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Es ahora o nunca seremos

Propuesta de la ALIANZA ANAHUACA DEL S EXT O S OL


jueves 14 de septiembre de 2006
Muchos mexicanos vimos con gran azoro las «fotografías políticas» de la República Mexicana que algunos
periódicos elaboraron con la información de los re s ultados de las votaciones del domingo 2 de julio de 2006:
notable me nte los estados del norte pintados de azul y los estados del sur pintados de amarillo.
Como que los mexicanos del presente "ya pintamos nuestra raya", es decir, estamos como en el juego infantil de
la víbora de la mar: ya e le gimos si nos vamos "con melón" o "con sandía".
Quizás estas «fotografías políticas» no resulten tan dramáticas como la nota de Andrea Becerril públicada
por La Jornada el sábado 26 de agosto de 2006 con el encabezado: Lexicografía verde: los manifestantes
"pinches indios". Esta nota se refiere a una senadora electa del Partido Verde Ecologista de México, furiosa
mientras caminaba una cuadra para ingresar al Senado de la República, donde había un plantón de la Asamblea
Popular del Pueblo de Oaxaca, justo en la calle de Filomeno Mata.
La senadora electa, fúrica por el plantón, exclamó: "¡Cómo es posible que por unos pinche s indios no
pueda [yo] entrar!" A su asistente, le dijo molesta: "¡Cómo es posible que estos pinche s nacos tengan
secuestrado el Centro, que hue le a mie rda y porque ría!". En ambas referencias se nos está anunciando a
los mexicanos, a gritos , la inminencia de la "revolución mexicana del año 2010". Aquí hay que recordar el
apotegma de los sordos: «no hay peor sordo que el que no quiere oír» .
En el primer caso, más bien habría que referirse al apotegma de los ciegos: «no hay peor ciego que el
que no quiere ver». Recordando el libro que, con el título Mexico Profundo, una civilización negada
Guillermo Bonfil Batalla publicó e n e l año 1987, también habría que recordar el apotegma de los analfabetas:
«no hay peor analfabeta que el que no quiere leer» . Para rematar, habría que recordar el apotegma
de los idiotas: «no hay peor idiota que el que no quiere pensar» .
Desde hace ya cerca de veinte años, don Guillermo Bonfíl Batalla publicó sus investigaciones sobre nuestra
realidad nacional, para ofrecernos luz sobre lo que ocurre e n e l corazón de cada mexicano: vivimos con
nuestro sentir dividido e ntre lo anahuaca y lo e s pañol. Para ver en su justa dimensión el enojo que
s intió la senadora del partido verde hay que evocar los "sentimientos de la nación" que el general Morelos
e xpre s ó en Chilpancingo la víspera del Primer Congreso de Anáhuac.
El enojo que s intió la senadora María Irma Ortega Fajardo no e s un cas o ais lado, para constatarlo hay
que sintonizar algún noticiario de la radio con micrófonos abiertos al público. M uchos mexicanos expresan
s e ntimie ntos similares en contra de los "pinches indios" que tienen convertido el Centro Histórico, al que más
bien habría que llamar "centro joyero", en un lugar inhóspito para los "de la alta", para los "pirrurris", para los que
s e s ie nte n europeos, como era el caso de María Félix.
Muchos ciudadanos mexicanos, como la te rce ra parte de los votantes, s intió preferencia por Felipe del
Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, otra tercera parte s intió preferencia por Andrés Manuel López
Obrador. Ninguno de ambos candidatos a la presidencia de la República logró captar los s e ntimie ntos de
al menos la mitad de de los actuales ciudadanos. Cualquiera de ellos que gobierne durante el sexenio 2006 2012
lo hará apoyado por una una minoría de los votantes.
De he cho, en el lenguaje expresado por Aristóteles en su libro Política, a esto habría que llamarlo
«oligarquía», o 'gobierno de los pocos', quizá más en el caso de Felipe Calderón que en el caso de Andrés
Manuel, ne gando e n la re alidad lo que dice el artículo 40 constitucional: "Es voluntad del pueblo
mexicano constituirse en una República representativa, de mocrática, federal, ...". Para ser «democracia»
'gobierno popular', alguno de los dos tendría que haber obtenido al me nos la mitad de los votos.
