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CAPÍTULO IV
EL DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DE
AMÉRICA: EUROPA Y LA OTREDAD
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H I STO RIA DEL ECUADOR
Coronas de Aragón y Castilla del siglo XV.
Aragón
PORTUGAL
Islas Baleares
Castilla y León
MAR MEDITERRÁNEO
Granada
dades de la península italiana, al contrario, cia de los grupos minoritarios tanto en las
estaban sumidos en una profunda fragmen- zonas árabes como en las cristianas, pero
tación política sea por guerras civiles o por con el tiempo se impuso la intolerancia ha-
la ausencia de verdaderos impulsos centra- cia los grupos minoritarios por parte de los
lizantes. La única competencia que España cristianos. Se lanzó un feroz esfuerzo para
debió enfrentar en un primer momento en lograr la homogeneidad étnica y religiosa
la búsqueda y conquista de territorios extra- de la península liderado por la Inquisición,
europeos provino de su vecino Portugal que caracterizado por masacres, expulsiones y
gracias a su ventajosa posición geográfica conversiones religiosas obligatorias.
(su ubicación al borde del Atlántico), había
sido pionero en la exploración de la costa LA ESPAÑA MUSULMANA
atlántica de África1.
Durante la Edad Media, España había expe-
A diferencia de otras regiones de Europa, rimentado una larga ocupación extranjera
España era además en 1492 una zona de de más de la mitad de la península ibérica
gran diversidad étnica y religiosa, lo que por ejércitos y colonos musulmanes proce-
constituyó un laboratorio para la empresa dentes de la península arábiga en Medio
colonial en el nuevo continente. Había mu- Oriente y el norte de África. El corazón de
sulmanes, judíos, y cristianos españoles que la zona dominada por los musulmanes era
habían adoptado costumbres árabes llama- Andalucía, en el sur de la península ibérica.
dos ‘mozárabes’. En la tierra que los musulmanes llamaron
Al Andalus, surgió una brillante civilización
En un primer momento, esta diversidad urbana que se destacó en todas las cien-
había suscitado la convivencia o toleran- cias y las artes. Su núcleo era la ciudad de
1
Perry Anderson, El Estado Absolutista, 9ª edición, Siglo Veintiuno Editores, México D.F., 1987.
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Córdoba la cual cerca del año 1000 era la 860 se convirtió en un Estado emirato au-
urbe más importante del opulento mundo tónomo, cortando sus vínculos con Medio
islámico y, sin lugar a dudas, la ciudad más Oriente. Poco después del año 950, el emi-
brillante del continente europeo, sumido rato de Al Andalus se proclamó el Califato
para ese entonces en un caos marcado por del mundo islámico aunque su autoridad
la fragmentación política, las invasiones de política-religiosa era reconocida sólo en Es-
los vikingos y la ruralización. paña y Marruecos. El resto del mundo ára-
be veía a España como una lejana periferia
En la provincia islámica de Al Andalus, en del universo islámico. Hacia el año 1000, el
el sur de España, especialmente en las ciu- Califato de Al Andalus cayó en un estado de
dades de Córdoba y Granada, la filosofía, desintegración y de profundo declive cultu-
la poesía, la medicina, la música y la ar- ral, desintegración a la que la civilización
quitectura florecieron. Las obras cumbres islámica era propensa.
de la civilización islámica en España fueron
la Mezquita de Córdoba, el palacio de la Entre los años 1100 y 1200, Al Andalus es-
Alhambra y los múltiples alcázares. taba dividida en una veintena de reinos islá-
micos que luchaban constantemente entre
Al inicio de la ocupación de España, los sí. Casi todos los reinos eran dominados por
musulmanes asentados en Andalucía de- tribus del norte de África o beréberes que
pendían del poderoso Califato de Bagdad, habían ingresado en España hacia el año
hoy Irak, ejercido por la dinastía Ummayad. 1100 desplazando a los invasores árabes
Este califato, considerado el epicentro del originales que habían venido de Oriente
mundo islámico, era una especie de monar- Medio2. La población de los estados árabes
quía sagrada que combinaba la autoridad de España era extremadamente diversa. De
religiosa con el poderío político. Sin embar- hecho, España era la región con mayor va-
go, Al Andalus se independizó de Bagdad riedad étnica, lingüística y religiosa en todo
al cabo de algún tiempo y cerca del año el continente europeo. A más de los árabes
2
Rafael Valencia, “The Political History of Al Andalus”, The Legacy of Muslim Spain, Salma Khadra Jayyusi
(ed.), Leiden, 1994.
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provenientes de Medio Oriente, había be- formas geométricas, prescindiendo casi por
réberes del norte de África y eslavos de Eu- completo de formas antropomórficas. Al
ropa del Este introducidos en la península contrario, el cristianismo se ha caracteriza-
por los musulmanes en calidad de esclavos. do por las representaciones pictóricas y es-
Entre la población española conquistada cultóricas de la divina Trinidad y otros seres
existía un grupo numeroso de cristianos que divinos incluyendo la Virgen. El tratamiento
habían adoptado las costumbres árabes, co- de la mujer en el Islam es otro punto en el
nocidos como ‘mozárabes’, y una extensa y que esta religión diverge del cristianismo.
brillante comunidad judía que había llega- El Islam permite la poligamia, dando a los
do a la península ibérica en época del anti- hombres el derecho a tener varias esposas y
guo imperio romano. Los cristianos, que se limita al máximo la presencia de las muje-
retiraron al norte de la península, hablaban res en la vida pública.
varios derivados del latín como el español,
el catalán y el gallego, además del idioma El Islam es una de las religiones universa-
vasco cuyos orígenes se desconocen. les más importantes de la historia humana.
Desde su cuna en el Medio Oriente se ha
La religión islámica, profesada por los mu- expandido a África, Europa y Asia. En Eu-
sulmanes de España, se había formado en ropa, el Islam penetró en dos zonas: en la
Arabia Saudita alrededor de 600 d.C. como península ibérica en la Edad Media y duran-
una derivación austera y rigurosa del mono- te el imperio otomano (1500- 1900) en los
teísmo judío. Fue obra del célebre profeta Balcanes (Albania, Kosovo).
Muhamed quien creyó haber escuchado la
palabra de Dios cuando se encontraba en Cuando ingresaron los invasores árabes, en
una cueva, cuyo testimonio extenso se con- Andalucía se mantuvo una minoría cristia-
virtió en el libro sagrado del Islam, el Co- na, pero la mayoría de cristianos se retiró al
rán. El Islam, como una de las grandes re- norte de la península ibérica, a la costa can-
ligiones de salvación, se ha fundamentado tábrica. Allí, los cristianos se organizaron en
en cinco pilares: un estricto monoteísmo, la monarquías feudales compuestas por reyes,
veneración del profeta Muhamed quien ha- aristocracias, guerreros, un campesinado
bría sido objeto de revelaciones divinas, la servil, y poderosas órdenes religiosas. Los
jerarquía del libro sagrado del Corán consi- principales estados feudales cristianos del
derado como la palabra de Dios, los pere- norte de España fueron Asturias, León, Na-
grinajes a la Meca (hoy ubicada en Arabia varra y Aragón. En contraste con la refinada
Saudita), y el cumplimiento del Ramadán, o sociedad urbana de Al Andalus, los feudos
mes de ayunos. cristianos del norte español eran, por lo
general, pobres y poco cultos. Solamente
El Islam, a diferencia del cristianismo, cree Cataluña, en la costa mediterránea, logró
en un dios omnipotente que no está limi- una sociedad más compleja convirtiéndo-
tado ni por la justicia ni por las leyes na- se en un centro de comercio marítimo del
turales. Ese mismo énfasis en un Dios in- mediterráneo occidental. Desde el norte de
sondable se ha manifestado también en el España, los cristianos emprendieron una
concepto islámico de que la representación lenta reconquista de la península, la cual
visual de Dios es nociva y que el único ac- tomó renovado impulso alrededor del año
ceso a Dios es a través de la palabra divina 1100, cuando Al Andalus se encontraba en
transmitida por la escritura en el Corán. Esta un estado de avanzada descomposición. A
prohibición ha influido en el arte islámico partir de ese momento, los cristianos orga-
limitándolo a dibujar las letras del Corán y nizados en los reinos de Castilla y Aragón
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expulsaron a los ‘moros’ de las más impor- los cristianos ibéricos una experiencia de-
tantes ciudades del sur de España: Toledo, cisiva de colonización cuyas implacables
Sevilla y Córdoba. Una vez allí, convirtie- lecciones serían aplicadas en América. La
ron a las mezquitas en iglesias, expropiaron dura reconquista, a lo largo de varios si-
las tierras agrícolas árabes y sometieron a glos, combinó la guerra religiosa con la co-
los musulmanes a una implacable segre- lonización de los territorios recientemente
gación y represión. Muchos musulmanes arrebatados a los invasores musulmanes,
buscaron refugio en Marruecos, al otro lado modelo que se siguió luego en América.
del estrecho de Gibraltar, para huir de los
abusos de los cristianos. Para el año 1300, Dentro de ese patrón hubo diversas estrate-
sólo el decadente reino de Granada queda- gias para derrotar, controlar y explotar a los
ba en manos islámicas, el cual fue tomado moros, como también para poblar con cris-
por los cristianos el año del descubrimiento tianos los territorios arrebatados; estrategias
de América. Con la reconquista, España se que tuvieron eco en la posterior conquista
unificó en términos religiosos y culturales, del Nuevo Mundo. Entre estas estrategias
al mismo tiempo que experimentó un auge se encuentran: explotar las diferencias en
económico sostenido. el bando enemigo, reutilizar los centros
urbanos conquistados, expropiar las tierras
El matrimonio dinástico de Fernando (rey de los pueblos conquistados, y convertir a
de Aragón) e Isabel (reina de Castilla) en las poblaciones conquistadas en una fuente
1474 selló el proceso de unificación de Es- de mano de obra barata al servicio de los
paña. Con esto, España se convirtió en un españoles, al mismo tiempo que se las ais-
Estado relativamente unificado que abarca- laba en comunidades segregadas.
ba la mayor parte de la península ibérica.
