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lunes, marzo 05, 2012

ESTADÍSTICAS SOBRE LOS PASTORES

LAS ESTADÍSTICAS SOBRE LOS PASTORES


Resultados de varias investigaciones sobre el Ministerio pastoral en EUA
Por el Dr. Richard J. Krejcir
Traducido por Ap. Daniel Guerrero http://haypazcondios.blogspot.com/2012/03/estadisticas-
sobre-los-pastores.html?m=1

¿Qué está pasando con los pastores en los Estados Unidos de América?

He aquí algunas estadísticas alarmantes sobre los pastores, hechas por FASICLD (Francis A.
Schaeffer Instituto de Desarrollo de Liderazgo de la Iglesia). Esta investigación se inició en 1989 como
un proyecto del Instituto Fuller, que fue recogido por FASICLD en 1998.

Después de más de 18 años de investigación de las tendencias pastorales y muchos de nosotros


siendo pastores, hemos encontrado (y este dato está respaldado por otros estudios) que ¡los pastores
están en una ocupación peligrosa! Somos, quizás, la única profesión o trabajo más estresante y
frustrante, mucho más que los médicos, abogados, políticos o peluqueros de gatos (¡hey tienen
garras!). Hemos encontrado que más del 70% de los pastores están tan estresados y agotados que
regularmente están pensando en dejar el ministerio (yo sólo me siento de esa manera los lunes). 35%
a 40% de los pastores en realidad no dejan el ministerio, sino sólo después de cinco años. En una
nota personal, de los 12 pastores principales con los que yo he servido en forma directa, dos han
fallecido y cuatro han abandonado el ministerio por completo, es decir, no sólo ya no están en el
púlpito, sino que ya ni siquiera asisten a una iglesia. Y de forma regular me encuentro con ex-pastores
en las conferencias y charlas, que hacen que me pregunte ¿qué pasó chamo?, como dicen mis hijos.

Desde nuestra más reciente investigación, que hicimos para volver a comprobar nuestros datos, 1.050
pastores fueron encuestados en dos conferencias para pastores, celebradas en el Condado de
Orange y Pasadena, 416 en el año 2005 (California), y 634 en 2006 (yo llevé a cabo un estudio similar
para el Instituto Fuller en los años '80 con un muestreo mucho mayor).

De los mil cincuenta (1.050 ó 100%) de los pastores encuestados, cada uno de ellos tenía a un
estrecho colaborador o a un compañero de seminario, que había abandonado el ministerio por el
desgaste, el conflicto en su iglesia, o por un fracaso moral.
- 948 ó el 90% de los pastores afirmaron, que con frecuencia se fatigan, y se sienten agotados ("worn
out") en forma semanal e incluso diariamente (no dijeron quemados: "burn out").
- 935 ó el 89% de los pastores encuestados, también consideraron dejar el ministerio por lo menos
una vez.
- 590 ó el 57% dijeron que se irían, si tuvieran un lugar mejor a donde ir, incluyendo un trabajo
secular.
- 81% de los pastores dijeron, que no tenían un programa regular de discipulado ni un esfuerzo
efectivo de tutoría para su gente o de enseñanza, para profundizar la formación cristiana en su
iglesia. Recuerde que estos son pastores reformados y evangélicos, ¡no los pastores de las iglesias
históricas! (Esta es la clave).
- 808 ó el 77% de los pastores encuestados ¡sentían que no tenían un buen matrimonio!
- 790 ó el 75% de los pastores encuestados, sentían que no estaban calificados, o habían sido mal
entrenados por sus seminarios, para dirigir y gestionar a una iglesia o para aconsejar a otros. Esto los
dejó desalentados en su capacidad para ser pastores.
- 756 ó el 72% de los pastores que entrevistamos dijeron, que sólo estudiaban la Biblia, cuando
estaban preparando sus sermones o lecciones. Esto dejó a sólo el 38%, que leen la Biblia para sus
propios devocionales y estudio personal.
- 802 ó el 71% de los pastores dijeron, que estaban agotados, y que luchan con la depresión, más allá
de la fatiga, con una frecuencia semanal e incluso diariamente.
- 399 ó el 38% de los pastores dijeron, que eran divorciados o en la actualidad en un proceso de
divorcio.
- 315 ó el 30% dijeron, que habían estado o estaban en una relación sexual con una feligrés, por lo
menos una vez .
- 270 ó un 26% de los pastores dijeron, que regularmente tenían su tiempo devocional personal y se
sentían adecuadamente alimentados espiritualmente. (Esta es la clave).
- 241 o el 23% de los pastores encuestados dijeron que, ¡se sentían felices y contentos regularmente
con lo que son en Cristo, en su iglesia, y en su casa!
- De los pastores encuestados, afirmaron que el promedio de sólo el 25% de los miembros de su
iglesia, asistían a un estudio bíblico o a un grupo pequeño, al menos dos veces al mes. El rango fue
que de 11% a un máximo de 40%; una media de 18% y un número más frecuente de 20%. Esto
significa que más del 75% de las personas que están en una "buena" iglesia evangélica no van a un
estudio bíblico o a un grupo pequeño (esto no es sólo un libro o un plan de estudios, pero donde la
Biblia se abre, se lee, y es estudiada) (esta es la clave).

