerios de Promotores
y defensores de la fe (Ver Pag. 33). Esto favorece un tratamiento diferenciado con
las demás Iglesias y una pastoral complementaria con el ecumenismo. El sacerdote
de cada parroquia selecciona e invita a un mínimo de doce personas para que
formen a partir de esta fase el ministerio de defensa de la fe. Es recomendable que
dos o tres de estas personas ya tengan alguna experiencia pastoral. Es un
momento fuerte de concientización masiva o vacunación general.

Destinatarios:
Toda la comunidad católica. Hay que suspender todas las actividades parroquiales
y diocesanas ordinarias para que asistan todos las personas que están sirviendo
en algún grupo, ministerio o movimiento. Al mismo tiempo se hace una promoción
masiva para que asista el mayor número de personas posible. (Volantes, radio,
boletines parroquiales, periódico diocesano, poster’s etc.)

Contenidos:
* La Iglesia católica es aquella única Iglesia que fundó Cristo personalmente
cuando vivió en este mundo y que confió a Pedro y a los apóstoles.
Esto puede ser demostrado bíblica e históricamente. En ella reside la plenitud de
los medios de salvación. Sus pastores son los sucesores de Pedro y de los
apóstoles.
Las sectas , al contrario, son grupos particulares cuyo anti-catolicismo, anti-
comunismo, anti-ecumenismo y fundamentalismo son sus rasgos principales. La
mayoría son fundadas a mediados del siglo pasado.

* La Biblia surgió de la Iglesia y no la Iglesia de la Biblia.


Las sectas aceptan la Biblia y rechazan aquella Iglesia que le dio origen.
* La Iglesia Católica tiene la respuesta para todas las objeciones que presentan
las sectas (imágenes, bautismo de niños, cruz, virginidad de María, el Papa etc.)

Pues bien cuando un católico conoce todo esto, difícilmente se deja confundir y
mucho menos se aparta de la Iglesia.

Duración:

73
Cinco días. Dos horas cada día. Normalmente es por la tarde o en las noches. El
horario lo fijan de acuerdo a las necesidades de cada lugar. También puede ser un
fin de semana. Viernes por la tarde, Sábado y Domingo hasta mediodía.

SEGUNDA ETAPA

VI.- CAPACITACION Y FORMACION DE LOS MINISTERIOS


DE PROMOTORES Y DEFENSORES DE LA FE
Finalidad:
Capacitar a todos los agentes de pastoral que están prestando algún servicio en la
Iglesia para que estén preparados a orientar a los católicos cuando tengan alguna
pregunta o duda surgida por el sectarismo. Al mismo tiempo se forma el equipo
parroquial de promotores y defensores de la fe, para que puedan ayudar a los
católicos con dudas fortaleciendo su identidad a través de las estructuras
pastorales con las que ya se cuenta y dialogar con los que ya se apartaron de la
Iglesia y muestran deseos de encontrar la verdad. Apoyar a los que regresan a la
Iglesia Católica para que puedan conocer adecuadamente la doctrina católica con
relación a lo que aprendieron fuera de ella y puedan superar las crisis que puedan
surgir a raíz de su reinserción en la Iglesia.

Destinatarios:
Al igual que la primera fase, este curso es para toda la comunidad católica.
Igualmente se suspenden TODAS las actividades ordinarias de las parroquias. Se
hace publicidad masiva para todos los que deseen puedan asistir. En esta fase es
indispensable que no falten los que se anotaron para formar el ministerio de
Promotores y Defensores de la fe.

Contenido:
* Problemática general.
Verdadera Iglesia, unidad entre los discípulos de Cristo, origen de la Biblia,
diferencia entre antiguo y nuevo testamento, magisterio de la Iglesia, salvación
personal, jerarquía de la Iglesia, Biblia y Tradición, interpretación de la Biblia, fin
del mundo, Apocalipsis, culto y respuesta a los principales ataques de las sectas.

Duración:
Este nivel dura 10 días con conferencias, mesas redondas, evaluaciones, visitas
domiciliarias y entrenamiento para aprender a dialogar.
Es recomendable que esta fase se realize entre los 30 y 40 días después de la
primera etapa.

TERCERA ETAPA

74
VII.- INTEGRACION DE LA DEFENSA DE LA FE EN LAS
ESTRUCTURAS PASTORALES
Sin duda que esta es la etapa más importante por su alcance y
permanencia. Es la proyección de la Apologética como un elemento integrante de
la pastoral profética o catequética (Catechesi Tradendae No. 18). Es la clave para
lograr excelentes resultados en muy poco tiempo. Este trabajo lo realiza el
ministerio de promotores y defensores de la fe que surgen de las dos etapas
anteriores. Sin muchos recursos económicos ni humanos se puede realizar toda
una labor capilar y fortalecer la fe de miles de católicos en muy poco tiempo.

Es clave y fundamental en este “programa” el que el párroco o el obispo si


es a nivel diocesano, desde el principio hayan aprobado ésta fase. En cada una de
las áreas y programas pastorales que ya existen, se abren espacios de tiempo para
incorporar los temas fundamentales de apologética (Iglesia, Biblia y Tradición,
Virginidad de María, imágenes...) y cada vez que haya ese programa o formación,
automáticamente y por sistema también se darán los de defensa de la fe. Según
sea el tiempo con el que se cuente ese será el grado de profundidad con el que se
impartan los temas. Esta labor la realizan los ministerios de defensa de la fe que
se formaron en las fases anteriores.

Con esto en un periodo de un año todas las personas que pasaron por
pláticas prebautismales; de preparación a la confirmación; prematrimoniales;
catecumenado; comunidades; evangelización; celebración eucarística; bendición
de casas; etc. todos ya salieron con su identidad como católicos bien fortalecida y
aclaradas las dudas principales provocadas por el proselitismo sectario.

Es mas que nada una labor estratégica para alcanzar a miles o millones
de católicos en muy poco tiempo y se adapta a cualquier programa de pastoral que
ya estén llevando en la diócesis o parroquia. No sustituye ningun Plan
pastoral que ya se tenga, sino simplemente le integra este elemento apologético
y dinamizador al mismo. Imagine el resultado que se obtiene de aplicar esto en
veinte, cincuenta o cien parroquias de la diócesis. Con razón las sectas
fundamentalistas disminuyen rápidamente su ritmo de crecimiento pues ya no
encuentran al católico desprevenido e indefenso. Las sectas al mismo tiempo
empiezan a disminuir su fervor misionero y proselitista pues encuentra personas
capacitadas a dar razones de su esperanza (1Pe 3,15) que dan una respuesta
acertada a sus ataques fundamentalistas.

Otro aspecto importante de la facilidad y ventajas de hacer esto es que los


programas de cada área de pastoral con los que ya se cuenta no se ven afectados

75
en su labor y objetivos, pues lo único que se hizo fue el de incorporar la apologética
a los programas de evangelización y catequesis ya establecidos.

Finalidad:
Fortalecer la identidad, amor y fidelidad a la Iglesia Católica en una sociedad donde
el Pluralismo religioso es un hecho. Mediante la incorporación de charlas y temas
de “Defensa de la Fe” en todas las estructuras pastorales esta se convierte en un
elemento integrante de la evangelización. En donde lo estamos realizando esta
dando excelentes resultados. Algunas de las áreas y programas donde hay que
incorporarla son las siguientes:

a) Pláticas pre-sacramentales: pre-bautismales, preparación a la primera


comunión (papas y niños); preparación a la confirmación; pre-matrimoniales, RICA
(ARCI) etc.

b) Distribución masiva de trípticos “Católico Defiende tu fe”. Uno cada mes. En la


homilía o al final de la Eucaristía se explica brevemente su contenido. En algunos
lugares los ministerios de promotores y defensores de la fe hacen diálogos
actuados (dramatizaciones) entre un católico y un no católico sobre el tema del
tríptico que se está distribuyendo. Normalmente en un domingo se dan mil o dos
mil de estos trípticos de defensa de la fe donde se da una respuesta bíblica a las
objeciones presentadas por las sectas: imágenes. Bautismo, Iglesia, nueva era, fin
del mundo etc. Por ejemplo, en Cd. Juarez distribuimos de cada número que
sacamos un promedio de 70,000 trípticos. Cada parroquia compra mil o dos mil de
estos.

c) Temas de defensa de la fe en Boletines parroquiales.

d) A pequeñas comunidades, grupos y ministerios parroquiales. Curso de


Apologética como un nivel del programa que tienen de catequesis o crecimiento
para los movimientos.

e) Religiosidad Popular: Vía crucis, procesiones etc.

f) Catequesis de adultos.

g) Visitas domiciliares.

h) En los casos donde se pueda ir aplicando en las estructuras pastorales


diocesanas que se vayan autorizando el avance será mucho mas rápido. Algunas
de estas estructuras donde se incorporen los cursos o la materia de Apologética o
defensa de la fe pueden ser: Institutos diocesanos de formación de agentes de
pastoral; periódicos diocesanos, seminarios...

76
Nota 1: La cantidad de tiempo varía según los programas que sigan en cada
parroquia. Lo importante es que se haga de una manera estructural.

Nota 2: En un segundo momento, al haber personas mas capacitadas se empieza


a promover toda una acción de Apologética en las estructuras sociales:

1.- Medios de comunicación

2.- Organismos no gubernamentales

3.- Instancias de gobierno organizacionales

4.- Area educativa: escuelas, universidades

CUARTA ETAPA

VIII.- CAPACITACION ESPECIFICA Y CURSOS DE


ACTUALIZACION
Finalidad:
Tener una capacitación constante sobre el fenomeno del sectarismo
fundamentalista y la Nueva era mediante talleres de actualización. Al mismo tiempo
capacitarlos sobre algunos aspectos complementarios. Esto facilita el tener
agentes de pastoral verdaderamente cualificados en la materia.

Destinatarios:
Personas que estén formando parte de los ministerios de Promotores y Defensores
de la fe. Al mismo tiempo se hace una invitación y promoción abierta para las
personas que deseen asistir.

Cursos y talleres:

* Grupos especiales.
Testigos de Jehová
Mormones
Adventistas del séptimo día
Luz del mundo

* Teología protestante y teología católica.


Diferencias fundamentales desde Martín Lutero hasta la fecha.

77
*Taller sobre la Nueva Era (Psíquicos, metafísicos, gnósticos etc.) y la fe Cristiana.

*Curso de formación de líderes.

*Taller sobre “El satanismo y su culto en la sociedad actual”.

*Curso de formación de Predicadores.

IX.- MINISTERIO DE PROMOTORES Y DEFENSORES DE LA


FE

OBJETIVO: Capacitar a un grupo de personas de la parroquia sobre una labor


pastoral específica que sea un apoyo frente al proselitismo de las sectas. Se
profundiza sobre la realidad de este fenómeno y sobre como fortalecer la Fe del
católico, aclarando sus dudas mediante una respuesta a las principales objeciones
de los hermanos separados (cfr. No. 146 del Doc. de Sto. Domingo). Para esto, se
realizan distintas actividades a nivel parroquial con el fin de afianzar la identidad
del católico (cfr. No. 143 D.S.D.) El objetivo de este ministerio no es el pelear ni
discutir con el hermano de las sectas, mas bien nuestra finalidad es
la de fortalecer la fe del católico y el de ayudar a reflexionar a los que
abandonaron la Iglesia Católica . Esto se hace en un ambiente de respeto y de
diálogo.

ORGANIZACIÓN: La estructura interna del ministerio es por medio de un


coordinador, un secretario y un tesorero. Al haber tres o mas ministerios en la
diócesis, es recomendable que se forme un equipo diocesano que coordine y
pueda optimizar los recursos con los que se cuenta. A la vez sirve de apoyo y
animador para los PRODEFE que están en las parroquias. El apoyo y supervisión
del párroco es fundamental en el acompañamiento del mismo.

ACTIVIDADES:

· Su labor principal es Integrar algunas enseñanzas sobre defensa de la Fe en


las estructuras pastorales. Incorporándolos de una manera sistemática. Esta es la
clave para fortalecer la identidad del católico. Esta es la puesta en práctica de la
tercera etapa de la estrategia y fundamental si se quiere frenar el crecimiento del
sectarismo a expensas del catolicismo. (Estudiar ampliamente la tercera fase del
“programa”. Pag. 28).

· Instalar un “Buzón de preguntas” en el templo para hacer visitas a quien lo


solicite.

78
· Organizar cursos sobre defensa de la Fe.

· Repartir trípticos sobre defensa de la fe al terminar la Eucaristía. Cada mes y


medio se dará un tríptico diferente. Es mejor si se deja unos minutos antes o
después de la Eucaristía para explicarlo brevemente o mejor si hacen un diálogo
actuado sobre el tema que se está tocando. Se pueden estudiar estos en los
cassettes o videos de apologética.

· Realizar visitas domiciliarias. El libro siguiendo las huellas de Cristo trae un


modelo para realizarlas.

· Promover el boletín que ya se tiene sobre Iglesia y sectas o hacer uno local.

· Buscar otras iniciativas prácticas para proyectar la Defensa de la Fe por


diferentes medios (radio, televisión, prensa, boletines parroquiales o
diocesanos...)

REUNIÓN: Normalmente es una vez a la semana. El día y la hora será fijado de


común acuerdo con el párroco y las personas que integren el ministerio.

FORMACIÓN: Se da en base a los siguientes libros: Diálogo con los protestantes,


La Iglesia y las sectas “pesadilla o reto”, Manual del Evangelizador y otros libros
del P. Flaviano Amatulli. Además se usan muchos mas de otros autores en relación
con diferentes temas de espiritualidad, la familia, medios de comunicación etc. Se
hace un uso abundante de la Sagrada escritura (Cf. Dei Verbum No. 21) y de
algunos de los principales documentos del magisterio de la Iglesia: Catecismo
universal de la Iglesia, documentos del Vaticano II, Conclusiones del CELAM en
Santo Domingo...

Es sumamente importante que cada dos temas se intercale uno de espiritualidad


de acuerdo a las necesidades del grupo, Igualmente es recomendable que
participen en retiros, hora santa y otras acciones encaminadas a cuidar su
espiritualidad.

PROGRAMA DE FORMACION PERMANENTE DEL MINISTERIO

Los temas por niveles que se dan a los ministerios de Promotores y Defensores de
la Fe son los siguientes:

Primer Nivel

+ Fundamento de la Iglesia
+ Jerarquía de la Iglesia

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+ Biblia y Tradición
+ El Bautismo
+ La Confesión
+ Técnicas de diálogo
+ Imágenes
+ Virginidad de María
+ Interpretación Bíblica
+ Apologética y Ecumenismo
+ Intercesión de los Santos
+ Causas del Sectarismo
+ Alma y Purgatorio
+ La Eucaristía
+ Líneas de Acción
+ El Celibato
+ Indiferentismo Religioso
+ La “Nueva Era”
+ Respuesta de la Palabra de Dios
+ La Cruz
+ La Divinidad de Cristo
+ Grupos Religiosos en el Tiempo de Jesús

Segundo Nivel

+ Virginidad de María
+ Infalibilidad del Papa
+ Imágenes
+ Resurrección Vs. reencarnación
+ Apologética Y Ecumenismo
+ El Fin del Mundo
+ El Apocalipsis
+ La Bestia del Apocalipsis
+ Divinidad del Espíritu Santo
+ Contra Cristo, Contra su Iglesia
+ Qué Contiene la Biblia
+ Las Postrimerías
+ La Inquisición
+ El Sábado
+ San Pedro el primer Papa
+ Las Riquezas del Papa
+ Los Deuterocanónicos
+ El Libro de Daniel
+ El Nombre de Dios
+ Las Apariciones Marianas

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Tercer Nivel

+ El Cisma De Oriente
+ ¿ Creación o Evolución ?
+ Objeciones Científicas contra la Biblia
+ Ciencia Y Fe
+ Historia de las Religiones
+ La Masonería
+ Relaciones Iglesia-Estado
+ Version “Nuevo Mundo” ¿traducción o falsificación?
+ Hermenéutica
+ Los Mormones
+ Verdadera Devoción a María
+ La Luz del Mundo
+ Teología Protestante
+ El Lefebvrismo
+ La Eutanasia
+ La Misión de la Familia
+ Televisión-Familia y Vida Cristiana
+ El Aborto
+ La Planificación Familiar
Nota 1: Buscar los temas en los libros que editamos para preparar la plática que se
dará. Estos temas se pueden enriquecer con otros libros y con documentos del
magisterio. Lo importante es la fundamentación y el aspecto apologético.
Nota 2: Es sumamente importante que cada dos temas de Apologética se
intercale uno de Espiritualidad de acuerdo a las necesidades del ministerio.

X.- DIRECTRICES DEL MAGISTERIO SOBRE LA


IMPORTANCIA DE LA APOLOGÉTICA.

Importancia de la
Defensa de la Fe: El magisterio de la Iglesia en los últimos documentos que ha
emitido en sus diferentes niveles ha expresado su preocupación por el grave
crecimiento de las sectas religiosas, a su vez nos ha marcado algunas líneas de
acción para hacer frente a este signo de los tiempos. Algunos de los señalamientos
mas importantes en relación con el apostolado que realizamos son los siguientes:
* La constitución "Lumen Gentium" exhorta a los obispos a que "con vigilancia
aparten de su grey los errores que la amenazan(25a) e invita a los laicos a "difundir
y defender la Fe"(11a).

81
* El decreto "Christus Dominus:

" Afirma que los obispos deben enseñar a los fieles a "defender y propagar la
Fe"(23a).

* La "Optatam Totius" determina que las disciplinas teológicas deben ser


enseñadas de tal forma, que los alumnos:

"Puedan anunciarlas, exponerlas y defenderlas en el ministerio sacerdotal"(16a).

* La declaración "Dignitatis Humanae" recuerda que:

"El discípulo tiene la gran obligación de anunciar la verdad recibida de Cristo


y defenderla con valentía"(14d).

* El documento que contiene las conclusiones de la "IV Conferencia General del


Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo" nos habla de que hay que:

"Instruir ampliamente, con serenidad y con objetividad, al pueblo sobre las


características y diferencias de las diversas sectas y sobre las respuestas a las
injustas acusaciones contra la Iglesia. Promover las visitas domiciliarias con laicos
preparados y organizar la pastoral del retorno para acoger a los católicos que
regresan a la Iglesia ” ( Cfr. 146).

* Otro ejemplo de esto es la ponencia de el Exmo. cardenal Francis Eugene


George.O.M.I. de Chicago dada en el Sínodo para América. El comentó lo
siguiente:

"El dialogo entre fe y cultura es diferente en América del Norte donde la fe ha sido
predominantemente protestante, del mismo dialogo en Latinoamérica donde la fe
ha sido católica. Esta diferencia crea una dificultad especial para los nuevos
emigrantes procedentes de Latinoamérica, que se encuentran que son una minoría
(hispanos) dentro de una minoría (católicos). Los inmigrantes católicos tienen que
encontrar un nuevo modo de ser católicos para preservar su fe en lo que a menudo
es un ambiente culturalmente hostil. La situación requiere una nueva
Apologética como parte de la Nueva Evangelización."

(sexta asamblea del sínodo. VIS 97/11/21)

* Igualmente el "Catecismo universal de la Iglesia" nos habla de que:

82
"Por el sacramento de la confirmación los bautizados se unen mas íntimamente
a la Iglesia y son enriquecidos con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De
esta forma se comprometen mucho mas, como auténticos testigos de Cristo,
a extender y defender la Fe con sus palabras y sus obras"
( No. 1285 ).

* Por otra parte, el Papa Juan Pablo II en su exhortación apostólica post-sinodal


Pastores Dabo Vobis nos recuerda lo siguiente:

«Si todo cristiano afirman los padres sinodales debe estar dispuesto a defender la
fe y a dar razón de la esperanza que vive en nosotros (cfr. I Pe 3,15), mucho mas
los candidatos al sacerdocio y los presbíteros...» (51b)

En resumen, el magisterio de la Iglesia a medida que pasa el tiempo va


precisando mejor la actitud de ecumenismo ante las Iglesias de la Reforma o con
aquellas que tienen una actitud mas ecuménica, y Apologética o de defensa de la
Fe ante las sectas fundamentalistas que han surgido en el último siglo y que tienen
un mayor ritmo de crecimiento y una línea mas anti-católica y anti-ecuménica.

XI.- SOBRE EL AUTOR


El trabajo realizado durante años en la pastoral relacionada con el fenómeno del
sectarismo ha sido fundamental para la concretización de este programa. A
continuación presentamos algunos de los rasgos fundamentales del servicio
pastoral que ha prestado en la Iglesia.

· Misionero laico casado y a tiempo completo desde hace catorce años.

· Profesor de la materia de Apologética en el seminario mayor de Cd. Juárez,


México.

· Fundador y Subdirector del Instituto Diocesano de Teología de Cd. Juárez.


· Secretario ejecutivo del Centro de Investigación Religiosa. (C.I.R.)

· Director de Apóstoles de la Palabra en la Región norte de México.

· Participante en programas de Radio y Televisión sobre apologética y el fenómeno


del sectarismo.

· Fundador y director ejecutivo de RESA (Red de Sacerdotes por una Nueva


Apologética).

83
· Autor del libro-investigación “el lefebvrismo: un cisma que llegó a la herejía”; de la
serie de trípticos “católico defiende tu fe” como un método masivo de
fortalecimiento de la fe, de el programa de Radio y televisión apologético llamado
“América Siempre Fiel” y del memorama bíblico sobre defensa de la fe.

· Conferencista internacional sobre apologética, formación de líderes y otros temas


de formación de agentes pastoral y pueblo en general.

Seis enemigos del compromiso con la


apologética
por Douglas Groothuis

Douglas Groothius, Ph.D., enseña filosofía en Denver Seminary y es autor de


siete libros, de los cuales el más reciente es The Soul in Cyberspace (El Alma
en el Ciberespacio - Baker 1997).

Índice
 Introducción
 Indiferencia
 Irracionalismo
 Ignorancia
 Cobardía
 Arrogancia y vanidad intelectual
 Técnicas superficiales o apologética facilista

Introducción

El mundo evangélico de hoy sufre de anemia apologética. A pesar del hecho de


que las Sagradas Escrituras llaman a los creyentes a dar razón de la esperanza
que tenemos en Cristo (1 Pedro 3:15; ver también Judas 3), carecemos tristemente
de una voz pública a favor de la verdad y de la razón en el mercado de las ideas.
No tenemos una fuerte presencia intelectual en la cultura popular o académica
(aunque algunas áreas, como la filosofía, están más influidas por los evangélicos
que otras). Las razones de esta anemia son multidimensionales y complejas.

84
Tres libros recientes exploran la falta de una "mente cristiana" en el
evangelicalismo contemporáneo, y yo los recomiendo fuertemente. The Scandal of
the Evangelical Mind (El Escándalo de la Mente Evangélica - Eerdmans, 1994), de
Mark Noll, explora las raíces históricas del anti-intelectualismo evangélico. Fit
Bodies, Fat Minds (Cuerpos en Estado, Mentes Obesas - Baker Books, 1994), de
Os Guinness, trata algunos de los problemas históricos y también bosqueja cómo
debería ser una mente cristiana. Love Your God with all of Your Mind (Ama a Tu
Dios con toda Tu Mente - NavPress, 1997) explica por qué no piensan los
cristianos, desarrolla una teología bíblica de la mente y ofrece argumentos y
estrategias apologéticos útiles para darle más poder intelectual a la iglesia.

Mi propósito modesto es exponer brevemente seis factores que inhiben en forma


ilegítima el compromiso apologético hoy. Si se quitan estas barreras, nuestro
testimonio apologético podrá crecer hasta la medida de lo que debería ser en
Cristo.

1. Indiferencia

Hay demasiados cristianos a los que no les importa que el cristianismo sea
ridiculizado rutinariamente en nuestra cultura como desactualizado, irracional y de
mente estrecha. Podrán quejarse de que esto los "ofende" (así como todo el resto
del mundo se queja de que una cosa u otra los "ofende"), pero hacen poco para
enfrentar estos cargo ofreciendo una defensa de la cosmovisión cristiana en una
diversidad de contextos. Y, sin embargo, las Escrituras ordenan a todos los
cristianos a tener una razón para la esperanza que está dentro de ellos y a
presentarla con mansedumbre y reverencia (1 Pedro 3:15). Nuestra actitud debería
ser la del apóstol Pablo, cuyo espíritu "se enardecía" viendo la idolatría de la
sofisticada Atenas. Este celo por la verdad de Dios lo condujo a un encuentro
apologético fructífero con los pensadores reunidos para debatir nuevas ideas (ver
Hechos 17). Tendría que pasar lo mismo con nosotros. Así como "Dios amó de tal
manera al mundo" que envió a Jesús para ponernos en paz con Dios (Juan 3:16),
los discípulos de Jesús tendrían que amar de tal manera al mundo que intenten
llegar a los perdidos presentándoles el Evangelio y contestando las objeciones a la
fe cristiana (Juan 17:18).

2. Irracionalismo

Para algunos cristianos, la fe significa creer ante la ausencia de evidencia y de


argumentos. Peor aún, para algunos la fe significa creen a pesar de la evidencia
en contra. Cuanto más irracionales sean nuestras creencias, mejor-serán más
"espirituales". Si bien Pablo enseña en 1 Corintios 1 y 2 que Dios enloquece la
"sabiduría de este mundo" (porque es una sabiduría falsa), la revelación de Dios
no es irracional; ni debe sostenerse la fe en ella en forma irracional.{1} Dios no
requiere de nosotros que suspendamos nuestras facultades críticas a fin de creer

85
en lo que él ha revelado. A través de Isaías, Dios le declara a Israel: "Vengan,
vamos a discutir este asunto" (Isaías 1:18, VP). Dios nos ordenó amar a Dios con
todas nuestras mentes (Mateo 22:37). Cuando los cristianos optan por el
irracionalismo, se convierten meramente en otra "opción religiosa," y son
clasificados junto con los de la Puerta del Cielo, la Sociedad de la Tierra Plana y
otros grupos intelectualmente deficientes. A la luz del suicidio de los miembros de
la Puerta del Cielo, varias de la revistas más importantes,
como Esquire, Newsweek y US News and World Report afirmaron que la fe de los
que pusieron fin a sus vidas siguiendo la religión de ciencia-ficción de Marshall
Applewhite no eran más extraños que los cristianos que también creen cosas
ridículas. Tristemente, el comportamiento de algunos cristianos le dio respaldo a
tales acusaciones.

3. Ignorancia

Muchos cristianos no son conscientes de los tremendos recursos intelectuales que


están a su disposición para defender "la fe que ha sido una vez dada a los santos"
(Judas 3). Esto es en gran medida porque muchas de las principales iglesias y
organizaciones paraeclesiásticas prácticamente no toman en cuanta a la
apologética. Uno de los principales ministerios entre universitarios, con una gran
historia y un programa espléndido en los demás aspectos, no ofrece ningún
material para ayudar a los estudiantes a tratar con la incredulidad que emana de
sus profesores seculares. Pocos sermones evangélicos se ocupan de las
evidencias a favor de la existencia de Dios, la resurrección de Jesús, la justicia del
infierno, la supremacía de Cristo o los problemas lógicos que tienen las
cosmovisiones no-cristianas. Los libros cristianos de mayor venta, con raras
excepciones, se dedican a especulaciones apocalípticas sin fundamento, exaltan
a celebridades cristianas (cuyas personalidades a menudo no condicen con su
fama), y se deleitan en métodos para lograr cosas. Uno puede darse cuenta de
muchas cosas acerca de un movimiento por lo que lee, y por lo que no lee.

4. Cobardía

En nuestra sociedad pluralista, una actitud de "vive y deja vivir" es la norma, y una
capitulación a la presión social amenaza al evangelicalismo y la vacía de sus
convicciones. Hay demasiados evangélicos que están más preocupados por ser
"agradables" y "tolerantes" que por ser bíblicos o fieles al Evangelio exclusivo que
se encuentra en sus Biblias. No hay suficientes evangélicos que estén dispuestos
a presentar y defender su fe en situaciones desafiantes, sea en la escuela, en el
trabajo o en otros contextos públicos. La tentación está en privatizar la fe y aislarlo
y confinarlo fuera de la vida pública por completo. Sí, somos cristianos (en nuestros
corazones), pero tenemos dificultad para conectar a alguien con lo que creemos y
explicarle por qué lo creemos. Esto no es más que cobardía y una traición a lo que
decimos que creemos. Considere la oración inspirada de Pablo y su admonición

86
para nosotros: "Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando
gracias a Dios. Oren también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra las
puertas para predicar el mensaje y hablar del secreto de Cristo, pues por este
secreto estoy preso. Oren para que yo lo dé a conocer tan claramente como debo
hacerlo. Pórtense prudentemente con los no creyentes, y aprovechen bien el
tiempo. Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben
saber también cómo contestar a cada uno" (Colosenses 4:2-6).

Podremos experimentar rechazo; pero Jesús llamó a aquellos que son perseguidos
por su causa "bienaventurados." "Bienaventurados sois cuando por mi causa os
vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (Mateo 5:11-12).

El apóstol Pedro se hace eco de su Maestro: "Si sois vituperados por el nombre de
Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre
vosotros" (1 Pedro 4:14).

Por otro lado, cuando el Espíritu Santo bendice nuestros esfuerzos, las personas
van a responder con interés y hasta con una fe salvadora (Romanos 1:16). Nunca
debemos olvidarnos que Jesús tiene toda autoridad en los cielos y en la tierra, y
que él nos ha comisionado a declarar y defender su Evangelio (Mateo 28:18-20).

5. Arrogancia y vanidad intelectual

En el otro extremo del espectro del error yace la arrogancia del apologista
sabelotodo, que está más interesado en mostrar su arsenal de argumentos que en
defender la verdad de una forma piadosa. El pecado que acosa a la apologética es
el orgullo intelectual, y debe ser evitado a cualquier precio. La verdad que
defendemos es un don de la gracia y no nuestro logro intelectual. Desarrollamos
nuestras habilidades apologéticas para santificarnos en la verdad, para ganar
almas para Cristo y para glorificar a Dios. Debemos hablar "la verdad en amor"
(Efesios 4:15). La verdad sin amor es arrogancia; el amor sin verdad es
sentimentalismo.{2}

La arrogancia también ocurre cuando algún apologista acusa a otros creyentes de


herejía sin evidencia suficiente. Pablo les dijo a los primeros líderes de la iglesia
que debían esperar la herejía en medio de la iglesia y que debían estar en guardia
ante ella. (Hechos 20:28-31) Nosotros debemos hacer lo propio. Sin embargo,
debemos estar alertas para no calumniar a camaradas cristianos o suponer lo peor
acerca de ellos. ¡Conozco este error de primera mano, habiendo sido yo mismo
acusado de ser de la Nueva Era porque un crítico leyó erróneamente una parte de
mi libro en contra de la Nueva Era, Unmasking the New Age (Desenmascarando la
Nueva Era)! No malgastemos nuestras energías apologéticas atacando a otros

87
creyentes cuando los verdaderos herejes e incrédulos están clamando por la
refutación y la corrección.

6. Técnicas superficiales o apologética facilista

Algunos que se entusiasman con la apologética pueden contentarse con tener


respuestas superficiales a preguntas intelectuales difíciles. Nuestra cultura se
deleita en respuestas rápidas para casi todo, y la técnica es lo más importante.
Algunos cristianos memorizan respuestas correctas a preguntas apologéticas-tales
como el problema del mal o la controversia sobre la creación/evolución-que
difunden sin el compromiso adecuado sobre los temas y sin una preocupación
empática para el alma que presenta la pregunta. Una vez vi un librito llamado algo
así como The Handy, Dandy Evolution Refuter (El Práctico Refutador de la
Evolución). Sí, la macroevolución es falsa, y se han levantado buenos argumentos
en contra de ella tanto desde la naturaleza como desde las Escrituras, pero el tema
no es tan simplista como lo hace aparecer el título de ese libro.{3} La apologética
debe ser hecha con integridad intelectual.

El lema apologético de Francis Schaeffer era que debemos dar "respuestas


honestas a preguntas honestas." Primero, debemos realmente escuchar la
pregunta que se nos hace o la objeción que se nos levanta. Debemos meternos
dentro de las mentes de aquellos que están dando razones para no seguir a Cristo.
Cada persona es diferente, no importa cuán comunes puedan ser algunas
objeciones escépticas. No reduzcan a las personas a frases hechas.

Segundo, conteste a lo que escucha. No conteste una pregunta que no fue hecha.
Tal enfoque superficial no impresionará a un incrédulo pensante. Si usted no puede
producir una respuesta sólida a la objeción en el momento, no trate de esconder
su ignorancia o incapacidad. El admitir honestamente sus limitaciones es mejor que
dar una respuesta de mala calidad. Dígale a la persona que es un buen punto y
que necesita pensar más acerca de él. El cristianismo es absolutamente verdadero;
pero esto no implica que cada cristiano en particular puede manejar en forma
absoluta cualquier objeción que se levante en contra de él. Debemos evitar las
técnicas apologéticas y, en cambio, desarrollar recursos intelectuales y cultivar un
diálogo real con los incrédulos.{4}

Bien ha dicho Walter Martin que la iglesia evangélica es un gigante dormido, y él


luchó vigorosamente para despertarla a su potencial dado por Dios para presentar
el Evangelio y defenderlo contra objeciones de los escépticos y de las sectas. Con
este legado en mente, que podamos nosotros reavivar esta visión y encontrar la
pasión y sabiduría para concretarla mediante el poder del Espíritu Santo (Hechos
1:8).

Notas

88
{1} Para una explicación de pasajes bíblicos que supuestamente enseñan que la
fe no es razonable, ver J. P. Moreland, Love God With All of Your Mind (Ama a Dios
con Toda tu Mente, Colorado Springs, CO: NavPress, 1997), 57-61

{2} Sobre esto, ver Douglas Groothius, "Apologetics, Truth, and Humility"
(Apologética, Verdad y Humildad), Christian Research Journal (Spring 1992), 7.

{3} Para una introducción convincente a este tema, ver Philip Johnson, Defeating
Darwinism by Opening Minds (Derrotando al Darwinismo Abriendo las Mentes,
Downers Grove, Il: InterVarsity Press, 1997).

{4} Ver Dialogical Apologetics (Apologética Dialogal) por David Clark (Grand
Rapids, MI: Baker Books, 1993).

¿Apologética después del Vaticano


II?
Algunos motivos por los que se hace necesaria esta disciplina.

Un artículo del libro de Martín Zavala, Apóstoles de la Palabra, USA.

Una de las razones por la cual en algunos ambientes no es aceptada la Apologética es porque
piensan que queremos practicarla o resucitarla tal como se practicaba antes del concilio Vaticano
II. Donde en algunos casos era muy racional, combativa, triunfalista y un monologo donde se
quería vencer a un enemigo en la Fe. Además que se le veía como algo contrario al ecumenismo.
La verdad es que hoy en día en muchos países se esta practicando una nueva Apologética pero
desde una perspectiva donde se ha incorporado la visión teológica del Vaticano II.

Veamos a continuación algunas de las caracteristicas principales de ella y seguramente que


estará de acuerdo con nosotros en promover la importancia de una nueva Apologética en todas
las areas de pastoral:

* Que surge de la vivencia del sacramento de la confirmación por el cual somos enriquecidos con
el Espirítu Santo para ser testigos de Cristo y extender y defender la fe con obras y palabras.
(Catecismo de la Iglesia No. 1285).

* Que sea un elemento integrante de la evangelización. (Catechesi Tradendae No. 18).

* Que no es monólogo sino al contrario, pues establece las bases para un sano diálogo. (Cfr. La
Iglesia y las sectas ¿pesadilla o reto? Pag. 269 P. Flaviano Amatulli).

* Que al mismo tiempo que fortalece la identidad del católico está abierta a los valores y
elementos de santidad existentes fuera del ámbito eclesial visible (Unitatis Redintegratio No. 3).

89
* Que no está ni contra las sectas ni con ellas. Mas bien busca instruir con serenidad sobre las
características y diferencias de las diversas sectas y sobre las respuestas a las injustas
acusaciones contra la Iglesia. (Cfr. Documento de Santo Domingo CELAM No. 146).

* Que se injerta como una disciplina mas dentro del conjunto teológico. (Pastores Dabo Vobis
No. 51).

* Renovación de la Apologética que no busca pelear o condenar sino fortalecer la fe del católico
capacitándolo a dar razones de su esperanza. (Cfr. El compromiso pastoral de la Iglesia frente a
las sectas. Comisión doctrinal de la Conferencia del episcopado mexicano No. 55; 1 Pe 3,15).

* Que no es antagónica con el ecumenismo, sino que se complementa con el mismo. (Cfr.
Apologética y Ecumenismo. Dos caras de la misma moneda. P. Flaviano Amatulli).

* Que no solamente ve el error en el otro, sino que al mismo tiempo se autocritica y descubre en
el otro los signos de los tiempos. (Ut Unum Sint No. 34).

* Que une el valor del testimonio con la necesidad del anuncio explícito del Evangelio. (Evangelii
Nuntiandi No. 22).

* Que defiende y promueve a la vez la riqueza espiritual que el Señor nos dejó pues sólo en la
Iglesia católica se encuentra la plenitud de los medios de salvación establecidos por Jesucristo.
( Cfr. Sínodo de América No. 282).

* Que no es triunfalista sino un profético anuncio de una verdad que se propone y penetra por la
misma fuerza de la verdad con suavidad y firmeza en el alma. (Ut Unum sint No. 3).

* Que desarrolla principalmente toda una labor de pastoral preventiva. (cfr. El compromiso
pastoral de la Iglesia frente a las sectas. Comisión doctrinal de la Conferencia del episcopado
mexicano No. 61 y 70).

*Que se complementa con el ecumenismo, pues entre ambas líneas de pastoral no hay oposición
sino complementariedad. El Ecumenismo busca restablecer la Unidad con los que ya se
apartaron (Unitatis Redintegratio) y la Apologética busca preservar la unidad de los que todavía
están en la Iglesia (Unitatis Praeservatio).

Es esta la Nueva Apologética que estamos proponiendo y promoviendo, en consonancia con el


magisterio de la Iglesia.

Milagros al margen de la Iglesia católica

Es este un tema complicado y delicado. Al papa Juan XXIII, en uno de sus cumpleaños siendo
ya papa, una persona con ánimo de elogiarle le dijo: Que su Santidad llegue a cumplir los cien
años, a lo que Juan XXIII respondió: ¿Y porqué le vamos a poner limitaciones a la Providencia?
Quizás por que somos unas criaturas limitadas, nuestra tendencia humana es poner siempre
límites a todo. Y en esto de los milagros, muchos piensan que como el único y verdadero camino
para llegar a Dios es la Iglesia católica, es ella la que tiene la patente internacional de los milagros
en el mundo. En otras palabras se le pone límites a la intervención divina en la vida de los
hombres, cuando es sabido que esta es total. Acaso lo que piensan algunos, ¿es que si Dios

90
realiza o permite que se realicen milagros al margen de la Iglesia católica, se está deslegitimando
esta?

Cierto es que el Señor, al pie de la Cueva de Banias, le dijo a San Pedro: “Y yo te digo a
ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificare yo mi iglesia, y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra
será atado en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos”. (Mt 16,18-
19). Un milagro, ni veinte milagros diarios, pueden echar abajo estas palabras de Señor, aunque
ocurran milagros al margen de la Iglesia, esta sigue siendo y lo será siempre la que conduce al
camino de la Verdad.

Si ahondamos en este tema de los milagros, llegaremos un momento en que veremos que la
Iglesia católica no tiene un monopolio exclusivo de los milagros. Fuera de nuestra Iglesia, y al
margen de ella, también se originan milagros. Esto es un algo, que como ya hemos dicho antes,
puede sorprender e incluso escandalizar algunos, ya que dentro de sus profundas convicciones,
no se encuadra la idea de que Dios pueda permitir estas situaciones. Y sin embargo Dios las ha
permitido, ya antes del nacimiento de Nuestro Señor. Y tanto en el Antiguo Testamento como en
el Nuevo Testamento se nos previene frente a este tipo de milagros.

El poder de hacer milagros no es esencialmente sobrenatural, como lo es la gracia santificante,


sino solamente preternatural; podría Dios concederlo a un pecador la posibilidad de hacer un
milagro, como de hecho lo ha hecho, porque ello no supone necesariamente unión íntima con
Dios, ya que es una simple delegación de Su poder; mientras que la gracia es una participación
en la vida misma de Dios, ese bien supremo, Él, no lo concede más que a sus amigos. La facultad
de realizar milagros, puede Dios delegarla en personas que no vivan en su gracia, e inclusive
puede autorizar al propio el demonio, para que realice determinado milagro. Los milagros pues,
no caracterizan exclusivamente al catolicismo. En otras partes, como puede ser en el mundo de
los hermanos ortodoxos, y en el resto de confesiones cristianas orientales, se originan milagros
e inclusive en el protestantismo herético. En el Evangelio de San Mateo, puede leerse: “No todo
el que dice: ¡Señor, Señor!, entrara en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre, que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos
en tu nombre, y en nombre tuyo arrojábamos los demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? Yo entonces les diré: nunca os conocí; apartaos de mi, obradores de iniquidad. Aquel,
pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa
sobre roca”. (Mt 7,21-24).

El hecho de profetizar correctamente el futuro y lógicamente no me estoy refiriendo a


profesionales embaucadores que echan las cartas, es siempre una demostración de una
situación milagrosa, porque nadie puede conocer el futuro salvo Dios. Y en referencia a los
profetas, también San Mateo, nos dice: “Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que
harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos”.
(Mt 7,24-24). También San Pablo acepta la idea, de que sin caridad, que es tanto como decir:
sin amar a Dios y por lo tanto sin vivir en su gracia, se puedan realizar milagros. “Aunque tuviera
el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de
fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy”. (1Co 13,2).

Es indudable, que Dios autoriza la comisión de milagros y faculta para ello, a personas que no
viven en su gracia, pero siempre con una importante limitación, planteada por los teólogos y
derivada de la misma esencia divina en la cual la Verdad es elemento constitutivo, comenzando
por el mismo Santo Tomás que dice: “A los dioses no católicos –a dioses no cristianos- se les

91
puede conceder la realización de milagros, pero Dios no podrá permitir que los hagan para
demostrar que sus doctrinas, si son falsas, son verdaderas”.

Este tema de los milagros permitidos por el Señor, nos lleva a considerar el tema de los falsos
profetas en surgirán en el final de los tiempos. Así San Mateo escribe en su evangelio: “Si alguien
les dice entonces: El Mesías está aquí o está allí», no lo crean. Porque aparecerán falsos mesías
y falsos profetas que harán milagros y prodigios asombrosos, capaces de engañar, si fuera
posible, a los mismos elegidos. Por eso los prevengo. Si les dicen: "El Mesías está en el desierto",
no vayan; o bien: "Está escondido en tal lugar", no lo crean”. (Mt 24,23-26).

San Pablo en su epístola a los Tesalonicenses nos dice: “La venida del impío estará señalada
por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos y todo tipo
de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la
verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en
la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la
iniquidad”. (2Tes 2,9-12).

La prevención que se aconseja frente a los falsos profetas que realizan milagros y prodigios, ya
viene desde antiguo, así en el Antiguo Testamento, concretamente en el Deuteronomio podemos
leer: “Practiquen cuidadosamente todo lo que yo les ordeno, sin añadir ni quitar nada. Si surge
en medio de ustedes un profeta o un intérprete de sueños, que te propone un signo o un prodigio,
y te dice: «Vamos detrás de otros dioses –que tú no conoces– para rendirles culto», aunque se
cumplan el signo o el prodigio, no hagas caso de las palabras de ese profeta o de los sueños de
ese visionario. Porque el Señor, su Dios, los pone a prueba para ver si ustedes lo aman realmente
con todo su corazón y con toda su alma. Sigan al Señor, su Dios. Témanlo y observen sus
mandamientos, escuchen su voz, sírvanlo y sean fiel es a él”. (Dt 13,1-5).

El valor de los milagros, es un tanto relativo en relación con la fe. El milagro puede reforzar la fe
pero no la fundamenta, Es la fe lo que importa a los ojos de Dios. Para el que de verdad ama a
Dios, no le es necesario confirmar su fe, con milagros materiales, su fe nace de su amor. Lo que
si puede el milagro hacer para él, es reforzar su fe o aumentarla.

¿Conoces tu fe católica?
La ignorancia de la fe produce el éxodo hacia otras religiones.

Alfredo Gómez Bolívar / Venezuela

Primera Parte

Algunas veces, cuando los testimonios de otras personas llegan a nuestros oídos, pueden
producir un cambio en nuestra conducta. Sin embargo a la mayoría de las personas, estos
testimonios, les causan curiosidad; lo cual en algunos casos puede llegar a ser peligroso, porque
nuestra ignorancia de las Sagradas Escrituras es aprovechada por quienes quieren "ayudarnos"
transmitiéndonos su propia interpretación de las mismas y sembrando la duda en nuestras

92
mentes. Sobre todo en aquellos temas en los que simplemente carecemos de una sólida
formación.

" Vengan a comer de mi pan y a beber del vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán;
avancen por el camino de la prudencia." Pr. 9,5-6

“ Avergüenza el ver la profunda ignorancia religiosa en la cual están personas que por otra parte
son muy versadas en otro género de ciencias.

Este conocimiento de nuestra religión es indispensable para no caer en dudas, rechazar muchas
necedades, y refutar las no pocas objeciones que hoy pululan en materia religiosa. Qué nube
de prejuicios, errores y exageraciones caen por tierra cuando se estudia con seriedad la Religión
Católica.” (1)

Veamos cómo aborda a un católico desprevenido un hermano separado, o evangélico, como


comúnmente los llamamos, de una “iglesia” nueva, (secta nacida de la Religión histórica
Luterana, fundada en Europa por el alemán Martín Lutero en 1.520 ) vamos a ver un ejemplo:

Hola, ¿Cómo te llamas? - Fulanito - Oye quiero preguntarte algo: ¿Tú eres feliz? - Y Fulanito
contesta:

Bueno... creo que Sí ...o más bien más o menos. - ¿ Porque me lo preguntas?

Bueno te diré... que yo he encontrado la "verdadera" felicidad y quiero compartirla contigo


si tu me aceptas que te la explique. Y a partir de ese momento ya empezó la labor de conquista
del evangélico.

” Supe que vacilaba la rectitud de tu criterio. Y para que me entendieras, te escribí: el diablo tiene
la cara muy fea, y como sabe tanto no se expone a que le veamos los cuernos: No va de frente.-
Por eso, ¡cuántas veces viene con disfraz de nobleza y hasta de espiritualidad ”(2)

Este tipo de pregunta tiene una respuesta tan amplia, que resulta difícil resumirla en un solo "SI"
como respuesta, existen en la actualidad muchas formas como los protestantes irrumpen en tu
vida, indagando de una manera muy sutil e inteligente tu forma de pensar y sobre todo, tu
formación religiosa.

Testimoniando que encontraron la verdadera felicidad o lo que es lo mismo " la verdad ". (Nos
causa curiosidad como el Señor Dios Jesús, se haya quedado dormido 1500 años, no le parece
a usted "católico" mucho tiempo) y sea "ellos" únicamente ahora, que se les ha revelado. Nos
hacen ver que "ellos" tienen la sartén agarrada por el mango, y por consiguiente la " razón." ¿
Se ha cuestionado usted si los católicos tienen 2.000 años equivocados? O lo que es peor, ¿se
equivocó El SEÑOR cuando fundó Su Iglesia?

Nosotros los católicos no somos poseedores de la verdad, mas aún todo lo contrario, lo que
ellos no saben o se hacen los sordos, mudos y ciegos, es que la Verdad nos posee a nosotros.

Obviamente todos los que no compartimos sus puntos de vista de las Sagradas Escrituras
estamos en el error. Estos serían por lo tanto, una gran parte de los creyentes y entre ellos
estaríamos nosotros los católicos. ¿Pero cuantos somos los católicos a nivel mundial?

93
En la Religión Católica se estima que para el año 2.000 contaremos con mas de 1.000 Millones
de fieles distribuidos en más de 150 países en todo el mundo y continuará creciendo
eternamente para mayor gloria de Dios.

¿Será posible que todos estemos equivocados y que la misericordia de Dios sea para unos pocos
solamente?

¿ Que cree Usted ?. Esto sencillamente yo estoy convencido que es imposible.

Tenemos que tener presente que Dios Nuestro Señor, no tiene preferencia por ninguno de sus
hijos, pero su verdad no se puede falsear, trampear o cambiarla a voluntad.

Jesús fundó una sola iglesia, única, y no un ramillete de pseudo-iglesias cristianas como las
que existen hoy en todo el mundo.

La Religión Natural es la búsqueda del ser superior o seres superiores por parte del hombre,
pero La Religión Revelada es todo lo contrario, y en forma singular por parte de Dios, o sea un
solo Dios en búsqueda del hombre, aún más, por ello se hace hombre.

El ser humano a través de los siglos siempre ha estado en búsqueda de la verdad y esta verdad
plena solo es posible, cuando Dios sale al encuentro con el hombre (La Revelación ).

En la religión Católica esta contenida la verdad completa, mientras que en la otras religiones que
se hacen llamar cristianas está sólo una parte de la verdad.

Continuando con el ejemplo de este abordaje sigue otra pregunta:

¿ Crees en Jesucristo? Y Fulanito, como buen "católico" contesta:

Claro que sí creo.

Con esta respuesta, ya está entrando en el terreno donde lo quieren situar. Ahora continua la
información “verdadera”, pero no bien explicada.

Esta información es expuesta de la siguiente forma:

Crees en Jesucristo y Jesucristo es Dios .. Y te pregunta de nuevo: estamos de acuerdo.. En


esto, ¿ No?

Y Fulanito contesta: ..... Sí estoy de acuerdo.

Sabías que en el Evangelio de Juan, Jesús dice:

" Yo soy el camino, verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si ustedes me
conocen a mí también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado
viendo." ( 14,6-7 )

Este encuentro desafortunado o afortunado según con el cristal con que se vea, puesto si te
convierten serás muy desafortunado, pero si no, entonces te habrás librado de ellos y tal vez
despierte en ti afortunadamente, la curiosidad para tratar de conocer mejor tu Religión Católica.

94
Concluye este encuentro con el hermano separado y Fulanito, con en una propuesta, que
apoyada en un análisis errado de la Sagradas Escritura y te ves sometido a aceptar.

Esta conversión de tu persona a la fe errada, la hacen por medio de una oración, donde te
proponen ha aceptar a Nuestro Señor Jesucristo como tu único Salvador y Mediador, pero
rechazando implícitamente con esta afirmación, la intervención de la Santísima Virgen y la de
los Santos.

Por lo tanto te invitan a repetir con tus propias palabras lo siguiente:

" Fulanito aceptas,... al Señor Jesucristo como tu único mediador y salvador de tu alma inmortal
para la vida eterna y que El vivió, murió en una cruz y resucitó por ti para el perdón de todos tus
pecados."

La oración parece que no contradice la fe Católica pero tiene sus detalles los cuales
explicaremos más adelante.

En cuanto a estos mediadores (hombres y mujeres) los cuales hemos rechazado implícitamente
cuando repetimos esta oración. Debemos hacer notar lo siguiente. Todo cristiano tiene un puesto
activo en la Iglesia y debe ser testigo de su fe ante el mundo.

" Dios ha asignado a cada uno un lugar en la Iglesia " ( 1 Cor. 12,28) y "el Espíritu reparte a cada
uno sus dones como él quiere" ( 1 Cor. 12,11) para hacerlo fructificar en bien de los demás.
Creo conveniente que hagamos referencia de algunos de estos cristianos, por lo menos, muchos
que surgieron después de Cristo excluyendo por supuesto a los Apóstoles y a sus discípulos.

Todos estos personajes que citaremos a continuación tienen algo en común, todos eran católicos
y murieron siéndolos, además durante estos dos mil años han sido ejemplos de vida cristiana,
fieles imitadores de Nuestro Señor Jesucristo.

Pues aunque usted no lo crea; para nuestros hermanos separados estas personas, solo
tendrían que ser recordados como buenos cristianos y nada mas, sus biografías ó sus ejemplos
de vida no deberían tomarse en cuenta por ningún motivo para nuestra edificación moral y
fortalecimiento de nuestra vida espiritual.

¿ Será esto justo? ¿ Será un error ? ¿ Que piensa usted... ? estos personajes son por ejemplo:

Santa Mónica , San Atanasio y San Agustín de Hipona, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo y
San Jerónimo, del siglo IV ; San Gregorio Magno del siglo VI.