Además de dominar la península ibérica, La gran diferencia entre la reconquista y la
con excepción de Portugal, la monarquía conquista de América fue que los españoles
española comprendía también a los reinos asumían que los árabes no se convertirían
italianos de Nápoles y Sicilia que habían al cristianismo, mientras que en América
formado parte de la corona de Aragón. dieron por hecho que los indígenas sí lo ha-
rían. Estas divergencias en las expectativas
La nueva monarquía española contaba con de cristianización se relacionaban con el
cuantiosos recursos fiscales derivados de la concepto teológico de la ignorancia inven-
mesta (o monopolio de la lana de las ovejas cible que postulaba que los árabes habían
del reino), y un talentoso cuerpo de funcio- estado expuestos al cristianismo por siglos
narios formado en las universidades de Al- pero no lo habían adoptado mientras los in-
calá y Salamanca. Una vez consolidada, la dígenas recién habían accedido a la oportu-
monarquía española se enfrentó en Castilla nidad de la adopción del cristianismo por lo
a los poderosos nobles que dominaban las que estaban más dispuestos a acogerlo. Los
áreas rurales y las ciudades autónomas con españoles, convencidos de que los musul-
el propósito de lograr el monopolio monár- manes nunca adoptarían la religión cristia-
quico del cobro de impuestos y del ejerci- na, finalmente, los confinaron al exilio.
cio del poder. En toda Europa, los tuvieron
que disciplinar a los grandes nobles y a las Otro factor que llevó a la expulsión de los
ciudades autónomas para asegurar la cen- moros y a la retención de los indígenas
tralización del poder como primer paso al americanos en la posterior conquista de
estado nación. La reconquista española (la América fue la mayor masa demográfica de
expulsión de los ‘moros’) constituyó para españoles en el caso del sur de España. En
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América, en cambio, los españoles eran po- productos a gran escala utilizando maqui-
cos en relación a los indígenas y no podían naria en lugar de energía humana. Si bien
prescindir de la mano de obra de los últi- hacia 1500 el acceso a bienes comerciales
mos para generar riqueza. era aun limitado y la concentración de tra-
bajadores en talleres que utilizaban maqui-
Una clara ventaja que tenía la monarquía naria era todavía muy precaria, el impulso
española para el proyecto de colonización hacia la industrialización era palpable.
transatlántica era su dinámico comercio de
lana que generó ingentes recursos e inser- Aún cuando los factores antes mencionados
tó a España en las redes comerciales euro- crearon las condiciones para la conquista
peas de la época. Los inmensos rebaños de de América, la causa próxima fue la aguda
ovejas que recorrían los áridos campos de competencia entre España y Portugal por el
Castilla brindaban a la monarquía el control control de la costa nor-occidental africana
de la venta de la lana que era exportada al y la ruta marítima alrededor de África a la
norte de Europa. La célebre lana de merino India. El enorme éxito del minúsculo Portu-
de Castilla alimentaba las incipientes fábri- gal, un reinado pequeño e infértil, se debió
cas de textiles de Flandes (hoy Bélgica), que en parte a su posición geográfica: proyecta-
fueron la cuna de la revolución industrial. da hacia el Atlántico y próxima a África, su
ubicación era ideal para la exploración de
El comercio de lana no sólo que generaba la costa africana y su circunnavegación.
riquezas para la Corona española, sino que
también atrajo a comerciantes italianos, Portugal comenzó su aventura marítima
quienes jugarían un papel indispensable en adueñándose del comercio de la costa oc-
el descubrimiento y conquista de América. cidental de África, una fuente inagotable de
Éstos manejaban el intercambio de lana por oro y esclavos negros; y de las islas atlánti-
telas de Flandes elaboradas con esa misma cas próximas a Europa (las Azores, Madeira
lana y disponían de un ingente capital para y Cabo Verde) que servían para el cultivo
invertir. La elaboración de telas seda, indus- de azúcar. Luego, los portugueses buscaron
tria concentrada en la ciudad de Granada, una vía marítima a la India vía la circunva-
también era una gran fuente de riquezas lación de África. En la India se encontraban
para España y su unificada monarquía. los productos más preciados de la época,
la pimienta, la canela y la seda, los cuales
En Europa, en esta época, se fraguaba la escaseaban en Europa.
transición a la economía de mercado y a
la producción industrial. La economía de Por siglos, la única vía a Asia había sido
mercado es un sistema en el que los indi- por tierra a través del Medio Oriente, pero
viduos suplen sus necesidades (alimentos, esta ruta estaba frecuentemente bloqueada
energía, ropa, etc.) a través de la compra y por guerras o estados hostiles y el costo de
venta de artículos. Los productos salen al transporte era excesivamente alto por la di-
mercado donde se les asigna un valor mo- ficultad del viaje y la presencia de muchos
netario y se canjean por dinero. La ventaja intermediarios.
de la monetización es lo que permite a los
individuos posponer las transacciones hasta España no quería quedar atrás frente a su
cuando sientan la necesidad de ellas y les vecino, y una vez puesta en orden su situa-
permite acumular valor para invertir o com- ción, con la expulsión de los musulmanes
prar artículos de alto valor. La producción y la unificación de las dos casas reales rei-
industrial, a su vez, es la elaboración de nantes, se propuso competir con el pujante
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OCÉANO ATLÁNTICO
PORTUGAL
Expediciones hacia ESPAÑA
Islas Azores el Atlántico
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epicentro del viejo mundo, una civilización hiladores de lana. A una corta edad se dedi-
mucho más avanzada que Europa, la cual có a la vida de mar, participando en expe-
era una pobre e infértil periferia en relación diciones comerciales a África e Islandia en
a China e incluso a la India. el Atlántico norte. En el transcurso de estos
viajes atlánticos, empezó a formular la idea
Lo que buscaban en un inicio tanto los por- de que era posible llegar a Asia vía el Atlán-
tugueses como los españoles era acceder a tico, concepto audaz para la época porque
los bienes producidos en Asia para lo cual se pensaba que entre los dos continentes
necesitaban captar el oro de África y luego solamente había un inmenso océano intran-
la plata americana. Los metales preciosos sitable por su extensión pues no se conocía
eran el único producto en manos de euro- de la existencia de un continente a medio
peos que los chinos estaban dispuestos a camino: América.
aceptar. Tanto la ruta alrededor de África
como el trayecto directo a través del Atlánti- La ingeniosa idea de Colón era producto
co de Cristóbal Colón, tenían un solo blan- de la apertura de vías marítimas atlánticas
co: la extrema Asia, fuente de riqueza fa- durante la Edad Media. En efecto, a partir
bulosa. Los chinos, a pesar de sus enormes del año 1200, el tráfico entre el mar Báltico
recursos nunca se acercaron a América. El ubicado en el norte de Europa y el Medi-
blanco de sus exploraciones era el cercano terráneo se amplió a través de la costa at-
océano Índico3. lántica.
3
Paul Kennedy, The Rise and Fall of the Great Powers, Vintage Books, New York, 1989, pp.6-7.
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mienzos del siglo XIV como consecuencia tico sin caer en el abismo, es un mito. El
de la ruptura de la “ruta mongol” a China4. carácter esférico del planeta y la navegabi-
lidad de todos los océanos eran conceptos
Como los portugueses estaban empeñados totalmente aceptados por los científicos de
en encontrar una ruta marítima a la India, la época. Lo que distinguía al idiosincrási-
Colón decidió venderles su insólito pro- co pensamiento geográfico de Colón de las
yecto. Pero los portugueses estaban con- teorías de la época, era el concepto crasa-
vencidos de que la ruta alrededor de África mente equivocado de que el Atlántico era
era más segura, ya que el Atlántico había un mar relativamente estrecho.
mostrado ser poco prometedor como ruta a
Asia. De hecho, los audaces portugueses a Los científicos del siglo XV no dudaban
lo largo del siglo XV habían realizado varias que, en principio, era posible navegar a
expediciones de reconocimiento al Atlánti- través del Atlántico, pero sostenían que el
co profundo más allá de las islas Azores sin viaje sería muy largo y sin islas importantes
haber tocado tierra. Despechado, Colón se donde hacer escala para aprovisionarse de
trasladó a España en busca de apoyo y, aun- alimentos y agua dulce. Colón, en cambio,
que consiguió el respaldo de muchos co- estaba convencido de que la distancia entre
merciantes allegados a los Reyes españoles, Asia y Europa era manejable. Aducía dos
muchos de ellos de origen genovés, su pro- razones.
yecto transatlántico no fue respaldado por-
que contradecía las creencias más avanza- La primera, que el extremo de Asia estaba
das y retrógradas de los sabios de la época. más cerca a Europa ya que Japón, según
él, estaba muy lejos de la costa China. La
La tesis de los libros de historia tradiciona- segunda, que la circunferencia del mundo,
les de que Colón estaba en la vanguardia según sus cálculos, era mucho más estrecha
del pensamiento en su época por pensar de lo que se creía generalmente. Se equi-
que la tierra era esférica y que, por tanto, vocaba en ambos puntos. Japón no estaba
era posible navegar hasta Asia por el Atlán- a una gran distancia de China y la circun-
4
Felipe Fernández-Armesto, Colombus, Oxford University Press, New York, 1991, p.9.
