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MONOGRAFÍA
LAS UNIVERSIDADES
ESPECIALIDAD :
CATEDRÁTICO :
INTEGRANTES :
TURNO :
CICLO :
HUANCAYO - PERÚ
2014
1
Dedicamos el presente
trabajo a nuestros padres
quienes son la inspiración y
fortaleza para lograr
nuestras metas y objetivos
y de esa manera llegar a
ser buenos profesionales
2
INTRODUCCIÓN
3
las revoluciones suelen reasignar los activos (tierras, capitales),
poniéndolos en nuevas manos, y cambiar la orientación de la
política del gobierno. En la medida que los nuevos propietarios y
las nuevas políticas sean mejores que los viejos para las metas
que la sociedad se haya trazado en materia económica, diremos
que la revolución trajo consecuencias económicas positivas.
EL ESTUDIANTE
4
ÍNDICE
Caratula
Dedicatoria
Introducción
Índice
CAPITULO I
CAPITULO II
5
2.1.2. La política económica después de la independencia: ...................... 33
CONCLUSIÓN ............................................................................................................... 50
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................. 51
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CAPITULO I
INDEPENDENCIA DEL PERÚ
1.1. GENERALIDADES
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1.2. ANTECEDENTES
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por otro lado, en las antiguas colonias españolas, no fue fruto
de la imaginación militar. El proceso de independencia, en
América, duró en definitiva, casi un siglo; podría decirse que
todas las naciones americanas lograron su independencia entre
1811 y 1903: la mayor parte de los países de habla hispano y
portugues de América Latina lograron su independencia entre
1811 y 1830, a excepción de República Dominicana (1844),
Cuba (1898) y la separación de Panamá respecto de Colombia
(1903).
9
del general José de San Martín al Perú, se producen otras
revueltas como las de José Quiroga, Javier Mendoza, José
Antonio Galán, Miguel Tovar, Felipe Velasco Túpac Inca
Yupanqui, la conspiración del Cusco de José Gabriel Aguilar,
Manuel Ubalde y Manuel Velarde Ampuero.
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mes, se supo en Tacna de la derrota de los patriotas argentinos
en la batalla de Guaqui, lo que causó desconcierto total en las
tropas peruanas que estaban en organización aún.
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El tacneño Juan Francisco Pallardelli fue emisario de
Belgrano en las coordinaciones que el general argentino
pretendió establecer en Perú. Junto a Juan Francisco Pallardelli,
su hermano Enrique Pallardelli conspiraba en Tacna y Enrique
Peñaranda lo hacía en Tarapacá. Enrique recibió sus
instrucciones de Belgrano en Puno. El plan consistía en lograr el
alzamiento de todo el sur del Perú. Bajo el liderazgo de Enrique
Pallardelli, los patriotas tacneños, el 3 de octubre de 1813, se
apoderaron de los cuarteles tacneños y apresaron al gobernador
realista de la provincia.
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1812 se dirigió contra el régimen colonial. Las tropas del virrey
se organizaron en Cerro de Pasco y se dirigieron a Huánuco,
produciéndose la batalla de Ambo el 5 de marzo de 1812. El
intendente de Tarma, José González Prada, el 10 de marzo,
con un fuerte contingente realista, reconquistó Ambo. Los
patriotas abandonaron Ambo y Huánuco desabastecidas; los
realistas entraron a ambas ciudades el 19 de marzo de 1812.
González Prada salió de la ciudad en persecución de los
insurrectos, que contaban con un ejército de 2.000 hombres. Los
indígenas se dispersaron y los cabecillas fueron capturados por
González Prada, entre ellos, a Juan José Crespo y Castillo, al
curaca Norberto Haro y al alcalde pedáneo de Huamalíes, José
Rodríguez, quienes fueron enjuiciados sumariamente y
ejecutados con pena de garrote. A otros se les desterró y
muchos fueron puestos en prisión.
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milicias realistas en la batalla de Guaqui, pero cambió
radicalmente su postura beligerante movido por la pretensión
de los liberales de España imponiendo la Constitución de España
de 1812 sobre el virreinato del Perú.
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acciones duraron tres días, luego de los cuales los patriotas se
replegaron, abandonando Huamanga. Se reorganizaron en
Andahuaylas y volvieron a enfrentarse a los realistas el 27 de
enero de 1815, en Matará, donde fueron de nuevo derrotados.
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Arequipa y Puno, al mando del antiguo brigadier realista Mateo G.
Pumacahua. El ejército de Pumacahua, contaba con 500 fusileros,
un regimiento de caballería y 5.000 indios. Pumacahua, como
Curaca de Chicheros, tenía un gran dominio y liderazgo entre la
población indígena.
