Cuidados de Enfermería en las alteraciones electrocardiográficas Pág. 39/ Enfermería en Cardiología.

2017; Año XXIV (71)

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LAS ALTERACIONES ELECTROCARDIOGRÁFICAS

Coordinador: Juan Carlos Rubio Sevilla. revistaecg@enfermeriaencardiologia.com

CUIDADOS E INTERVENCIONES
DE ENFERMERÍA EN EL
PACIENTE CON ALTERACIONES
ELECTROCARDIOGRÁFICAS (I):
PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN
CARDIOVASCULAR
NURSING CARE AND INTERVENTIONS IN THE PATIENT WITH
ELECTROCARDIOGRAPHIC ALTERATIONS (I): CARDIOVASCULAR
PROMOTION AND PREVENTION
Dirección para correspondencia
Juan Carlos Rubio Sevilla
Comité Editorial Enfermería en Cardiología
Casa del Corazón
Ntra.Sra. de Guadalupe, 5-7
28028 Madrid
Correo electrónico:
revistaecg@enfermeriaencardiologia.com

Enferm Cardiol. 2017; 24 (71): 39-46.

Autor
Juan Carlos Rubio Sevilla
Enfermero en el Centro de Salud de Torrijos. Toledo.
Enfermero Especialista en Enfermería Geriátrica.
Especialista en Investigación en salud. Universidad de Castilla La Mancha (UCLM).
Experto en Dirección de organizaciones sanitarias. Universidad Carlos III de Madrid (UCIII).

En los artículos anteriores hemos profundizado en
la valoración y en el análisis del ECG en el paciente
con alteraciones electrocardiográficas. Una vez que
se realiza la hipótesis diagnóstica de una alteración
electrocardiográfica, intentaremos describir los principales
cuidados de enfermería y las intervenciones enfermeras
basados en la evidencia.
Desde que nacemos, podemos estar expuestos a
una serie de riesgos relacionados con la patología
cardiovascular que justifican una atención enfermera
independiente tanto de promoción y prevención antes de
poder diagnosticar una patología, como de administración
de los cuidados una vez producida la misma. Los factores
de riesgo cardiovascular (FRC) pueden ser de tres tipos:
no modificables (genética, edad, sexo), modificables
(hipertensión arterial, elevación de lípidos séricos,
tabaquismo, diabetes, obesidad, sedentarismo) y otro tipo
de factores de riesgo (estrés y afrontamiento, estado de
salud, exposición a calor y frío, etc.). La exposición a estos
factores de riesgo desde el momento de nacimiento, hace
que se produzca un continuum entre la exposición y la
manifestación de la patología cardiovascular. Por ejemplo,
la formación de la placa aterosclerótica se genera de
forma gradual hasta que produce un síndrome coronario.
Ante cualquier problema cotidiano derivado de una
alteración electrocardiográfica y/o de la situación de salud,
nos tendremos que plantear si los cuidados de enfermería
están basados en la mejor evidencia disponible, tanto
 Pág. 40/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71) ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

desde el punto de vista de la medicina basada en la evidencia (MBE) como de la enfermería basada en la evidencia
(EBE).
A partir de los diagnósticos de enfermería, de los problemas de colaboración (interdependientes), y de los diagnósticos
médicos (figura 1), se planificará unas intervenciones de enfermería que habrá que individualizar con cada paciente,
aplicando el razonamiento clínico, en función de su situación, del ámbito de actuación de la enfermera y de otras
circunstancias.

Figura 1. Cuidados según el tipo de problema, el tipo de diagnóstico y la situación de salud.

Un diagnóstico de promoción de la salud se puede abordar en cualquier momento, tanto si la persona o la familia
quiere promocionar un estilo de vida saludable, como para prevenir la aparición de la enfermedad o para minimizar
las consecuencias si ya presenta una enfermedad cardiovascular (ECV). El objetivo de estos diagnósticos sería la
promoción de salud y la prevención de la enfermedad y de sus consecuencias.
En la taxonomía NANDA 2015-20171 se han producido cambios en los diagnósticos de promoción de salud y de riesgo.
Los diagnósticos de promoción de salud se adaptaron para poder utilizarlos en cualquier estado del continuum salud-
enfermedad, es decir, que no requieren un estado previo de equilibrio o salud. También se han revisado las etiquetas
de algunos diagnósticos enfermeros relacionados con la promoción de salud. Si revisamos publicaciones anteriores,
debemos tener en cuenta el reemplazo o revisión en algunas de las etiquetas diagnósticas (figura 2).
Actualmente podemos formular diagnósticos como disposición para mejorar la gestión de la salud (expresa deseo
de mejorar la gestión de los factores de riesgo) o disposición para mejorar el afrontamiento familiar (expresa deseo de
mejorar la promoción de la salud).

DIAGNÓSTICO REVISADO DIAGNÓSTICO NANDA 2015-2017

Manejo inefectivo de la propia salud. Gestión ineficaz de la salud.

Disposición para mejorar el manejo de la propia salud. Disposición para mejorar la gestión de la salud.