Santa Rosalia del siglo XII, San Ignacio de Loyola del siglo XVI, Santo Tomás de Aquino, San
Francisco de Asís y San Antonio de Padua pertenecientes al siglo XIII.

Santa Teresa de Avila y Santo Tomás de Villanueva del siglo XVI. San Pedro Claver y San
Vicente de Paul del siglo XVII.

Personalidades más recientes como San Juan Bosco y San Antonio María Claret del siglo XIX,
lo mismo que: San Maximiliano Kolbe, San Pío X, así como también la madre Teresa de Calcuta
y el Padre Pío entre otros, pertenecientes al siglo XX.

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Esta lista podría extenderse en un sin número de personas pero sólo hemos querido resaltar
algunos de ellos, por ser especialmente representativos.

Nos haría un gran provecho estudiar la biografía de cada uno de ellos, todos tuvieron una vida
apasionante por lo que vale la pena conocerla a profundidad.

Entonces. ¿Será un error no tomarlos en cuenta y aceptar, que su paso por este mundo fue
inútil, intranscendente o estéril ? Es decir, que sus vidas no fueron un don de Dios a Su Iglesia
para edificarla, reafirmar su fe e interceder por ella.

Como podemos ser tan incautos y dejar que los hermanos separados insulten nuestra
inteligencia. Para los Evangélicos basta conocer el pasaje de San Juan 14, 6-7 y así podríamos
salvarnos.

Es imposible pensar de esta forma tan excluyente. Tenemos que reconocer que a través de
estas personas santas, la Iglesia Católica se ha fortalecido. Su legado ha sido inmenso y sobre
todo didáctico. En el marco de la historia, sus obras y su convicción admirable , sigue siendo de
actualidad. Sus virtudes teologales ( fe, esperanza y caridad ) las manifestaron en grado heroico,
pudiendo concluir todos ellos, en vidas santas, para gloria de Dios y la Iglesia Católica ya que a
lo largo de los siglos cada uno de ellos honró las palabras de Cristo, observando todos los
mandamientos de la Ley de Dios, pero muy especialmente al nuevo mandamiento que Jesús
nos dio, el cual cumplieron a cabalidad:

" Aménse unos a otros, como yo los amo a ustedes" Jn.15,12

Si estas personas “santas” que hemos mencionado están en el cielo con Dios, y en vida
demostraron el amor por el prójimo, entonces; ¿Será posible que hayan perdido su interés por
nosotros? ¿Están o no en capacidad de pedir por nosotros? ¿ Que piensa usted?... ¿Están
los Evangélicos en la verdad o en el error?

La historia de estos “santos” varones y mujeres, y de muchos otros, ha traído como


consecuencia la consolidación de las bases Religión Católica. Debemos reconocer que la
Reforma sirvió para que los Católicos se actualizarán y cambiaran los viejos paradigmas, que
existían en aquella época. El Concilio Vaticano II, siguió esta tónica de actualización, hoy en día
seguimos recibiendo esta Gracia por la voluntad divina, la cual se proyecta para el gozo y el
bienestar de todo El Pueblo de Dios.

Recientemente el Santo Padre en su ultima visita a Venezuela nos dijo: “ hay que despertar y
reaccionar”. Este despertar ha traído como consecuencia que el Espíritu Santo actúe con nuevos
bríos en la Iglesia, especialmente en los actuales momentos, tal como ha sucedido en el pasado
y como sigue ocurriendo en el presente, un buen ejemplo de ello han sido todos los concilios que
se han realizado: empezando por el de Jerusalén y hasta el Concilio Vaticano II y mas
recientemente los Sínodos de Obispos. Además por si esto fuera poco, toda una gama de
encíclicas, cartas pastorales y otros documentos que han surgido y siguen publicándose cada
año, todos al alcance de nuestras manos.

Cuando realizas y aceptas esta oración de nuestros hermanos separados. Te han convertido en
un evangélico por tu ignorancia. No quiere decir que sea malo si tu conducta no estaba afín con
la de un católico practicante o eras muy pasivo, ahora te encuentras en una situación peor

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porque: primero se han aprovechado de tu falta de conocimiento sobre tu propia religión y
segundo lo que es más dañino, te han apartado de la Unica Religión Verdadera.

Es lamentable como nuestros hermanos separados o evangélicos, dejan pasar por alto, el
pasaje que se encuentra mas adelante y en el mismo Evangelio de San Juan:

" No te ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje
de ellos. Te pido que todos ellos estén completamente UNIDOS, QUE SEAN UNA SOLA COSA
en unión con nosotros oh Padre, así como tú estas en mí y yo estoy en ti." ( 17, 20-21)

La gran cantidad sectas protestantes, colaboran activamente con la desunión o el


desmembramiento de la Iglesia fundada por Jesucristo. Por lo tanto ellos fomentan esta
separación de la Iglesia cometiendo con este acto un gran pecado: el procurar la división de la
Iglesia o del Reino de Dios, lo cual no es justificable ni edificante para ninguna persona que
se proclame ser cristiana. El Evangelio es muy claro en este sentido. No se necesita ser una
persona de una gran inteligencia para comprender lo que Jesús quiere de nosotros; y esto se
reduce sencillamente a dos cosas: que nos amemos unos a otros como El, nos ama y que
seamos UNA SOLA Iglesia.

Esta unión por lo tanto debe ser indivisible. “ Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es
la esperanza a que habéis sido llamado. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo
Dios y Padre de todos, que esta sobre todos, por todos y en todos.” (Ef.4, 4-6). Esto es lo que
quiere, y ha querido Jesús desde el comienzo de su Iglesia. Jesús no formo grupitos de
creyentes independientes. Todo lo contrario siempre fomentó y propuso la unidad. El padre
Flaviano Amatulli V., en Su obra: “Dialogo con los Protestantes” la encabeza haciendo un
reconocimiento justo de la dignidad de nuestros hermanos separados la cual comparto y la
expresa así: “ Antes que nada, quiero que sepas claramente que te considero como un
verdadero hermano mío, y que te quiero y te admiro por muchas cosas buenas que he visto en
ti y en tu iglesia.

Admiro tu deseo de dar a conocer a Cristo, tu entrega. De veras que muchas veces he sentido
en mi corazón una santa envidia por tu celo apostólico. Naturalmente, hay también cosas que no
me gustan en tu actuación. Pero: ¿ en qué familia, entre hermanos, no hay desavenencias,
problemas, malentendidos ?”

Sin Embargo no son muchas las cosas que nos separan, agrega Amatulli: “ Por desgracia, no
estamos completamente unidos a El, el pecado nos ha dividido. Hemos desgarrado el Cuerpo
de Cristo. El está roto por nuestra culpa y la culpa de nuestros mayores. El adversario nos ha
ganado.

En lugar de luchar juntos para mejorar la Iglesia, cada uno ha querido hacerlo a su modo,
apartándose del hermano.

A causa de nuestras divisiones, muchos llegan a rechazar a Cristo y odiar cualquier religión,
privándose de una riqueza tan enorme. Y todo, ¡ por nuestra culpa !”

Segunda Parte

“ Las ovejas que no son de este redil ”

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Tuve un amigo evangélico hace algunos años cuando estudiaba secundaría, que me decía: Lee
la Biblia y te harás salvo. En ella esta toda contenida toda la verdad ... Siempre que lo veía me
repetía lo mismo. Como tratando de convencerme de que cambiara de fe. Un día decidí
complacerlo y logré leer solo una parte del antiguo testamento y todo el nuevo, pero esto no me
convirtió en un evangélico.

Dice el Señor:

" Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también
conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por mis ovejas. También tengo
otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y
habrá un solo rebaño y un solo pastor. ( Jn. 10,14-15)

Este ejemplo de conversión de los evangélicos narrado en la primera parte, es una de las
muchas formas o tácticas, de como las sectas protestantes se basan, argumento que utilizan
para decir que los católicos le hacemos culto a los santos ( adoración) y los idolatramos. Esto lo
hacen con el único propósito de hacernos ver que nosotros no creemos que existe un solo
mediador entre el Hijo y El Padre y poniendo en tela de juicio nuestra propia fe católica.

Para aclarar esta disyuntiva, nuestra respuesta es la siguiente:

Hay dos clases de mediadores: el que paga por nuestros pecados y salva nuestra alma ese es
uno solo, Jesucristo. En esto únicamente Cristo es el Mediador porque El murió para pagar
nuestros pecados, y nadie más ha muerto por nuestros pecados.

" Uno solo es medidor entre Dios y los hombres " (1 Timoteo 2,5)

Pero hay otra clase de mediador el que ruega a Jesús y al Padre y al Espíritu Santo por nosotros
para obtener de ellos, los favores que necesitamos. Esos son la Santísima Virgen y los Santos.
Y en este sentido si puede haber más de un mediador.

En la Sagrada Escritura tanto en el antiguo testamento como en el nuevo, trae ejemplos de lo


expuesto anteriormente:

Cuando Dios se disgustó con los 4 hombres que le habían inventado al Patriarca Job lo que él
había hecho, entonces Dios les dijo:

"Mi siervo Job intercederá por vosotros y Yo le atenderé su petición para no trataros duramente
como merecéis" (Job 42,8)

En este caso Job aparece como Mediador entre los hombres y Dios, pero no para pagar las
deudas que le tenían al Señor sino para rogar en favor de ellos. Y el Señor Dios atendió su
petición y los perdonó.

Hay otro caso en el antiguo testamento donde Moisés dice a Dios:

" Perdona las maldades de este pueblo, según la grandeza de tu misericordia "( Nm. 14,19) y
Dios le responde:

" Los perdono conforme a tu suplica "

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Aquí Moisés aparece como Mediador no pagando los pecados de los otros (que eso solamente
lo puede hacer y lo hizo el propio Jesucristo.)

Así la Virgen María en la Bodas de Caná rogó a Jesús y se hizo el milagro para los novios y los
presentes en aquella boda ( Jn. 2,1-11).

La Virgen y Los Santos son Mediadores ante el Gran Mediador que es Jesucristo. Cabe
entonces hacernos la siguiente pregunta ¿ Por qué siendo tan amigos de El, no pueden ir a
pedirle favores para nosotros? ¿ Es que una vez que están en el cielo ya no nos aman?

Podemos observar en el Nuevo Testamento un gran número de mediadores narrados en los


Evangelios que actuaron por otras personas para que Jesús les concediera favores o milagros.

Por ejemplo cuando Jesús sana a un paralítico, descrito este mismo pasaje en los tres Evangelios
sinópticos como son: ( Mt. 9,1-18// Mc. 2,1-12 // Lc. 5,17-26). En todos el Señor Jesús pluralista
la fe que tenían los hombres ( terceros- medidores) que llevaban al paralítico a los píes de Jesús.
Y el Señor Jesús les concede el favor que ellos le piden.

" Allí le llevaron un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenían, le
dijo al enfermo:

- Animo, hijo; tus pecados quedan perdonados. ( Mt. 9,2)

Otro ejemplo de la intervención de terceros lo vemos en la Biblia cuando Jesús sana a la suegra
de San Pedro y de igual forma indicado en los tres sinópticos. (Mt. 8,14-15 // Mc. 1,29-31)

"Jesús salió de la sinagoga y entro en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con
mucha fiebre, y rogaron por ella a Jesús ." (Lc. 4,38-39)

Otros episodios narran la intervención de terceros, como cuando Jesús sana al criado de un
capitán romano ( Lc 7,1-10 // Mt 8,5-13 ), de igual forma a la hija de Jairo en: (Mt. 9,18-26),
también cuando un hombre pide curación para su hijo que tenía un demonio en: ( Mt 17,14-20 //
Mc. 9,14-29// Lc. 9,37- 43) y otro de los casos es cuando a Jesús, le llevan un sordo mudo para
que lo sane: ( Mc. 7,31-37 )

Peticiones muy similares como las nombradas anteriormente, están en capacidad de hacer los
santos y la Santísima Virgen por nosotros ante Dios, ¿ quien se atrevería a dudar de esta
posibilidad?

Una de las intervenciones más extraordinaria realizadas por un mediador y narrada en la Biblia
es el caso de una de las hermanas de Lázaro, Marta cuya mediación o petición es totalmente
directa a Jesús:

" Señor si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto." ( Jn.11,21). Y más tarde ocurre
el milagro de volver a la vida a Lázaro.

Es común ver como los evangélicos, se expresan de los Católicos cuando nos dicen:

"Los católicos son adoradores de imágenes".

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La Sagrada Escritura prohibe la adoración de las imágenes, ( en otras palabras tratarlas como
si fueran un Dios) pero no prohibe venerar, o sea rendirles respeto o admiración.

Los católicos no adoramos las imágenes ( o sea no las tratamos como si ellas fueran Dios o
tuvieran poder como el de Dios) pero si las veneramos, o sea les rendimos honor como al retrato
que se tiene a seres queridos y santos que rezan por nosotros en el cielo.

“Las imágenes son sólo un recuerdo ante la comunidad cristiana de esa inmensa pléyade de
hombres y mujeres que la Iglesia nunca debe olvidar porque nos dicen que si ellos pudieron vivir
su fe, nosotros también

El culto a las Imágenes no es extraño en la historia de las religiones paganas; sin embargo si es
un fenómeno extraño en el mundo religioso judío. Para lo cual analizaremos dos posiciones
diferentes, la primera:

La prohibición de las Imágenes en la Sda. Escritura se extiende

- a las imágenes- ídolos, ante las que se rinde culto de adoración.

" No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la
tierra, ni lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto"
( Ex. 20, 4-5)

y la segunda:

En razón de su espiritualidad y trascendencia

" El día en que el Señor habló con ustedes de en medio del fuego, en el monte Horeb, no vieron
ninguna figura. Tengan, pues, mucho cuidado de no caer en la perversión de hacer figuras que
tengan formas de hombre o de mujer, ni figuras de animales, aves, reptiles o peces."

"Pero tengan cuidado de no olvidarse del pacto que el Señor su Dios ha hecho con ustedes. No
se hagan ningún ídolo ni figura de las que el Señor su Dios les ha prohibido hacer."

" Quemarán ustedes las imágenes de sus dioses, pero no intenten quedarse con el oro y la plata
que las recubre; no caigan en esa tentación, pues cometerán una acción despreciable ante el
Señor." ( Deut. 4,15-18, 23 y 7,25)

Estas ideas debían de ser muy bien asimiladas en un pueblo que estaba en constante contacto
con culturas politeístas y, por lo tanto, también en continuo peligro de caer en la adoración de
dioses falsos y de creer en imágenes como si fueran la encarnación de Dios. Comparar a Yahvé
( Dios), aunque fuera remotamente con una imagen era rebajar su naturaleza a la categoría de
Baal ( Dios pagano cananeo que significa Señor o Dios de la fertilidad). (Os.2,16)

Sin embargo, la prohibición de (Ex.20,4 ) no es absoluta , pues el mismo Yhavé manda al pueblo
a que se construya el arca y ponga dos querubines de oro macizo.

" Haz una tapa de oro puro, que mida un metro y diez centímetros de largo por sesenta y cinco
centímetros de ancho, con dos seres alados de oro labrado a martillo en los dos extremos." ( Ex.
25, 17-18 )

100
También se construye una serpiente de bronce para que cuantos la miren, queden sanos de las
mordeduras de las serpientes:

" Y el Señor dijo:

- Hazte una serpiente como ésas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido
por una serpiente, que miré hacia la serpiente del asta, y se salvará." (Num. 21, 8-9)

Podemos encontrar otros ejemplos donde Dios permite la construcción de seres tallados como
en el libro de los Jueces y en la primera de Reyes los cuales dicen:

" Después que Micaía devolvió el dinero a su madre, ella le entregó a un platero doscientas
monedas de plata para que hiciera un ídolo tallado y recubierto de plata, que luego puso en casa
de Micaía.

Micaía tenía un lugar de culto en su casa. Y se hizo un efod y dioses familiares, y nombró
sacerdote a uno de sus hijos." ( Jue. 17, 4-5)

" Hizo también dos seres alados de madera de olivo para el Lugar Santísimo."..... (1 Re 6,23-
35)" (3)

Aunque podemos observar en nuestra Iglesia Católica que en algunas ocasiones muchas
personas, pareciera que confundieran los dos conceptos: el de veneración por el de adoración.
Por lo tanto es necesario que tengamos bien claro la diferencia de ambos, pues podemos caer
en este error involuntario, sobre todo por falta de conocimiento.

Cuando profundizamos en el Evangelio podemos observar como la Biblia ve en la serpiente un


símbolo de Jesucristo.

" Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del Hombre tiene
que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna."(Jn. 3,14-15)

En la Encarnación de Jesús explica San Juan:

"Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de amor y verdad. Y hemos
visto su gloria, la gloria que como Hijo único recibió del Padre." ( 1,14)

Este pasaje nos brinda la oportunidad de aclarar muchas dudas en cuanto a las imágenes: Si
Dios se ha hecho hombre y ha tomado carne realmente humana. Dios se ha hecho visible. Por
lo tanto ha sido superada con Cristo la idea del (Deut. 4,15), pues Dios se ha hecho visible a
través de Jesucristo. Sin embargo el hecho de la prohibición de hacer imagen del antiguo
testamento puede tener una respuesta mucho más sencilla: Es que si Dios ha hecho al hombre
a su imagen y semejanza entonces ¿ qué mas imagen realizada por el hombre puede superar al
autor original de todo?

Tercera Parte

Nos dicen nuestros hermanos:

101
"no te molestes si nosotros decimos que la Virgen tuvo otros hijos después de Jesús... Eso no la
desmerita".

Creo que este criterio expuesto anteriormente por los evangélicos es como cuando con
intención te dan un punta pie y luego le dicen... perdona no fue con intención. O cuando te
dicen que la intervención quirúrgica fue todo un excito, pero el paciente falleció. O en otras
palabras si no te gusta el olor que respiras, deja respirar.

Es importante dejar claro que no se menciona en ninguna parte de los Evangelios ": los hijos de
María." Es inaceptable esta postura de nuestros hermanos separados para ensombrecer la
majestuosidad e intachable conducta honorable de la Santísima Virgen María:

Virgen antes del parto.

" ¿ Cómo será eso, pues no conozco varón? " ( Lc. 1,34)

Virgen durante el parto .

José respetó profundamente la presencia del Hijo de Dios en el seno de la Virgen, y así lo dice
claramente el evangelio de San Mateo:

" Sin que él hubiera tenido relación con ella, dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Jesús" (
1,25 )

Y Virgen después del parto.

" En cambio, respecto de la castidad perfecta conservada hasta el fin de su vida, tenemos un
sólido fundamento en la pregunta, de María al angel Gabriel:

" ¿ Cómo será eso, pues no conozco varón? "( Lc. 1,34 )

Esta pregunta supone una firme intención de permanecer siempre virgen. De lo contrario, no
tendría sentido si se piensa que ya muy pronto iba a convivir con José. Ahora bien: un tal aprecio
de la virginidad, que llegó a constituir para María un reparo al anuncio que se le hacía de parte
de Dios, no pudo cambiar después del nacimiento de Jesús; antes bien, tuvo que aumentar por
el amor y respeto a su Hijo divino y por la entrega que podría exigirle la vinculación a su obra."
(4)

Escuche una vez un comentario de un sacerdote católico que el parto de la Santísima Virgen
debió ser como la luz que atraviesa un cristal donde ésta pasa o lo atraviesa sin dañarlo de
forma alguna.

Podemos concluir que en toda la historia de la creación no ha existido un ser humano más
extraordinario, digno y honroso tomado por Dios como lo fue la Santísima Virgen María.

Por lo tanto su virginidad es a toda prueba y durante toda su vida. Poner en duda esta verdad
que aceptamos por la fe y convicción, es ofender a Dios. Si el cuarto mandamiento es honrar a
padre y madre y Jesús observó este mandamiento al pie de la letra, el solo hecho de dudar de
la virginidad de la María antes, durante y después del parto es una ofensa imperdonable a
Jesucristo, ya que el mismo la amó y el mismo la honró. Jesús fue el primogénito y todos nosotros

102
somos de la Virgen sus hijos espirituales, solo de esta forma podemos aceptar los otros hijos
María ya que en realidad somos la humanidad entera.

Algunos evangélicos les gusta meter cizaña a los católicos cuando dicen:

PERO ES QUE LA BIBLIA LLAMA ALGUNA VEZ " MADRE DE DIOS " A LA VIRGEN MARÍA,
NO ES ESTO UN TITULO MUY HONROSO E INDIGNO PARA UN SER HUMANO PECADOR"

Nos extraña observar como los protestantes tan estudiosos de las sagradas escrituras puedan
dejar pasar algo tan trascendental.

Cuando la Virgen María fue a visitar su prima Isabel, esta llena de Espíritu Santo exclamó:

-¡ Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo ¿ Quien soy yo,
para que venga a visitarme la madre de mi Señor?( Lc. 1,42) y en la Biblia la palabra Señor se
refiere única y exclusivamente a Dios.

Pero los evangélicos o protestantes, no se quedan tranquilos con la agresión en contra de


Santísima Virgen, y es muy natural no pueden soportar la veneración que los católicos le
profesamos, ellos insisten con:

LOS HERMANOS DE JESUS ESTAN INDICADOS EN LOS EVANGELIOS

En la Biblia se llama hermanos a los que tienen un mismo Abuelo o sea a los primos, tíos, y
sobrinos. Abraham llama " hermano "a Lot, que en realidad es su sobrino.

" Recuperó toda la hacienda, y también a su hermano Lot con su hacienda así como a las mujeres
y a la gente."( Gn. 14,16)

La Biblia dice que Labán es " hermano" de Jacob pero Labán es tío de Jacob.

"Labán le dijo entonces: ¿ Acaso porque eres hermano mío me vas servir en balde?" Dime cuál
va ser tu salario" ( Gen.29,16)

En el libro de Tobías el hace diferencias claras entre el pueblo y su familia llamándolos


"hermanos" ( 1,3) ; 5-10 : 4,13 y 7,4)

" La palabra " hermano " en la Biblia, no designa necesariamente hermano carnal. Puede
significar miembro de la misma familia, de la tribu, del pueblo, además de la vasta gama de
personas de alguna manera allegadas.

Es importante recordarles a nuestros hermanos separados que, en el idioma hebreo (arameo)


no tiene una palabra especial para todos los grados de parentesco; por ejemplo para primos no
existe.

Los evangélicos se apoyan en los siguientes pasajes para defender sus argumentos sobre los
hermanos y hermanas de Jesús los cuales analizáremos uno por uno: el primero lo encontramos
en el evangelio de San Mateo. "¿ No es éste el hijo del carpintero, y su madre María? ¿ No es
el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y no viven sus hermanas también aquí entre
nosotros? "( 13,55-56)

103
En cuanto a los cuatro hermanos mencionados en el evangelio, no hay ningún indicio seguro
sobre el parentesco con Jesús; sólo, hipótesis, más o menos probables." (5)

" Bajo la cruz de Jesús, entre otros, estaban María de Cleofás , una "hermana" de la Virgen
María. (llamada también María) y María Magdalena ( Jn. 19,25 )

" Junto a la cruz estaban su madre, la hermana de su madre llamada María, María la esposa de
Cleofás y María Magdalena."

Este Cleofás, esposo de María sería, según Hegesipo ( hacia el a.180 escribió unas "Memorias",
cuyos fragmentos conservó Eusebio en su Historia Eclesiástica), era hermano de José, tío legal
de Jesús y padre de Simón y Judas, quienes resultarían primos hermanos de Jesús por parte
paterna.

A la " hermana" de la Virgen hay que identificarla como la madre de los otros dos "hermanos"
de Jesús, Santiago el Menor y José. Lo que indicaría que no se trata de una hermana carnal de
la Virgen, sino de una pariente cercana. Esta María “hermana” de la Virgen es mencionada varias
veces en los acontecimientos del viernes de la crucifixión y del domingo de la resurrección.
Cuando, después de la muerte de Jesús, está mirando " desde lo lejos "hacia el Calvario, Mt la
designa como "madre de Santiago el Menor y José". ( Tm. 27,56 Mc. 15,40) " (6)

Además existe un pasaje en el Evangelio de San Juan que no podemos dejar pasar por alto,
el cual dice:

"Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho (San Juan) dijo
a su madre:

..Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: .. Ahí tienes a tu madre." Desde entonces,
el discípulo la recibió en su casa. ( 19, 26-27)

Es natural pensar que si Jesús hubiera tenido otros hermanos carnales no hubiera encargado la
responsabilidad de su madre a su discípulo querido ( San Juan ), en el momento de su muerte.
Por lo que podemos concluir que Jesús no tenía más familia directa que su madre. Por que ni
siquiera su padre ( San José ) se menciona en los evangelios como persona que estuviera viva
en el momento de su muerte, por lo que debemos suponer que ya había muerto.

En otros dos pasajes bíblicos que argumentan los evangélicos en reacción a los hermanos de
Jesús, son: el de ( Lc.8,19-21) y el de ( Jn. 7,3) en ambos, su aclaratoria puede deducirse
fácilmente, de lo explicado anteriormente.

El niño perdido en el templo tenía 12 años de edad, no se menciona en los Evangelios que sus
hermanos menores lo estaban buscando junto con sus padres, entonces es sencillamente por
que no los tenía.

" Y sucedió que al acabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los
maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían estaban estupefactos por su
inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: ¿ por
qué has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando."( Lc. 2, 46-48)

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Cuando el Espíritu Santo ilumina a la Iglesia única y original de Cristo (tradición apostólica), para
la interpretación de las Sagradas Escrituras no existe el error en su interpretación.

Veamos un ejemplo en el siguiente pasaje:

" Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces que un hermano tuyo tiene
algo contra ti. Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano;
luego vuelves y presenta tu ofrenda.

Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu
adversario te encuentre al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro no
saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo."( Mt. 5,23-24)

La palabra responsable viene de responder. Es persona responsable la que puede responder de


sus actos en cada momento.

Vamos a responder de nuestra vida ante Dios que es la Verdad. Dejemos, pues, de llamar
solamente pecado a aquello que los hombres notan y condenan. Mi pecado es el odio que tengo
a mi hermano o el rencor que guardo vivo dentro de mi y que me lleva a desearte el mal.

Obviamente este pasaje no se refiere “solamente” a tu hermano carnal sino mas bien a tu prójimo
en este sentido la palabra hermano es tomada en forma global ( pueblo - humanidad- tu prójimo
). Pero cuidado el evangélico pudiera decir que este pasaje se refiere solamente a tus hermanos
carnales... esto sería un gran error.

En la exégesis de la Biblia Pastoral Latinoamericana a cerca de este mismo pasaje lo tratan de


la siguiente forma:

La comparación de los dos adversarios que necesariamente no tenían que ser hermanos y que
caminan juntos nos enseña que no debemos aplazar constantemente el momento en que nos
pondremos a arreglar las cuentas y a enderezar nuestra vida. Mejor vale hoy que mañana. La
cuestión no es solamente de arrepentirnos sino también de reparar el mal que hemos hecho.
Reparar el mal no es solamente devolver a mi prójimo su martillo que me había llevado. También
es ver por qué tengo una personalidad tan poco firme que me dejo llevar por cualquier deseo.
También es fortalecer mi conciencia débil con la oración y la meditación de la palabra de Dios.

A menudo reconocemos que somos fríos para amar a Dios, poco perseverantes en el camino del
bien: La razón de esto se debe a que desde hace años hemos cometido muchos pecados y
maldades: logramos olvidarlos, pero no hemos reparado los daños que hicieron a nuestra
conciencia. Y mientras andamos sonrientes e irresponsables, arrastramos estas torpezas, así
como otras tantas sin poner ningún remedio.

"No saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último céntimo." Todo el mal enterrado en nuestra
conciencia deberá ser sacado a la luz antes de que entremos a la Verdad que es Dios. Si no nos
purificamos después de la muerte, y la Iglesia usa la palabra Purgatorio para designar esta
purificación dolorosa.

Es importante llamar la atención en este momento cuando analicemos mas adelante el


Purgatorio, que San Mateo aclara las instrucciones de Jesús cuando nos dice en el capítulo
cinco versículo veintiséis.

105
" No saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo "

Podemos concluir que existe la esperanza y la posibilidad real, de saldar nuestra cuenta final en
la otra vida, con el Padre eterno. Si y solo si, no existió en nuestro tiempo biológico terrenal, el
tiempo necesario para arrepentirse ( como por ejemplo una muerte accidental) entonces, en
otras palabras pasamos después de muerto a una especie de ante sala en el cielo, lo que
nosotros llamamos Purgatorio lo que nos permitirá pagar hasta el último céntimo de nuestra
deuda para poder salir y compartir con Dios la vida eterna. O como lo dijo el propio Jesús “en la
casa de mi Padre existen muchas moradas”.

EL "PODER" QUE EL PROPIO JESUS DIO A SUS APOSTOLES, NO DICE EN LA BIBLIA


QUE ES UN PODER HEREDABLE, ADEMAS LA TRADICION NO ES VALIDA

Así como no dice en la Biblia que Jesús haya enseñado a bautizar a sus primeros discípulos,
pero la Biblia si dice que Jesús realizó muchas cosas que no pudieran contener todos los libros
de la tierra. De igual forma les dijo a sus apóstoles que fueran por todo el mundo predicando el
evangelio, convirtiéndolos y haciendo discípulos suyos ( La Tradición, nacimiento de la Iglesia),
bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñaran todo lo que de
El habían aprendido. De igual forma no esta escrito como Jesús enseñó la manera o el rito en
que debía realizarse el sacramento del orden sacerdotal para cuando el no estuviera físicamente
con nosotros. Pero lo extraordinario de este hecho concreto, es que se ha mantenido desde el
origen de la misma Iglesia ( Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo) cosa que CON UN
POQUITO DE INTELIGENCIA podemos deducir sin ninguna duda, que debió haber sido
enseñado por el propio Jesús a sus Apóstoles.

Siento mucha pena cuando algunos hermanos separados que originalmente fueron católicos nos
dicen:... voy a los cultos de los evangélicos porque en ellos se canta, se baila y a todo el mundo
se encuentra feliz, además existe "algo" en el ambiente de ese lugar, que alimenta mi alma y mi
espíritu. Por ese motivo he dejado de frecuentar la Iglesia Católica.

Seguramente porque usted va muy poco a la Iglesia Católica no ha observado que allí también
se canta, eso no tiene nada malo, todo lo contrario San Agustín decía: "el que canta ora dos
veces" pero, ¿ Qué es lo que verdaderamente va alimentar su alma, el canto, el baile o el
aplauso en las asambleas del Señor que realizan los evangélicos? “El que coma de mi carne y
beba de mi sangre tendrá vida eterna”

Hermano católico no se engañe, lo " único " que puede alimentar su alma, es el Sacramento de
la Sagrada Eucaristía. En ella se encuentra totalmente presente, Nuestro Señor Jesucristo, con
todo su cuerpo, con toda su sangre, toda su alma y toda su divinidad. No lo podemos ver porque
se encuentra oculto bajo las especies de pan y vino. Misterio que aceptamos por la fe en
Jesucristo. Cosa que los protestantes no creen por lo que aun se encuentran totalmente ciegos
y desnutridos de cuerpo y muy especialmente de alma.

" Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el
pan que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo" (Jn. 6,51)

En La Primera Epístola a los Corintios (11,17-27) escrita antes de los evangelios, San Pablo
expone esta tradición:

106
"Y al dar estas disposiciones, no os alabo, porque vuestras reuniones son más para el mal que
para el bien. Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en asambleas, hay entre vosotros también
disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre vosotros.
Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del Señor; porque cada uno
come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga. ¿ No tenéis casa
para comer y beber? ¿ O es que desprecias a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no
tienen? ¿ Qué voy a deciros? ¿ Alabaros? ¡ En eso no os alabo !

Porque yo recibí del Señor lo que os he trasmitido; que el Señor Jesús, la noche en que fue
entregado, Tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo:

** Este es mi cuerpo que se da por vosotros, haced esto en recuerdo mío** Asimismo también la
copa después de cenar diciendo ** Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces
la beberéis, hacedlo en recuerdo mío. Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa,
anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga. Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del
Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor "

BIBLIOGRAFIA

1) -- Curso Superior de Religión-Dogma, Moral y Culto

Autor: Pbro. J. Rafael Faría; Nº 1

2) -- Camino

Autor: Pbro. José María Escrivá; Nº 2

3) -- Curso Bíblico-Antiguo Testamento.

Autor: Pbro. Pedro Heredia M.; Nº 3

4) -- El Misterio de María

Autor: José María Carda Pitarch; Nº 4

5) -- Diccionario de los Evangelios

Autor: Pbro. Agustín Augustinovich; Nºs 5, 6

6) -- Los Sacramentos Acciones de Cristo

Autor: Pbro. Cesáreo Gil;

7)-- Las Tres Dimensiones de la Curesma

Autor: Mons. Baltazar Porras;

8)-- Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica

9)-- La Nueva Biblia Latinoamericana

107
Autores: Comunidades Cristianas de Latinoamerica;

10)-- ¿Católico o Protestante?

Autor: Pbro. Eliéser Sálesman;

11)-- Temas de Hoy- "Lo que sí es secta y lo que no lo es"

Autor: Publicaciones - Iglesia de la Sagrada Familia de Nazaret. Arquidiócesis de Caracas -


Venezuela

12)-- Tema 32- " La Confesión Jesús Perdona por Medio del Sacerdote"

Autor: Publicaciones- Iglesia de la Sagrada familia de Nazaret; Caracas- Venezuela

13)-- La Biblia- La Casa de la Biblia-

FE Y EVANGELIO

CÓMO DIALOGAR CON LOS HERMANOS


SEPARADOS
"Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree." (Romans
1:16)

YA NO ES TIEMPO PARA VIVIR AVERGONZADOS DEL EVANGELIO


1. Nueva Evangelización 3. Atento a los lobos.

Hoy ya no funciona el truco de poner un letrero en la Recuerda: A los pastores respeto, a las ovejas
puerta diciendo: "Este es un hogar católico no se cariño y a los lobos palos. El no tener miedo
acepta propaganda protestante", porque los no significa ser imprudentes. Jesús aconseja
protestantes, los evangélicos y las sectas ya están que antes de emprender una batalla midamos
adentro del hogar a través de la televisión, de la radio nuestras fuerzas. Es necesario armarte bien y
y de la propaganda persona a persona en la fábrica. prepárate para la batalla: Ora, subraya tu
biblia, estudia tu fe, consulta a tu párroco.
2. "La fe se fortalece dándola..." dice el Santo
Padre, ...y no escondiéndonos detrás de la puerta. Y 4. No exageres compadre.
pide aún más: "No tengáis miedo de salir a la calle y
a las plazas, como los primeros apóstoles que Pero tampoco te dejes intimidar. Los
predicaron a Cristo y las buenas noticias de salvación hermanos separados sueltan muchas citas de
en las plazas, pueblos y ciudades. Ya no es tiempo memoria. Esto apantalla a muchos, pero eso
no significa que las han entendido. Tu trata
primero de entender, después memoriza

108
para vivir avergonzados del Evangelio" Romanos algunas pocas citas, basta recordar el libro de
1,16 (Denver, 1993). la Biblia y el capítulo, y sal acompañado a
evangelizar.
LOS DIEZ PASOS DEL DIÁLOGO
1. Estudia. 6. Toma la iniciativa.
Para dar razón de tu fe es necesario conocer y haber Primero. Exige que no hable mal de tu
entendido. Júntate con tus amigos, en tu casa o en tu Iglesia ni delos sacerdotes. El hablar mal y el
parroquia a reflexionar sobre la fe con una Biblia criticar no es cristiano. La primera enseñanza
con comentarios, el Catecismo de la Iglesia de la Biblia es el amor y el respeto a los
Cat[olica y los audiocassettes de Hombre Nuevo. demás.

2. Prepárate. Segundo. Pídele que te platique un poco de su


Para la batalla de la fe es necesario estar armados, Iglesia, de su fundador, de cuales son su
Gedeón venció a los enemigos con cuernos, cántaros creencias y que fue lo que le motivo a entrar a
y antorchas. Lee Jueces 7,16. El cuerno es el dicha iglesia.
Catecismo, el cántaro de agua viva es la Biblia y la
antorcha es la fe Católica Tercero: Habla tú de lo que a ti te convence y
atrae de la Iglesia Católica.
3. Aprende lo básico.
La respuesta a sus diez más frecuentes preguntas: 7. Bájalo del Ring.
¿María tuvo más hijos?, ¿Es idolatría venerar las Los Evangélicos son leones para debatir
imágenes?, ¿Debemos bautizar a los niños?, ¿Tienen sobre le tema que ya se saben de memoria,
poder los hombre para perdonar los pecados?, ¿La pero si lo sacas de ahí, se vuelven corderitos.
Eucaristía es un símbolo o una realidad?, ¿Fundó Ponlo en el campo que a ti te interesa y
Cristo muchas Iglesia o una sola?, ¿Es el Papa el conoces: "A mí me gustaría hablar de la
Anticristo?, etc. (Solicita la serie completa de Iglesia".
folletos FE Y EVANGELIO).
Ten preparadas tus preguntas: ¿Quién es tu
4. Conoce su doctrina. fundador?, ¿La Iglesia que Cristo fundó no
La doctrina de los evangélicos y otros grupos funciona y la de tu fundador sí?, ¿Acaso n
protestantes es como el queso gruyere sabe bien, hombre puede ser más sabio que el mismo
pero está llena de agujeros. Cristo?, ¿Cuándo se fundo tu iglesia?, ¿Cómo
puede ser la Iglesia de Cristo una Iglesia
Afirmar que basta la sola Biblia para conocer la fundada 1500 años después de Cristo?
verdad, pero la Biblia dice que debemos creer no sólo
en lo escrito sino también lo enseñado de viva voz. 8. Deja Actuar a Dios
Lee 2 Tesalonicenses 2,15 Tu trabajo es aclarar dudas, quitar prejuicios
y establecer el puente de confianza. Dios es
Dicen que no debemos obedecer a los sacerdotes, ni el ´nico que puede tocar su corazón. Ponte en
a los obispos, ni al Papa. ¿Por qué entonces ellos le manos de Dios y recuerda también que si tú
hacen caso a su pastor? Ellos exigen que tú les no eres un convencido y no practicas tu fe
pruebes todo con la Biblia, pero si tú les pides que te nunca podrás convencer a nadie.

109
prueben que su interpretación es la única verdadera, 9. Ama la Verdad
no lo pueden hacer. Si no sabes, di "No sé," y añade, "La próxima
ocasión que nos veamos te daré la
Y cuando le pruebas, con la Biblia en la mano, lo respuesta".
que la Iglesia enseña: que debemos alabar a María
(Lucas 1,48); que los hombre reciben el poder de Si señala errores de la glesia, reconócelos,
perdonar los pecados (Juan 20,23); que debemos pero aclara que no por eso deja de ser la Iglesia
comer la carne y la sangre de Cristo para tener vida de Cristo. Cristo no prometió que no habría
eterna (Juan 6,54); que Cristo fundó una sola Iglesia mal, sino que este no prevalecería contra ella.
(Mateo 16,18); que sí podemos llamar "padre" a los (Lee Matthew 16:1) Preséntale la otra cara de
hombres (1 Corintios 4,15), etc. ellos no lo aceptan. la verdad: el heroísmo de sus mártires, el celo
¿Por qué? Porque ellos no creen en la Biblia, sino de sus misioneros, la caridad de tantas mujeres
stienda. Es decir, creen sólo en sí mismos. consagradas al servicio de los pobres, la
grandeza de sus santos, etc.
5. Comienza siempre orando.
Reza cualquier oración o petición que te inspira el 10. Invítalo a tu parroquia
Espíritu Santo pero termina siempre con el Padre Recuerda que el Buen Samaritano llevó al
Nuestro, el Ave María usando la Biblia (Lucas 1,28 herido a la posada. Llévalo a tu parroquia,
y 1,42). Si el objeta contra cualquiera de estas invítalo a tu grupo, o simplemente
oraciones hazle ver como estas oraciones son preséntaselo a Jesús en la Eucaristía y háblale
bíblicas e inspiradas por el Espíritu Santo. de Él.

¡NO TENGAIS MIEDO!


No tengais miedo de salir a la calle y a las plazas, como los primeros apóstoles que predicaron a
Cristo y las buenas noticias de salvación en las plazas, pueblos y ciudades. Ya no es tiempo para
vivir avergonzados del Evangelio Romanos 1,16. Es tiempo de predicarlo desde los techos. Mateo
10:27 e invitar a cada uno que encuentres al banquete que Dios ha preparado para los suyos. El
evangelio no puede quedar escondido por miedo o por indiferencia... Su objetivo no era tenerlo
guardado en el cajón, sino para ponerlo sobre un estante para que vean su luz y glorifiquen al Padre.
Mateo 5,15.

Jesús salió en busca del hombre y de la mujer de su tiempo. El se ensartó en un diálogo abierto y
confiado con ellos, sin tener en cuenta su condición. como el Buen Samaritano de la familia humana,
el se acerco a su gente para curarlos de sus pecados y de las heridas que deja la vida, y llevarlos a la
casa del Padre.

Queridos jóvenes la Iglesia les manda ir con la fuerza del Espíritu, a los que están cerca y a los que
están lejos. Y compartir con ellos la libertad que encontraste en Cristo.

Juan Pablo II Denver,USA. 15 Agosto/1993

LAS TÁCTICAS DEL DIÁLOGO

110
Para ganar una batalla no basta estararmado ni tener 4. Antes de jalar el anzuelo deja que
valor. es necesaria una estrategia. muerda la carnada.
-Cumplió Jesús los mandamientos, ¿sí o no?
1. No te pongas enfrente, ponte de su lado. ¿El Papa El dirá que sí.
es muy rico?, ¿Sabes? yo antes pensaba como tú, pero -Cumplió Cristo el cuarto mandamiento, ¿sí o
me puse a estudiar y encontré que nada en el Vaticano no? La respuesta será afirmativa.
pertenece al Papa con excepción de sus libros y que -¿Me puedes decir cuál es el cuarto
bajo las órdenes del Papa existen más de cien mandamiento?
organizaciones que se dedican a hacer el bien a los -Honrarás a tu Padre y a tu Madre.
pobres y necesitados sin distinción de raza o religión. -¿Quién es el Padre de Jesús?
¿Sabías tú eso? -Dios
-¿Quién es la madre de Jesús?
2. No discutas ideas, baja a la práctica. Da la -María.
impresión de que a usted le preocupan mucho los -Si Cristo honró a su Madre, ¿no debemos
pobres. ¿Me puede decir cuánto y cuándo fue la hacer nosotros lo mismo?
última vez que dio limosna a un pobre? Ud, no da ni
el diez por ciento aa los pobres ¡¿y que el Papa vende 5. No busques vencer, sino convencer. Jesús
el Vaticano?! es una persona, la Biblia un libro. Si eres
cristiano, obedeces a Cristo. [El no quiere
3. Busca afirmar más que contradecir. ¿María tuvo divisiones, sino la unidad: "Que todos sean
m;as hijos? ¡Pro supuesto! y los sigue teniendo! Yo uno como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti"
también soy hijo suyo, y tú también, aunque no lo (Juan 1,21-23). El no quere que estemos
reconozcas. Por que si Cristo es tu hermano, su Madre divididos en multitud de iglesias. Jesucristo
es también madre suya. quere darte vida eterna. Por eso dijo, "Quien
come mi carne y bebe mi sangre tiene vida
eterna" (Juan 6,54). Jesucristo quere que
obedezcamos a sus representantes: "Quien a
vosotros oye a mi me oye" (Lucas 10,16).

111
Recuerda que la fuerza de las sectas está en el silencio pasividad de los católicos.

Tema 28: Carta abierta a un hermano separado

Queridos hermanos:

Aquí les envío una carta que escribí pensando en un hermano separado:

«Antes que nada quiero decirte, sinceramente, que te considero como un verdadero hermano mío, y
que te aprecio y te admiro por muchas cosas buenas que he visto en ti y en tu iglesia. Admiro tu deseo
de dar a conocer a Cristo y tu entrega... De veras que muchas veces he sentido en mi corazón una
santa envidia por tu celo apostólico. Naturalmente, hay también ciertas cosas que no me gustan en tu
actuación. De esto he hablado en varias de mis cartas anteriores. De todos modos, ¿en qué familia no
hay problemas o malentendidos?

Lo que quiero aclarar ahora es esto: «Te admiro y te aprecio como un verdadero hermano en Cristo».
En realidad, lo que nos une es bien profundo: -Tú y yo creemos igualmente en el mismo Dios, Creador,
Providente y Padre amoroso. Y esto, de por sí, ya es mucho en un mundo tan materialista y lleno de
pesimismo. -Tú y yo creemos igualmente en Jesucristo como «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn.14,
6), el único Salvador, Señor y Mediador entre nosotros y el Padre.

-Los dos amamos igualmente y estudiamos la Biblia, tratando de descubrir en ella la voluntad de Dios.
Hay muchas otras cosas más que nos unen. Pero he querido subrayar solamente las más importantes,
para que nos demos cuenta de que, en lugar de fijarnos en lo que nos divide, aprendamos a fijarnos
mejor en lo que nos une, para tratar de vivir el mandamiento nuevo que nos dejó Jesús, con sinceridad
y sin exclusivismos: «Amense unos con otros, como yo los amo a ustedes» (Jn15,12).

Estamos separados

Pero por desgracia, no estamos completamente unidos. El pecado nos ha dividido. Hemos desgarrado
el cuerpo de Cristo. Cristo está roto por nuestra culpa y por la culpa de nuestros mayores. El adversario
nos ha ganado.

En lugar de luchar juntos para mejorar la Iglesia, cada uno ha querido hacerlo a su modo, apartándose
del hermano. El sueño de Cristo, expresado con tanta insistencia en la vigilia de su pasión y muerte,
se ha esfumado:

«Que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Sean también ellos uno en nosotros:
así el mundo creerá que tú me has enviado» (Jn.17,21)

Y como consecuencia, a causa de nuestras divisiones, muchos llegan a rechazar a Cristo y a odiar
cualquier religión, privándose así de esta gran riqueza. A causa de nuestras divisiones nuestros pueblos
están internamente divididos y debilitados en su espíritu comunitario. Y todo esto, ¡por nuestra culpa!
¡Qué gran responsabilidad tenemos frente al mundo, por nuestras divisiones! «Así el mundo creerá que
Tú me has enviado» (Jn.17,21), dijo Jesús. Y ¿cómo va a creer si estamos desunidos?

112
Al estar nosotros divididos, muchos no creen en Cristo, de modo que, en lugar de ser un signo de que
Cristo es el enviado de Dios, representamos, mediante nuestra división, una piedra de tropiezo para
los que quisieran acercarse a El.

Muchos piensan: «Quiero buscar a Dios, a lo mejor el cristianismo me da la clave. Pero... Otro le
contesta: Fíjate que ¡los mismos cristianos están divididos entre sí y se odian!... Mejor busco por otro
lado». Y puede ser que dejen de buscar para siempre, decepcionados de todo y de todos.

Y este problema de la división ya apareció desde el principio, viviendo todavía los apóstoles. De modo
que no le podemos achacar la culpa a una determinada persona o institución. De por sí el hombre es
pecador y tiende a apartarse de Dios y de su hermano. Puede ser por envidia, orgullo, intereses
personales, etc. para formar un grupo aparte y sentirse superior. Todo lo demás es puro pretexto. En
realidad, la voluntad de Cristo es muy clara: «Que todos sean uno» (Jn. 17, 21). El que se aparta, para
formar otro grupo, tiene que saber claramente que se está portando mal, poniéndose en contra de la
voluntad clara de Cristo. Jesús quiere la unidad de todos los que creen en su nombre. La división viene
del pecado y del demonio.

«Cada uno va proclamando: Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo
¿Acaso está dividido Cristo?» (1Cor.1,12-13).

«Hijitos míos, es la última hora, y se les dijo que tendría que llegar el Anticristo; en realidad, ya han
venido varios anticristos, por donde comprobamos que ésta es la última hora. Ellos salieron de entre
nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros. Si hubieran sido de los nuestros, se
habrían quedados con nosotros. Y al salir ellos, vimos claramente que entre nosotros no todos eran de
los nuestros» (1Jn. 2, 18-19).

A Dios el juicio

Hermano en Cristo: Recuerda que no es mi intención ofenderte. Solamente quiero que reflexiones en
forma más detenida sobre la cita bíblica anterior. Si crees que no viene al caso para ti, no te preocupes.
Entonces esta reflexión podrá servir para otros.

Muchos dicen: «Cuando yo era católico, era malo, me emborrachaba, le pegaba a mi mujer, etc.
Cuando dejé la religión católica y entré en esta nueva religión, encontré a Cristo y cambié de vida».

Ahora mi pregunta es la siguiente y quisiera que la respondieras con toda sinceridad: «Antes de cambiar
de religión, ¿conocías de veras el catolicismo? Y si lo conocías, ¿tratabas de vivirlo? ¿O tal vez
abandonaste el catolicismo antes de haberlo conocido y vivido?

No quiero juzgarte ni culparte de nada. Para mí las palabras de Jesús:«No juzguen y no serán
juzgados» (Lc. 6, 37), son ley. Quiero solamente decirte esto: Si antes de conocer y vivir el catolicismo
cambiaste de religión: «Tú no eras de los nuestros. Si hubieras sido de las nuestros, te habrías quedado
con nosotros. Al salirte, vimos claramente que entre nosotros no todos eran de los nuestros» (1 Jn. 2,
19).

Y este problema sigue todavía. A causa de tantos malos ejemplos presentes en la Iglesia, a falta de
buenos evangelizadores y frente a la triste realidad de una masa que se llama católica, carente de

113
instrucción y vivencia cristiana, muchos se aprovechan para desacreditarla y sacar gente para sus
distintos grupos.

¿Lo hacen con sinceridad? ¿Por interés? ¿Por orgullo? ¿Por odio en contra de la Iglesia Católica?
¿Por motivos políticos, tratando de adormecer las conciencias y así detener la marcha de la Iglesia
Católica en favor de los derechos fundamentales de la dignidad del hombre y de la igualdad de todos
los pueblos?

Yo creo que hay de todo. Sólo Dios conoce el corazón del hombre y sabe por qué razones actúa cada
cual. Mi intención es ponerte en guardia, para que no creas fácilmente a cualquier persona que te hable
muy bonito de Cristo, persiguiendo otros fines, reconocidos abiertamente o no.

Tú obedece a tu conciencia. Si estás convencido de que andas bien, sigue adelante según tu conciencia
y sin temor. Dios juzga el corazón. Si eres sincero contigo mismo y buscas la verdad, no tengas miedo.
Dios te ayudará. Ora mucho y sigue buscando la voluntad de Dios. Tal vez estas cartas que escribo te
podrán ayudar en algo.

Que Cristo sea conocido

No obstante lo anterior, yo, por mi parte, sigo siendo optimista. Me doy cuenta perfectamente de que
para algunos «la religión es puro negocio» (1 Tim. 6, 5). Me doy cuenta que algunos viven de lo que
otros cooperan.

En realidad, «el amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Tim. 6, 10). Sin embargo, lo que más
importa es que Cristo sea conocido, aunque se trate de un Cristo roto y con verdades a medias. Algo
es algo.

Claro que me gustaría que estuviéramos todos unidos y predicáramos al mismo Cristo con amor hacia
todos, dando testimonio de aquel Reino de paz y justicia, que Cristo vino anunciar y empezó a implantar
en este mundo. Pero... hay que ser realistas. Es un hecho que somos pecadores y que no logramos
hacer las cosas a la perfección.

A este propósito recuerdo las palabras de San Pablo: «Algunos son llevados por la envidia y quieren
hacerme la competencia, pero, al fin, ¿qué importa que unos sean sinceros y otros hipócritas? De todas
maneras, se anuncia a Cristo y eso me alegra, y seguiré alegrándome» (Fil1,15-18).

Se llegará a la unidad

A pesar de las fuerzas destructoras y los fanatismos que operan en este mundo, estoy convencido de
que el sueño de Cristo se va a realizar algún día. La verdad tiene que abrirse paso; si somos dóciles a
los impulsos del Espíritu, se llegará a la unidad:

«Yo soy el Buen Pastor: conozco mis ovejas y ellas me conocen a mí. Tengo otras ovejas, que no son
de este corral. A ellas también las llamaré y oirán mi voz: y habrá UN SOLO REBAÑO, como hay un
solo pastor» (Jn. 10,14-16)

Así pues, adelante, hermano, con fe en estas palabras de Jesús. Un día llegaremos a formar una sola
Iglesia todos los creyentes en Cristo. Tratemos de luchar para que este día no sea muy lejano.