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ferencia de la tierra era tan extensa como chino Khan a convertirse al cristianismo.
se creía en su época. La cifra propuesta por Una vez logrado este objetivo, Colón mar-
Colón reducía la circunferencia real del charía con su nuevo aliado hacia Jerusalén,
mundo a dos tercios de sus dimensiones mientras Fernando, rey de España, movi-
reales. El origen del garrafal error de Co- lizaba sus tropas hacia el mismo blanco a
lón era que se basaba en un cálculo de un través del norte de África. Los dos ejércitos
geógrafo árabe, Alfraganus, quién se expre- cristianos se encontrarían en Jerusalén, li-
saba en ligas árabes (éstas eran más largas berándolo del yugo musulmán. Una vez
que las europeas), por lo que la cifra menor completada esta última cruzada, Fernando
expuesta por este insigne geógrafo era en reinaría en la ciudad sagrada como el mo-
realidad la misma que aquella aceptada por narca de los últimos tiempos. Este fantástico
los científicos europeos. Curiosamente, el esquema que combinaba varios elementos
proyecto de Colón se basó en el craso error del pensamiento cristiano de la Edad Me-
de imaginar que la distancia entre Europa y dia, por supuesto, no se cumplió y el viaje
Asia era mucho menor de lo que en reali- colombino terminaría no con la realización
dad era. Pero fue ese mismo error el que lo de los sueños de la Edad Media, sino con
llevó a emprender el viaje cuyo desenlace una ampliación de los horizontes mentales
fue el descubrimiento de un continente des- y físicos de la humanidad que dio lugar a la
conocido para los europeos de la época. modernidad cultural y económica5.
Para ganar el apoyo de los Reyes españoles. Los Reyes invirtieron modestamente para
Colón presentó su proyecto no como una la realización del proyecto de Colón, apro-
simple expedición económica destinada a visionando la expedición y concediendo a
abrir una nueva ruta a Asia, sino como una Colón el prestigioso título de Almirante del
nueva reconquista o cruzada cuyo objetivo mar océano. Su inversión con el tiempo
final sería la captura de la sagrada Jerusalén, rendiría extraordinarios frutos para España,
cuna del cristianismo. Así, Colón atribuyó a ya que la riqueza de América fue uno de los
su proyecto transatlántico significados que pilares del imperio español.
trascendían la mera expansión del comer-
cio. Sugirió a los Reyes españoles que el Como es bien sabido, Colón zarpó del
propósito último de su aventura asiática era puerto español de Palos el 3 de agosto de
liberar a Jerusalén, la ciudad sagrada del 1492 con tres carabelas (barcos de vela); las
cristianismo que se encontraba en manos célebres Niña, la Pinta, y la Santa María, y
de los árabes y del Islam. una tripulación de 88 hombres. Abordo lle-
vaban pescado, tocino, harina, vino, aceite
Si bien las cruzadas habían logrado mante- de oliva y agua, alimentos típicos de las em-
ner a Jerusalén bajo control cristiano entre barcaciones de la época.
los años 1200 y 1300, ésta revirtió al control
musulmán en 1300 gracias a las victorias Luego de una escala en las Islas Canarias,
del caudillo musulmán Saladín. La re-cris- el Almirante se dirigió hacia el norte, donde
tianización de Jerusalén, según el fantasioso azarosamente logró captar los vientos que
proyecto presentado por Colón, se desarro- soplaban hacia el occidente. La suerte de
llaría por caminos sinuosos. Al llegar a Asia, Colón en este aspecto fue notable. Después
Colón persuadiría al poderoso emperador de cinco semanas en alta mar, el 12 de oc-
5
Tzvetan Todorov, “Discovery”, The conquest of America: the question of the other, Harper Perennial, New
York, 1984, p.12.
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Reproducción de las
carabelas de Colón.
6
Ibid. “Columbus and the Indians”, The conquest of America: the question of the other, pp.34-35.
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España
Madeira
Canarias
Cuba Salvador
Santo Domingo ÁFRICA
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de Vespucci y decidió dar al nuevo mundo Vespucci, por ser quien reconoció la natu-
el nombre del explorador que comprendió raleza continental de América? o ¿Fueron
la verdadera naturaleza de continente autó- más bien los vikingos que partiendo desde
nomo: América. Los españoles, sin embar- Islandia alrededor del año 1000 llegaron a
go, continuaron utilizando el nombre de la actual Canadá a través del Atlántico norte
las Indias casi hasta el final de la época de y siguieron en contacto con esa región que
dominio hispánico de América. llamaron vinland hasta el año 1300? Tam-
bién sería posible atribuir el descubrimien-
La naturaleza continental de América poste- to de América a los asiáticos que poblaron
riormente fue confirmada por la expedición América hace miles de años. ¿Cuál es la res-
de Fernando de Magallanes (1518) quien, puesta correcta?7
después de circunvalar Tierra del Fuego (en
el extremo sur de Argentina), alcanzó Asia Colón no fue el primer hombre en descu-
luego de un muy largo viaje. Así, se veri- brir el continente americano, hazaña que
ficó que América estaba lejos de Asia. La corresponde a los asiáticos de la época del
expedición de Magallanes continuó desde paleoindio (20,000 años a.C.). Ni siquiera
Asia hasta Europa por el mar Índico y el At- fue el primer europeo en visitar América, ya
lántico en lo que constituyó el primer viaje que éste fue un logro vikingo.
alrededor del mundo. La disputa entre la
tesis de Colón, que sostenía haber llegado Pero los viajes de Colón tuvieron un impac-
a Asia y la de Vespucci, que hablaba de un to distinto al de los anteriores descubridores
nuevo continente nos lleva a la famosa con- de América (los asiáticos del paleoindio y
troversia en torno a quién descubrió Améri- los vikingos) porque incorporaron a Améri-
ca. ¿Fue Colón, por su mérito de haber sido ca irreversiblemente a los otros continentes
el primer europeo en explorar las costas y transformaron su situación socioeconómi-
del Caribe y la América meridional? ¿Fue ca, ecológica y demográfica.
7
Para una discusión sobre este tema ver Edmundo O´Gorman, La invención de América. Investigación acerca
de la estructura histórica del nuevo mundo y del sentido de su devenir, Fondo de Cultura Económica, México
D.F., 1958.
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España
5
1 3 ÁFRICA
8 2
9
7
Rutas de conquista
6 1 Haiti o La Española 1501
2 Santo Domingo 1508. Minas de oro
3 Puerto Rico 1508
4 Florida 1512
AMÉRICA 5 Cuba 1512. Explotación agrícola
DEL SUR 6 Trinidad 1514
7 Panamá 1519
8 México de 1519 a 1521. En Chiapas Bartolomé
de las Casas fundó su misión religiosa.
184 9 Nicaragua: exportación de indigenas esclavos a
las Islas del Caribe.
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ño. Tampoco era posible construir con cal, desde 1515 en adelante por el bondadoso
piedra y teja. Decepcionados, los colonos fraile dominicano Fray Bartolomé de Las
españoles en el Caribe estaban siempre a Casas, quien demandó de las autoridades
la expectativa de emprender nuevas aven- españolas tomar medidas dirigidas a pro-
turas, y cuando se organizaba una nueva teger a los indígenas de los abusos de los
expedición, los asentamientos existentes colonos.
se vaciaban. Ello explica la rápida sucesión
de conquistas y establecimiento de nuevos Recomendó, entre otras reformas, restringir
asentamientos: Panamá, Venezuela, Nicara- la presencia española a frailes en las zonas
gua, entre otros. por conquistar, y en relación a las áreas
ya colonizadas, abolir el sistema de enco-
Si bien los españoles enfrentaron desen- mienda que otorgaba a colonos españoles
cantos y problemas de adaptación, los prominentes el derecho a explotar la mano
aborígenes, por su lado, sufrieron un gol- de obra de un determinado número de in-
pe mortal8. Las epidemias introducidas por dígenas.
los españoles conjuntamente con el trabajo
forzado y la esclavitud, devastaron a la po- Algunas de sus ideas fueron adoptadas por
blación indígena del Caribe, incluyendo a la Corona española y se plasmaron en im-
los lucayanos de las islas Bahamas, los taí- portantes reformas, sobre todo en las Nue-
nos de la Española y los violentos caribes vas Leyes de 1542. Las denuncias de Las
que estaban regados por todo el arco cari- Casas eran apasionadas como muestra este
beño. Entre 1492 y 1520, la isla Española, extracto:
por ejemplo, pasó de cerca de 300.000 a
30.000 habitantes. La epidemia de viruela
que en 1518 liquidó a cientos de miles de
aborígenes en las islas, incluso fue transmi-
tida a la zona andina aún antes de la llega-
da de los españoles vía grupos indígenas9.