Cualquier diccionario moderno de la Lengua Castellana dice que [VOLUNTAD] es 'deseo, aquello que se
quiere', de allí 'facultad, capacidad de determinarse a hacer o no hacer algo' y, como consecuencia de lo anterior,
'firmeza con la que se ejerce esta facultad'. Cuando uno se hace consciente de dichos significados, se puede ver
que al "pueblo mexicano" le faltó e n los he chos la voluntad expresada en el artículo 40 de nuestra
«constitución». La voluntad e xpre s ada en las urnas fue de s e r «oligarquía».
Cabe por lo tanto recordar que la palabra castellana [VOLUNTAD] procede del latín voluntas, voluntatis
'voluntad, volición', 'designio, propósito', 'intenciones, espíritu', procede del verbo volo, volvis, velle 'querer,
desear'. Entendido en su sentido etimológico, es decir, en 'su sentido verdadero', lo expresado en las urnas el
domingo 2 de julio de 2006 es que la gran mayoría de los ciudadanos mexicanos ya no queremos
«democracia», pero tampoco queremos «oligarquía».
Tomando en cuenta que, según información disponible públicamente, en el presente existimos 77 millones de
mexicanos con 18 años cumplidos, es decir, somos 77 millones de ciudadanos y que, en números redondos,
únicame nte 71 millones han obtenido su credencial de elector, hay que suponer que a s e is millone s de
ciudadanos mexicanos les tienen sin cuidado los asuntos políticos nacionales. Muchos de quienes sí la obtuvieron
lo hicieron con otro fin, casi siempre como ide ntificación oficial.
Buena parte de los ciudadanos mexicanos que s í se tomaron la molestia de tramitar su credencial de elector lo
hicieron inducidos por la enorme cantidad de spots 'anuncios publicitarios de corta duración' con los cuales
nos ame trallan a través de los medios masivos de comunicación. Esta inducción susurrante nos manipula
s utilme nte mañana, tarde y noche de una manera cada vez más hábil, más astuta, más perversa, más
agradable, más atrayente, más convince nte .
Desde que apareció en nuestro país, hace poco más de 50 años, día con día, la televisión se ha ido
adue ñando de la «voluntad» de cada vez más ciudadanos mexicanos, convirtiéndolos en verdaderos «idiotas»,
eso sí, haciéndole creer a cada televidente que él es libre y soberano, que las decisiones que ella, la televisión,
induce, son propias de él, el televidente. Todo esto con e s trate gias de conve ncimie nto muy sofisticadas.
Las tecnologías de manipulación de la «voluntad» evolucionan día con día.
En Alemania, en los tiempos de Adolfo Hitler, se llegó a una etapa de avance muy sofisticada. Las películas de
aquella época fueron insuperadas durante muchos años. Hace muy poco que empezaron a ser dejadas atrás, en
cuanto al manejo propagandístico, en nuestro país vecino del norte. Como dóciles seguidoras que son de nuestros
vecinos, las televisoras mexicanas han adquirido dichos avances tecnológicos, como s e vio en la campaña
publicitaria para las recientes eleccciones federales.
Como se trata de poder económico, el gasto en publicidad propagandística fue contabilizado en mile s de
millone s de dólare s . La enorme cifra de dinero gastado para inducir e l voto de los ciudadanos
mexicanos provino no únicame nte de los partidos políticos, lo cual es legal, aunque sea tramposo, sino,
como dice n, del Poder Ejecutivo del Gobierno Federal de la República, de grupos empresariales como
Pepsico, como Jumex, como Bimbo, como el Consejo Coordinador Empresarial, et cetera.
Lo que resulta esperanzador es que, a pesar del descomunal gasto en propaganda, únicamente hayan logrado
inducir el voto de 15 millones del total de los ciudadanos, que es de 77 millones, es decir, el 19 por cie nto
de los ciudadanos. El resto, e l 81 por cie nto de los ciudadanos mexicanos, no cayeron en las trampas de la
inducción abierta para votar por el candidato del dinero. Como ambos candidatos finalistas usaron la inducción
del voto, ninguno alcanzó la mayoría del 50 por ciento de los votos.

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Como que la gran mayoría de los ciudadanos mexicanos no he mos caído en el juego televisivo. Como
dice el apotegma de los abstencionistas: «en caso de duda: ¡abstente!». El abstencionismo fue e l gran
triunfador de las elecciones del domingo 2 de julio de 2006. Esto a pe s ar de la manipulación televisiva, de
las despensas, de la compra directa del voto, del "ratón loco", de las "urnas embarazadas", del "padrón rasurado",
de la desaparición de votos de las urnas, et cetera.
