Professional Documents
Culture Documents
NIÑA INFANTITA
Rosario de la Niña Infantita
BIENVENIDA: BUENAS NOCHE PALOMA BLANCA
EL SANTO ROSARIO
3. Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser
Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta. Amén.
Rezaremos el santo rosario en honra y gloria de la santísima virgen María, para que se
digne admitirnos bajo su poderosa protección, paz en la iglesia, sosiego en la conciencia,
tranquilidad en la república de los bienes temporales que hubiéramos de menester y alivio a
las benditas almas del purgatorio. Amén.
Primer Misterio
Tanto amor para ti mi pecho encierra que observarte quisiera, Madre mía, más… ¿Puede dar la
tierra algo digno de ti Virgen María?
¿Existirá algo en este bajo suelo que ofrecer a la Santa de las santas, si tienes allá en el cielo
coros de serafines a tus plantas?
¿Lucirían en tu trono esas estrellas que vistas desde aquí nos maravillan? ¿Junto a ti serían
bellas si con la luz de tus pupilas brillan?
¿Tendrían valor las perfumadas rosas? Cierto es que son vistosos sus colores, pero… ¿Serán
hermosas al lado de la reina de las flores?
Jaculatoria:
Segundo Misterio
Podría formar un ramo de azucenas que sean emblema de pureza y calma más… lucirán apenas
pues cándida más que ellas es tu alma.
No hay que buscar camelias, Madre amada, ni claveles purpúreos olorosos, tus labios de
granada son Divina Infantita más hermosos.
Pensaba en las violetas pudorosas que son de la humildad la fiel morada; pero, como las
rosas, junto a ti, Reinita mía, no valen nada.
Ni nomeolvides, suaves, pequeñitos puedo ofrecer para calmar mi anhelo, pues sé que tus
ojitos, más dulces son que su color de cielo.
Jaculatoria:
Tercer Misterio
¿Con el rumor del mar haré murmullos para cantar tus gracias que me encantan? Mas… si tienes
arrullos de ángeles mil, que tu grandeza cantan.
Cómo podré con cosas transitorias ensalzar tu poder, Niña Divina, como cantar tus glorias y tu
casta belleza peregrina.
Cómo podrá la lengua miserable alabarte oh María, radiante estrella, si eres la incomparable, la
obra de Dios perfecta, la más bella.
Qué habrá digno de ti, Virgen sagrada, la más pura de todas las mujeres, si estás tan
encumbrada que Dios mismo te dice: “BENDITA ERES”
Jaculatoria:
Cuarto Misterio
Si tu cuna la mecen los querubes y es la cuna escabel donde te sientas, y en un trono de nubes
vestida de luceros te presentas.
Si al ver el sol tu rubia cabellera de ella recoge todos sus fulgores y la celeste esfera a ti debe
sus puros resplandores.
Si de tu frente toma su pureza el blanco lirio que entre espinas crece, y toda la belleza junto a
la tuya, oh Niña desaparece.
Jaculatoria:
Por eso con este Rosario, recibe nuestro amor, nuestro desvelo, y sírvete de arrullo nuestra
oración que se levanta al cielo.
Jaculatoria:
Todos: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Guía: Dios te salve María Santísima, Hija predilecta del Padre, Aumenta nuestra fe, Madre
amantísima del Hijo, Aumenta nuestra esperanza, Esposa Purísima del Espíritu Santo. Aumenta
nuestro amor.
Guía: Dios te salve María Santísima, océano de gracias, manantial de misericordia, soberana
emperatriz del cielo y de la tierra. Dios te salve María Santísima, templo, trono y sagrario de la
Santísima Trinidad. Virgen concebida sin la culpa del pecado original.
Todos: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te
salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este
valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos
Rosario de la Niña Infantita
misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh
clemente, OH piadosa, ¡OH dulce siempre Virgen María!
Guía: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar y gozar las
promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo, Amen.
ORACIÓN
María yo te doy mi corazón, a cambio te pido tu
Inmaculado Corazón. (3 veces)
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo
presentes a Jesús. Por el amor y complacencia con
que te aceptó, cuando a la temprana edad de tres
años te consagraste a Él, suplícale acepte el mío e
imprima en él las virtudes que le faltan, para que, a
imitación del tuyo, le sea agradable. Enséñame a
despreciar las honras vanas del mundo; haz que
siempre sea mi único anhelo crecer en el amor de
Dios, cumpliendo siempre su divina Voluntad. Te
presento también los corazones de los que no te
conocen y no pueden amarte. Oh Virgen Niña
Atráelos con tus inspiraciones para que, amándote
todos como hijos, vayamos a cantar las glorias y
magnificencias de tu hijo Jesús, nuestro Señor en el
Cielo. Amén.
Guía:
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros
Santa María
Santa Virgen de las vírgenes
Hija predilecta del Padre
Madre de Cristo Rey
Rosario de la Niña Infantita
Gloria del Espíritu Santo
Virgen Hija de Sion
Virgen pobre y humilde
Virgen sencilla y obediente
Esclava del Señor
Colaboradora del Redentor
Llena de Gracia
Fuente de hermosura
Conjunto de todas las virtudes
Fruto escogido de la redención
Discípula perfecta de Cristo
Imagen purísima de la Iglesia
Mujer nueva
Mujer vestida de sol
Mujer coronada de estrellas
Señora llena de benignidad
Señora llena de clemencia
Señora nuestra
Alegría de Israel
Esplendor de la iglesia
Abogada de la gracia
Dispensadora de la piedad
Auxiliadora del pueblo de Dios
Reina de la caridad
Reina de la misericordia
Reina de la paz
Reina de los Ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas
Reina de los apóstoles
Reina de los mártires
Reina de las vírgenes
Reina de todos los santos
Reina concebida sin pecado original.
Reina asunta a los cielos
Reina del mundo
Reina del cielo
Reina del universo
Reina y madre de los sacerdotes. Ruega por ellos.
Guía: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las
promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo, Amen.
Guía: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te
dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, OH Virgen
gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Todos: Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas y gracias de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.”
OREMOS
Oh Dios todopoderoso y misericordioso Dios, quien, por medio del Espíritu Santo, han preparado
el cuerpo y el alma de la niña María Inmaculada para ser la madre poderosa y digna de tu Hijo,
preservándola de toda mancha, nos concedas todos los que veneramos con todo nuestro corazón
su infancia santa, para ser libre, a través de sus méritos e intercesión, por lo que puede ensuciar
nuestros cuerpos y nuestras almas y nos haga capaces de imitar su humildad perfecta, obediencia
y la caridad, por Cristo nuestro Señor, Amén.
CANTOS
INVITAMOS A TODOS LOS PRESENTES A CANTAR LAS ALABANZAS A LA VIRGEN DE GUADALUPE
“OH Dios, cuyo unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida
eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que
contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.”
“Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!, de la Fe santa,
el aumento, la exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto. Que el gentil conozca a Dios.
Que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los enfermos tengan la salud. Que en el
purgatorio logren las ánimas refrigerio. Y que este santo sacrificio tenga efecto tan completo en
toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.
Amén.”
Viva Jesús, viva María, viva la Gracia, muera el pecado. Viva Jesús Sacramentado. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón,
mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.