El oneroso trabajo en las minas de oro de
Santo Domingo a la que fueron enviados
decenas de miles de indígenas caribeños,
también aportó a la alta tasa de mortandad
en los primeros años de colonialismo en el
Caribe. Con el tiempo, los esclavos traídos
de África reemplazaron a la desaparecida
fuerza de trabajo indígena en el Caribe por
lo que el Caribe se convirtió en una zona de
alta concentración de población de origen
africano.
Portada de La Brevísima Relación de la
El sufrimiento y la despoblación provoca- Destrucción de las Indias de Fray Bartolomé de
Las Casas.
dos por los españoles fueron denunciados
8
Ver James Lockhart y Stuart B. Schwartz, Early Latin America. A History of Colonial Spanish America and
Brazil, Cambridge University Press, New York, 1999.
9
Ángel Rosenblat, “The Population of Hispaniola at the Time of Columbus”, The Native Population of the
Americas in 1492, William M. Denevan (ed.), The University of Wisconsin Press, Maddison, 1992, pp.43.
185
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10
Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, Fundación Universitaria Española,
Madrid, 1977.
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11
Hernán Cortés, “Carta Segunda”, Cartas de relación de la conquista de México, Espasa-Calpe, Madrid, 1970, p.68-69.
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De esta forma se ignoran las dinámicas Para explorar la costa sur del Pacífico, en
políticas que entraron en juego durante la 1519, los colonos españoles en Panamá
conquista, como también la percepción trasladaron su asentamiento principal desde
que cada parte tenía de la otra. Una lectura la costa caribeña a la pacífica. Esta nueva y
detenida de la conquista del Perú y Quito próspera ciudad jugó un papel crucial en la
debe revelar el proceso que desarticuló la conquista del Perú. Bajo el mando del na-
12
Ver John Hemming, La Conquista de los Incas, Fondo de Cultura Económica, México D.F, 2000.
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13
Pedro Cieza de León, Descubrimiento y Conquista del Perú, Mario Valotta (ed.), Madrid, 1984, pp. 120-121.
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posible que hablaran uno u otro idioma de los ‘Trece de la Fama’. Los Trece de la Fama
la costa ecuatoriana en lugar de quichua. Al se trasladaron con Pizarro a la inhóspita isla
cabo de meses de lecciones, los dos indíge- de Gorgona donde esperaron hasta poder
nas entendían y hablaban algo de español, continuar con la expedición, pero solamen-
lo suficiente para servir de intermediarios. te después de varios meses, Almagro logró
Según el mismo cronista, Ruiz capturó a enviar otra embarcación para rescatar a los
dos indígenas de la balsa para entrenar- rebeldes y llevarlos a Panamá. No obstan-
los como traductores, una práctica común te, los mismos se apoderaron del navío y
entre los conquistadores. No se sabe que prosiguieron con la labor de exploración.
idioma hablaban estos rehenes, aunque es Con Pizarro a la cabeza, exploraron la cos-
posible que hablaran uno u otro idioma de ta de Manabí, desembarcando en la isla de
la costa ecuatoriana en lugar de quichua. Al la Plata donde encontraron un santuario
cabo de meses de lecciones, los dos indíge- regional controlado por los incas, con un
nas entendían y hablaban algo de español, ídolo de piedra y ofrendas de oro y plata.
lo suficiente para servir de intermediarios. Luego, la expedición siguió hasta el golfo
Posteriormente, Almagro, Ruiz, y Pizarro se de Guayaquil. Una vez allí, Pizarro desem-
reunieron y juntos avanzaron hasta Ataca- barcó cerca de la ciudad de Túmbez y envió
mes donde se produjo alguna que otra es- a un marinero de origen griego, Pedro de
caramuza con los indígenas14, lo que alertó Candia, con la orden de explorar la ciudad
a Pizarro sobre la limitación de continuar y luego reintegrase a la expedición. Candia
el viaje sin refuerzos. Entonces envió a Al- exageró las riquezas de la ciudad incaica,
magro a Panamá nuevamente para reclutar lo que alentó a Pizarro para continuar la ex-
más hombres. Mientras tanto, se afincó en ploración hacia la desértica costa del norte
la isla del Gallo frente a Esmeraldas donde del Perú. Entre las fábulas que contó Candia
contaba con suficiente agua y mariscos15. estaba la de un tigre que los indígenas sol-
taron para que lo atacara, pero el felino se
En el transcurso del segundo viaje de Piza- rindió ante su persona lo que causara asom-
rro, el gobernador de Panamá, Pedro Arias, bro entre los indios.
había sido destituido y reemplazado por
Pedro de los Ríos, quien estaba en contra Al sur de Túmbez (entre Paita y Santa Rosa),
de la expedición pizarrista por la reducción Pizarro divisó desde el navío sendos pobla-
de población española afincada en Panamá dos y desembarcó en varios lugares para
que ésta había significado. Así, envió una adquirir pruebas de que habían descubierto
nave para obligar a Pizarro y a los demás a una región próspera y civilizada. Estas prue-
volver a Panamá. El barco llegó a la isla del bas incluyeron llamas, tejidos de vicuña, y
Gallo y recogió a la mayoría de los seguido- objetos de oro y plata, como también dos
res de Pizarro. No obstante, unos cuantos indígenas a quienes se les dio los nombres
hombres audaces o ambiciosos se queda- de Martín y Felipillo, y que más tarde, en el
ron en calidad de rebeldes. En una famosa tercero y definitivo viaje de Pizarro, servi-
escena, Pizarro trazó una línea en la arena y rían como traductores pues hablaban que-
exhortó a los que querían mantenerse fieles chua, el idioma de los incas. En cambio, se
a él, a cruzarla. A ellos se los conoce como desconoce el destino de aquellos indígenas
14
El mejor recuento de este segundo viaje es el de Miguel de Estete, El descubrimiento y la conquista del Perú,
Imprenta de la Universidad Central, Quito, 1918.
15
Pedro Cieza de León, Descubrimiento y Conquista del Perú, pp. 128-131.
192
HIS TORIA DE L E C UA DOR
16
Para las capitulaciones ver Georg Friederici, El carácter del descubrimiento y de la Conquista de América,
Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1987, pp.324-325.
17
Ver Pedro Pizarro, Relación del Descubrimiento y Conquista de los reinos del Perú, Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima, 1986.
18
Para los cultos religiosos de la costa en la época de la conquista ver Girolamo Benzoni, La Historia del Nuevo
Mundo, Carlos Radicati di Primeglio (trad.), 2da ed., Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1985.
193
H I STO RIA DEL ECUADOR
19
Sobre este punto ver la interesante descripción mercedaria del Padre Pedro Ruiz Navarro, Relación de los
hechos de los españoles en el Perú desde su descubrimiento hasta la muerte del Marqués Francisco Pizarro,
Horacio Urteaga (ed.), Lima 1918, pp. 197.
194
HIS TORIA DE L E C UA DOR
20
Hernando Pizarro, “Carta a los magníficos señores oidores de la Real Audiencia de su majestad que residen
en la ciudad de Santo Domingo”, Lima, 1968.
195
H I STO RIA DEL ECUADOR
21
John Hemming, “Cajamarca”, La Conquista de los Incas, p.31.
22
Patricia Seed, “The Requirement, a Protocol for Conquest”, Ceremonies of Possession in Europe’s Conquest of
the New World, 1492-1640, Cambridge University Press, Cambridge, 1995, pp.69-99.
23
Agustín Zárate, Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú, Franklin Pease y Teodoro Hampe (eds.),
Lima, 1995, p. 75.
24
Sabine MacCormack, “Atahualpa y el libro”, Revista de Indias, Nº 48, 1988, pp.693-714.
