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La clínica en Musicoterapia

Lic. Luciana Licastro, Mt. Ana Arias

Introducción División de Protección y Promoción de la


Salud (Consultorios de Niños Sanos)
La musicoterapia es una disciplina de ca-
Como parte de la consolidación institucional,
rácter científico que surge durante la Segunda
el equipo realizó sus jornadas:
Guerra Mundial. En la Argentina, es una profe-
sión de 60 años de desarrollo académico, en • Primeras Jornadas de Musicoterapia: “La
continuo proceso de investigación y concep- clínica en Musicoterapia”, 2006
tualización como práctica científica. En 1976, • Segundas Jornadas de Musicoterapia: “Es-
se crea la primera carrera universitaria; actual- cuchar en sintonía a un niño”, 2007
mente, son cinco las casas de estudio donde
el graduado obtiene el título de Licenciado en • Terceras Jornadas de Musicoterapia: Musi-
Musicoterapia. coterapia e Interdisciplina. “La intervención y
el abordaje musicoterapéutico en el Hospital
Un hito en el desarrollo de la actividad pro- de Niños”, 2008
fesional fue la incorporación en la Ciudad de
Buenos Aires de la función del musicoterapeuta • Cuartas Jornadas de Musicoterapia: La clíni-
dentro de la Carrera Hospitalaria Municipal. Esta ca en Musicoterapia. “Reflexiones sobre las
disposición permitió incluir a musicoterapeutas cualidades sonoras de los intercambios”,
de planta en los hospitales desde 1983, y el ac- 2009
ceso a las concurrencias oficiales a través del En la actualidad, el equipo de Musicoterapia
Plan de Concurrencia, aprobado por la Direc- está integrado por diez musicoterapeutas (tres
ción de Capacitación de la Secretaria de Salud profesionales egresados de la formación de
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. posgrado y siete en carrera de formación).

Enfoque de la Disciplina: posición


El equipo de Musicoterapia y escucha del musicoterapeuta
En 2002, el Hospital de Niños “Ricardo La musicoterapia es una práctica científi-
Gutiérrez” incorporó el Plan de Concurrencia ca que vincula el arte y la salud, y extiende su
de Musicoterapia dentro de la Unidad de Sa- campo de saber en el territorio de la expresión.
lud Mental, dependiente del Departamento de Cuando hablamos de arte estamos tomando
Medicina. Desde ese momento, el equipo de a la música como un lenguaje, una estructura
profesionales musicoterapeutas y concurren- sonora que cuenta con una organización dis-
tes de Musicoterapia llevan a cabo actividades cursiva. En esa estructura, se combinan sonido,
de docencia y de asistencia clínica. Actividades cuerpo y movimiento, dando cuenta de un sujeto
docentes: que produce y manifiesta su mundo interno.
• Supervisión clínica En la clínica con niños pequeños, esa estruc-
• Ateneos clínicos tura sonora (canción o cualquier producción ins-
trumental) no se presenta como tal (preestable-
• Reuniones de equipo
cida), sino que es el resultado de intervenciones
• Actividades de docencia de la Unidad (ate- que apuntan hacia la búsqueda de organizadores
neos, cursos y seminarios interdisciplina- sonoros. En la práctica, nos encontramos con
rios) pacientes/niños cuyas expresiones se observan
• Jornadas anuales en un gesto o una intención que no pueden ser
sostenidos en forma y tiempo secuencial. Sin Musicoterapeutas
En la actividad clínica, intervienen en: embargo, esa expresión es la que el musicote- Unidad de Salud
Mental
Consultorios Externos (área de 0 a 5 años, rapeuta valorará como apertura y camino posible Hospital de Niños
área de 6 a 9 años, área de pubertad, área de para encauzar el tratamiento. Más aún, podemos “Ricardo Gutiérrez”
adolescencia) encontrarnos con niños con una iniciativa vincu- Gallo 1330 (1425)
lar visiblemente más afectada, como pacientes Buenos Aires,
Area de Internación Argentina
con mayor grado de desconexión con la realidad
Area de Interconsulta (cuidados intensivos (trastorno generalizado del desarrollo, TGD). En
neonatales) ese caso, el musicoterapeuta valorará el silencio,

