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Hoy se inicia la Novena a la

Virgen de la Medalla
Milagrosa

REDACCIÓN CENTRAL, 18 Nov. 17 / 01:58 am (ACI).- “Estos rayos simbolizan las


gracias que yo derramo sobre los que las piden”, le dijo Nuestra Señora de la Medalla
Milagrosa a Santa Catalina Labouré cuando le explicaba el significado de algunos de los
símbolos que aparecen en la medalla y que actualmente millones de fieles llevan con
devoción en todo el mundo.

Cercanos a la fiesta de Virgen de la Medalla Milagrosa, que se celebra cada 27 de


noviembre, aquí una novena para pedir la intercesión de la Madre de Dios que quiso que
su imagen quedara acuñada en un humilde objeto como signo de su maternal cuidado y
protección.

https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-inicia-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-44171

Primer Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios
Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del primer día: Lucas 1,26-31.

Meditación: Cuando María recibió el anuncio del ángel y aceptó los planes de Dios, no
conocía muchos detalles, pero se puso ciegamente en las manos de su Señor. Ese será
el mérito de nuestra fe: confiar plenamente en la bondad y providencia divinas.

Breve historia

En una medianoche iluminada con luz celeste como de Nochebuena -la del 18 de julio de
1830- se apareció por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de
la Caridad de San Vicente de Paúl.

Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo con tanta pena y
compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le saltaban las lágrimas de los
ojos.

¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus
hijos! Que tu recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos
los que sufren y lloran en desamparo.

Súplica a Nuestra Señora


Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


https://www.aciprensa.com/recursos/primer-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1803

Segundo Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del segundo día: Lucas 1, 30-38

Meditación: María creyó en su Hijo, Jesús, en todo momento, aún crucificado y muerto.
Cree en Dios, en el amor de Dios, y cree cuando las cosas te salgan bien y cuando te
salgan mal. Que nada te haga dudar del amor de Dios.

Profundización

En su primera aparición, la Virgen Milagrosa enseñó a Santa Catalina la manera como


había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban.

"Ven al pie de este altar –le decía la celestial Señora-, aquí se distribuirán las gracias
sobre cuantas personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños."
Que la Virgen de la santa medalla y Jesús del sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía
de nuestra vida.

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/segundo-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1804

Tercer Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del tercer día: Juan 13, 34-35

Meditación: En su vida, María se preocupaba más por amar que por comprender, vivía
todo en la dimensión del amor. ¡Qué distinta sería nuestra vida cristiana si en todo nos
moviera clamor, si el amor fuera la explicación de nuestras actitudes y reacciones!

Profundización
En sus confidencias le dijo la Virgen Milagrosa a Sor Catalina: "Acontecerán no pequeñas
calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido.
Entonces yo estaré con vosotros: tened confianza…"

Refugiémonos en esta confianza, fuertemente apoyada en las seguridades que de su


presencia y de su protección nos da la Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los
trances difíciles no cesemos de invocarla: "Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros".

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/tercer-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1805

Cuarto Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del cuarto día: Carta a los Romanos 8, 14-17


Meditación: El Espíritu de Dios condujo a María a la realidad de la redención. Como
María, el cristiano que se deja conducir por el Espíritu Santo, llegará a una eminente
santidad y la luz de la fe lo iluminará para conocer las cosas de Dios y gustar de ellas.

Profundización

En la tarde del 27 de noviembre de 1830, baja otra vez del Cielo la Santísima Virgen
para manifestarse a Santa Catalina Labouré.

De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece
en actitud extática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera
contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: "Esta esfera representa al mundo
entero… y a cada persona en particular".

Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de


María, muy junto a su Corazón Inmaculada. ¿Podría encontrarse un sitio más seguro?

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.
Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/cuarto-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1806

Quinto Día de la Novena a la Virgen de


la Medalla Milagros

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días


Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del quinto día: Juan 2, 1-10

Meditación: Ninguna realidad puede causar en nosotros una alegría tan sentida y tan
duradera como la de sabernos hijos de Dios e hijos de María. Ten presente a María en
todos los momentos de tu vida. Si vas con ella, no te desviaras.