114
Quiero terminar esta carta con las palabras de un pastor protestante:

«No te conformes nunca con el escándalo de la separación de los cristianos que tan fácilmente
proclaman el amor al prójimo pero siguen viviendo separados. Busca ardientemente la unidad del
Cuerpo de Cristo» (Pastor Roger Schultz).

El Mesías Verdadero al darles la Comunión dijo vivan en unión hasta el último momento. Este es mi
testamento no me lo hagan al revés tengan un solo querer perseveren bien unidos no se olviden mis
amigos de cumplir este deber Hoy después de dos mil años esta es la pura verdad se perdió aquella
unidad que el Señor dejó ordenado. El nos llama a reencontrarnos en amor y santa unión busquemos
de corazón aquella unidad perdida y sanemos las heridas que causó la división.

Lo eterno sin disimulo


Hablar de lo eterno; lo eterno sin caretas, sin disimulos, sin trampas. Esa es la tarea a la que
se entrega Lewis en este libro sustancioso. Y para eso utiliza muy distintos medios: un
coloquio, un debate, una conversación entre amigos, un articulo de prensa, una carta... Toda
ocasión es buena para dar testimonio de la fe y la verdad intemporal, "para mostrar a todos
una noticia inaudita de plenitudes", con un afán apostólico que nos interpela. En esta labor,
Lewis se expresa con su proverbial claridad, lucidez y agudeza.

C.S. Lewis

Rialp, Madrid,1999, pp. 19-39

I. Apologética cristiana (1945)

Algunos de ustedes son sacerdotes, y otros son líderes de organizaciones juveniles1. Tengo
poco derecho a dirigirme a unos y a otros. Son los sacerdotes los que han de enseñarme a mí,
no yo a ellos. Y, por otro lado, nunca he contribuido a organizar a la juventud, y en los años en
que yo mismo fui joven, conseguí que no me organizaran. Si me dirijo a ustedes, es para
responder a una petición tan apremiante que he llegado a considerar un asunto de obediencia
atenderla.

Voy a hablarles de apologética. Apologética significa, claro está, defensa. La primera cuestión
es ésta: ¿Qué quieren defender? El cristianismo, por supuesto; el cristianismo tal como lo
entiende la Iglesia de Gales. Aquí, en el mismo comienzo, tengo que abordar un asunto
desagradable. Los laicos piensan que en la Iglesia de Inglaterra oímos a menudo de nuestros
sacerdotes una doctrina que no es la del cristianismo anglicano. Tal vez se aparte de él de una
de estas dos formas:

1) Es posible que sea tan «tolerante» o «liberal» o «moderna» que excluya de hecho cualquier
realidad sobrenatural y, en consecuencia, deje de ser cristianismo.

2) Es posible, por otro lado, que sea católica.

Por supuesto, no me corresponde a mí definirles a ustedes qué es el cristianismo anglicano.


Yo soy su discípulo, no su maestro. Pero insisto en que, dondequiera que sitúen los límites,
debe haber unas líneas limítrofes, más allá de las cuales la doctrina deja de ser anglicana o

115
deja de ser cristiana. Yo propongo además que los límites comiencen mucho antes de lo que
bastantes sacerdotes modernos piensan. Considero que es su deber fijar claramente los
límites en sus mentes, y si desean ir más allá, deberán cambiar de profesión.

Es su deber no sólo como cristianos o como sacerdotes, sino como hombres honrados. Porque
existe el riesgo de que el clero desarrolle una especial conciencia profesional, que oscurezca
el auténtico y sencillo problema moral. Los hombres que han traspasado los límites, en
cualquiera de las dos direcciones antes indicadas, son propensos a declarar que han llegado
de forma sincera y honrada a sus opiniones heterodoxas. Para defenderlas están dispuestos
a sufrir difamación y a perder oportunidades de ascenso profesional; así llegan a sentirse como
mártires. Pero esto es no querer ver lo esencial, que tan seriamente escandaliza al laico. Nunca
hemos dudado de que las opiniones heterodoxas se mantengan honradamente. De lo que nos
quejamos es de que quienes las defienden continúen ejerciendo su ministerio después de
haberlas asumido.

Siempre hemos sabido que un hombre que se gana la vida como representante remunerado
del Partido Conservador puede honradamente cambiar de opinión y hacerse sinceramente
comunista. Lo que negamos es que pueda seguir siendo honradamente representante
conservador, y recibir dinero de un partido mientras se apoya la política de otro.

Incluso después de haber excluido la doctrina que está en completa contradicción con nuestra
profesión, es necesario todavía definir nuestra tarea de forma más precisa. Vamos a defender
el cristianismo como tal, la fe predicada por los Apóstoles, atestiguada por los mártires,
incorporada al Credo, expuesta por los Padres, que debe distinguirse con claridad de lo que
cualquiera de nosotros pueda pensar sobre Dios y el hombre. Cada uno de nosotros pone un
énfasis especial en algo, cada uno añade a la fe muchas opiniones que le parecen coherentes
con ella y verdaderas e importantes; y quizá lo sean. Pero nuestra tarea como apologistas no
es exponerlas. Defendemos el cristianismo, no «mi religión». Cuando mencionemos nuestras
opiniones personales, debemos dejar bien clara la diferencia entre estas y la fe como tal. San
Pablo nos ha dado la pauta en 1 Corintios 7, 25, donde dice que sobre una cuestión
determinada «no tengo precepto del Señor», y que da «su juicio». A nadie le quedan dudas
acerca de la sobreentendida diferencia de rango.

Esta distinción, que es exigida por la honradez, da además al apologista una gran ventaja
táctica. La mayor dificultad está en lograr que las personas a las que nos dirigimos comprendan
que predicamos el cristianismo única y exclusivamente porque creemos que es verdadero;
pues siempre suponen que lo hacemos porque nos gusta, porque pensamos que es bueno
para la sociedad o por algo parecido. Una distinción clara entre lo que la fe verdaderamente
dice y lo que a uno le gustaría que dijera –o lo que uno entiende o considera útil o cree probable
–, obliga a los oyentes a reconocer que estamos vinculados a los datos como el científico a los
resultados del experimento, y a admitir que no estamos diciendo simplemente lo que nos

gusta. Esto les ayuda inmediatamente a entender que lo que se expone es un hecho objetivo,
no un parloteo sobre ideales y puntos de vista.

En segundo lugar, el cuidado escrupuloso en conservar el mensaje cristiano como algo distinto
de las propias ideas tiene un efecto muy bueno sobre el propio apologista. Le obliga
constantemente a afrontar aquellos elementos del cristianismo original que le parecen oscuros
o repulsivos; y así se ve libre de la tentación de omitir, ocultar o ignorar lo que encuentra

116
desagradable. El hombre que ceda a esa tentación no progresará jamás en el conocimiento
cristiano, pues, obviamente, las doctrinas que encontramos fáciles son aquellas que dan
sanción cristiana a verdades ya conocidas. La nueva verdad que no se conoce y que se
necesita, debe estar oculta – de acuerdo con la auténtica naturaleza de las cosas –
precisamente en las doctrinas que menos gustan y que menos se entienden.

Esto es así tanto aquí como en la ciencia. El fenómeno que resulta dificultoso, que no
concuerda con las teorías científicas de actualidad, es el que obliga a una nueva consideración
y, de ese modo, conduce a un conocimiento nuevo. La ciencia progresa porque los científicos,
lejos de rehuir los fenómenos molestos o de echar tierra sobre ellos, los sacan a la luz y los
investigan. De igual modo, en el conocimiento cristiano sólo habrá progreso si aceptamos el
desafío de la dificultad o de las doctrinas que nos repelen. Un cristianismo «liberal», que se
considera a sí mismo libre para modificar la fe siempre que le parezca confusa o repelente, se
quedará totalmente estancado. El progreso tiene lugar sólo en aquella materia que ofrece
resistencia.

De todo lo anterior deriva una consecuencia acerca de la interpretación privada por parte del
apologista. Hay dos preguntas que habrá de plantearse:

1) ¿He conseguido «no ceder», aun manteniéndome al corriente de los recientes movimientos
en Teología?

2) ¿Me he mantenido firme (supera monstratas vias)2 en medio de los «vientos de doctrina»3?

Quiero decir enérgicamente que la segunda pregunta es, con diferencia, la más importante. La
educación y la atmósfera del mundo en que vivimos aseguran que nuestra principal tentación
será la de ceder a los vientos de doctrina, no la de ignorarlos. No es probable en absoluto que
vayamos a aferrarnos a la tradición. Lo más probable es que seamos esclavos de la moda. Si
hay que elegir entre leer los libros nuevos o los viejos, hemos de elegir los viejos, y no porque
necesariamente sean mejores, sino porque contienen las verdades que nuestro tiempo
descuida. El modelo de cristianismo permanente debe mantenerse claro en nuestra mente, y
a la luz de él hemos de eminar el pensamiento contemporáneo. Tenemos que evitar a todo
trance movernos con los tiempos. Servimos a Aquél que dijo: «El cielo y la tierra pasarán, pero
mis palabras no pasarán»4.

Hasta ahora he hablado de la interpretación teológica. La interpretación científica es otro


asunto. Si conocen alguna ciencia, sería muy deseable que siguieran profundizando en ella.
Tenemos que responder a la actual actitud científica hacia el cristianismo, no a la que
adoptaron los científicos hace cien años. La ciencia está en continuo cambio, y debemos
mantenernos al día.

Pero, por la misma razón, también hemos de ser muy cautelosos al abrazar una teoría
científica que, de momento, parece estar a nuestro favor. Podemos mencionarla, pero siempre
moderadamente y sin afirmar que sea algo más que «interesante», y deberíamos evitar frases
que comiencen por «la ciencia ha demostrado». Si intentamos basar nuestra apologética en
ciertos desarrollos nuevos de la ciencia, descubriremos con frecuencia que, justamente al dar
el retoque final a nuestro argumento, la ciencia ha cambiado sus planteamientos y abandonado

117
completamente la teoría que usábamos como piedra angular. Timo Adanes te dona fermentes5
es un principio prudente.

Permítanme que haga una digresión por un momento, ahora que estamos con el tema de la
ciencia. Creo que si un cristiano está capacitado para escribir un buen libro, accesible a la
mayoría, sobre una ciencia cualquiera, puede hacer un mayor bien de ese modo que mediante
una obra directamente apologética. Porque otra dificultad con la que tenemos que enfrentarnos
es ésta: normalmente, podemos lograr que las personas presten atención al punto de vista
cristiano durante una media hora más o menos; pero cuando se marchan de la conferencia, o
guardan nuestro artículo, se sumergen de nuevo en un mundo en el que prevalece el punto de
vista contrario. Los periódicos, películas, novelas y libros de texto socavan nuestra obra.
Mientras persista esta situación, es sencillamente imposible lograr un éxito extendido.
Debemos atacar la línea de comunicación enemiga; por eso no son más libros sobre el
cristianismo lo que necesitamos, sino más libros sobre otros temas escritos por cristianos, en
los que el cristianismo de su autor se encuentre latente.

Se puede comprender mejor la cuestión si se mira a la inversa. No es probable que un libro


sobre hinduismo socave nuestra fe. Pero si cada vez que leemos un libro divulgativo de
Geología, Botánica, Política o Astronomía, descubrimos que sus implicaciones son hindúes, sí
podríamos sentirnos sacudidos. No son los libros escritos en defensa del materialismo los que
hacen materialista al hombre moderno, sino los supuestos materialistas contenidos en los
demás libros. De igual modo, tampoco serán los libros sobre el cristianismo los que realmente
inquieten al hombre moderno; en cambio, se inquietaría si, siempre que necesitara una
introducción popular y barata a una ciencia cualquiera, la mejor del mercado fuera la escrita
por un cristiano.

El primer paso para la reconversión religiosa de este país es una colección, dirigida por
cristianos, que pueda superar en su propio terreno a colecciones como Penguins o Thinker’s
Library. Su cristianismo tendría que estar latente, no explícito, y su ciencia, por supuesto, ser
absolutamente genuina. Una ciencia retorcida en interés de la apologética sería un pecado y
una locura. Pero ahora tengo que volver al asunto que me ocupa directamente. Nuestra tarea
consiste en exponer lo eterno (lo mismo ayer, hoy y mañana)6, en el lenguaje de nuestra
época. El mal predicador hace exactamente lo contrario: toma las ideas de nuestra época y
las atavía con el lenguaje tradicional del cristianismo. Puede, por ejemplo, pensar en el Informe
Beveridge7 y hablar sobre la llegada del Reino. El núcleo de su pensamiento es simplemente
contemporáneo; sólo la superficie es tradicional. En cambio, la doctrina que ustedes prediquen
tiene que ser intemporal en el fondo, y llevar ropa moderna.

Esto plantea el problema de la relación entre teología y política. Lo más que puedo hacer para
conciliar el problema fronterizo entre ambas es lo siguiente: proponer que la teología nos
enseñe qué fines son deseables y qué medios son legítimos, y que la política nos instruya
sobre qué medios son efectivos. La teología nos dice que todos los hombres deben tener un
salario justo. La política nos dice con qué medios es más probable lograrlo. La teología nos
dice cuáles de esos medios son coherentes con la justicia y la caridad.

El asesoramiento sobre un problema político no procede de la Revelación, sino de la prudencia


natural, del conocimiento de la complejidad de los hechos y de una experiencia madura. Si
tenemos estos requisitos, podemos, como es lógico, exponer nuestras opiniones políticas.
Pero después hemos de dejar completamente claro que estamos dando juicios personales, y

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que no tenemos precepto del Señor. Estos requisitos no los tienen en cuenta muchos
sacerdotes, y la mayoría de los sermones con contenido político no enseñan a los fieles nada
distinto de lo que se puede leer en los periódicos recibidos en la casa del párroco.

El mayor riesgo de este momento es determinar si la Iglesia debería seguir practicando una
técnica meramente misionera en una situación que se ha convertido en misionera. Hace un
siglo nuestra tarea era formar en la virtud a quienes habían sido educados en la fe. En este
momento nuestra tarea consiste principalmente en convertir e instruir a los que no creen. Gran
Bretaña es tan tierra de misión como China. Si ustedes fueran enviados con los bantús,
deberían aprender su lengua y sus tradiciones. Pues también necesitan una enseñanza
parecida sobre la lengua y hábitos intelectuales de sus compatriotas incultos y no creyentes.
Muchos sacerdotes ignoran por completo esta cuestión.

Lo que yo sé sobre el particular lo he aprendido hablando en los campamentos de la RAF,


habitados mayoritariamente por ingleses y, en consecuencia, parte de lo que voy a decir tal
yez sea irrelevante para la situación de Gales. Ustedes deberán cribar lo que no sea pertinente.

1. Observo que el inglés inculto es casi completamente escéptico respecto la historia. Yo había
supuesto que no creía en el Evangelio porque incluye milagros. Pero realmente no cree en él
porque trata de cosas que ocurrieron hace 2.000 años. Tampoco creería en la batalla de Acuita
si oyera hablar de ella. A quienes hemos recibido una educación como la nuestra, nos resulta
muy difícil entender su modo de pensar. Para nosotros el presente aparece como parte de un
vasto proceso continuo. En su modo de pensar, el presente ocupa casi por completo el campo
de visión. Más allá del presente, aislado de él y como algo completamente irrelevante, hay algo
llamado «los tiempos antiguos», una jungla insignificante y divertida por la que deambulan
caminantes, la reina Isabel, caballeros con armadura, etc. Más allá de los tiempos antiguos (y
esto es lo más extraño de todo) viene un cuadro del «hombre primitivo», cuadro que es
«ciencia», no «historia» y, por consiguiente, se percibe como mucho más real que los tiempos
antiguos. Con otras palabras: se cree mucho más en lo prehistórico que en lo histórico.

2. También desconfía de los textos antiguos, lo cual es lógico si se tienen en cuenta sus
conocimientos. En cierta ocasión me dijo un hombre lo siguiente: «Estos documentos se
escribieron antes de la imprenta, ¿no es cierto?, y usted no tiene el trozo original de papel,
¿verdad? Eso significa que alguien escribió algo, otra persona lo copió y otra copió la copia, y
así sucesivamente. Bueno, con el tiempo llega a nosotros, y no se parecerá lo más mínimo al
original».

Esta es una objeción difícil de atacar, pues no se puede empezar en ese mismo instante a
enseñar la ciencia entera de la crítica textual. Sin embargo, en este punto viene en mi ayuda
su verdadera religión, o sea, la fe en la «ciencia». La confianza en que hay una «ciencia»
llamada «Crítica de Textos» y en que sus resultados (no sólo en lo que respecta al Nuevo
Testamento, sino a los textos antiguos en general) son generalmente aceptados, será
normalmente recibida sin objeción. (Bueno, hace falta advertir que no se debe emplear la
palabra «texto», ya que para ese público significa solamente «cita bíblica».)

3. El sentido del pecado falta casi completamente. En este aspecto, nuestra situación es muy
diferente de la de los Apóstoles. Los paganos (y especialmente los metuentes)8 a los que
predicaban se sentían perseguidos por un sentido de culpa, y, por tanto, el Evangelio era para
ellos «la buena nueva». Nosotros nos dirigimos a personas a las que se les ha enseñado a

119
creer que todo lo que va mal en el mundo es por culpa de otros: los capitalistas, el gobierno,
los nazis, los generales. Incluso al mismo Dios se dirigen también como jueces. Quieren saber,
no si pueden ser absueltos de sus pecados, sino si Él puede ser absuelto de haber creado un
mundo así.

Para enfrentarse con esta funesta insensibilidad es inútil orientar la atención a los pecados –
que las personas a las que ustedes se dirigen no cometen –, o a las cosas que hacen y que
no consideran pecado. Por lo general no se consideran bebedores. Por lo general son
fornicadores, pero no creen que la fornicación esté mal. Es inútil, pues, hacer hincapié en
cualquiera de esos temas. (Ahora que los anticonceptivos han eliminado el elemento no
caritativo de la fornicación, no creo que se pueda esperar que la gente reconozca que es un
pecado, a menos que acepten íntegramente el cristianismo).

No puedo ofrecerles una técnica infalible para despertar el sentido del pecado. Sólo puedo
decir que, según mi experiencia, si uno mismo comienza por el pecado que ha sido su propio
y principal problema durante la semana anterior, uno se sorprende muy a menudo del modo
en que este dardo da en el blanco. Pero sea cual sea el método que usemos, nuestro continuo
esfuerzo debe consistir en hacer que aparten su mente de los asuntos y «crímenes» públicos
y que vayan al grano, a la amplia red de rencor, avaricia, envidia, injusticia y presunción en
que están atrapadas tanto las vidas de «la gente normal respetable» como las suyas (y las
nuestras).

4. Tenemos que aprender y dominar el lenguaje de nuestra audiencia. Y permítanme decirles


desde el comienzo que no sirve en absoluto establecer a priori qué es lo que entiende o no
entiende el «hombre sencillo». Tienen que averiguarlo por experiencia. La mayoría de nosotros
habría supuesto que cambiar la frase «el ministro de justicia puede verdadera e
indiferentemente» por esta otra «puede verdadera e imparcialmente», haría más fácil el pasaje
para las personas incultas. Pero un sacerdote, amigo mío, descubrió que su sacristán no veía
ninguna dificultad en indiferentemente («significa no establecer diferencias entre un hombre y
otro», dijo), pero no tenía la menor idea de lo que significaba imparcialmente.

Lo mejor que puedo hacer para solventar el problema del lenguaje es ofrecer una lista de
palabras que la gente usa en un sentido diferente al nuestro.

Expiación: no existe realmente en el inglés hablado moderno, aunque se reconocería como


una «palabra religiosa». En el supuesto de que transmita algún significado a una persona
inculta, yo creo que significa compensación. Ninguna palabra les manifestará lo que los
cristianos quieren decir con expiación, de ahí que ustedes deban parafrasear.

Ser (nombre): en el habla popular no significa nunca simplemente entidad. A menudo significa
lo que nosotros llamaríamos «un ser personal» (por ejemplo, un hombre me dijo lo siguiente:
«creo en el Espíritu Santo, pero no creo que sea un ser»).

Católico: significa seguidor del Papa.

Caridad: significa a) limosna, b) «organización benéfica», c) aunque mucho más raramente,


indulgencia (por ejemplo, por actitud «caritativa» hacia un hombre se entiende la actitud que
niega o tolera sus pecados, no la que ama al pecador a pesar de sus faltas).

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Cristiano: ha llegado a no incluir casi ninguna idea relacionada con creencia. Habitualmente
es un termino vago de aprobación. La pregunta «¿A qué llama usted cristiano?» se me ha
hecho repetidas veces. La respuesta que desean escuchar es la siguiente: «un cristiano es un
buen tipo, desinteresado, etc.».

Iglesia: significa a) edificio sagrado, b) el clero. No les sugiere la idea de «asamblea de todos
los creyentes»10. Por lo general se usa en sentido negativo. La defensa directa de la Iglesia
es parte de nuestro deber. Sin embargo, el empleo de la palabra Iglesia, cuando no hay tiempo
para defenderla, nos quita simpatías, y se debería evitar si fuera posible.

Creador: ahora significa «talentoso», «original». La idea de creación en sentido teológico está
ausente de sus mentes.

Criatura: significa «bestia», «animal irracional». Expresiones como «somos solamente


criaturas», serían mal entendidas casi con total seguridad.

Crucifixión, cruz, etc.: siglos de himnos y cantos religiosos han debilitado estas palabras hasta
el extremo de que ahora transmiten vagamente, si lo transmiten, la idea de ejecución mediante
tortura. Es mejor parafrasear. Por la misma razón, es mejor emplear la expresión flagelado
para explicar la palabra azotado11 del Nuevo Testamento.

Dogma: la gente suele usarla sólo en sentido negativo con el significado de «afirmación no
probada y pronunciada de manera arrogante».

Inmaculada Concepción: en boca de hablantes incultos significa siempre Parto Virginal.

Moralidad: significa castidad.

Personal: llevaba al menos diez minutos disputando con un hombre sobre la existencia de un
«diablo personal» sin darme cuenta de que, para él, personal significaba corpóreo. Sospecho
que esto está muy extendido. Cuando dicen que no creen en un Dios «personal», a menudo
pueden querer decir solamente que no comparten el antropomorfismo.

Potencial: en caso de que alguna vez se emplee, se usa en el sentido de la ingeniería. Nunca
significa «posible».

Primitivo: significa tosco, torpe, incompleto, incompetente.

Sacrificio: la acepción que conocen no tiene ninguna relación con el templo y el altar. Están
familiarizados solamente con el sentido periodístico de esta palabra («La nación tiene que
estar preparada para duros sacrificios»).

Espiritual: significa primariamente inmaterial, incorpóreo, pero con graves confusiones acerca
del uso cristiano de pneuma12. De ahí procede la idea de que todo lo que es «espiritual», en
el sentido de «no sensorial», es mejor de algún modo que cualquier cosa sensorial. Por
ejemplo, no creen realmente que la envidia pueda ser tan mala como la embriaguez.

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Vulgaridad: por lo general significa obscenidad o «grosería». Se dan, y no sólo en personas
incultas, lamentables confusiones entre:

a) Lo obsceno o lascivo: lo calculado para provocar lujuria.

b) Lo indecoroso: lo que ofende al buen gusto o al decoro.

c) Lo vulgarmente decoroso: lo que es socialmente «bajo».

La «buena» gente propende a pensar que (b) es tan pecaminoso como (a), de donde resulta
que a otros les parece que (a) es tan inocente como (b).

Como conclusión debo decir que tienen ustedes que traducir cada trozo de su Teología a la
lengua vulgar. Esto es muy difícil, e implica que pueden decir muy poco en media hora, pero
es esencial. Sirve asimismo de gran ayuda para su propio pensamiento. He llegado a la
convicción de que, si ustedes no pueden traducir sus ideas al lenguaje inculto, es que son
confusas. La capacidad de traducirlas es la prueba de que han entendido realmente el
significado que uno mismo les da. Traducir un pasaje de alguna obra teológica al lenguaje
vulgar debería ser un ejercicio obligatorio en el examen para ordenarse.

Retomo ahora la cuestión del verdadero ataque. Este puede ser o emocional o intelectual. Si
hablo sólo del intelectual, no se debe a que desprecie el otro, sino a que, al no poseer las
aptitudes necesarias para llevarlo a cabo, no puedo dar consejos sobre él. Pero deseo decir
de la manera más enérgica posible que si un orador tiene esas aptitudes, el llamamiento
evangélico directo, del tipo «ven a Jesús», puede ser hoy tan irresistible como hace cientos de
años. Yo he visto hacerlo precedido por una película religiosa y acompañado por cantos de
himnos, y con un efecto muy notable. Yo no soy capaz, pero aquellos que puedan deben
intentarlo con todas sus fuerzas.

No estoy seguro de que el grupo misionero ideal no deba consistir en alguien que argumente
y alguien que predique (en el pleno sentido de la palabra). En primer lugar, traten de que
quienes debaten con ustedes se desprendan de sus prejuicios intelectuales; luego dejen que
el predicador del Evangelio inicie su llamamiento. En todo esto yo me ocupo solamente de la
argumentación intelectual. Non omnia possumus omnes13.

Y, ante todo, unas palabras de aliento. La gente inculta no es gente irracional. He comprobado
que aguantan, y que pueden seguir un buen número de argumentos ininterrumpidos, si se los
exponen lentamente; y a menudo, la novedad de una argumentación (raras veces se han
enfrentado antes a algo semejante) los deleita.

No intenten suavizar el cristianismo. No lo difundan omitiendo lo sobrenatural. Que yo sepa, el


cristianismo es precisamente la única religión de la que los milagros no se pueden excluir.
Deben argumentar en favor de lo sobrenatural desde el principio.

Las dos «dificultades» más comunes con las que probablemente tendrán que enfrentarse son
las siguientes:

122
1. «Ahora que conocemos cuán inmenso es el universo y que pequeña la tierra es ridículo
creer que el Dios universal pueda tener un especial interés por nuestros asuntos».

En primer lugar, para responder a esto, deben ustedes corregir los errores acerca de los
hechos. La insignificancia de la tierra en relación con el universo no es un descubrimiento
moderno. Hace casi 2.000 años, Ptolomeo (Almagest, bk. I, ch. v) ya dijo que, en relación con
la distancia de las estrellas fijas, la tierra debe ser considerada como un punto matemático sin
magnitud.

En segundo lugar, deben indicar que el cristianismo explica lo que Dios ha hecho por el
hombre, pero que no dice (porque no lo sabe) lo que ha hecho o dejado de hacer en otras
partes del universo. En tercer lugar, deben recordar la parábola de la oveja descarriada14. Si
Dios cuida especialmente de la tierra (algo que nosotros no creemos), eso no puede implicar
que sea lo más importante del universo, sino tan sólo que se ha extraviado. Finalmente,
recusen la tendencia a identificar tamaño e importancia. ¿Es un elefante más importante que
un hombre, o la pierna del hombre más que su cerebro?

2. «La gente creía en los milagros en los tiempos antiguos porque no sabía que fueran
contrarios a las leyes de la naturaleza». Pues sí lo sabía. Si San José no sabía que un parto
virginal es contrario a la naturaleza (es decir, si no hubiera sabido cuál es el origen normal de
los bebés), ¿por qué «resolvió repudiarla en secreto» cuando descubrió el embarazo de su
esposa? Como es obvio, ningún acontecimiento puede ser considerado como milagro a menos
que los que los registren conozcan el orden natural, y vean que ese hecho es una excepción.
Si la gente no supiera que el sol sale por el este, no podría sorprenderse jamás si una vez lo
viera salir por el oeste; no lo registraría como miraculum (sencillamente no lo registraría). La
misma idea de «milagro» presupone el conocimiento de las leyes de la naturaleza. No es
posible tener la idea de excepción sin tener la idea de regla.

Es muy difícil presentar argumentos populares sobre la existencia de Dios. Además, buena
parte de los argumentos populares a mí no me parecen válidos. Algunos pueden ser
presentados en la discusión por miembros favorables de la audiencia; esto plantea el problema
del «seguidor molesto». Es cruel (y peligroso) rechazarlo, y no es honesto mostrarse de
acuerdo con lo que dice. Por lo general, yo trato de no decir nada sobre la validez de su
argumento en sí mismo, y respondo: «Sí. Eso tal vez sea así para usted y para mí. Pero me
temo que si adoptamos esa actitud, este amigo nuestro situado aquí, a mi izquierda, podría
decir..., etc, etc.».

Afortunadamente, y aunque parezca raro, he observado que, por lo general, esa gente accede
a que se trate de la divinidad de nuestro Señor antes de entrar a considerar la existencia de
Dios. En mis comienzos, cuando daba dos conferencias, solía dedicar la primera al simple
teísmo. Pero enseguida abandoné este método, pues me parecía que despertaba poco interés.
El número de ateos convencidos no es aparentemente demasiado grande.

Cuando llegábamos a la Encarnación, con frecuencia descubría que se podía usar alguna
forma del aut Deus aut malus homo15 La mayoría de ellos comenzaba con la idea del «gran
maestro humano», que fue divinizado por sus supersticiosos seguidores. Hay que señalar qué
poco probable es esto entre los judíos, y qué diferente a cualquier cosa que ocurriera con
Platón, Confucio, Buda, Mahoma. Las mismas palabras y afirmaciones del Señor (que muchos

123
ignoran completamente) tienen que ser apuradas hasta el fondo. (Todo esto está muy bien
recogido en la obra de Cherteston The Everlasting Man.)

Generalmente, también hay que decir algo sobre la historicidad de los Evangelios. Ustedes,
que son teólogos preparados, podrán hacerlo de un modo que a mí me resultaba imposible.
Mi argumento consistía en decir que yo era un crítico literario profesional, y que creía conocer
la diferencia entre leyenda y escritura histórica; que los Evangelios no eran leyendas (en cierto
sentido no eran suficientemente buenos), y que, si no son historia, son ficciones realistas en
prosa de un tipo que realmente no había existido nunca antes del siglo XVIII. Episodios
pequeños, como aquél en que aparece Jesús escribiendo en la tierra cuando fue llevado ante
la mujer sorprendida en adulterio16 (gesto que no tiene ninguna significación doctrinal en
absoluto), son un claro ejemplo.

Otra de las mayores dificultades es mantener ante la opinión de los oyentes la cuestión de la
Verdad. Siempre creen que ustedes recomiendan el cristianismo, no porque sea verdad, sino
porque es bueno. En el curso de la discusión tratarán en todo momento de eludir la cuestión
de la «verdad o la falsedad», y de convertirla en un problema acerca de la buena sociedad, la
moral, los ingresos de los obispos, la Inquisición española, Francia, Polonia, u otra cosa
cualquiera.

Deberán ustedes mantenerse firmes en volver, una y otra vez, al verdadero asunto. Sólo así
podrán socavar su creencia en que «una cierta cantidad de religión» es deseable, pero que no
se debe llevar demasiado lejos. Es preciso no dejar de señaIar que el cristianismo es una
afirmación que, si es falsa, no tiene ninguna importancia. Lo único que no puede ser es
moderadamente importante. Podrán socavar también su firme creencia en el artículo XVIII17.
Habría que señalar, claro está, que aunque la salvación es a través de Jesús, eso no obliga a
concluir que Él no pueda salvar a aquellos hombres que no lo han aceptado explícitamente en
esta vida.

Asimismo habría que dejar claro (yo al menos lo creo así) que nosotros no declaramos que las
otras religiones sean totalmente falsas, sino que decimos, más bien, que todo lo verdadero de
las demás religiones es consumado y perfeccionado en Cristo. Sin embargo, por otro lado,
creo que debemos combatir, siempre que nos enfrentemos con ella, la idea absurda de que
dos proposiciones sobre Dios que se excluyen mutuamente pueden ser ambas verdaderas18.

Personalmente, a veces he dicho a mi audiencia que las dos únicas religiones que
verdaderamente merecen considerarse son el cristianismo y el hinduismo. (El Islam es sólo la
más grande herejía cristiana, y el budismo, únicamente la mayor herejía hindú. El verdadero
paganismo está muerto. Lo mejor del judaísmo y el platonismo pervive en el cristianismo). Una
mente madura no precisa considerar toda la infinita variedad de religiones. Podemos, salva
reverentia19 dividir las religiones, como las sopas, en «espesas» y «claras». Por «espesas»
entiendo aquellas que tienen orgías y éxtasis y misterios y ataduras locales. África está llena
de religiones espesas. Por «claras» entiendo aquellas que son filosóficas, éticas y universales.
El estoicismo, el budismo, y la Iglesia Ética son religiones claras.

Ahora bien, si hay una religión verdadera, debe ser a la vez espesa y clara, pues el verdadero
Dios debe haber hecho al niño y al hombre, al salvaje y al ciudadano, la cabeza y el vientre. Y
las únicas dos religiones que cumplen esta condición son el hinduismo y el cristianismo. Pero
el hinduismo la cumple imperfectamente. La religión clara del ermitaño brahman en la jungla y

124
la religión espesa del templo vecino siguen caminos paralelos. El ermitaño brahman no presta
atención a la prostitución del templo, ni los devotos del templo a la metafísica del ermitaño. El
cristianismo derriba el muro de la separación. Toma a un convertido de África central y le dice
que obedezca una ética universal ilustrada. Toma a un pedante académico del siglo xx, como
yo, y le dice que vaya rápidamente al misterio, a beber la sangre del Señor. El salvaje tiene
que estar claro, yo tengo que estar espeso. Así es como sabemos que hemos llegado a la
religión verdadera.

Una última observación. He comprobado que nada es más peligroso para la propia fe que la
labor de un apologista. Ninguna doctrina sobre la fe me parece tan fantasmal e irreal como la
que he defendido con éxito en un debate público. Por un momento, parecía descansar sobre
mí mismo y, como consecuencia, cuando me alejaba del debate, no parecía más fuerte que la
débil columna que la sustentaba. He ahí por qué los apologistas tenemos nuestras vidas en
nuestras manos, y sólo podemos ser salvados volviendo continuamente desde el telar de
nuestros propios argumentos – como si fueran nuestros adversarios intelectuales – a la
realidad; del cristianismo apologético al cristianismo como tal. He ahí también por qué
necesitamos constantemente la ayuda de los demás. Oremus pro invicem20.

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1Esta comunicación fue leída en la asamblea de pastores anglicanos y líderes juveniles de la


Iglesia de Gales, en Carmarthen, durante la Pascua de Resurrección.

2 Creo que la fuente de esta cita es Jeremías 6, 16: «State super vias et videte, et interrogate
de semitis antiquis quae sit via bona, et ambulate in ea», cuya traducción es: «Haced alto en
los caminos y ved, preguntad por las sendas antiguas: ¿Es ésta la senda buena? Pues
seguidla.

3 Efesios 4, 14.

4 Mat. 24, 35; Mc. 13, 31; Lc. 21, 33.

5 “Temo a los griegos aun cuando llevan obsequios”. Virgilio, Eneida, II, 49.

6 Hebreos, 8, 8.

7 Sir William H. Beveridge, Social Insurance and Allied Services, Comunicación de Gobierno
6404, Sesión parlamentaria 1942-43 (Londres: H.M. Stationery Office, 1942). El Informe
Beveridge es el proyecto del actual sistema de Seguridad Social británico.

8 Los metuentes o “los temerosos de Dios” eran una clase de gentiles que adoraban a Dios
sin someterse a la circuncisión y a otras obligaciones ceremoniales de la Ley Judía. Cfr.
Salmos 118, 4 y Hechos 10, 2.

9 La primera cita es de la oración por “La situación global de la Iglesia de Cristo” durante el
servicio religioso de la Sagrada Comunión, Libro de la Oración Común (1662). La segunda es
la forma revisada de la misma frase, tal como se halla en el Libro de la Oración Común de
1928.

125
10 La frase aparece en la oración de Acción de gracias, que tiene lugar al final del servicio
religioso de la Sagrada Comunión, en el Libro de la Oración Común (1662).

11 Mat. 27, 26; Mac. 15, 15; Jn. 19, 1.

La expresión «cristianismo primitivo» no significaría para ellos en absoluto lo que significa para
ustedes.

12 “Que significa “espíritu”, como en 1 Corintios, 14, 24.

13 “No todos podemos hacerlo todo”. Virgilio, Églogas, VIII, 63.

14 Mt. 18,11-14; Lc 15, 4-7.

15 O es malo Dios, o es malo el hombre.

16 Jn. 8,3-8.

17 El artículo XVIII del Libro de la Oración Común, que trata sobre Alcanzar la salvación eterna
sólo por el nombre de Cristo, dice: “Deben ser maldecidos los que osan decir que todo hombre
se salvará por la Ley o la Secta que profesa, de manera que ha de ser diligente en amoldar su
vida conforme a esa ley y la luz de la Naturaleza. La Sagrada Escritura nos manifiesta que sólo
por el Nombre de Cristo puede un hombre salvarse.

18 El lector interesado en esta cuestión puede ver cómo responde el papa Juan Pablo II a la
pregunta:”¿por qué tantas religiones?”, Cruzando el umbral de la Esperanza, pp. 93-112, Plaza
y Janés. (N. Del T.).

19 Sin ultrajar la reverencia.

20 Oremos los unos por los otros.


Luis Fernando Pérez Bustamante

¿Por qué la Iglesia no invierte en apologética católica en Internet?

En español falta apologética de alto nivel, que sí existe en inglés, y por eso hay toda una
corriente de conversos anglosajones en la Iglesia.

Esto es una carta a los obispos sobre el estado de la apologética católica en Internet.

Les escribo para expresarles mi preocupación sobre lo que considero como penoso estado de
la apologética católica en lengua española. En Internet, y yo diría que también en la "vida real",
la apologética católica hispana está en mantillas comparada con la que se hace en otras
lenguas. Existe un déficit espantoso de acceso a textos, citas, libros, etc, etc.

Hablo de una apologética de alto nivel, no de esa que se usa para despachar en media hora a
testigos de Jehová, evangélicos y similares que estén poco formados teológicamente. Para

126
esa apologética de bolsillo sí hay material de sobra en nuestra lengua, aunque me aventuro a
decir que la mayoría de los católicos de a pie la desconocen.

Yo me he tirado más de 7 años dedicando horas y horas y más horas (sin duda demasiadas,
pues buena parte de ellas se las he robado a mi familia) a defender la fe de la Iglesia en
diversos foros y listas de correo de Internet. Y ha habido momentos en que me he encontrado
atado de pies y manos porque no tenía posibilidad de acceder a material que me ayudara a
responder a determinadas materias, sobre todo de orden patrístico e histórico.

Aunque puedo leer el inglés con cierta facilidad, no puedo pasarme la vida traduciendo libros,
argumentos y citas que no encuentro en mi idioma. De tal forma que a veces he pensado
abandonar completamente esta actividad, porque no me apetece tener que quedarme a
medias en un debate por no tener acceso a la bibliografía necesaria. No porque yo quede mal,
que me importa un pimiento, sino porque quien queda mal es la postura de la Iglesia.

Grandes apologetas en inglés, ninguno en español

Quizás puedo sonar muy drástico pero creo que la Iglesia no da la más mínima importancia a
la apologética castellano-parlante en la red. Puedo nombrar a más de cinco grandes
apologetas católicos de habla inglesa pero ni uno sólo que hable o escriba en español.

La labor de esos grandes apologetas está siendo fundamental para que se esté produciendo
un río de conversiones del protestantismo al catolicismo en EEUU. Esas conversiones (y lo
dice alguien consciente de que el Señor le ha usado para ayudar a algunos) las contamos con
los dedos de una mano en España e Hispanoamérica.

Ustedes ven como, sobre todo en Hispanoamérica, los católicos mal formados se van por
manadas a las iglesias evangélicas y las sectas, y no parece que hagan mucho para formar
apologéticamente a sacerdotes, teólogos y laicos. Es decir, no tenemos muchos continuadores
de la labor apologética de San Francisco de Sales entre nuestros obispos, a pesar de que
Internet podría considerarse como un nuevo Chablais al que conquistar para nuestra Iglesia.

Llaneros solitarios

Algunos curas y laicos hacemos de llaneros solitarios, con pocos medios, en medio de un
campo de batalla donde se juega la salvación de muchas almas. No lo hacemos por otra razón
que no sea el amor a Dios y a su Iglesia. Pero no creo que sea mucho pedir a nuestra Madre
y Maestra que se implique un poco más en esta tarea. Que nos ayude, que nos facilite la labor,
que ponga a nuestra disposición buenos materiales, que forme a buenos apologetas, que cree
organismos para que ellos se coordinen, que haya un plan de acción pastoral específico en el
que ellos hagan bien su labor, ya sea en Internet, ya sea en los medios de comunicación, ya
sea en la calle.

La Iglesia ha de entender que la apologética no es antiecuménica sino la mejor herramienta


para un sano ecumenismo con los hermanos separados. Y en todo caso, es la mejor
herramienta para evitar la sangría de católicos hispanos en dirección hacia el protestantismo
y las sectas. Católicos que por lo general acaban por convertirse en furibundos anticatólicos,
la antítesis del ecumenismo.

127
Insisto: es la Iglesia, como institución, quien tiene que poner los medios, el personal y hasta el
dinero que haga falta. Ha de promover la publicación de libros apologéticos en la red y procurar
su difusión masiva; ha de procurar la creación y difusión de más portales como Apologetica.org
(http://apologetica.org , que lleva casi 4 años sin actualizarse), Mercaba (
http://www.mercaba.org , es lo mejor que hay) y de grupos de apologetas especializados en
diversas ramas (patrología, historia de la Iglesia, protestantismo histórico, sectas,
ateísmo/agnosticismo, etc); ha de introducir, siquiera de forma elemental, la apologética en la
formación catequética para así dar un arma eficaz a jóvenes y adultos católicos, que muchas
veces no saben ni cómo dar razón de su fe cuando se les requiere.

Es una tarea ingente que no podemos realizar cuatro y el de la botella por mucho ánimo que
tengamos. Y espero que esta carta sirva también de acicate a ese gran número de teólogos
que casi nunca asoman su cabeza por la red, y que se pasan la vida escribiendo libros que
apenas leen ellos mismos.

En España no sufrimos todavía el trasvase de católicos al protestantismo porque padecemos


algo bastante peor: su paso a la indiferencia religiosa.

Pero aun así, muchos de los inmigrantes que nos llegan del otro lado del océano son ya
miembros de iglesias evangélicas o de sectas, y saben muy bien como captar a sus
compatriotas católicos que llegan acá y no se integran con facilidad en nuestras parroquias.

Éstos últimos necesitan de una buena apologética católica que les ayude a mantenerse en la
Iglesia. Y creo que no hace falta que les diga lo útil que también sería una buena apologética
a la hora de combatir a la disidencia teológico-eclesial, que ustedes han señalado como una
de las principales responsables de la secularización interna. Hay algo mucho mejor que
condenar a los heterodoxos: desmontar sus argumentos de forma pública y notoria.

Dios les bendiga y les guarde,

Luis Fernando Pérez Bustamante

Luis Fernando Pérez escribe habitualmente en su blog "Cor ad Cor Loquitur", de donde hemos
tomado este texto. Su testimonio de conversión desde el protestantismo (después de un breve
paso por la Nueva Era y antes de una etapa en el cristianismo ortodoxo) puede leerse aquí:

http://www.angelfire.com/hi/luisperez/espversion.html .

Es uno de los más veteranos apologetas católicos en Internet en español.

Ver también:

Ciberapóstoles: tres sacerdotes al pie del ratón

Atender la parroquia, las misas... y conectar el módem para evangelizar

Ciberapóstoles: tres laicos que evangelizan en Internet

128
Tres veteranos ''cristianos en la red'' nos explican cómo sacarle jugo a este medio

DIOS - EXISTENCIA - CREACIÓN – NOMBRE

Cómo contestar las grandes preguntas de la vida

por Sue Bohlin

Uno de los aspectos más importantes de los "Mind Games" (Juegos de Mente) de Probe es
enseñarles a los estudiantes que reconozcan las tres principales cosmovisiones - el
Naturalismo, el Panteísmo y el Teísmo - y el impacto que tienen, tanto en la cultura que nos
rodea como en las ideas que enfrentarán los estudiantes en la universidad.

En este artículo voy a estar examinando cinco de las preguntas más grandes de la vida y cómo
las contestan cada una de las tres cosmovisiones:

¿Por qué hay algo en vez de nada?

¿Cómo se explica la naturaleza humana?

¿Qué le pasa a una persona cuando se muere?

¿Cómo determinar lo que está bien y lo que está mal?

¿Cómo sabe Ud. que sabe? {1}

¿Por Qué Hay Algo en Vez de Nada?

La pregunta más básica de la vida bien puede ser, ¿Por qué hay algo en vez de nada? ¿Por
qué estoy aquí? ¿Por qué hay algo?

Hasta María Von Trapp en la película The Sound of Music (La Novicia Rebelde) conocía la
respuesta a esta pregunta. Cuando ella y el capitán se están cantando su amor mutuo en el
mirador, ella canturrea, "Nada viene de la nada, nada jamás podría."

Pero el naturalismo, la creencia que dice no hay ninguna realidad más allá del universo físico,
ofrece dos respuestas a esta pregunta básica. Hasta unos pocos años atrás, el deseo
esperanzado del naturalismo era que la materia era eterna: el universo siempre ha existido y
siempre existirá. No tiene ningún sentido preguntarse "por qué" porque el universo
simplemente es. Fin de la discusión. Desafortunadamente para el naturalismo, la evidencia
que ha surgido de nuestros estudios de la astronomía ponen en claro que el universo se está
desenrollando, en un sentido, y en un punto estaba fuertemente enrollado. La evidencia dice
que en un punto del pasado hubo un comienzo, que la materia, en forma muy definitiva, no es
eterna. Ese es un problema importante para el naturalista que cree que todo lo que es ahora
vino de la nada. Primero no había nada, y luego había algo, ¿pero la nada hizo que algo viniera
a la existencia? ¿Cómo?

El panteísmo es la creencia que todo es parte de una gran "unidad." Proviene de dos palabras
griegas: pan significa "todo" y theos significa "Dios." El panteísmo dice que todo es uno, todo

129
es dios, y por lo tanto nosotros somos uno con el universo; nosotros somos dios. Somos parte
de la divinidad impersonal que constituye el universo. Al contestar la pregunta ¿Por qué hay
algo en vez de nada?, el panteísmo dice que todo tuvo un comienzo impersonal. El universo
mismo tiene una inteligencia que se trajo a sí mismo a la existencia. El "algo" que existe es
simplemente cómo se expresa la energía. Si han visto las películas de La Guerra de las
Galaxias han visto las ideas del panteísmo representadas en ese campo impersonal de
energía, "La Fuerza." Como el comienzo el universo tuvo un comienzo impersonal, la pregunta
de "por qué" queda dejada a un lado. Igual que el naturalismo, el panteísmo dice básicamente,
"Nosotros no tenemos una buena respuesta a esa pregunta, así que no vamos a pensar en
ella."

El teísmo es la creencia de que Dios es un Creador personal y trascendente del universo - y


de nosotros. Esta cosmovisión apareció en una camiseta que vi hace poco:

"Hay dos cosas en la vida de las que puedes estar seguro:

Hay un Dios

Tú no eres Él."

El teísmo contesta la pregunta ¿Por qué hay algo en vez de nada?, aseverando confiadamente
que primero había un Dios y nada más, y que Él creo el universo simplemente haciendo que
exista por su palabra. La oración con la que comienza la Biblia es una respuesta a ésta, la más
básica de las preguntas. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra."

¿Cómo Se Explica La Naturaleza Humana?

Otra de las grandes preguntas de la vida es ¿Cómo se explica la naturaleza humana? ¿Por
qué los seres humanos actuamos así? En realidad, todo se reduce a ¿Por qué yo soy tan
bueno y tú eres tan malo?

Durante la Segunda Guerra Mundial una joven adolescente judía llevó un diario durante los
años en que ella y su familia se escondieron de los Nazis en un apartamento secreto de una
casa en Amsterdam. El diario de Ana Frank exploró en forma conmovedora la forma en que
trataba de decidir si la gente era básicamente buena o básicamente mala. Las acciones de
bondad y de bendición parecían indicar que la gente era básicamente buena; pero entonces,
al día siguiente, Ana se enteraría de todavía otro hecho barbárico de depravación y de tortura,
y pensaría que tal vez la gente era básicamente mala, después de todo. Después de leer su
diario, recuerdo haber llevado a cabo una búsqueda de una respuesta en mi propia mente y
no haberla encontrado hasta que confié en Cristo y aprendí lo que decía Su Palabra acerca de
esto.

El naturalismo dice que los humanos no son nada más que animales socialmente
evolucionados. No hay nada que realmente nos separa de otros animales, así que todo nuestro
comportamiento puede ser explicado en términos de hacer lo que nos ayude a sobrevivir y
reproducirnos. Su único propósito en la vida, dice el naturalismo, es hacer bebés. Y, de no
hacerlo, ayudar a aquellos que comparten sus genes a hacer bebés. Es algo que lo ayuda a
saltar de la cama a la mañana, ¿no es cierto?

130
Otra respuesta del naturalismo es que nacemos como pizarras en blanco, y nos convertimos
en lo que sea que se escribe sobre esas pizarras. Podría usted incorporar algunos factores
genéticos en la mezcla, en cuyo caso la naturaleza humana no es más que el producto de
nuestros genes y de nuestro medio ambiente.

El panteísmo explica la naturaleza humana diciendo que todos somos parte de un dios, pero
nuestro problema es que nos olvidamos que somos dios. Sólo necesitamos ser reeducados y
empezar a vivir como el dios que somos. Nuestra naturaleza humana será realzada cuando
logremos lo que los panteístas llaman la "conciencia cósmica." De acuerdo con el pensamiento
de la Nueva Era, el problema con los humanos es que sufrimos de una forma colectiva de
amnesia metafísica. Sólo necesitamos despertarnos y recordar que somos dios. Cuando la
gente es mala (que es un resultado de olvidarnos que somos dios) el panteísmo dice que
pagará por ello en la próxima vida, cuando sea reencarnada como algo menos espiritualmente
evolucionado que su vida presente. Yo tenía una amiga budista que se rehusaba a matar
insectos en su casa porque decía que habían sido malos en sus vidas anteriores y habían
vueltos como bichos, y no le correspondía a ella desarreglar su karma en forma prematura.

La cosmovisión cristiana da la respuesta más satisfactoria a la pregunta, ¿Cómo explica la


naturaleza humana? La Biblia enseña que Dios nos creó para que fuéramos portadores de Su
imagen, lo cual nos hace distintos de todo el resto de la creación. Pero cuando Adán y Eva
escogieron rebelarse en desobediencia, su caída en el pecado distorsionó y arruinó la Imagen
sagrada. El hecho de que somos creados en la imagen de Dios explica las cosas nobles,
creativas y positivas que podemos hacer; el hecho de que somos pecadores a los que nos
encanta desobedecer y rebelarnos contra el lugar legítimo de Dios como Rey de nuestras vidas
explica nuestro comportamiento malvado, destructivo y negativo. Tiene sentido que esta visión
bíblica de nuestra naturaleza humana revela las razones de por qué la humanidad es capaz
de producir tanto la Madre Teresa como el holocausto.

¿Qué Ocurre Después de la Muerte?

En la reciente película, Flatliners, los estudiantes de medicina tomaban turnos para pararse el
corazón unos a otros para darse una oportunidad de experimentar lo que ocurre después de
la muerte. Luego de unos pocos minutos resucitaban al viajero metafísico quien les decía a los
otros lo que había visto. La razón para dedicarse a un experimento tan peligroso fue explicada
por el estudiante de medicina que lo pensó primero: "¿Qué ocurre después de la muerte? La
humanidad se merece una respuesta. La filosofía falló; la religión fallo. Ahora les toca a las
ciencias físicas."

Bueno, tal vez la religión falló, pero el Señor Jesús no falló. Pero primero, veamos cómo
contesta la pregunta el naturalismo.

Dado que esta cosmovisión dice que no hay nada fuera del espacio, el tiempo y la energía, el
naturalismo insiste que la muerte resulta en la extinción de la personalidad y la desorganización
de la materia. Las cosas simplemente dejan de vivir y empiezan a descomponerse. O, como
dijo mi hermano cuando estaba en su fase atea, "Cuando te mueres, eres como un perro al
costado del camino. Estás muerto, y eso es todo." Para el naturalista, no hay vida después de
la muerte. El cuerpo se recicla de nuevo a la tierra y las energías mentales y emocionales que
comprendían a la persona se desintegran para siempre.

