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e Integración Constitucional
1er. Edición
Editorial Hispamer
1
N
342
E 74 Escobar Fornos, Iván
Interpretación e integración constitucional/
Iván Escobar Fornos. -- 1a. ed. -- Managua:
Hispamer, 2002.
360p
ISBN: 99924-33-88-4
1. NICARAGUA-DERECHO
CONSTITUCIONAL 2. INTERPRETACION
DEL DERECHO
Diseño de portada
y diagramación : Vladimir A. Barrios J.
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En 1973, con motivo del Primer Congreso Nacional de Derecho Constitucional en
México, los profesores Héctor Fix-Zamudio y Jorge Carpizo demostraron (pp. 10 y
ss.) que los problemas de la interpretación constitucional no estaban siendo estu-
diados con la amplitud que merecían. Por entonces sólo la doctrina argentina pres-
taba atención sistemática a esta cuestión. Los autores señalaban una importante
consecuencia de esa laguna doctrinaria en el caso de México: la inestabilidad de
las disposiciones constitucionales. Su razonamiento era muy certero y quizá po-
dría ampliarse a otros sistemas constitucionales. En países donde se ha desarro-
llado una consistente doctrina relacionada con la interpretación constitucional, los
sistemas constitucionales se han visto fortalecidos y han alcanzado una gran es-
tabilidad, en tanto que en los países donde eso no ha ocurrido se ha hecho nece-
sario que los ajustes, en cuanto al alcance de la norma constitucional, se lleven a
cabo mediante reformas al ordenamiento fundamental.
Desde esa perspectiva el trabajo realizado por el profesor Iván Escobar Fornos
es de gran trascendencia, porque ofrece un panorama rico en información y en
ideas, que hacía falta entre nosotros. A los temas tradicionales de la interpretación
el profesor Escobar incorpora el examen de nuevos problemas y formula reflexio-
nes que abren un amplio horizonte al estudioso del Derecho.
En uno de los capítulos de esta obra (IV, 3), el autor profundiza en un problema que
ya había planteado en su muy útil Manual de Derecho Constitucional: la interpretación
auténtica de la Constitución. Se trata de un tema de enorme interés e importancia
doctrinaria, porque por interpretación auténtica de una norma se entiende la que prac-
tica el mismo órgano que formuló esa norma. En el caso de las constituciones rígidas
(y en nuestro tiempo prácticamente todas lo son) el proceso legislativo ordinario es
diferente del proceso legislativo constitucional. En esta circunstancia, una ley ordinaria
no puede considerarse como interpretativa, en sentido auténtico, de la Constitución,
porque su proceso de elaboración no es el mismo de la Constitución. Sin embargo,
para superar ese problema el profesor Escobar Fornos aporta soluciones inteligentes.
5
El problema que muchas veces se presenta es que la sociedad desconfía de la
verdadera representatividad de los legisladores. Ya en 1912 Antonio Machado,
con pluma maestra, sintetizaba en una expresión contundente lo que antes y des-
pués se ha pensado cada vez que el sistema representativo deja de satisfacerlas
expectativas de la sociedad política: “... cuando el político de oficio tremola su
banderín descolorido, pide sufragios como pudiera pedir garbanzos para su pu-
chero...” (p. 292). Las recaídas en cuanto a la desconfianza en el sistema repre-
sentativo son frecuentes, como ocurre también con el sistema judicial. Se trata de
una cuestión mayor en cuanto a los problemas del Estado constitucional contem-
poráneo, porque cuando se desdora la función judicial o la tarea representativa,
las bases de la democracia se debilitan y las del autoritarismo se robustecen.
Los sistemas representativos tienen que vencer muchas reticencias; cada época
les ha presentado desafíos diferentes. La vulnerabilidad del sistema representativo
proviene de distintas causas, que se pueden presentar de manera sucesiva o simultá-
nea: la deficiente construcción de los sistemas electorales; las prácticas de corrupción
electoral; la hegemonía de las oligarquías en los partidos políticos (la “ley de hierro”,
en términos de Michels); la acción de los medios de comunicación, a veces más
dinámica que los propios Congresos para plantear e investigar problemas; la falta de
idoneidad de los representantes; la relación asimétrica entre los Congresos y los Go-
biernos; el escaso trabajo congresual, cuando los periodos de sesiones son relativa-
mente breves, para sólo mencionar algunas de las más ostensibles.
En esas condiciones los agentes políticos advierten que las sociedades tienden
a desconfiar del trabajo legislativo ordinario, y propenden a exigir que incluso las
cuestiones de menor enjundia queden inscritas en la Constitución, como norma
de mayor jerarquía y más difícil distorsión. La presión política y social por elevar
tantas materias como se pueda al nivel de norma constitucional procede, en muy
buena medida, de la desconfianza ante las instituciones representativas. A ese
fenómeno se adiciona el que mencionaban los profesores Carpizo y Fix-Zamudio:
las carencias doctrinarias en materia de interpretación constitucional.
En efecto, entre más intensa sea la actividad interpretativa, menor tenderá a ser
la propensión a reformar la norma fundamental. Es a través de la interpretación,
de legislador y del juez, muchas veces estimulada por la doctrina, que la Constitu-
ción se va adaptando a las nuevas exigencias colectivas o va anticipándose a las
demandas de desarrollo social e institucional. La interpretación, por ende, abre
una opción de gran economía procedimental para actualizar la norma constitucio-
nal, y permite que los agentes políticos y las instituciones representativas desem-
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peñen un papel más creativo, imprimiendo a la vez estabilidad a la norma supre-
ma. Una importante consecuencia de esa estabilidad es que facilita el desarrollo
de la cultura constitucional (a la que también alude brillantemente el autor, cap. XI,
9) y de su correlato natural: la adhesión a la Constitución (o el “sentimiento cons-
titucional”, como prefiere la doctrina alemana).
Otro aspecto que merece la atención del autor y que apenas comienza a ser
objeto de estudio por la doctrina latinoamericana, es el de la inconstitucionalidad
por omisión. Los problemas derivados de la falta de desarrollo legislativo de las
disposiciones constitucionales fueron vistas con notable agudeza por el consti-
tucionalista portugués Gómes Canotilho, en su análisis acerca del problema de
la discrecionalidad legislativa (esp. pp. 209 y ss.). Poco a poco, a partir de la
experiencia alemana (vid. Pina) las cláusulas programáticas constitucionales
fueron adquiriendo fuerza aplicativa. Para conseguirlo ha sido esencial la flexibi-
lidad interpretativa de los tribunales y, como demuestra Fernández Rodríguez
(pp. 243 y ss), las constituciones comienzan a incorporar paulatinamente este
novedoso instrumento para la defensa jurisdiccional de los derechos fundamen-
tales. El profesor Escobar Fornos apunta que la doctrina todavía no presenta
una posición homogénea en torno a este problema, pero deja ver su simpatía
por la decisión de la Corte Suprema de Nicaragua que ya en 1999 dio el gran
paso de admitir la procedencia de analizar la inconstitucionalidad por omisión.
7
parte conclusiva del procedimiento reformador de la Constitución. Las fases previas
de ese procedimiento no quedaron sujetas al control jurisdiccional. Un caso anterior,
el Dillon v. Gloss (1921), sirvió para que la Corte afirmara el derecho del Congreso
para establecer el periodo dentro del cual las legislaturas locales podrían ratificar las
enmiendas, hablándose de “un periodo razonable”. Sin embargo, en el caso Coleman
v. Miller (1939) se superó, por considerarse de carácter esencialmente político, el
problema de la “razonabilidad del tiempo” para que las legislaturas se pronunciaran.
En lo que se refiere a los límites del poder revisor de la Constitución, la polémica es,
sin duda, más profunda. En la doctrina este tema ha sido objeto de muy diversas
opiniones, no siempre convergentes, algunas de las cuales encuentran su apoyo en el
decisionismo de Carl Schmitt. Toda vez que para ese autor el acto constituyente se
cifra en un único momento de decisión, y que la Constitución vale por virtud “de la
voluntad política existencial de aquel que la da”, sin importar tanto la de quien luego la
aplique, se llega al extremo de sustentar una especie de imposibilidad histórica de
modificación del orden constitucional, a menos, claro está, que se produjera un nuevo
momento de decisión traducido en un diversa voluntad política existencial.
8
El voluntarismo que alienta el pensamiento de Carl Schmitt se contrapone al
reconocimiento de la Constitución como resultado de la única decisión que real-
mente cuenta: la del poder constituyente que reside en el pueblo. Si bien el esque-
ma de las llamadas “decisiones políticas fundamentales” puede tener cierta utili-
dad, como una expresión totalmente convencional y para el efecto didáctico de
hacer más claras las tareas de enseñar los principios centrales en torno a los
cuales se encuentra estructurada una Constitución; si bien, se repite, tal expresión
puede tener tal connotación, el concepto original del autor era más riguroso y, por
ende, más vulnerable al análisis jurídico y político.
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En el capítulo referente a la integración constitucional, el profesor Escobar For-
nos utiliza su profunda experiencia en el ámbito del Derecho privado para presen-
tar un panorama muy amplio sobre los problemas de la integración. Debe tenerse
presente que el autor cuenta con una excepcional experiencia como abogado pos-
tulante, juez, legislador, funcionario administrativo y profesor universitario. Su obra
jurídica incluye trabajos de gran aliento en materia procesal, registral, constitucio-
nal, histórico-jurídica y de Derecho de las obligaciones. Su formación humanista y
su dominio de la técnica jurídica le permiten transitar con desenvoltura y precisión
a través de varios territorios del Derecho. Esta cualidad se advierte en capítulos
que demandan la mayor versatilidad profesional posible, porque los problemas de
la integración del Derecho exigen soluciones que no se reducen a sólo un campo
determinado. En este sentido los capítulos sobre integración, contradicciones cons-
titucionales y desconstitucionalización, forman una unidad de alta calidad analítica
y expositiva.
Esta obra está concebida y desarrollada para ser estudiada por todos los intere-
sados en el Derecho constitucional; el autor ha tenido buen cuidado de plantear
los problemas en su dimensión más amplia, acudiendo al Derecho comparado y a
la doctrina más reciente. El trabajo del profesor Escobar Fornos se inscribe entre
las valiosas aportaciones de la doctrina iberoamericana, como las de Raúl Canosa
en España y de Jorge Carpizo en México. El estudio detenido de este trabajo
también complementa los ahora clásicos estudios de Wróblewski, que tuvo el mérito
de inscribir la interpretación constitucional en la teoría general de la interpretación
jurídica. El ilustre jurista nicaragüense agrega, a su prolífica obra, un nuevo título
que también representa una nueva y muy valiosa aportación para el mejor conoci-
miento de una materia que, como se señaló al principio de estas consideraciones,
apenas había sido desarrollada por la doctrina hispanoamericana.
Diego Valadés
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Universidad Nacional Autónoma de México.
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Referencias
11
Index
A
abandono 66
abdicación 66
aborto 131
absolutismo 22
abuso del Derecho 191
acción confesoria 181
acción de inconstitucionalidad 227
activismo judicial 244
C
Código Civil
20, 26, 41, 64, 65, 66, 67, 68, 71, 74, 77, 82, 84, 91, 93, 95, 102, 113, 152, 169, 170, 171, 173, 174, 175, 240
Código Penal 256
H
hermenéutica 13
I
interpretación 13
12
1. Hermenéutica e interpretación
2. Importancia de la interpretación
1. Tratado de Interpretación Constitucional. Abeledo-Perrot. Buenos Aires, Argentina. 1998, pág. 41.
13
distintos que difieren en actuación y apreciación del Derecho: El legislador constitu-
yente con voluntad desarticulada, legisla en forma abstracta y en el escritorio; por el
contrario, el juez, en contacto directo con el justiciable se enfrenta con la justicia en
el caso concreto, con las inexactitudes, oscuridades y vicios legales, con los cam-
bios económicos, sociales y políticos que lo llevan a adecuar el Derecho a los nue-
vos tiempos. Tales circunstancias y otras más lo llevan a ser abierto y creativo.
2. Cuando Charles Evans Hughes fue gobernador de Nueva York expresó: “Vivimos bajo una Constitución; mas la Constitución es la que los jueces
dicen”.
3. Sentencia de 1803 del Tribunal Supremo de los Estados Unidos redactada por el juez John Marshall.
4. En Sentencia de 1957 (caso Siri) la Corte Suprema Federal admitió el amparo contra los actos de autoridad sin que este recurso estuviera
regulado en ninguna ley y en sentencia de 1958, en el caso Samuel Kot, S.R.L. admitió el amparo contra los particulares sin que tampoco estuviera
regulado por ley.
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3. Necesidad de la interpretación
Las normas constitucionales pueden ser claras, dudosas, generales, vagas, prin-
cipistas y contradictorias. En todos estos supuestos es necesaria la interpretación.
Otro sector por el contrario, sostiene que el juez siempre tiene que averiguar el
contenido de la ley, por muy claro y sencillo que sea, para aplicarla al caso concre-
to y a esto se llama también interpretación. Es interpretación detectar esa claridad
al contacto del caso cuyas características y particularidades no siempre coinciden
exactamente con el supuesto de hecho de la norma. La interpretación es un pre-
supuesto indispensable para la aplicación de la ley. Con ella se pone de manifiesto
el contenido de la norma, ya sea claro o dudoso. Esta tesis pone en duda la exac-
titud de los adagios ya señalados y que dan vida a la anterior opinión.
5. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho Procesal Constitucional. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua, 1999, págs. 97, 98, 129 y 142. Para
profundizar sobre la historia y avance de la interpretación, consúltese a Domingo García Belaúnde. “Interpretación Constitucional como Problema”.
Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Biblioteca Jurídica Dike. Colombia, 1996, pág. 48 y sigts.
6. “Interpretación Constitucional”. Escritos de Derecho Político Constitucional. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1992, págs. 33 y 34.
15
Por nuestra parte, nos adherimos a la tesis de la necesidad de la interpretación
de la ley al vincularla al caso concreto, aun cuando su contenido sea claro.
María Luisa Balaguer Callejón expresa que en la medida que el axioma in claris
non fit interpretatio induce a que las repuestas en el Derecho se indagan y no se
construyen, se produce una relación estrecha entre el concepto de claridad y la
posibilidad de una única repuesta correcta, heredera del dogma de que la razón
es única. La idea de una única solución para cada caso tiene manifestación en el
recurso de casación por infracción de ley, el precedente, la certeza y la seguridad
jurídica. El único razonamiento correctivo priva al proceso del razonamiento de la
pluralidad. Mantiene la tesis de que cabe más de una solución correcta y más de
una decisión judicialmente correcta. Hace depender la corrección del respeto al
proceso racional que imponen las fuentes y las premisas.7
4. Objeto de la interpretación
7. Interpretación de la Constitución y Ordenamiento Jurídico. Editorial Tecnos. Madrid. 1997, págs. 103 a 106.
16
llegó al extremo, como ocurre con el tratadista español Joaquín Dualde, de que-
rer sustituir la lógica con la intuición judicial”.8
5. Límites de la interpretación
8. “El Juez ante la Norma Constitucional” . Justicia Constitucional, Ombudsman y Derechos Humanos. Comisión Nacional de los Derechos
Humanos. México, 2001, pág. 9.
17
del control constitucional provisionalmente atribuido a los tribunales comunes y
posteriormente en forma definitiva a la Corte Constitucional. La Constitución italia-
na entró en vigor el 1 de enero de 1948, pero la Corte Constitucional fue instituida
a partir de 1956.
9. “La Constitucionalización del Ordenamiento Jurídico: El Caso Italiano.” Estudios de Teoría Constitucional. Editorial Doctrina Jurídica
Contemporánea. México, D. F. 2001, págs. 166 y 167.
10. S. 9:00 a.m. del 27 de noviembre de 1992, B.J., pág. 259.
18
La eficacia de la norma constitucional (en Nicaragua) tiene varios aspectos:
eficacia directa, eficacia derogatoria, eficacia invalidatoria, eficacia interpretativa,
eficacia informadora.
A. Eficacia directa
B. Eficacia derogatoria
C. Eficacia invalidatoria
El art. 182 de la Constitución dispone que las leyes, decretos, tratados, órdenes o
disposiciones que se oponga o alteren las disposiciones de la Constitución no
tendrán valor alguno serán (nulas).
D. Eficacia interpretativa
11. Guastini distingue entre la atribución de un derecho y la protección del mismo, pues una cosa es proclamar un derecho y otra garantizarlo,
protegerlo. Por ejemplo se dispone en la Constitución que existe libertad de expresarse, que la libertad personal es inviolable. Pero tales
declaraciones no garantizan el cumplimiento de dichos derechos, por lo cual es preciso establecer otras normas que señalen los medios que
garanticen su cumplimiento. Las garantías de los derechos constitucionales se dan contra el Estado. A partir de Locke y Montesquieu se ha
difundido la idea de que la garantía fundamental de los derechos de libertad es la separación de poderes. Esta separación es una garantía frente
al poder político del Estado, como forma de limitarlo. Pero como el Estado divide sus fines en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, hace un
estudio sobre las garantías de los derechos constitucionales frente a tales poderes. Advierte que su estudio y argumentaciones no se refieren a los
derechos sociales. No obstante, hace una interesante distinción entre los derechos de libertad y los derechos sociales en tres aspectos: a) El
contenido de un derecho social no es una omisión del Estado, sino una acción del Estado. Por ejemplo se ha convertido en una obligación del
Estado la tutela de la salud (art. 32.1 de la Constitución italiana y art. 59 de la nuestra)y también la del trabajo (art. 35 de la Constitución italiana y
57 de la nuestra). b) La prestación requerida al Estado es completamente indeterminada porque son muchos y muy diferentes las formas de
tutelar la salud y el trabajo. c) Como consecuencia, los derechos sociales no están asegurados con garantías específicas. Por ejemplo: no se
puede demandar al Estado ante el juez para que acepte una medida específica para la tutela de la salud o el trabajo. Estos derechos sociales los
considera situaciones subjetivas (a los cuales es lícito dudar que se le pueda aplicar el nombre de derechos) atribuidas por disposiciones
constitucionales de carácter meramente programáticas, disposiciones que están dirigidas, según los casos, al legislador o al Estado en su
conjunto, proponiendo la realización de ciertos programas sociales o económicos. (“La Garantía de los Derechos Fundamentales en la Constitución
Italiana”. Estudios de Teoría Constitucional . Ob. cit, págs. 233, 234 y 235).
19
cacia constituye un sistema interpretativo fundamental para la unidad del ordena-
miento jurídico. Será estudiado en el Capítulo IV.
E. Eficacia informadora
12. Arts. 36, 41, 43, 44 inc. 4, 130 párrafo 3, 131 inc. 2, 138 inc. 10. iv), 149 inc. 2 de la Constitución y otros.
13. Expresa Javier Pérez Royo: “La Constitución, por el contrario, no tiene ni una sola disposición que tenga esa estructura normativa. La
Constitución se limita a reconocer y garantizar algunos derechos y libertades, a fin de que los ciudadanos puedan autodeterminar su conducta en
condiciones de igualdad y a determinar qué órganos y con qué procedimientos van a manifestar la voluntad del Estado y la van a hacer cumplir. Por
eso tiene que ser un derecho de mínimo. La Ley y la Constitución, en cuanto normas jurídicas, son, pues, completamente diferentes. La Ley existe en
la forma de múltiples leyes, que son expresión de la regularidad de los comportamientos de los individuos en las más diversas esferas de la vida
social y que tienen una estructura material normativa caracterizada por la fijación de un presupuesto de hecho hipotético al que se anudan
consecuencias jurídicas. La Constitución, por el contrario, es una norma única, que no es expresión de regularidad alguna en los comportamientos
sociales y cuya estructura normativa no supone la tipificación de ninguna conducta a la que se anuden consecuencias jurídicas de ningún tipo. La
pregunta se impone: ¿pueden los criterios de interpretación construidos y pensados para miles de normas con estas características ser los mismos
que aquellos con los que se ha de interpretar una norma única que se diferencia por completo de todas las demás? Dejémoslo aquí, por el momento”.
(Derecho Constitucional. Marcial Pons. Ediciones Jurídicas, S.A. Madrid, 1994, págs. 103 y 104).
20
En nuestra Constitución existen normas de diferente naturaleza: normas permi-
sivas;14 normas prohibitivas;15 normas imperativas;16 normas principistas;17 nor-
mas programáticas;18 y operativas;19 normas casuísticas;20 normas de garantías;21
normas de organización de los órganos o poderes del Estado y repartidoras de
competencias; y normas que consagran los derechos fundamentales.
8. El control constitucional
21
Dentro del Estado Constitucional la Constitución no sólo es la ley suprema del
país, sino que también tiene valor normativo y se aplica en forma directa.
Los métodos tradicionales fueron formados más en contacto con la ley ordinaria
que con la Constitución. Generalmente son consagrados en los títulos prelimina-
res de los códigos civiles. Savigny señaló los siguientes: la interpretación grama-
tical o literal, la interpretación teleológica o finalista, la interpretación sistemática y
la interpretación histórica.
23. Afirma Pérez Royo que durante los dos largos siglos de vida del Estado Constitucional, siglo y medio ha vivido con ausencia total de la
interpretación del Derecho Constitucional. No incorpora, como lo han hecho las otras ramas del Derecho (Derecho Administrativo, Derecho Mercantil,
etc.), los criterios de interpretación definidos por la Teoría General del Derecho Privado. Esta ausencia de interpretación constitucional fue corregida
a mediados del siglo XX con la presencia de la Teoría de la Interpretación de la Constitución distinta de la interpretación jurídica, aunque reconoce la
aplicabilidad de las normas tradicionales de la interpretación. (Derecho Constitucional. Ob. cit, págs. 98 y 108).
22
del soberano y negaban su aplicación cuando los consideraban incompatibles
con las leyes fundamentales del Reino. Los jueces debían someterse estricta-
mente al texto de la ley y en caso de duda se dirigían al príncipe para que fijara
su sentido o bien enviaban el expediente para que lo decidiera.
Esta desconfianza hacia los jueces continuó con la Revolución francesa, duran-
te la cual no pocos de ellos fueron guillotinados.
Hemos pasado del juez autómata de Montesquieu al juez de amplia libertad caracte-
rizado por las expresiones siguientes: “el Derecho es lo que los jueces declaran como
tal”, el Derecho es lo que los jueces hacen”, “el Derecho es lo que los jueces dicen”.
24. Para esta escuela el juez cada día se aproxima más a la función legislativa y cuando integra el Derecho realiza una labor personal y creadora.
25. Para la escuela realista el Derecho es una permanente creación del juez, obra exclusiva del juez en el momento que decide un conflicto.
23
El juez norteamericano Oliver Wendell Holmes en una conferencia en la Uni-
versidad de Harvard expresó: “Entiendo por Derecho las profecías acerca de lo
que harán los jueces.
Al abogado no le basta saber lo que la ley expresa para el caso, sino conocer
lo que el juez hará, porque no se ajusta el proceso de dictar sentencia a un
cuadro silogístico como lo conciben los exegetas”.
24
ba la ley, pero se omiten algunos aspectos, instituciones, casos o situaciones.
Ejemplos de leyes que faltan en forma absoluta: proyecto de ley que impida que
los medios de comunicación social sean sometidos a intereses extranjeros o al
monopolio económico de algún grupo,27 proyecto de ley que regule la unión de
hecho de la pareja.28 Ejemplos de omisiones parciales: falta de la regulación de la
participación popular en la organización de los tribunales judiciales que adminis-
tran justicia29 en la Ley Orgánica del Poder Judicial, falta de regulación del habeas
data en la Ley de Amparo.
25
de la ley porque la omisión legislativa violaba dichos preceptos constitu-
cionales y, por lo tanto, la espera de la ley aconsejaba tomar una medida
provisional.
31. S. 11 a.m. del 6 de junio de 1986, B.J., p.105. Consulta del 11 de septiembre de 1987, B.J., p.418.
32. Art. 80 y 81 de la Constitución.
26
La Constitución de la Provincia de Río Negro, Argentina, establece una acción
por el incumplimiento en el dictado de una norma que impone un deber concreto al
Estado Provincial o a los municipios. Se tramita ante el Tribunal Superior de Jus-
ticia. Cuando éste declara procedente la acción, fija un plazo para que se subsane
la omisión. Si no se subsana la omisión, el tribunal integra el orden normativo
resolviendo el caso con efecto limitado al mismo y de no ser posible esta solución
determinará el monto del resarcimiento a cargo del Estado conforme al perjuicio
indemnizable que se acredite.33
33. El sistema vigente en la República de Argentina es judicial, difuso, sin especialidad y con efectos al caso concreto. La inconstitucionalidad
por omisión no está consagrada en el orden federal, sólo la establece la Provincia de Río Negro.
34. S. 10:30 a.m. del 22 de abril de 1999.
27
13. El tribunal superior de la justicia constitucional como poder político
28
g) Señala la cuantía de los juicios para determinar competencias.
k) Conoce y resuelve los conflictos que surjan entre los municipios y entre éstos
y los órganos del gobierno central.
29
dos: la Comisión de Administración, la Comisión de Carrera Judicial y la
Comisión de Régimen Disciplinario. Existen también comisiones especia-
les. Además funciona una Secretaría General Administrativa; la Secretaría
Judicial Disciplinaria y la Escuela Judicial.
30
nos y en el Estado de Colorado en los Estados Unidos de América, la Constitu-
ción dispone que el 5% de los inscritos en los comicios tienen el derecho de
pedir un referéndum sobre la ley que el Tribunal Supremo del Estado haya
declarado inconstitucional. Teodoro Roosevelt intentó consagrar este sistema
y lo incorporó a su campaña presidencial de 1912, pero no logró éxito.
35. Cfr. K.C. Wheare. Las Constituciones Modernas. Editorial Labor. Barcelona, España. 1971.
31
vación de la sentencia viene a convertirse en una garantía constitucional.
El art. 13 de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que son nulas las
resoluciones judiciales, a excepción de las providencias de mero trámite, que ca-
recen de fundamentos de hechos y de derecho. Expresa: “Arto. 13. So pena de
anulabilidad, toda resolución a excepción de las providencias de mero trámite,
debe exponer claramente los motivos en los cuales está fundamentada, de con-
formidad con los supuestos de hecho y normativos involucrados en cada caso
particular, debiendo analizar los argumentos expresados por las partes en defen-
sa de sus derechos”.
32
él. De cara a la sociedad, porque de esta forma el juez legitima su decisión
ante la sociedad. Se favorece así el control social del Derecho”.36
33
34
CAPÍTULO II
RETROACTIVIDAD
O IRRETROACTIVIDAD
DE LAS REFORMAS
CONSTITUCIONALES
SUMARIO
1. Planteamiento del problema.
2. En busca de la solución.
3. Otras opiniones doctrinales.
35
36
1. Planteamiento del problema
Las constituciones también pueden disponer que algunos de sus artículos sean
retroactivos, lo mismo que determinadas leyes sean retroactivas, limitando el ámbito
de su retroactividad.
37
materia social si lo determina expresamente. El art. 34 de la Constitución de Costa
Rica dispone que la ley no tiene efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna,
o de sus derechos patrimoniales adquiridos o de situaciones jurídicas consolida-
das. El art. 21 de la Constitución de El Salvador dispone que las leyes no pueden
tener efecto retroactivo, salvo en materia de orden público y a favor del delincuen-
te en materia penal. La Corte Suprema determinará si una ley es o no de orden
público. El art. 15 de la Constitución de Guatemala dispone que la ley no tiene
efecto retroactivo, salvo en materia penal a favor del reo. El art. 96 de la Constitu-
ción de Honduras dispone que la ley no tiene efecto retroactivo, salvo cuando
favorezca al delincuente o procesado. El art. 14 de la Constitución de México
dispone que la ley no tiene efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. El
art. 24 de la Constitución de Venezuela (1999) expresa que ninguna disposición
tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor pena. Las leyes de pro-
cedimiento entrarán en vigencia inmediatamente aún en los procesos en curso y
las pruebas evacuadas se estiman en cuanto beneficien al reo conforme a la ley
en que se promovieron. Las Constituciones de Bolivia y el Salvador dejan la puer-
ta abierta en forma amplia, para dictar leyes retroactivas en materia social o de
orden público.
2. En busca de la solución
El art. 38 de la Constitución Política expresa que “la ley no tiene efectos retroacti-
vos, excepto en materia penal cuando favorezca al reo”. Se refiere a la ley ordina-
ria. Es una limitación al legislador ordinario y no al constituyente.
La razón radica en que éste con mandato del pueblo, en el cual reside la sobera-
nía, es el encargado de organizar el Estado, señalar los derechos fundamentales y
establecer el procedimiento democrático para que el pueblo tome las decisiones
políticas, sociales y económicas fundamentales de acuerdo con el ser y querer del
pueblo, o sea, su Constitución Política real. En esta tarea no puede quedar bloquea-
do por tal principio.
38. Expresa que los actos constitucionales por su propia naturaleza son retroactivos. Las Libertades Públicas en Costa Rica. Editorial
Juricentro. San José, Costa Rica. 1999, p 219.
39. Las Garantías Individuales. Editorial Porrúa, S.A. México, D.F. 1965, p. 452.
38
Ignacio Burgoa no rechaza la tesis jurisprudencial que se transcribe a continua-
ción.39 También la retroactividad es reconocida por la Corte Suprema de Justicia
de México, que ha expresado:
39
cláusulas de intangibilidad, y si la reforma de la Constitución no es una ley ordina-
ria sino la Constitución misma, cualquier precepto constitucional es susceptible de
ser modificado por una reforma efectuada por el órgano competente”.41
Por otra, parte el ilustre administravista chileno, Guillermo Varas, dice: “En cuanto
a las leyes políticas estimamos que la nueva ley debe ser íntegramente aplicada,
en virtud del principio de que estas clases de leyes tienen por misión establecer y
reglar las bases de la sociedad y prevalecen, desde el momento que se dictan,
sobre cualesquiera disposiciones anteriores; principio, ha dicho la Corte Suprema,
que toma un carácter absoluto tratándose de preceptos constitucionales; los cua-
les, por su naturaleza fundamental, borran el pasado y lo constituyen incontenible,
por su naturaleza fundamental, con un nuevo orden de cosas, sea relativo a la
organización del Estado o de los poderes públicos, sea referente al ejercicio y
atribuciones de los derechos civiles de los ciudadanos. El principio de la no retro-
actividad es principalmente una regla o programa para encaminar el raciocinio
judicial en la interpretación de las leyes, que no obliga al legislador sino en el caso
de que avance sus pasos en el terreno constitucional y que no tiene influencia
alguna en el poder constituyente, el cual procede e impera en la confección de sus
mandatos con la más absoluta libertad, como que no tiene más límites en el ejer-
cicio de sus facultades discrecionales que los que le dictan su misma prudencia y
previsión y su propio patriotismo”.42
El citado artículo solamente dice que las leyes no tienen efecto retroactivo,
pero no explica en qué consisten esos efectos retroactivos. De aquí que la
formulación del concepto de retroactividad quede reservado a la doctrina, la
ley y la jurisprudencia.
La opinión más aceptada sostiene que una ley es retroactiva cuando afecta
derechos consolidados, asumidos, pertenecientes al patrimonio del afectado, a
40
situaciones ya agotadas o perfectas, y no a expectativas jurídicas, a derechos
pendientes, futuros o condicionales.