Sospecho que estas cifras son más bajas en la mayoría de los pastores de las iglesias evangélicas y
reformadas, que vienen a las conferencias, pues suelen estar más interesados en la enseñanza y
cuidado de su rebaño, que aquellos que no suelen asistir.

Ahora, aquí está la investigación que hemos destilado a partir del Grupo de George Barna, Enfoque
a la Familia (Focus on the Family), y el Seminario Fuller, todo lo cual respalda nuestros hallazgos,
así como información adicional de la revisión de la investigación de otros más:

 Mil quinientos pastores dejan el ministerio cada mes debido a un fracaso moral, quemados
espiritualmente o por contiendas en sus iglesias.
 El cincuenta por ciento de los matrimonios de pastores terminarán en divorcio.
 El ochenta por ciento de los pastores se sienten inadecuados y desanimados en su rol como
pastor.
 El cincuenta por ciento de los pastores están tan desanimados, que dejarían el ministerio si
pudieran, pero no tienen otra forma de ganarse la vida.
 El ochenta por ciento de los graduados de los seminarios e institutos bíblicos, que entran en el
ministerio dejarán el ministerio dentro de los primeros cinco años.
 El setenta por ciento de los pastores están en constante lucha contra la depresión.
 Casi el cuarenta por ciento los encuestados afirmó haber tenido una aventura extra-marital
desde el inicio de su ministerio.
 El setenta por ciento dijo que la única vez que estudian la Palabra es cuando están preparando
sus sermones (esto es clave).
La mayoría de las estadísticas dicen que el 60% a 80% de los que entran en el ministerio no
continuarán en él 10 años después, y sólo una fracción va a permanecer en el ministerio como una
carrera de por vida. Muchos pastores - yo creo que más del 90%- comienzan bien, con un verdadero
llamado, entusiasmo y perseverancia en la fe para lograrlo, pero algo les sucede que les descarrila el
tren de pasión y amor por el llamado.

Enfoque a la Familia (Focus on the Family-FOF) ha informado (http://www.parsonage.org/), que en


los Estados Unidos se pierde un pastor diariamente porque busca un camino inmoral, en vez del
camino Dios, porque buscan intimidad en donde no debe ser buscada. Las estadísticas de FOF
indican que 70% de los pastores no tienen amigos íntimos, y nadie en quien confiar. También dicen
que alrededor del 35% de los pastores están ocupados en su propio pecado sexual. Por otra parte, el
25% de los pastores son divorciados. Las estadísticas que he tenido con recursos de Iglecrecimiento
son aún mayores. Los pastores que tienden a ser muy educados, parecen ser los que tienen mayor
capacidad de involucrarse en pecado el sábado y predicar la Palabra el domingo; sin pensar que algo
anda mal. Recuerde, ¡orgullo y arrogancia serán el trampolín en el que el pastor saltará en la piscina
del pecado y provocará que una iglesia luche entre sí!