En estas condiciones, el abstencionismo tiene que ser entendido como una re s pue s ta digna de la gran
mayoría de los 77 millones de ciudadanos mexicanos ante la embestida del capital extranjero en contra del
avasallamiento de nuestra libre determinación. Esta embestida empezó desde hace ya 24 años, hace cuatro
s e xe nios . De manera persistente, los empresarios voraces, con la bandera del as í llamado neoliberalismo,
han estado comprando conciencias e induciendo el apoyo de los ciudadanos.
Con el actual refinamiento de los procedimientos de invasión de nuestra soberanía patria, resulta muy
esperanzador observar el resultado de las elecciones del domingo 2 de julio de 2006. Lo que resulta evidente es
que, a pesar del divisionimo inducido por los empresarios extranjeros que buscan adueñarse de nuestra patria,
nuestra conciencia ciudadana no ha s ucumbido. En realidad no sabemos bien a bien lo que queremos, vivimos
en un mar de dudas, cada uno en sus propias dudas.
Entonces: ¿qué que re mos la gran mayoría de los 77 millones de ciudadanos mexicanos? Lo que resulta
obvio es lo que no que re mos : ni «oligarquía» ni «democracia». Aunque por inercia lo podemos hacer,
seríamos muy «idiotas» los ciudadanos mexicanos si seguimos manteniendo vigente el artículo 40 constitucional en
su redacción actual. En estas condiciones, nos urge descubrir los actuales "sentimientos de la nación", o sea,
descubrir lo que nue s tro corazón de s e a para el presente y para el futuro.
No se trata simplemente de hace r una propue s ta ante el H. Congreso de la Unión para modificar la
redacción de este único artículo. Como dice Bonfil Batalla en su libro: "el proyecto es re tomar e l hilo de la
his toria suspendida temporalmente por la dominación colonial y favorecer, en las condiciones que impone n y
pe rmite n los albores del siglo XXI, la reconstitución de pueblos viables. ...". Se trata de armonizar la
"república de indios" con la "república de españoles", como él las llama.
Aunque en su libro no lo dice Guillermo Bonfil Batalla, para "retomar el hilo de la historia suspendida
temporalmente" es necesario retomar la cuenta del tiempo autóctono: la cue nta tolte ca de los s ole s . A la
llegada de los españoles nuestra propia cuenta tolteca del tiempo completaba los 676 años del «sol tolteca»
identificado como nahui olin 'cuatro movida', y s e pre paraba para iniciar los 468 años de nuestra
quinta «luna tolteca» identificada como macuilli mazatl 'cinco venada'.
En efecto, el quinto «sol tolteca» había iniciado en el año europeo 856, año tolteca 4,577, justo cuando
empezó a existir en la antigua Anáhuac el "gobierno tripartita", o tlahtocaicniuhyotl 'amistad de parlamentos',
entre Colhuacan 'lugar de los que poseen abuelos', Tollan 'entre tules' y Otonpan 'en lo de los otomíes'. Esto
acaeció ante s de la fundación de la Confederación Helvética, llamada Suiza, ocurrida en el año europeo 1291,
cuando se confederaron tre s cantones: Uri, Schwyz y Unterwalden.
En la página 245, bajo el subtítulo El dilema inevitable, aparece un señalamiento de don Guillermo Bonfil
Batalla que vale la pena tener presente: "He procurado poner en evidencia que la crisis de hoy [¡e s to fue
e s crito hace ya ve inte años !] no es la crisis de México sino tan sólo la quie bra de un modelo de
desarrollo que ignoraba al México profundo.". Sigue: "... mostrar que ante la quiebra de la ilusión es necesario
volver la vista hacia nosotros mismos y encontrar cuále s s on nuestras fuerzas, ...".
Allí mismo, afirma que "La conclusión, a mi ver, no puede ser otra que la de propone rnos cons truir una
nación plural, ...". Él afirma que necesitamos construir una nación que "nos permita ver a occidente [sic, en el
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sentido de Europa, que se ubica al orie nte de nuestra patria] desde México, es decir, entenderlo y aprovechar
sus logros desde una perspectiva civilizatoria que nos es propia porque ha s ido forjada e n e s te s ue lo,
paso a paso, desde la más remota antigüedad; ...".