41
así dice: “La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propie-
dad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de regu-
lar en beneficio social el aprovechamiento de los elementos naturales sus-
ceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la
riqueza pública...”.43
Por el contrario, Elisur Arteaga Nava sostiene que la regla general debe ser
que las normas constitucionales rijan para el futuro y para que tengan efecto
43. Introducción al Estudio del Derecho. Editorial Porrúa, México D.F. 1992, pág. 400.
44. Derecho Constitucional. Editorial Porrúa. México, D.F. 2000, pág. 639.
45. Interpretación de la Constitución. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1984, págs. 353 y 354.
42
para el pasado deben expresarse claramente: “Es factible que las normas cons-
titucionales tengan efectos retroactivos; esto pudiera ser la excepción. La regla
general debe ser que la norma fundamental rija en el futuro. Para que lo haga en
el pasado se requiere declaración expresa. Cuando no la hay se aplica el princi-
pio general. La explicación pudiera encontrarse en la teoría de los derechos
adquiridos llevados al Derecho público. A lo largo de la historia política del país
se han presentado diversas posibilidades que corroboran lo anterior”.46
43
44
CAPÍTULO III
NORMAS CONSTITUCIONALES
INCONSTITUCIONALES
SUMARIO
1. Introducción.
2. Algunas reglas sobre modificación y derogación de leyes.
3. Posiciones doctrinales:
A. La positivista.
B. La iusnaturalista.
4. Tema polémico.
5. Algunas opiniones doctrinales.
45
46
1. Introducción
a) Una ley posterior de igual rango puede derogar o modificar a otra anterior
de igual rango. La Constitución puede ser sustituida o reformada por otra
ley de igual rango constitucional.
47
del principio de que la ley posterior modifica o deroga a la anterior en lo que se le
oponga.
3. Posiciones doctrinales
A. La positivista
Este criterio fue sostenido por la Corte Suprema de Justicia de los Estados
Unidos de Norteamérica en el siglo pasado, aunque a principios del presente
cambió de opinión. La jurisprudencia norteamericana ha sostenido que son mo-
47. La Corte Suprema expresa: “No cabe el recurso de inconstitucionalidad contra las reformas a la Constitución, pues éstas se incorporan a
la Constitución Política formando un solo todo unitario con ella y sería equipararla con una ley ordinaria. Sus disposiciones sólo pueden ser
reformadas total o parcialmente mediante los procedimientos y requerimientos consignados en la misma y por el órgano competente facultado
para ello”. Se trataba de las reformas constitucionales de la Ley No. 129/95. S. 9 a.m. del 8 de febrero de 1966, B.J., p. 36; S. 9:20 a.m. del 8
de febrero de 1996, B.J., p. 40; S. 9:45 a.m. del 8 de febrero de 1996, B.J., p. 44; S. 12:30 p.m. del 5 de agosto de 1996, B.J., p. 230.
48. Ley No. 205 publicado en el Diario La Tribuna del 30 de noviembre de 1995.
48
tivos políticos la falta de disposición jurídica aplicable al caso; la resolución que
pueda afectar al principio de división de poderes, o cuando la solución del pro-
blema le corresponde en principio al electorado.
Esta tesis es aceptada por el art. 6 de la Ley de Amparo, reformado por la Ley
Nº 205 del año de 1995 que dice: “El recurso por inconstitucionalidad puede ser
interpuesto por cualquier ciudadano o ciudadanos cuando una ley, decreto o re-
glamento y en general cualquier acto normativo de rango inferior a la Constitución
se oponga a lo prescrito en ella, en consecuencia no procede el recurso de incons-
titucionalidad contra la Constitución y sus reformas, excepto que estando en vi-
gencia, se alegue la existencia de vicios en su tramitación, discusión y aproba-
ción”.
49
ordinaria y otros especiales para la reforma de la Constitución. Con laxitud se
podría anular la ley de reformas a la Constitución por incumplimiento de cual-
quiera de los trámites de procedimiento, pero las cosas no deben ser llevadas
a tales extremos. Los trámites que puedan ser causa de nulidad tienen que ser
sustanciales. Por ejemplo: la falta de iniciativa; incumplimiento de la doble le-
gislatura; ausencia de quórum legal; hacer reformas totales encubiertas en
parciales, siguiendo el procedimiento de éstas.
50
Pero, la Corte Suprema de Justicia, siguiendo mi criterio, expuesto en varios
estudios, aceptó el recurso de inconstitucionalidad por cuestiones de forma51 en
contra de la jurisprudencia sentada de los años de 1928 y 1929 que lo rechaza-
ban.52
51
agregaría que es una forma de burlarse de la Constitución porque en dos pasos
podría eliminarse la prohibición: primero se deroga el artículo que prohíbe la refor-
ma de otro artículo y después se procede en otra reforma a modificar o derogar el
artículo protegido por la prohibición de la reforma.
Guastini opina que para que una norma cualquiera esté sustraída a la deroga-
ción es preciso que exista otra tercera norma que prohíba tal derogación. Pero
que las normas que impiden la reforma no prohíben la reforma a ellas mismas,
sino de otras normas.
52
lutamente prohibida, su adecuación a los cambios políticos y sociales no puede
hacerse por las vías legales, sino por la vía ilegal de la revolución. Por el contrario,
si la reforma constitucional es permitida, también debe permitirse la derogación de
la norma que limita la reforma. Suprimidas esas normas que limitan la reforma, no
habrá más algún límite jurídico a la reforma de cualquier parte de la constitución.
B. La iusnaturalista
Por el contrario, otro sector doctrinal piensa que existen disposiciones consagra-
das simultáneamente o reformas constitucionales inconstitucionales que pueden
ser impugnadas en virtud de recurso de inconstitucionalidad de la ley.
53
Dentro de la primera se pueden presentar los casos de inconstitucionalidad de
normas o reformas constitucionales ilegales; de leyes de reforma a la constitución
por no señalar en forma expresa la norma o normas constitucionales objeto de la
reforma por exigirlo así la seguridad jurídica; por contradecir normas de rango
superior incorporadas a la Constitución; por contradecir las normas de Derecho
Natural recibidas por la Constitución.
54
rango superior contradicha por otra norma constitucional de menor fuerza, ambas
consagradas coetáneamente en la Constitución. En esta forma se reconoce que
la Constitución puede contener un derecho superior.
Como consecuencia, una norma constitucional puede chocar con este derecho
que está en y sobre la Constitución. Por ejemplo: el derecho de igualdad y la
libertad personal son derechos naturales anteriores al Estado, y que una vez in-
corporados a la Constitución continúan siendo derechos superiores. Por ejemplo,
si el art. 1 establece la igualdad y el art. 2 señala como requisito ser varón para
poder ser diputado, ministro o magistrado, se produce una contradicción de nor-
mas constitucionales. Prevalece el art. 1 que establece la igualdad en forma gene-
ral por ser superior y se declara la incons-titucionalidad del art. 2 por ser inferior.
4. Tema polémico
El tema es polémico y existe un sector doctrinal que no acepta este tipo de incons-
titucionalidad. Presento un breve resumen de las diversas posiciones doctrinales.
b) Por el contrario, otro sector doctrinal sostiene que todas las normas cons-
titucionales son iguales y tienen igual jerarquía. Ejemplo: el derecho a la
vida es igual al derecho a la huelga, el derecho de propiedad es igual a la
libertad religiosa.
c) Otros distinguen entre las normas y los derechos que encierran. Las normas
constitucionales son todas iguales en jerarquía, pero los derechos que en-
cierran no lo son. Al igualar las normas no se admite que una norma consti-
tucional considerada inferior sea inconstitucional por oponerse a otra esti-
mada superior. Por ejemplo, no se pueden tildar de inconstitucionales las
reformas a la Constitución que incorporen reformas sociales porque pugnan
55
con los derechos individuales, ni a las reformas a la Constitución que consa-
gran la contratación colectiva por oponerse a la libertad de contratación.
57. La Interpretación y el Control Constitucional en la Jurisdicción Constitucional. Ediar, Buenos Aires, Argentina 1987, págs. 105 y sigts.
58. Se pudo haber presentado este caso cuando Nicaragua pertenecía a la Federación Centroamericana, en el supuesto de conflictos entre la
Constitución Federal de 1824 y la Constitución del Estado de Nicaragua de 1826.
56
Opina que si la Constitución guarda silencio sobre la superioridad de una norma
eso significa que ella es suprema en su totalidad porque no cabe graduar jerárqui-
camente sus normas para erigir a unas normas en escala más elevadas y colocar
a otras en escala inferior subordinada. Asegura que en la Constitución argentina
las normas constitucionales no pueden tener entre sí diferentes jerarquías. Com-
parten un mismo estrato jerárquico, el cual es la supremacía total de la Constitu-
ción rígida.
La Constitución no tiene nada que esté sobre ella. Nada de lo que está dentro
de la Constitución puede ser inconstitucional porque toda participa del mismo nivel
supremo que tiene la Constitución. El Derecho Natural recibido por la Constitución
argentina no tiene ninguna superioridad positiva. Por tal razón, ninguna norma de
la Constitución puede ser positivamente reprochada de inconstitucionalidad por
discrepancia de la Constitución con el Derecho Natural.
57
c) El caso de una norma constitucional que conculca principios generales de
valor más alto que, expresa o tácitamente, están contenidos en la misma
Constitución.
58
como expresara en su informe la Comisión de Negocios Constitucionales del Con-
greso Constituyente de 1853, no se comprendería cómo, por vía del ejercicio del
poder constituyente originario pudiera la Constitución ser destruida o transforma-
da en su substancia”.59
59. Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional. Editorial Alfa. Buenos Aires. 1953. Parte General, Tomo II, págs. 162 y 163.
59
60
CAPÍTULO IV
SISTEMAS INTERPRETATIVOS
SUMARIO
1. Pluralidad de sistemas.
2. Interpretación sistemática.
3. Interpretación auténtica.
4. Interpretación judicial.
5. Interpretación doctrinal.
6. Interpretación gramatical.
7. Interpretación histórica.
8. Interpretación declarativa, restrictiva, extensiva y correctiva.
9. Interpretación política y el uso alternativo del Derecho.
10. Interpretación evolutiva.
11. Interpretación teleológica o finalista.
12. Interpretación del ordenamiento jurídico de acuerdo a la Constitución.
13. Interpretación práctica.
14. Interpretación equilibrada y armónica.
15. Interpretación del Derecho en Hans Kelsen.
16. Doctrina de los Estados Unidos de Norteamérica.
A. El originalismo.
B. El no interpretativismo.
C. El constituyente actual.
61
62
1. Pluralidad de sistemas
El sistema regulado evita la arbitrariedad de los jueces, pero los limita para
lograr entender el sentido de la ley. El sistema no regulado proporciona mayor
amplitud para encontrar el sentido de la ley y le permite al juez adecuarla al mo-
mento de su aplicación, pero se presta a la arbitrariedad.
60. Se citan entre otros: Teoría legalista o legislativa. Teoría exegética, tradicional o de la voluntad del legislador. Teoría de la voluntad objetiva
de la ley. Teoría finalista. Teoría del Derecho Libre. Teoría de la jurisprudencia sociológica. Teoría de la jurisprudencia de intereses. Teoría del
realismo jurídico. Teoría socialista soviética. Teoría de Gustavo Radbruch. Teoría Pura del Derecho. Teoría de la lógica de lo humano o de lo
razonable. Teoría Egológica del Derecho.
61. Cfr. Pérez Royo. Derecho Constitucional. Ob.cit, p. 109.
63
El art. 13 del Código Civil español es amplísimo porque abarca muchos méto-
dos interpretativos al expresar que las normas se interpretarán según el sentido
propio de sus palabras, en relación con su contexto, los antecedentes históricos y
legislativos y la realidad del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fun-
damentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas.
2. Interpretación sistemática
62. El art. 2500 del Código Civil expresa que las cláusulas de los contratos deberán interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas
el sentido que resulte del conjunto de todas.
64
191 párrafo 2 y 3 de la Constitución, los cuales respectivamente estable-
cen que la elaboración e iniciativa del Proyecto de Ley Anual del Presu-
puesto General de la República está atribuida exclusivamente al Presiden-
te de la República y que la iniciativa de reforma parcial y total de la Cons-
titución le corresponde a un tercio de los diputados en las parciales y a la
mitad más uno de los diputados en la total.
e) Bajo un criterio sistemático resulta la no aplicación del art. 1880 del Códi-
go Civil que establece que toda condición imposible y las contrarias a las
leyes o buenas costumbres se tienen por no puestas, porque la opinión
que impera en la regulación de las condiciones es que esas condiciones
producen la nulidad de la obligación de acuerdo con los arts. 1874, 2211,
2473 inc. 3, 2474 y 2478 del Código Civil, los cuales prevalecen sobre el
art. 1880.
f) Otro criterio sistemático parte de la idea de que cada término legal tiene el
mismo significado en los diferentes artículos y cuando se emplean distin-
tos términos tienen diferente significado. Este criterio no es tan exacto.
Puede ser que un mismo término en diferentes leyes signifique cosas dife-
rentes o bien que diferentes términos signifiquen lo mismo, un ejemplo de
este último supuesto lo encontramos en el Código Civil que usa los si-
65
guientes términos equivalentes a “renuncia”: abdicación,63 abandono,64
desistimiento,65 no uso,66 remisión67 y repudiación.68
66
Ninguna iniciativa de ley presentada por el pueblo se ha aprobado por la Asam-
blea Legislativa y ningún proyecto de ley se ha enviado a referéndum.
La ley puede ser derogada total o parcialmente por otra ley, también lo dispone
el art. XXXIV del Título Preliminar del Código Civil. La ley también puede ser
derogada por otra superior.
Otro ejemplo de reforma total es el del art. 196 de la Constitución que expresa:
“La presente Constitución regirá desde su publicación en La Gaceta Diario Oficial, y
deroga el Estatuto Fundamental de la República, el Estatuto sobre Derechos y Ga-
rantías de los Nicaragüenses y cualquier otra disposición que se le oponga”.
71. Arts. 24, 25, 26, 27, 29, 32, 36, 37, 45, 46 y otros de la Constitución.
72. Art. 33 y 40 de la Constitución.
73. Art. 32 de la Constitución.
74. Art. 48 y 59 inc. 3 de la Constitución.
75. Arts. 882, 1254, 2877, 3555 y 3573 del Código Civil.
67
ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con la ley anterior. Tácita es
la consagrada en la parte final del art. 196 citado, que deroga en forma global toda
disposición que se oponga a la Constitución. Se considera que es inútil lo dispues-
to en el art. 196 o en cualquier ley porque el art. XXXV del Título Preliminar del
Código Civil establece que es derogación tácita cuando las normas anteriores se
oponen a la posterior. Quedan derogados, aunque no se exprese nada al respecto
en la nueva ley posterior.
Aunque no es reconocida por nuestro Código Civil debe aceptarse como una
derogación tácita, la jurisprudencia de nuestro país la reconoce al expresar la
Corte Suprema que cuando una ley regula por entero la materia de que se ocupa-
ba la precedente, ésta queda tácitamente derogada.76 Los autores y la jurispru-
dencia de otros países la han aceptado.
Existen otras reglas relacionadas con la derogación. No cabe duda que la nueva
ley especial prevalece sobre la anterior general en todo lo que ésta se le oponga.
Es una aplicación del principio de la derogación tácita. Cuando la ley especial es
anterior a la general surge un problema que los autores han discutido. General-
mente se acepta que la ley general no deroga a una ley especial anterior de acuer-
do al antiguo aforismo: lex posterior generalis non derogat priori especiali. Pero
esta es una cuestión de interpretación cuya solución se encuentra en la intención
del legislador.77
68
Nuestra Corte Suprema ha reconocido que la especialidad prevalece sobre la
generalidad. Sostiene que el art. 23 de la Ley del Notariado, que exige la inserción
de los documentos que acreditan la personería de los otorgantes o hacer referen-
cia a ellos, tiene tres modificaciones:
a) “El ordinal 8 del art. 77 de la Ley General de Bancos que dispone que no se
insertan en las escrituras de obligaciones a favor de éstos los poderes de
los otorgantes que los representen.
b) El art. 3331 C. inc. 2 que dispone que los poderes especialísimos, además
de insertarse, se agreguen al Protocolo; y
69
de Procedimiento Civil establece un orden normativo de prelación para que lo
apliquen los jueces. No es completo ni se ajusta a la actual estructura normativa.
Las normas transitorias también tienen que ser interpretadas y aplicadas. Las
disposiciones transitorias son accesorias de las principales que aparecen en el texto
ordinario de la Constitución. Tienen por objeto regular la entrada en vigencia de la
80. En España están cubiertos por el principio de competencia el Reglamento de las Cámaras Legislativas, los Estatutos de los Colegios
Profesionales, las Leyes o Reglamentos Autonómicos (de las comunidades autónomas) y los Reglamentos y Bandos Municipales
(corporaciones locales).
81. La Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de varios artículos del Estatuto de la Asamblea Nacional por ser objeto de ley
y no de dicho Estatuto (S. 11:00 a.m. del 24 de noviembre de 1992, B.J., p. 254).
70
nueva Constitución o ley y la derogación de la anterior, lo cual presenta problemas.
No tienen vida independiente y generalmente regulan situaciones pasajeras. Por
tales razones no debe dárseles una interpretación amplia y general.
Cuando exista contradicción entre una disposición transitoria y una del texto
ordinario prevalece ésta y aquélla debe de interpretarse restrictivamente. No obs-
tante, prevalece la transitoria cuando decide que la Constitución en determinadas
materias o disposiciones no se aplique inmediatamente, como la disposición tran-
sitoria de la Constitución de 1974 que suspendió la aplicación, para las elecciones
de 1974, de la prohibición de la reelección y del impedimento para ser candidato a
la Presidencia de la República por tener parentesco con el Presidente de la Repú-
blica dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
En el Parágrafo II del Título Preliminar del Código Civil se regulan los conflictos
de las leyes en el tiempo.
3. Interpretación auténtica
Para acercarse a la voluntad del legislador nada mejor que sea éste quien inter-
prete la ley en caso de duda u oscuridad. Pero se encuentran obstáculos: que los
legisladores hayan cambiado, que mucho tiempo haya transcurrido y la dificultad
propia de encontrar una voluntad colectiva en una asamblea legislativa, muchas
veces compuestas de dos cámaras. Si una de las atribuciones de la Asamblea
Nacional es interpretar la ley, en pocas ocasiones lo hace, pues sus actividades
las dedica a otras labores.82
82. Cito algunas leyes interpretativas: Decreto del 21 de febrero de 1871 interpretando el art. 411 del Código Penal. Ley de 25 de mayo de 1907
Interpretando los arts. 14, 15 y 20, de la Ley Orgánica de Municipalidades. Interpretación a la Ley de Difusión del Pensamiento del 16 de
septiembre de 1947. Interpretación al art. 101 de la Ley que reorganiza el Banco Hipotecario de Nicaragua del 21 de enero de 1948. Ley No.
151 “Ley de Interpretación Auténtica del inc. 1 del art. 55 de la Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior (Ley No. 89)
publicada en el Nuevo Diario el 26 de marzo de 1993. Interpretación auténtica de los arts. 1837, 1838, 1865, 2509 y 3106 del Código Civil y el
número 2, art. 1123 del Código de Procedimiento Civil, publicada en el Nuevo Diario el 26 de marzo de 1993. Ley No. 299 de Interpretación
auténtica de los arts. 7, numeral 11 del art. 1 de la Ley de Impuesto General al Valor y 40 de la Ley de Justicia Tributaria y Comercial del 23 de
septiembre de 1998. Ley de Interpretación auténtica del Capítulo XIV, art. 25 de la Ley de Justicia Tributaria Comercial, publicada en la Gaceta
el 17 de agosto de 1998.
71
La interpretación auténtica de la ley tiene lugar cuando el que interpreta es el
mismo que dictó la ley (la Asamblea Legislativa). El que la aprueba tiene el poder
de interpretarla. Se considera también como interpretación auténtica la que hace
el ejecutivo sobre los reglamentos, decretos o acuerdos que aprueba, el judicial y
el electoral sobre los reglamentos que dictan de acuerdo con la Constitución. Por
extensión, se estima como auténtica la que hacen las partes de los contratos y el
testador en el testamento, pero esta es materia ajena a nuestro estudio.
La regla de esta teoría consiste en que quien hace las leyes es el único que
puede interpretarlas. También aparece en el Derecho español, como puede con-
sultarse en el Fuero Juzgo,84 las Siete Partidas,85 la Nueva Recopilación86 y la
Novísima Recopilación.87
72
ción cuando después de anular una sentencia se volvía a plantear la cuestión
nuevamente.
Este tribunal fue concebido como un órgano político y no jurisdiccional, cuyo fin
era garantizar la separación del Poder Legislativo y Judicial, pues cuando el juez
viola o interpreta una ley penetra en el campo del poder legislativo.
Este recurso evolucionó en el ordenamiento jurídico francés, hasta que por Ley
de 1 de abril de 1837 se configuró la casación como verdadero recurso judicial que
tendía a la unificación de la jurisprudencia. De ser un órgano de control político
pasó a ser un órgano unificador de la jurisprudencia.
73
sentencia que en derecho corresponde (casación de instancia), tal como lo dispo-
ne el art. 2069 Pr. No existe reenvío.
Dentro de este criterio la Corte Suprema expresa que la Ley del 19 de septiem-
bre de 1939 no es aclaratoria de la del 9 de septiembre de 1934, ya que la primera
deroga a la segunda y no puede suponerse aclaratoria porque hace una nueva
88. Art. 38 de la Constitución. Jean Ettienne Portalis fue el principal redactor del Código Civil francés y de su Discurso Preliminar. Es un ejemplo
extraordinario de elegancia del lenguaje, de explicación de los principios y técnicas legislativos y de la interpretación e integración de la ley. En el
Discurso se reconocen tres clases de interpretación: la auténtica, la doctrinal y la judicial (Discurso Preliminar. Abeledo Perrot. Buenos Aires,
Argentina. 1959, págs. 30, 38, 40, 41, 42, 45 y 46).
89. La Corte Suprema en el dictamen sobre el Proyecto de Ley aclaratorio de la Ley del 23 de enero de 1908 que adicionó el art. 163 del Código
Civil, expresó que no encontraba recomendable dicho Proyecto y menos en concepto de ley aclaratoria por referirse a una disposición que en su
concepto no necesita de ninguna aclaración (Dictamen del 12 de febrero de 1926, B.J., pág. 5488).
74
regulación que no podía aplicarse a los casos anteriores porque violaría la garan-
tía de la irretroactividad de la ley.90
En ese mismo país nadie duda que el poder legislativo interpreta la Constitu-
ción; pero el problema surge con la promulgación de leyes meramente interpreta-
tivas. Un sector doctrinal sostiene que no se puede dictar este tipo de ley interpre-
tativa, pues al reducir las distintas posibilidades de interpretación de un concepto
o precepto constitucional se convierte en Poder Constituyente, al cual correspon-
de la interpretación auténtica de la Constitución. La distinción entre Poder Consti-
tuyente y Poder constituido impide este tipo de interpretación. Esta limitación no la
tiene el Tribunal Constitucional, el cual puede decir de manera exclusiva cuál es la
voluntad del Constituyente.
Otra corriente doctrinal española estima que el legislador puede dictar normas
meramente interpretativas, pues no existe nada en la Constitución que lo prohíba.
Tampoco esa voluntad está reservada exclusivamente al Tribunal Constitucional y
no existe una reserva constitucional que atribuya esta voluntad al Poder Constitu-
yente derivado.
Enrique Alonso García deja ver la posibilidad de que el legislador apruebe leyes
meramente interpretativas vinculantes solamente al juez ordinario y al operador
jurídico del Derecho estatal: “Era lugar común hasta entonces en la teoría de las
fuentes del Derecho que una norma de rango inferior interpretativa de otra de
rango superior no podía equivaler a ésta, pero que, dentro de su rango y con la
eficacia derivada de éste, era norma vinculante. No ocurre lo mismo con la rela-
ción Ley CE. La diversificación poder constituyente-poder constituido prohíbe que
el legislador se erija en intérprete de la CE cuando la ley no tiene más finalidad que
la de interpretar la CE. En realidad, esta doctrina se opone a la LOTC, cuyo artícu-
lo 1º configura al TC como intérprete supremo y no único, y en ningún lugar se
prohíbe a las Cortes o a cualquier otro Poder público dedicarse a interpretar la CE
a través de los mecanismos de producción normativa que constitucionalmente les
75
corresponda. El TS, por ejemplo, puede fijar la doctrina de que a efectos del
artículo 103 CE por principio de eficacia de la Administración, no puede enten-
derse que el acto administrativo tiene que ser ejecutivo, doctrina que, en cuanto
cumple los requisitos del artículo 1.5 Cc vincula como jurisprudencia (y con inde-
pendencia de que se fijara para anular un acto concreto) a los demás tribunales.
El legislador debería poder promulgar, por tanto, leyes meramente interpretati-
vas. Lo que ocurrió, por supuesto, es que no podían tener rango de Ley Orgáni-
ca, ni de ley de armonización, ni de ley básica, por lo que sólo vinculaban al juez
ordinario y al operador jurídico del derecho estatal (ni siquiera a las comisiones
mixtas de transferencias) en la medida en que no se opusiera esa interpretación
a la CE. ¿No lo han hecho así las Cortes con el artículo 86.3 CE, en el artículo
151 del Reglamento del Congreso y el TC admitió su validez en la STC 29/1982,
de 31 de mayo? Quizá con haber llevado las especialidades de la interpretación
constitucional hasta ese límite se haya tocado techo. Si es que no se ha sobrepa-
sado. Más acertada es la jurisprudencia del BVFG, que se limita a señalar que la
legislación no es interpretación auténtica”.91
91. La Interpretación de la Constitución. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1984, pág. 29.
92. Sentencia del 5 de agosto de 1983.
76
En nuestro país, los arts. 138 inc. 1 de la Constitución y IV inc. 2 del Tít. Prel.
del Código Civil se refieren a la aceptación de la interpretación auténtica de la ley
ordinaria, aunque algunos juristas entienden que el término ley empleado por
ambas disposiciones debe entenderse con amplitud tal que abarque aún a la
Constitución, la cual también es una ley, aunque de rango superior.
Las leyes ordinarias meramente interpretativas son admisibles por las razones
siguientes:
77
inconstitucional. No obstante, existe un antecedente de interpretación de la Cons-
titución vigente antes de sus reformas. Los arts. 145 y 149 de la Constitución
establecían que el Vicepresidente de la República sustituirá en el cargo al Presi-
dente en caso de falta temporal, pero no determinaban lo que debería entenderse
por falta temporal. Por la ley ordinaria denominada Ley de Falta Temporal del
Presidente de la República, del 1 de noviembre de 1990, se interpretó que la falta
temporal se daba cuando el Presidente salía del país por más de noventa días o
por su manifiesta imposibilidad para ejercer el mando. Esta ley se aprobó con el
expreso propósito de que doña Violeta Barrios no depositara en forma temporal la
Presidencia de la República en su Vicepresidente y adversario político, Dr. Virgilio
Godoy. Y en realidad nunca lo hizo.
78
d) La del Paraguay en el art. 202 inc. 2 dispone que es deber y atribución del
Congreso dictar los códigos y demás leyes modificándolas o derogándo-
las, interpretando la Constitución a través del desarrollo legislativo por
leyes ordinarias.
93. Cfr. Arturo Alessadri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga. Editorial Nascimento. Santiago, Chile. 1966. T I. Parte General, págs. 142 y
143. Mario Bernaschina González. Manual de Derecho Constitucional. Editorial Jurídica de Chile. Santiago, Chile 1955, págs. 83 y 84. Alejandro
Silva Bascuñan. Tratado de Derecho Constitucional. Editorial Jurídica de Chile. Santiago, Chile. 1963, T II, p. 65.
94. Art. 82 inc. 2 de la Constitución. Cfr. Humberto Noguera Alcalá. “Jurisdicción Constitucional en Chile”. Jurisdicción Constitucional en
Iberoamérica. Ob. cit., 1997, págs. 555 y 556.
95. Gaspar Caballero Sierra y Marcela Anzol Agil. Teoría Constitucional. Editorial Témis. Bogotá, Colombia. 1995, págs. 64 y 65. Sentencia de
11 de noviembre de 1993.
79
Las leyes interpretativas deben ajustarse a la Constitución para evitar que ésta
sea modificada por leyes ordinarias. Este fenómeno se presentó en Alemania, en
la República de Weimar, conocido con el nombre verfassugsdurchbrechug, por el
cual se aprobaban leyes sobre temas concretos con la mayoría necesaria para
modificar la Constitución, pero tenían un contenido contrario a la misma.
4. Interpretación judicial
80
conocimiento de aquél tiene que consultar la jurisprudencia, al igual que acontece
a quien estudia el Derecho inglés.97
En el sistema codificado (de Derecho Civil) el juez, al fallar, aplica la ley que
regula el caso, sin examinar la equidad, pues esta función le corresponde al legis-
lador. En el sistema jurisprudencial, en cambio, el juez es un verdadero legislador.
No existe una norma preestablecida que solucione el caso. Estudia su justicia y
equidad, y resuelve de acuerdo a los precedentes si existieren.
El art. 13 inc. 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial expresamente indica que
los magistrados y jueces deben resolver de acuerdo a los fallos precedentes, y
que sólo podrán modificarlos explicando detalladamente las razones que motiven
el cambio de interpretación. Esta es una vinculación que tiende a evitar interpreta-
ciones precipitadas, parcializadas, cambios rápidos en la forma de fallar, desigual-
dades de trato en la justicia.
81
un tercero imparcial sobre la constitucionalidad de acuerdo a los métodos y técni-
cas propias de la jurisdicción o justicia, en cambio el legislador no opera en esa
forma; la legitimidad de la interpretación judicial se encuentra en lo anteriormente
expresado y en la voluntad del Constituyente original que lo autoriza para ello, en
cambio la interpretación auténtica encuentra legitimidad en la voluntad popular
que le concede a los legisladores el mandato representativo de hacer e interpretar
las leyes; la interpretación judicial respalda su fuerza en los argumentos técnicos,
lógicos y sociales que convencen al pueblo, en cambio la interpretación auténtica
no necesita de estos recursos de persuasión; los efectos de la sentencia en el
sistema difuso se limitan al caso concreto, en cambio la interpretación auténtica
tiene efectos generales; la interpretación judicial surge de un conflicto presentado
ante los tribunales de justicia, en cambio la auténtica resulta de la voluntad de la
Asamblea Legislativa; la interpretación judicial se encuentra vinculada a criterios
anteriormente sentados, en cambio la auténtica se puede apartar de los criterios
anteriores; la interpretación judicial es cuestionada por su falta de legitimidad de-
mocrática, en cambio la auténtica tiene legitimidad popular; la auténtica prevalece
sobre la judicial, a menos que sea declarada inconstitucional.
5. Interpretación doctrinal
No tiene fuerza obligatoria, pero goza de gran prestigio. A los juristas siempre
se les ha reconocido su encomiable y sublime labor de crear, aplicar e interpretar
el derecho. Sus obras son de gran importancia, pues no sólo recogen sus creacio-
nes y originalidades, sino también la interpretación que resulta de la aplicación del
mismo Derecho por el pueblo, la práctica forense de los tribunales, el criterio de
los abogados, de los escribanos y funcionarios de la administración de justicia.
Además han sido los creadores de los principales cuerpos legales (Código de
Napoleón, Código Civil y Procesal vigente de Italia, etc.) en los cuales recogen el
Derecho que vive y palpita en el pueblo y plasman sus propias creaciones.
82
Ulpiano, Paulo, Gayo y Modestino, a quienes se les atribuía la máxima autoridad y
un privilegio sobre los demás juristas. Si entre ellos había desacuerdo, prevalecía
la opinión de la mayoría. En el supuesto de empate, se sentenciaba de conformi-
dad con el criterio de Papiniano. Si éste no había opinado, el juez podía fallar
según su criterio, por lo cual se encontraba atado a la opinión de ellos, desempe-
ñando una labor estrictamente mecánica.