De los 1.050 pastores que encuestamos en dos conferencias de pastores, celebradas en Pasadena,
California (326 en 2005 y 499 en 2006), 825 ó el 78% dijeron que fueron obligados a renunciar a una
iglesia al menos una vez. El 63% dijeron que habían sido despedidos de su cargo pastoral, por lo
menos dos veces.

En la encuesta se les preguntó por qué fueron despedidos -¿cuáles fueron las razones dadas por la
junta directiva de la iglesia?- frente a lo que ellos sentían era la causa, presentamos 15 categorías,
con un espacio en blanco para llenar, para que dijeran qué consideraban se había perdido:

1. Pobre liderazgo
2. Conflictos con personal clave o líderes laicos
3. El chisme
4. Falta de fondos o recursos económicos
5. División doctrinal o diferencias doctrinales
6. Dificultades en la familia
7. No se conectaba con la membrecía
8. Juegos de poder
9. El concilio de la iglesia se negaba a resolver el conflicto
10. Resistencia a la enseñanza,
11. Resistencia a su estilo de liderazgo o visión
12. Fracaso para enseñar la Biblia
13. Pobre habilidad para relacionarse
14. No siguen la descripción del trabajo
15. Relación inapropiada
16. Otros pecados.

Ellos nos dieron una de las cinco principales explicaciones en una escala del uno al cinco, con unos
pocos (8%) informando sobre cualquiera de las otras categorías. Estas estadísticas se basan en la
respuesta número uno, al mismo tiempo, más del 70% de los pastores declararon tres de estas cinco
razones.
Aquí está el orden de estos hallazgos, que han sido probados de nuevo y han sido respaldados con
encuestas de Internet realizadas desde 1998, y las encuestas de estudios eclesiásticos realizados
desde el año 1980:

 412 ó el 52% declaró que, la razón número uno era cuestiones de organización y control.
Surgió un conflicto que los obligaron a salir, sobre la base de quien dirigía y administraba la
iglesia, sea un pastor, anciano, un líder clave está, o una facción.
 190 ó el 24% declaró que, la razón número uno fue que su iglesia ya estaba en un grado
significativo de conflictos, que la postura del pastor no podía resolver (más del 80% de los
pastores ha indicado a ésta como la razón número 2, si acaso ya no se había dicho como la
número 1; y para el resto, ¡fue la razón número 3!).
 119 ó el 14% declaró que la razón número uno era la resistencia de la iglesia a su liderazgo,
visión, enseñanza, cambios, o que su liderazgo era demasiado fuerte o demasiado rígido.
 64 ó el 8% declaró que la razón número uno era que la iglesia no se conectaba con ellos a
nivel personal, o que ellos no se pudieron conectar con la iglesia, o la iglesia admiraba más al
pastor anterior y no los aceptaban.
 40 ó el 5% declaró que la razón número uno era que no estaban teniendo una relación
apropiada o las habilidades de conexión necesarias como pastor. (Es interesante que nadie ha
mencionado la falta de capacidad para enseñar, sólo que su enseñanza no fue aceptada.
¿Podría ser esto orgullo?

El otro estudio importante sobre los pastores, que mantenía resultados similares a los nuestros, se
llevó a cabo por el psicólogo Richard Blackmon (con vínculos con el Seminario Fuller y el doctor
Archibald Heart), y también fue publicado por el periódico Los Angeles Times.

En el año 1985, así como más recientemente, Blackmon también encuestó a mil pastores de cuatro
denominaciones principales en California, EE.UU. Su investigación, que estaba llevando acabo hasta
el año 2004, reveló que más del 75% de los ministros están extremadamente o altamente estresados.
Incluso encontró que el 31,75% del clero encuestado había tenido relaciones sexuales con un
miembro de la iglesia -¡que no era su esposa!-

Además, se encontró que el 30% a 40% de los ministros en última instancia, abandonará el ministerio.
Su investigación también halló que el costo promedio del seguro médico, para las iglesias hacer frente
a las crisis mentales del clero, es de cuatro por ciento (4%) más alto que cualquier otra industria
secular.