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Sin la traba de una fuerza militar patriota y la expresada
“lealtad” de la clase dirigente arequipeña, las tropas realistas al
mando de Juan Ramírez ingresaron a Arequipa el 9 de diciembre
de 1814. Luego de reponer fuerzas y de reforzar su milicia, el
general Ramírez salió de Arequipa en busca de los patriotas en
febrero de 1815. Dejó como gobernador de Arequipa al general
Pío Tristan.
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Virreinato peruano para salvar la monarquía y una segunda
expedición realista parte en 1818 que lo intentó nuevamente en la
batalla de Cancharayada, pero finalmente fue destruida por José
de San Martin en la batalla de Maipú, lo que debilitó enormemente
al Virreynato del Perú privándolo de sus mejores tropas.
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El 21 de agosto de 1820, se embarcó el Ejército Unido en
Valparaíso a bordo de 6 navíos, bajo bandera chilena. Contaba
con un ejército de 4.118 efectivos de los cuales el 50% eran
negros libertos. El 7 de septiembre la expedición libertadora
estuvo frente a Paracas, en la bahía de Pisco en la actual región
Ica en el Perú y el día 8 de septiembre de 1820, desembarca y
ocupa Pisco. Desembarcado, San Martín dirigió una proclama a
sus tropas y estableció un código de ética a sus tropas para el
mejor comportamiento de las mismas durante la campaña que iba
a iniciar. Un destacamento desembarcado tomó posiciones en
Chincha.
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frontal, cuando el general San Martín, lo impidió: era indudable
que San Martín no deseaba un enfrentamiento frontal con las
tropas españolas.
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Pedro Escribano, dice:
“Parece mentira. En los días siguientes, Lima se fue
reanimando lentamente. Poco a poco la población tomó
confianza en los emancipadores y comprobó que no había razón
para el temor. Mucho había pesado, en todo caso, la mala
conciencia”
Pedro escribano
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El libertador con una bandera peruana en la mano,
exclamó:
"El Perú desde este momento es libre e independiente por
la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa
que dios defiende".
VIVA LA PATRIA! VIVA LA LIBERTAD!
VIVA LA INDEPENDENCIA"
Los montoneros
El virrey José de la Serna trataba de recuperar
posiciones: Con dicho propósito envió a las fuerzas realistas de
Canterac a retomar Lima. Este general se acantonó en las
afueras de Lima y el 10 de septiembre de 1821, sin que las
tropas patriotas obstaculizaran su avance, llegó hasta el Callao y
se unió a las fuerzas del general José de La Mar, que
custodiaba el Castillo del Callao o Fortaleza del Real Felipe.
Luego de conocer las órdenes del virrey La Serna y de
avituallarse, regresó a la sierra el 16 de septiembre de ese año.
No logró retomar Lima, pero se paseó por ella.
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retaguardia del ejército realista. Estos choques produjeron gran
merma en el ejército realista, principalmente por desbande y por
la acción de los montoneros.
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Luego de la Batalla de Pichincha, la Gran Colombia había
eliminado la mayoría de los contingentes realistas en su
territorio y la amenaza mayor paso a ser el Perú, donde en la
sierra se encontraba el último ejército realista superviviente y
donde el gobierno del Protector José de San Martín había
sentado las cimientos independizando Lima y el Norte Peruano.
1. La Batalla de Junín
En la Entrevista de Guayaquil los dos libertadores trataron
el tema de a quien correspondía la soberanía sobre la
Provincia Libre de Guayaquil, pero más importante aún cual
sería la solución para la independencia del Perú y cual sería el
sistema político que se instalaría: uno monárquico constitucional
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como deseaba San Martín, o Republicano como lo quería
Bolívar.
2. Batalla de Ayacucho
Ante el retiro del Protector y las desafortunadas derrotas
militares durante el gobierno del presidente Riva Aguero, el
congreso peruano decidió solicitar la intervención de Simón
Bolívar. Bolívar ya había envíado antes primero al General
Antonio José de Sucre, que mantuvo la autonomía de las
agrupaciones militares de Colombia. Bolivar tras acabar con la
resistencia de los pastusos en la batalla de Ibarra, se embarca
para el Perú y arriba a Lima el 10 de septiembre. Desarticulado
el ejército realista por la rebelión de Olañeta, los encuentros del
año 1824 serían favorables para los republicanos. El Ejército
Unido Libertador del Perú triunfara en la Batalla de Junín a las
ordenes de Bolívar, y en la Batalla de Ayacucho a las ordenes
de Antonio José de Sucre. Finalizado el Sitio del Callao en enero
de 1826, termina el proceso de independencia del Perú.
