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JOSÉ ALEXANDER LLORENTE CÁRDENAS

OCTAVO SEMESTRE “B”

27/05/2018

ENSAYO

CLAVES DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE LA PSICOTERAPIA


PSICOANALÍTICA JUNGUIANA

En este ensayo vamos a tratar de entender las claves de la práctica


profesional de la psicoterapia psicoanalítica junguiana para esto podemos
comenzar por hacer algunas precisiones. Al conjunto de planteamientos teóricos,
analíticos y metodológicos formulados por Jung se le denomina psicología
analítica, para diferenciarla de los postulados de Adler a los que se denomina
psicología individual, y de los de Freud, que constituyen lo usualmente llamado
psicoanálisis. De otra parte, a la actividad de los analistas de una y otra escuela
se le suele llamar psicología profunda, que hace referencia a que unos y otros
abordan el estudio del inconsciente.

Jung no fue el primero en dedicarse al estudio de la actividad onírica. No


obstante, sus contribuciones al análisis de los sueños fueron extensivas y
altamente influyentes. Escribió una prolífica obra. Aunque durante la mayor parte
de su vida centró su trabajo en la formulación de teorías psicológicas y en la
práctica clínica, también incursionó en otros campos de las humanidades, desde
el estudio comparativo de las religiones, la filosofía y la sociología hasta la crítica
del arte y la literatura.
Aunque Jung trabajó con Freud durante algún tiempo, se separaron
debido a las diferentes teorías. Mientras que Freud afirmó que los sueños y el
inconsciente son cosas personales contenidos dentro de un individuo, Jung creía
que el inconsciente personal es sólo la capa superior del inconsciente colectivo
mucho más profundo: lo incontrolable, parte heredada de la psique humana que
se compone de arquetipos o patrones comunes para toda la humanidad.

No debemos olvidar que, en la terapia de Jung, estos patrones pueden


explicar por qué tenemos hábitos que no se puede romper tan fácil, como las
adicciones, la depresión y la ansiedad. Por lo tanto, el enfoque de jung tiene
como objetivo analizar estos arquetipos con el fin de comprender mejor el ser
humano. A través del proceso de auto-conciencia, la transformación y
actualización, la Terapia Junguiana puede ayudar a las personas ver lo que está
fuera de equilibrio en su psique. Esto es para darles la posibilidad de hacer
conscientemente cambios que ayudarán a ser más equilibrados y completos.

La Terapia Junguiana o el análisis de Jung como también se le conoce,


es un enfoque psicoanalítico que fue desarrollado por psicoterapeuta Carl
Gustav Jung. Junto con Freud, Jung es considerado uno de los pioneros de la
psicología profunda, sobre todo de la mente inconsciente. En la psicología
analítica de Jung, decir que la aparición de una imagen, idea o ilusión en nuestra
mente genera una realidad psíquica. Es decir, para nuestra mente no hay
categorías para dividir la realidad. La identificación de un sonido externo, un olor
o una visión, para nuestra mente es tan real como la aparición de una imagen
arquetípica o un sueño. Desde aquí, Jung elaborará su psicología clínica que
pronto se convertirá en fundamento para la Práctica de la Psicología Analítica,
que se diferencia de la otra gran corriente desarrollada por Freud, el
Psicoanálisis.

Desde un principio, Jung pone ciertas reglas éticas en su práctica: la


primera, que el análisis de una paciente es un encuentro único, nada tiene que
ver con el anterior y muy importante, «sólo puede curar una herida un médico
que ha sido herido», lo que compromete al profesional a poseer experiencia
además de conocimientos académicos; la segunda regla es que antes de
afrontar un tratamiento, el doctor debe asegurarse de estar limpio de neurosis
propias, y tercero, que todo profesional debe tener una supervisión superior de
otros profesionales: «hasta el Papa tiene un confesor» decía Jung.

Además de este pequeño código deontológico, Jung hacía otro tipo de


recomendaciones como la de ser tolerantes a otros métodos para cumplir mejor
con su cometido y, sobre todo, no olvidar la historia secreta de cada paciente, la
que permanece oculta a su cotidianidad.

Jung le da mucha importancia al Yo, que sería una figura arquetípica


consciente que lleva asociada otra inconsciente: la sombra. El yo bien cuidado y
desarrollado lleva al si-mismo, es decir, a la realización a través de la reflexión.
Sin embargo, un Yo insano, va a traer los comportamientos más bestiales y
bajos, que Jung llama su Sombra, dejando al individuo en la oscuridad. A
propósito de esto, Jung analiza el movimiento Nazi que justamente relaciona con
un Yo insano, que enfermó al querer agrandarse asociándose con la «raza aria
pura» proyectando su sombra, sobre todo, sobre el pueblo judío al que identificó
con el mal.

Otro par de imágenes arquetípicas son la Persona y la Imagen Anímica


que para el hombre es Ánima (alma en femenino) y para la mujer Ánimus (alma
en masculino). La Persona está en nuestra parte consciente y la parte de nuestra
mente que se encarga de lidiar con el mundo, de relacionarse con él. De hecho,
la palabra «persona» deriva del latín «máscara teatral». La relación entre
Persona e Imagen Anímica (ya sea ánima o ánimus) se define por las dos
actitudes (extravertida e introvertida) y las cuatro Funciones Psíquicas (las
racionales pensamiento y sentimiento y las irracionales sensación e intuición).
La Imagen Anímica se convierte en una especie de guía para el alma, aunque
potenciada en exceso.
En conclusión, todos nosotros poseemos estas funciones y las usamos en
diferentes proporciones. Cada uno de nosotros tiene una función superior que
preferimos y que está más desarrollada.; otra secundaria, de la cual somos
conscientes de su existencia y la usamos solo para apoyar a la primera. También
tenemos una terciaria, la cual está muy poco desarrollada y no es muy
consciente para nosotros y finalmente una inferior, la cual está muy pobremente
desarrollada y es tan inconsciente que podríamos negar su existencia en
nosotros.

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