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MARCO TEÓRICO

Eritrocitos

Son discos bicóncavos que tienen un diámetro medio de unos 7,8 μm y un espesor de
2,5 μm en su punto más grueso y de 1 μm o menos en el centro. El volumen medio del
eritrocito es de 90-95 μm3. Las formas de los eritrocitos pueden cambiar mucho a
medida que las células son exprimidas a través de los capilares. En realidad, el
eritrocito es una «bolsa» que puede deformarse casi de cualquier forma. Además,
debido a que la célula normal tiene un gran exceso de membrana para la cantidad de
material que contiene, la deformación no estira mucho la membrana y, en
consecuencia, no rompe la célula, como les ocurriría a otras muchas.

Una función importante de los eritrocitos, también conocidos como hematíes, es


transportar hemoglobina, que a su vez transporta oxígeno desde los pulmones a los
tejidos. Cuando está libre en el plasma del ser humano, alrededor del 3% se filtra por
la membrana capilar hacia el espacio tisular o a través de la membrana glomerular del
riñón hacia el filtrado glomerular cada vez que la sangre pasa por los capilares. Luego,
la hemoglobina debe permanecer dentro de los eritrocitos para realizar con eficacia
sus funciones en los seres humanos.

Concentración de eritrocitos en la sangre

En los varones normales, el número medio de eritrocitos por milímetro cúbico es de


5.200.000 (± 300.000); en las mujeres normalmente es de 4.700.000 (± 300.000). Las
personas que viven en altitudes elevadas tienen más eritrocitos1.

ANEMIA

La anemia es un trastorno en el cual el número de eritrocitos (y, por consiguiente, la


capacidad de transporte de oxígeno de la sangre) es insuficiente para satisfacer las
necesidades del organismo. Las necesidades fisiológicas específicas varían en función
de la edad, el sexo, la altitud sobre el nivel del mar a la que vive la persona, el
tabaquismo y las diferentes etapas del embarazo2.

Mecanismos de la anemia

En la vida del eritrocito en circulación es de alrededor de 120 días. En una persona sin
anemia se destruye alrededor del 1% de los eritrocitos viejos circulantes por día y la
medula ósea continua produciendo eritrocitos para reemplazar los perdidos. Las
células madre hematopoyéticas deben funcionar de manera satisfactoria, estimular la
maduración de las células precursoras eritroides y liberar eritrocitos maduros a la
sangre periférica. La producción adecuada de eritrocitos requiere algunos factores
nutritivos, como hierro, vitamina B12 y ácido fólico. La síntesis de hemoglobina
también debe ser normal. Para mantener un hematocrito estable, se requiere la
producción de una cantidad de sangre igual a la que se pierde en condiciones
normales3.

La hemoglobina

La hemoglobina (Hb) es una proteína compleja constituida por grupos hem que
contienen hierro y una porción proteínica, la globina. La molécula de la Hb es un
tetrámero formado por dos pares de cadenas polipeptídicas, cada una de las cuales
tiene unido un grupo hem; las cadenas polipeptídicas son químicamente diferentes. La
interacción dinámica de estos elementos confiere a la Hb propiedades específicas y
exclusivas para el transporte reversible del oxígeno.

Clasificación de la anemia

Las anemias pueden clasificarse según la respuesta reticulocitaria: anemias


regenerativas y arregenerativas. El recuento de reticulocitos refl eja el estado de
actividad de la médula ósea y proporciona una guía inicial útil para el estudio y clasifi
cación de las anemias. Los valores normales de los reticulocitos en sangre periférica
se sitúan en torno al 0,5-1% en los primeros meses de vida y el 1,5% después, y ya de
forma estable, durante toda la vida.

 En las anemias regenerativas se observa una respuesta reticulocitaria


elevada, lo cual indica incremento de la regeneración medular, como
sucede en las anemias hemolíticas y en las anemias por hemorragia.