Blackmon afirma que el stress acontece principalmente por situaciones con áreas de finanzas
personales, las finanzas de la iglesia, los problemas de construcción, el reclutamiento de voluntarios,
las cuestiones de asesoramiento, y las visitas. ¡La preparación de sermones y la enseñanza parecen
ser las últimas en su lista! El estrés, de acuerdo con Blackmon, es el resultado principal de la
continua e intensa, responsabilidad de cuidado que sobrellevan los pastores, en comparación con un
médico que se va a ver a un enfermo terminal por una hora o más, y entonces luego lo vemos de
nuevo en unas pocas semanas. Él sugiere que el pastor debe establecer sus propios límites
personales, para mantener el equilibrio, desarrollar relaciones externas a la iglesia, y estar en un
grupo de apoyo con otros pastores. ¡Muy buen consejo!

El problema, como hemos encontrado (y estoy de acuerdo con Blackmon, pero como un síntoma y no
como el asunto principal), es que la gente pierde la concentración en lo que es la misión y el tema
central de la Iglesia. Tanto el pastor como los feligreses pierden el tema principal de lo que realmente
es una iglesia, que es: conocer y adorar a Cristo como el Señor.
Así que, cuando no hay crecimiento en la vida personal del pastor, no hay discipulado, hay pocas
personas en el estudio de la Biblia; entonces no hay ninguna misión o propósito apropiado para esa
iglesia, y no hay objetivos; por lo tanto, no hay nada realmente que hacer con eficacia. El resultado
será la "esquila de las ovejas." En lugar de ser alimentados, ellos se alimentarán los unos de los otros,
junto con el pastor, en una fiesta de conflictos y peleas. Puesto que la iglesia no tiene nada que hacer,
entonces todas las energías van hacia adentro, para atacarse unos a otros. Supongo que es mejor
que estar aburrido...

Cuando yo estaba con otra firma consultora sobre crecimiento de la iglesia, se realizó un importante
estudio de los pastores y se arribó a algunas estadísticas sorprendentes...

 Se encontró que el 90% de los pastores trabajan más de 50 horas a la semana.


 Uno de cada tres pastores declararon que estar en el ministerio es claramente peligroso para
sus familias.
 Uno de cada tres pastores ya se sentían totalmente quemados dentro de los primeros cinco
años de ministerio.
 Más del 70% de los pastores no tienen a nadie que consideren como un amigo, y casi no
tenían amigos pastores cercanos.
 El 90% de los pastores sienten que no fueron capacitados adecuadamente para hacer frente a
la coordinación del ministerio y las exigencias de la congregación.
 Y el 75% de los pastores experimentan una importante crisis debido a la tensión en el
ministerio (Fuller Institute, 1989-1992).

Nosotros, en el FASICLD, re-analizamos los datos de la encuesta por distintos medios a partir de
1998, y en los últimos ocho años, también comprobamos los resultados con una encuesta por Internet
varias veces. Y hemos encontrado que la situación ha empeorado ligeramente. La mayoría de los
pastores ahora trabajan hasta más de 60 horas a la semana. Por lo tanto ¿por qué la tasa de
divorcios entre los pastores va en aumento y los niños de pastores rara vez permanecen en la iglesia
o mantienen su fe? En ambos estudios, más del 40% de los pastores reportaron serios conflictos con
sus feligreses todos los meses. ¡Esto deja a los pastores cansados físicamente, espiritualmente, e
incluso lejanos de Dios! Por lo tanto, no pueden ministrar adecuadamente o conectarse bien con su
rebaño.