196
HIS TORIA DE L E C UA DOR
pada que portaba y cuando éste se rehusó, yendo una toga hecha de piel de murciélago
Atahualpa comenzó a insultar a los espa- traída de la costa ecuatoriana. Sin embargo,
ñoles. Los españoles mantuvieron cautivo a pesar de que Atahualpa continuó al man-
al infortunado Atahualpa en Cajamarca por do, el imperio comenzó a desmoronarse. En
varios meses, lapso en el cual siguió mane- un acto de desesperación, Atahualpa ideó
jando el imperio. Por un lado, daba instruc- lo que supuestamente sería una salida a su
ciones a sus generales de no atacar a los cautiverio: prometió dar a los españoles, en
españoles pues corría el riesgo de ser ejecu- calidad de rescate, todo el oro que cabría
tado. Además, envió a decir a su gente que en un salón de Cajamarca. Por su parte, los
no huyan sino que lo vayan a servir “pues españoles, quienes aceptaron la oferta, se
el no era muerto más estaba en poder de comprometieron a liberar al Inca y a permi-
los cristianos”25. Por otro lado, se dedicó a tirle gobernar en Quito. La promesa espa-
exterminar a sus rivales incaicos por si in- ñola de conceder a Atahualpa el territorio
tentaban aprovechar de su cautiverio para quiteño se sustentó en su conocimiento de
apoderarse del Imperio. Ordenó asesinar a la historia reciente del imperio. Atahualpa
Huáscar y a sus otros medios hermanos, lo había gobernado esa región del imperio por
que debilitó a los ejércitos incas. varios años hasta cuando derrotó a su rival,
Huáscar, en la guerra civil. Además, Quito
Paralelamente, los españoles permitieron evidentemente constituía una región bien
que Atahualpa siga siendo atendido con el definida dentro del imperio que podía con-
ceremonial propio del Inca: un grupo de sir- vertirse en un reino independiente.
vientas se encargaba de su cuidado y con-
tinuó usando sus vestimentas reales, inclu- No obstante, los españoles engañaron al
Inca pues su verdadera intención era adue-
ñarse del rescate y luego completar la con-
quista del Perú, incluido Quito. Atahualpa,
sorprendentemente, no se percató de la arti-
maña y, más bien, se empeñó en recolectar
el oro del imperio. Los jefes incas se dedica-
ron a amalgamar objetos de oro, traídos de
todo el imperio, en el salón seleccionado
para el propósito. Como explicó un testigo
presencial:
25
Cristóbal de Mena citado en John Hemming, “Cajamarca”, La Conquista de los Incas, p. 44.
26
Pedro Pizarro, Relación del Descubrimiento y Conquista del Perú, p. 34.
197
H I STO RIA DEL ECUADOR
Fuera de Cajamarca, el imperio inca esta- En abril de 1533, la balanza de fuerzas en-
ba a cargo de los principales generales de tre los incas y los españoles se volcó a favor
Atahualpa: Quizquiz, Calicuchima y Rumi-
ñahui. Los tres caudillos incas tenían víncu-
los con Quito pues habían estado al mando
de fuerzas incas en la sierra ecuatoriana y,
sus ejércitos estaban compuestos por indí-
genas quiteños o mitimaes afincados en la
sierra del Ecuador. Si bien los ejércitos de
los generales de Atahualpa estaban intactos
y eran profundamente leales a su Inca, nin-
guno de los tres comandantes desafió a los
españoles pues temían que éste fuera eje-
cutado. Quizquiz, en Cuzco, contaba con
30.000 efectivos, mientras Calicuchima,
en Jauja –ciudad más cercana a Cajamar-
ca– con 35.000 hombres. Rumiñahui fue
un caso aparte: aprovechó del cautiverio
de Atahualpa para apoderarse de la sierra
ecuatoriana. Luego de presenciar la captu-
ra de Atahualpa en Cajamarca, Rumiñahui
huyó con cinco mil guerreros a Quito, en
donde fue reconocido como señor27 y tomó
prisioneros a varios hijos de Atahualpa, ac-
Estatua de Rumiñahui, Plaza Indoamérica,
ción que se puede interpretar de dos for- Quito.
mas. O Rumiñahui los quería a su lado para
27
Agustín Zárate, Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú, p.85.
198
HIS TORIA DE L E C UA DOR
28
Pedro Cieza de León, Descubrimiento y Conquista del Perú, p. 250.
199
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200
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que en el Perú, la presencia española gene- asesinaron a los indios que no les propor-
ró una realineación de lealtades y revivió cionaban información acerca de las rutas
identidades latentes. más propicias y saqueaban las poblaciones;
en fin, el comportamiento típico de los con-
LOS CONQUISTADORES DE QUITO quistadores. Cuando ya estaban cerca de las
cumbres de los Andes, Alvarado y su gente
Pedro de Alvarado arribó a la costa ecuato- enfrentó una espesa lluvia de cenizas del
riana desde Guatemala con 500 españoles Cotopaxi que estaba en plena erupción.
y 400 indígenas guatemaltecos y nicara-
guences, una fuerza formidable. Alvarado Sebastián de Benalcázar, quien era un anti-
tenía una larga trayectoria en tierras india- guo compañero de Pizarro, marchó con él
nas pues había participado en la conquis- a Cajamarca y participó en la captura del
ta de México y conquistado Guatemala. Inca. Antes de su llegada al Perú, Benalcá-
El objetivo inicial de Alvarado habría sido zar fue colono en la isla Española y había
ocupar la costa norte del Perú, específica- participado en expediciones de conquista a
mente el reino de Chimor. Pero las corrien- Panamá y Nicaragua.
tes lo llevaron a la costa ecuatoriana donde
oyó hablar de la riqueza de Quito y decidió Durante el pago del rescate de Atahualpa,
apoderarse de ese dominio. Alvarado des- Benalcázar permaneció en la costa perua-
embarcó cerca de Bahía de Caráquez y de na, en San Miguel de Piura, con un contin-
ahí marchó hacia el sur, llegando hasta Ji- gente de españoles para facilitar el tránsito
pijapa donde encontró muchos objetos de del oro hacia España pero, de pronto, se vio
oro. Luego inició su marcha hacia la sierra al mando de 200 españoles recién llegados
por los densos bosques tropicales de la zona desde Nicaragua que buscaban apoderarse
cultural Milagro Quevedo, ascenso que fue de la región que aún estaba disponible: la
extremadamente difícil por la topografía y sierra ecuatoriana.
la vegetación.
Este suceso coincidió con la llegada de
A lo largo del trayecto, los españoles come- mensajeros cañaris que pedían ayuda a
tieron graves abusos contra los indígenas: los españoles para rechazar las presiones
202
Mural de Oswaldo Guayasamín que representa la conquista española, Capilla del Hombre, Quito.
HIS TORIA DE L E C UA DOR
29
John Hemming, “La campaña de Quito”, La Conquista de los Incas, p.183.
30
JIbid. p.183-184.
203
H I STO RIA DEL ECUADOR
31
Pedro Cieza de León, Descubrimiento y Conquista del Perú, p. 264.
204
HIS TORIA DE L E C UA DOR
Zona de los
Provincias actuales: Yumbos 4
1 Loja
2 Azuay
3 Tungurehua 3 B
4 Cotopaxi
5 Pichincha
6 Santo Domingo de las Tsáchilas OCÉANO PACÍFICO
Ciudades actuales
A Quito
B Ambato
C Cuenca
C
2
32
Ibid., p. 302.
205
H I STO RIA DEL ECUADOR
ron la retirada de las fuerzas indígenas. En hombres estaban contentos de haber supe-
la defensa de Quito, los españoles aprove- rado una prueba en la que habían muerto
charon la ayuda de los cañaris y la confor- más de 80 españoles y cientos de indígenas
mación topográfica de Quito que permitió guatemaltecos y nicaragüenses que acom-
que las quebradas circundantes funcionaran pañaban a los castellanos. Al mismo tiempo,
como fosas. Rumiñahui logró escapar pero Almagro llegaba a Quito y conminaba a Be-
dejó atrás un cargamento de piezas de oro nalcázar por haber actuado sin órdenes de
y plata que seguramente correspondían al Pizarro. Benalcázar reconoció la autoridad
tesoro de la corte itinerante de Atahualpa. de Almagro y Pizarro y juntos marcharon a
Un contingente de españoles persiguió sin Riobamba para impedir que Alvarado toma-
éxito a Rumiñahui, quien se había refugia- ra posesión del reino de Quito. Mientras Al-
do en la tierra de los yumbos en la ceja de magro negociaba con Benalcázar, Alvarado
montaña nor-occidental. Luego, Benalcázar recibió a Felipillo, el notorio traductor indí-
se dirigió hacia el norte en búsqueda del te- gena que había contribuido a la embosca-
soro quiteño. Visitó las guarniciones incas da de Cajamarca. Felipillo había huido del
en el Quinche, donde masacró a los hijos campamento de Almagro y prometió su ayu-
de los mitimaes porque sus padres estaban da para conseguir el apoyo del remanente
sirviendo a Rumiñahui; después se trasladó del ejército incaico si atacaba a Almagro y
a Cayambe donde tampoco encontró los te- tomaba posesión de Quito. Felipillo busca-
soros pero sí los grandes rebaños de llamas ba librarse de los pizarristas, quienes tarde
que servían para alimentar al ejército incai- o temprano le atribuirían la muerte de Ata-
co acantonado en la zona norte. hualpa, utilizándolo de chivo expiatorio.
En cambio, como protegido de Alvarado,
En agosto, la rivalidad entre los conquista- sería intocable. Para convalidar el dominio
dores pasó a primera plana con el forcejeo de Francisco Pizarro sobre Quito, Almagro
triangular entre Alvarado, Benalcázar, y Al- decidió fundar una ciudad sometida a la au-
magro. Alvarado, luego de cruzar el gélido toridad del Gobernador del Perú. Así, el 15
páramo del Carihuairazo, llegó al callejón de agosto 1534 fundó la ciudad de Santiago
interandino a la altura de Riobamba. Él y sus de Quito en la actual Riobamba.