 Las anemias no regenerativas son aquellas que cursan con respuesta


reticulocitaria baja y traducen la existencia de una médula ósea hipo/
inactiva. En este grupo se encuentran la gran mayoría de las anemias
crónicas. Los mecanismos patogénicos en este grupo de entidades son
muy variados e incluyen, principalmente, cuatro categorías:

a) alteración en la síntesis de hemoglobina. La alteración más


frecuente en este grupo es la anemia por deficiencia de hierro

b) alteración de la eritropoyesis. La eritropoyesis depende del


estímulo adecuado de la médula ósea, de la integridad anatómica y
funcional de ésta y de la disposición de los sustratos químicos
necesarios para la síntesis de los componentes de los hematíes.
Pueden incluirse en este grupo las anemias crónicas por deficiencia
de folatos, observada en el niño malnutrido, las anemias
secundarias a la infiltración neoplásica de la médula ósea, las
anemias aplásicas hereditarias y adquiridas, las aplasias selectivas
de la serie roja hereditarias y adquiridas y las enfermedades por
depósito (enfermedades de Gaucher, Tay-Sacks, Nieman-Pick y
otras).

c) anemias secundarias a diversas enfermedades sistémicas de


los componentes de los hematíes. En estos casos pueden
intervenir diferentes mecanismos patogénicos, entre los que se
incluyen los siguientes: a) enfermedades infecciosas crónicas; b)
anemias secundarias a enfermedades del colágeno: lupus
eritematoso sistémico, artritis reumatoide juvenil, dermatomiositis y
enfermedad mixta del tejido conectivo; c) anemia de la insuficiencia
renal crónica; y d) anemia observada en los tumores sólidos y en
otras neoplasias no hematológicas.

d) estímulo eritropoyético ajustado a un nivel más bajo. En este


último grupo, se incluyen las anemias crónicas arregenerativas
secundarias a una alteración en el estímulo eritropoyético en que el
nivel de hemoglobina se ajusta a un nivel metabólico más bajo, como se
observa en el hipotiroidismo, en la desnutrición grave y en la
hipofunción de la hipófisis anterior.

Asimismo se clasifican morfológicamente, se basa en los valores de los índices


eritrocitarios, entre los que se incluyen: el volumen corpuscular medio (VCM), la
hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración de hemoglobina corpuscular
media (CHCM). Se reconocen tres categorías generales: anemia microcítica,
macrocítica y normocítica:

 Anemia microcítica hipocrómica (VCM <70 fl) . En este grupo se encuentran


la anemia por defi ciencia de hierro, las talasemias y las que acompañan a las
infecciones crónicas.

 Anemia macrocítica normocrómica (VCM >100 fl ). Incluye a la anemia


megaloblástica, ya sea secundaria a defi ciencia de ácido fólico o vitamina B12.
 Anemia normocítica normocrómica. Una causa característica es la anemia
secundaria a hemorragia aguda. En estos casos, los tres índices eritrocitarios
mencionados se encuentran dentro de los valores normales.

Además se clasifican según la forma de instauración: Anemias agudas y crónicas.

 En la anemia aguda, los valores de Hb y hematíes descienden en forma


brusca por debajo de los niveles normales. Esta forma de anemia se presenta
en dos situaciones bien defi nidas: hemorragia y por un aumento en la
destrucción de los hematíes (hemólisis).
 La anemia crónica se instala de forma lenta y progresiva y es la forma de
presentación de diversas enfermedades que inducen insuficiencia en la
producción de hematíes por la médula ósea o limitación en la síntesis de la
hemoglobina de carácter hereditario o adquirido. En este grupo, se incluyen
anemias carenciales (ferropenia), las anemias secundarias a enfermedades
sistémicas (nefropatías, infecciones crónicas, neoplasias, etc.) y los síndromes
de insuficiencia medular.