131
El panteísmo enseña la reencarnación, la creencia de que toda la vida es un ciclo interminable
de nacimiento y muerte. Después de la muerte, cada persona renace como alguien, o algo,
distinto. Su persona reencarnada en la próxima vida depende de cómo vive esta vida. Este es
el concepto del karma, que es la ley de causa y efecto en la vida. Si usted hace elecciones
malas o insensatas, tendrá que quitarse de encima ese karma malo renaciendo como algo
parecido a una rata o una vaca. Si es realmente malo, usted podría regresar como una termita.
Pero si es bueno, volverá como alguien que puede ser maravilloso o poderoso. Los seguidores
de la Nueva Era a veces pasan por algo que llaman "terapia de las vidas pasadas" que los
regresa más allá de esta vida, más allá del nacimiento, y hacia vidas anteriores. Creo que es
interesante que la gente siempre parece haber sido alguien encantador como Cleopatra y
¡nunca alguien como un recolector de residuos o un verdugo!

El teísmo maneja la pregunta, ¿Qué le ocurre a una persona después de la muerte? con un
respuesta tan sencilla y directa que la gente ha estado tropezando con ella por miles de años.
La muerte es una puerta que envía a la persona a la dicha eterna con Dios o la lleva
directamente a un sitio horrible de separación eterna de Dios. Lo que determina si uno va al
cielo o al infierno es la forma en que respondemos a la luz que Dios nos da acerca de Su Hijo,
Jesucristo. Cuando confesamos que somos pecadores necesitados de una misericordia que
no merecemos, y confiamos en el Señor Jesús para salvarnos no sólo de nuestro pecado sino
de la ira que acarrea el pecado sobre nosotros, Él viene a vivir dentro de nosotros y nos lleva
al cielo para estar con Él para siempre cuando nos morimos. Cuando permanecemos en
rebelión contra Dios, ya sea en forma activa, desobedeciéndolo, o ignorándolo pasivamente,
las consecuencias de nuestro pecado quedan sobre nosotros y Dios nos permite mantenerlas
por toda la eternidad - pero separados de Él y de toda vida y esperanza. ¡Horrenda cosa es
caer en manos del Dios vivo! (Hebreos 10:31). ¡Pero es una cosa deliciosa caer en los brazos
del Amante de nuestras almas, quien ha ido delante nuestro para preparar un lugar para ti!
¿Cuál elegirás?

¿Cómo Determina Uno lo que Está Bien y lo que Está Mal?

Una de las grandes preguntas de la vida es, ¿Cómo determina uno el bien y el mal? Steven
Covey, autor de Seven Habits of Highly Effective People (Siete Hábitos de la Gente Altamente
Efectiva), apareció en el show de Oprah Winfrey un día. Le pidió a la audiencia en el estudio
que cerrara sus ojos y apuntara hacia el norte. Cuando abrieron sus ojos, había varios cientos
de brazos apuntando en direcciones completamente diferentes. Entonces el señor Covey sacó
una brújula y dijo, "Así es como sabemos en qué dirección está el norte. Usted no lo puede
saber desde adentro suyo." Él utilizó una lección objetiva poderosa para ilustrar la forma en
que el teísmo contesta esta gran pregunta en la vida.

El naturalismo dice que no hay ningún absoluto fuera de nosotros. No hay ninguna autoridad
final porque el espacio, el tiempo y la energía son todo lo que existe. No hay tal cosa como el
bien y el mal porque no hay nadie que determina el bien y el mal. Así que el naturalismo trata
de manejar el tema de la ética proveyendo varias respuestas insatisfactorias. Una, es la
creencia de que no hay elección libre, que todos nuestros comportamientos y creencias están
impulsados por nuestros genes. Estamos tan determinados en nuestro comportamiento como
el más pequeño de los animales o insectos. Otra, es la creencia que nuestros valores morales
están determinados por lo que es; la forma en que las cosas son es la que debe ser. Si usted
está siendo abusada por su esposo, esa es la forma en que las cosas son, así que es la forma
en que debe ser. Aun peor es el concepto de la ética arbitraria: el poder otorga la razón. Los

132
matones son los que deciden cómo deben ser las cosas porque son más fuertes o malvados
que cualquier otra persona. Eso es lo que pasa en los regímenes totalitarios; la gente con el
poder decide lo que está bien y lo que está mal.

El panteísmo dice que no hay tal cosa como el bien o el mal último, porque todo es parte de
un gran todo no-diferenciado donde lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, son todos parte
de la unidad del universo. ¿Se acuerdan de "La Guerra de las Galaxias"? La Fuerza era a la
vez buena y mala. El panteísmo niega una de las reglas básicas de la filosofía, que es que dos
cosas opuestas no pueden ser ambas verdaderas a la vez. Como el panteísmo niega que
existan los absolutos, cosas que son verdaderas todo el tiempo, sostiene que el bien y el mal
son relativos. El bien y el mal están determinados por las culturas y las situaciones. Así que
asesinar al bebé sin nacer de una persona puede estar bien para una persona y mal para otra.

El teísmo dice que hay tal cosa como la verdad absoluta, un bien y un mal absoluto. Podemos
saber esto porque esta información nos ha llegado de una fuente trascendente fuera de
nosotros y fuera del mundo. El teísmo dice que el Dios que nos creó también nos ha
comunicado ciertas verdades. Él se ha comunicado en forma general, a través de Su creación,
y se ha comunicado específicamente y en forma comprensible a través de Su Palabra, la Biblia.
Llamamos a esto revelación. El teísmo dice que la verdad absoluta está enraizada en Dios
mismo, quien es un Absoluto; Él es la Verdad. Como Creador, Él tiene el derecho de decirnos
la diferencia entre el bien y el mal, y Él se ha preocupado mucho en comunicarnos esto.

Es por eso que la ilustración de Steven Covey es tan poderosa. Cuando sacó una brújula,
mostró que necesitamos una fuente trascendente de información, algo fuera de nosotros y que
es fijo y constante, para mostrarnos el equivalente moral del "norte." Nosotros somos criaturas
creadas para ser dependientes de nuestro Creador para la información que necesitamos para
vivir la vida en forma correcta. Dios nos ha dado una brújula en la revelación.

¿Cómo Sabe Uno Que Sabe?

Esta pregunta no suele aparecer en la cafetería o durante el almuerzo del trabajo, y hasta el
niño más preguntón normalmente no la hará, pero es una pregunta importante no obstante:
¿Cómo sabe uno que sabe?

Hay una gran escena en la película Terminator 2 donde el pequeño niño al que el terminador
cyborg ha sido enviado para proteger está siendo amenazado por un par de matones. El
terminador está a punto de destruir a uno de ellos cuando el niñito grita, "¡No puedes hacer
eso!" El terminador - Arnold Schwarzenegger- pregunta, "¿Por qué no?" "¡Tú no puedes andar
por ahí matando gente!," protesta el niño. "¿Por qué no?" "Créeme," dice el niño, "no lo puedes
hacer." Él sabía que estaba mal matar a otro ser humano, pero no sabía cómo era que sabía.
¡Hay muchas personas en nuestra cultura así!

El naturalismo, al creer que no hay nada más allá del espacio, el tiempo y la energía,
contestaría la pregunta apuntando a la mente humana. El pensamiento racional - razonar las
cosas en forma deductiva - es una forma importante mediante la cual adquirimos conocimiento.
La razón humana es un método suficientemente bueno para averiguar lo que necesitamos
saber. La mente es el centro de nuestra fuente de sabiduría. Otro camino hacia el conocimiento
es mediante la acumulación de datos científicos duros a partir de experiencias observables y
medibles. Esta visión dice que la fuente de nuestro conocimiento se encuentra en nuestros

133
sentidos. Sabemos lo que podemos percibir a través de lo que podemos medir. Dado que el
naturalismo niega cualquier sobrenaturalismo (todo lo que esté por encima o fuera del mundo
natural), lo que la mente humana puede razonar y medir es el único patrón para adquirir
conocimiento.

El panteísmo estaría de acuerdo con esta evaluación de cómo sabemos que sabemos. Los
seguidores del panteísmo tienden a darle mucha importancia a la experiencia personal. La
seguidilla de experiencias cercanas y posteriores a la muerte de los últimos años, por ejemplo,
son extremadamente importantes para los de la Nueva Era. Estas experiencias normalmente
dan validez a los preconceptos del pensamiento panteísta, que niega absolutos como la
doctrina cristiana de que Jesús es el único camino a Dios. Las experiencias de la terapia de
vidas anteriores han persuadido hasta a algunos cristianos a creer en la reencarnación, a pesar
de que la Biblia niega explícitamente esta doctrina, porque la experiencia personal es a
menudo considerada la forma más valida de conocer la realidad.

El teísmo dice que, si bien la razón y la percepción humanas son formas legítimas de adquirir
conocimiento, no podemos depender de estos métodos solamente, porque no son suficientes.
Se requiere que alguna información nos sea dada desde afuera del sistema. Un Revelador
externo provee la información a la que no podemos acceder de ninguna otra forma. La
revelación - la verdad revelada de Aquél que lo conoce todo - es otra forma, no sólo legítima
sino necesaria, de conocer algunas cosas importantes. La revelación es cómo sabemos lo que
ocurrió cuando la tierra, el universo y el hombre fueron creados. Por la revelación sabemos lo
que Dios quiere que hagamos y seamos. Por la revelación podemos saber cómo terminará el
mundo y cómo será el cielo. La revelación en la forma del Señor Jesucristo es la única forma
en que podemos experimentar a "Dios con su piel puesta."

Las respuestas del naturalismo son inadecuadas, deprimentes e incorrectas; las respuestas
del panteísmo son resbalosas, no cuadran con la realidad e incorrectas; pero el teísmo - la
cosmovisión cristiana - está lleno de esperanza, es consistente con la realidad y resuena en
nuestras almas como muy, muy correcto.

Notas

{1}Estas preguntas fueron tomadas del libro de James W. Sire, The Universe Next Door (El
Universo de al Lado), (Downers Grove, Ill.:InterVarsity Press), 1977.

El Profesor suspendido
El profesor universitario reto a sus alumnos con esta pregunta: -"¿Dios hizo todo lo que existe?"

Un estudiante contestó valiente, -"!Si, lo hizo!"

-"¿Dios hizo todo, caballero?" -"Si, señor," respondió el joven.

El profesor contesto, -"Si Dios hizo todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el
precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo."

134
El estudiante se quedo callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado
una vez mas que la fe Cristiana era un mito.

Otro estudiante levanto su mano y dijo, -"¿Puedo hacer una pregunta, profesor?"

-"Por supuesto", respondió el profesor. El joven se puso de pie y preguntó: -"Profesor, ¿existe el
frío?"

-"¿Que pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?"

El muchacho respondió: -"De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que
consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de
estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o
transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos
se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese termino
para describir como nos sentimos si no tenemos calor."

-"Y, ¿existe la oscuridad?" Continuo el estudiante. El profesor respondió: "Por supuesto."

El estudiante contesto: -"Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La


oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso
existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores de que está
compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz
rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. Como puede saber cuan
oscuro esta un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio,
¿no es así? Oscuridad es un termino que el hombre ha desarrollado para describir lo que
sucede cuando no hay luz presente."

Finalmente, el joven pregunto al profesor, -"señor, ¿existe el mal?"

El profesor respondió, -"Por supuesto que existe, como lo mencione al principio, vemos
violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal."

A lo que el estudiante respondió, -"El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El
mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un termino que
el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creo al mal. No es como la
fe o el amor, que existen como existe el calor y la luz. El mal es el resultado de que la
humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frió cuando no hay
calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor se quedo callado.

Acerca de la Autora

Sue Bohlin es una conferencista asociada en Probe Ministries. Cursó en University of Illinois y
Trinity Evangelical Divinity School y ha sido una profesora de la Biblia y conferencista cristiana
por más de 20 años. Además de ser una calígrafa profesional, también mantiene el sitio de
Probe en Internet.

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¿Qué es Probe?

Probe Ministries es una organización sin fines de lucro cuya misión es reclamar la primacía del
pensamiento cristiano en la cultura occidental a través de los medios, la educación y la
literatura. Al tratar de cumplir esta misión, Probe provee una perspectiva sobre la integración
de las disciplinas académicas y el cristianismo histórico.

Además de esto, Probe actúa como un centro de intercambio al comunicar los resultados de
su investigación a la iglesia y la sociedad en general.

¿Existe Dios?
¡Millones creen que Dios existe! Pocos tiene pruebas. ¿Ha probado usted que Dios existe? O
¿espera—sospecha—siente—cree—que El existe? ¿Puede su existencia ser científicamente
comprobada? ¿Puede usted saber con certeza que una Mente totalmente inteligente creó el
universo y toda la vida sobre la tierra—incluyéndolo a usted? ¿Deben las respuestas ser
“aceptadas en fe”? ¡Vamos a enfrentarnos directamente con estas preguntas!

POR DAVID C. PACK

La gente ha debatido la existencia de Dios por miles de años. La mayoría concluye que esto
no puede ser probado—de una manera o de otra. Se conjetura que la respuesta correcta yace
en el área de una filosofía abstracta y en la metafísica. Otros se vuelven agnósticos, diciendo
que ellos “no saben” si existe Dios. Aquellos que aceptan la existencia de Dios, lo hacen a
menudo pasivamente, meramente porque a ellos se les enseñó eso desde niños. A algunos
no les importa. Tales personas probablemente no pueden ser movidas de su apatía.

Los ateos concluyen que Dios no existe. Esas personas representan una categoría especial
que Dios describe como, “Dijo el necio en su corazón: No hay Dios” (Sal. 14:1). Esta escritura
se repite en el Salmo 53:1. Este folleto explicará por qué Dios llama “necios” a los ateos.

Treinta y cinco años atrás. Yo aprendí de pruebas absolutas que Dios existe. Mi estudio duró
2 ½ años. Vine a darme cuenta que no tenía que aceptar su existencia “en fe”. Desde ese
tiempo, la ciencia ha aprendido mucho más y el “caso” de la existencia de Dios se ha vuelto
mucho más fuerte que en tiempo alguno de la historia. Este folleto presenta innumerables
pruebas absolutas e inmutables de que Dios EXISTE. ¡Después de leerlo, usted nunca más
dudará la respuesta a estas grandes preguntas! Algunas pruebas lo asombrarán. Otras lo
inspirarán. Aun otras lo sorprenderán o aun lo excitarán. Todas ellas lo fascinarán con su
simplicidad. Examinaremos primero algunas pruebas tradicionales y después consideraremos
el material que descansa en el filo agudo del entendimiento científico, antes de retornar a
pruebas establecidas. Usted aprenderá de la biología, astronomía, química y ,matemáticas.

¿Creación o Evolución?

Hay una pregunta totalmente importante que es inseparable de la pregunta de la existencia de


Dios. La pregunta de si la vida en la tierra existe a causa de una suerte y azar ciego y mudo a
través de la evolución, o a causa de una creación especial por un Ser Supremo, no puede ser
evitada al estudiar la existencia de Dios.

136
¿Evolucionó toda la vida en la tierra a través de millones de años como los evolucionistas
declaran—o un Dios Todopoderoso es el autor de la vida en la creación? La mayoría de las
personas asumen que la evolución es verdad, tal como aquellos que creen en Dios asumen
Su existencia. Yo también estudié esta cuestión—evolución vs. creación—profundamente
durante el mismo período en que yo buscaba comprobar la existencia de Dios.

Yo aprendí que toma mucha más “fe” creer en el cliché intelectual y mito evolucionista de moda
que creer en la existencia de Dios. En efecto, yo aprendí que ¡la evolución está basada
enteramente en fe, porque no se han encontrado pruebas o hechos para respaldarla!

Fe y Pruebas

La fe juega un papel en la vida de un Cristiano. Para cada persona que verdaderamente quiere
buscar a Dios y aprender a complacerlo a El, note:

“Pero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. (Heb. 11:6). La fe es vital para un
Cristiano. En efecto, sin fe, nadie puede complacer a Dios. Note, ese versículo dice que
aquellos buscando a Dios “crea que le hay”. Una creencia profunda en Dios quien “galardona”
a quienes “lo buscan”, se requieren PRUEBAS de su existencia. Después de que se han
establecido las pruebas, entonces—y solo entonces—puede uno tener fe—confianza
absoluta—de que lo que él hace está siendo registrado en la mente de Dios, para ser recordado
cuando él reciba su recompensa. Si usted duda que Dios existe, porque las pruebas de esa
existencia no han sido establecidas firmemente, entonces, bajo fuego, su fe se desvanecerá o
desaparecerá.

¿Pero Cuál Dios?

El Apóstol Pablo escribió. “Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ó en el cielo, ó
en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo
hay un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas… PERO NO EN TODOS LOS HOMBRES
HAY ESTE CONOCIMIENTO” (I Cor. 8:5-7).

Las religiones de éste mundo han creado muchos dioses de madera, piedra y otros materiales.
Otros solo existen en las mentes de los hombres. Los antiguos griegos solamente, servían a
30,000 dioses y los modernos hindús ¡adoran a 5 millones de dioses! Verdaderamente, hay y
siempre ha habido, “muchos dioses y muchos señores”. Pero el Dios de la Biblia creó todos
los materiales que los hombres usan para diseñar sus propios dioses. Pero como dijo Pablo,
“mas no en todos los hombres hay estE conocimiento”.

¡Tanta ignorancia y confusión innecesaria!

El Dios de la Biblia ha mostrado el camino a la paz, la felicidad y a la vida abundante para


todas las personas dispuestas a estudiar Su Libro de Instrucciones. Haciendo esto libraría a la
humanidad de la confusión y los males que abarcan a este mundo. Pero , no es nuestro
propósito aquí demostrar que el Dios de la Biblia es el único y verdadero Dios de la creación.
(Solicite nuestro folleto gratuito LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA… ¿puede comprobarse?)

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Lo que la Ciencia Nos Dice

Estemos dispuestos a examinar la ciencia. Cuando razonamos no suponemos o tenemos


esperanza de algo. Los hechos indisputables permanecen. Veremos los hechos desde un
amplio arreglo de diferentes tipos de ciencia. Los hechos demostrarán que un Ser Supremo y
todopoderoso, de inteligencia infinita, suministra pruebas suficientes que remueven toda duda
de que El existe.

La Biblia son las instrucciones de Dios para la humanidad. El espera que todos los que estamos
dispuestos a leer la Biblia, “Examinadlo todo; retened lo bueno” (I Tes. 5:21). Seguramente
éste Dios no esperaría que nosotros asumiésemos Su existencia, mientras nos instruye a
¡examinar todas las cosas desde Su Palabra!

Antes de comenzar éste estudio, recuerde, ¡las presunciones no cuentan! Ni las


supersticiones, mitos o tradiciones basadas en la ignorancia! Solo acepte pruebas. ¿Qué se
puede saber de la ciencia? Piense racional y claramente. ¡Después acepte lo que pueda ser
comprobado!

El Reloj Más Perfecto

Usted tiene probablemente un reloj. Sin éste, usted estaría perdido en un mundo que demanda
que la gente “esté a tiempo.”

Algunos relojes son más exactos que otros, ¿Cuán exacto es el suyo? ¿Cuánto tiempo hace
que perdió un segundo? Cuando esto sucede, usted lo ajusta, haciendo el ajuste de una fuente
más exacta. Esta fuente, cualquiera que sea, es también imperfecta y tiene que ser actualizada
regularmente aunque no tan a menudo, para estar en acuerdo con el Reloj Maestro de los
Estados Unidos en el Observatorio Naval en Washington, D.C.

Por muchos años, hasta 1967, los astrónomos del Observatorio Naval “observaban” el
movimiento de la tierra en relación a los cielos, para medir el tiempo exactamente. Todos los
relojes en éste país fueron puestos en relación a esas medidas muy precisas. ¡Fue Dios quien
hizo éste Reloj Maestro del Universo! El puso los cielos en movimiento y la humanidad
aprendió como usar esa asombrosa exactitud. Con lo maravilloso que es ese Gran Reloj, la
historia no acaba allí.

En 1967, los científicos construyeron un “Reloj Atómico.” Ese reloj usa átomos de cesio 133
porque esos átomos oscilan (vibran) a una tasa de 9,192,631,770 veces por segundo. Esto
produce una exactitud de ¡UN SEGUNDO CADA TREINTA MILLONES DE AÑOS! ¿No amaría
usted un reloj con tal exactitud? Los átomos de cesio 133 nunca varían ni una sola vibración.
Son estables—constantes—dignos de confianza—y no puede ser un accidente de la
naturaleza que solamente “sucede” para que su exactitud siempre sea la misma. Dios tuvo que
diseñar la complejidad y confiabilidad de esos átomos. Ninguna mente honesta puede creerlo
de otra forma. Los hombres aprendieron simplemente a capturar lo que Dios diseñó, para
usarlo en la medida del tiempo. Una vez más, la historia continúa.

¡Quienes dudan deben considerar esto! Los científicos en Boulder, Colorado, en el Instituto
Nacional de Estandares y Tecnologias, han construido un reloj optico que es mas preciso.
¿Como? Midiendo el tiempo con luz. El tiempo ahora es medido en lo que es un millon de

138
billones de un segundo. Estos relojes usan lasers e iones de mercurio en sus “corazones” para
contar la cantidad de

veces que ellos vibran por segundo. Frecuencias opticas oscikan un millon de veces por
segundo. Usando lasers eiones de mercurio “frío”, los científicos han aparejado la precisión de
Dios para medir mejor el tiempo. Los relojes ópticos solo pierden UN SEGUNDO CADA 30
BILLONES DE AÑOS. ¡Esto es 1,000 veces más exacto que los relojes atómicos!

Todos los relojero humanos usan precisión extraordinaria en su trabajo. Los relojes de cuarzo
miden el tiempo contando el número exacto de oscilaciones de cristales de cuarzo a través de
un contador digital. Los relojes digitales usan las oscilaciones de cristales de cuarzo o líneas
de poder (60 ciclos por segundo en los Estados Unidos), pero pueden también contar a través
del uso de contadores digitales. Los relojes abuelo usan el balanceo de un péndulo, una vez
cada segundo y son registrados por engranes de metal dentro del reloj para mantenerlo a
tiempo.

Con el movimiento de los cielos, los hombres han aprendido a capturar la exactitud de los
átomos de cesio 133 y el movimiento de iones de mercurio frío para contar el tiempo. Su
número de oscilaciones por segundo nunca varía. ¿Podía ese orden perfecto ser el producto
de un accidente?

En resumen, solo con gran cantidad de tiempo y esfuerzo, los relojeros más finos en el mundo,
pueden a lo más, diseñar varios tipos de relojes relativamente imprecisos. ¿Podría una
persona honesta, de mente sana creer entonces que los tres relojes más precisos—los cielos,
los relojes atómicos y los relojes ópticos—surgieron por accidente? En otras palabras
¿estamos creyendo que mientras que los sofisticados relojes diseñados por humanos
requieren el esfuerzo e ingenio de hombres inteligentes y habilidosos para crearlos, mientras
que el reloj de aun más sofisticada precisión y diseño se desarrolló por sí mismo?
¡Completamente ridículo!

Usted ha visto la PRUEBA ABSOLUTA de que solo el “Relojero Más Grande” pudo haber
diseñado ese “reloj más grande”.

La Primera Ley de la Termodinámica

¿Cuál es la verdad de la ciencia moderna respecto al origen de toda la materia en el universo?


¿Nos dicen los científicos que la materia siempre ha existido? O ¿han determinado ellos que
hubo un momento en el tiempo cuando la materia vino a la existencia? La respuesta a la
segunda pregunta es, ¡si! Pero ¿cuál es la prueba de que esto sea verdad?

La Primera Ley de la Termodinámica declara lo siguiente: La materia y la energía nunca


pueden ser creadas o destruidas. No hay un proceso natural que pueda alterar ni la materia ni
la energía. Esto significa que no hay nueva materia o energía viniendo a la existencia y no hay
nueva materia o energía dejando de existir. Todos quienes declaran que el universo vino a la
existencia de la nada, violan la primera ley de la termodinámica. La cual fue establecida por la
misma comunidad científica que ahora parece estar dispuesta a ignorarla. En resumen, ésta
ley demuestra claramente que el universo, y toda la materia y la energía dentro de él deben

139
haber tenido un origen divino – o un momento específico en el cual fueron creados por alguien
todopoderoso.

Con la llegada de la Era Atómica, comenzando con el descubrimiento del radio en 1898 por
Madame Curie, llegó el conocimiento de que todos los elementos radioactivos continuamente
perdiendo radiación. ¡Considérelo! El uranio tiene un peso atómico de 238.5. Cuando el uranio
se descompone libera un átomo de helio tres veces. Cada átomo de helio tiene un peso de 4.
Con su nuevo peso de 226.4, el uranio se convierte en radio. El radio continúa perdiendo
átomos adicionales hasta que eventualmente el producto final se convierte en el elemento
pesado e inerte llamado plomo. Esto toma una tremenda cantidad de tiempo. Mientras que el
proceso para que el uranio se convierta en radio es muy largo, el radio se vuelve plomo en
1,590 años.

¿Qué estamos diciendo? Hubo un período en el tiempo en que el uranio pudo no haber
existido, porque éste siempre se rompe de una manera altamente sistemática, de una manera
controlada. El uranio no es estable como el plomo u otros elementos. El uranio se descompone.
Esto significa que hubo un momento específico en el tiempo cuando todos los elementos
radioactivos vinieron a la existencia. Recuerde, todos ellos—uranio, radio, torio, radón,
plutonio, francio, protactinio y otros—no han existido por siempre. Esto representa una prueba
absoluta de que la materia vino a la existencia o, en otras palabras, ¡no siempre ha existido la
materia!

Esto vuela directamente en la cara del pensamiento evolucionista—que todo evolucionó


gradualmente a algo diferente. Aquí está el problema. Usted no puede hacer que algo venga
lentamente a la existencia ¡de la nada! La materia no pudo haber venido a la existencia por sí
misma. Ninguna persona racional podría creer que el universo entero—incluyendo todos los
elementos radioactivos que demuestran que hubo un tiempo especial de comienzo—
¡gradualmente vinieron a la existencia POR SI MISMOS!

A través de su propio esfuerzo trate de construir—cualquier cosa—de la nada. Aun con su


propio poder creativo inmiscuido en el esfuerzo, Usted nunca será capaz de hacerlo. ¡Usted
no será capaz de producir una simple cosa de la nada! Entonces, ¿ puede alguien creer que
todas las cosas en el universo entero, en la totalidad de sus exquisitos detalles, vino a la
existencia completamente por sí mismo? Sea honesto. Acepte los hechos. ¡Esto es prueba de
que la existencia de un reino natural demanda la existencia de un Gran Creador!

La Segunda Ley de la Termodinámica

La Segunda Ley de la Termodinámica está mejor resumida diciendo que todo se mueve hacia
el desorden—o una condición conocida como entropía. Esto lleva algunas explicaciones y
consideraremos varios ejemplos.

Recuerde que los evolucionistas enseñan que todas las cosas están evolucionando
constantemente a un orden más alto y más complejo. En otras palabras ellos creen que las
cosas continúan mejorando cada vez en vez de ir empeorando.

Si el agua comienza a calentarse en una estufa a 150 grados Fahrenheit, y la hornilla es


apagado, la temperatura bajará en lugar de subir. Se hará más fría en vez de hacerse más
caliente. Si una pelota es colocada sobre una colina, siempre rodará hacia abajo y no hacia

140
arriba. La energía usada para ejecutar cualquier tarea en particular cambia de energía utilizable
a energía inutilizable en la ejecución de esa tarea. Siempre pasará de un nivel más alto de
energía a un nivel más bajo— en donde cada vez menos energía está disponible para usarse.

Cuando se aplica al universo, la segunda ley de la termodinámica indica que el universo se


está en cuesta abajo—moviéndose hacia el desorden o a la entropía—no en marcha hacia
arriba, moviéndose hacia un orden más perfecto o una estructura más perfecta. En corto, ¡el
universo entero se dirige EN CUESTA ABAJO!

Aun los evolucionistas admiten que la teoría de la evolución y la segunda ley de la


termodinámica son completamente incompatibles una con otra.

Considere: “Con respecto a la segunda ley de la termodinámica (ley científica universalmente


aceptada, la cual declara que todas las cosas dejadas a sí mismas tienden a pararse) o la ley
de la entropía, es observada, ‘difícilmente sería posible concebir de los dos principios más
completamente opuestos que éste principio de la entropía incrementa el principio de la
evolución. Cada uno es precisamente lo opuesto del otro. Como (Aldous) Huxley, lo definió, la
evolución involucra un incremento continuo de orden, de organización, de tamaño, de
complejidad. Parece axiomático que ambas no pueden ser verdad. Pero no hay pregunta, la
que sea, que afirme que la segunda ley de la termodinámica es verdad’” (Morris. Henry M. El
Crepúsculo de la Evolución, Grand Rapids: Baker Book House, 1967, p. 35).

Como un yo-yo, desde arriba al universo “le ha sido dada cuerda”. Debido a que el universo
está constantemente enrollándose hacia abajo, la segunda ley de la termodinámica surge
delante de nosotros en la forma de una gran pregunta: ¿Quién le dio cuerda? La única
respuesta posible ¡es Dios!

La Gran Prueba de la Creación

Hemos establecido que la creación demanda un Creador. Los siguientes párrafos introducen
algunas asombrosas pruebas científicas de la creación.

La teoría de la evolución es corta, llena de inconsistencias. Los evolucionistas han echado


mano de muchas teorías, dentro de la teoría total de la evolución, en un intento de explicar el
origen de las plantas, los animales, los cielos y la tierra.

Una y otra vez, esos “teóricos” tratan de explicar como evolucionó la vida a partir de la materia
inanimada a formas de vida más complejas, hasta que alcanzó el pináculo—los seres
humanos.

Pero, como escribió un geólogo, “Debe ser significativo que casi todas las historias
evolucionistas que yo aprendí como estudiante… han sido desenmascaradas” (Dr. Derek V.
Ager, Departamento de Geología del Colegio Imperial, Londres, La Naturaleza del Registro de
los Fósiles, Procedimientos de la Asociación Geológica., Vol.. 87, 1976. pp. 1132-1133).

Quizás la razón más grande por la que muchas teorías dentro de la teoría total de la evolución
se han colapsado es porque contienen lógica terrible que requiere grandes saltos en la fe para
creerla. He aquí un ejemplo de una teoría “desenmascarada”.

141
“Muchos evolucionistas han tratado de argumentar que los humanos son 99% químicamente
similares a los monos y las pruebas de precipitación sanguínea indican que el chimpancé es
el pariente más cercano de la gente. Pero referente a esto, debemos observar lo siguiente: ‘La
química de la leche indica que el burro es el pariente más cercano del hombre.’ ‘Las pruebas
del nivel del colesterol indican que la serpiente es el pariente más cercano del hombre.’ ‘La
química de las enzimas de las lágrimas indican que el pollo es el pariente más próximo del
hombre.’ ‘Sobre la base de otro tipo de prueba química de la sangre, el fríjol mantequilla es el
pariente más cercano del hombre’” (Morris. Henry M. El Crepúsculo de la Evolución, Grand
Rapids: Baker Book House, 1967).

La Complejidad de la Vida

Todo mundo ha sido testigo de explosiones ¿Ha visto usted una explosión ordenada? ¿O una
explosión que haya creado un reloj? ¿O una que haya producido una sola cosa de diseño
exquisito—en vez de un cierto resultado de caos y destrucción? Si usted arroja un millón de
granadas de mano ¡usted podrá ver que producen caos y destrucción millones de veces!
Nunca habría una excepción.

Considere las citas siguientes que involucran la posibilidad de una explosión creando el reino
entero natural de la vida alrededor nuestro en la tierra.

El Dr. B. G. Ranganathan dice: “…la probabilidad de que la vida se originase por accidente es
comparable a un diccionario completo que se hubiese creado como resultado de la explosión
de una imprenta” (¿Orígenes?, p. 15). Y esto solo habla de la posibilidad de cualquier tipo de
vida y no las formas más complejas tales como grandes animales o seres humanos —
solamente de todos los diferentes tipos de vida que hoy existen.

Otro científico, Sir Fred Hoyle, un astrónomo inglés y profesor de astronomía en la Universidad
de Cambridge, declaró, “La posibilidad de que altas formas de vida hayan emergido de esa
manera es comparable con la posibilidad de que un tornado pasando a través de un deposito
de chatarra pudiese ensamblar un Boeing 747 de todos los materiales existentes en el patio”
(Naturaleza, Vol. 294, 12 Nov. 1981. “Hoyle sobre la Evolución” p. 105).

Células Increíbles y “Complejidad Irreductible”

Considere la ratonera común. Todos están familiarizados con ella y la mayoría han usado una.
¿Cuál parte de la ratonera podría usted remover y que la ratonera siguiera trabajando? La
respuesta es—¡ninguna! Tan ingeniosa como es la ratonera, es un mecanismo muy simple.
Pero debido a que la ratonera no puede ser hecha más simple, representa una condición
llamada “complejidad irreductible.” Ciertos organismos vivientes tampoco pueden simplificarse
mas o ser reducidos en complejidad y sobrevivir. La eliminación de cualquier parte por simple
que sea, ocasiona que el sistema deje de funcionar. Los sistemas complejos irreductibles no
pueden ser producidos de manera gradual, haciendo ligeras modificaciones sucesivas de una
condición menos complicada precondición. Ellos deben existir exactamente como son—
completos—o ellos ¡no pueden existir! Quite cualquier parte de ellos y cesarán de funcionar y
por lo tanto cesarán de vivir ¿Cuál es el significado de esto?

Charles Darwin, en su famosa obra, El Origen de las Especies, formuló un gran problema que
él y todos los otros evolucionistas enfrentaron: “Si pudiera ser demostrado que cualquier

142
órgano complejo existió, el cual no hubiera sido posible que se hubiese formado por
modificaciones ligeras sucesivas, mi teoría se quebraría absolutamente” (énfasis mío).

La naturaleza contiene muchos sistemas bioquímicos diferentes que no pueden ser reducidos
en complejidad. Se les llama “máquinas moleculares” y, como una máquina de gasolina de
cuatro tiempos no pueden ser simplificados y aun funcionar.

He aquí una cita asombrosa acerca de un organismo increíble. Este ilustra el principio que
estamos discutiendo. Usted necesitará leerlo dos o tres veces para apreciar su impacto. Su
longitud es necesaria para ilustrar la complejidad de solamente una máquina molecular. La cita
es del artículo Máquinas Moleculares por Michael J. Behe y el énfasis es mío.

“Anteriormente discutimos las proteínas. En muchas estructuras biológicas las proteínas


simplemente son componentes de grandes máquinas moleculares. Como los tubos, alambres,
pernos metálicos y tuercas que componen una televisión, muchas proteínas son parte de
estructuras que solo funcionan cuando virtualmente todos los componentes han sido
ensamblados. Un buen ejemplo de esto es un cilio. Los cilios son como cabellos en la superficie
de muchos animales y células de plantas inferiores que sirven para mover fluidos a través de
la superficie de las células o para que “avancen” las células a través de un fluido. En los seres
humanos, por ejemplo, las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio, cada una tiene
200 cilios que se mueven en sincronía para expulsar el moco hacia la garganta para ser
eliminado. Un cilio consiste de un manojo de fibras llamado axonema. Un axonema contiene
un anillo de 9 micro tubos que rodean dos micro tubos centrales. Cada uno de esos dos micro
tubos consiste en un anillo de 13 filamentos (sub fibras A) fusionado a un ensamble de 10
filamentos (sub fibras B). Los filamentos de los micro tubos están compuestos de dos proteínas
llamadas alfa y beta tubulina. Los 11 micro tubos que forman un axonema están unidos por
tres tipos de conectores: las sub fibras A están unidas a los micro tubos centrales por rayos
radiales adyacentes, los 2 micro tubos están unidos por conectores que consisten de una
proteína altamente elástica llamada nexina; y los micro tubos centrales están unidos por un
puente que los conecta. Finalmente cada sub fibra A lleva dos brazos, un brazo interior y un
brazo exterior, ambos conteniendo la proteína dyneina.

“Pero ¿cómo trabaja un cilio? Los experimentos han indicado que el movimiento de los cilios
resulta del “caminar” de los brazos de dyneina movidos químicamente sobre un micro tubo
sobre la vecina sub fibra B de un segundo micro tubo para que los dos micro tubos se deslicen
pasando el otro. No obstante las ligas de proteínas cruzadas entre los micro tubos en un cilio
intacto evitan que los micro tubos vecinos se deslicen por más de una corta distancia. Esas
ligas cruzadas… convierten el movimiento inducido por la dyneina en un movimiento curvo del
axonema entero.

“Ahora, revisemos el trabajo del cilio y considere lo que eso implica. Los cilios están
compuestos de al menos media docena de proteínas: alfa tubulina, beta tubulina, dyneina,
nexina, proteína rayo y un puente central de proteínas. Esas proteínas combinadas ejecutan
una tarea, el movimiento del cilio y todas esas proteínas deben de estar presentes para que el
cilio funcione. Si los micro tubos están ausentes, entonces no hay filamentos para deslizarse;
si la dyneina no existe, entonces el cilio permanece rígido y sin movimiento; si la nexina o las
otras proteínas conectores no están presentes, entonces la axonema cae cuando los
filamentos se deslizan.

143
“Lo que vemos en el cilio, no solo es de profunda complejidad, sino también de complejidad
irreductible a escala molecular”. ¡Usted ve el punto!

Esto fue terriblemente complicado. En una manera ¡éste es el punto! Los organismos son todos
complicados—algunos de manera maravillosa. Y ellos no pueden ser reducidos, disminuidos
o simplificados en su complejidad. Ellos tuvieron que llegar a ser exactamente como son,
porque nunca habrían llegado a su presente condición gradualmente.

¡Debemos tener reverencia de un Dios lo suficientemente grandioso que fue capaz de diseñar
y crear el cilio!

Aminoácido, Proteínas y DNA

Hagamos un viaje para profundizar dentro de las células de todos los organismos vivos. Esto
será un viaje diferente a lo que antes haya hecho.

Inmediatamente, vemos un mundo con tales detalles exquisitos, diseño, complejidad,


interdependencia y especificidad que aturden la mente. Pintemos un cuadro.

Los aminoácidos deben estar ligados unos con otros para formar una cadena y así hacer una
proteína. Note: “Los aminoácidos forman proteínas funcionando solo cuando ellas adoptan
arreglos secuenciales muy específicos… como las letras puestas en secuencia apropiada
dentro de una oración en español, Así, los aminoácidos solos no hacen proteínas tal como las
letras solas no hacen… poesía. En ambos casos la secuencia de las partes constituyentes
determina la función [o falta de función] del todo. La explicación del origen de la secuencia
específica de proteínas (y del DNA) yace en el corazón de la crisis actual en el pensamiento
materialista evolucionista” (Stephen C. Meyer, DNA y Otros Diseños, p. 9—énfasis mío).

Una breve discusión de proteínas y secuencia es necesaria. Las proteínas deben aparecer en
secuencias exactas para causar reacciones químicas específicas o construir estructuras
específicas dentro de las células. Esta acción es llamada especificidad. Es a causa de la
especificidad que las proteínas no pueden sustituirse unas por otras. Las proteínas son tan
diferentes en propósito como un hacha, un taladro y un desarmador.

Esta cita extensiva resume la enorme dificultad de creer que el DNA sucedió al azar: “La
complejidad y la problemática de la molécula del DNA—combinada con la asombrosa cantidad
de información químicamente codificada que contiene—hablando infaliblemente por el hecho
de que esta ‘supermolécula’ simplemente , no pudo haber sucedido al azar. Como Andrews
ha observado.

“No es posible para un código, de cualquier tipo, surgir por casualidad o accidente… Un código
es el trabajo de una mente inteligente. Aun el perro o chimpancé más listo no pudo haber
trabajado en un código de ese tipo. Es obvio que por casualidad tampoco lo hizo… Esto no
podría ser la obra de la casualidad o accidente que pudiese hacer que la ‘Sonata de Luz de
Luna’ ¡fuese tocada por un ratón corriendo de arriba a abajo sobre el teclado de mi piano! Los
códigos no surgen del caos”. (Andrews, E.H., 1978, De la Nada a la Naturaleza, pp. 28-29).

He aquí una segunda cita: “Verdaderamente, los códigos no surgen del caos. Como Dawkins
correctamente advirtió: ‘La cosa más estadísticamente improbable es lo menos que podemos

144
creer que sucedería por casualidad ciega. Superficialmente, la alternativa obvia casualidad es
un Diseñador inteligente’ (1982, p. 130, énfasis añadido). Este es el punto exacto que el teísta
está haciendo: un Diseñador inteligente es demandado por su evidencia” (Bert Thompson, Ph.
D.; El Caso Por La Existencia de Dios [Parte II]).

El Dr. Carl Sagan escribió en un artículo para la Enciclopedia Británica acerca del DNA. El dijo,
“La información contenida en una simple célula ha sido estimada en alrededor de (un trillón)
de fragmentos.” El viene entonces a explicar la enormidad de éste número declarando, “…que
si uno pudiese contar cada letra de cada palabra de cada libro en la biblioteca más grande del
mundo (más de diez millones de volúmenes), la cuenta final, sería aproximadamente un trillón
de letras. Así, una simple célula, contiene el contenido equivalente de información… de más
de diez millones de volúmenes” (“Vida en la Tierra”, Vol. 10).

En conclusión, referente al DNA, nada trabaja a menos que TODO trabaje al mismo tiempo. El
DNA no pudo haber venido a la existencia gradualmente. ¡Se requirió una creación especial
para que el DNA exista!

“Pequeñas Máquinas” Dentro de las Células

Necesitamos echar un vistazo a un ejemplo más de máquinas moleculares para apreciar mejor
la complejidad de las células.

Científicos Japoneses y Alemanes han descubierto ahora la más pequeña de las máquinas de
la naturaleza, llamado “pequeño motor.” Considere ésta avanzada investigación sobre esas
pequeñas máquinas admirables. Conforme usted lea esta cita, pregúntese de donde vinieron
esas pequeñas máquinas: “Un grupo de científicos Japoneses explorando la estructura de
cristal de las enzimas F1-ATP descubrieron la propia máquina giratoria de la naturaleza—no
más grande que diez billonésimas por diez billonésimas por ocho billonésimas de un metro. El
pequeño motor incluye el equivalente a una máquina de blocks, un volante y tres pistones.
Esta máquina corre a una velocidad entre 0.5 y 4.0 revoluciones por segundo. Este motor no
solo está catalogado como el más pequeño jamás visto, también representa el motor más
pequeño que las leyes de la física y la química permitirían.

“En Alemania, un equipo de investigadores uso los nuevos instrumentos para examinar una
enorme molécula, la levadura 26S proteasoma. Aunque no es la más grande molécula que
existe, la levadura 26S proteasoma contiene más de dos millones de protones y neutrones y
es la molécula no simétrica más grande cartografiada a la fecha. Esta molécula solo puede ser
descrita como una ‘maravilla’. Sirve como un dispositivo intracelular de recolección de basura
y sistema de reciclaje” (Hugh Ross, Ph. D.; Evidencia de Pequeña Escala de un Diseño a Gran
Escala).

Esos organismos no pudieron haber evolucionado gradualmente. No es de maravillarse que


Dios dice de quienes no creen en Su existencia, “El tonto dice… No hay Dios”.

La Vida Requiere un DADOR DE VIDA

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¿Qué acerca de la presencia de toda la vida en la tierra hoy? ¿De dónde vino? ¿Cómo está
aquí? La Biblia declara que Dios creó toda la vida durante los primeros seis días de la semana
de la creación de Génesis 1. ¿Es esto verdad, o la vida vino a la existencia por sí misma?

Como con el Uranio 238, y su momento probable de comienzo, el gran patrón de la vida es
que ésta solo puede venir de otra vida preexistente. Esa es la Ley de la Biogénesis. Todos los
estudiantes del primer año de biología la conocen.

Cuando examinamos diminutos organismos, como protozoarios y bacterias, se puede


comprobar que la vida solo viene de la vida. Hay muchos tipos de vida, pero cada una continúa
reproduciéndose en el mismo género una y otra vez. Esto es indisputable.

La vida nunca puede venir de objetos inanimados (no vivientes). Los evolucionistas teorizan
que los objetos inanimados, bajo ciertas condiciones desconocidas en el brumoso pasado, de
alguna manera, espontáneamente dieron nacimiento a formas de vida muy primitivas. Esto
presenta un enorme problema para cualquiera familiarizado con la naturaleza y la complejidad
de simples células.

Los biólogos entienden que todas las células solo pueden venir de células preexistentes. He
aquí el por qué. Las células, en su forma más simple y rudimentaria son extremadamente
complejas. Considere: “El organismo más simple capaz de vida independiente, la célula
bacteriana prokargote, es una pieza maestra de complejidad en miniatura la cual hace que una
nave espacial parezca de baja tecnología” (Darwin a Prueba, Philip Jonson, p. 102). La cita
siguiente es igualmente poderosa en explicar tanto la complejidad de la célula como su origen:
“La célula necesita todas sus partes básicas con sus variadas funciones, para sobrevivir: por
lo tanto, si la célula hubiese evolucionado, significaría que billones de partes habrían venido a
la existencia al mismo tiempo, en el mismo lugar, y después simultáneamente juntarse en el
orden preciso” (¿Orígenes?, Ranganathan, B.G., p. 15).

¿Ignorarán los escépticos la verdad de que es imposible tener vida sin un DADOR DE LA
VIDA? Solo Dios tiene vida inherente en Sí mismo. Esto es, después de todo, lo que lo hace
Dios. Nadie creó a Dios, porque El tiene Vida inherente en Sí mismo. Pero ¿es éste Dios
simplemente algún tipo de poder ciego, algún tipo de “primera fuerza” muda? Razonemos
juntos.

La Extraordinaria Mente Humana

¡Deténgase y piense! Considere todas las obras de la naturaleza en torno suyo—tanto en la


tierra como en los cielos.

Primero, considere los planetas, estrellas y galaxias. Cada una es en sí misma maravillosa.
Segundo, considere todas las especies de plantas que existen hoy sobre la tierra. Son
millones, diversas en color, forma, belleza, en longitud de vida, etc. Yo he pasado mucho de
mi vida estudiando y sembrando muchos géneros de plantas. ¡La brillantez de sus variados
diseños y propósitos nunca cesa de maravillarme! Yo estoy más fascinado con esas plantas
vivientes que con las estrellas y otros objetos que existen en los cielos.

Una nota colateral debe de considerarse en éste punto. La totalidad de los alimentos que
existen en la tierra hoy están perfectamente diseñados ya sea para consumo animal o humano.

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Están construidos para que contengan justamente las cantidades correctas de los diferentes
elementos necesarios para sustentar varias formas de vida. Cada vez que el hombre trata de
alterar o mejorar los alimentos, parece que los contamina, arruina, desvitaliza, inyecta veneno,
o de alguna manera reduce su perfección a algo inferior de lo que antes era. Si la humanidad
pudiera solamente dejar los alimentos solos, y comérselos como Dios los creó, las
enfermedades y toda forma de desnutrición y enfermedades humanas desaparecerían.

La germinación, crecimiento, desarrollo y maduración de las plantas hacia todo tipo de


alimentos, disponibles para los seres humanos, representa su propia serie de milagros muy
complejo para relatarlos aquí. Esto dominaría un folleto más allá de un punto de vista
superficial.

¡Pero piense! ¿Quién es más inteligente, Dios—quien hizo los alimentos perfectos, o los
hombres—quienes encuentran toda manera posible de alterar y degradarlos antes de
consumirlos? Tómese el tiempo para considerar esta pregunta.

Tercero, considere el casi un millón de diferentes tipos de criaturas (mas los varios millones
estimados de géneros adicionales de insectos). Porque esas criaturas son animadas, ellas son
aun más maravillosas y fascinantes que el mundo de las plantas. Su diversidad en color, forma,
tamaño, belleza, longitud de vida, etc. Es comparable a las plantas.

¿Cuál es el punto? Tan fascinantes, maravillosas, hermosas y asombrosas son todas las cosas
descritas aquí, seguramente nada es tan asombroso como la MENTE HUMANA. Esta es
absolutamente el pináculo de todos los organismos vivientes. Nadie puede dudar esto.

Los Límites de Su Poder Creativo

Piense ahora acerca de lo que la humanidad ha sido capaz de producir. La humanidad puede
construir casas, teléfonos, trenes, automóviles, aviones, cohetes, computadoras, máquinas de
fax y otros dispositivos sofisticados que son prácticamente sin límites en cuanto a complejidad
y utilidad.

No obstante, todo este genio creativo tiene un límite simple. Ningún hombre, o grupo de
hombres, usted y yo incluidos, puede crear algo tan maravilloso como la mente humana. Todas
las cosas que el hombre crea son inferiores a su propia mente. Trate de pensar en una cosa
que haya sido creada por los hombres que sea superior a la mente que la creo. Usted no
encontrará algo así.

Aquí está la pregunta: ¿Quién o qué creó su mente—y a usted? El rey David dijo, “…Estoy
maravillado, Y mi alma lo conoce mucho” (Salmo 139:14). Seguramente esto es verdad acerca
del cerebro humano. Sea honesto con usted mismo. ¿Puede usted creer que algún tipo de
fuerza ciega y muda—de menor inteligencia que usted—creó su mente? Recuerde que usted
no puede crear nada superior a su mente. Solo una mente más grande pudo crear su mente.

¿No se insulte a usted mismo sugeriendo que su extraordinario poder creativo de inteligencia,
razonamiento, lógica, pensamientos, volición e ingenuidad son el producto de la pura suerte?

Un Gran Paso Más Allá

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¡Considere lo que hemos discutido acerca del universo y su contenido—incluyendo estrellas,
planetas, galaxias, plantas, animales, humanos y la mente humana!

Asuma por un momento que usted tiene el poder para crear cualquier cosa que usted desee.
¿Piensa usted que podría haber creado esto con más belleza, majestad, diseño, tamaño,
precisión de ingeniería y magnificencia de usted mismo, sin ayuda de una sola persona
adicional? Recuerde, usted no tendría un patrón para copiar. Usted sería “de usted mismo.”

¿Sería usted capaz de diseñar aproximadamente un trillón de galaxias, cada una conteniendo
un promedio de 100 billones de estrellas—sin patrón alguno para copiar, cómo lo haría?
¿Pensaría usted en crear la luz y hacer que ésta viajase a 300,000 kilómetros por segundo?
¿Podría usted hacer que el sonido se moviese a 1,060 kilómetros por hora? ¿Podría usted
crear cada tipo de átomo conocido por la ciencia e incluir cada partícula sub atómica dentro de
ellos? ¿Pensaría usted entonces en que tiene la habilidad para intercalar varios átomos en
moléculas complejas capaces de servir a un gran número de propósitos de indescriptible
complejidad?

¿Pensaría que usted mismo es capaz de diseñar millones de plantas—muchas de las cuales
son absolutamente interdependientes una de otra? ¿Se daría entonces a la tarea de diseñar
sin un solo patrón que seguir, varios millones de animales e insectos, los cuales no solo son
perfectamente interdependientes unos con otros, pero también interdependientes con, y
dependientes del mundo entero de las plantas? ¿Podría usted entonces poner todo el alimento,
tanto para plantas y animales en su lugar, para que ellos pudiesen ser perfectamente
sustentados a través de cualquier tiempo que usted les haya asignado de existencia? Yo
podría seguir así y así, pero usted capta el punto.

Ahora, ¡sea cuidadoso! Tal como usted no quiere insultarse a sí mismo creyendo que su mente
es el producto de la pura suerte, asegúrese de que usted no insulta a Dios sugiriendo que todo
el universo y su contenido podrían haber venido a la existencia—¡enteramente por ellos mimos!
Si hay ateos ignorantes y tontos dispuestos a creer que todo esto ocurrió por sí mismo,
entonces la gente honesta e inteligente nunca creería tal bobería, ¡simplemente porque
hombres ignorantes lo afirman!

A través de la razón y pura claridad de lógica, tenemos ahora pruebas absolutas de que solo
un Gran Ser de Inteligencia Superior pudo ser el Diseñador y el Arquitecto del universo entero
y de toda la vida compleja dentro de élla—¡incluyendo el pináculo de Su creación, su mente
humana!