Carta de la
provincia de Quito
y sus adyacentes,
P.V. Maldonado,
Biblioteca Jijón y
Caamaño, Quito.
206
Llama.
HIS TORIA DE L E C UA DOR
33
Pedro Cieza de León, Crónica del Perú, Tercera Parte, 3ra ed., Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima,
1996, p.295.
34
Sobre Rumiñahui ver Tamara Estupiñán Viteri, Tras las huellas de Rumiñahui, Trama, Quito, 2003.
207
H I STO RIA DEL ECUADOR
cuentro con Benalcázar, Quizquiz fue de- ta española: algunos tomaron partido por
rrotado, y sus subordinados se amotinaron los europeos y otros por los incas. Entre los
y lo asesinaron, provocando la dispersión caciques pro-incas se destacan Tucoman-
de su ejército. Estas últimas acciones evi- go, cacique de Latacunga, y Quingalumba,
denciaron que el anhelo de los guambracu- cacique de los Chillos. Ambos caciques
na (cayambis y caranquis) era regresar a su pertenecían a zonas en las que el grado de
tierra y reincorporarse en sus comunidades. penetración inca fue alto. Zopezahua, en
Después de múltiples derrotas, los auxilia- cambio, no era aliado local sino goberna-
res cayambis y caranquis ya no veían nin- dor inca de una zona al norte de Ambato.
guna ventaja en servir al ejército incaico. Por otro lado, los caciques que apoyaron a
Por otra parte, sus compatriotas en la sierra los españoles con mayor fervor fueron los
líderes de los cañaris que habitaban cerca
norte ya habían pactado con los españoles.
de Tomebamba. Su oposición a los ejércitos
Después de haber derrotado a los últimos
de Rumiñahui y Quizquiz se generó, no por
destellos de rebeldía incaica, Sebastián de
su espíritu anti-inca, pues se habían aliado
Benalcázar se dirigió a la hoya de Quito y con los incas, sino por su profundo odio a
en diciembre de 1534 pobló la villa de San Atahualpa, de quien querían vengarse por
Francisco de Quito que Almagro había fun- la masacre perpetrada durante la guerra
dado meses antes desde Riobamba. Esta vi- civil incaica. El grupo de caciques cañaris
lla, ubicada al pie del volcán Pichincha, rá- aliados con los españoles en contra de Ru-
pidamente reemplazó a Santiago de Quito, miñahui y Quizquiz incluía a Vilcachumlay
aquella villa fundada cerca de Riobamba, y Oyane. En la sierra central, en cambio,
como el principal bastión español en la sie- pocos caciques se unieron a los españoles
rra ecuatoriana. La selección de San Fran- lo que evidencia la densidad de la presen-
cisco de Quito como la ciudad cabecera cia incaica en esa zona. En la sierra norte,
de la región, en lugar de Santiago de Quito bajo control incaico por poco tiempo, los
o de la Tomebamba incaica, es explicable españoles consiguieron desde un primer
solo si aceptamos que Quito haya sido la momento el apoyo de Quiambia Puento,
sede de la corte de Atahualpa en los últimos poderoso señor de Cayambe35.
años del incanato.
35
Frank Salomon, “Crisis y transformación en la sociedad aborigen invadida (1528-1573)”, Nueva Historia del
Ecuador, Vol. III, Enrique Ayala Mora (ed.), Corporación Editora Nacional/ Grijalbo, Quito, 1988, p.104.
208
HIS TORIA DE L E C UA DOR
Habiendo analizado los sucesos de la con- peto hacia los grupos indígenas hasta lograr
quista española del Perú y Ecuador, podemos su apoyo, para luego tratarlos con sumo
ahora esclarecer las razones de la arrollado- desprecio.
ra victoria europea en América. El triunfo
de los españoles se debió a la superioridad Las divisiones en el imperio incaico se die-
bélica y a la mentalidad pragmática de los ron tanto al interior del grupo dominante
conquistadores, a las divisiones entre los inca como entre éste y los otros grupos ét-
indígenas, y al impacto de la epidemia de nicos de los Andes. Estas fisuras fueron el
viruela ocurrida alrededor de 1530. La fra- resultado de la estructura del incanato: la
gilidad de las formaciones estatales pre-his- ausencia de mecanismos institucionaliza-
pánicas (compuestas de precarias alianzas dos de sucesión condujo, por una parte, a
y atravesadas por feroces rivalidad) también la formación de facciones entre los incas y,
explica este triunfo. La ventaja tecnológi- por otra, al mantenimiento de estructuras
ca española se fundamentó básicamente de poder e identidades locales, algo que li-
en dos elementos: el uso de los caballos y mitó la construcción de una fuerte lealtad al
de la famosa espada de acero fabricada en imperio por parte de los grupos étnicos. La
Toledo. Los primeros brindaron gran movi- anterior explicación de la inestabilidad del
lidad a las fuerzas españolas, mientras que incanato es válida de manera general, pero
la segunda fue un arma mucho más efectiva deja de lado un factor esencial: la política
que cualquiera de las utilizadas por los in- de coaliciones dentro del imperio inca. El
dígenas de la zona andina. Además, no se incanato estaba gobernado por una preca-
puede subestimar el impacto de los perros ria coalición de una facción inca que giraba
de guerra traídos por los españoles, los cua- en torno al emperador y su parentela, y sus
les despedazaban a los guerreros indios con aliados entre los grupos étnicos. La coali-
gran facilidad. Por el contrario, las armas de ción gobernante tenía que ser rearticulada
fuego no fueron decisivas porque su poten- cada vez que moría el emperador, lo que
cia y alcance eran relativamente limitados. provocaba una crisis de sucesión. Además,
el bloque perdedor esperaba ansiosamente
Por otro lado, la pragmática mentalidad la oportunidad para revertir la suerte, susci-
española permitió sacar provecho de las tando la posibilidad de rebeliones durante
coyunturas que se presentaban, utilizando el reino de uno u otro Inca.
cualquier medio para lograr su objetivo. Se
trataba de una suerte de maquiavelismo po- Estas dinámicas se activaron durante la con-
pular relacionado con la mentalidad del Re- quista española del Perú. Cuando los espa-
nacimiento, la cual justificó no solamente ñoles llegaron al Perú, la coalición opuesta
la explotación al máximo de las divisiones a Atahualpa intentó aprovechar la presen-
que afectaban a los frágiles estados prehis- cia del nuevo factor de poder para desalo-
pánicos, sino también la manipulación de jar del trono a la coalición de Atahualpa
los propios códigos de los indígenas para y forjar una nueva coalición imperial que
confundirlos o conseguir su apoyo. Los es- incluiría a los extraños. Los españoles com-
pañoles sacaron ventaja del hecho de que prendieron esta dinámica y se aliaron con
los indígenas los confundieran con dioses o la coalición de Huáscar. Obviamente, el re-
con héroes de su mitología para lograr ac- sultado no fue la instauración de una nueva
ceso a los líderes indígenas lo que implicó coalición dominante, pues a los españoles
manejar las creencias no cristianas en fun- no les interesaba compartir el poder con
ción de sus propios intereses. Otra típica Huáscar y sus aliados de los grupos étnicos
conducta española fue fingir amistad o res- subyugados.
209
H I STO RIA DEL ECUADOR
210
HIS TORIA DE L E C UA DOR
las regiones del imperio para su rescate, de conquista de la zona del golfo de Gua-
pero el botín de Quito nunca llegó a Caja- yaquil. Una vez en el golfo guayaquileño,
marca. Unos afirman que la caravana que Benalcázar fundó la ciudad de Santiago de
transportaba el oro de Quito a Cajamarca Guayaquil ubicada al este de la actual ciu-
se dispersó cuando se regó la noticia de la dad, cerca de Babahoyo. Su intención fue
muerte del Inca. establecer un asentamiento que facilitara
la entrada a la sierra de mercadería impor-
Otros creen que Rumiñahui se apoderó del tada. La conexión con España era esencial
tesoro y lo escondió antes de su captura. para los colonos españoles. El emporio co-
Los lugares señalados como posibles escon- mercial establecido por Benalcázar resultó
dites responden a estas versiones: Quinara ser sumamente precario y solamente cinco
en Loja corresponde a la primera versión, y semanas después de la partida de su fun-
Llanganati, al este de Tungurahua, a la se- dador, fue arrasado por los indígenas de
gunda. Esta última se fundamenta en que la zona. Así, tuvo que ser fundado por se-
Rumiñahui fue derrotado en Píllaro y luego gunda vez por Francisco de Orellana y ni
se refugió en las montañas aledañas. Hasta siquiera así, el asentamiento se estabilizó.
