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4.

19 CONDUCTO ARETERIOSO PERSISTENTE


El ductus arterioso persistente o conducto arterioso persistente (CAP) o persistencia del
conducto arterioso (PCA) es la persistencia, después de nacer, de la comunicación que
normalmente existe entre el sistema arterial pulmonar y la aorta durante la vida fetal,
denominado ductus arteriosus. La causa se desconoce y en el 90 por ciento de los casos se
presenta como un defecto único.

Es más frecuente en mujeres, niños prematuros y en infecciones por rubéola materna, no


produce casi nunca problemas funcionales al nacer. Se puede detectar por la existencia de
un soplo o ruido cardíaco continuo (soplo en maquinaria).

Inicialmente no hay cianosis, pero con el tiempo se desarrolla una enfermedad obstructiva de
los vasos pulmonares, lo que produce una inversión del flujo sanguíneo y cianosis. El
conducto arterioso persistente debe cerrarse a la edad más temprana posible.

En la mayoría de los bebés que nacen con un corazón que, por lo demás, sería normal, el
CAP se encogerá y se cerrará por si solo durante los primeros días de vida. Si el CAP
permanece abierto durante más tiempo, puede causar un flujo excesivo de sangre hacia los
pulmones. Es mucho más probable que haya problemas si el CAP es de gran tamaño. Algunos
CAP que no se cierran pronto se acabarán cerrando por si solos cuando el niño tenga
aproximadamente un año. Es mucho más probable que un conducto arterioso persistente
permanezca abierto en bebés prematuros, sobre todo si padecen una enfermedad pulmonar.
Cuando ocurre esto, es posible que los médicos tengan que cerrar el CAP

Un conducto arterioso es un vaso sanguíneo normal que conecta dos arterias principales, la aorta y la
pulmonar, y transporta sangre hacia el exterior del corazón. El feto no utiliza los pulmones cuando
está en el vientre materno porque obtiene el oxígeno directamente a partir de la placenta materna. El
conducto arterioso lleva sangre procedente de los pulmones directamente al resto del cuerpo. Cuando
el recién nacido comienza a respirar y a usar los pulmones, el conducto arterioso deja de ser necesario
y se suele cerrar por sí solo durante los dos días posteriores al parto. Si el conducto arterioso no se
cierra, aparece un conducto arterioso persistente (o CAP). El CAP hace que sangre rica en oxígeno
procedente de la aorta se mezcle con sangre pobre en oxígeno en la arteria pulmonar.
Consecuentemente, fluye demasiada sangre hacia los pulmones, lo que fuerza al corazón y aumenta
la presión sanguínea en las arterias pulmonares.

CAUSAS

El conducto arterial persistente afecta con más frecuencia a las niñas que a los niños. La
afección es más común en bebés prematuros y aquellos que presentan síndrome de dificultad
respiratoria neonatal. Los bebés con trastornos genéticos, como el síndrome de Down, y
cuyas madres hayan contraído rubéola durante el embarazo están en mayor riesgo de padecer
este problema.

El conducto arterioso persistente es común en bebés con problemas cardíacos congénitos


tales como el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, transposición de los grandes vasos
y estenosis pulmonar.

SINTOMAS

Es posible que un conducto arterial persistente pequeño no cause ningún tipo de síntomas.
Sin embargo, algunos bebés pueden tener síntomas como:

 Respiración rápida

 Malos hábitos de alimentación

 Pulso rápido

 Dificultad para respirar

 Sudoración al alimentarse
 Cansancio con mucha facilidad

 Retraso en el crecimiento

PRUEBAS Y EXAMENES

Los bebés con conducto arterial persistente con frecuencia presentan un soplo cardíaco que
se puede escuchar con un estetoscopio; sin embargo, en los bebés prematuros, es posible que
dicho soplo no se pueda oír. El médico puede sospechar de la afección si el bebé tiene
problemas para respirar o alimentarse poco tiempo después del nacimiento.

Se pueden observar cambios en radiografías del tórax. El diagnóstico se confirma con una
ecocardiografía.Algunas veces, es posible que un conducto arterial persistente y pequeño no
se diagnostique hasta más tarde en la infancia.

TRATAMIENTO

El objetivo del tratamiento, si el resto de la circulación es normal o casi normal, es cerrar el


conducto arterial persistente. Si el bebé tiene otros problemas o anomalías cardíacas,
mantener el CAP abierto puede salvarle la vida. Se puede usar un medicamento para evitar
que se cierre.

Los AINES (antiinflamatorios no esteroideos) como la indometacina o el ibuprofeno cierran


el Ductus Arterioso Persistente. Por otro lado, las Prostaglandinas mantienen abierto el
Ductus.

Algunas veces, un CAP puede cerrarse por sí solo. En los bebés prematuros, a menudo se
cierra dentro de los primeros 2 años de vida. En los bebés a término, un CAP rara vez se
cierra por sí solo después de las primeras semanas.

Cuando se necesita tratamiento, medicamentos como la indometacina o ibuprofeno


generalmente son la primera opción. Los medicamentos pueden funcionar muy bien para
algunos recién nacidos y provocan pocos efectos secundarios. Cuanto antes se administre el
tratamiento, mayor será la probabilidad de éxito.