Hubo un sondeo realizado por un sociólogo llamado Jeffrey Haddan (Carta de noticias de la "Red
de Oración", 13 de noviembre, 1998) en el que se encuestó a más de 7.400 pastores protestantes. Él
encontró que:
- 13% a 51% de los ministros, dependiendo de su denominación, aceptaban la resurrección física de
Jesús como un hecho histórico.
- Su encuesta declara que entre el 19% y el 60% de los ministros creen en el nacimiento virginal de
Jesús.
- Y La encuesta dice que entre el 67% y el 95% de los ministros creen que las Escrituras son
verdaderas en la fe, la historia y la práctica.

Estas estadísticas son extremadamente preocupantes. ¿Qué estos ministros piensan que están
haciendo? ¿Cuál es su propósito? ¿Y qué están tratando de lograr en la Santa Iglesia de Dios? Si
usted está en el liderazgo de la iglesia y usted no cree en los principios de las Escrituras, no tiene por
qué estar en el liderazgo y, ciertamente, nada que hacer como pastor y maestro del rebaño. Lo que
realmente usted es, es un "lobo con piel de cordero", que será duramente juzgado por Dios.

Nosotros, en FASICLD, llevamos a cabo una encuesta por Internet más simple en el año 2005,
entre 2.245 pastores; y otra entre 1.050 pastores, en persona por medio de nuestras encuestas en
las conferencias de pastores, como hemos visto anteriormente. Debido a que estamos llegando a los
evangélicos reformados y conservadores, las estadísticas son muy diferentes.

Hemos encontrado que más del 90% de los pastores encuestados creen en la resurrección, el
nacimiento virginal y la validez de las Escrituras (aunque que no entramos en los diversos aspectos
de la infalibilidad). El gran problema que encontramos es el "zumbido" o disposición de ir más allá de
la creencia a la confianza; y luego modelar eso a sus congregaciones. Siendo apaleados en el
ministerio, lo que los desgasta y los descarrila en su enfoque.

El resultado de ambos estudios es el siguiente: El pastor debe ser teológicamente preparado. Un


pastor que no tiene una buena teología es como un ingeniero que no sabe matemáticas; él o ella sería
totalmente incapaz de hacer el trabajo de diseño. Un pastor que no es teológicamente preparado es
como un cirujano que no conoce la anatomía y la fisiología ¿le gustaría que él o ella lo operara a
usted? ¿Te gustaría un abogado que te represente que no conozca la ley o el sistema judicial?

Cuando estamos en el púlpito para proclamar la verdad de Cristo, es mejor que sea sólo eso, la
verdad de Cristo, no nuestras inclinaciones, ni ideas nuevas, o la última tendencia en el pensamiento
teológico. Todas estas nuevas olas de la teología sólo confunden y alienan al cuerpo de Cristo, que
son los feligreses a los que servimos y estamos llamados a protegerlos de la falsa doctrina, que no
conduce a la verdad de Dios. La mayoría de estas nuevas ideas se mantienen cambiando y en
conflicto, y sólo duran unos pocos años hasta que la próxima última moda teológica entre en juego.
¿Por qué jugar con el fuego de ese juego, cuando la verdad de Dios sigue siendo la misma y sólo
será nuestro pensamiento creativo el que no dejará de cambiar? ¡Es bueno ser creativo, siempre y
cuando no vaya en contra de las enseñanzas de las Escrituras!

Los resultados de la encuesta son que los pastores se enfrentan a más conflictos, más ira y más
expectativas que nunca. Al mismo tiempo, trabajan largas horas y tienen poca paga, poca
recompensa, y hacen a sus propias familias disfuncionales, debido a su ausencia. Y, para colmo, no
están siendo suficientemente capacitados ni alimentados espiritualmente.

Tengo que decir claramente que esto no es cierto de todos los pastores, hay muchos que son
excelentes en la obediencia a su llamado; pastores de iglesias grandes, y que están allí para sus
familias, que están creciendo en el Señor. Y como pastor, tengo que ser consciente de esto, para que
yo mismo no caiga en estas trampas.