Manejo ineficaz del régimen terapéutico familiar. Gestión ineficaz de la salud familiar.

Figura 2. Revisión de etiquetas de algunos diagnósticos enfermeros.

Los diagnósticos de enfermería denominados de riesgo tienen como objetivo la prevención y la vigilancia para
que un diagnóstico de riesgo no se transforme en uno real. Igual que en los diagnósticos de promoción de salud, la
Cuidados de Enfermería en las alteraciones electrocardiográficas
taxonomía NANDA 2015-20171 cambió la palabra riesgo
de la definición por el término vulnerable. También ha
incluido nuevos diagnósticos enfermeros, como riesgo
de sobrepeso, riesgo de disminución del gasto cardiaco y
riesgo de deterioro de la función cardiovascular.
Algún diagnóstico de riesgo que podríamos formular
sería el nuevo diagnóstico de riesgo de deterioro de la
función cardiovascular. También podríamos formular un
diagnóstico de riesgo de disminución del gasto cardiaco o
de riesgo de disminución de la perfusión tisular cardiaca. El
diagnóstico estilo de vida sedentario podría estar incluido
en el riesgo de deterioro de la función cardiovascular. Los
diagnósticos de riesgo de sangrado y riesgo de shock
podrían tratarse como un diagnóstico de enfermería de
riesgo independiente, pero también podríamos formularlos
como un problema de colaboración o interdependiente,
aunque el objetivo y las intervenciones son idénticas.
En el paciente con alteraciones electrocardiográficas
podemos encontrar problemas de colaboración o
interdependientes. El objetivo será la prevención, control
y vigilancia para detectar de forma precoz si aparece el
problema de salud, para avisar al profesional competente
(hemorragia, shock, arritmia, etc.).
Un paciente que presenta un problema de salud
cardiovascular responsabilidad de otro profesional,
como sería una alteración electrocardiográfica, puede
llevar al médico a formular un diagnóstico presuntivo o un
diagnóstico definitivo. Tanto si se trata de un diagnóstico
definitivo, como para profundizar en el diagnóstico, se
puede necesitar realizar unas intervenciones enfermeras
diagnósticas (ECG, analítica, PVC, TA, etc.) y/o unas
intervenciones terapéuticas (tratamiento farmacológico,
productos sanitarios, productos tecnológicos y/o
intervenciones físicas). Aunque profundizaremos en
la actuación de enfermería en el tratamiento de las
alteraciones electrocardiográficas, también se pueden
derivar diagnósticos enfermeros relacionados con la
adherencia al tratamiento, como disposición para mejorar
la gestión de la salud (expresa deseo de mejorar la gestión
del régimen terapéutico prescrito), gestión ineficaz de la
salud (dificultad con el régimen terapéutico prescrito)
o gestión ineficaz de la salud familiar (dificultad con el
régimen terapéutico prescrito). Tanto las intervenciones
diagnósticas como las intervenciones terapéuticas
deberían estar normalizadas a través de procesos
asistenciales, guías de práctica clínica, protocolos y/o
procedimientos.
Para finalizar, los problemas de cuidados reales
Pág. 41/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71)
generan diagnósticos enfermeros en el paciente con
alteraciones electrocardiográficas. Los cambios en la
frecuencia cardiaca, la alteración del ritmo o un pulso débil
y filiforme pueden aparecer en diagnósticos de enfermería
como disminución del gasto cardiaco, ansiedad, temor,
déficit/exceso del volumen de líquidos, deterioro del
intercambio de gases, hipertermia, hipotermia, dolor
agudo o perfusión tisular periférica ineficaz.
En función de lo anterior planificaremos los cuidados y
las intervenciones de enfermería (NIC) en cada persona,
familia o comunidad, que nos permitan alcanzar los
resultados esperados (NOC), a partir el estado actual
(NANDA)1,2,3,4.
Las intervenciones de enfermería, independientemente
del profesional responsable de las mismas, se deben basar
en la evidencia médica (MBE) y/o enfermera (EBE). En las
arritmias o en el síndrome coronario agudo, disponemos
de guías de práctica clínica de diagnóstico y terapéutica.
Las intervenciones enfermeras independientes también
se deben basar en la mejor evidencia científica, que
podemos encontrarla para muchas intervenciones.
Cuando la bibliografía no es suficiente, podemos recurrir al
consenso o la opinión de expertos. El grado de evidencia
de una GPC puede ir desde el mayor nivel de evidencia
IA (metaanálisis de ensayos clínicos) hasta el nivel IV C
(derivado de la opinión de expertos), que es el que denota
menor nivel de evidencia. En los últimos años se han
publicado múltiples artículos y guías de práctica clínica
de enfermería cardiovascular5-19, basadas en la mejor
evidencia científica disponible.
La Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones
sanitarias20 reconoce la competencia y el papel de
Enfermería en la promoción y prevención, declarando
que «Corresponde a los Diplomados Universitarios de
Enfermería la dirección, evaluación y de los cuidados de
enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y
recuperación de la salud, así como la prevención de
enfermedades y discapacidades».
Empezaremos describiendo las intervenciones de
enfermería independientes para continuar con las
intervenciones derivadas del diagnóstico y del tratamiento
médico. Realizaremos un análisis más detallado de
algunos diagnósticos e intervenciones enfermeras por su
mayor impacto y relevancia. No obstante, cada profesional
deberá seleccionar los diagnósticos, los criterios de
resultado y las intervenciones que planificará en cada
contacto, en cada contexto y con cada persona, familia o
la comunidad concreta.
 Pág. 42/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71)
1. JUSTIFICACIÓN DE LAS
INTERVENCIONES ENFERMERAS DERIVADAS DE
UN DIAGNÓSTICO ENFERMERO. MAGNITUD DEL
PROBLEMA
Las enfermedades cardiovasculares constituyen una
de las causas más importantes de discapacidad y de
muerte prematura en todo el mundo, especialmente en los
países desarrollados. Por tanto, es importante conocer la
magnitud del problema y la justificación de la planificación
y actuación enfermera5-22.
En España, según el Informe de Defunciones según
21
la Causa de Muerte 2015 , que ha publicado el
Instituto Nacional de Estadística (INE), la enfermedad
cardiovascular sigue situándose como la primera causa de
muerte, produciendo el 29,4% del total de fallecimientos.
Recordemos que el 80% de las enfermedades del corazón
y hasta el 90% de los infartos podrían prevenirse con un
estilo de vida más saludable. Por tanto, una gran parte de
las discapacidades y de muerte prematuras se deberían
prevenir, aunque también son el resultado de interacciones
complejas entre factores genéticos y ambientales durante
largos períodos.
En España, aunque el riesgo de mortalidad cardiovascular
(tasas ajustadas por edad) está disminuyendo por
la implementación de los avances terapéuticos, la
incidencia y el número de muertes por algunos eventos
cardiovasculares están aumentando. Se ha estimado que
la supresión del tabaquismo y el fomento de la actividad
física podrían reducir el número de muertes por enfermedad
coronaria en un 20% y un 18%, respectivamente. El control
de la hipertensión podría reducir el número de muertes
por enfermedad cerebrovascular entre un 20% y un 25%,
aunque las enfermedades hipertensivas se han duplicado
en diez años, pasando de ser la causa de un 5% a un 10%
de los fallecimientos cardiovasculares.
Los pacientes con ECV son atendidos por un elevado
número de profesionales en organizaciones y servicios
diferentes. La fragmentación en la atención de los
pacientes por una misma enfermedad dificulta que
una actuación diagnóstica o terapéutica sea diseñada
con visión a largo plazo, teniendo consecuencias en el
pronóstico y la calidad de vida16.
Si nos centramos en el motivo de consulta por las
alteraciones electrocardiográficas, la entrada por este
proceso en el Sistema Sanitario se produce, en la mayoría
de las ocasiones, por algunos síntomas (el síncope, las
palpitaciones y la muerte súbita) y, con menos frecuencia,