La Brecha en el Registro de los Fósiles

Los evolucionistas antes hacian referencia mas a menudo acerca del “registro de los fósiles.”
¿Existe tal evidencia? ¿Los huesos y artefactos de millones de años atrás dicen una historia—
ofrecen pruebas convincentes—de que el hombre evolucionó de organismos simples? ¿Cuál
es la verdad del registro científico? Recuerde que queremos hechos—pruebas—¡no teorías de
las que se requiere fe para creer en ellas!

Esta cita del Dr. Colin Patterson, Alto Paleotólogo en el Museo Británico de Historia Natural en
Londres, en una carta a L. Sunderland, resume el “problema de los fósiles”: “…Yo estoy
totalmente de acuerdo con sus comentarios acerca de la falta de ilustraciones directas de

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transiciones evolucionistas en mi libro. Si yo supiese de algún fósil u organismo viviente, yo
ciertamente lo habría allí incluido… No obstante Gould y las personas del Museo Americano
son duras de contradecir cuando ellos dicen que no hay fósiles de transición… Lo pondré sobre
la línea—no hay un solo fósil para el cual uno pudiese hacer un argumento convincente.”

Algunos Fósiles

En los 1920s, un diente fue encontrado al Occidente de Nebraska en la cantera de Snake


Creek. Los científicos fueron más allá dando este diente como prueba de que la evolución
había ocurrido y pretendieron que era el “eslabón perdido”. Debido al lugar donde fue
descubierto y su semejanza aparentemente humana, fue llamado el “Hombre de Nebraska”.

Mucho “que hacer” se hizo de ese descubrimiento. Fueron grandes noticias. Los evolucionistas
se regocijaron. Pero una cosa chistosa sucedió en el camino a la teoría de la evolución. Cinco
años después, alguien decidió preguntarle a un granjero su opinión acerca del diente. ¡Su
respuesta fue identificarlo como un diente de un “puerco”! Mas excavaciones en el sitio del
“hallazgo” demostraron que el resto del esqueleto representaba verdaderamente el de algún
tipo de pecarí (puerco).

A menudo los huesos, o aun fragmentos de huesos (y algunos de esos han sido determinados
como engaños) han hecho que los evolucionistas afirmen que “eslabones” importantes del
registro de los fósiles se han encontrado. Porque alguien encontró una pieza de hueso, artistas
sofisticados crean formas y las presentan con nombres asignados y las ofrecen como una
prueba visual y convincente de que ocurrió la evolución.

El “Hombre de Orce” estuvo basado en la parte superior del cráneo de un burro. El “Hombre
Ramapitecus” era simplemente una calavera de un cuadrumano. El “Hombre de Piltdown” fue
una mentira inventada y el “Hombre de Neandertal” se determinó que era algo con patas
simplemente porque tenía raquitismo. Este ciertamente no fue una prueba del registro de
fósiles de una criatura en transición, medio simio y medio hombre.

Hay una desesperación en el pensamiento y acciones de muchos científicos evolucionistas.


Las citas siguientes demuestran su estrategia:

“Una parte de un hueso de unos cinco millones de antigüedad que se pensaba que era la
clavícula de una criatura semejante a los humanos, es en la actualidad parte de la costilla de
un delfín… El problema con muchos antropólogos es que ellos quieren encontrar un homínido
[humano] que cualquier fragmento de hueso se convierte en un hueso de un homínido” (Dr.
Tim White, antropólogo, Univ. de California en Berkeley, Nuevo Investigador, 28 de abril de
1983, p. 199). “En efecto, la evolución se convierte en una especie de religión científica; casi
todos los científicos la han aceptado y muchos están preparados para ‘darle la vuelta’ a sus
observaciones para que encajen con ésta” (H.S. Lipson, FRS Prof. De Física en la Univ. de
Manchester, Inglaterra, ‘Un Físico Mira la Evolución’, Boletín de Física, Vol. 31, 1980, p. 138).

Aquí están los hechos. Absolutamente no existen formas de transición en parte alguna del
registro de fósiles. Mientras los evolucionistas sugerirán que le tomó “50 millones de años a
un pez para evolucionar a anfibio,” la simple verdad es que no hay formas transicionales de
fósiles que demuestren eso. No se han encontrado criaturas que tengan evidencias de aletas

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parciales, pies parciales o cerebros parcialmente evolucionados, piernas, ojos, órganos u otras
partes parciales del cuerpo.

Lo siguiente viene del “padre” del pensamiento evolucionista: “¿Por qué , si las especies han
descendido de otras especies por graduaciones finas no vemos por todos lados innumerables
formas de transición? ¿Por qué no toda la naturaleza está en confusión en vez de que las
especies sean bien definidas como las vemos?” (El Origen de las Especies, Charles Darwin,
cap. 6).

Considere una declaración referente a como fragmentos de huesos que supuestamente


representan esqueletos humanos enteros dentro de varias etapas del registro de fósiles. El Dr.
Leakey, considerado el más famoso antropólogo de fósiles en el mundo, dijo que la calavera
de su famoso descubrimiento “Lucy” (conocido como Australopitecus alfarensis), es tan
incompleto que la mayor parte de éste es “imaginación hecha de yeso de París”. El admitió
que ninguna conclusión firme podía ser hecha acerca de la especie que era, aunque se le
asignó una edad de 3.5 a 4 millones de años. Yo he visto la fotografía de su esqueleto y es sin
significado.

La cubierta frontal de una bien conocida revista noticiosa nacional muestra una fotografía de
una cabeza de mono acompañada de un artículo titulado “Como los Monos de Convirtieron en
Humanos.” El artículo fue un lastimero intento de conectar primero un hueso del dedo de un
pie a otro hueso encontrado diez millas más allá y después representarlos como una prueba
de la evolución. Esto habla de la evolución como una conclusión puesta de antemano.

El artículo estaba lleno con frases inciertas “cerca de una respuesta,” “lo que parece ser,” “la
gente ha especulado,” “estamos sugiriendo,” “aun algo de misterio,” “probablemente,”
“presumiblemente,” “quizás,” etc. Esas frases son sin fin. Pero el trabajo artístico y los
diagramas hacen la “evidencia” especulativa débil como sin prueba alguna.

El lector es dejado aun con la impresión de que los escritores fueron inciertos y poco
confortables. Mezclados con presunciones sin base, el trabajo artístico presta credibilidad a
través del sensacionalismo, dándole a éste “habilidad de ventas.”

¡Considere! No hay eslabones de plantas a animales, de reptiles a pájaros y mamíferos, etc.


El registro de los fósiles muestra que los animales aparecieron repentinamente. La teoría
entera de la “micro evolución” se colapsó, y los evolucionistas lo admitieron. Ellos decidieron
entonces que posiblemente el registro de los fósiles podría ser descrito mejor como indicando
“micro evolución,” algunas veces referida como “equilibrio puntualizado” o “la teoría del
monstruo optimista.” Esta ridícula idea sugiere un reptil que podría repentinamente poner un
huevo, de cuyo cascarón saldría un pájaro.

Tantas personas parecen dispuestas a caer en ideas ridículas porque se les ha dicho a través
de su vida que la evolución es un hecho y asumen que no puede estar equivocada si “todos
creen en ésta.” Una fuente dice, “Que las cosas vivientes están satisfechas por su medio
ambiente, eso explica mejor el hecho de que fueron creadas para éste y no que hayan
evolucionado dentro del éste” (¿Orígenes?, Ranganathan, B.G.).

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Después de todo se ha dicho y hecho, el registro de los fósiles nunca reveló lo que los
evolucionistas esperaban. El registro da una evidencia distinta de un hecho—¡la creación
repentina, especial de toda la vida en una condición completamente formada! El creer en algo
diferente es ser deshonesto con la evidencia.

El Asombroso Ojo Humano

El balance de éste folleto contiene una serie de breves examinaciones de varios ejemplos que
reflejan el genio creativo de Dios y dan testimonio a una creación divina literal. ¡Cada uno de
esos milagros de ingeniería desafían a los ateos y evolucionistas! Piense cuidadosamente
acerca de lo que usted está leyendo y pregúntese si aun uno de ellos pudo haber evolucionado.

Comenzando con el ojo humano. Este mecanismo es espectacularmente complejo y es un


testimonio particularmente inspirador a la grandeza de la suprema inteligencia de Dios.

Aquí hay tres declaraciones del Dr. David N. Menton. La primera representa la magnitud de la
dificultad en tener al ojo humano evolucionando a su estado actual de extraordinario diseño y
complejidad.

“El componente más asombroso de la cámara ocular es su ‘película’ o retina. Esta capa
delgada y sensible, cuyas líneas están en la parte de atrás de la pupila, es más delgada que
una hoja de plástico de envoltura y es bastamente más sensitiva a un amplio rango de luz que
cualquier película hecha por el hombre. La mejor película hecha por el hombre puede manejar
un rango de 1,000 a una. Por comparación, la retina humana puede manejar un rango dinámico
de luz de 10 billones a una (o diez millones de veces más) y ¡puede sentir tan poca luz como
un fotón de luz en la oscuridad! En la brillante luz del día la retina se emblanquece y pone su
‘control de volumen’ de una manera en que no se sobrecargue.

“Las células sensitivas a la luz que están en la retina son como un gran amplificador
extremadamente complejo. Hay más de 10 millones de células en la retina y están empacadas
juntas con una densidad de 200,000 (por milímetro) en una cavidad altamente sensitiva. Esas
células fotorreceptoras tienen un alto rango de metabolismo y ¡deben ser remplazadas por
completo cada 7 días! Si usted ve una luz muy brillante tal como el sol, las células se queman
de inmediato pero son rápidamente remplazadas en muchos casos. Porque la retina es más
delgada que la longitud de onda visible de la luz, la retina es totalmente transparente. Cada
una de esas mínimas células fotorreceptoras son vástamente más complejas que la
computadora más sofisticada hecha por el hombre”.

Note ahora: “El evolucionista Dr. Ernest Meyer dijo una vez: Es un considerable tensión en la
credibilidad de uno asumir que estos sistemas finamente balanceados tales como ciertos
órganos de los sentidos (el ojo de los vertebrados o las plumas de las aves) pudieran haber
sido mejoradas por mutaciones al azar.”

Aun Darwin dijo una vez que al pensar en la complejidad del ojo le daba escalosfríos. He aquí
otra razón por la que Darwin dijo eso. Esta cita ciertamente es escalsofriante: “Se ha estimado
que ocurren ¡10 billones de cálculos cada segundo en la retina antes que la imagen llegue al
cerebro! Esto es algo como comparar este rendimiento a la computadora más poderosa hecha
por el hombre. En un artículo publicado en la revista de computadoras Byte (Abril de 1985), el
Dr. Stevens dice: ‘Para simular 10 milisegundos de proceso completo de una simple célula

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nerviosa de la retina se requeriría la solución de alrededor de 500 ecuaciones diferenciales no
lineares cien veces y tomaría al menos varios minutos de tiempo de proceso en una súper
computadora Cray. Tenga en mente que hay 10 millones o más de tales células interactuando
con otras de manera compleja, se requeriría un mínimo de cien años de tiempo en una
computadora Cray para simular lo que tiene lugar en su ojo muchas veces cada segundo’” (Dr.
David N. Menton, Ph. D., El Ojo, Asociación de Missouri para Creación—énfasis mío).

Saque usted sus propias conclusiones acerca de cómo tal organismo maravilloso—el ojo
humano—pudo haber evolucionado. No se maraville acerca de que mi propio optometrista me
dijo que él creía que el ojo no evolucionó. ¡El entiende que eso no puede ser! El ojo fue
“inventado” por el Gran Inventor.

Las Termitas Australianas

A continuación veremos a una pequeña criatura poco conocida—la termita australiana. Esta
termita en particular es diferente a todas las otras. Estas son cuatro criaturas en una, y cada
una depende de las otras para continuar su existencia. Esta termita representa un caso en el
que usted no puede tener una sin las otras. Considere esto:

“Una curiosidad que yo estudié en la clase de microbiología fue un microorganismo llamado


Mixiotricha Paradoxa que vive en el intestino de las termitas australianas. Cuando fue
descubierto por vez primera, parecía como si estuviese cubierto con un racimo de cabellos
ondulados. Mirándolo más de cerca, se revelaba que no eran cabellos sino espiriquetas, las
cuales son un tipo diferente de microorganismo. Sobre las Mixotricha hay protuberancias o
apéndices donde las espiroquetas se encuentran pegadas, y bacilos que se alojan al otro lado
de la protuberancia. Las espiroquetas suministran un medio de locomoción para la colonia
entera de microorganismos. Son tres gérmenes totalmente diferentes que han decidido vivir
juntos en una comunidad. Así, lo que Usted tiene es una interdependencia entre un
microorganismo largo, una espiroqueta, un bacilo, una termita australiana y aun los árboles de
los que se alimentan las termitas. Yo supongo que si Usted es un evolucionista tendría que
creer que en un punto del tiempo ellos formaron un comité y decidieron trabajar todos juntos;
la Mixotricha ‘desarrolló’ protuberancias donde las espiroquetas pudieran enterrar sus cabezas
y en la parte trasera los bacilos pudiesen esconderse,; todos ellos ‘decidieron’ vivir en el
intestino de una termita” (Douglas B. Sharp, La Revolución Contra la Evolución, cap. 5 –
énfasis mío).

Esto ilustra el caso de una creación especial de todas esas criaturas, al mismo tiempo. Ellas
no pudieron haberse desarrollado por separado y aun hacerlo en un punto donde pudieran
“citarse” y pasar para siempre una existencia interdependiente y juntos.

Los Koalas y los Arboles de Eucalipto

La mayoría está familiarizado con los blandos “osos” koalas y al menos han oído habla de los
árboles de eucalipto. Ambos tienen una relación especial. Cada uno solo es nativo de un lugar
en la tierra—Australia. Los koalas nada comen sino hojas de eucalipto, a menudo viven su vida
entera en un bosque. Ellos también extraen humedad de esas hojas porque ello raramente
beben agua.

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Los koalas poseen microorganismos específicos en su sistema digestivo necesarios para
descomponer los elementos de las hojas de eucalipto que son tóxicos para las otras criaturas.
Esas toxinas son convertidas a vitaminas. ¿Cómo evolucionaron los koalas a menos que
fueran creados con esos microorganismos ya presentes en su estómago? Sin ellos, los koalas
habrían comido hojas de eucalipto y habrían muerto. Sus sistemas son tan específicos que
ellos solo pueden sobrevivir comiendo hojas de eucaliptos. Muchos naturalistas consideran
que ellos tienen “el sistema digestivo más avanzado del planeta.” Su baja ingestión del 5% de
proteínas, taninas y toxinas mataría a cualquier otro animal.

Para rechazar una creación especial por un Dios, los evolucionistas están forzados a concluir
“Qué suerte para los koalas que los microorganismos exactos entraran a sus sistemas en el
tiempo exacto en que ellos desarrollaban un gusto por comer solo hojas de eucalipto.” Esto
demuestra que Dios creó a los koalas.

Ballenas y Delfines

La cita siguiente demuestra la imposibilidad de que las ballenas y los delfines evolucionasen a
su estado presente. Esto yace en el contexto de una larga declaración acerca del por qué no
hay fósiles que demuestren las varias etapas de transición en su desarrollo:

“Podemos demostrar un problema de transición usando el ejemplo de delfines y ballenas. Esos


mamíferos llevan a sus crías vivas y respiran aire; pero pasan el tiempo entero de su vida en
el mar. Presumiblemente, en orden para que delfines y ballenas hayan evolucionado, ellos
deben haberse originado de un mamífero terrestre que retornó al agua y se cambió a una
criatura marina. Pero los delfines y las ballenas tienen muchas características notables de las
cuales depende su supervivencia, ¡por lo que ellos no pueden haber evolucionado! Sería difícil
tratar de cambiar un autobús en un submarino, parte por parte a la vez, todo mientras se está
viajando a 60 millas por hora.

“La siguiente es una lista de transiciones que los evolucionistas han tenido en cuenta en los
delfines en su evolución de algún pre delfín desconocido que habitaba en tierra: (1) La nariz
tuvo que haberse movido a la parte posterior de la cabeza. (2) Los pies, garras o cola tuvieron
que cambiarse por aletas. (3) Tuvo que haberse desarrollado un cuerpo de forma de torpedo
para nadar eficientemente en el agua. (4) Tuvo que beber agua de mar y desalinizarla. (5) Su
estructura ósea entera y su metabolismo habrían tenido que ser cambiados. (6) Tuvo que
haber desarrollado en sofisticado sistema de sonar para buscar alimentos.

“¿Habrían podido los delfines adquirir gradualmente esas características una por una a través
de un período de millones de años? ¿Qué acerca de las etapas de transición? ¿Habrían ellos
sobrevivido con solo algunas de esas características? ¿Por qué hay una ausencia total de
formas fosilizadas de transición?

“Considere a la ballena con su tamaño enorme en comparación con el plancton de que se


alimenta. La ballena es una aspiradora náutica de vacío, con un filtro. Mientras estaba
‘desarrollando esa característica ¿de qué se alimentaba? Para mí, eso toma gran cantidad de
imaginación para representar la evolución de delfines y ballenas” (Douglas B. Sharp, La
Revolución Contra la Evolución, Cap. 5).

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¿Qué Acerca de los Colibríes?

Una breve visión general de los pájaros revela algunos hechos notables. Virtualmente cada
pájaro construye su nido de una manera diferente. La conducta en el cortejo, papeles sexuales
y actividad reproductiva son diferentes entre cada especie. En un pájaro los papeles del macho
recogiendo la comida mientras la hembra se sienta sobre los huevos están invertidos. Y
cuando los sexos divergen —para los pájaros y otros animales (Aun hay plantas que son
macho y hembra. ¿Cómo sucedió eso?).

Los colibríes son verdaderos genios. Ellos pesan una catorceava parte de una onza y como
los helicópteros pueden volar hacia delante, hacia atrás, hacia los lados y pueden revolotear
en medio del aire. Su mecanismo de vuelo es increíblemente complejo y sus plumas en sus
alas son más fuertes para su peso que cualquier estructura diseñada por el hombre. Sus
plumas constantemente de forma para ajustarse al viento y a presión del aire. La veleta de sus
plumas funciona en mucho como un propulsor para ofrecer ascenso y propulsión.

Tres cuartas partes de su peso entero está en los músculos de las alas. Esos músculos poseen
un tipo de mecanismo de despegue que ellos pueden usar durante aterrizajes y despegues. El
aire fluye solo de una manera dentro de sus pulmones para traer un suministro constante de
oxigeno para tan extenuante vuelo de alta velocidad. Ellos poseen también un mecanismo
retráctil de aterrizaje, un sistema de migración de navegación, aerodinámica y camuflaje y un
extraordinario sistema respiratorio donde ellos pueden almacenar aire extra dentro de sus
huesos huecos. A su vez esto provee flotación y un acondicionador de aire interno. Los
colibríes deben comer continuamente para satisfacer su alto nivel de metabolismo. El dejar de
comer les significaría la muerte. Por sufrir un tipo de “hibernación” en la noche es que ellos
sobreviven. ¿Podría todo esto haber evolucionado o solo sucedió?

Como los abejorros, quienes también parecen desafiar por completo las leyes de la física en
su habilidad para volar, los colibríes san tan únicos y prácticamente una perfección
aerodinámica. Solo Dios pudo haber hecho tan eficiente máquina voladora. Ninguna máquina
aerodinámica se ha diseñado parecida a esta maravilla de vuelo.

¿Y los Peces?

El pez pescador, el pez arquero y los anableps son tres peces que nadan literalmente en la
cara de la evolución.

La hembra del pez pescador tiene un anzuelo que pende de un apéndice extendido en frente
de su nariz. Este anzuelo le sirve de señuelo para atraer un pez, golpearlo y tragarlo. El macho
no tiene uno porque nunca come. En vez de eso se adhiere a la hembra, permitiendo que la
corriente sanguínea de ambos se mezcle, así se alimenta él. Los evolucionistas no pueden
explicar el pez pescador.

El pez arquero puede disparar insectos sobre la superficie del agua lanzando corritos de agua.
El agua refracta severamente la luz y debería ocasionar un problema imposible para que el
pez diese en el blanco.¿Cómo es que todos los peces arqueros saben instintivamente cómo
computar el severo ángulo de refracción de la luz para golpear con éxito a su presa como la
hacen?

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Los anableps son unos peces con unos ojos extraordinarios. Esto le permite sentarse sobre la
superficie y ver fuera del agua y bajo el agua al mismo tiempo. Sus ojos están literalmente
divididos en dos partes enteramente separadas. ¿Cómo ocasionó la evolución que medio ojo
evolucionase gradualmente para que pueda ver en el agua y viceversa con la otra mitad?

¿Qué ingeniero hizo tan eficientes submarinos, cuyo diseño los hace perfectos cazadores bien
adaptados para sus necesidades y medio ambiente?

El Diseño Requiere un DISEÑADOR

No estamos preparados para dar una conclusión final a este folleto hasta que veamos dos o
más fuentes. Más científicos están aceptando la gran evidencia del diseño, todo a nuestro
derredor requiere el reconocimiento de un Gran Diseñador. La mayoría están reconociendo
que la aceptación de cualquier otra explicación los fuerza a negar la realidad. La primera fuente
pone la segunda:

“Todos concluyen natural y cómodamente que las cosas altamente ordenadas y diseñadas
(máquinas, casas, etc.) deben su existencia a un diseñador. No es natural concluirlo de otra
manera. Pero la evolución nos pide que rompamos lo que es natural para creer lo que es
innatural, irrazonable e …inconcebible… La base para esta partida de lo que es natural y
razonable es creer que esto no es hecho de observación o experiencia sino de irrazonables
extrapolaciones de probabilidades, matemáticas y filosofía” (Wysong R.L., La Controversia de
Creación/Evolución, 1976).

“En conclusión, es importante darse cuenta de que no estamos infiriendo diseño de lo que no
conocemos, sino de lo que sabemos. No estamos infiriendo diseño para contar una caja negra,
sino para contar una caja abierta. Un hombre de una cultura primitiva que ve un automóvil
pudiera creer que se le suministra energía a través del viento o por un antílope escondido
dentro del carro, pero cuando abre el cofre y ve la máquina él inmediatamente se da cuenta
que el carro fue diseñado. En la misma manera la bioquímica ha abierto la célula para examinar
qué es lo que la hace correr y vemos que también ésta ha sido diseñada.

“Fue una conmoción para las personas del siglo diecinueve cuando descubrieron desde las
observaciones que la ciencia había hecho, que muchas características del mundo biológico no
podían ser adscritas al elegante principio de selección natural. Es una conmoción para
nosotros en el siglo veintiuno el descubrir desde las observaciones que la ciencia ha hecho,
que los mecanismos fundamentales para la vida no pueden ser adscritos a la selección natural
y por lo tanto fueron diseñados. Pero debemos tratar con nuestra conmoción lo mejor que
podamos y seguir adelante. La teoría de la evolución in dirección está ya casi muerta, pero la
obra de la ciencia continúa” (Behe, Michael J., Máquinas Moleculares).

Ciertamente, la verdadera ciencia siempre está en armonía con este hecho. ¡Nadie que crea
en Dios o en una creación especial necesita temer a Dios o a la ciencia basada en hechos!

La Probabilidad de una Tierra

Hagamos un viaje imaginario a la luna y miremos la tierra. Considere todo lo que dejamos atrás
en nuestro viaje. ¿Cuáles son las probabilidades matemáticas de que la tierra, con todas sus
plantas, animales, ecosistemas y compleja interdependencia pudiesen haber venido a existir

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por sí mismos?¿Cuáles son las probabilidades de que esto pudiese haber sucedido alguna
vez?

Numerosos científicos han reconocido la posición improbable de la ubicación de nuestro


planeta en el sistema solar, en relación a su luna. Por ejemplo, si la tierra estuviese un 10%
más lejos del solo se congelaría o si estuviese 10% más cerca del sol rápidamente se
quemaría. Si estuviese un 20% más cerca de la luna, dos veces al día olas se levantarían olas
de marea de 35-50 pies que inundarían de aquí para allá la mayor parte de la superficie de la
tierra a gran velocidad.

El Dr. Hugh Ross, Ph. D., se sentó y cuidadosamente ejecutó un extraordinario cómputo
matemático complejo. El tomó 123 parámetros separados (factores), los cuales tuvieron que
estar presentes para que existiese la tierra, que tenían que haber venido juntos—“solo
sucedieron”—por sí mismos.

Algunos de esos parámetros necesitan ser aquí listados para comenzar a apreciar la
complejidad de sus cálculos.

El calculó un valor exacto para tamaño de galaxia, tipo, ubicación, nacimiento del sol,
proximidad de la nébula solar a una erupción de súper nova, número de lunas, masa y distancia
desde las lunas, fuerza de las mareas, inclinación del eje del planeta, distancia planetaria de
las estrellas, distribución global de los continentes, grueso de la costra terrestre, transparencia
atmosférica, presión, viscosidad, nivel de bióxido de carbono, cantidad de cloro, cobalto, cobre,
flúor, níquel, potasio (y muchos otros elementos en la corteza terrestre), tasa de oxígeno a
nitrógeno, actividad volcánica y muchas más. Después el Dr. Ross ejecutó un cómputo
matemático final antes de llegar a la conclusión final de las oportunidades de que el universo
entero produjese aun una tierra.

Los resultados de sus cálculos—el encontrar todos los 123 parámetros en una sola tierra son:
“menos de una probabilidad en 10 a la 139º potencia (diez mil trillones de trillones de trillones
de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones)
existe de que uno de tales planetas pudiese existir en algún lugar del universo.”

¡Esto representa un montón de ceros!

El número más grande conocido por los matemáticos es un veintillón—o un uno con 63 ceros.
Un cuatrillón tiene quince ceros y un quintillón tiene 18 ceros . Tan gigantes como son esos
números, las probabilidades de que una tierra apareciese en algún lugar del universo
representa un número tan inmensamente largo como para dejar enano un cuatrillón. ¡Entienda!
El universo es inseparable de las leyes de las matemáticas.

En otras palabras, la aparición de una sola tierra en algún lugar del universo es una
probabilidad absolutamente imposible. ¡Cualquier matemático que se aprecie admitiría que la
tierra fue creada exactamente como la vemos!

Científicos y Ateos Avergonzados

Este folleto representa una fracción de lo que yo estudié en preparación para escribirlo.
Fácilmente podrían ser miles de páginas de longitud y el material no se acabaría para llegar a

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una conclusión. No obstante, todas las cosas, incluyendo éste folleto, tienen un límite
razonable.

Pablo describió a aquellos que rehúsan aceptar la montaña de evidencias que demuestran la
existencia de Dios. El escribió: “Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; [obvio]
porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, su eterna potencia y divinidad,
se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas;
de modo que son inexcusables: Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á
Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos
fue entenebrecido” (Rom. 1:19-21). La ciencia moderna es dejada sin excusas cuando ésta
escoge creer y enseñar la evolución e ignorar la existencia de Dios. Se ha dicho: “no hay
alguien más ciego que aquel que se rehúsa a ver.” Si la gente rehúsa aceptar pruebas—
evidencias—verdad—acerca de la existencia de Dios, nada hay en absoluto que pueda decirse
para borrar su ceguera escogida. Solo “el tonto dice en su corazón que no hay Dios.”

Una cita final de la ciencia resume mejor el por qué muchos ateos y evolucionistas viven en
frustración y desilusión:

“ Encontrar un comienzo diferente del universo fue algo que la mayoría de los científicos no
anticiparon y que hace a la mayoría de ellos como Einstein, enormemente incómodos. ‘Hay un
tipo de religión en la ciencia,” dice Jestrow, ‘esta es la religión de una persona que cree que
hay un orden y armonía en el universo, y que cada evento puede ser explicado de una manera
racional como el producto de algún evento previo: cada efecto debe tener su causa, no hay
Primera Causa.’ Pero hubo un Primer Efecto. El universo, ahora están de acuerdo la mayoría
de los astrónomos y físicos, tuvo un comienzo distinto. Por lo tanto debe de haber una Primera
Causa, un Primer Movimiento—Dios—quien puso el universo en movimiento. ‘Para el científico
que ha vivido por su fe en las montañas de la ignorancia, él está a punto de conquistar el último
pico; conforme se jala a sí mismo sobre la roca final, él es saludado por una banda de teólogos
que han estado sentados allí por siglos’” (El Nuevo Americano, “Diseño Divino,” D. Behreandt,
18 Dic., 2000).

Al Escéptico

Entre las personas educadas en el Mundo Occidental, el término popular para aquellos que
rehúsan aceptar la autoridad de un Dios Todopoderoso, es “deístas,” “racionalistas,” o más
popularmente “altos críticos.”

La Biblia enseña que “Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; [es hostil]
porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom. 8:7). Esta es la tendencia natural
de todos los seres humanos—incluyéndolo a USTED—y la mayoría nunca lo creerían o lo
admitirían. (Vea Jeremías 17:9) No hay prueba, evidencia, hecho, lógica o fuerte razonamiento
que pudiese hacer que alguien quien NO ESTA DISPUESTO a hacer a un lado su naturaleza
natural automática, prejuiciosa en contra de la creencia y en rendirse a la autoridad de un Dios
amoroso, para hacerlo así. Lo natural y el prejuicio en contra de la creencia de un Dios
Todopoderoso, quien les dice como vivir, ¡es suficiente para evitar que la mayoría admitan las
pruebas contenidas en éste folleto!

¿Qué hará usted?

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En su folleto ¿Existe Dios? Herbert W. Armstrong concluyó con ésta declaración bajo el
subtítulo “El Reloj Maestro del Universo”.

“Pero entonces usted, Sr. Escéptico—usted mira en el vasto y gran cielo del RELOJ MAESTRO
del universo, el cual nunca pierde un segundo—el reloj perfecto por el cual debemos
constantemente poner todos nuestros relojes imperfectos hechos por el hombre—y usted me
dice que ‘¡Todo eso SUCEDIÓ!’ ¡Que no hubo un Gran Relojero! Ninguna MENTE Maestra
pensó y ni aun planeó ese vasto universo ni lo trajo a existir, que no puso cada estrella y cada
planeta en su sitio e inició la multitud de cuerpos celestiales navegando a través del espacio,
cada uno en su órbita prescrita en su precisión ordenada. Que no los modeló ni los puso juntos,
que no les dio cuerda ni inició su carrera. Que no hubo inteligencia—ni planeación—NI
CREACIÓN—¡Ni Dios!

“¿Usted me dice eso?

“Si usted pudo, yo le respondo que no respeto su inteligencia. Y el Dios a quién yo reconozco
le responde a usted: ‘Dijo el NECIO en su corazón: No hay Dios’ (Sal 14:1; 53:1).

“Si usted puede mirarse a sí mismo y observar cuán inteligentemente PLANEADO y ejecutado
es todo en la naturaleza y en las plantas y en la vida animal—cada cosa que vemos, excepto
la corrupta y contaminada bella obra de las manos de Dios por la torpe mano del HOMBRE
ignorante que rechaza a Dios—y entonces decir que usted duda de la existencia de un todo
sabio, todo conocedor y todo poderoso Dios Creador, ¡entonces yo no tengo mucha fe en su
proceso racional o en su sinceridad como buscador de la VERDAD!”

¿Existe Dios?
por Marilyn Adamson
Marilyn Adamson, anteriormente una atea, se graduó de la Universidad de Drake y es una
contribuyente frecuente de Every Student's Choice.
¿No le gustaría que por una sola vez alguien le mostrara en forma sencilla la evidencia de
la existencia de Dios? Sin torcerle el brazo, sin presionarlo. Sin expresiones del tipo de,
"Usted simplemente tiene que creer." ¿Sólo las razones sencillas y sin vueltas que lo
llevarían a uno a concluir que hay un Dios?
Este artículo es una oportunidad para que usted le dé una mirada honesta a la posibilidad
de un Dios. Intentará contestar la pregunta, "¿Hay un Dios que es poderoso, personal y
amante? ¿Existe tal Dios?"
Tal vez sea algo sorprendente, pero mucha gente cree en Dios no por desesperación o
para concretar sus deseos, sino como una respuesta honesta a los hechos convincentes
que están frente a ellos.
Sin embargo, antes que usted vea los siguientes hechos considere esto. Si una persona
se opone a la posibilidad de que exista Dios, entonces cualquier evidencia puede ser

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racionalizada o explicada de otra forma. De la misma forma en que si alguien está
completamente opuesto a la idea de que hubo gente que caminó sobre la luna, no habrá
ninguna cantidad de evidencia que haga que cambie su pensamiento. Las imágenes
satelitales de los astronautas caminando sobre la luna, las rocas lunares de una
composición extraña, el testimonio de los astronautas, los informes escritos de su misión.
. . toda la evidencia no tiene ningún valor, porque la persona ya ha llegado a la conclusión
de que la gente no puede ir a la luna.
Cuando se trata de la posibilidad de la existencia de Dios, la Biblia dice que hay personas
que han visto suficiente evidencia pero han suprimido la verdad acerca de Dios.{1} Por
otro lado, para aquellos que quieren conocerlo a Dios si Él está allí, Él dice, "Me buscarán
y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón. Sí, yo dejaré que ustedes me
encuentren. . . " {2} Así que antes que considere los hechos para probar la existencia de
Dios, es válido que se pregunte, "Si Dios existe, ¿quisiera conocerlo a Él?"
He aquí, pues, algunas razones que apoyan la existencia de Dios:
1. A lo largo de la historia, en todas la culturas del mundo, la gente ha estado convencida
de que hay un Dios. ¿Podría uno decir, con algún grado de confianza, que todas esas
personas han estado equivocadas? Miles de millones de personas, que representan
distintas conformaciones sociológicas, intelectuales, emocionales y educacionales . . .
todas llegaron a la misma conclusión de que hay un Creador, un Dios que debe ser
adorado.
"La investigación antropológica ha indicado que hoy, entre la gente primitiva más lejana y
remota, hay una creencia universal en Dios. Y en las historias y leyendas más tempranas
de las personas alrededor del mundo, el concepto original era de un Dios, quien era el
Creador. Un alto Dios original parece haber estado en su conciencia aun en aquellas
sociedades que hoy son politeístas." {3}
2. La complejidad de nuestro universo, nuestro sistema solar y nuestro planeta Tierra
apuntan todos a un Diseñador conocedor y deliberado quien no sólo creó nuestro universo
sino que lo sostiene en el día de hoy. Se podrían dar aquí páginas y páginas de ejemplos
que muestran el diseño de Dios, tal vez sin terminar nunca. Pero aquí van algunos:
La Tierra. . . su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y la gravedad correspondiente
sostiene una delgada capa de gases de nitrógeno y oxígeno, básicamente, sobre la
superficie de la tierra. Extendiéndose sólo unos 80 kilómetros sobre la superficie de la
Tierra, nuestra atmósfera contiene la mezcla correcta de gases para sustentar la vida. Si
la Tierra fuera más pequeña, una atmósfera sería imposible, como el planeta Mercurio. Si
la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter. {4} La
Tierra es el único planeta conocido que está equipado con una atmósfera adecuada para
la vida de las plantas, los animales y los humanos.

159
La Tierra está localizada a la distancia exacta del sol. Considere las oscilaciones de
temperatura que enfrentamos, aproximadamente entre 0 grados y 30 grados. Si la Tierra
estuviera más lejos del sol, todos nos congelaríamos. Si estuviera más cerca, nos
quemaríamos. Sólo una variación mínima en la posición de la tierra respecto del sol y la
vida en la Tierra sería imposible. La Tierra permanece a su distancia perfecta del sol
mientras gira alrededor del sol a una velocidad aproximada de 100.000 km/h. Y la rotación
de la Tierra alrededor de su eje permite que toda la superficie de la tierra sea calentada y
enfriada adecuadamente cada día.
Nuestra luna es del tamaño correcto y está a la distancia correcta de la Tierra. La luna
crea importantes mareas oceánicas y movimientos para que el agua de los océanos no se
estanque, y sin embargo impide que nuestros gigantescos océanos rebalsen sobre los
continentes. {5}
El agua. . . incolora, inodora e insípida, y sin embargo ninguna cosa viva puede sobrevivir
sin ella. El agua no ha sido encontrada en ningún otro planeta, pero cubre el 70 por ciento
de la superficie de la tierra. Las plantas, los animales y los seres humanos consisten en
su mayor parte de agua. . . unos dos tercios del cuerpo humano es agua. Las
características del agua están adaptadas en forma única a la vida:
Tiene el punto de ebullición y de congelamiento inusualmente altos, permitiéndonos vivir
en un medio de cambios constantes de temperatura, manteniendo nuestros cuerpos a
unos 37,6 grados constantes.
El agua es un solvente universal. Tome un vaso lleno de agua, agregue una taza de azúcar
y no se derrama nada por los costados; el agua simplemente absorbe el azúcar. Esta
propiedad del agua le permite llevar miles de elementos químicos, minerales y nutrientes
por nuestros cuerpos y hasta los conductos sanguíneos más pequeños. {6}
El agua es también químicamente inerte, ya que no afecta la constitución de las sustancias
que acarrea. El alimento, los remedios y los minerales son todos absorbidos y utilizados
por el cuerpo, mientras el agua se mantiene como un agente transportador neutro.
El agua tiene una tensión superficial única. Esto, combinado con otra propiedad del agua,
le permite al agua en las plantas fluir hacia arriba en contra de la gravedad, llevando el
agua y los nutrientes portadores de vida hasta la copa de los árboles más altos.
El agua se congela de arriba abajo y flota, permitiéndole a los peces que vivan en el
invierno.
El noventa y siete por ciento del agua de la Tierra está en los océanos. Pero en nuestra
Tierra hay un sistema diseñado para quitar la sal del agua y para distribuir luego el agua
por todo el globo. La evaporación toma el agua de los océanos, dejando la sal, y formando
nubes que son movidas fácilmente por el viento para dispersar el agua sobre la tierra, para

160
la vegetación, los animales y las personas. Es un sistema de purificación y provisión que
ha sustentado la vida en este planeta, un sistema de agua reciclada y reutilizada. {7}
El cerebro humano. . . procesa en forma simultánea una cantidad asombrosa de
información. Su cerebro toma todos los colores y objetos que usted ve, la temperatura
alrededor suyo, la presión de sus pies contra el piso, los sonidos a su alrededor, la
sequedad de su boca y hasta la textura de este artículo en su mano. Además de toda la
información sensorial, su cerebro reconoce respuestas emocionales, ideas y recuerdos.
Su cerebro también hace un seguimiento de las funciones corrientes de su cuerpo, como
su patrón respiratorio, el movimiento de los párpados, el hambre y el movimiento de los
músculos de sus manos.
El cerebro humano procesa más de un millón de mensajes por segundo. {8}
Afortunadamente, su cerebro evalúa la importancia de todos estos datos, filtrando los que
son relativamente de poca importancia. Esta función de filtrado del cerebro es lo que le
permite enfocar y operar en forma selectiva en su mundo. Un cerebro que trata con más
de un millón de piezas de información cada segundo, mientras que evalúa su importancia
y le permite actuar sobre la información más pertinente . . . ¿podemos decir que el simple
azar construyó un órgano tan fantástico?
Cuando la NASA lanza una misión del transbordador espacial, se supone que un mono no
escribió el plan, sino mentes inteligentes y con conocimiento. ¿Cómo explica uno la
existencia de la mente humana? Sólo una mente más inteligente y con mayor
conocimiento que la humanidad podría crear un cerebro humano.
3. La improbabilidad de que el simple "azar" sea la explicación de las características de la
vida. ¿Podría uno mirar a Mount Rushmore donde están esculpidos los rostros de
Washington, Jefferson, Lincoln y Theodore Roosevelt y creer de alguna forma que
surgieron de la casualidad? Dado un tiempo infinito, el viento, la lluvia y el azar, todavía
es difícil de creer que algo así, vinculado con la historia, fue formado en forma aleatoria en
el costado de la montaña. El sentido común nos lleva a concluir que hubo gente que planeó
y esculpió esas figuras.
Este artículo sólo toca algunas de las pocas complejidades necesarias de nuestro mundo:
la posición de la Tierra relativa al sol, algunas propiedades del agua, un órgano en el
cuerpo humano. ¿Podría alguno de estos haber surgido por casualidad?
El distinguido astrónomo Sir Frederick Hoyle mostró como aun el hecho de los
aminoácidos juntándose aleatoriamente en una célula humana es matemáticamente
absurdo. Con relación a nuestras vidas, Sir Hoyle ilustró la debilidad del "azar" con la
siguiente analogía. "¿Cuáles son las probabilidades de que un tornado pueda atravesar
un depósito de chatarra que contenga todas las partes de un 747 y los ensamblara
accidentalmente formando un avión y dejándolo listo para despegar? Las posibilidades

161
son tan pequeñas como para ser despreciables ¡aun si el tornado atravesara una cantidad
de depósitos de chatarra suficiente como para llenar el universo!" {9}
En toda la vida observamos una razonable ley de causa y efecto. Cada efecto tiene una
causa. Cuando uno considera las complejidades de nuestra vida y nuestro universo, es
razonable pensar que un Creador inteligente y amante proveyó todo lo que necesitamos
para la vida. La Biblia describe a Dios como el autor y sustentador de la vida.
4. El sentido inherente del bien y el mal de la humanidad no puede ser explicado
biológicamente. Hasta un ladrón se pone mal y se siente agraviado cuando alguien le roba
a él. Surge en todos nosotros, de cualquier cultura, sentimientos universales del bien y del
mal. Si alguien toma a un niño violentamente de una familia y viola al niño, hay una ira y
repulsión y una furia para confrontar al acto como malo, no importa la cultura. ¿Cómo
adquirimos este sentido de lo que está mal?
Y, yendo a áreas como el coraje, el morir por una causa, el amor, la dignidad, el deber y
la compasión, ¿de dónde vinieron éstos? Si las personas son simplemente producto de la
evolución física, sustancias materiales y biológicas, ¿por qué tenemos un sentido de lo
que está bien? ¿Cómo explicamos una ley universal en la conciencia de todas las
personas que dice que asesinar por placer esta mal? ¿Acaso no tienen todas las personas
un sentido de que un espíritu humilde y el concentrarse en cubrir las necesidades de otros
son cualidades admirables? La mejor forma de explicar nuestra conciencia es por medio
de un Creador amante que se preocupa por nuestras decisiones y la armonía de la
humanidad.
5. Dios no sólo se reveló en lo que puede ser observado en el universo, en la naturaleza
y en la vida humana, sino que Él se ha mostrado todavía más específicamente en la Biblia.
Los pensamientos de Dios, su personalidad, y sus actitudes sólo pueden ser conocidos si
Dios escoge revelarlos. Cualquier otra cosa sería especulación humana. Estamos
perdidos si Dios no quiere ser conocido. Pero Dios quiere que lo conozcamos y nos ha
dicho en la Biblia todo lo que necesitamos saber de Su carácter y cómo relacionarnos con
Él. Esto hace que la confiabilidad de la Biblia sea una consideración importante.
Los hallazgos arqueológicos siguen confirmando la exactitud de la Biblia, más que
refutarla. Por ejemplo, un hallazgo arqueológico en el norte de Israel en agosto de 1993
confirmó la existencia del Rey David, el autor de muchos de los Salmos en la Biblia. {10}
Los Rollos del Mar Muerto y otros descubrimientos arqueológicos siguen respaldando la
exactitud histórica de la Biblia.
La Biblia fue escrita en un lapso de 1500 años, por 40 autores diferentes, en diferentes
localidades y en continentes separados, en tres idiomas diferentes, cubriendo diversos
temas en distintos puntos de la historia. {11} Y, sin embargo, hay una consistencia
asombrosa en su mensaje. A lo largo de toda la Biblia el mismo mensaje aparece:

162
Dios creó el mundo en que vivimos, y nos creó específicamente para que tengamos una
relación con Él
Él nos ama profundamente
Él es santo y por tanto no puede tener una relación con gente pecadora
Pero Dios proveyó una forma para que nuestros pecados sean perdonados
Él nos pide que recibamos Su perdón y que tengamos una relación con Él que durará por
la eternidad
Junto con este guión central, la Biblia nos revela específicamente el carácter de Dios a
nosotros. El Salmo 145 es un resumen típico de la personalidad de Dios, sus pensamientos
y sus sentimientos hacia nosotros. Si quiere conocer a Dios, aquí está Él.
6. A diferencia de cualquier otra revelación de Dios, Jesucristo es el retrato más claro y
específico de Dios. ¿Por qué Jesús? Observe todas las principales religiones del mundo
y encontrará que Buda, Mahoma, Confucio y Moisés se identificaron todos como maestros
o profetas. Ninguno de ellos jamás alegó ser igual a Dios. Sorprendentemente, Jesús lo
hizo. Eso es lo que lo pone a Jesús aparte de todos los demás. Él dijo que Dios existe y
que ustedes lo están mirando. Aunque habló de Su padre en el cielo, no era desde una
posición de separación, sino de una unión muy próxima, única a toda la humanidad. Jesús
dijo que cualquiera que lo había visto a Él lo había visto al Padre; cualquiera que creía en
Él, creía en el Padre.
Él dijo, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida." {12} Él afirmó tener atributos que pertenecen sólo a Dios: poder perdonar
a las personas sus pecados, liberarlos de hábitos pecaminosos, darles un vida más
abundante y darles la vida eterna en el cielo. Y aquí está lo llamativo. A diferencia de otros
maestros que hacían que la gente se concentrara en sus palabras, Jesús les señaló a la
gente a Él mismo. Él no dijo, "sigan mis palabras y encontrarán la verdad." Él dijo, "Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." {13}
¿Qué prueba dio Jesús para afirmar ser divino? Hizo lo que otras personas no pueden
hacer. Jesús realizó milagros. Sanó a la gente: ciegos, cojos, sordos, y hasta resucitó un
par de personas de la muerte. Tenía poder sobre los objetos: en al menos dos ocasiones
creó alimento de la nada, suficiente para alimentar multitudes de varios miles de personas.
Realizó milagros sobre la naturaleza: caminó sobre un lago, detuvo en forma instantánea
una tempestad furiosa para algunos amigos. La gente de todas partes lo seguía a Jesús
porque Él cubría sus necesidades constantemente, haciendo lo milagroso. Él dijo que si
usted no quiere creer lo que le estoy diciendo, debería creer al menos en mí basado en
los milagros que está viendo. {14}

163
¿Qué reveló Jesús acerca de la personalidad de Dios? ¿Qué de los pensamientos de Dios,
sus expectativas y sentimientos hacia la humanidad? Jesucristo mostró que Dios era
gentil, amante, consciente de que estamos centrados en nosotros mismos y de nuestras
falencias, y sin embargo deseaba profundamente una relación con nosotros. Jesús reveló
que, a pesar de que Dios nos ve como pecadores, dignos de su castigo, Su amor por
nosotros estaba por encima y Dios produjo un plan diferente. Dios haría que Su Hijo
recibiera el castigo por nuestro pecado. Y Jesús acepto voluntariamente este plan.
Jesús fue torturado con un látigo de nueve puntas filosas y duras. Una "corona" de espinas
de cinco centímetros fue apretada contra su cabeza. Luego lo sujetaron a una cruz
martillando clavos a través de sus manos y pies contra la madera. Tomando en cuenta
Sus otros milagros, esos clavos no lo mantuvieron sobre la cruz. Su amor por nosotros lo
hizo. Jesús murió en nuestro lugar para que nosotros pudiéramos ser perdonados. De
todas las religiones conocidas por la humanidad, sólo a través de Jesús usted podrá ver a
Dios extendiéndose hacia la humanidad, proveyendo un camino para que tengamos una
relación con Él. Jesús demuestra un corazón divino de amor, cubriendo nuestras
necesidades, acercándonos hacia Él. Por la muerte de Jesús nosotros podemos ser
perdonados, aceptados plenamente por Dios y amados genuinamente por Dios. Dios dice,
"Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia." {15} Este es Dios,
en acción.
La prueba más concluyente de que Jesús es igual a Dios fue el milagro de Jesús que ha
sido más examinado a fondo - Su propia resurrección de los muertos. Jesús dijo que tres
días después de Su entierro volvería de nuevo a la vida. Al tercer día después de Su
resurrección, la piedra de casi dos toneladas enfrente de Su tumba fue catapultada cuesta
arriba de una pendiente. {16} La guardia de soldados romanos bien entrenados vio una
luz enceguecedora y un ángel. Aparte de la ropa para el entierro que había envuelto el
cuerpo de Jesús, la tumba estaba vacía. A través de los años, se han aplicado análisis
legales, históricos y lógicos a la resurrección de Jesús y la conclusión más razonable es
que Jesús se levantó de los muertos.
Si quiere saber si Dios existe, investigue a Jesucristo. Se nos dice que "de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna." {17}
Notas
{1} Romanos 1:19-21
{2} Jeremías 29:13-14
{3} Paul E. Little, Know Why You Believe (Sepa Por Qué Cree) (Victor Books, 1988), p. 22
{4} R.E.D. Clark, Creation ( La Creación) (London: Tyndale Press, 1946), p. 20

164
{5} The Wonders of God's Creation (Las Maravillas de la Creación de Dios), Moody Institute
of Science (Chicago, IL)
{6} Ibid.
{7} Ibid.
{8} Ibid.
{9} Little, p. 24
{10} Thomas McCall, "The Stone of the House of David" ("La Piedra de la Casa de David")
The Levitt Letter (Zola Levitt Ministries), September 1993
{11} Josh McDowell, Evidence That Demands A Verdict (Evidencia Que Exige Un
Veredicto) (San Bernardino, CA: Here's Life Publishers, 1979), p. 16
{12} Juan 8:12
{13} Juan 14:6
{14} Juan 14:11
{15} Jeremías 31:3
{16} Josh McDowell, More Than A Carpenter (Más Que Un Carpintero) (Wheaton, IL:
Tyndale House, 1977), p. 90-91
{17} Juan 3:16
{18} Apocalipsis 3:20
{19} Juan 10:27-29
Píldoras de apologética: El azar 2
EL AZAR/2
A cuantos atribuyen al puro “azar” la causa de la disposición ordenada de lo real, Fred
Hoyle (1915-2001), uno de los más grandes astrónomos y matemáticos del siglo XX,
respondía: “Pero ¿es posible que el azar haya producido también sólo las otras dos mil
enzimas necesarias para el funcionamiento del cuerpo humano? Basta una pequeña serie
de cálculos en el ordenador para darse cuenta de que la probabilidad de que esto haya
sucedido ‘casualmente’ es igual a la probabilidad de obtener siempre 12, por 50.000 veces
de fila, arrojando dos dados sobre la mesa”. Interesa subrayar, añadimos nosotros, que
los dados no deben estar trucados, obviamente.

165
Y proseguía: “Más o menos la misma posibilidad del viejo ejemplo del mono que,
golpeando sobre una máquina de escribir, terminaría sacando la Divina Comedia entera,
con párrafos y puntuaciones en el punto justo”.
Concluyendo así: “Y esto, repito, sólo para las enzimas, porque la improbabilidad alcanza
niveles de locura si lo alargamos a todas las innumerables condiciones necesarias para la
vida: ¿todos como números salidos del cilindro del azar? Si se responde sí, se sale de la
razón

La “hipótesis” Dios ¿es razonable?