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Musicoterapia

la repetición y la estereotipia como forma de sin- expresan en la posibilidad de armar estructuras


tonización y sentido posible. sonoras que van preparando la comunicación
verbal, como una “conversación”, producciones
Por otro lado, tomamos las iniciativas, la mo-
que se desarrollan por actuación por turnos, diá-
tivación y la creatividad como indicadores de
logos sonoros, etc.
salud y serán estos los precursores de la futura
autonomía y la construcción de nuevas experien- En la clínica, pensamos a los niños desde
cias. Cuando un niño toma la acción por cuen- un rol activo en la interacción con un otro y como
ta propia expresa un gesto espontáneo y, para protagonista de la relación terapeuta/paciente. En
nuestra clínica, esta es una primera iniciativa, ese sentido, pensamos la intervención dentro
que tomará luego valor de una vivencia, la cual a del campo de la “atención temprana” a diferen-
lo largo del proceso terapéutico se convertirá en cia de la “estimulación temprana”. El dispositivo
una experiencia significativa para el niño.Es decir, musicoterapéutico no es un dispositivo de edu-
cobrará sentido propio y podrá manifestarlo hacia cación o reeducación en donde se ligan las emo-
“afuera”. En niños con retraso en la entrada del ciones al proceso de aprendizaje, sino que el
lenguaje verbal, como en aquellos con retrasos abordaje apunta a la búsqueda de iniciativas de
madurativos, se puede hallar una gama muy res- exploraciones, de experimentación y de juego,
tringida de motivación, y se observan produccio- que permitan el despliegue de la expresividad
nes sonoras con escasa modulación expresiva. y la comunicación.
En estas situaciones, la intervención temprana
Stern, otro especialista en niños, en su libro
apunta a desplegar la expresividad; la sonrisa
“Diario de un bebé”, enuncia cuatro elementos
de empalme, miradas tentadoras, sonidos tur-
que, al superponerse, conforman la envoltura
bulentos, fastidio o entusiasmo son requisitos
ante el llanto del bebé provocado por una sensa-
en esta etapa temprana del desarrollo. En este
ción de hambre. Son el tacto, el sonido, el movi-
aspecto, en el contexto temprano, hacemos hin-
miento y la posición. La intervención en el campo
capié en el tono afectivo y la impronta de la voz,
de la atención temprana apunta a sostener una
tanto en el ámbito familiar como de abordaje.
escucha que integre a esos elementos confor-
Dado que la propuesta es una clínica viven- mando la “envoltura sonora” que acuna y entona
cial y vincular, el cuerpo del musicoterapeuta afectivamente. Al trabajar con niños pequeños
entra en escena terapéutica y en sintonía con el musicoterapeuta tiene que estar muy recep-
la producción del niño. En una primera instan- tivo también a su propia expresividad, por eso
cia, esto requiere escucharlo. Escuchar lo que es muy importante el trabajo con la modulación
el niño “trae”, lo que tiene para “decir” y a través (como brindar matices expresivos) y la entona-
de qué formas expresivas. Según el especialista ción (como cambios de registro e intensidades)
en niños Bowlby estar “en sintonía” con la pro- para que el niño pueda sostener y desarrollar
ducción del niño implica estar disponible, confia- su expresividad.
ble, atento y sensible para que el niño y, en este
caso, paciente, pueda identificar a un otro como
confiable. Esto le otorga un sentimiento de se- Motivos frecuentes de
guridad y valoración para profundizar la relación
terapéutica, y le permite explorar el “mundo”, el
derivación
espacio vincular y explorarse a sí mismo. Los motivos de derivación por parte de los
profesionales o de consulta por parte de los pa-
dres suelen ser de dos tipos. Por un lado, cuando
¿En qué consiste el abordaje hay problemas, alteraciones o desórdenes en el
musicoterapéutico? plano expresivo y relacional, es decir, en la comu-
nicación no verbal o verbal.Y, por el otro, cuando
Este abordaje proporciona los elementos hay problemas en el plano afectivo-vincular, es
para que ese niño o la pareja madre-niño pue- decir, en los modos de intercambio. Ambos tipos
dan explorar sus modos expresivos, vinculares y de derivación suelen estar englobadas dentro
relacionales con el fin de construir o reconstruir de un diagnóstico (TGD, retrasos madurativos,
nuevas experiencias que cobren sentido en la trastornos de conducta o del lenguaje), entre
relación con un otro. Los modos expresivos se otros. También llegan a nuestra consulta niños
observan en la producción sonora del niño, es que no interactúan de acuerdo con lo esperable
decir, aquello que “suena”, por ejemplo, el modo para su edad o su etapa madurativa u otros cuya
en que se pronuncia un golpe, un grito o una capacidad para relacionarse está disminuida o
canción. Los modos vinculares se expresan en ausente. Otros motivos más específicos relacio-
los intercambios sonoros en relación con la re- nados con nuestra disciplina son los niños con
ceptividad, la atención mutua y la reciprocidad, dificultad para construir secuencias organizadas
también estos elementos conforman la comu- interactivas, como escenas de juego o gestos y
nicación no verbal. Los modos relacionales se acciones lúdicas; niños con carencia o excesos