JOEJWJEVBM

por arritmias cardiacas documentadas. La forma de
presentación de estos síntomas determina que el primer
contacto sea a través de los servicios de Urgencias o de
ARTÍCULOS CIENTÍFICOS
PRINCIPALES Atención Primaria. En la actualidad tenemos dificultad
para obtener datos epidemiológicos globales de las
arritmias cardiacas, debido a la heterogeneidad tanto de
sus mecanismos como de sus características clínicas y su
pronóstico16.
En cuanto al tratamiento de los pacientes que han
desarrollado la enfermedad, la OMS estima que la
mala adherencia al tratamiento afecta al 50% de los
tratamientos a largo plazo. En España, el Observatorio
de la Adherencia al Tratamiento (OAT)23 recuerda que
la mitad de los pacientes crónicos sigue el tratamiento
prescrito, no sólo medicamentos, sino también la dieta, el
ejercicio, etc. Los costes de la no adherencia en España
se estiman en 11.500 millones de euros. El abordaje de la
adherencia requiere un enfoque holístico, multidisciplinar,
transversal; pero enfermería juega un papel fundamental
al estar 24 horas a pie de cama en el hospital y con una
gran accesibilidad en atención primaria. En la encuesta del
OAT, el 89% de los médicos asegura conocer el término
adherencia, pero resulta llamativo el 11% restante que no
manifiesta conocerlo.
La tendencia a la cronicidad ha llevado a la OMS a
aprobar una Estrategia para el abordaje de la Cronicidad
en el Sistema Nacional de la Salud. Dentro de la estrategia,
el abordaje de las enfermedades cardiovasculares ha
cambiado el foco del proceso de curar pacientes agudos
a cuidar, prevenir y frenar la progresión de los factores de
riesgo cardiovasculares. Es decir, implica el paso desde
el diagnóstico y el tratamiento del paciente agudo, hacia
unas herramientas y unos cuidados de la persona sana y
del paciente crónico. En función de lo anterior, sólo el 50%
de los pacientes diagnosticados maneja correctamente el
régimen terapéutico, los cambios en el estilo de vida han
cambiado aumentado el riesgo cardiovascular, se puede
prevenir el 80% de las enfermedades del corazón y la
mortalidad no disminuye. Por tanto, habrá que cambiar
el abordaje del paciente cardiovascular, sin descuidar el
diagnóstico y el tratamiento del paciente agudo.
Enfermería tiene un amplio campo de acción
independiente tanto en la promoción de hábitos saludables,
como en la prevención y en los cuidados de enfermería del
paciente cardiovascular. Los cuidados y las intervenciones
de enfermería se deberían centrar en:
r
1SPNPDJÓO
Z
QSFWFODJÓO
DBSEJPWBTDVMBS
JOEJWJEVBM
P
FO