6. Interpretación gramatical
83
que resulta de los términos empleados, dada la relación que entre los mismos
debe existir y la intención del legislador”. Las palabras expresan la voluntad o
intención del legislador, no son simples palabras. Detrás de la literalidad se en-
cuentra la intención del legislador.
El carácter constitucional que le ha dado la doctrina al art. XVI del Título Prelimi-
nar del Código Civil no tiene asidero legal en nuestro sistema. Por otra parte, no
creo que este artículo limite al juez ordinario o constitucional a no usar los otros
sistemas de interpretación. El art. 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, estable-
ce un nuevo método de interpretar el ordenamiento jurídico de acuerdo a las dis-
posiciones y principios de la Constitución, lo cual abre la posibilidad de usar otros
métodos interpretativos.
Es preciso romper con los límites interpretativos que consagra el Código Civil.
Ya inició este movimiento la Ley Orgánica de Tribunales al establecer el método
interpretativo de acuerdo a la Constitución, y la Corte Suprema al expresar que la
sentencia es creadora de Derecho. La Constitución formula un Estado Social de
Derecho que promueve el cumplimiento de los derechos sociales y se funda en el
pluralismo, lo cual no permite esa estrecha metodología del Código Civil, y abre
84
la posibilidad de usar otros métodos interpretativos.
100. Similar situación se presentó en Nicaragua con las Constituciones de 1824 (art. 14), 1826 (art. 18), 1838 (art. 18), 1858 (art. 8), 1911 (art.
18), 1939 (art. 28), 1948 (art. 28). En estas constituciones se estableció que los ciudadanos tenían derecho al voto activo y pasivo, sin
distinguir entre varones y mujeres. Gramaticalmente estaban comprendidos los dos, los varones y mujeres, pero éstas no tenían derecho al
voto, hasta que en la Constitución de 1950 se dispuso que las mujeres también tenían derecho al sufragio activo de acuerdo con la ley, pero de
acuerdo con la Ley Electoral sólo los varones podían inscribirse. Las mujeres pudieron votar por primera vez en las elecciones del 3 de febrero
de 1957. Para tal efecto se reformaron los arts. 33 de la Constitución y 2 de la Ley Electoral.
101. Estudios Constitucionales. “La interpretación constitucional en México”. Editorial Porrúa. México, 1999, págs. 70, 71 y 72.
85
cabo, por la naturaleza misma de la Constitución, ya que en ella se introducen
factores históricos, sociales y económicos que modifican el sentido gramatical
de los preceptos. Hay que tener en cuenta estos elementos para poder realizar
una interpretación acertada y coherente de nuestra Ley Fundamental”.101
7. Interpretación histórica
86
aprobación; cuando la ley se aprueba en trámite de emergencia a peti-
ción del Presidente de la República, el proyecto ni siquiera es enviado a
comisión para su dictamen y en tal supuesto pocos diputados conocen el
contenido o trascendencia del proyecto con la debida anticipación; no
pocas son las leyes que llegan de otro Poder y son aprobadas con esca-
so estudio y mínimas reformas ¿no habrá en este caso que buscar la
voluntad legislativa en el Poder que envió la iniciativa de ley?; muchas
leyes, sobre todo los códigos, son elaboradas por una persona, y cuando
son aprobadas, sus notas o comentarios son casi oficiales; buena canti-
dad de leyes son elaboradas por técnicos de otras ramas diferentes al
Derecho que difícilmente pueden ser interpretadas por los abogados y
juristas, en cuyo caso es la voluntad de ellos la que se impuso; muchas
veces no se encuentran documentos en que examinar las opiniones de
los legisladores que orienten al intérprete; no es raro encontrar diputados
que no están de acuerdo con la ley o varios artículos de la misma y votan
a favor por compromisos políticos o por cualquier otra cosa.
102. Teoría Constitucional e Instituciones Políticas. Editorial Témis. Bogotá Colombia. 1997, pág. 414.
87
con aquellas normas cuya redacción es clara y concisa”.102
88
La interpretación es restrictiva cuando se excluye del supuesto de hecho de la
norma algunos casos porque se considera que no fueron contemplados por la
voluntad o intención del legislador, a pesar que en una interpretación literal forman
parte de dicho supuesto. Por ejemplo:
89
terminados que no pueden quedar frustrados al quitárseles una parte de su
financiamiento. Debemos reconocer que existen opiniones en contrario.
90
“El derecho a la presunción de inocencia no puede entenderse reducido
al estricto campo de enjuiciamiento de las conductas presuntamente de-
lictivas, sino que debe entenderse que preside la adopción de cualquier
resolución, tanto administrativa como jurisdiccional, que se base en la
condición o conducta de las personas y de cuya apreciación se derive un
resultado sancionatorio para las mismas o limitativo de sus derechos. La
administración que sanciona y el empresario que despide por causas dis-
ciplinarias, están sujetos a la presunción de inocencia del sancionado o
despedido”.107 Lo cual significa trasladar la carga de la prueba a los prime-
ros.
g) El art. 2159 del Código Civil expresa que la confusión entre acreedor y
deudor aprovecha al fiador. No se refiere a la hipoteca, pero lógicamente
debe comprender a la prenda y a la hipoteca porque extinguida la obliga-
ción principal se extinguen sus accesorios.
91
h) Durante aproximadamente doce días estuvo paralizado el Consejo Supre-
mo Electoral por falta de quórum porque tres magistrados se negaban a
asistir a las reuniones y no señalaban a su suplente. El motivo era evitar
que inhibieran al candidato a la Vicepresidencia del Partido Conservador,
Dr. José Antonio Alvarado Correa. Como consecuencia no se inscribían
durante el plazo señalado a los candidatos de los partidos a la Presidencia
y Vicepresidencia de la República y se destruyó el calendario electoral.
92
larse la buena fe y reprimirse la mala fe”.
108. S. 11 a.m. del 3 de noviembre de 1942, B.J., p.4636; S. 12 m. del 19 de marzo de 1931, B.J., p. 7732; S. 11. a.m. del 7 de agosto de 1940,
B.J., p.10991; S. 12 m. del 8 de junio de 1943, B.J., p. 12027; S. 10 a.m. del 9 de febrero de 1946, B.J., p. 13270; S. 12 m. del 25 de agosto de
1949, B.J., p. 14785; S. 11 a.m. del 10 de febrero de 1967, B.J., p. 22.
109. S. 11 a.m. del 31 de mayo de 1938, B.J., p. 10186.
110. S. 10 a.m. del 9 de febrero de 1946, B.J. p. 13270.
111. S. 9 a.m. del 12 de septiembre de 1959, B.J., p. 18216.
93
testigos y presunciones.110
iii) La simulación entre partes tiene que ser probada por medio de contradocu-
mento.111 No existe, pues, criterio uniforme en la Corte; en unas sentencias
se admite la confesión y en otras no. Si son varios los demandados, la con-
fesión de uno no es suficiente para dar por probada la simulación.
112. Instituciones de Derecho Civil. Instituto Editorial Reus. Madrid. Tomo I, pág. 147 y sgts.
94
No admiten aplicación por analógica las disposiciones sancionatorias, las que
otorgan privilegios, excepciones a la regla, las que reparten competencias, las que
restringen derechos. Debe respetarse la literalidad y restricción de estas normas.
113. Estudios sobre Interpretación Jurídica. Editorial Porrúa. México 2000, pág. 25 y sigts.
95
a) Encierra y recoge principios y valores políticos que le sirven al órgano de la
jurisdicción constitucional para interpretarla.
114. Para profundizar sobre el control consúltese al destacado jurista, Diego Valadés: El Control del Poder. Editorial Porrúa, México, D.F. 2000.
115. Interpretación Judicial de la Constitución. Depalma. Buenos Aires Argentina. 1998, Ob. cit, p. 40.
96
al definir y redefinir a la Constitución-instrumento de gobierno, al efectivizarla,
al graduar y delimitar las competencias del Estado y armonizarlas con las de
los particulares (jurisdicción constitucional de la libertad), y además, al tener el
juez constitucional que dirimir los conflictos entre los poderes del Estado (juris-
dicción constitucional orgánica).115
Con relación al citado problema expresa Nestor Pedro Sagüés: “Conviene, cla-
ro está, que la Constitución tenga un techo ideológico claro, en particular para
interpretarla y aplicarla fielmente. El techo ideológico es decisivo para desplegar
adecuadamente a la Constitución mediante la legislación reglamentaria y la deci-
sión de los procesos judiciales. Un problema particular presenta la Constitución
cuando posee un techo ideológico múltiple (v.gr., con tramos provenientes del
pensamiento neoliberal, segmentos de filiación socialista y trozos de raíz cristia-
na) ya que en tal supuesto el texto constitucional podrá ser interpretado con distin-
tas sintonías ideológicas, lo que de hecho significa respuestas jurídicas diferen-
tes, aunque cualquiera de ellas, paradójicamente, tendría apoyadura constitucio-
nal. Los techos ideológicos múltiples son frecuentes en el Derecho Constitucional
positivo, ya que a menudo la Constitución es producto de transacciones, concor-
dancias y arreglos entre constituyentes que provienen de corrientes políticas con-
trapropuestas. De tal modo, es factible que se coincida en el seno de la asamblea
constitucional en un texto, pero no en cómo entender ese texto. Esto provoca
contradicciones ideológicas en el cuerpo mismo de la Constitución, cuya solución
se transfiere después a los operadores de ella, que casi siempre los resolverá
privilegiando el techo ideológico más afín con su propia ideología”.117
El sistema de uso alternativo del Derecho es una tesis que lleva al extremo la
interpretación política, aunque se pueden aprovechar algunos aportes que ha he-
116. Cfr. Iván Escobar Fornos. Manual de Derecho Constitucional. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. 1998, p. 309.
117. Principios Específicos del Derecho Constitucional. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, págs. 22 y 23.
97
cho a la hermenéutica.
La doctrina se pregunta si la teoría del uso alternativo puede ser usado por el
marxismo dentro de un Estado burgués, lo mismo que si un Derecho liberal puede
funcionar en un sistema marxista o fascista. La posibilidad de que operen existe,
según algunos autores.
98
logran grandes cambios en la sociedad y hace de la Constitución un instrumen-
to acorde con los tiempos, pero se corre el peligro de que se hagan graves
mutaciones constitucionales, sin cambiar el texto de la constitución, poniendo
en peligro la seguridad y tranquilidad del país.
99
Los partidarios de esta doctrina están divididos. Un sector doctrinal, denomina-
do subjetivista, emparentado con el sistema histórico, asegura que el fin de la
norma constitucional es el mismo que tuvo en mente el Constituyente al momento
de su aprobación. Tiene los inconvenientes del sistema histórico ya estudiado.
Otro sector doctrinal, denominado objetivista, sostiene que el fin de la norma cons-
titucional es el que resulta de su confrontación con la realidad al momento de
aplicarse. Le conceden a la norma un fin diferente al del Constituyente.
120. Introducción a la Filosofía del Derecho. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1998, pág. 122.
121. Tratado de Interpretación Constitucional. Ob. cit, p. 273.
100
res, debe fundarse en una norma legal, emanada del órgano que ejerce el Poder
Legislativo que debe ser colegiado y representativo del pueblo y de las Provincias
conforme al principio federal restrictivamente interpretado”.121
Este es el sistema que sigue nuestra ley Orgánica del Poder Judicial en el art. 4
que literalmente dice: “Art. 4. La Constitución Política es la norma suprema del
ordenamiento jurídico y vincula a quienes administran justicia, los que deben apli-
car e interpretar las leyes, los tratados internacionales, reglamentos, demás dis-
posiciones legales y otras fuentes del derecho según los preceptos y principios
constitucionales”.
122. Charles Evans Hughes expresa que la Corte Suprema de Justicia se estableció como un tribunal independiente y exclusivamente judicial. Su
idoneidad se funda en la calidad de los hombres seleccionados y en las restricciones impuestas por los principios que adoptaron para el control del
ejercicio del poder judicial, entre, ellos: a) La Corte, desde un principio, limitó su tarea a resolver pleitos reales y no a evacuar consultas, aconsejar o
asesorar a los otros poderes y órganos estatales. b) La Corte no debe conocer de cuestiones puramente políticos y no judiciales. c) La Corte no debe
ocuparse de revisar cuestiones de política legislativa. d) La Corte sólo decide sobre la validez de la ley cuando esta cuestión se le plantea y tenga
necesariamente que ser resuelta. La Corte estima que cuando una ley es razonablemente susceptible de dos interpretaciones distintas, una que la haría
inconstitucional y otra que la haría válida, su deber es rechazar la interpretación y la inconstitucionalidad y adoptar la válida o constitucional. Como
corolario si una ley es susceptible de dos interpretaciones, una que elude el planteamiento de una cuestión de constitucionalidad dudosa y otra que
obliga a plantearla, la Corte acoge la primera interpretación. Considera que esta es una norma de humildad que puede conducir a interpretaciones
forzadas de una ley con objeto de mantenerla. Cita como ejemplo curioso la interpretación limitada a la cláusula de la Ley Hepburn de 1906 relativa a las
mercancías, porque si la Corte interpretaba ampliamente la cláusula que el gobierno sostenía se presentarían graves cuestiones constitucionales. Por
tal razón, una ley considerada por el tribunal inferior completamente inválida, mediante una interpretación estricta fue sostenida su validez. (La Suprema
Corte de los Estados Unidos. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1971, pág. 53 y sigts).
101
a) Cuando una norma ordinaria tiene dos interpretaciones, una inconstitu-
cional y otra de acuerdo a la Constitución, se desecha la primera y se
acoge la segunda.122
123. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho Procesal Constitucional. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua 1999, págs. 135 y 141. Guastini,
Estudios sobre Interpretación Jurídica. Ob. cit, págs. 47 y 48.
124. S. 9 a.m. del 18 de julio de 1990, B.J., pág. 146.
125. Estudios sobre Interpretación Jurídica. Ob. cit, pág. 48.
126. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho Procesal Constitucional. Ob. cit, pags. 132 y 133; Guastini. Estudios sobre Interpretación Jurídica. Ob. cit. pág. 49.
102
introducen entre los sujetos beneficiados por una ley a los que habían sido ex-
cluidos injustificadamente.126
La interpretación de la Constitución tiene que ser práctica, útil, que ayude a resol-
ver los problemas en forma adecuada y no complicarlos u oscurecerlos. La Cons-
titución tiene que ser un instrumento en el cual confíe el pueblo por dar repuestas
oportunas, certeras y serias.
103
Expresa Linares Quintana: ”La Constitución debe interpretarse siempre como
un cuerpo o un conjunto orgánico y sistemático, de carácter fundacional, fun-
damental y supremo, en cuanto ordenamiento jurídico y moral del país, el pue-
blo, la Nación Argentina hecha ley, según la feliz expresión del constituyente
Juan María Gutiérrez, integrado por reglas y principios racional e inseparable-
mente vinculados entre sí, bajo la inspiración de un espíritu o alma que les
insufla vida y aliento, en el cual el significado de cada una de sus disposicio-
nes debe determinarse en armonía con el de las demás; por lo cual ninguna de
sus cláusulas debe considerarse aislada, ni superfluamente, sino como parte
de un sistema; y siempre debe preferirse la interpretación que armonice y no la
que coloque en pugna a las distintas cláusulas de la Constitución afectando
su esencial e imprescindible homogeneidad, cohesión y coherencia”.128
Con esta tesis se borra la clásica distinción entre creación y aplicación del Dere-
cho porque como ya lo expresamos tanto el legislador como el juez aplican y
crean Derecho.
104
El Constituyente y el legislador, consciente o inconscientemente, puede con-
ceder márgenes para que funcione la voluntad de elección del intérprete entre
las soluciones legítimas. Esa amplitud también puede resultar del lenguaje
ambiguo.
Carlos Santiago Nino destaca esta pugna: “El tema del papel de la intención
del legislador, y en especial del constituyente, en el proceso de interpretación
jurídica es uno de los más controvertidos y divide escuelas de pensamiento.
Sobre todo en Estados Unidos, el enfrentamiento entre originalistas y cons-
tructivistas o partidarios de un enfoque progresivo respecto de la interpreta-
ción constitucional, determina profundos debates académicos, judiciales y hasta
políticos”.129
A. El originalismo
Sus ideas fundamentales se pueden resumir así: respeto estricto del texto
constitucional y de la voluntad del constituyente original o histórico; el juez
129. Fundamentos de Derecho Constitucional. Editorial Astrea. Buenos Aires, Argentina. 2000, pág. 85.
105
solamente interpreta la Constitución y no la puede modificar, la podría mejo-
rar si el constituyente así lo deja ver, y una interpretación fuera del mensaje
constitucional se considera una invasión en la competencia del constituyente
original, lo cual es un ataque a la soberanía popular que le concedió poderes
al constituyente para aprobar la Constitución; el juez debe ajustarse a lo que
el constituyente pueda estimar como posible y no debe incorporar derechos
que no aparecen en el texto de la Constitución; el juez debe aplicar únicamen-
te los principios neutrales encerrados en los ideales de los padres fundadores
y no puede emplear sus principios de interpretación para garantizar una solu-
ción interpretativa que no surja de la Constitución.
B. El no interpretativismo
106
d) La Constitución no es algo muerto, estático, por el contrario, es algo
vivo, cambiante de acuerdo a los nuevos tiempos. De acuerdo a lo
dicho anteriormente y lo que posteriormente expresaré, es posible que
se entre al rompimiento con el texto de la Constitución y la voluntad
del constituyente que le dio vida, de tal manera que la lectura de la
Constitución no concluya con la interpretación del texto constitucio-
nal, ya que el juez puede manejar juicios de valor, darle a las palabras
el sentido que ahora tienen y en fin usar conceptos opuestos al cons-
tituyente histórico.
C. El constituyente actual
Los actuales titulares de la soberanía son los que mantienen en pie a la consti-
tución y conocen los problemas que surgen de la sociedad y la manera de resol-
verlos, por tal razón son los actuales detentadores del poder los que pueden mo-
dificarla y darle vida.
107
108
CAPÍTULO V
ARGUMENTOS INTERPRETATIVOS
SUMARIO
1. Su crítica.
2. El argumento a contrario sensu.
3. Argumento ad absurdum.
4. Argumento a silentio.
5. Argumento de la naturaleza de las cosas.
6. Argumento a generali sensu.
7. Argumento ab autoritate.
8. Argumento a rubrica.
9. El argumento a fortiori ratione.
10. El argumento ab excepcione ad regulam.
11. Argumento ab ordine.
12. Argumento a cesante ratione.
13. El argumento ab inutilitate legis.
14. Lista de máximas, sentencias y adagios.
109
110
1. Su crítica
Se les critica por su falta de valor científico y porque existe para cada uno de
ellos uno contrario. La crítica es exagerada.130 Ayudan mucho al intérprete y se
usan con frecuencia, pero debe tenerse mucho cuidado porque mal empleados
se puede llegar a conclusiones erróneas o injustas.
Para solucionar el caso aplico por analogía para la destitución de dichos funcio-
narios, la mayoría especial del 60% de todos los diputados de la Asamblea Nacio-
nal requerida para nombrarlos, contemplada en la Constitución, por existir la mis-
ma razón y proteger la estabilidad e independencia del poder judicial. A este argu-
mento se le podría agregar el argumento a fortiori ratione y contestar que si para
nombrarlos se requirió una mayoría especial con mayor razón debe aplicarse esa
mayoría para destituirlos.
130. Cfr. Abelardo Torre. Introducción al Derecho. Editorial Perrot, Buenos Aires, Argentina, pág. 360.
131. Introducción Filosófica al Derecho. Ob. cit, pág. 271.
111
a) El argumento de que la excepción confirma la regla. (ab excepcione ad
regulam). El art. 141 de la Constitución permite aprobar leyes, resolucio-
nes, derechos, acuerdos y declaraciones con un quórum de la mitad más
uno de todos los diputados y dentro de este quórum la mayoría absoluta
de los presentes, salvo que la ley exija otra mayoría especial. En virtud de
esta única excepción de la mayoría especial para nombrarlos y de no
existir otra para destituirlos, se vuelve a la norma general del art. 141 cita-
do que requiere muchos menos votos.
112
c) Si el art. 6 reformado, que tampoco distingue entre vicios procesales y
sustantivos, autoriza a la Corte Suprema a declarar con lugar el recurso de
inconstitucionalidad de la reforma constitucional por vicios de forma, que
es lo más, con mayor razón a ese Alto Tribunal debe conce-dérsele decla-
rar la inconstitucionalidad de la ley ordinaria por violación de los trámites
legislativos para su aprobación, que es lo menos.
El Discurso Preliminar del Código Civil Francés considera útiles estos argumen-
tos: “Es, por igual, fortuna bastante que se tengan compilaciones, máximas, reglas
y usos de continuada tradición, ya que siempre hay, en alguna medida, necesidad
de juzgar hoy como se ha juzgado ayer. Y ello, en virtud de que no existen otras
variaciones en la resolución de las controversias judiciales que aquellas que introdu-
cen el progreso de las inteligencias o imponen la fuerza de las circunstancias”.132
113
A. Como método interpretativo
114
su profesión y ser apoderados de las empresas nacionales y extranjeras,
pero en tal calidad no pueden contratar con el Estado.
115
legislador por sí solo nada prueba. Si la ley es una declaración de voluntad, es
necesario que el legislador haya hablado para que se pueda decir que quiere
alguna cosa. Cuando ella no dice ni sí ni no, su silencio tan sólo puede hacer
suponer que quiere lo contrario en un caso de lo que ha dicho en otro; pero esta
suposición puede ser absolutamente gratuita, porque el silencio del legislador puede
ser explicado de muchas otras maneras. Por lo general, el argumento a contrario
no prueba sino cuando, partiendo de una disposición excepcional, permite volver
al derecho común que recupera su imperio y por esta razón debe ser empleado
con mucha cautela y discreción”.136
La Corte Suprema, siguiendo el criterio chileno, expresa: “Del silencio del legis-
lador en un caso no puede deducirse nada, pues tanto puede querer que se apli-
que la misma regla que en el caso legislado, como lo contrario. El argumento a
contrario es peligroso, salvo cuando se parte de una disposición excepcional y
mediante su aplicación se vuelve el Derecho común”.138
136. Curso de Derecho Civil. Editorial Nascimento. Santiago, Chile. 1961, Tomo I, Vol. I, págs. 147 y 148.
137. Manual de Derecho Civil y Comercial. Ejea, Buenos Aires, Argentina. 1954, Tomo I, pág. 102.
138. S. 12. m. del 27 de agosto de 1940, B.J. p. 11016.
116
concede sólo a los ciudadanos, pero se estima que calla sobre los extranjeros, se
deja la posibilidad que se conceda a favor de éstos para reuniones religiosas, de
negocios, sociales, culturales, de bienestar del grupo, de sus problemas y otros
similares que no trascienden a la política o violen la ley.
3. Argumento ad absurdum
Expresa Fermín Verlanga Huerta: “Sea otro ejemplo un caso ocurrido en los
tribunales de Francia según los términos del artículo 230. cit. la mujer puede pedir
el divorcio por el adulterio de su marido, cuando éste ha tenido su concubina en la
casa común. Supongamos que esta concubina fuese una hija natural del marido,
139. Curso de Lógica Judicial. Librería del Editor D.J. D. de los Ríos. Madrid. 1840, págs. 65 y 66.
140. Art. 47 51 y 147 de la Constitución.
141. Manual de Derecho Civil y Comercial. Ob. cit, p. 103.
117
en cuyo concepto viviese en la misma casa. ¿Sería aplicable a este caso aquella
disposición legal? Los que pretendían resolver esta cuestión por la negativa se
fundaban en que el citado artículo que autoriza el divorcio por causa de adulterio,
no expresó cosa alguna sobre el incesto, por consiguiente los tribunales no pue-
den pronunciar la disolución del matrimonio por una causa que el legislador no
había previsto. Contra esta opinión se opuso que semejante sistema era absurdo,
porque de él resultaría que el simple adulterio seria una causa de divorcio, mien-
tras que acompañado de la circunstancia agravante del incesto, dejaría de autori-
zar aquella acción, por este motivo el Tribunal de Casación admitió el divorcio en
26 de julio de 1813”.142
4. Argumento a silentio
118
En Montesquieu se podría encontrar el antecedente de este tipo de interpreta-
ción en su obra “El Espíritu de las Leyes”. No en la función del juez, que es la boca
que pronunciaba las palabras de la ley, sino en la fundamentación de la ley. Estu-
dió las leyes con relación al clima, la libertad, las fuerzas defensivas, el comercio,
el orden de las cosas sobre la naturaleza, etc., y expresa desde su inicio que “las
leyes en su significación más extensiva, no son más que las relaciones derivadas
de la naturaleza de las cosas”.144
7. Argumento ab autoritate
144. El Espíritu de las Leyes. Libro Libre Managua, Nicaragua. 1999, pág. 31.
145. Introducción a la Filosofía del Derecho. Ob. cit, págs. 114 y 115.
119
Es usual, pero debe tenerse mucho cuidado de no complicar, alargar y oscure-
cer la sentencia con cantidad de citas o sólo fundarlas en ellas, en detrimento de la
claridad, precisión y confianza que deben inspirar los fallos judiciales.
8. Argumento a rúbrica
120
en el Código de 1865 estaba en la rúbrica de los efectos del contrato; art. 1126); el
art. 843 (que el Código de 1865 estaba en la rúbrica de las servidumbres legales:
art. 592), etc. Sin embargo, es necesario añadir que ésta, que podría llamarse la
“sistemática de la ley”, no compromete incondicionadamente al intérprete; el cual
debe dejarse guiar, sobre todo, por el contenido intrínseco de la norma, aun cuan-
do la colocación de ella parezca sugerir una interpretación diversa”.146
Su juego es doble:
ii) Quien puede vender puede hipotecar o arrendar. Con relación al mandato
este principio no funciona: el que tiene poder para vender no puede hipotecar
o arrendar porque el mandatario debe ceñirse a los términos del mandato.
121
Guastini explica las dos formas del argumento:
Verlanga Huerta formula dos ejemplos: “Un testador había legado su casa con
los muebles que la adornaban, exceptuando sin embargo su vajilla de plata, y
sus libros de cuentas. En tal caso se pregunta, ¿si el guardarropa del difunto
estaba comprendido en la disposición? La ley decide que sí, porque el testador,
exceptuando solamente su vajilla de plata y sus libros, tuvo la intención de que
todos los demás efectos se reputasen como parte del legado. (L. 12 ss. 4 ff. de
fundo instructo).
122
Sin embargo de esto, el argumento ab exceptione ad regulum, será inaplicable,
cuando no haya paridad de razón entre los casos exceptuados y los que no los
son. Así es que las leyes romanas declaraban que el magistrado investido de una
jurisdicción especial, no podía delegarla a otros, excepto en caso de ausencia;
pero después se decidió que esta excepción debía extenderse también a los
casos de peste, enfermedad, y otros semejantes. (L. 1. ff. De officio ejus cui man-
data est jurisdictio)“.148
De acuerdo con este argumento, el orden en que están colocadas las cosas se
ocupa para explicar la intención del legislador. Puede ser un orden de preferencia
de las personas o de las soluciones enumeradas. Por ejemplo, la interpelación en
el plenario que hace la Asamblea Nacional a los Ministros y demás funcionarios
que señala la Constitución, procede después que son llamados a comparecer a la
Comisión Legislativa correspondiente, de acuerdo al orden en que la Constitución
va estableciendo los llamamientos.149
Expresa Fermín Verlanga: “Del orden de los títulos de que se compone una
ley se ha concluido algunas veces, que lo ordenado en el uno debe observarse
con preferencia a lo ordenado en el otro. Los intérpretes del Derecho romano
han empleado esta argumentación para establecer que la tutela testamentaria
debe ser preferida a la legítima, y ésta a la dativa, por ser este el orden con que
las leyes del Digesto y del Código determinan acerca de estas tres especies de
tutela. Por ejemplo, un testador había legado el usufructo de un fundo a Ticio y
a Mevio para que lo disfruten alternativamente dos años cada uno. ¿Cuál de
los dos debía comenzar a usufructuar el fundo? La ley se pronuncia a favor de
Ticio por el sólo motivo de haber sido nombrado el primero. (L. 34. ff. De usu-
fructu).150
En virtud de este argumento se sostiene que concluida la causa final de la ley, cesan
también sus efectos. Por ejemplo: si se crea un impuesto para afrontar un desastre
123
natural, terminado éste y sus consecuencias inmediatas, cesará el impuesto. La ley
estará sujeta a una condición resolutoria, cumplida la condición (fin de la emergen-
cia) se extingue la ley. Buena parte de las disposiciones transitorias de la Constitu-
ción o de las leyes ordinarias están sujetas a esta condición.151
“Necia sería la sabiduría que pretendiese aparecer más sabia que la ley” (Stulta
videtur sapientia quae leg vult. sapientior videri).
“La ley cuando quiso decir, dijo; cuando no quiso calló” (Lex ubi voluit, dixit; ubi
noluit, tacuit).
“La Ley no omitió inconsideradamente, sino porque no quiso que fuese dicho”
(Lex, non omittit incaute, sed quia dictum noluit).
“En los casos omitidos hay que deducir la norma legal por analogía” (In casibus
omissis, de ducenda est norma legis a similibus).
“Cuando la ley no distingue, tampoco debemos distinguir” (Ubi lex non distinguit,
nec nos distinguere debemus).
“En caso de duda es mejor atenerse a las palabras de la ley” (In re dubia, melius
est verbis edicti servire).
151. Existen leyes que están sujetas a una audición suspensiva para su aplicación. Por ejemplo, la Ley de Emergencia, ley constitucional. Se
aplica cuando se suspenden los derechos y garantías constitucionales por causas de catástrofes, inseguridad nacional y condiciones graves
de la economía. (Arts. 1 y 2 de la Ley de Emergencia).
124
Y otro equivalente: “Hay que atenerse con tenacidad a los términos de la ley”
(Verbis legis tenaciter inhaerendum).
“Las leyes generales no han de interferir aquellas otras que dictan disposiciones
particulares” (Leges generales non debent extendi ad leges quae habent suam
particularem provisionem).
“Interpreta la ley el que la hace” (Ejus est legem interpretare cujus est condere.
Lib. I. tít. XIV, leyes 1ª y 9ª).
“En la interpretación de las leyes, las penas han de ser atenuadas más bien que
agravadas” (Interpretatione legum poenae molliendae sunt potius quam asperan-
dea Hermageniano: Lib. XLVIII, Tít. XIX Ley 42, Digesto).
“Si una determinada hipótesis está prevista y orgánicamente regulada por una
norma (o por un conjunto de normas), se ha de excluir que otra norma contemple
y discipline la misma hipótesis (Ne bis in idem. Messineo. Manual de Derecho Civil
y Comercial. Ob. cit, TI, pág. 104).
“La equidad es la religión del que juzga“ (Aequitas religio indicantis) Sentencia que
advertía la necesidad de imparcialidad del juez.
125
126
CAPÍTULO VI
127
128
1. Principio de la unidad de la Constitución
Raúl Canosa Usera resalta la importancia de este principio y señala que sobre-
pasa la sistemacidad: “El más importante de los principios, que nosotros hemos
calificado como instrumentales, es el de unidad de la Constitución. Si partimos de
la idea de que el Derecho es el principio vitale di ogni istituzione y que toda insti-
tución se caracteriza por su unidad, debemos concluir, según este esquema idea-
do por Santi Romano, en que la Constitución es fundamento jurídico de la institu-
ción estatal y que, por ende, dicho fundamento resulta en sus términos y conteni-
dos en un todo coherente, sobrepasa el concepto mismo de sistemacidad rele-
gándolo a mera consecuencia de la unidad descrita. Tal unidad sobrepasa el com-
portamiento de sistemacidad relegado a mera consecuencia de la unidad descrita.