Las estadísticas nos dicen que muchos pastores, no han aprendido a equilibrar su tiempo con la
familia y con el ministerio; o de ocuparse adecuadamente de las grandes luchas del trabajo. Por lo
tanto, muchos de ellos no son capaces de conducir a su iglesia a donde tiene que ir, porque ellos
mismos no han llegado al nivel de crecimiento o de continua formación espiritual al que quieren llevar
a la iglesia. Estoy totalmente en solidaridad con ellos, pero también yo llamo a los pastores a
despertar en lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Y al mismo tiempo digo: ¡Epa
Iglesia, cuida y respeta a tu pastor!

La conclusión es esta: si usted es un pastor, ¡su trabajo es servir a Cristo en primer


lugar! Por lo tanto, es imperativo que no nos hagamos los tontos o indiferentes respecto a la
edificación y a la práctica de nuestra fe personal. Al hacerlo, también debemos tomar en cuenta y
aprovechar las oportunidades que Cristo tiene para nosotros y que todavía nos traerá en el camino.

Nuestra atención debe centrarse en lo principal, y Cristo es lo principal; y con la misma intención, no
negar o descuidar nuestro propio desarrollo de la fe personal y de nuestra familia. Y si lo hacemos,
nosotros personalmente fallaremos y así nuestras iglesias fallarán y nuestras propias familias; y
crearemos una destrucción masiva, conflictos, caos y luchas, que han llegado a ser tan rampantes en
muchas iglesias.
Estamos llamados a hacer lo contrario a la discordia y al conflicto; estamos llamados a lograr
cohesión y comunidad; a mostrar el carácter y el amor de Cristo, en primer lugar a nosotros mismos, a
nuestra familia y luego a nuestra iglesia. Al hacerlo, impulsaremos el crecimiento, la madurez y el
amor; ¡siendo y practicando "verdadera espiritualidad!".

Si no tenemos el deseo de seguir el llamado de Dios, tenemos que preguntarnos ¿por qué? ¿y qué
está en el camino? ¿Por qué estamos en el ministerio? Tenemos que preguntarnos, ¿Qué papel juega
el orgullo y el deseo de pecar, y cómo, en nuestra función como pastores, nos están impidiéndo la
proclamación de Cristo?

A veces, no podemos reconocer el pecado y tal vez buscamos racionalizarlo. Esto ocurre,
especialmente, cuando la teología bíblica o la enseñanza sólida no están arraigadas en nosotros; y
por lo tanto, nosotros no las enseñamos; entonces, nuestras iglesias se convierten en clubes sociales
de chismes y contención, o de entretenimiento; y no es la verdadera y eficaz Iglesia de Cristo, donde
Él es nuestro modelo y donde se manifiesta como el Señor. Recuerden, ¡nuestras elecciones se
demuestran por nuestra obediencia, el fruto, y el crecimiento en Cristo!

¡Como pastores, es nuestra vocación y deber estar en guardia contra la erosión de los valores
bíblicos y lo que nos daña; y también contra lo que daña las creencias en nuestras iglesias y
daña una mentalidad bíblica (Salmo 123:3; Marcos 4:19)!

Recuerde, las iglesias fallan porque nosotros como pastores fallamos; tendemos a poner nuestras
necesidades y deseos por encima del Señor. Y se trata es de Su Iglesia y nosotros somos Sus
siervos. ¡Vamos a enfocarnos en el objetivo correcto, es decir, en Su camino y no en el nuestro!
Estamos llamados a un propósito superior. No somos llamados a servirnos a nosotros mismos.
Tenemos que llevar a otros hacia Él, no a nosotros mismos.

El ministerio es un llamado maravilloso, que puede ser gozoso y satisfactorio; pero también es una
cosa peligrosa, porque estamos ante un Dios santo... Sí, tenemos gracia, ¡pero también tenemos
responsabilidad!

© 2007 (investigación de 1989 a 2006) RJ Krejcir Ph.D. Francis A. Schaeffer Instituto de Desarrollo de
Liderazgo de la Iglesia http://www.truespirituality.org/

FUENTE:
http://www.intothyword.org/articles_view.asp?articleid=36562&columnid=

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¿Por qué los pastores abandonan el Ministerio?
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