Si estas medidas no funcionan o no se pueden utilizar, el bebé puede necesitar otro


procedimiento médico.

Un cierre transcatéter es un procedimiento en el que se emplea un tubo hueco y delgado


dentro de un vaso sanguíneo. El médico introduce un espiral de metal pequeño u otro
dispositivo de bloqueo a través del catéter hasta el sitio del conducto arterial persistente. Esto
bloquea el flujo de sangre a través del vaso. Estos espirales le pueden ayudar al bebé a evitar
la cirugía.
La cirugía puede ser necesaria si el procedimiento del catéter no funciona o no puede usarse.
La cirugía consiste en hacer una pequeña incisión entre las costillas para reparar el conducto
arterial persistente. Sin embargo, ésta tiene riesgos. Sopese los posibles beneficios y riesgos
con el médico antes de optar por la cirugía.

PRONOSTICO

Si un conducto arterial persistente y pequeño permanece abierto, el bebé puede finalmente


presentar síntomas cardíacos. Los bebés con un conducto arterioso persistente más grande
podrían padecer problemas cardíacos, como insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial en
las arterias de los pulmones (hipertensión pulmonar) o una infección en el revestimiento
interno del corazón(endocarditis) si el conducto arterioso no se cierra.

4.20 TRONCO ARTERIOSO PERSISTENTE


El tronco arterioso persistente se produce cuando, durante el desarrollo fetal, el tronco
primitivo no se divide en arteria pulmonar y aorta, lo que da origen a un solo tronco arterial
de gran tamaño que cabalga sobre una gran comunicación interventricular perimembranosa,
mal alineada. En consecuencia, una mezcla de sangre oxigenada y desoxigenada ingresa en
las circulaciones sistémica, pulmonar y coronaria. Los síntomas son cianosis e insuficiencia
cardíaca, con escasa alimentación, diaforesis y taquipnea. Son frecuentes un primer ruido
cardíaco (S1) normal y un segundo ruido cardíaco (S2) intenso y único; los soplos pueden ser
variables. El diagnóstico se realiza por ecocardiografía o cateterismo cardíaco. Por lo general,
el tratamiento médico de la insuficiencia cardíaca es seguido de reparación quirúrgica
temprana.
El tronco arterioso persistente representa el 1-2% de las cardiopatías congénitas. Alrededor
del 35% de los pacientes presentan el síndrome de deleción 22q11, que incluye el síndrome
de DiGeorge y síndromes velocardiofaciales.

CLASIFICACION

Existen distintas sistemas de clasificación en uso.

La primera clasificación, por Collett y Edwards, es

 Tipo I: el tronco de la arteria pulmonar nace del tronco común y después se divide en
arterias pulmonares derecha e izquierda.

 Tipo II: las arterias pulmonares derecha e izquierda nacen por separado (pero
adyacentes entre sí) de la cara posterior del tronco.

 Tipo III: las arterias pulmonares derecha e izquierda nacen de las caras laterales de la
raíz del tronco razonablemente alejadas entre sí.

 Tipo IV: Ambas arterias pulmonares son suministrados por vasos colaterales de la
aorta descendente. (El tipo IV se reclasifica actualmente como tetralogía de Fallot
con atresia pulmonar.)

Una clasificación actualizada por Van Praagh se compone de tipo A (tronco


arterioso con comunicación interventricular [CIV]) y el tipo B muy raro (tronco
arterioso sin CIV). El tipo A se subdivide en 4 tipos:

 Tipo A1: el tronco de la arteria pulmonar nace del tronco común y después se divide
en arterias pulmonares derecha e izquierda.

 Tipo A2: las arterias pulmonares derecha e izquierda nacen por separado de la cara
posterior del tronco.

 Tipo A3: Un pulmón es irrigado por una rama de la arteria pulmonar que surge del
tronco y el otro pulmón (usualmente el izquierdo) es irrigado por una arteria colateral
de tipo ductus

 Tipo A4: El tronco es una arteria pulmonar grande y el arco aórtico se interrumpe o
presenta coartación.

La válvula troncal puede ser bastante anormal y manifestarse con estenosis, insuficiencia, o
ambos. Puede haber otras anomalías (p. ej., cayado aórtico derecho, interrupción del arco
aórtico, anomalías de las arterias coronarias, comunicación auriculoventricular), que pueden
contribuir a la alta tasa de mortalidad quirúrgica.
Las consecuencias fisiológicas del tronco arterioso son cianosis leve, aumento significativo
de la circulación pulmonar e insuficiencia cardíaca (IC).

SINTOMAS

Por lo general, los lactantes presentan cianosis leve y signos y síntomas de IC (p. ej.,
taquipnea, mala actitud alimentaria, diaforesis) en las primeras semanas de vida. La
exploración física puede detectar un precordio hiperdinámico, aumento de la presión
diferencial con pulsos saltones, un segundo ruido cardíaco (S2) intenso y único y un clic de
eyección. Hay un soplo sistólico de grado 2-4/6 audible a lo largo del borde esternal
izquierdo. Puede auscularse un soplo mesodiastólico de flujo mitral en la punta cuando hay
aumento del flujo sanguíneo pulmonar. En caso de insuficiencia de la válvula del tronco, se
ausculta un soplo diastólico de tono agudo decreciente sobre la parte media del borde
esternal.