Marcelo Bravo Pereira
mbravo@legionaries.org
El autor es profesor de filosofía de la religión
Partimos de dos datos que no se pueden negar:
Primero, la existencia de Dios no es evidente. Al menos no es evidente como lo es la
presencia de los objetos materiales que me circundan.
Ha habido algunos filósofos que han afirmado lo contrario. Son los así llamados
“ontologistas”. Dios, según ellos, sería una idea originaria y originante. Originaria: estaría
presente en todo entendimiento humano como la primera idea, como la imagen de Dios
impresa en el alma de todo hombre. No sólo. Sería además la idea originante: es decir,
daría origen a todo otro conocimiento.
Todo lo que sé lo conozco – según estos autores – sub specie divinitatis, a la luz de la
idea de Dios impresa en mi alma. Es curioso ver, sin embargo, cómo estos filósofos, una
vez que han dejado sentada esta afirmación de la evidencia de Dios como dato irrefutable,
pasan luego a multiplicar las pruebas de la existencia de Dios ¿No que era evidente? Es
decir, afirman en la práctica que la idea de Dios, si se tiene que demostrar, no es evidente.
Dios, por lo tanto, no es evidente. Cuantos han afirmado que han visto a Dios – los
místicos, por ejemplo –, no han visto realmente al mismo Dios. Han visto, a lo sumo, “la
orla de su manto”, sus espaldas, como en el caso de Moisés cuando, escondido en el
hueco de una roca, vio “pasar” a Dios. Es decir, quienes han visto a Dios, han visto a lo
sumo el influjo decisivo y único que éste ha tenido en algún momento de su vida. “A Dios
nadie lo ha visto jamás” es la frase lapidaria de san Juan en su Evangelio.
El segundo dato que no se puede negar: la tendencia del hombre a afirmar la existencia
de Dios. Existe en el hombre una inclinación muy “porfiada” sumamente difícil de extirpar,
y que constantemente retorna: la tendencia afirmar que Dios existe; pero no como existen
las fábulas, las hadas madrinas, los elfos, etc. El hombre, incluso el niño, sabe

166
perfectamente – aunque no siempre sepa explicarlo – cuál es la diferencia entre el
“abominable hombre de las nieves” y Dios.
Ha habido a lo largo de la historia pensadores – por llamarlos de algún modo – que han
negado la existencia de Dios. Si Dios no existe, la persistencia de la afirmación de Dios en
el hombre se debe a causas variadas pero que nada tienen que ver con Dios, por cuanto
que no existe. Dirán que la religión es fruto del miedo, es una sobre-estructura social que
oprime la lucha de clases, es fruto de la represión-sublimación de los instintos sexuales,
alienación de la miseria humana y proyección en un universo metafísico de las cualidades
que corresponden al hombre mismo, manifestación histórica de arquetipos presentes en
el inconsciente colectivo, etc.
Y sin embargo, como ya vimos, “Dios” es porfiado. Vuelve a aparecer. El hombre en esto
es como la yegua vieja, basta soltar un poco las riendas que siempre vuelve al establo.
Echamos a Dios por la puerta y éste vuelve a entrar por la ventana. Puedes dar al hombre
todas las razones que quieras para alejarle de la creencia en Dios, que constantemente
sentirá la nostalgia de la casa paterna.
¿Por qué retorna siempre esta nostalgia de Dios? Además de todas las causas parciales
del surgir de la religión, hay una causa que considero la causa esencial. Ciertamente es
una causa que será prontamente negada por aquellos que, habiendo reducido el hombre
a una sola dimensión, la material, reducen también la religión a un mero fenómeno psico-
biológico, social o cultural.
Pero no. El hombre no es sólo psique e historia. Es también psique e historia. El hombre
es sobre todo un ser que respira a gusto en un ambiente espiritual. La religión brota de
esta dimensión. El hombre es religioso, el hombre tiende a afirmar la existencia de la
trascendencia porque es espiritual. En ausencia de esta consideración, la religión – y la
consiguiente afirmación de Dios – caen en el absurdo, como cae en el absurdo el hombre
mismo cuando se le reduce a una sola dimensión. La afirmación de Dios no surge de las
dimensiones inferiores del hombre, como una especie de invasión del mundo
subconsciente, subhumano en la esfera de la conciencia. No. La religión – y la
consiguiente afirmación de Dios – surge de la dimensión más noble del hombre: su
inteligencia y su voluntad. Ciertamente no sólo de su inteligencia y de su voluntad, porque
el hombre no es sólo eso. El hombre es también sentimiento, pasión, dinamismo psíquico,
costumbres atávicas, etc. Sin embargo, el sentimiento, la pasión, el dinamismo psíquico
son incapaces de formar la convicción de la existencia y de la acción de Dios. El hombre
tiende a afirmar la existencia de Dios porque considera que esta afirmación va en acuerdo
con su entendimiento y con su tendencia al bien. En definitiva, porque la “hipótesis Dios”
es razonable. Y si es razonable es “afirmable” de hecho.
A la pregunta ¿por qué afirmas la existencia de Dios si no es evidente? el hombre “normal”
responde: porque no tengo motivos suficientes para no afirmarlo y sí muchos para

167
afirmarlo (la sensación de no estar solo, el valor objetivo de la moral, la retribución de los
buenos y el castigo de los malos, la inteligibilidad del universo, el valor del principio de
finalidad..., y porque mi madre, que es buena y no me puede engañar, me dijo que sí
existía... etc.).
Por lo tanto, dos datos incontestables: Dios no es evidente y el hombre afirma aquello que
no es evidente. ¿Por qué?
**
Existe el cuento del ateo y el rabino. Dado que el ateo se encuentra en minoría, es él quien
tiene que tomarse la molestia de demostrar por qué afirma aquello que casi nadie afirma,
es decir que Dios no puede existir. Pues bien, después de haber afinado todos sus
argumentos, el ateo subió al monte donde meditaba el rabino. Entró en su cueva sin tocar
a la puerta – muy probablemente porque no había puerta – y esperó la reacción del
anciano rabino. Éste ni se inmutó, continuó leyendo la Sagrada Escritura durante un rato.
Al final, el rabino, sin siquiera levantar la cabeza exclamó: “quizás es verdad”.
Aquí acaba el cuento. Y aquí acabó la vehemencia dialéctica del ateo. Éste no pudo nada
contra ese “quizás”. Quizás sí, quizás no. Quizás existe Dios, quizás no existe. La falta de
evidencia hiere tanto al ateo como al creyente. Ninguno de los dos tiene la evidencia como
para afirmar con absoluta certeza su posición. “Dios” no es evidente porque, o no existe
(lo que no existe no se puede ver), o porque me he hecho incapaz de verlo. Y si soy
incapaz de verlo, tendría, por honestidad, que dar la razón a Wittgenstein: de aquello que
no se puede hablar es mejor callar.
Bien podríamos llegar a un compromiso entre el ateo y el creyente: tablas, ni tú ni yo somos
vencedores, no hay vencidos, mejor cada uno que se reserve su juicio y no ataque al otro.
Esto sería lo más fácil. Y sin embargo, hay algo en mí que no me deja tranquilo. No
obstante todo, no puedo callar. Algo me impele y sé que este “algo” no se reduce a un
puro mecanismo psicológico. ¿Qué hay en mí? ¿Qué hay en la realidad que me circunda
que me empuja a la afirmación de lo que no puedo ver, de lo que no es evidente, de aquello
de lo que no puedo hablar?
***
El análisis de la conducta humana, del hombre normal, nos lleva necesariamente a una
conclusión: para el hombre no es absurdo creer en la existencia de Dios. El niño acepta
de buen grado entrar en contacto con este ser misterioso e invisible que llamamos “el Buen
Dios” o “Tata Dios” (fijémonos que en nuestra cultura americana llamamos Tata, no a un
ser malvado y opresivo, sino al “abuelito”, que es un icono de la bondad y generosidad).
Es verdad que el acercamiento a Dios varía de cultura a cultura. No es lo mismo la visión
que tiene de Dios un cristiano o un musulmán, un hinduista o un melanesiano. Una cosa
es cierta: el ambiente no es determinante en el surgir, en la conciencia, de la existencia

168
de Dios– como tampoco son determinantes los fenómenos psico-biológicos –, estos
fenómenos determinarán, en todo caso, los rasgos que caracterizarán su visión de Dios.
No pasa lo mismo con la afirmación del ateísmo. El ateísmo es extraño a la conciencia
humana en su estado de “normalidad”. Es más bien fruto de una elaboración conceptual.
Esto es un hecho. El niño, y el hombre “normal”, suelen creer en Dios sin cuestionarse
seriamente el porqué de una convicción tan paradójica como la existencia de Dios. Si
preguntamos al hombre “de a pie” por qué cree en Dios, no sabrá bien cómo responder.
Por el contrario, nadie es ateo “por casualidad” sino por diversos motivos – conceptuales,
morales, políticos – que no pretendo enumerar aquí. El ateo siempre tendrá motivos para
ser ateo.
Lo “normal”, por lo tanto, es que el hombre sea religioso. Y esta “normalidad” es
independiente del grado de cultura, de la aptitud emotiva, de la edad. Encontramos
hombres religiosos tanto entre los campesinos como en las facultades de ciencias. Es
verdad que entre los científicos a veces se da un índice mayor de ateos. En la Asociación
científica americana el porcentaje de ateos es más o menos de un 90 %, es decir, el
porcentaje inverso de ateos en la población americana (90 % de creyentes). Para algunos
este índice de adhesión muestra que si hay una profesión que no despierta sentimientos
religiosos, ésta es la de la ciencia.
A esto se puede responder de dos formas. La primera es analizar el porcentaje que se nos
propone. Es verdad que el 90 % de los científicos americanos se declaran ateos. Pero si
se analizan las áreas científicas por separado se descubrirá que los científicos que más
tienden a creer en Dios son los astrónomos y los matemáticos, mientras que los que menos
aceptan la “hipótesis” Dios son los biólogos. Es decir, en todo caso no son los científicos
los ateos, sino sólo un grupo de ellos: los biólogos (se puede consultar a este propósito
Scientists and Religion in America, de Edward J. Larson - Larry Witham, artículo que
apareció en la revista Scientific American, Septiembre de 1999, pp. 78-83). Y esto debido
a los presupuestos ideológicos darwinianos – que no son estrictamente hablando
científicos – del estudio de la biología más que a las conclusiones mismas de la ciencia.
Otra respuesta se refiere al hecho mismo que existan científicos creyentes. Aquí la
excepción no confirma, sino destruye la regla. En línea teórica me bastaría un científico de
primer nivel, reconocido mundialmente por su saber, que fuese creyente, para mostrar
cómo la ciencia no está necesariamente en contraste con la creencia en Dios, porque si
así fuera este científico no podría ser de primer nivel, su creencia en Dios sería un
obstáculo insalvable para su investigación científica. El hecho es que no hay uno, sino
muchos científicos que afirman la existencia de Dios precisamente – y esto es notable – a
causa de sus estudios científicos. Por el estudio de los fenómenos cósmicos llegan a la
convicción de una inteligencia anterior que ha dado forma “more geometrico” al universo.
***

169
Existe, por lo tanto, esta vieja convicción existencial en el hombre: Dios existe y actúa en
la vida de los hombres. Dios se deja ver, aunque sea ocultándose a través de los
fenómenos de la vida del cosmos y se hace presente en el íntimo de la conciencia humana.
La pregunta no es por tanto si Dios existe. Al parecer, no obstante su no evidencia, Dios
existe en el consenso de todos los hombres, o de la mayor parte de ellos. La pregunta es
otra: tengo la convicción existencial de que Dios existe, porque lo siento, porque me han
hablado tantos de él, porque lo “mamé” de los pechos de mi madre, ¿puedo afirmar la
existencia de Dios también con la razón? Con otras palabras, ¿es razonable que Dios
exista? ¿Puedo pasar de la “vivencia”, del envoltorio experiencial, emotivo, sentimental
que rodea a la “hipótesis” Dios para convencerme de que esta idea no es irracional; más
aún, que estoy obligado intelectualmente a afirmar que Dios existe?
Aquí está el problema fundamental de lo que llamamos “teología racional”. Dios no es
evidente, es necesario demostrar su existencia. Pero la finalidad de esta demostración no
es, en primer lugar, suscitar la fe en Dios. Quienes siguen el recorrido de la teología
racional no ponen entre paréntesis su creencia en Dios para ver si pueden llegar a él por
vía puramente racional. Santo Tomás, por citar al más representativo, no se convirtió en
un ateo que llega a la fe y al conocimiento de Dios a través de las cinco vías. Él es un
creyente que busca analizar desde el punto de vista de la razón las “razones” de su
creencia en Dios. Aquí radica uno de los grandes errores de la reflexión sobre Dios.
Muchos, Pascal entre ellos, rechazaron las pruebas de la existencia de Dios por su
incapacidad para convencer a cualquier ateo de que Dios existe y de que él se reveló en
Jesucristo. Obvio, porque esperaban de las “cinco vías de santo Tomás” lo que éstas no
pretendían ofrecer. La conversión va más allá de un mero juego conceptual. Está implicada
toda la vida. Está implicada, sobre todo, la gracia divina.
Aristóteles nos dijo que un pequeño error en el inicio llegaba a ser grande, incolmable, al
final. Si se mira con atención, hay una diferencia notable entre decir que el punto de partida
es ver si Dios existe y considerar, por el contrario, como punto de partida la posibilidad de
demostrar racionalmente la existencia de Dios. Claro, los neopositivistas dirán que “Dios
existe” es una proposición carente de sentido por cuanto que no es empíricamente
verificable. Efectivamente, “Dios” no es empíricamente verificable, pero se puede llegar a
Dios a través de aquello que sí es empíricamente verificable.
Aquí está el nudo de la argumentación tomista. Aquí está toda la fuerza argumentativa de
las cinco vías tomistas, en la posibilidad – que nadie puede negar razonablemente – de
que haya verdades evidentes y otras menos evidentes y que las primeras (las verdades
evidentes) me sirvan de gancho para llegar a las segundas (las verdades no evidentes).
Pongamos un ejemplo muy sencillo: no es evidente que quien lee este escrito es mortal.
No es evidente porque, si lee este escrito, está tan vivo como el que lo escribió, al menos
durante el tiempo que empleó para escribirlo. No es evidente que sea mortal. Es evidente

170
más bien lo contrario: quien lee este artículo está vivo y por la situación presente, actual,
no se ve con evidencia que esté destinado a la muerte. Sin embargo, yo puedo afirmar
con verdad que quien lee este escrito – Francisco, por poner un nombre – es mortal
porque, dado que es evidente que Francisco es un hombre, Francisco es un individuo que
pertenece a la naturaleza humana, y el hecho de que haya tantos muertos en el cementerio
indica evidentemente que quien pertenece a la naturaleza humana es mortal, por lo tanto,
puedo decir con certeza que Francisco es mortal. Y decir lo contrario sería ir contra la
evidencia, no la evidencia inmediata sino contra la evidencia mediata. Es decir, he pasado
de una verdad evidente a otra no evidente y este paso es de tal modo argumentado que
no puedo dudar del valor de verdad de la proposición no evidente.
¿Es posible llegar a la existencia de Dios de este modo? Parece sencillo: ¿es posible pasar
a lo no evidente a partir algo que sea evidente y que me sirva de término de unión entre lo
evidente y lo no evidente? Pero, ¿cuál sería ese término de unión en el caso de la
demostración de la existencia de Dios?
***
Imaginémonos que caminamos por un bosque. De pronto encontramos un árbol con una
rama cascada, colgando del tronco del árbol. ¿Qué pensamientos suscita en nosotros este
fenómeno? Si la rama está rota y colgando del tronco, lo primero que me pregunto es ¿qué
pasó aquí? Generalmente las ramas de los árboles no crecen de este modo. Si veo por el
contrario un árbol con todas sus ramas íntegras, no me hago más preguntas. Que un árbol
tenga sus ramas rectas es lo normal. Pero si encuentro una rama desgarrada y colgando,
lo normal es que me pregunte qué pasó. Ahora bien, ¿puedo saber, a partir de la rama
cortada, quién rompió la rama? ¿Puedo saber si fue un animal o un hombre o el peso de
la nieve o el viento? ¿Puedo saber el motivo por el cual un hombre – si es que fue un
hombre – rompió la rama? ¿Puedo saber si lo hizo por pura maldad o porque quería dar
una señal a otra persona con la que había convenido? ¿Puedo saber el color de los ojos
de esta persona, su edad, su estatura, su porte moral o espiritual? La respuesta a estas
preguntas es obvia: no. No puedo saber todo esto porque existe una desproporción real
entre el efecto (la rama cortada) y la causa (hombre, animal o fenómeno natural).
¿No ocurre lo mismo con Dios? Lo evidente para nosotros es el mundo natural, sensible,
material, pero ¿no existe una desproporción tal entre el Creador y la creatura que hace
ilegítimo este paso? La creación es material, Dios – si existe – es espiritual. Entre el mundo
material y el ámbito espiritual hay una diferencia cualitativa, no solamente cuantitativa.
¿Sería lícito pasar del mundo material, sensible, a una realidad espiritual, inmaterial? Al
parecer no.
Volvamos al ejemplo de la rama rota que cuelga del árbol. El hecho de que se dé este
fenómeno no me dice gran qué de su causa. Pero me dice una cosa: debe existir una
causa. No sé lo que pasó con esta rama, tal vez nunca lo sabré. Pero sé al menos que

171
“algo pasó”. Y esto lo sé con certeza. El árbol no pudo herirse a sí mismo, ni hasta ahora
se puede hablar de árboles que naturalmente hacen brotar ramas rotas. No se considera
aquí las circunstancias del hecho (si el desgarrón es grande o pequeño, si está hecho en
la parte gruesa o delgada del árbol, etc.). Lo que se considera aquí es el hecho mismo de
estar roto. Es decir, la existencia misma del efecto me lleva a su causa. Claro, se podría
rebatir también diciendo que la rama se quebró a causa de un defecto mismo del árbol y
por lo tanto no por causa de algo externo. Es verdad, y el ejemplo que he utilizado no es
perfecto. Sin embargo, también aquí tenemos que decir que hubo una causa. Ésta fue la
deficiencia misma del árbol y la fuerza de gravedad. Es decir, hubo una causa.
Con Dios pasa lo mismo. Partimos de lo que es evidente, es decir, de la realidad natural.
La primera consideración, la más general que nos sugiere es que de hecho existe. Hay
algo en vez de la nada. Este algo es variado, multiforme, colorido, pero también
contingente, precario, cambiante, inestable... y por lo mismo, descubro que yo mismo y lo
que me rodea pudo haber sido diversamente de como es actualmente. Si mis padres no
se hubieran encontrado, yo no hubiera existido; y esto vale para todas las realidades
naturales. Todo nos dice que todo pudo haber sido diversamente de como es. Es decir, no
existe necesariamente, es contingente. No encuentra en sí mismo la razón de ser de su
existencia actual.
Ahora bien, la pura contingencia es irracional. Es como decir que la rama se rompió a sí
misma sin ninguna causa. Nada la rompió. Pero si nada la rompió, entonces tendría que
estar derecha como las demás. Insisto. La imposibilidad de deducir las características de
esta causa no afecta en lo más mínimo a la necesidad de que exista una causa. Referido
a la existencia del mundo, de la realidad contingente, se da la misma afirmación: no sé
cómo es esta causa, pero sé al menos dos cosas, en primer lugar que existe una causa,
y en segundo lugar, que tiene el poder, la capacidad, de influir sobre aquello que causa,
es decir sobre el efecto. Al ver la rama rota afirmo con necesidad que 1º hay una causa
de esa rotura y 2º esa causa tiene la fuerza suficiente como para romper la rama.
Así ocurre con el universo contingente en su conjunto. La existencia misma del mundo
exige una causa, y esta causa debe tener tanta fuerza, tanta capacidad, al menos para
estar en el origen del existir mismo del mundo.
De este modo podemos responder satisfactoriamente al problema fundamental: ¿es
posible pasar de lo evidente a lo no evidente en la argumentación sobre la existencia de
Dios? Sí, es posible. Lo evidente es el ser mismo de las cosas y su insuficiencia, su
incapacidad para autojustificarse. Ese ser contingente evidente exige la afirmación de una
causa proporcionada no evidente, es decir, una causa capaz de crear, de dar el ser que
las creaturas no pueden darse a sí mismos. A esta causa primera omnes Deum apellant,
todos llaman Dios.■

172
“Quizá Dios No exista”… ¿Pero si existe?
Por Laureano López
“Maybe god doesn’t exist. Don’t worry, be happy!” Quizá Dios no exista. No te preocupes,
sé feliz. El eslogan promovido por el ateo Richard Dawkins y que se buscaba difundir como
propaganda en los medios de transporte, creó una gran polémica en Londres a inicios de
noviembre de 2008.
¿Será posible acercarnos al problema de Dios de otra forma? Quizá Dios exista.
Ocúpate, sé feliz.
Los descubrimientos científicos de los últimos decenios en el campo de la física y de
la astronomía revelan que existe una relación estrecha entre la existencia de la vida
humana y la estructura, propiedades y evolución del universo en su totalidad.
Una variación mínima significativa en algunas constantes físicas haría imposible la
vida humana sobre la Tierra. Existen algunas constantes en el universo sobre las cuales
la mayoría de los científicos concuerdan que si hubiera variación en ellas sería imposible
la vida. Eso lo reconocen tanto científicos creyentes como no creyentes (cf. R. Dawkins, a
debate with F. Collins titled “God vs. Science” in Time Magazine, nov. 13, 2006).
¿Cuáles son algunos de estos parámetros?
1) La fuerza electromagnética (por la cual los electrones se rechazan) en
comparación con la fuerza de la gravedad (por la cual se atraen) es superior por un valor
de 1042 pero si el valor de esta fuerza cambiara a 1041 ó a 1043 la vida humana no
hubiera aparecido.
2) El valor de la fuerza nuclear fuerte es 137 veces más intensa que la fuerza
electromagnética; si variara este número considerablemente no existiría la vida humana.
3) La densidad del universo. La masa visible del universo es de 1056 gramos. Si la
masa fuera de 1055 ó de 1057 no existiría la vida humana.
4) Las relaciones entre el Sol, la Tierra y la Luna. Una modificación sensible de la
masa del Sol impediría la vida en la Tierra. La Tierra sin la Luna sería inhabitable, pues
esta última mantiene en equilibrio a 23’5 grados la inclinación de la Tierra mientras gira
sobre su propio eje. Una variación en esto y no se producirían las estaciones, el calor del
Sol no se distribuiría equitativamente, se quemaría parte de la Tierra y otra parte se
congelaría (cf. M. Carreira, Ciencia y fe ¿relaciones de complementariedad? en L. Prieto,
Panorama del Dibattito Scienza-Religione oggi, APRA, Roma 2007, pp. 122-127).
Estos parámetros físicos y cosmológicos, ¿indican que puede existir una finalidad en el
universo? Aquí es donde no concuerdan científicos creyentes y no creyentes. ¿Por qué?
La ciencia únicamente ofrece datos empíricos que racionalmente podrían orientar a una

173
posterior reflexión filosófica sobre la finalidad del universo y el porqué de la aparición del
hombre. Al conjunto de parámetros físicos y cosmológicos que indican una dirección
finalizada del universo que pueda hacer posible la aparición del hombre, se le conoce
como “Principio Antrópico".
Así se expresaba el ilustre físico Freeman Dyson: “no me siento un extraño en el
universo. Cuanto más examino y estudio las particularidades de su arquitectura, tanto más
numerosas son las pruebas de que el universo, en cierta manera, debía saber que
llegaríamos. Afirmo que la arquitectura del universo es coherente con la hipótesis de que
la mente tenga un papel esencial para su funcionamiento” (F. Dyson, Turbare l’universo,
en L. Prieto, Panorama… p. 193).
En otras palabras, hay datos científicos que abren la puerta a la reflexión: el universo
se desarrolla según un plan inteligente superior a la mente humana, quizá Dios existe.
Para otros, como Richard Dawkins, la ciencia empírica es todo y aseguran que no hay una
finalidad en el universo, sino que la existencia de estas constantes es debida al caos.
Vivimos en un universo dentro de una serie de Multiuniversos, donde por suerte se
combinaron estas variantes e hicieron posible la existencia humana. A esto sólo se puede
llegar cuando la ciencia traspasa los límites de su competencia, pues ni la finalidad ni el
caos son conceptos que se puedan someter a una verificación científica. Al exagerar el
valor de la ciencia se llega a la frase: quizá Dios no existe.
La ciencia puede indicarnos el valor de la fuerza de la gravedad pero no puede
decirnos el porqué, pues esto rebasa los límites de su competencia. Esto lo había
entendido muy bien el científico que descubrió la ley de la gravedad, Isaac Newton. En las
dos últimas páginas de su obra, encontramos en el scholium la famosa frase: Hypotheses
non fingo “no invento hipótesis” con la que comentaba que la ley de la gravedad le servía
para explicar con precisión el fenómeno de las mareas por la fuerza de atracción de la
Luna; sin embargo aseguraba que no era capaz de deducir a partir de los fenómenos las
razones de la ley de la gravedad, es decir, su causa, el porqué. Y concluía que sobre esto
no inventaba hipótesis (cf. I. Newton, Principia Matematica Philosophiae Naturalis, Utet,
Torino 1989).
“Quizá Dios no exista. No te preocupes, sé feliz”. Si se vive suponiendo que Dios no
existe es verdad que no hay que preocuparse por muchas cosas. La vida se toma a la
ligera o superficialmente. Esto ya lo había notado un autor como Fëdor Dostoyevski en su
obra Los Hermanos Karamazov. En ella, a través de su personaje Iván Karamazov, nos
dice: “si no hay inmortalidad del alma, tampoco hay virtud, quiere decirse que todo está
permitido”.
El problema es que esta forma de ver el mundo arrastró a su hermanastro Smerdiakov
a asesinar a su padre. Cuando Iván le preguntó por qué lo había hecho, él le respondió:

174
“ud. me enseñó a pensar así. Si Dios no existe, tampoco la virtud o, por lo menos, no sirve
para nada”. La triste realidad de estos dos personajes lleva al suicidio de uno y la locura
del otro.
Entonces se puede vivir despreocupado, pero realmente así no se es
verdaderamente feliz. Si Dios no existe, la vida termina en este mundo. Si la vida termina
en este mundo, hay que aprovecharla al máximo. Pero, ¿hasta dónde puedo llegar?, pues
todos querrán hacer lo mismo. Si nadie puede impedirme que haga lo que quiera, ¿existirá
entonces la justicia? ¿Quién la garantizará? ¿Será lo mismo lo justo que lo injusto? ¿Por
qué podremos decir que hay gente buena o mala? ¡Cuántas preocupaciones si Dios no
existe! ¡Cuánta infelicidad al contemplar las desigualdades de esta vida!
Quizá Dios exista. Ocúpate, sé feliz. La preocupación o despreocupación no resuelve
los problemas. Ocúpate por ser justo para que exista la justicia en este mundo y Dios te
hará justicia. Vive feliz, porque tu vida tiene un sentido y porque todo lo bueno que hagas
mejora algo en el mundo presente y queda para la eternidad. Ocúpate haciendo el bien a
los hombres, porque existe Dios y Él te lo recompensará. Dios ha preparado este
maravilloso universo para que convivan todos los hombres, ocúpate sanamente en vivir
bien y practicar la justicia con los demás.
Fuente: http://www.fluvium.org/textos/iglesia/igl870.htm
Paz y bien.
Cosmovisiones
Jerry Solomon
Un amigo mío me contó hace poco una conversación que tuvo con un buen amigo que
llamaremos Juan. Juan es doctor. No es cristiano. La conversación fue la siguiente: "Juan,
eres un doctor excelente. Te preocupan profundamente tus pacientes. ¿Por qué te
preocupa tanto la gente si crees que hemos evolucionado del azar? ¿Qué es lo que nos
da valor?" Juan se quedó atónito ante la pregunta y no la pudo contestar. Su "cosmovisión"
había sido sacudida.
El concepto de cosmovisión ha recibido una atención creciente en los últimos años. Se
han escrito muchos libros sobre el tema de las cosmovisiones, tanto desde puntos de vista
cristianos como no cristianos. Es común que los conferencistas se refieran al término. En
ocasiones, aun las críticas de películas y de música podrán incluir la expresión. Toda esta
atención nos lleva a preguntar, "¿Qué significa el término?" y "¿Qué diferencia hace?" Es
nuestra intención contestar estas preguntas. Y es nuestra esperanza que todos nosotros
prestaremos una atención seria a nuestra propia cosmovisión, así como a las
cosmovisiones de los que nos rodean.

175
¿Qué es una Cosmovisión?
¿Qué es una Cosmovisión? Se han ofrecido una variedad de definiciones por numerosos
autores. Por ejemplo, James Sire afirma que "Una cosmovisión es un conjunto de
presuposiciones (o premisas) que sostenemos (consciente o inconscientemente) acerca
de la constitución básica de nuestro mundo." {1} Phillips y Brown dicen que "Una
cosmovisión es, antes todo, una explicación y una interpretación del mundo y, segundo,
una aplicación de esta visión a la vida. En términos más simples, nuestra cosmovisión es
una visión del mundo y una visión para el mundo." {2} Walsh y Middleton proveen lo que
creemos es la explicación más sucinta y comprensible: "Una cosmovisión provee un
modelo del mundo que guía a sus adherentes en el mundo." {3} En el entendimiento que
pueden agregarse muchas sutilezas, ésta será nuestra definición operativa.
La Necesidad de una Cosmovisión
Las cosmovisiones funcionan en forma parecida a los anteojos o los lentes de contacto.
Es decir, una cosmovisión debería proveer la "receta" correcta para encontrarle sentido al
mundo, de la misma forma que usar la receta correcta para tus ojos hace que las cosas
se vean enfocadas. Y, en ambos ejemplos, una receta incorrecta puede ser peligrosa,
hasta para la vida. Las personas que están luchando con preguntas relacionadas con las
cosmovisiones suelen estar desesperadas y hasta pueden tener tendencias suicidas. Por
lo tanto, es importante que le demos atención a la formulación de la cosmovisión
adecuada. Arthur Holmes dice que la necesidad de una cosmovisión es cuádruple: "la
necesidad de unificar el pensamiento y la vida; la necesidad de definir la vida buena y
encontrar esperanza y sentido en la vida; la necesidad de guiar el pensamiento; la
necesidad de guiar la acción." {4} Todavía otra necesidad importante para una
cosmovisión adecuada es la de ayudarnos a manejar una cultura cada vez más
diversificada. Nos vemos enfrentados a una diversidad de cosmovisiones, cada una de las
cuales hace afirmaciones acerca de la verdad. Se nos desafía a poner orden en medio de
esta mezcla de cosmovisiones con sabiduría. Estas necesidades son experimentadas por
todas las personas, sea consciente o inconscientemente. Todos nosotros tenemos una
cosmovisión con la que luchamos para satisfacer tales necesidades. La cosmovisión
adecuada nos ayuda, orientándonos hacia el terreno intelectual y filosófico que nos rodea.
Las cosmovisiones son tan parte de nuestras vidas que las vemos y oímos diariamente,
sea que las reconozcamos o no. Por ejemplo, las películas, la televisión, la música, las
revistas, los diarios, el gobierno, la educación, la ciencia, el arte y todos los otros aspectos
de la cultura son afectados por las cosmovisiones. Si pasamos por alto su importancia, lo
hacemos en detrimento nuestro.
Probando las Cosmovisiones

176
Una cosmovisión debería pasar ciertas pruebas. Primero, debe ser racional. No debería
pedirnos que creamos cosas contradictorias. Segundo, debe estar respaldada por la
evidencia. Debe ser consistente con lo que observamos. Tercero, debería dar una
explicación comprensiva y satisfactoria de la realidad. Debería explicar por qué las cosas
son como son. Cuarto, debería proveer una base satisfactoria para vivir. No debería
dejarnos con la sensación de estar obligados a pedir prestado elementos de otra
cosmovisión a fin de vivir en este mundo.
Componentes que se Encuentran en Todas las Cosmovisiones
Además de someter a las cosmovisiones a estas pruebas, deberíamos ver también que
las cosmovisiones tienen componentes en común. Estos componentes son evidentes por
sí mismos. Es importante tenerlos en mente al establecer tu propia cosmovisión y al
compartirla con otros. Son cuatro los componentes.
Primero, algo existe. Esto puede parecer obvio, pero es realmente un elemento
fundacional importante en la construcción de una cosmovisión ya que algunos tratan de
negarlo. Pero una negación va en contra de sí misma, porque todas las personas
experimentan causas y efectos. El universo es racional; es predecible.
Segundo, todas las personas tienen absolutos. De nuevo, muchos tratarán de negar esto,
pero negarlo es afirmarlo. Todos nosotros buscamos un punto de referencia infinito. Para
algunos, es Dios; para otros, es el estado, o el amor, o el poder y, para algunos, este punto
de referencia son ellos mismos o el hombre.
Tercero, dos afirmaciones contradictorias no pueden ser ambas correctas. Esta es una ley
primaria de la lógica que es negada continuamente. Hablando idealmente, sólo una
cosmovisión puede reflejar correctamente la realidad. Esto no puede ser enfatizado
demasiado a la luz de la creencia notoria de que la tolerancia es la virtud suprema. Decir
que algo está mal es rotulado como intolerante, o de mente estrecha. Una buena
ilustración de esto es cuando oímos a la gente decir que todas las religiones son iguales.
Esto significaría que los hindúes, por ejemplo, están de acuerdo con los cristianos respecto
de Dios, Jesús, la salvación, el cielo, el infierno, y una multitud de otras doctrinas. Esto es
ridículo.
Cuarto, todas las personas practican la fe. Todos nosotros presuponemos que ciertas
cosas son verdaderas sin pruebas absolutas. Estas son inferencias, o supuestos, sobre
las cuales se basa una creencia. Esto se vuelve importante, por ejemplo, cuando
interactuamos con aquellos que aducen que sólo el científico es completamente neutral.
Algunos supuestos comunes son: existe un Dios personal, el hombre evolucionó de la
materia inorgánica; es hombre es esencialmente bueno; la realidad es material.

177
Al dialogar con personas que tienen cosmovisiones contradictorias, una comprensión de
estos componentes comunes puede ayudarnos a escuchar más pacientemente, y pueden
guiarnos a plantear nuestro punto de vista más sabiamente.
Seis Preguntas de las Cosmovisiones
¿Alguna vez te viste frustrado tratando de encontrar formas de sacudir el pensamiento de
un amigo no cristiano? Confiamos que las siguientes preguntas serán de ayuda. Y también
confiamos que sacudirán tu pensamiento acerca del tema de las cosmovisiones.
Contestaremos estas preguntas con varias respuestas no cristianas. Las respuestas
cristianas serán tratadas más tarde en este artículo.
Primero, ¿Por qué hay algo en vez de nada? Algunos pueden llegar a decir que algo vino
de la nada. Otros pueden decir que algo está aquí debido al espíritu o a la energía
impersonal. Y muchos creen que la materia es eterna.
Segundo, ¿Cómo se explica la naturaleza humana? Frecuentemente la gente dirá que
nacemos como tableros en blanco, ni buenos ni malos. Otra respuesta popular es que
nacemos buenos, pero la sociedad hace que nos comportemos de una forma distinta.
Tercero, ¿Qué le ocurre a una persona al morir? Muchos dirán que la muerte de una
persona es sólo la desorganización de la materia. Cada vez más, la gente de nuestra
cultura está diciendo que la muerte lleva a la reencarnación o a la conciencia de la unidad.
Cuarto, ¿Cómo se determina lo que está bien y lo que está mal? A menudo oímos decir
que la ética es relativa o situacional. Otros afirman que no tenemos libre albedrío ya que
estamos determinados completamente. Algunos simplemente derivan lo que "debería ser"
de lo que "es." Y, por supuesto, la historia nos ha mostrado los resultados trágicos de una
respuesta del tipo de "la fuerza es la razón."
Quinto, ¿Cómo saber que uno sabe? Algunos dicen que la mente es el centro de nuestra
fuente de conocimiento. Las cosas sólo se conocen en forma deductiva. Otros afirman que
el conocimiento sólo se encuentra en los sentidos. Sólo conocemos lo que es percibido.
Sexto, ¿Cuál es el significado de la historia? Una respuesta es que la historia está
determinada como parte de un universo mecanicista. Otra respuesta es que la historia es
una corriente lineal de eventos vinculados por causas y efectos, pero sin propósito.
Todavía otra respuesta es que la historia no tiene sentido porque la vida es absurda. {5}
El cristiano atento reconocerá rápidamente que las respuestas anteriores son contrarias a
sus creencias. Hay diferencias indiscutibles, y a veces asombrosas. Las cosmovisiones
chocan entre sí. Por lo tanto, deberíamos saber al menos algo acerca de las
cosmovisiones que son claves en el conflicto. Y, por cierto, deberíamos poder articular una
cosmovisión cristiana.

178
Ejemplos de Cosmovisiones
En su libro excelente, The Universe Next Door (El Universo de al Lado), James Sire
clasifica las cosmovisiones más influyentes del pasado y del presente. Estas son el Teísmo
Cristiano, el Deísmo, el Naturalismo, el Nihilismo, el Existencialismo, el Panteísmo Oriental
y la Nueva Era o Nueva Conciencia. {6}
El Deísmo, una cosmovisión destacada durante el siglo dieciocho, ha abandonado la
escena casi por completo. El deísta cree en Dios, pero que Dios creó y luego abandonó al
universo.
El Nihilismo, una cosmovisión más reciente, está vivo entre muchos jóvenes y entre
algunos intelectuales. Los nihilistas no ven ningún valor en la realidad; la vida es absurda.
El Existencialismo es importante y puede verse frecuentemente, aun entre cristianos
desprevenidos. El existencialista, como el nihilista, ve la vida como absurda, pero lo ve al
hombre totalmente libre como para hacerse a sí mismo ante esta absurdidad.
El Teísmo Cristiano, el Naturalismo y el Panteísmo de la Nueva Era son las cosmovisiones
más influyentes en la actualidad en los Estados Unidos. Ahora pasaremos a examinar
cada uno de ellas.
El Teísmo Cristiano
Volvamos a las seis preguntas que hicimos anteriormente y veamos brevemente como las
podría contestar el teísta cristiano.
Pregunta: ¿Por qué hay algo en vez de nada? Respuesta: Hay un Dios infinito-personal
que ha creado el universo de la nada.
Pregunta: ¿Cómo se explica la naturaleza humana? Respuesta: El hombre fue creado
originalmente bueno, a la imagen de Dios, pero escogió pecar y, por lo tanto, infectó a toda
la humanidad con lo que se llama "naturaleza pecaminosa." Así que el hombre fue dotado
de valor por su creador, pero su comportamiento negativo está asociado con su
naturaleza.
Pregunta: ¿Qué le pasa a una persona cuando muere? Respuesta: La muerte es la puerta
a la vida con Dios o a la separación eterna de Él. El destino depende de la respuesta que
damos a la provisión de Dios por nuestro pecado.
Pregunta: ¿Cómo se determina lo que está bien y lo que está mal? Respuesta: Las pautas
para la conducta son reveladas por Dios.
Pregunta: ¿Cómo saber que uno sabe? Respuesta: La razón y la experiencia pueden ser
maestras legítimas, pero es necesaria una fuente trascendente. Sabemos algunas cosas
sólo porque Dios nos las dice a través de la Biblia.

179
Pregunta: ¿Cuál es el significado de la historia? Respuesta: La historia es una secuencia
lineal y con significado de eventos que conducen a la realización de los propósitos de Dios
para el hombre.
El Teísmo Cristiano tuvo una larga historia en la cultura occidental. Esto no significa que
todos los individuos que han vivido en la cultura occidental hayan sido cristianos.
Simplemente significa que esta cosmovisión fue dominante; fue la más influyente. Y esto
fue cierto aun entre los no cristianos. Esto ya no es válido. La cultura occidental ha
experimentado una transición hacia lo que se denomina Naturalismo.
El Naturalismo
Si bien el Naturalismo en sus distintas formas es antiguo, usaremos el término para
referirnos a una cosmovisión que ha tenido una influencia considerable durante un tiempo
relativamente corto dentro de la cultura occidental. Las semillas fueron sembradas en el
siglo diecisiete y comenzaron a florecer en el siglo dieciocho. Muchos de nosotros hemos
estado expuestos al Naturalismo mediante el Marxismo y lo que se denomina Humanismo
Secular.
¿Cuáles son las doctrinas básicas de esta cosmovisión? Primero, Dios es irrelevante. Esta
doctrina nos ayuda a entender mejor el término Naturalismo; está en contraste directo con
el Teísmo Cristiano, que está basado en el sobrenaturalismo. Segundo, el progreso y el
cambio evolucionista son inevitables. Tercero, el hombre es autónomo, centrado en sí
mismo y se salvará a sí mismo. Cuarto, la educación es la guía para la vida; la inteligencia
y la libertad garantizan todo el potencial humano. Quinto, la ciencia es el proveedor último
tanto del conocimiento como de la moral. Estas doctrinas han impregnado nuestras vidas.
Son aparentes, por ejemplo, en los medios, el gobierno y la educación. Debemos estar
alertas constantemente a su influencia.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el "Postmodernismo" comenzó a reemplazar la
confianza del Naturalismo. Con él, llegó la conclusión que no existía la verdad en ningún
sentido real. Esta puede ser la próxima cosmovisión principal, o anti-cosmovisión, que
infectará la cultura. Actualmente está de moda en muchas de nuestras universidades.
Mientras tanto, sin embargo, las últimas décadas nos han traído otra antigua cosmovisión
vestida de ropas occidentales
El Panteísmo de la Nueva Era
Se han destacado varias formas de Panteísmo en las culturas orientales durante miles de
años. Pero comenzó a tener efecto en nuestra cultura en la década de 1950. Han habido
varios intentos de introducir sus enseñanzas con anterioridad, pero esos intentos no
despertaron el interés que surgió en esa década. Se lo observa más fácilmente ahora en
lo que se denomina el Movimiento de la Nueva Era.

180
¿Cuáles son las doctrinas básicas de esta cosmovisión? Primero, todo es uno. No hay
distinciones últimas entre los humanos, los animales o el resto de la creación. Segundo,
como todo es uno, todo es dios. Toda vida tiene una chispa de la divinidad. Tercero, si
todo es uno y todo es dios, entonces cada uno de nosotros es dios. Cuarto, los humanos
deben descubrir su propia divinidad experimentando un cambio de conciencia. Padecemos
de un tipo de amnesia metafísica colectiva. Quinto, los humanos transitan a través de
ciclos indefinidos de nacimiento, muerte y reencarnación a fin de sacarse de encima lo
que se denomina el "karma malo." Sexto, los discípulos de la Nueva Era piensan en
términos de gris, y no de blanco y negro. Por lo tanto, creen que dos declaraciones
contradictorias pueden ser ambas verdaderas.
A nivel popular, estas doctrinas son afirmadas actualmente a través de distintos medios,
tales como libros, revistas, la televisión y las películas. Tal vez la maestra más visible sea
Shirley MacLaine. Pero estas creencias pueden encontrarse también, cada vez más, entre
intelectuales en campos tales como la medicina, la psicología, la sociología y la educación.
Conclusión
Hemos examinado muy brevemente el tema de las cosmovisiones. Volvamos a la
definición que hemos afirmado al principio de este artículo: "Una cosmovisión provee un
modelo del mundo que guía a sus adherentes en el mundo." Si tu modelo del mundo
incluye un Dios infinito-personal, como en el Teísmo Cristiano, esa creencia debería
proveerte una guía para tu vida. Si tu modelo lo rechaza a Dios, como en el Naturalismo,
nuevamente esa creencia te sirve como una guía. O si tu modelo afirma que eres dios,
como en el Panteísmo de la Nueva Era, de nuevo tu vida está siendo guiada por ese tipo
de concepción. Estos ejemplos deberían recordarnos que estamos viviendo en una cultura
que nos pone en contacto con este tipo de ideas constantemente, y muchas más. No
pueden ser todas verdaderas.
En consecuencia, algunos de nosotros podremos ser confrontados con la necesidad de
pensar más profundamente que en cualquier otro tiempo. Algunos de nosotros
necesitaremos purgar aquellas cosas de nuestras vidas que son contrarias a la
cosmovisión del Teísmo Cristiano. Algunos de nosotros podremos necesitar entender
mejor que nuestros pensamientos tienen que ser unificados con nuestra vida cotidiana.
Algunos de nosotros podremos necesitar entender mejor que la vida, esperanza y
significado buenos se encuentran sólo a través de las respuestas de Dios. Algunos de
nosotros necesitaremos dejar que las ideas de Dios guíen nuestros pensamientos más
completamente. Y algunos de nosotros necesitaremos dejar que las pautas de Dios guíen
nuestras acciones más completamente.
La advertencia de Pablo a los creyentes de la antigua Colosas no podría ser más
contemporánea o útil a la luz de nuestra discusión. Él escribió:

181
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
(Colosenses 2:8).
Notas
{1} James W. Sire, The Universe Next Door (El Universo de al Lado - Downers Grove, Ill.:
InterVarsity, 1988), 17.
{2} W. Gary Phillips and William E. Brown, Making Sense of Your World (Encontrándole
Sentido a Tu Mundo - Chicago: Moody Press, 1991), 29.
{3} Brian J. Walsh and J. Richard Middleton, The Transforming Vision (La Visión
Transformadora - Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1984), 32.
{4} Arthur F. Holmes, Contours of a World View (Contornos de una Cosmovisión - Grand
Rapids: Eerdmans, 1983), 5.
{5} Sire, 18.
{6} Ibid.
© 1994 Probe Ministries

¿Qué es Probe?
Probe Ministries es una organización sin fines de lucro cuya misión es reclamar la primacía
del pensamiento cristiano en la cultura occidental a través de los medios, la educación y
la literatura. Al tratar de cumplir esta misión, Probe provee una perspectiva sobre la
integración de las disciplinas académicas y el cristianismo histórico.
Además de esto, Probe actúa como un centro de intercambio al comunicar los resultados
de su investigación a la iglesia y la sociedad en general.
Puede obtenerse más información sobre el material y el ministerio
Un científico reflexiona sobre la creencia religiosa
Dr. Allan Sandage
El Dr. Allan Sandage, astrónomo, obtuvo el premio Crafoord, equivalente al premio Nobel
en astronomía. En sus inicios trabajó bajo Edwin Hubble, llamado "el padre de la
cosmología observacional" y luego de su muerte en 1953 siguió estudiando la expansión
del universo. En gran medida gracias a sus esfuerzos incansables, los astrónomos hoy
conocen la fecha del evento de la creación en forma mucho más exacta que unas décadas
atrás.
P. ¿Puede probarse la existencia de Dios?

182
Yo diría que no con el mismo tipo de certeza que atribuimos a afirmaciones como "la Tierra
está en una órbita alrededor del sol, a una distancia media de 150 millones de kilómetros,
y hace un recorrido completo en 365,25 días," o "la información genética está codificada
en largas cadenas de proteínas de ADN que se reproducen durante la mitosis, en las
células de un individuo específico, y al reproducirse se unen con el ADN de otro individuo
para producir la similitud hereditaria de la progenie con sus padres, etc." Es innegable el
tremendo éxito de la ciencia moderna en producir este tipo de datos, que tienen una fuerte
sensación de certeza, y este éxito simplemente no puede ser ignorado.
Las pruebas de la existencia de Dios siempre han sido de otro tipo, y este es un punto
crítico que deben entender aquellos científicos que sólo quieren aceptar los resultados que
pueden ser obtenidos a través del método científico. Dios nunca puede ser probado para
ellos por esta razón. (Quienes niegan a Dios de entrada, por algún tipo de razonamiento
circular, nunca encontrarán a Dios.) La ciencia ilumina fuertemente, pero sólo una parte
de la realidad.
Las pruebas clásicas de Dios de Anselmo y Santo Tomás de Aquino mediante la teología
natural no ofrecen el mismo tipo de satisfacción que las pruebas de proposiciones
obtenidas por el método de la ciencia. Para la mente moderna, parecen forzadas. No
obstante, fueron suficientes para que Pascal llegara finalmente a su certeza de la
existencia de Dios, porque preparó su mente para la necesidad de Dios, si el mundo habría
de tener algún sentido final. Después de esta preparación, pudo entonces simplemente
abandonar al Dios de la teología natural y de los filósofos, y finalmente pudo llegar a la fe
saltando el abismo desde el borde de la razón de este lado de la sima. Yo diría que, para
quienes han experimentado este camino a Dios, la existencia de Dios ha sido probada
fuera de toda duda.
P. ¿Debe haber necesariamente un conflicto entre la ciencia y la religión?
En mi opinión, no, si entendemos que cada uno trata con diferentes aspectos de la
realidad. La Biblia indudablemente no es un libro científico. Uno no la estudia para
encontrar las intensidades y las longitudes de onda de las líneas espectrales de Balmer
del hidrógeno. Pero tampoco se ocupa la ciencia de las propiedades espirituales últimas
del mundo, que son también reales.
La ciencia pone en evidencia el increíble orden natural, las interconexiones en muchos
niveles entre las leyes de la física, las reacciones químicas de los procesos biológicos de
la vida, etc. Pero la ciencia sólo puede contestar ciertas preguntas fijas. Le interesa el qué,
el cuándo y el cómo. No contesta (ni puede hacerlo) dentro de su método, por más
poderoso que sea, el por qué.

183
¿Por qué existe algo en vez de nada? ¿Por qué todos los electrones tienen la misma carga
y masa? ¿Por qué el diseño que vemos en todas partes es tan verdaderamente milagroso?
¿Por qué hay tantos procesos tan profundamente interconectados?
Pero debemos admitir que aquellos científicos que quieran ver el diseño lo verán. Quienes
se conforman con vivir en cada parte de su vida como reduccionistas materialistas (algo
que debemos hacer todos los científicos en el laboratorio, que es el lugar donde
practicamos nuestro oficio) nunca reconocerán el misterio del diseño que ven, y siempre
estarán avanzando de a un paso, esperando una explicación reduccionista para lo que
actualmente se desconoce. Sin embargo, llevar esta creencia reduccionista al nivel más
profundo y a un tiempo indefinido en el futuro (que siempre seguirá siendo indefinido),
cuando "la ciencia lo sabrá todo," es en sí mismo un acto de fe que niega que pueda haber
algo desconocido para la ciencia, aun en teoría. Pero las cosas del espíritu no son cosas
de la ciencia.
No tiene que haber ningún conflicto entre la ciencia y la religión, si cada uno reconoce sus
propios límites y cada uno toma en serio las afirmaciones del otro. El éxito comprobado de
la ciencia no puede ser ignorado simplemente por la iglesia. Pero tampoco puede ser
descartada la pretensión de la iglesia de explicar el mundo en su nivel más profundo. Si
Dios no existiera, la ciencia tendría que inventar el concepto (de hecho, ha ocurrido) para
explicar lo que está descubriendo en sus raíces. La afirmación de Abelardo en el siglo XII,
"La verdad no puede ser contraria a la verdad. Los hallazgos de la razón deben concordar
con las verdades de las Escrituras, porque si no el Dios que nos ha dado ambas nos ha
engañado en una o en la otra," sigue siendo cierta.
Si no existe Dios, nada tiene sentido. El caso del ateo está basado en un autoengaño que
surge de su premisa inicial. Y, si existe Dios, debe ser verdadero tanto para la ciencia
como para la religión. Si esto no parece ser así, entonces la hermenéutica de alguno de
los dos (ya sea del pastor o del científico) debe estar errada.
Yo creo que hay una responsabilidad clara, seria e inmediata para que la iglesia
comprenda y crea los resultados y afirmaciones extraordinarios de la ciencia. Su éxito es
simplemente demasiado evidente y visible como para ser ignorado. Además, les
corresponde a los científicos entender que la ciencia es incapaz, debido a las limitaciones
de su método que sólo usa la razón, de explicar y entender todo acerca de la realidad. Si
el mundo debe ser entendido simplemente mediante un nihilismo reduccionista y
materialista, no tendría ningún sentido. Ante esto, Romanos 1:19-21 parece sumamente
profundo. Y, cuando más a fondo impulsa su trabajo un científico, ciertamente se vuelve
más profundo.
P. ¿Tienen significación teológica los descubrimientos astronómicos recientes?