Esta unicidad sobrepasa la simple coherencia formal, es decir, que las disposicio-
nes formen un todo identificable como una Constitución, ya que va mucho más
allá, en tanto en cuanto comporta, además, una complementariedad e integración
entre todos los contenidos constitucionales. Aquí pasan a jugar las jerarquías es-
tructurales, tomadas en consideración a lo largo del epígrafe precedente, de tal
manera que la unidad no comporta absoluta asimilación igualitaria entre todos los
enunciados constitucionales, pero sí imperiosa obligación de que todos ellos sean
efectivos. La concurrencia de diferentes tipos de disposiciones constitucionales
152. “La Interpretación Constitucional”. Escritos de Derecho Constitucional. Ob. cit, p. 45.
129
no da pie para fundamentar la existencia de un subprincipio consistente en la
regulación de las relaciones entre las diferentes clases de disposiciones normati-
vas de modo acorde a su posición en la jerarquía estructural. Esta unidad, recal-
quemos, no se obtiene artificialmente, sino que se impone como característica
esencial del Régimen Jurídico. Efectivamente, la unidad de la Constitución es un
reflejo de la unidad total del Ordenamiento, del mismo modo que la unidad de la
jurisdicción constitucional es reflejo de la respectiva de la Carta y asume, dicha
jurisdicción, la función de garantizar la unidad esencial del Estado; pero una uni-
dad siempre respetuosa con la de la Constitución en la cual ha de inspirarse”.153
2. Principio de concordancia
El intérprete debe evitar que un derecho destruya al otro, para lo cual es preci-
so que separe los campos de acción de los derechos en conflicto, de tal manera
que puedan funcionar armónicamente y sin confrontaciones.
153. Interpretación Constitucional y Fórmula Política. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. 1988, págs. 175 y 176.
130
cuando entran en conflicto bienes o intereses constitucionalmente amparados,
sobre todo cuando se trata de derechos fundamentales. Por ejemplo, ello suce-
de con el derecho a la intimidad o al buen nombre versus el derecho a la libertad
de prensa; o con el derecho a la vida de la criatura que está por nacer versus el
derecho a la vida o a la dignidad de la madre, en los casos de aborto. Situacio-
nes como las anteriores exigen del intérprete constitucional un alto grado de
ponderación de los valores en conflicto, buscando que prevalezca el equilibrio
en la protección de los derechos fundamentales, salvo cuando la Carta les con-
fiere expresamente un grado de prevalencia, como ocurre en Colombia con los
derechos de los niños.154
131
dos en el Capítulo I, al cual nos remitimos.
A. Introducción
No debemos olvidar que el poder del Estado es limitado por la Constitución para
132
proteger la libertad y la dignidad del hombre, la justicia y el bien común. El fin de
teleológico de la Constitución es proteger esos derechos, libertades y valores.
En virtud del principio pro libertate debe interpretarse extensivamente todo lo que
favorezca la libertad y restringirse todo lo que limite la libertad.
Gregorio Badeni expresa: “Así como en el Derecho Penal tiene raigambre cons-
titucional la aplicación del principio in dubio pro reo, y en el Derecho del Trabajo la
regla in dubio pro operatio, en materia constitucional la interpretación de las cláu-
sulas de la Ley Fundamental y de sus normas reglamentarias siempre debe ser
realizada propiciando la plena vigencia de la libertad y no de sus restricciones. La
finalidad personalista que nutre al texto constitucional revela que todas sus decla-
raciones, principios e instrumentos, apuntan a consagrar y consolidar la libertad
del hombre. De modo que todo límite que se pretenda establecer para la libertad
debe resultar de una disposición expresa que sea concordante con la Constitu-
ción”.157
Cuando están de por medio los derechos humanos se debe aplicar la norma
más favorable al recurrente. Cuando varias normas coinciden a regular el caso
debe aplicarse la más favorable al recurrente. Por ejemplo: frente a una norma
constitucional más favorable al recurrente y otra menos favorable consagrada en
un tratado debe aplicarse la primera.
157. Reforma Constitucional e Instituciones Política. Ad-Hoc S.R.L. Buenos Aires, Argentina, 1994, págs. 91 y 92.
133
sentencia definitiva que le ponga fin al juicio en donde se haya otorgado la garan-
tía para su defensa al enjuiciado.
G. Principio de preferencia
134
Como consecuencia, el intérprete de la Constitución debe decidirse en forma
preferente a favor de los derechos humanos.
Se pueden presentar dos sistemas, el sistema del númerus cláusus (lista cerrada)
y el sistema del númerus apertus (lista abierta). En virtud del primero los derechos
humanos son únicamente los consagrados expresamente en la Constitución y no
otros que puedan surgir con el devenir del tiempo.
En virtud del sistema del númerus apertus los derechos humanos no sólo son
los consagrados en la Constitución, sino también los inherentes a la persona o
que se deriven del sistema democrático de gobiernos como expresaban las Cons-
tituciones de 1950 y 1974.
135
Todos los convenios y derechos internacionales declarados aplicables por la
Constitución vienen a aumentar nuestra lista de Derecho.
Los órganos de la justicia constitucional deben actuar con mucha prudencia. Sus
facultades son tan amplias que pueden incidir (o invadir) en la competencia de los
otros poderes u órganos estatales. Un control excesivo o que rebase la competen-
cia propia de esta jurisdicción podría provocar graves reacciones que pongan en
peligro la existencia misma de esta jurisdicción.
136
tada del pensamiento del órgano de la justicia constitucional, lo cual lógicamente
presenta un difícil problema a resolver.
En virtud de este principio se presume que los actos del poder legislativo, poder
ejecutivo, poder judicial o de los órganos gubernamentales (las leyes, decretos,
actos de los órganos gubernamentales, etc.), impugnados por inconstitucionali-
dad son constitucionales mientras no se demuestre por el recurrente que en rea-
lidad violan la Constitución. Esto significa que la carga para probar la inconstitucio-
nalidad la lleva el impugnante. Es una presunción iuris tantum, es decir, que
admite prueba en contrario.
162. Cfr. Néstor Pedro Sagüés. Interpretación Judicial de la Constitución Jurídica de la Constitución. Depalma, 1998, págs. 113 y sigts.
163. “Interpretación Constitucional como Problema”. Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Ob. cit., p. 76.
137
Gregorio Badeni expresa: “Todos los actos emanados de los órganos guberna-
mentales se presumen constitucionales, hasta tanto no se pruebe fehacientemen-
te lo contrario. Toda declaración de inconstitucionalidad, por la cual se niega la
aplicación de un acto de gobierno para resolver un caso determinado, constituye
una grave perturbación para el orden jurídico, que solamente es aceptable en su
condición de solución última e ineludible para preservar el principio de la suprema-
cía constitucional que establece el art. 31 de la Constitución. Por otra parte, resul-
ta irrazonable entender que la acción de los órganos gubernamentales esté deli-
beradamente encaminada hacia el desconocimiento de los principios constitucio-
nales en que se basan su autoridad y funciones. En un Estado de Derecho la
misión de los gobernantes es cumplir y hacer cumplir la ley respetando las reglas
jurídicas básicas contenidas en la constitución, comportamiento cuya efectividad
se presume. Estas dos circunstancias conducen, como regla general, a aceptar la
validez constitucional de los actos legislativos, ejecutivos y judiciales, a menos
que por vía del control de constitucionalidad se demuestre acabadamente que el
acto está en pugna con una norma constitucional, y que resulta imposible median-
te la interpretación armonizar y concordar su contenido con las garantías, princi-
pios y derechos contenidos en la constitución. Solamente en este último caso
cede el principio in dubio pro constitutio”.164
138
hace un reparto de competencias y funciones que limitan a cada órgano a actuar
dentro de sus funciones propias. Por tal razón el art. 183 de la Constitución esta-
blece que ningún Poder del Estado, organismo de gobierno o funcionario, tendrán
otra autoridad, facultad o jurisdicción que las que le confiere la Constitución Políti-
ca y las leyes de la república.
En una dictadura prevalecerá la voluntad del dictador, ya sea que esté impreg-
nada de religiosidad, nacionalismo, ideales políticos o intereses personales. Los
139
tribunales de justicia carecerán de independencia, sujetando sus sentencias a
los dictados u orientaciones de aquél. La impunidad de los gobernantes prevale-
ce y la represión penal contra el pueblo crece.
Enrique Alfonso García observa que la Constitución tiene normas con concep-
tos absolutamente indeterminados y que la operación de subsunción requiere de
una especificación que viene a constituirse en sí misma en el equivalente de la
Constitución.
140
un hecho indiscutible que en todos los sistemas con jurisdicción constitucional el
intérprete judicial crea y formula normas derivadas de la Constitución, bien expre-
samente, bien implícitamente. Por tal razón señala que su obra debería denomi-
narse “La Aplicación Judicial de la Constitución”.167
Existen dos formas de entender la plenitud de la Constitución y las dos son preten-
siones.
“Art. 32 Ninguna persona está obligada a hacer lo que la ley no mande, ni impe-
dida de hacer lo que ella no prohíbe”.
“Art. 183 Ningún Poder del Estado, organismo de gobierno o funcionario tendrá
otra autoridad, facultad o jurisdicción que las que le confiere la Constitución Políti-
ca y las leyes de la República”.
Esta tesis es inaceptable. En primer lugar no todo lo que es Derecho está incor-
porado a la Constitución. En segundo lugar es preciso que el órgano de la jurisdic-
ción constitucional recurra a las reglas, principios, argumentos y técnicas del De-
recho común para auxiliarse en la labor interpretativa, integradora y decisoria.
La doctrina considera que sólo puede haber plenitud cuando existe en la Cons-
141
titución una norma que sirve de parámetro a cualquier ley futura, cualquiera que
sea la disciplina a que se refiere.
El tema de las mutaciones ha sido tratado por la doctrina, pero está cuajado de
problemas, pues no existe un concepto unívoco de mutación, una tipología de las
mismas y un criterio sobre sus alcances y validez jurídica.
142
Una misma norma puede dar pie a varias interpretaciones dentro del ámbito cons-
titucional.
Las mutaciones pueden provenir de los órganos estatales mediante actos jurídi-
cos (leyes, reglamentos, sentencias de los tribunales de justicia); de las denomi-
nadas convenciones políticas, propias de Inglaterra, pero que según la doctrina se
aplican también en donde existen constituciones escritas; y por la costumbre. Exis-
ten varios tipos de mutaciones:
a) Las prácticas políticas que llenan una laguna constitucional por no existir
regulación constitucional sobre el caso. No se oponen formalmente a la
Constitución. Ejemplos: el control judicial de la constitucionalidad de las
leyes, creado por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Norteamérica;
en el mismo país la práctica, hasta la Enmienda XXII, de que el Presidente
no puede gobernar por más de dos períodos.
143
ción y la norma estalle, en cuyo caso debe prevalecer la norma, si las condiciones
existentes así la permiten.
En Nicaragua son muchas las mutaciones constitucionales que se han dado por
vía legislativa o ejecutiva al pasar de la economía dirigida y planificada a la econo-
mía de mercado. Algunas modificaciones antes de la reforma constitucional fue-
ron abiertamente violatorias de la Constitución: de acuerdo con el art. 115 de la
Constitución, sólo podían crearse impuestos por ley (reserva legal), pero el Ejecu-
tivo decretaba impuestos con base en el art. 150 inc. 4 de la Constitución que lo
autorizaba en forma general a dictar decretos con fuerza de ley en materia fiscal,
a pesar del carácter expreso, preferente y especial del citado art. 115 de la Cons-
titución, el art. 187 de la Constitución consagra la acción popular en el recurso de
inconstitucionalidad de la ley o reglamento, sin embargo la Ley de Amparo, que lo
desarrolla y que es de menor rigidez y dureza, lo restringía al agraviado en sus
derechos,169 aunque la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia acogió mi
tesis y el problema ya está superado por la reforma al art. 6 de la Ley de Amparo.
B. Fraude constitucional
C. Destrucción de la Constitución
D. Supresión de la Constitución
E. Quebrantamiento constitucional
144
se excepciones para supuestos concretos. En la excepcionalidad pueden ser vio-
lados los principios de generalidad de la ley y el de igualdad.
F. Suspensión constitucional
Todos esos decretos y leyes pueden ser objeto del recurso de inconstitucionalidad.
145
ya que el art. 198 de la Constitución las derogó tácitamente, lo cual no sería un
problema de constitucionalidad sobrevenida, sino de derogación.
Este criterio nos facilitaba impugnar los centenares de leyes del sandinismo, fue
un criterio político. También se puede aplicar el criterio de la derogación dentro de
un juicio. Ambos sistemas pueden funcionar.
146
manos del Tribunal Constitucional la cuestión de la constitucionalidad de las leyes
anteriores a la Constitución que al conocimiento de todos los jueces y tribunales
del país. Confía en que dicho Tribunal especializado lo haría mejor, con mayores
frutos y seguridad. Concreta la derogación para aquellas materias en que es indis-
cutible la aplicación directa de la constitución como se da en los derechos funda-
mentales, organización, competencia o funcionamiento de los Poderes, por lo que
cuando existe oposición de alguna ley a la Constitución en esas materias no pue-
de plantearse la cuestión de derogación ante el Tribunal Constitucional. Para el
resto de las leyes anteriores y contrarias a la Constitución, y que no se refieren a
las materias anteriormente indicadas, no dan pie a una derogación sino a una
cuestión de inconstitucionalidad sobrevenida sobre la cual debe conocer el Tribu-
nal Constitucional.
No nos debe extrañar que una ley constitucional pueda ser impugnada por opo-
nerse a la Constitución porque, en primer lugar, son leyes ordinarias que se incor-
poran a ella para recibir su protección frente a las reformas de las leyes ordinarias
y no para destruirla, por lo que no la pueden contrariar; en segundo lugar, si las
mismas reformas a la Constitución, donde interviene el Poder Constituyente, pue-
den ser tachadas de inconstitucionales según lo confirma la doctrina, con mayor
razón las leyes constitucionales que la contradicen.
147
manera desigual, en virtud de otros principios o valores consagrados en la Cons-
titución, sin que por esto se anule la ley en sede jurisdiccional. Se pretende igualar
a los desiguales. Este tipo de regulación es atendible cuando las razones están
fundadas en el Derecho y los valores constitucionales.
a) Que era constitucional la Ley Número 11.157 que congeló los alquileres y
prorrogó la vigencia de los contratos y, como consecuencia, restringió el
derecho de propiedad. Consideró que el monopolio virtual de la vivienda
por un sector de la población afectaba el interés público, ya que distorsio-
naba el precio de los alquileres haciéndolos excesivos por lo que justifica-
148
ba la medida de la ley, estimándola apta para lograr el fin social buscando
como solucionar el déficit de la vivienda.
149
de los condenados;171 establecer juicios penales escritos que produzcan
dilación en el juzgamiento.172
Esta razonabilidad es preciso analizarla con mucho cuidado, porque con fre-
cuencia se puede invadir el campo estrictamente político-legislativo. Por ejemplo,
no faltan autores y criterios jurisprudenciales que sostienen que:
Sin embargo, creo que hay irrazonabilidad de fines cuando la finalidad de la ley es
groseramente violatoria de la ley o sus valores, o absurda (represiva, racista, etc.)
150
Los preámbulos tienen por tanto valor interpretativo. No todas las constitucio-
nes están presididas de preámbulos. Así puede observarse en el constitucionalis-
mo nicaragüense y extranjero.
151
leyes ordinarias175 y el preámbulo a la Constitución o ley aprobada.
152
la dignidad personal, la igualdad, la razonabilidad de las categorías lega-
les diferenciales, y algunas cosas más quedan conculcadas por el trato
discriminatorio de los hijos. Tal vez se llegaría a igual resultado si se juz-
garan desigualdades en el status recíproco de los cónyuges, o en los
derechos civiles y políticos de la mujer”.176
176. La Interpretación Constitucional y el Control Constitucionales en la Jurisdicción Constitucional. Ob. cit., 102, 103 y 104.
177. Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional. Parte General. Ob cit., T. II, pág. 146 y sigts.
153
154
CAPÍTULO VII
EL BLOQUE DE
CONSTITUCIONALIDAD
SUMARIO
1. Concepto e importancia.
2. Origen francés del bloque de constitucionalidad.
3. El bloque de constitucionalidad en España.
4. El bloque de constitucionalidad en Costa Rica.
5. El bloque de constitucionalidad en Panamá.
6. El bloque de constitucionalidad en Colombia.
7. Nuestro bloque de constitucionalidad:
A.La Constitución de 1987 y sus reformas.
B.Las leyes constitucionales.
C.Los convenios y demás documentos internacionales sobre
derechos humanos.
D.El Estatuto y el Reglamento de la Asamblea Nacional.
E.La Ley de Municipios.
F. La Ley de Autonomía de la Costa Atlántica.
G. La Constitución derogada.
155
156
1. Concepto e importancia
178. María Luisa Balaguer Callejón sostiene que las leyes que integran el bloque de constitucionalidad no sólo son objeto de interpretación
constitucional (como el resto de las leyes), sino también utilizadas como criterios de interpretación de la constitucionalidad de otras leyes,
ampliando el campo de la interpretación constitucional: la constitución y dichas leyes, que por tal razón deben ser bien revisadas en su
constitucionalidad (Interpretación de la Constitución y Ordenamiento Jurídico. Ob. cit, págs. 118 y 119).
157
de 1787. Esta es una declaración de derechos individuales, de la primera
generación.
El art. 28.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional dispone que para
apreciar la conformidad o disconformidad con la Constitución de una Ley, dispo-
sición o acto con fuerza de Ley del Estado o de las Comunidades autónomas, el
Tribunal considerará, además de los preceptos constitucionales, las leyes que,
dentro del marco constitucional, se hubieran dictado para delimitar las competen-
cias del Estado y las diferentes Comunidades autónomas o para regular o armoni-
zar el ejercicio de las competencias de éstas.
Francisco Rubio Llorente estima que esta disposición es un falso punto de par-
tida: “Al aludir al bloque de la constitucionalidad, tanto el Tribunal Constitucional
como los diversos autores antes citados toman frecuentemente, como punto de
158
referencia, el artículo 28 LOTC (a veces, según hemos visto, sólo su apartado
primero), un precepto, sin embargo, que es, por decir lo menos, perfectamente
superfluo y que, en todo caso ni incluye todas las normas infraconstitucionales
que según el propio Tribunal se han de tomar en consideración para resolver so-
bre la constitucionalidad de las leyes sometidas a su conocimiento, ni precisa,
salvo por referencia a su función, cuáles son las leyes a las que su apartado
primero alude, ni toma en cuenta, en razón de su inserción sistemática, más que
un aspecto de esta función. La interposición de normas subconstitucionales en el
juicio de constitucionalidad de la Ley sólo es posible cuando viene exigida por la
Constitución y es necesaria siempre que ésta la impone, con independencia de
que la recuerde o no otra norma legal cuya existencia, en la medida en que preten-
da establecer el elenco completo de esas normas interpuestas es, por lo menos,
de dudosa legitimidad. Buena prueba práctica de esta superfluidad del artículo 28
LOTC la ofrece, por lo demás, el uso que el Tribunal Constitucional ha hecho de él,
especialmente en lo que toca al mandato que en el mismo se contiene respecto de
las Leyes orgánicas, y ello con absoluta independencia del juicio que merezca la
configuración que el Tribunal ha hecho de esta penosa innovación de nuestras
constituyentes”.179
179. “El Bloque de Constitucionalidad”. Estudio sobre la Constitución Española. Homenaje al Profesor Eduardo García de Enterría. Editorial
Civitas, S.A. Madrid, 1991, págs. 11 y 12.
159
gente es la de 1949. A esta deben agregarse las disposiciones o leyes con
valor constitucional: a) El precepto que establece el número de Magistrados
de la Corte Suprema de Justicia; b) La disposición de la Ley de División Terri-
torial de la República que divide el territorio en siete provincias de acuerdo con
los arts. 157 y 168 de la Constitución. Estas leyes sólo pueden ser reformadas
por el procedimiento especial de reforma parcial de la Constitución.
Según Rubén Valle, estos principios son de tres tipos: los derivados de la
interpretación lógico-sistemática de dos o más disposiciones constitucio-
nales; los que provienen de normas de carácter legal; y los institucionales.180
c) La costumbre constitucional.
d) El Reglamento de la Asamblea.
180. “La Jurisdicción Constitucional en Costa Rica”. La Jurisdicción Constitucional en Ibero América. Ob. Cit, p. 511. Derecho Procesal
Constitucional. Editorial Juriscentro, San José, Costa Rica. 1995, pág. 292 y sigts.
160
Por tal razón se produce una confrontación entre la ley ordinaria y el trata-
do internacional. Si la ley viola al tratado se produce también una violación
indirecta del art. 7 de la Constitución. Esta confrontación es recogida en el
art. 73 párrafo primero, de la Ley de Jurisdicción Constitución que dispone
que es procedente la acción de inconstitucionalidad cuando alguna ley o
disposición general infrinja el art. 7 párrafo primero de la Constitución, por
oponerse a un tratado o convenio internacional.
Esta doctrina ha sido recogida por la Corte Suprema de Justicia. Sus elementos
son los siguientes:
c) La costumbre constitucional.
161
6. El bloque de constitucionalidad en Colombia
El debido proceso está garantizado por los arts. 34, 160 y 165 de la Constitución
Política; el art. 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el art. 8 de la
Convención Americana de los Derechos del Hombre; el art. 14 del Pacto Internacional
181. Gaspar Caballero Sierra y Marcela Anzola Gil. Teoría Constitucional. Editorial Témis. Bogotá, Colombia. 1995, pág. 66 y sigts. También la
jurisprudencia se refiere al parámetro de constitucionalidad (Sentencia 11 de noviembre de 1993).
182. S. 3:30 p.m. del 11 de septiembre del 2000. B.J.C., pág. 99.
162
de Derechos Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones Unidas, todos
aplicables de acuerdo, con el art. 46 de la Constitución; y los arts. 13, 14 y 21 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
En las leyes de amparo de 1894, 1911, 1948, 1950 y1974 se concedía el recur-
so de amparo (lo que es hoy el recurso de inconstitucionalidad y el de amparo
establecidos en forma separada) por violación de la Constitución y de las leyes
constitucionales.
Por otra parte, el art. 71 párrafo 2 de la Constitución dispone que tienen plena
163
vigencia la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña.
E. La Ley de Municipios
Es una ley especial por razón de la materia, los procedimientos para su aproba-
ción y reforma y por la mayoría calificada.
164
G. La Constitución derogada
165
166
CAPÍTULO VIII
INTEGRACIÓN CONSTITUCIONAL
SUMARIO
1. La integración del Derecho.
2. Nuestros medios de integrar el Derecho.
3. La autointegración.
4. La heterointegración.
5. Las lagunas históricas.
6. Las lagunas axiológicas.
7. La analogía.
8. Los principios generales del Derecho.
9. Las presunciones:
A. Ideas generales.
B. Concepto.
C. Clases de presunciones.
D. Valor probatorio de las presunciones.
10. El método de la libre investigación científica de Geny.
11. Los principios universales de Kelsen y los tópicos o principios generales del Derecho de G. Struck.
167
168
1. La integración del Derecho
El Discurso Preliminar del Código Civil francés expresa: “por más completo que
pueda parecer un Código, no bien queda concluido que mil cuestiones que en él
se pasan por alto vienen a presentarse a la consideración del magistrado. Porque
las leyes, una vez redactadas, permanecen siempre tal como fueron escritas, en
tanto los hombres no reposan jamás; por el contrario, éstos viven en constante
actividad y ese movimiento nunca detenido, cuyos efectos son diversamente mo-
dificados por las circunstancias, produce a cada instante algún nuevo hecho, algu-
na original combinación, algún distinto resultado. Infinidad de cosas deben que-
dar, por consiguiente, necesariamente libradas al gobierno de los usos, a la discu-
sión de los hombres instruidos, al arbitrio y decisión de los jueces. La misión de la
ley consiste en señalar, a grandes rasgos, las proposiciones generales del Dere-
cho, en establecer principios fecundos, en consecuencia, sin descender nunca
hasta los detalles mínimos de cada cuestión. Al magistrado y al jurisconsulto pe-
netrados del espíritu general de la ley corresponde la tarea de dirigir su aplicación
al caso concreto. De allí que, en todas las naciones civilizadas, se vea surgir siem-
pre a la vera del santuario de las leyes y bajo la atenta vigilancia del legislador un
depósito de aforismos, sentencias judiciales y elaboraciones doctrinarias que cons-
tantemente depura su contenido merced al tamiz de la práctica y de nuevas con-
troversias judiciales, que sin cesar acrecienta su riqueza por obra de originales
conocimientos adquiridos, que en todo momento ha sido considerado como el
verdadero suplemento de la legislación positiva”.184
Por tal razón se presentan casos que no encuentran solución expresa en los
supuestos de hecho de las normas constitucionales y ordinarias. Es preciso por
ello integrar el Derecho mediante los mecanismos que adelante se indicarán.
169
Oscuridades, silencios o insuficiencias de la ley pueden dar lugar a lagunas; a
saber:
170
Para nuestra Corte Suprema de Justicia la analogía no es una regla para inter-
pretar sino para legislar: “A pesar de que los arts. 2565 y 3312 prohíben al man-
datario comprar por medio de persona interpuesta, es válida la venta del mandata-
rio a favor de su esposa, ya que no puede aplicarse por analogía las presunciones
de los arts. 987 y 2819 de Código Civil, el primero presume como persona inter-
puesta de los inhábiles para adquirir por testamento a los ascendientes, descen-
dientes, hermanos o cuñados del inhábil y el segundo prohíbe al mandatario por sí
o por interpuesta persona comprar la cosa que el mandatario le haya ordenado
vender sino fuere con aprobación expresa del mandante, pues la regla que dice
que donde hay la misma razón debe haber la misma disposición, no es una regla
de interpretación sino una regla para legislar y las presunciones de ley son de
aplicación estricta. Además, en el caso del mandatario lo que la ley prohíbe al
mandatario es comprar y no que compren sus parientes, a diferencia del guarda-
dor (art. 466 C.) y sí el legislador hubiera querido extender esa prohibición a los
parientes lo habría hecho expresamente. Aún los más próximos parientes del
mandatario pueden comprar si lo hacen para ellos mismos y aun cuando después
vendieren al mandatario no sería suficiente prueba de que ellos eran personas
interpuestas, sino que seria necesario probar que existía acuerdo al respecto en el
momento de la adquisición”.193
171
consejo al filósofo griego Favorino, el cual opinó que debía dar crédito al deman-
dante honrado y condenar al demandado, por el contrario los jurisconsultos le
aconsejaban que lo eximiera de responsabilidad. El juez reflexionó que era grave
condenar apoyándose solo en la costumbre y no en la prueba, pero que sin em-
bargo no podía absolver al malvado, juró que el asunto no era claro para él y todo
terminó.195 Concluyó con un non liquet (abstenerse el juez de decidir el caso).
Con relación al Areópago, Aulo Gelio cuenta que un asunto le fue presentado al
Procónsul de Asia. Se trataba de una mujer que habían envenenado secretamen-
te a su segundo marido y a su hija, pero sostenía que lo había hecho, porque
éstos premeditadamente le habían dado muerte a otro hijo suyo del primer matri-
monio, cuya bondad e inocencia celebraba. El hecho era cierto. El Procónsul so-
metió el asunto al Consejo, pero nadie quiso decidir en un caso tan delicado.
¿Podía dejarse impune el envenenamiento del marido y de su hija? Y, por otra
parte, ¿aquellos malvados no habrían merecido castigo?. Remitió el asunto a
Atenas a los areopagitas, como jueces más expertos. Oída la causa, citaron al
acusador y a la acusada para que comparecieran a los cien años. De esta manera
se abstuvieron de legitimar lo que las leyes prohibían y también de castigar a una
culpable digna de perdón.196
195. Noches Áticas. Ejea, Buenos Aires, Argentina. 1959, págs. 169 a 173.
196. Noches Áticas. Ob. cit., págs. 150 y 151. Cfr. Santiago Sentío Melendo. “El Derecho en las Noches Aticas”. Teoría y Práctica del Proceso.
Ejea. Buenos Aires, Argentina. 1959. Vol. I, pág. 539 y sigts; Humberto Cuenca. Proceso Civil Romano. Ejea. Buenos Aires, Argentina. 1957,
págs. 90 y 91.
172
provisional o de cualquier forma de cesación provisional del proceso pe-
nal incompleto.
Don Ángel Osorio, en el Proyecto de Código Civil de Bolivia, formula una solu-
ción parecida a la romana. El art. 9 del Proyecto dice: “Si algún juez encontrase en
conflicto su propia conciencia con textos irrebatibles de la ley, podrá abstenerse
de sentenciar y elevará los autos a la Corte de su Distrito, la cual, oyendo a las
partes y recabando de oficio las pruebas, investigaciones y asesoramientos que
juzgue indispensables, dictará su fallo sin estar obligado a someterse al precepto
legal”.
Existen dos sistemas para hacer efectiva la obligación del juez de decidir el
conflicto que se le presenta ante la falta de ley: un sistema que calla en relación al
tema, entregando la solución del conflicto a la ciencia, técnica y conciencia del
juez; el otro señala los instrumentos para la solución:
197. Sistemas Penales y Derechos Humanos en América Latina. Informe final. Depalma, Buenos Aires, Argentina 1986, pág. 126.
173
d) La analogía, y en su defecto los principios generales del ordenamiento
jurídico del Estado (Código Civil italiano de 1942).
El art. 18 de la Ley Orgánica del Poder Judicial expresa que los jueces y
tribunales deben siempre resolver sobre las pretensiones que se les formulen y
no pueden excusarse alegando vacíos y deficiencias normativos y señala los
medios para hacerlo. Dice así: “Los Jueces y Tribunales deben resolver siempre
sobre las pretensiones que se les formulen, no pudiendo excusarse alegando
vacío o deficiencia de normas. A falta de norma jurídica pertinente, los Magistra-
dos y Jueces deben resolver aplicando los Principios y Fuentes Generales del
Derecho, preferentemente los que inspiran el Derecho nicaragüense, la jurispru-
dencia y los establecidos en la legislación procesal nacional”. Su redacción es
confusa y al margen de la técnica.
No creo que el artículo 18 haya eliminado la analogía como medio preferente para
llenar las lagunas, regulada en forma preferente en los arts. XVII del Título Preliminar
del Código Civil y 443 del Código de Procedimiento Civil, por las razones siguientes:
174
jueces en su actividad judicial son independientes y únicamente deben
obediencia a la Constitución y a la ley. Cuando el juez o el tribunal solucio-
na el caso por analogía lo hace aplicando la ley que regula el caso seme-
jante.
b) La jurisprudencia.
El Código Civil español señala como fuentes del Derecho: la ley, las costum-
bres y los principios generales del Derecho. Nuestra legislación no las enumera.
175
La ley y la costumbre son interpretadas y además sirven para interpretar o
integrar la ley. Por ejemplo: el art. 3 del Código de Comercio expresa que la
costumbre mercantil suple el silencio de la ley, o sea, es un medio de integración
del Derecho Mercantil. El art. 5 del mismo Código dispone que la costumbre mer-
cantil no sólo suple el silencio de la ley, sino que también sirve para interpretar las
palabras técnicas (no distinguen si están en la ley o en otro instrumento) y los
actos y convenios mercantiles. Pero la integración del Derecho mercantil primero
se hace con disposiciones del Código Civil y después por la costumbre, según lo
dispone el art. 2 del Código de Comercio.