ahora no se ha descubierto el famoso tesoro En 1541, Diego de Tapia trasladó la ciudad
de Atahualpa, aunque muchos aventureros a un sitio más propicio, aguas abajo, cerca
extranjeros y nacionales se han esmerado de su ubicación actual en donde permane-
en encontrarlo. ció hasta mediados del siglo XVIII36. En los
años subsiguientes a las primeras fundacio-
LA CONQUISTA DE LA COSTA nes del Puerto Principal, en dirección norte
Y EL ORIENTE se crearon poblados españoles: Portoviejo
(fundada por Diego de Tapia), Atacames,
La conquista de Quito no concluyó con la Manta y Bahía de Caráquez. A pesar de la
derrota de los generales incas afincados en creación de ciudades a lo largo del litoral, la
el norte del imperio. En los años siguientes, colonización española de la costa fue mu-
los españoles afianzaron su control sobre la cho más lenta que en la sierra, fenómeno
costa y el sur de Colombia y emprendieron que se debió a que las zonas altas ofrecían
varias expediciones para apoderarse del mejores condiciones climáticas y recursos
oriente. Las expediciones a la Amazonía son económicos más abundantes. La ceja de
célebres por las dificultades del trayecto y montaña occidental también fue objeto de
por los descubrimientos geográficos. Con el expediciones de conquista aunque éstas no
tiempo, esta región pasó a ser una zona de tuvieron mayor éxito. La ‘entrada’ o accio-
intensa evangelización cristiana en la que nes de conquista de González de Pineda a
chocarían el imperio portugués, con bases esa zona en 1538, no derrotaron a los yum-
en la costa de Brasil, y el imperio español. bos, cayapas y niguas. Luego seguirían una
serie expediciones igualmente infructuosas,
EL CONTROL DE LA COSTA Y OTRAS sobre todo en el sector septentrional, entre
ZONAS PERIFÉRICAS la sierra norte y Esmeraldas. Las condiciones
selváticas y el carácter nómada de la pobla-
En 1535, Benalcázar se dirigió a San Mi- ción obstaculizaron la colonización exitosa
guel de Piura para organizar una expedición de la ceja de montaña occidental, zona que
36
Para la fundación de Guayaquil ver Adam Szaszdi y Dora León Borja, “Santiago de Quito, Santiago de
Guayaquil (1534-1536), La fundación de Guayaquil, un tema controversial, Banco Central del Ecuador,
Guayaquil, 1977, pp.51-116.
211
H I STO RIA DEL ECUADOR
Hasta hace poco tiempo, la información sobre ceremonial de los yumbos debido a sus formas,
los pobladores de las estribaciones occidentales tamaños y diseños de las estructuras las cuales
del Pichincha era escasa y se basaba en crónicas sobrepasan la funcionalidad lógica del espacio
coloniales o republicanas en donde se los descri- sugiriendo su uso ritual y religioso. Esto hace de
bía como primitivos y salvajes. Tulipe un conjunto arqueológico único en Ecua-
dor y en toda el área andina.
Tras veinte años de trabajo de campo, se han
descubierto varios vestigios arqueológicos que Se cree que la religión de los yumbos trascendió
contradicen las crónicas antes mencionadas. La la fase animista de culto a los animales y fuer-
información hallada ha echado luz sobre la cul- zas de la naturaleza, y que este grupo elaboró,
tura de los yumbos. Este grupo étnico habitaba a partir de la observación de la luna y del sol,
en quebradas y otros espacios propios de una concepciones complejas como la de la comple-
topografía subtropical, dominando una área que mentariedad de los opuestos. Igualmente, se afir-
supera los 900 kilómetros en el nor-occidente de ma que la estructura social de los yumbos, alta-
Pichincha entre 800 y 1.660 d.C. mente jerarquizada, contaba con chamanes que
utilizaban ayahuashca, coca y otras sustancias
Entre los múltiples vestigios arqueológicos se des- psicotrópicas en sus rituales de comunicación
taca Tulipe, palabra en quitu-cara que significa con su dioses.
“agua que baja de las tolas”. Equivocadamente,
se había considerado que las estructuras de Tu- Holger Jara Chávez, Tulipe y la Cultura Yum-
lipe eran piscinas incas. Ahora se considera que bo. Arqueología Comprensiva del Subtrópico
este espacio más bien comprende el gran centro
Quiteño, FONSAL, Quito, 2006.
fue incorporada al espacio colonial sólo a 1500 la desembocadura del río Amazonas
fines del siglo XVI. Las expediciones que sa- en la costa Atlántica y navegó aguas arriba
lieron desde Quito al sur de Colombia, entre por un trecho de 100 km. Luego, en 1535,
1534 y 1540, fueron mucho más fructíferas los portugueses que colonizaron la costa de
y lograron fundar las importantes ciudades Brasil avanzaron cientos de kilómetros por
de Pasto, Cali y Popayán. el Gran Río. Si bien la cuenca del Amazo-
nas fue descubierta por estas expediciones
En el territorio que actualmente correspon- tempranas, la expedición de Francisco de
de al sur de Colombia, los españoles en- Orellana de 1541 fue la primera en navegar
contraron condiciones ecológicas y sociales por todo el curso del Gran Río. Durante la
similares a las de la sierra ecuatoriana: un conquista de Quito, los españoles con fre-
clima templado, poblaciones sedentarias, cuencia escucharon rumores sobre las gran-
estratificación social, etc. Estas cualidades des riquezas, sobre todo oro y canela, que
facilitaban el sometimiento de los indígenas existían en la región selvática localizada
y el aprovechamiento de la fuerza de trabajo hacia el oriente. Tales rumores dieron lugar
y de la tierra. El sur de Colombia se convir- a dos célebres mitos sobre la Amazonía: el
tió con el tiempo en una zona de transición País de la Canela y El Dorado. El primero
entre la Audiencia de Santa Fe (Bogotá) y la aseguraba que cerca de Quito había una
de Quito. gran concentración de árboles de canela,
una especie muy cotizada en Europa, y por
EL DESCUBRIMIENTO DEL lo tanto, una potencial fuente de ingresos
AMAZONAS de exportación. El segundo contaba que
más allá del País de la Canela yacía un te-
El primer explorador de la costa de Brasil, el rritorio tan rico en oro que su cacique se
español Vicente Yánez Pinzón, descubrió en recubría con este material precioso para
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HIS TORIA DE L E C UA DOR
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ción atravesaban la selva a pie a lo largo expedición de Orellana provocó una mez-
del río. Después de poco tiempo el hambre, cla de temor y admiración entre los indíge-
cansancio y malestar eran tales que Pizarro nas amazónicos, quienes, como en muchos
envió a Francisco de Orellana río abajo en otros casos, creyeron que los españoles eran
el bergantín a buscar alimentos. Entre los dioses. Sin embargo, tal criterio se esfumó
cincuenta hombres que acompañaban a cuando los indígenas se dieron cuenta que
Orellana estaba el fraile Gaspar de Carvajal los españoles eran proclives al saqueo y a
quien escribiría un excelso relato de las pe- la violación de mujeres. Los españoles tam-
ripecias del viaje por el Amazonas, una de bién se equivocaron en sus percepciones
las crónicas más interesantes de la época de de los aborígenes. Cuando atravesaban una
la conquista. zona poblada por indígenas hostiles, cerca
de la boca del Amazonas, creyeron haber
Orellana avanzó rápidamente gracias al im- visto entre los guerreros de un pueblo a mu-
pulso de la corriente del río Napo y luego jeres que dirigían los ataques contra ellos y
de atravesar una región aparentemente de- compararon a estas mujeres con las llama-
solada, llegó a una zona densamente pobla- das amazonas de la mitología griega.
da en la confluencia del Napo y el Amazo-
nas. Se trataba de la tierra de los misteriosos Se imaginaron que aquellas mujeres, al
omaguas, quienes estaban organizados en igual que las amazonas de la mitología grie-
dos poderosos señoríos sustentados en la ga, vivían en pueblos sólo de mujeres y que
alta productividad de los suelos bañados periódicamente secuestraban a hombres
por los ríos procedentes de los Andes. Los para la procreación para luego deshacerse
omaguas dominaban un tramo el Gran Río de ellos. A raíz de esta confusión se nombró
con sus flotas de canoas que podían trans- al Gran Río como el río Amazonas. Gaspar
portar a cientos de guerreros. Para Orella- de Carvajal puso en boca de un indígena de
na, a estas alturas, era demasiado tarde para la zona el mito europeo de las amazonas:
unirse nuevamente con la expedición de
Gonzalo Pizarro pues la navegación contra El capitán (Orellana) le pregunto (al in-
corriente era imposible y las expectativas dio) como no siendo casadas se empre-
de descubrir ricos reinos eran demasiado ñaban: él dijo que estas indias cuando
tentadoras. Así decidió independizarse de les viene aquella gana juntan mucha co-
Pizarro y continuar río abajo hacia el Atlán- pia de gente de guerra y van a dar gue-
tico. Para ello y en conocimiento de que te- rra a un muy gran señor... y por la fuerza
nía por delante un largo trayecto, Orellana los traen (a los hombres) a sus tierras y
construyó bergantines más sólidos. (los) tienen consigo aquel tiempo que
se les antoja y después cuando viene
Gonzalo Pizarro tachó a Orellana de vil el tiempo de parir que si paren hijo le
traidor por haberse rebelado contra su au- matan y si hija la crían con muy gran
toridad. No obstante, el fraile Carvajal ex- solemnidad37.
plicó la decisión histórica de Orellana en
los siguientes términos: “porque aunque Orellana llegó al Atlántico en agosto de
quisiésemos volver agua arriba no era po- 1542 y de allí navegó en los bergantines
sible por la gran corriente e intentar ir por hacia Venezuela. Su viaje fue la primera
tierra era imposible”. A lo largo del viaje, la travesía del río Amazonas y, aunque en-
37
Gaspar de Carvajal, Relación del nuevo descubrimiento del Río Grande de las Amazonas (1541-1542),
Gobierno del Ecuador/ Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, Quito, 1992.
