You are on page 1of 2

¿Qué causa el insomnio?

¿Qué te tiene despierto por la noche? ¿Reflexiones profundas? ¿La emoción de un gran viaje? ¿O el estrés de
un trabajo sin terminar, un examen próximo, o una reunión familiar indeseable?
Para muchas personas, este estrés es temporal, pues su causa se resuelve rápidamente.
Pero ¿y si lo que te mantiene despierto fuese el estrés de perder el sueño? Este círculo sin solución aparente es
la esencia del insomnio, el trastorno del sueño más común en el mundo.

Casi cualquier cosa puede provocar esporádicas noches sin dormir: una pareja que ronque, dolor físico, o
angustia emocional. Una falta de sueño extrema, como la provocada al cambiar de zona horaria, puede confundir
tu reloj biológico, causando estragos en tu horario de sueño pero, en la mayoría de los casos, la falta de sueño
es de corto plazo. Tarde o temprano, el cansancio acaba venciéndonos a todos. Sin embargo, algunos trastornos
de largo plazo, como las patologías respiratorias, los problemas gastrointestinales, y muchos otros pueden
superar a la fatiga.
Cuando las noches de insomnio se acumulan, empezamos a relacionar la habitación con las noches sin dormir,
atormentados por la ansiedad. A la hora de dormir, los insomnes se estresan y es tanto ese estrés, que el cerebro
se apodera del sistema de respuesta al estrés, inundando el cuerpo con químicos que ordenan luchar, huir o
inmovilizarse las hormonas trópicas fluyen a través del torrente sanguíneo, aumentando el ritmo cardíaco y la
presión sanguínea, y provocando una descarga de hiperactividad dentro del cuerpo. En esta condición, el cerebro
busca amenazas potenciales, haciendo imposible ignorar cualquier leve incomodidad o ruido nocturno y cuando
los insomnes por fin se duermen, la calidad de su descanso se ve comprometida.

La principal fuente de energía para el cerebro es la glucosa y, en un sueño normal, nuestro metabolismo
disminuye para reservar esta glucosa en las horas de vigilia pero los estudios de PET muestran que la adrenalina
que impide a los insomnes conciliar el sueño, también acelera su metabolismo. Mientras ellos duermen, el
cuerpo trabaja horas extra, y consume la energía que el cerebro da a través de la glucosa. Este síntoma de sueño
deficiente provoca en los insomnes un estado de cansancio, confusión y estrés al levantarse, haciendo que el
proceso se repita nuevamente. Cuando estos ciclos de estrés y excitación perduran varios meses, se diagnostica
el insomnio crónico y si bien el insomnio raramente lleva a la muerte, sus mecanismos químicos son similares
a los ataques de ansiedad, típicos de quienes padecen depresión y ansiedad de manera que sufrir cualquiera de
estos trastornos incrementa el riesgo de padecer los otros dos.

Por fortuna, hay maneras de romper con el ciclo del insomnio manejar el estrés que lleva a la hiperactividad es
uno de los tratamientos más probados para el insomnio, y las buenas prácticas de sueño pueden reconstruir tu
relación con la hora de dormir. Asegúrate de mantener tu habitación oscura y a una temperatura agradable para
minimizar las "amenazas" durante la hiperactividad.
Solo utiliza tu cama para dormir y, si no tienes sueño, abandona el cuarto y gasta tu energía en actividades
relajantes, como leer, meditar, o escribir un diario. Regula tu metabolismo fijando horas habituales para dormir
y despertar y así ayudarás a tu reloj biológico a orientarse. Este reloj, o ritmo circadiano, también es sensible a
la luz, así que evita las luces brillantes durante la noche para indicarle a tu cuerpo que ya es hora de dormir.
Además de estas prácticas, algunos doctores recetan medicamentos que ayudan a dormir, pero no son confiables
en todos los casos y las pastillas de venta libre pueden ser altamente adictivas, llevándote a una abstinencia que
empeora los síntomas pero antes de buscar cualquier tratamiento, asegúrate de que tu falta de sueño realmente
se deba al insomnio.

Cerca del 8 % de los pacientes con diagnóstico de insomnio crónico en realidad, sufren de un problema genético
menos común llamado "síndrome de la fase del sueño retrasada", o SFSR. Las personas con SFSR tienen un
ritmo circadiano significativamente mayor a 24 horas, dejando sus hábitos de sueño fuera de sincronía con las
horas normales de sueño. De manera que esa dificultad para dormirse a una hora normal no se debe a un
incremento de estrés y dada la posibilidad, pueden dormir cómodamente a su propio horario atrasado.

Nuestro ciclo de sueño y vigilia es un delicado equilibrio, vital para mantener nuestro bienestar físico y
emocional, por todos estos motivos, vale la pena dedicar algo de esfuerzo y tiempo para mantener una rutina de
sueño estable, intentando no perder el sueño al preocuparnos por ello.

You might also like