DIAGNOSTICO

 Radiografía de tórax y ECG

 Ecocardiografía

 En ocasiones, cateterismo cardíaco, angiografía cardíaca por RM o TC

La clínica permite sospechar el diagnóstico, que es avalado por la radiografía de tórax y el


ECG, y se confirma mediante ecocardiografía bidimensional con estudios de flujo Doppler
color. En ocasiones, se requiere cateterismo cardíaco para delinear anomalías asociadas antes
de la cirugía, pero la angiografía cardíaca por RM o TC puede suplir la necesidad de
cateterismo.

La radiografía de tórax muestra diversos grados de cardiomegalia con aumento de la trama


vascular pulmonar, cayado aórtico derecho (en alrededor del 30% de los casos) y arterias
pulmonares de posición relativamente alta. El ECG suele indicar hipertrofia ventricular
combinada. El aumento sustancial de la circulación pulmonar puede generar evidencia de
agrandamiento auricular izquierdo.

TRATAMIENTO

 Reparación quirúrgica

 Tratamiento médico de la IC (p. ej., diuréticos, digoxina, inhibidores de la ECA) antes


de la cirugía

La IC se trata enérgicamente con diuréticos, digoxina e inhibidores de la ECA, lo que es


seguido de reparación quirúrgica temprana. La infusión de prostaglandinas no es beneficiosa.
El tratamiento quirúrgico consiste en la reparación completa. Se cierra la comunicación
interventricular, de manera que el ventrículo izquierdo expulse la sangre a la raíz del tronco.
Se coloca un conducto, con una válvula o sin ella, entre el ventrículo derecho y la confluencia
de las arterias pulmonares. En los últimos años, las tasas de mortalidad quirúrgica han
disminuido a tan solo el 10%. Como el conducto se coloca durante etapas tempranas de la
lactancia, su tamaño se torna inadecuado a medida que el niño crece y debe ser revisado
durante la infancia. La estenosis de la rama de la arteria pulmonar es una secuela común.

Se recomienda profilaxis de la endocarditis antes de la cirugía, pero sólo se requiere durante


los primeros 6 meses posteriores a la reparación, a menos que haya un defecto residual
adyacente a un parche quirúrgico o a material protésico

4.21 ARTERIA SUBCLAVIA ANOMALA


La arteria subclavia aberrante, o el síndrome de la arteria subclavia aberrante o arteria
subclavia lusoria se refiere a una rara variante anatómica del origen de la arteria
subclavia derecha. Esta es una de las anomalías congénita vascular más comunes del arco
aórtico.

La arteria aberrante por lo general surge justo distal a la subclavia izquierda y no del tronco
braquiocefálico, cruza en la parte posterior del mediastino por lo general por detrás
del esófago en su camino a la extremidad superior. Dicho curso de este vaso aberrante puede
causar un anillo vascular alrededor de la tráquea y el esófago. La disfagia debido a una arteria
subclavia aberrante derecha se denomina disfagia lusoria. La parálisis del nervio laríngeo
recurrente se denomina síndrome de Ortner. La arteria subclavia derecha aberrante con
frecuencia surge de un segmento dilatado de la aorta descendente proximal, el divertículo de
Kommerell.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la enfermedad es quirúrgico.

4.22 SINDROME DEL CAYADO AORTICO


Síndrome del cayado aórtico, síndrome de oclusión de la arteria vertebrobasilar, síndrome de
oclusión de la arteria carótida, síndrome de oclusión de la arteria subclavia o síndrome del
robo de la subclavia se refiere a un grupo de signos y síntomas asociados con problemas
estructurales en las arterias que se ramifican desde el arco o cayado aórtico, la porción
superior de la arteria principal que lleva sangre lejos del corazón.
SINTOMAS

Los síntomas varían de acuerdo con la arteria afectada, pero pueden abarcar:

 Cambios neurológicos como: mareo, visión borrosa o debilidad.


 Cambios en la presión arterial
 Problemas respiratorios
 Entumecimiento de un brazo
 Pulso reducido
 Accidentes isquémicos transitorios
CAUSAS

Los problemas del síndrome del cayado aórtico están asociados con mayor frecuencia con
traumatismo, coágulos sanguíneos o malformaciones que se desarrollan antes de nacer. Los
defectos en las arterias ocasionan flujo anormal de sangre hacia la cabeza, el cuello o los
brazos.

En los niños, hay múltiples tipos de síndromes del cayado aórtico, incluyendo:

 Ausencia congénita de una ramificación de la aorta

 Aislamiento de las arterias subclavias

 Anillos vasculares

TRATAMIENTO

Generalmente, se requiere cirugía para tratar la causa subyacente del síndrome del cayado
aórtico.

BIBLIOGRAFIA
Sadler TW. Langman. Embriología médica con orientación clínica. 8a ed. España: Madrid
2002.

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