Alumna: Alexandra Eliana Salazar Vara Salón: 1 “A”

Profesor: Slink Dueñas Silva Curso: Expresiones Artísticas

El poder de la oratoria y el liderazgo

1. Practicar muchas veces el objetivo planteado como una buena gesticulación o
vocalización. El caso de Demóstenes como supero la tartamudez es un ejemplo de
persistencia y práctica.

La fuerza de voluntad, tenacidad. Un buen orador tiene siempre ánimos y está

convencido que puede todo.

Causar una buena imagen, es decir la presencia es importante y esto se

complementa con las ideas del orador.

Mente positiva. Un orador siempre tiene ideas para mejor, piensa en lo que debe
hacer y omite los NO PUEDO. Debemos recordar que “La mente tiene poder”.

Hablar bien de uno mismo, automatizarse, evitar ideas como me pongo rojo como
“No me gusta hablar en público”.

2. Darse cuenta de lo que quiere expresarse y expresarlo bien. Ser consciente de lo

que se dice. Hablar siempre en positivo.

Autosugestionarse positivamente, ejercicios como hablar todo en positivo, aceptar lo

bueno que uno posee

Un buen orador debe leer bastante, para así tener más conocimiento y tener una gran
riqueza en el vocabulario.

3. Una de las técnicas importantes son las expresiones y podemos resaltar cuatro:
• Expresión corporal: Que el cuerpo exprese seguridad, serenidad.
• Expresión verbal: Expresarse adecuadamente utilizando la voz de acuerdo al
contexto.
• Expresión gestual: Son los gestos que podemos expresar en el rostro y el mensaje
que da a entender.
• Expresión de las manos, es decir realizar ademanes.
4. Uno debe de tener actitud mental al ingresar antes de realizar un discurso.

Uno debe ubicarse bien, acondicionar los elementos para el beneficio de uno propio.
 Posicionarse bien en la parte central. Dar una mirada silenciosa, llamada “silencio
psicológico”, que ejerce influencia, control y dominio, esperar que todos los oyentes
guarden silencio, debe durar mínimo 5 o 6 seg., este suele prolongarse hasta 5 o 7
minutos.

Realizar saludos generales, si en caso no se conoce el nombre de las autoridades

presentes, utilizar adjetivos antes de nombrar a las autoridades.

Uno debe realizar un “triple elogio”, elogiar al día, al lugar y a las sensaciones que
uno tiene en ese momento. El secreto para llegar al público de una mejor manera,
uno debe tratar bien al público.

La forma en la que uno tiene que comenzar un discurso, es con una sonrisa natural
(para esto uno debe de estar con una buena motivación), una mirada, controlar el
tono de voz.

Uno debe automotivarse antes de hablar, decirse frases positivas para lograr una
mejor expresión.

Cuando uno habla debe de crear una introducción o motivación, con una frase
célebre, con una anécdota, algo para que el público se interese en el tema, uno debe
tratar de provocar las risas o una reflexión profunda en los presentes.

5. El orador tiene que preocuparse en su introducción inicial, empezar con algo

interesante y luego de haber llamado la atención puede empezar recién el tema.

Luego el tema debe dividirse en 3 partes o ideas, simplemente darle un orden.

Después de haber dado a conocer las ideas se ingresa a las recomendaciones,

conclusiones o alternativas de solución.

Al igual de cómo nos preocupamos por la introducción debemos buscar la forma de

finalizar, la manera más simple de hacerlo es el agradecimiento, empezando por la
institución a la cual pertenecemos, luego a quien dirige y finalmente al público;
también podemos utilizar alguna cita celebre o alguna anécdota, dependiendo
siempre del tipo de público.

Otra forma de finalizar un mensaje es con la participación del público haciendo

preguntas que los motiven o incluso realizando vivas.

Podemos usar un tono ascendente o descendente, pausado o acelerado, pero

siempre dándole énfasis a las palabras. Como punto final debemos terminar con un
“muchas gracias “.