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Este trabajo es el resultado del taller que se dio en la catedra de Antropología, la cual estaba
basada en la situación de los indígenas a través del tiempo en la región del Chaco y el primer
problema que nos encontramos con para ello es la carencia de censos oficiales que es una
dificultad para establecer una estadística demográfica verosímil del número de indígenas
existentes en el país. Según apreciación de la Comisión Honoraria de Reducciones de Indios la
cantidad de aborígenes que existe para todo el territorio nacional es de alrededor de 130.000, este
dato es muy relativo porque: la mayoría de los indígenas no está inscripto en los registros civiles;
varias comunidades indígenas lleva una vida nómade realizando migraciones en ciertas épocas del
año y falta de criterio para caracterizar a un indígena por la gran cantidad de mestizaje.
Según la noción que establecieron para el término “indio” es que incluye a toda persona de
ascendencia india que sea miembro de alguna tribu reconocida al presente e incluye a toda
persona que tenga mitad o más sangre india. Otro concepto adoptado por la jurisprudencia
estadounidense que considera indígena a quienes tengan sangre indígena en sus venas y sean
considerados como tales en la sociedad en la que viven.
Para realizar una caracterización de los nativos del Chaco a través del tiempo se utilizaron tres
censos de 1945- 1966- 1985.
Censo indígena Provincial de 1985
Con respecto a las referencias que podemos obtener sobre estos tres grupos, aparece en el mapa
en escala de pirámides, donde se muestran las diferencias entre varones y mujeres con respecto a
los datos que nos da sobre la edad se puede ver que en las tres pirámides de los Mocovies,
Matacos y Tobas tienen una similitud con una base ancha debido a la alta proporción de niños,
niñas y jóvenes, producto de una alta natalidad. Se estrecha rápidamente por efecto de la elevada
mortalidad. La cúspide es angosta por la baja proporción de adultos mayores. Con relación a los
datos que nos brinda sobre el total de la población que sabe leer y escribir se observa que hay un
mayor porcentaje de mujeres que de hombres que son analfabetos; Sin duda, un reto y desafío
que mostrará la eficacia del sistema educativo son los programas que promuevan la alfabetización
y enseñanza para los adultos que viven en hogares indígenas y en particular de los hablantes de
alguna lengua vernácula, permitiendo no sólo alcanzar las metas educativas sino también lograr
una justicia social y un crecimiento integral de las personas.
Se observa en el mapa que la mayoría de los departamentos se caracteriza por tener una mayor
proporción dedicada a otras actividades como en el caso de Gral Güemes donde la población
nativa se dedica a un 30% a la agricultura, un 5% a la fabrica, 5% a negocios y la mayoría se dedica
a otras actividades o en San Fernando donde la población dedicada a otras actividades es de 80%,
las dedicadas a la agricultura son un 2%, a la fabrica solo un 10% y a los negocios un 8%.
El mocoví es uno de los tantos pueblos cazadores que ocuparon durante muchos siglos la gran
región chaqueña sudamericana y que manifestaban características muy similares a otros pueblos
de esa área. Los mocovíes habitan la zona sur de la región Chaqueña, al menos durante el período
en el que su territorio no había sido penetrado aún por los frentes de conquista y colonización.
Entre estas características se destaca la lengua, por lo que estos pueblos han sido clasificados
como pertenecientes a la familia lingüística guaycurú. La lengua de este pueblo es el mokoit. Con
la llegada de la ocupación española, fueron incorporando elementos de procedencia europea, dos
de los cuales tuvieron especial relevancia en sus transformaciones internas y en la historia
posterior: el caballo y las armas de fuego. La intensidad creciente de la penetración europea en las
periferias de la región chaqueña los condujo a perfeccionar su organización para la defensa
territorial, así como a establecer alianzas con otros pueblos que anteriormente habían sido
considerados enemigos. El “proceso de pacificación” se inició más tempranamente en el sur del
área, bajo el control de la provincia de Santa Fe, y en el Chaco al finalizar la Guerra de la Triple
Alianza (que involucró a Brasil, Uruguay y Argentina contra Paraguay, entre 1865 y 1870). Todos
estos procesos combinados incentivaron la gestación de nuevas relaciones entre indígenas y
blancos, particularmente el intercambio de bienes por el comercio o el trueque y la creación de un
mercado de trabajo rural con la incorporación mocoví a las peonadas: los indios habían sido
finalmente pacificados, lo que significa que fueron confinados a reducciones o bien trasladados a
los establecimientos forestales o agrícolas de la región como mano de obra. Los mocovíes
constituyeron una minoría en relación con los qom, sin embargo, en el interior de muchas de las
antiguas reservas y de las nuevas colonias en el sur de la actual provincia del Chaco, la lengua y la
cultura mocoví no solo se han conservado, sino que manifiestan procesos muy activos de cambio y
de reivindicación de su derecho a la diferencia. A pesar de la aculturación se identifican como
mocovíes con sus formas de ser, pensar y hacer. Muchos hablan su idioma aún, y actualmente hay
un fuerte movimiento de recuperación cultural. Los moqoit que viven en barrios dentro o en las
afueras de las ciudades suelen ser menos visibles para el Estado. Como habitan en asentamientos
que no están claramente separados de sus vecinos no aborígenes muchos no poseen el
reconocimiento como “comunidades” por parte de los organismos nacionales y provinciales. En
algunos casos estos moqoit logran hacerse visibles como tales mediante la formación de
asociaciones cooperativas, vecinales o ligadas a la actividad cultural, o también agrupándose
alrededor de las escuelas o iglesias. Debido al alto grado de deforestación en Chaco y Santa Fe, las
actividades de caza y recolección –y pesca, especialmente en el caso de Santa Fe– que tuvieron un
rol fundamental en el pasado reciente, se realizan hoy de forma esporádica. Pese a que ya no
constituyen la base del sistema productivo moqoit, siguen teniendo una relevancia simbólica y de
identidad fundamental.