Para rematar, añade: "... y porque esta civilización no está muerta sino que alienta en las entrañas del México
profundo.". Es más, aquí y ahora, habría que añadir e n las e ntrañas de los "pinches indios", e n e l corazón
de los "pinches nacos" que tanto enojo hicie ron s e ntir a la senadora electa del Partido Verde Ecologista de
México. Desde e l corazón de cada uno de los millones de "pinches indios", cinco soles toltecas nos
conte mplan, parafraseando a Napoleón cuando llegó ante las pirámides de Egipto.
Para puntualizar, los mexicanos ya estamos viviendo los albores de nuestro «Sexto Sol Tolteca». As í e s ,
desde la puesta del sol del martes 13 de junio de 2000, en la cuenta europea del tiempo, en nuestra cuenta: nahui
cuauhtli ilhuitl ipan toxcatl metztli ipan ze tecpatl xihuitl 'cuatro águila día en aligeramiento mes en uno
pedernal año', se iniciaron los 676 años que corresponden a nue s tra s e xta e ra civilizatoria . Lo anterior
hace necesario que de s cubramos nuestros actuales «sentimientos de la nación».
Tenemos que empezar esclareciento qué e s un «sentimiento». Según diccionarios modernos, es la 'acción de
sentir', el 'estado afectivo o disposición emocional hacia una cosa, un hecho, o una persona'. Para mejor ubicar
esto cabe referirse al caso de la senadora electa citado al principio. El "estado afectivo" de la senadora electa fue
de gran irritación hacia tener que caminar por el hecho de que unos "pinches nacos" tengan secuestrado el
Centro [Histórico], que "huele a mierda y porquería".
Lo primero que habría que decir para explicar este «sentimiento» de la senadora, que no para justificarlo, es
que los ciudadanos mexicanos del presente "ya no vemos lo duro sino lo tupido", por lo cual ya no buscamos a
quién nos la hizo s ino a quién nos la pague. Cada día estamos más irritables, cada vez necesitamos de "hechos"
de menor importancia para manifestar una "disposición emocional" e n contra de alguna persona, de algún
hecho, de cualquier cosa: "nos enchilamos" por cualquier nimiedad.
En este mismo orden de cosas, hay que tener presente que la palabra castellana [ SENTIMIENTO] procede del
verbo [SENTIR], que a su vez resultó de la castellanización del verbo latino sentio, sentis, sentire 'sentir, percibir
con los sentidos', 'ver conocer, percibir, darse cuenta', 'pensar, creer, opinar'. De este mismo verbo latino
procede la palabra castellana [CONSENSO], que fue originada de consensus 'consentimiento, asenso', 'acuerdo,
unión', 'concordancia, armonía'.
La palabra consensus es el participio de pretérito del verbo latino consentio, consentis, consentire 'decidir
de acuerdo, pensar o sentir unánimemente', 'asentir, convenir, consentir'. Cabe aquí referirse al abe rrante
verbo tan en boga entre los políticos, el tan nombrado [CONSENSUAR]. En consistencia con su origen etimológico,
lo corre cto es usar la castellanización de consentire, es decir [CONSENTIR], o sea, 'sentir con otros'. Quizá
por dicho aberrante verbo es que no s e logran cons e ns os .
Lo que ocurre políticamente en nuestra patria es que rige e l pode r de l dine ro. El dinero de los
presupuestos es utilizado por los funcionarios públicos electos para imponer sus caprichos más que para realizar
obras surgidas de un «consenso ciudadano». La cadena de mando se inicia con el presidente de la República,
sigue con los gobernadores y termina con los presidentes municipales. Así, el «municipio libre» resulta ser una
simple locución en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Los 31 gobernadores manipulan a s u antojo a los 2400 municipios, así sin el "libre" que aparece en la
Constitución. El «cabildo» que por ley tiene dos funciones, tomar acuerdo para gobernar y elaborar los
reglamentos municipales, lo único que hace es aprobar lo que el jefe del gobierno estatal orde nó. Allí, "aplicar la

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ley" significa obe de ce r órdenes superiores: las del gobierno estatal. Cuando no "cumplen la ley" los integrantes
del «cabildo», el gobernador le reduce el presupuesto al municipio.