La costumbre tiene que ser probada y en nuestro sistema tiene poca aplicación
y se reduce en los casos expresamente previstos en la ley, salvo en materia mer-
cantil.
3. La autointegración
Para llenar o colmar una laguna legal, histórica o axiológica, se recurre a la auto-
integración o a la heterointegración.
4. La heterointegración
176
El art. 443 del Código de Procedimiento Civil, que también regula la analogía,
modificado por la Ley Orgánica del Poder Judicial, señala un amplio número de
medios para llenar las lagunas, los cuales podrían ser aprovechados a medida
que se van agotando los enumerados por la legislación vigente.
Por otra parte, además de la omisión, hay que agregar los nuevos hechos,
situaciones y figuras jurídicas, que surgen del desarrollo social, político, económi-
co, tecnológico y jurídico, los que naturalmente no tuvieron presente los creadores
de la Constitución y las leyes, produciéndose también vacíos legales, que deben
colmarse.
Cuanto más antigua sea la Constitución, mayor será el problema del vacío his-
177
tórico, pero el proceso de adecuación de ésta, mediante un activismo del órgano
de la justicia constitucional, podría darle solución a esos vacíos, a lo que debe
añadirse las leyes comunes, las costumbres constitucionales, las convenciones
constitucionales, etc.
178
titución son olvidos inconscientes del Constituyente, esencialmente iguales a
los que les suceden a los legisladores ordinarios y a los productos normativos
por ellos creados, las leyes. Cuando tales olvidos son descubiertos, debe lle-
varse a cabo una reforma constitucional para colmarlos”.198
Aquí la laguna la provoca el juez por que existen normas que cubren el caso. Se
presenta de la manera siguiente: existe norma constitucional que cubre el caso,
pero es totalmente injusta. Por tal razón el juez la declara inaplicable.
Pero el problema se le presenta en forma muy seria al juez para inaplicar una
disposición constitucional injusta, debido al principio de la supremacía de la Cons-
titución. Existen dos criterios: uno que sostiene que la norma constitucional evi-
dentemente injusta debe inaplicarse por ser violatoria de los principios del Dere-
cho Natural y el otro sostiene que sólo se debe inaplicar la norma evidentemente
injusta en casos de extrema gravedad que pueda justificar una revolución.
198. “Sobre la Reforma Constitucional y sus Funciones”. Teoría de la Constitución. Obra Colectiva. Editorial Porrúa. México, D.F. 2000, págs.
374 y 375.
179
Expresa Werner Goldschmidt: “En otros supuestos, la fuente formal enfoca el
caso problemático. Por tanto, no hay carencia histórica de norma. Pero quien debe
hacer funcionar la norma, la estima injusta y no la aplica: se produce, por ende,
una carencia dikelógica de norma. El Código Civil libera a la persona jurídica de
la responsabilidad por los delitos y cuasidelitos de sus empleados. Tal norma no
se considera justa, y no se aplica. El Código Civil excluye de la herencia a los
colaterales naturales. También en este caso la jurisprudencia ha desarrollado la
disposición legal. En ambos casos la ley 17.711 convalidó la jurisprudencia. El
Código Penal castiga el duelo; pero en la práctica no se persiguen los lances
caballerescos que no producen derramamiento de sangre”.199
7. La analogía
A. Concepto
Algunos autores opinan que la analogía sólo puede funcionar cuando no puede
199. Introducción Filosófica al Derecho. Depalma. Buenos Aires, Argentina. 1987, pág. 291.
180
aplicarse el argumento a contrario, pero para otras resulta mejor que el argumen-
to a contrario funcione como alternativo al analógico. Por el contrario, otros auto-
res piensan que con el argumento analógico se solucionan todos los vacíos, y un
último grupo sostiene que tiene amplia aplicación y que en su defecto funciona el
argumento a contrario.
Ejemplos:
c) La acción confesoria que sirve para proteger las servidumbres puede tam-
bién usarse para tutelar el usufructo, uso o habitación.
200. Para Ludwing Enneccerus la analogía puede ser excluida por el legislador cuando éste conocía de los casos y los tuvo presentes cuando
escogió precisamente con esa intención la estructura estrecha de la disposición. Es entonces cuando procede el argumento a contrario.
(Derecho Civil. Parte General. Vol. I. Librería Bosch. Barcelona, España, 1934, pág. 218).
181
d) A los contratos innominados se les aplican las reglas de los contratos no-
minados.201
e) El art. 107 del Código Civil dispone que el matrimonio declarado nulo, si
fue contraído de buena fe, produce efectos civiles. La buena fe se presu-
me aplicando analógicamente el art. 1720 del Código Civil que presume
la buena fe del poseedor. En ambos casos se parte de la presunción de la
honorabilidad de las personas.
Alberto Trabucchi señala cuatro requisitos para que proceda la analogía: “Los
requisitos de la aplicación analógica son los siguientes:
a) El caso no debe hallarse previsto en la ley (en caso contrario nos hallaría-
mos ante una interpretación extensiva);
201. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho de Obligaciones. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. 2000, págs. 66 y 67.
202. La Interpretación Judicial de la Constitución. Ob. cit, p. 172.
182
por la ley y el no regulado por ella;
183
ga o a los principios generales del sistema jurídico. Esta funciona en subsidio de
la anterior.
205. Cfr. Alberto Trabuchini: Instituciones de Derecho Civil. Ob. cit. Págs. 51 y 52. Cita el edicto de Salvio Gugliano que dice que cuando el
legislador elije una excepción, es como si dijese: “Fuera de estos casos yo pediría lo contrario”.
184
a) Encontrar una norma jurídica que bien interpretada abarque el supuesto
de hecho.
No se permite aplicar por analogía las disposiciones sancionatorias, las que otorgan
privilegios, las excepciones a la regla, las que reparten competencias, las que res-
tringen derechos y las penales. Debe respetarse la literalidad y restricción de estas
normas. Las presunciones legales tampoco pueden aplicarse por analogía.206
El art. 4 del Código Penal también prohíbe la analogía de las disposiciones penales,
expresa que no son punibles las acciones u omisiones que no estén definidas como
delito o faltas penales por ley anterior a su comisión.
Las normas penales (nullum crimen, nulla poena, sine lege) y las excepcionales
no pueden aplicarse por analogía a hechos semejantes. La prohibición de la ana-
logía en las normas excepcionales se expresa con los adagios: exceptio est stric-
tissima interpretationis; exceptio firmal regulam in cosibus non exceptis.
185
Para hacer la interpretación extensiva debe emplearse la lógica y la técnica de
la interpretación jurídica. No es una interpretación caprichosa, pues se fundan en
la voluntad del legislador, por lo que si la ratio legis nos conduce a pensar que el
legislador, no tuvo en la mente extender la aplicación a casos no contemplados
en la norma, no cabe la interpretación extensiva. Las normas excepcionales ad-
miten interpretación extensiva.207 Por ejemplo las exenciones fiscales pueden te-
ner aplicación extensiva.
Tanto las leyes penales208 como la excepcionales no pueden ser aplicadas ana-
lógicamente, pero éstas últimas, como expresamos, pueden tener aplicación ex-
tensiva. En Italia, la mayor parte de la doctrina sostiene que tanto las leyes pena-
les, a pesar de lo dispuesto en el art. 1 del Código Penal, como las excepcionales,
son susceptibles de interpretación extensiva. En las penales se argumenta que la
interpretación extensiva se contrae simplemente a hacer coincidir el alcance de la
norma con la voluntad del legislador.
El penalista español Diego Manuel Luzón Peña analiza la división tripartita que
venimos desarrollando y concluye que, en virtud del principio de legalidad, no se
puede desbordar el sentido literal posible de la ley, y que la interpretación extensi-
va está absolutamente prohibida, cuando se trata de una ley que fundamente o
grave la responsabilidad criminal, porque realmente no es una interpretación, sino
creación del Derecho.
207. Alberto Trabucchi admite la interpretación extensiva en los casos penales y excepcionales. (Instituciones de Derecho Civil. Ob. cit., pág. 52).
208. El art. 13 del Código Penal prohíbe la interpretación extensiva y le impone al juez el deber de atenerse estrictamente a la ley. En caso de
duda, se interpreta la ley en el sentido más favorable al reo.
186
que caben en su sentido literal posible, sin excluir ninguno. Es restrictiva cuando
la voluntad o finalidad legal permiten elegir sólo alguno de sus significados posi-
bles del tenor literal, excluyendo a otros. Como en esta clasificación la interpreta-
ción extensiva no rebasa el sentido literal de la norma penal, admite la interpreta-
ción extensiva cuando atenúa o exime, como también cuando crea o agrava la
responsabilidad penal.209
En cuanto a su origen existen dos corrientes: una que los considera como dere-
chos del ordenamiento jurídico; y la otra, sostenida por los naturalistas, como cri-
terios universales, eternos y suprapositivas.
209. Curso de Derecho Penal. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. Parte General. TI, págs. 164 y 165.
210. Enneccerus sostiene que las proposiciones jurídicas de Derecho singular no son aptas para la aplicación por analogía desde el momento
que no derogan el principio superior sino solo pretenden romperlo para casos especialmente configurados, pero acepta que dentro del principio
estricto de la norma del Derecho singular esta permitida la analogía y no está justificado emplear mecánicamente el argumento a contrario. Cita
el caso del Senadoconsulto Veleyano que prohíbe que las mujeres tomen fianza y préstamo a su cargo a favor de otros, el cual fue extendido
por los juristas romanos a otras intersecciones y que solo por virtud de esta analogía han creado el concepto de intersección. (Tratado de
Derecho Civil. Tomo I. Parte General. Vol. I. Ob, cit., págs. 187 y 219).
211. Guastini. Estudios Sobre la Interpretación Jurídica. Ob. cit., p. 100 y sigts; Roberto de Rugiero. Instituciones de Derecho Civil. Ob. cit.,
pág. 147 y sigts; Messineo. Derecho Civil y Comercial. Ob. cit., p. 110 y sigts.
187
Desde una posición ecléctica se definen como directrices del ordenamiento jurí-
dico, contempladas en forma explícita o implícita, que tienen carácter universal y
axiológico.
212. “Principios y Discrecionalidad Judicial”. Estudios de Teoría Constitucional. Editorial Doctrina Jurídica Contemporánea. México, D.F. 2001.
págs. 141 y 142.
188
función creativa o directiva. En las leyes ordinarias deben respetarse los
principios generales del Derecho consagrados en la Constitución y en
caso de violación de dichos principios por las leyes ordinarias, estas serán
declaradas inconstitucionales.
213.Guastini, bajo la rúbrica “interpretación orientada a principios”, establece una serie de ideas. Los principios influyen en la interpretación de las normas que no sean
principios, apartando a los jueces de la interpretación literal (la más acertada y previsible), propiciando una interpretación adecuada que la considera como una especie de la
interpretación sistemática y se utiliza como instrumento para prevenir o evitar antinomias. Supone que una disposición admita dos interpretaciones: la S1 y la S2. La S1 está
de acuerdo con un principio y la S2 en conflicto con dicho principio. Si la norma fuera interpretada con la solución S2 habría una antinomia con la interpretación S1. La
antinomia se solucionará aplicando la solución S1, que es la solución adecuadora. En resumen si una disposición legal admite dos interpretaciones, la primera conforme un
principio constitucional, mientras la segunda está en contra de dicho principio, se realiza la interpretación adecuadora que elige la primera interpretación y rechaza la segunda.
Señala que las sentencias interpretativas de la Corte Constitucional constituyen ejemplos de interpretación adecuadora. Las sentencias declarativas estimatorias evitan
declarar la inconstitucionalidad de una disposición en su totalidad, y se limita a declarar la inconstitucionalidad de una de sus posibles interpretaciones. Las sentencias
interpretativas desestimatorias evitan declarar la inconstitucionalidad de una disposición interpretándola de acuerdo con la Constitución. La interpretación adecuadora es
discrecional, por lo que es discutible su legalidad y oportunidad política. No es obligatoria a pesar de su amplio respaldo jurisprudencial y doctrinal. Se justifica cuando coincide
con el significado común de las palabras o con la intención del legislador, que no siempre es el caso. La presunción, en la que a veces se funda la interpretación adecuadora,
de que el legislador es respetuoso de la Constitución y no desea violarla, carece de fundamento. El Tribunal Constitucional, frente a una norma que sólo admite una
interpretación y esta es contraria a la Constitución, no tiene obligación de insistir en una interpretación adecuadora, por el contrario debe declararla inconstitucional. Por otra
parte, la interpretación desestimatoria, además de no ser obligatoria es perjudicial, pues mantiene con vida disposiciones legales que pueden expresar normas
inconstitucionales. Las decisiones desestimatorias carecen de efectos generales (erga omnes), sus efectos se contraen al caso sentenciado. (Principios de Derecho y
Discrecionalidad Judicial. Estudios de Teoría Constitucional. Ob. cit., pág. 147 y sigts).
214. 11:00 a.m. del 31 de julio de 1963, B.J., pág. 322; S. 9:45 a.m. del 15 de junio de 1966, B.J, p. 150.
189
Penal sólo tienen una función informadora.
Existe diferencia entre valores y principios: los valores son conceptos amplios
y abiertos, en cambio los principios son conceptos más concretos, por esto tienen
mayor eficacia; los valores son derechos, los principios son medios para realizar
los valores, por lo que a través de los principios se manifiestan los valores. Por tal
razón, cuando se interpretan las normas debe tenerse en cuenta los principios y
para interpretar éstos debe partirse de los valores.
a) Las reglas son normas hipotéticas con supuestos de hecho y sus conse-
cuencias jurídicas; en cambio, los principios carecen de supuestos de he-
cho, son normas abiertas e incondicionales, y si parten de un supuesto de
hecho éste es totalmente amplio.
190
tad, justicia, respeto a la dignidad de la persona, etc.; los principios proce-
sales constitucionales de legalidad,216 igualdad, publicidad y de defensa;217
los trece principios sustantivos del Código del Trabajo: el ordenamiento
jurídico laboral protege, tutela y mejora las condiciones del trabajador, en
caso de conflicto o duda sobre la aplicación de las normas del trabajo
legales, convencionales o reglamentarios, prevalecerá la disposición más
favorable al trabajador, etc.218; los once principios procesales del Derecho
Procesal del Código del Trabajo: igualdad, oralidad, inmediación, publici-
dad, impulso de oficio, concentración, lealtad procesal, celeridad, concilia-
ción, ultrapetitividad, carácter inquisitivo del proceso;219 los principios pro-
cesales de la Ley de Amparo: igualdad, publicidad y celeridad220.
Entre los principios generales del Derecho se citan algunos como la buena fe, la
apariencia, el enriquecimiento sin causa,221 el abuso del Derecho,222 el contrato
es ley para las partes223 (pacta sunt servanda), la seguridad, etc. A ellos se agre-
gan los valores: la vida,224 la justicia,225 la libertad,226 el bien común227 y la igualdad
218. Art. I a XIII del Título Preliminar del Código del Trabajo.
219. Art. 266 del Código del Trabajo.
220. Art. 5 inc. 3 de la Ley de Amparo.
221. Esta reconocido en nuestro Derecho. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho de Obligaciones. Ob. cit., p. 144.
222. La irresponsabilidad por el ejercicio del Derecho está recogido en el adagio dura lex sed lex. El abuso del Derecho en el adagio summum ius
summum iniuria. El abuso del derecho es aceptado por nuestro Código Civil, el Código de Procedimiento Civil y la jurisprudencia. S. 11:30 a.m. del
12 de junio de 1948, B.J., p. 14281; S. 10:30 a.m. del 24 de febrero de 1915, B.J., p. 918. Cfr. Iván Escobar Fornos. Derecho de Obligaciones. Ob.
cit., pág. 558 y sigts.
223. Esta limitado por la cláusula rebus sic stantibus y el enriquecimiento contractual abusivo.
191
real y la seguridad. Estos valores son ideales eternos, trascendentales y univer-
sales, los cuales no dependen de las voluntades individuales, sino de la naturale-
za de las cosas. Es conveniente advertir que existe cierta confusión entre valo-
res y principios. Algunos valores son considerados como principios o viceversa.
En nuestra Constitución algunos valores aparecen como principios.
Messineo señala como principios generales del ordenamiento jurídico los si-
guientes: “Ejemplos de tales principios generales pueden considerarse los siguien-
tes: la capacidad de obrar es la regla: la incapacidad, la excepción; la regla es la
libertad de las formas de los actos y de los negocios: la observancia de una deter-
minada forma es la excepción; las obligaciones asumidas deben ser respetadas
(pacta sunt servanda); el acreedor no debe agravar con el hecho propio la situa-
ción del deudor; se responde de los propios actos, no de los ajenos; solamente el
autor de un acto dañoso responde frente al perjudicado; en las relaciones socia-
les, debe tutelarse la buena fe y reprimirse la mala fe; hay que favorecer más a
quien trata de evitarse un daño que a aquel que trata de obtener una ganancia; no
se puede hacer recaer más de una vez, sobre el sujeto, la responsabilidad de un
hecho (ne bis in idem); no hay deber jurídico, ni consiguientemente sanción, para
el caso de inobservancia, si no existe una norma que impone la observancia del
deber; cada cual tiene derecho a todo el fruto del propio trabajo; no se puede
adquirir un derecho mayor o diverso de aquel que compete a quien lo trasmite; si
llega a caer el derecho del trasmitente, cae también el derecho del adquirente;
quien procura un daño a otro, está obligado a resarcirlo; la diligencia exigida en el
cumplimiento de los deberes, y también en el goce de ciertos derechos (ejemplo,
art. 1001 C.), es la del buen padre de familia; en la duda, se presume la “libertad”
de los bienes inmuebles (la llamada libertad inmobiliaria); en el conflicto entre dos
adquirentes del mismo derecho, es preferido quien haya sido el primero en adqui-
rirlo: principio de la prevención (prior tempore, potior iure); es exigencia general la
certeza de las relaciones jurídicas; la buena fe se presume; todos tienen iguales
derechos y deberes frente al ordenamiento jurídico (la ley es igual para todos); a
nadie le es lícito hacerse la justicia por su mano; debe respetarse la personalidad
ajena; utile per inutile non vitiatur; la familia es una unidad orgánica y está regida
por principios unitarios; etc. Y principios generales, atinentes también al Derecho
192
privado, están contenidos en la Constitución. En cambio, no parece que sea prin-
cipio general del Derecho el que se enuncia como prohibición de abuso (uso anor-
mal) del Derecho”.228
Citaremos los principios de otras dos ramas del Derecho. Los principios del
Derecho Inmobiliario Registral son los siguientes: principio de inscripción; princi-
pio de especialidad; principio de tracto sucesivo; principio de rogación; principio de
publicidad; principio de prioridad; y principio de legalidad.229
Los principios del Derecho Procesal que, de acuerdo con el art. 14 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, deben observarse, junto al de supremacía de la Cons-
titución, en todo el proceso, son los siguientes: principio de impulsión; principio de
igualdad; principio de adquisición procesal; principio de consumación procesal;
principio de economía procesal; principio de publicidad; principio de concentra-
ción; principio de eventualidad; principio de preclusión; principio de inmediación;
principio de la escritura y de la oralidad; y principio de buena fe.230
229. Cfrs: Iván Escobar Fornos. Introducción al Derecho Inmobiliario Registral. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. 1999, pág. 266 y sigts;
Derecho Registral Comparado. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. 2001, pág. 24 y sigts.
230. Cfr. Introducción al Proceso. Editorial Hispamer. Managua, Nicaragua. 1998, pág. 89 y sigts.
231. Art. 5 de la Constitución.
232. Art. 129 de la Constitución.
233. Art. 24 de la Constitución.
234. Art. 27 de la Constitución.
235. Art. 34 inc. 3 de la Constitución.
236. Art. 34 inc. 3 de la Constitución.
237. Art. 34 inc. 3 de la Constitución.
238. Art. 38 de la Constitución.
239. Arts. 32, 130, 131, 150 inc. 1, 160, 164 inc. 4 y 182 de la Constitución.
193
sal;237 el principio de irretroactividad de la ley, excepto a favor del reo;238 el de
legalidad;239 el derecho a la vida privada;240 la inviolabilidad del domicilio;241 la gra-
tuidad de la justicia;242 no existe prisión por deuda;243 no hay delito ni pena sino
está establecido por la ley, y para juzgar a una persona deben estar establecidos
con anterioridad a los hechos;244 la reserva de ley para los tributos;245 el principio
del sufragio activo y pasivo a favor de los ciudadanos;246 la igualdad de todos los
hijos;247 la estabilidad en el trabajo.248
Estos principios se dirigen a todo el que crea y aplica el Derecho y sirven para
interpretar tanto la Constitución como la ley ordinaria. De ellos se pueden derivar
sub-principios.
Es posible que se presenten conflictos entre los principios, pues no existe entre
ellos una jerarquía, salvo que se haga prevalecer el contemplado en la Constitu-
ción frente al no contemplado en la misma; pero es aceptable una valoración para
establecer cual de ellos prevalece sobre el otro frente a un caso concreto.
194
rango en jerarquía de fuentes. Los conflictos entre principios no se resuelven con
las técnicas para resolver los conflictos entre normas. No son aplicables: la ley
superior deroga a la inferior. porque son del mismo rango; la ley posterior deroga
a la anterior, porque son principios consagrados coetáneamente en el mismo
documento; y la ley especial deroga a la general, porque en los dos principios en
conflicto no existe una relación de género a especie.
Considera que la técnica apropiada para resolver el conflicto entre los principios
es la técnica de la ponderación, la cual consiste en establecer entre ellos una
jerarquía axiológica móvil que funciona así:
9. Las presunciones
A. Ideas generales
Los principios generales del Derecho presentan similitudes con algunas técnicas de
195
interpretaciones como las presunciones y la analogía iuris. Sobre la similitud y dife-
rencia entre los principios y a la analogía iuris nos hemos referido anteriormente.
B. Concepto
El art. 1379 del Código de Procedimiento Civil define y clasifica las presunciones,
al decir. “Presunción es la consecuencia que la ley o el juez deducen de un hecho
conocido para averiguar la verdad de otro desconocido: la primera se llama legal y
la segunda humana”. Con base en un hecho conocido (probado) se da por proba-
do el desconocido.
C. Clases de presunciones
Como hemos visto, las presunciones pueden ser legales y humanas, las primeras
establecidas por la ley y las segundas deducidas por el juez.
a) Presunciones legales.
Según el art. 1380 del Código del Procedimiento Civil existe presunción legal
cuando la ley la establece expresamente, o cuando es consecuencia inmediata y
196
directa de la ley. Son numerosas, cito setenta y siete solamente en el Código
Civil. Puede verse la nota al art. 2431 del Código Civil, donde los anotadores del
Código Civil señalan gran cantidad de ellas.250
250. La referida nota dice: “En este Código se encuentran casos de presunciones establecidas expresamente por la ley. Véanse los arts. 20-21-
28-47-56-156-199-200-205-210-211-212-213-215-290-326 inc.3º-381-397-437-565-626-628-634-637-650 inc.3º-700-711-719-798-838-891-987-
1089-1139-1144-116 0-1180-1183-1219-1360-1389-1411-1446-1464-1465-1466-1503 inc.2º-1573-1615-1639-1641-1642-1656 inc. 2º-1693-
1719-1720-1725-1726-1739-1746-1762-1764-1768-1773-1775-1782-1785-1787-1803-1804-1833-1869 inc.2º-1872-1899-1920-1929-1937-1944-
1988-2008-2028-2034-2072-2125-2126-2138-2234-2241 inc.2º-2243-2246-2247 nº 6-2342 inc.2º-2358-2464-2472-2507-2511-2512-2513-2514-
2517-2518-2519-2542-2581 inc. 3º-2633-2651 inc. 2º-2664 inc. 3º-2682-2685 nº4-2733 inc. 3º-2774 inc.2º-2842-2845-2854-2855-2875-2891-
2899-2903-2917-2926-2928-2984-3018-3020 inc. 2º-3035-3037-3046-3053-3055-3099-3112-3115-3294-3305-3380-3392-3413-3415-3432-3467
inc. 2º- 3756-3768-3782-3787-3890-3912-3944 inc. 2º C. Los casos comprendidos en los artículos que se dejan enumerados no son todos los
que existen en el Código; y, por lo demás, debe observarse que no sólo existen presunciones en todos aquellos artículos en que se emplea el
término se presume, sino también en otros supuestos en que no se usa esa expresión consagrada. Hay otras locuciones usuales. Entre las
más frecuentes. Véanse las siguientes: Acarrear: art. 1986; Causar: arts. 1156-1157-2137; Importar: arts. 219-1220-2185-2609-2916-3340; Se
entiende: arts. 26-130-145-146-309 inc.2º nº º-487-in fine-634 inc.2-637-881- inc. 3-957-1001-1083 inc. 5-1093-1099-1109-1112-1114-1124 inc.
2-1139 inc. 2-1147-1191 inc.3-1192-1203-1254-1329 inc.2-1354-1413 inc.3-1461 inc. 2-1640-1736-1757-1769-1785-1803-1813 inc. 2-1970 nº3-
1991-2001 inc.2-2028-2101 inc. 2-2107-2110-2165-2498-2581 inc. 2-2624-2670 inc.2-2733 inc.3-2798-2819-2854-2855-2926-2997-2998-3020
inc.2-3043-3055-3218-3305-3380-3401-3408-3415-3528-3901-3928-3956-3642 C.; I, II, IV, V, nº 17 Título Preliminar C.; Se considera: arts.
3796 inc.2-78-80 inc. 2-91-156-249-265-648-661 inc. 2-755-792-849-864-961-1132-1227-1252-1260-1333-1418-1435-1446-1483-1509 inc.5-
1512 inc.2-2477-2490-2664 inc. 2-2665 inc. 3-2680 nº 2-2686-2719-2724-2771-2191 inc. 2-2794-2879-2903-2917-3084-3140-33219-3259-
3263-3286-3538-3586-3816; Se juzgará: arts. 1126-1888-2533-2573-2633-2685 nº 4-2806-2821; Se mirará: arts. 105-975-1088-1173-1385-
197
iii) La posesión se presume de buena fe en tanto no se pruebe lo contrario,
excepto en los casos en que la ley expresamente no admita esa presun-
ción. Así se dispone en el art. 1720 del Código Civil.
198
i) Cuando la ley prohíbe expresamente la prueba en contrario. Por ejemplo,
la presunción del art. 1746 del Código Civil. Dice: ”siempre se presume de
mala fe el despojo violento”.
La presunción de cosa juzgada del art. 2358 del Código Civil, y la liberación
que engendra la prescripción, se pueden presentar como ejemplos de las que
niegan una acción.
b) Presunciones humanas.
La presunción debe ser grave, esto es, digna de ser aceptada por persona de
buen criterio. También debe ser precisa, esto es, que el hecho probado en que se
funde sea parte o antecedente o consecuencia del que se quiere probar.254 Si
fueren varias las presunciones con que se quiere probar un hecho, han de ser
además concordantes; esto es, no deben modificarse ni destruirse unas a otras, y
deben tener tal enlace entre sí y con el hecho probado, que no puedan dejar de
199
considerarse como antecedentes o consecuencia de éste.255
Las presunciones humanas no son admisibles para aquellos actos que confor-
me a la ley deben constar por escrito, sean solemnes o no.256 Sólo pueden admi-
tirse en los casos en que se reciba prueba testifical.257
Las presunciones simplemente legales y las de Derecho producen plena prueba, pero
las primeras admiten prueba en contrario.259
Para que funcionen tanto las presunciones legales como las humanas, deben
probarse los hechos en que se fundan.260
200
Dentro del método de Geny se puede encuadrar la solución del art. 1 del Código
Civil Suizo que coloca al juez para colmar la laguna como un legislador frente al
caso concreto. Dice: “Art. 1... En los casos no previstos por la ley, el juez decidirá
según la costumbre, y en defecto de ésta, según las reglas que establecería se
tuviera que obrar como el legislador”.
11. Los principios universales de Kelsen y los tópicos o principios generales del Derecho
de G. Struck261
La regula aurea, o principio omnes sicut teipsum: no hagas a los demás lo que
no quieras que ellos te hagan a ti.
El principio moderationis, o regla satis nimis, o canon del mesotés: de nada dema-
siado; obra centradamente; procede sin extremismos; actúa con moderación.
El principium retributionis, que exige que toda acción tenga su merecido, según
la máxima: dale a cada acción su premio o su castigo.
La “labor rule” o regla laborista: a cada cual según su trabajo; es la norma bási-
ca de la ideología socialista, de los socialistas utópicos ingleses, que se rastrea
hasta Agustín y Pablo: el que no quiera trabajar que no coma.
261. Tomados de Hernán Valencia Restrepo. Nomoárquica, Principialística Jurídica o los Principios Generales del Derecho. Ob. cit., págs. 269,
270, 283 y 284.
201
El kommunistisches imperativ o principio marxista: a cada cual según sus ca-
pacidades, a cada cual según sus necesidades.
La lex charitatis Christi: es el principio del amor cristiano; que dice: ama al
prójimo como a ti mismo.
202
No se puede atacar lo que resulta del propio hecho.
Las leyes han sido escritas para los que no son negligentes.
203
204
CAPÍTULO IX
CONTRADICCIONES
CONSTITUCIONALES
SUMARIO
1. Contradicciones normativas.
2. Contradicciones ideológicas:
A. Contradicciones simultáneas.
B. Contradicciones sucesivas.
205
206
1. Contradicciones normativas
Existe contradicción normativa cuando dos normas, partiendo del mismo supues-
to de hecho, establecen consecuencias jurídicas excluyentes. La contradicción
puede ser total o parcial.
Para Alf Ross son raras las inconsistencias dentro de una misma ley, pero ex-
presa: “Sin embargo la Constitución dinamarquesa, 1920, establece en la Primera
parte del parágrafo 36, que el número de los miembros de la Primera Cámara no
puede exceder de setenta y ocho, mientras que en la segunda parte se establecen
normas detalladas para su elección y distribución, de las que surge que el número
a ser elegido es de setenta y nueve. No hay reglas que indiquen cómo resolver
una incompatibilidad absoluta como ésta entre dos normas. La decisión, según las
circunstancias, tendrá que descansar ya en una interpretación basada en datos
ajenos al texto, ya en la discreción”.262
Es parcial cuando las dos normas tienen varios supuestos de los cuales unos se
excluyen mutuamente y los otros funcionan independientemente o cuando todos
se excluyen menos uno, en cuyo caso éste funciona independientemente de la
norma que lo contiene, o cuando la primera norma contiene un supuesto que se
excluye con un supuesto de la segunda norma, la cual puede funcionar indepen-
dientemente con el resto de los supuestos.263 Ejemplos:
262. Sobre el Derecho y la Justicia. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Argentina. 1997, págs. 165.
263. Alf Ross señala tres tipos de inconsistencias entre dos normas: a) La inconsistencia total- total cuando ninguna de las normas puede ser
aplicada bajo ninguna circunstancia sin entrar en conflicto con la otra. b) Inconsistencia total-parcial cuando una de las normas no se puede
aplicar sin entrar en conflicto con la otra, mientras que ésta contiene un campo adicional de aplicación en el cual no entra en conflicto con la
primera. c) Inconsistencia parcial-parcial cuando ambas normas tienen un campo de un conflicto, pero tienen también un campo de aplicación
en el cual no entran en conflicto (Sobre el Derecho y la Justicia. Ob. cit, págs. 164 y 165).