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Actual Colombia
2 Actual Brasil
Valle de
Cosanga
4
1 Actual
Ecuador
Actual
Perú
3
Río Marañon
1 Guayaquil
Ruta de Francisco de Orellana. 2 Quito
Ruta de Lope de Aguirre (sale de Lima 1560-1561). 3 Cuenca
Ruta de Pedro de Ursúa sale desde Lima hacia el Marañon en busca de "El Dorado". El 10 de enero de 1561 es 4 Isla Marajo
emboscado y asesinado por Lope de Aguirre.
Gonzalo Dias de Pineda sale de Quito en 1538.
Juan de Salinas y Loyola sale de Cuenca en 1558, se encuentra con el Marañon.
38
Octavio Latorre, Thomás de Berlanga y el descubrimiento de Galápagos, O. Latorre T., Quito, 1996, p.28.
39
Ibid., p.46
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Los primeros días del viaje hacia el Pacífico suficiente agua para mitigar su sed y además
sur fueron tranquilos, la ruta bordeó la costa llenar barriles del buque. Berlanga hace la
utilizando como puntos de referencia a los siguiente descripción:
cabos, peñones y ríos. A la altura del Chocó,
y luego de siete días de navegación, cesó el Otro dia vimos otra isla, mayor que es
viento y el océano estuvo en calma por seis aquella e de grandes sierras; e creyendo
días más. Los relatos de Berlanga permiten que alli por su grandeza como por su
inferir que gozaron de buen viento hasta el monstruosidad que no podría dejar de
2 de marzo. Después de esa fecha, el navío tener rrios e fuentes, fuimos a ella, por-
quedó a merced de las corrientes marinas, que la primera boxaria quatro o cinco
especialmente de la corriente de Panamá leguas, e la otra boxaria diez o doze le-
que apareció en esa época y corría hacia el guas, e en esto bebióse el agua quen na-
Sudeste. También se ha considerado que el vio habia e estuvimos tres días en tomar
navío fue arrastrado por la corriente de la la isla, con calmas, en los quales alli los
Antártica, hoy conocida como corriente de ombres como los caballos padecimos
Humboldt40. Además de las corrientes, el pi- muchos trabajos42.
loto de la nave, según menciona Berlanga,
no era un experto navegante por lo que se Berlanga no les dio nombre a ninguna de
acercaba a tierra cuando se encontraba des- las islas sino que, de regreso en el continen-
orientado. El 10 de marzo de 1535, cuando te, después de 24 días de navegación, el 9
las provisiones de agua estaban agotadas, de abril llegó a Bahía de Caráquez, y tras
avizoraron una isla: transportarse hacia Portoviejo por tierra, el
26 de abril escribió al Rey de España para
…eran tan grandes las corrientes, e nos informarle sobre las insólitas islas que había
engolfamos de tal manera que miér- encontrado43. En su carta Berlanga no mos-
coles diez de Marzo, vimos una isla; e tró mucho entusiasmo por el Archipiélago y
porque en el navio no abia mas agua describió que el aspecto extraño de “estas is-
que para dos dias, acordaron de echar las apartadas” era que albergaban a tortugas
la barca e salir en tierra por agua e yer- gigantes y a muchos “animales raros” . Este
ba para los caballos41. es un fragmento de la descripción que hizo:
Es probable que Berlanga y sus tripulan- ...salidos no hallaron sino lobos mari-
tes hayan descendido en la isla Española o nos, e tortugas galápagos tan grandes,
Hood en busca de agua dulce y alimentos. que llevaba cada uno un hombre en-
Según relata Berlanga, la pequeña isla era cima, e muchas iguanas que son como
desierta por lo que los viajeros tuvieron que sierpes44.
saciar su sed con la savia de cactus. Des-
de ahí divisaron otra isla más grande que Según Latorre, Fray Tomás de Berlanga con-
se perfilaba tras la niebla marina, probable- tinuó con su viaje al Perú en donde se en-
mente San Cristóbal, en donde encontraron frentó con el conquistador Pizarro. A través
40
Misael Acosta Solis, Galápagos y su Naturaleza, Vol. Nº10, Biblioteca Ecuador, Quito, 1979, p.22.
41
Fray Thomás de Berlanga, Carta del 26 de abril de 1535 al Rey de España sobre el descubrimiento de las isla
Galápagos, Octavio Latorre, Thomás de Berlanga y el descubrimiento de Galápagos, p.47.
42
Ibid.
43
Misael Acosta Solis, Galápagos y su Naturaleza, p.22.
44
Fray Thomás de Berlanga, “Carta de 26 de abril de 1535 al Rey de España sobre el descubrimiento de las isla
Galápagos”, Octavio Latorre, Thomás de Berlanga y el descubrimiento de Galápagos, p.
216
HIS TORIA DE L E C UA DOR
45
Ibid., pp.26-27.
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miseria, muerte y desorientación. Por otro en América habían sido injustas porque los
lado, el comportamiento de los conquista- indígenas no habían hecho nada para pro-
dores fue sumamente audaz y eficaz como vocarlas. Por tanto, no se trataba de guerras
se desprende de su enfrentamiento con defensivas sino de despiadadas agresiones
ejércitos de miles de indígenas, y en la serie por parte de los conquistadores españoles.
de indiscutibles victorias obtenidas. Si los De la misma manera, Francisco de Vitoria,
conquistadores pudieron atraer a aliados otro fraile dominicano, dudó que los espa-
indígenas en el transcurso de sus conquis- ñoles tuvieran derecho a ocupar América ya
tas fue porque eran una fuerza formidable, que los indígenas eran los amos legítimos
gracias a su tecnología y a su mentalidad de esos territorios y de los bienes que allí
pragmática, con la que convenía aliarse. existían. Para Vitoria solo bajo ciertas condi-
ciones era justa la adquisición de territorios
No hay lugar a dudas que la conquista fue ajenos por parte de otro estado.
una agresión no provocada que despojó a
los indígenas de sus territorios y de una gran Estas condiciones incluían el libre someti-
parte de sus bienes. Hoy en día un proceso miento por parte de un pueblo a una auto-
de conquista de tal magnitud sería conde- ridad externa o la intervención por parte de
nado rotundamente por la opinión mundial la potencia ocupante a favor de grupos opri-
por ser contrario al derecho internacional. midos por tiranos o por costumbres nocivas
Pero en esa época las conquistas de pue- como el sacrificio humano. Según Vitoria,
blos y territorios por parte de sociedades tales condiciones no se cumplieron en la
guerreras tenían mayor aceptación que aho- ocupación española de América porque los
ra, tanto en la América prehispánica como indígenas no se sometieron libremente y,
en el Viejo Mundo. La historia humana es si bien los españoles liberaron a los indí-
un triste relato de conquistas por parte de genas del yugo de los aztecas y los incas,
los más fuertes, que ha llegado a su fin solo y desarraigaron el sacrificio humano y el
en la época industrial, cuando el control canibalismo, los sometieron a una tiranía
de zonas agrícolas o mineras ya no es tan igualmente cruel.
importante como era antes, ya que existen
otros métodos para acceder a los bienes de Otros pensadores españoles, en cambio,
otros pueblos como el comercio y la inver- como Juan Gines de Sepúlveda, estaban
sión extranjera. A pesar de que la guerra muy seguros de que España gozaba de ple-
ofensiva y la ocupación a la fuerza de terri- no derecho a apoderarse de América. Ellos
torios eran generalmente aceptables en esa argumentaban cínicamente que los pueblos
época, no lo fueron totalmente para muchos americanos eran ‘irracionales’ y que nece-
españoles. En España se discutió extensa- sitaban la tutela de un pueblo racional para
mente tanto el problema de la justicia de las acceder a un nivel de vida aceptable. A
guerras de conquista, como el derecho de pesar de las múltiples dudas y críticas, el
España de apoderarse de América. El frai- saldo práctico de la evaluación filosófica
le Bartolomé de las Casas, ‘defensor de los de la conquista fue casi nulo ya que filóso-
indígenas’, además de denunciar apasio- fos y teólogos concluyeron que a pesar del
nadamente los crueles abusos de los con- atentado contra la ética, la Corona española
quistadores, argumentó a lo largo del siglo poseía ya las Indias y que era improcedente
XVI que las guerras españolas de conquista que las devolviera a los indígenas46.
46
Sobre el debate de la justicia de la conquista ver Anthony Pagden, The Fall of Natural Man: The American
Indian and the origins of compared ethnology, Cambridge University Press, New York, 1987.
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