Es por este mecanismo que los gobernadores enseñan a los ciudadanos del municipio "a respetar la ley". De
esta manera es que los gobernadores pueden comprar departamentos de lujo en Miami, o residencias ostentosas
en la riviera española, por no citar más ejemplos. Al ser electos, los funcionarios públicos del «cabildo» son
"capacitados" por su partido antes de tomar posesión: reciben un gran "tambache" de leyes y reglamentos que
tienen que conocer a profundidad ¡e n tan s ólo cinco días !
Con esto resulta evidente que los actuales ciudadanos mexicanos vivimos "en total estado de indefensión",
tanto el ciudadano raso, como decía Francisco Huerta, cuanto el funcionario subordinado. Este estado de cosas
no cambiará por inercia, hay muchos ciudadanos mexicanos que cosechan mucho dinero de este e s tado de
podre dumbre política. El "sistema" está ya tan corrupto que no hay manera alguna de mejorarlo: ¡urge
darnos una nue va norma cole ctiva!
Durante más de quince años, quienes nos asumimos como ALIANZA ANAHUACA DEL SEXTO SOL hemos
estado configurando lo que será «nuestra nueva norma colectiva», a dicha propue s ta la hemos titulado
«Sentimientos Anahuacas para nuestro Sexto Sol» . Nuestra intención es que los actuales 77
millones de ciudadanos mexicanos la conozcan, que cada uno la evalúe, que se debata colectivamente a fin de
de purarla y, si fuera el caso, se adopte por cons e ns o nacional el 14 de septiembre de 2012.
Para esto es que convocamos a quienes deseen salir del presente caos patrio a difundir por medios
electromagnéticos no comerciales, es decir, vía internet 'interred', dicho archivo e le ctromagné tico de 60
páginas, 42,900 palabras, 244,695 caracteres. Para ace le rar que este documento llegue a los 77 millones de
ciudadanos, convocamos a los medios masivos de comunicación, en especial a periódicos y radiodifusoras, a
propiciar el debate ciudadano de todo lo asentado en dicho «proyecto de nación».
La meta es que exista abundancia de información, a fin de que cada ciudadano mexicano pueda «descubrir»
s us s e ntimie ntos más profundos : en lo referente a la ética, en lo referente a la política, en lo referente a la
economía, en lo referente al matrimonio y en lo referente a la educación. Este proceso es muy arduo, muy
lento. Tenemos primero que apre nde r a hablar con nue s tro propio corazón y, después, hablar con el
corazón de nuestros conciudadanos, para as í lograr cons e ns o.
Lo prime ro que proponemos a los 77 millones de ciudadanos mexicanos es que cada uno de nosotros
conozca, por le ctura s e ntida con e l corazón, cada uno de los 100 «sentimientos anahuacas» que incluye
nuestro «proyecto cósmico de nación». Proponemos que, quie n haya he cho lo ante rior, ejerza su
«liderazgo armonizante» re unié ndos e con otros ciudadanos en un «colectivo ciudadano» para hacer una
«lectura sentida», hecho lo cual, coordinars e con otros «colectivos ciudadanos».
Proponemos que esto se lleve a cabo en «FOROS ESCLARECEDORES»: tanto en unive rs idade s y ce ntros
e ducativos s upe riore s , donde se concentra el "Mexico imaginario" según Guillermo Bonfil Batalla, cuanto en
cada uno de los 2,400 municipios que existen en la República Mexicana, donde se concentra el "México
profundo" según este mismo autor. Este diálogo proponemos que se lleve a cabo cada año, cada 14 de julio.
La intención es lograr cons e ns o en cada «foro esclarecedor».
Los «consensos» logrados como se indica arriba, proponemos que se presenten al mes siguiente, cada 14
de agos to, en un «FORO CONCORDANTE» en cada uno de los 32 estados de la República. Proponemos que,
además, participen las cabezas estatales de los sectores productivos, así como las agrupaciones sindicales,
campesinas y sociales. La duración del «foro concordante» dependerá de quienes participen en dicho foro. Las
«propuestas de mejora» serán acordadas, consentidas, por todos los participantes.
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Sometidos como vivimos a "órdenes superiores", al principio nos resultará muy le nto llegar a acuerdos,
tenemos que descubrir cada uno cómo lograr unir nue s tros corazone s con los de nuestros compatriotas.
Empezando de abajo hacia arriba, podremos hacer un «FORO NACIONAL» cada 14 de septiembre, donde se
presenten los «resolutivos» cons e ntidos en cada uno de los 32 estados de la República. As í, para el año
2012, juntos habre mos cons truido un gran «consenso nacional».

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