la población general.
r
1SFWFODJÓO
FO
MB
QPCMBDJÓO
EF
BMUP
SJFTHP
dirigida a personas sanas con un alto riesgo cardiovascular.
r
1BSUJDJQBDJÓO
FO
FM
EJBHOÓTUJDP
Z
USBUBNJFOUP
EFM

paciente con alteraciones electrocardiográficas agudas.
Cuidados de Enfermería en las alteraciones electrocardiográficas
2. CUIDADOS E INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA
EN LA PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN DE LOS
PROBLEMAS CARDIOVASCULARES
Entendemos por prevención cualquier intervención
que reduzca la probabilidad de que una enfermedad o
trastorno afecte a un individuo, que interrumpa, retarde su
progreso o atenúe sus consecuencias. Aunque la OMS6,8,19
considera que debido al continuum entre exposición al
riesgo y enfermedad, la división de la prevención de las
enfermedades cardiovasculares en prevención primaria,
secundaria y terciaria es arbitraria, puede ser útil la
utilización de esta clasificación. De hecho, el Ministerio de
Sanidad y Consumo de España utiliza esta clasificación7,
por lo que las definiremos a continuación por si aparece en
la bibliografía que se pueda consultar.
2.1. PROMOCIÓN DE HÁBITOS SALUDABLES O
PREVENCIÓN PRIMORDIAL
Esta estrategia va dirigida a la población general, pero
fundamentalmente a la infancia y a la adolescencia.
El objetivo es potenciar los hábitos saludables y evitar
la aparición de los factores de riesgo cardiovascular.
Además de la estrategia poblacional, habrá que adecuar
la actuación al riesgo individual. El riesgo cardiovascular
se refiere a la probabilidad que una persona tiene de sufrir
un evento aterosclerótico cardiovascular durante un plazo
definido. La promoción permite a las personas aumentar el
control sobre su salud para mejorarla. Por tanto, el riesgo
cardiovascular coincide con el diagnóstico de enfermería
de riesgo de deterioro de la función cardiovascular.
2.2. PREVENCIÓN PRIMARIA. IDENTIFICACIÓN Y
CONTROL DE LOS FACTORES DE RIESGO
Esta estrategia está encaminada a identificar la
presencia de factores de riesgo cardiovascular y a
controlarlos precozmente para disminuir la incidencia
de la enfermedad. Aunque se puede hacer poblacional,
se basa en el riesgo individual. Es decir, se centra en el
paciente fumador, diabético, hipertenso, con colesterol
alto, sedentario, pero que aún no ha tenido ninguna
manifestación clínica de la enfermedad cardiovascular.
2.3. PREVENCIÓN SECUNDARIA. DISMINUCIÓN DE
LA PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD
El propósito de esta estrategia es disminuir la progresión
de la enfermedad cardiovascular para prolongar y mejorar
su calidad de vida. Empieza desde la fase asintomática
hasta los estadios avanzados de la misma. Se aplica
sobre la persona sana o enferma. Actualmente se
incluye aquí la rehabilitación, aunque anteriormente
Pág. 43/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71)
se incluía en la prevención terciaria. La rehabilitación
tenemos que considerarla de forma integral, no sólo la
rehabilitación cardiaca, sino la laboral y la social. En esta
etapa el paciente ya ha presentado alguna enfermedad
cardiovascular, como un síndrome coronario agudo.
2.4. PREVENCIÓN TERCIARIA. MEJORAR LAS
CONSECUENCIAS DE LA ECV
La prevención terciaria se centra en mejorar las
consecuencias de la enfermedad cardiovascular,
mejorando la calidad de vida. Engloba las actividades
para prevenir los efectos adversos farmacológicos,
las terapéuticas invasivas y quirúrgicas cardiacas no
justificadas, para prevenir los efectos colaterales graves
de estas terapias. Esta categoría está actualmente
en desuso, centrándose en la prevención primaria y
secundaria.
Para la enfermera de Atención Especializada que atiende
a pacientes cardiovasculares, o en Atención Primaria
atendiendo población sana, es importante determinar
el riesgo cardiovascular en cualquier contacto con la
persona, la familia y/o la comunidad. Podemos formular
diagnósticos como disposición para mejorar la gestión
de la salud o disposición para mejorar el afrontamiento
familiar. También podemos formular el diagnóstico riesgo
de deterioro de la función cardiovascular.
Los cambios para mantener un estilo de vida saludable
estable son difíciles. Igual que la prescripción farmacológica
no garantiza la adherencia, garantizar la efectividad de un
estilo de vida saludable es un problema complejo. Requiere
que el paciente comprenda la relación entre la conducta y
la enfermedad. Aunque la mayoría de la población conoce
que el consumo de tabaco, el sedentarismo y la dieta
influyen en la patología cardiovascular, los datos reflejan
que la población no ha modificado sus hábitos, aunque
posee la información. Para producir cambios, la persona
tiene que saber, querer y poder.
3. CÁLCULO DEL RIESGO CARDIOVASCULAR (RCV)
La evidencia actual sobre prevención de la ECV en
la práctica asistencial5-19 recomienda la evaluación del
RCV total, ya que la ateroesclerosis suele ser de origen
multifactorial. La prevención es eficaz y debe dirigirse
a5,9,10:
r La población general, mediante la promoción de hábitos
de vida saludables.
r El individuo, es decir, personas que tienen un riesgo
de ECV moderado-alto o una ECV establecida, haciendo
frente a los hábitos de vida poco saludables (como dieta de
baja calidad, inactividad física, tabaquismo) y mejorando
los factores de riesgo.
 Pág. 44/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71)
La eliminación de conductas de riesgo para la salud
haría posible evitar al menos un 80% de las ECV y hasta
un 40% de los cánceres.
El escenario ideal de estimación del RCV sería a
todos los adultos, pero el acceso a la población sana
en la comunidad casi es imposible. Por tanto, todas
las personas con ECV tiene un riesgo muy alto, pero
en todas las personas aparentemente sanas debería
estimarse el riesgo total con el «Systemic Coronary Risk
Estimation» (sistema SCORE)5,9,10,13,19. Se recomienda
la valoración del RCV como una herramienta clave para
orientar el manejo del paciente, ya que debe tratarse
el RCV global del individuo en lugar de los factores de
riesgo individualmente, cuya interacción puede ser
multiplicativa. No debe olvidarse que los profesionales
sanitarios tratan a las personas y no los factores de riesgo.
Es necesario considerar individualmente los denominados
modificadores de riesgo, es decir, aquellas circunstancias
que indican un riesgo mayor al obtenido por la tabla y
que, por tanto, permiten corregir la puntuación obtenida
en función de su presencia. El sistema SCORE estima
el riesgo a 10 años de un primer evento aterosclerótico
mortal, como infarto, ictus, aneurisma de aorta y otros.
La modificación del estilo de vida es clave en la
prevención de la ECV. La aplicación de la evidencia
científica, junto a las habilidades multidisciplinares en
intervenciones multimodales del comportamiento, puede
ayudar a optimizar los esfuerzos en prevención. Estas
intervenciones incluyen:

