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A pesar de que muchos crean que la ortografía no se aplica a los apellidos, no es cierto, se
atienen a ella igual que cualquier otra palabra, aunque cada apellido tiene su particular
grafía. Por ejemplo, una persona que se llame Pérez no puede escribir su apellido sin la tilde
convirtiendo una palabra aguda en una llana.
Es obligado respetar la grafía peculiar de cada apellido, de modo que si una persona lo
escribe con G (Giménez), no debemos ponerle J (Jiménez), aunque también sea correcto y
aparezcan en el mismo texto otros con el mismo apellido escrito de distinto modo.
Apellidos Extranjeros
Al tratarse de lenguas latinas deben escribirse con la misma grafía de su lengua de origen.
Sin embargo, cuando se trata de apellidos procedentes de lenguas cuyos alfabetos son
distintos del latino (cirílico, griego, chino, etc.), debe transcribirse a nuestra fonética, pero
directamente, no a través de idiomas intermedios, como suelen serlo el inglés y el francés.
De este modo, en el caso de Tchaikowsky y Krushchef, aunque se respeten estas grafías por
tradición, en español deberían ser Chaicosvsky y Jruschov, puesto que es la pronunciación
rusa de dichos apellidos.
Apellidos Compuestos
Hay apellidos, tanto españoles como extranjeros, que van acompañados de partículas (de,
de los, de las, del, von, ibn…).
Hay apellidos simples generados por la fusión fónica y gráfica de elementos que forman
parte de apellidos originariamente pluriverbales, cuando constituyen un solo grupo
acentual. A veces, uno de los componentes pierde alguna de sus letras en el proceso de
integración, lo que da lugar a una nueva unidad onomástica: Dávila (de De Ávila), Torralba
(de Torre Alba).
En general, el plural de los apellidos se forma como el de los nombres comunes (la época de los
Góngoras), pero hay que tener en cuenta los siguientes casos:
.
Los apellidos terminados en –z carecen de forma plural, salvo aquellos en que esta
terminación lleva acento: los Ruices, los Muñoces.
Cuando se emplean para designar un conjunto diverso de individuos que tienen el mismo
apellido, el uso vacila entre mantenerlos invariables o añadirles las marcas propias del
plural de acuerdo con su forma. La tendencia mayoritaria es mantenerlos invariables, sobre
todo en el caso de apellidos que pueden ser también nombres de pila, para distinguir
ambos usos: Los Alonsos de mi clase son muy simpáticos (nombre de pila) y Los Alonso de
mi clase son muy simpáticos (apellido); o cuando se trata de apellidos que tienen variantes
con -s y sin -s, como Torre(s), Puente(s) o Fuente(s): En mi pueblo hay muchos Puente
(gente apellidada Puente) y En mi pueblo hay muchos Puentes (gente apellidada Puentes).
Márquez MÁRQUEZ
Martínez
Méndez
Mendoza
Monroy
Muñoz
Núñez
Gómez
Guzmán
Jiménez
Valdés
Gutiérrez
Ahora vas a competir contigo mismo. Después de estudiar y/o resolver la lección anterior, anota
sobre las líneas vacías las letras o signos faltantes.