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1.5. Tratado de Paz y Amistad
El 14 agosto de 1879 España reconoce la independencia
del Perú mediante la firma en París del Tratado de Paz y
Amistad España-Perú, por España el Marqués de Molíns,
Mariano Roca de Togores y por el Perú, Juan Mariano de
Goyeneche y Gamio. España envía como su primer embajador
en Lima a Emilio de Ojeda.
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CAPITULO II
SITUACIÓN ECONÓMICA, SOCIAL, CULTURAL Y POLITICA
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alimentarlos, vestirlos, armarlos y pagarles. El dinero y los
productos para sostenerlos salieron de los propios peruanos.
Cabe mencionar que España nunca ayudó económicamente al
ejército realista. De hecho, la guerra fue una sangría económica
para el Perú, una situación de la que tardaría muchos años en
recuperarse.
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El desorden era tal que ningún gobierno pudo implementar un
modelo económico claro; menos un presupuesto. Los ingresos
más importantes con los que podía contar eran las rentas de
aduana, el tributo de los indios y los “cupos” de guerra que
levantaban los caudillos. Es lógico suponer, además, que el
principal gasto que debían hacer los regímenes de entonces fue
el orden interno, es decir, garantizar su permanencia en el
poder. El crédito externo, por último, estaba suspendido.
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tuvieron que cobijarse en los caudillos para defender sus
intereses.
30
militares para defender sus intereses y se vieron obligados
sistemáticamente a dar cupos de guerra.
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puerto de Islay. El control de este capital mercantil le dio a la
élite arequipeña una importante capacidad económica y política.
No en vano muchas de las luchas entre los caudillos se resolvían
en los alrededores de la Ciudad Blanca. Por ello, esta región y su
élite se desarrollaron independientemente y, con frecuencia, en
oposición a Lima. Esto explica el apoyo de Arequipa a la
Confederación Perú-Boliviana, proyecto que ampliaba su
mercado y su influencia política.
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Estado.
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la transición de una dominación colonial formal ya
decadente, a una dominación neocolonial (el imperialismo
informal de Gallagher y Robinson) pujante y renovadora. La
Independencia, para estos enfoques, había significado para el
Perú, dejar de ser una colonia española para convertirse en
una neocolonia británica. Desmembrarse de una metrópoli
atrasada y segundona, para pasar a servir a una más
adelantada y poderosa, podía todavía parecer un buen
negocio, pero no ayudaba a forjar un “desarrollo
nacional”. Según Quiroz y Gootenberg la Independencia sí
trajo cambios económicos importantes. El nuevo Estado
independiente planteó otras prioridades en materia de
fomento económico, introdujo otras prácticas e instituciones y
el mismo hecho de ser una nación con gobierno, leyes y
moneda propios permitiría al país replantear sus relaciones
económicas con el resto del mundo. En sintonía con estos
nuevos planteamientos veamos cuáles fueron estos cambios,
tomando como referencia el medio siglo que siguió a la
independencia.
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dada la fragilidad de las cifras (sobre todo la del “censo” de
1827), pero en cualquier caso estaría expresando el efecto de
la prolongada guerra de independencia. La tasa de
incremento anual de 1.18 por ciento entre 1827-1876 puede
considerarse alta en el contexto de una economía
preindustrial y con solamente un pequeño flujo
inmigratorio (representado principalmente por el de los
coolíes chinos, que vinieron a reemplazar a los antiguos
esclavos africanos).