&YQSFTB
UFOFS

r
5BCBRVJTNP
r
/VUSJDJÓO
r
"DUJWJEBE
GÎTJDB
r
.BOFKP
EF
GBDUPSFT
QTJDPTPDJBMFT
%FQSFTJÓO

BOTJFEBE
(00239). Expresa la vulnerabilidad a factores internos o
y angustia.
r
1FTP
DPSQPSBM
r
1SFTJÓO
BSUFSJBM


r
%JBCFUFT
NFMMJUVT
r
-ÎQJEPT
4. PLANIFICACIÓN DE CUIDADOS EN
PROMOCIÓN Y EN LA PREVENCIÓN DE
ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
La promoción y prevención de la salud requiere un
cambio de conducta por parte de la persona, la familia
y/o la comunidad. La educación sanitaria no debe ser
improvisada y necesita una metodología que imbrique

los conocimientos, las habilidades y las actitudes. Una
de las metodologías actualmente utilizadas en el cambio
de conducta es el Modelo de Cambio de Prochaska y
Diclemente. Este modelo se basa en la hipótesis de que
ARTÍCULOS CIENTÍFICOS
los cambios de conducta siguen una serie de etapas más
o menos estandarizadas, que se llaman «las etapas del
cambio». Aunque este modelo fue inicialmente utilizado
para la deshabituación del tabaco en fumadores, se ha
ido aplicando progresivamente en el cambio de conducta
relacionado con la dieta, con el ejercicio, etc. El modelo
se basa en unos estados dinámicos denominados
precontemplación, contemplación, preparación, acción y
mantenimiento.
La publicación Cuidados de Enfermería, Prevención y
Control de la Enfermedad Vascular Aterosclerótica17 puede
ser una buena guía metodológica enfermera, como otras
muchas presentes y futuras que pueden servir para la toma
de decisiones basadas en la evidencia enfermera. Divide
la planificación de cuidados e intervención en 4 fases: fase
inmediata (etapa de precontemplación o contemplación),
fase de ampliación (etapa de determinación o acción),
fase de profundización (etapa de mantenimiento) y fase de
incumplimiento (etapa de recaída). Para la planificación de
cuidados utilizamos las taxonomías NANDA, NIC y NOC.
Como dijimos anteriormente, deberemos individualizar el
plan de cuidados según nuestra formación, el Servicio
de Salud, el servicio asistencial en el que trabajemos, la
situación clínica, etc. A modo de ejemplo destacaremos
algunos diagnósticos, intervenciones y criterios de
resultado que pueden resultar de interés.
4.1. PRINCIPALES DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA
EN LA PREVENCIÓN Y EL CONTROL DE LA ECV
r
&TUJMP
EF
WJEB
TFEFOUBSJP

