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Contaminación en Guatemala

Caminar por zonas de la Ciudad de Guatemala con fuerte tránsito de vehículos se


ha convertido en un riesgo para la salud, ya que las emisiones de gases de esos
automotores contribuyen a que se superen las cantidades recomendadas de
contaminación ambiental.

Riesgos:

Si se inhalan de manera continua, las emisiones de los vehículos de combustión


por gasolina y diésel pueden causar un aumento de las enfermedades
cardiorrespiratorias y cáncer de pulmón. Este problema existe en los seis puntos
monitoreados.

Contaminación se agrava

La contaminación de las cuencas hídricas y el mal manejo de la basura son los


principales problemas ambientales que afectan el territorio nacional. También hay
daños ecológicos a causa de la polución, deforestación e incendios forestales.

Los departamentos con más problemas de agua contaminada son Escuintla e


Izabal, y por basura, Quetzaltenango, Suchitepéquez, Retalhuleu y Escuintla.
Los afluentes son perjudicados sobre todo por los desagües domiciliares y por
empresas de las áreas urbanas que llegan a los ríos sin pasar por plantas de
tratamiento.

En el área rural, además de los desechos domiciliares, se suman los compuestos


químicos que son utilizados como fertilizantes en la agricultura.
El 95% del agua se desperdicia en Guatemala debido a la contaminación ambiental

Los altos niveles de contaminación, incluso con metales pesados, hacen que el 95 por
ciento del agua que se produce en Guatemala sea inutilizable.

Por César Pérez Marroquín

El río Las Vacas, en la capital, está libre de metales pesados, pero contiene
materia fecal y contaminación bacteriológica. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)
La mala calidad del agua impacta en la vida de miles de personas que dependen
de lo que producen los ríos, los cuales son afectados por la acumulación de
basura, que hace que el vital líquido no sea apto ni para la recreación y mucho
menos para el riego de cultivos o el consumo humano.

De acuerdo con expertos, los efectos de la contaminación de los afluentes se


refleja en los altos índices de desnutrición y diarrea, principalmente en niños. El
Ministerio de Salud registra que 143 niños murieron en el 2016 por este mal.

El río Villalobos, que desemboca en el Lago de Amatitlán, contiene cargas altas de


metales pesados, que al consumirlos dañan la salud. (Foto Prensa Libre: Carlos
Hernández Ovalle)
El problema se intensifica en sectores donde no llueve mucho; por ejemplo, en
municipios de los 11 departamentos que forman el Corredor Seco, pues en esos
lugares, pese a que corren algunos ríos, los pobladores no pueden aprovechar el
agua debido a la contaminación, empeorando así la seguridad alimentaria de las
familias.

Sydney Samuels, ministro de Ambiente, comentó que el 95 por ciento de los ríos
del país están contaminados y que sus aguas se desaprovechan.

“En Guatemala tenemos un desbalance paradójico, porque de los 95 mil millones


de metros cúbicos

de agua que cada año nos dan los ríos, solo se aprovecha menos del 10%, unos
ocho mil metros cúbicos, que se utilizan para consumo humano y la agricultura”,
comentó Samuels.

Añadió que mientras grandes cantidades de agua se desaprovechan, el número


de municipios del Corredor Seco aumenta, por lo que se promueven proyectos de
captación de aguas superficiales para utilizarlos en riegos agrícolas.

Magaly Arrecis, jefa de la División Socioambiental del Instituto de Problemas


Nacionales de la Universidad de San Carlos, calificó de grave la situación de las
fuentes de agua del país, por el alto grado de contaminación y porque a pesar de
eso la población continúa utilizando el agua. “La calidad de los ríos es tan mala
que ni siquiera para la recreación es adecuada”, dijo.

Virginia Mosquera, investigadora de Iarna


El impacto de los metales pesados le puede salir muy caro al Estado, porque se
deben tratar cánceres y enfermedades hepáticas”.
Arrecis agregó que es urgente que se implementen proyectos de plantas de
tratamiento y que desde el hogar se promueva reutilizar el agua.
Añadió que el problema de contaminación de los ríos es tan complejo que muchos
productos de exportación, como la lechuga, son rechazados por no llenar los
estándares de calidad que se exigen para los sistemas de riego. Agregó que
debido al consumo de vegetales contaminados, los casos de diarrea en el país
son altos, lo que impacta en la calidad de vida de la población, principalmente de
niños.

Metales pesados

La situación de miles de personas que dependen de las aguas de los ríos Las
Vacas y Villalobos, en el área metropolitana, es desalentadora, pues ambos
afluentes están contaminados. El último, por ejemplo, con metales pesados,
causantes de varios tipos de cáncer y dolencias hepáticas.
Virginia Mosquera, investigadora del Instituto de Investigación y Proyección sobre
Ambiente Natural y Sociedad (Iarna), comentó que el río Villalobos, que
desemboca en el Lago de Amatitlán, presenta cargas altas de materia fecal y
metales pesados, debido a la cantidad de industrias que se ubican en la salida
hacia el sur.

Agregó que ese tipo de contaminación tiene consecuencias a largo plazo para
quienes consumen el agua.

Mosquera asegura el agua de esos dos ríos aun es utilizada para riegos agrícolas,
y en algunos casos, para consumo humano, lo que considera alarmante.

Detalles

 La Empresa Municipal de Agua registra 215 mil servicios en el área metropolitana,


los cuales son abastecidos por medio de cien pozos.

 Estudios anteriores dan cuenta de que el 41% del agua de la ciudad proviene de
pozos y el 59%, de fuentes superficiales provenientes de cuencas fuera del área
metropolitana.

 Cálculos de la Municipalidad de Guatemala indican que dos millones de personas


viven en la capital. Y un millón ingresa cada día para trabajar.

 Un estudio del 2005 de Fundaeco señala que para el 2020 los habitantes
capitalinos superarán los 4.24 millones.

 Proyecciones de Fundesa establecen que en el 2032 la metrópoli podría tener


más de 5.2 millones de habitantes.

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