Cuadro 1: Evolución de la población del Perú,
1791-1876
Tasa de Tasa de
crecimient % de crecimien
o negros to
Poblaci % de anual de la Ciudad o anual de
Años ón total indígenas población de Lima esclavo Lima
total s en respecto
respecto Lima del dato
del dato previo
previo
1791 1.239,197 58 50,688 26.6
1827 1.516,693 62 0.56 54,902* 10.5 0.20
1876 2.699,106 58 1.18 101,156 9.1 1.34
1791-1876 0.92 0.80
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Gráfico 1: Producción de plata en el Perú
140
120
100
Toneladas métricas
80
60 Plata
40
20
0
Fuente: Cuadro 2
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Hasta que terminó el siglo XIX no se descubrieron
campamentos nuevos de alguna importancia, mientras los
heredados del régimen virreinal (Cerro de Pasco,
Hualgayoc) languidecieron hasta caer en el práctico
abandono (Huancavelica). Esta decadencia de la minería fue
tan marcada que ha llevado a algunos historiadores a plantear
que su auge durante el período colonial obedeció solamente a
que ella absorbía los excedentes de otros sectores
económicos, en virtud de las presiones políticas ejercidas
por el Estado colonial. Desprovista de las coacciones extra
económicas en su favor, la minería se derrumbó; sin
trabajo forzado, sin insumos a crédito (con tasas de interés
iguales a cero y cuyos principales en ocasiones ni siquiera
llegaban a cobrarse) y sin un sistema de administración y
transporte que garantizase al productor minero la dotación
de los insumos necesarios para producir la plata, todo ello
provisto gracias al Estado, la economía minera quedó
condenada durante la post independencia a una penosa
subsistencia. Y la que subsistió fue precisamente la minería
indígena, los célebres “pallaqueros”, “capchas” o “humaches”
de los asientos mineros andinos, quienes aunque carecían de
capital, contaban con la red conocimiento local que les
permitía proveerse de insumos y mano de obra sin el auxilio
del Estado. ¿Podría ser esta la explicación de la fortaleza
demográfica indígena? ¿El crecimiento del consumo
campesino fue el premio obtenido por abdicar de la
“protección” al sector minero, dejándolo que compita por
los recursos?
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La “frialdad exótica” frente a la minería, como
denominó un observador del Cerro de Pasco a la actitud del
Estado peruano respecto de este sector, hacia 1848, no deja,
sin embargo de ser interesante de ser estudiada.39 Una vez
que se consolidaron las exportaciones de guano hacia 1850, se
entiende que el Estado peruano no concentrase su
preocupación en cuanto a política de fomento en la
recuperación de los centros mineros, pero en el primer cuarto
de siglo que siguió a la independencia ¿no debería el Estado
haber desarrollado una más activa, casi desesperada,
estrategia a favor de la minería? Como recuerda Magdalena
Chocano, algunas medidas ocurrieron: intentos de reemplazar
la abolida mita con presidiarios, exoneración del pago del
tributo indígena a los operarios de minas y reducción del
impuesto sobre la producción, pero, a más de las
contramarchas que tuvieron, resultaron poco eficaces.
Recién en 1877 hubo una modificación parcial de la legislación
borbónica, que abrió a los extranjeros la posibilidad de ser
titulares de la propiedad minera e instituyó un registro
unificado de los denuncios vigentes que facilitó su flujo entre
los empresarios, pero un nuevo código de minería no fue
aprobado hasta1900, cuando la bonanza del guano y el salitre
había pasado. ¿Cómo explicar entonces la desatención de
la minería de la plata durante las primeras décadas de la
república? ¿Mero afán de contradecir la política colonial
heredada? ¿Mera desorganización? Es difícil pensar que se
haya tratado simplemente del triunfo de políticas pro
indigenistas o pro campesinas.
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2.2. SITUACIÓN SOCIAL:
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Estos y otros factores contribuyeron para que después de
1800 se inicie una decadencia económica, que las guerras de
independencia iniciadas en la década siguiente contribuyeron a
agravar.
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orden y paz, solo garantizados por las tropas de San Martín
luego del retiro de la Serna al Cusco. El viajero inglés Basi Hall,
narra el horror de los limeños realistas en aquellos días de Julio
"... no era solamente de los esclavos de la plebe que tenían
miedo, sino de la multitud de indios armados que rodeaban la
ciudad, quienes eran guerrilleros salvajes e indisciplinados que
podían entrar a la plaza tan pronto la evacuasen los españoles.
Estos indios estaban tan cerca que podíamos verlos trepados en
los altos cerros que caen en la ciudad..." demuestra el papel que
jugo San Martín de títere de las burguesías gaucha y chilena
que, si bien creía en los principios de paz y fraternidad de la
ilustración, no quería decir que tenía el propósito de liberar a la
plebe india y negra ni mucho menos lograr la justicia social. Por
eso el generalísimo propuso la instauración de una monarquía
constitucional para lograr el continuismo de división de clases. La
monarquía era lo único que les cuadraba para un Perú con el
"problema del indio" cuya expresión revolucionaria la habían
sufrido con las rebeliones de Túpac Amaru en 1780 y de Mateo
Pumacahua en 1814. Iniciada la República, los criollos en el
poder, con su respectiva representación militar reconocerán el
28 de Julio como el "DÍA DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL"
cuando fue apenas un discurso vano que nos costaría tres años
más de guerra; en todo caso el 9 de diciembre tendría más
mérito. Huelga decir que San Martín no peleó ni una sola batalla
porque quería ganarse a la aristocracia limeña; a pesar que el
mercenario Cochrane, contratado por Chile, le propuso casi hasta
el cansancio la necesidad de irrumpir de manera violenta para
despertar a las masas, con el único objetivo de ver destruido
Lima y Callao en beneficio de Chile y Valparaiso.