hábitos de vida que se caracterizan por un bajo nivel de
actividad física.
r
3JFTHP
EF
EFUFSJPSP
EF
MB
GVODJÓO
DBSEJPWBTDVMBS

externos que pueden dañar uno o más órganos vitales
como el propio sistema circulatorio.
r
%JTQPTJDJÓO
QBSB
NFKPSBS
MB
HFTUJÓO
EF
MB
TBMVE

Expresa el deseo de mejorar la gestión de los factores de
riesgo.
r
%JTQPTJDJÓO
QBSB
NFKPSBS
FM
BGSPOUBNJFOUP
GBNJMJBS

LA (00075). Expresa deseo de mejorar el enriquecimiento
LA del estilo de vida y de mejorar la promoción de la salud
(cambio en la salud del paciente reforzado).
4.2. PRINCIPALES CRITERIOS DE RESULTADO EN
LA PREVENCIÓN Y EL CONTROL DE LA E.C.V.
r
$POUSPM
EFM
SJFTHP
FOGFSNFEBE
DBSEJPWBTDVMBS

r Conocimiento: estilo de vida saludable (1855).
Autocontrol: enfermedad cardiaca (1617).
r Control del riesgo: consumo de tabaco (1906).
Conducta de abandono del consumo de tabaco (1625).
Cuidados de Enfermería en las alteraciones electrocardiográficas Pág. 45/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71)

r Conducta de adhesión: dieta saludable (1621). 5. PLANIFICACIÓN DE CUIDADOS EN LA

Conducta de cumplimiento: dieta prescrita (1622). PREVENCIÓN DE RIESGOS RELACIONADOS CON
Conocimiento: dieta prescrita (1802). LA ECV
r Participación en el ejercicio (1633). Conducta de La enfermedad cardiovascular puede tener asociados
cumplimiento: actividad prescrita (1632). unos riesgos relacionados con la situación clínica (riesgo
r Nivel de malestar (2109). Nivel de miedo (1210). de disminución del gasto cardiaco, riesgo de shock, etc.).
Nivel de ansiedad (1211). Autocontrol de la ansiedad Cuando la competencia sobre el riesgo se puede asumir
(1402). Nivel de estrés (1212). Nivel de depresión (1208). de forma independiente, podemos formular un diagnóstico
Autocontrol de la depresión (1049). enfermero de riesgo. Cuando el problema no lo podemos
r
$POPDJNJFOUPT
NBOFKP
EFM
QFTP


$POEVDUB
EF
asumir de forma independiente nos encontramos ante
pérdida de peso (1627). un problema de colaboración o interdependiente, del
r
$POUSPM
EF
SJFTHP
IJQFSUFOTJÓO


$POPDJNJFOUP
que otro profesional es el responsable. Los problemas
control de la hipertensión (1838). Autocontrol: hipertensión de colaboración o los diagnósticos enfermeros de riesgo
(3107). tienen un objetivo común centrado en la enfermera, no en
r Conocimiento: control de la diabetes (1820). la conducta del paciente. Los objetivos están implícitos
Autocontrol: diabetes (1619). en el propio problema o en el diagnóstico. Estos objetivos
r Autocontrol: trastorno lipídico (3109). Conocimiento: son planificar las intervenciones centradas en prevenir el
manejo del trastorno lipídico (1858). riesgo (sangrado, disminución del gasto cardiaco, etc.) y
detectar precozmente la posible aparición de indicadores
4.3. PRINCIPALES INTERVENCIONES EN LA
del problema o del diagnóstico (signos y síntomas).
PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA ECV
Cuando no sea posible prevenir las complicaciones
r
$VJEBEPT
DBSEJBDPT


o los riesgos, se consigue poner en conocimiento del
r
.BOFKP
EF
SJFTHP
Dardiaco (4050).
profesional responsable la información para instaurar las
r
&EVDBDJÓO
QBSB
MB
TBMVE


medidas correctivas correspondientes. Cuando se trata
r Enseñanza: dieta prescrita (5614). Manejo de la
de un problema de colaboración, no hay diagnóstico
nutrición (1100). Asesoramiento nutricional (5246).
de enfermería, aunque podemos utilizar los criterios
r
"ZVEB
FO
MB
NPEJàDBDJÓO
EF
TÎ
NJTNP


de resultado y las intervenciones prescritas por otro
r Ayuda para dejar de fumar (4490). Prevención del
profesional, que serán los mismos que en el diagnóstico
consumo de sustancias nocivas (4500).
de riesgo.
r
"ZVEB
QBSB
EJTNJOVJS
FM
QFTP