207
iii) Es permitido pasearse en el parque en bicicleta.
iv) Es permitido llevar maíz, banano y cacaomaní para alimentar a los anima-
les del parque.
iv) Es permitido entrar al parque con cámara fotográfica. Como puede ob-
servarse se excluyen los dos primeros supuestos de los arts. 1 y 2,
pero los otros dos restantes de ambos pueden aplicarse independien-
temente.
208
C. Cuando las normas fueron dictadas simultáneamente y tienen igual jerar-
quía, o sea, cuando no valgan los criterios cronológicos, de jerárquicas y
de especialidad, existen tres formas de solucionar las contradicciones:
ii) El art. 2542 del Código Civil dispone que la venta hecha a ensayo o prue-
ba de la cosa vendida y la venta de cosas que se acostumbran probar o
gustar (vino, aceite y otros artículos semejantes) antes de recibirlas, se
presume hecha bajo condición suspensiva, pero el art. 2581 inc. 2 del
mismo Código dispone que en la venta a gusto o prueba se entiende no
haber contrato mientras el comprador no declare que le agrada. Esta con-
tradicción puede ser armonizada siguiendo la solución aceptable por la
mayoría de la doctrina y el Código Civil francés: en la venta a prueba o
ensayo existe condición suspensiva y en la venta al gusto no hay contra-
to.
iii) El art. 3936 del Código Civil expresa que la tradición del dominio, dere-
chos hereditarios y de todos los derechos reales sobre inmuebles se efec-
tuará por la inscripción del título en el Registro. En base a lo expuesto se
sostiene que los contratos por los cuales se transfiere el dominio o se
constituyen derechos reales sobre inmuebles no se perfeccionan, sino
constan en escritura pública inscrita y se citan en apoyo varios artículos
209
del Código Civil. Otros sostienen que el Registro es una institución para
terceros y que cuando la ley habla de inscripción obligatoria se refiere al
valor del acto en perjuicio de terceros. Hay que armonizar las dos tesis:
en primer lugar, nuestro Código Civil suprimió la teoría del titulo y el modo,
y el Registro Público ni es enteramente constitutivo ni siempre es declara-
tivo. El principio general de que el Registro es declarativo sufre importan-
tes excepciones, en las cuales la inscripción es un requisito o solemnidad
para la validez de ciertos actos y contratos. Estas excepciones son: la
permuta de inmuebles y derechos hereditarios,264 las donaciones de bie-
nes raíces265 entre vivos, el contrato de anticresis,266 la constitución del
usufructo sobre bienes inmuebles por acto entre vivos o por testamen-
to.267
En los otros casos que la ley exige la inscripción es para oponer los dere-
chos reales a los terceros. No puede derivase del incumplimiento de la inscrip-
ción la sanción de nulidad, pues ésta opera cuando no hay otra sanción (art. XI
Título Preliminar C.) y para este supuesto la sanción es la inoponibilidad de lo
no inscrito a los terceros. Con relación a la hipoteca es conveniente insistir
que, de acuerdo con el art. 3816, la inscripción es declarativa. Sin embargo,
algunos opinan, influenciados por los autores españoles, que es constitutiva.
Quienes así piensan se olvidan de que en nuestro sistema no existen precep-
tos, como los arts. 1875 del Código Civil español, y 145 y 169 de la Ley Hipo-
tecaria, que establecen el carácter constitutivo de la inscripción del derecho de
hipoteca, y de que en el art. 3816 de nuestro Código Civil se reconoce expre-
samente el carácter declarativo de la inscripción hipotecaria.268
210
ley, le concede al Consejo Supremo Electoral iniciativa de ley en asuntos
de su competencia (la materia electoral), pero por razón de la materia los
asuntos electorales se encuentran consagrados en la Constitución y la
Ley Electoral. Los artículos 191, 193 y 195 de la Constitución, que regu-
lan la reforma de ambos cuerpos de leyes, sólo le conceden iniciativa
para que puedan ser reformados a los diputados y al Presidente de la
República. Existe contradicción entre el art. 140 inc. 3 y los arts. 191, 193
y 195. El primero le concede al Consejo Supremo Electoral iniciativa en
materia electoral, la que evidentemente el Constituyente no ignoraba que
estaba regulada en la Constitución y la Ley Electoral. Dentro de un criterio
armónico podemos decir que los diputados, el Presidente y el Consejo
Supremo Electoral tienen iniciativa para reformar la Constitución y Ley
Electoral. Pero no está de acuerdo al espíritu de la Constitución y a la
teoría de la división de Poderes, que responde a la idea de dejar en ma-
nos de la Asamblea Legislativa todo el proceso de las reformas a la Cons-
titución, leyes constitucionales y ordinarias. Por tal razón, no debe conce-
dérsele al Consejo Supremo Electoral iniciativa de reforma en materia
electoral, dejando sin valor la parte pertinente de esta iniciativa del art.
140 inc. 3 de la Constitución, haciendo uso de la interpretación abrogan-
te.
ii) El art. 1978 del Código Civil le concede al acreedor la facultad de exigir a
cualquiera de los deudores el cumplimiento de la obligación indivisible, el
cual está colocado en el capítulo de las obligaciones indivisibles. Este artí-
culo se encuentra en contradicción con el art. 1930 del mismo Código,
colocado en el capítulo de las obligaciones solidarias, porque éste artículo
dispone que la obligación indivisible se hará efectiva procediendo en con-
tra de todos los deudores. Prevalece el art. 1978 porque está colocado en
el capítulo que regula las obligaciones indivisibles, y responde al efecto
general que estas tienen de poder demandar la obligación indivisible a
cualquiera de los deudores.
iii) No es aplicable el art. 1880 del Código Civil que establece que toda con-
dición imposible y las contrarias a las leyes o buenas costumbres se tie-
nen por no puestas, porque el criterio que impera en la regulación de las
condiciones es que esas condiciones producen la nulidad de la obliga-
ción de acuerdo con los arts. 1874, 2211, 2473 inc. 3, 2474, 2476 y 2478
del Código Civil, los cuales prevalecen.
211
iv) Los anotadores del Código Civil declaran preferente el sistema argentino
de contar los plazos consagrados en la segunda parte del art. XXVII del
Título Preliminar del Código Civil y otros artículos y desecha el español
consagrado en la primera parte de dicho artículo, por ser el sistema argen-
tino el que sigue el plan general establecido.269
vi) De acuerdo con los arts. 2034 y 2126 del Código Civil, la existencia en
poder del deudor del documento privado hace presumir pago, salvo prue-
ba en contrario y se presume que al acreedor se le entregó voluntariamen-
te, salvo prueba en contrario. En cambio, de acuerdo con el art. 2125 del
mismo Código cuando el acreedor entrega voluntariamente al acreedor el
documento original en el que contare la deuda habrá remisión de la deuda
si el deudor no alegare que le ha pagado. Creo que debe prevalecer el
criterio de que es donación por ser la simple entrega del documento la
forma que más se ajusta a este tipo de acto.
vii) Los arts. 2142 del Código Civil y 823 del Código de Procedimiento Civil
autorizan al deudor solidario a invocar la compensación del crédito que
tenga contra el acreedor y las que tengan los otros deudores solidarios en
contra del mismo acreedor, en cambio el art. 1932 del Código Civil esta-
blece que la compensación sólo la puede oponer el codeudor cuyo crédito
la produzca. Debe prevalecer el art. 1932, porque no llega hasta ese extre-
mo la solidaridad y además esta solución tiene el respaldo de la doctrina
269. Dice la nota: “Los codificadores adoptaron en este artículo dos diferentes sistemas que aparecen contradictorios. En la primera parte se
establece (sistema español) que un plazo de un mes se cuenta de 30 días, y el de un año, de 365 días; y en la segunda (sistema argentino)
los meses y años se computan por el calendario Gregoriano, de fecha a fecha, de tal manera que un mes puede ser de 28-29-30 o 31 días, y
un año de 365 días o de 366. Este último criterio sigue nuestro Código en su plan general”.
212
mayoritaria.
viii)De acuerdo con el art. 2495 del Código Civil desde la entrega de la cosa
corre el riesgo de cuenta del que la recibe, pero los arts. 2591 y 2592 del
Código Civil establece que el riesgo se juzgará por los títulos “De las
obligaciones de dar” y “De las obligaciones y contratos”, los cuales no
existen en nuestro Código, por lo que resultan esos artículos inútiles y
prevalece el art. 2495 citado.
ix) El art. 3936 incs. 2 y 3 del Código Civil expresa que se efectúa la tradición
de los derechos reales de herencia, uso, habitación, servidumbre actos,
hipotecas, anticresis y demás derechos reales constitutivos sobre inmue-
bles y minas, asimismo habla de tradición el art. 2681 inc. 2 del mismo
Código; pero no existe la tradición en nuestro Código Civil como modo de
adquirir, y la adquisición del dominio y la constitución de los demás dere-
chos reales no se efectúan por la tradición, sino de acuerdo a los artículos
1479, 2530, 2749, 2768, 2774, 3816 y 3900 del Código Civil que prevale-
cen sobre los artículos 3936 incs. 2 y 3 y 2681 inc. 2, los que en materia de
tradición quedan anulados por la interpretación abrogativa.
c) Anular las dos normas. En este caso se pasa a la integración. Por ejemplo:
si una norma de un mismo cuerpo legal prohíbe fumar y otra permite fu-
mar, las dos normas se anulan por ser absolutamente contradictorias y se
llena la laguna aplicando la norma de cierre de la Constitución (el art. 32),
que señala que las personas no están impedidas a hacer lo que la ley no
prohíbe, por lo tanto, es permitido fumar.
270. Teoría General del Derecho. Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid. 1955, pág. 109.
213
se convertiría en deficiencia del ordenamiento, y a la depuración debería suceder
su integración”.270
El intérprete debe tener libertad para escoger el camino de acuerdo a los valo-
res, principios y fines de la Constitución. En las constituciones existen contradic-
ciones e incoherencias. Algunos autores así lo señalan, como Néstor Pedro Sa-
güés y Carlos Santiago Nino. Es posible también que la contradicción se dé con
los documentos y convenios internacionales sobre derechos humanos, que de
acuerdo con el art. 46 de la Constitución tiene un valor constitucional y según
nuestra opinión forman parte del bloque de constitucionalidad.
214
paridad de derechos entre ambos sexos (por un lado), pero la mujer podía
tener mayores derechos que el hombre (por otro). En algunas la oposición
normativa se da entre una regla de la Constitución y la regla de un tratado o
convención internacional a la que la propia Constitución confiere jerarquía cons-
titucional. Así, en la Argentina, el art. 117 de la Constitución dispone que la
Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene competencia originaria y exclusi-
va en las causas concernientes a embajadores, por lo que un proceso penal
que involucre a uno de ellos, tendría una sola instancia. Sin embargo, el Pacto
de San José de Costa Rica, con rango constitucional según el art. 75, inc. 22
de la Constitución, consagra a todo inculpado el derecho de recurrir del fallo
ante juez o tribunal superior (art. 8 inc. 2-h)”.271
2. Contradicciones ideológicas
215
nes se forman con mixturas ideológicas que es preciso armonizar.
A. Contradicciones simultáneas
B. Contradicciones sucesivas
216
CAPÍTULO X
SUJETOS DE LA
INTERPRETACIÓN
CONSTITUCIONAL
SUMARIO
1. Interpretación y control constitucional.
2. Control político y control jurisdiccional.
3. Pluralidad de sujetos de la interpretación constitucional.
4. Control por el poder legislativo.
5. Control por el ejecutivo.
6. Control por el electorado.
7. Control jurisdiccional.
8. Concurrencia de controles.
9. El sistema de control constitucional en Nicaragua.
217
218
1. Interpretación y control constitucional
Esta clasificación ha sido criticada por la doctrina porque, aun los órganos juris-
diccionales que controlan el cumplimiento de la Constitución, desarrollan una ac-
tividad política como órgano moderador, de control y dirimente de los conflictos de
los otros Poderes, y de creación del Derecho, las cuales son tareas políticas. Por
tal razón se dice que el poder judicial o los tribunales constitucionales que ejercen
función de control constitucional son también órganos políticos.
219
judiciales, como sucede en Costa Rica, Irlanda, etc.275
Son varios los sujetos que interpretan la Constitución: la interpretación de los le-
gisladores (interpretación auténtica); la interpretación de los órganos del Estado
(interpretación oficial); la interpretación de los órganos jurisdiccionales (interpreta-
ción judicial); la interpretación de los autores (interpretación doctrinal); y la inter-
pretación de los particulares (interpretación popular), esta última muy en boga
debido al avance vertiginoso de la comunicación.
275. Guastini distingue tres modelos de control de la constitucionalidad, desde el punto de vista de su eficacia: a) El modelo del Estados Unidos del control posterior por vía de
acción y, como consecuencia, in concreto en virtud del cual cada juez conoce de la constitucionalidad. Señala las características siguientes: i) hace posible que una ley
inconstitucional entre en vigor y se aplique por largo tiempo antes que su ilegitimidad sea reconocida por los jueces; ii) la ilegitimidad constitucional de una ley no produce
efectos generales; iii) en los Estados Unidos esta ilegitimidad produce efectos generales por el stare decisis. b) El modelo francés de control a priori por vía de acción y, por
tanto, in abstracto, ejercido por un tribunal constitucional (o algo similar). Teóricamente impide que entren en vigor leyes inconstitucionales, pero no es difícil que se escapen
leyes que al contacto con los casos concretos se descubra su inconstitucionalidad. No asegura, pues, una constitucionalidad de la ley. c) El modelo seguido por España, Italia y
otros países, de control posterior por vía de excepción y, por tanto, in concreto, atribuido a un tribunal constitucional. No impide la entrada en vigor de leyes inconstitucionales
por ser a posteriori. La declaración de inconstitucionalidad de una ley tiene efectos generales (erga omnes) y no puede ser aplicada por ningún juez. (La constitucionalización
del Ordenamiento Jurídico. Estudios de Teoría Constitucional. Ob. cit, págs. 155, 156 y 157).
276. Ley Orgánica del Estado Español de 1967.
220
4. Control por el poder legislativo
221
de la Cámara del Pueblo284) tenía el mandato de ésta para la supervisión
permanente de la constitucionalidad y legalidad del Tribunal Supremo y de
la Fiscalía General;285 en la Constitución de Polonia de 1976, le correspon-
día al Consejo de Estado elegido por la Dieta286 (o Parlamento) velar por la
concordancia de las leyes con la Constitución;287 en la Constitución de
Rumania de los años 1974-1975 se disponía que sólo a la Gran Asamblea
Nacional le correspondería decidir sobre la constitucionalidad de las leyes,
pero para optimizar su control nombró una Comisión Constitucional y Jurí-
dica, la cual presentaba a la Gran Asamblea Nacional informes y notifica-
ciones sobre la constitucionalidad de las leyes.
222
que se someta a referéndum la ley que el Tribunal Supremo del Estado haya
declarado inconstitucional. Se denomina apelación popular de sentencias. Fue
patrocinado por Teodoro Roosevelt en la campaña presidencial de 1912, pero no
logró éxito.
Es el más democrático, pero tiene serias desventajas: agita las pasiones políti-
cas y sociales; puede desestabilizar al gobierno con apelaciones constantes po-
niendo en tela de juicio su respeto y autoridad; el pueblo no está preparado para
este tipo de decisión jurídica.
7. Control jurisdiccional
223
nal comunitaria e internacionales, denominada jurisdicción supranacional.
224
c) La cuestión de inconstitucionalidad no se puede proponer por vía de ac-
ción, ajena a un conflicto judicial. Esto no quiere decir que el actor en la vía
judicial no puede promover la inconstitucionalidad de una ley que le perju-
dica en el caso concreto sometido a la decisión del juez o tribunal.
En los Estados Unidos los efectos generales de la sentencia provienen del stare
decisis, figura necesaria dentro de la concepción del Derecho en ese país, en
donde no existe un sistema de normas cerradas que el juez debe interpretar e
integrar, sino un conjunto de reglas concretas derivadas de los casos definidos. El
juez es creativo en la solución del conflicto y como existen infinidad de jueces y
tribunales (todos creadores del Derecho) es preciso, por razones de seguridad y
unidad del Derecho, vincular al juez con sus propias decisiones y con las de los
otros jueces de igual o superior jerarquía, lo que en última instancia realiza la
Suprema Corte. El juez norteamericano se ajusta a la jurisprudencia de la Supre-
ma Corte, no por el temor de que su resolución sea revocada, como sucede en
nuestro sistema, sino para no apartarse del Derecho vigente.
El sistema difuso, en los países en donde no existe el stare decisis, presenta serios
inconvenientes que provocan incertidumbres y conflictos entre órganos, a saber:
225
d) A pesar de que en un caso concreto anterior ya se declaró la inconstitucio-
nalidad de la ley, cualquier otra persona extraña al juicio anterior que tenga
interés en que no se le aplique por ser inconstitucional tendrá que promo-
ver un nuevo proceso.
Estos inconvenientes han sido evitados en los Estados Unidos y en los otros
países del Common Law, en los cuales rige el stare decisis, pero persiste en los
sistemas de base romanista. Podrían solucionarse otorgándole efectos generales
a la sentencia de la Corte Suprema, pero en tal caso surgiría un sistema mixto
situado a mitad del camino, entre el difuso y el austriaco.
226
como el Gobierno Federal y los Länders; el primero, para pedir el control
de la legitimidad constitucional de leyes de los Länders, y los últimos para
el control de las leyes federales.
227
E. Naturaleza del Tribunal Constitucional
a) Son órganos jurisdiccionales. Están sometidos a todas las reglas que ri-
gen la actividad de los tribunales ordinarios (incluso la presunción de ino-
cencia, el derecho de defensa, la publicidad, etc.) No existen intromisiones
metajurídicas. Es la idea kelseniana de la justicia constitucional.
292. La Defensa de la Constitución. Tecnos, España. 1983. Págs. 77, 93 y 94. El mismo Kelsen también reconoce que las fórmulas vagas en
los textos constitucionales pueden ser peligrosas al controlar la constitucionalidad de las leyes, por lo que deben evitarse en la Constitución.
Cuando se establezcan principios, directrices y límites al contenido de las leyes, estos deben ser definidos del modo más preciso posible.
Esto podría ser posible en las constituciones clásicas y no en las desarrolladas, producto de consensos transaccionales entre las diversas
fuerzas políticas que adquieren beligerancia con el sufragio universal. Esto lleva a Pedro de Vega García, en el prólogo a la obra citada, a
plantear la alternativa siguiente: o el tribunal asume la independencia absoluta para interpretar las normas dudosas, convirtiéndose en un
legislador negativo que pasa a ocupar en buena medida el lugar del parlamento, o se autolimita por presiones políticas o por prudencia, en
cuyo caso su carácter independiente queda lastimado. Como ha podido observarse, en el problema constitucional no es tema resuelto.
228
norma, colmar lagunas, etc.) y juridicidad (impulso procesal externo, procedimiento
jurisdiccional, resoluciones en forma de sentencia, etc.).
229
completo que el difuso, pues en éste es posible que muchas leyes esca-
pen al control constitucional, porque difícilmente se prestan a discusión en
los casos concretos pendientes ante los jueces y tribunales; pero recono-
ce que es más peligroso, pues sin prudencia y sabiduría (la que tiene la
Suprema Corte de los Estados Unidos) se corre el riesgo de que el Tribu-
nal Constitucional se convierta en una grave amenaza política al intervenir
en el poder legislativo directamente o indirectamente en el ejecutivo.
8. Concurrencia de controles
293. Cappelletti, Control Judicial de las Leyes en el Derecho Comparado. La Justicia Constitucional. Estudios de Derecho Comparado.
Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Derecho. México, 1987. pág. 85.
294. Francisco Rubio Llorente. “La jurisdicción constitucional como forma de creación del Derecho”. Revista Española de Derecho
Constitucional. Año 8, núm. 22, enero-abril 1988, pág. 25.
295. Art. 173 de la Constitución.
230
9. El sistema de control constitucional en Nicaragua
296. Nuestro amparo se consagró en la Constitución de 1893 y lo reglamentó la Ley de Amparo del 29 de agosto de 1894. Se inspiró en el
amparo mexicano, aunque tiene sus diferencias y particularidades. Existen antecedentes del control judicial en las constituciones de 1848 (art.
74 numeral 9) y 1854 (Art. 89). La jurisprudencia y autores como González Pérez y Fix-Zamudio reconocen esa procedencia. Fue el segundo
país, después de El Salvador, en adoptarlo (Cfr. Fix-Zamudio. La Justicia Constitucional en América Latina. Universidad Nacional Autónoma de
México 1989, págs. 463 y 475. Iván Escobar Fornos. El Amparo. Editorial Temis. Bogotá 1990, pág. 7 y sigts.) El amparo mexicano es
multifinalitario, lo que va en detrimento de su identidad. Sirve de habeas corpus; de recurso de inconstitucionalidad contra las leyes; como
proceso administrativo contra las resoluciones o actos de las autoridades administrativas cuando no pueden impugnarse ante un tribunal
administrativo; como casación; como instrumento tutelar de los campesinos (amparo social agrario).
231
d) Amparo contra actos restrictivos de la libertad personal por particula-
res (el denominado “amparito”), interpuesto ante los jueces de Distrito
de lo Penal.
e) Amparo contra el auto de prisión del cual conoce la Sala Penal del Tribu-
nal de Apelaciones correspondiente. En la Ley de Amparo vigente se
suprimió la aplicación de este caso.
297. Cfr. Iván Escobar Fornos. “El Amparo”. Editorial Temis. Bogotá, Colombia, pág. 81. En la primera edición de «Líneas Generales de la
Nueva Ley de Amparo», publicada en 1989 en la Revista Jurídica de la Barra de Abogados de Nicaragua, sostuve que la Constitución
contemplaba la acción popular y que los artículos de la Ley de Amparo que exigían al recurrente tener interés directo o indirecto eran
inconstitucionales. La Corte Suprema, siguiendo mi opinión, aceptó tal criterio, como puede verse en las sentencias siguientes: S. 11:00 a.m.
del 2 de octubre de 1991, B.J. pág. 170; S. 11:00 a.m. del 24 de noviembre de 1991, B.J. pág. 170; S. 10:00 a.m. del 21 de junio de 1992, B.J.
pág. 163. Este problema ya fue solucionado con la reforma del art. 6 de la Ley de Amparo.
232
cen como pena la conversión del cuerpo legal nulo en válido, ni la extinción de la
oportunidad de discutirse posteriormente su inconstitucionalidad. De haberlo que-
rido, el legislador hubiera contemplado expresamente esa sanción, como hizo en
el recurso de amparo en donde el art. 51 inc. 4 de la Ley de Amparo lo estima
improcedente cuando ha mediado aceptación tácita del agraviado por no recurrir
dentro de los treinta días siguientes a la notificación del acto ofensivo. 298 His-
tóricamente no se concede el amparo contra los particulares y contra las resolu-
ciones judiciales, salvo contra el auto de prisión, recurso actualmente eliminado.
233
Corte Suprema de Justicia estará integrada por dieciséis magistrados electos por
la Asamblea Nacional, por un período de cinco años.
La Ley Orgánica del Poder Judicial es del 15 de julio de 1998. Organiza la Corte
Suprema, de acuerdo a la Constitución, en cuatro Salas: Civil, Penal, Constitucio-
nal y de lo Contencioso Administrativo El art. 31 de dicha ley expresa: “Además de
lo dispuesto en relación a la Corte Plena, para efectos jurisdiccionales, la Corte
Suprema de Justicia se divide en cuatro Salas:
1) Sala de lo Civil.
2) Sala de lo Penal.
3) Sala de lo Constitucional.
Cada Sala estará formada por un número no menor de tres magistrados electos
anualmente de entre sus miembros, en Corte Plena, con el voto favorable de por
lo menos dos tercios del total de sus integrantes. Cada magistrado podrá integrar
permanentemente hasta un máximo de dos Salas.
234
terceras partes del total de sus miembros.
235
art. 35 de la Ley Orgánica del Poder Judicial:... 2. Conocer y resolver los con-
flictos administrativos surgidos entre los organismos de la Administración Pú-
blica y entre éstos y los particulares. 3. Conocer y resolver los conflictos que
surjan entre las Regiones Autónomas o entre éstas y los organismos del Go-
bierno Central. 4. Conocer y resolver los conflictos que surjan entre los munici-
pios, o entre éstos y los organismos de las Regiones Autónomas o del Gobier-
no Central.
236
CAPÍTULO XI
CONSTITUCIONALIZACIÓN Y
DESCONSTITUCIONALIZACIÓN
SUMARIO
I. Constitucionalización:
1. Ideas generales.
2. Instrumentos o medios de la constitucionalizacion.
3. El contenido o materia de la Constitución.
4. La supremacía de la Constitución.
5. El valor normativo de la Constitución.
6. Aplicación directa de la Constitución.
7. Interpretación amplia de la Constitución.
8. El control de la constitucionalidad.
9. Cultura constitucional.
II. Desconstitucionalización:
1. Ideas generales.
2. Manifestaciones de este proceso.
237
238
I. Constitucionalización
1. Ideas generales
Sobre este tema campean dos ideas fundamentales: la primera entiende como
constitucionalización el surgimiento del Estado constitucional moderno a finales
del siglo XVIII, organizado políticamente mediante constituciones escritas, gene-
ralmente rígidas y superiores dentro del ordenamiento jurídico; la segunda se re-
fiere a la penetración de la Constitución en todo el ordenamiento jurídico dentro
del cual se coloca en el centro y que condiciona su validez.
239
Pero el inicio de la codificación no partió de los valores y principios de la Cons-
titución. En ese período existía una separación tajante entre el Derecho Público y
el Derecho Privado, que actualmente es objeto de revisión por las razones que
daremos más adelante. Por ejemplo, el Código Civil fue elaborado a partir de las
tradiciones del Derecho común y no de los postulados constitucionales.
Los derechos humanos son el centro de la vida democrática del Estado y, como
consecuencia, se han consagrado instrumentos, recursos e instituciones que de-
fienden su cumplimiento. Muchas constituciones contemplan los derechos huma-
nos en sus tres generaciones.
299. A esta penetración o irradiación del Derecho Constitucional en el ordenamiento jurídico se le ha denominado «dictadura constitucional»,
la cual es rechazada porque se estima que representa un atraso al avance del Derecho y su adecuación a la circunstancia de cada época,
despojando a la ley ordinaria de ser un instrumento de cambio político, al estar supeditada a la Constitución y a la jurisprudencia que la
interprete. Se le impide recoger el producto político y social del acontecer dinámico cotidiano. Pierde así su relativismo el Derecho.
300. Joaquín Arce y Flores Valdez hacen una amplia definición del Derecho Civil Constitucional así: “En atención a las notas características
conceptuales expresadas, podemos definir ya el Derecho Civil Constitucional como sistema de normas y principios normativos institucionales
integrados en la Constitución, relativos a la protección de la persona en si misma y sus dimensiones fundamentales familiar y patrimonial, en
el orden de sus relaciones jurídico-privadas generales y concernientes a aquellas otras materias residualmente consideradas civiles, que
tienen por finalidad fijar la bases más comunes y abstractas de la regulación de tales relaciones y materias, a las que son susceptibles de
aplicación inmediata o pueden servir de marco de referencia de la vigencia, validez e interpretación de la normativa aplicable o de pauta para
su desarrollo”. (El Derecho Civil Constitucional. Cuadernos Civitas. Madrid, 1991, págs. 178 y 179).
240
Bien dice la Corte Constitucional colombiana que la acción de tutela contra par-
ticulares es un control al abuso del poder privado.301
4. La supremacía de la Constitución
La Constitución es la ley suprema del Estado, sobre ella no existe ninguna otra. De
esta superioridad se derivan: la rigidez constitucional, el control de la constituciona-
lidad y la indelegabilidad de las funciones de los poderes y órganos estatales.
Por otra parte, a este tipo de normas se les negaba valor derogatorio de las
leyes (lex posterior derogat priori) y de provocar la inconstitucionalidad de la ley
posterior (lex superior derogat inferiori). Pero este criterio ya fue apartado y se
considera que la constitución está integrada por normas jurídicas aplicables direc-
tamente.
301. T-251/1993
241
6. Aplicación directa de la Constitución
242
7. Interpretación amplia de la Constitución
Para los efectos del tema que nos ocupa ocuparemos una serie de criterios y
teorías interpretativas; a saber:
243
i) El principio de razonabilidad deducido del principio de igualdad de las per-
sonas ante la ley, sin distinción de raza, religión, sexo, origen, etc. consa-
grado en el art. 27 de la Constitución, del cual se pueden extraer dos nor-
mas: “No discriminación por razones de sexo, raza, etc.”, y “en otros su-
puestos cabe la distinción si es razonable, justificada”. El principio de igual-
dad estaría constituido así: “Los casos iguales deben ser tratado en forma
igual” y “los desiguales deben ser tratados de modos diversos”. Determi-
nar la igualdad y la desigualdad de los casos y cuando una distinción es
discriminatoria o justificable es una cuestión que se resuelve por el criterio
de razonabilidad, el cual permite a la jurisdicción constitucional controlar
discrecionalmente al legislador.
En resumen, los jueces y tribunales y demás intérpretes deben abrir con ampli-
tud el alcance de las normas valiéndose de su propia estructura general y de su
contenido impreciso, de los argumentos y sistemas interpretativos que favorezcan
la interpretación amplia de la Constitución.
307. Héctor Fix-Zamudio profundiza sobre el conocimiento y control de las cuestiones políticas por los jueces y magistrados. Expresa que del
principio tradicional de la exclusión de las cuestiones políticas del examen de los jueces y magistrados se ha pasado al principio contrario de
que tales cuestiones políticas pueden ser examinadas por la justicia constitucional, salvo que afecten normas jurídicas. Con relación al Estado
de Emergencia señala que en los últimos años la jurisprudencia y las constituciones de Latinoamérica, han consagrado como principio
general, con independencia del control político del poder legislativo, su revisión general en su legalidad y constitucionalidad, tanto en sus
aspectos formales como en los del fondo. (“La Justicia Constitucional y la Justicialización de la Política”. Constitución y Constitucionalismo
Hoy. Ob. cit, pág. 560 y 577).
244
Guastini expresa que la mejor forma de interpretar con amplitud es interpretar
el texto constitucional como expresando principios y no normas. Trae dos conse-
cuencias importantes: como los principios no tienen un campo de aplicación deter-
minado y son capaces de generar una innumerable cantidad de normas, la Cons-
titución se convierte en tendencialmente completa, conteniendo normas para de-
cidir cualquier controversia, especialmente sobre la constitucionalidad de las le-
yes; con los principios se puede hacer ponderaciones jerárquicas para su aplica-
ción.308
8. El control de la constitucionalidad
9. Cultura constitucional
308. “La Constitucionalización del Ordenamiento Jurídico: El Caso Italiano”. Estudio de Teoría Constitucional. Ob. cit., pág. 170.
245
Es lamentable y perjudicial para la democracia el divorcio entre la realidad so-
cial y la Constitución.
II. Desconstitucionalización
1. Ideas generales
Existe una materia propiamente constitucional y otra que no lo es, pero que está
cubierta por la supremacía de la Constitución. Tanto en las normas propiamente
constitucionales como en las no constitucionales puede darse un proceso de consti-
tucionalización, si no están contemplados en la Constitución, o de desconstitucio-
nalización si están consagradas en la misma. Se constitucionaliza para darle su-
premacía a la institución o figura jurídica, y se desconstitucionaliza para quitarle
esa supremacía y poderla reformar por una ley ordinaria, si subsistió al ser des-
constitucionalizada.
246
cipios; normas que regulan la forma del Estado y la forma de gobierno; normas
que regulan la reforma parcial o total de la Constitución.