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2.3. SITUACIÓN POLÍTICA
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Los pocos o nulos cambios estructurales que se produjeron luego
de las guerras de independencia en el Perú provocaron un
temprano atraso en el desarrollo de la nueva república. Las
clases dominantes políticas no realizaron las transformaciones
sustantivas que requerían los nuevos tiempos y la situación
internacional cambiante. La nueva república del Perú nacía sin la
menor participación de los sectores populares, que si bien no
intervinieron mayoritariamente en las guerras de independencia,
lo hicieron en mayor medida que la elite criolla limeña. La
configuración de la política y sociedad peruana republicana poco
se diferenció de su pasado colonial, dando inicio a un nuevo ciclo
en la historia del Perú sin los cambios estructurales necesarios
para plasmar en la realidad lo que se debatía en los espacios
públicos.
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Eso no quiere decir que las cuestiones políticas más
grandes no informó a estos conflictos. Un revisionista estudiar
por el historiador Paul Gootenberg e. muestra con gran detalle
cómo la política de comercio (libre o proteccionistas) y
regionalismo fueron central a las luchas intestinas caudillo del
período. En esta interpretación, las élites nacionalistas--respaldo
un caudillo u otra--logró manejar y derrotar a los grupos
liberales para mantener un gran proteccionista,
neomercantilistic, postcolonial régimen hasta el advenimiento del
auge del guano a mediados de siglo. Esta vista se encuentra en
oposición a la interpretación dominante de la época, conforme a
la cual sin restricciones el liberalismo y el libre comercio llevaron
a la "Dependencia" de Perú en la economía internacional y el
oeste.
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perturbar el equilibrio de poder regional y causó Chile a levantar
un ejército para derrotar a Santa Cruz y restaurar el statu quo
ante, que, en efecto, significó la reanudación del conflicto entre
facciones duradera bien entrada la década de 1840.
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General Mariscal Ramón Castilla (1845-51, 1855-62). Ascenso
del Castilla al poder, como lo hizo en el comienzo del auge del
guano, marcó el inicio de una era de crecimiento económico sin
precedentes y aumentar la estabilidad política que terminó con
descenso de Camisea del país. De hecho, para muchos
observadores, Perú durante la época llamada guano (1845-70)
parecía exclusivamente posicionados para emerger como el país
preeminente en toda América del Sur.
2.4. LA BONANZA GUANERA Y LA SIMPLIFICACIÓN DE
LAS COSAS:
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Si aquel concedía la “matrícula” a los mineros que fueran
españoles o confiables para el Estado y se aviniesen a
ser buenos contribuyentes al tesoro, este adjudicó los
contratos de consignación del guano virtualmente con los
mismos criterios. La única diferencia fue que el Estado
republicano abrió (tras mucha resistencia y debates) la
concesión a agentes extranjeros, lo que ciertamente aumentó
los ingresos fiscales, aunque al costo de perder el apoyo de la
oligarquía económica local. Como un efecto colateral de esto,
desapareció la mediación de los comerciantes locales que,
durante el período colonial, aviaban a los productores del bien
de exportación. El financiamiento de las operaciones de
extracción de guano era realizado ahora por casas comerciales
europeas, degradando a la elite económica local, que así
perdía una función que antaño había sido clave. La pérdida de
esa elite comercial que había controlado el comercio
ultramarino del país y mantenía asimismo un control financiero
de las exportaciones, fue uno de los hechos más importantes
tras la Independencia del Perú. Los nuevos comerciantes
peruanos surgidos con la república hubieron de dedicarse a
rubros nuevos, como la importación de peones asiáticos (caso
de Domingo Elías), o convertirse a la burocracia, ingresando
a la arena política (como en el caso de Manuel Pardo).
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hispanoamericanos (entre los que destacaban Chile, el Alto
Perú y Buenos Aires) representaron en promedio el 52% del
destino de las exportaciones del Perú y el 43% del lugar de
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de caminos o vías naturales para la comunicación, sino la misma
dificultad para construirlos. El drama no era solo la pobreza de
medios de los pobladores, sino su carencia de apetitos de
consumo. Probablemente las idas y venidas de la política
económica de nuestras repúblicas en el tiempo de la post
independencia, y las mismas guerras civiles e internacionales
fueron el precio del gran acomodo que debió hacerse en la
transición de colonia monárquica a república independiente.
49
CONCLUSIÓN
50
BIBLIOGRAFÍA
51