.BOFKP
EFM
QFTP

(1260).
r
%JTNJOVDJÓO
EF
MB
BOTJFEBE

 5.1. PRINCIPALES DIAGNÓSTICOS DE RIESGO
r
&OTFÒBO[B
FKFSDJDJP
QSFTDSJUP


'PNFOUP
EFM
RELACIONADOS CON LA ECV
ejercicio (0200). Fomento de ejercicios: estiramientos r Riesgo de deterioro de la función cardiovascular
(0202). (00239). Factores que pueden dañar órganos vitales, así
r
&OTFÒBO[B
NFEJDBNFOUPT
QSFTDSJUPT

 como el propio sistema cardiocirculatorio.
r
*EFOUJàDBDJÓO
EF
SJFTHPT

 r Riesgo de disminución del gasto cardiaco (00240).
r
.FKPSBS
FM
BGSPOUBNJFOUP

 Factores que se asocian a la vulnerabilidad al bombeo de
r
0SJFOUBDJÓO
BOUJDJQBUPSJB

 una cantidad de sangre inadecuada por el corazón para
r
"DVFSEP
DPO
FM
QBDJFOUF

 satisfacer las demandas metabólicas del cuerpo, que
r
&OTFÒBO[B
JOEJWJEVBM

 puede comprometer la salud.
r
&OTFÒBO[B
HSVQP

 r
3JFTHP
EF
EJTNJOVDJÓO
EF
MB
QFSGVTJÓO
UJTVMBS
DBSEJBDB

r
&TUBCMFDJNJFOUP
EF
PCKFUJWPT
DPNVOFT

 (00200). Factores asociados a la vulnerabilidad a una
r
.PEJàDBDJÓO
EF
MB
DPOEVDUB
TBOJUBSJB

 disminución de la circulación cardiaca (coronaria), que
r
"QPZP
FNPDJPOBM

 puede comprometer la salud.
r
'BDJMJUBS
MB
BVUPSSFTQPOTBCJMJEBE

 r Riesgo de sobrepeso (00234). Vulnerable a la
r
"VNFOUBS
MPT
TJTUFNBs de apoyo (5440). acumulación de grasa anormal o excesiva para la edad y
r
"TFTPSBNJFOUP

 sexo, que puede comprometer la salud
r
&OTFÒBO[B
NFEJDBNFOUPT
QSFTDSJUPT

 r Riesgo de sangrado (00206). Vulnerable a una
r
&OTFÒBO[B
DVJEBEPT
EF
MPT
QJFT

 disminución del volumen de sangre, que puede
r
.POJUPSJ[BDJÓO
EF
TJHOPT
WJUBMFT

 comprometer la salud.
 Pág. 46/ Enfermería en Cardiología. 2017; Año XXIV (71) ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

BIBLIOGRAFÍA
r
3JFTHP
EF
shock (00205). Vulnerable a un aporte
sanguíneo inadecuado para los tejidos corporales que
pueden conducir a una disfunción celular que constituya
una amenaza para la vida, que puede comprometer la 1. Herman TH, editora. NANDA Internacional. Diagnósticos Enfermeros. Definiciones y
clasificación. 2015-2017. Barcelona: Elsevier; 2015.
salud.
2. Moorhead S, Johnson M, Maas ML, Swanson E, editoras. Clasificación de resultados
de enfermería (NOC). 4ª ed. Madrid: Elsevier; 2009.
5.2. PRINCIPALES CRITERIOS DE RESULTADO EN 3. Bulechek GM, Butcher HK, McCloskey-Dochterman J, editoras. Clasificación de
RIESGOS RELACIONADOS CON LA ECV intervenciones de enfermería (NIC). 5ª ed. Madrid: Elsevier; 2009.
4. Jhonson M , Moorhead S, Bulechek GM, Butcher HK, Maas ML, Swanson E, editoras.
r
&GFDUJWJEBE
EF
MB
CPNCB
DBSEJBDB

 Vínculos de NOC y NIC a NANDA –I y diagnósticos médicos. 3a ed. Barcelona: Elsevier;
r
&TUBEP
DJSDVMBUPSJP

 2012.
r
5PMFSBODJB
EF
MB
BDUJWJEBE

 5. Sociedad Española de Cardiología. Guía ESC 2016 sobre prevención de la enfermedad
cardiovascular en la práctica clínica. Rev Esp Cardiol.2016; 69 (10): 939. e1-e87.
r
1FSGVTJÓO
UJTVMBS

 Disponible en: http://www.revespcardiol.org/es/pdf/90459676/S300/
r
1FSGVTJÓO
UJTVMBS
DBSEJBDB