309. Guastini atendiendo a las fuentes de donde provienen, clasifica los derechos subjetivos así: derechos subjetivos contractuales (conferido
por el contrato), derechos subjetivos legales (conferido por la ley ordinaria) y derechos subjetivos constitucionales (conferidos por las normas
constitucionales). La distinción entre derechos subjetivos legales y constitucionales no tiene relevancia en las constituciones flexibles porque
una ley ordinaria en el mismo nivel que la constitucional, puede modificar, limitar o rechazar tanto los derechos legales como los derechos
constitucionales. No sucede lo mismo en las constituciones rígidas, la cual es la ley superior y la ley ordinaria está supeditada a ella. Como
consecuencia la ley ordinaria no puede modificar limitar, desnaturalizar o derogar los derechos constitucionales. Los derechos subjetivos son
privados cuando le confieren a un individuo contra otro individuo la facultad de exigirle una prestación que puede consistir en dar, hacer o no
hacer. El derecho subjetivo es público cuando se los derechos públicos constitucionales, la prestación que debe el Estado no es una acción
(dar, hacer), sino una abstención (un no hacer). Por ejemplo en el derecho de reunión, en el derecho de la libre circulación, en la libertad de
expresión, en el ejercicio del derecho de propiedad, el individuo sólo puede exigirle al Estado que no impida el ejercicio de esos derechos.
Estos derechos constitucionales cuyo contenido es una abstención del Estado, son denominados derechos de libertad, usada la expresión
como sinónimo de ausencia de obstáculos, la que sí puede ser exigida (“Garantía de los Fundamentales en la Constitución Italiana”. Estudios
de Teoría Constitucional. Ob. cit, págs. 231, 232 y 233).
310. “El Problema de la Desconstitucionalización”. Escritos de Derecho Político. Instituto de Estudio de Administración Local. Madrid, 1998.
Tomo II., pág. 758.
247
248
CAPÍTULO XII
LAS SENTENCIAS
DE LA JUSTICIA
CONSTITUCIONAL
SUMARIO
1. Clasificación de las sentencias.
2. Sentencias declarativas, constitutivas e inaplicativas.
3. Efectos de las sentencias que declaran la inconstitucionalidad.
4. Sentencias aditivas.
5. Sentencias aditivas prestacionales.
6. Sentencias estimatorias exhortatorias.
7. Sentencias declarativas de la inconstitucionalidad de carácter parcial.
8. Sentencias que declaran la inconstitucionalidad en forma total.
9. Sentencias estimativas interpretativas:
A. Interpretación errónea o aplicación indebida.
B. Inconstitucionalidad por sus efectos.
10. Sentencias normativas:
A. Sentencias estimatorias aditivas.
B. Sentencias estimatorias sustitutivas.
11. Sentencias estimatorias desaplicativas.
12. Sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad:
A. Su naturaleza jurídica.
B. Tipos de sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad.
13. Doctrina italiana sobre la manipulación legislativa.
14. Cosa juzgada en la jurisdicción constitucional:
A. Efectos de la cosa juzgada.
B. Necesidad de la cosa juzgada.
C. Límites y funciones de la cosa juzgada.
249
250
1. Clasificación de las sentencias
Este es uno de los temas más difíciles e interesantes. Sobrepasa al que se pre-
senta en el Derecho Procesal Civil. Son numerosas las sentencias que surgen en
la justicia constitucional. Existe una gran riqueza creativa.
Son sentencias que se pronuncian sobre los actos públicos que violan normas
superiores. Las sentencias pueden ser declarativas, constitutivas e inaplicativas.
a.- Las sentencias que declaran inconstitucional la ley con efectos erga omnes.
311. Lecciones de Derecho Constitucional. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1984, pág. 47 y sigts.
251
les. La ley desaparece para el futuro como si hubiera sido derogada.312 La senten-
cia es, pues, constitutiva.
b.- En algunos países como Costa Rica, la sentencia que declara la inconstitu-
cionalidad puede dimensionar los efectos en el espacio, tiempo o materia.
312. Expresa Kelsen que la anulación de una ley por sentencia tiene el mismo carácter que una ley que abroga a otra ley. Es un acto de
legislación negativa, pues la Constitución le concede al tribunal constitucional una función legislativa que en principio estaba reservada al
Parlamento. Por tal razón los miembros del tribunal constitucional, a diferencia de los otros jueces que son nombrados por la administración,
son elegidos por el Parlamento. Con este tipo de elección se le piensa dar independencia al tribunal constitucional, principalmente con
relación a la administración, la cual dicta normas jurídicas y reglamentos con los mismos efectos legales de las leyes y por lo tanto con una
fuerza de gran trascendencia política, sujeta al control constitucional del tribunal. Por el mal uso de ese poder la administración podría
fácilmente suprimir al Parlamento y así eliminar la base democrática del Estado. Una prueba de tal afirmación fue la utilización abusiva del art.
48 de la Constitución de Weimar, que autorizaba al gobierno a promulgar reglamentos y que fue el camino a través del cual fue destruido el
carácter democrático de la República de Alemania y preparado el camino para el ascenso del nacional-socialismo al poder. Señala que la
Constitución austríaca semifascista de 1934 fue sancionada por un reglamento del gobierno. (El Control de la Constitucionalidad de las
Leyes. Revista Jus Veritas. Lima Perú. Año V, Nº 9, p. 84).
252
ordenamiento jurídico aquellas normas que resulten inaplicables porque
se habían dado para actuarla y ejecutarla. Por ejemplo, si se declara la
inconstitucionalidad de una ley en su contenido material, la sentencia po-
drá eliminar del ordenamiento jurídico las reglas de procedimiento conteni-
das en la misma.
4. Sentencias aditivas
Puede darse una omisión legislativa que excluya a personas o grupos de perso-
313. Expresa Kelsen que es difícil justificar la retroactividad de la declaración de inconstitucionalidad de la ley por dos razones: por las consecuencias criticas de todo efecto
retroactivo y porque la decisión recae sobre un acto del legislador que también interpreta la Constitución y tiene que ser respetada mientras no se declare su
inconstitucionalidad. Se discute si la decisión de la Corte Suprema que declare la inconstitucionalidad de la ley tiene efecto de nulidad ad initio y, como consecuencia, esta
nulidad afecte a toda la ley, el efecto retroactivo de manera que todos los efectos que antes tuvo la ley son abolidos. Cuando se discutía la Constitución austríaca de 1920,
otros dos métodos fueron objeto de estudio y debate. Por el primero se le concede a cada ciudadano el derecho a hacer peticiones directas al tribunal constitucional, el cual
queda obligado a examinar la validez de la ley. Era una especie de actio popularis en cuestiones constitucionales. El segundo consistía en crear en el tribunal constitucional la
oficina de un Procurador General a cargo de la protección de la Constitución, el cual examinaría las leyes federales y estatales y sometería al tribunal aquellas de dudosa
constitucionalidad. Ninguno de estos métodos fue aceptado. Señala una tercera posibilidad con respecto a la protección de las minorías, a las que se le concede el derecho de
impugnar la inconstitucionalidad de una ley aprobada por la mayoría ante el tribunal constitucional. Cuando en Estados Unidos se anula una ley, surge la cuestión respecto a la
situación legal creada por dicha anulación con relación al asunto que estaba regulado en la ley anulada. Se presentan dos posibilidades. La primera surge cuando la ley
anulada regula una materia que en el momento de entrar en vigencia no se encontraba todavía legalmente regulada. Por ejemplo: una ley que prohíbe la producción y venta de
ciertos equipos de radio ha sido anulada. Antes que esta ley entrara en vigencia esta producción y venta de equipos no estaba reglamentada por ninguna norma, por lo que
las personas eran libres en este aspecto. La segunda posibilidad se da cuando la ley anulada ha reemplazado una ley o una norma del Common Law que regulaban el
mismo asunto. Por ejemplo: una ley por la cual la producción y venta de equipos de radio estaba prohibido, pero sancionada con penas muy leves. En el primer caso la
anulación tiene el efecto de restablecer el estado legal que existió antes que la ley fuera derogada, o sea, al estado de libertad. En el segundo caso, no sucede lo mismo
porque la anulación de la ley no restablece automáticamente la ley anterior que regulaba la producción y venta de ciertos equipos de radio. Por la anulación de la última
253
nas, la sentencia lo que hace es incluir a esas nuevas personas en virtud del
principio de la igualdad. En Costa Rica, por sentencia de la Sala Constitucional,
las enfermeras graduadas en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Cos-
ta Rica fueron equiparadas a las diplomadas por la antigua Escuela de Enferme-
ría, lo cual significó un aumento en el gasto público relacionado con la seguridad
social.
Las sentencias aditivas prestacionales son las que otorgan a determinados gru-
pos de sujetos (como servidores públicos, pensionados, etc.) un beneficio patri-
monial: retribución, indemnizaciones, pensiones, ó prestaciones de servicios, de
cuyo disfrute resultaban ilegítimamente excluidos o limitados. Se produce una
obligación de hacer o dar.
ley que prohibía la producción y venta de equipos de radio, la producción y venta de estos equipos de radio queda exenta de toda
reglamentación. El efecto de la anulación puede ser muy poco deseable e ir más allá del interés en el respeto y estabilidad de la
Constitución. Cuando una ley anulada reemplaza a una ley anterior o a una norma del Common Law que regulaba el mismo asunto, es
preferible dejar a ésta restablecida antes que tener un status legal que deja el asunto libre de toda regulación, para lo cual debe estar
autorizado por la Constitución este restablecimiento. Cuando el tribunal anula y restaura una norma anterior realiza no sólo un acto
negativo de legislación, sino también uno positivo de legislación. Si la teoría de la anulación ad initio no es aceptada (muchos autores
norteamericanos no la aceptan) es imposible mantener la opinión de que la inconstitucionalidad de la ley tiene el efecto automático de
revalidar una ley anterior. Si un tribunal norteamericano declara que la ley es inconstitucional y se niega a aplicarla en un caso concreto,
dicho tribunal no tiene ninguna posibilidad de aplicar la ley anterior a ese caso, solamente cuando la ley fuere declarada nula ad initio
(con efecto retroactivo). La ley anterior o la preexistente norma válida de Common Law serían aplicables. (El Control de la
Constitucionalidad de las Leyes. Ob. cit. Nº 9, págs. 84, 85, 89 y 90).
314. Art. 59 de la Constitución.
315. Art. 57 de la Constitución.
316. Art. 58 de la Constitución.
317. Art. 60 de la Constitución.
254
social;318 a la rehabilitación física, psicológica, profesional y ubicación laboral de
los discapacitados;319 a la protección contra el hambre;320 a la vivienda;321 al depor-
te y esparcimiento;322 a la información veraz;323 al acceso a los medios de comuni-
cación social;324 a la protección de la familia;325 a la protección laboral;326 etc.
255
hace saber a la asamblea legislativa para que tome las medidas que ame-
rite el caso;
Se recurre a este tipo de sentencia para evitar que el juez constitucional aparez-
ca como legislador negativo y concederle oportunidad al órgano político para que
enmiende la norma que viola la Constitución.
256
sin sentido el resto de la ley, la nulidad será total. Si es total o parcial dependerá del
criterio del Tribunal.327
Se pueden dar por vicios de forma (falta de quórum, etc.) o por vicios de fondo. Se
anula todo el texto de la ley, no quedando nada de ella. Se acepta esta sentencia
en nuestro sistema.
Estas sentencias anulatorias no impiden que los jueces hagan otra interpreta-
327. Kelsen distingue entre la nulidad total y parcial de la ley o reglamento. Sobre esta última expresa que la nulidad puede limitarse a algunas
disposiciones, suponiendo que los otros se mantengan aplicables o que no vean su sentido modificado de una manera inesperada. Le
corresponde al tribunal constitucional decidir si es total o parcial la nulidad. ( El Control de la Constitucionalidad de las Leyes. Revista Jus
Veritas. Ob. cit. Nº 9, pág. 38).
257
ción siempre que no violen la Constitución. Este criterio se sigue en la mayor parte
de los países.
En los países donde existen cortes de casación (que velan por la legalidad) y
tribunales constitucionales (que velan por el cumplimiento de la constitución) se
presentan problemas de competencia. La primera solución consiste en que el tri-
bunal constitucional respete la jurisprudencia de la corte de casación. En la segun-
da, la sentencia del tribunal constitucional obliga a todos los operadores jurídicos,
258
menos a él.
Los que rechazan este tipo de sentencias sostienen que los tribunales constitu-
cionales son de carácter eminentemente jurisdiccionales y no pueden dictar sen-
tencias normativas porque sustituirían al legislador sin tener legitimidad democrá-
tica. Agregan que cuando se anula una ley, el tribunal constitucional no debe inter-
venir creando una nueva norma.
259
En las sentencias aditivas los tribunales constitucionales pueden tomar dos ti-
pos de resoluciones: fallar a favor de los excluidos o bien abstenerse de hacerlo
porque se requiere de una valoración discrecional o existe una pluralidad de solu-
ciones que requieren también de valoraciones, todo lo cual le corresponde al le-
gislador.
328. Expresa Kelsen que si la norma es anulada sin efectos retroactivos o limitativos y si, por lo tanto, las consecuencias jurídicas producidas
subsisten, al menos las que resultan de su aplicación de las autoridades, nos se produce alteración de sus efectos con relación a la norma
que derogó la anulada (lex posterior derogat prior). Esto significa, por ejemplo, que la ley derogatoria sustitutiva del estado de derecho
anterior anulada por inconstitucionalidad no hace revivir la derogada, por lo que puede producirse un vacío de Derecho: una materia antes
regulada deja de serlo y las obligaciones jurídicas desaparecen, la libertad jurídica les sucede. Este vació legal puede producir consecuencias
lamentables, principalmente si la ley fue anulada por vicios de forma y no de fondo, o la materia de la ley anulada requiere tiempo considerable
para elaborarla. Para remediar tales inconvenientes es bueno prever la posibilidad de diferir los efectos de la anulación hasta el final de cierto
plazo a partir de su publicación. Piensa en otro medio, como otorgarle al tribunal constitucional la facultad de disponer por sentencias en forma
conjunta la nulidad de la ley y el restablecimiento de la vigencia de las normas que regían la materia con anterioridad a la ley anulada. Este
restablecimiento del estado anterior de derecho debe quedar al árbitro del tribunal constitucional. Sería lamentable que la Constitución sentara una
norma general de restablecimiento de tal estado en el caso de anulación de las normas generales. No obstante, concibe las regulaciones
260
Estas sentencias suelen dar recomendaciones al legislador para que dicten la
normativa sustitutiva. En Costa Rica, la Sala Constitucional la aplicó cuando declaró
la nulidad de las leyes Forestal y de Inquilinato y puso nuevamente en vigencia las
leyes derogadas por las anuladas; lo mismo hizo con la Ley Monetaria, pero con la
modalidad de que la Sala reconstruyó el texto y no puso en vigencia el texto original.
En este último caso la sentencia restableció la vigencia del párrafo 2 del art. 6 de la
Ley de la Moneda en virtud de la inconstitucionalidad declarada y dispuso que debe-
ría leerse así: “Sin embargo, podrán celebrarse contratos y contraerse obligaciones
en monedas extranjeras pudiendo a opción del deudor, cancelarse en colones. Co-
lones que, a su vez, deberán ser calculados conforme al valor comercial efectivo
que tenga la moneda extranjera adeudada al momento del pago...”.329
constitucionales siguientes: cuando la ley anulada consiste únicamente en derogar la vigente, en cuyo caso el único efecto posible sería la
desaparición de la derogación de la ley anterior y la entrada en vigencia de esta última, o cuando en la Constitución se limitara la anulación de las
normas generales a un cierto plazo a partir de su vigencia para impedir la vuelta a la vigencia de normas jurídicas muy antiguas e incompatibles con
las nuevas condiciones o realidades. (El Control de la Constitucionalidad de las Leyes. Ob. cit. Nº 6, págs. 37 y 38).
329. Sentencia 19/11/92.
261
actuación del poder legislativo, pero lo hace frente al caso concreto para evitar
poner en peligro la seguridad, la paz social y la justicia.
De acuerdo con el art. XXXVII Tít. Prel. C., la derogación de una ley no restable-
ce la primera ley, sino es que la última lo prescriba expresamente. La regla gene-
ral es que la derogación de la ley derogatoria no produce la reviviscencia de la
primera ley, salvo que así lo disponga esta última. Tal regla se refiere a la deroga-
ción expresa o tácita, pues en ambas se puede dar la omisión de expresar la
reviviscencia de la primera ley.
a) La última ley regula la materia de las dos leyes anteriores, en cuyo caso
prevalecen las nuevas disposiciones.
Creo que la reviviscencia debe ser manejada con prudencia por la Corte Supre-
ma. Por ejemplo, no es recomendable la reviviscencia cuando la ley derogada por
la nula es inconstitucional o no es razonable por estar desajustada ostensiblemente
de la realidad. También el Tribunal podría declarar la inconstitucionalidad de la ley
y abstenerse de anularla, señalándole un plazo a la Asamblea Nacional para que
dicte la regulación correspondiente, o bien declare la inconstitucionalidad y nuli-
dad de ley a partir de determinado plazo para mientras la Asamblea Nacional hace
la regulación de la materia.
262
12. Sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad
a) Sentencias de inadmisibilidad.
263
Además y generalmente, cuando se refieren a defectos procesales que no afec-
tan el fondo del asunto no producen cosa juzgada material, sin perjuicio del venci-
miento de los plazos para poder impugnar o para la prescripción. Por ejemplo,
vencido el plazo de sesenta días para impugnar la ley, se puede volver a impugnar
cuando se le aplique a la persona en un caso concreto; si no se agota la vía
administrativa, se puede comenzar para agotarla; si se declara inadmisible el
amparo por defectos del poder otorgado por el interesado se puede volver a corre-
gir dentro del plazo de interposición y presentar nuevamente el recurso.
Es una comprobación negativa, lo que permite abrir una nueva discusión sobre
la constitucionalidad. Su característica no es afirmar positivamente la legitimidad
de la norma o disposición.
Por ejemplo: en las sentencias aditivas se equipara al grupo excluido con los
beneficiarios de la ley que los excluyó para que todos gocen de ese beneficio, por
estimar que se había producido una discriminación sin fundada razón, violatoria
de la igualdad ante la ley. Por el contrario, en este tipo de sentencia, se declara
264
inadmisible la pretensión de los excluidos por considerarse un asunto de la discre-
cionalidad del legislador y en la misma sentencia se anula el derecho de los origi-
nales beneficiarios porque constituye un privilegio injustificado que se opone al
principio de igualdad ante la ley.
d) Sentencias interpretativas
265
dad, dando como argumento que la primera interpretación no se había hecho de
acuerdo al Derecho vigente. De las sentencias manipulativas se puede hacer la
división siguiente:
266
medida que confería la facultad de dar autorización para promover la ac-
ción de justicia por el delito de ultraje al Tribunal Constitucional al Ministro
de Justicia, en lugar de otorgársele al propio Tribunal Constitucional. En
este caso aparece el Tribunal como legislador positivo y negativo.
Ya hemos expresado que una vez que han entrado al cauce del proceso, los
conflictos o litigios no pueden permanecer abiertos indefinidamente, por así exigir-
lo la paz y la seguridad jurídica. El instituto que ha encontrado el Derecho para
terminar con estos litigios se llama cosa juzgada.
267
Para señalar los efectos de la cosa juzgada de la justicia constitucional se ha
tenido en cuenta, entre otros criterios, los siguientes: las normas, principios y valo-
res del Derecho Constitucional, la posición del juez o tribunal constitucional cuyas
decisiones deben ser respetadas por todos los órganos del Estado; y la trascen-
dencia económica, política y social que encierra su fallo.
También produce cosa juzgada erga omnes la sentencia que declara la consti-
tucionalidad de la ley, lo que no permite abrir nueva discusión sobre su inconstitu-
cionalidad y de hacerse se rechazará de plano el recurso, salvo que presente
nuevos vicios y fundamentos que no fueron discutidos y fallados en el primer re-
curso, de acuerdo a lo expuesto en el numeral 9 de esta Sección.
La sentencia es la manera normal de terminar con el litigio que decide sobre las
pretensiones de las partes, ya que de otro modo los derechos y defensa se torna-
rían inciertos y los juicios interminables.330
268
res; y pone a los constitucionalistas en la encrucijada de decidir sobre la prioridad
de aplicar hasta sus últimas consecuencias la seguridad jurídica o permitir cons-
tantemente la posibilidad de revisar las decisiones constitucionales ya objetos de
sentencia.
a) Funciones.
330. Un sector doctrinal sostiene que no es válido utilizar el concepto de cosa juzgada para explicar los efectos de las sentencias dictadas
sobre la constitucionalidad de las leyes, porque estas sentencias tienen fuerza de ley, fuerza que cubre un ámbito mayor que el de la cosa
juzgada. Pero este criterio es rechazado porque, en primer lugar, la cosa juzgada tiene un ámbito amplio, en segundo lugar, no todas las
sentencias sobre la constitucionalidad de la ley tienen fuerza de ley, la tienen las que declaran la inconstitucionalidad de la ley, pero no las que
la desestiman, las cuales, como hemos expresado, puede ser nuevamente impugnadas bajo ciertas condiciones.
269
sitiva de la sentencia produce cosa juzgada o si también la parte considerativa (la
ratio decidendi).
Por tal razón, las leyes de algunos países disponen que las sentencias constitu-
cionales producen efectos erga omnes, excepto para el mismo tribunal que las
dictó. En esta forma se deja abierta la posibilidad de que los tribunales puedan
variar la jurisprudencia a medida que van cambiando las circunstancias.
270
ÍNDICES
271
272
ÍNDICE ONOMÁSTICO
-A-
Alberdi:
Alessadri Rodríguez, Arturo:
Alvarado Correa, José Antonio:
Anzol Agil, Marcela:
Arce, Joaquín:
Arteaga Nava, Elisur:
Aulo Gelio:
-B-
Bachof:
Badeni, Gregorio:
Balaguer Callejón, María Luisa:
Bernaschina González, Mario:
Bidart Campos, Germán:
Bobbio, Norberto:
Burgoa, Ignacio:
-C-
-D-
-E-
Enneccerus, Ludwing:
Escobar Fornos, Iván:
Estrada, Alexei Julio:
Evans Hughes, Charles:
-F-
273
Federico El Grande:
Fix-Zamudio, Héctor:
-G-
Gayo:
Goldschmidt, Werner:
González, Joaquín V.:
Guastini, Ricardo:
Gutiérrez, Juan María:
-H-
-J-
Jiménez-Blanco, Antonio:
Justiniano:
-K-
Kelsen, Hans:
Kin:
-L-
Lawson, F.H.
Liet Veaux:
Linares Quintana, Segundo V.:
Luzón Peña, Diego Manuel:
-M-
Maximiliano:
Menem, Eduardo:
Messineo, Francesco:
Mitre, Bartolomé:
Modestino:
Montaño, Dana:
Montesquieu, Charles-Louis de Secondant, Barón de:
-N-
274
Nafstalin:
Napoleón:
Naranjo Mesa, Vladimiro:
Noguera Alcalá, Humberto:
-O-
Osorio, Ángel:
-P-
Papiniano:
Pastora, Edén:
Paulo:
Pérez Royo, Javier:
Pérez Serrano, Nicolás:
Pizzoruso, Alessandro:
Portalis, Jean Ettienne:
-R-
Radbruch, Gustav:
Rivas, Adolfo Amadeo:
Roosevelt, Teodoro:
Ross, Alf:
Rubio Llorente, Francisco:
Ruggiero, Roberto de:
-S-
-T-
-U-
Ulpiano:
275
-V-
Valadés, Diego:
Valencia Restrepo, Hernán:
Valdez, Flores:
Varas, Guillermo:
Verlanga Huerta, Fermin:
-W-
Wendell Holmes, Oliver:
Wheare, F.C.:
-Z-
276
ÍNDICE ONOMÁSTICO
-A-
Abandono
Abdicación
Aborto
Absolutismo
Abuso del derecho
Acción confesoria
Acción de inconstitucionalidad
Activismo judicial
Acto ficto
Actos administrativos
Adecuación de la norma ordinaria a la superior que es la Constitución
Adecuación de una norma a un principio general del Derecho
Adecuación de una norma ordinaria a la Constitución
Administración de justicia
Aequitas religio indicantis
Aequitas requitur legem
Aforismo
Amparito
Amparo
Analogía
Analogía iuris
Analogía legis
Anticresis
Antiguo Régimen
Anulación de las normas
Apariencia
Aplicación directa de la Constitución
Arbitrariedad de los jueces
Argumento a cesante ratione
Argumento a contrario sensu
Argumento a fortiori ratione
Argumento a generali sensu
Argumento a rubrica
Argumento a silentio
Argumento ab autoritate
Argumento ab excepcione ad regulam
Argumento ab exceptione ad regulum
Argumento ab inutilitate legis
Argumento ab ordine
Argumento ad absurdum
Argumento analógico
Argumento de la naturaleza de las cosas
Argumento interpretativo
Argumento productivo
Argumentos a rubrica y sede materiae
Argumentum a maius ad minoris
277
Argumentum a minoris ad maius
Asamblea Constituyente
Asamblea Legislativa
Asamblea Nacional
Asociación
Ausencia
Autocontrol
Autointegración
-B-
-C-
Cámaras
Cambio constitucional
Canon del mesotés
Capacidad
Carga de la prueba
Caso concreto
Causa de las obligaciones
Certeza
Ciudadano
Civil Law
Clases de principios
Cláusulas de intangibilidad
Cláusulas intangibles
Código Civil
Código Comercial
Código Penal
Códigos sustantivos
Comisión de Negocios Constitucionales
Compensación
Compraventa
Comunismo
Condición contraria a la ley
Condición contraria buenas costumbres
Condición imposible
Condición imposible
Confesión judicial o extrajudicial
Conflictos de las leyes en el tiempo
Conflictos de legitimidad constitucional de las leyes
Conflictos entre los principios
Confusión entre acreedor y deudor
278
Congreso Constituyente
Consecuencias jurídicas excluyentes
Constitución Provincial
Constitucionalización
Constituciones clásicas
Constituciones consuetudinarias
Constituciones derivadas
Constituciones desarrolladas
Constituciones escritas
Constituciones flexibles o semiflexibles
Constituciones mixtas
Constituciones nominales
Constituciones normativas
Constituciones originarias
Constituciones otorgadas
Constituciones programáticas
Constituciones rígidas
Constituciones semánticas
Constituciones utilitarias
Constituyente actual
Constituyente institucional
Constituyente original
Contenido teleológico de la Constitución Nacional
Contradicción normativa
Contradicciones constitucionales
Contradicciones ideológicas
Contradicciones simultáneas
Contradicciones sucesivas
Contradocumento
Contrato de mutuo
Contratos innominados
Contratos nominados
Control constitucional
Control de constitucionalidad
Control jurisdiccional
Control político
Control por el ejecutivo
Control por el electorado
Control por el poder legislativo
Control preventivo del proyecto de ley
Control social del Derecho
Corte Constitucional
Corte de Casación
Corte de Casación
Corte Plena
Corte Suprema de Justicia
Cosa juzgada en la jurisdicción constitucional
Costumbre constitucional contra constitutionem
Costumbre constitucional.
Costumbre contra la ley
Costumbre praeter constitutionem
279
Costumbre secundum constitutionem
Creatividad de la justicia constitucional
Criterio de colocación
Criterio no interpretativista
Criterio originalista
Cultura constitucional
-D-
280
Derechos fundamentales
Derechos hereditarios
Derechos humanos
Derechos individuales
Derechos naturales
derechos pendientes, futuros o condicionales
Derechos reales
Derechos sociales
Derechos y libertades constitucionales
Derogación
Derogación de las leyes
Derogación ex nunc
Derogación expresa
Derogación global
Derogación parcial
Derogación tácita
Derogación tácita orgánica
Derogación total
Desconstitucionalización
Desistimiento
Destrucción de la Constitución
Desuso de la ley
Deudor solidario
Diferencia entre reglas y principios
Diferencia entre valores y principios
Dignidad de la madre
Discrecionalidad
Disposiciones sancionatorias
División de poderes
Doctrina de los Estados Unidos de Norteamérica
Dolo
Donaciones
Doppia pronuncia
Dura lex, sed lex
-E-
Efecto jurídico
Efectos de la interpretación auténtica
Efectos de la sentencia en el sistema difuso
Efectos de las sentencias que declaran la inconstitucionalidad
Efectos para el futuro ( ex nunc )
Efectos retroactivos (ex tunc)
Eficacia de la norma constitucional
Eficacia de la norma constitucional
Eficacia derogatoria
Eficacia directa
Eficacia informadora
Eficacia interpretativa
Eficacia invalidatoria
Ejus est legem interpretare cujus est condere
281
Enriquecimiento sin causa
Ente
Equidad
Errores in iudicando
Errores in procedendo
Escuela del Derecho libre
Escuela libre del Derecho
Escuela realista
Especialidad prevalece sobre la generalidad
Estabilidad en el trabajo
Estabilidad laboral
Estado Constitucional de Derecho
Estado de Derecho
Estado de emergencia
Estado Legal de Derecho
Estado unitario, federal o confederado
Evicción en la cesión de créditos
Excepciones a la regla
Exceptio est strictissima interpretationis
Exceptio firmat regulam in cosibus non exceptis
Exceptio firmat regulamin casibus non exceptis
Exhibición personal
Expectativas jurídicas
-F-
Fiador
Filosofía jurídica
Fraude constitucional
Fuentes formales
Fuentes formales
Fuerza obligatoria de la interpretación judicial
Función del juez
-G-
Garantías penales
Glossatores non sunt legislatores
Gobierno de los jueces
Golpe de Estado
Gratuidad de la justicia
-H-
Habeas data
Habitación
Herencia
Hermenéutica
Heterointegración
Hipoteca
Honor
282
-I-
Igualdad
Igualdad ante la ley
Igualdad de todos los hijos
Imperio de la ley
Imposición de una sanción
In ambiguts orationibus maxime sentencia epecstanda est ejus, qui eas protulisset
In casibus omissis, de ducenda est norma legis a similibus
In re dubia, melius est verbis edicti servire
Inclusio unius, exclusio alterius
Inconstitucionalidad
Inconstitucionalidad de contenido
Inconstitucionalidad de las reformas constitucionales por violación de las normas de los
Inconstitucionalidad de normas constitucionales
Inconstitucionalidad de una norma constitucional
Inconstitucionalidad o derogación de las leyes anteriores a la nueva Constitución
Inconstitucionalidad por omisión
Indivisibilidad
Iniciativa de ley
Iniciativa popular de leyes
Integración constitucional
Integración del Derecho
Interés general
Interés público
Interpretación
Interpretación abrogante
Interpretación abrogativa
Interpretación adecuada
Interpretación amplia de la Constitución
Interpretación armónica
Interpretación auténtica
Interpretación auténtica de la ley
Interpretación constitucional
Interpretación constitucional
Interpretación correctiva o sustitutiva
Interpretación de los autores (interpretación doctrinal)
Interpretación de los legisladores (interpretación auténtica)
Interpretación de los órganos del Estado (interpretación oficial)
Interpretación de los órganos jurisdiccionales (interpretación judicial)
Interpretación de los particulares (interpretación popular)
Interpretación declarativa
Interpretación declarativa, restrictiva, extensiva y correctiva
Interpretación del Derecho en Hans Kelsen
Interpretación del ordenamiento jurídico
Interpretación doctrinal
Interpretación equilibrada
Interpretación evolutiva
Interpretación extensiva
Interpretación filológica
Interpretación funcional de la Constitución
283
Interpretación gramatical
Interpretación gramatical o literal
Interpretación gramatical, sistemática, teleológica e histórica
Interpretación hecha por el legislador
Interpretación histórica
Interpretación histórica
Interpretación judicial
Interpretación literal
Interpretación práctica
Interpretación práctica
Interpretación restrictiva
Interpretación sistemática
Interpretación sistemática
Interpretación teleológica o finalista
Interpretación teleológica o finalista
Interpretación y control constitucional
Interpretatio abrogan
Interpretatione legum poenae molliendae sunt potius quam asperandea
Investigación de la paternidad
Inviolabilidad del domicilio
Iuris et de iuris
Iuris tantum
Iusnaturalistas
-J-
Jerarquía
Jerarquía axiológica móvil
Jerarquía de fuentes
Jueces o tribunales constitucionales
Juez
Juicio de valor
Juicio por jurado
Jurisdicción constitucional
Jurisdicción constitucional orgánica
Jurisprudencia
Jurisprudencia constitucional de la Corte Suprema.