Manifestaciones clínicas

La sintomatología producida por la anemia es consecuencia de la hipoxia y de la


tolerancia individual derivada de la capacidad de adaptación cardiocirculatoria, que
está relacionada, a su vez, con la rapidez de instauración de la anemia, su intensidad
y las demandas de oxígeno del paciente. Las manifestaciones clínicas de las anemias,
en muchas ocasiones, son inespecíficas; también, con frecuencia, son discretas y de
difícil reconocimiento, sobre todo cuando la anemia es moderada y se desarrolla de
forma lenta. En todo caso, dependen de la intensidad y duración de la anemia, así
como del trastorno de fondo que acompaña o causa dicha anemia. La palidez de piel y
mucosas solo se hace evidente cuando la cifra de Hb baja de los 7-8 g/dl. Anemia
causada por hemorragia:

• Aguda. Los síntomas corresponden a los de la hipovolemia provocada por la


hemorragia aguda; si ésta es importante, puede llegar a un shock hipovolémico con:
hipotensión, taquicardia, palidez, mala perfusión periférica y afectación del nivel de
conciencia.

• Crónica. Los síntomas son inespecíficos y, a veces, difíciles de reconocer: fatiga,


irritabilidad y palidez. Anemia causada por hemólisis: ésta puede ser aguda o crónica y
de intensidad de leve a grave. Además de lo indicado en el apartado anterior, puede
acompañarse de ictericia (por la liberación aumentada de bilirrubina con el
metabolismo de la Hb), hepatoesplenomegalia (como reflejo del hiperesplenismo y el
incremento de la producción extramedular de hematíes) y, en casos graves, hasta
insuficiencia cardiaca congestiva. La anemia crónica podría tener repercusiones sobre
el desarrollo psicomotor y capacidad de aprendizaje según la intensidad y duración,
sobre todo cuando forma parte de un cuadro de malnutrición (anemia ferropénica),
aunque en general recuperable una vez salvada la carencia de nutrientes4.

Para evaluar una anemia hay que tener en cuenta:

 Historia clínica y exploración física del paciente.


 Hemograma.
 Número de hematíes (que puede ser normal).
 Hemoglobina (Hb).
 Hematocrito (Hto).
 Índices reticulocitarios: VCM, HCM,...
 Determinación de reticulocitos.
 Estudio completo del metabolismo férrico.
 Morfología eritrocitaria (frotis de sangre periférica). Opcional.

Valores normales de la serie roja

En la siguiente tabla se muestran los valores normales de los eritrocitos.

Valores normales
Hematíes
Varón: 4, 5 – 5 mill/mm3
Mujer: 4-4,5 mill/mm3
Hemoglobina
Varón: 13- 18 g/dl (130 -180 g/l)
Mujer: 12 – 16 g/l
Hematocrito: 40 – 50 %
VCM: 80 -100 fl CCMH: 32 – 36 g/dl
HCM: 28-32 pg ADE: 11,5 -14, 5%

-VCM: volumen corpuscular medio.


- HCM: hemoglobina corpuscular media.
- CCMH: concentración corpuscular media de Hb.
- ADE: ancho de distribución eritrocitaria. Mide la variación del tamaño de los
hematíes o anisocitosis5.

REFERENCIAS BILIOGRAFICAS
1. Guyton A, Hall J. Tratado de Fisiología médica. 13ª Ed. España: Elsevier,
1996.
2. Organización Mundial de la Salud (OMS). Concentraciones de hemoglobina
para diagnosticar la anemia y evaluar su gravedad. Disponible desde:
http://www.who.int/vmnis/indicators/haemoglobin_es.pdf
3. Rodak F. Hematología fundamentos y aplicaciones clínicas.2° edición. España,
2010. Disponible desde: https://books.google.com.pe/books?
id=rFqhpbKnWX8C&pg=PA201&dq=anemias+clasificacion+libros&hl=es-
419&sa=X&ved=0ahUKEwiGtu2ylbzbAhWyxFkKHRGyC80Q6AEIJzAA#v=onep
age&q&f=false
4. Hernández A. Anemias en la infancia y adolescencia. Clasificación y
diagnóstico. España. Pediatr Integral; 2012. Disponible desde:
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2012/xvi05/01/Anemias.pdf
5. Manual AMIR. Hematología. 6°edción.

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