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el ENEAGRAMA DE GURDJIEFF
Dado que ya se ha analizado a nivel atómico la frecuencia y el código que utiliza esta Falsa
Creación para su expansión y se ha visto que TODO, tanto a un nivel micro como a un nivel
macro funciona mediante patrones geométricos repetitivos, vamos a analizar por su
analogía la perspectiva de Gurdjieff sobre estos asuntos.
Gurdjieff sacó a la luz por primera vez el eneagrama a sus alumnos en 1914‐16. Fue
presentado como un símbolo universal para entender cómo un proceso organizado en el
tiempo podría convertirse en un evento evolutivo. La estructura de los organismos vivos y
procesos en el tiempo puede ser entendida como en siete: siete días de la creación, los
siete niveles del átomo al organismo, los siete pasos en la octava musical, cuando Gurdjieff
habló de esto lo llamó la “ley de siete”.
En el diagrama, las tres líneas del triángulo representan tres procesos independientes.
Comienzan por separado y luego convergen. Primero tienen que ser conectados o
acoplados entre sí. En segundo lugar, tiene que ser cristalizado, que se manifiesta como un
acto de ‘voluntad’ único.
Los tres procesos significan el funcionamiento de la “ley de tres”. Esta ley cósmica de la
creación. Es sólo cuando se inserta en la “ley de siete “que los tres elementos entran en
juego sucesivamente. Podemos pensar en lo que está sucediendo como una operación de la
“ley de tres” en la “ley de siete”.
Las modificaciones de la “ley del siete” dan lugar a lo que conocemos como el Eneagrama.
Así, el eneagrama puede ser visto como un símbolo que es una puerta de enlace que
conecta lo visible y lo invisible. El eneagrama puede servir para facilitar el diálogo de las
leyes cósmicas, para conectarse mejor entre esas dimensiones.
Una de las grandes lecciones del eneagrama es que cualquier tipo de desarrollo debe llegar
a su techo y ser trascendido en otra dimensión.
3‐ El hexagrama, figura de seis lados irregular, marcada por la circulación por fuera, 1, 2, 4,
5, 7, 8 simboliza el hombre mecánico , la vida del hombre sujeta a desvíos y de 1, 4, 2, 8, 5,
7 en su parte interna, simboliza el trabajo interno.
La ley de las tres fuerzas, Ley de Tres: En la enseñanza de Gurdjieff, todo fenómeno, en
cualquier escala, desde lo molecular hasta lo cósmico en cualquier mundo, es el resultado
de la combinación de tres fuerzas diferentes: la fuerza positiva (afirmación) la fuerza
negativa (negación) y la fuerza neutralizante (reconciliación). La posibilidad de unidad
depende de una confrontación de el sí y el no, y de la aparición de una tercera fuerza
reconciliadora que pueda relacionar las dos.
NOTA: NO DEJA DE SER UNA EXPLICACIÓN METAFÍSICA A POR QUÉ LOS PROTONES QUE
SON PARTÍCULAS DE LUZ SE ENCUENTRAN ATRAPADOS EN EL ÁTOMO POR UNA
FUERZA NEUTRALIZANTE QUE LO EJERCEN LOS NEUTRONES Y POR UN CAMPO
MAGNÉTICO A SU ALREDEDOR QUE ES REPRESENTADO POR LOS ELECTRONES.
Ellos forman el triángulo separado — la trinidad libre del símbolo. El triángulo 9‐3‐6, que
une en un todo los tres puntos de la circunferencia no incluidos en el período, conecta la
ley de siete con la ley de tres. Los números 3‐6‐9, no están incluidos en el período; dos de
ellos, 3 y 6, corresponden a los dos intervalos de la octava.
La ley de octava (la ley de siete): toda materia en el universo consiste en vibraciones que
descienden hacia la manifestación de la forma (involución) o ascienden en un regreso
hacia la fuente sin forma (evolución). Su desarrollo no es continuo, sino que se caracteriza
por aceleraciones y retardos periódicos en intervalos definidos. Las leyes que gobiernan
ese proceso se encarnan en una fórmula antigua que divide el período en el cual una
vibración se duplica en ocho pasos desiguales que corresponden a la proporción de
aumento en las vibraciones. Ese período es llamado octava, es decir compuesta de ocho.
Esa fórmula subyace en la base del mito bíblico de la creación del mundo y de nuestra
división del tiempo en días laborales y domingos. Aplicada a la música, la fórmula se
expresa en la escala musical do‐re‐mi‐fa‐sol‐la‐si‐do, con semitonos faltantes en los
intervalos mi‐fa y si‐do. El movimiento interior hacia la conciencia requiere de choques
conscientes de esos dos intervalos para poder proceder a un nivel superior, es decir una
nueva octava.
El trabajo con los choques es lo que activa el curso de la ley de siete en el lugar de los
semitonos, sea como sea la idea es promover la consciencia, que solo la tenemos en stand
by, desde este punto de vista su explicación es sencilla, cada vez que uno ponga un
instante de intención consciente estará reviviendo, reavivando su potencialidad dormida.
Secretos de la figura sí que los hay, pero hoy priorizamos el ponerse a hacer. Es cierto
también que no están tan ocultos, sólo que para el real saber hay que conocerse a sí
mismo.
Pasemos ahora a ver como se construye el eneagrama. Partimos de un círculo con nueve
puntos,
Para comprender mejor cómo surgen estas líneas irregulares, construimos una trama con
base en un círculo base (verde) dividido en nueve puntos equidistantes entre sí, como se
muestra en la Figura 2. Seguidamente se traza un círculo (negro) con un radio igual a la
distancia entre puntos, de manera que su centro se ubica en un punto y toca los dos puntos
laterales.
Ahora, solo resta extender las líneas rojas hasta las intersecciones externas de los círculos
negros y cerrar arriba con una línea para que se manifieste un triángulo equilátero
(indicado en líneas discontinuas rojas en la Figura 4). Este triángulo está invertido con
respecto al triángulo equilátero de la figura de Gurdjieff (morado).
Con base en esa figura, el eneagrama invertido de siguiente nivel se construye fácilmente,
como se puede observar a la derecha.
Queda entonces demostrado que las líneas irregulares del eneagrama de Gurdjieff son
aportadas por el triángulo central del eneagrama del siguiente nivel. Así, la propuesta se
completa al comprobar que esta figura geométrica incorpora un elemento de su siguiente
nivel. En otras palabras, es bidimensional. A diferencia del regular, rompe con la
permanencia en su dimensión pasando a la siguiente dimensión. Para finalizar, en la
Figura 5 despejamos los círculos base de ambas dimensiones para dividirlos entre sí. El
resultado es el número trascendente 1.532089, redondeado a 6 decimales.
En efecto, tiene 32 caras.
Otro de los asuntos es que el polígono dual (poliedro cuyos vértices se corresponden con
el centro de las cara del otro poliedro dado) del Hexadecacorón es elTeseracto o
Hipercubo, es decir que uno puede contener al otro.
CONCLUSIONES