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Licastro, Arias

en iniciativas o repuestas expresivas/comunica- que podemos ofrecer (instrumentos musicales,


tivas o bien restricciones en su espontaneidad. materiales de diferentes texturas y sonidos), y
por el otro lado, con los modos de intervención
En una primera etapa de tratamiento, la mo-
(sonidos, gestos, canciones, melodías, etc.). Los
dalidad es realizar un período de “valoración”
primeros son aquellos elementos que conforman
(evaluación inicial) donde se observan posterio-
una sesión en un consultorio, como instrumentos
res criterios y motivos de admisión. A partir de
musicales, un grabador, según cada paciente.
la producción expresiva del paciente, la etapa
Y, por otro lado, las melodías, las canciones, los
de admisión permite descubrir signos de sutil
sonidos y los gestos, entre otros, conforman los
manifestación en relación con las alteraciones
modos de intervención y es una construcción del
del vínculo y de la expresividad del niño. Poste-
paciente-terapeuta, allí se irá conformando un pro-
riormente, se resuelve la modalidad de abordaje
según cada caso [vincular o individual, trabajo ceso terapéutico.
en duplas (espacio compartido con un par y dos
terapeutas) o grupal].
Evolución de los tratamientos
La instancia individual es pensada como un
espacio donde el paciente pueda reconocerse Desde nuestra mirada, la musicoterapia no
y establecer vínculos, permitiéndose así una es “estimular con música”; el niño ocupa un lu-
exploración individual. La instancia grupal es gar activo en las sesiones, se expresa con una
pensada sobre la base de la existencia de cierta mirada, un silencio, un sonido, un grito, etc. El
posibilidad de escucha para ir transformando los musicoterapeuta está allí para acompañar y guiar
niveles de intercambio. El trabajo en duplas sur- la progresión de sus producciones expresivas e
ge de una intervención específica, es un espacio ir ampliando los círculos de la comunicación, es
de transición entre lo individual y lo grupal, que decir ir aumentando los niveles de escucha y de
se lleva a cabo luego de un proceso individual, intercambio. En niños con desconexiones seve-
y se organiza con un musicoterapeuta referente ras (autismo), al comienzo del tratamiento, se
del niño que realizó el proceso individual. Por lo observa poca iniciativa de contacto, de vínculo
general, el espacio de duplas se compone de con el otro, y sus producciones sonoras se expre-
dos niños y dos musicoterapeutas. Por último, la san en intenciones que no llegan a conforman
instancia vincular es pensada en atención tem- una acción. Es muy interesante como durante
prana para la clínica de bebés o niños pequeños, un proceso terapéutico estos niños pueden ir al
o bien según la necesidad del trabajo relacional encuentro con un otro con intencionalidad y bús-
madre-hijo en edades posteriores. queda de contacto, empiezan a sostener una
pauta visual y sonora que permite las primeras
pautas de la interacción. Los niños sin lengua-
¿Una sesión? je verbal que acompañan sus acciones con el
Nuestro enfoque se basa en escuchar a ese silencio empiezan a descubrir su sonoridad y
niño, trabajamos con la idea de ir al encuentro, y de van armando motivos vocales en relación con
favorecer la espontaneidad y las iniciativas propias. las secuencias interactivas y lúdicas. Empiezan
No hay un modelo preestablecido de sesión, se va a escucharse modulaciones y entonaciones en
construyendo de acuerdo con la singularidad del un jugar a explorar el uso de su voz, un juego
niño. Ahora bien, luego de las primeras observa- con las intensidades y densidades vocales. En
ciones, nuestras intervenciones en sesión estarán síntesis, existen factores clave para el desarrollo
orientadas a propiciar un trabajo tendiente a favo- de la comunicación y el lenguaje que tienen ca-
recer pilares de la comunicación afectiva, como la racterísticas expresivas sonoras, es decir poseen
receptividad/atención mutua/reciprocidad de los una musicalidad. Las interacciones en esta etapa
intercambios, para que el niño vaya descubriendo temprana contienen elementos sonoros, como lo
en un proceso continuo desde los patrones simples rítmico, lo periódico y lo melódico, que devuelven
de comunicación hasta los patrones más comple- un tono afectivo en cada relación y comunicación.
jos. En este sentido, el musicoterapeuta interviene En esta etapa temprana de la comunicación, se
para dar lugar a la búsqueda de organizadores desarrollan de manera espontánea gestos so-
sonoros que den integridad a la experiencia so- noros expresivos (sonidos, miradas, risas) que
nora devenida lenguaje verbal, es decir apunta conforman una estructura sonora con intención
al trabajo de la conformación de las estructuras comunicativa. El ritmo, el movimiento y la forma
sonoras precursoras de la etapa lingüística. Es- de la conversación madre-niño pequeño cobran
pecíficamente en una sesión de musicoterapia, un sentido particular y preparan los cimientos de
contamos, por un lado, con los recursos clínicos la comunicación verbal.

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