Jus respondendi
Justicia
Justicia constitucional
Justiciable
-K-
Kategorisches Imperativ,
Kommunistisches Imperativ
-L-
Labor rule
284
Lagunas axiológicas
Lagunas históricas
Legalidad
Leges generales non debent extendi ad leges quae habent suam particularem provisionem
Legislador constituyente
Legislador negativo
Legislador positivo
Legislativo
Lex charitatis Christi
Lex especialis, derogat generali
Lex posterior derogat priori
Lex specialis
Lex superior derogat inferiori
Lex ubi voluit, dixit; ubi noluit, tacuit
Lex, non omittit incaute, sed quia dictum noluit
Ley
Ley de Citas
Ley de Regulación de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo
Ley especial anterior a la ley general
Ley Fundamental
Ley general no deroga a una ley especial anterior
Ley ordinaria
Ley positiva
Ley suprema
Ley suprema
Leyes constitucionales
Leyes interpretativas
Leyes retroactivas
Liberalismo
Libertad
Libertad con la seguridad
Libertad de expresión, de comunicación y creación
Libertad de información
Libre cooperación internacional
Limitación de los derechos
Límites de la interpretación
Límites de las mutaciones
Límites interpretativos
Límites sustantivos de la interpretación
-M-
Magistrado propietario
Magistrados suplentes
Mancomunidad
Mandato representativo
Manipulación legislativa
Materia electoral
Máximas
Mayorías calificadas
285
Medios de integrar el Derecho
Método de creación del Derecho
Método de interpretación evolutiva
Método de la escuela libre
Método de la jurisprudencia de intereses
Método de la libre investigación científica
Método interpretativo
Método sistemático
Metodología de la interpretación constitucional
Métodos interpretativos
Métodos interpretativos particulares
Métodos tradicionales
Mora del poder legislativo
Motivación de las sentencias
Motivación de sentencias
Mutaciones constitucionales
Mutaciones mediante interpretación de una norma
Mutaciones o modificaciones constitucionales no formales
Mutaciones por desuso o imposibilidad de ejercicio
Mutaciones que se dan entre disposiciones surgidas de una transacción política
-N-
Ne bis in idem
Necessitatem lex imponit, non voluntatem permitit
Nicaragüense
Nnormas de organización de los órganos o poderes del Estado
No interpretativismo
No uso
Nomoárquica
Non liquet
Non sunt indicandae leges
Norma constitucional
Norma inferior es nula cuando contradice a la superior
Norma superior deroga la inferior
Normas casuísticas
Normas coetáneas
Normas constitucionales
Normas constitucionales inconstitucionales
Normas de garantías
Normas de principio o programáticas
Normas imperativas
Normas meramente interpretativas
Normas permisivas
Normas preceptivas
Normas principistas
Normas programáticas y operativas
Normas prohibitivas
Normas que consagran los derechos fundamentales.
Normas repartidoras de competencias
Normas transitorias
286
Nueva ley especial prevalece sobre la anterior general
Nulidad de la obligación
Nulidad de la obligación
Nulidad de resoluciones judiciales
Nullum crimen, nulla poena, sine lege
-O-
Oberster Gerichtshof
Objeción de conciencia
Objeto de la interpretación
Objeto posible de las obligaciones
Obligación indivisible
Obligaciones indivisibles
Obligaciones solidarias
Omisión total o parcial
Onus probandi
Operador jurídico del Derecho estatal
Opinión de los jurisconsultos
Optimación
Ordenamiento jurídico
Ordenamiento y la jerarquía de las normas
Ordenamientos jurídicos autónomos
Órgano
Órgano de control constitucional
Órgano de control político
Órgano unificador de la jurisprudencia
Órganos constitucionales
Órganos judiciales de control
Órganos no judiciales de control
Originalismo
-P-
287
Poder Judicial
Poder legislativo
Poder normativo
Poder político
Poderes constituidos
Poderes del Estado
Ponderación
Ponderación de los principios
Ponderación de valores
Ponderación de valores en conflicto
Positividad
Potestad de revisión
Prácticas políticas contrarias a la Constitución
Prácticas políticas que llenan una laguna constitucional
Preámbulo de la Constitución
Precedente
Precedentes jurisprudenciales
Prenda
Preservacionismo
prestación determinada o cierta de las obligaciones
Presunción de constitucionalidad
Presunción de inocencia
Presunción de inocencia del procesado
Presunción de la honorabilidad de las personas
Presunción humana
Presunción iuris tantum
Presunción juris tantum, es decir, que admite prueba en contrario.
Presunción penal
Presunciones
Presunciones de Derecho, absolutas o iuris et de iure
Presunciones judiciales
Presunciones legales
Presunciones simplemente legales, relativas o iuris tantum
Prevalencia
Previsión de consecuencias
Principialística
Principio bonum faciendum malum vitandum
Principio constitucional del pluralismo
Principio de adquisición procesal
Principio de buena fe
Principio de competencia
Principio de concentración
Principio de concordancia
Principio de concordancia
Principio de consumación procesal
Principio de distinción
Principio de economía procesal
Principio de economía procesal
Principio de eficacia de la Administración
Principio de especialidad
Principio de eventualidad
288
Principio de generalidad de la ley
Principio de igualdad
Principio de igualdad formal
Principio de igualdad sustancial
Principio de impulsión
Principio de inmediación
Principio de inscripción
Principio de interpretación de los derechos humanos
Principio de irretroactividad de la ley excepto a favor del reo
Principio de jerarquía
Principio de la adaptación de la Constitución a los nuevos tiempos
Principio de la autonomía regional
Principio de la concordancia práctica
Principio de la constitucionalidad
Principio de la corrección funcional
Principio de la disposición más favorable al recurrente
Principio de la escritura y de la oralidad
Principio de la fuerza normativa de la Constitución
Principio de la función integradora de la Constitución
Principio de la irretroactividad de la ley
Principio de la justicia
Principio de la no retroactividad
Principio de la presunción de la constitucionalidad
Principio de la supremacía de la Constitución
Principio de la unidad de la Constitución
Principio de la unidad de la Constitución
Principio de legalidad
Principio de no discriminación
Principio de plenitud de los derechos humanos
Principio de preclusión
Principio de preferencia
Principio de presunción de inocencia
Principio de prioridad
Principio de prudencia y previsibilidad
Principio de prueba por escrito
Principio de publicidad
Principio de publicidad
Principio de razonabilidad de la ley
Principio de razonabilidad de la ley.
Principio de rogación
Principio de supremacía de la ley
Principio de tracto sucesivo
Principio de unidad de Centroamérica, Latinoamérica y el Caribe
Principio del amor cristiano
Principio del imperativo categórico kantiano
Principio del voto activo y pasivo
Principio democrático
Principio general de irretroactividad
Principio general de prohibición de la discriminación
Principio in dubio pro constitutio
Principio in dubio pro reo
Principio in dubio pro reo
Principio marxista
289
Principio moderationis
Principio omnes sicut teipsum
Principio pro homine
Principio pro libertate
Principio pro libertate
Principio stare decisis
Principio suum cuique
Principio suum cuique tribuendi
Principios
Principios constitucionales
principios constitucionales
Principios de jerarquía y de competencia o distribución de materias
Principios de libertad, justicia, respeto a la dignidad de la persona
Principios de publicidad y del debido proceso
Principios del Derecho Inmobiliario Registral
Principios del Derecho Procesal
Principios específicos para las distintas ramas del Derecho
Principios establecidos en la Constitución
Principios expresamente calificados como tales por la Constitución o las leyes
Principios fundamentales
Principios fundamentales o esenciales de la Constitución
Principios generales del Derecho
Principios generales del Derecho
Principios generales del ordenamiento jurídico del Estado
Principios positivos constitucionales
Principios preferentes
Principios procesales constitucionales de legalidad, igualdad, publicidad y defensa
Principios procesales de la Ley de Amparo
Principios procesales del Código del Trabajo
Principios que no tienen respaldo normativo
Principios sustantivos del Código del Trabajo
Principios tienen funciones creativas, interpretativas, integradoras y limitativas
Principios universales de Kelsen
Principios y valores políticos
Principios, valores y el sistema político
Principium retributionis
Prior tempore, potior iure
Prisión por deuda
Privilegios
procedimientos
Procedimientos administrativos y jurisdiccionales
Prohibición de aplicar la analogía
Propiedad
Proporcionalidad
Protección de los derechos fundamentales
-Q-
Quebrantamiento constitucional
Quórum
Quoties dubia interpretatio libertatis est, secundum libertatem respondendum erit
290
-R-
Ratio decidendi
Ratio legis
Razonabilidad de fines
Razonabilidad de ponderación
Razonabilidad de selección
Razonabilidad externa
Razonabilidad interna
Reconocimiento a las distintas formas de propiedad
Recurso
Recurso contra las leyes
Recurso de amparo
Recurso de casación
recurso de casación por infracción de ley
Recurso de contrafuero
Recurso de inconstitucionalidad
Recurso directo por inconstitucionalidad
Recurso ordinario
Reenvío
Referendo
Referéndum
Reforma constitucional
reforma parcial
Reforma total
Reformas a la Constitución
Régimen de juridicidad
Régimen franquista
Regla de isonomía
Regla in dubio pro operario
Regla laborista
Regla rousseauniana
Regla satis nimis
Reglamento
Reglas de interpretación
Regula aurea
Regula boni
Regula libertatis
Regula traditionis vel consuetudinis
Regulación iustitiae
Relaciones extrajudiciales
Remisión
Renuncia
Repartción de competencias
República de Weimar
Repudiación
Requisitos para que proceda la analogía
Reserva constitucional
Reserva de ley
Reserva de ley para los tributos
291
Resoluciones judiciales
Respeto a la dignidad de la persona humana
Respeto a la libre autoderminación de los pueblos
Respeto al derecho ajeno
Restricción de derechos
Retroactividad
Reviviscencia automática
Revolución francesa
Revolución Francesa
-S-
Sala Constitucional
Sala de lo Contencioso Administrativo
Salas
Sanción de nulidad
Sanciones
Secundum legem
Seguridad
Seguridad jurídica
Sentencias
Sentencias aditivas
Sentencias aditivas prestacionales
Sentencias declarativas de la inconstitucionalidad de carácter parcial
Sentencias declarativas, constitutivas e inaplicativas
Sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad
Sentencias estimativas interpretativas
Sentencias estimatorias aditivas
Sentencias estimatorias desaplicativas
Sentencias estimatorias exhortatorias
Sentencias estimatorias sustitutivas
Sentencias manipulativas
Sentencias normativas
Sentencias que declaran la inconstitucionalidad en forma total
Separación del Poder Legislativo y Judicial
Servidumbre
Silogismo
Simbiosis de la Constitución material con la formal
Simulación
Sistema compartido entre el Ministerio Público y el Parlamento
Sistema austriaco
Sistema codificado (de Derecho Civil)
Sistema concentrado
Sistema de control constitucional en Nicaragua
Sistema de control de los Poderes entre sí
Sistema de interpretación
Sistema de interpretación Política
Sistema de los cheks and ballances
Sistema de pesos y contrapesos
Sistema de uso alternativo del Derecho
Sistema del “référe au legislateur”
Sistema del númerus apertus
292
Sistema del númerus cláusus
Sistema democrático
Sistema difuso
Sistema jurisdiccional de control del cumplimiento de la Constitución
Sistema jurisprudencial
Sistema no interpretativo
Sistema no regulado
Sistema norteamericano o difuso
Sistema originalista
Sistema parlamentario puro
Sistema parlamentario con órganos inferiores delegados o asesores
Sistema regulado
Sistemas interpretativos
Soberanía
Sobreseimiento provisional
Socialismo
Sociología
Solidaridad
Specialia generalibus derogant
Stare decisis
Stulta videtur sapientia quae leg vult. sapientior videri
Subsistema normativo
Sujeto que interpreta
Supremacía de la Constitución
Supremacía normativa e ideológica
Supresión de la Constitución
Supuesto de hecho
Suspensión constitucional
-T-
Techo ideológico
Techo ideológico múltiple
Técnica de la ponderación
Técnicas para evitar las lagunas
Teoría de la división de poderes
Teoría de la Interpretación Constitucional
Teoría General de la Interpretación
Teoría legislativa
Tesis del constituyente actual
Tesis no interpretativa
Test de razonabilidad
Testamento
Textualismo
Tópicos o principios generales de G. Struck
Totalitarismo
Tradición
Tratados internacionales
Tribunal Constitucional
Tribunal Constitucional
Tribunal Constitucional
293
Tribunal Superior
Tribunal Superior de Justicia
Tribunal superior de la jurisdicción constitucional
Tribunal superior de la justicia constitucional como poder político
Tribunales constitucionales
-U-
-V-
Valor normativo
Valor normativo de la Constitución
Valor programático
Valoración de los bienes
Valores
Valores constitucionales
Venta con pacto de retroventa
Verbis legis tenaciter inhaerendum
Verfassugsdurchbrechug
vicios de forma y de fondo
Vicios de procedimiento de formación de la ley
Vicios por violación de las normas sustanciales
Vida
Violencia
Voluntad popular
Voto activo y pasivo
-W-
Werwaltungsgerichtshof
294
ÍNDICE DE JURISPRUDENCIA
Jurisprudencia Nacional
1915
1917
1926
1931
1938
1940
1942
1943
1946
1948
1949
295
S. 12 m. del 25 de agosto de 1949, B.J., p. 14785
1951
1957
1959
1963
1966
1967
1974
1986
1987
1990
1991
1992
296
S. 11:00 a.m. del 24 de noviembre de 1992, B.J., p. 254
1995
1996
S. 12:30 m. del 5 de agosto de 1996, B.J., pgs. 44, 230, 236, 266
1999
2000
Jurisprudencia Extranjera
Sentencia 13/1982
Sentencia 29/1982
Sentencia de 1982
Sentencia de 1994
Sentencia de 19/11/92
297
Sentencia de 1803
298
ÍNDICE DE LEGISLACIÓN CITADA
LEGISLACIÓN NACIONAL
Constitución Pólitica
Art. 29 (1824)
Art. 99 (1824)
Art. 152 (1824)
Art. 109 (1838)
Art. 196 (1838)
Art. 74 (1848)
Art. 89 (1854)
Art.103 (1858)
Art. 156 (1893)
Art. 122 (1911)
Art. 261 (1948)
Art. 80 (1950)
Art. 81 (1950)
Art. 233 (1950)
Art. 328 (1950)
Art. 47 (1974)
Art. 311 (1974)
Art. 2
Art. 5
Art. 9
Arts. 15
Art. 20
Art. 23
Art. 24
Art. 25
art. 26
Art. 27
Art. 28
Art. 29
Art. 30
Art. 31
art. 32
Art. 33
Art. 34
Art. 36
Art. 37
Art. 38
Art. 38
Art. 39
Art. 40
Art. 41
Art. 43
Art. 44
299
Art. 45
art. 46
Art. 47
Art. 48
Art. 49
Art. 50
Art. 51
Art. 52
Art. 53
Art. 55
Art. 56
Art. 57
Art. 58
Art. 59
Art. 60
Art. 61
Art. 62
Art. 63
Art. 64
Art. 65
Art. 66
Art. 68
Art. 69
Art. 70
art. 71
Art. 72
Art. 74
Art. 75
Art. 77
Art. 78
Art. 80
Art. 81
Art. 92
Art. 95
Art. 99
Art. 105
Art. 113
Art. 114
Art. 115
Art. 125
Art. 129
Art. 130
Art. 131
Art. 135
Art. 138
Art. 140
Art. 141
Art. 147
Art. 149
Art. 150
Art. 158
300
Art. 160
Art. 161
Art. 163
Art. 164
Art. 165
Art. 166
Art. 168
Art. 173
Art. 177
Art. 181
Art. 182
Art. 183
Art. 187
Art. 191
Art. 192
Art. 193
Art. 195
Art. 196
art. 196
Art. 198
Art. 194
Art. 443
Art. 823
Art. 1123
Art. 1379
Art. 1380
Art. 1381
Art. 1382
Art. 1383
Art. 1384
Art. 1385
Art. 1386
Art. 1389
Art. 1390
Art. 1391
Art. 1392
Art. 1691
Art. 2069
Código Civil
Art. IV
Art. XI
Art. XVII
301
Art. XXVII
Art. XXXIV
Art. XXXV
Art. XXXVII
Art. 4
Art. 107
Art. 163
Art. 200
Art. 225
Art. 228
Art. 457
Art. 466
Art. 882
Art. 928
Art. 987
Art. 1160
Art. 1229
Art. 1254
Art. 1479
Art. 1553
Art. 1557
Art. 1562
Art. 1579
Art. 1691
Art. 1696
Art. 1699
Art. 1719
Art. 1720
Art. 1727
Art. 1746
Art. 1804
Art. 1832
Art. 1833
Art. 1837
Art. 1838
Art. 1865
Art. 1866
Art. 1872
Art. 1874
Art. 1880
Art. 1930
Art. 1932
Art. 1974
Art. 1975
Art. 1978
Art. 1980
Art. 1981
Art. 2012
Art. 2017
Art. 2018
Art. 2025
302
Art. 2026
Art. 2034
Art. 2125
Art. 2126
Art. 2138
Art. 2142
Art. 2159
Art. 2181
Art. 2195
Art. 2211
Art. 2225
Art. 2229
Art. 2358
Art. 2431
Art. 2432
Art. 2434
Art. 2450
Art. 2452
Art. 2453
Art. 2473
Art. 2474
Art. 2475
Art. 2476
Art. 2477
Art. 2478
Art. 2483
Art. 2495
Art. 2500
Art. 2509
Art. 2510
Art. 2515
Art. 2530
Art. 2537
Art. 2542
Art. 2565
Art. 2581
Art. 2591
Art. 2592
Art. 2681
Art. 2728
Art. 2729
Art. 2730
Art. 2731
Art. 2738
Art. 2749
Art. 2755
Art. 2762
Art. 2768
Art. 2774
Art. 2819
Art. 2877
303
Art. 2890
Art. 2891
Art. 3036
Art. 3106
Art. 3296
Art. 3312
Art. 3331
Art. 3428
Art. 3555
Art. 3573
Art. 3816
Art. 3900
Art. 3936
Art. 3947
Art. 3949
Ley de Amparo
Art. 2
Art. 5
Art. 6
Art. 10
art. 11
Art. 18
Art. 18
art. 19
Art. 26
Art. 51
Art. 4
Art. 13
Art. 14
Art. 18
Art. 21
Art. 27
Art. 31
Art. 34
Art. 35
Código Penal
Art. 1
Art. 13
Art. 371
Art. 377
Art. 564
304
Proyecto del Código Penal en trámite
Art. 425
Ley Electoral
Art. 1
Art. 136
Art. 192
Art. 184
Código de Comercio
Art. 2
Art. 3
Art. I
Art. XIII
Art. 266
Ley de Emergencia
Art. 1
Art. 2
art. 25
art. 40
LEGISLACIONES EXTRANJERAS
España
305
Art. 1 Código Civil
Art. 13 Código Civil
Art. 1875 Código Civil
Art. 20 Constitución
Art. 30 Constitución
art. 38 Constitución
Art. 53 Constitución
Art. 67 Constitución
Art. 86 Constitución
Art. 103 Constitución
Art. 128 Constitución
Art. 135 Constitución
Art. 1 Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
art. 28 Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
Alemania
Italia
Art. 2 Constitución
Art. 18 Constitución
Art. 75 Constitución
Art. 139 Constitución
Argentina
306
Art. 695 Código Civil
art. 700 Código Civil
Art. 817 Código Civil
art. 843 Código Civil
art. 1001 Código Civil
art. 1066 Código Civil
art. 1126 Código Civil
art. 1135 Código Civil
art. 1155 Código Civil
Art. 1167 Código Civil
Art. 1225 Código Civil
art. 1340 Código Civil
Art. 1376 Código Civil
Art. 1438 Código Civil
Art. 1465 Código Civil
Art. 1528 Código Civil
Art. 2301 Código Civil
art. 2906 Código Civil
art. 2908 Código Civil
Art. 2941 Código Civil
Art. 2942 Código Civil
México
Art. I Constitución Federal
Art. 2º Constitución Federal
Art. 14 Constitución Federal
Art. 27 Constitución Federal
Art. 29 Constitución Federal
Art. 30 Constitución Federal
Art. 31 Constitución Federal
Art. 32 Constitución Federal
Art. 34 Constitución Federal
Art. 35 Constitución Federal
Art. 49 Constitución Federal
Art. 67 Constitución Federal
Art. 76 Constitución Federal
307
Francia
Costa Rica
Art. 7 Constitución
Art. 75 Constitución
Art. 157 Constitución
Art. 168 Constitución
Albania
Dinamarca
Colombia
Suiza
Noruega
Chile
308
Venezuela
Art. 119
Art. 131 Ley Orgánica de Tribunales
Unión Soviética
Guatemala
Art. 15 Constitución
Perú
Panamá
El Salvador
Art. 21 Constitución
Portugal
Art. 279 Constitución (1976)
Polonia
Art. 29 Constitución (1976)
Art. 30 Constitución (1976)
Bulgaria
309
Irán
Art. 82 Constitución
Uruguay
Art. 84 Constitución
Bolivia
Honduras
Art. 96 Constitución
INTRUMENTOS INTERNACIONALES
Art. 8 Convención Americana de los Derechos del Hombre (Pacto de San José)
Art. 10 Declaración Universal de los Derechos Humanos
Art. 14 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
310
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315
INDICE
Reseña 5
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1. Hermenéutica e interpretación 19
2. Importancia de la interpretación 20
3. Necesidad de la interpretación 21
4. Objeto de la interpretación 23
5. Límites de la interpretación 24
6. Eficacia de la norma constitucional 25
A. Eficacia directa 27
B. Eficacia derogatoria 28
C. Eficacia invalidatoria 28
D. Eficacia interpretativa 28
E. Eficacia informadora 28
7. La norma constitucional y la interpretación 29
8. El control constitucional 30
9. Los métodos tradicionales de
interpretación y la Constitución 31
10. Relevancia del juez en el Derecho moderno 32
11. Inconstitucionalidad por omisión 34
12. El Poder Constituyente y la
interpretación constitucional 38
13. El tribunal superior de la justicia
constitucional como poder político 39
14. El cambio constitucional 43
15. Fundamentación y justicia 44
CAPÍTULO II
RETROACTIVIDAD O IRRETROACTIVIDAD
DE LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES
1. Planteamiento del problema 51
2. En busca de la solución 53
316
3. Otras opiniones doctrinales 57
CAPÍTULO III
NORMAS CONSTITUCIONALES
INCONSTITUCIONALES
1. Introducción 63
2. Algunas reglas sobre modificación
y derogación de leyes 63
3. Posiciones doctrinales 65
A. La positivista 65
B. La iusnaturalista 71
4. Tema polémico 74
5. Algunas opiniones doctrinales 75
CAPÍTULO IV
SISTEMAS INTERPRETATIVOS
1. Pluralidad de sistemas 83
2. Interpretación sistemática 84
3. Interpretación auténtica 94
4. Interpretación judicial 106
5. Interpretación doctrinal 109
6. Interpretación gramatical 110
7. Interpretación histórica 114
8. Interpretación declarativa, restrictiva,
extensiva y correctiva 117
9. Interpretación política y el uso
alternativo del Derecho 127
A. Sistema de interpretación Política 127
B. Sistema de uso alternativo del Derecho 130
10. Interpretación evolutiva 131
11. Interpretación teleológica o finalista 132
12. Interpretación de ordenamiento
jurídico de acuerdo a la Constitución 134
13. Interpretación práctica 137
14. Interpretación equilibrada y armónica 137
15. Interpretación del Derecho en Hans Kelsen 138
317
16. Doctrina de los Estados Unidos de Norteamérica 139
A. El originalismo 140
B. El no interpretativismo 141
C. El constituyente actual 142
CAPÍTULO V
ARGUMENTOS INTERPRETATIVOS
1. Su crítica 145
2. El argumento a contrario sensu 148
A. Como método interpretativo 149
B. Como método de creación del Derecho 151
3. Argumento ad absurdum 153
4. Argumento a silentio 155
5. Argumento de la naturaleza de las cosas 155
6. Argumento a generali sensu 156
7. Argumento ab autoritate 157
8. Argumento a rubrica 157
9. El argumento a fortiori ratione 158
10. Argumentos ab excepcion ad regulum 160
11. Argumento ab ordine 161
12. Argumento a cesante ratione 162
13. El argumento ab inutilitate legis 162
14. Lista de máximas, sentencias y adagios 163
CAPÍTULO VI
PRINCIPIOS, REGLAS, TÉCNICAS Y ORIENTACIONES ESPECIALES DE LA
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL
1. Principio de la unidad de la Constitución 169
2. Principio de concordancia 170
3. Principio de la función integradora de la Constitución 172
4. Principio de la fuerza normativa de la Constitución 172
5. Principio de la adaptación de la
Constitución a los nuevos tiempos 173
6. Principio de interpretación de los derechos humanos 173
A. Introducción 173
318
B. Principio pro homine 174
C. Principio pro libertate 174
D. Principio de la disposición
más favorable al recurrente 175
E. Principio de presunción de inocencia 175
F. Principio in dubio pro reo 175
G. Principio de preferencia 176
H. Principio de plenitud de los derechos humanos 177
7. Principio de prudencia y previsibilidad 178
8. Principio de la presunción de la constitucionalidad 180
9. Principio de la corrección funcional 182
10. Tipo de régimen político 183
11. Creatividad de la justicia constitucional 184
12. Plenitud de la Constitución 185
13. Las mutaciones, fraudes, quebrantamientos
y suspensiones constitucionales 186
A. Mutaciones o modificaciones
constitucionales no formales 186
B. Fraude constitucional 189
C. Destrucción de la Constitución 190
D. Supresión de la Constitución 190
E. Quebrantamiento constitucional 190
F. Suspensión constitucional 190
14. Diferentes tipos de constituciones 191
15. Inconstitucionalidad o derogación de las
leyes anteriores a la nueva Constitución 191
16. Principio de razonabilidad de la ley 194
17. El preámbulo de la Constitución 198
18. La inconstitucionalidad sobrevenida 200
19. Reglas de interpretación constitucional
de Linares Quintana 201
CAPÍTULO VII
EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
1. Concepto e importancia 205
2. Origen francés del bloque de constitucionalidad 205
319
3. El bloque de constitucionalidad en España 207
4. El bloque de constitucionalidad en Costa Rica 208
5. El bloque de constitucionalidad en Panamá 210
6. El bloque de constitucionalidad en Colombia 211
7. Nuestro bloque de constitucionalidad 212
A. La Constitución de 1987 y sus reformas 212
B. Las leyes constitucionales 213
C. Los convenios y demás documentos
internacionales sobre derechos humanos 213
D. El Estatuto y el Reglamento
de la Asamblea Nacional 214
E. La Ley de Municipios 214
F. La Ley de Autonomía de la Costa Atlántica 215
G. La Constitución derogada 215
CAPÍTULO VIII
INTEGRACIÓN CONSTITUCIONAL
1. La integración del Derecho 219
2. Nuestros medios de integrar el Derecho 226
3. La autointegración 228
4. La Heterointegración 229
5. Las lagunas históricas 230
6. Las lagunas axiológicas 232
7. La analogía 234
A. Concepto 234
B. Analogía legis y analogía iuris 239
C. Técnicas para evitar las lagunas 240
D. Prohibición de aplicar la analogía 240
8. Los principios generales del Derecho 244
9. Las presunciones 255
A. Ideas generales 255
B. Concepto 255
C. Clases de presunciones 256
D. Valor probatoria de las presunciones 260
10. El método de la libre investigación
científica de Geny 261
320
11. Los principios universales de Kelsen
y los tópicos o principios generales
del Derecho de G. Struck 261
A. Los principios universales de Kelsen 261
B. Los tópicos o principios generales de G. Struck 263
CAPÍTULO IX
CONTRADICCIONES CONSTITUCIONALES
1. Contradicciones normativas 269
2. Contradicciones ideológicas 281
A. Contradicciones simultáneas 281
B. Contradicciones sucesivas 281
CAPÍTULO X
SUJETOS DE LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL
1. Interpretación y control constitucional 285
2. Control político y control jurisdiccional 285
3. Pluralidad de sujetos de la
interpretación constitucional 287
4. Control por el poder legislativo 287
5. Control por el ejecutivo 289
6. Control por el electorado 290
7. Control jurisdiccional 290
A. Los dos grandes sistemas 290
B. Bases fundamentales del sistema difuso 292
C. Inconvenientes del sistema difuso 293
D. Creación y bases del sistema austriaco 295
E. Naturaleza del Tribunal Constitucional 297
F. Diferencias fundamentales de ambos sistemas 298
G. Acercamiento de ambos sistemas 300
8. Concurrencia de controles 301
9. El sistema de control constitucional en Nicaragua 301
CAPÍTULO XI
CONSTITUCIONALIZACIÓN Y DESCONSTITUCIONALIZACIÓN
I. Constitucionalización 311
321
1. Ideas generales 311
2. Instrumentos o medios de la constitucionalización 311
3. El contenido o materia de la Constitución 312
4. La supremacía de la Constitución 314
5. Valor normativo de la Constitución 314
6. Aplicación directa de la Constitución 315
7. Interpretación amplia de la Constitución 316
8. El control de la constitucionalidad 319
9. Cultura constitucional 319
II. Desconstitucionalización 320
1. Ideas generales 320
2. Manifestaciones de este proceso 321
CAPÍTULO XII
LAS SENTENCIAS DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
1. Clasificación de las sentencias 325
2. Sentencias declarativas, constitutivas e inaplicativas 325
3. Efectos de las sentencias que
declaran la inconstitucionalidad 326
4. Sentencias aditivas 329
5. Sentencias aditivas prestacionales 329
6. Sentencias estimatorias exhortatorias 331
7. Sentencias declarativas de la
inconstitucionalidad de carácter parcial 332
8. Sentencias que declaran la
inconstitucionalidad en forma total 333
9. Sentencias estimativas interpretativas 333
A. Interpretación errónea o aplicación indebida 333
B. Inconstitucionalidad por sus efectos 335
10. Sentencias normativas 336
A. Sentencias estimatorias aditivas 336
B. Sentencias estimatorias sustitutivas 337
11. Sentencias estimatorias desaplicativas 340
12. Sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad 341
322
A. Su naturaleza jurídica 341
B. Tipos de sentencias desestimatorias
de inconstitucionalidad 341
13. Doctrina italiana sobre la manipulación legislativa 344
14. Cosa juzgada en la jurisdicción constitucional 347
A. Efectos de la cosa juzgada 347
B. Necesidad de la cosa juzgada 348
C. Límites y funciones de la cosa juzgada 349
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