184
Yo diría que no, si bien el descubrimiento de la expansión del universo, con sus
consecuencias relacionadas con la posibilidad de que los astrónomos hayan identificado
el evento de la creación, ciertamente acerca a la cosmología al tipo de teología natural
que intentaba encontrar a Dios identificando la primera causa. Los astrónomos pueden
haber encontrado el primer efecto, pero no necesariamente la primera causa que
buscaban Anselmo y Santo Tomás de Aquino.
No obstante, hay artículos científicos serios que discuten los sucesos que ocurrieron justo
después del evento de creación del Big Bang (¿ex nihilo?) a partir del cual todos los tipos
de materia que conocemos (bariones, electrones, fotones, etc.) fueron hechos, y la
cantidad de esta materia. Hoy se dice que podemos entender aun la creación de la materia.
Las observaciones astronómicas han sugerido también que este evento de la creación,
señalado por la expansión del universo, ha ocurrido sólo una vez. La expansión continuará
para siempre, el universo no colapsará sobre sí mismo y, por lo tanto, este tipo de creación
no volverá a ocurrir.
Pero el conocimiento de la creación no es conocimiento acerca del creador, ni nos dicen
ningún hallazgo astronómico por qué ocurrió el evento. Es ciertamente sobrenatural (es
decir, fuera de nuestra comprensión del orden natural de las cosas) y, según esta
definición, un milagro. Pero no encontraremos la naturaleza de Dios dentro de ninguna
parte de estos hallazgos de la ciencia. Para esto, uno debe dirigirse a las Escrituras, si
buscamos tener una respuesta dentro de nuestra comprensión humana finita.
P. ¿Puede una persona ser un científico y también un cristiano?
Sí. Como dije antes, el mundo es demasiado complicado en todas sus partes e
interconexiones como para ser el resultado sólo del azar. Estoy convencido de que la
existencia de la vida, con todo el orden que muestra en cada uno de los organismos,
muestra que simplemente está demasiado bien construida. Cada parte de una célula viva
depende de otras partes para funcionar. ¿Cómo sabe cada parte? ¿Cómo se especifica
cada parte en la concepción? Cuando más aprende uno sobre la bioquímica, mas increíble
se vuelve, a menos que exista algún principio organizador-un arquitecto, para los
creyentes-un misterio a ser resuelto por la ciencia para los reduccionistas materialistas
(aun en cuanto al por qué) en algún punto del futuro indefinido.
Esta cuestión de la complicación y el orden que necesita un organismo para funcionar,
donde la suma es más que las partes (es decir, tiene un orden superior), se vuelve más
asombroso cada año, a medida que los resultados científicos se vuelven más detallados.
Debido a esto, muchos científicos están siendo llevados a la fe por su mismo trabajo.
Simplemente no creo ahora que la filosofía reduccionista, tan necesaria para el método
científico-y, repito, el método que todos los científicos deben dominar y practicar con todas
sus fuerzas y capacidad en sus laboratorios-pueda explicarlo todo.

185
En consecuencia, habiendo sido forzados por la ruta de Pascal y de Kierkegaard, en su
necesidad de propósito, a llegar al borde del abismo de la razón, los científicos pueden,
como Anselmo, "creer a fin de entender" lo que ven, en vez de "entender a fin de creer."
Impulsados por la fe a saltar al otro lado, pueden inicialmente tender una pequeñísima
hebra sobe el abismo, la que tirará a su vez una soga más robusta, hasta que finalmente
logren construir un puente que cruza en sentido inverso la sima que conecta los dos lados
de la vida, la razón y la fe. Por lo tanto, es por la fe que el científico puede hacerse cristiano,
sin dejar de ser un científico que cree en alguna forma de la declaración de Abelardo.
Sin esa fe, entonces, no hay propósito, y sin propósito todos los argumentos a favor de su
necesidad lo impulsan a uno, una vez más, a construir el puente de Pascal.-
Traducción: Alejandro Field

El universo diseñado "justo a punto"


Walter L. Bradley, Ph.D.
Introducción

¿Qué significa a nivel humano que un ingeniero diseñe un producto? En gran


escala, ¿qué significaría decir que el universo es producto de un diseñador
inteligente? ¿Y qué evidencia hay para apoyar esta afirmación? ¿Qué rasgos
del universo sugieren que hay un "hogar" que ha sido elaborado
cuidadosamente para nuestro beneficio? William Paley, en su obra
clásica Natural Theology (1802), brindó evidencia tomada tanto de las
ciencias físicas como de las biológicas a favor de un universo diseñado, pero
la fortaleza de su argumento a favor del diseño estaba limitada por el
conocimiento científico de su tiempo, y fue cuestionada posteriormente por
la teoría de la evolución de Darwin. Sin embargo, los descubrimientos en
astronomía y cosmología de la última mitad de siglo XX han provisto
evidencia sumamente convincente a favor de un universo diseñado. Mi
propósito en este artículo es brindar una indicación clara de lo que significa
el diseño y luego resumir la base objetiva de la cosmología que indica que
nuestro universo ciertamente está diseñado en forma única como un hábitat
para la vida en general y para los humanos en particular.

¿Qué hace un ingeniero cuando diseña algo?

Para lograr entender lo que hacen los ingenieros cuando diseñan productos
para los clientes, déjeme primero darle un ejemplo sencillo de cómo
interactuamos con nuestro mundo cuando configuramos los sucesos físicos
con un propósito. Suponga que quiero arrojar una bomba de agua desde la

186
torre inclinada de Pisa a un amigo que está caminando en la plaza abajo (y
no a otros turistas). Usando las ecuaciones que descubrió Newton para el
movimiento y la atracción gravitatoria, yo podría describir el descenso de la
bomba de agua hasta la plaza con la siguiente relación algebraica sencilla:

H(t) = h0 - (G m / r2 ) t2 /2 - v0 t (1)

donde "G" es una constante universal que indica el valor de la fuerza de


atracción gravitatoria, "m" y "r" son la masa y el radio de la tierra
respectivamente, y "h0" y "v0" son la altura de la torre desde donde voy a
arrojar la bomba y la velocidad vertical con la que la arrojo. Teniendo
definidas estas constantes y estas condiciones iniciales, puedo entonces
calcular la altura de la bomba de agua. H(t) da la altura calculada de la
bomba de agua en función del tiempo "t" desde cuando la arrojé. Esta
ecuación puede ser usada para garantizar que mi bomba llegará a la plaza
en el momento justo como para pegarle a mi amigo. Todo lo que tengo que
hacer es determinar en qué instante mi amigo paseante estará exactamente
debajo de mí en la plaza, y entonces puedo usar la Ec. 1, para determinar
la velocidad inicial con la que necesito arrojar la bomba. Simplemente dejar
caer la bomba está bien también; basta poner v0 = 0 y resolver para
obtener el momento correcto para dejar caer la bomba. La precisión con la
que debo especificar la velocidad de la bomba arrojada depende de la forma
matemática de la Ec. 1, los valores especificados para la constante universal
G y la condición inicial h0. Con la simple forma matemática de la Ec. 1, la
constante de la fuerza de gravedad G y la altura de la torre inclinada de
Pisa, tendría que ser relativamente fácil pegarle a mi amigo.

Los tres factores que son esenciales para predecir el movimiento de la


bomba de agua desde la torre inclinada hasta la plaza abajo ilustran los
factores que generalmente son necesarios para brindar resultados
determinados en el trabajo de ingeniería: (1) la forma matemática que
asume la naturaleza (como se ilustra en la Ec.1); (2) los valores de las
constantes universales (G en Ec. 1); y (3) las condiciones de borde, que
incluyen la altura "h0" de la torre desde donde arrojo la bomba y la velocidad
inicial "v0" con la cual arrojo la bomba. Los términos "m" y "r" pueden
considerarse como las condiciones de borde adicionales que son propias de
la ubicación de la torre sobre la superficie de la tierra (en vez de algún otro
lugar del universo). El ingeniero no tiene ningún control sobre las leyes de
la naturaleza y las formas matemáticas que asumen. Tampoco tiene control
alguno el ingeniero sobre las constantes universales, como la constante de
la fuerza de gravedad. El ingeniero sólo puede fijar las condiciones de borde,

187
que se hace mediante dibujos de ingeniería que especifican exactamente
cómo será el artefacto una vez fabricado.

Ilustremos este proceso de diseño con los requisitos (o condiciones de


borde) que deben especificarse cuando un ingeniero diseña un automóvil.
Debe determinar cuidadosamente las condiciones bajo las cuales la energía
química en la gasolina será liberada y convertida en momento de torsión en
las ruedas del auto. Cada dimensión de cada pieza del motor, por ejemplo,
es crítica para que las piezas trabajen en conjunto en forma armoniosa. El
tamaño absoluto y la forma de las piezas (a diferencia del tamaño relativo
para que encajen unas con otras) depende de las fuerzas a ser desarrolladas
y transmitidas, que a su vez dependen del peso del auto y la velocidad que
alcanzará cuando esté funcionando. El peso depende del tamaño, que a su
vez depende de la cantidad de pasajeros y equipaje que llevará el auto.
Estos factores luego determinan el tamaño de los cilindros y los pistones a
ser usados en el motor y la proporción de gasolina inyectada en estos
cilindros. Los sistemas de frenos y de suspensión tienen que ser
dimensionados independientemente para que coincidan con los requisitos
de peso, así como las especificaciones de las cubiertas. Note cuántas
especificaciones están relacionadas entre sí y, por lo tanto, no pueden ser
asignadas independientemente. Cuanto mayor es esta interdependencia de
las condiciones de borde, más complejos y exigentes son los requisitos de
diseño. Pequeños errores en la especificación de cualquiera de estos
requisitos producirán un auto con un desempeño muy inferior o, peor aún,
un auto que no funciona para nada.

En las próximas secciones vamos a analizar si el universo tiene estas


características esenciales que asociamos con el diseño. Los resultados
determinados en el mundo natural dependen de (1) la forma matemática
que asume la naturaleza; (2) los valores de las constantes universales; y
(3) las condiciones iniciales, o condiciones de borde. Mientras los ingenieros
sólo pueden fijar las condiciones de borde, la aptitud de universo como un
hábitat para la vida en general y para los seres humanos en particular
depende de las tres características. Por lo tanto, consideraremos cómo cada
uno de estos requisitos aparece como esencial para la creación de un hábitat
natural adecuado para la vida.

La asombrosa forma matemática que asume la naturaleza

La matemática es una actividad intelectual abstracta que comenzó en


Grecia en el siglo VI a.C con Pitágoras y fue desarrollada por Euclides y
Aristóteles. Sus estudios comenzaron con línea rectas y círculos y se
extendieron a elipses, creadas por el seccionamiento de conos. En el siglo

188
III a.C., Apolonias de Perga escribió ocho tomos monumentales dedicados
a estas curvas, describiendo sus propiedades como "milagrosas." Sin
embargo, nunca se les ocurrió a estos matemáticos que estas formas
abstractas hermosas de la matemática eran en realidad descripciones de
fenómenos del mundo real. Imagine el alborozo de Johannas Kepler (1571-
1630) unos dieciocho siglos después, cuando descubrió que las órbitas de
los planetas alrededor del sol se ajustaban a estas mismas formas
matemáticas hermosas pero abstractas. Kepler señaló:

"El principal objetivo de todas las investigaciones del mundo exterior


debería ser descubrir el orden racional y la armonía que le ha sido impuesto
por Dios y que Él nos ha revelado en el lenguaje de la matemática."

Galileo Galilei (1564-1642) señaló que "las leyes de la naturaleza están


escritas con la mano de Dios en el lenguaje de la matemática." Morris Kline,
en su libro Mathematics: The Loss of Certainty (La matemática: la pérdida
de la certeza - 1980) señala que los matemáticos religiosos del siglo XVI y
XVII, incluyendo a Newton, Galileo, Kepler y Copérnico, creían que el
universo era ordenado y, por lo tanto, estaba descrito por la matemática,
porque un Dios racional lo construyó así. Kline dice que estos
científicos/matemáticos creían que:

"Dios había diseñado el universo, y era de esperar que todos los fenómenos
de la naturaleza siguieran un plan maestro. Una mente que diseñara un
universo seguramente habría empleado un conjunto de principios básicos
para regir todos los fenómenos relacionados."

Aun estos cristianos devotos se hubieran sorprendido indudablemente de


saber que todos los fenómenos increíblemente variados que vemos en la
naturaleza son el resultado de una cantidad tan pequeña de leyes físicas-
cada una de las cuales asume una forma matemática sencilla-que pueden
ser escritas todas en un lado de una hoja, como vemos en la Tabla 1.

Tabla 1: Leyes fundamentales de la


naturaleza

Mecánica (ecuaciones de Hamilton)

189
Electrodinámica (ecuaciones de Maxwell)

Mecánica estadística (ecuaciones de Boltzmann)

Mecánica cuántica (ecuaciones de Schrödinger)

Relatividad general (ecuación de Einstein)

El físico Eugene Wigner, en un ensayo ampliamente citado titulado The


Unreasonable Effectiveness of Mathematics in the Physical Sciences (La
efectividad irrazonable de la matemática en las ciencias físicas - Comm.
Pure and Appl. Math, 1960) señala que los científicos en general dan por
sentado la efectividad notable y aun milagrosa de la matemática para
describir el mundo real. En palabras de Wigner:

"La tremenda utilidad de la matemática es algo que bordea lo misterioso...


No hay ninguna explicación racional para esto... El milagro de lo adecuado
del lenguaje de la matemática para la formulación de las leyes de la física
es un regalo asombroso que ni entendemos ni merecemos..."

190
Albert Einstein, en una carta a un amigo (1956, Lettres a Maurice Solovine),
al comentar acerca de la comprensibilidad matemática del mundo, señaló:

"Tal vez le parezca extraño que yo considere la comprensibilidad del mundo


al punto que podemos hablar de esta comprensibilidad como un milagro o
un misterio eterno. Bueno, a priori uno debería esperar un mundo caótico,
que no pueda ser comprendido de ninguna forma mediante el
pensamiento... El tipo de orden creado, por ejemplo, por la teoría de la
gravedad de Newton es de una especie bastante diferente. Si bien los
axiomas de la teoría son postulados por un ser humano, el éxito de una
empresa tal presupone un orden en el mundo objetivo de un alto grado,
que a priori uno no tiene ningún derecho de esperar. Ese es el milagro que
se vuelve cada vez más persuasivo con el desarrollo creciente del
conocimiento."

A diferencia de Einstein y Wigner, pero de acuerdo con Newton y sus


contemporáneos, muchos físicos modernos consideran que la forma
matemática asombrosa que asume la naturaleza es una evidencia de un
diseñador/creador inteligente-es decir Dios más que un misterio. Por
ejemplo, el distinguido físico ruso, Alexander Polykov, señala que:
"Sabemos que la naturaleza está descrita por la mejor matemática posible
porque Dios la creó." El astrofísico australiano, Paul Davies, dice: "Las
ecuaciones de la física tienen en ellas una simplicidad, una elegancia y una
belleza increíbles. Eso en sí mismo es suficiente para probarme a mí que
debe haber un Dios que es responsable de estas leyes y responsable del
universo."

Pero la forma matemática por sí sola es insuficiente para garantizar un


universo que sea un hábitat adecuado. La forma matemática particular
también es crítica. Por ejemplo, es esencial que la forma matemática provea
sistemas estables al nivel atómico o cósmico. Las soluciones de las
ecuaciones de Hamilton para la mecánica no relativista newtoniana y para
la teoría general de la relatividad de Einstein en la Tabla 1 para un sol con
planetas sería inestable, a menos que la energía potencial gravitatoria sea
proporcional a r-1, un requisito que sólo se cumple para un universo con
tres dimensiones espaciales. Para que la solución de la ecuación de
Schrödinger (Tabla 1) para el átomo de hidrógeno dé niveles de energía
estables y limitados, nuevamente se requiere un universo con tres (o
menos) dimensiones espaciales. Las ecuaciones de Maxwell (Tabla 1)
también sólo son válidas para un universo de tres dimensiones espaciales.
Además, Courant y Hilbert (1962, Methods of Mathematical Physics -
Métodos de la física matemática) han encontrado que la transmisión de

191
señales electromagnéticas o acústicas de alta fidelidad están optimizadas
en nuestro universo tridimensional, al decir:

"...este mundo nuestro, en el cual las señales acústicas o electromagnéticas


son la base de la comunicación, parece haber sido escogido entre los
modelos matemáticamente concebibles por su simplicidad y armonía."

En resumen, está claro que el carácter matemático específico de nuestro


universo es esencial para que sea un hábitat adecuado para la vida; sin
embargo, la razón por la que la naturaleza tiene esta forma matemática es
problemática desde una metafísica naturalista.

El misterio de las constantes cosmológicas

Hay ciertas constantes universales que son una parte esencial de nuestra
descripción matemática del universo. Encontramos una lista parcial en la
Tabla 2, e incluye la contante de Planck (h), la velocidad de la luz (c), la
constante de la fuerza de la gravedad (G), la masa del protón, del electrón,
del neutrón, la carga unitaria del electrón o del protón, las constantes de la
fuerza débil, de la fuerza nuclear fuerte y de acople electromagnético, y la
constante de Boltzmann (k). Cuando se desarrollaron los modelos
cosmológicos por primera vez a mediados del siglo XX, se suponía
ingenuamente que la selección de un conjunto dado de constantes no era
crítica para la formación de un hábitat adecuado para la vida. Los estudios
posteriores de los parámetros que hicieron variar las constantes en forma
sistemática han demostrado que cambios en cualquiera de las constantes
produciría un universo dramáticamente diferente que no sería adecuado
para la vida en ninguna forma imaginable.

Se han escrito mucho libros en los últimos diez años para detallar esta
característica asombrosa de nuestro universo, a saber, que las constantes
universales tienen que estar "justo a punto" para tener un universo apto
para la vida. Una lista parcial incluye The Anthropic Cosmological Principle
(El principio cosmológico antrópico) de Barrow y Tipler (1986), Universes
(Universos) de John Leslie (1989), The Accidental Universe (El universo
accidental) (1982), Superforce (Superfuerza) (1984) y The Cosmic
Blueprint (El plano cósmico) (1988) de Davies, Cosmic Coincidences
(Coincidencias cósmicas) de Gribbin y Rees, The Anthropic Principle (El
principio antrópico) de Reinhard Breuer (1991), Universal Constants in
Physics (Constantes universales de la física) de Gilles Cohen-Tannoudji
(1993), The Creation Hypothesis (La hipótesis de la creación) editado por
J.P. Moreland (1994) y Mere Creation (Mera creación) editado por William
Dembski (1998). Voy a ilustrar este requisito de estar "justo a punto" para

192
las diversas constantes universales y propiedades de la materia mediante
varios ejemplos.

Tabla 2: Constantes universales

Constantes universales

Masa de las partículas elementales

Constantes de la estructura fina

Constantes universales

193
Boltzman's constant Constante de Boltzman

Planck's constant Constante de Planck

Speed of light Velocidad de la luz

Gravitational constant Constante gravitacional

Masa de las partículas elementales

Pion rest mass/energy Masa/energía del pión en reposo

Neutron rest mass/energy Masa/energía del neutrón en reposo

Electron rest mass Masa del electrón en reposo

Proton rest mass Masa del protón en reposo

Unit charge Carga unitaria

Mass-energy relation Relación masa-energía

Constantes de la estructura fina

Gravitation fine structure Constante de la estructura fina gravitatoria


constant ("Alfa-S")

Fine structure constant of Constante de la estructura fina de la interacción


the weak interaction débil ("Alfa-W")

Electromagnetic fine Constante de la estructura fina electromagnética


structure constant ("Alfa-E")

Fine structure constant of Constante de la estructura fina de la interacción


the strong interaction fuerte ("Alfa-S")

Constantes de la estructura fina-Cada una de las cuatro fuerzas de la


naturaleza puede ser expresada adimensionalmente a fin de poder expresar
sus fuerzas relativas según actúan en la naturaleza de una forma que facilite
la comparación. Estas se resumen en la Tabla 2, y puede verse que varían
en 1041, o 41 órdenes de magnitud (10 con 40 ceros adicionales después).
Sin embargo, un cambio mínimo en cualquiera de estas constantes produce
cambios dramáticos en el universo que lo convierten en inadecuado para la
vida. Hay varios ejemplos que ilustran esta naturaleza de "ajuste fino" de
nuestro universo.

194
Se ha encontrado que la magnitud relativa entre la fuerza de gravedad y
la fuerza electromagnética es crucial por múltiples razones. Note en la
Tabla 2 que la fuerza electromagnética es 1038 veces mayor que la fuerza
de la gravedad. Es la fuerza de gravedad la que junta a los protones en las
estrellas haciendo que se fusionen entre sí con la consiguiente liberación de
energía. La fuerza electromagnética hace que se rechacen. Debido a que la
fuerza de gravedad es tan débil en comparación con la fuerza
electromagnética, la velocidad a la cual las estrellas "arden" por fusión es
muy lenta, lo que permite que las estrellas provean una fuente de energía
estable durante un período muy largo. Si esta relación hubiera sido de
1032 en vez de 1038 (es decir, la gravedad fuera mucho mayor), las estrellas
serían mil millones de veces menos grandes, y arderían un millón de veces
más rápido.

La distribución de frecuencia de la radiación electromagnética producida por


el sol también es crítica, ya que necesita estar sintonizada con las energías
de los enlaces químicos en la tierra. Si los fotones de la radiación fueran
demasiado energéticos (demasiada radiación ultravioleta), entonces los
enlaces químicos se destruirían y las moléculas serían inestables; si los
fotones fueran demasiado débiles (demasiada radiación infrarroja),
entonces las reacciones químicas serían demasiado lentas. La radiación
producida depende de un equilibrio delicado entre la fuerza
electromagnética (alfa-E) y la fuerza de gravedad (alfa-G), con la
relación matemática que incluye (alfa-E)12, lo que hace que la especificación
de la fuerza electromagnética sea especialmente crítica. Por otro lado, la
energía de enlace químico proviene de cálculos mecánicos cuánticos que
incluyen la fuerza electromagnética, la masa del electrón y la constante de
Planck. Por lo tanto, todas estas constantes tienen que ser dimensionadas
en su relación mutua a fin de ofrecer un universo en el cual la radiación esté
sintonizada con las reacciones químicas necesarias que son esenciales para
la vida.

Otra coincidencia interesante de ajuste fino es que el espectro de emisión


para el sol no sólo tiene un pico en un nivel de energía que es ideal para
facilitar la reacción química sino que también tiene un pico en la ventana
óptica para el agua. El agua es 107 veces más opaco a la radiación
ultravioleta e infrarroja que a la radiación en el espectro visible (lo que
llamamos luz). Dado que el tejido vivo en general y los ojos en particular
están compuestos mayormente por agua, la comunicación por la vista sería
imposible si no fuera por el hecho que esta ventana única de la transmisión
de la luz por el agua concuerda con la radiación del sol. Sin embargo, esta
concordancia requiere una determinación cuidadosa de los valores de las

195
constantes de la fuerza de gravedad y la fuerza electromagnética, además
de la constante de Planck y la masa del electrón.

A continuación, considere el valor de la fuerza nuclear fuerte. El elemento


más crítico de la naturaleza para el desarrollo de la vida es el carbono. Sin
embargo, ha resultado aparente recientemente que la abundancia del
carbono en la naturaleza es el resultado de un equilibrio muy preciso de la
fuerza nuclear fuerte y la fuerza electromagnética, que determina los
niveles de energía cuánticos de los núcleos. Sólo están permitidos ciertos
niveles de energía para los núcleos y estos pueden considerarse como
escalones de una escalera. Si la masa-energía de dos partículas que chocan
da como resultado una masa-energía combinada que es igual
o ligeramente menor que un nivel de energía permisible en la "escalera
cuántica," entonces los dos núcleos se adherirán fácilmente o se fusionarán
en la colisión, y la diferencia de energía necesaria para alcanzar el escalón
será provista por la energía cinética de las partículas que chocan. Si este
nivel de masa-energía para las partículas que se combinan es exactamente
el correcto, o "justo a punto," entonces se dice que las colisiones tienen
resonancia, lo cual significa una alta eficiencia de las colisiones que generan
la fusión de la partículas que chocan. Si la masa-energía combinada da
como resultado un valor que es ligeramente mayor que uno de los niveles
de energía permisibles en la "escalera de energía," entonces las partículas
simplemente rebotarán entre sí en vez de adherirse o fusionarse. Hoyle
(1970) predijo la existencia del nivel de energía de resonancia desconocido
del carbono, y posteriormente se encontró que existía. La fusión del helio y
el berilio arroja un valor de masa-energía que es 4% menor que la energía
de resonancia del carbono, que es compensado fácilmente por la energía
cinética. De igual importancia fue el descubrimiento de que la masa-energía
para la fusión del carbono con el helio era 1% mayor que el nivel de energía
cuántico en la "escalera de energía" para el oxígeno, lo cual hace que esta
reacción sea bastante desfavorable. Por lo tanto, casi todo el berilio se
convierte en carbono, pero sólo una pequeña fracción del carbono es
convertida inmediatamente a oxígeno. Estos dos resultados exigen la
especificación del valor relativo de la fuerza nuclear fuerte y la fuerza
electromagnética dentro de ~1%, lo cual es verdaderamente asombroso
teniendo en cuenta su grandes valores absolutos y su diferencia en un factor
de 100X, como vemos en la Tabla 2.

En forma más general, un aumento del 2% de la fuerza nuclear


fuerte con relación a la fuerza electromagnética dejaría al universo sin
hidrógeno, sin estrellas de larga duración que consumen hidrógeno y sin
agua (que es una molécula compuesta por dos átomos de hidrógeno y un

196
átomo de oxígeno), el solvente último para la vida. Una disminución de sólo
5% de la fuerza nuclear fuerte con relación a la fuerza electromagnética
impediría la formación de deutones a partir de la combinación de protones
y neutrones, lo que a su vez impediría la formación de todos los núcleos
más pesados a través de la fusión de deutones para formar helio, la fusión
del helio con el helio para formar berilio, y así sucesivamente. Rozental
(1980) estima que la fuerza nuclear fuerte tuvo que ser entre 0,8 y 1,2
veces su valor actual para que hubiera deutones y todos los elementos de
peso atómico 4 o superior.

Si la constante de acople de la fuerza débil (ver Tabla 2) fuera


ligeramente mayor, los neutrones se descompondrían más rápidamente,
reduciendo la producción de deutones y, por lo tanto, de helio y de
elementos con núcleos más pesados. Por otra parte, si la constante de
acople de la fuerza débil fuera ligeramente menor, el big bang habría
consumido casi todo el hidrógeno convirtiéndolo en helio con el resultado
final de un universo con poco o nada de hidrógeno y en cambio muchos
elementos pesados. Esto no habría dejado ninguna estrella de larga
duración y ningún elemento compuesto que contenga hidrógeno,
especialmente agua. Breuer (1991) señala que la mezcla aproximada de
hidrógeno y helio para proveer elementos compuestos que contengan
hidrógeno, estrellas de larga duración y elementos más pesados es de
aproximadamente 75% hidrógeno y 25% helio, que es justamente lo que
encontramos en nuestro universo. Este equilibrio exige que la constante de
acople de la fuerza débil (alfa-W) sea proporcional a la constante de acople
de la fuerza de gravedad (alfa-G) en la siguiente proporción: (alfa-W)4 ~
(alfa-G), que podemos ver en la Tabla 2 que se cumple en la realidad.

Esta es sólo una lista ilustrativa pero no exhaustiva de ejemplos de


coincidencias cósmicas que claramente demuestran que las cuatro fuerzas
de la naturaleza han sido dimensionadas cuidadosamente para dar un
universo que provee fuentes de energía de larga duración y una variedad
de bloques constructivos atómicos que son necesarios para la vida. Se
detallan muchos otros ejemplos en los libros citados, algunos de los cuales
son bastante cómicos. Por ejemplo un valor más grande de la gravedad
haría más probable que al caer nos quebremos debido a la fuerza de
gravedad mucho mayor. Pero ¿qué deberíamos pensar acerca de partículas
elementales y otras constantes universales como la velocidad de la luz y la
constante de Planck? ¿Acaso también tiene que estar especificados muy
precisamente?

Las masas de las partículas elementales y otras constantes


universales-Ha sido sorprendente saber que las masas de las partículas

197
elementales también deben ser especificadas muy cuidadosamente en su
relación mutua y también con relación a las fuerzas de la naturaleza. Por
ejemplo, Stephen Hawking (1980) ha señalado que la diferencia entre la
masa del neutrón y la masa del protón debe ser aproximadamente dos
veces la masa del electrón. La masa-energía del protón es de 938,28MeV,
la masa-energía del electrón es de 0,51MeV, y el neutrón pesa 939,57 MeV.
Si la masa-energía del protón más la masa-energía del electrón no fuera
levemente menor que la masa-energía del neutrón, entonces los electrones
se combinarían con los protones para formar neutrones, y toda la estructura
atómica colapsaría, dejando un mundo de neutrones solamente. Si esta
diferencia fuere mucho mayor, entonces todos los neutrones se
descompondrían en protones y electrones, dejando un mundo de hidrógeno
solamente, ya que los neutrones son necesarios para permitir que los
protones se combinen para construir núcleos más pesados y los elementos
asociados. Como están las cosas, el neutrón tiene justo el peso suficiente
como para asegurar que el big bang haya generado un neutrón por cada
siete protones, permitiendo una provisión abundante de hidrógeno como
combustible para las estrellas y suficientes neutrones como para construir
los elementos más pesados del universo. De nuevo, los valores relativos
precisos para las masas de estas partículas elementales son considerados
críticos para proveer un universo con fuentes de energía de larga duración
y diversidad de elementos.

Brandon Carter (1970) ha provisto ejemplos de otras relaciones esenciales


de las masas de partículas elementales a fin de permitir la formación de
elementos más pesados en la naturaleza: la fuerza fuerte debe estar
relacionada con la masa del neutrón y la masa del pión por (alfa-S)2 ~ 2
(masa del neutrón/masa del pión); la constante de la estructura fina
electromagnética (alfa-E) ~ [(masa del neutrón) - (masa del protón)] /
(masa del pión); y la estructura fina de la fuerza nuclear fuerte debe
obedecer (alfa-S)2 ~ 1 / (9 alfa-E). La Tabla 2 puede ser usada para mostrar
que cada uno de estos requisitos se cumple en la realidad. Es notable que
se satisfagan todos estos requisitos, a pesar del hecho que estas masas y
fuerzas parecen ser independientes en su asignación y no están conectados
causalmente. Podrían afirmarse también requisitos adicionales para h, k, c
y otras constantes.

Concluiremos esta sección sobre las coincidencias cosmológicas


permitiendo que varios científicos distinguidos den su opinión acerca de las
observaciones reseñadas más arriba. Por ejemplo, Freeman J. Dyson dice:

"Cuando miramos afuera hacia el universo e identificamos los muchos


accidentes de la física y la astronomía que han resultado en nuestro

198
beneficio, casi parece como si el universo debe haber sabido en alguna
forma que estábamos llegando nosotros."

El ganador del premio Nobel, Arno Penzias, hace esta observación acerca
del carácter enigmático del universo:

"La astronomía nos lleva a este evento único, un universo que fue creado
de la nada y que está equilibrado delicadamente para proveer exactamente
las condiciones requeridas para sustentar la vida. En la ausencia de un
accidente absurdamente improbable, las observaciones de la ciencia
moderna parecen sugerir un plan subyacente que podríamos llamar
sobrenatural."

Sir Fred Hoyle, el famoso astrónomo británico que al principio (1951)


argumentaba que las coincidencias eran sólo eso, coincidencias, para 1984
había cambiado de opinión, según se desprende de esta cita:

"Estas propiedades parecer atravesar la trama del mundo natural como una
hebra de felices coincidencias. Pero hay tantas coincidencias extrañas
esenciales para la vida que parecen exigir alguna explicación para
justificarlas."

Los requisitos asombrosos para las condiciones iniciales

La forma matemática específica que asume la naturaleza y los valores


altamente específicos de las diversas constantes universales y las masas de
las partículas elementales no puede explicar por sí solos nuestro hábitat y
la vida. Todo esto podría haber sido hecho de forma elegante, como ocurrió
y explicamos arriba, y aun así la vida no hubiera ocurrido si las condiciones
de borde en ciertos puntos críticos no hubieran sido fijados adecuadamente.
En esta sección, discutiremos las condiciones iniciales para el big bang.
Existe un problema similar para el origen de la vida y para la explosión del
Cámbrico, pero dejaremos la discusión de estos temas para artículos más
detallados en otra parte de esta edición especial.

El problema de valores de borde (o condiciones iniciales) fundamental con


el big bang es el carácter crítico de la velocidad inicial. Si esta velocidad
hubiera sido demasiado grande, la materia en el universo se habría
expandido demasiado rápidamente y nunca se habrían formando los
planetas, las estrellas y las galaxias. Si la velocidad inicial hubiera sido
demasiado baja, el universo se habría expandido sólo por un tiempo breve
y luego habría colapsado rápidamente bajo la influencia de la gravedad. Los
modelos cosmológicos bien aceptados nos dicen que la velocidad inicial

199
debe estar especificada con una precisión de 1 / 1055. Este requisito parece
superar largamente a la casualidad y ha sido el impulso para alternativas
creativas, más recientemente el modelo inflacionario del big bang. Sin
embargo, la inflación misma parece exigir un ajuste fino para que ocurra y
para que arroje irregularidades ni demasiado pequeñas ni demasiado
grandes para que se formen las galaxias. Inicialmente, se estimaba que dos
componentes de una constante cosmológica impulsora de la expansión
debían cancelarse entre sí con una precisión mejor que 1 parte en 1050. Más
recientemente, en Scientific American (enero de 1999), se afirma que la
precisión requerida es de 1 parte en 10123. Además, la relación entre la
energía gravitatoria y la energía cinética debe ser igual a 1,000000 con una
variación de 1 parte en 100.000. Esta es un área de investigación activa en
este momento y estos valores podrían cambiar con el tiempo. Sin embargo,
parece que los requisitos esenciales de las condiciones de borde altamente
especificadas estarán presentes para cualquier modelo que sea confirmado
finalmente para el origen de big bang del universo.

Resumen

Mi ejemplo inicial de diseño era uno muy sencillo que involucraba una sola
ley física, una constante universal y dos condiciones iniciales que podían ser
determinadas de forma tal que mi bomba de agua llegara sobre la plaza de
la torre inclinada de Pisa en el momento justo como para pegar a mi amigo
paseante. Este es un problema de diseño relativamente sencillo. Sin
embargo, para que el universo tuviera estrellas que generaran una
diversidad de elementos, que proveyeran fuentes de energía a largo plazo
con una radiación de longitud de onda adecuada para facilitar las reacciones
químicas, y satisfacer muchos otros requisitos de un hábitat adecuado para
la vida y para el origen de la vida, la forma matemática de las leyes de la
naturaleza, las 19 constantes universales (no todas listadas en la Tabla 2),
y muchas condiciones iniciales deben estar "JUSTO A PUNTO." Muchos de
estos requisitos están interrelacionados. Por ejemplo, el requisito de la
velocidad inicial está relacionado con el valor de la fuerza de gravedad. Hay
tantos requisitos distintos interrelacionados que parece difícil imaginar
cómo todos estos resultaron "accidentalmente" como necesitaban ser.
Debido a los muchos requisitos cruzados, parece improbable que haya un
conjunto alternativo de valores para estas constantes que "funcione."
Además, los valores necesarios abarcan treinta órdenes de magnitud (1030),
lo cual hace que su "selección" correcta accidental sea mucho más notable.
Es bastante fácil comprender por qué tantos científicos han cambiado de
opinión en los últimos 30 años, y están de acuerdo en que se requiere una
gran dosis de fe para creer que el universo puede ser explicado como nada

200
más que un accidente cósmico fortuito. La evidencia a favor de un diseñador
inteligente se vuelve más convincente cuanto más comprendemos acerca
de nuestro hábitat cuidadosamente fabricado.

Reimpresión del capítulo 1 (pp. 33-50) de Mere Creation: Science, Faith and
Intelligent Design, William A. Dembski, Editor (Intervarsity Press, 1998).
Usado con permiso.

Traducción: Alejandro Field

Tema 35:
La creación del mundo y del hombre
Algunos al leer las primeras páginas de la Biblia, tal vez se pregunten: ¿Cómo se formó este mundo?
¿Cómo surgió la vida sobre la tierra? ¿Qué nos la ciencia al respecto? ¿Hay contradicción entre la Biblia
y la ciencia?
Como cristianos creemos que el mundo y todo lo que en él se contiene, fue creado por Dios y que El es
el Ser Supremo, inmanente y trascendente; pero, ¿cómo hizo Dios el mundo?
Durante siglos, la inmensa mayoría de los creyentes, interpretando literalmente las palabras de la Biblia,
pensó que Dios había creado todas las cosas desde un comienzo, tal como las vemos ahora. O sea, que
había creado el sol, la luna, las estrellas y los había puesto cada uno en su lugar para que siguieran
dando vueltas en el firmamento. Se creía también que Dios había hecho los montes, las semillas, las
plantas, los animales y el mismo hombre, tal como los vemos ahora y que cada especie había tenido
descendientes siempre en todo semejantes a sus progenitores.
Esta era una lectura que hoy llamaríamos «fundamentalista» de la Biblia. Es decir, una lectura que
interpretaba cada frase en sentido literal y sin atender para nada al estilo literario que utilizaban los
orientales en sus narraciones. Era una lectura sin sentido crítico ni literario. Y de hecho algunas sectas
fundamentalistas siguen aún esta tendencia y la exigen a sus adeptos. ¿Qué pensar?
Hoy las ciencias humanas han avanzado mucho y nos aseguran que esos relatos no son históricos en el
sentido actual de la palabra, sino que son poéticos y nos presentan el relato bíblico en el marco de una
cultura oriental que se expresa preferentemente a través de signos e imágenes poéticas.
¿Qué nos quiere decir, entonces, la Biblia?
En términos de Fe, lo que la Biblia nos quiere decir en los primeros capítulos del Génesis es que Dios
creó la materia y que le comunicó un primer impulso para que ésta, a través de sucesivas
transformaciones acaecidas durante millones de años, generara la vida, primero la de las plantas,
después la de los animales y finalmente la del ser humano.
O sea que Dios, con su infinito poder, creó la materia de la nada y le dio su impulso creador para que se
fuera transformando hasta llegar a ser lo que vemos que es el mundo hoy día.
Pero además la creación no fue una cosa del pasado. No fue un hecho que aconteció hace millones de
años y que duró un instante. La creación fue y sigue siendo. Dios sigue hoy conservando el mundo y con
su divina Providencia lo sigue acompañando hacia su total plenitud.

201
Esta interpretación surgió en la Iglesia a principios de este siglo y se debió principalmente a un hombre
visionario, a un Jesuita llamado Teilhard de Chardin, quien tuvo la genialidad de hacer la síntesis entre
los avances de la ciencia y la Biblia. Según esta teoría, entonces, entre la fe y la ciencia no sólo no hay
contradicción sino que una mutua complementación.
¿Cómo se habría formado la tierra?
Hoy la ciencia nos dice que el universo cambia a cada momento. Que las galaxias se alejan unas de otras
a velocidades de miles de kilómetros por segundo. Que el universo está en constante mutación. Y que
mientras aparecen mejores telescopios, más el hombre se asombra de la grandeza del universo y de la
pequeñez del planeta Tierra.
La ciencia hoy se inclina por creer que hace miles de millones de años, la materia de la que están hechos
los astros, los planetas y la misma Tierra era como una gran masa amorfa, que en un momento dado
experimentó una gran explosión -«big bang» la denominan los científicos- y de repente se fragmentó en
millones de pedazos que se esparcieron por todo el firmamento. Y después de un larguísimo proceso de
fragmentación y de descenso de las temperaturas que eran de millones de grados, empezaron a aparecer
los astros, los planetas y las estrellas, tal como los vemos ahora. En un comienzo, entonces, la Tierra
formaba parte de aquella gran masa amorfa de materia y energía que explotó repentinamente y que se
disgregó por el universo. Después aquella masa se fue enfriando y cuando se dieron las condiciones
adecuadas, lentamente a través de millones de años, surgió la vida.
¿Cómo surgió la vida y el ser humano?
Cuando en la Tierra se dieron las condiciones adecuadas de temperatura, agua y aire, empezaron a
aparecer los primeros seres vivientes. Primero fue una vida muy primaria y molecular, después apareció
la vida vegetal y finalmente la vida animal. Los seres más primitivos fueron núcleos celulares. Después
de sucesivas transformaciones aparecieron los nuevos géneros de vida, tanto vegetal como animal. Y
así, poco a poco fueron apareciendo las plantas, los peces y las aves y todos los animales. Así la vida
fue desarrollándose lentamente hasta llegar a ser lo que es hoy.
La vida, primero en el mar y después sobre la tierra, surgió tras millones de años de mutaciones y
transformaciones. Los seres vivientes nacieron, crecieron y fueron adaptándose al medio. Unos
permanecieron en el mar y otros emergieron hacia la tierra y fueron evolucionando, es decir, se adaptaron
al nuevo medio. Y así muchos seres terrestres, se desarrollaron en el mar durante la primera etapa de su
vida y después, millones de siglos más tarde, emergieron hacia la superficie de la tierra.
Según esta interpretación, Dios habría dado a la creación el impulso inicial, y habría fijado las leyes a la
naturaleza , y ésta, obedeciendo al impulso del Creador en una cadena ininterrumpida de
transformaciones, llegó a generar las diferentes especies de vida -de plantas, aves, peces y animales-
que hoy vemos en nuestro planeta. Y de una de estas especies, previamente elegida por el Creador,
habría salido el «homo sapiens». Esto es lo que se enseña hoy en cualquier libro de biología sobre el
origen del universo y del hombre. Se enseña que la vida del antepasado del hombre surgió del mar y que
a través de millones de años fue adaptándose a la tierra, es decir al terreno seco. Se agrega también que
primero, el antepasado del hombre, anduvo en cuatro patas, luego se fue irguiendo de a poco y que
finalmente se irguió y caminó sobre dos pies. También, en colecciones de cráneos que se han podido
recopilar y estudiar, se muestra cómo las formas el cerebro del hombre fue evolucionando hasta
transformarse en el «homo sapiens».

202
Ahora bien, en el plano teológico hay que afirmar que para que el antepasado del hombre pasara del
estado de no -hombre al de hombre-racional hay que creer que hubo una intervención especial de Dios.
Cada alma es creada por Dios.
Ya el Papa Pío XII en la Encíclica «Humani Generis», en 1950, afirmaba que «no era contrario a la fe
reconocer al cuerpo del hombre un origen que podía ser una materia viva, con tal de mantener que las
almas son creadas directamente por Dios, lo que es compatible con un cierto evolucionismo».

Cabe notar aquí cómo la Iglesia -Madre y Maestra también en la interpretación de la Biblia- hace hincapié
en que el hombre está formado de cuerpo y alma y que el alma no puede ser fruto de esta evolución
cíclica sino que cada alma por ser única e irrepetible es creada directamente por Dios. De ahí, entonces,
la gran diferencia que hay entre el ser humano en relación a los otros seres vivos de la creación.
La creación del alma, que en definitiva es lo que le da dignidad al hombre, es una acción directa e
inmediata del Creador. Y cuando un hombre y una mujer se unen para generar una nueva vida, entonces
Dios crea el alma única, inmortal e irrepetible de cada nuevo ser.
Millones de personas durante siglos han interpretado los primeros libros del Génesis en forma literal, es
decir, pensaron que Dios creó el mundo en seis días como los nuestros y que todo lo creó tal cual lo
vemos hoy día.
Hoy tenemos nuevos elementos para interpretar cómo surgió la vida sobre la tierra. Como católicos,
entonces, podemos aceptar la teoría de la evolución, según la cual Dios creó la materia y le dio el primer
impulso creador. Y llegado el momento elegido por el mismo Dios, y previa una especial intervención
suya, crea el alma, y de ahí surge el ser humano.
Y esta teoría en nada disminuye el poder y la grandeza de Dios Creador sino todo lo contrario, que más
y más lo aumenta ya que así Dios no sólo aparece como autor de la materia y del cosmos sino también
de las leyes que rigen el universo. Y es en este contexto que recobra todo su sentido el texto de San
Pablo a los Colosenses (Col. 1, 15- 20), en que aparece la figura de Cristo Redentor como centro de la
creación, quien diviniza a los hombres en una espiral ascendente hasta la plenitud de su vocación divina.
Hizo Dios Nuestro Señor con su gran sabiduría las estrellas, sol y luna la noche y también el día.
¿Estamos solos en el universo?
Dr. Ray Bohlin
¿Vida en Marte?
Hubo una gran conmoción en los medios cuando un grupo de científicos de la NASA anunció que había
encontrado evidencia de vida en Marte. Su evidencia, un supuesto meteorito marciano, fue catapultada
al centro de la escena, y todos, desde CNN hasta "Nightline" emitieron programas especiales con
entrevistas y vídeos de los científicos y su espécimen preciado. El presidente Clinton estaba tan
entusiasmado por el anuncio que alabó el programa espacial de Estados Unidos y aprovechó la
oportunidad para establecer una cumbre espacial bipartidaria liderada por el vicepresidente Al Gore, con
el fin de estudiar el futuro de la investigación espacial de Estados Unidos. ¿Acaso no lo estamos haciendo
ya?

203
De todos modos, este anuncio claramente sacudió al país. Algunos de los científicos se mostraban
exageradamente locuaces sobre cuán significativos eran estos hallazgos. El frenesí de los medios fue
impulsado por la publicación adelantada de un artículo de Science, la principal revista científica de
Estados Unidos. El artículo debía salir en la semana siguiente, pero Science decidió publicarla antes
porque se había filtrado.
Toda la conmoción tenía que ver con esto: Un grupo de científicos había estudiado un meteorito que se
había encontrado en el hielo de Antártida. Antes de esto, se había determinado que este meteorito era
originario de Marte mediante el estudio del contenido gaseoso de los componentes vidriosos del
meteorito. La composición gaseosa concordaba bastante bien con la atmósfera de Marte. Esta conclusión
parece razonable.

Así que supusieron que el meteorito había venido de Marte. Luego, buscaron evidencia de vida sobre el
meteorito y en las grietas del meteorito. Encontraron dos tipos de moléculas que pueden formarse como
resultado de procesos vitales: carbonatos y moléculas complejas llamadas hidrocarburos poliaromáticos,
o PAHs. También encontraron formas en la roca que se parecían a microfósiles conocidos de la Tierra.
Los microfósiles son fósiles de organismos unicelulares, que son algo difíciles de interpretar.
Bueno, ¿qué significa esto? Obviamente, los científicos de la NASA sintieron que las cosas que acabamos
de mencionar ofrecían una amplia evidencia como para concluir que la vida existió alguna vez en Marte.
Sin embargo, todas las señales químicas podrían deberse a procesos que no tienen nada que ver con la
vida, y los supuesto microfósiles son 100 veces más pequeños que cualquier otro fósil similar que se
haya encontrado en la Tierra. Otros grupos que estudiaron este mismo meteorito llegaron a la conclusión
de que la temperatura de formación de las sustancias químicas era excesivamente alta para permitir la
vida (más de 700 grados centígrados) o que estaban ausentes otras señales químicas de vida. John
Kerridge, un científico planetario de University of California at San Diego, dijo: "La conclusión es, cuando
mucho, prematura, y más probablemente incorrecta." Pero escuche la afirmación final en el artículo de
Science:
Si bien hay explicaciones alternativas para cada uno de estos fenómenos tomados individualmente,
cuando se los considera colectivamente, especialmente a la luz de su asociación espacial, concluimos
que son evidencia de vida primitiva en Marte. [1]
En castellano sencillo, hay explicaciones razonables no relacionadas con la vida para cada una de las
evidencias presentadas, pero nosotros simplemente pensamos que significan que hay vida en Marte. La
evidencia es muy incierta, y ha sido cuestionada por muchos otros científicos, pero los medios no
informaron esto con el mismo detalle. Pero ¡tal vez tengan razón! De hecho, hay una explicación sencilla
que ignoran consistentemente tanto los medios como los científicos. Si realmente hay, o ha habido, vida
en Marte, ¿qué podría tener que significar esto para la evolución? O, más importante, ¿rebate de alguna
forma la creación? Vamos a ver esto a continuación.
¿Qué significaría la vida en Marte?
Debido al reciente anuncio de señales de vida en Marte, muchas personas se vieron alentadas en su
creencia de que no estamos solos en el universo. Estas señales distan mucho de ser ciertas, y
probablemente sean falsas pero, si son verdaderas, ¿qué significarían estos resultados para los
evolucionistas? Más aún, ¿hay alguna razón para que los cristianos teman la confirmación de vida en
Marte?

204
Supongamos, entonces, por un momento, que la evidencia de este meteorito marciano sea evidencia
legítima de la vida en Marte-una vida que en algún punto del pasado realmente existió en Marte. ¿Qué
significaría?
Para los evolucionistas, la evidencia se percibe como confirmación de que la vida en realidad surge de la
"no vida" mediante procesos puramente químicos. Además, los evolucionistas sacan la conclusión de que
la vida debe poder evolucionar muy fácilmente, ya que lo hizo en dos planetas adyacentes en el mismo
sistema solar. Por lo tanto, aun cuando la investigación sobre el origen de la vida esté paralizada
actualmente, un descubrimiento como éste aparentemente confirma la idea de que debe funcionar algún
escenario de evolución química. Voy a abordar este supuesto más adelante.