Profundización

De las manos de María Milagrosa, como de una fuente luminosa, brotaban en cascada
los rayos de luz. Y la Virgen explicó: "Es el símbolo de las gracias que Yo derramo sobre
cuantas personas me las piden", haciéndome comprender -añade Santa Catalina- lo
mucho que le agradan las súplicas que se le hacen, y la liberalidad con que las atiende.

La Virgen Milagrosa es la Madre de la divina gracia que quiere confirmar y afianzar


nuestra fe en su omnipotente y universal mediación. ¿Por qué, pues, no acudir a Ella en
todas nuestras necesidades?

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/quinto-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1807

Sexto Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del sexto día: Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

Meditación: Toda comunidad debe tener una cabeza y un corazón: la comunidad


cristiana tiene a Jesucristo como cabeza y a María como corazón. Si quieres que tu
apostolado sea fecundo y que el cansancio no te venza, ponte siempre bajo la protección
de María.

Profundización

Como marco "¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a
Vos!".

Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella
oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.

¿Dejaremos nosotros de hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil
de aseguramos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/sexto-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1808

Séptimo Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios
Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del séptimo día: Lucas 1, 39-45

Meditación: La misión de la Madre de Jesús no consistió sólo en traerlo físicamente a


este mundo, sino en mostrar su verdadero espíritu, que Cristo imprimió fuertemente en
el alma de su Madre. Esa es la misma misión que tenemos que cumplir todos los
bautizados.

Profundización

Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo
que Ella misma le había diseñado.

Después le dijo: "Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más
abundantes de llevarla al cuello y con confianza".

Esta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y


escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección
de María.

Súplica a Nuestra Señora


Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


https://www.aciprensa.com/recursos/septimo-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1809

Octavo Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del octavo día: Lucas 1, 46-55

Meditación: María oraba y meditaba el mensaje de salvación de Dios a su pueblo. La


Palabra de Dios nos habla, nos cuestiona, nos alienta; por lo tanto es preciso leerla,
meditarla y vivirla con fidelidad.

Profundización

Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por doquier por la nueva medalla
(conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos
maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el
sobrenombre de la medalla de los milagros, la medalla milagrosa; y con este apellido
glorioso se ha propagado rápidamente por todo el mundo.
Deseosos de contribuir también nosotros a la mayor gloria de Dios y honor de su Madre
Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla.

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/octavo-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1810

Noveno Día de la Novena a la


Virgen de la Medalla
Milagrosa

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios


Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Oración para todos los días

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de
confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don
celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo
la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.

Lectura bíblica del noveno día: 1º Carta de Juan 4, 7-14

Meditación: La paz, como el amor, es un fruto de nuestra unión con Dios. La Virgen
María es la Reina de la paz, da la paz al alma que acude a ella por la devoción,
construye la paz en los hogares que la invocan y por ella la sociedad llegará a una paz
duradera.
Profundización

Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa constituyen indudablemente una de


las pruebas más exquisitas de su amor maternal y misericordioso.

Amemos a quien tanto nos amó y nos ama. "Si amo a María -decía San Juan
Bérchmans- tengo asegurada mi eterna salvación".

Como su feliz vidente y confidente, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a
Nuestra Señora, la gracia de su amor y de su devoción.

Súplica a Nuestra Señora

Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos
abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva
confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la
Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras
numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena
nuestras más apremiantes necesidades ... (SE PIDE LA GRACIA). Escucha, pues, ¡Oh
Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor
gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor
servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de
afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.

Santísima Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin


mancha. ¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la
obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la
perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Así sea.

Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María,
sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Acto de Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

¡Oh, Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!, nosotros te ofrecemos y consagramos,


bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros bienes espirituales y temporales. Haz que esta
Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo
imperecedero de nuestros deberes hacia ti. Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre
tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo. ¡Oh, poderosísima
Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de
nuestra vida. Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a
fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud. Amén.

Oración final

Oh, María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.
¡Bendita tú entre todas las mujeres!
¡Bienaventurada tú que has creído!
tu corazón fue traspasado
junto con el corazón de tu Hijo
y ahora no cesas de interceder por nosotros.
Te consagramos nuestras fuerzas
y disponibilidad para estar
al servicio de la evangelización.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

https://www.aciprensa.com/recursos/noveno-dia-de-la-novena-a-la-virgen-de-la-medalla-milagrosa-1811

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