 6. Organización Mundial de la Salud. Plan de acción mundial para la prevención y el
r
&TUBEP
OVUSJDJPOBM


control de las enfermedades no transmisible 2013-2020. Ginebra: OMS. 2007.
7. Ministerio de Sanidad y Consumo. 1º Conferencia de Prevención y Promoción de la
r Prevención de hemorragias (4010). Disminución de
Salud en la Práctica Clínica en España. Prevención Cardiovascular. Barcelona: SEMFYC;
la hemorragia (4020). Severidad de la pérdida de sangre 2007.
(413). 8. Organización Panamericana de Salud - Organización Mundial de la Salud. Prevención de
las enfermedades cardiovasculares. Directrices para la evaluación y el manejo del riesgo
r
4FWFSJEBE
EFM
shock: cardiogénico (418). Severidad del cardiovascular. Washington: OPS-OMS; 2010.
shock: hipovolémico (419). Prevención del shock (4260). 9. Ministerio de Sanidad y Consumo. Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la
r Manejo de medicación (2380). Manejo de la terapia Práctica Clínica Adaptación Española del CEIPC. Madrid: MSC; 2008.
10. Velasco JA, Cosín J, Maroto JM, Muñiz J, Casasnovas JA, Plaza I, Abadal LT. Guías
trombolítica (4270).
de practica clínica de la Sociedad Española de Cardiología en prevención cardiovascular y
r
7JHJMBODJB


rehabilitación cardiaca. Rev Esp Cardiología 2000; 53: 1095-1120.
r
&OTFÒBO[B
QSPDFEJNJFOUPUSBUBNJFOUP

 11. Junta de Castilla y León. Gerencia Regional de Salud. Valoración y tratamiento del
riesgo cardiovascular. Guía clínica basada en la evidencia. Junta de Castilla y León.
Gerencia Regional de Salud; 2008.
5.3. PRINCIPALES INTERVENCIONES EN RIESGOS 12. Servicio Madrileño de Salud, Dirección General de Atención Primaria. Guía de abordaje
RELACIONADOS CON LA ECV del riesgo cardiovascular global: Programa de mejora del afrontamiento del riesgo
cardiovascular global. Plan de promoción de la salud y prevención. Madrid: Salud Madrid.
r
$VJEBEPT
DBSEJBDPT

 2011.
r
.BOFKP
EFM
SJFTHP
DBSEJBDP

 13. Sara Jaskanwal D.S., Lennon Ryan J., Gulati Rajiv, Singh Mandeep, Holmes Jr. David
R., LermanLilach O., Lerman Amir. Utility of the Framingham Risk Score in predicting
r
"TFTPSBNJFOUP
OVUSJDJPOBM


.BOFKP
EFM
QFTP

secondary events in patients following percutaneous coronary intervention – a Time-Trend
(1260). Analysis. American HeartJournal; 2015.
r
1SFWFODJÓO
EFM
shock (4260). 14. Villar F, Banegas JR, Donado JM, Rodríguez-Artalejo F. Las enfermedades
cardiovasculares y sus factores de riesgo en España: hechos y cifras. Informe SEA 2003.
r
*EFOUJàDBDJÓO
EF
SJFTHPT


Madrid: SEA; 2003.
r
.POJUPSJ[BDJÓO
EF
TJHOPT
WJUBMFT

 15. Banegas JR, Villar F, Graciani A, Rodriguez-Artalejo F. Epidemiología de las
r
0YJHFOPUFSBQJB

 enfermedades cardiovasculares en España. Rev Esp Cardiología Suple. 2006;6(G):3-12
– Vol. 6 Núm. Supl. G.
r
3FQPTJDJÓO
EF
MÎRVJEPT


16. Bueno H, Lobos JM, Murga N, Díaz S. Procesos asistenciales compartidos entre
r
.BOFKP
EF
MB
IJQFSHMVDFNJB

 Atención Primaria y Cardiología. Barcelona: Sociedad Española de Medicina de Familia y
r
&OTFÒBO[B
NFEJDBNFOUPT
QSFTDSJUPT

 Comunitaria-Sociedad Española de Cardiología; 2015.
17. Servicio Canario de Salud. Cuidados de Enfermería. Prevención y control de la
enfermedad vascular aterosclerótica. Gran Canaria: Gobierno de Canarias; 2015.
Palabras clave: Atención de enfermería, diagnóstico 18. Ministerio de Sanidad y Consumo. Primera conferencia de Prevención y Promoción
de enfermería, terminología normalizada de enfermería, de la Salud en la Práctica Clínica en España. Prevención cardiovascular. Madrid: SEMFYC
ediciones. Madrid: MSC; 2007.
promoción de la salud, prevención de enfermedades.
19. Organización Mundial de la Salud. Prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Guía de bolsillo para la estimación y el manejo del riesgo cardiovascular. Ginebra: OMS;
Keywords: Nursing care, nursing diagnosis, standardized 2008.
20. Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.
nursing terminology, health promotion, disease prevention.
Disponible en: https://www.boe.es/buscar/pdf/2003/BOE-A-2003-21340-consolidado.pdf
21. INE. España en cifras 2015. Madrid: Instituto Nacional de Estadística. Madrid: INE;
2015.
22. INE. Notas de prensa: defunciones según la Causa de Muerte. Madrid: INE; 2013.
23. Observatorio de la Adherencia al Tratamiento. Adherencia Terapéutica: La visión del
médico. Análisis mediante encuesta de ámbito nacional. Madrid: OAT; 2016.

Si algún enlace no funciona, por favor, cópielo y péguelo directamente

en la barra de direcciones de su navegador.