Por otra parte, hay quienes han dicho que, si hay vida en Marte el creacionismo habría recibido un golpe
mortal. Razonan que dado que (1) ahora sabemos que la vida puede evolucionar prácticamente en
cualquier parte, y (2) la Biblia nunca habla de vida en otra parte fuera de la Tierra, por lo tanto la Biblia no
es confiable. Además, razonan, ¿por qué habría de crear Dios vida en un planeta sin humanos? Sin
embargo, dado que la Biblia mantiene un silencio total sobre el tema de la vida extraterrestre, no podemos
hacer ninguna predicción acerca de su posibilidad. Dios ciertamente está libre para crear vida en planetas
distintos de la Tierra si así lo quisiera.
Volviendo al alborozo de los evolucionistas ante la posibilidad de que la vida haya evolucionado en otros
planetas, la verdadera pregunta es: ¿es ésta la conclusión correcta, si realmente se encuentra vida en
Marte? La respuesta sencilla, que los medios evitan inexplicablemente, es: ¡NO! ¡La respuestas más
sencilla ante el posible descubrimiento de vida en Marte es que la así llamada "vida marciana" en realidad
vino de la Tierra!
Piénselo de esta forma. Se supone que el meteorito que se encontró existió en Marte previamente.
¿Cómo llegó a la Tierra? Bueno, se plantea la posibilidad de que un meteorito grande chocó con Marte
arrojando una gran cantidad de escombros al espacio, parte de los cuales llegaron a la Tierra, y al menos
unos pocos de estos fueron encontrados por terrícolas. Si usted está siguiendo mi pensamiento, se habrá
dado cuenta que el mismo escenario podría haber ocurrido en la Tierra.
Los evolucionistas sugieren que la Tierra sufrió un fuerte bombardeo de meteoritos hasta por lo menos
3.800 millones de años atrás-aproximadamente el momento en que dicen que apareció la vida sobre la
Tierra. El astrónomo cristiano Hugh Ross lo pone de esta forma:
Los meteoritos suficientemente grandes como para crear un cráter de un diámetro de más de 100
kilómetros harán que rocas de la Tierra escapen de la gravedad de la Tierra. De 1000 de estas rocas
eyectadas, 291 impactarán en Venus, 20 irán a Mercurio, 17 caerán en Marte, 14 llegarán a Júpiter y 1
viajará tan lejos como Saturno. Junto con estas rocas y acompañándolas durante todo el trayecto irán
muchas variedades de vida de la Tierra. [2]
Ross también demuestra que muchas formas de vida microscópicas son bastante capaces de sobrevivir
un viaje así. Todo esto es bastante conocido en la comunidad científica, pero no lo he visto mencionado
una sola vez en ninguna discusión pública. Creo que la razón es que la posibilidad de que la vida haya
evolucionado sobre Marte es demasiado jugosa como para desperdiciarla.
La improbabilidad de la vida en alguna otra parte del universo

205
Quisiera abordar el increíble optimismo de tantas personas de que el universo está rebosante de vida.
Sin duda esto está alimentado por el tremendo éxito de obras de ciencia ficción como La Guerra de las
Galaxias y Star Trek, que presentan elocuentemente la razonabilidad de un universo preñado de formas
de vida inteligentes.
En este optimismo está inherente el presupuesto evolucionista de que si la vida evolucionó aquí no
deberíamos suponer arrogantemente que la vida no pueda haber evolucionado en otra parte del universo.
Y si la vida en general existe en el universo entonces, por supuesto, debe haber vida inteligente allá
afuera también.
Este es el suposición básica del programa SETI (Search for Extra-Terrestrial Intelligence - Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre). Este es un programa que ahora está financiado privadamente en vez de
federalmente y que busca en el espacio señales de radio originadas de otro planeta, lo cual indicaría la
presencia de vida inteligente. Pero, ¿es realista esta esperanza? ¿Hay una razón justificable para
sospechar que existen planetas adecuados para la vida en alguna otra parte del universo?
Durante las últimas dos décadas, los científicos han comenzado a tabular muchas características de
nuestro universo, galaxia, sistema solar y planeta que parecen tener un ajuste fino para que exista la vida.
El astrónomo y apologista cristiano, el Dr. Hugh Ross, documenta todas estas características en su libro
The Creator and the Cosmos (El Creador y el Cosmos), [3] y está constantemente actualizándolas. En la
segunda edición del libro (1995), Ross documenta 26 características del universo y 33 características de
nuestra galaxia, sistema solar y planeta que tienen un ajuste fino para que exista la vida.
Algunos ejemplos incluyen el tamaño, la temperatura y el brillo de nuestro sol, el tamaño, composición
química y la órbita estable de la Tierra. El hecho que tengamos una luna y no ninguna, ni dos o tres. La
distancia de la Tierra al sol, la inclinación del eje de la Tierra, la velocidad de la rotación de la Tierra, el
tiempo que le lleva a la Tierra orbitar alrededor del sol. Si alguno de estos factores fuera diferente por un
pequeño porcentaje, la capacidad de la Tierra de sustentar vida se vería reducida severamente.
Recientemente se ha señalado que aun la presencia de Júpiter y Saturno sirve para estabilizar la órbita
de la Tierra. Sin estos dos planetas grandes ubicados exactamente donde están, la Tierra sería llevada
de su presente órbita casi circular a una órbita elíptica que causaría diferencias de temperatura mayores
entre las estaciones y además sometería a la Tierra a una mayor interferencia de meteoritos. Ninguna de
estas condiciones es hospitalaria para la presencia continua de la vida.
Ross además ha calculado que las probabilidades de que todos estos factores ocurran en conjunto sólo
por procesos naturales es de 1 en 10-53, o sea un punto decimal seguido de 52 ceros seguidos de un
uno. Una estimación muy liberal de cuántos planetas podría haber, aunque sólo tenemos 18
documentados, es de 1022, o sea 10 mil trillones de planetas, una por cada estrella en el universo. Si
combinamos estas dos probabilidades, nos dice que hay 10-31 planetas en todo el universo que podrían
sustentar la vida. Evidentemente, esto es mucho menos que uno; por lo tanto, como resultado sólo de
procesos naturales, ni siquiera tendríamos que estar aquí-y mucho menos algún tipo de forma de vida
extraterrestre.
Así que, a menos que Dios haya creado la vida en alguna otra parte, estamos solos y, para el evolucionista
materialista, este es un pensamiento aterrador.
Los problemas de la evolución química en la Tierra
Las estadísticas que se dan más arriba significan que realmente estamos solos en el universo, y que no
hay ninguna esperanza de encontrar civilizaciones inteligentes como en el programa de televisión Star

206
Trek. Si bien significa que no han nadie allá afuera que pueda amenazar nuestra supervivencia, tampoco
hay nadie allá afuera para salvarnos de nuestros propios errores.
Esta observación muestra por qué creo que la comunidad científica y los medios se entusiasmaron tanto
ante las posibilidades de vida en Marte. Los esfuerzos por determinar cómo la vida pudo haber
evolucionado de la materia inerte han estado tan llenos de problemas que hace que la posibilidad de vida
en otra parte sea extremadamente remota. Pero, si se pudiera probar que la vida evolucionó en otra parte,
entonces demostraría que la vida surge bastante fácilmente, y simplemente no hemos encontrado el truco
correcto aquí en la Tierra para demostrarlo. Pero esto simplemente salta por encima del problema.
Pero, ¿acaso es la evolución de la vida a partir de elementos químicos no vivos tan imposible? Las
dificultades caen en tres categorías: el problema químico, el problema termodinámico y el problema de la
información. Estos temas son presentados en forma integral en un libro de Thaxton, Bradley, y Olsen
titulado The Mystery of Life's Origin (El misterio del origen de la vida) [4] y en un capítulo de libro editado
por J. P. Moreland, The Creation Hypothesis (La hipótesis de la creación).[5]
Los problemas químicos quedan ilustrados por la dificultad para sintetizar aun las moléculas más sencillas
que son los bloques constructivos necesarios para la vida a partir de precursores inorgánicos. Inicialmente
se pensaba que los aminoácidos, los azúcares y las bases para las importantes moléculas llamadas
nucleótidos que forman el ADN y ARN eran sintetizados fácilmente en una atmósfera primitiva de la Tierra
de amoníaco, metano, vapor de agua e hidrógeno. Pero experimentos adicionales mostraron que este
escenario no era realista. El amoníaco y el metano habrían durado poco en esta atmósfera; las múltiples
fuentes de energía disponibles habrían destruido las moléculas necesarias y el agua se habría
descompuesto en hidrógeno y oxígeno. El oxígeno fue evitado meticulosamente en todos los escenarios
prebióticos, porque habría envenenado todas las reacciones necesarias.
Los problemas termodinámicos surgen de la dificultad para armar todas estas moléculas complejas que
habrían estado flotando en alguna sopa prebiótica para formar una célula altamente organizada y
compleja. Para lograr esta tarea de conseguir la complejidad especificada de las moléculas de la vida,
como el ADN y las proteínas, la disponibilidad de energía natural durante millones de años no alcanza.
Todos los sistemas donde la complejidad especificada se produce a partir de componentes sencillos
requiere un mecanismo de conversión de energía que canalice la energía en la dirección correcta para
lograr el trabajo necesario. Sin la fotosíntesis, no hay ningún mecanismo de este tipo en la Tierra
prebiótica.
El problema de la información muestra que no hay forma de explicar el origen del código genético, que
es un lenguaje, sin un aporte inteligente. Los códigos de información exigen un programación previa
inteligente. Ningún mecanismo evolutivo puede lograr esto. La vida exige inteligencia.
Así que puede ver por qué los evolucionistas estarían entusiasmados ante la posibilidad de encontrar
vida evolucionada en otra parte. Esto es porque es aparentemente imposible que la vida evolucione aquí.
Así que, si ocurrió en otra parte, tal vez nuestros experimentos simplemente obviaron algún detalle.
El Día de la Independencia, la película
En la película El Día de la Independencia, una fuerza de combate alienígena viene a la Tierra con la
intención de destruir la raza humana, extraer del planeta todos los recursos disponibles y luego
desplazarse a alguna otra civilización desafortunada de la galaxia. Pero aquellos humanos indomables,
con la ayuda de aquella vieja ingenuidad norteamericana, son más astutos que los tontos alienígenas y

207
la Tierra es salvada. La historia se ha contado muchas veces, pero tal vez nunca tan bien ni con efectos
especiales tan buenos. La película fue un gran éxito.
Pero, ¿por qué estamos continuamente fascinados por la posibilidad de culturas alienígenas? La película
daba la clara impresión de que debe haber una gran cantidad de civilizaciones inteligentes allá afuera en
el universo. Esta noción se ha vuelto algo ampliamente aceptado en nuestra cultura.
Pocos reconocen que la supuesta existencia de civilizaciones alienígenas está basada en supuestos
evolucionistas. La ciencia ficción de Star Trek y de La Guerra de las Galaxias comienza con la evolución.
Como he dicho antes, los evolucionistas simplemente razonan que, dado que la vida evolucionó aquí sin
ninguna interferencia de afuera, el universo debe estar preñado de vida. El astrónomo Carl Sagan lo
expresó de esta forma, después de pasar revista a los experimentos de la evolución química de la Tierra
primitiva:

No hay nada en tales experimentos que sea exclusivo de la tierra. Los gases iniciales y las fuentes de
energía son comunes en todo el Cosmos. Las reacciones químicas como las de nuestros recipientes en
los laboratorios pueden ser responsables de la materia orgánica en el espacio interestelar y los
aminoácidos encontrados en los meteoritos. Alguna reacción química similar tiene que haber ocurrido en
miles de millones de otros mundos en la galaxia de la Vía Láctea. Las moléculas de la vida llenan el
Cosmos. [6]
Sagan sugiere fuertemente que las probabilidades y la química del universo indican que la vida es
omnipresente en la galaxia. Pero, como dije antes, las probabilidades indican en forma abrumadora que
nuestro planeta es el único adecuado para la vida en el universo. Y la química de la Tierra también indica
que la vida es sumamente difícil de conseguir. Muchos evolucionistas admiten que la probabilidad de la
vida basada exclusivamente en sucesos aleatorios es ciertamente remota. Muchos están sugiriendo
ahora que la vida es inevitable porque hay leyes aún no descubiertas de la naturaleza que llevan
automáticamente a formas de vida complejas. En otras palabras, el mazo de cartas está arreglado.
Escuche al premio Nobel y bioquímico, Christian de Duve:
Hemos recibido trece espadas, ¡no una vez sino miles de veces consecutivas! Esto es totalmente
imposible, a menos que el mazo hubiera estado arreglado. Lo que implica este arreglo con respecto al
armado de la primera célula es que la mayoría de los pasos involucrados tienen que haber tenido una
alta probabilidad de tener lugar bajo las condiciones prevalecientes. Si uno hace que sean aun
moderadamente improbables entonces el proceso abortará, por el número mismo de pasos sucesivos
involucrados. En otras palabras, en contra de la afirmación de Monod, el universo fue-y presumiblemente
sigue estando-preñado de vida. [7]
El único problema con al sugerencia de Duve es que no conocemos ningún proceso natural que conduzca
naturalmente a la complejidad de la vida. Todo lo que conocemos de la vida lleva a la conclusión opuesta.
La vida no es un producto del azar o de la necesidad. La vida es un producto de la inteligencia.
Sin la interferencia Divina, estamos solos en el universo, y sin Cristo estamos-y deberíamos estar-
aterrorizados. El evangelio sigue siendo tan relevante como siempre.
Notas
1..Science, 16 August 1996, 273:924-30.
2.Creator and the Cosmos, NavPress, 1995, p. 155.

208
3.Ibid., pp. 111-45.
4.Lewis and Stanley, 1984.
5.InterVarsity Press, 1994, pp. 173-210.
6.Cosmos, Random House, 1980, p. 40.
7.Vital Dust, Basic Books, 1995, p. 9.
Acerca del autor
Raymond G. Bohlin es el director ejecutivo de Probe Ministries. Se graduó de University of Illinois (B.S.
en zoología), North Texas State University (M.S. en genética de la población) y University of Texas at
Dallas (M.S., Ph.D. en biología molecular). Es uno de los autores de The Natural Limits to Biological
Change (Los límites naturales del cambio biológico), sirvió como editor general de Creation, Evolution
and Modern Science (Creación, evolución y la ciencia moderna), y ha publicado una gran cantidad de
artículos periodísticos. El Dr. Bohlin fue designado como becario de investigación en 1997-1998 y 2000
en Discovery Institute's Center for the Renewal of Science and Culture. Puede ser contactado en
rbohlin@probe.org.
Traducción: Alejandro Field

Tema 13:
¿Yave o Jehová?
Queridos hermanos católicos:
En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová» y en las Biblias
católicas le damos el nombre de «Yavé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el
nombre de Dios? ¿qué debemos pensar de esto?
En el fondo no sirve de nada discutir por el nombre antiguo de Dios. Nosotros vivimos ahora en el N. T. y
lo que nos importa es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Jesús vino a aclarar el misterio más
profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor». Dios es un «Padre» que ama a todas sus creaturas
y los hombres son sus hijos queridos. Jesús mismo nos enseñó que debemos invocar a Dios como
«nuestro Padre» (Mt. 6, 9).
Para los estudiosos de la Biblia quiero aclarar en esta carta el nombre antiguo de Dios, aquel nombre que
los israelitas del A. T. usaban con profundo respeto. La explicación es un poco difícil, porque debemos
comprender algo del idioma he-breo, la lengua en la cual Dios se manifestó a Moisés.
1. Los nombres de Dios en el A. T.
Los israelitas del A. T. empleaban muchos nombres para referirse a Dios. Todos estos nombres
expresaban una relación íntima de Dios con el mundo y con los hombres.
En esta carta quiero indicar solamente los nombres más importantes, por ejemplo:
En Ex. 6, 7 encontramos en el texto hebreo el nombre «Elohim», que en castellano significa: «El Dios
fuerte y Poderoso».
En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señor».

209
En Gén. 17, 1 se habla de Dios como «Shadday» que quiere decir el Dios de la montaña.
El profeta Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros».
Y hay muchos nombres más en el A. T., como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de
Israel, el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.
Pero el nombre más empleado en aquellos tiempos era «Yavé» que significa en castellano: «Yo soy» o
«El que es».
Leemos en Exodo Cap. 3 que Dios se apareció a Moisés en una zarza ardiente y lo mandó al Faraón a
hablar de su parte. Moisés le preguntó a Dios: «Pero si los israelitas me preguntan cuál es tu nombre,
¿qué voy a contestarles?». Y Dios dijo a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Así les dirás a los israelitas:
YO SOY me manda a ustedes. Esto les dirás a ellos: YO SOY, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob me
manda a ustedes. Este es mi nombre para siempre» (Ex. 3, 13-15).
2. ¿De dónde viene la palabra «Yavé»?
Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del A. T. En este
idioma no se escribían las vocales de una palabra sino únicamente las consonantes. Era bastante difícil
leerlo correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales
tenía que pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con estas
cuatro consonantes: Y H V H que los judíos pronunciaban así «Yahveh», y en castellano se escribe YAVE.
La pronunciación «Yavé» es sin duda la pronunciación más correcta del hebreo original para indicar a
Dios como «Yo soy el que soy» (Los judíos del A.T. nunca dijeron Jehová).
3. ¿De dónde viene la palabra Jehová?
Los israelitas del A.T. tenían un profundo respeto por el nombre de Dios: «Yavé». Era el nombre más
sagrado de Dios, porque Dios mismo se había dado este nombre.
Con el tiempo los israelitas, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciar el nombre de
«Yavé» y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de «Yavé», en vez de decir «Yavé» dijeron otro nombre
de Dios: «Edonai» (el Señor). Resultó que después de cien años los israelitas se olvidaron por completo
de la pronunciación original (Y H V H, Yavé) porque siempre decían «Adonay» (el Señor).
En la Edad Media (1.000 a 1.500 años después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo
antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo. Y cuando les tocó colocar
vocales en la palabra hebrea Y H V H (el nombre antiguo de Dios) encontraron muchas dificultades.
Por no conocer la pronunciación original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas
corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir:
«Edonay» en vez de «Yavé», pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; y resultó Jehovah
en latín. Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y metieron simplemente 3 vocales
de otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehovah. Está claro que la palabra
«Jehovah» es un arreglo de dos palabras en una. Por supuesto la palabra «Jehovah» nunca ha existido
en hebreo; es decir, que la pronunciación «Jehovah» es una pronunciación defectuosa del nombre de
«Yaveh».
En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los
textos bíblicos de la Edad Media la palabra «Jehová» como nombre propio de Dios, copiaron este nombre
«Jehová» literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemán, inglés...). Y desde aquel tiempo

210
empezaron a pronunciar los católicos y los evangélicos como nombre propio de Dios del A. T. la palabra
«Jehová» en castellano.
4. Ahora bien, aun las Biblias católicas usan el nombre de «Yavé» y no el de «Jehová». ¿Está bien? Está
bien porque todos los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) están de acuerdo que la
manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yavé» y no «Jehová».
«Yavé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová» no es
ninguna forma del verbo «ser», como lo hemos explicado más arriba. Por eso la Iglesia Católica tomó la
decisión de usar la pronunciación original «Yavé» en vez de «Jehová» y porque los israelitas del tiempo
de Moisés nunca dijeron «Jehová».
4. ¿Cuál es el sentido profundo del nombre de «Yavé»?
Ya sabemos que «Yavé» significa: «Yo soy.» Pero ¿qué sentido profundo tiene este nombre?
Para comprenderlo debemos pensar que todos los pueblos de aquel tiempo eran politeístas, es decir,
pensaban que había muchos dioses. Según ellos, cada nación, cada ciudad y cada tribu tenía su propio
Dios o sus propios dioses. Al decir Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY» El quiere decir: «Yo soy el
que existe: el Dios que existe; y los otros dioses no existen, los dioses de los egipcios, de los asirios, de
los babilonios no existen. Yo soy el único Dios que existe».
Dios, dándose el nombre de YAVE (YO SOY), quería inculcar a los judíos el monoteísmo (un solo Dios),
y rechazar de plano todo politeísmo (muchos dioses) y la idolatría de otros pueblos.
El Dios de los judíos (Yavé) es un Dios celoso, no soporta a ningún otro dios a su lado. El dice: «No
tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex. 20, 3). «Yo soy Yavé, tu Dios celoso» (Deut. 4, 35 y 32, 39).
El profeta Isaías explica bien el sentido del nombre de Dios. Dice Dios por medio del profeta: «YO SOY
YAVE, y ningún otro». «¿No soy yo Yavé el único y nadie mejor que yo?» (Is. 45, 18).
La conclusión es: La palabra «Yavé» significa que «El es el UNICO DIOS», el único y verdadero Dios, y
que todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.
5. El nombre de Dios en el N. T.
Más importante para nosotros, que vivimos en el N. T., es saber cómo Jesús hablaba del misterio de
Dios. Jesús y sus apóstoles, según la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre
«Yavé» o «Jehová». Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señor- para indicar el nombre propio
de Dios.
Todo el N. T. fue escrito en griego, por eso encontramos en el N. T. la palabra Kyrios (el Señor) que es
la traducción de «Edonay».
Pero Jesús introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te
alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra». «Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los
judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn. 5,
17-18).
Además Jesús enseñó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro,
que estás en los cielos» (Mt. 6, 9). Ahora, el nombre más hermoso que nosotros podemos dar a Dios es
el de: «Padre nuestro».

211
6. ¿Es verdad que en las Biblias de los Testigos de Jehová aparece el nombre Jehová en el Nuevo
Testamento?
Así es. Los Testigos de Jehová hacen aparecer en el N. T. 237 veces la palabra «Jehová», pero eso no
es correcto. Cuando en el N. T. se habla de Dios con el nombre «Señor» (Kyrios en griego, Edonay en
hebreo) ellos lo traducen como Jehová, pero esto es claramente una adulteración de los textos bíblicos.
El N. T. habla de Dios como «Padre» o «Señor», pero nunca como «Jehová». Una vez más desconocen
la gran revelación de Jesucristo que fue la de anunciarnos a Dios como Padre.
7. ¿Qué es lo mejor para nosotros?
Lo mejor es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Meditando los distintos nombres de Dios que
aparecen en la Biblia, nos damos cuenta de que hay una lenta evolución acerca del misterio de Dios, y
cada nombre revela algo de este gran misterio divino:
1) Dios se manifestó a Moisés como el único Dios que existe, significando esto que los otros dioses no
existen. Es lo que significa la palabra «Yavé».
2) Luego ese único Dios se manifestó a los profetas como el Dios de la Justicia.
3) Finalmente en Jesucristo, Dios se manifestó como un Padre que ama a todos sus hijos. Dios es amor
y nosotros tenemos esta gran vocación a vivir en el amor. La oración del Padre Nuestro es la mejor
experiencia de fraternidad universal.
¿Qué hay que hacer cuando los Testigos de Jehová, los Mormones y los seguidores de otras sectas
llegan a la casa de uno para entablar una conversación?
«En primer lugar hay que precisar cuál es la verdadera intención de su visita. Por lo general ellos dicen
que quieren hablar de la Biblia y conversar acerca de Dios y de la religión.
Pero su verdadera intención no es ésta, sino la de arrebatar la fe a los católicos. Eso y nada más es lo
que quieren. Quitar a los fieles su fe católica. Hablar de la Biblia o de Dios es sólo el pretexto para llegar
a este final que es quitar la fe a los católicos.
Y los hechos comprueban esta afirmación, porque sabemos de algunos buenos católicos que por
cortesía, buena educación, o por otras razones, aceptaron con-versar con ellos sobre la Biblia o sobre
Dios, y se pasaron a ser Testigos de Jehová, Mormones o de otras sectas y abominaron después contra
su antigua fe católica.
Es decir, hay que tener claro que esta visita de los Testigos de Jehová, de los Mormones o de otras
sectas a las casas y familias católicas no tiene otra intención ni otro propósito que arrebatarles su fe
católica.
Conociendo esta realidad, la respuesta es obvia: ¿Quiere usted conservar y defender su fe católica? No
los reciba. ¿Quiere usted poner en peligro su fe católica? Piense mejor lo que debe hacer».
Cuestionario:
¿Es correcto nombrar hoy a Dios con la palabra Jehová? ¿Por qué no? ¿Qué aconteció históricamente?
¿Por qué los israelitas usaban la palabra Adonai? ¿Qué pasó cuando los hebraístas de la Edad Media
empezaron a poner vocales a las consonantes? ¿Qué significa la palabra Yavé? ¿Es correcto utilizar hoy
la palabra Yavé? ¿Es correcto utilizar la palabra Jehová? ¿Cómo se refirió Jesús a su Padre? ¿Cómo

212
tenemos que nombrar a Dios los cristianos de hoy? ¿Qué evolución del nombre de Dios hay entre A. y
N. Testamento?
La Santa Biblia
El libro que no pueden faltar en su hogar.
¿Cuál es el nombre de Dios, Yahwéh o Jehová?
Con cierta frecuencia oímos que cuando se refieren a Dios, algunas personas le llaman "Jehováh".
Nosotros los católicos llamamos a Dios "Yahwéh"... ¿Quién tiene razón? Veamos qué nos dice la Biblia
sobre este tema:
1.- ¿De dónde viene el nombre "Yahwéh"?
El Antiguo Testamento (los 46 libros de la Biblia que se escribieron antes del nacimiento de Jesucristo),
fue escrito en su mayor parte en el idioma hebreo. En el libro del Éxodo, capítulo 3, versículos 9 al 15, y
en el mismo libro, capítulo 6, 2-3, aparece que cuando Dios revela su nombre, da el nombre de YHWH
(Yahvéh).
2.- ¿Qué significa el nombre YHWH?
Según los investigadores este nombre de Yahveh, significa: "Yo soy el que estaré", por eso no es nada
extraño que en los textos que hemos indicado del libro del Éxodo, aparezca la siguiente traducción:
" Moisés replicó a Dios:
- Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de sus antepasados me envía a ustedes. Pero
si ellos me preguntan cuál es su nombre, ¿qué les responderé?
Dios contestó a Moisés:
- Yo soy el que soy (YHWH). Explícaselo así a los israelitas: " Yo soy" me envía a ustedes. (Ex 3, 13-14)
Fíjate que en la lengua original en la que se escribió aparece la palabra YHWH, o sea, "Yahwéh", que
luego el traductor traduce por " Yo soy el que soy ", pero el nombre que aparece en el original es YHWH,
nunca "Jehová".
3.- ¿De dónde viene entonces el nombre "Jehováh"?
En ningún sitio de la Biblia original hebrea aparece ese nombre. Ya hemos visto que el único nombre que
aparece es "Yahwéh". ¿Cómo entonces hay personas que dicen que el nombre de Dios no es "Yahwéh"
sino "Jehováh". Veamos el por qué apareció este nombre de "Jehováh".
Ten en cuenta varias cosas:
El nombre de Dios estaba prohibido pronunciarlo bajo pena de muerte, tal era el respeto que sentían por
Dios. ¿Qué hacían entonces los judíos cuando en la sinagoga iban leyendo la Biblia y llegaban a un
pasaje que contenía la palabra YHWH?
Cuando veían escrita esta palabra, ellos pronunciaban la palabra hebrea “adonay”, que significa "el
Señor".
Este proceso de cada vez que ellos veían este nombre de Yahwéh, lo cambiaban por “ádonay”= "el Señor"
tuvo lugar unos 500 años antes del nacimiento de Cristo.

213
Durante muchos siglos los judíos pronunciaban en lugar de Yahwéh, la palabra “ádonay”, ya que ellos
consideraban que el nombre de Dios (Yahwéh) era demasiado sagrado para ser pronunciado por una
boca humana.
Con el paso de los años algunos de los estudiosos hicieron una cosa muy curiosa. Como te habrás fijado
la palabra YHWH no tiene letras vocales y sería tremendamente difícil de pronunciar para nosotros. Pues
bien, lo que hicieron fue una cosa muy simple: cogieron las consonates del nombre bíblico de Dios y las
vocales de ádonay, y miren el nombre que salió: YHWH + AdOnAy = YAHOWAH (Jehováh). Como ves,
el nombre de "Jehováh" es una combinación de letras de YHWH+AdOnAy. Es por tanto un nombre
artificial, hecho por los hombres, pero nunca el nombre que Dios se da en la Biblia. Es como si nosotros
inventáramos algunas palabras realizando una combinación de letras, como por ejemplo: "eledrilo" o
"cocofante", pero en ningún caso esto tendría ninguna base.
4.- ¿Cuándo empezaron los judíos a pronunciar el nombre de YHWH?
Según los últimos estudios, se sabe que los judíos empezaron a utilizar el nombre de YHWH hacia el año
1500 antes de Cristo, se empezó a utilizar en tiempos de Moisés. Luego empiezan a dejarlo de pronunciar
por respeto y se sustituye tanto al hablarlo como al escribirlo hacia el año 500 antes de Cristo, en la época
del Exilio, y comienzan a utilizar la palabra de la lengua hebrea "Adona", que significa "el Señor".
Cuando aparece Jesús, los cristianos le designan en el idioma arameo con la palabra "MAR", que significa
"el Señor", y con la palabra griega "KYRIOS", que significa también "el Señor".
Como puedes ver los cristianos le dan a Jesús el mismo título que le daban a Dios, reconociendo así que
Jesús es también Dios.
5.- ¿Es importante conocer y estudiar la Biblia?
Por supuesto, todos los católicos debemos de estudiar y rezar la Biblia, para que no hagamos decir a la
Palabra de Dios otra cosa bien distinta a lo que de verdad nos quiere transmitir.
Te invitamos a que leas y estudies la Biblia. Si vives en la Isla de Gran Canaria (Islas Canarias. España),
te invitamos a participar en la “Escuela de Biblia” en nuestra parroquia, es una vez por semana, gratuita
y muy interesante. ¡te esperamos!
No te extrañes si ves el nombre de Yahvéh, escrito de distintas maneras como por ejemplo: “Yave”,
“Yavé”, “Yavhé”, “Yahvéh”, “Yavhe”, etc. son transcripciones distintas de un mismo nombre.
- Preguntas para el repaso y la reflexión:
¿Por qué crees que hay personas que dicen que Dios se llama "Jehováh" cuando en realidad la Biblia
dice otro nombre bien distinto como es el de Yahvéh?
¿Por qué los judíos no pronunciaban el nombre de Yahvéh?
¿En qué época aparece el nombre de Yahvéh?
Mario Santana Bueno
Cuando tú dices Dios,
yo me huelo otra cosa.
Martín Valmaseda

214
VAMOS A VER...
VAMOS A VER SI NOS ACLARAMOS:
Es que desde hace unos cuantos años aquí no hay quien se entienda.
¡Que se lo digo yo, compañero! Que en otro tiempo todo estaba dividido más claramente:
Buenos y malos, creyentes y ateos, católicos y pro¬testantes, americanos y rusos, los que iban a misa y
los que no iban a misa.
Todo estaba atado y bien atado (con perdón), clasi¬ficado y bien clasificado.
Pero hoy me parece que todo está liado y bien liado.
Ni siquiera hay una película del oeste como las de antes: donde el bueno y la chica eran el bueno y la
chica, donde al malo y a la mujer fatal se les notaba en la cara y donde al final moría el malo, y el bueno
y la chica se daban el beso.
Hoy el bueno se casa por lo civil con la mujer fatal. La chica se lía con el malo a media película y luego
se suicida y hay otro vaquero de segunda categoría que se escapa de la pantalla por el patio de butacas
y aparece al día siguiente en una casa blanca amena¬zando con misiles a los indios..., a unos indios que
unos dicen que son malos y otros que son buenos. Todo liado y bien liado.
Y de este lío no se libra ni dios.
¿He dicho dios?.. Pero fíjese compañero que lo he dicho con letra pequeña, con minúsculas, o sea, nom-
bre común. Porque bajo ese nombre de cuatro letras, nosotros, metemos las ideas más raras.
A mí me dice uno: “Yo creo en dios”; y yo que conozco a ese que lo dice pienso por lo bajo: ¿En qué dios
creerá ese colega?, porque por el modo como se explica ese dios no es DIOS.
Otro día me dice otro: “Yo soy ateo”; y me dan ganas de decirle: “Yo también debo de ser ateo com-
pañero: en ese dios en quien tú no crees, yo tampoco creo”.
Ya lo dice un obispo, que ni parece obispo ni nada: ¡mira que irse por ahí un obispo en mangas de cami-
sa, viviendo en una choza entre los indios (otra vez los indios)...
Vuelvo a lo que iba: que ese obispo dice que “donde tú dices dios, yo digo libertad, justicia y amor” y
don¬de yo digo dios, ¡cualquiera sabe lo que tú dices!
Todo liado y bien liado. Ni con Dios se aclara uno.
De eso la culpa la tienen los curas, que tampoco parecen curas ni nada, sin etiqueta ni marca de fábrica
visible...
Antes los curas te decían lo que tenías que hacer y lo que era pecado y lo que no. No les hacía uno ni
caso: pero luego se confesaba uno y ¡hala!
Antes te hacían aprenderte cómo era Dios, como si lo hubieran visto.
Hoy se tienen un lío entre ellos... ¡Que se pongan primero de acuerdo! y que nos digan lo que tenemos
que hacer y lo que tenemos que creer. Así podremos desobedecerles mejor y hacer lo que nos dé la
gana. Luego se confiesa uno...

215
Total que ante todo este lío que se traen —y nos traemos— a un servidor se le había ocurrido intentar
desatar el lío con ese método de los americanos que se lo montan de lo más práctico, escribiendo libros
por el estilo de...:
“Cómo conseguir amigos en ocho lecciones”.
“Cómo invadir Nicaragua con veinte mentiras”.
Y cosas así.
A un servidor se le había ocurrido titular este folleto:
“Cómo deshacer el lío sobre Dios, soltando cinco nudos”.
Pero ¿qué quiere que le diga?, me da vergüenza po¬nerlo así, tan publicitario, como si yo tuviera a Dios
en el bolsillo.
Por eso, un servidor se ha sentado a pensar en voz alta y se le ha ocurrido proponer cuáles son algunos
nudos que tienen eso de Dios tan liado.
PRIMER NUDO:
La fe verdadera —como usted dice— no es la moderna, sino la antigua...
COMPAÑERO, ¡que se lo digo yo!, que en este país somos muy «modelnos» de boquilla... To¬dos
decimos que somos progresistas hasta que nos to¬can el trigémino.
El personal dice que está harto de que andemos atrasados, pero cuando las cosas van a modernizarse
de verdad, de verdad..., al personal le entra un cangue¬lo terrible y dice que lo de antes estaba mejor.
Hay la mar de gente que tiró por la borda su reli¬gión de infancia y todo lo que tenía que ver con ella.
Pero ahí les tiene usted hoy, compañero, consultando los horóscopos, yendo a reuniones espiritistas o
ado¬rando al último gurú que le paró por la calle.
Mucha gente se quejaba: La Iglesia está anticuada, los curas no están al día..., esa religión que nos ense-
ñan no sirve en el mundo de hoy...
Bueno, bueno, vale..., vamos a cambiar.
Y llega aquel viejito de sotana blanca —Juan XXIII— y monta el cirio del Concilio (el concirio le llamarán
algunos). Se empiezan a desmontar viejos tinglados y a acordarse de que la palabra griega «Evangelio»
se tra¬duce por «buena nueva», aunque a algunos les parezca «mala vieja».
Pero, mire por donde, compañero, que los que antes se quejaban de que la Iglesia estaba anticuada
ahora se empiezan a quejar, cuando no hemos hecho más que empezar, de que nos estamos pasando
con estas nove¬dades.
¿Quiere que le cuente un cuento?
Don Facundo había montado un barcito de be¬bidas junto a una capilla casi en ruinas. «Qué vieja está
esa capilla» —decía don Facundo—. Además no tenía ni valor artístico y le quitaba público..., y consi¬guió
que el Municipio la declarase en ruinas.

216
Pero, cuando los albañiles empezaron el derribo, se dio cuenta don Facundo de que su barcito estaba
totalmente apoyado en la vieja capilla y que también su tinglado se le venía abajo. «¡Esperen, esperen!
decía don Facundo a los obreros—, no echen la igle¬sia que es un sacrilegio».
¿Le gusta el cuento compañero?... Pues eso: que muchos tienen apoyada su vida, sus pequeños egoís-
mos, sus negocios..., en las viejas costumbres, en la vieja religión, en mitos y supersticiones. Luego
presu¬men de «progres» y quieren que les quiten o les cam¬bien esa vieja religión..., pero, cuando se la
quitan, ellos se quedan, con perdón, en calzoncillos y quieren que lo vuelvan a montar como antes. Pero
ya es tarde.
En vez de cuento ¿quiere, compañero, que le ponga un ejemplo?: Un señor despotrica contra Dios, la
Igle¬sia, los curas y sus alrededores. El señor tiene una casa de comidas muy santa donde dice: se
«celebran» bautizos, comu¬niones y bodas. Imagínese que un día las parroquias de los alrededores
deciden desmontar todo ese asunto de primeras comuniones y bautizos de niños peque¬ños. ¿Se
imagina la que montaría el dueño del piadoso restaurante? Iría con un rosario y una pistola a la pa¬rroquia
a exigir los sagrados derechos de los niños a ser bautizados y su sagrado derecho de que no le hun¬dan
el negocio.
Bueno, pues mucha gente tiene apoyado su negocio en la vieja religión. Le puedo hacer una lista de los
que se verían afectados si la Iglesia cambia el siste¬ma.
Los fabricantes de hábitos religiosos de diversos ti¬pos.
Los vendedores de imágenes, medallas y otros obje¬tos sacros.
Los arquitectos de templos suntuosos.
Los escaparates de disfraces de primera comunión.
Los novios que se casan en la iglesia por las flores, y la música, por lo que dirá su mamá o porque sí.
Los padres y madres que llevan a su hijo a una comunión que ellos no «practican».
Los organizadores de peregri-turismos.
Todos éstos, y otros que no recuerdo ahora, tienen apoyado su barcito, su interés económico, o de otro
tipo, en los muros de una vieja capilla y si un día —fiel al Concilio y al Evangelio— la Iglesia decide
derribarla... ¡La que se va a armar!... Ahí tendrán uste¬des un ejército de almas piadosas y de almas
ateas, de conservadores, de liberales, de carcas y de progres protestando porque la Iglesia deja de ser
lo que ellos quieren que sea.
Pues yo lo siento, compañero, pero yo soy muy clá¬sico, muy chapado a la antigua y me voy a lo más
antiguo del cristianismo, es decir, a Cristo. Lo que dijo e hizo Cristo es lo que me vale.
Luego encima de lo de Cristo, en veinte siglos se han montado muchas cosas. Unas están de acuerdo
con lo de él y me valen. Otras cosas no: En veinte siglos se ha acumulado mucha basura.
Por eso no hay cosa que más me moleste, compañero, que venga alguien y me diga: «Es que ustedes
están cambiando la religión».
¿Qué religión?, ¿la de su padre?, ¿la de su abuelo?, ¿la de su pueblo?...

217
Pero ¡oiga!, que su padre, su abuelo y su pueblo, son ya muy modernos y mi fe se apoya en la palabra
de Cristo, que por cierto, a pesar de ser tan antiguo, es mucho más moderno que todos nosotros juntos.
Pero eso ya es otro nudo.
SEGUNDO NUDO:
El Dios que nos anunció Jesucristo es un liante
Yo le diría compañero, para empezar, que hay dos clases de dioses..., se les podría llamar: 1. dioses
opio, 2. Dios el liante, el inquietante, el agitador...
El problema de que mucha gente no se entienda al hablar sobre religión, puede ser ése..., unos hablan
del dios n° 1 y otros del n° 2. Unos creen en el 1 y otros en el 2, otros no creen en ninguno..., y están en
su derecho, pero —lo peor— es que muchos hacen una ensalada con los dos tipos de dios.
El dios opio, es el dios que tranquiliza y aparta de la realidad.
Es opio, morfina, anfetamina, por lo menos optali¬dón. A ese dios habría que darlo con receta.
Ese dios lo que pide son novenas para conseguir la gracia que se desea, pide una serie de oraciones
reza-das como un robot, pide «cumplir» unas reglas, pide llevar al niño a bautizar cuando no se entera,
llevarle a hacer «la comunión» cuando casi no se entera, ente¬rrar al abuelo con cura cuando,
evidentemente, no se entera y casarse por la Iglesia evidentemente en estado semiinconsciente.
El dios opio pide resignación ante las injusticias, pide que los ricos sigan siendo ricos para que puedan
hacer limosnas y los pobres sigan siendo pobres por¬que si no ¿a quién iban a dar limosna los ricos? (y
palabra que no me lo invento, eso se ha predicado).
Y el Dios n° 2... cuidado con él. Es un Dios peli¬groso. Es Dios que se rebela contra el faraón, contra el
patrón explotador, contra el dictador, contra el matón.
Es Dios que anima a los médicos a que luchen con¬tra el cáncer, la epidemia, la «colza» y los culpables
de ella; que anima a los campesinos a que luchen contra la sequía, las plagas, y los acaparadores de la
cosecha.
El Dios agitador es un Dios que excita todas las posi¬bilidades de quererse más y exige que se creen las
condiciones para poder quererse; porque, claro, si us¬ted compañero le está pisando el cuello al vecino,
no le pida encima que le estreche la mano en misa.
El Dios agitador es así antirracista, antiesclavista, antibelicista, antidictatorial..., porque no solamente creó
al hombre, sino que quiere que el hombre se siga recreando y no se quede como un mono colgado de
cualquier rama o cable.
Este Dios no cree en el hombre individualista, aisla¬do, sino en el que se organiza, se asocia a cualquier
gente.
Bueno, pues ése es el Dios que Jesús nos anunció.
Usted me podrá decir que del Evangelio se pueden interpretar muchas cosas... Le digo compañero que
no: que se podrán discutir algunos puntos, pero lo de Dios amigo, Padre, liberador, partidario de los
po¬bres... eso no se puede discutir. Bueno... sí se puede, pero léase el Evangelio entero y —si no es que
agarra alguna frase por los pelos— verá qué Dios nos presen¬ta Jesús.

218
Hay dioses para todos los gustos: dioses con los que puede uno evadirse y hacer sus negocios sin
remordi¬miento de conciencia, dioses para dormirse en el tem¬plo o para tragarse mentiras, dioses para
robar, para poder estafar tranquilamente, para poder aumentar el número de gente sin trabajo, para
invadir Centroamérica en nombre de dios o para matar en su nombre africanos o indios (otra vez los
indios).
Si lo que usted busca, compañero, es un dios de esos, del número 1, comprenda que usted y yo no nos
podremos poner nunca de acuerdo porque estaremos hablando de cosas distintas.
Yo creo en Dios como me lo cuenta Jesús.
TERCER NUDO
Jesús de Nazaret cometió el error de hablar demasiado pronto...
Claro, ¡a quién se le ocurre!.., hablar en tiempo de los apóstoles cuando los hombres eran unos
bárbaros..., hablar en plena edad antigua, entre una gente tan inculta, con costumbres tan crueles, con
es-clavitudes y guerras y los romanos dominando todo lo que podían y los sacerdotes del templo
acaparando la religión...
En todo ese ambiente aparece ese tal Jesús predi¬cando el amor a los enemigos y los derechos de los
más humildes y el poner en común los bienes y la vida... No es extraño que le pasase lo que le pasó.
La gente le seguía mientras les daba de comer y les curaba, pero en cuanto empezaba a hablar se iban
quedando de piedra: ¿Qué dice éste? ¿Nos está tomando el pelo?... Muy dura es esa doctrina, ¿quién
la puede aguantar?...
Y unos le dejaron solo y otros fueron a por él.
Sólo hubo un grupito, que a trancas y barrancas, es¬condiéndose unas veces, siguiéndole otras,
haciéndole preguntas y metiendo la pata, fueron aceptando lo que decía. Lo raro es que quedase alguno.
Lo raro es que cuando los que más se picaron con las palabras de Jesús, lo quitaron de en medio..., que
después apareciese otra vez el grupito dispuesto a dar la vida por la enseñanza de Jesús, convencidos
de que él seguía allí en medio de ellos.
Un grupito.
Luego, ya se sabe, el grupito fue predicando lo de Jesús, pero con el mismo error: demasiado pronto. Y
también el personal empezó a decir que estaban locos, o que eran revolucionarios (y lo eran).
Se me ocurre que los apóstoles podían haber hecho algo más inteligente: Haber escrito la «buena nove-
dad», o sea el Evangelio de Jesús.
Haberlo escrito en unos pergaminos y haberlo guar¬dado en un cofre. Sobre el cofre haber escrito:
«Ábrase este depósito cuando los hombres no sean tan bestias». Y, bien cerrado, haberlo escondido en
una cueva o en algún monumento de piedra. Luego ellos, los apósto¬les, podrían haberse vuelto a sus
pescas y a sus nego¬cios sin complicarse más la vida. Siglos después, cuan¬do la humanidad estuviese
más preparada para encajar el mensaje de Jesús, se abría el cofre...
— ¡Ah!, y entonces hoy en cualquier museo: en Jeru¬salén o en el Museo Británico o en los archivos del
Pentágono..., estaría guardado el documento sin abrirse todavía...

219
Claro. Y todos tan tranquilos, y así no habríamos hecho de la «Buena Novedad» de Jesús lo que hemos
hecho. Porque ¡mire, compañero, que hemos hecho mangas y capirotes de lo que decía Jesús!
La de personas que han muerto o han sido puestas en ridículo por intentar vivir la Palabra de Jesús...
Y la de opresores que han oprimido y asesinos que han asesinado diciendo que lo hacían en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Si Jesucristo hubiera esperado a predicar lo suyo unos años más... o unos siglos.., o unos milenios... ¿no
habría sido más prudente?
Pero, pensándolo bien, ¡qué caramba! Hizo bien en nacer y en decir lo que dijo. ¿Que no le hacemos
caso? Es nuestro problema. ¿Que se deforma lo que él dice y cada uno lo interpreta como le conviene?:
Pues que no seamos caraduras y busquemos sinceramente su men¬saje. ¿Que encima de su palabra
se ha montado un enorme tinglado?, pues a desmontarlo.
Se imagina usted, compañero, si Cristo hubiera na¬cido en nuestro siglo, ¿cómo se hubieran puesto de
nerviosos los mismos que hoy disimulan sus palabras? Para decírselo de modo culto.., hubieran andado
como señoras de vida casquivana por trigal recién segado.
Si en el siglo XX hubiera aparecido Cristo... imagínese: Los teletipos de muchos periódicos deformando
las noticias y las palabras de Jesús. Los defensores de los grandes capitales acusándole de loco y
revolucio-nario. Los líderes políticos diciendo que aquello no era más que utopías y sueños, o que lo que
Jesús decía de bueno ya lo decía antes el programa de su partido; y la policía de muchos países
siguiéndole la pista, po-niéndole escuchas en su casa y denunciándole a los tribunales. Y los tribunales...:
siempre hay algún país donde no se ha abolido la pena de muerte. Jesús de Nazaret, de Wisconsin, de
Saigón, de Cuenca (de don¬de hubiera nacido) a la cámara de gas, al paredón o la horca. Es que también
en nuestro siglo hubiera nacido demasiado pronto. Pero el hecho es que ha nacido, que ha hablado, que
lo mataron y que hoy sigue vivo; así que... ¡qué le vamos a hacer compañero!, o acepta¬mos su mensaje,
o no nos llamamos cristianos.
Pero no falsifique la Palabra de Jesús... ya basta con que falsifiquen el coñac francés o el aceite español.
CUARTO NUDO:
No se asuste de que los que nos decimos cristianos seamos tan burros todavía...
Muchos se preguntan, ¿por qué el Evangelio no ha conseguido cambiar la humanidad? ¿Por qué el
personal es tan salvaje aún? ¿Por qué la inquisición quemando herejes en nombre de dios (aposta lo
pongo con letras pequeñas, porque no creo en ese dios). ¿Por qué en pleno siglo XX hay un señor que
yo conozco mandando fabricar misiles e invadir países «para salvar la civilización occidental y
cristia¬na!...?, ¿por qué tantas estafas «cristianas», tantos enriquecimientos «cristianos», tantos odios
«cristia¬nos»...? Yo —compañero—— ya no me escandalizo de eso ni me hace perder mi pequeñita fe.
Déjeme que se lo explique con una raya
Érase una vez [ _______________ ] ¿Será una vez? ¿ve? En una punta está el «Mono»: los sabios le
dirán el prehomínido... producto de una evolución de miles y miles de años. Desde que el mundo comenzó
a ser, las especies fueron evolucionando hasta que, ¡zas!, apareció el hombre (lo de ¡zas! es un decir,
pero aquí no vamos a discutir cuestiones científicas, hay por ahí libros de divulgación). Total que hace
más de quinien¬tos mil años apareció el hombre. Es una punta de la raya: el pasado.

220
En el otro extremo, que es el futuro. ¿qué pone¬mos?... Un hombre nuevo, un hombre tan avanzado, tan
avanzado.., que podríamos llamarle el «Hombre Comunitario». Una humanidad que ha superado las
guerras, los odios, las pendejadas, las en¬vidias, las zancadillas, los machismos, las peleas, las
oposiciones, las desigualdades, las mentiras, los cuen¬tos chinos (de fabricación nacional), las
falsificaciones, las desconfianzas, las hipocresías, los desprecios, los desplantes, los desmanes, las
coimas, las corrupciones, los despilfa¬rros, los desconsuelos, los destacamentos, los déspotas y las
destrucciones.
- ¿Que eso será aburrido? Esa nueva humanidad ten¬drá tiempo de sobra para amarse, quererse y
hacerse feliz en todas sus modalidades.
- ¿Que eso es imposible?.., ¿que nunca llegará?
Eso mismo dijo una vez un mono cuando otro mono le dijo:
«Ya verás cómo algún día llegaremos a pensar y a inventar lavadoras automáticas».
Bueno. Fíjese en esa raya y en sus dos extremos y pregúntese: nosotros, los hombres de hoy, ¿en qué
punto de la raya nos encontramos’?.., ¿a medio camino?.., ¿,a dos pasos de conseguir el objetivo?, o
casi recién salidos de la horda de monos?...
Algunos pesimistas dirán que vamos marcha atrás y que volvemos a la ley de la selva. Que lo digan. Lo
cierto es que el camino hacia ese «hombre nuevo», «humanidad sin fronteras», «comunidad universal»,
«utopía» (palabra que quiere decir que eso no pasa en ningún sitio)..., todos comprendemos que es un
cami¬no largo..., ¡larguísimo!
Como yo tengo fe, como creo en ese Dios inquietan¬te y revolucionario, creo que en la historia de todos
esos siglos —desde tiempos del mono, para entender¬nos—, han aparecido muchos hombres iluminados
por Dios que se han adelantado a su época, que han naci¬do «demasiado pronto» y han intentado «tirar
palan¬te» con la humanidad... A muchos de ellos la humani¬dad los ha eliminado, por eso: por
«profetas». Espe¬cialmente «en los últimos tiempos» Dios ha enviado a Jesús y, ya sabe compañero, lo
que hemos hecho con él.
Jesús, «el – hombre – que - habló – demasiado - pronto», juntó una panda de locos que anunciasen un
mundo nuevo, el mundo del futuro, el mundo de los hijos de Dios...
Pero mantener esa marcha hacia el «mundo que tiene que ser» es muy dura y enseguida se nos
des¬pierta dentro el mono del pasado.
La panda de locos que Jesús juntó se organizo en Iglesia.
La Iglesia de Jesús, como está formada por descen¬dientes del mono —y encima con el pecado
original—, no acaba de encajar el mensaje del jefe y al menor des¬cuido volvemos a andarnos por las
ramas, a pegarnos con el garrote, a quemarnos vivos y a tenerle gustirri¬nín al dinero, al lujo, a los tronos
y al “usté no sabe con quién está hablando”: cosas más propias del hom¬bre de Cromañón que del
maravilloso futuro ese en el que al levantar la vista veremos una tierra en la que no ponga «prohibido el
paso, propiedad privada».
Con el tiempo, en la Iglesia de Jesús se ha ido mon¬tando lo que los técnicos llaman superestructura,
tin-glado, andamiaje..., y al mismo tiempo ha habido en ella divisiones, guerras, y luego más tinglado y
más superestructura.

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La Iglesia está eclesiastizada, ¿quién la deseclesiasti¬zará...?, el desesclesiastizador que la
desesclesiastizare... ¡Viva su madre! No es lo mismo ser paternal que pa¬ternalista, ser entusiasta que
ser fanático. Tampoco es igual ser de la Iglesia que estar eclesiastizado.
A veces me dice algún amigo: ¿Y tú... viendo lo que pasa en la Iglesia: lo de tal grupo o de tal cura o tal
jerarquía... cómo sigues en ella?
Pues, compañero, porque en cualquier organiza¬ción, partido o similar que no sea la Iglesia, pasa lo
mismo y peor. En todas partes cuecen habas.
Además porque veo que, a pesar de todo, en la Igle¬sia hay hombres y mujeres que no se han olvidado
del Jefe ni de lo que dijo, y sigo en la Iglesia porque, a pesar de todo, a «mi» Dios, al n° 2 del que
hablamos antes, sólo le puedo buscar en grupo.
Los que nos decimos cristianos, ya seamos seglares, curas, carpinteros, empleadas de hogar, monjas,
direc¬toras de colegio, obispos, pintores, taxistas, papas, vendedores ambulantes, ermitaños, futbolistas,
campesinos, equilibristas, etc., todos formamos la Iglesia caminante (a veces la Iglesia en marcha atrás),
pero al final seguimos adelante, hacia el Reino de Dios (el del n° 2): el mundo nuevo.., que se va haciendo
poco a poco, tan poco a poco que, ¡cuer¬nos!, uno pierde la paciencia.
QUINTO NUDO:
Si usted quiere que la Iglesia le deje en paz...»
Usted es de los que le gustan las cosas claras. ¿Qué pasaría si en este país cada cual eligiera
francamente el dios o el no-dios que quisiera?...
— ¿Que uno no cree en ningún dios o se declara agnóstico? (que es algo así como «no sabe-no contes-
ta»); pues muy bien, tan amigos y nos tomamos juntos unas copas.
— ¿Que otro cree en el dios n° 1: el que saca de complicaciones y sirve como morfina y tranquilizan¬te?
Pues encantado, mucho gusto, y todos tan amigos.
— ¿Que otro cree en una mezcla extraña del uno y del dos...? ¿Que cree en un dios, que es totalmente
individual, para el cual no hacen falta ni curas, ni Iglesia, ni misas, ni reuniones, ni comunidad... Un dios
que es de él sólo y nadie tiene que meterse en su conciencia? Pues también muy bien.
— ¿Que otro cree en ese Dios, n° 2, el mismo en quien yo creo: el Dios que nos explicó Jesús el de
Nazaret?... Pues ¡a sacar consecuencias colega! Porque entre los líos en que nos mete el susodicho Dios
está el de exigir a los creyentes que nos juntemos en grupo, en comu¬nidad, en panda, en colectivo, en
asociación, en asamblea, en Iglesia, en reunión, en equipo...
Sí, ya sé que los grupos, asambleas, Iglesias, etc., están llenos de gente que huele mal, que no sabe ha-
blar, que es pesada, que algunos a ustedes le caen gordos... ya sé.
Pero ¿qué quiere que le diga? Si yo no creo en un dios individualista que está en las nubes, tengo que
jugar con las cartas que me dan y con los compañeros de juego que me tocan.
Si a usted le convence el Dios de Jesús, búsquese una comunidad, un grupo, una Iglesia, una panda, un
lo que sea, donde juntos intenten pensar, poner en práctica el Evangelio y también sus fiestas y
celebraciones.

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Lo que no me parece tan honesto es que usted no crea en nada, o tenga su dios individual y no quiera
saber nada de curas ni iglesias..., pero que luego aparezca de vez en cuando a decir: «Que yo quiero un
bautizo para el nene... o una boda por la Iglesia... o...».
Si usted quiere que la Iglesia le deje en paz, deje en paz usted a la Iglesia.
Es que eso de la Iglesia funcionaria se está acabando. Y entre todos tenemos que ayudar a que se
termine. Para oficinas están las intendencias y los juzgados.
Le aseguro, compañero, que eso de ver la Iglesia como una agencia de servicios o un local de ceremonias
es el nudo más gordo que nos impide aclararnos sobre el lío de Dios.
Pero me estoy pasando de rollo y no me caben más cosas en este folleto.
¿Seguimos caminando juntos hacia adelante, compañero...?

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