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Derecho canoó nico

P. Ariel Busso

«Ubi societas, ibi ius» (donde hay sociedad, hay derecho).

Introduccioó n general
1.
 Divino
 Natural
 Romano
 Eclesial
2. Pablo hace derecho. Los apoó stoles.
3. Sínodos y concilios: se reuníóan para sacar leyes. Regionales o universales.
4. El derecho tal como lo conocemos comienza a gestarse en la Edad media. El sabio teníóa un conocimiento extensivo, con
lo que el derecho no se diferenciaba entre moral y legal. Cuando comienzan las universidades “de los estudios”, no habíóa
diferencias. Se estudiaba todo junto porque todo constituíóa un solo saber.
Documentos importantes:
«Concordantia discordanciartiarum canorum»: decreto de Graciano (monje, obispo). Ensenñ aba en Bolonñ a. El decreto era
una coleccioó n de leyes que daban los Papas y los empradores –a veces se contradecíóan–. Juntoó todas las leyes y remarcoó los
caó nones que no teníóan concordancia entre síó. Esto ayudoó a Gregorio IX y Bonifacio VIII para que junto con las leyes
«extravagantes» (escondidas) formaran el…
5. Corpus iuris canonici (hasta 1917), que no estaba dividido en canones, sino a traveó s de materias: 1. Normas generales; 2.
De personis; 3. De matrimonii; 4. De procescibus; 5. De delictis et penis.
6. El código de 1917 (CIC’17), o Coó digo Píóo–benedictino: hacia comienzos del siglo el Papa Pio X le pide a Pietro Gasparri
que redacte un coó digo de derecho moderno –a la manera de Napoleoó n–. EÉ l fue el redactor praó cticamente de todo. Fue
hecho a la manera del coó digo de Justiniano. Libros: 1. Normas generales; 2. De las personas; 3. De cosas; 4. De los procesos;
5. De los delitos y las penas. Esto fue un tiempo muy movido, porque al ser para toda la Iglesia cambioó muchas cosas.
7. En 1959, Juan XXIII hizo tres anuncios (29Ene1959): síónodo de Roma (fiasco), reunioó n de un concilio ecumeó nico, la
revisioó n del derecho canoó nico del 17 (el Coó digo latino se publicoó en 1983 –habíóa que esperar que terminara el concilio
para empezar a trabajarlo–). La eclesiologíóa del CVII (LG) se introdujo en el Coó digo. Hubo consultas a todas las conferencias
episcopales, estaó el principio de subsidiaridad (cosas propias para cada paíós).
8. El Código actual tiene 7 libros (nombre de la LG): 1. Normas generales; 2. Del Pueblo de Dios (el tratado de personas,
pero se trata de una eclesiologíóa renovada: el hombre pertenece al Pueblo de Dios por el bautismo –personas fíósicas,
morales, etc–); 3. Derecho de ensenñ ar en la Iglesia (la forma que tiene de la predicacioó n de la Palabra, la parte misionera, el
uso de la palabra escrita, escuelas y universidades catoó licas, seminarios en lo que se refiere a la formacioó n); 4. Derecho de
santificar (sacramentos y sacramentales); 5. Los bienes temporales (administracioó n de los bienes –eclesiaó stico, precioso,
formas de administrar–); 6. De sanciones (derecho penal); 7. De los juicios y los procesos (derecho procesal en general –los
procesos particulares estaó n aparte–). Es la LG traducida a un lenguaje juríódico.

Libro 1. A quieó n obliga el derecho, coó mo se aplica


1. Los cánones de este Código se refieren solamente a la Iglesia latina.
IGLESIA LATINA IGLESIAS ORIENTALES
Sujetos pasivos del CIC: la Iglesia latina. En oriente el asunto es maó s complejo: por eso se las
Otros ritos incluidos: ambrosiano (Milán), galicana denomina «Iglesias orientales», y dependen de los antiguos
(Lyon), mozárabe (Toledo). patriarcados.
India: rito malabar (son todos catoó licos) y malankar.
Obispos propios, normas propias, etc. Unidos a Roma.
Europa: bizantino (ucranianos, armenios, rutenos,
rumanos); antioquenñ os; maronitas libaneses o «uniatas»
(son todos catoó licos); melquitas; sirios; caldeos;
alejandrino (coptos).

Los que nos se no se adhirieron a Roma tienen el Coó digo de derecho canoó nico oriental (CECO 1990).
Para los orientales no catoó licos
Dispensa: la norma queda suspendida porque el bien de las almas estaó por encima del derecho canoó nico (excepto lo de
derecho natural –celebrar con cerveza–).
Comunicacioó n en lo sagrado: de dos fe distintas o de dos regíómenes distintos puede darse alguna unioó n o comunicacioó n. La
comunicacioó n en lo sagrado estaó prohibida (vgr. no puedo recibir otro sacramento de una religioó n no catoó lica).

Canon 844.
 Principio general: #1. Los ministros catoó licos administran los sacramentos líócitamente soó lo a los fieles catoó licos, los
cuales, de igual modo, soó lo los reciben líócitamente de los ministros catoó licos, salvo lo prescripto por los ## 2, 3 y 4 de
este canon, y por el can. 861, # 2.
Unidad de fe, de reó gimen, y de sacramentos (los 7).
 #2. (Siempre que lo pida la necesidad o lo aconseje una verdadera utilidad espiritual1, y con tal de que se evite el
peligro de error o de indiferentismo), estaó permitido recibir a los fieles –a quienes resulte fíósica o moralmente
imposible acudir a un ministro catoó lico–, los sacramentos de la penitencia, Eucaristía y unción de los enfermos de
aquellos ministros no catoó licos en cuya Iglesia existen como vaó lidos dichos sacramentos.
 #3. Los ministros catoó licos administran líócitamente los sacramentos de la penitencia, Eucaristía y unción de los
enfermos a los miembros de Iglesias orientales que no tienen comunioó n plena con la Iglesia catoó lica, si se lo piden
espontaó neamente y estaó n debidamente dispuestos; esto vale tambieó n para los miembros de otras Iglesias que, a juicio
de la Sede Apostoó lica se encuentran en igual condicioó n que las citadas Iglesias orientales en lo que atanñ e a los
sacramentos.
Por ejemplo, los fieles lefebristas.
 #4. Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra necesidad grave,
los ministros catoó licos administran líócitamente esos mismos sacramentos tambieó n a los demás cristianos que no tienen
comunión plena con la Iglesia católica, cuando eó stos no puedan acudir a un ministro de su comunidad y lo pidan
espontaó neamente, con tal de que profesen la fe catoó lica respecto de esos sacramentos y esteó n debidamente dispuestos.
Esto amplíóa todo por la salud de las almas.
 #5. Para los casos de que se trata en los ## 2, 3 y 4, el Obispo diocesano o la Conferencia Episcopal no daraó n normas
generales sino despueó s de haber consultado a la competente autoridad, por lo menos local, de la Iglesia o comunidad
no catoó lica de que se trate.

Lo favorable siempre hay que hacerlo maó s amplio, y lo odioso, restringirlo.

1
Causas de dispensa: grave (peligro de muerte, etc) o justa (la necesidad espiritual es justa –necesito confesarme y soó lo
hay ministro ortodoxo–).

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